Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las personas tenemos la necesidad de expresar ¿Cómo y qué sentimos? para estar mejor con
nosotros mismos. (1)
En estos momentos se está hablando de tener un cuidado especial con la limpieza de los
espacios materiales, ropa, instrumentos que utilizamos, etc.… Pero igual de necesario es
expresar lo que nos hace sentir bien y mal. Y que mejor lugar que llevarlo a la práctica cuando
estamos en familia.
Podríamos comenzar, por ejemplo, por el padre y la madre y luego haciendo ronda por cada hijo
o hija que tengamos. Es muy importante que los progenitores seamos los que vayamos por
delante diciendo cómo nos sentimos exactamente para que luego los más pequeños se sientan
especiales y muy contentos por hacerlo.
Los más pequeños participarán con naturalidad, pero quizás a algunos adolescentes les cueste o
no quieran hacerlo sobre todo al principio. No debemos dejar de darles la oportunidad de que lo
hagan, aunque si no quieren pasaremos al siguiente miembro de la familia.
Con el modelo que presencian irán poco a poco participando. Se trata de adquirir una costumbre
para que haya un “lugar seguro” donde podamos expresar todos como nos sentimos y donde,
además, digamos lo que digamos las personas que lo reciban nos hagan sentirnos queridos y nos
comprendan y ayuden si lo necesitamos.
Cada persona tiene un modo propio en el que le afectan las cosas, las personas, los hechos, el
propio cuerpo y la imagen que proyecta. Esta dimensión en relación con los demás expresa las
reacciones antes las relaciones que mantenemos con las otras personas: emoción, pasión,
Y en relación ya “con las demás cosas”, el estudio o el trabajo, por ejemplo, es lo que señala la
capacidad de superación de las dificultades que en realidad surgen con el crecimiento paulatino
y las experiencias vitales. Cada éxito, y cada fracaso quedan registrados en el “radar” activo de
la afectividad, en forma de más seguridad o menos, y de más o menos confianza y autoestima.
Así que, qué mejor manera de conocernos que en el entorno familiar. Los padres y madres
debemos establecer con cada uno de ellos un proyecto educativo personal, en función de las
características personales de cada uno. Muchas veces, o la mayoría de ellas, lo hacemos
partiendo de lo que deben mejorar. ¿Por qué no hacerlo antes?
Es una oportunidad aprovechar el momento que estamos viviendo para profundizar en cómo nos
sentimos y expresarlo. Compartámoslo con nuestros hijos e hijas y hagámoslo entre todos.
Contar el padre y madre primeramente cómo se sienten, qué cosas del día les han
gustado y qué cosas les han supuesto un mayor esfuerzo.
Dar la oportunidad a que todos los miembros de la familia participen en manifestar sus
emociones y en expresar lo que han sentido con las circunstancias que cada uno ha vivido
y los ha llevado a sentirse así.
Decir también cosas buenas de cada hijo y cada hija delante del resto de la familia y
reconocer sus esfuerzos.