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Modulo7 Sombrio
Modulo7 Sombrio
tierra en el cual los árboles se combinan temporal y/o espacialmente con pasturas (uso animal) o
cultivos agrícolas; en la agroforestería se combinan elementos de la agricultura con elementos
forestales que se traducen en sistemas de producción sostenibles en la misma unidad de terreno
(Durán, 2004).
En este módulo se exponen algunos conceptos básicos sobre sistemas agroforestales, se explican
en forma resumida los diferentes tipos de sistemas agroforestales basados en la revisión de
algunas referencias bibliográficas; igualmente, se incluyen resultados de investigaciones realizadas
en Cenicafé sobre este tema.
Son muchas las definiciones que se han dado de “agroforestería” o sistemas agroforestales, entre
éstas pueden citarse:
Somarriba (Somarriba, 1990) afirma que la agroforestería es una forma de uso de la tierra en la
que se cumplen las siguientes condiciones fundamentales:
El CATIE (CATIE, 1986) los define como: “Formas de uso y manejo de los recursos naturales en
los cuales, especies leñosas son utilizadas en asociación deliberada con cultivos agrícolas o con
animales en el mismo terreno, de manera simultánea o en una secuencia temporal” .
Fassbender (Fassbender, 1987) y Torquebiaeu (Torquebiaeu, 1993), indican que: “Son una serie
de sistemas y tecnologías de uso de la tierra en las que se combinan o interactúan árboles con
cultivos agrícolas (anuales o perennes) (figura 1), en función del tiempo y del espacio, para
incrementar y optimizar la producción en forma sostenida .”
Figura 1. Interacciones entre cultivos, árboles y animales
Las clasificaciones simples se basan en el análisis estructural de los sistemas , dado que es la
clasificación más utilizada, se hará alusión a ésta. La clasificación simple se fundamenta en la
presencia, el arreglo y la disposición de los componentes dentro del sistema (Torquebiaeu, 1993)
(figura 2).
Figura 2. Mapa conceptual del análisis estructural de los sistemas agroforestales
Presencia
Basada en interacción de los tres principales componentes agroforestales: árboles, cultivos y
pastos (animales), se definen las siguientes categorías estructurales (figura 3).
Sistema silvopastoriles. Asociaciones de árboles con pasturas. Los animales deben estar
presentes físicamente cerca de los árboles y dentro del mismo terreno para calificar como tal.
para animales.
Arreglo
El arreglo se refiere al orden de los componentes en el espacio y en el tiempo. El arreglo espacial
tiene que ver con la ubicación física de los componentes en el lote y el arreglo temporal
(secuencia) describe si los componentes están al mismo tiempo en la parcela, si siguen uno a otro
o si se sobreponen parcialmente en el tiempo. Los principales tipos de arreglos son:
Zonal. Los diferentes componentes están arreglados geométricamente dentro del lote. Como
ejemplo, con estos sistemas se establece en los cafetales la sombra de una forma sistemática, con
arreglos espaciales definidos, buscando un nivel de sombrío óptimo para el café (Federacafé,
1997) (figura 5). Las especies arbóreas comúnmente empleadas como sombrío pertenecen a los
géneros Inga , Albizzia y Erythrina (Rice, 1997; Federacafé, 1958).
Figura 5. Cultivo de café con sombrío diverso tecnificado
Disposición
La disposición o estratificación de los componentes pueden ser simple o estar dispuesta en varios
estratos (multiestratos).
Estratos simples. Sólo hay una capa de árboles; por ejemplo, café con sombrío solamente de
guamo, carbonero o cámbulo, etc. (figura 6).
Multiestratos. En la disposición estratificada hay varias capas de árboles, en el caso del café el
sombrío puede establecerse con diversas especies simultáneamente (figura 7).
Figura 7 . Sombrío del café en multiestrato ( Inga sp. + Albizzia sp. + Erythrina sp., etc.)
Existen otras disposiciones de los componentes dentro de los sistemas, tales como:
Las categorías reúnen elementos comunes articulados y jerárquicos, de manera que se facilite el
conocimiento de las funciones de los sistemas (Nair, 1985). Estas categorías son:
Figura 8.
SAF. Árboles con cultivos perennes
Las funciones de los árboles en estos sistemas son: proveer sombra y protección al cultivo,
fertilización y conservación de suelos, control de arvenses, soportes vivos y producción de leña,
madera, forraje y frutos, entre otros (Durán, 2004).
