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Comité Editorial
Alfonso LLano Escobar, S. J., Carlos Gaviria Neira, Gloria Inés Prieto de Romano,
Horacio Martínez Herrera, Juan Gregorio Vélez, Margarita Sánchez Morales,
María Mercedes Hackspiel Zárate, Rafael Eduardo Torrado Pacheco.
16
Selección de Selecciones
C o n t e n i d o
La palabra «bioética»: Funciones del bioeticista
su nacimiento y el legado Alfonso LLano Escobar, S.J.
de quienes la inventaron 76
Warren Thomas Reich 7
Necesidad de una bioética
desde América Latina
¿De qué hablamos cuando (Bioética y justicia sanitaria)
hablamos de Bioética? Francisco R. Parenti
84
Teresa Asnáriz 21
Realidad y sentido de la
Deliberar sobre la bioética bioética en el plano mundial
Amy Gutmann y Dennis Thompson 42 Christian Byk
94
a nuestros lectores
Les recordamos que el objetivo de nuestra revista es la publicación de artículos
Septiembre de 2010
d e l d i r e c t o r
C
enalbe, Centro Nacional de Bio- auspicios de cenalbe. Volverá a salir al
ética, con veinte años de vida, lo- público, después de un año de receso,
gró coronar con éxito su proceso con el número 16, que se publicará en el
de independización de la Universidad segundo semestre de este año 2010, con
Javeriana y de recuperación de su com- un número que llamaremos ‘Selección de
pleta autonomía estatutaria. Arreglamos Selecciones’ porque publicaremos diez
y decoramos un rincón abandonado del de los mejores artículos editados en los
Centro Ignaciano de Reflexión y Espi- diez años de existencia. Seguiré siendo
ritualidad, CIRE, ubicado en la antigua su director con la ayuda de la diligente
sede de las Facultades Eclesiásticas, en Coordinadora Editorial, la enfermera y
Chapinero, que más parecía una fría y bioeticista Margarita Sánchez Morales y
arrinconada nevera, que una oficina. La con un nuevo Comité Asesor.
convertimos en una oficina acogedora y
cálida, después de ponerle un buen ta- Las actividades que realizaremos en la
pete, bajarle el techo unos treinta cen- nueva sede de cenalbe, fuera de la pu-
tímetros, y de rectificar sus paredes con blicación de la revista, serán dictar cursos
drywall y material térmico. Así logramos y conferencias sobre Bioética, adelantar
levantarle la temperatura unos dos o tres sencillos trabajos de investigación, como
grados. Quedó confortable y con excelen- el de La objeción de conciencia institucio-
te calor humano. Presentamos al público nal, ya próximo a publicarse, y otro que
la nueva oficina, con un coctel para sesen- estamos iniciando, con el título: La ley
ta invitados. Empezamos a despachar –el de la gravedad moral según Heráclito, y
director, la secretaria, Marthica Sabogal otros que vendrán más adelante. Pueden
y un mensajero y conductor–, a partir del incluirse en las actividades de cenalbe,
lunes primero de febrero, de dos a seis de la publicación de un artículo semanal, vía
Revista Selecciones de Bioética
como dos, ya publicados por Ediciones Romano Gloria Inés, Sánchez Morales
Paulinas: La primacía de la conciencia y Margarita María, Torrado Pacheco Ra-
La aceptación de sí mismo. fael Eduardo, Vélez Vélez Juan Grego-
rio y un servidor, como coordinador del
Para darle continuidad, tanto a la revista grupo.
como a las demás actividades de cenalbe,
hemos constituido un equipo de siete Estamos convencidos de la importancia
profesores eméritos, de ética y bioética, de la bioética para el mundo cultural na-
que formarán, a su vez, el nuevo Comi- cional e internacional. Todo cenalbe,
té Asesor de la revista. Se trata de los con el equipo de profesores, garantizan
siguientes profesores, por orden alfa- la permanencia y continuidad de la labor
bético de apellidos: Gaviria Neira Car- comenzada, más allá de la presencia y co-
los, Hackspiel Zárate María Mercedes, laboración de las personas. Estas pasan,
Martínez Herrera Horacio, Prieto de la bioética continúa su marcha.
16
5
Autores
Warren Thomas Reich. Profesor de Bioéti- y bioética. Entre sus obras destacamos las
ca de la Escuela de Medicina de la Universidad siguientes: La metafísica dialéctica de Eduardo
de Georgetown. Investigador titular en el Ins- Nicol y El malestar en la moral: Freud y la crisis
tituto de Ética y jefe editor de la Enciclopedia de la ética. Por este libro, Juliana González ha
de Bioética. sido reconocida por filósofos y psicoanalistas
como autoridad en el tema de las relaciones
Teresa Asnáriz. Filósofa y especialista en entre la ética y el psicoanálisis.
bioética de la Universidad Nacional de Mar
del Plata, Argentina. Forma parte del PTI Diego Gracia Guillén. Médico y filósofo.
de Bioética (Programa Transdisciplinario de Director del Departamento de Salud Pública
Investigación en Bioética) de la Universidad e Historia de la Ciencia, Universidad Com-
de Mar del Plata y del Comité de Bioética de plutense de Madrid, España. Miembro de la
la Asociación de Genética Humana (ONG). Es Academia Nacional de Medicina. Presidente
profesora de filosofía y de bioética en los cursos de la Asociación Española de Filosofía Xavier
a distancia de la misma universidad. Zubiri. Fundador y director de la Maestría en
Bioética en la Universidad Complutense de
Amy Gutmann . Profesora de Política en Madrid. Dirige la maestría en Bioética de la
la Universidad de Princeton. Coutora de los Organización Panamericana de la Salud en la
textos Color Conscious (con Anthony Appiah), Universidad de San Marcos del Perú. Miembro
y Democracy and Disagreement (con Dennis del Instituto Borja de Bioética en Cataluña. Au-
Thompson). Sus investigaciones y publicacio- tor de innumerables escritos tales como: Funda-
nes abarcan los campos de filosofía, política y mentos de la Bioética (1989); Procedimientos de
ética práctica. Decisión en Etica Clínica (1991); Introducción a
la Bioética (1991). E-mail: dgracia@fcs.es.
Dennis Thompson. Enseña en el Departa-
mento de Gobierno y en la escuela guberna- Alfonso LLano Escobar. Nace en Medellín,
mental John F. Kennedy de la Unversidad de Colombia (1925). Licenciado en Filosofía y
Harvard. Coautor del libro Democracy and Teología de la Pontificia Universidad Javeriana
Disagreement. Autor junto con Amy Gutmann de Bogotá, D.C.; doctorado en Filosofía, con
del libro Political Ethics and Public Office, texto énfasis en Ética, de la Universidad Gregoriana
que fue señalado por la Asociación Americana de Roma; doctorado en Teología, con énfasis
de Ciencia Política en 1987 como la mejor pu- en Moral, del Instituto Alfonsiano de Moral, de
blicación de ciencia política en el campo de la la Universidad Lateranense de Roma; estudió
política nacional de Estados Unidos. Bioética como profesor visitante del Kennedy
Institute of Ethics, de la Universidad de George-
Juliana González Valenzuela. Profesora town, Washington, D.C. Promotor de la bioética
e investigadora de la Universidad Nacional en América Latina y el Caribe. Cofundador de
Autónoma de México. Realizó sus estudios de la Federación Latinoamericana y del Caribe
maestría y doctorado en Filosofía en la Facultad de Instituciones de Bioética -FELAIBE- y fun-
de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional dador y actual director del Centro Nacional
Revista Selecciones de Bioética
Autónoma de México. Además de los estudios de Bioética -CENALBE-, Bogotá, D. C., Co-
en filosofía se ha enriquecido con cursos y se- lombia. Colaborador de revistas nacionales e
minarios de otras disciplinas humanísticas, en internacionales.
especial de literatura, historia del arte, teatro y
psicoanálisis. En la actualidad se trabaja sobre F rancisco R ubén P arenti . Filósofo y
diversos temas de ontología, filosofía moral bioeticista argentino. Director del Programa
6 Autores
16
La palabra «bioética»:
su nacimiento y el legado
de quienes la inventaron1
Warren Thomas Reich
Resumen
Una extensa investigación histórica revela que la palabra «bioética» y el campo de estudios
que se inicia con este nombre, experimentó en 1970 y 1971 un «nacimiento bilocalizado» en
Madison, Wisconsin, y en Washington, D.C. Primero Van Rensselaer Potter, en la Univer-
sidad de Wisconsin ideó el término y André Hellegers de la Universidad de Georgetown,
se volvió sobre la ya existente palabra «bioética» y fue el primero en usarla de una forma
institucional con el fin de designar el área enfocada en la investigación, que llegó a ser un
campo de aprendizaje académico y un movimiento relacionado con la política pública y las
ciencias de la vida.
Abstract
Extensive historical sleuthing reveals that the word «bioethics» and the field of study it na-
mes experienced, in 1970/1971, a «bilocated birth» in Madison, Wisconsin, and in Washing-
ton, D. C. Van Rensselaer Potter, at the University of Wisconsin first coined the term; and
André Hellegers, at George town University, at very least, latched onto already-existing
word «bioethics» and first used it in a institutional way to designate the focused area inquiry
that became an academic field of learning and a movement regarding public policy and the
life sciences. A further comparison of the Potter and the Hellegers/ Georgetown understan-
dings of bioethics and the relative acceptance of the two views will appear in the March 1995
issue of this journal.
L
a palabra bioética y el campo de en cuanto al crecimiento y métodos de su
aprendizaje o conocimiento que campo. Se han ofrecido en este sentido
lleva ese nombre, ya se hallan bien visiones retrospectivas en diversas confe-
establecidos, a pesar de su reciente origen. rencias como las de Padua (Viafora 1990),
En la actualidad, la gente interesada en Seatle2 y Houston3. La búsqueda de los
la bioética parece encontrarse particular- orígenes de esta disciplina requiere, nece-
mente motivada en relación con los ante- sariamente, de una investigación sobre el
cedentes que le dieran origen, y lo mismo lugar de donde viene, es decir, se requiere
1 Tomado de: Kennedy Institute of Ethics Journal. 2 Seattle, WA, 23 al 25 de septiembre de 1992.
Vol. 4, Nº 4, diciembre de 1994. Traducido por No- 3 «Religión y Ética Médica: Mirar atrás, mirar ade-
hra Martínez y corregido por Alfonso LLano S.J. lante,» conferencia en el Instituto de Religión,
Instituto de Bioética. Bogotá, D.C., Colombia. Houston, TX, 22 al 23 de octubre de 1993.
8 Warren Thomas Reich
desde el principio, había una cierta dis- nedy). También busqué y obtuve documentos de la
gresión u oposición entre los dos usos Fundación Joseph P. Kennedy. (A menos que haya
indicado algo diferente en mis citas, el material
originales de la palabra. Para Potter, un mencionado, puede ser encontrado en la Bibliote-
16 investigador en oncología, la palabra ca Lauinger de Georgetown).
La palabra «bioética»: su nacimiento y el legado de quienes la inventaron 9
Comienzo por reconocer que tenía algu- de su investigación, como por lo refe-
nas confusiones y problemas cuando co- rente a la historia de la disciplina’ lo que
mencé esta investigación. Por ejemplo: yo llamaría «el legado de Potter» que se
caracteriza por los cuatro elementos si-
1. ¿Fue Van Rensselaer Potter, en ver- guientes:
dad, el primero en acuñar la palabra
«bioética» o, pudo alguien haberla 1. Van Rensselaer Potter sin duda inventó
usado antes? el término «bioética»5. Si bien algunos
2. Si, como algunos autores sugieren, Pot- académicos han dicho que no está claro
ter presentó el término «bioética» en quién inventó el término6, ya que a su
1971, cuando publicó su libro con la pa- origen se le ha dado una fecha anterior
labra en su título Bioética: puente hacia y vaga7, no puedo encontrar un uso an-
el futuro, ¿cómo pudo Hellegers infor- terior al término por alguien diferente
marse del término de Potter, adoptar de Potter. No cabe duda de que él lo
su uso y persuadir a otros para incluirlo creara y de que fue el primero en usarlo
en el nombre del Instituto Kennedy, impreso. El hallazgo incuestionable de
todo antes del 1º de julio de 1971, el día la palabra «bioética» es una parte im-
en que el Instituto abrió sus puertas? portante del legado de Potter.
forma de sociedad». Más tarde, Potter 1975). En Italia hay un pequeño instituto en la
incluyó dentro de su perspectiva, pro- Universidad de Florencia y una revista dedica-
da a los problemas de bioética, la cual toma la
pósitos médicos y otros relacionados propuesta de Potter sobre el significado de la
16 con la salud. bioética.
La palabra «bioética»: su nacimiento y el legado de quienes la inventaron 11
braba que los fundadores del Instituto, contar el origen, tanto de la palabra «bioé-
no cayeran en la cuenta de que estaban tica» como del Instituto Kennedy; los dos
usando la misma palabra que Van Rens- según dijo, tuvieron los mismos orígenes:
selaer Potter había usado para designar el el apoyo de la Fundación Kennedy para
nuevo campo cuya singularidad también la investigación en biología molecular en
él había descrito precisamente en la mis- varias universidades importantes y el in-
ma forma. terés de dicha Fundación en los aspectos
religiosos y éticos que la revolución en la
Además, descubrí de repente un memo- biología estaba causando:
rando de Eunice Kennedy Shriver –Vi-
cepresidenta Ejecutiva de la Fundación Dada la necesidad de vincular la bio-
Joseph P. Kennedy, Jr., el cual, al mismo logía con la ética yo pensé en «bioéti-
tiempo, fundaba y estimulaba el desarro- ca», y las personas que estaban en la
llo del Instituto– en el cual ella consigna- sala cayeron sobre esta palabra como
el nombre del Instituto. Nuestra idea
ba el siguiente recuerdo sobre «Sarge,»
consistía en que estábamos comenzan-
su esposo, (R. Sargent Shriver)10: «Pue-
do un instituto de ética que tendría que
do recordar que estando en la sala una ver con esta nueva ciencia, con énfasis
noche, entró Sarge y lanzó la idea de la primordial en la biología con ética …
palabra «bioética» André Hellegers es- Recuerdo muy bien que yo propuse la
taba ahí y también estaban otras perso- palabra. Pero no creo que eso signifi-
nas. Inmediatamente todos nosotros nos cara un golpe genial. Dar la idea de la
pusimos de acuerdo» (carta de Eunice palabra «bioética» era tan fácil como la
Kennedy Shriver a André Hellegers, con caída de una rama…”.11
el anexo «Notas de la señora Shriver», fe-
Cuando le pedí poner una fecha a su pro-
brero 8-9, 1978). Yo contacté a la señora
puesta inicial de la palabra «bioética,»
Shiver, quien me confirmó su memoran-
el Sr. Shriver insistió en que no la recor-
do de 1978.
dada, sólo a regañadientes se aventuró a
Entonces entrevisté al Sr. Shriver sobre suponer que esto podría haber ocurrido
esos eventos. Él confirmó la exactitud de durante el año 197012.
la nota de su esposa, y señaló: «La verdad
de esto es que ninguno de nosotros había 11 Este resumen de los comentarios del Sr. Shriver en
sus propias palabras, pero editado por brevedad.
oído antes sobre Potter o su libro; … No
12 Robert E. Cooke, M.D., asesor científico de la
estaba familiarizado con la palabra [‘bio- Fundación Joseph P. Kennedy, Jr. y frecuente par-
ética’]» (Entrevista con el autor, septiem- ticipante en diálogos sobre la fundación del Ins-
bre 16, 1992). El Sr. Shriver luego volvió a tituto Kennedy, confirmó este asunto del origen
independiente del término por Shriver y Potter en
dos lugares (entrevista con el autor, 15 septiem-
bre 1992). El Dr. Cooke me informó que él había
Revista Selecciones de Bioética
de la Universidad de Georgetown como «Kennedy conocido a Potter por primera vez en la Universi-
da $1,35 millones para estudiar asuntos de vida y dad de Wisconsin en 1973 o 1974. Potter le dijo a
muerte» (1971). Cooke que él (Potter) había originado la palabra
10 Sargent Shriver fue el primer promotor en la crea- «bioética.» Cooke me comentó: «Era la primera
ción del Instituto Kennedy de Ética y sirvió por vez que yo oía la palabra usada en otro sentido al
muchos años como el Presidente de su Consejo usado en el Instituto Kennedy. Le escribí a Sar-
Asesor. ge mi creencia de que la palabra había tenido un
14 Warren Thomas Reich
Esto dio lugar a tres preguntas relacio- uno lo impresiona también, la imagina-
nadas entre sí: (1) ¿Pudo la palabra de ción usada por estos dos hombres cuando
Potter haber influido en Shriver y otros describían su papel como creadores de la
en Georgetown, quizá de forma indirec- palabra. La descripción del Profesor Pot-
ta, para «dar con la idea» de la palabra ter de su «experiencia eureka» al crear
«bioética?» (2) ¿Cuándo se usó por pri- el término sugiere su aparición de una
mera vez la palabra «bioética» en Geor- manera impactante y sobrecogedora, en
getown? y (3) ¿Cuándo apareció por pri- tanto que el modesto comentario de Shri-
mera vez impreso el término «bioética» ver cuando asegura que el inventar el tér-
de Shriver? mino fue tan fácil como describir la caída
de un tronco, destaca (si bien ninguno de
Siguiendo la pista a la primera pregunta, ellos descarta tampoco) una inventiva de
no pude descartar la posibilidad de que gran imaginación.
