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Importancia de los antecedentes ENSAYO

personales patológicos,
psicológicos y sociales
Alumna: Diana Rosa Martínez Aguilar - 304222
Docentes:

Dra. Milena Corral


Dr. Guillermo Munro

Grupo: 10°A

Fecha: 05/09/2020
Introducción:
Si bien es cierto, la base o el inicio para tratar un padecimiento o enfermedad, ya
sea en el ámbito médico u odontológico, es el poder dar un diagnóstico. Como en
todas las áreas de ciencias de la salud, el querer tratar adecuadamente a un
paciente no se basa solo en un manejo físico/manual o farmacológico para quitar
momentáneamente la molestia que aqueje a la persona, sino conocer el origen de
la molestia como factores que lo aumentan o lo disminuyen, cuando aparece y
como, tiempo de evolución, etc, un sin fin de preguntas que nos llevarán a lo
primordial: un diagnóstico certero para un tratamiento eficaz. Conforme pasa el
tiempo, implementar datos adicionales que antes no se consideraban dentro las
características de un diagnóstico, hoy en día han hecho que el tratar a un paciente
sea algo más personal y no tan estandarizado como se solía manejar.

Desarrollo:
Antes de nada, un diagnóstico se basa en un conjunto de datos abarcando temas
como antecedentes patológicos y no patológicos, siendo los datos que nos
ofrecían de alguna manera la información necesaria para resolver el problema que
presentaba, pero como es mencionado, hoy en día obtener datos adicionales ya
sea de carácter psicológico o social, cambian el panorama del posible tratamiento.
Si bien, antes se manejaba que la única persona que podía controlar el
padecimiento era el médico tratante, convirtiéndolo de alguna manera en el
responsable de la solución o el empeoramiento; hoy en día, al igual que el modo
de llegar a un conclusión, se señalaba de forma importante hacer parte del
tratamiento al paciente, involucrándolo con cuidados y ciertas acciones, haciendo
a esta persona consciente sobre su salud, no solo en la medicina general sino
también en la odontología.

Por consiguiente, se pueden señalar ciertos factores que influyen en la actualidad


en el historial del paciente, que como bien se mencionó anteriormente será
información que nos ayuda a comprender el ambiente de la persona y como
intervienen día a día, una de ellas es mencionada como la multiterapéutica, donde
el odontólogo al momento de querer intervenir de forma farmacológica, debe estar
al tanto de prescripciones médicas que ya maneja el paciente y de como las
interacciones entre lo que él quiera dar y lo que ya consuma el paciente no afecte
la evolución de ninguno de los padecimientos actuales. Por otro lado, una atención
personalizada será mucho más concreta, teniendo tratamientos más específicos y
resultados más eficaces. También es importante señalar una situación muy
vigente, que es este nuevo alcance a la información de todo tipo y cómo influye en
las “nuevas” necesidades o aceptación que el mismo paciente pida; hablando
específicamente de la odontología, se trata de como es más importante cumplir
cierto grado de bienestar llevado de la mano con una seguridad y aceptación
misma antes que cumplir con una salud bucal integral. Posiblemente se podría
afirmar que estas exigencias que el paciente tiene consigo mismo y con el
odontólogo a tratar se relacionen con tendencias que en su momento se
consideren como esenciales para esta persona.

También y desde una perspectiva más general, factores locales y sistémicos son
dos puntos muy importantes en cualquier anamnesis y diagnóstico. Como se ha
mencionada en muchas ocasiones existen padecimientos que tienen un impacto,
en su mayoría negativos, en la salud bucal de las personas que en algún punto
nos limitan en muchas acciones que se quieren llevar a cabo, un sencillo ejemplo
es en la salud periodontal y como se ve relacionada en las diversas afeccionas
que la persona pueda tener, ya sea si se habla de una enfermedad cardiovascular
o incluso un embarazo. Al igual que lo anterior señalado, la cooperación y el
compromiso que el paciente tiene nos habla de que hay actitudes que son de gran
ayuda y que usualmente influyen en un buen pronóstico, incluso cuando la
severidad del problema sea un poco preocupante.

Siendo de igual interés e importancia, todo lo anterior mencionado tiene cierto


grado de valor al momento de definir el tratamiento y el protocolo que se seguirá
para cumplir con las metas que el odontólogo y paciente quieran cumplir, pero a lo
largo de todo el cuestionamiento que el paciente pasa hay un momento crítico en
donde el profesional de la salud tiene que saber identificar o tener la sospecha de
que posiblemente el paciente no tenga conocimiento de algún padecimiento que
por ciertos síntomas y signos se pueda reconocer, ya sea una enfermedad
sistémica, una alergia, un malestar psicológico, enfermedades de carácter
infectocontagiosas, etc, son situaciones de las cuales es esencial tener
conocimiento de su etiología, como se manifiesta, que lo disminuye o que lo
empeora, todo esto será preciso de saber para definir un protocolo específico para
la situación del paciente y que sea llevado de acuerdo a las necesidades de este
considerando siempre el riesgo que conlleve.

Conclusión:
Finalmente, podemos llegar a la deducción de que la base de todo buen
diagnóstico y un buen tratamiento, tendrá como origen un cuestionamiento
completo, en donde todos los datos serán relevantes para definir la situación
actual que agobie a la persona y no permitir que la apariencia “sana” se mal
interprete llevándonos a resultados no esperados. El principal propósito de esto es
facilitar de alguna manera todo el proceso llevándonos directamente a la raíz del
problema y recordar que el tratar a una persona implicará siempre buscar la mejor
opción adecuándonos a la situación.
Bibliografía:
Suárez, C. J. L., Guzmán, D. L. M., & Gómez, L. E. A. (2015–2020). Medicina en
Odontología: Manejo dental de pacientes con enfermedades sistémicas (3.a ed.,
Vols. 1-5). Editorial El Manual Moderno.

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