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¿Qué son los aminoácidos?

Desde un punto de vista estructural, los aminoácidos son los elementos


constituyentes de las proteínas y éstas a su vez son las estructuras que componen
cualquier tejido vivo.
Las fibras musculares, las membranas celulares, los enzimas, los elementos
neuroquímicos del tejido cerebral, constituyen ejemplos de tejidos compuestos por
proteínas; no en vano, el 70% de nuestro organismo (excluyendo el agua y el tejido
graso), son proteínas. Es de tal relevancia su presencia, que a estos nutrientes se les
conoce como los ‘constructores de la vida’.

Funciones básicas de los aminoácidos


Desde un punto de vista funcional, los aminoácidos cumplen importantes
funciones. Entre las funciones cabe destacar su intervención en el metabolismo
energético, y su acción antiestrés minimizando los efectos nocivos que provocan
ciertas enfermedades.
Asimismo, el papel que desempeñan las proteínas y, consecuentemente los
aminoácidos, en nuestro organismo es clave. Por ello, el conocimiento detallado de
las funciones/acciones de los aminoácidos permitirá el uso terapéutico de los
mismos para favorecer, de una forma natural, un buen estado de salud y de
bienestar.

Los aminoácidos: origen y clasificación


Como hemos mencionado en la introducción, nuestro organismo precisa un
número considerable de complejos proteínicos. Estas proteínas se sintetizan
endogenamente a partir de aminoácidos. En general, todos los aminoácidos
intervienen en el mantenimiento de los biosistemas; en particular, y como
constituyentes de las proteínas, cumplen las siguientes funciones:
 Componentes estructurales de tejidos, células y músculos.
 Promueven el crecimiento y reparación de tejidos y células.
 Contribuyen a las funciones sanguíneas.
 Intervienen en los procesos de síntesis de enzimas digestivos.
 Constituyentes de las hormonas esenciales para la reproducción.
 Intervienen en el metabolismo energético.
De esta forma, los aminoácidos por sí mismos también son imprescindibles por las
funciones que desempeñan, ya que son indispensables para que los otros nutrientes
sean correctamente absorbidos y metabolizados. Además, son necesarios para un
correcto funcionamiento de las vitaminas y de los minerales.

Según lo expuesto, los aminoácidos se consideran moléculas vitales, y como tales es


de extremada importancia que el organismo disponga de los mismos en los niveles
óptimos.
El origen de los aminoácidos
Los aminoácidos se obtienen a partir de las proteínas de la dieta. Existe la
salvedad de que nuestro organismo no posee la capacidad de utilizar directamente
estas proteínas dietéticas.
Una vez ingeridas, las proteínas contenidas en los alimentos sufren procesos
enzimáticos de digestión y catabolismo hasta ser descompuestas en sus aminoácidos
constituyentes. Posteriormente y de una manera endógena, estos aminoácidos son
recombinados dando lugar a las proteínas adecuadas. Este proceso de síntesis
proteica combina los diferentes aminoácidos, en diferente número y configuración,
dando lugar a las más de 40.000 proteínas conocidas.

Necesidad de los aminoácidos en nuestra dieta


Es obvio, que las dietas desequilibradas (ej. dietas ricas en hidratos de carbono)
pueden inducir deficiencias de aminoácidos. La repercusión del déficit es que
nuestro organismo recurre a las propias proteínas tisulares, degradándolas y
tomando aquellos aminoácidos que precisa.

El Dr. Eric Braveman, ilustra esta necesidad de aminoácidos:


Cada segundo la médula ósea genera 2,5 millones de hematíes. La mucosa del tracto
gastrointestinal y las plaquetas son regeneradas cada 4 días. Es más, en 10 días se
regeneran los leucocitos. Cada 24 días se regenera completamente el tejido cutáneo
y en 30 años, se produce la regeneración del colágeno.

Estos procesos y otros muchos no mencionados permiten concluir que la continua


reparación y regeneración anatómica y funcional requiere cantidades realmente
elevadas de aminoácidos.

