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También escrito: Adunaico (en el Informe Lowdham, nuestra principal fuente relativa a
esta lengua, pero adûnaico en los apéndices de SA)
HISTORIA INTERNA
Cuando los Hombres despertaron en Hildórien al elevarse por vez primera el Sol,
empezaron a idear un lenguaje, al igual que habían hecho los Elfos en Cuiviénen miles de
años antes. Pero según sabemos los Hombres nunca fueron tan creativos como los Primeros
Nacidos: "El deseo de hablar con palabras se despertó en nosotros, y empezamos a idear
nombres. Pero éramos pocos, y el mundo grande y extraño. Aunque teníamos un gran deseo
de entender, aprender era difícil, y la invención de las palabras lenta." (Morgoth's Ring,
pág. 345) Si alguna vez hubo una lengua totalmente propia a los Hombres Mortales, esta ya
estaba muy alterada cuando los primeros hombres llegaron a Beleriand. No le costó
demasiado a Felagund interpretar la lengua de Bëor y su pueblo, pues "se cuenta que estos
Hombres tenían trato desde hacía ya mucho con los Elfos Oscuros, al este de las montañas,
y que de ellos habían aprendido gran parte de la lengua élfica; y como todas las lenguas de
los Quendi tenían un único origen, la lengua de Bëor y de su gente se asemejaba a la élfica
en muchas palabras y modos " (El Silmarillion, capítulo 17). También está bastante claro
que los Hombres habían estado en contacto con los Enanos y habían tomado mucho del
khuzdul, el lenguaje que Aulë hizo para sus hijos: En PM:317, Tolkien se refiere a "la
teorías (bastante probable) de que en un pasado olvidado algunas de las lenguas humanas
-incluyendo la lengua dominante en los Atani de la cual deriva el adûnaico- fueron
influenciadas por el khuzdul". Por desgracia no tenemos suficiente material para identificar
que elementos puramente humanos pueden restar en esta mezcla de enano y élfico oscuro.
¿Cuál fue la situación lingüística en la Tierra de la Estrella mientras esta duró? En el mapa
de Númenor que aparece en Cuentos Inconclusos los nombres están dados en quenya. Pero
el mismo libro nos dice que el quenya no era una lengua de habla común en Númenor.
Todos los lugares tenían nombres "oficiales" en alto élfico utilizados en los documentos
estatales, pero en el habla cotidiana se empleaban nombres en sindarin o adûnaico,
generalmente de idéntico significado. El sindarin, élfico gris, era conocido por casi todo el
pueblo -los nobles númenóreanos incluso lo usaban como idioma cotidiano. Pero la lengua
vernácula hablada por el pueblo llano era y fue siempre el adûnaico, una lengua humana
derivada de las de los hombres que habían luchado junto a los elfos en la guerra contra
Morgoth.
En Anadûnê, tal como Númenor o Oesternesse era llamada en adûnaico, esta lengua sufrió
ciertos cambios a lo largo de los tres mil años que duró el reino. Algunos sonidos
desaparecieron y otros se fusionaron, de forma que ciertas consonantes se perdieron. Por
otro lado, aparecieron nuevas vocales: originalmente, el adûnaico solo tenía las vocales
principales a, i y u, pero posteriormente los diptongos ai y au se simplificaron quedando
como vocales largas ê y ô. Junto a los cambios fonológicos, la lengua fue influenciada por
un influjo de préstamos de origen élfico. Por ejemplo, el quenya lómë "noche" pasó al
adûnaico como lômi; curiosamente la palabra conservó sus melosas connotaciones
valinoreanas: una lômi es una hermosa noche bajo las estrellas, en que la oscuridad no se
percibe como algo tenebroso. También podemos reconocer otros nombres élficos,
especialmente entre los nombres de los Valar: Amân "Manwë", Avradî "Varda", Mulkhêr
"Melkor". De todas formas, algunas palabras que semejan ser préstamos del quenya no son
tales. Tenemos que "cielos" es menel en quenya y minal en adûnaico, pero el último es una
palabra que los ancestros de los Edain adoptaron del avarin (élfico oscuro) mucho antes de
que llegaran a Beleriand. Es similar a la palabra quenya a raíz de que tanto el alto élfico
como el élfico oscuro son en definitiva descendientes del mismo lenguaje. De hecho hay
bastantes préstamos obvios de origen élfico, tempranos o tardíos, en las palabras en
adûnaico mencionadas en el Informe Lowdham:
