Está en la página 1de 10

¿Pueden perderse los salvos?

¿Está Garantizada la Salvación de los llamados o podrían perderse?


¿Está Garantizada la Salvación de todo Israel Sin Distinción?
Empecemos el estudio con las propias palabras de Yahshúa!!!
Es un poco extenso pero les pido paciencia para que puedan entenderlo
correctamente.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto.
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y
yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los
recogen, y los echan en el fuego, y arden.
(Juan) Yohanán 15:1-6
En las denominaciones cristianas y mesiánicas este ha sido un debate de nunca
acabar. Pero en el pensamiento hebreo no existe tal concepto “Una vez Salvos,
siempre Salvos.”
La doctrina de “una vez salvos, siempre salvos” es una doctrina que ha
contaminado a millones de cristianos, sobre todo a la secta evangélica y
mesiánica. La misma es una doctrina Calvinista introducida siglos luego de la
resurrección, una teología y una doctrina que nada tiene en común con la sana
doctrina según revelada en la Palabra Kadosh ni tampoco en el pensamiento
hebreo, de ninguna manera, orden, u forma; fuera del hecho que YHWH conoce
de manera anticipada quien permanecerá hasta el final, y quién no.
La doctrina de “una vez salvos, siempre salvos” nace del corazón de ha Satán
cuando hablaba en Gan Eden (Jardín de Eden) en Bereshit (Génesis) 3:1-4,
cuando declaró que si usted participa de aquello que está prohibido “usted en
realidad no morirá.” Pero la Toráh no termina ahí. Un poco más adelante, se nos
revela que las palabras de ha Satán fueron una sutil pero enorme mentira, y que
ambos Adam y Java (Eva) más tarde murieron. Y luego a través de la Palabra de
YHWH, se nos dan más detalles acerca de este tema—que obviamente Calvino
optó por ignorar cuando compuso su satánica doctrina. Calvino “le quitó” a la
Palabra Kadosh de YHWH invalidándola.
Para llegar a la sana doctrina hay que tomar en cuenta todos los pasajes de un
mismo asunto y balancearlos unos con otros. A esto YHWH lo llama aprender a
“dividir la palabra.”
Comencemos examinando otros pasajes referentes al tema.
Primeramente con Hebreos 6:4-6, que aparenta revelar algo muy contundente y
opuesto a la doctrina de “una vez salvo, siempre salvo.” Y tengamos en cuenta
que esta Carta está dirigida a los hebreos, a TODOS los hebreos (las doce tribus
incluidas), pero en particular a los Hebreos Mesiánicos, o sea, a los creyentes en
Yahshúa; y dice Shaúl en ella que no podemos cometer ciertos pecados…
particularmente un pecado que estaban cometiendo los hebreos de una tribu en
particular: los de Yahudá (Judá).
“Porque es imposible que los que una vez fueron Iluminados, gustaron del don
celestial, fueron hechos partícipes del Ruaj ha Kodesh (Espíritu Santo) y asi
mismo gustaron de la buena Palabra de YHWH y los de poderes del mundo
venidero y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando
de nuevo para sí mismos al Hijo de YaHWeH y exponiéndolo a la burla.
“La tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba
provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de YHWH pero
la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida y su
fin es ser quemada.”
Las Palabras de Shaúl son bastante fuertes—para algunos hoy, bastante
espeluznantes— cualquiera pensaría que luego de conocer la Verdad con tan solo
cometer cualquier pecado ya no hay más oportunidad de arrepentimiento! Ya nada
más con esto leído, tenemos para derrumbar la doctrina de Calvino.
Pero ahora hay otro problema. Aquí parecemos estar al otro extremo ahora, donde
aparentemente—según las palabras inspiradas de Shaúl—prácticamente nadie
sería salvo! No se desmaye nadie, pues no hemos llegado a la sana doctrina y no
vamos a hacer como Calvino. Hay que referirse a otros…y otros pasajes…para
llegar a la verdad.