André Hellegers, en una de sus voraces
sesiones nocturnas de lectura, pudiera Cualquiera haya sido la cadena de in-
haber leído el artículo de Potter de 1970 o fluencia o la calidad de la experiencia del
escudriñado el libro de Potter que apare- descubrimiento, se debe admitir que la
ció cerca de seis semanas más tarde; que pregunta de fondo sobre lo que constitu-
hubiera usado la palabra en su rápido es- ye la originalidad creativa, es cuando me-
tilo característico en una de sus muchas nos confusa. Potter admitió esto también,
conversaciones diarias con el Sr. Shriver, confesando que él no conocía las fuentes
y luego más tarde, el Sr. Shriver, creyen- o influencias de su propia invención de la
do que había creado la palabra, pudiera palabra.
en realidad haber estado recordándola
de su propia memoria subconsciente13. A
Primeros usos de la palabra
en la Universidad de Georgetown
origen simultáneo en dos lugares, independiente
uno del otro. No recuerdo que André Hellegers Irónicamente, la pregunta se hizo más
usara la palabra durante el tiempo en que se esta- confusa cuando encontré la propuesta
ba desarrollando la idea del Instituto…La primera
vez que recuerdo haber oido el término «bioética»
original de André Hellegers para el Insti-
fue…[cuando] Sarge la usó. Fue inventada…por él tuto, la cual fue remitida para considera-
mismo, en una conversación con otros. Sarge esta- ción inicialmente a la Fundación Kennedy
ba profundamente involucrado con la discusión de
en diciembre 30, 1970. Para sorpresa mía
estos asuntos con la gente…Sarge no había leído
[el cuento de Potter]…Sarge ideó el término; no en esa temprana fecha –justo seis meses
André Hellegers. Nadie conectado con los Shri- antes de la apertura del instituto de bioé-
vers supo del término de Potter…Puedo decir con tica en Georgetown– el nombre propuesto
gran certeza…que yo no tuve conciencia de la exis-
tencia del término de Potter «bioética».
para el Instituto Kennedy , aún no tenía la
palabra «bioética», ni siquiera la palabra
13 El Dr. Robert Cooke coincidió con mi hipótesis
de que es posible y plausible que Hellegers pueda «ética»; de hecho, la palabra «bioética»
Septiembre de 2010
del primer año del Instituto (1971-1972). La por- tablecimiento de un Instituto de Reproducción Hu-
ción adjudicada para el trabajo de los eticistas aca- mana y Bioética en Georgetown.» Otro documen-
démicos había subido del 6% al 56%. Los prime- to fechado un día antes (Plan Estructural para el
ros académicos para quienes fueron esos fondos propuesto Centro Kennedy, 20 junio 1971) todavía
fueron los Doctores Margaret Farley, Charles Cu- llevaba el título anterior, «Centro Kennedy para el
rran, Warren Reich, y James Bresnahan o Leroy Estudio de la Reproducción y el Desarrollo Huma-
Walters. no,» en el cual faltaba la palabra «bioética».
16 Warren Thomas Reich
dia de Ética Médica, en cuyo caso cierta- ñamente, aunque el libro de Potter es la impresión
mente no habría tenido mucha influencia más nueva entre los catalogados bajo bioética en la
biblioteca, ella nunca reasignó su libro ni lo puso en
para darle orientación al nuevo campo de la lista propiamente bajo bioética hasta mi llamada
16 la bioética. telefónica el 2 de septiembre de 1992.
La palabra «bioética»: su nacimiento y el legado de quienes la inventaron 19
to de ser escritos como por lo que pueden apacibles choques’ que surgieron entre la
significar para nosotros hoy; y también comprensión de la bioética de Potter y la
iniciando un diálogo entre las perspecti- de Hellegers en la Universidad de George-
vas de estos dos visionarios. town. ¿Por qué la propuesta de Hellegers,
en Georgetown sobre el significado de la
La pesquisa histórica de este artículo bioética se aceptó de manera más amplia,
permanece incompleta. Necesitamos exa- mientras que la idea de Potter sobre ella
minar las diferencias, ‘las diferencias o permaneció bastante marginada?
Septiembre de 2010
16
¿De qué hablamos cuando
hablamos de Bioética?1
Teresa Asnáriz
Resumen
El artículo trata de diferenciar el enfoque ético del bioético, para saber si son dos modalida-
des de análisis distintas o son lo mismo con distintos nombres.
Para la filosofía la ética es la disciplina que estudia la acción moral en función de una teoría
sobre el fin o sentido último de la existencia humana. Investiga la praxis, la acción humana
desde el punto de vista de las condiciones de su moralidad, tratando de fundamentar la
moralidad. Tanto en ética como en en moral la fundamentación se realiza por medio de la
argumentación que se lleva a cabo por estrategias y métodos diversos. Con ella buscamos
fundamentar acciones, juicios morales y teorías éticas acerca de ellos.
¿De qué hablamos cuando hablamos de bioética? La bioética analiza argumentativa, inter
y transdisciplinariamente situaciones dilemáticas valorativas surgidas en y desde las ciencias
de la vida y de la salud, esto debido a la creciente tecnificación que impacta la vida en toda su
amplitud y a la variedad de paradigmas de valores existentes. El análisis busca, con respon-
sabilidad solidaria, llegar a consensos donde prime el respeto por la dignidad humana y la
vida en general, tanto presente como venidera. Por lo tanto, no son la misma disciplina ética
y bioética. La bioética como tal es una ética aplicada a un campo específico de la realidad.
Abstract
The article tries to make a difference between the ethical and the bioethical approaches, in
order to inquire if they are two different modes of analysis or, if they are one and the same
with different names.
For Philosophy, Ethics is the discipline that studies moral action and the justification of it on
the basis of a theory about the end or the goals of human conduct. It investigates the praxis, the
moral conditions for human action trying to establish a foundation for morality. In Ethics, this
foundation is justified through arguments. Argument and arguing is carried out using different
methods and strategies. But sound arguments are always the basis of the whole enterprise
What do we talk about, when we talk of Bioethics? Bioethics analyses in an argumentative
and intertransdisciplinary way, dilemmatic valuative situations that originate in the life and
health sciences, due to the increasing advances in technology that impact life in all its ma-
nifestations. It also deals with the variety of paradigms of existing values. The analysis looks
for a consensus of shared responsibility where respect for human dignity and life in general,
present and future, be the most important thing. Therefore, Ethics and Bioethics are not the
same discipline. Bioethics as such, is an ethics, applied to a specific field of reality.
1 Manuscrito presentado por la autora en las Jornadas Argentinas de Bioética en 1998 y cedido expresamente
para su publicación.
22 Teresa Asnáriz
Generalización actual
de la bioética
L
a preocupación del hombre acerca Podemos tomar como modelo de análi-
de la vida, de las acciones humanas sis la definición de la bioética que da la
que se proyectan sobre ella, de la Enciclopedia de bioética, dirigida por W.
relación entre su capacidad de homo fa- Reich, de la Universidad de Georgetown,
ber y la proyección sobre su bienestar no punto de referencia internacional. Y po-
son nuevas, sólo se agudizan produciendo dremos comparar la definición de su pri-
una exigencia de reflexión sistemática al- mera edición (1978)2 y con la de la última
rededor de los años sesenta. A partir de edición (1995)3.
entonces el término bioética se fue impo-
niendo de manera especial, y se ha hecho Cuando leemos la amplia literatura que
común en esta transición hacia un mundo hoy día existe en bioética encontramos
globalizado. Se habla de enfoque bioéti- correspondencia entre el enfoque de los
co, de leyes con contenido bioético y de trabajos y aquellos diversos matices en la
análisis interdisciplinario de temas bio- definición de bioética. Pero encontramos
éticos. Hay manuales, libros y hasta una también trabajos que no responden al en-
Enciclopedia de Bioética. Hay seminarios, foque bioético sino al ético.
cursos, especializaciones, posgrados, sim-
posios, congresos de bioética. Se busca Cuando hablamos de bioética hay que
proyectar la reflexión bioética a todos los tratar de diferenciar el enfoque ético del
niveles de la sociedad. bioético. Porque, o son dos modalidades
de análisis distintas (en cuyo caso ten-
Cuando nos aproximamos a esos niveles dremos que tener cuidado de no estar
encontramos definiciones de la bioéti- hablando sólo de ética dentro de un mar-
ca con diversos matices que hablan de co bioético). O son lo mismo con diverso
un área de reflexión ética acerca de los nombre (en cuyo caso deberíamos acla-
descubrimientos científicos de la órbita rarlo y justificarlo en el inicio de todo tra-
de las ciencias de la vida y del cuidado de bajo, pues estaríamos rechazando la exis-
la salud y de las tecnologías emergentes tencia misma de la bioética como campo
aplicables a la vida, especialmente a la o disciplina).
humana. Algunas con más énfasis norma-
tivo que otras.
Septiembre de 2010
¿De qué hablamos cuando hablamos de científico), hasta la modalidad con que
ética? Y ¿de qué hablamos cuando habla- realiza ese análisis racional, problema-
mos de bioética? tizando los supuestos con que la ciencia
trabaja (conocimiento filosófico). Quienes
¿De qué hablamos cuando son además creyentes agregarán a estos
hablamos de ética?
modos la búsqueda de demostración ra-
cional de la existencia de Algo o Alguien
Inicio Superior (conocimiento teológico) a la luz
de la fe.
No intentamos hacer una historia de la éti-
ca sino contextualizar la aparición de la éti- Ubicándonos en el modo de conoci-
ca y definir su objeto y finalidad tal como se miento filosófico, la historia nos dice
la utiliza en el mundo del conocimiento, sea que quienes dejaron su rastro de pre-
cotidiano, científico, filosófico, religioso. ocupación por explicarse los enigmas del
mundo externo en forma racional, y no
Sabemos que el hombre es, por ahora, mitológica, fueron algunos hombres ha-
la única criatura viviente que tiene la ca- bitantes de Mileto. Tales, Anaximandro,
pacidad de conocer (capacidad gnoseo- Anaxímenes son los primeros nombres
lógica), de reflexionar acerca de ello, que llegaron a nosotros, que observaron
explicarlo simbólicamente, permitiendo y trataron de explicar los cambios que
un intercambio comunicacional acerca de veían, por algo natural, no sobrenatural.
esos conocimientos, que han creado un Buscaron principios que sustentasen la
entorno cultural, que culturiza todo, a sí realidad y los buscaron desde la obser-
mismo y a lo que lo rodea. vación y el propio entendimiento. La
historia de la ciencia y de la filosofía ha
Esa ansia de saber, ese constante pre- inscrito y perpetuado para la posteridad
guntar por qué y para qué, que desde la los nombres de muchos de aquellos que
infancia presenta la humanidad, tradicio- siguieron esta línea en la Magna Grecia,
nalmente se ha diferenciado en modali- en Atenas.
dades que van desde la observación de un
fenómeno y la búsqueda de explicación Lo que nos interesa señalar es el cambio
en las creencias, en concepciones del de rumbo de las preocupaciones entre los
mundo y de la vida, inscritas en el grupo primeros filósofos, que eran preocupacio-
humano al que pertenecen, aceptando nes cosmológicas, referidas al mundo ex-
esto sin más (conocimiento cotidiano, terior, y la de los filósofos de Atenas que
Revista Selecciones de Bioética
(lógica, física, matemática, metafísica), actos reflejos. Para que haya acto moral
que se ocupan del ser. Y la considera par- debe haber libertad.
te de la filosofía práctica (ética, economía
y política), que se ocupa de las acciones Aunque no todo acto libre es, por eso,
humanas y sus productos. moral. Por ejemplo: como tengo tiempo,
decido descansar 10 minutos más. La li-
bertad es condición necesaria, pero no
Significado del término Ethos
suficiente. Para que una acción sea moral,
en griego
necesita requisitos esenciales de libertad,
Los griegos utilizaban el vocablo ethos uso de la razón para el reconocimiento de
con algunas variantes: (...) como uso, las normas en juego y del principio de res-
hábito, costumbre moralmente buena. ponsabilidad. El hombre lleva a cabo una
Actuaba éticamente quien se regía por acción moral cuando ha tenido conoci-
las normas de la polis, por lo que estaba miento (tener información) de legalidad,
aceptado como costumbre buena, por lo comprensión de lo que acepta, respon-
que el código moral, universalmente re- sabilidad de elección entre legalidades
conocido, aceptaba. Y (...) para señalar disyuntivas, cumpliéndose el acto moral
que, además, ese regirse por las normas cuando lleva a cabo la decisión preferen-
estaba empapado de virtud. Que quien cial que adoptó. Y sobre esta acción cae
hacía la acción así lo hacía reflexivamen- la aprobación o sanción. Si no hubiera
te, no siguiendo la costumbre por seguir- normas éticas el hombre sería amoral,
la, sino por el propio convencimiento de aunque podría ser libre. Para poder ha-
su validez. Es así un carácter. blar de acto moral necesitamos también
la existencia de la norma, de la regla de
Significado del término mos (moris) conducta. La ley moral, la norma ética,
en latín puede ser autónoma o heterónoma pero
siempre se presenta ante la persona como
Los latinos utilizaron el término mos un deber ser.
como una traducción de los dos concep-
tos de ethos griegos, incluyendo así buena Una acotación de complejas connotacio-
costumbre (sustantivo: la moral) y carác- nes y concreciones: cuando hablamos en
ter (sustantivo: moral, moralidad). Y mo- ética de «persona» estamos haciendo re-
ral es también el adjetivo que califica de ferencia a un individuo (del latín indivi-
buena una acción (tanto por su adecua- duus = indivisible, algo que no se divide,
ción con la costumbre considerada válida que es uno en sí) que realiza actos regi-
como por el carácter virtuoso de quien la dos por normas, reglas de conducta, que
realiza). puede decidir libremente su aceptación
o rechazo, que tiene aspiraciones que no
Revista Selecciones de Bioética
que tal acción es buena, nos referimos nos hace realmente humanos. No siem-
al contenido de los juicios de valor, a las
normas. Calificamos de buena o mala una 4 Pieper, Annemarie. Ética y Moral. Barcelona: Crí-
16 acción moral, de moral o inmoral, en la tica, 1991, p 83.
¿De qué hablamos cuando hablamos de Bioética? 27
pre las decisiones son sencillas, y en los • Podemos utilizar los sentimientos para
dilemas, en los conflictos, la ética ayuda a fundamentar determinadas acciones
analizarlos y guiarnos en la decisión final (porque es egoísta, porque lo amo).
de acción. Son temas centrales de la ética • También solemos recurrir a las posi-
la libertad, el bien, el mal. bles consecuencias de haber hecho
(o no) tal acción: porque sufrirían
En el análisis ético podemos señalar ni-
los niños, porque habría arruinado
veles de análisis de una acción: un nivel
a su familia, porque se evitó así su-
de descripción de los hechos, elementos,
frimiento a muchos, en honor a la
personas, etc. involucrados en la acción
justicia…
(ética descriptiva). De reconocimiento de
paradigmas incluidos, supuestos, etc. en • Frecuentemente oímos fundamenta-
la acción (ética normativa). Y de un nivel ciones que tienen que ver con códi-
metaético, en el que averiguamos alcance gos morales religiosos, políticos, etc.
y significado de los términos utilizados, Lo justifico (o no) porque lo dice la
coherencia y validez de los argumentos Iglesia, porque lo dice la Constitución,
expresados (metaética). porque lo dice el Partido.
• Podemos encontrar argumentaciones
Formas y estrategias de la que hacen referencia a criterios de au-
argumentación moral y ética toridad moral. Porque lo dijo el Papa,
el Presidente, mi padre.
Tanto en ética como en moral la funda- • Hay también referencia a la conciencia
mentación se realiza por medio de argu- propia como argumento de aceptación
mentaciones. Argumentación que se lleva o rechazo.
a cabo por estrategias y métodos diversos.
Con ellas buscamos fundamentar acciones Estas y otras argumentaciones pueden
y juicios morales y teorías éticas acerca de analizarse lógicamente y encontrar en
ellos. Pero siempre, argumentación. ellas fallas en argumentación lógica, pero
son argumentaciones a las que se recurre
En el plano moral cuando juzgamos una cuando nos encontramos en necesidad de
acción, cuando discutimos una planifica- fundamentar aceptaciones o rechazos de
ción de acción, podemos estar de acuer- acciones morales.
do o no. Y recurrimos a diversas razones
para convencer o convencernos de qué En cambio, cuando tenemos que hacer
consideramos bueno. fundamentaciones éticas, necesitamos
que sigan las exigencias de un método
• Ante una acción de alguien podemos científico, que tengan validez lógica.
justificarla (o no) diciendo: porque es Sean descriptivos (comprobamos pos-
analfabeta, porque estaba obnubilado,
Revista Selecciones de Bioética
enfrentarnos a una nueva situación que Aquí se podría hacer referencia a la frase
presenta elecciones alternativas antagó- «Nada hay nuevo bajo el sol» del Ecle-
nicas entre sí que tenemos que resolver siastés. Ya el hombre desde siglos se ha
lo más adecuadamente posible según los preocupado por la ética de la vida, pero
esquemas que disponemos, sean indivi- la novedad la trae la expansión de la com-
duales o sociales. «Dilema» lo tomamos prensión científica del universo y las in-
de la lógica, «conflicto», de la psicología, novaciones tecnológicas. Y esto merece
aclarando que en cada una de esas disci- tiempo y reflexión sistemática, metódica,
plinas el concepto tiene su definición es- para darle un sentido humanizante, de
pecíficamente contextuada. otro modo la técnica podrá ser la guía de
nuestro camino en vez de ser nosotros los
Propuesta del término bioética que la guiamos a ella.
dio: de los beneficios grupales para acce- manda, costo-beneficio. Sálvese quien
der a la atención de la salud. pueda y como pueda.