Figura 9.
SAF. Árboles con cultivos anuales
Interacciones árbol-suelo-cultivo
Las interacciones pueden ser positivas, neutras o negativas. Cuando la interacción es positiva,
hay complementariedad entre los componentes mientras que si la interacción es negativa ocurre
competencia entre los componentes (Beer, 1998; Beer 1987, Federacafé 1958; Guharay 2001;
Haggar, 2001; Van Noordwijk, 2000).
a. Interacciones positivas
Reciclaje de nutrientes. Se puede basar en:
• La toma de nutrientes por las raíces del árbol en las capas superficiales del
suelo, sin entrar en competencia con el cultivo.
• Las raíces de los árboles pueden tomar nutrientes lixiviados en las capas
profundas del suelo y ser devueltos a las superficiales.
• Los árboles que toman nutrientes de las capas profundas del suelo, pueden
actuar como “bomba de nutrientes”.
Producción de residuos vegetales. Si los residuos vegetales tienen baja relación C:N, y bajos
contenidos de lignina y polifenoles, estos se descomponen rápidamente y los nutrientes estarán
disponibles para el cultivo y los árboles.
Cobertura muerta (mulch). Los residuos vegetales que tienen una alta relación C:N y altos
contenidos de lignina y polifenoles, se descomponen lentamente actuando como cobertura
muerta; el mulch conserva la humedad del suelo durante los períodos secos. El mulch es
importante donde el suministro de agua para los cultivos es un problema especialmente si son
suelos arenosos.
Los árboles son fuente de nitrógeno. Tanto las raíces de los árboles como las de los cultivos
pueden ser fuente de N por: fijación, nodulación y muerte de raíces, entre otros.
Control de arvenses. El sombrío dado por los árboles y el cultivo contribuye a la reducción en el
número y el porcentaje de cobertura de arvenses.
Efectos microclimáticos. Los árboles reducen la velocidad del viento, regulan la humedad y la
temperatura dentro del cultivo, reducen la evapotranspiración de los árboles y el cultivo y reducen
el daño causado por la lluvia y el granizo.
A largo plazo. El efecto combinado árboles y cultivo, reduce los procesos erosivos, mantiene la
estructura del suelo y conserva los contenidos de materia orgánica. El sistema radical de los
árboles puede mejorar el drenaje y la aireación del suelo, y remueve los excesos de humedad del
suelo.
b. Interacciones negativas
• Se requiere mano de obra adicional para otras labores como las podas
• Los árboles obstaculizan el establecimiento de estructuras contra la erosión
• Las raíces de los árboles compiten por humedad durante épocas secas y por
oxígeno durante épocas húmedas
• Tanto los árboles como los cultivos pueden ser hospederos de plagas y
enfermedades
Por qué establecer café con sombrío
La tendencia general de la zona cafetera, es la de presentar dos períodos secos y dos húmedos en
el año. Los meses de exceso hídrico son entre abril y mayo y entre octubre y noviembre. En las
regiones Norte, Sur y Oriente del país la tendencia es a presentar en el año una sola estación
húmeda (Jaramillo, 2005).
En la región cafetera Norte de Colombia (10° 25' Latitud Norte y 73° 34' Longitud Oeste)
(Subestación Experimental de Pueblo Bello-Cesar) a pesar que los valores anuales de
precipitación son de 1.481 mm y que la cantidad de agua que cae en el primer semestre es el 35%
(642 mm) del total anual ( Cenicafé, 2004 b ), ocurre una estación seca pronunciada de enero a
abril, con un déficit hídrico de 238 mm (Cenicafé, 2004 b , Jaramillo 2005) (tabla 1).
En la región Sur (1° 15' Latitud Norte y 77° 29' Longitud Oeste) (Estación Ospina Pérez, Consacá,
Nariño), ocurre una precipitación anual de 1.204 mm (Cenicafé, 2004 b), cantidad que podría ser
suficiente si la distribución uniforme en el año fuera uniforme, pero hay una estación seca marcada
de julio a septiembre, presentándose un déficit hídrico de 266 mm en tres meses continuos
(Cenicafé, 2004 b) (tabla 1).