Antes de seguir leyendo otros textos y balancear la Palabra, que como ya
sabemos, se nos da “un poquito aquí, y otro poquito allá,” aclaremos primero que
Shaúl está hablando a los hebreos (mesiánicos) (a todos los de todas las épocas)
pero particularmente en su época se estaba dirigiendo a los suyos, y los estaba
advirtiendo acerca de un problema que estaba ocurriendo entonces: la apostasía.
Por tanto se tiene que estar refiriendo a una cuestión muy seria para llamarlo “es
imposible,” ya que por otra parte sabemos que “para YaHWeH no hay nada
imposible,” y esto incluye perdonar a cualquiera que se haya arrepentido
sinceramente despues de haber caído.
Shaúl está advirtiendo a los creyentes contra el pecado cometido por muchos de
Iahudá (Judá), quienes instigados por los judaizantes y sus seguidores y puestos
bajo presión, estaban negando al Mashiaj que los rescató después de haberlo
conocido.
Rav Shaúl tenía el Ruaj ha Kodesh. Obviamente ninguno que hable con el Ruaj de
YHWH está mintiendo, porque sabemos que YaHWeH no puede mentir. Y también
sabemos que la Palabra Kodesh no se contradice a sí misma. Para comprender
bien el asunto del que Shaúl habla, hay que leer todo lo que dice con
detenimiento.
Otra cláusula dada por Shaúl en su carta a los creyentes en Yahshúa (Hebreos)
es que se refiere a aquellos que participaron de los poderes del Reino Celestial y
que luego recayeron. Shaúl está dirigiéndose a los hebreos en referencia a los
yahudim (judíos) que rechazaban a Yahshúa y le adjudicaban origen satánico.
Negaban que Él tuviera el Ruaj haKodesh de YaHWeH.
Para ese tiempo, muchos conversos se estaban dejando llevar por la mayoría de
(los Yahudim( judíos) de la circuncisión) obligando a los nuevos en la fe y estaban
cediendo a las presiones y persecuciones a que eran sometidos. Estaban
cayendo. Era la primera apostasía, y no pocos se estaban perdiendo.
Shaúl advierte a los conversos a que no abandonen a Yahshúa una vez
habiéndolo aceptado, y hace particular énfasis en aquellos que participaron de los
dones celestiales, o sea, de los que vieron y recibieron milagros, sanaciones, etc.
de parte de Nuestro Adón Yahshúa o de parte de Shaúl o de los demás sheilaj
( apóstoles). Tengan esto en cuenta para mas adelante. Yahshúa había expresado
en Yojanan (Juan) 15:1-6 en torno a este mismo problema en nuestro pasuk base;
“Yo Soy la Vid verdadera y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en Mí no
lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más
fruto.
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y
yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la
Vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en Mí y Yo en él, este lleva mucho
fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer. El que en Mí no permanece,
será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, los echan en el
fuego y arden.”
Yahshúa nuevamente hace una exhortación a los judíos antes de morir, para
afirmar que EL es aquella Vid por la cual somos salvos. Con esto disipa rumores
en cuanto a que la Vid sea otra cosa. La Vid no es Israel, ni es Yahudá (Judá) ni
son los rabinos de su época— ni los de ninguna época. Yahshúa es la vid cómo el
mismo lo afirmó en nuestro pasuk base, él Está diciendo con esto, “no me
rechacen a Mi porque yo soy la Vid,” porque si lo hacen están rechazando al
Padre quien es el labrador, y sin mi, nada son. Los pámpanos (separados)
cortados de la Vid no pueden dar fruto….se secan…y luego son quemados.
Hebreos 10:26-31:
“Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la
Verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda
expectación de juicio y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El
que viola la Toráh (Ley) de Moshé, por el testimonio de dos o de tres testigos
muere irremisiblemente.
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisotee al Hijo de YaHWeH,
y tenga por inmunda la Sangre del Pacto en la cual fue santificado y ofenda al
Ruaj (Espíritu) de gracia?
