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AYUNO 01-11-2020

IDDP - LUZ Y VERDAD CONFIEMOS EN LA FIDELIDAD DE DIOS.

2a. TIMOTEO 2:11-13 “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también
reinaremos con él; si le negaremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede
negarse a sí mismo”.

I. RECOMPENSAS DE LA FIDELIDAD DE DIOS DE ACUERDO A SU PALABRA QUE DEBO


TENER EN CUENTA.

Ps. Daniel Huamani

a. El hombre fiel recibirá muchas bendiciones


Esta expresión “hombre fiel” de la RV-1995 en Proverbios 28:20 se traduce por “hombre de verdad” en la
RV-1960, dando la connotación de que los hombres infieles no son hombres de verdad, y esto se refiere
a todos los aspectos, incluso dentro de la iglesia, en lo que dice respecto a los compromisos
eclesiásticos. Hombre que no cumple lo que promete, aún que tenga la apariencia de hombre, no lo es de
verdad; el simple hecho de usar pantalón y tener vello en la cara no garantiza ser un hombre; lo que
realmente garantiza es ser fiel. Enfoquemos ahora en la promesa de Dios: “El hombre fiel recibirá muchas
bendiciones”; en esta porción sagrada el Espíritu Santo nos estimula a ser fiel a Dios siendo fiel a nuestra
pareja, a nuestra iglesia, a nuestros compromisos y a nuestros líderes espirituales, en la certeza de que
Dios mismo nos dará muchas bendiciones. La palabra “muchas” tiene sentido amplio, significa que Dios
nos dará bendiciones en la familia, la salud, las finanzas, lo espiritual, lo ministerial, y mucho más. La
fidelidad de Dios es infinita (Salmo 36:5), no está limitada.
b. Josué y Caleb fueron recompensados por su fidelidad
De los doce espías enviados por Moisés a la tierra de Canaán, diez fueron infieles al regresar con una
actitud pesimista y difamatoria, por eso Dios no los permitió entrar en la tierra prometida, sino que los hizo
morir en el desierto. En cambio Josué y Caleb, que mantuvieron una actitud optimista y de total lealtad,
Dios los premió dándoles la herencia que les había prometido, y además honrándolos con un gran
liderazgo (Lea Jos. 14:7-14). La fidelidad de Dios debe proclamarse (Salmo 89:1).
c. A los fieles guarda Jehová
La Palabra de Dios nos deja bien claro que la fidelidad está relacionada con el amor, la obediencia, y la
humildad (Lea atentamente Sal. 31:23). Fíjese en el verbo “amar” en el modo imperativo (esto exige
obediencia), luego la palabra “fieles” seguida de una hermosa promesa de Dios, y finalmente la palabra
“soberbia” que es propia de los desleales, y contraria a la humildad. Cada creyente decide cómo quiere
que Dios le pague. Si quiere ser guardado (es decir, protegido) por Dios, el secreto es ser fiel, pero los
soberbios (es decir, los desleales), Dios les pagará con abundante juicio (Lea Stg. 4.6).
d. Quien es fiel en lo poco Dios le concede mucho
Ser fiel es una cuestión de conducta y también de fe. Esto equivale decir que quien no es fiel no tiene
buena conducta y es incrédulo. Cualquier excusa para no dar los diezmos u ofrendas en la Obra de Dios,
porque gana muy poco, será reprobada por Dios, pues el Señor pagará a cada uno conforme a sus obras,
y multiplicará las bendiciones a los que le son fieles en lo poco (Lea atentamente Luc. 16:10; Mat.
25:21,23).
e. Dios da autoridad a quien es fiel
Muchos quieren ejercer autoridad sobre los demás, sin tomar en cuenta los requisitos que esta
responsabilidad exige. Sólo el hecho de alguien desear ejercer autoridad sobre los demás ya es una gran
locura, pues una persona que conoce verdaderamente lo que significa estar en autoridad jamás desea tal
cosa. Para ejercer autoridad es necesario ser escogido y llamado por Dios para tal fin, pero es importante
que tal persona tenga buenos antecedentes, como por ejemplo: ser un buen siervo, ser fiel, ser leal, ser
constante, ser humilde, ser obediente y ser productivo (Luc. 19:17). Nótese que no es suficiente ser un
siervo, sino un buen siervo; no es suficiente hablar de fidelidad, sino ser realmente fiel, para luego ser
promovido y ejercer autoridad sobre diez ciudades. “Diez” habla de perfección decimal; “ciudades” habla
de multitudes; “autoridad” habla de poder moral, legal y ético para dirigir a los demás. Sea fiel para que
Cristo le promueva dándole autoridad sobre los demás. Dios jamás concede autoridad a quien no es fiel.
II. CÓMO SE MANIFIESTA LA FIDELIDAD DE DIOS A SUS HIJOS: Hno. Eduardo Ortega

