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ESCUELA SUPERIOR DE PSICOLOGÍA SOCIAL MENDOZA

"DR. ENRIQUE PICHON-RIVIÈRE" PT 150

Año: 1º Tema: Vida cotidiana y concepción


Clase Nº:
Fecha: Docente: Nora Petri

Vamos a ir mirando una serie de fotos de nuestra provincia y vamos a ver que vemos en
ellas.
El sol.
El buen vino.
La cordillera.
La nieve.
El ski.
El cerro de la Gloria.
San Martín.
El pico más alto.

Vemos como, por un lado, uno va asociando las provincias con lo que
producen, la vid, la tierra del vino, y por otro lado también con su geografía, la montaña, el
pico mas alto. Pichon Rivière habla de ecología humana, como esa relación con todo lo que
nos rodea y de lo que muchas veces no hacemos conciencia.

Sabemos que a la cosecha de la vid se llama vendimia y en Mendoza tiene su


fiesta que se realiza los primeros días de marzo de todos los años. Hace más de 60 o 65
años, cuando comenzó a festejarse la fiesta de la vendimia, la fiesta celebraba el final de la
cosecha; los cosechadores, los vendimiadores esperaban a cobrar su trabajo para ir a la
fiesta. Hoy, 65 años después, ya deformada por el tiempo y la explotación turística que se
hace de la fiesta, marca el inicio de la cosecha, y esa fiesta tiene una inscripción en nuestra
vida cotidiana. Por ejemplo, en Mendoza todos sabemos que las clases empiezan el lunes
siguiente de la fiesta de la vendimia.

Entonces, cuando pensamos en Mendoza a veces pensamos en montaña, en


nieve, en ski, cuando queremos describirle a alguien, e inmediatamente pensamos en
cultivo y en valle. Pero como se nos hace evidente, esta siempre incluida en el contexto
inmediato, a veces la damos como algo obvio de la vida cotidiana.. Para un mendocino va
a ser muy importante el agua, esa presencia no es natural por que vive en una zona
desértica, construida en los tres grandes oasis que tiene la provincia alrededor de los tres
ríos que la cruzan. Cuando nosotros hablamos de viñedos, de cultivos, estamos hablando
del trabajo del hombre para ganarle tierra al desierto, hablamos de la transformación de la
naturaleza con canales de riego que van fertilizando ese desierto. Nuestro vocabulario
aparece lleno de palabras que tienen que ver con el agua, hablamos de las acequias, de
riego, de toma, de compuertas, de tomero, de hijuelas, todas palabras que tiene que ver
con este trabajo profundo del hombre en relación a la irrigación. La propia ciudad de
Mendoza esta organizada alrededor de los canales, tiene la montaña al oeste, pero luego
tiene al norte, al sur y al este tres grandes canales a partir de los cuales se reparte el agua.
Incluso esos canales conforman los límites de la ciudad con los departamentos vecinos que
conforman el gran Mendoza. Esta estructura básica de la ciudad nos ha sido legada por
nuestros antepasados huarpes quienes antes de la Conquista ya habían trazado esta
distribución y el diseño ya tenía estos canales.

Esta relación profunda entre el hombre y el agua tiene una inscripción muy
concreta en la organización de nuestra vida cotidiana, por ejemplo, a nosotros en Mendoza
no se nos ocurriría comprarnos un paraguas, algo que en otros lados tienen todos en sus
casas y están acostumbrados a llevar. Nosotros sistemáticamente cuando tenemos uno lo
perdemos en seguida por que no contamos con el paraguas como un elemento de nuestra
vida cotidiana. Cuando llueve los chicos preguntan si van a la escuela por que por lo
general no van a la escuela, se festeja la lluvia.
Por otra parte, los que vivimos en la zona urbana y tenemos jardines y plantas,
tenemos que regarlas todos los días con manguera. Entonces, también en la época del
deshielo, que, empieza setiembre, octubre, y noviembre, hay agua, pero después empieza a
mermar. Diciembre, enero, febrero y marzo son épocas de mucha disminución del agua por
que disminuye el deshielo y además aumenta el consumo por el calor, entonce, si uno
quiere lavar el auto o lavar la vereda o regar las plantas solo puede hacerlo entre las 22 y las
7. Después de las diez de la noche en los barrios, sale la gente a regar las plantas y es el
momento en el cual una charla con los vecinos, se entera de todas las noticias del
vecindario, etc.