Tanto el pasaje de Yahshúa arriba como el de los hebreos, hacen claro énfasis en
la cuestión de PERMANECER o en NO PERMANECER en Yahshúa. Ese es el
punto que hacen ambos pasajes. Ambos hermanos instan al Pueblo YA
CONVERTIDO y convencido de que Yahshúa es el Mashiaj a PERMANECER
FIRMES EN EL. Yahshúa dice que quien no lleva fruto, no sirve. Y por otra parte
dice que quien lleve fruto, está en El—que quien lleva fruto no lo ha negado,
porque “separados de El “nada” (nada bueno, llevar fruto) podemos hacer.”
Estos pasajes a simple vista tan alarmistas y tajantes no se refieren a personas
convertidas que tras haber aceptado a Yahshúa como Mashiaj hayan cometido
algún pecado y que ya no se puedan arrepentir más nunca. Se está hablando de
ajim hemos que abandonan el camino, la vid (a Yahshúa), para siempre, como si
pensaran que hubiera otros salvadores o otras vides de donde sostenerse (los
rabinos, por ejemplo). Ya con esto tan importante aclarado, el pasaje de Yojanan
supone que existan personas que alguna vez pequen por alguna debilidad y a la
vez estén llevando algún fruto, y que tras arrepentirse sean perdonados; porque
aunque “el pecado causa separación entre YHWH y el hombre,” el Ruaj ha
Kodesh también revela en Ezekiel que el arrepentimiento oportuno y sincero trae
perdón por misericordia, y que “YHWH perdona abundantemente”. La separación
es temporera, pendiente al arrepentimiento del pecador.
Shaul añade que parte importante del pecado al que se está refiriendo como
“imposible” de arrepentimiento, consiste en pisotear al Hijo de YHWH, tener por
inmunda la sangre del pacto, y ofender al Ruaj. ¿Lo vemos claro aquí? Ya antes
Shaúl había establecido que dicha persona tenía que haber “participado de los
poderes del mundo venidero” para ser considerada “imposible” de recibir (ser
renovado para) arrepentimiento.
En otras palabras, si “arrepentimiento” es retornar a la obediencia, el pecado del
que hablan Yahshúa y Shaúl aquí se refiere a un pecado del que la persona no
puede retornar a la obediencia, en consecuencia, dicha persona no puede salir de
su pecado. Rechazar a Yahshúa definitivamente como Salvador aparenta ser un
pecado IMPOSIBLE de arrepentirse, según lo describe Shaúl. Por el contrario, si
una persona ha pecado cualquier otro pecado, y no ha abandonado a Yahshúa en
definitivo, y no ha “pisoteado o despreciado su sacrificio, ni ha tenido por inmunda
la sangre del Pacto, ni participado de los dones celestiales, ni ha ofendido al Ruaj,
y por el contrario HA RETORNADO a la obediencia, nada de esto dicho por Shaúl
a los que pecan de tal manera aplica a esa persona.
Para tener aun más en claro que las palabras de Shaúl y de Yahshúa no se
refieren a cualquier tipo de pecado, sino a UNO en específico—el ya citado
(rechazar al Mashiaj que nos rescató), De manera que no podemos andar en
tinieblas. Tenemos que practicar la verdad, no el pecado. El que peca sin llegar a
un arrepentimiento, está PRACTICANDO EL PECADO. No podemos andar como
antes, practicando el pecado, como si nos nos importara nada y sin arrepentirnos
nunca…aunque prediquemos Toráh de frente. Si por otra parte pecamos, si
llevamos doble vida, somos hipócritas. Esto es todo lo contrario a lo que propone
Calvino con su doctrina de “una vez salvos, siempre salvos.” Calvino enseña que
podemos pecar sin riesgo a perdernos y sin necesidad de arrepentimiento. 1
Yojanán (1 Juan) 2:4-6
“El que dice: «Yo lo conozco», pero no guarda Sus Mandamientos, el tal es
mentiroso y la Verdad no está en él.