Aminoácidos necesarios para nuestra salud


Además, no sólo es importante la cantidad, sino la proporción, ya que la función que
ejerce cada uno de los aminoácidos en nuestro organismo es específica. Ciertamente,
ninguno de ellos puede compensar a otro, por lo que el déficit de, incluso un único
aminoácido, puede desencadenar trastornos en la salud.

Este aspecto esta siendo motivo de estudio. Datos recientes demuestran que el
déficit de triptófano, metionina o isoleucina induce defectos en la síntesis de
albúmina y globulina hepática. Además de alteraciones urinarias dando lugar a
edema y a un incremento en la susceptibilidad a las infecciones.

Déficit de aminoácidos
El aporte dietético deficitario de aminoácidos provoca alteraciones tanto físicas
como mentales. Entre ellas podemos destacar la reducción del metabolismo
energético, alteraciones en el sueño, fatiga crónica, alteraciones digestivas, defectos
cutáneos, ansiedad y afectación emocional, obesidad, malnutrición y retención
sanguínea de residuos tóxicos. Estos procesos inducen alteraciones en el estado de
salud y bienestar del individuo que las padece.
Por tanto, ya que es necesario ingerir todos los aminoácidos necesarios, tanto en
cantidades suficientes como en adecuada proporción, las dietas desequilibradas
pueden compensarse con la administración de suplementos de aminoácidos.

Clasificación de los aminoácidos


Se conocen veinte aminoácidos diferentes y todos ellos son necesarios para
conseguir un buen estado de salud. Nuestro organismo posee la capacidad de
sintetizar el 80% del total de aminoácidos. Por el contrario, el 20% restante debemos
obtenerlo a través de la dieta. Por esta razón los aminoácidos se clasifican en no
esenciales (de síntesis endógena) y esenciales (aquellos que debemos obtener de
fuentes externas).
A continuación se presenta el listado de los aminoácidos:

Aminoácidos Esenciales
 Lisina
 leucina
 isoleucina
 metionina
 fenilalanina
 treonina
 triptófano
 valina
Además, la histidina y la taurina son esenciales durante la infancia (crecimiento y
desarrollo).

Aminoácidos No Esenciales
 Alanina
 arginina
 aspártico ácido
 glutámico ácido
 ácido gamma amino butírico
 glutamina
 glicina
 cisteina/glutation
 ornitina
 tirosina
Por tanto, la principal diferencia entre los dos grupos es que los aminoácidos
esenciales deben ser ingeridos diariamente. Por el contrario los aminoácidos no
esenciales, aunque también necesarios, podemos sintetizarlos endógenamente si no
son aportados por la dieta en cantidades suficientes.

En cuanto al aporte de aminoácidos esenciales, insistir en que tan importante es la


cantidad aportada, como la proporción entre los aminoácidos aportados. El
organismo requiere proporciones estables entre los diferentes aminoácidos
esenciales para ejercer correctamente las funciones de crecimiento, mantenimiento y
reparación.

Concepto de la calidad proteica


Este concepto hace referencia a la cantidad y variedad de aminoácidos contenidos en
las proteínas de la dieta. De manera que aquellas proteínas de elevada calidad son
las que poseen todos los aminoácidos. Por tanto, es relevante seleccionar alimentos
que contengan proteínas de calidad elevada para asegurar el correcto aporte.
La relación de alimentos con proteínas de elevada calidad o proteínas completas
incluye: carne, pescado, huevos, queso, leche y ciertas legumbres. Alimentos como
cereales, frutas y verduras, contienen proteínas incompletas ya que en su
composición son deficitarias en algún aminoácido esencial.
Valor proteico de los alimentos
Para conocer el valor proteico de un determinado alimento, se calcula la proporción
de proteína utilizable con relación al peso total del alimento. Por ejemplo, la carne
posee entre un 20 y un 30% de proteína utilizable, la harina de soja un 40%, el queso
entre el 30 y el 35 %, las nueces y semillas, las lentejas y las judías secas un 20-
30%.

Pese a que todos los alimentos ricos en proteínas son accesibles, un número no
despreciable de la población consume dietas deficitarias, en cantidad y/o calidad.

