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Modelo de intervención

en Terapia Familiar Sistémica

José NAVARRO GONGORA *

MODELO DE INTERVENCION EN Una entrevista clásica de Terapia Fami­


TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA liar Sistémica tal y como la entiende el
grupo de Milán, atraviesa las siguientes
El presente trabajo intenta analizar qué fases:
elementos de una entrevista de Terapia 1. Contacto telefónico previo a la en­
Familiar son susceptibles de promover un trevista.
cambio en el paciente. Como modelo de 2. Pre-sesión.
sesión se ha elegido la propuesta por el 3. Entrevista: definición del contexto
grupo de Milán '. terapéutico.
La perspectiva que adoptamos en lo 4. Entrevista: toma de datos.
que se refiere al problema del cambio es 5. Entrevista: intersesión.
simple: cambio es aquello que el terapeu­ 6. Entrevista: intervención final.
ta hace o dice con la intención de que la 7. Post-entrevista: evaluación de la res­
situación de su cliente varíe. Depende, puesta del cliente.
pues, de su intención, lo que quiere decir En los apartados del 1 al 3, se define el
que en ocasiones sin tenerla se producirá contexto terapéutico, por supuesto en las
y en otra teniéndola no se conseguirá.

Pre-sesión -
hipótesis
- - - ~ Toma de datos ­ - - - - -
(validación hipótesis)
- ~
I
Intersesión ­ -1
restantes etapas también, lo que quere­

1t 1 I

Post-sesión

FIGURA 1. - Modelo de entrevista según el grupo de Milán.

Nuestro examen se limitará a aquellos ele­ mas decir es que estos tres momentos
mentos presentes en la entrevista que tienen como objetivo fundamental delimi­
puedan inducir un cambio. tar las condiciones en las que se va a des­
arrollar el trabajo. La tarea ahora es sa­
ber si esta definición puede o no conside­
(*) Profesor de «Técnicas de Psicoterapia». Uni­
rarse como una intervención para cambiar
versidad de Salamanca, Facultad de Filosofía y Cien­ la situación del paciente. Desde el punto
cias de la Educación (Sección Psicología). de vista de la intención de los terapeutas

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posiblemente no. Ahora bien, cabe pre­ con respecto de sus contenidos: les impri­
guntarse si ciertos contextos de trabajo me un significado. Si el terapeuta dice al­
facilitan o impiden el cambio. Examine­ go, por ejemplo, propone una tarea para­
mos cómo el modelo de Milán define el dójica, al paciente le queda muy claro que
contexto: es algo que se espera que haga, porque
El contacto telefónico recoge datos so­ el terapeuta tardará mucho en verle y no
bre todos los miembros de la familia, ade­ podrá perseguir su ejecución, el sentido
más de los del identificado como pacien­ mismo de la tarea es algo que deberá des­
te. Devuelven una información sumaria cubrir: virtualmente todo queda bajo su
sobre el Centro en el que se desarrollará responsabilidad. Es el cliente quien es ar­
el trabajo: emolumentos, duración aproxi­ tífice de su propio cambio, lo que en caso
mada de la terapia, duración de las sesio­ de que se presenten nuevos problemas
nes, intervalo entre sesión y poco más. puede ser garantía de que intente resol­
En la entrevista misma, yen su primera verlos por sí mismo. El devolver la iniciati­
parte, el terapeuta define, de nuevo, el va al cliente es el punto fuerte de la téc­
contexto: cámaras, función del espejo nica italiana, el hecho de que esa inicia­
unidireccional, duración e intervalo entre tiva sea devuelta a base de largos inter­
sesión y sesión, finalmente pregunta si valos entre sesión y sesión puede, tam­
son necesarias más aclaraciones. Desde' bién, provocar sentimientos de desaten­
el punto de vista de la creación de reglas ción.
de trabajo, parece que las siguientes son La idea es que diferentes maneras de
definidas en estos momentos: definir el contexto provocan en el cliente
diferentes procesos que ayudan o impi­
a) Nuestro interés se centrará en todos. den su recuperación, en este sentido son
b) Para cambiarles necesitamos infor­ intervenciones, aunque no fueran diseña­
mación (y por eso le preguntamos), tam­ das como tales. En el caso del grupo de
bién les devolveremos información: la te­ Milán la manera misma de definir el con­
rapia queda definida como un proceso en texto de trabajo tiende a provocar una
el que se intercambia información y este toma de iniciativa en el cambio de su pro­
proceso se entiende que genera cambio. pio estado por parte del paciente. Lo im­
c) La duración de la terapia y el inter­ portante de esta situación es que la de­
valo entre sesión deben, necesariamente, vuelta de esta iniciativa se produce pre­
tener algún significado para el paciente, viamente a las intervenciones formales
particularmente si éste tiene una cultura con intención de cambio y más importan­
al respecto. Decirle que todo se limitará a te aún componen el transfondo de toda
diez sesiones y que el intervalo es de un la terapia.
mes aproximadamente, equivale a definir Resumiendo, el contexto puede funcio­
un contexto en el que la intervención será nar como una intervención, en el sentido
mínima, implicando que el trabajo del de definir al cliente como el artífice del
cliente tendrá que ser máximo, si quiere cambio.
resolver su problema (SUÁREZ, T. y Ra­ La pre-sesión, es un espacio de tiempo
JERa, C., 1982). previo a la entrevista que se utiliza para
Estas reglas funcionan como el trans­ discutir la información con la que se cuen­
fondo sobre el que se va a montar la te­ ta y elaborar una hipótesis que se corro­
rapia; utilizando la terminología gestáltica, borará (o no) durante la sesión propia­
componen el fondo. Sugerimos que las mente dicha. Como tal no tiene la inten­
intervenciones posteriores cobran sentido ción directa de producir cambio, sino más
dentro de este contexto, lo que quiere bien guiar el proceso de toma de infor­
decir que el contexto no es un marco rígi­ mación. Las relaciones entre el proceso de
do que «contiene cosas», sino que más formulación de una hipótesis y el cambio
bien juega un papel altamente dinámico se discutirán inmediatamente.