Pero el que guarda Su Palabra, en ese verdaderamente el amor de YHWH se ha
perfeccionado; por esto sabemos que estamos en Él. El que dice que permanece
en Él, debe andar como Él anduvo”
Hay una necesidad de retornar a andar como El anduvo, SIN PECAR, si
deseamos permanecer en El. No podemos pensar que permanecemos en El si a
la vez continuamos pecando sin llegar nunca a un verdadero arrepentimiento
profundo. 2 Yojanan (2 Juan) 1:9:
“Cualquiera que se extravía y no persevera en la Enseñanza del Mashiaj, no tiene
a Yhwh; (pero) el que persevera en la enseñanza del Mashiaj, ese sí tiene al
Padre y al Hijo.”
Yojanan aclara que quien se extravía Y NO PERSEVERA en la verdad del Mashiaj
no es de YaHWeH. Hay una verdad implícita muy importante en RETORNAR A la
enseñanza y el ejemplo de Yahshúa si nos extraviamos alguna vez. Hay dos
caminos, el de persistir en el pecado, y el de persistir en la verdad que nos hace
limpios ante el Padre. Si persistimos en la Verdad de Yahshúa, persistimos en El
(porque Yahshúa es la verdad), y si persistimos en El, andamos “como El anduvo”
y producimos frutos “dignos de arrepentimiento.”
Si no andamos como EL anduvo, entonces a los ojos de YHWH andamos en
pecado, o en una mezcla de justicia con pecado–en HIPOCRESIA. Ahí vemos una
referencia a las Diez Virgenes de la parábola. Algunas de estas “muchas”
personas que violan Toráh están representados por las cinco vírgenes que
quedaron fuera de la Boda y que Yahshúa les dijo “No las conozco.” Fíjense que
en ambos pasajes les contesta lo mismo. Se está dirigiendo a básicamente la
misma gente. Por mas que llaman y llaman, dice NO LOS CONOZCO. Son
personas que no se han arrepentido, que no dan fruto (obras dignas de su
arrepentimiento), y que no tienen suficiente aceite.
Tienen mucho conocimiento y una gran certeza de que “son de YaHWeH” tal y
como están, pero Yahshúa, “LA (única) PUERTA A YHWH,” sin embargo NO LOS
RECONOCE. Estas personas tienen un GRAVE problema en cuanto a como se
perciben a sí mismos. Pasemos a 3 Yojanan (3 Juan) 1:11,
“Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Yhwh, pero
el que hace lo malo no ha visto a Yhwh.”
Hebreos 3:6, aquí abajo le habla a la Kehilá, o “la casa” de Yahshúa…la casa
UNIFICADA bajo El. Como ya vimos, antes la componen todos los arrepentidos
que “andan como Él anduvo.”
¿Andan los mesiánicos como Él anduvo?
¿Andan los cristianos como Él anduvo?
¿Andan los rabinos o judaizantes como Él anduvo?
¿O andan los de Su Casa—los que retienen firme hasta el fin la esperanza y la
confianza/emuná del principio—como El anduvo?
Cada quien contéstese a sí mismo, leyendo lo que Yahshúa les aplica aquí
debajo. Y el que esté pecando, que se arrepienta oportunamente y retenga la fe
original!
“pero el Mashiaj, como Hijo, sobre Su Casa. Y esa Casa somos nosotros, con tal
que retengamos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.”
3:14 “porque somos hechos participantes del Mashiaj, con tal que retengamos
firme hasta el fin nuestra
Confianza del principio.”
Matityahu (Mateo) 24:13 “Pero el que persevere hasta el fin, este será salvo.”
Filipenses 2:12 “…ocupaos en vuestra Salvación con temor y temblor.”
2:16 “…asidos de la Palabra de Vida, para que en el día del Mashiaj yo pueda
gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.”
1 Corintios 9:24-27 “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la
verdad corren, pero (sólo) uno solo se lleva el premio?
Corred de tal manera que lo obtengáis. (De la misma manera) Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible,
pero nosotros, una Incorruptible.
Así que yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no
como quien golpea el aire; sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre,
no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”
Todos estos pasajes arriba son exhortaciones al Pueblo de Israel de todos los
tiempos, en particular a los de la Kehilá de Yahshúa que han atendido a su
llamado y lo tienen a El como cabeza, que se mantengan firmes, ardientes en la fe
original, ocupados en su salvación, firmes y perseverando hasta el fin, “corriendo
la carrera”—y es todo lo contrario a lo que gran parte de su Kehilá se encontrará
haciendo a su venida.