Los aminoácidos forman parte de nuestra vida, contribuyen a combatir


la ansiedad, la depresión, y el estrés, en definitiva a conseguir un estado de
buena salud.
Si se tiene en cuenta que menos del 20% de los fármacos administrados en la
práctica clínica habitual son efectivos, la terapia con aminoácidos puede contribuir
al mantenimiento general de la salud de una manera natural.

Los Aminoácidos: Funciones


A continuación se relacionan las principales funciones de todos los aminoácidos,
tanto los esenciales como los no esenciales.

Funciones de los aminoácidos esenciales


Aminoácidos con función antiestrés y antidepresiva
L-Isoleucina
Aminoácido esencial imprescindible para la síntesis de hemoglobina y para la
regulación de los niveles sanguíneos de glucosa (energía). Tras su metabolismo, la
L-isoleucina puede ser convertida tanto en hidratos de carbono como en lípidos.

L-Leucina
Aminoácido esencial cuya principal función es la reducción de los niveles
sanguíneos de glucosa. También interviene en el mantenimiento tisular. La Lleucina
es un aminoácido con efecto especialmente beneficioso en los pacientes
postquirúrgicos.

L-Valina
Considerado como estimulante natural, la L-valina ejerce un importante papel en la
regeneración tisular y en el mantenimiento del balance nitrogenado.

Adicionalmente, es un aminoácido necesario para la correcta fisiología del sistema


nervioso y para un desarrollo y coordinación muscular adecuados.

Aminoácidos para los músculos


Los mencionados, son tres aminoácidos muy similares estructuralmente y aunque
siguen vías metabólicas diferentes, todos ellos son de metabolismo muscular.

Por poseer rutas metabólicas distintas, los requerimientos de cada uno de ellos son
diferentes. También se diferencian en los síntomas que caracterizan la deficiencia de
cada uno de ellos. Asmismo, la deficiencia de valina se caracteriza por defectos
neurológicos cerebrales. Por el contrario, los temblores musculares son signos
característicos de la deficiencia de isoleucina.

Los requerimientos de L-isoleucina, L-leucina y L-valina están incrementados en


los estados de estrés, éstos incluyen procesos quirúrgicos, traumatismos,
infecciones, estados febriles e inanición. Por ello, son agentes eficaces en el manejo
de pacientes sometidos a cirugía y en estado de malnutrición.
L-Triptófano
El triptófano interviene en la síntesis de serotonina, neurotransmisor que por
reducir la actividad eléctrica cerebral se ha dicho que regula el sueño normal.
L-Triptófano: funciones
Entre las funciones del triptófano destacan la estabilización del humor, la promoción
del sueño y el control del estrés. El triptófano es necesario para que las vitaminas del
complejo B sean utilizadas adecuadamente y actúa como estimulante de la función
digestiva.

La administración de triptófano ha mostrado ser beneficiosa en el mantenimiento de


las células sanguíneas, cutáneas y capilares.
L-Triptófano: deficiencias
Los síntomas y signos de la deficiencia de triptófano incluyen alteraciones del
sueño, alteraciones de la pigmentación cutánea y envejecimiento prematuro de la
piel. Por sus funciones, se ha estudiado su eficacia en el manejo de la depresión, el
estrés y el alcoholismo.

También las deficiencias del triptófano es un efecto en pacientes con alteraciones del
sueño. En 1989, la FDA retiró todos los productos que contenían triptófano por
detectarse en una única remesa una contaminación por EMS.

L-Fenilalanina
Aminoácido esencial con acción antidepresiva y analgésica. Además de su eficacia
frente a la depresión, la fenilalanina mejora la memoria y posee efecto
antimigrañoso. Entre sus funciones, la fenilalanina estimula la síntesis de tiroxina
por parte de la glándula tiroides (la tiroxina contribuye en el mantenimiento del
equilibrio mental y del sistema nervioso).

Adicionalmente, se procesa en el tejido cerebral dando lugar a noradrenalina y


dopamina. Otro de sus efectos se centra en la denominada ‘alerta mental’, proceso
que incluye la estimulación de procesos de aprendizaje y memoria (10).

