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LIMADO MANUAL

Claves para un limado correcto:


Limar es generalmente un trabajo de acabado final, en el que las piezas
reciben su forma definitiva y calidad exigida. Aunque este proceso ha sido
relegado por el uso de máquinas y herramientas de alta tecnología,
representa la destreza, exactitud y pulcritud del trabajo con metales.
El limado o ajuste con lima es quizás uno de los más antiguos y tradicionales
procesos de mecanizado, de hecho, es esencialmente el origen del arranque
de viruta metálica. Sin embargo, como consecuencia de los avances
tecnológicos para la manufactura de metales, ha disminuido la formación de
los nuevos profesionales en estos métodos manuales, por ejemplo, para
aquellos que optan por el clásico oficio de tornero-fresador. Así mismo, se ha
diluido el arte del matricero de ajuste, que, con la ayuda del pie de rey, las
tintas de matricería o las galgas de espesores, lograba reconocer la mejor
opción a la hora de eliminar material sobrante para un perfecto ajuste entre
el plato macho y el plato hembra.
Indiscutiblemente, es necesaria y valiosa la evolución de las técnicas para la
industrialización de los procesos y la obtención de resultados eficientes, pero
también es útil preservar el conocimiento de las operaciones manuales, ya
que son importantes y forman parte del día a día de muchos operarios y
profesionales en áreas de fabricación y mantenimiento, ya sea de
maquinaria, moldes, matricera y utillajes, entre otros.
Limando Asperezas
Para un buen limado primero hay que elegir la herramienta correcta, ya que
por la gran variedad de tamaños, formas y cortes disponibles puede ser un
poco confusa la selección. En este sentido, es necesario conocer los
diferentes tipos de limas existentes. Las limas se diferencian entre sí por su
tamaño; por la forma de su cara; por la forma, separación y tamaño del
picado –como se le conoce al grabado o tallado de los dientes de esta
herramienta– y por la clase de acabado que se obtiene según su grado de
corte. En general, el tamaño de una lima se mide en pulgadas (entre 3” y 20”)
desde la punta hasta el talón, es decir, el lugar donde comienza la espiga de
la lima, que es la punta de sección poligonal y sirve para fijar el mango. Los
fabricantes producen limas pequeñas, medianas y grandes. Generalmente, su
longitud está relacionada directamente con su filo, las medidas más grandes
se usan para trabajar áreas amplias y las pequeñas para procesos finos y
delicados como la joyería, platería, fabricación de matrices y relojería. A su
vez, por la forma de la cara transversal de la lima, estas herramientas pueden
ser planas, cuadradas, triangulares, redondas, media caña, cuchilla o de
canto redondo, entre otras. También se fabrican limas de precisión tipo
aguja, en diferentes formas.

En cuanto a la clasificación de estas herramientas por su picado (talla o


disposición de dientes) se puede decir que hay tres grupos de limas:
• Corte sencillo o de picadura sencilla: estas tienen una hilera de dientes
tallados paralelamente entre sí, a un ángulo aproximado de 60° a 85° con
respecto o su eje longitudinal, según el trabajo a realizar. Generalmente se
usan para trabajar materiales blandos (aluminio, cobre, bronce, etc.,), para
acabados finos y para afilados de cuchillos, tijeras, sierras y machetes.
• Corte doble o de picadura cruzada: cuentan dos hileras de dientes en
diagonal que se cruzan entre sí, el ángulo de la primera hilera es igual al de
las limas simples, mientras la segunda hilera tiene un ángulo de 44º a 62º.
Estas limas tienen los dientes dispuestos en tal forma que la eficiencia del
limado es superior a las de tallado simple y remueven el material con mayor
rapidez.

• Especiales (corte curvo y escofina): también se usan limas de tallado


curvilíneo, las cuales tienen hileras de dientes sencillos que forman semi-
arcos continuos en la superficie de la cara herramienta. Es una lima que se
utiliza para dar acabados muy finos o para trabajar materiales muy blandos.
Además, hay herramientas talladas tipo escofina, con dientes individuales
triangulares muy grandes, son empleadas para cortes ásperos o rugosos y se
usan sobre madera, aluminio, plomo, cascos de caballo.
Según los grados de corte de sus dientes las limas reciben el nombre de
gruesa, basta o bastarda, semibasta, entrefina, fina, extrafina, acabado y
súper acabado. Se entiende por grado de corte al número de dientes que hay
por centímetro cuadrado, los cuales pueden ir desde aproximadamente 15
dientes hasta más de 1.000 dientes, con una distancia entre surcos que varía
desde 2 mm a 0.1 mm. A mayor número de dientes por cm2 , el acabado es
más fino.

