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Subdimenciones 123
Subdimenciones 123
Por otro lado la percepción es una parte esencial de la conciencia, es la parte que consta
de hechos intratables y, por tanto, constituye la realidad como experimentada. Esta
función de la percepción depende de la actividad de receptores que son afectados por
procesos provenientes del mundo físico. La percepción puede entonces definirse como
el resultado del procesamiento de información que consta de estimulaciones a
receptores en condiciones que en cada caso se deben parcialmente a la propia actividad
del sujeto en su vida diaria [ CITATION Car82 \l 10250 ]. Entonces la percepción es
una manera de detectar cierta información sensorial que especifica propiedades de
objetos, eventos o procesos mediante los cuales los seres humanos determinan una
experiencia resultante que permite reconocerlos. Por ello es un proceso de extracción y
selección de información relevante encargado de generar un estado de claridad y lucidez
consiente que permita el desempeño dentro del mayor grado de racionalidad y
coherencia posibles con el mundo circundante. Se puede afirmar que, de la enorme
cantidad de datos arrojados por la experiencia sensorial (luz, calor, sonido, impresión
táctil, etc.), los sujetos perceptuales toman tan sólo aquella información susceptible de
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ser agrupada en la conciencia para generar una representación mental [ CITATION
Ovi04 \l 10250 ].
Arquitectura: Espacio
Por otro lado, la percepción está definido como aquel proceso que hace consciente a la
persona de la posición relativa de su propio cuerpo respecto a las cosas que lo rodean y
sus relaciones respecto a estas en términos de distancias, tamaños y orientación, todo
ello necesario para permitir el desplazamiento del sujeto en su entorno [ CITATION
Fie07 \l 10250 ]. Las principales señales que utiliza el individuo para llevar a cabo este
proceso son las relativas a la medida de la distancia y la profundidad. Estas señales
provienen tanto de estímulos sensoriales como la visión o el oído como de su
procesamiento mental. Aunque en una primera aproximación pudiera pensarse que los
estímulos necesarios para la percepción del espacio provienen exclusivamente de la
visión, un análisis más detallado implica que existen otras señales que complementan
poderosamente los estímulos visuales. Estas señales provienen de los sentidos, aquellos
como los encargados de la sensación de movimiento; vestibular, responsable del
equilibrio; auditivo y en general de cualquier fuente de estímulo que propicie la
sensación del propio cuerpo respecto al entorno. Las dos pistas principales para la
comprensión del espacio son en cualquier caso la percepción de la distancia y la
profundidad [ CITATION Her11 \l 10250 ]. La adquisición de estos datos, se realiza
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como se ha dicho mediante varios sentidos, a través de los cuales se obtienen a un nivel
perceptivo diferentes medidas que son cruzadas y relacionadas hasta extraer la
información relevante.
Volumen:
Construir:
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tamaños y materiales, hasta la dirección de los hombres en las faenas de construcción.
Cada día los proyectos de construcción son más complejos y requieren mayor
conocimiento técnico experto. La oferta de materiales, sistemas constructivos,
procedimientos de obra, herramientas, equipos, tecnologías de gestión, y en general, de
soluciones técnicas para los proyectos de construcción es interminable. Como
consecuencia, entre más opciones disponibles, menos conocimiento común. Los
diseñadores, y especialmente los arquitectos, ya no conocen ni pueden conocer todos los
detalles involucrados en la construcción de un edificio [ CITATION Loy10 \l 10250 ].
Por otro lado, el lugar que habitamos efectivamente es, en todo caso, un lugar
transformable. Nadie puede negar la potencia del desafío humano superior de disponer
materias y energías, siempre considerables, puesto al servicio de configurar estructuras
sólidas y perdurables que alojen las actividades humanas más diversas. Anhelos y
prejuicios, ideales y utopías, audaces concepciones alternativas e inercias de
características pasadas y las prácticas también informan a la materia de la cosa
construida y le confieren a sus modos de vida. Pero si la obra construida es aquella que
todavía es necesario comprobar su potencia efectiva en el momento de su
implementación habitable, entonces esta adquiere un sentido racional como verdadero y
cabal de producción humana. Porque quizá solo entonces los seres humanos serán
capaces de comprender el profundo compromiso que el arte de construir tiene con un
propósito fundamental de la condición humana [ CITATION Cas12 \l 10250 ].
Necesidad:
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los servicios más elementales requeridos por las comunidades locales. Es así, que la
idea central de esta perspectiva es que las necesidades constituyen un sistema de
elementos y relaciones que definen el bienestar para el individuo.