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Lo que en un modelo tradicional de te­ La intersesión es una pausa que se ha­


rapia se denomina «sesión», aquí es dedi­ ce hacia la mitad de la entrevista para in­
cado a la obtención de información que tercambiar opiniones entre los terapeu­
valide o no un hipótesis que fue formula­ tas. Se generan nuevas hipótesis, o se
da en la pre-sesión. Como tal la intención dan nuevas ideas para comprobar las hi­
no es de cambio, sino de recabar infor­ pótesis que ya se tienen. No hay una in­
mación. Sin embargo, los autores de esta tención de cambio al realizar esta parada,
escuela entienden que de realizarse las aunque en ocasiones puede observarse
preguntas siguiendo las normas de «neu­ que la pausa tiene un positivo efecto en
tralidad», «hipótesis» y «circularidad» (PA­ el ambiente general de la familia y de los
LAZZOLLI, M. S. et al., 1980), la familia no terapeutas.
necesitará una intervención posterior: la El énfasis de cambio es puesto en la in­
forma misma de preguntar genera la sufi­ tervención final. El grupo de Milán emplea
ciente nueva información como para que una gran variedad de técnicas con la in­
el sistema se vea impactado y se trans­ tención de cambio, a riesgo de empobre­
forme. El modelo de cambio manejado cer un panorama que es muy rico, éstas
por estos autores, afirma que si se intro­ adoptan dos formas fundamentales, típi­
duce nueva información en un sistema és­ cas y atípicas. Una intervención típica tie­
te tendrá que reaccionar a lo nuevo nece­ ne el siguiente esquema formal:
sariamente, esta reacción supone el cam­
bio. No es que la familia vaya a cambiar 1. Connotación positiva de la conduc­
porque comprenda algo, es la adición de ta que el paciente exhibe en la sesión,
información la que al ser «procesada» aunque esa conducta exprese carencia.
deviene en nuestras configuraciones fa­ Por ejemplo, a una familia que es muy re­
miliares. «Sólo lo inesperado tiene un efec­ nuente a dar información se le puede de­
to terapéutico» (PALAZZOLLI, et al., 1981, cir que «los terapeutas les felicitan por la
página 44). El énfasis es puesto en que, facilidad con que hablan de problemas
efectivamente, esa información sea real­ que por nuestra experiencia sabemos que
mente nueva. La postura del grupo de Mi­ son muy difíciles de tratar».
lán parece ser la siguiente: la sesión está 2. Connotación positiva de la secuen­
únicamente animada con la intención de cia de conductas en la que aparece el sín­
obtener información, aunque si ese pro­ toma, o bien redefinición de esa conduc­
ceso es correctamente seguido, también ta en términos positivos. Es importante
es información para la familia originando comprender que no es el síntoma el que
con ello un cambio. Aquí el énfasis hay se presenta con una imagen más benigna,
que ponerlo en la intención, no es lo mis­ sino la secuencia de conductas en la que
mo conducir una entrevista con la inten­ el síntoma aparece. Veamos un ejemplo,
ción de que la familia comprenda algo, un niño de 10 años de edad comienza a
que con la «intención» de que sea el pro­ cometer pequeñas sustracciones en el co­
pio terapeuta quien comprenda algo. En legio y fuera de él, sus padres están divor­
el último caso importa poco que la familia ciados y desde la fecha de la separación
entienda o no, pero importa mucho que vienen librando una batalla legal que les
el terapeuta entienda. está costando, literalmente, millones de
Resumiendo, la entrevista en lo que tie­ pesetas. La batalla está próxima a su final
ne de proceso de validación de una hipó­ y la madre puede perder la custodia de los
tesis, no está animada de la intención de dos pequeños, uno de los cuales es el
producir un cambio, pero puede producir­ paciente. Las dos hermanas mayores se
lo (y debe si fue correctamente llevada), han alineado claramente con el padre y
por el mero efecto de acumular nueva in­ los dos pequeños con la madre. En este
formación frente a la que la familia ha de contexto se les dió a los hijos la siguiente
reaccionar. intervención (los padres estaban obser­