Su concentración es elevada en el cerebro y en el plasma. Actúa como analgésico


potente mejorando cefaleas, artritis y traumas, y posee efecto antidepresivo.

Aminoácidos promotores del mantenimiento y curación


L-Lisina
Aminoácido eficaz en el control de las infecciones virales, de eficacia demostrada en
el tratamiento de las infecciones provocadas por el virus herpes simple (agente que
produce aftas bucales dolorosas y ampollas). La L-lisina ejerce su acción
promoviendo la síntesis de anticuerpos, es decir, estimulando el sistema inmune.

Los datos derivados de estudios recientes sugieren que este aminoácido es eficaz en
el manejo terapéutico de la caries y otras alteraciones dentales.
Aunque su principal función es antivírica, la clínica que indica deficiencias de lisina
se caracteriza por alteraciones visuales y fatiga crónica.

L-Metionina
Aminoácido esencial con un potente efecto de detoxificación tisular. Interviene en el
metabolismo lipídico y en la síntesis de colina. Por su efecto detoxificante y
protector, le metionina es necesaria para la regeneración celular hepática y renal.
También es eficaz en el tratamiento de las enfermedades artríticoreumáticas.
La deficiencia de este aminoácido induce alteraciones del crecimiento en los
animales de experimentación; en humanos los signos de deficiencia incluyen
alteración en el tono cutáneo, perdida de cabello y acumulación de tóxicos. Parece
ser que además induce acumulación de lípidos en el hígado, tanto en animales de
experimentación como en el hombre.

L-Treonina
Sus concentraciones plasmáticas son particularmente elevadas en los recién nacidos.
Aminoácido imprescindible para la correcta función digestiva e intestinal ya que
interviene en los procesos de asimilación y absorción de los diferentes nutrientes.
Adicionalmente posee un efecto estimulante sobre el timo, glándula relacionada con
el control de la depresión, con el consecuente efecto terapéutico sobre la misma.

La deficiencia de L-treonina se manifiesta por alteraciones gástricas (maldigestión,


pirosis) e intestinales (malabsorción) provocando malnutrición general.

Aminoácidos esenciales en los recién nacidos


L-Histidina
Este aminoácido no es esencial en la edad adulta. Los estudios realizados indican
que la L-histidina interviene en los procesos de reparación tisular, hecho que
condiciona su beneficio terapéutico en el tratamiento de enfermedades como artritis
reumatoide y anemia. Por su capacidad de ser transformada en histamina se
considera útil en el manejo de las alergias.

L-Taurina
Este aminoácido estructuralmente no forma parte de las proteínas, por tanto es
menos conocido. En los adultos no es esencial ya que poseen la capacidad de
sintetizarlo a partir de la taurina dietética. Sus concentraciones son elevadas en el
tejido cerebral, cardiaco y renal donde actúa como agente protector, manteniendo la
salud en estos órganos (14).

Funciones de los aminoácidos no esenciales


Aunque igualmente imprescindibles, en condiciones de normalidad, los
requerimientos de estos aminoácidos somos capaces de cubrirlos a partir de la
síntesis endógena. Por el contrario, ante ciertos estados patológicos, las necesidades
de éstos pueden verse incrementadas de manera que la síntesis endógena no sea
satisfactoria, en estos casos pueden considerarse como aminoácidos esenciales.

Aminoácidos que son substratos energéticos


L-Alanina
La síntesis de este aminoácido se lleva a cabo mediante procesos complejos que
incluyen moléculas como el piruvato y/o la escisión del DNA; su metabolismo está
regulado por procesos enzimáticos dependientes de la vitamina B6. Las
concentraciones de L-alanina son elevadas en el tejido muscular donde actúa como
sustrato energético. Como agente terapéutico, es eficaz frente a la epilepsia y frente
a la inmunodepresión (aminoácido estimulante del crecimiento del timo).

