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Sociedades de personas
Referencias
LECCIÓN 1 de 2
Sociedades de personas
“La mutua confianza entre los socios, caracterizada por el vínculo familiar, fue ampliada con la
incorporación o integración de las sociedades con socios no parientes pero siempre subsistió la
confianza, el carácter intuitu personae que limita el acceso a los socios” (Richard y Muiño, 2004,
p. 328).
Las sociedades de personas –también llamadas sociedades de interés– son aquellas en las cuales las cualidades
personales de quienes integran la sociedad son fundamentales a la hora de constituir el ente y formar el elenco de
socios, con preponderancia por sobre el capital que se aporta.
Las sociedades personalistas en la Ley General de Sociedades1 son las colectivas, las sociedades en comandita
simple y las de capital e industria.
[1] Ley 19550. (2014). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
1 fuerte acento personal en relación con los socios que las integran;
El elemento personal es tan fuerte en este tipo de sociedades que de perderse la affectio societatis de uno o varios de
sus integrantes, puede producirse la exclusión (del socio) o la disolución de aquella.
Sociedad colectiva
Los acreedores de la sociedad pueden accionar en contra de los socios, quienes pueden oponer el beneficio de
excusión de los bienes sociales (art. 56 LS).
El beneficio de excusión impone que los acreedores deben ejecutar, en un primer momento, los bienes de la sociedad;
en caso de insuficiencia, podrán dirigirse contra cualquiera de los socios.
Si bien la excusión es un instituto propio del ámbito civil, otorgado en beneficio del fiador, la Ley 19550 lo recepta
como un mecanismo de defensa de los socios ilimitada y solidariamente responsables.
Debe aclararse que el beneficio no llega al extremo de autorizar al socio para exigir al acreedor la total ejecución de
los bienes sociales, ya que, si así fuese, se dificultaría de sobremanera el cobro al acreedor de su crédito, resultando
contrario a la naturaleza y finalidad de la ley.
Bastará, entonces, acreditar la insuficiencia del patrimonio social para que el beneficio de excusión no sea
procedente.
El beneficio no procede automáticamente, sino que debe ser alegado por el socio perseguido.
Cuando uno de los socios haya hecho frente a la deuda reclamada, este tiene el derecho de solicitar a sus consocios el
reintegro de lo pagado conforme se haya pactado en el contrato social.
Por otro lado, en la práctica, la utilización de la figura sociedad colectiva es muy poco común frente a otros tipos
societarios que ofrecen mejores condiciones, específicamente, en relación con el tema de la responsabilidad.
La realidad jurídico-económica impone la necesidad para quien emprende una actividad comercial de limitar la
responsabilidad ante los posibles avatares que puedan ocurrir en los vertiginosos y cambiantes tiempos actuales en
los que la economía de nuestro país sufre idas y vueltas en forma permanente.
En cuanto a la denominación de la sociedad colectiva, podrá optarse entre el uso de una razón social o de una
denominación social propiamente dicha. Para el primer caso, se exige que incluya el nombre de alguno, algunos o
todos los socios y la palabra y compañía o su abreviatura si no estuviesen la totalidad de los socios mencionados.
Para el segundo caso, la Ley 19550 exige la incorporación del aditamento sociedad colectiva o su abreviatura.
Caracteres particulares
Las partes de interés no pueden ser vendidas por el acreedor, quien solo podrá cobrarse sobre las utilidades y la cuota
de liquidación (art. 57 LS).
Se justifica dicha norma en que la ejecución forzada de las partes de interés atentaría contra el carácter personalista
de la sociedad, contra su esencia misma, al permitir la incorporación al elenco de socios a terceros que no han
formado parte del proyecto inicial y puede que no tengan nada en común con los socios restantes.
La transferencia de las partes de interés requiere la conformidad de los restantes socios, salvo que se pacte lo
contrario.
Esta solución también apunta a mantener a los miembros originales, cuyas características y cualidades han sido
preferidas para la formación de la sociedad.
Los aportes pueden consistir en cualquier tipo de bienes y dicha amplitud tiene estricta relación con la
responsabilidad ilimitada de los socios para hacer frente a las obligaciones del ente.