El límite de deficiencia hídrica para el café es de 150 mm en tres meses continuos (26) ; dadas las
condiciones impuestas por estas deficiencias hídricas, es común observar en estas regiones
sistemas de cultivo de café bajo cobertura arbórea o en sistemas agroforestales, con el propósito
de conservar la humedad del suelo en épocas secas y disminuir los efectos que el déficit hídrico
impone sobre el cultivo como: aumentar la tasa de crecimiento, evitar el “marchitamiento” de las
plantas y reducir la pérdida de hojas, entre otros (Muschler, 2000; Orozco, 1978) .
La selección y el diseño del SAF a establecer en la unidad de producción puede resumirse en siete
pasos (Wilkinson , 2000; Haggar, 2001) (figura 1).
Figura 2. Producción de café bajo sombrío y a libre exposición solar en función de la altitud
y el tipo de suelo (Beer, 1998)
b. Analizar cuáles lotes de la finca reciben mayor beneficio de la asociación con los árboles. L as
variaciones en las condiciones de los lotes que conforman la finca exigen la introducción de algún
tipo de sombrío o prescindir de éste.
Para satisfacer las diferentes necesidades de sombra pueden utilizarse diferentes especies
arbóreas con sus características específicas de competitividad o compatibilidad; entre los atributos
más importantes que determinan la compatibilidad de un árbol están: la tasa de crecimiento, los
cambios fenológicos y la arquitectura de la copa (Muschler, 2000).
La forma del dosel o la corona de los árboles tiene importantes consideraciones al momento de
seleccionarlos para los sistemas agroforestales; algunos árboles tienden a desarrollar el dosel en
capas, otros conforman un dosel pequeño y alto, y otros en forma de columna, en contraste con
aquellos que poseen una copa densa, esparcida o cónica (figura 1) (Wilkinson, 2000).
Figura 1. Ejemplos de la forma del dosel o copa de árboles para emplear como sombrío de los
cafetales. Las diferentes formas del árbol crean distintas condiciones de sombrío
(Wilkinson, 2000).
Algunos tipos de copas de los árboles permiten, de acuerdo al espaciamiento y a su manejo, la
entrada de luz al cultivo o poco sombrío; por ejemplo, Cordia alliodora y Eucalyptus grandis; otros
desarrollan una copa densa que impide la entrada de luz suficiente para el desarrollo del cultivo,
como Inga edulis, Inga densiflora y Erythrina sp. Por tanto, el conocimiento del desarrollo y la forma
de la copa o el dosel de los árboles determina el espaciamiento apropiado para el establecimiento
y manejo de los sistemas agroforestales (épocas de podas de mantenimiento, podas de formación,
etc.) para obtener los niveles de sombra adecuados y niveles de producción óptimos (Wilkinson,
2000).
Distribución de la sombra
El grado o nivel de sombra en el cafetal depende de factores ambientales como la precipitación, las
horas luz, la humedad relativa, la nubosidad, como también de la arquitectura o las características
de la especie vegetal seleccionada como sombrío (tasa de crecimiento y densidad de copa), y de
la competencia por nutrientes y agua que la especie arbórea ejerza sobre el cafetal (Beer, 1998;
Federacafé, 1958; Guharay, 2001, Muschler, 2000).
En zonas con limitaciones ambientales para el desarrollo del cafeto, éste requiere de más sombra
y consecuentemente, de un mayor número de árboles o mayor porcentaje de sombra y en
condiciones ideales para café, el cultivo puede establecerse a plena exposición solar o con un
menor número de árboles por hectárea o un menor grado de sombrío (ver figura 2 lección 1de este
módulo). Por tanto, es requisito básico en los sistemas de cultivo de café con sombrío, determinar
el denominado “sombrío óptimo” o grado de sombra adecuado, el cual está definido por las dos
dimensiones de la sombra: intensidad y distribución o patrón de sombra (Beer, 1998; Muschler,
2000).
Las especies arbóreas y las densidades de siembra se ubican en las dos dimensiones de sombra;
dependiendo de la arquitectura de la copa del árbol y de la intensidad de la sombra suministrada,
el patrón de sombra bajo un número típico de los árboles va a estar dentro o fuera de la zona de
óptimo sombra (Muschler, 2000) (figura 2).
Con una baja densidad de siembra de los árboles o en los primeros años de desarrollo de los
mismos, o con la selección de una especie inadecuada para el sitio de establecimiento del SAF, o
un manejo excesivo de los árboles, se obtienen niveles de sombra deficientes o muy bajos para el
desarrollo del café (sombrío del 10 al 20%); igualmente con altas densidades de siembra de los
árboles o por manejo inadecuado (sin podas de mantenimiento), en el tiempo ocurrirán niveles
excesivos de sombra (>50%) limitativos para la producción del café (figura 3).