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vando la sesión detrás de un espejo unidi­ generando una buena hipótesis de traba­
reccional): «pensamos que las elecciones jo, lo que se realiza en la primera parte
de padres que habéis hecho son correc­ de la entrevista. Dejando aparte lo difícil
tas. (Pausa). Igualmente estamos de acuer­ o fácil que puede resultar un proceso de
do en que vosotras dos (dirigiéndose a las este tipo y dejando aparte el tema de has­
dos hijas mayores) rehuséis ver a vuestra ta qué punto podemos estar seguros de
madre. Si pensáis que el verla puede per­ la definición alcanzada, lo cierto es que
turbaros profundamente es una sabia me­ aún existiendo reglas para la construc­
dida poner tierra por medio, no obstante, ción de buenas intervenciones, éstas de­
y cuando la situación se haya normaliza­ penden todavía, en gran medida, de la
do, tenéis el ineludible deber de tratar de «inspiración» del terapeuta, de su entre­
introducir un cambio, por pequeño que namiento y experiencia. Como un instru­
éste sea, en esa relación. Es importante mento de ayuda para la elaboración de in­
que hagáis ésto porque en nuestra expe­ tervenciones proponemos la Tabla 1.
riencia hemos encontrado que separarse
en estas condiciones deja abierto una he­ La Tabla 1 está compuesta de tres co­
rida que es muy probable que tenga re­ lumnas, la primera alude a que la familia
percusiones en vuestra vida futura. (Pau­ y/ o PI atribuyen la conducta sintomática.
sa). El problema ahora es doble: cómo' La segunda relaciona las atribuciones del
enfrentar la batalla entre papá y mamá, paciente y/o familia con las posibilidades
y cómo permanecer juntos a pesar de la de intervención que tiene el terapeuta. La
separación entre vuestros padres. La con­ tercera, recoge los posibles efectos de las
ducta. de X (el paciente identificado) que intervenciones propuestas en la columna
ha motivado vuestra venida a la terapia, dos. Los fundamentos descansan en la
nos está dando la oportunidad de poder Teoría de las Atribuciones tal y como la
trabajar esta situación, de reunirnos e in­ entienden los psicólogos cognitivos (DOHER­
tentar encontrar una salida». TY, 1981; JONES, E. E. et al., 1972). La
Como se habrá comprobado se toma versión aquí presentada es una reducción
como conductas relevantes que definen de algo que admite una complicación mu­
la secuencia: los hurtos del paciente, la cho mayor, hemos elegido este formato
separación en dos bandos de los hijos, porque es más manejable. El modelo re­
el deseo de permanecer juntos a pesar de laciona la percepción de la causas por
todo y la batalla legal entre los padres. las que un miembro de la familia realiza
Todas las conductas se connotan positi­ ciertas conductas, con las posibilidades
vamente, excepto la de los padres que se de solución del problema y con los efec­
toma como un hecho sin cualificarla. tos probables de esas soluciones. Por su­
puesto, lo mismo puede ser aplicable a
3. Prescripción de la secuencia sinto­
un paciente en terapia individual.
mática. Puesto que el problema tiene el
efecto positivo de reunir a toda la familia Las variables de atribución son contem­
para discutir sus problemas en las sesio­ pladas bajo dos aspectos: su estabilidad e
nes, no hay razón para que el síntoma intención positiva o negativa. Así pues,
desaparezca. Es más, conviene que el PI en el ejemplo que proponemos anterior­
(paciente identificado) se siga «sacrifican­ mente partimos de la siguiente atribución
do», al menos hasta que finalice la discu­ de la madre sobre la conducta del hijo:
sión sobre qué postura van a tomar ante «todas mis preocupaciones me vienen del
el enfrentamiento de los padres. problema que tengo con mi hijo (la causa
El problema de una intervención de es­ de que yo esté mal es mi hijo), él roba en
te tipo es cómo realizar buenas «redefini­ el colegio, algo se ha desviado de él (la
ciones» o connotaciones positivas. Desde conducta que sigue es debida a algo malo
la perspectiva del modelo la respuesta es: que tiene dentro)>>. La causa es concep­

