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UNANIMIDAD EN LA IGLESIA PRIMITIVA Y ACTUAL

La unanimidad en la iglesia primitiva fue muy importante y notorio a lo largo de la


iglesia cristiana ya que se veía grandes milagros de sanidad y restauración, recibían
el bautismo del Espíritu santo y la evangelización de almas era a gran número. Los
hermanos primitivos no sentían celos de ningún otro hermano, ni envidia, ni rencor,
ni resentimientos, ni ningún sentimiento negativo, al contrario, vivían en amor y
felices.

En cambio, en nuestra actualidad no hay unanimidad ya que muchos hermanos


sienten celos de los lideres, diáconos y otros hermanos ya sea x factor económico o
familiar; sienten envidia por los logros de otros hermanos; resentimientos por si el
hermano le vio mal o el pastor le llamo la atención, etc.

Hechos 1:14 dice: “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego,


con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.”

En aquellos momentos, la actitud de los apóstoles y de los creyentes era una actitud
de unidad, de oración, y de espera era parecido a una cápsula de tiempo, que se
extendió entre la ascensión del Señor Jesucristo al cielo y la venida del Espíritu
Santo.

Actualidad: No hay ninguna manera en que nosotros podamos duplicar hoy aquel
período. Recordemos que aquel fue un período de tiempo, parecido a una cápsula
de tiempo, que se extendió entre la ascensión del Señor Jesucristo al cielo y la
venida del Espíritu Santo. Y nosotros no estamos viviendo en ese período de
tiempo por falta de unanimidad ya que cada uno busca su bienestar personal.

Hechos 2:1 dice: “Cuando llego el día de pentecostés estaban todos


unánimes juntos.”

Como la Pascua se ha cumplido en la muerte de Cristo y la fiesta de las primicias


ha encontrado su cumplimiento en la resurrección de Cristo, creemos que la fiesta
de Pentecostés aquí representaba algo; es decir, que era el cumplimiento de algo.
Fue el día en que nació la Iglesia, el día cuando la Iglesia comenzó a existir.

El Espíritu Santo comenzó a hacer una obra en el día de Pentecostés. El día de


Pentecostés se cumplió con este evento. La expresión "Cuando llegó", no se estaba
refiriendo a una determinada hora del día. Significaba que Pentecostés, que Israel
había estado celebrando durante muchas generaciones, al fin se había cumplido.

Actualidad: ahora no se busca al señor en unanimidad como aquellos tiempos, ya


que a los ayunos vienen unos cuantos como a los cultos de oración, es igual es las
fiestas espirituales no hay unanimidad, la mayoría asiste con cosas materiales.

Hechos 2: 46 dice: Perseveraban unánimes cada día en el Templo, y partiendo


el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón.

Nunca ha sido la Iglesia tan fuerte espiritualmente, como lo fue en ese entonces.
Ahora, esta clase de vida que se menciona en este pasaje ya que compartían todo
con un buen corazón.

Actualidad: casi no podría llevarse a la práctica en la actualidad, porque hay


demasiados cristianos que, lamentablemente están más controlados por los deseos
de su vieja naturaleza, dominada por las pasiones, que por el Espíritu Santo de
Dios. Ahora, observemos que era el Señor, quien añadía a la Iglesia los que habían
de ser salvos.

Hechos 4:24 dice: Ellos, al oírlo, alzaron unánimes la voz a Dios y dijeron:
Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo
que en ellos hay

Pedro y Juan habían sido puestos en libertad, habían regresado a la Iglesia y dieron
su informe. Tenemos aquí una descripción de una gran reunión de la Iglesia
primitiva. Y creemos la condición espiritual de la iglesia nunca ha estado después
en un nivel tan alto como éste que aquí observamos. Hallamos la clave de esto en
su oración. No fue simplemente una oración cualquiera. Fue un himno de alabanza
en el cual dijeron "Soberano Señor, tú eres el Creador".
Actualidad: Tememos que algunos que en la actualidad profesan ser cristianos, no
estén tan seguros como para poder afirmar lo mismo que con absoluta convicción
proclamaron aquellos antiguos cristianos; de que el Señor es Dios y Creador.

Esta falta de seguridad caracteriza hoy a muchos que pretenden aceptar una
especie de cristianismo.

