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1. https://www.medwave.cl/link.

cgi/Medwave/Enfoques/ProbSP/5854

En primer lugar, existen estudios de caracterización de la actividad antiherpética (virus herpes simple 1,
HSV-1; virus herpes simple 2, HSV-2; virus varicela zóster, VZV), de extractos orgánicos y acuosos de
las plantas cesta (Callisia fragans) y jojoba (Simmondsia chinensis)[6]. Los extractos orgánicos de hoja
de aire (Bryophyllum pinnata)[7], también han sido estudiados por sus propiedades anti virus papiloma
humano tipo 18 (HPV-18) y por su actividad antineoplásica.

Los extractos de té de castilla (Lippia alba), orégano (Oreganum vulgare) y artemisa (Artemisia vulgaris)
han sido estudiados por las propiedades de sus aceites esenciales sobre la actividad infectiva del virus
de la fiebre amarilla, un importante patógeno en Sudamérica y África subsahariana[8]. Del mismo modo,
otro miembro de la familia de las asteráceas, la Artemisia arborescens, tiene actividad contra virus
herpes simple 1[9]. Esta actividad se ha estudiado junto a su potencial administración en
nanopartículas, lo que obviamente podría significar una ventaja en términos de disminuir la dependencia
de administración tradicional.

Los estudios sobre extractos de zarzamora también han mostrado actividad antiviral contra virus herpes
simple 1, e incluso efecto virucida[10] en líneas celulares ya infectadas. También existen estudios[11]
realizados en guaicurú (Limonium brasiliense) y hierba de la perlilla (Margyricarpus pinnatus) que
muestran un nivel de actividad de más del 95% al compararlos con antivirales usados tradicionalmente
contra infecciones por virus herpes simple 1, tales como aciclovir con 99% de actividad.

En el caso de goma arábiga (Acacia nilotica) se ha descrito de modo preliminar su actividad antiviral
contra virus de hepatitis C (HCV) con menos de un 50% de toxicidad frente al tratamiento
tradicional[12]. También se ha detectado actividad antiviral contra virus de hepatitis B (HBV) en
extractos de cúrcuma (Curcumin longa)[13].

Existen antecedentes sobre las antiquísimas propiedades medicinales de diferentes representantes del
género Eucalyptus[14], los que han señalado su capacidad de suprimir la actividad del virus Coxsackie,
conocidos por no ser tratados por antivirales y con una amplia gama de patologías sistémicas
asociadas. Esta situación se repite en representantes del género Hypericum, tales como Hypericum
triquetrifolium[15].

Las investigaciones sobre conocidas plantas medicinales chinas, como el huang-qin (Scutellaria
baicalensis)[16], han demostrado capacidad antivírica contra dengue virus tipo 2 (DENV2), además de
tener actividad antiherpética. Esta actividad ha sido corroborada también con plantas medicinales de
uso en Malasia como las flores de hoja (Phyllanthus sp)[17] .

El estudio de la actividad antiviral también se extrapola a plantas, o sus partes, inicialmente de uso
comestible. Algunos ejemplos son el olivo (Olea europea), ortiga mayor (Urtica dioica) y flor de Nilo
(Nelumbo nucifera), entre otras, en el tratamiento de afecciones gastrointestinales ocasionadas por
rotavirus[18].

Como resalta a simple vista, las plantas continúan siendo nuestra oportunidad para encontrar solución a
problemas de salud pública actuales, como la resistencia antimicrobiana a antibacterianos y
antimicóticos. En esa línea, también darían respuesta a patologías recalcitrantes en nuestro continente,
tales como la malaria y la tuberculosis.

Ejemplos claros del potencial terapéutico de Iberoamérica son las referencias sobre propiedades
antivirales de las mencionadas Callisia fragans (México), Simmondsia chinensis (frontera México-USA);
Lippia alba (Latinoamérica); Limonium brasiliense (Sudamérica); Margyricarpus pinnatus (Sudamérica);
Curcumin longa (Isla de Pascua/Polinesia) y Urtica dioica (Norteamérica).
2. https://vitae.ucv.ve/pdfs/VITAE_614.pdf

Mecanismos de acción de compuestos antivirales aislados en plantas: el Virus de la Inmunodeficiencia Humana como
modelo

Compuestos naturales de plantas con actividad anti-VIH

 Los inhibidores de la adsorción: la fracción polisacárida de Rhizophora apiculata.


 Otros inhibidores de la adsorción: el ácido repandusínico de Phyllanthus niruri.
 Los inhibidores de la fusión: la baicalina de Scutellaria baicalensis.