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TAB LA 1

A) MANEJADO POR
EL PACIENTE B) INTERVENCION C) EFECTOS
Tipo de atribución Posibilidades de intervención

AL YO (causas esta­ 1. Connotación + de la causa es­ Aumenta la eficacia frente al problema (só­
bies y negativas). table (mantiene la atribución lo para casos de baja autoculpabilización),
al yo). evita las culpabilizaciones al otro.

2. Se redefine como inestable Idem.


(mantiene la atribución al yo).

3. Atribución a causas situacio­ Disminuye léI eficacia. Disminuye la auto­


nales inestables y distintas del culpa (sólo para casos de alta autoculpabi­
otro. lización), evita las culpabilizaciones al otro.

A CAUSAS
I
EXTERNAS
1. Al otro (atribu. 14. Connotación + de la causa es­ Disminuye conductas y actitudes de culpa­
a causas esta­ table. bilización del otro, mantiene una mayor ex­
bies y de inten­ pectativa de solución del problema.
ción -l.
5. Redefinición de la causa esta­ Aumentan las expectativas de recupera­
ble (se sustituye una causa por ción, pero atribuyéndolas a causas ajenas
otra menos estable). al sujeto.

6. Atribución al yo. Aumenta la autoculpa y eficacia.

7. Combinación de la 2 y la 3 (am­ Responsabiliza, no culpabiliza; exonera de


bivalencia según convenga). la culpa por la atribución a causas situa­
cionales.

2. A causas exter­ 18. Redefinición de la causa como Aumenta las expectativas de solución, pe­
nas, estables y inestable. ro confirma la impotencia, evita la auto­
- (producen la culpa y la culpabilización.
mayor
importancia). 19. Atribución al yo. Aumenta la eficacia y la culpa, evita la cul­
pabilización al otro.

10. Combinación de 1 y 2. Responsabiliza, no culpabiliza; puede exo­


nerar de la autoculpa al mantener la atribu­
ción externa (ambivalente, según con­
venga).

tualizada corno interna y de naturaleza las alternativas de la columna B (Posibili­


negativa. dades de intervención). La decisión viene
La idea de la Tabla 1 es bien simple: dictada por dos variables fundamentales:
dada una atribución por parte del pacien­ grado de resistencia a la autoculpa y gra­
te y/O familia, el terapeuta puede interve­ do de culpabilización del otro. Si nos fi­
nir proponiendo los restantes tipos. Si la jamos en la columna e (Efectos) compro­
madre de nuestro ejemplo piensa que baremos que las intervenciones con ma­
está mal por la mala conducta de su hijo yor pronóstico de eficacia son aquellas
(atribución al otro), y que su hijo se com­ que atribuyen la causa del un conflicto al
porta mal por algo «malo que le ocurre yo, el supuesto es que el sujeto se tiene
dentro» (atribución a causas internas, pro­ a sí mismo como la persona más cercana
bablemente negativas), el t~rapeuta pue­ disponible para resolver su conflicto. Ahora
de reorganizar las atribuciones eligiendo bien, atribuciones de este tipo tienen el