Para nosotros el agua esta siempre presente, la cuidamos, sabemos que


existe, es raro que una canilla gotee, nos preocupamos por que no gotee. No así tal vez la
montaña que nos acompaña mas como horizonte cotidiano. Sin embargo, esa montaña
también tiene una inscripción en nuestra vida cotidiana. Para nosotros, todas las calles que
van de este a oeste son para arriba o para abajo, entonces decimos “de donde topa, tres
cuadras para arriba” o “de la esquina, tres cuadras para abajo” y la referencia es la montaña.
Cuando les enseñamos a los chicos los puntos cardinales, les decimos, la mano izquierda: la
montaña, entonces queda de frente al Norte y lo demás se ordena.

Esa montaña que nos acompaña continuamente tiene una inscripción en


nuestro mundo interno como referencia y entonces cuando vamos a las ciudades que no
tienen montaña, nos perdemos.
A su vez esta unión tan estrecha entre el agua y la tierra tiene que ver con la
explotación de los llamados recursos naturales como son el petróleo y la energía
eléctrica en Mendoza. YPF y Agua y Energía (hoy empresas privatizadas) han sido
empresas históricamente muy fuertes en la provincia de Mendoza. Alrededor de estas
empresas se ha organizado un tipo de vida cotidiana muy particular. Como tienen puntos de
localización que es un dique o un pozo de petróleo o la usina, la propia empresa fue
construyendo barrios alrededor de estos lugares y les prestaba a sus empleados las casas de
esos barrios y esto producía una organización de vida cotidiana muy particular. La gente
que vivía en esos barrios organizaba una vida comunitaria muy intensa por que estaba lejos
de sus casas y contaba con los vecinos del barrio que además compartían la misma
actividad productiva y esto producía también una profunda identificación y un sentido de
alta pertenencia en esos empleados con respecto con respecto a la empresa. Y esto tiene que
ver también con la fuerza que han tenido en Mendoza los sindicatos que se han organizado
alrededor de esa actividad. El sindicato de Agua y Energía y el sindicato de YPF han sido
muy fuertes en la provincia de Mendoza.

Decíamos al comienzo como en nuestro país se va organizando distintas


formas de vida cotidiana en relación básicamente a las distintas formas de producción
que se van organizando en nuestro país; esas formas de producción van determinando
distintas formas de organización familiar y distintos modos de usar el tiempo libre.

Si particularizamos en la provincia de Mendoza, tampoco dentro de la


provincia existe una sola forma de vida cotidiana. No es la misma vida cotidiana la de un
terrateniente que tiene enormes cantidades de tierra y explota su tierra a otra vez de uno o
varios contratistas que la vida cotidiana del propio contratista. Los contratistas han tenido
históricamente una importancia muy grande en la provincia de Mendoza y han sido como
piedra angular histórica en la producción de la vid. El contratista era el que tenía un
contrato firmado con el patrón y esto en algún sentido era una situación de privilegio. Tenía
un contrato firmado, tenía un sueldo mínimo que cobraba durante todo el año, pero además
iba al 30% de la cosecha. Sin embargo, todavía hoy es posible escuchar “mira, el doctor ese
es el hijo del contratista” como marcando esa diferencia entre el que era dueño de la tierra y
el contratista, que por mas ventajosos que fuera su contrato de todos modos no era el dueño
de la tierra.

Del mismo modo que no es la misma vida cotidiana la que se organiza


alrededor del obrero rural que no tiene contrato y que por lo tanto trabaja al día, se le paga
el día por la tarea que realiza. O la vida cotidiana que se organiza alrededor de los obreros
golondrinas. son obreros que emigran a sus lugares de origen y van recorriendo el país
haciendo las cosechas estacionales. A Mendoza llegan provenientes de la zafra tucumana y
se van de Mendoza a la cosecha de la manzana de Río Negro.
Hasta hace muy poco tiempo, hasta antes que apareciera el cólera, los
grandes terratenientes en Mendoza podían alquilar los camiones para su cosecha y esos
camiones estaban llenos de gente. Así como uno alquila el camión de vacas, allá era posible
alquilar el camión cargado con los obreros golondrinas que hacían su trabajo, después los
subían al camión y se iban a Río Negro. Esta forma desapareció con la llegada del cólera, el
Estado hizo prohibiciones específicas de este tipo de contrato. En aquel momento, en el
primer año, hubo casos de intoxicación masiva de obreros golondrinas que eran
transportados en camiones-tanque, como no los podían transportar en camiones comunes
los transportaban adentro de los camiones-tanque. Hoy en Mendoza tiene una inmigración
de 40.000 bolivianos, documentados y residentes, y muchos más que no están
documentados. Muchos de ellos, , han llegado a la provincia como obreros golondrinas y
después quedan varados en Mendoza porque lo que cobran por su trabajo nunca les alcanza
para volverse a su país. Hoy están con problemas para volver a su provincia a raíz del
COVID 19. ( lean los artículos de los diarios de la Provincia)

Del mismo modo que tampoco es la misma vida cotidiana la del puestero de
cabras en medio de la montaña que la de sus propios hijos que migran a la ciudad buscando
fuentes de trabajo.

