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Por eso es tan importante que los esposos, ante todo, se escuchen a sí
mismos (sus deseos y necesidades, las reacciones de sus cuerpos) y
juntos busquen las formas de expresión de su amor; las que los ayuden
a consolidar el lazo conyugal, las más adecuadas, cómodas, que les
ofrezcan la mayor riqueza de las vivencias sexuales y que mejor se
adapten a las expectativas de ambos. 30
El diálogo sobre temas íntimos a menudo suele estar entorpecido por las
erradas creencias acerca de masculinidad y feminidad, las que sugieren
que el varón siempre debe saber lo que brinda más placer a la mujer, y
ésta debe esperar hasta que él caiga en la cuenta de qué es lo que más
le gusta. Es necesario tratar la búsqueda de la relación sexual más
satisfactoria para ambas partes como el camino imprescindible en la
conquista de la experiencia compartida en el arte amatorio. Los errores
y fracasos no pueden achacarse a la responsabilidad moral.
Algo similar sucede con el amor. En algún momento hay que detenerse,
darse el tiempo para estar con el otro, comprometerse en la
construcción de la relación con la persona amada. Esto es pertinente
sobre todo en la convivencia sexual. Con demasiada frecuencia los
esposos no tienen tiempo para celebrar su amor, no cuidan que esos
momentos sean de verdad únicos. Más de una vez la vida exige prisa,
sobre todo cuando los hijos son pequeños, pero a pesar del cansancio y
la falta de tiempo, cada tanto es necesario pensar sobre la verdadera
celebración del sacramento del matrimonio, oficiar el banquete del
amor. Vale la pena ocuparse del ambiente, la lencería adecuada, los
aceites corporales, los perfumes… Entonces el acto conyugal puede
convertirse en una particular celebración del sacramento del
matrimonio. 31
Sin embargo, hay que subrayar que esas caricias de los genitales
pertenecen a los modos más íntimos de contacto. En ese caso, lo más
importante es la justificación de las sensaciones de ambas partes y la
aceptación mutua para asumirlas. La profunda intimidad y especifidad
de esas caricias exige un diálogo conyugal. Los esposos deberían saber
qué sienten en esos momentos. Cuanto más íntimas sean las caricias
que asuman, tanto más necesaria será la delicadeza, la percepción del
momento oportuno, la sensibilidad.
El placer sexual no puede ser tratado sólo como cualquier reacción del
cuerpo, separada de una vivencia de alegría espiritual. El hombre como
ser físico- espiritual no vivencia sólo el placer físico, sino al mismo
tiempo un placer psíquico (satisfacción, alegría, proximidad, intimidad) y
espiritual (felicidad, sentido, contacto con Dios). Pore so el placer sexual
no puede ser tratado sólo como cualquier reacción del cuerpo, sino
también como una manifestación y, al mismo tiempo, una intuición del
encuentro que se produce en los niveles más espirituales de los esposos
que se aman. 43
En el primer caso, un fuerza nos empuja cada vez más abajo de nuestro
nivel de vida habitul; en el otro, somos elevados sobre la cotidianeidad
por algo que nos supera. 48
El amor entre los esposos, que se expresa en el acto sexual, hace que la
corporalidad del ser humano sea elevada hacia el cielo. El éxtasis
asociado con la alegría de la convivencia sexual puede compararse con
la felicidad de la vida eterna. Por eso el acto conyugal de los esposos
que se aman les permite vislumbrar en qué consiste la dulzura del
encuentro con Dios. 51
Esa profunda paz del corazón, conocida sólo para los esposos cristianos,
que los inunda en el momento de la unión espiritual y carnal, es la
misma paz que reciben en el encuentro con Cristo durante la oración, en
el sacramento de la reconciliación o en la Eucaristía. ¡Es el signo de la
llegada de Cristo, en esta ocasión en el sacramento del matrimonio!
Notas
30
Esa profunda paz del corazón, conocida sólo para los esposos
cristianos, que los inunda en el momento de la unión espiritual y
carnal, es la misma paz que reciben en el encuentro con Cristo durante
la oración, en el sacramento de la reconciliación o en la Eucaristía. ¡Es
el signo de la llegada de Cristo, en esta ocasión en el sacramento del
matrimonio!