Título: “Los secretos del Kung Fu”

Descripción: Po es llevado por su maestro hacia un puñado de niños

conejos para que les enseñe el arte del kung fu. Lo cual se convierte en
todo un reto para Po por la desobediencia e impaciencia de los
discípulos de querer aprender a pelear el kung fu, entonces Po trata de
enseñarles que el arte del kung fu no es solo pelear y luchar, sino
conseguir la excelencia para aprender a dominarnos a nosotros
mismos, para poderles instruir las enseñanzas cuenta la historia de
cómo “Los cinco furiosos” aprendieron los secretos del kung fu antes
de ser excelentes.
MANTIS. Mantis era el más orgulloso guerrero del valle, pero
tenía un pequeño problema, que era súper impaciente, para él, el
mundo se movía muy lento cuando él era el más veloz del valle, un
día cuando le encomendaron una misión, de que unos cocodrilos
habían robado unas prendas de lana, mantis no escucho todas las
precauciones que debería tomar antes de ir a su misión, siendo un gran
error para él, pues los cocodrilos eran muy conocidos por sus trampas
atrapando a mantis y encerrándolo por una largo tiempo, Mantis tuvo
que dominar la paciencia para idear un plan y poder escapar.
VIBORA. El maestro víbora era conocido en el valle por su
asombrosa y letal técnica del “colmillo envenenado”, al cabo de un
tiempo nació su hija heredera de su gran técnica, pero para su sorpresa
ella no tenía colmillos, por lo cual no podría heredar la técnica de su
padre. La pequeña víbora creció con miedo al no poder defenderse de
los enemigos, durante el festival del valle apareció un enemigo gorila
que se enfrentó a su padre, pero el maestro víbora no se percató que
llevaba una armadura rompiendo así sus colmillos y dejándolo
indefenso. La pequeña víbora corrió al rescate de su padre junto con
su cinta, y al no poder hacer más defendió a su padre venciendo al
enemigo con un baile engañoso que acabaría atrapando al enemigo, así
la pequeña víbora aprendió que no es necesario morder para pelear,
aprendiendo así el valor para superar sus miedos.
GRULLA. El joven Grulla era el conserje de la aclamada
escuela de artes marciales, a la cual quería pertenecer pero no tenía la
suficiente autoestima para hacerlo y demostrar que puede ser una
estudiante más. Un día, tras una charla con la mejor alumna de la
escuela, Grulla se animó a presentarse para lo cual entreno duramente
para poder concursar y conseguir lo que anhelaba, pero fue
rápidamente excluido por el maestro al verle demasiado debilucho e
insuficiente a simple vista. Fue entonces cuando Grulla se metió en el
campo lleno de trampas de la prueba por accidente y empezó a
superarlas para poder salir, sorprendiendo así al maestro y a todos,
consiguiendo así la suficiente confianza para perseguir su deseo de
convertirse en maestro de kung-fu.
TRIGESA. Criada en un orfanato y considerada un monstruo
por la gente y los demás niños, Tigresa creció apartada y ajena al
cariño de los demás, además siendo considerada como un monstruo y
tratada como alguien diferente. Siendo inconsciente de su gran fuerza
a su corta edad, Tigresa es visitada por primera vez por el Maestro
Shifu. Al llegar con Tigresa demostrándole que no le tiene miedo, se
propuso a entrenarla con disciplina para enseñarle a controlar su
fuerza mediante un juego de fichas similares al dominó. Al principio
fue muy complicada para ella, con los meses, Tigresa lo consiguió,
volviendo así a ser una niña normal como todos y recibiendo el cariño
que se le hacía falta, pero aún faltaba algo, era despreciada por los
adultos por lo cual nadie la quería adoptar, porque nadie confiaban en
ella. Al final, Shifu regresa para adoptarla y llevársela a casa.
MONO. Conocido por ser un bromista travieso que no sabía
controlar sus bromas y llegaba a hacer daño a la gente, el joven Mono fue
odiado por los aldeanos y querían que se fuera, primero diciéndole de las
buenas, pero al no hacer caso llamaron a guerreros para que lo echaran a
las malas, pero Mono astuto humillaba a todo aquel que le retaba
quitándole los pantalones, hasta que un día apareció el Maestro Oogway
para desafiarle y derrotarlo sin complejidades, además de salvarle la vida,
entonces sitio en Mono un gran dolor al haber sido humillado en público
cuando sólo era un niño, justamente como él lo hacía, causándole un
trauma que jamás olvidara, Oogway le propone que se quede para ayudar
a los aldeanos, devolviéndole la compasión que una vez perdió.

Análisis: El video nos muestra de cómo Po ilustra los secretos del

kung fu a un grupo de niños pequeños para alcanzar la excelencia
personal, que lo hace contando historias de sus compañeros “Los cinco
furiosos”, que en resumen rescato, que nos implantan los valores de la
paciencia, el valor, la confianza, disciplina y compasión como una base
fundamental para encontrarnos a nosotros mismos o a nuestro “yo
interior” y dominar el arte del kung fu. Además nos demuestra
situaciones ejemplificando de cómo es tan importante estos valores para
sobresalir en situaciones difíciles y positivamente.

Enseñanza: Para mí personalmente el video me enseña que tan

primordial son estos valores para uno personalmente, ya que nos ayuda a
controlarnos internamente y corregirnos a nosotros mismos, además de
cómo podemos aplicarlos en situaciones dificultosas y no complicarnos
mucho, y asimismo brindarnos una solución a lo que estamos haciendo
mal.