Está en la página 1de 6

EL SIGLO DE ORO ESPAÑOL- PERSONAJES DESTACADOS- INVENTOS

Baltasar Gracián

Escritor español nacido cerca de Calatayud el 8 de enero de 1601 y fallecido en Tarazona el


6 de diciembre de 1658. Autor de diversas obras de índole filosófica y didáctica, es uno de
los máximos exponentes del Barroco literario hispano y, por ende, del Siglo de Oro
español. Estilísticamente su obra se encuadraría en el conceptismo, en contraposición al
culteranismo. Su libro más importante es El Criticón, una de las más importantes novelas
de la literatura española. Fue publicada en tres partes en 1651, 1653 y 1657, y sirve como
compendio novelado de toda su obra anterior, ampliándola.

Francisco de Quevedo

Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas, más conocido como Francisco de


Quevedo, nació en Madrid el 17 de septiembre de 1580, y falleció en Ciudad Real, el 8 de
septiembre de 1645.

Quevedo fue conocido por su defensa del conceptismo como estilo literario y sus múltiples
trifulcas políticas, es uno de los poetas y prosistas más importantes de la lengua española.
Fue muy sonada su enemistad con el célebre poeta barroco Luis de Góngora.

Nacido en el seno de una familia aristócrata, Quevedo estuvo ligado a la corte y a las altas


esferas del poder a lo largo de toda su vida. Se educó en el Colegio Imperial de los jesuitas,
y posteriormente en las Universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, centrándose en la
teología y los idiomas. Su amistad con el duque de Osuna, y más tarde con el Conde-Duque
de Olivares fomentaron su prestigio, llegando a ser Caballero de la Orden de Santiago, si
bien tuvo varias caídas en desgracia que lo empujaron al destierro en varias ocasiones.

Lope de Vega

Dramaturgo español, Lope de Vega nació en Madrid el 25 de noviembre de 1562 y falleció


el 27 de agosto de 1635 en la misma ciudad. Su nombre completo fue Félix Lope de Vega y
Carpio. Es uno de los autores teatrales más importantes de las letras españolas, y uno de
los máximos representantes del Siglo de Oro español, junto con Quevedo, Góngora, Tirso
de Molina, Calderón de la Barca o Cervantes.

Procedente de una familia humilde natural del Valle de Carriedo, en Cantabria, era hijo de
Félix de Vega, bordador de profesión, y de Francisca Fernández Flórez. Fue un niño muy
precoz, pues a los cinco años ya leía latín y castellano, a la vez que comenzaba a componer
sus primeros versos.

Autor extremadamente prolífico, a Lope de Vega se le llamó Fénix de los Ingenios por esta
razón, y es autor de miles de sonetos y cientos de comedias, así como de novelas, novelas
cortas, epopeyas, églogas, etc.

Algunas de sus comedias más importantes son Peribáñez y el comendador de


Ocaña, Fuente Ovejuna, La dama boba, El perro del hortelano, El castigo sin venganza o El
caballero de Olmedo. También reseñables son su novela El peregrino en su patria, y su
fecunda obra poética, entre la que cabe citar las epopeyas La Dragontea y El Isidro, y otras
como Rimas Sacras, Romancero Espiritual, Laurel de Apolo o el Amarilis, una égloga.

Luis de Góngora

Dramaturgo y poeta español, Luis de Góngora fue uno de los más conocidos autores del
Siglo de Oro de las letras españolas y pieza fundamental del culteranismo, también
llamado gongorismo, precisamente en su honor.

Nacido en Córdoba el 11 de julio de 1561, Góngora estudió en Salamanca y se ordenó


como religioso. Ya en 1589 era conocido por sus poemas que eran muy populares, muchos
de ellos musicados por artistas de la época.

A partir de 1609 su estilo se hizo mucho más barroco y en 1613 distribuye por la corte su
poema más importante, Soledades, no exento de polémica, y que le creó una serie de
seguidores que lo apoyaban incondicionalmente, pero también enemigos, como lo
fue Quevedo.