Los años ochentas extienden el impacto Lo que más nos golpea es que todo este
tecnológico a todo el planeta, a lo orgá- entorno nos ha ido llevando del pensa-
nico y a lo inorgánico, contaminando, de- miento de solidaridad universal al de una
vastando... autonomía llevada a un grado de indivi-
dualismo a ultranza, de competencia y
Y la nueva genética nos abre la puerta ha-
apetencia personal en desmedro del as-
cia nuestra autoevolución y la evolución
pecto comunitario propio de seres huma-
dirigida de los seres vivos, acercándonos
nos necesitados del otro para alcanzar la
cada vez más a sentirnos como dioses.
plenitud de ser un yo.
Los años noventas nos ven preocupados
por la distribución y asignación de recur- Definición de bioética
sos que cada vez son más limitados. Sea
materia prima, sea dinero para cobertura. Tomando como referencia la Enciclope-
Crece la población de los marginados, de dia de Bioética, que incluye las opiniones
los desocupados, de los que tienen me- de especialistas de renombre internacio-
nos, los nuevos excluidos. nal, donde se presenta la diversidad de
tendencias y teorías, podemos observar la
La técnica nos está abriendo camino ha- modificación de definición de bioética del
cia el desentrañamiento de la estructura comienzo de la disciplina a nuestros días.
misma de la vida, pudiendo acercarnos a
la curación de enfermedades antes incu- En la primera edición, 1978, W. Reich de-
rables, a la creación de nuevos vegetales fine la bioética así:
y animales, y a quién sabe cuántas cosas
Estudio sistemático de la conducta hu-
más. Y también nos está acercando a la
mana en el área de las ciencias de la
destrucción del planeta y la de nuestra es- vida y la atención de la salud, en cuanto
pecie, en la medida en que no usemos con dicha conducta es examinada a la luz de
prudencia tantos conocimientos y descu- los principios y valores morales11.
brimientos, y sus concreciones.
La ubica como una ética aplicada, cuyo
En lo económico, la globalización es un campo de análisis está en la conducta
hecho. El mercado manejado por las em- humana y en el área de las ciencias de la
presas transnacionales domina el mundo vida y la atención de la salud.
económico-político con sus consecuen-
cias sociales correspondientes. Se pasa Presupone la aceptación del término bio-
del Estado benefactor, paternalista, que ética tomado con el alcance que le dio
buscaba cubrir todas las necesidades, que Potter en un mundo cada vez más tecni-
alentaba una economía protegida, sub- ficado, puente entre la humanización y la
Septiembre de 2010
Y recogiendo lo común a los diversos Para Reich es aún una disciplina naciente
procedimientos de análisis de los temas que va delineando su campo. Enriquecida
bioéticos, señala como esencial a la mo- por la interdisciplinariedad. En esta nue-
dalidad de tratamiento la interdisciplina- va edición la define como:
riedad. Los problemas que presentan las
(...) el estudio sistemático de las dimen-
novedades y descubrimientos tecnocientí-
siones morales –incluyendo visión mo-
ficos al homo eticus son de tal compleji- ral, decisiones, conducta y políticas– de
dad que exigen la colaboración de varia- las ciencias de la vida y el cuidado de la
das disciplinas. salud, empleando una variedad de me-
todologías éticas en un espacio interdis-
En su última edición, 1995, en la intro- ciplinario.
ducción comenta el establecimiento de
la bioética y su extensión mundial. El Aclara que la dimensión moral que es
afianzamiento del perfil específico de examinada en bioética está en constan-
competencia profesional en hospitales e te evolución, pero que tiende a focalizar
instituciones de profesionales. La conso- cuestiones más amplias: ¿qué es o qué
lidación de cursos y especializaciones en debe ser la visión moral de uno o de la
bioética, la profusión de cátedras univer- sociedad?, ¿qué clase de persona debería
sitarias de bioética, la creación de más de uno ser o qué clase de sociedad debería-
200 institutos de investigación bioética, mos construir nosotros?, ¿qué debe ha-
la constante aparición de revistas y libros cerse en situaciones específicas?, ¿cómo
especializados y la multiplicación de pro- vivir armoniosamente?
gramas y comisiones de bioética.
Hoy día ya hay coincidencia acerca de la
Señala que el Tercer Mundo ha critica- amplitud del campo bioético. No sólo lo
do la insistencia de los Estados Unidos médico, sino lo social, lo medioambien-
acerca de temas de tecnología referidos a tal, temas globales de salud y de las cien-
cuestiones de vida y muerte, consideran- cias de la vida. O sea, que ha ido desde el
do más relevante el tratamiento de temas campo de la ética biomédica hacia temas
como la ética de la pobreza, del agota- morales relacionados con la salud y la
miento de recursos para futuras genera- ciencia, en el área de salud pública, sa-
ciones, el efectivo desarrollo de políticas lud medioambiental, ética de poblacio-
de salud pública, etc. nes y cuidado animal. En estos últimos
años ha ido creciendo el interés por la
Comenta que es cuestión debatible si la dimensión social de la bioética y también
bioética ya se ha establecido como una es clara la interdependencia de la vida
disciplina formalizada. Algunos dirán humana, animal y vegetal y la competen-
que es «disciplina» en el sentido de mí- cia por los recursos requeridos para una
nima, como un campo de conocimiento buena salud. Por lo tanto, si nosotros
Revista Selecciones de Bioética
Ética aplicada, cuyo campo incluye: De ahí que, ciertamente, como está escri-
to en la Enciclopedia de Bioética de 1995
• Vida en sentido amplio (humana, ani-
(pág. 250), en la bioética subyazcan cues-
mal, vegetal), actual y venidera.
tiones básicas humanas: ¿qué clase de
• Ciencias de la vida y el cuidado de la persona debo ser para vivir una vida mo-
salud. ral y para realizar buenas decisiones éti-
• Mundo actual científico y tecnológico. cas? ¿cuáles son mis deberes y obligacio-
nes hacia los otros cuya vida y bienestar
• Paradigmas de valoración.
pueden ser afectados por mis acciones?
• Inter y transdisciplinariedad. ¿qué obligaciones tengo hacia el bien co-
• Búsqueda de consenso para posibles mún o el interés público en mi vida como
acciones como objetivo. miembro de la sociedad?
En bioética también hablamos de funda- tos últimos años de tal magnitud que na-
mentos bioéticos, y esto trasciende la bio- die duda ni pone objeciones en conside-
ética hundiendo sus raíces en la reflexión rar que el bios se refiere a la vida humana,
ético-filosófica. Como cuando hablamos animal y vegetal, que el impacto de las
de fundamentos de la ciencia, y entramos ciencias de la vida y el cuidado de la salud
38 Teresa Asnáriz
mundo de la ciencia y de la técnica hay chamos, cuando hay respeto por el otro,
responsabilidad, aunque las presiones de cuando podemos abrirnos al diferente y
los grupos económicos y financieros que
financian investigaciones e investigadores 13 Jonas, Hans. “El principio de responsabilidad”.
pueden ser elementos de presión que per- En Acta bioeth, 2001, vol. 7, Nº 2, p. 277-285.
40 Teresa Asnáriz
Resumen
En algún sentido la bioética se ha construido a partir de conflictos. El aborto, el suicidio asis-
tido, las demandas de los pacientes por autonomía son todos ellos asuntos controvertidos.
Y las controversias continúan proliferando. ¿Qué foro sirve mejor para estos debates? Una
mirada a las teorías políticas de la democracia puede ayudar a responder esta pregunta. Las
más prometedoras de estas teorías para efectos del debate bioético son las que exigen a los
ciudadanos y a los funcionarios públicos que justifiquen cualquier propuesta de acción co-
lectiva mediante la oferta de razones que puedan ser aceptadas por todos aquellos que están
afectados por ella. Esta concepción ha venido a ser conocida como democracia deliberativa.
Abstract
In some sense, Bioethics was built on conflicts. Abortion, physician-assisted suicide, patients
demand for autonomy all are staple and contentious issue. And the controversies continue to
proliferate. What forum best serves such debates? A look at political theories of democracy
can help answer that question. The most promising for Bioethics debates are theories that
ask citizens and officials to justify any demands for collective action by giving reasons that can
be accepted by those who are bound by the action. This conception has come to be known as
deliberative democracy.
A
medida que proliferan las contro- para mal, las características de la política
versias sobre bioética, igualmente democrática. En consecuencia, las teorías
proliferan los foros en los cuales políticas de la democracia se han hecho
ellas son decididas. Los debates toman más relevantes para entender las condicio-
lugar no sólo en las agencias del gobierno nes del debate moral en los foros de bioéti-
–legislaturas, cortes y comisiones presiden- ca, tanto fuera como dentro del gobierno.
ciales– sino también en las instituciones de Las más promisorias de estas teorías son
la sociedad –comités éticos, consejos de aquellas que se enfocan en el conflicto mo-
revisión institucional, asociaciones profe- ral, y que insisten en aumentar y mejorar
sionales y comisiones de investigación de la deliberación moral para tratar con dicho
varios tipos. En ambas, sociedad y gobier- conflicto. Estas teorías defienden una con-
no, estos debates despliegan, para bien o cepción que ha venido a ser llamada de-
mocracia deliberativa.
1 Publicado en el Hastings Center Report 27, N° 3
(1997): 38-41. Traducción de Eduardo A. Rueda En el corazón de la democracia delibera-
B. Instituto de Bioética. Universidad Javeriana. tiva está la idea de que los ciudadanos y
Deliberar sobre la bioética 43
deberían recibir transplantes de órganos dirse para incluir las voces, tanto como
si estos bienes y servicios fueran ilimita- fuese posible, de aquellos que ahora es-
dos. La deliberación a menudo resuelve tán excluidos. Tal inclusión intensifica
los desacuerdos morales porque ellos ex- el conflicto moral. Pero el beneficio de
presan diferencias razonables acerca de tomar este riesgo es que la deliberación
cómo el cuidado de la salud u órganos inclusiva incorpora abiertamente las in-
escasos deberían ser distribuidos. Ante la satisfacciones morales legítimas que de
cara de la escasez, la deliberación puede otra manera son eliminadas por los mé-
ayudar a aquellos que no obtienen lo que todos orientados por el poder para tratar
quieren, o que necesitan llegar a acep- con los desacuerdos. La deliberación no
tar su situación como una circunstancia busca el consenso por su propia conside-
compatible con una decisión colectiva ración. Ella busca el consenso que pue-
legítima. da ser justificado recíprocamente –en los
términos en que todos los ciudadanos
Las elecciones difíciles que hacen los fun- puedan aceptar.
cionarios públicos y los profesionales de
la salud deberían resultar más aceptables, El segundo propósito de la deliberación
aun para los que reciben menos de lo que es fortalecer las perspectivas públicas so-
merecen, si cada una de las propuestas bre asuntos públicos. Este objetivo res-
alternativas ha sido considerada en sus ponde a otra fuente de desacuerdo moral,
méritos, más que si son fruto del poder la generosidad limitada. Pocas personas
de negociación. Incluso con respecto a se inclinan a ser completamente altruis-
las decisiones con las cuales estamos en tas cuando argumentan acerca de asuntos
desacuerdo, muchos de nosotros toma- controvertidos de política pública, como
mos una actitud diferente hacia aquellas la reforma de la atención en salud o el fi-
decisiones que son adoptadas solamente nanciamiento de la investigación en Sida.
en virtud de la relativa fuerza de intereses La deliberación en foros de bioética bien
políticos en competencia, y también hacia constituidos responde a esta circunstan-
aquellas que son adoptadas después de cia de generosidad limitada, mediante el
una cuidadosa consideración de las pre- fortalecimiento de los participantes para
tensiones morales en conflicto. Aun la de- tomar una perspectiva más amplia sobre
liberación que da origen a justificaciones cuestiones de mutuo interés. John Stuart
mutuamente aceptables no hace nada por Mill expuso una de las más interesantes
solucionar el transplante que una perso- descripciones de tal proceso deliberativo.
na desesperadamente enferma necesita, Al participar en discusiones públicas, un
pero puede ayudar a sostener un sentido ciudadano es:
compartido de legitimidad que hace posi-
(...) llamado... a sopesar intereses que
ble esfuerzos colectivos para asegurar más
no son suyos; a ser guiado, en caso de
órganos en el futuro, y para que mientras peticiones conflictivas, por otra regla
Septiembre de 2010
tanto podamos vivir con otros civilmente. distinta a la de sus parcialidades priva-
das; a aplicar, en cada caso, los princi-
Para servir este propósito legitimatorio, pios y máximas que tienen como razón
16 los foros deliberativos deberían expan- de su existencia el bien común (...).
Deliberar sobre la bioética 45
bien de los deliberantes mismos es crítico. bertad. No más tratables serían aquellas
Ellos deben estar dispuestos a ensanchar cuestiones de bioética que interrogan por
su propia perspectiva a la luz de lo que cuáles individuos deberían ser considera-
escuchen en el proceso deliberativo. Ellos dos responsables de ciertos problemas de
deben venir al foro abiertos y dispuestos a salud que son en parte el producto de sus
46 Amy Gutmann y Dennis Thompson
propias elecciones, o por cuáles niños, in- de este modo, los ciudadanos manifiestan
habilitados para brindar su consentimien- su mutuo respeto mientras continúan en
to, deberían ser sujetos de investigación desacuerdo acerca de importantes asun-
experimental. tos morales sobre los cuales se necesita
tomar decisiones vinculantes.
La deliberación no puede, por supuesto,
hacer compatibles valores incompatibles, La economía del desacuerdo moral no es
pero puede ayudar a los participantes a re- un ideal utópico. Ella puede ser consta-
conocer el mérito moral de las demandas tada en el trabajo de, por ejemplo, dos
de sus oponentes. Ella es capaz de lograr comisiones que consideraron el asunto
este reconocimiento gracias a que ayuda de la investigación en tejidos fetales, The
a esclarecer qué es lo que está en juego en Warnock Commission en Inglaterra y
un desacuerdo moral que estimula a los The Fetal Tissue Research Commission
deliberantes para sustituir reclamos auto- en los Estados Unidos. En la medida en
interesados por demandas públicamente que reconocieron y respetaron valores in-
motivadas. Además, contribuye a identifi- compatibles, los comisionados ayudaron
car aquellos reclamos públicos que debe- a realizar un potencial de mutuo respe-
rían tener un peso mayor. A través de un to entre los ciudadanos. Una comisión
proceso deliberativo, los participantes en de bioética o un comité puede decidir
un foro de bioética pueden aislar aquellos enfocarse sobre aspectos a partir de los
conflictos, como el aborto, que encarnan cuales puede alcanzarse algún consenso
valores genuinamente incompatibles en razonable, más que en aspectos suscep-
ambos lados. Los conflictos que no impli- tibles de generar polarización. Si no se
can un desacuerdo tan profundo pueden pueden evitar aquellos asuntos altamen-
ser fácilmente orientados y pueden llegar te controvertidos, debería ayudarse a los
a ser más resolubles de lo que parecían miembros a entender las perspectivas de
ser al principio. Algunos pueden ser el sus oponentes. La calidad del trabajo de
resultado de malentendidos o de falta de una comisión de análisis –su capacidad de
información, y algunos pueden ser solu- reconocer valores competitivos en juego–
cionados apropiadamente mediante la será al final tan importante como la con-
negociación y el compromiso. Por esta clusión que ella alcance.
vía, la deliberación ayuda a poner el prin-
cipio y el compromiso moral –así como la Pero incluso si la deliberación es posible,
negociación– en su puesto. ¿es siempre deseable? Algunos pueden
objetar que al poner de relieve los inte-
Ante la realidad de valores incompati- reses morales en conflicto, la democracia
bles, la democracia deliberativa hace un deliberativa convierte lo que podrían ha-
llamado a favor de lo que podemos lla- ber sido disputas mundanas, en conflictos
mar una economía del desacuerdo moral. alrededor de un gran principio moral, y
Al justificar políticas públicas sobre bases que por tanto fomenta la oposición obsta-
Septiembre de 2010
Pero la ausencia del razonamiento moral que ello suponga tener que deliberar con
también hace injustificables compromisos nuestros conciudadanos. Asumir que sa-
más comunes. Si un desacuerdo acerca de bemos la respuesta correcta antes de que
la conveniencia de cierta alternativa para escuchemos el punto de vista de otros,
la atención en salud se convierte sólo en que también serán afectados por nuestras
una cuestión de costos, nada se gana me- decisiones, no sólo es arrogante sino in-
diante la invocación de los principios de justificado, teniendo en cuenta la comple-
justicia y de beneficencia. Pero cuando jidad de los asuntos e intereses en juego.
una disputa pone de relieve aspectos mo- Si negamos una oportunidad a la delibe-
rales relevantes –la exclusión de ciertos ración, no sólo abandonamos la posibili-
grupos como los inmigrantes, por ejem- dad de llegar a un genuino compromiso
plo– entonces no es probable que se re- moral sino que renunciamos al más de-
suelva satisfactoriamente si se evaden los fendible fundamento para mantener una
argumentos acerca de la justicia. posición no comprometida: que tenemos
que poner a prueba nuestros puntos de
El cuarto propósito de la deliberación es
vista contra aquellos de los otros.