Se podrían dar muchos más ejemplos. Esto da peso a las palabras de Faramir que no
llegaron a la edición publicada de SA: "todas las hablas de los hombres de este mundo
descienden del élfico". (WR:159; GA:187/PM:63. En el caso del adûnaico, debemos
considerar también la gran influencia de la lengua enana además de la élfica.) Pero pese a
esta considerable cantidad de ingredientes élficos, el Adûnaico seguía siendo un lenguaje
humano. Aunque era la lengua del pueblo llano, nos da la impresión de que no era tenido en
tanta estima como las lenguas élficas. Podemos comparar la situación con la de la Europa
medieval: las lenguas vulgares eran consideradas inferiores a la arribalengua latina, sin
importar cuanta gente realmente lo conocía. La Akallabêth nos informa de que "además de
sus propios nombres [en adûnaico] todos los señores de los Númenóreanos tenían también
nombres eldarin", y en el caso de los quince primeros reyes, únicamente se nos da sus
nombres en quenya. De Aldarion, el sexto rey, se dice que prefería la lengua adûnaica a la
eldarin (UT:194; CI:248), pero el mismo hecho de que se mencione esto indica que no era
la opinión habitual. La estrella del adûnaico aún tenía que alzarse, aunque fuera solo por
que todo lo élfico cayera en desgracia.
Cuando dos mil años habían pasado de la Segunda Edad, durante el reinado de Tar-
Ciryatan y su sucesor Tar-Atanamir, los númenóreanos empezaron a envidiar la
inmortalidad élfica. La amistad entre Valinor y Númenor se enfrió y aunque las lenguas
élficas fueron una vez tenidas en alta estima, los númenóreanos dejaron de enseñarlas a sus
hijos en los días de Tar-Ancalimon. Los reyes continuaron usando nombres en quenya,
aunque solo fuera por la demanda de una tradición milenaria. El decimosexto rey es el
primero del que sabemos tanto su nombre alto élfico y el adûnaico: Tar-Calmacil vs. Ar-
Belzagar - y los "Hombres del Rey", hostiles a todo lo que fuese élfico, usaban el último.
Pero no fue hasta el vigésimo rey que un monarca ascendió al trono usando un nombre
adûnaico: Ar-Adûnakhôr, el Señor del Occidente. Los Fieles no lo aprobaron ni cuando
fue traducido al quenya Tar-Herunúmen en el Pergamino de los Reyes, pues únicamente
Manwë podía ser llamado en rigor Señor del Occidente. Los dos sucesores de Adûnakhôr
en el trono de Númenor siguieron su ejemplo y tomaron sus nombres en adûnaico. Con
todo el vigésimo cuarto rey, Ar-Inziladûn, quiso restaurar la amistad con los Elfos y los
Valar y adoptó el nombre de Palantir, El que alcanza a ver lejos, en quenya. Fue el último
en rechazar el adûnaico. Murió sin hijos, y su hija Míriel debería haber sido Reina Regente,
pero su primo Pharazôn la tomó como esposa sin su consentimiento, de forma que se
convirtió en Rey. Evidentemente no podía soportar que ella llevase un nombre quenya
como Míriel, de forma que la rebautizó como Zimraphel en adûnaico (de nuevo sin su
consentimiento, suponemos). Ar-Pharazôn se enfrentó con Sauron en la Tierra Media, y el
maligno Maia logró ser transportado gratis a Númenor fingiendo su rendición. Es bien
sabido como con su astucia pronto de convirtió en el principal consejero del rey, y
posteriormente el Sumo Sacerdote de la religión satánica (o mejor dicho Morgothiana) que
el mismo instituyó. Sí las lenguas élficas eran despreciadas antes de la llegada de Sauron,
las cosas no mejoraron después. Pero el principal objetivo de Sauron era seducir al Rey
para que invadiese Aman, provocando así una guerra entre los Númenóreanos y los Valar.
Como bien sabía Sauron. los primeros serían totalmente derrotados y destruidos en ese
conflicto. Al final, Sauron logró su cometido, y tal como había previsto, ese fue el fin de
Númenor. También fue el fin para el adûnaico clásico. De los pocos Númenóreanos que
sobrevivieron a la Caída, muchos eran Fieles, liderados por Elendil, Anárion e Isildur. De
acuerdo con PM:315, la lengua adûnaica no era cultivada en la Tierra Media. Los
Númenóreanos Fieles que sobrevivieron hablaban en sindarin entre ellos y no tenían gran
amor por el adûnaico, al ser esta la lengua de los Reyes rebeldes que habían intentado
suprimir las lenguas élficas. Despreciado y olvidado el adûnaico se transformó en el
oestron, la lengua común de las edades posteriores.