También en la vida urbana existe un tipo de determinación entre la actividad


productiva, la organización familiar y el tiempo libre. Y hoy como en las comunidades
campesinas ese tipo de organización tiene semejanzas y diferencias.

En el campo la vivencia del tiempo esta muy reglada o muy unida a los
ciclos naturales. En Mendoza el tiempo en el valle es tiempo de brote, es tiempo de
pámpano, es tiempo de cosecha. En la montaña es tiempo de nieve o tiempo de turismo,
cosa muy esperada en la montaña y que nos habla de una poderosa industria que ha tomado
alas desde hace pocos años en Mendoza.

Entonces, el tiempo de trabajo y también el tiempo libre de trabajo aparecen


muy unidos a los ciclos naturales. Por ejemplo, en el campo, depende de las distancias que
se tengan que recorrer, o zonas muy salitrosa cuando llueve el salitre se vuelve como jabón,
no se puede entrar a la chacra a trabajar. O en la montaña cuando nieva y la nieve se
acumula, tampoco es posible trabajar. Las actividades productivas se restringen a su
minima expresión y esto es lo que produce que haya tiempo libre de trabajo.

¿En que se usa ese tiempo libre en el campo? Se usa básicamente en


reuniones familiares o en reuniones comunitarias, es el tiempo en el cual el boliche, la
reunión con los tonaderos que se juntan a cantar con la guitarra, aparecen los partidos de
truco, de taba, y de bochas que se juega muchísimo en el campo en esta provicia.
También es la época en la cual aparecen las grandes fiestas comunitarias en
Mendoza que tiene una ligazón con aspectos religiosos, por ejemplo, la fiesta de la virgen
del Rosario. Esta fiesta se realiza en el Departamento de Lavalle en una zona casi
colindante con San Juan, zona en la que antes de la colonización el río Mendoza formaba
enormes lagunas. En las orillas de estas lagunas los huarpes tenían grandes asentamientos y
eran famosos por la pesca que hacían en las lagunas y por la cestería que confeccionaban
con juncos. En la época de la Conquista se construyo en ese lugar una capilla. Esa capilla es
hoy la construcción más antigua de Mendoza porque ha sobrevivido a todos los terremotos.
A lo largo del tiempo, con el mismo paso del tiempo y con las obras de canalización que se
han ido haciendo en el río Mendoza, las lagunas se fueron secando y hoy han sido
totalmente ganadas por el desierto, hoy es absolutamente arenosa esa zona. Lo que si ha
sobrevivido es la fiesta de la virgen del Rosario. Todos los años en el mes de agosto se
reúnen de vuelta en la capilla todos los puesteros de cabras que están dispersos por todo el
desierto y se constituye en la única vez al año en que todos se reúnen. En ese momento se
reabre la capilla, se hacen misas y se hace toda la fiesta que dura tres o cuatro días, los
bailes, las reuniones de tonada. Los puesteros llegan con toda su familia y establecen un
campamento, sobre las jarillas ponen mantas para postergarse del sol que ya es fuerte en esa
época y traen las majaditas de cabritos vivos que van a ser su alimento durante esos días.
Hace aproximadamente unos diez años esta fiesta empezó a ser explotada turísticamente y
hoy es una fiesta multitudinaria, en algún sentido empobrecida y en algún sentido también
enriquecida.

Esta raíz religiosa a las fiestas populares esta presente también en la fiesta de
la vendimia. Aun hoy, después de tantos años, la fiesta de la vendimia empieza con la
bendición de los frutos y se constituyen en una evocación a la virgen de la Carrodilla,
patrona de los viñedos, como dice la tonada.