ayudar a corregir los errores que los ciu-
dadanos, profesionales, y funcionarios
Como un niño pequeño jalando los faldo-
públicos inevitablemente hacen cuando
nes de Thomas Jefferson una vez (alguien)
toman decisiones vinculantes. Esta es
preguntó (en un dibujo animado de New
una respuesta a la última fuente de des-
Yorker): “si tu mantienes que aquellas
acuerdo; el entendimiento incompleto
verdades son autoevidentes, entonces por
que caracteriza casi todos los conflictos
qué no guardarse de insistir demasiado
morales. Un buen foro de bioética provee
sobre ellas?”. La respuesta a esta pregun-
una oportunidad para avanzar en ambos,
ta desde una perspectiva deliberativa es
el entendimiento individual y colectivo de
que tales afirmaciones merecen el estatus
una situación. A través del “toma y dame”
de verdades autoevidentes, para propósi-
de argumentos, los participantes pueden
tos de acción colectiva, sólo si ellas pue-
aprender de cada otro, llegando a recono-
den resistir el desafío de un foro público.
cer sus aprehensiones equivocadas, tanto
El mismo Jefferson argumentó a favor
individual como colectivamente, y desa-
de foros deliberativos, aunque bajo la
rrollando nuevos puntos de vista y nue-
forma de convenciones constitucionales
vas políticas capaces de resistir mejor el
periódicas, en las cuales los ciudadanos
escrutinio crítico. Cuando los ciudadanos
pudieran disputar las afirmaciones de la
negocian, pueden aprender a obtener lo
sabiduría convencional. Una consecuen-
que quieren. Pero cuando ellos deliberan,
cia de tomar seriamente el problema del
pueden expandir su conocimiento, inclu-
entendimiento incompleto es asumir que
yendo su autocomprensión, así como su
el trabajo de cualquier comité de bioética,
Revista Selecciones de Bioética
tar un serio problema que habían evadido para transplante? ¿En qué medida debe-
previamente, y a confrontarlo dentro de ría el gobierno regular la investigación en
un espíritu cooperativo (primera perso- clonación? ¿Tienen los médicos el deber
16 na del plural). Como resultado, incluso de tratar pacientes con Sida? La lista de
Deliberar sobre la bioética 49
cuestiones debatibles podría ser expandi- siones que alcanzarán los participantes se-
da casi indefinidamente simplemente me- rían moralmente más legítimas, motivadas
diante la recolección de los tópicos de la públicamente, mutuamente respetuosas y
tabla de contenidos más reciente del Has- autocorregidas. Los foros de deliberación
tings Center Report. Debido a que no es amigable podrían ayudar a reducir nuestro
probable que el desacuerdo moral dismi- déficit deliberativo. Haciendo más deli-
nuya, es probable que crezca la necesidad berativa a la democracia, tendremos una
de una mayor y mejor deliberación. mejor oportunidad de resolver algunos
de nuestros desacuerdos morales, como
Si los principios de la democracia deli- de vivir con aquellos que persistirán ine-
berativa se realizasen más plenamente vitablemente, en términos que todos po-
dentro de los foros de bioética, las deci- damos aceptar.
Resumen
Sería imposible pensar la ética actual sin asociarla a la bioética. Nos encontramos en una
situación de transformaciones radicales y el proceso tecnocientífico es irrefrenable. Las pro-
hibiciones sólo tienen poder moratorio. Luego, no cabe más que una respuesta razonable
y éticamente válida: asumir el cambio histórico y hacernos dueños del proceso, dotarlo de
sentido ético, humanizarlo, racionalizarlo. La bioética requiere esclarecer sus presupuestos
ontológicos. La situación presente exige una ética que contribuya a que el proceso transfor-
mador preserve vivo el rostro de la humanitas.
Abstract
Present-day ethics cannot be thought without a close link to bioethics. We are facing a situa-
tion characterized by radical changes, wherein techno-scientific advance cannot be stopped.
Prohibitions can only be delaying attempts. Therefore, there is only a reasonable and ethica-
lly valid answer, namely to assume and master the historic change process, endowing it with
ethical meaning, making it humane and rational. Bioethics calls for an elucidation of its on-
tological presuppositions. Current situation demands an ethics thanks towhich the changing
process will keep a living face of humanitas.
S
ma como «vitalista», difícilmente podría
ería imposible pensar la ética en la
la ética permanecer ajena e indiferente
hora actual sin su asociación a la
a los conocimientos y a las transforma-
bio-ética. Y esto, debido a múlti-
ciones que recaen sobre el universo de
ples factores que provienen tanto de las
la vida, al cual ella misma pertenece; no
grandes revoluciones científicas y tecno-
podría ciertamente ser insensible y des-
lógicas que se han producido en los últi-
entenderse de los múltiples interrogantes
mos tiempos –no sólo en el campo de la
éticos relativos tanto a la vida humana,
medicina, sino en el de los nuevos hori-
del presente y del futuro, como a la no
zontes abiertos en el ámbito bio-lógico,
humana y a los reclamos ético-ecológicos
bio-médico, bio-genético y bio-tecnológi-
que atañen a la vida del planeta. Una de
1 Autorizado por Isegoría. Revista de filosofía moral las vertientes más caudalosas de la ética
y política. N° 27, 2002. pp. 41-53. Texto presentado actual es ciertamente la de la bioética.
en la mesa plenaria «Ética y política en la hora ac-
tual», dentro del Primer Congreso Iberoamerica-
no de Ética y Filosofía Política que tuvo lugar en la
Y si lo que constituye la fuente nutricia
Universidad de Alcalá, en septiembre de 2002. de la filosofía son los problemas, la filoso-
Ética y bioética 51
fía moral queda removida y revitalizada los problemas, no podemos recurrir sin
por la profunda, trascendental y pertur- más a los criterios heredados sobre lo
badora problemática abierta por los nue- que debe considerarse deseable o no, lí-
vos saberes y, muy señaladamente, por los cito o ilícito […]. Es una situación seria
nuevos poderes que vienen generando, en y que causa hondo desconcierto, y no
sé de nadie que se haya formado ya un
especial, las ciencias y las tecnologías de
juicio ponderado al respecto2.
la vida.
Es fácil advertir que ningún héroe mítico
Son múltiples, en efecto, los signos de es tan recordado en el ámbito de las ma-
que los avances que se vienen dando, par- ravillas tecnológicas de nuestro tiempo,
ticularmente en el campo de la nueva bio- como Prometeo. Y el Prometeo de ahora
logía y de la biotecnología, son de tal sig- se muestra ciertamente «des-encadena-
nificación y trascendencia que sus efectos do», deslumbrado por el portento de su
llegan a zonas profundas, plantean cues- nueva techné; lo cual, de acuerdo con la
tiones que tocan a los fundamentos de la sabiduría trágica, no deja de anunciar la
vida humana, socavan muchos de sus ci- posibilidad de un nuevo encadenamiento
mientos e involucran verdaderos cambios del héroe, pues se cierne sobre él la eter-
de paradigmas, no sólo científicos, sino na amenaza de Némesis, y todavía es ini-
morales y culturales. Son cambios que han maginable el castigo.
producido, como afirma Peter Singer, «el
derrumbe de nuestra ética tradicional», Mitos y símbolos buscan aprehender de
obligándonos, ciertamente a «repensar la algún modo la trascendencia y los enor-
vida y la muerte». Estamos, en todo caso, mes riesgos del nuevo «robo del fuego»
en situación de transformaciones radica- que conlleva la tecnociencia actual. Y es
les, de literal transición (si no es que de muy significativo que, en la versión del
«trance» histórico), hacia un futuro señala- mito de Prometeo que Platón pone en
damente más incierto y más desconocido boca de Protágoras, no bastan las artes
de lo que por naturaleza es el porvenir; prometeicas, la téchne, con todo y sus
hacia un mundo tan distinto, que no esta- maravillas, para salvar al hombre. Zeus
mos seguros si seguirá siendo «mundo», mismo, a través de Hermes, dice Pla-
no al menos el que hasta ahora hemos tón, tiene que otorgar al humano, otro
construido y conocido. magno poder para su salvación: eso que
equivaldría al «sentido moral y político»,
La situación, en todo caso, queda certe- de «respeto y justicia» (αιδω τέ και δικnv):
ramente descrita por Tugendhat cuando sólo la vida ético-política puede salvar al
afirma: hombre3.
La técnica genética nos coloca ya aho- Pero la situación actual también sugiere
Revista Selecciones de Bioética
ra (y lo hará aún más en los próximos que quizás el personaje mítico más cerca-
años) ante problemas, extremadamente
complejos, de juicio y de decisión. Sus 2 Tugendhat, Ernst. «No hay genes para la moral».
imponentes progresos han abierto un En: Revista de Occidente. N° 228, Madrid, mayo de
campo de acción enteramente nuevo, 2000.
ante el cual, a causa de la novedad de 3 Protágoras, 322c-d.
52 Juliana González Valenzuela
por Kant mismo en términos de ¿qué es status o condición propia del embrión hu-
el hombre?8. Pregunta que, de un modo u mano9.
otro, se refiere al ser y se haya, en con-
secuencia, inmersa en el contexto general En general, la investigación en líneas ger-
de las más añejas cuestiones metafísicas. minales y en embriones ha despertado
Con ella renace el interrogar por la phy- –como es sabido– un sinnúmero de dudas
sis del hombre; tanto su physis «física», o y controversias, las cuales se incrementan
sea, su naturaleza «natural», la biológica, cuando se trata de los embriones huma-
como por su physis «metafísica»: su natu- nos obtenidos por clonación, incluso los
raleza «esencial» u ontológica: la que de- destinados a fines terapéuticos. Los in-
fine su ser mismo; ambas tan inseparables terrogantes se centran, en efecto, en la
una de otra como en los tiempos de Tales cuestión del status biológico, moral y on-
de Mileto. tológico del embrión humano.
Los problemas y los dilemas actuales Problema ante el cual suelen darse en
acerca de la vida y la muerte, de lo que general tres formas principales de res-
distingue lo humano de lo no humano, de puesta: dos de ellas, de carácter opuesto
las fronteras entre lo natural y lo artifi- y extremo –que lamentablemente son las
cial, de lo que cambia y lo que no cambia, que tienden a prevalecer–. La primera,
aparecen hoy con significaciones en ver- que es la más extendida y predominante,
dad inéditas y, al mismo tiempo, paradóji- sostiene, no sin insistentes argumenta-
camente, como pudieron haber surgido a ciones (tanto de índole metafísica, como
los ojos de los filósofos griegos primitivos. también deontológica), que el embrión
Tienen el aire de ser problemas presocráti- humano es «en su esencia», equivalente
cos. Y es que ellos tocan los hechos pri- a la «persona» como tal, con los mismos
mordiales y las perennes preguntas que derechos y con la misma significación mo-
éstos plantean, y que hoy renacen con sin- ral y jurídica que ésta. Y de aquí se dedu-
gular presencia, alumbrados por el nuevo ce, junto con la «sacralidad de la vida», la
nivel de entendimiento que alcanzan las condena y prohibición de cualquier clase
actuales ciencias de la vida. de investigación en embriones, aun con
fines médicos –y no se diga la obtención
Y de toda la inmensa problemática de la de ellos por vía de clonación, pues ésta
bioética (aborto, trasplantes, privacidad, conlleva, además, la osadía de «crear»
genoma humano, transgénicos, clonación vida humana para su destrucción.
y tantos más), atenderé aquí a una de las
cuestiones biomédicas que hace claramen- Y la postura contraria que, con argumen-
te patente su ambivalencia y la correlación tos de orden cientificista, aprueba irres-
existente entre los aspectos biológicos, tricta e incondicionalmente dicha inves-
Revista Selecciones de Bioética
8 Véase la reciente y significativa obra de J. Haber- 9 Optamos por conservar el término en inglés (sta-
mas que, desde su título, atiende de lleno al pro- tus), dado que éste no corresponde propiamente
blema: El futuro de la naturaleza humana. Barcelo- a «estatuto» en español; corresponde más bien a
na, Paidós, 2002. «condición» (ontológica).
56 Juliana González Valenzuela
embrión como cualquier otro tejido vivo, stem cells: «pluri» o «totipotenciales», in-
como una simple «masa de células» que diferenciadas en sí y capaces de dar lugar a
no tiene otra significación que la de su células, tejidos y órganos diferenciados)11.
utilidad para la práctica médica. Pero se reconoce al mismo tiempo que el
embrión corresponde a un «estado de la
Parece darse así una insuperable alterna- vida» que ha de ser digno de un respeto es-
tiva entre «la sacralización» o la «cosifi- pecial –como se dice expresamente– y de
cación» del embrión humano –como lo un trato distinto del que se le concede a
precisa Juan Ramón Lacadena–. otros tejidos, dado que contiene la poten-
cialidad biológica y la información gené-
Pero más allá del impasse que generan
tica para convertirse en un ser humano12.
estas posiciones extremas, se dan las pos-
Y aun cuando el embrión tampoco tenga
turas «intermedias» que no reconocen
asegurado que desarrollará tal potencial,
carácter de persona humana al embrión
se admite, sin embargo, que él tiene cua-
y al mismo tiempo buscan asegurar su
lidades específicas, un status ontológico y
irreductibilidad a cualquier materia viva
ético –acorde con su status biológico– que
indiferente.
obliga, en efecto, a un trato diferencial,
Victoria Camps lo expresa con toda cla- consciente, responsable y humanizado
ridad: que lo sitúe más allá de una mera mani-
pulación utilitarista.
(...) el embrión es una vida potencial
que debe ser protegida, que no es exac- De acuerdo con esta respuesta, así, exis-
tamente lo mismo que decir que el em- ten, por un lado, razones éticas a favor de
brión es una persona10.
Esta concepción ética coincide, en efecto, 11 Hay quienes sostienen que, aun si se le reconoce
con la opinión más razonable que busca al embrión su humanidad y condición de persona,
«su destrucción en células troncales está justifica-
el equilibrio, considerando que el em- da en tanto que la investigación en éstas promete
brión humano (particularmente en su es- la liberación de un incalculable sufrimiento…».
tado preimplantatorio y cuando no cons- Lo que contaría aquí sería «el imperativo moral
de la compasión» (Mc. Glee y A. Caplan. “The
tituye más que una realidad en potencia
Ethics and Polities of small Sacrifices in Stem Cell
en la que aún no se han hecho presentes Research”, Kennedy Institute of Ethics Journal. 9, 2,
ninguno de los rasgos biológicos y ontoló- 1999).
gicos que se consideran definitivos para Posición que no está exenta de crítica, pues desde
otra perspectiva se considera necesario distinguir
constituir la persona humana) puede entre los fines médicos y los imperativos éticos. «Li-
éticamente destinarse a la investigación bertad del sufrimiento –se dice– es un fin real, pero
y a los fines terapéuticos, y en especial, no un supremo imperativo» (G. Meilaender. The
point of a Ban, Hastings Center Report, 31, 1, 2001).
al aprovechamiento de la extraordinaria
potencialidad vital de las llamadas células 12 Robertson, John A. Children of choice: freedom
and the new reproductive technologies. Princeton
«troncales» o «madres» (las prodigiosas University Press, 1994.
Septiembre de 2010
gre lo que Gracia llama –en términos de del concepto de dynamis o potencia (co-
Zubiri– «suficiencia constitucional», por rrelativo al de energeia o acto), esta ca-
la cual sea ya posible hablar, no antes, de tegoría venía a culminar el «parricidio»
un «ser humano», pues sólo entonces se iniciado por Platón en El Sofista, donde
cumple con los atributos de su «esencia». reconoce que el no ser no es la Nada, sino
60 Juliana González Valenzuela
un modo del Ser mismo. El ser en poten- propio devenir –y no sólo en el biológico,
cia es y no es al mismo tiempo y, por ello, sino, una vez nacido el ser humano, en
puede explicar el cambio de lo real. el devenir «biográfico», con todo cuanto
éste conlleva–.
Y ya el fuego heracliteano habla de la
realidad que cambia (vive y muere) per- Y esto explica así la paradoja de que el
maneciendo y permanece, cambiando: embrión humano no pueda concebirse
«cambiando, reposa», dice Heráclito. con el mismo estatus ontológico, y mo-
ral y jurídico de una «persona» como tal:
Hay permanencia, sin duda, y en este
se halla en otro estadio ontológico. Pero
sentido, «ser»: pero «lo» que permanece
que tampoco puede soslayarse que esta
no es «algo», aparte del cambio mismo.
vida «potencial», que es y no es al mismo
Es la misma realidad la que permanece
tiempo, sea irreductible a cualquier otra
y cambia, lo uno por lo otro. De ahí que
materia biológica, ni aceptarse, por tanto,
se trate más bien de «mismidad» que de
que pueda ser concebido como un mero
«identidad». La primera incluye la alte-
objeto, susceptible de un manejo indife-
ridad y la alteración. O como lo precisa
rente y puramente instrumental. No hay
Eduardo Nicol:
«corte» o «fractura» en la continuidad
La mismidad es duración. No es esta- del devenir; o mejor dicho: en el paradó-
bilidad, sino persistencia temporal del jico «continuo-discontinuo» del devenir.
ente en su propia entidad (...). La mis- «Mismo» y «otro» a la vez, ciertamente.
midad es un concepto temporal15. La alteración es ontológica, no accidental.