a. La fidelidad de Dios en el cumplimiento de sus pactos. (Salmo 111:5); Dios ha sido fiel en
cumplir sus pactos.
b. La fidelidad de Dios en el cumplimiento de sus promesas (2a. Corintios 1.20). En (Génesis
3:15), Dios Padre prometió redimir a la humanidad; en (Juan 3:16), vemos el cumplimiento de su
promesa; todas las promesas que Dios hizo en el antiguo pacto, en cuanto a la salvación de la
humanidad, fueron cumplidas en Cristo Jesús.
c. La fidelidad de Dios en cuanto a su palabra, el cielo y la tierra pasarán pero su palabra no pasará
(Lucas 21:33).
d. La fidelidad de Dios se manifiesta a sus santos, cada mañana muestra su misericordia y su
fidelidad (Salmo 92:2).
e. Su fidelidad se muestra en el cumplimiento de su propósito en nuestra vida, el que
comenzó en nosotros la buena obra, la terminará (Filipenses 1:6).
f. Su fidelidad se muestra en el perdón de nuestros pecados (1a. Juan 1:9).

III. NUESTRA ACTITUD HACIA LA FIDELIDAD DE DIOS: Hno. Ángel Huamani

a. Disciplina, perseverancia, temor a Dios, obediencia y servicio


Uno de los principales problemas del ser humano es la falta de disciplina, y ésta es sumamente
necesaria para quien desea servir a Dios. Jesucristo dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo tome su cruz y sígame” (Luc. 9:23). Seguir a Cristo requiere disciplina,
perseverancia, temor a Dios, obediencia y servicio (Lea Deut. 13:4; Sal. 101:6,7).
b. Humildad
David fue un gran ejemplo de humildad, fidelidad, lealtad y servicio junto a su líder, y Dios lo bendijo
en gran manera (Lea 1º Sam. 22:14). Para ser grande primero hay que ser pequeño; para ser
honrado primero es necesario ser humilde; para ser maestro, primero debes ser discípulo, para ser
líder, debes honrar a sus líderes, siéndoles fieles. Dios siempre honra y promueve a los fieles, pero
¿Por qué no hace lo mismo con los infieles y desleales, que por cualquier cosa abandonan a su
pastor y se autonombran pastores? Simplemente porque la infidelidad es un principio satánico.
c.Sujeción
La fidelidad es producto de la sujeción de alguien a otra persona o norma, que en forma de
reglamento o ley establece ciertos principios que requieren disciplina y constancia (Ef. 5:21). La falta
de fidelidad y lealtad revelan la ausencia de disciplina, lo que es propio de personas egoístas, que
andan buscando complacencia, y por no tener la capacidad de sujetarse y obedecer, rompen el pacto.
Esa actitud ha llevado a muchas iglesias a vivir en conflictos constantes. Si queremos la bendición de
Dios, debemos aprender el principio de la fidelidad y practicarlo por medio de la sujeción.
d. Sinceridad
La sinceridad es la característica más notable de una persona fiel. Ser sincero significa ser
transparente, íntegro, confiable, irreprochable y de personalidad firme, capaz de permanecer leal a un
pacto o compromiso para toda la vida. Sólo un creyente verdaderamente nacido de nuevo, es capaz
de cultivar esa característica. Nuestras iglesias necesitan más personas fieles (Mat. 5:37; 15:8; Flp.
1:10; 2:14,15; Col. 3:22). La infidelidad genera deshonra en el Cuerpo de Cristo, y como
consecuencia impide que las almas vengan al arrepentimiento y el conocimiento de la verdad.

CONCLUSIONES

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