Otra cuestión digna de mención es aquella que se suscita cuando un socio realiza actos en competencia con la
sociedad.
Dicho comportamiento les está vedado, sea que lo realicen personalmente o por interpósita persona, con la sola
excepción de que tengan expresa autorización por unanimidad de los restantes socios.
De esta manera, se pretende que los esfuerzos del socio sean en provecho de la sociedad y no en el propio.
Su incumplimiento acarreará la sanción de exclusión, sin perjuicio del derecho de la sociedad de incorporar los
beneficios obtenidos con el actuar ilegítimo del socio desleal, quien deberá responder por los daños y perjuicios
ocasionados.
Administración y representación
2 Salvo que el contrato contenga regulación al respecto, todos los socios pueden administrar en forma
indistinta (art. 127 LS).
3 Si son varios los socios que tienen a su cargo la administración y no se indica qué funciones cumplirá
cada uno, pueden actuar indistintamente (art. 128 LS).
4 Pueden ser administradores los mismos socios o terceros (art. 129 LS).
A su vez, el artículo 128 de la Ley General de Sociedades estipula que, si se hubiese convenido la administración
conjunta, ningún administrador puede actuar individualmente.
Los administradores pueden ser removidos sin invocación de justa causa, decisión que, sin embargo, debe adoptarse
por mayoría. Si no se define qué es lo que se entiende por justa causa, dicho concepto queda librado a interpretación
judicial.
Resoluciones sociales
Los socios se congregan en reuniones sociales o asambleas a fin de tomar las decisiones.
El artículo 132 de la Ley 19550 dispone que por mayoría se entiende a la mayoría absoluta de capital, sin perjuicio
de que contractualmente se estipule un régimen diferente.
Otra norma que refleja el fuerte vínculo que relaciona a los socios es la que indica el artículo 131 de la ley, el que
determina que las modificaciones de contrato –incluyendo la transferencia de la parte a otro socio– requieren el
consentimiento de todos los socios, siempre y cuando no haya un pacto en contrario.
La principal característica de esta sociedad es la existencia de dos categorías de socios: los comanditados o
solidarios, por un lado, quienes responden como los socios de la sociedad colectiva descripta anteriormente; y, por el
otro, los socios comanditarios, que ven limitada su responsabilidad al aporte realizado.
Existe un impedimento por el que un socio no puede revestir ambas categorías al mismo tiempo.
En relación con la denominación, pueden utilizar una objetiva que incorpore el aditamento sociedad en comandita
simple o su abreviatura (S. C. S.), o una razón social integrada únicamente con el nombre de los socios comanditados
conforme al artículo 126 de la Ley 19550.
Esto se explica en virtud de la tutela a los terceros que contraten con la sociedad, por lo cual los socios que poseen
responsabilidad limitada no pueden figurar.
La sanción que contiene el artículo 136 in fine es grave, ya que impone la responsabilidad social solidaria,
subsidiaria e ilimitada a los socios comanditarios que figuren.
Caracteres particulares
1 Son sociedades intuitu personae: sociedad de personas en las que las cualidades de los socios son
determinantes.
Responden por las obligaciones sociales ilimitada, solidaria y subsidiariamente. A ellos les compete de modo
exclusivo la administración social.
C O M A N D I TA D O S : C O M A N D I TA R I O S :
Responden limitadamente al capital que se obliguen a aportar. En caso de quiebra, no los afecta.
Aportes
La diferenciación de los socios no solo tiene implicancias desde el punto de vista de la responsabilidad, sino también
en cuanto a la naturaleza de los aportes.
Los socios comanditarios, al no aportar dinero en efectivo, solo aportarán obligaciones de dar (art. 35 LS), no
dinerarias, excluyendo de esta manera prestaciones de industria o trabajo personal.
En cuanto a la valuación de estos aportes, se indicarán en el contrato constitutivo los antecedentes que la justifiquen,
salvo que se decida realizar el procedimiento de valuación judicial que indica el artículo 51 de la ley.
Por otra parte, los socios comanditados podrán realizar cualquier tipo de aporte.
Administración y representación
El artículo 136 de la Ley General de Sociedades dispone que la administración y representación es ejercida por los
socios comanditados o terceros que sean designados para ello, haciendo aplicables las normas dispuestas para la
sociedad colectiva.
