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Vamos a ir mirando una serie de fotos de nuestra provincia y vamos a ver que vemos en
ellas.
El sol.
El buen vino.
La cordillera.
La nieve.
El ski.
El cerro de la Gloria.
San Martín.
El pico más alto.
Vemos como, por un lado, uno va asociando las provincias con lo que
producen, la vid, la tierra del vino, y por otro lado también con su geografía, la montaña, el
pico mas alto. Pichon Rivière habla de ecología humana, como esa relación con todo lo que
nos rodea y de lo que muchas veces no hacemos conciencia.
Esta relación profunda entre el hombre y el agua tiene una inscripción muy
concreta en la organización de nuestra vida cotidiana, por ejemplo, a nosotros en Mendoza
no se nos ocurriría comprarnos un paraguas, algo que en otros lados tienen todos en sus
casas y están acostumbrados a llevar. Nosotros sistemáticamente cuando tenemos uno lo
perdemos en seguida por que no contamos con el paraguas como un elemento de nuestra
vida cotidiana. Cuando llueve los chicos preguntan si van a la escuela por que por lo
general no van a la escuela, se festeja la lluvia.
Por otra parte, los que vivimos en la zona urbana y tenemos jardines y plantas,
tenemos que regarlas todos los días con manguera. Entonces, también en la época del
deshielo, que, empieza setiembre, octubre, y noviembre, hay agua, pero después empieza a
mermar. Diciembre, enero, febrero y marzo son épocas de mucha disminución del agua por
que disminuye el deshielo y además aumenta el consumo por el calor, entonce, si uno
quiere lavar el auto o lavar la vereda o regar las plantas solo puede hacerlo entre las 22 y las
7. Después de las diez de la noche en los barrios, sale la gente a regar las plantas y es el
momento en el cual una charla con los vecinos, se entera de todas las noticias del
vecindario, etc.
Del mismo modo que tampoco es la misma vida cotidiana la del puestero de
cabras en medio de la montaña que la de sus propios hijos que migran a la ciudad buscando
fuentes de trabajo.
En el campo la vivencia del tiempo esta muy reglada o muy unida a los
ciclos naturales. En Mendoza el tiempo en el valle es tiempo de brote, es tiempo de
pámpano, es tiempo de cosecha. En la montaña es tiempo de nieve o tiempo de turismo,
cosa muy esperada en la montaña y que nos habla de una poderosa industria que ha tomado
alas desde hace pocos años en Mendoza.
Esta raíz religiosa a las fiestas populares esta presente también en la fiesta de
la vendimia. Aun hoy, después de tantos años, la fiesta de la vendimia empieza con la
bendición de los frutos y se constituyen en una evocación a la virgen de la Carrodilla,
patrona de los viñedos, como dice la tonada.
EN la vida rural, decíamos hace un ratito, la vivencia del tiempo tiene que ver
profundamente con los ciclos naturales. En las ciudades el tiempo tiene mucho más que ver
con el reloj, en las ciudades más bien medimos el tiempo por el reloj, en las ciudades el
tiempo es las 7.15 o las 7.20 y una diferencia de cinco minutos hace que nos recorten el
sueldo si perdemos el presentísmo. En cambio, en la vida rural el tiempo tiene que ver con
una articulación de tiempos naturales, es tiempo de brote, tiempo de cosecha. Se trabaja de
sol a sol.
Sin embargo, también en nuestra vida urbana, esta medición del tiempo por
hechos concretos tiene su vigencia. Para la ciudad también es tiempo de cosecha, tiempo
de vendimia, también en la ciudad es tiempo de turismo, porque son hechos que alteran la
vida cotidiana normal, el perfil normal de la ciudad.
Esto mismo pasa con el espacio. El espacio también tiene una profunda
inscripción interna y tiene que ver con la propia identidad. La maestra de jardín de infantes
de la escuela vino un día a mostrarme un trabajo, les había dado unas hojas grandes a los
chicos tratando de ejercitar el concepto de cerca-lejos, entonces les había dibujado en
esas hojas un árbol y les había pedido que dibujaran un perrito cerca del árbol, y había un
niño que lo dibujaba en la otra orilla de la hoja. Cuando nos pusimos a hablar con ese niño,
ese chico caminaba dos kilómetros diarios para llegar a la escuela y dos kilómetros de
vuelta, por lo tanto, para él que el perro estuviera en la misma hoja ya era sequísimo.
Vemos como el espacio tiene una inscripción y tiene que ver con la propia
identidad, y qué poco se respeta cuando ese espacio en el que vivimos sufre una ruptura o
un cambio. Cuando fue el terremoto en el 85, hubo una franja de la ciudad por donde pagó
la línea del terremoto donde se cayeron casas, obviamente te casas precarias que no eran
antisísmicas, entonces a las familias que vivían en esas casas las albergaron en escuelas,
pero pusieron en funcionamiento escuelas donde albergaban a mujeres, escuelas para niños
y escuelas para hombres. Imagínenle lo que pasaría en el mundo interno que se habían
quedado sin casa y que además se desmembraba el núcleo familiar. Como en toda crisis
aparece el surgimiento desembozado de los prejuicios. Uno podía escuchar en todos lados
"mira esas vagas que se la pasan tornando mate todo el día, por lo menos podrían limpiar la
escuela donde están". Esas mujeres se les había caído la casa, pero esa casa además de ser
su espacio físico cotidiano era el asiento de su propio rol, si no tenían casa ¿de qué van a
ser amas? Qué poco se entiende y se tolera un proceso interno de reacomodamiento, de
reconstrucción, de duelo por las perdidas que obviamente no sólo eran perdidas externas
sino también pérdidas internas.