HISTORIA EXTERNA
Tolkien ideó el adûnaico poco después de la Segunda Guerra Mundial. Pretendía que
tuviese un "leve sabor semítico" (SD:240). Esta nueva lengua creció con su trabajo en los
llamados "Papeles del Notion Club" y su revisión de la leyenda de Númenor. Uno de los
miembros de este club ficticio (¡inspirado en los Inklings!) supuestamente aprendía el
adûnaico a través de sueños y visiones de un pasado lejano. Incluso escribió un registro de
la lengua: El "Informe Lowdham sobre la lengua adûnaica", publicado por Christopher
Tolkien en Sauron Defeated págs. 413-440. El hecho de que Tolkien nunca completó el
Informe Lowdham - se interrumpe antes de alcanzar el verbo - ni hiciese posteriores
avances en el adûnaico puede ser una bendición oculta bajo un disfraz. Tal como nos dice
Christopher Tolkien: "Si hubiese retomado el desarrollo del adûnaico, el 'Informe
Lowdham' tal y como lo conocemos habría sido reducido a restos al introducirse nuevas
ideas, que causarían cambios y distorsiones en la estructura. Muy posiblemente, habría
retomado todo el trabajo, refinando la fonología histórica - y quizás nunca alcanzando de
nuevo el verbo... 'Incompleto' y en cambio incesante, tal como se ha mostrado tan frustrante
para los que estudian estas lenguas, son inherentes a este arte. Pero en el caso del adûnaico,
tal y como sucedieron los hechos, se logró una estabilidad, aunque incompleta: un registro
substancial de una de las grandes lenguas de Arda." (SD:439-440)
De todas formas, parece ser que Tolkien, al tiempo que escribía los apéndices a SA, estuvo
a punto de rechazar todo el concepto de una lengua númenóreana propia, pese a toda su
labor en el adûnaico escasamente anterior en una década. Jugó con la idea de que los Edain
habían abandonado sus lengua humana y adoptado "el élfico noldorin" (léase sindarin) en
su lugar. Véase PM:63. La idea de que los númenóreanos hablaban élfico representa el
retorno a una concepción anterior: En LR:68; CP:83 se dice que Sauron, en su odio por
todo aquello que fuera élfico, enseñó a los númenóreanos la antigua lengua humana que
habían olvidado. Esto parece implicar que los númenóreanos hablaban quenya; véase la
nota de Christopher Tolkien en LR:75; CP:90. Pero Tolkien cambió su pensamiento varias
veces, vacilando entre una idea y la otra; el resultado final fue que los Edain nunca
abandonaron su propia lengua. Al ser mencionado y ejemplificado en los apéndices a SA, el
adûnaico se convierte en una parte estable de la mitología.
EL CORPUS
No tenemos ningún texto coherente en adûnaico. Con excepción de algunas palabras sueltas
en el Informe Lowdham, la mayoría del corpus consiste en varias frases fragmentarias
dadas en SD:247, con la traducción de Lowdham entre líneas. Las traducción que aquí se
ofrece se basa en esa; algunos huecos son rellenados. (De acuerdo con la ficción el
personaje de Lowdham no conocía el significado de algunas palabras, pero podemos hallar
su significado en otros sitios: Zigûrun es el Hechicero, Sauron, y Nimruzîr es el
equivalente adûnaico del quenya Elendil. También he añadido algunas mayúsculas en los
fragmentos en adûnaico. En la ficción, Lowdham no sabía que esas palabras eran nombres
propios.)
Kadô Zigûrun zabathân unakkha... "Y así / [el] Hechicero / humillado / vino..."
...Êruhînim dubdam Ugru-dalad... "...[los] Eruhíni [Hijos de Eru] / cayeron / bajo
[la] Sombra..."
...Ar-Pharazônun azaggara Avalôiyada... "...Ar-Pharazôn / hizo guerra / contra
[los] Valar..."
...Bârim an-Adûn yurahtam dâira sâibêth-mâ Êruvô "...[los] Señores de [el]
Occidente / rompieron / la Tierra / con [el] asentimiento / de Eru..."