Se ponen en duda eventos relacionados con la vida y milagros de Jesús, Su muerte


y su Resurrección de los muertos. De la misma manera se niega la acción del
Espíritu Santo en el mundo actual, su obra de llevar a las personas a una convicción
de su pecado y rebelión contra Dios, y de transformar a las personas que creen en
el Señor Jesucristo como su Salvador en nuevas personas, por medio de un nuevo
nacimiento espiritual. Parece como si algunos sectores llamados cristianos se
estuviesen desmoronando, por la pérdida de convicciones firmes y, en
consecuencia, han perdido el poder divino que caracterizó a la iglesia del primer
siglo y, en consecuencia, han perdido también su impacto en la sociedad. Se piensa
más en métodos para atraer a la gente, que en movilizar a los cristianos para que
proclamen el mensaje de las buenas noticias, el mensaje de la resurrección y la
victoria de Jesucristo sobre las fuerzas del mal. Sería trágico que algunos
estuvieran más interesados en constituir clubes religiosos que en aceptar las
consecuencias que el sacrificio de Jesucristo en la cruz y su triunfo sobre la muerte
tienen para los seres humanos de nuestro tiempo.

Hechos 5:12 dice: “Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales
y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de
Salomón.”

Este texto comienza hablando de muchas señales y prodigios realizadas por los
apóstoles. Las señales, prodigios y milagros tenían el propósito de autenticar el
mensaje como proveniente de Dios y los mensajeros como enviados por Dios. Muy
bien… Mientras los apóstoles realizaban las señales y prodigios, la iglesia se
mantenía unánime en el pórtico de Salomón. El pórtico de Salomón era una hilera
de columnas a lo largo del lado Este del atrio exterior del templo. En este lugar, la
iglesia se mantenía unánime, esto significa que tenían una misma mente y un
mismo parecer.

Todavía no aparecían las divisiones, las rivalidades, los celos, las contiendas.

Seguramente no todos tenían la misma opinión sobre determinado asunto, pero no


permitían que esta diferencia de opinión afecte la unidad de la iglesia. Todos
estaban muy prestos a ceder en sus opiniones por el bien de la mayoría y lo hacían
con gusto.

El ingrediente infaltable en una iglesia llena del Espíritu Santo era la unanimidad.
Pero además de unanimidad, la iglesia era alabada por el pueblo.

Hechos 5:13 dice: “De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas
el pueblo los alababa grandemente.”

Los demás, de quienes habla este texto, puede ser una referencia a la clase
gobernante, al sanedrín, es decir al sumo sacerdote, los principales sacerdotes, los
ancianos del pueblo, los escribas, los fariseos, los saduceos. Toda esta gente no se
atrevía a juntarse con los creyentes. Tenían temor de perder sus prebendas y
privilegios como clase gobernante. Recibir a Cristo en este tiempo resultaba en ser
cortado del judaísmo y no estaban dispuestos a ello. Como sucede hoy en día, el
Evangelio echaba raíces más rápidamente en la gente común y corriente, digamos
en el pueblo.

ACTUALIDAD: El texto dice que el pueblo alababa grandemente a la iglesia de


Cristo. Esto es muy notable. Hoy en día, en la mayoría de los casos, el pueblo no
tiene una buena opinión de las iglesias locales, debido al mal testimonio de algunos
hermanos, pero en la iglesia primitiva, al menos a estas alturas de su existencia, no
había este problema. La iglesia en Jerusalén era bien vista por el pueblo en general.
Los cambios radicales en los creyentes llamaban poderosamente la atención de la
comunidad incrédula. Bien se ha dicho que el estilo de vida de los creyentes atrae o
aleja a los incrédulos. Así que la iglesia era unánime y la iglesia era alabada por el
pueblo. En tercer lugar, la iglesia crecía constantemente.
Principios de la iglesia primitiva
1. Principio de la unidad. 1:4

Esta unidad es de la que habló el Señor Jesucristo en Juan cap. 17. Esta unidad
debe estar cohesionada por la doctrina bíblica y la presencia del Espíritu Santo.
Enseñemos a los hermanos la importancia de la unidad; prediquemos los principios
del Salmo 130. Esta unidad era resultado de un espíritu de oración. A través del
libro se nos enseña que los líderes de la iglesia enfocaron su ministerio en la
oración y la prédica de la Palabra. En el cap. 6 la oposición surgió del seno de la
iglesia misma, pero los hermanos con sabiduría de Dios eligieron personas para
que se dedicara al ministerio de la asistencia social y los líderes dedicados a orar y
a predicar el Evangelio del Señor Jesucristo.

2. Principio de la apropiación del poder del Espíritu Santo. 1:8.

El Señor Jesús prometió que recibirían el poder del Espíritu Santo. No se puede
hacer la obra del Señor sin la presencia del Espíritu Santo. Los salvos fundamentan
la salvación en tres pilares gloriosos de la fe cristiana: Belén, El monte Calvario y el
aposento alto en el día de Pentecostés: en Belén tenemos el hecho histórico de la
Natividad; en el monte Calvario tenemos el sacrificio expiatorio de Jesucristo y en el
aposento alto tenemos la venida gloriosa del Espíritu Santo para quedarse con y en
la iglesia; en Belén Dios está con nosotros, en el Monte Calvario Dios muere por
nosotros y en el Pentecostés Dios comienza a vivir en nosotros. Los creyentes no
necesitamos otro Pentecostés como tampoco necesitamos otro Belén y otro monte
Calvario. Siempre la obra de Dios es perfecta.

