Reflexión-opinión: ¿Cómo trabajar en políticas educativas que sean realmente efectivas para garantizar un acceso a los contenidos para todos los alumnos y alumnas?, ¿qué lugar ocupan las tecnologías más "tradicionales" en este nuevo escenario? ¿Se está transmitiendo conocimiento, se está enseñando o se está dando un curso a distancia? ¿Cómo se puede creer que este modelo es correcto? ¿Qué se decidirá cuando ya no nos invada la ansiedad, cuando el recuerdo del encierro se desvanezca gradualmente y cuando las desigualdades reveladas por los terribles acontecimientos que vivimos se vean de nuevo ensombrecidas por el activismo cotidiano? ¿Qué hacemos los docentes? Hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Hay muchos más interrogantes que se nos presenta ante esta situación respecto al regreso a la escuela y la escuela que se viene. Ejes en torno al regreso a clases presenciales. 1. En la primera nos interesa reponer de modo federal, y dando cuenta de la diversidad de contextos, las voces de docentes, estudiantes, directivos, supervisores y familias a través de las experiencias compartidas y de las investigaciones en curso sobre la continuidad pedagógica. En la actualidad la educación se encuentra atravesada por la pandemia mundial, la cual provocó cambios en la organización escolar por tal motivo se diseñaron nuevas instancias para mantener el contacto con los niños/as y la familia fortaleciendo los vínculos sin dejar de lado lo pedagógico. Las respuestas por parte de las familias a este nuevo desafío fueron muy diversas. Para planificar tomamos los lineamientos sugeridos desde supervisión y el equipo directivo teniendo en cuanta que sean significativos para el desarrollo integral y la vida cotidiana. Trabajar desde la virtualidad nos genera encontrarnos con diversos sentimientos, desafíos e interrogantes como por ejemplo ¿Cómo se sienten nuestros alumnos/as y la familia ante esta nueva forma de enseñar?, ¿se podrá sostener por más tiempo?
2. En la segunda estación, nos detuvimos a conversar con estudiosos de la niñez y la
adolescencia sobre sus hipótesis acerca de los efectos psico-afectivos del aislamiento en diversos grupos sociales. Cuando regresemos a la “normalidad”, vamos a tener que estar mucho mas presentes que ahora para contener a los niños y sus familias, para recuperar la igualda en medio de la diversidad. Hoy no está la interaccion del cara a cara, lo que extrañamos como docentes es el estar en nuestro lugar de pertenencia “LA ESCUELA”, LA PRESENCIALIDAD el contacto con la mirada de los alumn@s, el afecto recíproco que nos brindamos, el que aprendan a aprender sin ni siquiera notarlo. En mantener charlas espontáneas y/o sobre diferente temas que se van trabajando, sus opiniones, el respeto, etc. 3. En la tercera, nos contactamos con referentes expertos en programas socioeducativos para contar con sus aportes y sugerencias, orientadas a reticular estudiantes con débil o sin conexión con la escuela durante el período de suspensión de clases presenciales. Ante este nuevo desafío nos encontramos que no todos los niños y niñas tenían acceso al internet y no podían realizar las actividades enviadas, entonces se llevaron a cabo diversas estrategias, luego cuando la pandemia se flexibilizó le imprimimos todo el material a los niños/as que no tenían conectividad, el cual deben pasar a buscar el día que la institución escolar abre para entregar la vianda (copa de leche), respetando siempre el protocolo establecido, así fuimos saltando los obstáculos que se nos presentaron.
4. En la cuarta, nos preguntamos en qué medida el tratamiento pedagógico de lo
ocurrido durante la pandemia podía contribuir al proceso de recomposición del entramado vincular de la escuela que se avizora en el horizonte: una escuela bimodal o multimodal. Se está queriendo construir un nuevo vínculo pedagógico para seguir fortaleciendo este espacio importante para la institución con resilencia y orientación al trabajo en red con otras redes institucionales por y para el bien común siempre avanzando de manera colaborativa.
5. Finalmente, nos detuvimos a pensar sobre las potencialidades y límites de las
tecnologías digitales de manera de contar con anticipaciones sobre qué cuestiones reservaremos para la presencialidad y cuáles para el trabajo remoto. Esta situación que atravesamos de pandemia trae consigo preocupación y la pregunta ¿Cuándo será el retorno a la presencialidad? ¿es posible?, ¿qué garantías tenemos?, ¿estamos preparados como docentes para volver a la presencialidad?, ¿Cómo llevaremos a cabo este regreso? ¿qué estrategias vamos a utilizar? Creo que para volver a la presencialidad primero debemos hacer un relevamiento de las familias que van a asistir a la institución para saber ¿qué piensan?, ¿están dispuesto a volver?, ¿hay pacientes de riesgo en el hogar? para analizar con qué nos vamos a encontrar. Trabajar: - con las familias explicándoles, el protocolo para que estén en conocimiento de la organización escolar que se llevará a cabo, - con los niños/as progresivamente hasta que logren adaptarse con naturalidad, - seguir con la virtualidad para los días o los alumnos/as que no asisten a la escuela para que se sientan acompañados y respete su trayectoria escolar. - nuevas formas de entender y aprender a relacionarnos en el distanciamiento.