...azrîya du-phursâ akhâsada "...mares /como si se precipitaran/ en [el] abismo..."
...Anadûnê zîrân hikallaba... "...Númenor / [la] amada / ella cayó..."
...bawîba dulgî... "...[los] vientos [eran] negros..." (literalmente "vientos / negros")
...balîk hazad an-Nimruzîr azûlada... "...barcos / siete / de Elendil / hacia el
Este..."
Agannâlô burôda nênud... "Sombra de Muerte / pesada / sobre nosotros..."
...zâira nênud... "...añoranza / sobre nosotros..."
...adûn izindi batân tâidô ayadda: îdô kâtha batîna lôkhî... "...Oeste / [un] recto /
camino / una vez / fue / ahora / todos / [los] caminos / [están] torcidos..."
Êphalak îdôn Yôzâyan "Muy lejos / ahora [está] / [la] Tierra del Don..."
Êphal êphalak îdôn hi-Akallabêth "Lejos / muy lejos / ahora [está] / La Caída"
Hay también algunas exclamaciones en adûnaico hechas por los miembros del Notion Club
"hablando en lenguas extrañas":
Estructura general
Como las lenguas semíticas de nuestros días, el adûnaico emplea un sistema de elementos
radicales (o radicales a partir de ahora) triconsonánticos, al parecer adoptado del khuzdul en
algún momento del pasado (Algunos radicales son biconsonánticos.) Pero a diferencia del
khuzdul (creemos), cada radical consonántico está asociado con una cierta vocal que debe
aparecer en algún lugar en todas las palabras derivadas de ese radical (aunque puede verse
modificada). Así tenemos KARAB, es decir, el radical consonántico K-R-B con la "vocal
característica" a, que significa algo totalmente distinto de KIRIB - otro radical
consonántico K-R-B bien distinta que puede diferenciarse justamente por el hecho de estar
ligada a otra "vocal característica", en este caso la i.
El Substantivo
En el substantivo adûnaico se distinguen diversos géneros, al igual que en muchos idiomas
germánicos: masculino, femenino y neutro. Además el adûnaico tiene un cuarto género
llamado común. En idiomas como el alemán o las lenguas escandinavas, no hay
habitualmente ninguna conexión lógica entre la naturaleza del objeto y su género. En
alemán Mann, Frau, Haus, "hombre, mujer, casa" son respectivamente masculino,
femenino y neutro, pero la mayoría de palabras que se refieren a objetos inanimados
pueden pertenecer a cualquier género, y con frecuencia se ha indicado que palabras como
Mädchen "chica" y Weib "esposa" son neutras más que femeninas. Por otro lado, un
substantivo semánticamente neutro como Mensch "ser humano" es gramaticalmente
hablando masculino. Esta distribución arbitraria de los géneros no se produce en adûnaico.
De hecho Tolkien/Lowdham dudaba de si se podía emplear con rigor la palabra género al
referirse a las clases de substantivos del adûnaico; todas las clases se refieren directamente
al sexo (SD:426), o en el caso de los substantivos neutros y comunes con la falta de éste.
Los substantivos masculinos denotan palabras aplicadas a seres masculinos y sus funciones
(como, por ejemplo, "padre"), los femeninos actúan de igual modo refiriéndose a seres
femeninos, y los neutros se aplican a objetos inanimados. Las únicas excepciones son las
referidas a objetos inanimados personificados. Por ejemplo, la palabra neutra para sol, ûrê,
se convierte en el femenino Ûrî si el Sol se considera un ser femenino (influenciado por el
mito élfico de que el Sol es el último fruto de Laurelin llevado a través del cielo por la Maia
Arien). El género común se emplea en el caso de substantivos que no están caracterizados
por su sexo, tal como puede es anâ "ser humano" y los nombres de animales (cuando no
están caracterizados específicamente; karab "caballo" es común, pero karbû "semental" y
karbî "yégua" son respectivamente masculino y femenino). El género masculino se asocia
generalmente con las consonantes finales -k, -r, -n, -d; cf. nombres masculinos como
Gimilkhâd, Gimilzôr, Pharazôn. El género femenino se asocia a su vez con -th, -l, -s, -z;
cf. nombres femeninos como Inzilbêth, Zimraphel. (Pero estas no son normas absolutas,
en especial tratándose de nombres propios; Azrubêl, la forma adûnaica del quenya
Eärendil "Enamorado del Mar", obviamente no es un nombre femenino.) Las formas de los
géneros común y neutro están peor definidas, pero Tolkien/Lowdham nos ofrece algunas
normas generales en SD:427, como puede ser que los substantivos de género común
prefieren la vocal -a, â en la última sílaba.