Figura 3. Patrón de distribución del sombrío de Inga edulis en tres densidades de siembra y
en tres localidades diferentes: (a) Estación Central Naranjal -Chinchiná-, (b) Subestación
Experimental de Pueblo Bello -Cesar- y (c) Subestación Experimental de Consacá -Nariño-.
Resultados experimentales obtenidos en Cenicafé [1], indican que árboles de guamo (Inga edulis)
establecidos con iguales densidades de siembra pero en sitios con características climáticas y de
suelos contrastantes tienen un comportamiento diferente.
En la Estación Central Naranjal, a los tres años de establecido el sistema agroforestal café con
guamo a 6,0 x 6,0 m, se obtuvieron niveles de sombra superiores al 50%; allí mismo, el grado de
sombra fue superior al 70% con los árboles establecidos a 6,0 x 6,0 m; 9,0 x 9,0 m y 12,0 x 12,0 m
a los cinco años de edad. En la Subestación Consacá, el grado de sombrío estuvo entre 35 y 50%
al cuarto año de establecido el SAF café con guamo y en la distancias de siembra de 6,0 x 6,0 m y
9,0 x 9,0 m (figura 3).
Diversas especies leguminosas, establecidas como sombrío del café a diferentes densidades de
siembra en la misma localidad, proporcionan sombrío excesivo a distancias de siembra cortas en
un lapso de tiempo muy corto; no obstante, al ampliar la densidad de siembra (setenta y ocho
árboles/ha), se obtienen niveles de sombrío óptimos para el desarrollo del café[2] en períodos
largos de tiempo (figura 4).
Figura 4. Patrón de distribución del sombrío de cinco especies leguminosas establecidas a
tres densidades de siembra en la Subestación Experimental de Pueblo Bello (Cesar).
Los estudios de interceptación de la RFA, la cual está comprendida entre 400 y 700 nm de longitud
de onda, suministran la base para el manejo práctico de los cultivos, por ejemplo, para seleccionar
los árboles por su tamaño, el arreglo espacial del cultivo principal, el número de plantas/ha y la
optimización de la producción de los asimilados y su conversión. Para planificar el establecimiento
de un SAF debe buscarse la máxima interceptación de la radiación por el cultivo y su óptima
distribución en el follaje e interceptación en los diferentes niveles de las plantas (Castillo, 1997;
Jaramillo, 1980; Weaver, 1947), en nuestro caso del café.
• Arreglo espacial, manejo del sombrío y características del sitio donde fue
establecido
Figura 5. Interceptación de RFA en tres densidades de siembra del sombrío de Inga edulis
Estación Central Naranjal, 1997 a 1999.
Se utilizó la metodología propuesta por Farfán et al (11), empleando una barra integradora de
medición LI-191 SA (Line Quantun Sensor LICOR Lincoln NE, USA) conectada a un colector de
datos LAI 2000; colocando la barra sobre el cafeto para efectuar mediciones instantáneas. Para
medir la RFA incidente sobre la fronda del componente arbóreo se instaló un sensor LI-190 SA
(Line Quantun Sensor LICOR Lincoln NE, USA) en un área descubierta adyacente a los sitios de
evaluación y se conectó a un registrador automático de datos LI-1000, almacenando información
cada minuto entre las once de la mañana y la una de la tarde.
Figura 6. Interceptación de RFA, en tres densidades de siembra del sombrío de Inga sp
Subestación Experimental de Pueblo Bello, 1998 a 2001.
Es importante determinar el momento en que debe regularse el sombrío para mantener los
porcentajes de sombra dentro de los rangos óptimos para evitar la reducción de la producción del
café. Para cumplir con este propósito, además de tener presentes las condiciones ambientales, de
suelos, la arquitectura de las especies arbóreas y la densidad de siembra, entre otros, es
fundamental llevar los registros de la producción anual de café y de las evaluaciones de los
porcentajes de cobertura del sombrío para establecer las correlaciones entre estas dos variables y
determinar el año de inicio del manejo del los árboles de sombra.