Hay «acontecimientos» o «momentos»
Es, entonces, dentro de categorías dialéc-
en el proceso evolutivo de la vida que, en
ticas y no esencialistas, que puede com-
efecto, implican alteraciones sustanciales,
prenderse que el embrión (o el feto), sea
novedades ontológicas, pero que se dan
y no sea «hombre»; que, desde el inicio de
dentro de la continuidad del ente.
la vida embrionaria, esté en alguna for-
ma presente la condición humana, pero
Dicho de otra forma: el embrión humano
que los distintos «momentos» o «etapas»
posee un modo de ser propio en que pre-
del proceso de gestación no sean ontoló-
domina, ciertamente, el estado potencial
gicamente indiferentes, y de ahí que no
y no actual (un no-ser que, sin embargo,
lo sean tampoco éticamente. Pero se trata
es). Cabría decir, incluso, que al embrión
de reconocer la «esencialidad» a todo el
lo define, no su condición «pre-esencial»
proceso, desde su génesis, y no dividirIo
y «prehumana», sino precisamente el ca-
en dos: uno previo y otro posterior a la
rácter «totipotencial» de las células tron-
esencia humana; la «aparición» de ésta,
cales que lo constituyen, que por su indi-
además de que «deshumaniza» la etapa
ferenciación poseen un cierto poder de
previa, cierra el proceso del ser temporal,
«inmortalidad», pues es en la medida en
el cual se sigue constituyendo en y por su
Septiembre de 2010
Resumen
Los seres humanos son respetables porque son seres humanos, no porque tengan los mismos
valores o compartan las mismas creencias. Una nueva generación de derechos humanos con-
lleva necesariamente a un nuevo proceso de legitimación de las instituciones políticas. Es el
tema de “democracia y bioética”. La vida se encuentra amenazada y de ahí emerge la impor-
tancia de elaborar una nueva tabla de derechos humanos, los derechos ecológicos y del me-
dio ambiente, los derechos de las colectividades y los derechos de las futuras generaciones.
Los nuevos derechos son globales y, por tanto, exigen un nuevo tipo de democracia, la llama-
da democracia global la cual debe ser deliberativa. La bioética es en esencia deliberación y,
en ese sentido, debe hacer escuela. La democracia deliberativa podrá ser algún día realidad
en la medida que se instale en la sociedad la confrontación plural de ideas.
Abstract
Human Beings are respectable because they are Human Beings; not because they have the
same worth or share the same beliefs. A new generation of human rights necessitates a new
process of legitimization of political institutions. This is the essence of “Democracy and
Bioethics”. Life as we know it is under threat and from there emerges the importance of
formulating a new table of human rights; ecological and environmental rights; the rights of
different groups within society and the rights of future generations.
These new rights are global and therefore demand a new type of democracy; it is this call for a
global democracy, which must be discussed. Bioethics, in essence is a process of deliberation
and discussion and therefore it is fitting that bioethics should provide the arena for discus-
sion. It is important to realize that one day, deliberative democracy could be the reality, and
be responsible for establishing a debate which reflects the diversity of ideas within society.
L
puede hablarse de tres generaciones de
a bioética es un movimiento muy
problemas, la de los años setenta, la de
reciente: tiene apenas treinta años
los ochenta y la de los noventa. Por eso
de vida. A lo largo de ellos, y con
cabe ver el desarrollo de la bioética como
una periodicidad que viene a coincidir
una pieza teatral, con un escenario y tres
con la década, ha ido enfrentando dife-
actos, correspondientes a las tres fases
por las que ha ido pasando en su desa-
1 Tomado de Acta Bioética N° 1, año VIII, 2002, pp. rrollo. De ahí que mi exposición vaya a
27-39. constar de cuatro partes:
De la bioética clínica a la bioética global: treinta años de evolución 63
• Primero, el escenario sobre el que hay Como puede suponerse, no hay una sola
que situar este movimiento y desde el definición del término bioética. Cada gru-
que adquiere sentido. po lo entiende de un modo distinto, o lo
• Segundo, los problemas propios de la dota de un contenido diferente. Así, por
primera década, el movimiento de au- ejemplo, para ciertos autores la bioética
togestión del cuerpo y el principio de debe definirse como la ética de la vida,
autonomía. entendiendo por tal la disciplina que se
ocupa de recordar a los seres humanos
• En tercer lugar, los problemas bioéti-
los deberes sacrosantos que tenemos con
cos de segunda generación: las cues-
la vida, ante el olvido o la negligencia que,
tiones relacionadas con la economía,
según ellos, se produce en este campo.
la distribución de recursos y el princi-
Éstos suelen poner como santo y seña de
pio de justicia.
todo el movimiento, el lema de la “san-
• Y finalmente veremos la tercera gene- tidad de la vida” o de la “inviolabilidad
ración de problemas bioéticos, todos de la vida humana”. Otros, por el contra-
los relacionados con el fenómeno de rio, consideran que su objetivo principal
la globalización, la protección del me- es la “calidad de vida”, y no la defensa a
dio ambiente y los derechos de futuras ultranza de la vida.
generaciones.
sino que, además de eso, sin llegar a ta- ha estado vedada al individuo durante si-
les extremos, se ha considerado que los glos y siglos, quedando a cargo de perso-
individuos no son quiénes para gestionar nas especialmente cualificadas, médicos,
su cuerpo y su vida, y que las decisiones gobernantes, sacerdotes, jueces, etc.
sobre ellos deben de tomarlas ciertas per-
sonas especialmente cualificadas, como II. Primer acto: Revolución liberal
son los médicos o los sacerdotes. Esto es y gestión del cuerpo
lo que hoy se conoce con el nombre de El paternalismo entró en crisis hace ya
paternalismo. La gestión tradicional de siglos, con las llamadas revoluciones li-
nuestros deberes para con el cuerpo y la berales. Recordemos brevemente lo que
vida ha sido paternalista. ¿Qué quiere de- sucedió. A partir del año 1517, fecha en
cir esto más exactamente? que Lutero hace públicas sus noventa y
cinco tesis, se inician las guerras moder-
El paternalismo médico es la teoría que
nas de religión entre protestantes y cató-
afirma que la gestión del cuerpo del pa-
licos. Duraron más de siglo y medio. El
ciente no puede hacerla el propio pacien-
objetivo de esas guerras, en un principio,
te sino otra persona especialmente cua-
fue la aniquilación del contrario. No se
lificada para ello, el médico. No ha sido
podía tolerar que alguien defendiera tesis
el único tipo de paternalismo que se ha
que iban contra la doctrina de la Iglesia
dado en la cultura occidental. Como prin-
de Roma. Esto es lo que en historia se
cipio genérico cabe decir que en ella to-
conoce con el nombre de debate sobre la
das las relaciones sociales importantes se
tolerancia. La tesis oficial fue que quie-
han establecido conforme a ese modelo
nes defendían creencias distintas de las
vertical o paternalista. Los ciudadanos no
oficiales eran herejes, personas difusoras
eran quiénes para intervenir en el gobier-
de doctrinas religiosas erróneas y peligro-
no y gestionar la cosa pública, razón por
sas y que, por tanto, debían retractarse o
la cual la relación de los gobernantes con
desaparecer. Si a quienes quitan la vida
sus súbditos era paternalista, en el me-
del cuerpo se les condena a muerte, dice
jor de los casos, o tiránica, en el peor de
Santo Tomás, cuánto más a quienes aten-
ellos. En la época que eufemísticamente
tan contra la vida del alma. La intoleran-
se conoce en historia con el nombre de
cia era considerada una virtud y la tole-
“despotismo ilustrado” se decía aquello
rancia, un vicio.
de “todo para el pueblo pero sin el pue-
blo”. Esa frase es la quintaesencia de la Éste fue el punto de partida. Pero el pun-
política paternalista. Y lo mismo cabe de- to de llegada iba a ser muy distinto. En
cir de todas las demás relaciones sociales, primer lugar, porque ninguno de los dos
como por ejemplo las de pareja o las que bandos tuvo la capacidad de exterminar
establecen los padres con sus hijos. Éste al otro. Según pasaba el tiempo, cada vez
es el telón de fondo que era necesario te- era más necesario llegar a un armisticio,
Septiembre de 2010
Es el descubrimiento del llamado “prin- Pues bien, esa revolución liberal que ad-
cipio de tolerancia”, uno de los grandes mite el pluralismo y la autogestión de las
temas del siglo XVII: a partir de él se fue creencias religiosas y de las opiniones po-
elaborando toda la teoría de la “libertad líticas y que triunfa en los siglos XVII y
religiosa”, entendida ésta como un dere- XVIII, no llega en esa época al espacio
cho humano. Los seres humanos son res- de la gestión del cuerpo. Es un fenómeno
petables porque son seres humanos, no realmente sorprendente. La revolución
porque tengan los mismos valores o com- liberal no llegó a la medicina. Aquí las
partan las mismas creencias. Hay que res- decisiones importantes seguían tomándo-
petarlos en su diversidad. Ese es el con- las los médicos de acuerdo con su sistema
cepto de “libertad de conciencia”, que en de valores, no con el sistema de valores
el siglo XVII cobra cuerpo. Se ha iniciado del paciente. Por eso cabe decir que en
el mundo moderno, la homogeneidad de este espacio de la gestión del cuerpo el
valores va poco a poco diluyéndose, y se paternalismo ha llegado hasta la segunda
impone el acuerdo de que los valores de mitad del siglo XX. Y lo que se dice de la
las personas tienen que ser en principio medicina es extensible a las otras dimen-
respetados, aunque no coincidan con los siones de la gestión del cuerpo. Así, por
nuestros. Es el llamado “derecho a la li- ejemplo, la ética sexual, o la ética de la
bertad de conciencia”. vida y de la muerte han seguido en manos
de los teólogos y las iglesias, exactamen-
En torno a este descubrimiento funda- te igual como sucedía con la ética políti-
mental se elabora la teoría de los dere- ca antes de las revoluciones liberales. El
chos humanos básicos, o derechos perso- respeto de la autonomía, es decir, de los
nales o subjetivos, el derecho a la vida, a sistemas de valores de las personas, no ha
la salud, a la libertad de conciencia y a la llegado a ese ámbito más que en las últi-
propiedad. Locke es el primero que los mas décadas.
formula de este modo. La afirmación de
estos derechos supone el reconocimien- Veamos el caso concreto de la medicina.
to de la autonomía de los individuos Si el modelo clásico de relación clínica
para gobernar su vida y sus asuntos. En era el que hemos llamado vertical o mo-
primer lugar, los asuntos religiosos. Ya nárquico, basado en relaciones de man-
lo hemos visto. Pero muy pronto se llevó dato y obediencia, a comienzos del siglo
este mismo espíritu al tema de los asun- XX comienzan a introducirse novedades
tos políticos. De hecho, las revoluciones que obligarán a sustituir ese modelo por
liberales, a la cabeza de todas la Revolu- otro que cabe denominar “oligárquico”,
ción Francesa, se hizo con la carta de de- en el que el profesional se ve obligado a
rechos humanos por estandarte. Todos compartir su poder con otros compañe-
los hombres tienen derecho a intervenir ros, pero sin por eso renunciar a la rela-
Revista Selecciones de Bioética
en la elaboración de las leyes y en el go- ción vertical. Sólo en las últimas décadas
bierno de la cosa pública. Del régimen la relación clínica se ha horizontalizado,
absolutista o monárquico se pasa al régi- y ello por razones que se gestaron fuera
men democrático. El soberano ya no es del ámbito de la medicina. No han sido
el monarca sino el pueblo. los médicos quienes han liderado ese
66 Diego Gracia Guillén
portancia que adquieren los movimientos culturales, entre los que estaba el derecho
a favor de los derechos civiles de aquellos a la asistencia sanitaria. Ése es el origen de
colectivos sociales que no los disfrutaban los seguros públicos y obligatorios de en-
16 en plenitud, afroamericanos, mujeres, fermedad, que fueron apareciendo poco
De la bioética clínica a la bioética global: treinta años de evolución 67
de “justicia social”. “Del paternalismo a entenderse por justicia social? Ese fue el
la justicia social”: ése fue el grito de los gran tema de la segunda mitad de los años
revolucionarios de 1848 y de los movi- setenta y sobre todo de los ochenta, y fue
mientos sociales posteriores a tal fecha. también la gran novedad en los debates de
Muchos de los deberes que el Estado libe- la bioética a lo largo de su segunda déca-
68 Diego Gracia Guillén
ni asegurar un futuro digno a las próxi- 1989, tenía que conducir necesariamente
mas generaciones. Se está produciendo a la reforma del Estado liberal y a la apa-
una nueva revolución que, como las dos rición del Estado social. Pero más allá de
anteriores tiene como consecuencia el éste no era posible concebir ningún otro.
surgimiento de una nueva tabla de de- La historia parecía terminar ahí. Y sin
rechos humanos, los derechos del me- embargo, poco a poco se ha ido abriendo
dio ambiente y los derechos de futuras paso un nuevo horizonte de problemas.
generaciones. Una vez más, cuestiones La tensión entre el Este y el Oeste ha ido
que eran consideradas de gestión privada difuminándose hasta desaparecer, y una
pasan a convertirse en deberes públicos nueva ha surgido, ésta entre el Norte y el
o de justicia. Sólo así seremos capaces de Sur. Ahora el conflicto se plantea entre
proteger la vida, el presente y el futuro de los países desarrollados y aquellos otros
la vida. He aquí el nuevo frente que se le que, eufemísticamente, se denominan en
ha abierto a la bioética. vías de desarrollo. Es la confrontación de
la vida, de la supervivencia presente y fu-
Esto, a su vez, obliga a cuestionar las es- tura y de la calidad de vida. No se trata
tructuras políticas vigentes. Una nueva sólo de la vida humana sino de la vida en
generación de derechos humanos conlle- general. La vida está amenazada. Y está
va necesariamente un nuevo proceso de amenazada, precisamente, por el desa-
legitimación de las instituciones políticas. rrollo insostenible de los países del llama-
Es el tema de “democracia y bioética”. No do Primer Mundo y por el subdesarrollo,
es la primera vez que esto sucede. Cada también insostenible, de los del Tercero.
generación de derechos humanos ha teni- De ahí la importancia de elaborar una
do por objeto legitimar al poder político. nueva tabla de derechos humanos, los de-
Los derechos civiles y políticos legitima- rechos ecológicos y del medio ambiente,
ron el Estado liberal frente al absolutis- los derechos de las colectividades y los
mo propio del antiguo régimen. Lo que se derechos de futuras generaciones.
empezó a decir entonces fue que las leyes
emanadas del Estado absolutista eran le- El problema de estos derechos es que no
gales pero no legítimas. Por eso hubo que son individuales sino colectivos y que,
instaurar los parlamentos democráticos. por ello mismo, no pueden gestionarse
Algo similar sucedió a partir de 1948. La más que colectivamente, globalmente. En
aparición de los derechos económicos, la primera generación de derechos en el
sociales y culturales tuvo por objeto do- marco de referencia era el individuo y en
tar de nueva legitimidad a los Estados, la segunda, el Estado. Ahora las fronteras
haciéndoles pasar de meros Estados libe- del Estado resultan insuficientes o, me-
rales a Estados sociales. No parecía fácil jor, inútiles, cuando no perjudiciales. Los
ir en el futuro más allá de ese punto. ¿Ca- nuevos derechos son globales y exigen,
Revista Selecciones de Bioética
bía imaginar nuevos procesos de legitima- pues, un nuevo tipo de democracia, la lla-
ción? Las luchas entre el Este y el Oeste mada democracia global. La tesis que se
que salpicaron la historia de Occidente va poco a poco imponiendo es que el vie-
desde 1848, y sobre todo desde 1917 has- jo Estado nacional surgido tras la paz de
ta la caída del muro de Berlín, en el año Westfalia, en pleno siglo XVII, toca a su
70 Diego Gracia Guillén
fin y que estamos entrando en una nueva Y todo esto conlleva una ética. Por prime-
época en que todo, incluidas la política y ra vez somos conscientes de que nuestras
la ética, habrán de ser globales o no serán acciones afectan al conjunto de todos los
nada. seres humanos, no sólo presentes sino
futuros. El principio de universalización
¿Qué es globalizar? Por lo pronto, rom- formulado por Kant adquiere así un nue-
per las fronteras nacionales y permitir que vo sentido, imposible de percibir a la altu-
todo lo que sucede en el globo terráqueo ra del siglo XVIII, la época en que Kant
se haga presente y se viva como propio vivió. No se trata ya de hacer una pirue-
por cualquier miembro de la comunidad ta mental para comprobar si el móvil de
humana. La globalización de las comuni- nuestra voluntad podría convertirse en ley
caciones permite estar al tanto de las no- en una sociedad de seres humanos dignos.
ticias de todo el mundo, poder seguirlas Ahora no hacen falta esos ejercicios de
en tiempo real y, de ese modo, sentirlas imaginación, porque por vez primera en la
como propias. Ahora todo afecta a todos. historia tenemos la posibilidad de dar voz
Esto es obvio en el orden informativo y de a todos aquéllos que puedan verse afec-
las comunicaciones. Pero sucede también tados por el acto o la norma en cuestión.
en otros muchos ámbitos. Pensemos, por Todos tenemos claro que las decisiones
ejemplo, en el financiero. Los mercados que se toman en Washington o en Bruse-
de capitales se han globalizado, y cual- las afectan a muchas más personas que las
quier pequeño ahorrador del más remoto que habitan en el interior de las fronteras
país puede invertir su dinero en la bolsa de Estados Unidos o de la Unión Euro-
de cualquier otra parte del mundo. Lo pea. Muchas de esas decisiones, la mayo-
mismo les sucede a las mercancías. Por ría, afectan grande y gravemente a los paí-
vez primera cabe hablar de un mercado ses del Tercer Mundo. Ahora bien, si esto
mundial. El acero que se consume en es así, ¿deberían ser tenidos en cuenta sus
Barcelona puede haberse producido en intereses y no sólo los de los habitantes de
Japón o en Corea y las fresas que come- esas naciones o zonas? Evidentemente, sí.
mos pueden ser chilenas. Y ello por la misma razón por la que en
los siglos XVII y XVIII se concedió voz y
Esta globalización económica plantea in- voto a todos los ciudadanos de un país. La
mediatamente problemas políticos. Aho- tesis es que todos ellos tenían derecho a
ra, por ejemplo, la liberalización de las intervenir en la formulación de las leyes,
economías se convierte en un principio precisamente porque eran los depositarios
sacrosanto. Se trata de algo tan revolucio- de la soberanía; eran soberanos, el pueblo
nario como lo que sucedió en la época de soberano. Ahora bien, ¿no cabe decir por
Adam Smith. Si entonces se luchó contra lo mismo que todos los afectados por una
los monopolios mercantiles, ahora se está norma, por más que habiten fuera de las
derribando otro tipo de monopolios mu- fronteras nacionales, deberían tener hoy la
Septiembre de 2010
En ética caben pocas dudas a este respec- fesionales tienen bien claro que quienes
to. El problema de nuestras democracias tienen que gobernar son ellos y no el pue-
es que son poco democráticas, es decir, blo. De ahí la alergia que profesan a los
poco representativas, o mejor, poco par- sistemas o procedimientos asamblearios.
ticipativas y poco deliberativas. Dicho de La democracia tiene que ser representa-
otro modo, el problema de nuestras de- tiva, no participativa.
mocracias es que poseen un grave defecto
de legitimación moral. ¿Cómo enjuagar- El problema es si este punto de vista sigue
lo? Caben muchas posibilidades. Uno se siendo válido hoy y, sobre todo, si lo va a
imagina que a través de las nuevas redes seguir siendo en el futuro. Dicho de otro
de telecomunicación tiene que ser posible modo, la cuestión está en saber si los sis-
abrir la vida política a la participación de temas representativos son los adecuados
todos los interesados en algo, y que de ese para la instauración de una verdadera de-
modo puede suplirse este defecto crónico mocracia global.
de nuestros sistemas políticos. En el tiem-
La opinión que empieza a cundir es que
po de la Revolución Francesa tenía senti-
no. Hay que ir más allá de los sistemas
do que las provincias tuvieran que elegir
representativos, hacia otros básicamen-
sus parlamentarios, para que fueran a Pa-
te participativos y deliberativos. No es
rís y los representaran. Ese fue el origen
que no tenga que haber políticos; es que
de la llamada democracia representativa.
deben adquirir un nuevo estilo. Lo que
Pero hoy, con los nuevos sistemas de co-
quizá esté a punto de desaparecer es el
municación, parece que las cosas debían
tipo de político surgido de la Revolución
organizarse de otro modo.