Compuestos que actúan a nivel de la replicación intracelular

 Los inhibidores de la retrotranscriptasa viral: las cumarinas aisladas en las plantas del género Calophyllum.
 Los inhibidores de la interacción REV/RRE: el Niruriside de Phyllanthus niruri.
 Los inhibidores de la proteasa: los triterpenos de Geum japonicum.
 Los inhibidores de la transcripción: los taninos, las calconas y las cumarinas.
Se sabe que los taninos de plantas como el té verde inhiben la poli(ADP-ribosa) glicohidrolasa (PARG), una
enzima que participa en la despolimerización de las moléculas de poli(ADP-ribosa)
 Los inhibidores de la integración del genoma viral: la proteína MAP 30.
Una de ellas es la proteína MAP 30 aislada de Momordica charantia, una planta originaria de China cuyos
extractos se han utilizado por siglos para el tratamiento de infecciones y tumores

Conclusiones

 Existen compuestos naturales aislados en plantas que actúan sobre fases tempranas de ciclo de replicación del VIH, al
inhibir la adsorción o la fusión de los virus a las células diana. Se ha sugerido que los polisacáridos de Rhizophora
apiculata y el ácido repandusínico de Phyllanthus niruri actúan previniendo la adsorción. Por su parte, se ha propuesto que
la baicalina de Scutellaria baicalensis actúa inhibiendo la fusión entre el virus y las células receptoras.

 Se han aislado otros compuestos que actúan sobre fases más tardías del ciclo replicativo del VIH. Tal es el caso de las
cumarinas aisladas del género Calophyllum, que parecen inhibir específicamente la retrotranscriptasa del VIH-1. Además,
algunas de ellas como la calanolida A o B y la dihidrocostatolida, pueden actuar sinergísticamente con una amplia gama
de drogas anti-VIH y exhiben actividad sobre cepas resistentes a inhibidores no nucleosídicos de la retrotranscriptasa. Ello
indica que estos compuestos actúan sobre sitios de unión distintos al de la mayoría de los INNRTs.

 Otros compuestos que actúan sobre fases tardías de la infección, son el niruriside de Phyllanthus niruri y los triterpenos de
Geum japonicum, quienes inhiben la formación de complejos Rev/RRE y las proteasas virales, respectivamente.

 Moléculas tales como el ácido tánico, los elagitaninos, las cumarinas y las calconas, actúan inhibiendo la transcripción del
genoma viral. Se ha sugerido que los elagitaninos y el ácido tánico inhiben la actividad de la poli-ADP- glicohidrolasa, lo
que a su vez podría estar inhibiendo la activación de la transcripción de los genes virales. Por otro lado, el mecanismo
mediante el cual las calconas y cumarinas ejercen su efecto inhibitorio sobre la transcripción, no ha sido elucidado, pero
podría involucrar la unión selectiva a ciertos factores de transcripción o transducción.

 La proteína MAP30 de Momordica charantia, es una enzima multifuncional que bloquea eficientemente la infección por
VIH-1 en células de cultivo. Se ha sugerido que este compuesto actúa inhibiendo la actividad de la integrasa.

 Si bien los resultados hallados con estos compuestos son esperanzadores, deben ser matizados, puesto que solo
representan el primer paso en la búsqueda de fármacos que puedan emplearse de manera segura en modelos biológicos
complejos, tales como animales de experimentación y el mismo ser humano. De los compuestos mencionados en el
trabajo, solo la calanolida A se encuentra en ensayos clínicos en humanos (Chivian, 2003). No obstante, el hallazgo futuro
de compuestos naturales de fácil acceso y baratos, debería ser la prioridad de los laboratorios e industrias farmacéuticas,
con el fin de combatir eficazmente la pandemia en los países con menos recursos.
3. http://docs.bvsalud.org/biblioref/2018/08/911260/actividad-antiviral-de-plantas-medicinales-argentinas-de-
la-fam_RcSK2vI.PDF