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grave inconveniente de engendrar fuertes esa persona se deteriorarán (se inducirán


. sentimientos de autoculpa, si el individuo actitudes y conductas de culpabilización
queda inundado por ella la eficacia des­ del otro, ver columna C de la Tabla 1),
aparece. Por lo tanto, si el terapeuta per­ a menos que se redefinan los motivos que
cibe que éste puede ser el caso, deberá mueven a la otra persona a comportarse
elegir alguna otra de las alternativas. La como lo hace. La segunda posibilidad es
más simple, siempre manteniendo la atri­ achacar la causa a razones no personali­
bución al yo, es connotar positivamente zadas, como la edad. Por ejemplo, el tera­
las causas, otras es volver inestable una peuta podría haber elegido decir que «es
causa estable. Muy frecuentemente se muy frecuente encontrar que niños de es­
utilizan ambas. En el ejemplo que veni­ ta edad pasan una época en la que se
mos comentando, la atribución que hace sienten inclinados a hurtar objetos, hasta
la madre se mantiene, la culpa es del hijo. que aprendan a controlarse». El efecto
Un cambio en este sentido hubiera dado probable de una intervención de este tipo
al traste con la terapia (en la percepción' es volver a la familia impotente, lo único
del equipo). A la vez las causas a las que que pueden hacer es esperar a que pase la
se atribuye el conflicto son profundamen­ edad. En situaciones en las que se sos­
te redefinidas: no es que el niño «tenga pecha que una reiterada conducta de los
algo malo», muy al contrario, él es quien padres está alimentando una respuesta
tiene una idea más clara de las necesidades' sintomática en el niño, esta intervención
de la familia: han de ponerse de acuerdo puede servir para bloquear ese patrón de
en seguir juntos como hermanos o sepa­ conducta. Como regla general, cuanto
rarse definitivamente tal y como los pa­ mayor es la estabilidad de la causa a la
dres han hecho. El comportarse mal les que se atribuye un problema, más impor­
brinda, a todos, la oportunidad de ventilar tante se encuentran los sujetos para solu­
estos asuntos en un contexto seguro. cionarlo. Por esta razón se acude a definir
Frente a la madré el terapeuta elige man­ la causa como transitoria, al fin y al cabo
tener el tipo de atribución cambiando la la edad es algo que varía y el niño pasará
intención (de negativa a positiva), frente a adolescente.
al hijo se mantiene la atribución al yo, Un segundo grupo de intervenciones
pero se modifican tanto la intención como típicas son aquellas en las que el equipo
la estabilidad: el paciente se está sacrifi­ se manifiesta dividido en sus opiniones
cando por algo que todos necesitan aho­ con respecto al problema familiar. La es­
ra. La referencia temporal lleva implícita tructura de estas intervenciones es como
la idea de que una vez que la familia re­ sigue:
suelva sus diferencias desaparecerán las
1. Connotación positiva de la conduc­
razones para mantener la conducta, por
ta que la familia exhibe en la entrevista.
lo tanto, las razones son inestables.
2. Con respecto del problema el equi­
Supongamos que, en nuestro ejemplo, po se manifiesta dividido, una fracción
el terapeuta decide que no se debe seguir sostiene una posición y la otra sostiene
manteniendo la atribución al niño porque una posición generalmente contraria.
éste es incapaz de soportar la tensión o
porque conviene cambiar la estrategia. . 3. El terapeuta puede optar por no
En este caso se optaría por una atribución pronunciarse, por apoyar una de las frac­
a causas externas. El siguiente paso es ciones o por jugar el papel de la segunda
evaluar si ha de personalizarse la atribu­ fracción. En el último caso el equipo opi­
ción en alguien o bien dejarla en estado na tal cosa y él opina generalmente lo
contrario.
indefinido. Si la responsabilidad del pro­
blema recae en un otro identificable, el Este tipo de intervención se utiliza cuan­
efecto probable es que las relaciones con do la familia presenta dos opiniones en­