Francesa.
Quienes probablemente pondrán más La cuestión está entonces en describir con
objeciones a este tipo de razonamientos alguna precisión qué se entiende por de-
serán, sin duda, los políticos. Del mismo mocracia participativa y deliberativa, o en
modo que en el antiguo régimen había qué han de consistir ambos procedimien-
unos profesionales de la política que eran tos, la participación y la deliberación.
los nobles, a partir de las revoluciones li- La respuesta no es fácil. Basta hojear la
berales surgen otros, que son los llamados abundantísima literatura hoy existente en
políticos a secas, los políticos profesiona- torno a la democracia deliberativa, para
les. Ellos están convencidos que si bien darse cuenta de ello. Pero esa misma pro-
el pueblo es soberano, no sabe gobernar. ducción bibliográfica, surgida en las dos o
Los que saben gobernar son ellos. De ahí tres últimas décadas, es a su vez un exce-
que la democracia se legitime a través de lente indicador de lo que está sucediendo
las urnas, pero dejando claro que en éstas en el interior de la ciencia política.
no pueden elegirse más que a políticos
Revista Selecciones de Bioética
cas y las políticas. Se delibera para tomar mente racionales, como los sentimientos,
decisiones, y las decisiones son siempre y los valores, las creencias, etc. No, el ra-
necesariamente concretas. Aquí, pues, no zonamiento práctico no es apodíctico o
valen los juicios universales. Si queremos demostrativo. Lo cual permite entender
que nuestras decisiones sean correctas, que ante un mismo hecho puedan tomar-
habremos de tener en cuenta también las se distintas decisiones, todas ellas razona-
circunstancias del acto y las consecuen- bles y prudentes. La prudencia no debe
cias previsibles. Las decisiones concretas confundirse con el consenso, y menos con
no pueden tomarse en abstracto. Un ca- la unanimidad.
pitán de barco no puede guiarse sólo por
los principios generales que se explican La deliberación es, en consecuencia, un
en los libros de náutica, sino que, además, método de conocimiento, un procedimien-
deberá tener en cuenta las circunstancias to intelectual, cuyo objetivo es la toma de
concretas en que se encuentra la mar y su decisiones, y de decisiones prudentes. Se
barco y que, por tanto, han de ser tenidas delibera dando razones y escuchando las
en cuenta a la hora de tomar la decisión, razones de los demás, en el convencimien-
si es que pretende que ésta sea prudente to de que nadie está en posesión de toda la
y razonable. Para conseguir esto último es verdad, precisamente porque, como ya he-
para lo que deberá deliberar. La delibera- mos dicho, la realidad siempre nos supera y
ción es el proceso intelectual de pondera- cualquier acontecimiento tiene más facetas
ción de los factores que deben ser tenidos de todas las que nosotros podamos tener
en cuenta en un proceso razonable de en cuenta. El propio proceso de formación
toma de decisiones. Decimos razonable y profesional es ya un sesgo para el análisis
racional, porque nunca seremos capaces de la realidad. La formación nos hace sen-
de incluir todas las circunstancias de una sibles a ciertos rasgos de las cosas, a la vez
situación, y menos aún de prever todas las que deja en la penumbra otras. Un médico,
consecuencias del acto. Esto es sencilla- un pintor y un donjuán perciben cosas dis-
mente imposible. La mente humana no es tintas ante un cuerpo de mujer. Y un ban-
nunca capaz de agotar la realidad. De lo quero, un profesor de arte y un constructor
que cabe concluir que las decisiones con- perciben cosas distintas ante el espectáculo
cretas no pueden aspirar nunca a la inerra- que les ofrece una catedral gótica.
bilidad o infalibilidad. Sus juicios no son
como los del álgebra o la trigonometría. Todo lo que forma, deforma. Y todo lo
que descubre, encubre. El dirigir la mira-
Deben de ser razonables, pero no serán da hacia algo y verlo con claridad, exige
nunca completamente racionales. Y ello siempre dejar en la penumbra otros as-
por más de un motivo. En primer lugar pectos de la cosa. Nunca hay una claridad
porque, como acabamos de decir, nunca total. En este mundo no hay una luz que
tienen carácter apodíctico. Y en segun- no genere, ella misma, sombras. Como
Septiembre de 2010
do, porque en esas decisiones juegan un dijo y escribió Ortega, la claridad total es
papel importante no sólo las razones sino característica que sólo puede predicar-
también otros factores que no son racio- se de Dios. Por eso no existe la verdad
16 nales o que, al menos no son completa- “total”. El término griego para verdad
De la bioética clínica a la bioética global: treinta años de evolución 73
hallan internamente articulados entre sí, los ochenta el reto pasó de los derechos
de tal modo que el primero de ellos con- individuales a los sociales, y el debate giró
duce necesariamente al segundo, y éste al en torno a los temas de justicia sanitaria.
tercero y que, por ende, deben verse como En un cierto momento pudo parecer que
momentos de un todo indisoluble. no podía irse más allá. Pero la década de
los noventa nos ha convencido a todos que
¿Qué concluir de todo esto? A mi modo aún era necesario ampliar el horizonte y
de ver, dos cosas. Primera, que la bioética plantearse de frente otros nuevos dere-
es cada vez más consciente de que su mé- chos relativos a la vida y a su gestión, que
todo es la deliberación. Y segunda, que el ya no son individuales ni sociales, sino glo-
ejercicio de su propia metodología la está bales. Se trata de los derechos de la vida
llevando a enfrentar problemas cada vez en general y, en consecuencia, de los eco-
más globales, hasta el punto que de ser sistemas, de la vida humana actual en su
una disciplina fundamentalmente clínica totalidad, y de las futuras generaciones.
está pasando paulatinamente a conver- Estos derechos no pueden gestionarse ni
tirse en un instrumento de análisis social, individual ni socialmente, es decir, dentro
institucional y político. Eso es lo que hace de los límites de las nacionalidades clási-
que cada vez se la vea menos como una cas. Las naciones muestran siempre una
ética profesional y más como una ética gran insensibilidad ante los problemas
general, interesada tanto por las dimen- globales, aunque sólo sea porque, como su
siones personales como por las institucio- nombre indica, se definen por el nacimien-
nales y globales. Hace más de diez años, to y, por tanto, por la pertenencia al grupo
en 1989, escribí, en el prólogo de Funda- familiar y étnico, al grupo de los próximos,
mentos de bioética, estas líneas: no al de los lejanos. Con los próximos se
tienen vínculos afectivos y emocionales
Si en otros tiempos la medicina mono- que no se dan con los lejanos. Y eso acaba
polizó las ciencias de la vida, hoy eso no teniendo consecuencias morales de prime-
es así y, por tanto, sería un error reducir ra categoría. “Ojos que no ven, corazón
el ámbito de la bioética al de la ética mé- que no siente”, dice la sabiduría popular.
dica, o convertida en mera deontología
Los emocionalmente lejanos difícilmente
profesional. Se trata, a mi parecer, de
se nos convierten en perentorio problema
mucho más, de la ética civil propia de las
sociedades occidentales en estas tortuo- moral. De ahí la importancia de aprender
sas postrimerías del segundo milenio. a pensar y sentir globalmente. Los dere-
chos sobre el medio ambiente, la búsque-
Hoy, ya doblado el cabo del nuevo mile- da de un desarrollo sostenible, más allá del
nio, no sabría decir otra cosa. desarrollo insostenible del primer mundo
y del subdesarrollo, también insostenible,
del tercero, y los derechos de las futuras
Conclusión:
generaciones, no pueden gestionarse más
Por una sociedad deliberativa
Septiembre de 2010
que globalmente.
El reto de los años setenta fue la reivindi-
cación de los derechos civiles de los enfer- De ahí la importancia de que la globaliza-
16 mos, tanto somáticos como mentales. En ción pase de ser meramente mercantil y
De la bioética clínica a la bioética global: treinta años de evolución 75
Resumen
Se presentan las diversas funciones y servicios que presta la bioética a la sociedad. El de-
sarrollo de las mismas demanda especialistas cada vez más conocedores de su disciplina
–objeto, método, episteme, fundamentación, historia– con una identidad bien estudiada y
fundamentada, que los distinga de otros especialistas afines. Se especifican las funciones del
bioeticista en el análisis de problemas y de casos.
Abstract
The work and social uses of Bioethics are presented. The development of these functions
requires Specialist with better knowledge of the discipline, its object, its method, its history
and its foundations. This gives the Specialist in Bioethics a well-defined identity where case
analysis and the examination of particular problems become central to her/his mission.
B
ien sabido es que la bioética no es • Como una disciplina académica, que
una nueva profesión, en su sentido de hecho se viene enseñando en mu-
técnico. Consecuentemente debe- chas universidades del mundo en pre
mos decir que, por ahora, el bioeticista no y, sobre todo, posgrado, y en colegios
es un profesional que ejerza la bioética de de segunda enseñanza.
tiempo completo y que por tal ejercicio • Como un instrumento para tomar
reciba un sueldo del cual viva. Es posible decisiones que se viene aplicando, en
que con el tiempo se llegue a ello. asesorías, en comisiones gubernamen-
tales y de organismos internacionales,
Lo que sí podemos afirmar es que la bio-
en comités clínicos y no clínicos (por
ética viene siendo entendida:
ejemplo, de bancos, empresas, institu-
• Como un saber interdisciplinario que ciones, etc.).
se viene investigando y difundiendo en • Como un movimiento mundial en fa-
institutos y centros de bioética, en un vor de la vida y de su medio ambiente,
número que sobrepasa los mil, disper- en defensa y promoción de la supervi-
sos por todo el mundo. vencia de la humanidad y del planeta
Tierra.
1 Elaborado por el autor para presentarlo a los
Por todas estas funciones y servicios que
alumnos de posgrado de la Especialización en
Bioética del Intituto de Bioética de la Pontificia presta la bioética a la sociedad, demanda
Universidad Javeriana. Bogotá, D.C., 1999. especialistas cada vez más conocedores
Funciones del bioeticista 77
Preguntémonos cuáles son algunas de las Tal “diálogo” se puede dar a nivel interna-
funciones principales del bioeticista en un cional, nacional o, para aclaración de las
comité, comisión, asesoría, docencia, etc. funciones del bioeticista, vamos a supo-
en que le toque intervenir como tal. ner un diálogo muy concreto y particular
en una comisión de bioética, consultada
Dejando la docencia de la bioética para
por la autoridad respectiva (Presidente,
un tratamiento aparte, podemos ocupar-
Ministro de Salud, Director de una Clíni-
nos aquí de reuniones de comités, comi-
ca, etc) y compuesta por unas once perso-
siones, asesorías etc. y distinguir las fun-
nas, especialistas en diversas profesiones
ciones del bioeticista cuando participa en
o especialidades, con la presencia de un
la solución de un problema planteado por
bioeticista.
la biotecnología moderna a la sociedad,
de cuando lo hace en la consulta sobre
un caso particular, planteado también Participación en la solución
por la tecnología moderna; en ambas si- de casos concretos
tuaciones, –problema y caso– se busca la Los casos concretos se presentan en ins-
participación del bioeticista, pero se da tituciones, o personas que deben tomar
una diferencia importante en su manejo. una decisión en la aplicación a problemas
Veamos en qué. generales. Es el caso de una clínica o de
una pareja matrimonial que quiera tomar
Participación en la solución una decisión sobre si acepta, o no, la pro-
de un problema general creación artificial o el suicidio asistido.
El manejo desde la bioética de un proble- En el manejo de problemas generales se
ma general, como sería la procreación ar- trata de hacer valoraciones éticas, para
tificial, el suicidio asistido o tantos otros, tener un criterio general con respecto al
debe hacer una valoración ética del pro- problema. En cambio, en el manejo de los
blema con miras a llegar, en la medida de casos el asunto es más delicado porque se
lo posible, a un consenso. De hecho así trata de tomar decisiones de vida o muer-
se viene haciendo con respecto a los pro-
Revista Selecciones de Bioética
te de seres humanos.
blemas que acabamos de enunciar me-
diante valoraciones éticas en el contexto Volvamos al manejo de un problema ge-
social por medio de artículos de revistas, neral para tratar de indicar las funciones
programas de televisión, legislaciones de del bioeticista presente en una comisión
diversos países etc. sin que se haya lle- de bioética.
78 Alfonso LLano Escobar, S.J.
ción ética:
Cumplida esta primera parte de la re-
unión y en el supuesto de que todos los Identificar los problemas éticos. Recorde-
16 participantes han adquirido el conoci- mos lo que enseña Lonergan sobre la au-
Funciones del bioeticista 79
• Planteamiento ético del caso: pregun- una comisión de bioética, no sobra indi-
ta ética. car algunas funciones que debe cumplir
• Valoración ética del caso por parte de o llenar el bioeticista con respecto a la
todos los presentes. sociedad en general, y la dificultad de
acceso del gran público a estas reuniones
• Buscar líneas o puntos de consenso. específicas de bioética.
• Toma de decisión.
Daniel Wikler y la Responsabilidad Social.
Nota importante: La vida, bien fundamen- El bioeticista en comisiones y asesorías
tal. La valoración, que deberá hacerse, a través de escritos en libros y revistas,
en la medida de lo posible, con aporte y debe ejercer una responsabilidad social
reflexión de todos los presentes, deberá procurando que las valoraciones que se
tener en cuenta que la vida humana es un vayan haciendo en el campo interdisci-
bien fundamental, no un valor absoluto, plinar lleguen al público en general. Cito
como con frecuencia se les enseña erró- el ejemplo de Daniel Wikler en su dis-
neamente a los estudiantes de medicina. curso de apertura del III Congreso Mun-
Sólo así podrán evitar los escollos opues- dial de bioética tenido en San Francisco,
tos, de la eutanasia y distanasia. La de- California, en noviembre de 1996, en su
cisión no necesariamente se debe tomar calidad de Presidente de la International
allí, pero sí se debiera llegar a un consen- Association of Bioethics (IAB), dijo en-
so entre los miembros del comité. tonces:
Jerarquía en la toma de decisiones. Se- Tendríamos poco que hacer los Bioe-
gún una sana jerarquía de derechos en la ticistas si nuestro oficio no consistiera
toma de decisiones clínicas estarían: en tratar de componer este mundo.
Otras ocupaciones se proponen enig-
• Primero: el paciente, debidamente in-
mas intelectuales más complicados.
formado. Permítanme aclarar: cuando era es-
• Segundo: su representante autorizado, tudiante de carrera no me preocupé
ojalá por escrito. por la bioética, y apenas un poco por
la ética. Mi tesis de grado tuvo como
• Tercero: el médico tratante, oído el tema “las propiedades semánticas de
parecer del comité de bioética. la demostración”. Pero cuando ya pen-
sé en serio qué hacer a lo largo de mi
Los dos últimos deberán valorar y deci-
vida, me di cuenta de que no quería
dir, buscando siempre complacer la vo-
despertarme a la edad que ahora tengo
luntad del paciente y, de no conocerse, se y decirme que había gastado mi vida
buscará siempre su bien integral, y nunca entera como profesor de ajedrez. Por
hacerle daño. entonces la bioética apenas empezaba
como una respetable disciplina, que
Otras funciones con respecto me ofrecía la oportunidad de ocupar-
Septiembre de 2010
Resumen
La gestación de la bioética en la década del 60; su nacimiento en inicios de los 70 y su rápido
desarrollo en los lugares más variados del mundo, ponen de manifiesto la íntima relación
existente entre bioética y sociedad civil.
