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El Isabel Cristina Agredo Palechor.

El cerebro es un órgano complejo, ubicado dentro del cráneo, que gestiona la actividad del sistema nervioso. El
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cual forma parte del Sistema Nervioso Central (SNC) y constituye la parte más voluminosa y conocida del encéfalo.
Está situado en la parte anterior y superior de la cavidad craneal y está presente en todos los vertebrados. Dentro
del cráneo, el cerebro flota en un líquido transparente, llamado líquido cefalorraquídeo, que cumple funciones de
protección, tanto físicas como inmunológicas.

Donde sus funciones podrían resumirse en controlar y regular la mayoría de funciones del cuerpo y de la mente. El
cerebro se encarga de funciones vitales, como respirar o regular el pulso cardíaco, pasando por el sueño, el
hambre o la sed, hasta funciones superiores como el razonamiento, la memoria, la atención, el control de las
emociones y la conducta.

Algunas de las más importantes funciones del cerebro son:


 Control de funciones vitales: Como la regulación de la temperatura, de la presión sanguínea, de la tasa
cardíaca, la respiración, dormir, comer…
 Recibe, procesa, integra e interpreta toda la información que recibe de los sentidos: La vista, el oído,
el gusto, el tacto y el olfato.
 Controla los movimientos que hacemos y la posición postural: Caminar, correr, hablar, estar de pie.
 Es responsable de nuestras emociones y conductas.
 Nos permite pensar, razonar, sentir, ser…
 Controla las funciones cognitivas superiores: La memoria, el aprendizaje, la percepción, las funciones
ejecutivas…

 El Sistema Límbico
Es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que regulan las respuestas fisiológicas frente a
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determinados estímulos. Es decir, en él se encuentran los instintos humanos como: la memoria involuntaria, el


hambre, la atención, los instintos sexuales, las emociones (por ejemplo: placer, miedo, agresividad),
la personalidad y la conducta.
El sistema límbico interacciona muy velozmente (y al parecer sin que necesite mediar estructuras cerebrales
superiores) con el sistema endocrino y el sistema nervioso periférico.

Está formado por partes no concretas que forman el sistema límbico. Las más comúnmente aceptadas son:

 Corteza Límbica: Se sitúa alrededor del cuerpo calloso, y es una zona de transición, ya que se intercambia
información entre la neocorteza y estructuras subcorticales del sistema límbico. Es un área de asociación,
es decir, la que integra información de varios tipos y la reúne para darle un significado.
Así, podemos dar una interpretación a algo que nos ha ocurrido y clasificarlo como agradable,
desagradable, doloroso, o placentero.
 Hipocampo: Se sitúa en la parte media del lóbulo
temporal y se comunica con la corteza cerebral, el
hipotálamo, el área septal y la amígdala gracias a sus
múltiples conexiones. Su tarea más destacada es
consolidar el aprendizaje y la memoria. También se
encarga de introducir en nuestro almacén de memoria
a largo plazo aquello que aprendemos.

 El Hipotálamo: Es una importante estructura que se localiza en la


parte inferior del tálamo, en el interior de los tractos ópticos. Una
de sus funciones más destacadas es controlar el funcionamiento
de nuestro organismo se mantenga en equilibrio. Posee sensores
que provienen de la mayor parte de nuestro cuerpo: sistema
olfativo, retinas, víscera; además es capaz de captar la
temperatura, los niveles de glucosa y de sodio, niveles
hormonales, etc.

 La Amígdala: Es una de las estructuras del sistema


nervioso más estudiadas y más directamente vinculada con las
emociones. Tiene forma de almendra y se compone de dos
núcleos, cada uno situado en el interior de un lóbulo temporal.
 El Área Septal: Se sitúa justo encima de la
comisura anterior y posee numerosas conexiones
con el hipocampo, el hipotálamo y otras áreas.

Se encarga de inhibir el sistema límbico y el nivel


de alerta cuando se han sobre activado por una
falsa alarma. Gracias a esta regulación, el individuo
será capaz de mantener su atención y su memoria,
y estará listo para responder correctamente a las
demandas del entorno.

