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DEMANDA EFECTIVA Y EL NIVEL DE CONSUMO

En este texto se abordan las principales características de la demanda efectiva y el consumo y la

relación entre estos dos aportes de la teoría Keynesiana que define la macroeconomía desde la

crisis de 1929, cuando empezó la crisis del modelo neoclásico hasta 1975 que fue el periodo en

que la teoría Keynesiana se puso en práctica en los estados del mundo a través del modelo de

estado de bienestar. Se aborda la pregunta ¿El ahorro determina un crecimiento en la economía?

Partiendo del papel del ahorro en la demanda efectiva y la incidencia de este sobre el consumo

final.

John Maynard Keynes contradice la supremacía del mercado introducida por los neoclásicos que

consideran a la oferta y la demanda como factores independientes, Keynes aporta a la teoría

económica el concepto de demanda efectiva, consolidando la oferta y la demanda como factores

dependientes, enlazados y determinados por una serie de factores al consumo como el ahorro y la

propensión marginal a consumir que determina a su vez la cantidad de productos ofrecidos y por

tanto la estabilidad económica de un país cuando estos factores mencionados inciden sobre el

empleo y la ocupación ocasionando síntomas económicos como recesión económica y en algunos

casos crisis económicas; También cabe resaltar la incidencia de las tasas de interés que

determinan el consumo de los individuos y ocasionan lo ya conocido como inflación, burbujas

económicas caracterizadas por mucho dinero especulativo ocasionado por los mercados

financieros, estos son otros aportes de Keynes a la consolidación de la macroeconomía.


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Volviendo al punto central se observa lo imprescindible del factor ahorro para entender como

funciona la demanda efectiva y en sí, toda la macroeconomía, partiendo de la relación entre las

empresas y las familias se obtiene que las empresas pagan unos salarios que esperan recuperar en

una tasa de ganancia neta obtenida a través de la venta de sus productos, es decir se espera que

los trabajadores gasten todo lo que ganan, pero en realidad no es así, los trabajadores consumen

una parte de su salario y la otra la destinan a el ahorro, por lo tanto el ingreso esperado de las

empresas disminuye.

Para que el ingreso esperado se vuelva a equilibrar con la demanda agregada se debe hacer una

inversión que debe ser igual a el ahorro, esta inversión sale de la reducción de costos, de esta

manera, disminuye su producción despidiendo a algunos trabajadores hasta que el ingreso

esperado sea igual a la demanda agregada determinando las fluctuaciones en el nivel de empleo,

por consiguiente el empleo esta determinado por la inversión y el ahorro.

Definiendo la propensión marginal a consumir como el aumento que experimenta el consumo por

cada aumento unitario de la renta se puede concluir que si la propensión marginal a consumir

aumenta el ahorro disminuye, los factores que determinan si la propensión a consumir aumenta es

decir el incentivo de consumir en vez de ahorrar esta determinado por las tasas de interés. Si el

ingreso aumenta el ahorro y la propensión marginal a consumir también aumentan pero son las

tasas de interés lo que determina si la renta aumenta.


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Estas relaciones entre el la tasa de interés y la renta influencian a las empresas en sus decisiones

de inversión así como a los consumidores en su ahorro concluyendo así que todo ahorro se

convierte en inversión y que las proporciones de estas determina el nivel de empleo y la

estabilidad de el mercado laboral llegando así a lo que Keynes denomina el pleno empleo.

Como conclusión general a la hipótesis planteada como la incidencia de el ahorro en el

crecimiento económico se puede afirmar que el ahorro genera crecimiento económico pero no

todo ahorro, sino aquel que se convierte en inversión o en consumo, todo agente económico

ahorra para consumir es decir se sacrifica el consumo inmediato por un consumo futuro pero lo

que determina que este consumo sea inmediato o futuro son las tasas de interés, si observamos

una tasa de interés alta el consumo disminuye y por tanto el ahorro aumenta. Las tasas de interés

son paliativos efectivos para mantener la fluctuación de la economía entre los rangos esperados,

sirven para frenar la economía o para acelerarla según la situación que se observe a tal punto de

controlar la inflación cuando se suben las tasas de interés y de incentivar el consumo cuando las

tasas de interés son bajas, por lo tanto el ahorro es beneficioso para la economía en su conjunto

por que hace que la productividad aumente cuando la economía así lo requiere y de esta manera

no caer en crisis.
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Bibliografía

Teoría de la ocupación y el dinero - John Maynard Keynes.

Ahorro y consumo como factores de crecimiento -Antonio Pulido* Ana Mª López** (Instituto

L.R. Klein-Centro Stone, UAM)

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