3. Principio del liderazgo dirigido por el Espíritu Santo. 2:4,14

Los líderes se sometieron a la dirección del Espíritu Santo. En los primeros


capítulos del libro el hombre clave es Simón Pedro. Pedro hace uso de la autoridad
que da el Espíritu y ningún miembro de la iglesia puso en entredicho tal autoridad.
El líder que se somete a Dios tiene autoridad espiritual. Lucas cap. 7 nos informa
que el Señor Jesús sanó al siervo de un Centurión y en dicho relato aflora el
principio de autoridad. El Centurión era un hombre que obedecía a su jefe y por
tanto él tiene autoridad para dar órdenes y que, por supuesto, se le obedezca. Con
harta frecuencia observamos en las iglesias locales de líderes que protestan hasta
el cielo porque los demás no se les someten, pero ellos no son obedientes ni a Dios
ni a los que están sobre ellos en la organización cristina. Los líderes llenos del
Espíritu Santo tienen autoridad espiritual para que otros les obedezcan.

4. Principio de la explicación de las Escrituras. 2:16.

Pedro explico el fenómeno a la luz de la enseñanza de la Escritura. Pedro no se


preocupó por darle explicación científica o psicológica al suceso de Dios. Se limitó a
decir el apóstol que aquel acontecimiento tenía una explicación a la luz de las
Escrituras. Todo predicador debe decir: "La Biblia dice"; el predicador no debe
decir: "La iglesia dice", "Mi organización eclesiástica dice" o "Yo digo". Los ministros
que predican la Palabra de Dios gozan de la bendición de Dios; las iglesias que
predican la Palabra de Dios son estables y bendecidas por Dios.

5. Principio de la predicación basada en el Señor Jesucristo. 2:22.

Pedro predicó la Palabra enfocándola en el Señor Jesús. Los apóstoles exaltaron a


Jesucristo. Jesucristo es el poder atractivo de la iglesia. Estimado colega predique a
Jesucristo, ame a Jesucristo. El diablo odia al Señor Jesucristo, pero nosotros los
creyentes amamos a Jesucristo. Son millones de personas que creen en Jesucristo,
pero son pocos los que aman a Jesucristo.

6. Principio del pueblo compartiendo a Jesús. 3:31

Todos los creyentes debemos testificar de Jesucristo. Debemos compartir en el


poder del Espíritu Santo. Recordemos que Dios dice que somos testigos; no somos
jueces, ni abogados; somos testigos de Jesucristo y llenos del poder del Espíritu
Santo.

7. Principio de la actitud positiva. 2:44,45.

En los ministros e iglesia del Señor no debe haber negativismo ni espíritu de


amargura. En el cielo no habrá negativismo. El negativismo es una actitud que limita
el poder y la soberanía de Dios. En el capítulo 4 aprendemos que los apóstoles
fueron torturados, pero eso no los amargó, sino que fue para ellos un motivo de
alabanza al Dios soberano; en capítulo 16 los misioneros fueron azotados pero eso
no los amargó, sino que fueron provocados para seguir alabando al Señor.

8. Principio de dar una invitación. 2:20


Debemos aprender a cosechar la semilla que sembramos. El apóstol llamó a la
gente a Jesús. Debemos informar a la gente con el mensaje bíblico, pero también
debemos retar a las personas a una decisión personal con respecto a la persona de
Jesús: La gente debe decir: "si", "no", "tal vez mañana" o "nunca".

9. Principio de la adoración con gozo. 2:46

La gente quiere estar donde hay un ambiente de gozo. Nadie quiere estar donde se
oyen cánticos parecidos a los fondos musicales de las películas de Drácula.

10. Principio del crecimiento cuantitativo. 2:47.

Cristo dijo: "Edificaré mi iglesia". No es mi iglesia ni la iglesia suya, sino la iglesia del


Señor Jesucristo. Está bien claro en la Palabra de Dios que los principios que
hicieron que la obra del Señor se extendiera por todo el Imperio Romano estaban
basados en una relación adecuada de los creyentes con el Señor Jesucristo. Yo le
invito, estimado lector, a que haga una meditación profunda de la Palabra del
Señor. Medite todo el libro de Hechos; hágalo en oración y pida al Señor que le
ayude a obedecer los mandamientos del Señor y Dios bendecirá su ministerio

 https://estudiosbiblicos.quedicelabiblia.org/la-obra-de-jesucristo-despues-de-
su-asencion/la-unanimidad-en-la-iglesia/
 estudio de libros historias por Pastor Uldarico Villantoy Lolay

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