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1. Capítulo 1.

Una ciudad grande y una niña pequeña Había una vez una vieja y grande
ciudad en la que había ruinas de un viejo anfiteatro. Este edificio se encontraba en una
parte de la ciudad donde la gente era humilde y no tenía gran importancia. Un día la
gente de los alrededores se enteró que una niña estaba viviendo ahí, su nombre era
Momo. Capítulo 2. Una cualidad poco común y una pelea muy común Momo tenía una
cualidad que no muchos poseen, la capacidad de saber escuchar. Era tan buena
haciéndolo que a la gente del lugar le gustaba mucho ir a visitarla y cuando tenían
algún conflicto iban a buscarla. Incluso una vez resolvió un problema entre dos
hombres que antes eran amigos pero un día se pelearon debido a bromas que se
habían jugado entre ellos. Al final se avergonzaron de lo que habían hecho y se
contentaron. Capítulo 3. Una tempestad de juego y una tormenta de verdad A los
niños que vivían cerca del anfiteatro les gustaba ir a jugar al anfiteatro, pero desde que
Momo llegó se les ocurrían más juegos y les parecía más divertido jugar ahí. Una vez
inventaron un juego en el que todos formaban parte de la tripulación de un barco que
se aventuraba por aguas peligrosas y se encontró con un monstruo al que derrotaron
con una extraña melodía. Inmediatamente después de esto los niños se fueron porque
se había desatado una tormenta. Capítulo 4. Un viejo callado y un joven parlanchín
Momo tenía dos mejores amigos que iban a visitarla todos los días y compartían
muchas cosas con ella. Sus dos amigos eran muy diferentes entre sí, uno era viejo y
callado, pensaba mucho las cosas antes de decir algo, se llamaba Beppo Barrendero,
cuyo nombre concordaba con su amada labor. El otro era joven, un poco mayor que
momo, apuesto, alegre y muy elocuente, su nombre era Girolamo, pero le decían Gigi
Cicerone. Este tenía diferentes trabajos, uno de ellos era contar historias sobre el
anfiteatro a turistas perdidos que llegaban ahí. Capítulo 5. Cuentos para muchos y
cuentos para una Gigi le tenía mucho cariño a Momo, y desde que había llegado sus
historias eran mejores, incluso cada vez se le ocurría una diferente, su imaginación era
mayor cuando Momo se encontraba presente. Algunas de sus historias eran muy
descabelladas, pero las decía con tal elocuencia y seguridad que algunos turistas las
creían, pero las mejores las guardaba para Momo.
2. 3. Capítulo 6. La cuenta está equivocada, pero cuadra Los hombres grises habían
estado haciendo planes con el tiempo de los hombres, pues sabían que el tiempo es
vida. Estos seres se habían estado introduciendo en las actividades de la ciudad sin
que la gente lo notara. Un día estaba un barbero pensando en su vida, estaba
inconforme con ella. Justo estaba pensando en ello cuando llegó un hombre gris. El
hombre gris le ofreció que invirtiera su tiempo en una caja de ahorro, después se puso
a hacerle unas cuentas sobre el tiempo que aparentemente el barbero había perdido,
lo hizo de una forma tan convincente que finalmente el barbero, a pesar de no saber
cómo ocurriría, accedió a ahorrar su tiempo. Cuando el hombre gris se fue el barbero
no recordaba lo que había pasado pero sí recordaba su decisión. Esto mismo
comenzó a pasar con más gente de la ciudad, pero nadie se daba cuenta de que al
hacer esto sus actividades y sus vidas se volvían más frías. Capítulo 7. Momo busca a
sus amigos y se encuentra con un enemigo A Momo le parecía que muchos de sus
amigos iban a visitarla menos y se dio cuenta de que cada vez eran más los niños que
asistían al anfiteatro, incluso comenzaron a llegar niños que no vivían cerca de ahí.
Debido a eso, Momo decidió ir a visitar a aquellos que antes había escuchado, no
sabiendo que esto interferiría en los planes de los hombres grises y por lo cual,
algunos días después recibió una visita de uno de ellos. Una tarde Momo se encontró
con una muñeca, después de observarla un rato llegó un hombre gris y se puso a
ofrecerle muchos accesorios de muñeca y cosas para que se entretuviera. Momo
había tratado de escucharlo pero sentía dificultad al hacerlo. Finalmente el hombre
terminó por declarar que entre sus planes estaba robar el tiempo a los hombres y se
fue asustado. Capítulo 8. Un montón de sueños y unos pocos reparos Momo contó lo
sucedido a sus amigos Beppo y Gigi, y junto con los niños planearon hacer una
manifestación, querían ir por toda la ciudad a anunciar con muchos letreros la verdad
de los hombres grises, pues el que había ido a verla dijo que su poder estaba en pasar
desapercibidos. Capítulo 9. Una buena asamblea, que no tiene lugar, y una mala
asamblea, que sí tiene lugar. Ninguno de los adultos a los que habían invitado asistió,
esperaron un largo rato, pero poco a poco se fueron todos los niños. Beppo había ido
a trabajar, pero estaba tan cansado que se quedó dormido en un vertedero y cuando
despertó pudo ver una reunión de los hombres grises en la que hicieron que se
esfumara el hombre que había ido a visitar a Momo al quitarle su cigarro y su cartera
como castigo por haberle contado sobre sus planes. También pudo escuchar cuando
hablaron sobre Momo de una forma en la que parecía que estaría en peligro.
