Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En 1901, publicó su
primera colección de poemas, Arrecifes de coral, y durante los siguientes 30 años escribió y
publicó más de 200 historias oscuras, muchas de las cuales se inspiraron en la vida de la selva.
Luchando contra la depresión severa y el cáncer terminal, Quiroga se suicidó el 19 de febrero
de 1937 en Buenos Aires, Argentina.
Orígenes
Nuevos comienzos
Al regresar de Europa en 1900, Quiroga se instaló una vez más en Montevideo y al año
siguiente se estrenó su primera colección literaria, Los arrecifes de Coral.
En cualquier caso, el logro se vio ensombrecido por la muerte de sus dos hermanos, quienes
sucumbieron a la fiebre tifoidea ese mismo año. Incapaz de escapar de la cruel mano del
destino, al año siguiente, Quiroga disparó y mató accidentalmente a un amigo mientras
revisaba su pistola antes de un duelo.
Después de una breve detención, Quiroga fue absuelto de cualquier delito por parte de la
policía, pero no pudo escapar de sus sentimientos de culpa y se fue de Uruguay a Argentina,
donde pasaría el resto de su vida.
Durante la estadía de Quiroga en Buenos Aires, frecuentemente hacía incursiones en una selva
cercana, y en 1908 se mudó a una granja en la selva de Misiones. Escondido allí, comenzó a
publicar historias que llevaron a su lector a la jungla junto con él, tanto física como
metafóricamente, atormentándolo con su punto de vista oscuro y sus horrores metafóricos.
Quiroga también continuó trabajando como maestro, y en 1909 se casó con una de sus
alumnas, Ana Maria Cires, y la mudó a su hogar en la selva. Aunque tendrían dos hijos en los
próximos años, la remota y peligrosa vida que llevaban resultó demasiado para Ana, y ella se
suicidó bebiendo veneno en diciembre de 1915.
Luego de esta tragedia, Quiroga regresó con sus hijos a Buenos Aires y trabajó en el consulado
uruguayo. También continuó escribiendo, y son las historias de este período las que llevaron a
la identificación de Quiroga como el padre del cuento moderno latinoamericano. Obras como
Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917) y Cuentos de la Selva (1918) dieron vida al
mundo de Quiroga.
El Final
En 1927, Quiroga se volvió a casar, con una joven llamada María Elena Bravo, y dos años más
tarde publicó su segunda novela. En 1932 regresaron a su granja en Misiones, pero las
dificultades que habían plagado a Quiroga toda su vida lo siguieron allí.
La Biblioteca Ayacucho (Venezuela) realizó una edición majestuosa de los cuentos de Quiroga,
en el año 1981 y que posteriormente subió junto a otros títulos de su colección (una de las
mejores colecciones jamás realizadas en el continente) a su página web.