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Discurso EO y E

Escogemos quienes somos?

No se si alguna vez les ha pasado a alguno de ustedes, pero a mi me pasaba muy a menudo
cuando pequeño, y aun me sigue pasando, que siempre que intentaba corregirle algo a mi
papá, ya fuera en su forma de actuar, en su pensamiento, o incluso en algo que dijo mal, el
me respondía, “yo soy así y así me quedé”. Y esta frase, tan simple y coloquial como
parece serlo, me abrió una gran incógnita que estoy seguro todos nos hemos hecho alguna
vez en nuestras vidas, o por lo menos lo hemos escuchado en nuestro profesor de filosofía,
¿nacemos, o nos hacemos?

Esta, a pesar de parecer una pregunta simple, puede llegar a ser muy compleja a la hora de
analizarla, pues nos lleva a preguntarnos sobre la existencia misma. Independientemente de
la religión que sean, o si no son religiosos, hay algo que todos conocemos como naturaleza
humana, esas cualidades propias del ser, que son inherentes al mismo, es decir, se nace con
ellas y es parte de lo que nos hace lo que somos. De igual manera, ven ustedes en su día a
día, que dos personas, que incluso pueden ser hermanos gemelos, criados con los mismos
padres, educados por los mismos profesores, e influenciados por el mismo grupo de
amigos, nunca van a llegar a ser iguales, porque cada uno tiene algo que lo hace único y
diferente del resto, quizás algo con lo que se nace. De esta manera, se puede argumentar
que el ser humano nace, pues por mas factores que influyan en su vida, nunca va a dejar de
ser quien es. No obstante, sería completamente erróneo decir, que todo lo que vivimos, que
todas las relaciones interpersonales que tenemos a lo largo de nuestras vidas, la educación,
la crianza e incluso una simple charla, no influye en nuestras vidas, en quienes somos, o por
lo menos en como pensamos; por lo que también podríamos argumentar que el ser humano
se hace a partir de sus vivencias y experiencias. Así pues, resulta muy difícil decidirse por
una, y quedarnos en un punto medio, no sería más que un peligro de ser llamados “tibios”,
y ahí está la complejidad de la pregunta.

Para comenzar a desglosar un poco la pregunta, la presentaré en términos mas técnicos, ¿la
existencia precede a la esencia? En donde la esencia viene siendo el ser, con lo que se nace;
y la existencia, el construir de nuestros día a día, o en distintas palabras, la suma de
nuestros vivencias y experiencias.

Evidentemente no somos los primeros ni los últimos en hacernos esta pregunta, que lleva
varios siglos que la sociedad, quizás desde antes de filósofos como Thomas Hobbes y
Rousseau quienes hablan sobre si el hombre es bueno o malo por naturaleza, asumiendo
que tiene una esencia. Sin embargo, quien llega a realmente proponerse a responder si esa
esencia existe, es Jean Paul Sartre (un reconocido filósofo francés del siglo XIX), quien
intenta dar una respuesta a la pregunta central de la que venimos hablando. De una manera
muy general Sartre da una respuesta muy concreta a la pregunta, y es que efectivamente la
existencia precede a la esencia. Para Sartre, y concuerdo en esto con él, no somo lo que
somo porque así nacimos, si no porque así decidimos serlo, en fin de cuentas habla de que
somos responsables de nosotros mismos y de nuestra existencia.
Yo les pregunto a ustedes: ¿Ustedes serían quienes son hoy en día si no fuera por todo lo
que han vivido? Pues de igual manera todos somos quienes somos por la suma de nuestros
recuerdos, de nuestras experiencias, de lo vivido, de la existencia. Para Sartre, y
nuevamente concuerdo con él, la naturaleza humana se vuelve una mera excusa para
justificar quienes somos, y nuevamente podemos simplificarlo con una frase: se es quien se
quiere ser.

Quien es cobarde, no es cobarde solo porque piensa que es cobarde, sino que se vuelve
cobarde cuando comete actos de cobardía. De la misma forma es valiente quien comete
actos de valentía, porque eso es lo que lo hace valiente, y cada día estamos creándonos y
recreándonos a nosotros mismos con cada acción y cada decisión que tomamos.

Esa frase de cajón de “estoy muy viejo para aprender” resulta completamente absurda en
este contexto, pues el que quiere aprender, aprende, porque es cuestión de decidirse por
aprender, por cambiar, el ser humano no es estático, está en un constante cambio. El mismo
Sartre dice que, si somos la suma de nuestras acciones, nacemos siendo nada, porque al
nacer, no hemos hecho nada que nos haga alguien, si no que a medida que actuamos, nos
construimos. Lo único inherente al ser humano, o que podemos llamar naturaleza humana,
son nuestros factores físicos y biológicos, pero en tanto a nuestra conciencia, nunca
paramos de reinventarnos, y el que se estanca es porque quiere, porque le tiene miedo al
cambio, o porque cree que ya se construyó, pero no es así, la existencia conlleva cada uno
de nuestros días, hasta el final.

Por esto creo firmemente que no se puede juzgar la vida de alguien, hasta el día de su
muerte, porque todavía no ha terminado de construirse, todavía puede cambiar. Por eso hoy
los invito y me invito a mí mismo, a no quedarnos estancados, a vivir todo lo que tengamos
que vivir, todas la experiencias que nos quedan, todas las discusiones que no hemos tenido,
los invito a cambiar de opinión sobre cualquier tema las veces que sea necesario, pero sobre
todo a ser coherentes, porque, como mencioné anteriormente, el que es valiente es porque
comete actos de valentía, no por pensar, ni mucho menos por decir que es valiente. De igual
manera, logren, o más bien logremos llegar a ser quien decimos ser, logremos poner en
práctica lo que pensamos, por que si no, no somos nada, si no existimos, no podremos
pensar por nosotros mismos y nunca podremos escoger quienes somos, porque ese es el fin
de existencia, y ese es el fin de este discurso, que escojamos quienes somos y no nos
arrepintamos de ello, que cada día seamos capaces de decidir y de actuar por nosotros
mismos, sin una supuesta naturaleza que nos predisponga a ser lo que no somos.

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