El mismo artículo establece la sanción en caso de violación al artículo que hace responsable solidariamente al
firmante con la sociedad por las obligaciones que se contraigan en infracción.
Resoluciones sociales
El artículo 139 remite a los artículos de la sociedad colectiva. Sin embargo, un aspecto distintivo lo constituye la
norma que dispone que los socios comanditarios tienen votos en la consideración de los estados contables y en la
designación del administrador.
En este caso, el socio comanditario puede realizar actos urgentes que requieran el desarrollo de la actividad y el
negocio hasta tanto se regularice lo acontecido, sin que ello le implique responsabilidad agravada (art. 140 LS).
Asimismo, se establece una causal de disolución para el caso en que no se regularice o se transforme la sociedad en
el término de 3 meses.
A modo de síntesis y para una mejor comprensión del tema, exponemos un cuadro que enfrenta las principales
diferencias entre las categorías de socios.
COMANDITADOS COMANDITARIOS
A ) S O C I O S C A P I TA L I S TA S B) SOCIOS INDUSTRIALES
Solo pueden realizar prestaciones de dar. Responden por las obligaciones sociales como los socios de la sociedad
colectiva.
A ) S O C I O S C A P I TA L I S TA S B) SOCIOS INDUSTRIALES
Aportan su industria, una obligación de hacer. Solo responden hasta la concurrencia de las ganancias no percibidas.
En cuanto a su denominación, el artículo 142 de la Ley 19550 regla que se integra con el aditamento sociedad de
capital e industria o su abreviatura.
En el caso de utilizar una razón social, no puede figurar el nombre del socio industrial, dado que dicha calidad de
socio tiene una responsabilidad menor. La violación de lo antes dispuesto implica la responsabilidad solidaria del
firmante, sea el socio industrial según la administración que se haya convenido.
Caracteres particulares
Como bien señalamos antes, su distinción radica en la coexistencia de socios capitalistas y socios industriales.
La idea del legislador al crear este tipo social es brindar a quien puede aportar su trabajo el acceso a una estructura
societaria y legal.
A pesar de ello, la realidad demuestra que su utilización es muy poco común, dado que posiblemente a quien aporta
su industria le resulte más beneficioso encontrarse en una relación de dependencia.
Administración y representación
La administración de la sociedad, así como la representación, tal como lo establece el artículo 143 de la Ley 19550,
puede ser ejercida por cualquiera de los socios, es decir, capitalistas o industriales.
Resoluciones sociales
Le es aplicable, por disposición del artículo 145, el artículo 139, que remite al 131 y 132.
Se recomienda la lectura del fallo que se presenta a continuación, ya que nos brinda en la faz práctica una visión real
del conflicto que puede presentarse en el seno de este tipo social.
Fecha: 16/09/2008
1.- Contra la sent. 331 dictada con fecha 26/5/2006 por el juez de 1ª instancia y
13ª nominación en lo Civil y Comercial de esta ciudad, interpusieron recurso de
apelación la sociedad Hormigones Córdoba S.C.I (fs. 646), el socio Elvio D.
Ledesma (fs. 648) y el socio Jorge A. Martínez (fs. 649), siendo todos
concedidos por el a quo (fs. 647 y 650). Radicados los autos en esta sede,
expresa agravios la sociedad Hormigones Córdoba S.C.I (fs. 657/674) siendo
confutados por los socios Ledesma y Bornia (fs. 697/702 vta.). A su turno
expresa agravios el socio Elvio D. Ledesma (fs. 705/715) siendo contestados
por Hormigones Córdoba S.C.I (fs. 717/728).
Dice que la primera decisión es errónea por cuanto se decide con fundamento en
que no se permitió el ingreso del abogado Alejandro I. Fiorenza como
mandatario del Sr. Elvio D. Ledesma soslayando que en el tipo de sociedades
personalistas, como es la Sociedad de Capital e Industria, el socio -salvo
impedimento- tiene la obligación de concurrir por sí o por otro socio pero no
puede hacerse representar por terceros. Denuncia que la aplicación analógica de
lo normado por el art. 239 es incorrecta porque tal directiva es aplicable a las
sociedades de capital pero no es extensible a las sociedades de personas.