A ciencia cierta, es casi imposible establecer exactamente la lima adecuada


sin conocimiento de los parámetros de trabajo, no obstante, al conocer las
diferencias de cada herramienta el usuario sí puede hacer sus propios análisis
y sacar conclusiones, además tener una idea clara de la naturaleza, magnitud
del proceso y acabado requerido.
Los consejos para el limado son aún más difíciles de establecer que la misma
selección de la herramienta, ya que, como todo trabajo manual, el ajuste con
lima depende especialmente de la experiencia y práctica del operario. Sin
embargo, hay algunas pautas claves que se pueden mencionar sobre cómo
utilizar bien una lima.
 Antes de empezar el limado la pieza debe de estar trazada, de tal
manera que se pueda apreciar el sobre metal existente. También hay
que observar si el mango de la lima tiene su anillo y si la espiga está
bien sujeta al mango, para evitar accidentes.
 Las piezas deben de ser fijadas en una prensa de banco en forma
estable y segura. Las piezas ya desbastadas o pulidas, hay que
protegerlas, colocando mordazas o calzos postizos y hacer lo mismo
con las más delicadas.
 La prensa debe estar ubicada a la altura adecuada para cada operario:
una manera sencilla de verificar esto es colocar el codo sobre las
mordazas de la prensa y cerciorarse de que el puño toque sin
problemas el mentón.
 Las limas siempre deben llevar su correspondiente mango, y éste debe
tener una abrazadera metálica. La lima debe introducirse lo
suficientemente en el mango y debe estar bien recta con respecto a él.
 Para limar el operario debe estar de pie con la espalda derecha y el
tronco levemente inclinado hacia al frente, de manera que, el pie
izquierdo o derecho (según si el usuario es diestro o zurdo,
respectivamente) quede adelantado.