Con el tiempo su figura se rodeó de prestigio y fue nombrado capellán real en 1617. Tras
diez años de servicio sufrió problemas de salud, y, tras volver a su Córdoba natal, murió en
la pobreza en 1627.

Miguel de Cervantes Saavedra

Escritor y dramaturgo español, Miguel de Cervantes Saavedra está considerado como uno


de los máximos exponentes de la literatura en español, autor de El ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha, más conocida como El Quijote, una de las mejores obras de la
literatura universal y posiblemente, la primera novela moderna.

Su lugar de nacimiento, aunque incierto, pudo ser Alcalá de Henares.

La primera fecha segura sobre Cervantes aparece en 1566, cuando se instala en Madrid


donde pasa a ser discípulo de Juan López de Hoyos, con quien publica sus primeras dos
poesías, se aficiona al teatro y se forma como literario.

A partir de 1569, Cervantes viaja a Italia donde estudia y atiende a numerosas


representaciones, quedando muy influido por el estilo amoroso de las piezas del arte
italiano. Tras servir al cardenal Acquaviva, Cervantes se alista en el tercio de Miguel de
Moncada y lucha en la Batalla de Lepanto, en la que las tropas españolas se midieron a la
armada del Gran Turco.

En dicha batalla, Cervantes sufrió varias heridas que tuvieron como consecuencia la


pérdida de la movilidad en su mano izquierda, hecho que le valdría el sobrenombre de El
manco de Lepanto. Pese a su lesión, Cervantes continuó como militar y, tras dejar el
tercio, viajó por Italia y se instaló en Nápoles dos años hasta su salida del país en 1575.
En 1587 consiguió un nuevo trabajo como Comisario de Provisiones en la Armada
Invencible y con las relaciones que consigue acaba instalándose en Sevilla trabajando
como proveedor real. Acusado de malversación, Cervantes acaba en la cárcel en el año
1597 y es entonces cuando comienza a gestarse El Quijote.

La magistral obra de Cervantes vio la luz por primera vez en 1605 -con Cervantes viviendo


en Valladolid- a la que seguirían las Novelas ejemplares, con obras tan conocidas
como Rinconete y Cortadillo, El licenciado vidriera o La fuerza de la sangre.
En 1615 publicó la segunda parte de El Quijote y terminó Los trabajos de Persiles y
Segismunda, que aparecería de manera póstuma.

Miguel de Cervantes Saavedra murió el 22 de abril de 1616 en Madrid de diabetes.

Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega (c. 1501 ó 1503-1536) es uno de los poetas más destacados y
emblemáticos de la literatura española del Renacimiento. Como capitán militar y poeta,
encarnó el ideal del caballero cortesano renacentista.

Nació en Toledo en la cuna de una familia ilustre y pudiente; su padre fue Garcilaso de la
Vega y su madre Sancha Guzmán. Se educó en la Corte del rey Carlos I.

Una vez completada su educación ingresó a la orden de Santiago, muy cerca del rey, como
gentilhombre de la Casa de Borgoña, la cuál, junto a la Casa de Castilla, apoyaban a la
corona. Hizo parte de varias expediciones militares, una de ellas junto al otro famoso
poeta Juan Boscán (quien introdujera con él al idioma español el uso del verso
endecasílabo). Con él estuvo en la batalla de Rodas en 1522, un intento de la corona de
recuperar el control de la isla, que estaba bajo el control de los otomanes.

En 1530 Garcilaso viajó con el rey hasta Roma, para acompañarlo en su coronación como
emperador de Bolonia. Esta travesía lo llevó además a Bolonia, donde aprendió acerca del
uso del endecasílabo. Así le propone a su amigo Juan Boscán introducirlo al idioma
español. 

Como parte de su servicio al rey parte a la tercera batalla entre el rey Carlos I y el rey de
Francia Francisco I; en el asalto a Provenza Garcilaso es herido de gravedad y trasladado a
Niza, donde muere a los pocos días en 1536, con apenas 33 años. 

