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Rev. Psicol. (Arequipa. Univ. Catól. San Pablo) / Año 2015 / Vol 5 / N° 2 / pp. 83-96 / ISSN 2306-0565
Resumen
El presente documento es una ponencia en la que se analiza la concepción
de «persona» desde una visión trascendente que sugiere profundizar en el
sustrato ontológico del hombre, no entendido como objeto sino como sujeto.
Se parte de la obra de Karol Wojtyła para abordar esta temática en concor-
dancia con los principios teológicos, filosóficos y ontológicos de la Iglesia
Católica. Se derivan de ello, varias implicancias para la labor terapéutica en
el campo de la psicología.
Abstract
The present document is a speech, in which we analyze the conception of
«person» from a transcendent vision that suggests getting deep into the
ontological substance of man, not understanding such as object, instead
subject. We start from Karol Wojtyła’s work to treat the theme in concordance
with theological, philosophical and ontological principles of the Catholic
Church. It derives in several considerations for the therapeutic labor in the
field of psychology.
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La persona y la relevancia de su dinamismo de integración para la terapia psicológica / Olaechea.
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c) El ser humano es persona, es decir, es querer, con todo lo simple que esto pueda
constituido en modo único e irrepetible, sonar, se convierte no pocas veces en la
no relativamente (a otros individuos) senda de recuperación y fortalecimiento
sino absolutamente. De aquí su dignidad de quienes el psicoterapeuta está llamado
inalienable y la inefabilidad de su ser a acompañar.
más propio.
e) El ser humano es persona, es decir, se
Una persona es inclasificable por defini- realiza en el amor, en la sincera donación
ción. Cuando creo que la he comprendido de sí mismo a otra persona y en la sincera
porque, sobre la base de un conjunto de acogida de otra persona en su vida. Esta
síntomas, la he hecho entrar en un cierto dinámica de encuentro y comunión no
paradigma clasificatorio, entonces la lo disminuye, sino que lo hace ser más
persona se me escapa completamente. él mismo.
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Esta afirmación, que aquí se encuentra al Por último, no puedo dejar de mencionar
final, en la realidad es la verdad primaria, otro elemento sobre el que habría mucho
la que funda todas las demás: somos que reflexionar: el papel de Dios —Comu-
personas porque hemos sido creados nión de Personas: Padre, Hijo y Espíritu
a imagen y semejanza de Dios. No por Santo— en el camino de sanidad psico-
nuestra inteligencia ni nuestra voluntad, lógica del paciente. Y esto no solamente
ni por nuestra conciencia ni por nues- como «tema» presente en la terapia, o
tra alta perfección en el conjunto de la como horizonte de vida de la persona
realidad. Todo ello es consecuencia, no (su religiosidad, su trascendencia), sino
es la raíz de nuestro ser persona. como actor real y operante. Si alguien está
interesado en que la persona esté sana a
Si esto es verdad, entonces no podría todo nivel, incluido el psicológico, ese es
darse una psicoterapia que promueva Dios. La pregunta que surge es: ¿cómo
de modo auténtico a la persona, sin que el terapeuta debe hacerse también él
apunte en cierta manera a promover su intermediario para esta acción?
vida espiritual, es decir, sin que considere
seriamente la relación fondal del ser La persona y su integración
humano: el encuentro con Aquel que lo
constituye como persona en el tiempo y Luego de haber profundizado brevemente
para toda la eternidad. en algunos aspectos de la realidad personal
del hombre y haberlos relacionado con el
Teniendo en consideración todos estos quehacer del psicólogo y, especialmente,
elementos sobre lo que significa ser con su actuar terapéutico, podríamos
persona, añado un par de reflexiones quedarnos con la sensación de que en
que dejo abiertas: el fondo estos elementos son, sí, impor-
tantes, e incluso decisivos, en cualquier
Sea cual sea la terapia que el psicólogo relación interpersonal, pero no llegan
lleve a cabo, esta se coloca siempre en el a tocar lo que es específico de la acción
contexto de una relación entre personas. psicoterapéutica. Y en cierto modo la
Se trata de una relación a un cierto nivel observación es correcta. Ello exige de
asimétrica, por los roles o competencias nosotros una mayor reflexión sobre lo que
de cada uno de los presentes. Esto no entra más propiamente en juego de la reali-
elimina, sin embargo, lo fundamental dad personal en el quehacer psicológico.