Más importante que los cuatro "géneros" es la división de todos los substantivos en fuertes
y débiles: "Los substantivos fuertes forman el plural y en algunos casos otras formas,
modificando la última vocal del radical. Los débiles añaden inflexiones en todos los casos"
(SD:425).
El substantivo adûnaico presenta tres números: Singular, dual y plural. Además presenta
tres formas de inflexión que pueden ser consideradas casos: La llamada forma normal, una
forma subjetiva y una forma objetiva. Puede obtenerse información más detallada sobre los
diversos tipos de clases de substantivos y su inflexión, véase SD:436-438.
Como sugiere el nombre, el caso normal es la forma básica, sin flexión, del substantivo. En
otras palabras, el normal singular no está marcado morfológicamente por ningún afijo. El
caso normal se usa en las situaciones en que la gramática del adûnaico no demanda ni el
subjetivo ni el objetivo (véase abajo). El normal se emplea habitualmente cuando el
substantivo es el objeto o el predicado de la oración, como en Ar-Pharazônun Bâr "[El]
Rey Pharazôn [es] Señor", Bâr "Señor" aparece en la forma normal ya que es el predicado.
Es posible usar un substantivo en normal como sujeto de una oración, pero en tal caso el
siguiente verbo debe tener prefijos pronominales. El normal dual se construye añadiendo la
terminación -at, así el dual de huzun "oreja" es huznat "dos orejas". (Nótese que la vocal
de la sílaba precedente a la terminación -at puede desaparecer, produciéndose un nuevo
grupo consonántico, como zn en este caso - pero esto depende de la clase a la que pertenece
el substantivo; las vocales largas no desaparecen). El normal plural se forma introduciendo
de algún modo la vocal larga î en la sílaba final, siendo el plural de huzun, huzîn "orejas".
(En algunas clases de substantivos, se añade î como una nueva sílaba final, como en batân
"camino", pl. batâni - pero también batîna.) Nótese la distinción entre el dual y el plural:
podría pensarse que el dual simplemente denota dos cosas y el plural tres o más cosas, pero
no es tan sencillo como eso. Los duales se emplean en el caso de pares naturales, como
huznat "dos orejas (de una persona)". Si cortamos una de las orejas de Luis y la ponemos
sobre la mesa con una de las orejas de Jaime, los númenóreanos dirían que lo que hay sobre
la mesa son huzin y no huznat: las orejas no constituyen un par natural. Solo en el
lenguaje más arcaico se utilizaba el dual referido a dos cosas que estaban juntas por una
simple casualidad.
Afijos preposicionales
El Informe Lowdham menciona algunos "elementos adverbiales 'preposicionales'": ô
"desde", ad, ada "a, hacia", mâ "con", zê "en". Estos elementos aparecen sufijos a la forma
"normal" del substantivo; en el Informe Lowdham, no se consideran terminaciones de caso.
Otro elemento preposicional parece ser dalad "bajo", como en ugru-dalad "bajo [la]
Sombra". Este dalad puede ser que incorpore -ad "a", pues el contexto muestra que el
significado no es una posición estacionaria bajo la Sombra, sino un movimiento hacia una
posición bajo ella: Êruhînim dubdam ugru-dalad, "los Eruhíni cayeron bajo la Sombra".
Tenemos varios ejemplos de ada "a, hacia, contra, en": Avalôiyada "contra [los] Valar",
akhâsada "en [el] abismo", azûlada "hacia el este". Hay ejemplos de mâ "con" y ô "desde"
en la frase sâibêth-mâ Êruvô "con [el] asentimiento de [lit. desde] Eru". Tanto en
Avalôiyada y Êruvô aparece una consonante deslizada entre las vocales finales i y u de los
radicales y los elementos sufijos: y y v, respectivamente. Véase SD:424.
La partícula "genitiva" an, 'n comentada anteriormente puede ser considera como otro afijo
preposicional, aunque como prefijo en vez de como sufijo.