 Área Tegmental Ventral: Se sitúa en el tronco cerebral y presenta


vías dopaminérgicas (de dopamina) que son las encargadas de
las sensaciones agradables. Si se sufre una lesión en esta área,
los sujetos tendrán dificultades para sentir placer y tratarán de
buscarlo a través de conductas adictivas (drogas, comida, juegos
de azar…).

 Corteza Insular: Se localiza dentro de la cisura de Silvio y


tradicionalmente parece que tiene un importante papel en el
procesamiento e interpretación del dolor, sobre todo su área
anterior. Además, procesa aspectos subjetivos de emociones
primarias como el amor, el odio, el miedo, el enfado, la alegría y
la tristeza. Se puede decir que da sentido a los cambios del
organismo, haciendo consciente a la persona de que tiene
hambre o que quiere volver a consumir cierta droga.

 Corteza Orbitofrontal: Tiene conexiones con áreas del sistema límbico como la
amígdala, encargándose así de codificar datos sobre las señales sociales, y
planificar estas interacciones con los demás. Participa en nuestra capacidad para
averiguar la intención de los demás por su mirada, gestos y lenguaje. Sin
embargo, no se puede negar su influencia en el procesamiento emocional y en la valoración de
recompensas y castigos.

 Ganglios Basales: Está compuesto por núcleo de accumbes,


núcleo caudado, putamen, globo pálido, sustancia negra
y principalmente están involucrados en el control motor.

Partes como el núcleo de accumbens son fundamentales en las


conductas adictivas, ya que aquí se encuentran los circuitos de
recompensa del cerebro y las sensaciones de placer.  Por otro
lado, también se encargan de la agresión, la ira y el miedo.

Condiciones en las que esta afectado el sistema límbico

 Autismo: Parece que los circuitos límbicos implicados en la cognición social (como los que involucran a la
amígdala, el giro cingulado y la corteza orbitofrontal) no funcionan adecuadamente en los individuos con
trastornos del espectro autista. 

 El síndrome de Kluver-Bucy: Esta afectación surge de una extracción bilateral de la amígdala y parte de
la corteza temporal. Se observó que los sujetos presentaban hiperoralidad (exploraban todo con la boca),
hipersexualidad, apaciguamiento, pérdida de miedo y alimentación indiscriminada.

 Encefalitis límbica: Consiste en un síndrome paraneoplásico que afecta principalmente al hipocampo,


amígdala, ínsula, giro cingulado y cortex orbito-frontal. Los pacientes desarrollan pérdida de memoria,
demencia y movimientos involuntarios.

 Demencia: Ciertas formas de demencia pueden afectar al sistema límbico o partes asociadas, produciendo
síntomas de descontrol emocional.

 Trastornos de ansiedad: Existe un fallo en el control que deben ejercer las estructuras corticales y el
hipocampo en la modulación de la amígdala.

 Esquizofrenia: Se da una reducción del volumen de áreas límbicas, las neuronas del hipocampo no están
debidamente organizadas y es más pequeño, y en la corteza cingulada anterior y el tálamo hay menor
número de células GABAérgicas (inhibidoras).

 Epilepsia límbica: También denominada Epilepsia Medial del Lóbulo Temporal (MLT). En este tipo de
epilepsia, se generan lesiones en estructuras como el giro del hipocampo, la amígdala o el uncus. Esto
afecta a la memoria anterógrada, es decir, el paciente tiene dificultades para aprender cosas nuevas.
Además, estas personas son más propensas a sufrir ansiedad y depresión.

 Trastornos afectivos (depresión):Según ciertos estudios, existen variaciones en los volúmenes de los
lóbulos frontales, ganglios basales, hipocampo y amígdala en estos trastornos. Aparentemente hay menor
activación en algunas zonas del sistema límbico.

Bibliografía:
[1] https://www.cognifit.com/es/cerebro
[2] https://www.lifeder.com/sistema-limbico/

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