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Prevenir y controlar
El mejor modo de controlar y de evitar las enfermedades
psicosomáticas consiste en prevenir el estrés y adaptar nuestras respuestas
físicas ante situaciones que nos ponen nerviosos o que generan tensión.
Recuerda que lo que sentimos (la gestión de las emociones) influye en nuestra
salud, tanto mental como física.
Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón
con el dedo meñique.
Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del
destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés
compartido y la unión de los sentimientos.
La historia en sí cuenta que entre dos o más personas que están destinadas a
tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que viene con ellas desde su
nacimiento.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del
hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la
bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo.
Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con
una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba
esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie e hizo que
el joven emperador se acercara y le dijo: “Aquí termina tu hilo”, pero al
escuchar esto, el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse
y su corte le recomendó que lo mejor fuera que desposara a la hija de un
general muy poderoso.
El emperador aceptó esta decisión y comenzaron todos los preparativos para
esperar a quien sería después la elegida como esposa del gran emperador.
Llegó el día de la boda, pero sobre todo había llegado el momento de ver por
primera vez la cara de su esposa.
La enseñanza de la leyenda del hilo rojo según la tradición japonesa tiene que
ver con la comprensión del destino y el papel preponderante que juega el amor
en este hilo. Muestra claramente cómo los amores destinados son eso, no
podemos escapar de la persona que nació para amarnos.
Para la astróloga, parte de la historia del hilo rojo habla de una herida que nos
queda en la frente, un lugar que desde lo simbólico nos dice que no vamos a
poder olvidar ese amor herido. Siempre existirá un dolor por la pérdida del
amor que no pudo ser. Lo cierto es que aquella persona que coincide con el
otro extremo de su propio hilo, comprende sin dudar, que ese otro es la
persona que estaba buscando.
Las sensaciones que pueden comprobar esa “buena elección” son la paz
interior, la seguridad de sí mismos, la alegría más allá de la etapa del
enamoramiento, el entendimiento casi por deducción a la otra persona y la
conexión, aún sin compartir un mismo espacio físico. Ahora nos quedamos
pensando… ¿estaremos con la persona que corresponde a nuestro hilo rojo?,
si no es así ¿la persona destinada para mi estará con una persona
equivocada?, ¿tengo que terminar mi relación para ponerme a buscar la punto
de mi ovillo?, ó ¿espero que él me encuentre a mí?
¿Qué es la hipocondría?
Vale aclarar que aunque en el imaginario popular existe una identificación entre la
hipocondría y la vejez, lo cierto es que gran parte de las personas hipocondríacas son
hombres que rondan los 30 años y mujeres sobre los 40. Estas personas pasan
muchas horas estudiando su cuerpo y reacciones con detenimiento, hasta que realizan
su propio diagnóstico, que generalmente entra en contradicción con el que realiza el
médico. Por eso, es común que vayan de hospital en hospital, buscando a un médico
que confirme sus temores.
Casi siempre las personas hipocondríacas están al tanto de las últimas enfermedades
y tratamientos y se convierten en nutricionistas expertos porque, en el fondo, tienen
mucho miedo a padecer alguna enfermedad. Así, poco a poco, la salud y las
patologías se van convirtiendo en su único tema de conversación. Cuando este
trastorno llega a su punto álgido, se produce un deterioro severo de sus relaciones
interpersonales ya que incluso pueden renunciar a la vida social por el miedo a
contaminarse.
Las causas de la hipocondría son muchas por lo que es difícil hacer referencia a un
solo factor. Entre las causas más comunes se hallan:
Por supuesto, también existen otras personas que utilizan las enfermedades para
atraer la atención de los demás. En esos casos, la hipocondría se convierte en una
forma para relacionase y mantener a su lado a familiares y amigos.
El tratamiento de la hipocondría
Tratar la hipocondría suele ser muy difícil ya que estas personas no desean reconocer
que la causa de su mal es de origen psíquico. Por eso, es usual que se nieguen a
someterse a un tratamiento psicológico.