ACTIVIDAD ANTIVIRAL DE PLANTAS MEDICINALES ARGENTINAS DE LA FAMILIA ASTERACEAE. IDENTIFICACIÓN


DE COMPUESTOS BIOACTIVOS Y CARACTERIZACIÓN DEL MECANISMO DE ACCIÓN

 Género Baccharis
especies de Baccharis con actividad antiviral como: tricotecenos macrocíclicos aislados de B. coridifolia con
actividad contra el Virus Junín (García et al. 2002); extractos de B. crispa y B. notosergilla capaces de inhibir la
replicación de VSV y PV (Jose et al. 2005); ácidos dicafeoilquínicos aislados de B. genistelloides como
inhibidores de la integrasa de HIV (Robinson et al. 1996); diferentes extractos de B. trinervis, B. erioclada, B.
megapotamica y B. uncinella con actividad anti-HSV (Abad, Bermejo, Palomino, et al. 1999; Montanha et al.
2004). Extractos de B. genistelloides presentaron actividad antiviral frente a HSV-1 y VSV (Abad, Bermejo,
Gonzales, et al. 1999), B. trinervis inhibió a HSV-1 y HIV (Sanchez Palomino et al. 2002) y B. dracunculifolia
presentó actividad frente a PV (Búfalo et al. 2009).
o Baccharis gaudichaudiana
 Género Eupatorium
o Eupatorium buniifolium
El extracto etanólico de las partes aéreas fue capaz de inhibir la replicación de HSV-1 (García et al.
1990) y del virus de pseudorrabia porcina (Zanon et al. 1999). Los extractos diclorometánico,
metanólico y acuoso poseían alta citotoxicidad con la capacidad de inhibir el crecimiento de
tumores (Fernández et al. 2002).
Otro estudio demostró que el extracto diclorometánico y la infusión de E. buniifolium inhibían la
liberación de elastasa por los neutrófilos, demostrando su acción antioxidante (Payá et al. 1996).

4. https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-plantas-medicinales-con-actividad-inmunomoduladora--
13130885

Equinácea (Echinacea purpurea Moench.) Uña de gato (Uncaria tomentosa Willd DC.)

Ajo (Allium sativum L.)

Otras plantas inmunomoduladoras


También revisten interés por su actividad inmunomoduladora las siguientes drogas de origen vegetal:
 Shiitake (Lentinus edodes). La actividad inmunoestimulante y antitumoral de este hongo japonés viene
dada por la presencia de ciertos polisacáridos. La primera se está investigando sobre diversos factores
inmunitarios: activación de los macrófagos, de los linfocitos B/T y producción de interferón. Se utiliza también
como terapia coadyuvante del tratamiento de quimioterapia y radioterapia en los procesos cancerosos para
preservar el estado inmunitario.
 Muérdago (Viscum album). Su actividad inmunomoduladora se atribuye a la fracción polisacárida y
glucoproteica que forma parte de su composición química. Tiene la capacidad de aumentar las células NK, los
linfocitos B/T y la actividad fagocitaria. Por este motivo, últimamente se está ensayando como antineoplásico.
 Gel de áloe (Aloe barbadensis Miller). Trabajos recientes sugieren que el gel de áloe puede tener una
acción inmunomoduladora de interés. En este sentido, es especialmente importante una fracción de polisacáridos
(acemanano) que forma parte de su composición, ya que algunas investigaciones demuestran que estimula la
formación de macrófagos y leucocitos y activa la fagocitosis por los macrófagos. Asimismo aumenta la liberación
de citoquinas, estimula las interacciones entre macrófagos, linfocitos T/B, favorece la formación de los linfocitos T-
citotóxicos y estimula la actividad de las células NK. Además, la acción de este compuesto no sólo es estimulante
en caso de inmunodepresión, sino que también la previene.
5. https://www.ecoportal.net/salud/enfermedades/antivirales-totalmente-naturales/

1. Jengibre: se ha utilizado con fines medicinales durante más de 5.000 años y se sabe que es una de las especias más
saludables del planeta. El jengibre fresco y seco puede tratar una variedad de dolencias, incluidas infecciones virales
y fiebres. Contiene el aceite natural gingerol, que tiene potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que
eliminan las toxinas del cuerpo. Hay infinitas formas de agregar jengibre a su dieta, la más efectiva es el té de jengibre
fresco. Hágalo en casa: en una olla, corte un trozo de jengibre fresco (con la cáscara) y vierta agua hirviendo sobre él.
Agregue miel y limón y tendrá el remedio perfecto para el resfriado.

2. -Té verde: se ha demostrado que el té verde tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas y
antimicrobianas. Contiene catequinas, un grupo específico de flavonoides que bloquean las enzimas de las
infecciones virales, deteniendo su reproducción. Aquí le mostramos cómo hacer su próxima copa para obtener los
máximos beneficios. Hervir un poco de agua, tomar su taza favorita y poner una bolsa de té verde dentro, verter el
agua hirviendo sobre la bolsa de té y dejar reposar durante 10 minutos antes de quitar la bolsa y beber. Puede inclinar
las mismas hojas 2-3 veces para obtener el valor máximo de catequina.