En este trabajo, nos proponemos profundizar en las características de dicha relación mos-
trando el horizonte de esperanza que abre la bioética en su proceso de institucionalización e
internacionalización. La naturaleza dialéctica de recíproco condicionamiento entre bioética
y sociedad plantea la exigencia de construir una bioética desde América Latina y permite
construir estrategias de desarrollo social desde la salud cuyo ejemplo más significativo, en
la actualidad, está constituido por la organización de municipios saludables impulsados por
la OMS.
Abstract
Bioethics gestation in the sixties; its birthday in the early 70s and its quick development in
many places around the world, show the close relation between bioethics and civil society.
The purpose of this work is to deepen into the characteristics of these relation, showing the
horizon of hope that opens bioethics in its process of institutionalisation and internationali-
sation. The dialectic nature that determines the link between bioethics and society accounts
for demand to built a bioethics from Latin America. A clear example of this is the health as is
the case with the organization of healthy municipalities impulsed by the WHO.
S
u gestación y nacimiento, en plena plosión biotecnológica, en los centros
revolución tecnológica, constituye de investigación, en los laboratorios de
un gigantesco esfuerzo para encon- experimentación, como expresión de la
trar respuestas a las innumerables inquie- profunda convicción sobre la incapaci-
dad radical del conocimiento científico y
1 Tomado de Bioética desde América Latina. Año I,
Nº 2, Número monográfico de bioética y justicia
del progreso tecnológico para construir,
sanitaria. Universidad Nacional de Rosario, Ar- por sí solos, el bienestar de la humani-
gentina, 2001 dad.
Necesidad de una bioética desde América Latina 85
lución absoluta de todos los conflictos y chos humanos surgidos en los siglos XVII
dilemas éticos. Lo contrario, sería caer en y XVIII reafirmado en el juicio de Nurem-
el dogmatismo o en el moralismo estéril. berg en 1947 y la Declaración Universal de
16 La bioética, dice Hottois: los Derechos del Hombre en 1948.
Necesidad de una bioética desde América Latina 87
pour les Sciences de la Vie et de la Santé, fundada en 1992 con la finalidad de fa-
lo que rápidamente se extiende por toda cilitar el intercambio entre todos los que
Europa. trabajan en bioética en distintas partes
del mundo; organizar reuniones inter-
Se pasa, luego, a la creación de comités nacionales de bioética (ya ha realizado 5
internacionales. En 1985 es creado por congresos mundiales); estimular la inves-
el Consejo de Europa el Comité Ad Hoc tigación y la enseñanza de la bioética y ga-
de’Experts sur la Bioetique (CAHBI). rantizar una discusión abierta y racional
En la década del 90, se crean nuevas co- sobre el tema. Al mismo tiempo es res-
misiones internacionales. En 1993, el In- ponsable de la publicación Bioethics.
ternational Commite of Bioethics de las
En la Unesco existe el Comité Internacio-
Naciones Unidas; en 1994, la Academia
nal de Bioética que elaboró la Declara-
Pontificia para la Vida creada por Juan
ción Universal del Genoma Humano y de
Pablo II.
los Derechos Humanos en 1997.
Normalmente, las comisiones nacionales
En Estados Unidos, en Canadá y en Eu-
tienen una función fundamentalmente
ropa, encontramos muchas asociaciones
consultiva y las comisiones internaciona-
de bioética muy importantes y con presti-
les asumen, sobretodo, una función nor-
giosas publicaciones especializadas.
mativa, que se expresa bajo la fórmula de
recomendación, o de convención, o de En Asia existe la Asociación Bioética
declaración, que, por un lado, van otor- Asiática que reúne asociaciones de Chi-
gando cierta función normativa a las deli- na, Japón, Indonesia y otros países.
beraciones éticas y, por otro, buscan una
mayor armonización de procedimientos. En América Latina y el Caribe tenemos la
Federación Latinoamericana y del Cari-
Estos hechos muestran una coparticipa- be de Instituciones de Bioética (Felaibe)
ción creciente de preocupaciones comu- que ya ha organizado varios congresos la-
nes de las sociedades interesadas en la su- tinoamericanos. Tenemos además el Pro-
pervivencia del hombre y en la integridad grama Regional de Bioética para Améri-
de su identidad moral. ca Latina y el Caribe de la OPS y la OMS
Por otro lado, expresan, también, el es- con sede en Chile que viene realizando
fuerzo por lograr un consenso y una ar- una importante tarea en la formación de
monización internacional de las normas recursos humanos. Edita, además, una
ético-jurídicas que ha dado lugar al plan- publicación especializada llamada Acta
teamiento de una «ética global» de H. Bioética.
Küng y también de una «bioética global»
Revista Selecciones de Bioética
gue las vestiduras ante la posibilidad del algunos de los más importantes, a modo
aborto en ciertos casos críticos. de ejemplo, ya que no podemos detener-
nos en su análisis en este trabajo.
Por otra parte, en cuanto a los nuevos
problemas que plantea la biotecnología, La carta de Ottawa de 1986, Conferencia
a diferencia de lo que ocurre en los paí- Internacional sobre la Promoción de la
ses desarrollados, en América Latina, la Salud, en su documento final expresa que
cuestión no es cómo usar la tecnología la paz, la educación, la vivienda, la alimen-
médica sino quién tiene acceso a ella. tación, la justicia social y la equidad son
requisitos fundamentales para la salud.
Cuando hablamos de una bioética desde
La Declaración de Santa Fe de Bogotá,
América Latina significa dar prioridad a
Colombia de 1992. Conferencia Interna-
una bioética de los problemas cotidianos
cional sobre la promoción de salud, se-
sin excluir el análisis de los nuevos pro-
ñala la necesidad de una cultura para la
blemas que plantea la biotecnología. En
salud y la relación indisoluble entre salud
última instancia se trata de respetar la
y desarrollo. Al mismo tiempo, el docu-
profunda correspondencia que debe exis-
mento define como inaceptables las en-
tir entre la micro y la macrobioética. En
fermedades derivadas de la desigualdad,
ese sentido se recupera la visión de Pot-
de la marginación y de la destrucción del
ter cuando habla de «bioética global» o
medio ambiente.
cuando, en la inauguración del Congreso
Internacional de Bioética en Gijón soste- En 1991, la OPS y la OMS definió la salud
nía que para un futuro a largo plazo tendre- como el resultado de una serie de facto-
mos que inventar y desarrollar una bioética res concurrentes: las acciones de la pobla-
política, añadiendo la bioética mundial ción, los servicios de salud, las autorida-
debe evolucionar hacia una bioética social des de la salud y otros sectores sociales y
a escala mundial políticamente activa. Tra- productivos.
bajar en una bioética que tenga que ver
con las cosas de nuestra vida significa, Esta concepción amplia de la salud per-
para América Latina, poner el acento en mite una reorganización de los servicios
la salud pública, en la justicia, la equidad, tradicionales de la salud con una mayor
los derechos humanos, la libertad, la ciu- participación democrática de los ciuda-
dadanía, la tolerancia, la solidaridad y la danos íntimamente relacionada con la
participación democrática. integración, en el concepto de salud, de
cuatro factores principales: el biológico,
el medio ambiente, el estilo de vida salu-
5. Algunos documentos para una
dable (que implica condiciones de traba-
bioética desde América Latina
jo, educación, recreación) y los servicios
Existen ya no pocos documentos que pue- de salud. Por consiguiente, cuando aquí
Septiembre de 2010
Resumen
¿Cuál es la realidad de la bioética y cuál su sentido?, son las preguntas fundamentales que
trata el autor en este texto. Si bien el nacimiento de la bioética se ubica en el año de 1971, el
autor menciona hechos y características especiales de la realidad social que dieron origen a
la bioética y que no se circunscriben a los Estados Unidos únicamente, aunque se reconoce
este país como su origen y el pionero en el desarrollo de la misma. La moral tal como había
sido enseñada era insuficiente para dar respuesta a los acontecimientos nuevos como el sur-
gimiento de las nuevas tecnologías, el cambio en la relación entre el médico y el paciente y el
desarrollo de la investigación científica sumados al desarrollo y cambios de las instituciones
hospitalarias, entre otros hechos, son analizados como problemas que requieren la confor-
mación de comisiones y otras instancias permanentes como comités de ética de la investiga-
ción y hospitalarios. Todo esto lleva a un nuevo panorama normativo en los diferentes países.
En la segunda parte del artículo el autor pretende dar respuesta a la pregunta por el sentido
de la bioética a partir del desarrollo del derecho no sólo en el campo nacional, sino ante
todo, en el plano internacional para lo cual menciona algunos puntos de la propuesta de la
Convención Bioética sobre el estatuto de la vida y de la investigación del embrión humano,
el proyecto Hugo y otras iniciativas de la Unesco.
Abstract
The fundamental questions the author deals with in this text are: Which is the reality of
Bioethics? And which is its sense? Although the birth of Bioethics is located in the year 1971,
the author mentions special facts and characteristics of the social reality that gave origin to
Bioethics and that are not only circumscribed to the USA. Ethics as it had been taught, was
not sufficient to respond to the new challenges as they appeared with new technologies,
change in patient-doctor relationships and the development of the scientific research. All this
added to the evolution and changes of health institutions among other facts were analyzed as
problems requiring to form Commissions and other permanent bodies as Ethics Committees
on Research and Health. This has taken a new normative view in different countries. In the
second part of the article, the author tries to answer the question for the sense of Bioethics,
beginning from the developments of international law in which he mentions some points of
the proposal made by the Bioethics Convention about the Life Status and the Human Embryo
Research as well as HUGO’s project and other initiatives from Unesco.
1 Tomado de: Cuadernos de Bioética Nº 1. Buenos Aires, República de Argentina, agosto, 1997, pp. 61-71. Pu-
blicado en www.bioetica.org/. Conferencia pronunciada por Christian Byk el 6 de noviembre de 1996 en la
Universidad Notarial Argentina con motivo de la iniciación de los Estudios de posgrado y doctorado en Bioética
de la Universidad Notarial Argentina y la Escuela Latinoamericana de Bioética.
Realidad y sentido de la bioética en el plano mundial 95
C
omo decía un famoso escritor medicina, de deontología de la medicina.
francés, muchas veces se hace pro- Entonces, sea el origen americano o eu-
sa sin saberlo; también en bioética ropeo, para 1971 la bioética se conocía y
muchas veces se hace, y se hace mucho, sin se conocía muy bien.
saberlo. Por eso quisiera analizar hoy el
fenómeno llamado compromiso y que co- ¿Qué es lo nuevo? Puede ser el recorri-
rresponde a una demanda de la sociedad. do de esos pioneros. La mayor parte de
ellos, que formaban un pequeño grupo,
En todo análisis se comienza por estable- eran teólogos moralistas que durante los
cer cuál es la realidad, en este caso, cuál debates del Concilio Vaticano II, antes o
es la realidad de la bioética. Y después de después, desearon implementar una éti-
ver esa realidad trataremos de ver cuál es ca de la acción que tomara en cuenta los
su sentido, para dar respuesta a esa ac- problemas que percibían en sus lugares
tividad social, donde el derecho cumple de trabajo, es decir, en los hospitales y
un rol organizador, si bien, no de modo alrededor de la actividad médica que de-
exclusivo, estando involucrados otros sis- sarrollaban. Con o sin razón diremos que,
temas normativos. provocando una ruptura epistemológica,
comprueban que la moral tal como les
¿Cuál es hoy la realidad había sido enseñada era insuficiente para
de la bioética? dar respuesta a los acontecimientos nue-
vos.
Si tomamos como fecha de nacimiento el
año de 1971, la bioética es aún muy jo- Una cuestión ética planteada por técni-
ven para la presencia y amplitud que ha cas nuevas: “hay que desconectar a un
cobrado en la realidad social. Esta rea- paciente”. Es en los Estados Unidos, en
lidad tiene características especiales que los años sesentas, donde comienza a utili-
pueden enumerarse. Primeramente, tiene zarse los respiradores artificiales y es allí
una historia y tiene instituciones, también donde debe tomarse la primera decisión
suscita reglas prácticas de comportamien- de separar a un paciente de este medio
to y reglas de derecho generales y espe- artificial de sobrevivencia; no se puede
cíficas, además, la bioética se ha interna- esperar una decisión externa a la decisión
cionalizado. de los familiares o a la relación del médi-
co con el paciente. Por lo tanto, son los
Se dice que su nacimiento comienza en médicos los que van a esforzarse y van a
Estados Unidos –país pionero una vez reflexionar para dar, a los que eran tan
más– pero con ciertos matices porque sólo preceptos morales, un rol dinámico
esos pioneros no nacieron de la nada. La que esté dirigido a la práctica clínica.
tradición de la ética médica es una tradi-
ción muy antigua que se ha desarrollado Reflexiones no ya sobre los temas espi-
Revista Selecciones de Bioética
una de ellas, hace veinticinco años, viene na bien cuando hay una crisis de valores
aportado cierta visión global respecto de éticos o morales. Pero, por el contrario,
la bioética, a tal punto que se ve la necesi- el derecho puede, sin embargo, porque es
16 dad de la obligatoriedad de ciertas reglas, un lugar donde se escuchan los argumen-
Realidad y sentido de la bioética en el plano mundial 99
de poderes, cada uno juega sus propios mano que se desarrolla dentro del comité
intereses y algunos operadores juegan en de ética del proyecto Hugo, pero este co-
contra de su propio campo. Por otro lado, mité no puede imponer reglas éticas a los
no todos los problemas bioéticos deben o investigadores. Más recientemente, hace
pueden internacionalizarse. tres años, el director general de la Unesco
100 Christian Byk
lanzó la idea de una declaración sobre el de médicos de Francia. Vemos que aún se
genoma humano y ese proyecto de decla- dista mucho de la posibilidad de adoptar
ración deberá someterse a la ratificación un criterio común internacional para lo
de la asamblea general de la ONU en el cual será necesario un largo período de
cincuenta aniversario de la Declaración maduración.
de los Derechos Humanos, fue prepara-
do por un comité internacional de bioé- En una sociedad con distintos puntos de
tica pluridisciplinario con participación vista si queremos que siga siendo demo-
mundial. En lo que concierne a textos crática no nos queda otra vía que debatir
vinculantes atenientes al genoma huma- hasta llegar a un punto de interés común;
no, se encuentran los textos nacionales de lo contrario correríamos el riesgo de
referidos al derecho a la intimidad y a la la hegemonía de unos sobre otros: una
no discriminación. hegemonía espiritual o una hegemonía
de la fuerza, pero ambas construyen sis-
Respecto a la eutanasia, los países han temas totalitarios. Ahora bien, respetar el
legislado diferentemente en sus normati- pluralismo social no quiere decir poner a
vas penales, en Francia las disposiciones la sociedad en una posición de imposibili-
son muy rigurosas con referencia a la in- dad de funcionamiento, hay cosas que no
criminación del médico: el acortamiento son tolerables no sólo por cuestiones de
de la vida de un paciente se considera ética sino porque el derecho y la política
homicidio voluntario; en otros países, por deben asegurar la existencia de las insti-
ejemplo en Suiza, la ley penal reconoce tuciones sociales para la gente que vive
excusas atenuantes y, más recientemen- en ella; hay juegos que son peligrosos, por
te, se ha planteado la ayuda al suicida o ejemplo, no podemos arriesgarnos a des-
la ortoeutanasia en los países de Europa truir el sistema de protección social, los
del norte; Holanda más precisamente, principios deben ser defendidos confor-
tras un largo debate llegó a una solución me a estudiadas estrategias: la encíclica
bastante compleja; otro país que abordó de la iglesia católica de 1995 se inscribe
el tema fue el Reino Unido y el debate dentro de un debate social solicitando el
parlamentario adoptó la decisión de no cambio de leyes civiles y morales, queda
modificar el código penal. En resumen: claro que ella acepta las leyes civiles.
la incriminación siempre existe pero el
legislador hace obligatoria la declaración Cada uno debe dar a la bioética su propia
del hecho para exonerar al médico. Los realidad; si se trata de disfrazar con ella
países del sur de Europa no han llegado los problemas de un país, por ser la bio-
a la madurez y serenidad necesarias para ética una disciplina nueva y elegante, hay
legislar sobre el tema: en Francia se habla que detenerse y no hacer más bioética; sí,
de la muerte digna, el ministro de salud se en cambio, es una manera astuta de dis-
manifestó adhiriendo a ella lo cual le cos- cutir los verdaderos problemas sensibles
tó la suspensión por un año para el ejerci- de una sociedad, por qué no hacerlo, us-
Septiembre de 2010
cio de su profesión, dictada por el colegio tedes son los actores en la bioética.
16
La bioética de Potter a Potter1
José Ramón Acosta Sariego
Resumen
El autor presenta una sucinta biografía de Van Rensselaer Potter como científico y padre de
la bioética. Hace referencia a los autores que más influyeron en su pensamiento como Mar-
garet Mead, Aldo Leopold, Peter Whitehouse, Hans Küng y Haykai Sakamoto y precisa los
conceptos que Potter toma de ellos.
Presenta la evolución del pensamiento potteriano el cual se inicia como una bioética de la
supervivencia o bioética puente para pasar a una bioética global o bioética profunda. Final-
mente, indica las razones del distanciamiento de la bioética clínica del pensamiento original
de Potter y el regreso de la bioética al legado original.