Se citan como ejemplos los resultados presentados por Farfán y Mestre (Farfán, 2004 a y b), en la
Estación Central Naranjal (Chinchiná, Caldas) y en la Subestación Experimental Pueblo Bello
(Pueblo Bello, Cesar).
Figura 8. Producción anual del café bajo sombrío de Inga edulis en tres densidades de siembra.
(a) 1996, (b) 1997, (c) 1998 y (d) 1999. Estación Central Naranjal.
El análisis mediante el ajuste de ecuaciones lineales simples (figura 8), indica que la estabilización
y mínima producción de café bajo las tres densidades de siembra del sombrío, como efecto de la
nivelación de la sombra en los tres sistemas de siembra evaluados ocurrió al 5° año de
establecimiento del sombrío (1999) (figura 8d); y que en el año 4° de plantados los árboles cuando
debe regularse el sombrío, para las condiciones donde se desarrolló el estudio.
[1] Experimento Fit 1013: Efecto de la intensidad del sombrío sobre la respuesta del café al fertilizante.
[2] Experimento Fit 04 24: Comparación de la producción del café bajo sombra de cinco especies leguminosas y con
diferentes densidades de siembra de cada sombrío.
El dosel o copa de los árboles de sombrío afecta negativamente la cantidad y calidad de luz
disponible para los cultivos. Para café, el límite de sombra aceptable está entre el 40 y el 70%.
Algunos de los resultados obtenidos en Cenicafé en estudios de la producción de café bajo árboles
de sombrío se presentan a continuación:
La máxima producción de café se obtuvo con el componente arbóreo (Inga edulis) plantado a 12,0
x 12,0 m, con un promedio de producción 50,7% mayor que la obtenida con el componente arbóreo
a 9,0 x 9,0 m, y 152,2% mayor que la registrada con esta misma especie sembrada a 6,0 x 6,0 m.
La media de producción de café con sombrío establecido a 9,0 x 9,0m fue 67,4% mayor que la
obtenida con el sombrío plantado a 6,0 x 6,0m, debido a la reducción de la sombra (Farfán, 2004
a).
La mayor producción se obtuvo con el componente arbóreo establecido con 70 árboles/ha, esta
producción fue 11,1% más alta que la obtenida con sombrío plantado con 123 árboles/ha y 57,7%
superior a la producción registrada con sombrío de 278 árboles/ha. La diferencia en producción a
9,0 x 9,0 m vs. 6,0 x 6,0 m fue del 41,9% a favor del primero (Farfán, 2004 b).
De acuerdo con el comportamiento productivo del café en tres densidades de siembra de Inga
edulis y su respuesta a la aplicación de fertilizante en las zonas cafeteras del Norte y el Centro de
Colombia, puede observarse en la tabla 1 el comportamiento de los cafetales en la Estación
Central Naranjal y la Subestación Experimental Pueblo Bello. No pueden compararse los
resultados de las dos localidades debido a las condiciones de clima y suelo contrastantes (Farfán,
2004 b).
Tabla 3. Producción media de café con sombrío de tres especies forestales y a libre
exposición solar en la Subestación Experimental Paraguaicito
Café libre
Café sombrío Café sombrío Café sombrío
Producción exposición
C. alliodora P. oocarpa E. grandis
solar
El análisis del promedio de la producción mostró que no hay diferencia significativa entre las
medias de las producciones de café obtenidas bajo cobertura arbórea (tratamientos 2, 3 y 4);
tampoco es evidente esta diferencia entre la media de la producción registrada en café a libre
exposición y café bajo cobertura de pino y de eucalipto. Hubo diferencia significativa entre el
promedio de la producción del café a libre exposición y el café con sombrío de nogal, siendo ésta
del 39,0% a favor del primero (Farfán, 2004 c) , con un promedio de sombra superior al 60% (ver
figura 8c lección 3 de este módulo).
No obstante, si el nivel del sombrío es menor del 60%, como se registró en pino y eucalipto (ver
figura 8c lección 3 de este módulo), la reducción en la producción de café es del 15,5% (1.853,3 kg
de café pergamino seco/ha/año), comparada con la de café en monocultivo (Farfán, 2004 c).
De acuerdo con los resultados obtenidos (Mestre, 1996) , puede concluirse que en cafetales bajo
sombra no se justifica aplicar más de 200 gr de fertilizante compuesto17-6-18-2 por planta y por
año (500 kg/ha); cantidad con la cual se suministra a las plantas los elementos N, P y K y las dosis
similares a aquellas con las cuales se obtuvieron los mejores resultados en la seis localidades del
ensayo.