Como vemos el tipo de actividad productiva y el tipo de tiempo libre tiene


como característica ser un tiempo vivido mas comunitariamente de lo que a veces aparece
en las comunidades urbanas. Los tiempos dedicados al trabajo son tiempos compartidos,
sobre todo en el campo, en la vida rural, por que toda la familia participa de la misma
actividad productiva. En el valle, por ejemplo, es toda la familia la que cultiva la tierra.
Cuando es tiempo, por ejemplo, de despampanar, que es cortarle los pámpanos híbridos a
cada una de las cepas para que solo queden los pámpanos que van a dar frutos y tengan mas
fuerza, o cuando es tiempo de escardar el campo en las chacras que es sacar los yuyos que
van creciendo entre las verduras, toda la familia participa de ese trabajo. Uno en ese
momento puede ver a toda la familia inclinada sobre la tierra. En las escuelas, por ejemplo,
en esas épocas, los chicos cuando son muchos hermanitos se turnan para faltar a la escuela,
entonces viene dos días cada uno para no atrasarse tanto, pero la tarea hay que hacerla y
todos tienen que trabajar.
Esto aparece también con la vendimia. Antes las clases empezaban el lunes
siguiente a la fiesta de la vendimia, pero en le campo los chicos van a la escuela a finales de
abril por que hasta entonces están trabajando en la cosecha. O cuando toca el turno del
agua. Como el agua es tan escasa son muy pocas y privilegiadas las fincas que tienen pozo
por que hay que cavar muy profundo para talvez encontrar agua, por lo tanto es muy caro
hacer un pozo. El agua de riego se distribuye por los canales, viene por los canales grandes
y después por las hijuelas, entonces cada zona tiene su tomero. El tomero es el que trabaja
en la toma de agua y establece los turnos; según el tamaño de la finca es la cantidad de
horas que tiene turno de agua. El tomero va poniendo las compuertas de manera que el agua
se vaya repartiendo, entonces cuando viene el turno del agua, que toca a cualquier hora del
día o de la noche, toda la familia la espera porque hay un trabajo enorme. Esa agua que
llega a la entrada de la chacra o de la finca hay que repartirla y hay que asegurarse de que le
llegue a todas las plantas, por que si hay una planta a la que no le llego el agua se seca,
entonces toda la familia tiene que ir limpiando las acequias, guiando el agua, talvez durante
toda la noche, para que llegue a todas las plantas. En todos estos casos la familia se
constituye en unidad de producción por que todos participan de la actividad productiva.
Esto pasa también con los puesteros en la montaña. Cuando llega la época de la parición de
las cabras todos tienen que trabajar, por supuesto ponen a todas las cabras en un corral, pero
si ese parto no es asistido por el puestero unas cabras pisan a los bebes de otras, es por ello
que toda la familia del puestero tiene que estar ahí atento para apartar los cabritos que van
naciendo, juntarlos con su mama, etc.

En la montaña, sobre todo, todas las actividades del verano se caracterizan


por ser de recolección para el invierno porque en el invierno no se puede producir. En la
montaña, en le verano las familias completas fabrican cosas para el turista, hacen pan,
tortas, mazamorras, pastelitos, alquilan caballos, etc. para proveerse de dinero para el
invierno, y a la vez crían las gallinas, los conejos, los cerdos que después se van a comer
durante el invierno.

Actualmente en la ciudad existen muchísimos vestigios de esta forma de


producción familiar en la vida urbana y es uno de esos puntos de articulación de los cuales
hablábamos. En Mendoza son muchísimas las familias -parte por tradición, pero también
parte por una situación económica creciente de dificultad que se reúnen para envasar los
tomates, los duraznos, las aceitunas para el carneo, situaciones que se convierten en
verdaderas fiestas familiares. Para estas actividades también se reúne toda la familia
grande, los tíos, los abuelos, los primos, etc. y entonces mientras uno pasa loa tomates por
aguo caliente, el otro los pela, ti otro hierve los frascos para envasar, etc., y de esta manera
se comparte el trabajo, pero también se comparte el producto de ese trabajo. Existe en esa
forma de actividad productiva la posibilidad de reencuentro con el producto porque cada
uno se lleva su frasco de tomates, su frasco de aceitunas, sus cuatro morcillas o sus
chorizos del carneo, y cada una de estas actividades termina con una fiesta, con el asado
compartido, con el mate, el baile, la tonada.