El Adjetivo
Los adjetivos documentados incluyen palabras como izindi "recto", burôda "pesado",
êphalak "muy lejos" (enfatizado doblándolo: êphal êphalak lejos, muy lejos), y también
(en SD:435) anadûni "occidental". No sabemos como se forman el comparativo o el
superlativo. A diferencia de otros idiomas como el alemán, "los adjetivos no tienen formas
m[asculina], f[emenina] o n[eutra]" (SD:425). Pero parece ser que el adjetivo concuerda
con el substantivo en número: Los adjetivos dulgî "negro" y lôkhî "torcido" muestra la
terminación î, característica del plural en adûnaico. Los substantivos a los que modifican
están también en plural: bawîba dulgî "negros [son los] vientos", kâtha batîna lôkhî "todos
[los] caminos [están] torcidos".
Poco es lo que podemos averiguar sobre la formación de los adjetivos. El adjetivo anadûni
"occidental" está formado a partir del substantivo adûni "Occidente". Al ser an una
partícula de significado "de", anadûni es literalmente *"de Occidente", pero puede ser
tomado como un adjetivo y flexionado como tal. El rey Ar-Pharazôn es llamado "el
Dorado" en la Akallabêth, y pharaz quiere decir oro. Si pharazôn es la palabra empleada
para "dorado", la terminación -ôn debe ser una de las empleadas en la formación de
adjetivos. Pero también podría ser un substantivo derivado de pharaz, literalmente *"Uno
de oro"; -ôn de hecho aparece como una terminación de nombres en SD:425.
Se nos dice que "los adjetivos normalmente preceden al substantivo" (SD:428). Bawîba
dulgî "vientos negros" es realmente una proposición nominal: "[los] vientos eran negros"
(SD:iii).
El Adverbio
En nuestro pequeño corpus encontramos dos adverbios: tâidô "una vez" e îdô "ahora", el
último con la variante îdôn. Parece ser que la forma con n final se emplea antes de palabras
que empiecen por vocal (incluida la semivocal Y: îdôn Yôzâyan). Cf. la distribución de a /
an en inglés, aunque an no se emplea antes de semivocales. El substantivo Adûn
"Occidente" puede usarse evidentemente con el sentido adverbial/alativo de "hacia
occidente". La partícula bâ "no" (SD:250) también puede clasificarse como adverbio.
El Participio
Tenemos dos ejemplos de participios acabados en -ân: zabathân "humillado" y zîrân
"amado, estimado". Esta terminación está derivada del quendiano primitivo *-nâ, en
quenya -na o -ina. Ambos participios siguen al substantivo al que describen.
Numerales
Solo conocemos dos numerales. satta "dos" y hazid "siete" (SD:427, 428, hazad en
SD:247). El radical de "uno" se nos indica que es ?IR (SD:432, ? = oclusiva glotal), de
donde proviene el nombre divino de Êru, El Único (quenya Eru), pero no se nos da la
forma del numeral "uno". También se nos indica que todos los cardinales son substantivos
excepto "uno". Siguen al substantivo al que modifican: gimlî hazid "siete estrellas".
Pronombres
No conocemos pronombres independientes en adûnaico, aunque deben haber existido. De
los verbos podemos aislar algunos elementos pronominales; véase El Verbo abajo. En
SD:425 se comenta que el adûnaico "distingue entre géneros (o mejor dicho sexos) en los
pronombres de tercera persona", y según SD:435 u e i "son las raíces de las formas
pronominales para 'él' y 'ella'" - pero no se deja claro cuales son las palabras para "él" y
"ella". Hi-Akallabêth se traduce como "Ella-que-ha-caído" (SD:247), sugiriendo que "ella"
es hi. ¿Podría ser "él" *hu? (Comparar con el hebreo hu' "él", hi' "ella".) La palabra nênud
se traduce como "sobre nosotros"; ¿quizás *nên es "nosotros "?
El Verbo
Christopher Tolkien extrae de las notas de su padre sobre el verbo adûnaico la siguiente
información: "Había tres clases de verbos: I Biconsonánticos, como kan 'mantener,
aguantar [hold]; II Triconsonánticos, como azgârâ- 'hacer la guerra', ugrudâ- 'ensombrecer'.
Había cuatro tiempos: (1) aorista ('se corresponde con el 'presente' inglés, pero se usa con
más frecuencia como presente histórico o pasado narrativo'); (2) continuativo (presente);
(3) continuativo (pasado); (4) pasado ('frecuentemente usado como pluscuamperfecto
cuando el aorista es usado = pasado, o como futuro perfecto si el aorista = futuro'). El
futuro, subjuntivo, y optativo se representaban mediante auxiliares; y la pasiva se formaba
con las formas impersonales del verbo 'con el sujeto en acusativo'." (SD:439; lo que aquí se
llama "acusativo" debe tratarse de la forma "normal" del substantivo.) Por tanto el adûnaico
expresa una construcción de pasiva como "el fue visto" por lo que corresponde a "le vio",
en efecto "[alguien] le vio".