Ácido Gamma Amino Butírico (GABA): Ácido L-Glutámico y L-Glutamina


Al igual que el anterior, éstos intervienen en los procesos de síntesis energética.
Adicionalmente, poseen acción sobre el tejido cerebral, el ácido L-glutámico es un
neurotransmisor estimulante. Asimismo, el GABA, contrariamente, es relajante:
mientras que la glutamina realiza varias funciones cerebrales. Los tres aminoácidos
llevan a cabo su acción de una manera interrelacionada. Además, el glutámico,
neurotransmisor, se mantiene en equilibrio con el GABA, neurotransmisor
inhibitorio; la glutamina constituye la fuente de energía coordinando el equilibrio
entre los dos anteriores.

L-Cisteina y Glutation
La cisteina, a parte de su intervención en el metabolismo energético, forma parte de
la estructura de numerosos tejidos y moléculas hormonales. La acción combinada de
cisteina y glutation resulta en un intenso efecto detoxificante, incluso se han
publicado datos que muestran su eficacia frente a la intoxicación de arsénico.

El glutation, por su parte, es coenzima en numerosas reacciones enzimáticas y un


detoxificante hepático potente. Con relación a su efecto detoxificante, esta molécula
es activa frente a tóxicos como: mercurio, radiaciones, pesticidas, herbicidas,
fungicidas, plásticos, nitratos, humo de cigarrillos y anticonceptivos. El glutation
también interviene en los procesos de formación de células sanguíneas (tanto de la
serie roja, como de la serie blanca) y en el mantenimiento del sistema inmune.

Aminoácidos con función detoxificante


L-Arginina
Entre sus funciones destaca su intervención en los procesos de eliminación de urea y
amonio y su contribución en la síntesis de DNA. Los datos derivados de
investigaciones recientes muestran que este aminoácido estimula la secreción de
hormona del crecimiento. En ciertas condiciones patológicas, la L-arginina puede
convertirse en nutriente esencial.

Esta molécula es particularmente importante en varones; más del 80% del líquido
seminal contiene arginina. Posee un efecto positivo sobre el contaje de
espermatozoides, por lo que podría ser un tratamiento útil en la infertilidad
masculina. Se ha demostrado que la reducción de los niveles de arginina conduce a
la esterilidad en animales de experimentación y a baja movilidad espermática en el
caso de los humanos.
La clínica asociada a la deficiencia de arginina incluye: rojez cutánea, caída y
debilidad capilar, infertilidad, alteraciones en la cicatrización de heridas,
estreñimiento y acúmulo sanguíneo de tóxicos (radicales libres, productos de
desecho); incluso se ha relacionado con la cirrosis.

L-Ornitina
Su administración oral induce efectos biológicos similares a los producidos por la
arginina, por lo que sus indicaciones son las mismas. La diferencia entre ambas es
que la ornitina no forma parte de la estructura proteica.

Aminoácidos con efecto antidepresivo


Acido L-Aspártico: Su síntesis se lleva a cabo mediante enzimas que requieren
vitamina B6. Interviene en el denominado ciclo de la urea y en el metabolismo del
DNA. Se trata de un neurotransmisor cuyos niveles están descendidos en aquellos
pacientes que padecen depresión u otras alteraciones cerebrales; parece ser elá cido
aspártico es importante para el correcto metabolismo energético cerebral (18). Sus
usos terapéuticos están siendo investigados.
L-Glicina: Aminoácido implicado en los procesos de síntesis de DNA y de
colágeno, así como de energía. Sus niveles están descendidos en los pacientes con
depresión y epilepsia. Posee acción hipocolesterolemiante (reducciones hasta del
5%). Sus efectos se siguen investigando.
L-Tirosina: Molécula que una vez alcanza el tejido cerebral es convertida en
dopamina, noradrenalina y adrenalina; sus concentraciones son dependientes de las
de tirosina dietética. Estos tres neurotransmisores son imprescindibles para la
función del sistema nervioso simpático.
Adicionalmente, es un aminoácido estructuralmente necesario en muchas proteínas,
tal es el caso de las encefalinas (analgésicos naturales). Incluso se dispone de datos
que le atribuyen un posible efecto antidepresivo.

VITAMINAS B

 la vitamina B es un complejo de vitaminas, que incluye las vitaminas B1, B2, B3,
B5, B6, B7, B9 y B12.

