La noche del 17 de diciembre de 1996, el embajador de Japón en Perú,
realizaba una fiesta donde se celebraba el nacimiento del Emperador de Japón Akihito, evento al que asistieron 500 invitados. Cuando de pronto 14 terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, liderado por Néstor Cerpa, tomaron la embajada japonesa, los guerrilleros ingresaron armados y les comunicaron que eran rehenes, los asistentes entraron en pánico y se refugiaban dentro de la residencia. Los terroristas a medida que pasaban los días liberaban a rehenes, principalmente a mujeres, ancianos y empleados ya que estos no tenían “peso político” en el gobierno peruano. Dentro del grupo de rehenes liberado se encontraba la madre del presidente Alberto Fujimori, lo que se considera que haya sido un error del grupo terrorista. Los rehenes ya se habían reducido a 72 hombres. Lo que pedían los miembros del grupo terrorista a cambio de la liberación de los rehenes era que pusieran en libertad a 400 miembros del MRTA que se encontraban encarcelados. El gobierno peruano mantenía una negociación con la banda terrorista, el encargado de negociar, Domingo Palermo Cabrejos quien era el Ministro de Educación actuaba en busca de una salida pacífica. Al mismo tiempo se entrenaba una fuerza de operaciones especiales que estaba conformada por elementos del ejército, que se preparaban para intervenir la mediante túneles subterráneos con múltiples salidas al interior de la residencia que habían sido construidos en secreto por una gran cantidad de mineros. El 22 de abril de 1997, cuando ya había pasado 4 meses de la toma de la embajada japonesa. El gobierno de Alberto Fujimori y el director del Servicio Nacional de Inteligencia (SIN) Vladimiro Montesinos, tomaron la decisión de enviar al Comando Chavín de Huantar a la operación, mientras que los terroristas estaban distraídos jugando futbol en el salón principal. A las 15:23 una fuerte explosión dio inicio a la operación, 142 comandos irrumpieron en la residencia desde todas las direcciones disparando sus ametralladoras, tenían que rescatar a los rehenes antes de que los guerrilleros los mataran, dispararon a Néstor Cerpa en la escalera mientras se dirigía a los rehenes. Los comandos lograron reducir a los guerrilleros yendo de un cuarto a otro, muchos de los rehenes se vieron atrapados en el tiroteo. Los 14 terroristas estaban muertos, solo un rehén había muerto, también dos oficiales. El violento intento del MRTA termino con su muerte, la organización murió con Néstor Cerpa Cartolini.