Esto pasaba también antiguamente y no tan antiguamente con la producción


del vino. Cada contratista elaboraba su propio vino y uno podía encontrar fácilmente vino
casero. Este modo de producción también ha ido desapareciendo a partir de un proceso de
industrialización creciente y entonces hoy loa medianos y los pequeños productores le
venden su vid, su uva, a la bodega grande que es la que elabora el vino, o le vende la fruta
o la verdura a la fábrica que es la que procesa, y en esto también aparece lo de la selección.
La primera selección es para el exterior, la segunda selección es para Buenos Aires, la
tercera para el consumo de Mendoza, y la cuarta es para la fábrica, con la que se hace el
dulce, se envasa la fruta.

Vemos entonces cómo en Mendoza este estilo de producción de la tierra ha


tenido que ver también con el desarrollo industrial que ha tenido la provincia. Un Mendoza
no hay grandes industrias automotrices ni grandes fábricas textiles, sí hay grandes bodegas,
grandes envasadoras de frutas y verduras, grandes secaderos de frutas y verduras.

Entonces, en la vida rural existe una relación de interioridad entre la


actividad productiva, y la organización familiar. Por otro lado, también hay una profunda
relación entre el uso del tiempo libre con esa actividad productiva y con la organización
familiar. Y en la vida urbana vemos cómo hay momentos y hay vestigios de este mismo
tipo de organización. Estamos hablando de distintas formas de organizador, de la vicia
cotidiana, vidas cotidianas que se organizan con distintos tiempos, distintos espacios y
distintos ritmos.

EN la vida rural, decíamos hace un ratito, la vivencia del tiempo tiene que ver
profundamente con los ciclos naturales. En las ciudades el tiempo tiene mucho más que ver
con el reloj, en las ciudades más bien medimos el tiempo por el reloj, en las ciudades el
tiempo es las 7.15 o las 7.20 y una diferencia de cinco minutos hace que nos recorten el
sueldo si perdemos el presentísmo. En cambio, en la vida rural el tiempo tiene que ver con
una articulación de tiempos naturales, es tiempo de brote, tiempo de cosecha. Se trabaja de
sol a sol.

Sin embargo, también en nuestra vida urbana, esta medición del tiempo por
hechos concretos tiene su vigencia. Para la ciudad también es tiempo de cosecha, tiempo
de vendimia, también en la ciudad es tiempo de turismo, porque son hechos que alteran la
vida cotidiana normal, el perfil normal de la ciudad.

Esto mismo pasa con el espacio. El espacio también tiene una profunda
inscripción interna y tiene que ver con la propia identidad. La maestra de jardín de infantes
de la escuela vino un día a mostrarme un trabajo, les había dado unas hojas grandes a los
chicos tratando de ejercitar el concepto de cerca-lejos, entonces les había dibujado en
esas hojas un árbol y les había pedido que dibujaran un perrito cerca del árbol, y había un
niño que lo dibujaba en la otra orilla de la hoja. Cuando nos pusimos a hablar con ese niño,
ese chico caminaba dos kilómetros diarios para llegar a la escuela y dos kilómetros de
vuelta, por lo tanto, para él que el perro estuviera en la misma hoja ya era sequísimo.

Vemos como el espacio tiene una inscripción y tiene que ver con la propia
identidad, y qué poco se respeta cuando ese espacio en el que vivimos sufre una ruptura o
un cambio. Cuando fue el terremoto en el 85, hubo una franja de la ciudad por donde pagó
la línea del terremoto donde se cayeron casas, obviamente te casas precarias que no eran
antisísmicas, entonces a las familias que vivían en esas casas las albergaron en escuelas,
pero pusieron en funcionamiento escuelas donde albergaban a mujeres, escuelas para niños
y escuelas para hombres. Imagínenle lo que pasaría en el mundo interno que se habían
quedado sin casa y que además se desmembraba el núcleo familiar. Como en toda crisis
aparece el surgimiento desembozado de los prejuicios. Uno podía escuchar en todos lados
"mira esas vagas que se la pasan tornando mate todo el día, por lo menos podrían limpiar la
escuela donde están". Esas mujeres se les había caído la casa, pero esa casa además de ser
su espacio físico cotidiano era el asiento de su propio rol, si no tenían casa ¿de qué van a
ser amas? Qué poco se entiende y se tolera un proceso interno de reacomodamiento, de
reconstrucción, de duelo por las perdidas que obviamente no sólo eran perdidas externas
sino también pérdidas internas.

Decíamos el tiempo y el espacio. Ese tiempo y ese espacio se conjugan con


un ritmo determinado, un ritmo que es diferente, que es más lentificado en la vida rural,
que es más rápido en la ciudad de Mendoza..