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contradas. Los terapeutas lo único que Esta prescripción es útil para romper
hacen es reproducir especularmente la un esquema fijo de conducta. Así en si­
situación introduciendo algún grado de tuaciones en las que un miembro de la
variación en la formulación de las posi­ pareja ocupa la situación superior cons­
ciones. tantemente y se sospecha que eso es lo
Veamos un ejemplo, una mujer ya ma­ que mantiene un síntoma, se les puede
dura, acude a terapia con problemas de pedir que en días alternos varíen sus ro­
ansiedad. Recientemente se ha divorcia­ les. Un ejemplo aclarará su uso. Una pa­
do, manifiesta los típicos problemas de reja madura acude a terapia porque uno
personas en esos trances: pérdida de su de los hijos tiene problemas con la comi­
red de relaciones, soledad, sensación de da, después de varias sesiones y de algún
que le quedan asuntos pendientes con su incidente la pareja termina por declarar
ex cónguye, etc. Se encuentra en un pun­ que están pensando en divorciarse. La re­
to muerto, desorientada, angustiada. El lación se caracteriza por un constante sa­
equipo decide darle una respuesta dividi­ boteo de sus maneras mutuas de educar,
da: una parte piensa que el motivo de su nunca coinciden. Los hijos se alinean con
angustia radica en que todavía no ha roto el padre, lo que provoca los celos de la
los lazos con su ex marido, por lo que le madre y posiblemente explica por qué es
recomienda nuevas entrevistas con él más dura con ellos, lo que a su vez for­
hasta aclarar la situación. La otra parte talece la coalición padre-hijos. En la quin­
opina que es su carencia de relaciones lo ta sesión la madre plantea claramente que
que la mantiene rumiando durante todo no quiere divorciarse y el padre condicio­
el día sus problemas, por lo que él.reco­ na la continuidad del matrimonio a un me­
mienda que cuanto ante reconstruya sus jor comportamiento de la madre con los
relaciones. hijos. Los terapeutas deciden emplear un
Es muy importante encontrar conduc­ ritual. Se les pide que durante tres días a
tas muy concretas que apoyen lo que el la semana y por una hora, el padre le dirá
terapeuta dice, así como el utilizar el mis­ a la madre cómo tiene que actuar con los
mo lenguaje que la familia maneja, expre­ hijos. El padre tomará nota de si la madre
siones idiosincráticas, palabras claves, etc. se comportó de acuerdo a sus instruc­
ciones, y después, ya solas, discutirán las
Un tercer grupo de intervenciones típi­ notas. Durante otros tres días, la madre
cas son los llamados rituales. El más fa­ prescribirá las reglas y el padre las ejecu­
moso de los cuales es «Odd Days Even tará, la madre tomará notas que serán
Days» (días malos y días buenos). La es­
discutidas en la misma forma. El séptimo
tructura de este tipo de prescripción es día se conducirán de la manera habitual.
como sigue:
El ritual permitirá a la madre aceptar las
1. El equipo ha concluido que por las condiciones del marido sin sentirse humi­
razones tales (aquí se detalla lo que más llada y, además, saborear una posición
se crea conveniente), la familia ha de se­ inédita: la de ocupar una posición supe­
guir la seguiente tarea. rior. Con respecto al padre, le permitirá
2. En los días que se fijan y durante el realizar aquello que demanda: la necesi­
tiempo tal (se detallan las horas y el mo­ dad de que la madre se conduzca de ma­
mento del día), van a ensayar la siguiente nera diferente. A la vez la prescripción
conducta (se detalla la conducta). Y du­ bloquea la coalición padre/hijos, al poner­
rante los días restantes, la familia ensa­ le a cargo de cómo la madre ejecuta la
yará la siguiente conducta (se detalla la tarea, no de los hijos. Al mismo tiempo,
conducta que es generalmente una inver­ les permite experimentar las ventajas de
sión de la anterior, el momento del día y un nuevo contrato matrimonial basado en
la duración del ensayo). un diferente «quid pro quo»: si tú te por­