3. 4. Capítulo 10. Una persecución alocada y una huida tranquila Una tortuga había ido a
donde estaba Momo y en su caparazón había aparecido la palabra “sígueme”,
instrucción a la que Momo hizo caso. La tortuga condujo hacia un lugar en el que el
tiempo era diferente, la llevó a la casa de ninguna parte con el maestro Segundo
Minucio Hora. Capítulo 
Capitulo
11. Cuando los malos tratan de hacer de lo malo mejor Los hombres grises habían ido
por Momo, pero no habían podido atraparla, por lo que estaban discutiendo entre ellos
lo que debían hacer, pues Momo interfería en sus planes. Tomaron la decisión de
alejarla de las personas que la seguían. Capítulo 12. Momo llega al lugar de donde
viene el tiempo Momo conversó con el maestro Hora que le contó que mandó a
Casiopea, su tortuga que podía ver el futuro 30 minutos antes de que pasara, por ella
porque los hombres grises querían hacerle daño porque le temían. También explicó
que el tiempo que los hombres grises arrancan de su propietario muere y que, por lo
tanto, se alimentan de tiempo muerto. Capítulo 13. Allí un día y aquí un año Momo se
había quedado dormida y cuando despertó estaba de nuevo en el viejo anfiteatro con
Casiopea. Lo que Momo no sabía es que había estado ausente mucho tiempo y que
muchas cosas habían cambiado. Gigi se había hecho famoso y Beppo había estado
barriendo los últimos meses sin parar y sin tanto amor como lo hacía antes debido a
que en un principio había tratado de buscarla y un hombre gris le ofreció devolvérsela
a cambio de su tiempo. Capítulo 14. Demasiada comida y muy pocas respuestas
Momo fue al restaurante de Nino y se dio cuenta de que todo estaba muy diferente.
Estaba lleno y toda la gente parecía estar muy apresurada. Momo fio una fila y se
formó para poder hablar con Nino, pero no le pudo dar mucha información porque
cuando comenzaban a hablar la gente de atrás se molestaba y los apresuraban.
Momo volvió a formarse, pero obtuvo el mismo resultado. Capítulo 15. Encontrado y
perdido Momo fue en busca de Gigi a su nueva casa, pero cuando lo encontró no
pudieron hablar en paz, por que las mujeres que trabajaban para Gigi trataban de
hacer negocio con su reencuentro y Gigi se había molestado mucho. Gigi le contó lo
mal que se sentía con su nueva vida, Momo sentía que había perdido a su amigo.
5. Capítulo 16. Miseria en la abundancia Casiopea se había ido, según dijo a Momo, a
buscarla. Momo se dedicó a buscar a Beppo, pero no lo había podido encontrar. Pasó
varios meses sola. Un día se encontró con los hombres grises y uno de ellos afirmó que
no conocía lo poderosos que eran y le dijo que se encontrarían esa noche para una
discusión sobre un favor que querían que les hiciera. Capítulo 17. Mucho miedo y más
valor En el encuentro que tuvo Momo con los hombres grises le pidieron que los llevara
hacia donde estaba el maestro Hora, pues querían apoderarse rápidamente de todo el
tiempo de los hombres y que él se los diera. Momo contestó que no sabía cómo llegar con
él, que quien lo sabía era Casiopea, pero la había perdido. Inmediatamente los hombres
grises se pusieron a buscarla. Capítulo 18. Cuando se prevé sin mirar atrás Momo
encontró a Casiopea en el anfiteatro, esta última dijo que debían de ir a ver al maestro
Hora y Momo estaba preocupada pero le hizo caso. No se habían encontrad con ningún
hombre gris en su camino, pero esto era porque ellos ya las habían observado y las
estaban siguiendo de lejos sin que lo notaran. A diferencia de la última vez que lo
intentaron, los hombres grises pudieron llegar hasta el barrio que estaba justo antes de la
calle jamás, pero cuando llegaban a ella se disolvían. Capítulo 19. Los encerrados han de
decidirse Los hombres grises habían rodeado la calle de Jamás y planeaban envenenar el
tiempo para que el maestro Hora finalmente les diera el tiempo de los hombres, pero en
lugar de hacer eso el maestro Hora hizo un plan en el cual el tiempo se acabaría y nada se
movería, solo Momo y los hombres grises, así ella les quitaría a los hombres grises su
reservas para que desaparecieran y luego despertaría al Maestro Hora para que el tiempo
volviera a la normalidad. Pero tenía el tiempo contado. Capítulo 20. La persecución de los
perseguidores Cuando el tiempo se detuvo y los hombres grises se dieron cuenta, Momo
los siguió para encontrar el lugar donde guardaban sus reservas de tiempo. Todos
estaban espantados y se robaban entre ellos sus cigarros, pues cuando se les acababan
se esfumaban y así fueron reduciendo en número y condujeron a Momo hasta un lugar
donde había un letrero de advertencia de muerte. fin

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