Pedro Calderón de la Barca

(Madrid, 1600 - id., 1681) Dramaturgo español. Educado en un colegio jesuita de Madrid,
estudió en las universidades de Alcalá y Salamanca. En 1620 abandonó los estudios
religiosos y tres años más tarde se dio a conocer como dramaturgo con su primera
comedia, Amor, honor y poder.

Como todo joven instruido de su época, viajó por Italia y Flandes y, desde 1625, proveyó a
la corte de un extenso repertorio dramático entre el que figuran sus mejores obras. Tras
granjearse un sólido prestigio en el Palacio Real, en 1635 escribió El mayor encanto, el
amor, para la inauguración del teatro del palacio del Buen Retiro.
Nombrado caballero de la Orden de Santiago por el rey, se distinguió como soldado en el
sitio de Fuenterrabía (1638) y en la guerra de Cataluña (1640). Ordenado sacerdote en
1651, poco tiempo después fue nombrado capellán de Reyes Nuevos de Toledo. Por
entonces ya era el dramaturgo de más éxito de la corte. En 1663 el rey lo designó capellán
de honor, por lo que se trasladó definitivamente a Madrid.

Gregorio Fernández

Gregorio Fernández es una de las personalidades más relevantes de la escultura barroca


española y, en concreto, de la Escuela de Valladolid.

Nació en Sarria (Lugo) en 1576 y se trasladó a Valladolid en 1605 debido a que allí se había
establecido la corte. Completó su formación con Rincón y comenzó a atender importantes
encargos provenientes de una clientela adinerada, como por ejemplo, Felipe III, el Duque
de Lerma, los Condes de Fuensaldaña o las principales órdenes monásticas.

En Valladolid, también estudió las obras de Juan de Juni y de Pompeo Leoni. De este
último adquirió una elegancia estilizada y académica, como se aprecia en su estilo inicial y
de Juni, tomó las imágenes religiosas de gran dramatismo, aunque Gregorio Fernández
incorporó un mayor naturalismo en sus obras.

Gregorio Fernández fue uno de los grandes maestros de la escultura religiosa en madera
policromada. Su realismo se aprecia en el estudio anatómico que realiza de los cuerpos,
plasma la tensión de los músculos, la blandura de la carne o la suavidad de la piel. Las
actitudes son calmadas, recayendo la carga expresiva en el rostro y las manos. 

Juan Martínez Montañés

(Alcalá la Real, España, 1568 - Sevilla, 1649) Escultor español. Es una figura sobresaliente
de la escultura en madera policromada, la técnica escultórica que alcanzó mayor
desarrollo en la España de los siglos XVI-XVII. Su nombre y el de Gregorio
Fernández suponen los puntos culminantes del realismo barroquizante de este arte
peculiar, que respondió al ambiente de piedad y devoción característico de la
Contrarreforma. De ambos, el último capitalizó la escuela castellana de la talla en madera,
mientras que Martínez Montañés fue la cabeza visible de la escuela andaluza o sevillana.

Llevó a cabo una producción vastísima, religiosa en su totalidad.

El Cristo de la clemencia, representación de Jesucristo en la cruz, y La Inmaculada


Concepción de la catedral de Sevilla se cuentan entre sus estatuas más admiradas. Pero su
obra maestra es el retablo mayor del monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce,
que incluye las magníficas figuras orantes de Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y doña
María Alonso Coronel.

Antonio de Nebrija

Nacido en 1441 en Lebrija, en la provincia de Sevilla, hijo de Juan y Catalina, bautizado


como Antonio Martínez de Cala e Hinojosa.
Antonio Martínez de Cala y Jarava, conocido popularmente como Antonio de Nebrija .
Uno de los grandes humanistas del Renacimiento y ciertamente el más grande de España,
conquistó un sitial de honor en la historia de la lengua española como autor de la
primera gramática española (1492) y el primer diccionario de la lengua (1495). Fue filólogo,
historiador, pedagogo, gramático, astrónomo y poeta.