del «ser persona» del psicoterapeuta, y el
papel que esta dimensión de su realidad Mi propuesta es que ese elemento lo
tiene en el acompañamiento y en la ayuda encontramos en el dinamismo que
que es capaz de ofrecer a la otra o a las Karol Wojtyła, en la obra antes citada,
otras personas involucradas. Pregunto: Persona y acción (Wojtyła, 2011), llama
¿qué importancia tiene el crecimiento o «integración de la persona». Nos deja-
la madurez del psicólogo, no solo a nivel mos conducir por las ideas contenidas
psicológico, sino a nivel personal? especialmente en los capítulos V y VI de
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La persona y la relevancia de su dinamismo de integración para la terapia psicológica / Olaechea.
esta obra, cuyo objetivo, como afirma En segundo lugar, el dinamismo de tras-
el autor, es ser «un estudio de la acción cendencia no es suficiente para explicar la
que revela a la persona, o sea, un estu- unidad de la persona en su actuar, porque
dio de la persona a través de la acción» no da cuenta de la dinámica de unificación
(Wojtyła, 2011, p. 42). que hace posible esa experiencia de tota-
lidad y sus distintos grados. En efecto, la
Integración y desintegración persona —sobre la base de una unidad que
ella encuentra ya dada, recibida de otro en
El ser humano, cuando actúa, está todo su existencia—, se va realizando o desple-
en su acción, en esa «dinamización del gando en un dinamismo que atraviesa todo
propio “yo”» que él mismo ha causado su ser—«espíritu, psique y cuerpo» (1 Tes
como agente. Esa totalidad de presencia 5:23)— y que en la medida en que se encuen-
en el actuar humano se explica, en parte, tre dirigida hacia la verdad y el bien que están
por el dinamismo de trascendencia de la más allá de ella, es decir, en sintonía con el
persona, que revela —en el autodeter- dinamismo de trascendencia, va haciendo
minarse y autoposeerse del ser humano a la persona cada vez más «una», más ella
a sí mismo— al sujeto como señor de misma, la va unificando o integrando.
esa acción y como señor de sí mismo.
Este dinamismo de trascendencia, sin ¿Qué es, entonces, esta integración de la
embargo, no explica completamente la persona de la que habla Wojtyła (2011)?
totalidad en la que el hombre se expe- El concepto de «integración» —como se
rimenta en cada acción que realiza deduce también de lo que hemos seña-
(Wojtyła, 2011). lado hasta aquí— es complementario
al de «trascendencia», «en cuanto que
Y no lo hace por dos razones. permite captar y definir un segundo
aspecto de la realidad, contenido en la
En primer lugar, porque no da cuenta experiencia “el hombre actúa”», y sin el
de la complejidad inscrita en esa tota- cual la trascendencia se convertiría «en
lidad (Wojtyła, 2011). La totalidad y una estructura vacía». El campo en el
unidad de la persona experimentada en que este dinamismo de integración se
la acción no es reflejo de una ausencia de manifiesta es el de la subjetividad del
complejidad. Por el contrario, esa expe- yo humano, así como la operatividad es
riencia de totalidad revela una riqueza en el que se manifiesta el dinamismo de
de estructuras y dinamismos, que le trascendencia (Wojtyła, 2011).
pertenecen al ser humano de modo
propio y sin los cuales no se realiza en La integración —afirma Wojtyła (2011)—:
cuanto persona. Esta complejidad no se «indica un todo o la totalidad de una cosa
muestra en la trascendencia, que más dada», pero más precisamente «parece
bien nos coloca ante el acto simple del señalar no tanto el proceso de unificación
tenerse a sí misma de la persona y ante en un todo de lo que antes estaba separado,
las expresiones de este acto. cuanto la realización y manifestación de
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