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Patrocinio Schweickart utiliza términos que eran desconocidos para mí en la teoría, pero no en la
práctica. “Leyéndo(nos) nosotras mismas: hacia una teoría feminista de la lectura” es un texto
donde se abordan conceptos como ginocrítica e inmasculación dentro de los estudios literarios.
evolución y establecimiento de reglas -si es que hay reglas- de la literatura escrita por mujeres. O
sea, es una forma de hacer crítica ligada a la teoría de la recepción, donde se cuestiona el objeto
contra de las escritoras. Schweickart menciona que “un canon androcéntrico genera estrategias
y la marginación de los ginocéntricos” (p. 133), de donde viene la inmasculación, proceso donde
la mujer se identifica con el punto de vista del hombre y con su sistema masculino de valores
mujeres; pero logrando la identificación con esos personajes que parecen más autónomos.
Relacionado con lo anterior, hay una hermenéutica dual en algunos textos masculinos: una
negativa que revela la complicidad con el patriarcado; y la positiva como la recuperación del
momento utópico.
La mujer lectora, entonces, puede colocarse como una lectora resistente que toma
distancia del texto al notar dichas estrategias. Rodeadas de todo ese canon masculino que
estructuran la experiencia de la relación sujeto-objeto, la dialéctica puede ser dual: una puede
someterse a esa lectura o tomar el control de ella haciendo una lectura doble. En la lectura doble
la lectora tiene en cuenta su condición femenina, pero también reconoce a el otro, al sujeto
masculino; lee lo que el texto ofrece, pero también lo que el texto excluye. En cambio, menciona
la autora, mientras las mujeres tienen más cerca la idea de colectividad, de identificación y de
reconocimiento de las otras personas que le rodean, que coexisten, el hombre -tanto en lectura
con un hombre y con una mujer: del primero, toma distancia y es impersonal, se refiere
lectora-escritora desde una proyección subjetiva -por la ausencia real de la escritora-, pero donde
no se funden las voces, sino donde Rich deja en claro su interpretación del texto de Dickinson.
religioso, analizando la intertextualidad desde ese mismo punto de vista; de manera más radical y
hecho de ser mujer, infiere que son fantasías y que una mujer bella y filósofa no puede existir,
sean superiores a los de los hombres. Entonces, alguien no involucrando en las críticas
feministas, quizá podría pasar por alto las prácticas y comentarios machistas, tanto de los
Desde una lectura ginocrítica, una de las primeras dudas si realmente hay que pensar la
temática desde la religiosidad, o Pardo Bazán hace una crítica disfrazada -porque existen
restricciones sobre temas que la mujer puede o no tocar- al campo intelectual dominado por
hombres y, por ello, elige a un narrador masculino (el eclesiástico) a que cuente la historia de
-como si fuera un caso extraordinario entre las mujeres, denigrando a las otras, enalteciendo a
Una mujer superior a los hombres los ponía en ridículo, según la narración. Al pensar en
el contexto personal y el de la escritora, existe una gran preocupación de los hombres por
sentirse inferiores a las mujeres, en cualquier aspecto -intelectual, político, económico-, así que
también los ataques de odio a mujeres brillantes, como el ejemplo que otorga de Hipatia de
invisible. Al lado de mujeres inteligentes y curiosas, coloca a hombres como Polilla que se dejan
guiar por los prejuicios de cómo debe ser una mujer, cómo debe comportarse o verse, etc., y,
aunque Catalina “rompa” con los estereotipos, podemos sentirnos identificadas -en mayor o