La condición de Su Kehilá al inicio de la tribulación será la descrita en la Carta a la
Kehilá de La odisea en el Capítulo 3 del Libro de Revelaciones. Ahí se describe
una Kehilá que se cree muy ardiente en la fe, muy firme, muy justa y muy salva
(rica, sin necesidad de NADA), pero que Yahshúa juzga como TIBIA, POBRE,
NECESITADA, desdichada y desnuda, y por tanto la VOMITA a la Gran
Tribulación para que mediante sufrimientos se vea tal y como realmente es y se
arrepienta—dado que antes (HOY) no lo quisieron hacer! Y debo añadir que
gracias a la misericordia de Nuestro Padre YaHWeH, en otros pasajes vemos que
la mitad se logra arrepentir. Ya todo esto lo hemos estudiado con la Toráh pero
nunca está de más repetirlo.
Vean también lo que dice Shaúl en 1 Corintios 3:5, 15 aqui debajo. Fíjense que de
nada vale ser un gran maestro, tener muchos seguidores y gran fama y
reconocimiento, sin uno no sigue Torah como manda Yahshúa. Tal persona será
destruida al fin junto con el resto de los hipocritas. Los mesiánicos están en
particular peligro, pues a ellos se les ha dado ambos la Toráh y a Yahshúa…y
tienen que tener muchísimo cuidado con su emuná y no minimizarlo ni mucho
menos rechazarlo tendiendo otros de “rabinos.” No podemos contaminarnos luego.
Ya hemos sido lavados. Si alguno ha caido de nuevo en el fango, pida
arrepentimiento YaHWeH se lo concederá.
“¿Cuál es el provecho si construyo sobre el fundamento del Mashiaj con oro, plata
y piedras preciosas de tal manera que conduzco a muchos a la Salvación, pero yo
mismo soy eliminado?”
1 Corintios 3:16, 17 “¿No sabéis que sois templo de Yhwh, y que el Ruaj (Espíritu)
de Yhwh mora en vosotros? Si alguno destruyere el Templo de Yhwh, Yhwh le
destruirá a él; porque el templo de Yhwh, el cual sois vosotros, Santo (kodesh) es.”
Pecar, de por sí, no destruye el templo. Lo contamina, pero lo podríamos
descontaminar orando, haciendo ayuno y pidiendo perdón. Esto no significa que
podemos o debemos pecar “de vez en cuando y luego pedir perdón,” porque sería
convertir la gracia en libertinaje, y de esto nos habla Shaul también. Pero pecar de
forma constante e impenitente, ciertamente destruye el templo. El que peca de
forma consistente, rechaza a Yahshúa y anda en tinieblas.
“Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo,
por el conocimiento de nuestro Rey y Salvador Yahshúa Ha Mashiaj, enredándose
otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.
Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la Justicia, que
después de haberlo conocido, volverse atrás del Santo Mandamiento que les fue
dado.
“Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y
la puerca lavada a revolcarse en el fango. Pero quisiera recordarle, aunque usted
lo debe saber, que Yhwh, habiendo salvado al pueblo de Egipto, luego de ello
destruyó a aquellos que no creyeron, por haber sido desobedientes.” (2 Kefa (2
Pedro) 2:20-22)
“Y que los mensajeros celestiales (ángeles) quienes, en un tiempo, tuvieron Vida
Eterna, renunciaron su posiciones en el Cielo y estar delante del Trono, y como a
tales, fueron atados con cadenas eternas
debajo de las tinieblas para el Gran Día del Juicio.” Hebreos 3:18, 19 y (Judas)
1:5. Lean también (Judas) 1:6; 2 Kefa (Pedro) 2:4. En Romanos 13:11 dice:
“que es ya hora de levantarnos del (nuestro) sueño; porque ahora está más cerca
de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. Porque el Día de Yhwh se
está aproximando rápidamente, el día en el cual Yahshúa retornará con nuestra
salvación,” Revelación (Apocalipsis) 12:10; “y nos resucitará a vida eterna.” 1
Corintios 15:50-57
Entonces vemos que la salvación no es algo que recibimos en el momento en que
creemos, es algo que tenemos que trabajar con temor y temblor… y andar en
obediencia constante y produciendo buenos frutos, lo cual traduce a andar en
buenas obras, en las obras de la fe “que han sido de antemano preparadas para
que anduviéramos en ellas por Yhwh el Padre”— y lejos de las obras de la carne o
de la obscuridad (el pecado).