Una de las funciones principales de este complejo vitamínico es la de


la metabolización de la energía, ya que es la vitamina B1 la encargada de
transformar los hidratos de carbono que ingerimos en glucosa, y esta glucosa es
transformada en energía por las vitaminas B2, B3, B5, B6 y B7. Esta función hace
que, si somos aficionados al deporte, la vitamina B sea más imprescindible si cabe,
ya que un nivel anormalmente bajo de cualquiera de éstas disminuirá la producción
de energía de nuestro organismo y hará que la sensación de fatiga sea más habitual
de lo normal. Ahora vamos a ver más pormenorizadamente la función que cumple
cada una de las vitaminas B que tienen relevancia a nivel deportivo:

Vitamina B1: Es la Tiamina, como acabamos de comentar es la encargada de la


transformación de los hidratos de carbono ingeridos en glucosa. Tiene especial
importancia sobre todo en aquellas personas que practiquen deportes de resistencia.
Alimentos ricos en esta vitamina son las nueces de macadamia, las habichuelas o las
pipas, de entre los pescados, la trucha es la que más vitamina B1 contiene y de entre
las carnes, el lomo de cerdo.

Vitamina B2: La Riboflavina, es necesaria para que puedan funcionar las vitaminas
B3 y B6, por lo que un déficit de B2 minorará las funciones de las otras. También
actúa como antioxidante. Almendras, huevo, champiñones y las semillas de sésamos
son alimentos que contienen una cantidad notable de vitamina B2.

Vitamina B3: Niacina, una de las encargas de convertir la glucosa procedente de


los hidratos de carbono en energía, pero si su nivel es muy elevado en el organismo
puede llegar a bloquear el uso de los ácidos grasos como combustible, obligando a
los músculos a recurrir únicamente del glucógeno y los carbohidratos, esto resultará
contraproducente en deportes que requieran resistencia durante un elevado período
ya que la sensación de fatiga aparecerá antes de lo esperado.

Vitamina B5: Es el Ácido Pantoténico, también implicado en el proceso de


transformación de la glucosa en energía. Un nivel adecuado de esta vitamina en el
organismo favorecerá la reducción de la acumulación de lactato y puede favorecer la
eficiencia en el consumo de oxígeno, esto nos llevará a un mejor rendimiento en
nuestra actividad debido a la menor sensación de cansancio. El aguacate o el huevo
contienen vitamina B5.

Vitamina B6: Piridoxina, presenta el mismo problema que la vitamina B3, un


exceso en el organismo tiende a aumentar el gasto de glucógeno frenando el de
ácidos grasos. Sería positivo en deportes de esfuerzos cortos y explosivos pero
negativo en deportes que requieran resistencia o fondo. Es necesaria para fabricar la
hemoglobina, que son los glóbulos rojos de la sangre y que transportan el oxígeno.
El salmón, atún, las lentejas o las zanahorias contienen vitamina B6.

VitaminaB12: Es la Cianocobalamina, mejora la producción de glóbulos rojos en


la sangre, es importante para transformar los ácidos grasos en energía y ayuda al
correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Se suele encontrar sobre todo
en carnes rojas, pescados y lácteos.
LOS NEUROTRANSMISORES
Principales neurotransmisores y sus funciones

La lista de neurotransmisores conocidos ha ido aumentando desde los años 80, y en
la actualidad se han contabilizado más de 60.

Esto no es extraño, teniendo en cuenta la complejidad y la versatilidad del cerebro


humano. En él se producen todo tipo de procesos mentales, desde la gestión de las
emociones hasta la planificación y creación de estrategias, pasando por la
realización de movimientos involuntarios y el uso del lenguaje.

Toda esta variedad de tareas tiene detrás a muchas neuronas coordinándose entre


sí para hacer que las diferentes partes del encéfalo funcionen de manera coordinada,
y para ello es necesario que cuenten con un modo de comunicación capaz de
adaptarse a muchas situaciones.