Como también, la relación con las grandes corrientes teóricas que explican las
necesidades humanas, destaca las aportaciones desde la psicología, donde las
necesidades se explican más como motivaciones o perspectivas individuales, y las de la
sociología, con conceptualizaciones sociales diversificadas, según la perspectiva teórica
y autores. Sin embargo, se evidencia que la mayoría de aportaciones contemplan las
necesidades humanas como constructo social, vinculado con el contexto socio-histórico.
[ CITATION Pui12 \l 10250 ]. Estas necesidades son universales, aunque los medios y
servicios que se requirieren para satisfacerlas varían según las culturas. Para llegar al
nivel óptimo se debe evitar daños graves que se consideren una limitación fundamental
y prolonguen la participación social.
Hábitos:
El hábito es una disposición a actuar de una manera, y esa determinación está impulsada
por un propósito, el actuar humano que opera como aquella fuerza, natural o social que
rige su comportamiento. Aplicado en general a la vida física, a la vida moral y a la vida
intelectual. La educación del cuerpo consiste en hábitos motrices; la educación del
carácter en hábitos morales; la adquisición de conocimientos, de ideas, de métodos, en
hábitos intelectuales. Siendo el hábito la manera de ser o hacer que resulta de la
repetición de un acto [ CITATION Gui98 \l 10250 ]. Por lo tanto, la mayoría de los
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individuos poseen una serie de hábitos adaptados que tienen un considerable efecto en
sus vidas, incluso se toma como punto para establecer sus triunfos o fracasos en varias
actividades que ellos realizan, por ello es preciso señalar cierto grado de autocrítica para
identificarlas, pero es un tanto complicado agregar un hábito así como excluir una si es
necesario.
Emoción:
Las emociones están presentes en la vida de todos los seres humanos, básicamente en
todo lo que realiza. Son las que se definen como ocasiones agradables o repugnantes,
como rigidez o suelta, como exaltación o tranquilidad. Siendo algo más particular lo
representado como regocijo o angustia, aceptación o disgusto, cólera o miedo, asombro
o anticipo. Por lo cual las emociones son fruto del organismo codificado por su genoma
en acomodo a la vivencia popular [ CITATION Sal01 \l 10250 ]. Entonces se considera
a la emoción como la respuesta de todo organismo que implique una excitación
fisiológica, o sea, formas de proceder expresivas y una vivencia consciente, que
envuelve una respuesta neuronal y hormonal.
Felicidad:
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evaluación global de la vida. Por consiguiente la valoración que la vida es excitante no
la califica como “feliz”. Puede haber mucha emoción en la vida y un tanto poco de otras
cualidades. La evaluación global de la vida involucra todos los criterios que surgen en la
mente del individuo; que bien se siente, que bien cumple sus expectativas y que tan
deseable se estima que es [ CITATION Gar05 \l 10250 ].
Por otro lado, se dice que la felicidad consiste en vivir en plena conformidad con el
orden enteramente racional del mundo. Se entiende, entonces, por qué en la filosofía
antigua un conocimiento del universo o cosmos, es esencial: el ideal de liberación y de
felicidad no puede ser alcanzado más que por el conocimiento de lo que es
verdaderamente, y en casi toda esta filosofía antigua, la fuerza de la felicidad es la
contemplación. Es así, que la felicidad está ligada al tiempo: exige estabilidad y
continuidad. Pensar que la felicidad puede llegar a acabarse es viciar el momento feliz
que vivimos, con la angustia de que cesará. Este carácter temporal permite distinguir
entre felicidad y placer. Felicidad no es placer, ya que este último indica la satisfacción
momentánea de una tendencia particular; sigue siendo limitado, superficial y efímero.
Por lo tanto, la felicidad no se reduce al bienestar afectivo de un organismo adaptado a
su medio. El hombre debe reflexionar para construir su vida según unos valores. No
puede desatender ni su libertad, ni su responsabilidad ante el compromiso voluntario de
su acción [ CITATION Mar071 \l 10250 ]. Ser feliz supone que el ser humano sea capaz
de lograr un equilibrio que supere sus contradicciones y sus conflictos. Si el hombre
quiere ser feliz, no debe olvidar que la felicidad es el resultado de una conquista primero
sobre él mismo y luego sobre un mundo en el que debe tener en cuenta no solamente las
fuerzas naturales, sino también al de los demás seres humanos.
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