No es algo dado aquí en la Tierra de una vez y por todas en el momento de
nuestra aceptación de Yahshúa como salvador ni en el momento de nuestra
conversión….sino que es aquello que recibimos en la resurrección, si preservamos
fielmente hasta el final. No crea nadie que sólo proclamando la Fe en Elohím le
dará la salvación o la vida eterna; porque “los demonios también creen y
tiemblan;” Yaacov (Santiago) 2:19.
No crea nadie ni por un segundo que simplemente confesando el Nombre de
Yahshúa delante de los hombres o proclamando a Yahshúa como el Hijo de Yhwh
o proclamando que la Toráh esta en vigencia, El le dará Salvación o vida eterna,
porque los demonios también confiesan y tiene conocimiento de estas cosas; vean
evidencia en Marcos 5:7; Lucas 8:28. Y no crea nadie que haciendo milagros en
Su nombre, profetizando en Su nombre, o echando fuera demonios en Su kadosh
nombre le dará la salvación o la vida eterna (Matityahu (Mateo) 7:21-23), porque
Yahshúa sólo provee la salvación a aquellos que sus violaciones de la Torah
(Pecado) son del pasado (Romanos 3:25), o sea, que está borradas!
Por lo tanto, deje cada uno de violar la Torah “obedeciéndola por pedacitos o a
conveniencia” (arrepiéntase y deje de pecar) o usted también se perderá.
Yahshúa ha Mashiaj es el que pagó la deuda por nosotros. Sin embargo, Él no lo
ha hecho para que nosotros podamos estar en la libertad de cometer más
violaciones de la Toráh (más pecados), de la misma manera que un gobernador
no nos dará un indulto para que podamos salir y cometer más crímenes.
De este modo, si salimos y cometemos más crímenes luego de haber recibido el
indulto del gobernador, entonces el indulto del gobernador no será de beneficio
para nosotros concerniente al nuevo crimen, pues habríamos “crucificado” al
indulto del gobernador, y habríamos pisoteado debajo de nuestros pies la gracia
por la cual fuimos “perdonados”.
Del mismo modo es la Salvación. Supongamos que uno sale y continúa violando
la Toràh (sigue pecando), entonces la Salvación que ha recibido previamente no le
es de ningún beneficio en cuanto a la nueva conducta “criminal”, y en efecto, ha
“perdido” su salvación, y la única manera de volver a recuperarla es confesando
sus violaciones de la Toráh (sus pecados); 1 Yojanan (1 Juan) 1:9, y renovando su
compromiso para “no pecar más”; Yojanan (Juan) 8:10, 11.
Y como está escrito en Yejezkel (Ezequiel) 18:1-32 y 33:10-20, (y ya estudiamos
en el mensaje paralelo a éste) sobre como una persona que es pecadora durante
toda su vida, “si deja de pecar, y hace lo que es justo, y muere en su estado de
justicia, entonces se salvará su alma en su vida (recibirá la Salvación), y ninguna
de las violaciones de la Toráh (pecados) que ha cometido previamente será
recordada.”
Pero una persona que fue justa durante toda su vida, y deja de hacer aquello que
es justo, y comienza a violar la Torah, y muere en la violación de la Torah (en su
pecado), “entonces por los pecados que ha cometido su alma morirá, y ninguno de
sus actos de justicia que ha llevado a cabo durante su vida será recordado.”
