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Mañana 27 de marzo el Papa Francisco dará a las 6:00 p.m. de Roma (12
meridiano, Colombia) la bendición Urbi et Orbi –a la ciudad y al mundo– ante una
Plaza de San Pedro que estará vacía debido a la pandemia del coronavirus, pero que
será una oportunidad para que los fieles puedan obtener la indulgencia
plenaria si siguen la transmisión por los medios de comunicación. Él mismo lo ha
anunciado así:
Se tratará de una bendición Urbi et Orbi extraordinaria, pues los pontífices suelen
impartirla solo el 25 de diciembre y el Domingo de Pascua.
¿Qué es una indulgencia? Es un perdón de los pecados que sólo puede ser
otorgado por la Iglesia a través de su representante legítimo. El origen de esta
palabra está en el vocablo latino “in - dultum”; el prefijo in significa sin y el sufijo
dultum, deuda. Literalmente significaría sin deuda; por tanto, se trata de un
proceso espiritual mediante el cual se recibe por Misericordia de Dios la remisión
de la culpa que ha originado el pecado.
Las indulgencias, que pueden ser parciales o plenarias, pueden obtenerse para uno
mismo o para un difunto. No se puede ganar una para otra persona viva.
Para ganar la indulgencia plenaria hay que cumplir alguna de estas tres
condiciones: confesión de los pecados, o participar presencialmente o por medios
de comunicación de la absolución que da el Papa. Esta oración, indica el Vaticano,
“queda a elección de los fieles, pero se sugiere un ‘Padrenuestro’ y un ‘Avemaría’”.
El Vaticano precisa además que “es conveniente, pero no necesario, que la
confesión sacramental, y especialmente la sagrada Comunión y la oración por las
intenciones del Papa, se hagan el mismo día en que se realiza la obra
indulgenciada; pero es suficiente que estos sagrados ritos y oraciones se realicen
dentro de algunos días (unos veinte) antes o después del acto indulgenciado”.
Por todo lo anterior invito a toda nuestra comunidad parroquial para que nos
preparemos para vivir este momento de oración intensa de toda la Iglesia.
Para prepararnos como Parroquia para vivir el encuentro con Papa a través de los
medios les propongo lo siguiente:
2. Meditar el silencio el salmo. Podemos dialogar sobre lo que más nos llama la
atención del salmo, o de aquello que nos llegó al corazón.