Estos resultados, hacen referencia a cafetales bajo las mismas condiciones de sombra en las
cuales se realizó el experimento. Así mismo, cabe resaltar que la respuesta del café puede
favorecerse con un manejo de la densidad del sombrío en la plantación mediante podas de los
árboles, que permitan la recirculación del aire y una mayor penetración de la luz.
Muchos efectos de los árboles se expresan a largo plazo a través de las propiedades del suelo. El
mantenimiento de niveles altos de materia orgánica es uno de los factores principales, tanto por su
rol de mantener la estructura del suelo como por su importancia como fuente y sustrato de
nutrientes (Beer,1985; Muschler, 2000).
Tabla 1. Aporte de biomasa seca por tres especies forestales y el café, en dos
períodos de evaluación en la Subestación Experimental Paraguaicito
*De pino se presenta la producción de biomasa seca solo del segundo año.
El modelo que mejor representó la tasa de descomposición de los residuos vegetales fue el
exponencial simple. La tasa relativa de descomposición mensual (k) fue de 1,0 para café a libre
exposición solar, fluctúo entre 0,87 y 1,08 en café bajo sombrío, fue de 0,78 para C. alliodora , de
0,26 para P. oocarpa y de 0,72 para E. grandis ; estos resultados indican que los residuos
vegetales de pino se descomponen más lentamente que el resto de los materiales.
La fracción de la materia orgánica no descompuesta (K1) en un período de 365 días fluctúo entre
34 y 42% en café bajo sus diferentes sistemas de cultivo y para las especies de sombrío fue del
46% en C. alliodora, del 77% en P. oocarpa y del 49% en E. grandis.
En este mismo periodo, la descomposición de los residuos vegetales producidos por C, alliodora ,
transfiere al suelo el 33,3% del N, 54,4% del P, 93,6 del K, el 54,0% del Ca y el 67,7% del Mg
contenido en estos residuos. Al finalizar los 365 días los residuos vegetales producidos por P.
oocarpa , no transfirieron al suelo N, P, Ca ni Mg. Sólo liberaron el 64,5% del K presente en los
residuos.
En un período de 365 días de descomposición la biomasa seca producida por E. grandis , se
transfiere al suelo el 23,6% del N, el 35,5% del P, el 89,3% del K, el 28,5% del Ca y el 39,9% del
Mg contenido en los residuos vegetales.
Los cafetales con sombrío de guamo produjeron cerca de 11,0 ton/ha/año de residuos vegetales.
La tasa de descomposición de los residuos de guamo fue de 44,0% al año en el Cairo y de 54,0%
en la Estación Central Naranjal. Los contenidos de N, P, K, Ca y Mg en la biomasa seca producida
por el café, el nogal, el pino y el eucalipto se muestran en la tabla 3.
En sistemas agroforestales café con sombrío de nogal, pino y eucalipto, y en otro con sombrío de
guamo (Inga sp.), Jaramillo (2003) cuantificó los diferentes componentes del ciclo hidrológico y los
nutrimentos transportados por el agua lluvia dentro de los sistemas; obtuvo los siguientes
resultados referentes a: interceptación, lluvia efectiva, percolación, escorrentía, lluvia interna,
cantidades de nutrimento en el lavado foliar y el agua de escorrentía:
• En plantaciones de café con sombrío de guamo y nogal la lluvia interceptada fue de 58 y 56%
respectivamente.
• Del total de la lluvia externa, solamente el 47% llega a la superficie del suelo; de ésta el 6%
es agua de escorrentía y el 41% ingresa al perfil del suelo.
• El almacenamiento de agua por la parte aérea de la planta fue de 0,3 mm en café a libre
exposición solar y de 0,4 mm con sombrío de pino.
• Las cantidades (kg/ha/año) de nutrimentos que ingresan al suelo en el agua de lavado foliar
en los sistema analizados fueron: potasio 85,4; calcio 41,1; magnesio 12,0 y nitratos 21,9.
• El pH promedio del agua de lavado fue de 6,6; en café con sombrío de eucalipto fue de 6,3 y
en café son sombrío de pino de 6,4.
[1] Experimento Fit 1013: Efecto de la intensidad del sombrío sobre la respuesta del café al fertilizante.
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