Este es un concepto bastante asombroso desde la perspectiva “cristiana” porque
supuestamente no era posible para nosotros recibir remisión de pecados hasta
que Yahshúa vino. Pero desde la perspectiva de YHWH no es un misterio para
nada, porque el estandarte expresado anteriormente es un estandarte aplicado a
todas las generaciones no para la salvación instantánea, sino para la calificación
para la salvación. Y este estandarte deja en claro que esta calificación para
nuestra salvación no está basada sobre la conducta de uno en la vida; sino que
por encima de eso, en cual estado de mente y alma (rectitud o desobediencia) se
encuentra la persona en el momento de su muerte.
Esto es si mueren en el estado de justicia, entonces están calificados para la
salvación, y si mueren en un estilo de vida pecaminoso, entonces no han sido
calificados para la salvación. Y esa salvación es suministrada por medio de
Yahshúa hacia todas las generaciones basada en la calificación por medio de este
estandarte. Y esto aplica a Yahudim, a Efraimitas, a griegos, a chinos, a rusos, a
mexicanos, a sefarditas, a egipcios y a todo aquel que Nuestro Padre decida
llamar por medio Yahshúa. Ciertamente unos tendrán puestos mas importantes
que otros en el Reino, pero ninguno llegará allí PECANDO—SIN OBEDIENCIA!
Como está Escrito en Kohelet (Eclesiastés) 11:3 “…y si el árbol cae hacia el sur, o
hacia el norte, en el lugar donde el árbol caiga, allí quedará.” Según está
declarado en Matityahu (Mateo) 13:1-23 La Semilla del evangelio de la salvación
está plantada en muchos corazones. Pero haber sido plantada en el corazón de
uno no es ninguna garantía que dará frutos de salvación…porque están aquellos
que su semilla es arrebatada antes que echara raíces, porque fracasaron en
comprender el mensaje de la salvación. Estos son los no creyentes y los que no
se arrepienten de cualquier raza, tribu, origen étnico o dogma religiooso…cuyo
final será el lago de azufre con fuego.
Están aquellos que reciben la Palabra con gozo, y cuyas semillas brotó, pero que
son incapaces de echar raíces pues su deseo es complacer a otros en lugar de (o
por encima de) complacer a Elohím; entonces cuando la Tribulación o la
persecución empiezan, ellos abandonarán la Fe. Están aquellos que creen
mentalmente, pero no tienen un verdadero arrepentimiento o compromiso con la
Fe. Y como a tales son arrojados con los no creyentes en el pozo de azufre con
fuego; son aquellos que han “perdido” su salvación porque su Fe no fue
combinada con obediencia; Matityahu (Mateo) 7:21-23 y 25:41-46; Lucas 6:46, 49.
Y están aquellos cuyas semillas brotaron y echaron raíces, pero porque son
atrapados en los afanes del mundo, están como estériles—sin frutos. Sus obras
son quemadas, pero ellos mismos están a salvo porque se han comprometido a
cumplir con la Toráh (superaron el pecado) para hacer lo que es Justo; 1 Corintios
3:5-9, 15. Y están aquellos quienes reciben el Evangelio de la salvación con un
corazón puro; que oyen la Palabra, y la comprenden. Y dan frutos en abundancia,
para vida eterna, porque obedecieron los Mandamientos de YHWH, y tienen el
Testimonio de Yahshúa (Revelación 12:17; 14:12); y no amaron sus vidas hasta la
muerte; Revelación 12:11; Lucas 6:47, 48, Revelación 20:4-6.
No es aquel que profesa a Yahshúa quien recibe salvación para vida eterna,
Arrepentirse no es declarar que uno cree en Yahshúa y que la Toráh está vigente.
El que será salvo es aquel que recibe la Palabra con un corazón fiel, y persiste
con la Palabra hasta el final.
Mi deseo y el de Nuestro Adorado Padre YaHWeH es que todo aquel que lea este
mensaje lo reciba de manera pura y con fe en su corazón, y que resista con el
hasta el final para que pueda recibir el resultado final de su fe, la promesa de la
salvación de su alma; Kefa Alef (1 Pedro) 1:9

También podría gustarte