El uso de los diferentes tipos de neurotransmisores permite regular de muchos


modos distintos la manera en la que se van activando unos u otros grupos de células
nerviosas. Por ejemplo, cierta ocasión puede requerir que los niveles de serotonina
bajen y los de dopamina suban, y eso tendrá una consecuencia determinada en lo
que ocurra en nuestra mente. Así, la existencia de la gran variedad de
neurotransmisores permite hacer que el sistema nervioso cuente con una amplia
gama de comportamientos, lo cual es necesario para adaptarse a un entorno que
cambia constantemente. 

En definitiva, tener más neurotransmisores involucrados en el funcionamiento del


sistema nervioso (y sus correspondientes receptores en las células nerviosas)
significa que hay más variedad de posibles interacciones entre grupos de neuronas.
Pero, ¿cuáles son los tipos de neurotransmisores más importantes del
organismo humano y qué funciones desempeñan? A continuación se mencionan
los principales neuroquímicos.
1. Serotonina

Este neurotransmisor es sintetizado a partir del triptófano, un aminoácido que no es


fabricado por el cuerpo, por lo que debe ser aportado a través de la dieta.
La serotonina (5-HT) es comúnmente conocida como la hormona de la felicidad,
porque los niveles bajos de esta sustancia se asocian a la depresión y la obsesión.
Pertenece al grupo de las indolaminas.

Además de su relación con el estado de ánimo, el 5-HT desempeña distintas


funciones dentro del organismo, entre los que destacan: su papel fundamental en la
digestión, el control de la temperatura corporal, su influencia en el deseo sexual o su
papel en la regulación del ciclo sueño-vigilia.

El exceso de serotonina puede provocar un conjunto de síntomas de distinta


gravedad, pero en su justa medida, se cree que ayuda a combatir el estrés y la
ansiedad. Además, hay maneras naturales de potenciar el poder de la serotonina
sobre nuestro sistema nervioso central, como por ejemplo, hacer ejercicio moderado.

2. Dopamina

La dopamina es otro de los neurotransmisores más conocidos, porque está


implicado en las conductas adictivas y es la causante de las sensaciones
placenteras. Sin embargo, entre sus funciones también encontramos la coordinación
de ciertos movimientos musculares, la regulación de la memoria, los procesos
cognitivos asociados al aprendizaje y la toma de decisiones

3. Endorfinas

¿Te has dado cuenta de que después de salir a correr o practicar ejercicio físico te
sientes mejor, más animado y enérgico? Pues esto se debe fundamentalmente a las
endorfinas, una droga natural que es liberada por nuestro cuerpo y que produce una
sensación de placer y euforia. 

Algunas de sus funciones son: promueven la calma, mejoran el humor, reducen


el dolor, retrasan el proceso de envejecimiento o potencian las funciones del sistema
inmunitario.

4. Adrenalina (epinefrina)

La adrenalina es un neurotransmisor que desencadena mecanismos de


supervivencia, pues se asocia a las situaciones en las que tenemos que estar alerta y
activados porque permite reaccionar en situaciones de estrés. 

En definitiva, la adrenalina cumple tanto funciones fisiológicas (como la regulación


de la presión arterial o del ritmo respiratorio y la dilatación de las pupilas) como
psicológicas (mantenernos en alerta y ser más sensibles ante cualquier estímulo).

5. Noradrenalina (norepinefrina)

La adrenalina está implicada en distintas funciones del cerebro y se relaciona con la


motivación, la ira o el placer sexual. El desajuste de noradrenalina se asocia a la
depresión y la ansiedad.

6. Glutamato}

El glutamato es el neurotransmisor excitatorio más importante del sistema


nervioso central. Es especialmente importante para la memoria y su recuperación, y
es considerado como el principal mediador de la información sensorial, motora,
cognitiva, emocional. De algún modo, estimula varios procesos mentales de
importancia esencial.
Las investigaciones afirman que este neurotransmisor presente en el 80-90% de
sinapsis del cerebro. El exceso de glutamato es tóxico para las neuronas y se
relaciona con enfermedades como la epilepsia, el derrame cerebral o enfermedad
lateral amiotrófica.