Por ahí hay un dicho que dice "mendocino, pata la rastra" haciendo referencia
a esta mayor lentitud que tiene el ritmo para nosotros y que y se asocia profundamente con
la siesta mendocina, entre las dos y las cuatro de la tarde no hay ni un quiosco abierto para
comprar un caramelo, todo el mundo duerme la siesta. La siesta mendocina nació en el
ámbito rural. En el campo el día empieza antes de las seis de la mañana, hay que trabajar
rápido porque el sol pega tan fuerte que a las doce ya es imposible seguir trabajando en el
campo. A las doce se termina el trabajo, uno se va a almorzar, duerme la siesta dos horas, y
recién a las cuatro y media, cinco de la tarde puede volver a tolerarse oí pique del sol, y se
trabaja hasta que se hace noche oscuro. Bueno, esa costumbre tan linda sobrevive, por
suerte, en la ciudad donde también dormimos la siesta.

Ese ritmo que tiene el ámbito rural tiene que ver con el modo de producción.
Aquel que trabaja de sol a sol en tiempo de cosecha tiene que ahorrar energías para el
trabajo, por eso regula a un ritmo más mesurado. Este chico que camina dos kilómetros
para llegar a la escuela trabaja a un ritmo más lento que un chico que vive al lado de la
escuela que llega con otro tipo de ritmo interno. En la escuela también se tiene muy poca
tolerancia por esos ritmos y en la escuela el chico que trabaja más lento es tonto o es vago.
En Mendoza el ritmo y la vagancia, en el prejuicio que se vuelca sobre esas actividades,
tiene mucha fuerza.
Hasta aquí he tratado de mostrarles cómo en los ámbitos rurales y ligado al modo de producción
se organiza un tipo de vida cotidiana en algunos puntos diferente al que se organiza en la
ciudad y en algunos puntos en semejanza con el ritmo de la ciudad, sin embargo, hoy en la
provincia de Mendoza ambas vidas cotidianas están frente a una crisis económica.
Una provincia que es muy particular: hay una fotografía de Máximo Arias que grafica nuestros
contrastes, se llama las dos vendimias y en ella el retrato de la reina de la vendimia y en el escalón
de la misma vidriera del diario un niño durmiendo en la calle.
¿Qué queremos decir con esto? que Mendoza no es una isla.

Hay hambre y desocupación. El drama nacional del hambre y la pobreza también golpea aquí.
Con datos como 950.000 pobres y, dentro de éstos, 400.000 indigentes de los cuales 255.000
son niños , condenados por esta política a la inferioridad física y mental por el resto de sus vidas
Mendoza tiene una estructura económica bastante diversificada, pero el petróleo y la tierra
(especialmente la dedicada a la vitivinicultura) son la viga maestra de su economía;
Petróleo: Repsol es la principal petrolera en Mendoza Exporta petróleo y derivados sin que se
le controlen los volúmenes. Se dice que, además, paga las regalías a un dólar más bajo que el
oficial Junto a las demás petroleras, han ido subiendo sin parar, el precio interno de los
combustibles hasta alcanzar un precio superior al internacional
De la vitivinicultura: les podemos contar que se han extranjerizado la mayoría de las más
importantes bodegas y tierras.
De 2.000 bodegas que habla en el año '75. hoy quedan alrededor de 500 Otro tanto se puede
decir de los viñateros Miles fueron a la quiebra en estos años (se arrancaron más de 100.000
hectáreas de viñas)
Bancos y financieras: las medidas nacionales, acordadas con el FMI afectarán a los chacareros y
deudores por el compromiso de no postergar más la suspensión de los remates y por la
privatización del Banco Nación y otros bancos todavía estatales que se nos exige bajo el título
de "reforma financiera para reactivar los préstamos para la producción".
Hoy, la provincia, además, tiene una deuda externa de más de u$s más de1.000 millones.