 Generalmente la lima se usa con las dos manos, el mango debe


sujetarse con una mano y la punta de la lima con la otra. El mango de
la lima debe apoyarse en la palma de la mano (derecha o izquierda
según el operario) con el pulgar apuntando a lo largo de la parte
superior del mango y los dedos sujetando el lado de abajo. La punta de
la lima debe sujetarse entre el pulgar y los dos primeros dedos,
estando el pulgar encima de la lima.
 El operario debe tratar de desplazar la lima hacia adelante en una
línea casi recta, levemente inclinada hacia la derecha o izquierda, y por
su puesto sin apresurarse, en el mismo plano, desplazándose sobre
toda área lo suficiente para impedir el ranurado en una única zona.
 Para el limado atravesado hay que sujetar la lima por cada extremo,
empujándola y pasándola a través de la superficie de trabajo. Como las
limas están hechas principalmente para cortar en un movimiento de
avance longitudinal, no se debe usar nunca una lima con una picadura
de ángulo corto, ya que marcará y rallará en vez de raspar y cizallar.
Cuando se haga debidamente, el limado atravesado produce un
acabado más fino que el limado recto.
 Cuando se lime una superficie de trabajo girando en un torno, la lima
no debe mantenerse rígida o fija, sino moverse constantemente. Un
deslizamiento o movimiento lateral ligero ayuda a que la lima se limpie
y elimine salientes y ranuras.
 Los distintos acabados requieren de diferentes presiones; sin
embargo, por lo general, se debe ejercer suficiente presión para
mantener la lima cortando. Pero no hay que exceder la presión pues
resulta a menudo en un movimiento oscilatorio que produce una
superficie redondeada. Nunca se debe utilizar una lima en un metal
más duro que la misma herramienta, ya que los dientes se embotan y
es probable que se atasquen o se fracturen.
 La lima de aguja plana de precisión debe usarse con un movimiento
suave y lento desplazando la lima lateralmente a lo largo de la pieza
durante el movimiento hacia adelante. Al usar limas cilíndricas o de
media caña, el limado debe hacerse hacia la derecha para asegurar un
corte más profundo y un acabado más liso.
 En el movimiento inverso o de retroceso, lo mejor es levantar la lima
de la superficie de trabajo pues los dientes se pueden dañar y el
acabado desmejora, algunos operarios devuelven la lima en metales
muy blandos, pero incluso entonces la presión debe ser muy ligera,
nunca mayor que el peso de la lima misma.
 El limado en una sola dirección no da un control visual claro del
resultado ya que los dientes pasan siempre por las mismas señales. Por
tanto, lo más conveniente es realizar un limado en cruz a las señales de
la primera dirección y así se eliminan las ondulaciones producidas.
 Conviene utilizar las limas en toda su longitud y del tipo bastas para
rebajes de material superiores a los 0,5 mm; las entrefinas para
arranques de material entre 0,2 mm y 0,5 mm; y finas para trabajos
menores de 0,2 mm. D Recuerde no utilizar la lima para golpear, como
palanca o cincel.
 Es importante usar antes y después del trabajo un cepillo de carda
(cepillo con cerdas de acero), que sirve para pasar sobre la cara de la
lima y así retirar las virutas que suele quedar entre los dientes, y que
en el momento de su uso rayaría la pieza. Se pasa en la dirección del
picado; si algunos granitos de material se dificultan sacarlos con el
cepillo, se puede usar una punta de latón para hacerlo. No se deben
colocar las limas unas sobre otras.
Limado y Metales
Los distintos metales varían considerablemente en carácter y
propiedades, algunos son más blandos que otros, y otros son más
dúctiles. La naturaleza del metal debe considerarse con cuidado al
escoger la lima adecuada y aplicarla al trabajo. Por ejemplo, un metal
dúctil suave requiere una lima aguda y solamente se debe hacer una
ligera presión durante el limado si no se desea deformar la superficie
de trabajo. Por el contrario, un metal duro y menos dúctil puede
requerir una lima con mayor número de dientes por centímetro para
evitar que muerdan demasiado profundo y se rompan cuando se
ejerza presión.
Al limar el material, el usuario normalmente nota si está usando o no
la lima adecuada, y si está limando de la manera correcta. Si todo está
bien, se logra una acción de corte suave y un buen acabado limpio en
la superficie de trabajo. Si hay una gran resistencia del material, es
posible que se esté usando la lima equivocada, que la lima esté dañada
o que se esté usando el método incorrecto. A continuación, se
describen algunas características para el limado de materiales
especiales:
• Limado de acero inoxidable: El uso de acero inoxidable y aceros de
aleación ha creado otras técnicas de limado. Estos aceros con un
contenido de cromo duro y níquel son fuertes y densos, esto hace que
sean abrasivos, lo que acorta la duración de la lima normal. Para
superar estos problemas, se han desarrollado limas con buenas
calidades de desgaste, cuando se usan con una ligera presión y un
movimiento lento y constante eliminarán metal y proporcionarán un
buen acabado. Es importante, limpiar muy bien la lima antes de
trabajar con inoxidables, máximo si antes se han trabajado hierros u
otros tipos de acero.
• Limado de aluminio: este material es blando y difícil de limar, los
dientes de la lima se atascarán incluso con una presión moderada.

Lo más importante es emplear una lima especial que incluya dientes finos y
quizás un picado más profundo que no permita el atascamiento de las
limaduras. Al usar un movimiento de cizalladura hacia la izquierda, se puede
obtener un buen acabado.
• Limado de latón: es difícil limar el latón porque es más blando que el
acero, pero fuerte. Esto exige dientes afilados, fuertes que corten para
impedir la formación de ranuras y que la lima se salga de la pieza de trabajo.
Con presión, los dientes afilados de corte alto penetran profundamente, con
menos presión, el ángulo de la segunda picadura alisa.
• Limado de bronce, estaño y aleaciones de cobre: El bronce es similar en
naturaleza al latón en algunos aspectos, pero varía según los porcentajes de
los elementos aleados. El filo promedio de la lima es satisfactorio para
algunos bronces, mientras que, para otros, se requiere una lima que pueda
mantener su filo durante períodos más largos. Así pues, para los bronces más
duros, se recomienda una lima con un ángulo más agudo en la parte superior
del diente. Este se denomina diente con cabeza superior fina. El sentido del
movimiento de la lima debe cruzarse con frecuencia para evitar la formación
de ranuras con bronce y latón.

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