 Artículo relacionado: Glutamato (neurotransmisor): definición y


funciones

7. GABA

El GABA (ácido gamma-aminobutírico) actúa como un mensajero inhibidor, por


lo que frena la acción de los neurotransmisores excitatorios. Está ampliamente
distribuido en las neuronas del córtex, y contribuye al control motor, la
visión, regula la ansiedad, entre otras funciones corticales.

Por otro lado, este es uno de los tipos de neurotransmisores que no atraviesan
la barrera hematoencefálica, por lo cual debe ser sintetizado en el cerebro.
Concretamente, se genera a partir del glutamato.

 Conoce más sobre este neurotransmisor pinchando aquí.

8. Acetilcolina

Como curiosidad, este es el primer neurotransmisor que se descubrió. Este hecho


ocurrió en 1921 y el hallazgo tuvo lugar gracias a Otto Loewi, un biólogo alemán
ganador del premio Nobel en 1936. La acetilcolina ampliamente distribuida por las
sinapsis del sistema nervioso central, pero también se encuentra en el sistema
nervioso periférico.
Algunas de las funciones más destacadas de este neuroquímico son: participa en la
estimulación de los músculos, en el paso de sueño a vigilia y en los procesos de
memoria y asociación.

Clasificación de los neurotransmisores

Los tipos de neurotransmisores pueden clasificarse a partir de estas categorías, cada


una de las cuales engloba varias sustancias:

1. Aminas

Son neurotransmisores que derivan de distintos aminoácidos como, por ejemplo,


el triptófano. En este grupo se encuentran: Norepinefrina, epinefrina, dopamina o la
serotonina.

2. Aminoácidos

A diferencia de los anteriores (que derivan de distintos aminoácidos), éstos son


aminoácidos. Por ejemplo: Glutamato, GABA, aspartato o glicina.

3. Purinas

Las investigaciones recientes indican que las purinas como el ATP o la


adenosina también actúan como mensajeros químicos.

4. Gases

El óxido nítrico es el principal neurotransmisor de este grupo.


5. Péptidos

Los péptidos están ampliamente distribuidos en todo el encéfalo. Por ejemplo: las


endorfinas, las dinorfinas y las taquininas.

6. Ésteres

Dentro de este grupo se encuentra la acetilcolina.

Su funcionamiento

No hay que olvidar que, a pesar de que cada uno de los tipos de neurotransmisores
pueda ser asociado a ciertas funciones en el sistema nervioso (y, por lo tanto, a
ciertos efectos a nivel psicológico), no se trata de elementos con intenciones y un
objetivo a seguir, de modo que sus repercusiones en nosotros son puramente
circunstanciales y dependen del contexto.

Dicho de otro modo, los neurotransmisores tienen los efectos que tienen porque
nuestro organismo ha evolucionado para hacer de este intercambio de sustancias
algo que nos ayuda a sobrevivir, al permitir la coordinación de diferentes células
y órganos del cuerpo. 

Por eso, cuando consumimos fármacos que emulan el funcionamiento de estos


neurotransmisores, muchas veces tienen efectos secundarios que incluso pueden ser
todo lo contrario del efecto esperado, si interactúan de manera anómala con las
sustancias que ya hay en nuestro sistema nervioso. El equilibrio que se mantiene en
el funcionamiento de nuestro cerebro es algo frágil, y los neurotransmisores no
aprenden a adaptar su influencia en nosotros para cumplir con la que se supone que
es "su función"; de eso debemos preocuparnos nosotros.
Además, existen ciertas sustancias adictivas que son capaces de alterar el
funcionamiento a medio y largo plazo de las células nerviosas, al sustituir algunos
neurotransmisores en puntos clave. Por ello, para tratar a las personas adictas, es
fundamental intervenir en el comportamiento y también en el funcionamiento
cerebral.

Por otro lado, reducir el comportamiento de un ser humano a la existencia de tipos


de neurotransmisores es caer en el error de un reduccionismo excesivo, dado que el
comportamiento no surge espontáneamente del cerebro, sino que aparece a partir
de la interacción entre el ser vivo y el entorno.

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