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tas bien con los hijos, yo me portaré bien los suyos, en este trabajo vuelve a en­
contigo. . contrar nuevos cimientos, los vuelve a re­
Finalmente, las intervenciones atípicas, mover y sigue cavando encontrando más
como su nombre indica, son raramente cimientos, etc.». Las metáforas son pro­
utilizadas. Su frecuencia es mayor en fundamente utilizadas por terapeutas se­
equipos que, siguiendo las directrices del guidores de las técnicas de MILLON ERICH­
de Milán, están frecuentemente impacta­ SON. SU efecto terapéutico se deriva de
dos por las ideas de la Terapia Estratégica su capacidad para burlar el control lógico
(HALEY y MADANES), o/y del MRI de e impactar la parte creativa de la persona­
Palo Alto. No existe un esquema formal lidad movilizándola.
a seguir en este tipo de intervenciones, Recientemente, MARA SELVINI y GIU­
su límite se encuentra allí donde termina LIANA PRATA, trabajando con indepen­
la inventiva y creatividad de los terapeu­ dencia de BOSCOLO y CECCHIN, han des­
tas. En cualquier caso puede decirse que arrollado un tipo de intervención llamado
estas intervenciones ofrecen a la familia «invariante», sus implicaciones son tan
una metáfora de lo que les está ocurrien­ importantes que desbordan el marco de
do. Aquellos casos en los que las pres­ un trabajo como el presente, mereciendo
cripciones directas han fracasado; en los un estudio aparte.
que se duda, da la motivación para el cam­ Una vez se ha ofrecido a la familia la
bio, en los que existe mala relación con intervención, los terapeutas vuelven a
el terapeuta, en los que se da una fuerte reunirse y evaluan las reacciones que han
tendencia a racionalizar, son candidatos observado. De esta manera se cierra el
para estas técnicas. Es difícil encontrar círculo, pues esa información servirá para
buena literatura al respecto, el lector in­ desarrollar nuevas hipótesis en la siguien­
teresado es remitido a un trabajo de HALEY te entrevista (ver fig. 1). Es difícil evaluar
(1980) y varios de MADANES (1980a y b, el impacto que estas post-sesiones tienen
1983, 1984). en la intervención. Una cosa parece se­
Veamos un ejemplo. A un paciente con gura: sirven para perfeccionar la manera
una enorme capacidad de racionalizar y en que las intervenciones son dadas y a
cuya conducta se caracterizaba por un la vez recogen información sobre aquello
constante emprender y renunciar, se le que fue desencadenado. En cualquier ca­
dio la siguiente intervención final en for­ so parece que su efecto, si lo hubiera,
ma de metáfora: «mis compañeros me es muy indirecto.
piden te cuente la siguiente historia. Un
hombre decide construirse una casa al
lado de un río, elige el lugar y se pone a
1 Como se sabe el grupo de Milán se encuentra
cavar para hacer los cimientos, cavando
en la actualidad escindido, nuestro trabajo recoge el
descubre que hay otros cimientos anterio­ tipo de entrevista característico de los hombres,
res, decidienco removerlos para asegurar Luigi BOSCOLO y Gianfranco CECCHIN.

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PALAZZOLl, M. S.: Comentario al artículo de Paul 1982.

RESUMEN

El artículo recoge lo que de intención de cambio hay en el tipo de entrevista


utilizado por el equipo de Milán. Se concluye que la definición del contexto terapéutico
juega un importante papel, pues implica aquel/as creencias que tanto el terapeuta
como el modelo de escuela sostienen sobre cómo el paciente se debe recuperar,
de esta forma toda intervención posterior cobra sentido en este contexto. Se analiza
el proceso de obtención de datos, entendiéndose que dicho proceso puede producir
un cambio en la medida en que introduce información nueva en el sistema familiar.
Finalmente, se presenta un cuadro de las intervenciones finales, estudiándose sus
principales modalidades y ofreciéndose sugerencias sobre en qué ocasiones utilizarlas.

SUMMARV

This paper is devoted to study the intention of the change in the Milan type of
interview. It is concluded that the definition of the context plays a very important
role because it defines how the patient should be healed. The process of getting
information is analized, it is assumed that this process is able to produce a change
as long as some new information is introduced within the family system. Final/y,
both a typology of final interventions and some sugestions about when they should
be used are offered.

PALABRAS CLAVE

Terapia de Familia; Contexto Terapéutico.

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