3. -Baya de saúco: se han utilizado a lo largo de la historia para reducir la gravedad y la duración de las infecciones
virales. Las dosis diarias de 60 ml para adultos y 30 ml para niños pueden llevar a una recuperación completa en tan
solo 3 días. El extracto de saúco se une a los picos de una proteína viral y los destruye, haciendo que el virus sea
ineficaz. La forma más común de consumir saúco es a través de suplementos y jarabe, ambos se encuentran en
cualquier sección de alimentos saludables / suplementos.

4. -Ajo: a partir de la antigua India y Europa, el ajo se ha utilizado para tratar una variedad de infecciones y
enfermedades infecciosas. El ajo tiene una larga reputación como un potente antimicrobiano, con propiedades
antibacterianas y antivirales, que son excelentes para combatir la gripe y el resfriado común. Contiene el compuesto
alicina que fortalece la capacidad del sistema inmune para combatir los gérmenes y aumenta la respuesta de los
glóbulos blancos a la lucha contra la enfermedad cuando se encuentran con virus. El ajo se puede incorporar a
cualquier dieta ya sea crudo (salsas para pasta, salsa, sándwiches), cocido (adobo de carne o tofu), o incluso en un té
de miel y jengibre.

5. -Melisa (Melissa Officinalis): esta planta con aroma a limón tiene varias propiedades antivirales que tratan
eficazmente el resfriado común, la gripe y el herpes labial. El bálsamo de limón bloquea la unión de las células
infectadas por virus a las células sanas, lo que ralentiza y detiene la propagación del virus dentro del cuerpo. El
bálsamo de limón se puede recoger en su supermercado local y usar como reemplazo de la cáscara de limón en una
variedad de recetas, o incluso como un té. Para preparar un té de bálsamo de limón, simplemente ponga 1 cucharada
de hojas de bálsamo de limón en una taza de agua hirviendo durante 10-15 minutos, cuele y disfrute.

6. -Hierba de San Juan: tiene múltiples ingredientes activos que incluyen hipericina, hiperforina y adhiperforina que son
responsables de muchos beneficios medicinales. Esta hierba se ha utilizado desde la época de los antiguos griegos
para tratar una variedad de dolencias. La hierba de San Juan ayuda a combatir los virus y estimula el sistema
inmunológico. Esta hierba se puede comprar en forma de suplemento en su tienda local de salud.

7. -Mezcla de 4 aceites esenciales: esta mezcla de aceites esenciales es una combinación extremadamente poderosa
de limón, corteza de canela, clavo, romero y eucalipto. Tiene propiedades antisépticas, antimicrobianas,
antibacterianas, antivirales e inmunoestimulantes / estimulantes. Incluso se muestra que este aceite, cuando se
difunde, reduce significativamente los niveles de varias bacterias en el aire. Esta mezcla de aceites esenciales se
puede usar día a día a través de un difusor que lo dispersa por toda la habitación, masaje, lociones y aplicación de
aerosol.

8. -Extracto de semilla de uva: los extractos de semilla de uva tienen propiedades antimicrobianas comprobadas y se
ha visto que tratan una variedad de infecciones (fúngicas y virales). Se deriva de la pulpa y las semillas de una uva. El
extracto de semilla de uva ha documentado actividades antivirales contra múltiples virus, incluido el norovirus humano,
que se muestra que aumenta con el tiempo y la dosis. Es una opción preventiva contra las enfermedades virales
transmitidas por los alimentos. El extracto de semilla de uva es un suplemento disponible en cápsulas, tabletas y en
forma de gota líquida.

9. -Raíz de regaliz: se ha utilizado en la medicina tradicional china durante siglos debido a sus fuertes efectos
antivirales. Está lleno de compuestos triterpenoides, que aumentan fuertemente la inmunidad viral. La raíz de regaliz
también se reconoce como un antiviral de amplio espectro. El regaliz también contiene glicirricina que reduce la
replicación de virus y previene el ataque a las células sanas. Hay dos formas principales de tomar raíz de regaliz: a
través de suplementos o té. Use 15 gramos de raíz de regaliz seca por taza de agua, hierva la mezcla y luego cocine
a fuego lento durante 10 minutos.

10. -Caléndula: aunque se usa más como planta ornamental, se ha demostrado que la caléndula combate los virus al
reducir su capacidad de multiplicarse. Contiene altos niveles de flavonoides que protegen a las células sanas de los
radicales libres dañinos. Los aceites y ácidos contenidos en la planta han demostrado combatir eficazmente los
patógenos y diversas cepas de bacterias debido a sus componentes antimicrobianos y antivirales. Los pétalos de
caléndula se pueden agregar frescos a las ensaladas y salsas o secar y usar en el té.

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