Denuncia que la alusión a la práctica y doctrina es arbitraria desde que hace más
de 40 años que no se constituye una sociedad de capital e industria en el país.
Agrega que ni Bornia ni Ledesma tuvieron impedimento para asistir a la reunión
de socios sino que estuvieron el día y hora señalados en el predio de la empresa.
Sostiene que el plazo para computar la caducidad debe correr a partir del
momento en que los socios Bornia y Ledesma rechazaron la exclusión
extrajudicial y que el incumplimiento de las obligaciones sociales por parte de
los socios industriales nunca fue consentido.
Es por ello que existen principios que deben respetarse para la aplicación
analógica que pueden sintetizarse así: a) que no exista disposición expresa que
contemple el caso; b) que entre el caso previsto y el sometido a examen exista
afinidad de hecho; c) que las diferencias entre ambos no sean sustanciales; d)
que las razones que tuvo el legislador para establecer la norma sean aplicables
al caso no previsto, y e) que la aplicación analógica conduzca a un resultado
racional.
Muy por el contrario, las diferencias entre ambos tipos de sociedades son
profundas y ameritan soluciones diversas.
Y ese último aspecto no resulta para nada indiferente desde que la pretensión
nulificante de los socios industriales Bornia y Ledesma luce menos justificada a
poco que se repare que existe prueba suficiente (ver testimoniales obrantes a fs.
347, 350, 384 y 406 correspondientes a los testigos Christian O. Cicarelli,
Ricardo R. Scavino, Carlos Palacio y Roberto R. Coria) de que el día y a la hora
fijada para que tenga lugar la reunión de socios aquellos se encontraban en el
predio de la sociedad sin haber argüido motivo legítimo que los inclinara a
incumplir con el deber de asistencia personal a la reunión que fuera convocada,
maxime cuando sabían que era el ámbito en el cual podían verter explicaciones
respecto de los incumplimientos que se les endilgaba y que desencadenaron la
voluntad de excluirlos.
Ergo, si eran los socios y no la sociedad quien debía acudir a la justicia para
obtener la revocación de la medida, no encuentro asidero para rechazar la
exclusión de uno de los socios con fundamento en la caducidad del plazo para
promover una demanda que no estaban obligados a interponer.
Por consiguiente, debe admitirse que el derecho a excluir a los socios fue
ejercido extrajudicialmente de conformidad lo autorizan las previsiones
contractuales que fueron producto de la autonomía de la voluntad de los socios
en su conjunto al tiempo de constituir la sociedad.
En suma, las conductas desplegadas por los socios que fueron minuciosamente
reseñadas por el iudicante prueban la existencia de casuales de exclusión desde
que alcanzan para formar certeza moral en el tribunal, que excluye toda duda
razonable, de la existencia de conductas que se encuentra reñidas con la calidad
de socios, no incumbiendo a esta alzada efectuar un nuevo análisis exhaustivo
de la prueba producida a los fines de demostrar la concurrencia de las causales
de exclusión porque el análisis del sentenciante no fue rebatido críticamente.
Ello así pues las costas por el planteo de nulidad de la reunión social deben ser
toleradas por los nulidicentes Sres. Aldo G. Bornia y Elvio D. Ledesma atento
su condición de vencidos (art. 130 CPCC Córdoba).
El artículo 145, párrafo 2°, de la Ley 19550 dispone que se aplica el artículo 140 del mismo cuerpo normativo
cuando el socio industrial no ejerce la administración.
Por lo tanto, si el socio industrial no ejerce la administración, la quiebra, la muerte, la incapacidad o la inhabilitación
de todos los administradores lo habilitan para ejercer los actos urgentes de gestión de la sociedad hasta que la
situación sea regularizada, sin que le sea aplicable la responsabilidad solidaria e ilimitada.
LECCIÓN 2 de 2
Referencias
Ley 19550. (2014). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/25000-29999/25553/ texact.htm
Richard, E. y Muiño, O. (2004). Derecho societario. Sociedades, comerciales, civil y cooperativa. Buenos Aires,
AR: Astrea.