Las vides, los frutales y las chacra sabemos que están regadas por el sudor y el esfuerzo de
quienes siembran esperanzas y cosechan salarios magros y muchas veces un nuevo traslado,
dejando en cada surco parte de sus vidas.
Cabe recordar que Mendoza es primera productora nacional de" tomate, ajo, durazno, cereza
y olivo
Dos hechos muestran que no todo está tan bien como pretenden mostrarlo:
Ha caído la superficie sembrada con tomate. De 5.000 hectáreas se pasó a 3.000, con lo que
la producción paso de 200.000 toneladas a 100.000 toneladas.
En el durazno, se ven los cambios en la nueva relación de costos: la mano de obra cayó de 9
al 5%, el durazno pasó del 40 al 30% del valor por lata, mientras que la hojalata creció del 36 al
54%.
En viñas y en chacras se ve una mayor demanda de mano de obra y mejoría en el pago al día.
Hay mayor demanda de mano de obra. Pero también se ve que las condiciones de trabajo
actuales no tienen reglas de horario, ni de accidentes, ni de salarios, ni de ropas, convenios,
obra social, de ningún tipo. Solo rige la relación entre la condición humana del patrón o
capataz y la obediencia o rechazo a los atropellos de los empleados y obreros. 8 los datos no
están actualizados)

Entonces, estos obreros que pierden su fuerza de trabajo, su casa, ¿u contrato,


su sueldo, hacen un proceso de migración hacia la ciudad, pero llegan a la ciudad sin
capital, con una, fuerza de trabajo que tiene que ver cotí la posibilidad del trabajo en el
campo, es decir, sin instrumentos para los trabajos ciudadanos y por lo tonto queda
atrapados en los cinturones de la ciudad como mano de obra barata y no calificada,
entonces hoy hacen changas o se dedican básicamente a la construcción. En este sentido
esta situación se agrava con la privatización de YPF y de Agua y Energía en Mendoza.
Imaginen Uds. el impacto que produce en la estructura de Mendoza la privatización de esas
dos empresas. Uds. saben que hace un mes atrás los nuevos dueños de estas empresas les
han pasado la topadora a los barrios construidos alrededor de las empresas. Desde la
Escuela de Psicología Social hicimos un trabajo con empleados despedidos de Agua y
Energía y ellos decían "yo llevo 30 años en esta empresa, cómo me van a despedir a mí que
tengo a Agua y Energía acá". Imaginen el impacto, la desvalorización, la desestructuración
a nivel de mundo interno de esas personas. Y a la vez los efectos que eso produce en la
organización de la vida cotidiana de Mendoza. En un mes aparecieron 200 farmacias y
miles de quioscos o de almacencitos abiertos en los garajes de las casas, actividad que
rápidamente también va a la quiebra porgue no pueden competir.
¿Es necesario hacer este análisis? Pensamos que sí, que es necesario poner la mirada sobre
distintos escenarios: el económico, político, social, el del trabajo, el institucional, grupal y
personal, porque la realidad es compleja y ningún proceso se desarrolla en forma aislada, sino a
partir de causas internas en relación con otros procesos que los condicionan. Y aunque no se
alcancen a conocer todas esas determinaciones es importante saber que existen, para poder ir
ajustando la mirada y reconociendo las contradicciones y las múltiples interconexiones en ese
proceso en desarrollo. Y es en un proceso y en una práctica concreta donde hemos ido
reconociendo esta necesidad de tener una lectura más abarcativa para unirlas a la particularidad
de cada situación, al sector de la realidad en la que uno va a trabajar. "

Indudablemente esta situación va produciendo cambios en la vida cotidiana pero no


sólo de Mendoza, produce que haya una emigración del campo hacia la ciudad, pero
también produce emigración desde la ciudad de Mendoza. En un tiempo, cuando apareció la
promoción industrial. en San Luis, fueron muchísimos los mendocino que se fueron o San
Luis creyendo que esto los iba a posibilitar nuevas fuentes de trabajo y muchísimos son los
que se vienen a Dueños Aires que aparece como el lugar ideal en el cual están todas I«G
respuestas económicas, y de vuelta vuelven a quedar atrapados en los cinturones. Como
surgen las Villas …. Compartir cultura agruparse…