Fernando Álvarez de Toledo

Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel (1507-1582). 3er duque de Alba, Fue un soldado y
estadista español famoso por su conquista de Portugal (1580) y notorio por su tiranía
como gobernador general de los Países Bajos (1567-73). En los Países Bajos instituyó el
Tribunal de los Tumultos (apodado el Tribunal de Sangre o Tribunal Sangriento), que dejó
de lado las leyes locales y condenó a miles de personas.

El Duque de Alba no se caracterizó tanto por su habilidad en el campo de batalla sino que
sobresalió como general por su capacidad para superar al enemigo —antes de llegar al
mismo— por su disciplina y su ingenio.

Austero e implacable, tanto consigo como con los subordinados y los oponentes, no
gustaba de sacrificar la sangre de sus soldados, pero sí de su sudor. Les hacía trabajar sin
darles descanso, para hacerles victoriosos, cansados y vivos. Pero siempre compartió las
penurias con sus subordinados que le respetaban por ello: los soldados rasos y los
soldados viejos más aún que los aristócratas.

INVENTOS

Una soleada tarde de 1602 a orillas del Pisuerga, el monarca Felipe III asistía a un
espectáculo insólito. Un hombre provisto de un extraño traje llevaba más de una hora bajo
las frías aguas del río. Como el experimento parecía no concluir, el impaciente monarca
ordenó su salida entre aplausos generalizados. La prueba había sido todo un éxito y
Jerónimo de Ayanz podía sumar una nueva patente, el traje de buzo. 

Aquel ingenio consistía en una campana cerrada provista de dos tubos flexibles que iban
renovando el aire a través de válvulas automáticas y fuelles y si parecía un tanto futurista
todavía lo era más su prototipo de submarino, una embarcación cerrada e impermeable
que se sumergía con un sistema de contrapesos y que contaba con una especie de ganchos
o pinzas para coger objetos.   

El inventor de estos y otros increíbles objetos era Jerónimo de Ayanz, un noble navarro
veterano de incontables guerras, artista multidisciplinar y desde hacía unos años, inventor
de la corte de Felipe III.

Por cantidad y por calidad, si Lope de Vega fue el Fénix de los ingenios, Jerónimo de Ayanz
lo fue sin duda de la ingeniería.

Ayanz inventó una balanza de precisión “capaz de pesar la pierna de una mosca”, un horno
de gran eficiencia energética que aprovechaba el calor desprendido en la combustión, un
sifón capaz de drenar las minas más profundas, una bomba hidráulica para achicar el agua
de los barcos y diferentes tipos de molinos y de presas, uno de cuyos diseños aún se
emplea hoy en las grandes presas de hormigón. 

Pero su gran aportación al campo de la ciencia fue sin duda la máquina de vapor, un


invento en el que se anticipó en cien años al británico James Watts y que de haber sido
comercializado y extendido podría haber desencadenado una precoz revolución industrial
en tierras españolas.

EL AIRE ACONDICIONADO

La climatización de un espacio cerrado fue en su momento un problema mucho mayor que


la mera comodidad doméstica. En pleno Siglo de Oro, a finales del siglo XVI, hubo alguien
inventó el aire acondicionado. Jerónimo de Ayanz, militar cuyas hazañas contó Lope de
Vega, se preocupó de mejorar las condiciones laborales de los mineros.

Nombrado Administrador General de Minas en 1587, desarrolló la primera aplicación


práctica de una máquina de vapor a gran escala. Inventó un sistema de bombas que
múltiples usos: extraía el agua de las galerías al exterior, y bombeaba aire hacia el interior.
Además para compensar el calor en las galerías inferiores, el sistema enfriaba con nieve el
aire bombeado. ¡Aire acondicionado en pleno siglo XVI!

También podría gustarte