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Y LA MÚSICA
MACEDONIO
El mural se reproduce de manera íntegra en interiores.
de URIEL BARRAGANC “BOULER OAXACA”, 2019.
Portada: Detalle de la obra: Mural conmemorativo,
Revisión histórica: José Francisco Ruiz Cervantes y Ryszard Rodys.
e historiografía sobre la época.
Monografía de don Macedonio Alcalá, de Lino R. Vargas, 1969;
Texto: Graciela Fabian Mestas, con base en:
l 11 de septiembre de 1827 llegó al mundo el autor de una melodía terremoto que vivió, por cierto, lo encontró ya casado y esperando al
E que seguro todos alguna vez hemos escuchado: Dios Nunca Muere. primero de varios hijos.
Sí, hablamos de Macedonio Alcalá Prieto, quien vivió en la Oaxaca
Mientras se reconstruía la ciudad, la lucha entre liberales y
soberana que dio una de las más incluyentes y originales constituciones
conservadores resultó en la Revolución de Ayutla y vino luego la
de nuestro país. Sus primeros años de vida coincidieron con los del
guerra de Reforma; la viruela atacó de nuevo, como preámbulo a la Ley
Instituto de Ciencias y Artes, creado en enero, y su interés por la música
de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de las
coincidió con la época en que las bandas filarmónicas se volvieron
Corporaciones Civiles y Religiosas que afectó parroquias, ayuntamientos,
populares entre los oaxaqueños.
cofradías, colegios, hospitales e instituciones de beneficencia.
Junto con sus hermanos Nabor, Bernardino y Bernabé, Macedonio
En los ayuntamientos de los pueblos se buscaron estrategias para
recibió clases de música del maestro José Domingo Martínez en los tiempos
reinvertir los dineros de sus cajas de comunidad, ya en la reparación de sus
en que se incorporaban nuevas formas y ritmos musicales, como el vals.
iglesias, formando capillas de viento, ya contratando instructores de música
Macedonio destacó entre sus contemporáneos por su destreza y para los jóvenes, que con el tiempo integraron las bandas de viento y
versatilidad: tocaba lo mismo el piano, la viola, el violoncello, la flauta, el compusieron, transcribieron e instrumentaron obras musicales. Macedonio
figle y, sobre todo, el violín, instrumento con el que deleitó a su generación, y sus hermanos formaron parte de los maestros que los prepararon.
no sólo en los templos, sino también en los bailes y reuniones sociales.
Luis Márqez Romay, "Músicos en Oaxaca", 1923. Archivo Fotográfico
Manuel Toussaint, Instituto de Investigaciones Estéticas de la unam.
Fueron años difíciles los que se vivieron en la Oaxaca de su
juventud y, por lo mismo, su talento fue muy apreciado. Éste le permitió
atemperar la vida de todos los días y superar no solo la incertidumbre
que generaban las disputas entre los liberales y conservadores, sino al Tarjeta de visita, Oaxaca, ca. 1869.
Biblioteca de la Fundación Cultural Bustamante Vasconcelos.
menos dos terremotos —el del 9 de marzo de 1845 y el del 5 de mayo
de 1854— hambrunas, epidemias de viruela y cólera. Macedonio, con su Al terminar la guerra, en 1861, José María Magro, párroco de
música, acompañó lo mismo el duelo que avivó la esperanza. El segundo Jalatlaco, fundó en la capital la sociedad filarmónica “Santa Cecilia”,
una organización mutualista de la cuál fue miembro Macedonio. Para el maestro Alcalá se dispuso a ejecutar la composición encargada... Sin
este momento las bandas ya eran instituciones casi imprescindibles de embargo, no había terminado de escribir la orquestación de la pieza, por
la vida común, ya que servían en actos, ceremonias y acontecimientos lo que propuso a su colega Cosme Velásquez que lo “siguiera” al piano,
políticos, e igual encabezaban procesiones religiosas, intervenían en mientras él ejecutaba en el violín. Aceptada la propuesta, Macedonio
festejos populares o de la alta sociedad y difundían repertorios nuevos hizo vibrar prodigiosamente las cuerdas de su instrumento, dejando
en conciertos al aire libre. escuchar un bello vals. Al terminar la maravillosa ejecución y cuando los
aplausos eran más nutridos, Tío Macedas dijo al oído a Cosme: “No creo
Nuevos aires de guerra llegaron a Oaxaca con la Intervención
que mañana recuerde nada de lo que tocamos”.
Francesa, lo que no redujo el número de fiestas, por ejemplo, la que
organizó don José Zorrilla, cónsul de España en Oaxaca, quien contrató En 1866, Macedonio, el gran improvisador, escribió dos obras cuyas
los servicios de Macedonio y su orquesta para una recepción. Conocedor partituras llegaron hasta nuestros días: una Danza y un Vals dedicado al
de la fama de buen compositor del Tío Macedas —como lo llamaban señor Roberto Maqueo, en el día de su cumpleaños. Además, hay noticias
sus amigos filarmónicos—, Zorrilla encargó una pieza que debería de que compuso un Ave María para soprano y contralto, dedicada a su
estrenarse en tal evento. Llegó el día. Los invitados, con riguroso traje hijo José; una Marcha Fúnebre, y los valses Sólo Dios en el cielo y El cohete.
de etiqueta, llenaban los amplios salones. Cuando el Cónsul lo solicitó, Sin embargo, nunca se encontraron las partituras correspondientes.
fondo de su alma agradecida brotó una feliz expresión: “Dios nunca muere
para los pobres”. En ese momento de esperanza, pidió papel pautado y
lápiz para escribir el hermoso vals que lo ha inmortalizado.