Por ahí hay un dicho que dice "mendocino, pata la rastra" haciendo referencia
a esta mayor lentitud que tiene el ritmo para nosotros y que y se asocia profundamente con
la siesta mendocina, entre las dos y las cuatro de la tarde no hay ni un quiosco abierto para
comprar un caramelo, todo el mundo duerme la siesta. La siesta mendocina nació en el
ámbito rural. En el campo el día empieza antes de las seis de la mañana, hay que trabajar
rápido porque el sol pega tan fuerte que a las doce ya es imposible seguir trabajando en el
campo. A las doce se termina el trabajo, uno se va a almorzar, duerme la siesta dos horas, y
recién a las cuatro y media, cinco de la tarde puede volver a tolerarse oí pique del sol, y se
trabaja hasta que se hace noche oscuro. Bueno, esa costumbre tan linda sobrevive, por
suerte, en la ciudad donde también dormimos la siesta.
Ese ritmo que tiene el ámbito rural tiene que ver con el modo de producción.
Aquel que trabaja de sol a sol en tiempo de cosecha tiene que ahorrar energías para el
trabajo, por eso regula a un ritmo más mesurado. Este chico que camina dos kilómetros
para llegar a la escuela trabaja a un ritmo más lento que un chico que vive al lado de la
escuela que llega con otro tipo de ritmo interno. En la escuela también se tiene muy poca
tolerancia por esos ritmos y en la escuela el chico que trabaja más lento es tonto o es vago.
En Mendoza el ritmo y la vagancia, en el prejuicio que se vuelca sobre esas actividades,
tiene mucha fuerza.
Hasta aquí he tratado de mostrarles cómo en los ámbitos rurales y ligado al modo de producción
se organiza un tipo de vida cotidiana en algunos puntos diferente al que se organiza en la
ciudad y en algunos puntos en semejanza con el ritmo de la ciudad, sin embargo, hoy en la
provincia de Mendoza ambas vidas cotidianas están frente a una crisis económica.
Una provincia que es muy particular: hay una fotografía de Máximo Arias que grafica nuestros
contrastes, se llama las dos vendimias y en ella el retrato de la reina de la vendimia y en el escalón
de la misma vidriera del diario un niño durmiendo en la calle.
¿Qué queremos decir con esto? que Mendoza no es una isla.
Hay hambre y desocupación. El drama nacional del hambre y la pobreza también golpea aquí.
Con datos como 950.000 pobres y, dentro de éstos, 400.000 indigentes de los cuales 255.000
son niños , condenados por esta política a la inferioridad física y mental por el resto de sus vidas
Mendoza tiene una estructura económica bastante diversificada, pero el petróleo y la tierra
(especialmente la dedicada a la vitivinicultura) son la viga maestra de su economía;
Petróleo: Repsol es la principal petrolera en Mendoza Exporta petróleo y derivados sin que se
le controlen los volúmenes. Se dice que, además, paga las regalías a un dólar más bajo que el
oficial Junto a las demás petroleras, han ido subiendo sin parar, el precio interno de los
combustibles hasta alcanzar un precio superior al internacional
De la vitivinicultura: les podemos contar que se han extranjerizado la mayoría de las más
importantes bodegas y tierras.
De 2.000 bodegas que habla en el año '75. hoy quedan alrededor de 500 Otro tanto se puede
decir de los viñateros Miles fueron a la quiebra en estos años (se arrancaron más de 100.000
hectáreas de viñas)
Bancos y financieras: las medidas nacionales, acordadas con el FMI afectarán a los chacareros y
deudores por el compromiso de no postergar más la suspensión de los remates y por la
privatización del Banco Nación y otros bancos todavía estatales que se nos exige bajo el título
de "reforma financiera para reactivar los préstamos para la producción".
Hoy, la provincia, además, tiene una deuda externa de más de u$s más de1.000 millones.
Las vides, los frutales y las chacra sabemos que están regadas por el sudor y el esfuerzo de
quienes siembran esperanzas y cosechan salarios magros y muchas veces un nuevo traslado,
dejando en cada surco parte de sus vidas.
Cabe recordar que Mendoza es primera productora nacional de" tomate, ajo, durazno, cereza
y olivo
Dos hechos muestran que no todo está tan bien como pretenden mostrarlo:
Ha caído la superficie sembrada con tomate. De 5.000 hectáreas se pasó a 3.000, con lo que
la producción paso de 200.000 toneladas a 100.000 toneladas.
En el durazno, se ven los cambios en la nueva relación de costos: la mano de obra cayó de 9
al 5%, el durazno pasó del 40 al 30% del valor por lata, mientras que la hojalata creció del 36 al
54%.
En viñas y en chacras se ve una mayor demanda de mano de obra y mejoría en el pago al día.
Hay mayor demanda de mano de obra. Pero también se ve que las condiciones de trabajo
actuales no tienen reglas de horario, ni de accidentes, ni de salarios, ni de ropas, convenios,
obra social, de ningún tipo. Solo rige la relación entre la condición humana del patrón o
capataz y la obediencia o rechazo a los atropellos de los empleados y obreros. 8 los datos no
están actualizados)
Por eso entendemos que es tan importante, que es tan caro a la psicología social
hacer una crítica a nuestra cotidianidad para poder entender cuáles son las leyes que están
organizando estas formas de cotidianidad que se dan en cada provincia, en nuestro país y en
el mundo porque depende de la época en que nos haya tocado vivir, el lugar sus
costumbres, sus formas de organizar las leyes, serán las formas de vida que iremos
incorporando en nuestro psiquismo. Las condiciones concretas de existencia que van a ir
determinando nuestras conductas. Y para nosotros es importante conocer la relación
dialéctica y fundante entre este Orden social y la subjetividad: cuales son sus grados de
articulación, con el objetivo fundamental de poder operar en ellas. La mirada está puesta en
poder operar para transformar.