Estos son los verbos flexionados que aparecen en el Informe Lowdham y en las formas
finales de los fragmentos en adûnaico (Se da el sujeto de los verbos ya que de algún modo
el verbo debe concordar con su sujeto).
yanâkhim. "[las águilas] están cerca." (SD:251) El verbo yanâkhim, aquí traducido
por "están cerca", está evidentemente derivado del radical verbal NAKH "venir,
acercarse" (SD:416).
yakalubim "[las montañas] se inclinan." Evidentemente una forma de KALAB
"caer". (SD:251)
Tenemos un ejemplo de lo que parece ser una especie de subjuntivo: du-phursâ "[mares]
como si se precipitaran".
Los verbos en plural traducidos por el presente inglés muestran la terminación -(i)m:
yanâkhim "(ellas) se acercan", yakalubim "(ellas) se inclinan ", yurahtam "(ellos)
rompieron"; podemos añadir nam "son" proveniente de la forma temprana del fragmento
dado en la página 312 (claramente relacionado con la raíz élfica NA "ser", LR:374;
CP:432). Dubdam "[ellos] cayeron" puede ser otro ejemplo más, pero también es posible
que la m final sea parte de un radical *BADAM "caer", y que el plural se exprese aquí por
medio del prefijo du- "ellos". Cf. también du-phursâ "como si se precipitaran", hablando
de los mares, sin m final.
Podemos separar lo que parecen ser algunos morfemas pronominales. Se han traducido por
pronombres en aquellos casos en que el sujeto del verbo no aparece explícito en la oración:
El radical biconsonántico NAKH "venir" nos da unakkha "él vino" (y *hinakkha "ella
vino", *dunakkha "ellos vinieron", *kinakkha "tú viniste"?). Doblando kh, aparece la
aspirada kkh. Siguiendo este modelo el radical KAN "sostener, mantener" podría dar lugar
a formas como *ukanna "él mantuvo", *hikanna "ella mantuvo", *dukanna "ellos
mantuvieron", *kikanna "tú mantienes". Ayadda "fue" (refiriéndose a un camino) puede
representar el radical *YAD con un prefijo pronominal *a- "ello"; a continuación la
consonante final se dobla y se añade a (como en NAKH > unakkha).
Queda una incógnita: ¿Realmente la a final es una terminación ligada a la flexión del verbo,
o es la vocal característica de los radicales KALAB, SAPHAD, NAKH, *YAD que
aparece como sufijo? Si fuera así, el pasado (3ª persona singular masculina) de BITH
"decir" podría ser *ubitthi en lugar de *ubittha (siguiendo el modelo de NAKH >
unakkha), y de forma similar el pasado de NIMIR "brillar" podría ser *unimri (o
*unimmiri) en vez de *unimra (o *unimmira). Nunca sabremos que es lo correcto.
Pasado continuativo: El verbo azaggara, traducido "hizo guerra [was warring]", podría ser
un ejemplo de este tiempo - una acción pasada que aún se está desarrollando. De este verbo
se nos dice que es un "derivativo", y la forma básica de él es azgârâ- "guerrear, hacer
guerra". En azaggara la segunda radical se dobla, la vocal característica se inserta después
de ella, y las vocales largas se convierten en cortas.
Presente continuativo: Esta forma puede estar ejemplificada por yanâkhim y yakalubim,
"están cerca, *se acercan" y yakalubim "se inclinan, *están cayendo", respectivamente. El
-im es evidentemente el sufijo de plural identificado anteriormente. El radical de yanâkhim
es claramente NAKH, así que los radicales biconsonánticos parece que forman su presente
continuativo añadiendo el prefijo ya- y reforzando la VC del radical (convirtiendo a, i, u en
â, ê, ô, respectivamente - el presente continuativo plural de BITH "decir" podría ser
*yabêthim "están diciendo"). El radical de yakalubim debe ser KALAB, así que los
radicales triconsonánticos evidentemente forman su presente continuativo manteniendo la
vocal característica entre la primera y segunda consonante, pero entre la segunda y tercera
aparece una u.