Frente a estas realidades es que planteamos desde la psicología social la


necesidad de hacer una crítica de la vida cotidiana, ponernos como necesidad hacer una
crítica de estas condiciones concretas de existencia en nuestro país en las distintas formas
de vida cotidiana, porque es justamente ese espacio de la vida cotidiana el espacio en el
cual se satisfacen o se frustran nuestras necesidades. Por ahí cuando decimos el espacio de
satisfacción o frustración de las necesidades aparece como un lugar teórico que uno no sobe
bien dónde está, sin embargo ese lugar es nuestra vida cotidiana, ese lugar donde comemos,
dormimos, charlamos, y fundamentalmente producimos todos los días. Es por eso que
proponernos una mirada crítica sobre la vida cotidiana, no es fácil, porque uno es parte, uno
está dentro de esa vida cotidiana. Por eso es importante saber desde dónde nos paramos
para mirar esa vida cotidiana, porque nos paramos siendo nosotros mismos, nos paramos
con nuestra historia, con nuestros aprendizajes, con nuestra historia vincular, con nuestra
ideología, con nuestro modo de comprender la realidad, con nuestros prejuicios. Por eso es
tan importante trabajarse en función de poder trabajar los propios prejuicios que operan
desde nosotros y que colaboran a mantener ese velo sobre la vida cotidiana. Como muchas
veces esos prejuicios nos conducen como a dos extremos, uno sería el de la descalificación,
cuando decimos "esos vagos", "los negros", a "los bolitas" como se dice a los bolivianos, y
el otro extremo opera a veces como idealización que no es otra cosa que una
descalificación encubierta, cuan_ do por ahí uno escucha decir "bueno, dejémoslos, si total
ellos son más felices que nosotros" o cuando decimos "qué hago yo viviendo en la ciudad
si a mí me gusta el trabajo del campo", y en realidad lo que hacemos es desconocer el
esfuerzo y la tremenda situación de sometimiento que implica hoy el trabajo en el campo.

Desde este lugar es que sostenemos que el principal problema de nuestra


estructura socioeconómica es el problema de la propiedad de la tierra, cómo está
distribuida la tierra y cómo se distribuye la riqueza que esa tierra produce. A partir de un
largo proceso ideológico se han ido gestando prejuicios que tienen como objeto legalizar y
convalidar esa situación, esa apropiación de unos pocos de lo mucho. Y esto nos ayuda a
entender por qué en nuestro país justamente los depositarios de las tradiciones, del saber
popular, de la historia de nuestro pueblo son los que hoy sufren más duramente los efectos
de esa- crisis socioeconómica, son los que tienen menores posibilidades socioeconómicas,
los que tienen menor acceso a la educación, a la salud. Uds. trabajaban la clase pasada esto
de la inclusión y la exclusión, quiénes van a quedar incluidos y quiénes excluidos en este
nuevo modo de producción, quiénes van a quedar incluidos y excluidos de este desarrollo
tecnológico.
Las condiciones concretas de existencia se expresan en la vida cotidiana. Es decir, la
vida cotidiana es el aspecto visible de las condiciones concretas de existencia, por eso la
vida cotidiana es el lugar donde emergen las necesidades y serán satisfechas o no, es el
lugar donde se cumple el destino de las necesidades de los hombres.

La psicología social al abordar al sujeto en situación, es decir, al hombre en sus


condiciones concretas de existencia se define como crítica de la Cotidianidad. ¿Por qué
indaga la cotidianidad? Porque es el lugar donde se organiza y desarrolla la experiencia de
los sujetos y por el lugar fundante de esa experiencia en la constitución de la subjetividad.
La cotidianidad se da en un espacio y un tiempo, es decir, es en un espacio, en un tiempo y
con un ritmo determinado en que se dan esas relaciones sociales que establecen los
hombres. Espacio es el hábitat, el ámbito, es el paisaje, Pichon habla de ecología interna
que es cómo el paisaje es parte del sujeto, está absolutamente incorporado, internalizado y
nos diferencia. Dice Saramago, haciendo referencia a una pintura barroca, que no podía ser
el autor alguien nacido en tierras áridas. El paisaje nos alberga y nos distingue. El tiempo
tiene que ver con un tiempo real, histórico pero también con un tiempo interno, y el ritmo
es aquello que establece ciertas regularidades que tienen que ver en general con la principal
actividad del sujeto en el momento de su vida y que tiene que ver con el trabajo o el no
trabajo, con la escuela para el chico, pues esa es una actividad principal en esa época de la
vida.

Por eso entendemos que es tan importante, que es tan caro a la psicología social
hacer una crítica a nuestra cotidianidad para poder entender cuáles son las leyes que están
organizando estas formas de cotidianidad que se dan en cada provincia, en nuestro país y en
el mundo porque depende de la época en que nos haya tocado vivir, el lugar sus
costumbres, sus formas de organizar las leyes, serán las formas de vida que iremos
incorporando en nuestro psiquismo. Las condiciones concretas de existencia que van a ir
determinando nuestras conductas. Y para nosotros es importante conocer la relación
dialéctica y fundante entre este Orden social y la subjetividad: cuales son sus grados de
articulación, con el objetivo fundamental de poder operar en ellas. La mirada está puesta en
poder operar para transformar.

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