Abstract
The author presents a concise biography of Van Rensselaer Potter as scientist and father of
Bioethics. Some of the authors that influenced his thinking are mentioned such as Marga-
ret Mead, Aldo Leopold, Peter Whitehouse, Hans Küng and Haykai Sakamoto. In addition
some of the principles that Potter borrow from them are specified.
Evolution of Potter thinking that begins as a Bioethics of Survival and a Bridge kind of
Bioethics is described to transit to a Global Bioethics or Deep Bioethics. Finally, the pa-
per indicates some reasons of Potter distancing with Clinical Bioethics and the return of
Bioethics to its original legacy.
E
l movimiento intelectual y de prácti- celebraba el acto de jubilación del pro-
ca social creado alrededor del neo- fesor Van Rensselaer Potter como direc-
logismo bioética es aún muy joven tor del Laboratorio McArdle, adscrito a
en términos del desarrollo de una discipli- la Universidad de Wisconsin, y esa casa
na que no ha contestado fehacientemente de altos estudios anunciaba la institución
la pregunta por su fundamento, y que hoy de un ciclo de lecturas de bioquímica y
tal pareciera retornar a sus orígenes tras oncología en reconocimiento a sus casi
meandros de controvertida búsqueda. cincuenta años de dedicación a la inves-
tigación básica en cáncer, en el ánimo de
Cuando en 1982 junto a las tranquilas las autoridades universitarias prevaleció
aguas del lago Mendota en Madison se la percepción acerca del aporte social del
homenajeado como la de un destacado
1 Tomado de internet de la revista Global Bioethics. investigador experimental que había acu-
Vol. 14, Nº 4, 2001. mulado méritos suficientes para en dife-
102 José Ramón Acosta Sariego
bía realizado una brillante carrera acadé- ferentes textos que componen su primer
mica, y fundado una visión postmoderna libro, la obra de Aldo Leopold, otro pro-
de la ética, a la vez que una prolífica fa- fesor de Wisconsin, en particular su Ética
milia producto de un estable matrimonio, de la Tierra enunciada en A Sand Country
propio del ideal y las convenciones de la Almanac, 1949, de la cual la bioética pa-
clase media norteamericana. rece ser continuadora.
ción decente y sustentable, requería del legiados. Toda otra materia depende de
desarrollo y del mantenimiento de un ese conflicto: el avance de los más privi-
sistema ético. Tal sistema es la bioética legiados versus la lucha por la supervi-
global, basada en instituciones y razona- vencia. Muchos países grandes en Asia
mientos sustentados en el conocimiento y África parecen los ejemplos más re-
empírico proveniente de todas las cien- motos de un grupo reducido de privile-
cias, pero en especial del conocimiento giados que ignora las necesidades bási-
biológico. En esta observación utilizo cas de alimentación, abrigo, educación,
la palabra empírico en el sentido usual: empleo y dignidad humana para la mul-
el conocimiento empírico es el cono- titud menos privilegiada (…). Sin em-
cimiento basado en las observaciones bargo, al final de este milenio, aquí en
o experimentos que son independien- los Estados Unidos, podemos observar
temente verificables. En la actualidad, ejemplos del dilema no sólo de países
este sistema ético propuesto sigue sien- lejanos, sino también en nuestro propio
do el núcleo de la bioética puente con jardín trasero […]. En el año 1988, en
su extensión a la bioética global, en la el libro Bioética Global, me extendí so-
que la función de puente ha exigido la bre el tema de que una demanda por
fusión de la ética médica y de la ética una salud humana a nivel mundial para
medioambiental en una escala de nivel todos los habitantes del globo, y no sólo
mundial para preservar la supervivencia para los escogidos, con tasas de morta-
humana5. lidad reducidas y reproducción humana
controlada a voluntad, forma parte de
Para la concreción práctica de la bioéti- la bioética global (…).
ca global, según Potter, es necesario des-
pojarse de la aspiración competitiva de La etica capitalista (...) exige que la filo-
«winners» y «lossers» que prevalece en la sofía de libre mercado sea un instrumento
sociedad capitalista. Además la reticencia para un desempeño social bueno, median-
de la ética médica al diálogo interdisci- te la así llamada mano invisible del auto
plinar y la tendencia entronizada en el interés que Adam Smith, un economista
ámbito médico de interpretar la bioética escocés, describió en 1776. Sin embargo,
como ética biomédica, convenció a Potter en efecto, es la mano rapaz la que opera
de que los puentes bioéticos debían ex- en el libre mercado de una economía glo-
tenderse también hacia lo que él denomi- bal que reduce la selva tropical y que va-
na como ética agrícola, ética social, ética cía el mar de sus peces. La ética, así como
religiosa y ética capitalista. Para clarificar es, no ha podido resolver el dilema de la
más el pensamiento potteriano permíta- simple justicia que equilibra los derechos
seme citar su interpretación de cuál es el humanos contra la ganancia máxima de
significado de la ética social y la ética ca- una minoría6.
pitalista para la bioética.
Queda convencido Potter de que en las
Revista Selecciones de Bioética
(...) la ética social se reduce a una bús- condiciones del capitalismo salvaje sus as-
queda de soluciones al conflicto entre piraciones para una bioética global no son
los más privilegiados y los menos privi- posibles, y de hecho se está pronunciando
contra la ética del utilitarismo «duro» o los beneficios a corto plazo con relación
economicista, dado que la época del ca- a la prudencia a largo plazo, en términos
pitalismo de libre concurrencia que vió de evitar la extinción. De Küng asume
Adam Smith y que después se refrenda en la necesidad de compromiso político de
la ética de Moore, Hare y Mill «del mayor los estados nacionales, aunque le critica
beneficio para el mayor número posible», su antropocentrismo judeocristiano. De
no es el capitalismo neoliberal global del Sakamoto incorpora su aserto acerca de
grupo de Chicago, que tuvo oportunidad que la naturaleza no es algo que se con-
de conocer el creador de la bioética, en quiste, sino con lo que convivimos y su
que el «mayor número posible» se reduce exigencia de que la bioética global requie-
a un mínimo de privilegiados. re de una metodología precisa que evite
la universalización de los patrones euro-
Es por esta razón que su pensamiento norteamericanos.
evoluciona y se radicaliza en el sentido de
percatarse de que los puentes entre co- Así, necesitamos combinar la bioética
nocimientos empíricos de las ciencias na- profunda –resume Potter– que explora los
turales y sociales no son suficientes para nexos entre los genes y la conducta éti-
concretar el ideal bioético de superviven- ca, con la bioética global, que va mucho
cia, y toma como ejemplo la disparidad más allá del legado de Aldo Leopold para
de los avances en la genética molecular aceptar un amplio diálogo entre Hans
con relación a la reflexión en cuanto a Küng y Haykai Sakamoto7.
la repercusión económica y social de sus
potenciales beneficios y riesgos. Por todo Este es el «último círculo» de la espiral del
ello la tercera fase en el desarrollo de la desarrollo bioético según Potter, la bioéti-
disciplina que considera Potter es la bioé- ca sustentable, concepción que asumió el
tica profunda. proyecto iniciado por él en Wisconsin, la
última empresa bioética acometida antes
Según Potter, las ideas básicas de la bioé- de su fallecimiento.
tica profunda están presentes en las con-
sideraciones de Peter Whitehouse sobre Como se puede apreciar el pensamiento
ecología profunda, aunque las comple- potteriano es una amalgama de diferen-
menta con argumentos provenientes del tes tendencias del saber humanístico con-
teólogo alemán Hans Küng (Una ética temporáneo, en el cuál se evidencia una
global para una política global y económi- progresiva radicalización desde la bioética
ca, 1988) y del profesor de la Universidad puente hasta la bioética sustentable, pero
Nihon, Haykai Sakamoto (Una nueva base que no nos presenta una teoría ética con-
para la bioética de Asia, 1996). sistente. Creo incluso que el propósito de
Potter no haya ido más allá de enfrentar-
De Whitehouse asume la impostergable nos a su visión del problema y no a tratar
urgencia de acometer una reflexión más de construir una teoría ética en regla.
Septiembre de 2010
el término bioética alcanzó en muy bre- Congreso de los Estados Unidos creara
ve tiempo, tanto en los medios científicos en 1974 la National Commission for the
como de divulgación masiva, favorecido Protection of the Human Subjects Invol-
esto último en gran medida por la toma ved in Medical and Behavioral Research,
de conciencia de la opinión pública y el la cuál culminó sus trabajos en 1978 con
108 José Ramón Acosta Sariego
lorización del aporte de Potter, se trata- una nueva ética científica que combi-
ba de Bioethics. A Textbook of Issues del na la humildad, la responsabilidad y la
profesor de la Universidad de Illinois, competencia, que es interdisciplinaria e
George Kieffer, quién adoptó el térmi- intercultural y que intensifica el sentido
no bioética en concordancia con la visión de la humanidad9.
potteriana. Potter se comprometió con los que sufren
y con el futuro, los que hemos escrito para
Las decisiones éticas son normalmen-
este texto justipreciamos lo que su legado
te conclusiones para guiar acciones
futuras en términos de consecuencias significa para los miles de millones de se-
futuras... ninguna ética previa tuvo en res humanos desposeídos de sus más ele-
consideración la condición global de la mentales derechos, y pese a las urgencias
vida humana y del futuro lejano, mucho y desastres de todo tipo, como nuestro
menos del destino de toda la especie José Martí tenemos fe en el mejoramiento
humana (...)8. humano, en el valor de la solidaridad, y la
resolución de actuar para conjurar el holo-
Hoy día, cuando los enfoques bioéticos
causto ecológico, construir una existencia
en uso acusan sus fisuras, cada vez son
digna y sustentable a las venideras genera-
más los bioeticistas que se percatan de las
ciones, y demostrar con ello que otro mun-
limitaciones del enfoque biomédico de la
do humanista y responsable es posible.
disciplina y vuelven sus ojos al abigarra-
do, un tanto confuso, pero holístico siste-
ma potteriano que tal vez sin proponérse- Bibliografía
lo termina afiliándose a una visión propia 1. Gracia, D. Fundamentos de bioética.
del pensamiento complejo donde conoci- Editorial Eudema Universidad. Ma-
miento y valor se erigen en condiciones drid, 1989.
iniciales de una renovadora comprensión
2. Gracia, D. “El qué y el por qué de la
del sentido y destino de la vida.
bioética”. Cuadernos del Programa Re-
La bioética debiera ser vista –afirma gional de Bioética, Nº 1. Santiago de
Potter: Chile, septiembre de 1995, pp.35-53.
3. Jonsen, A. “El nacimiento de la bioéti-
(...) como el nombre de una nueva dis-
ca”. En: Pessini L. y Barchifontaine C.
ciplina que cambiaría el conocimiento
de P. (Editores). Problemas actuales de
y la reflexión. La bioética debiera ser
vista como un enfoque cibernético de bioética, 4ª Edición. Ediciones Loyola.
la búsqueda continua de la sabiduría, la Sao Paulo, Brasil, 1997.
que yo he definido como el conocimien- 4. LLano, A. “Pasado, presente y futuro
to de cómo usar el conocimiento para la de la bioética”. Conferencia dictada en
supervivencia humana y para mejorar la el III Encuentro de Biotecnología del
Revista Selecciones de Bioética
16
Enseñar bioética:
cómo trasmitir conocimientos,
actitudes y valores1
Francisco Javier León Correa
Resumen
En este trabajo se presentan experiencias docentes y reflexiones sobre cómo enseñar la bioé-
tica de modo que cumpla con tres objetivos y, a la vez, retos para el docente: entregar cono-
cimientos desde una visión interdisciplinar sobre un ámbito cada vez más amplio y complejo
de temas; modificar actitudes y comportamientos e incidir en la relación profesional de la
salud y paciente, y en el cambio de los modelos de asistencia en salud; y trasmitir los valores
éticos más apropiados y necesarios para los profesionales de la salud y para la sociedad en
general. También se aborda qué valores comunicar a los alumnos y cómo realizarlo, así como
la forma de evaluación en esta disciplina.
Abstract
This work presents teaching experiences and reflections about how to teach bioethics in a
manner that will fulfill three goals, and, at the same time, the challenges for the teacher: to
offer knowledge from an interdisciplinary view about a scope of subjects becoming every day
wider and more complex; to modify attitudes and behaviours and to influence on the health-
patient professional relationship and on the models’ change in health care. The third goal
consists on how to transmit the most appropriate ethic values for the health care professio-
nals and for society in general. It also undertakes which values to communicate to students
and how to carry it out, as well as how to evaluate in this discipline.
L
afines, como trabajo social y terapia ocu-
a bioética se ha incorporado de
pacional3. Quizás es una asignatura aún
modo definitivo a los currículos de
pendiente en sicología, especialmente en
las diferentes carreras de ciencias
todo el campo de la sicología clínica, pero
de la salud en estos últimos años en Chi-
se han dado ya algunos pasos4.
le. Comenzó en medicina y enfermería y
actualmente está en sus inicios en odon-
y odontología, en Santiago (2005), Buenos Aires
(2006) y Lima (2007). Otra iniciativa es la publi-
1 Tomado de la revista Acta Bioethica, Año XIV, cación del boletín Salud Oral y Bioética, del mismo
No. 1, 2008. pp. 11-18. Programa, del que se han editado dos números.
2 Se han realizado ya –promovidos por el Programa 3 Como ejemplo la reciente tesis de Licenciatura
de Bioética de la OPS– tres jornadas de bioética dirigida por la profesora Laura Rueda; Gaete C.
112 Francisco Javier León Correa
Es una disciplina reciente, con algo más de o, meramente, ética filosófica. Las pro-
30 años de evolución, pero cuenta ya con puestas tienden a acercarse a algunos de
un desarrollo metodológico y didáctico esos extremos (1)5, pero la bioética ha
importante. Quizás por su juventud ha es- ido definiendo con bastante precisión su
tado muy abierta a las corrientes pedagó- identidad (al menos conceptual, aunque
gicas más actuales, aunque también puede el consenso no sea unánime o entendido
deberse al reto que representa en sí misma, por muchos) con una mirada más amplia
pues pretende algo nada sencillo: primero, e interdisciplinar y un estatuto epistemo-
entregar conocimientos desde una visión lógico propio, por lo que se supone –y es
interdisciplinar sobre un ámbito cada vez exigible– que el profesor sea capaz de en-
más amplio y complejo de temas; segundo, señar desde la perspectiva clínica y jurí-
cambiar actitudes y comportamientos e in- dica, desde la fundamentación filosófica
cidir en la relación profesional de la salud de la ética y con la metodología y ámbito
y paciente y en el cambio de los modelos propio de la bioética. Además, debe ha-
de asistencia en salud. Finalmente, tras- cerlo de un modo adecuado a las circuns-
mitir los valores éticos más apropiados y tancias culturales y sociales de su propio
necesarios para estos profesionales y para ámbito en nuestro caso, de Latinoaméri-
la sociedad en general. ca bien diferentes de otros (2,3).
centes han de orientarse en torno a los tades o por otros motivos académicos o de
tres ejes siguientes: concepción de la bioética, se amplían los
contenidos teóricos. Sin embargo, debe
1. Desarrollo progresivo de la compe- advertirse el objetivo práctico de esta dis-
tencia profesional. ciplina (una muy especial ética aplicada)
2. Armonización entre los valores del co- así como la necesidad de formación de los
nocimiento técnico científico especia- profesionales para la actuación en el ám-
lizado y los valores del conocimiento bito clínico y en los comités de ética.
global y humanístico de la persona.
Diego Gracia propone tres pasos en la
3. La sinergia necesaria entre los objeti-
formación de pregrado en medicina (7,8).
vos de la política sanitaria y la forma
La ética básica, al comienzo, que «debe
como se instrumentan los medios o re-
estudiar con una cierta detención y pro-
cursos para llevarla a término.
fundidad el tema de los juicios morales y
Añadiríamos que, hoy en día, la forma- el modo como pueden fundamentarse»,
ción en bioética es parte de la necesaria con la articulación entre juicios y princi-
competencia del profesional de la salud, pios en un camino de ida y vuelta: «desde
y que un objetivo importanre es propor- los juicios a los principios da lugar al pro-
cionar elementos de juicio a los futuros blema de la fundamentación; y el camino
profesionales para comprender los de- contrario, de los principios a los juicios, al
bates en bioética que se producen en su problema de la metodología». En el pe-
sociedad. ríodo clínico, la ética médica debe ser na-
turalmente clínica o aplicada, y también
El equipo de trabajo sobre la enseñanza la ética profesional o deontología médica
de la bioética de la Asociación de Bioé- debe estar presente antes de terminar la
tica Fundamental y Clínica, en España, formación profesional.
propone seis módulos básicos: historia,
fundamentación, metodología, relaciones Esto exige al docente una permanente
asistenciales, principio y final de la vida, actualización. Todos hemos sido forma-
e investigación. Cada módulo puede im- dos en una disciplina científica, muchas
partirse en tres grados de nivel de cono- veces de manera bastante cerrada a otras,
cimientos: introductorio, medio y de pro- y debemos hacer el esfuerzo de conseguir
fundización (6). Este es el esquema que, una visión multidisciplinar. No se trata de
en mayor o menor medida, se sigue en la que el médico ahora sea filósofo o de que
mayoría de los programas de posgrado o el jurista se trasforme en médico, pero sí
maestría, o en los numerosos manuales de que éste incorpore los fundamentos de la
bioética existentes. Lo que varía es la pro- ética filosófica y los fundamentos de la
porción de contenidos dedicados a una u ciencia jurídica. Por otra parte, el filóso-
Revista Selecciones de Bioética
Este es el reto fundamental del docente bién con la investigación realizada en las
de bioética a la hora de trasmitir conteni- tesis de maestría y en las –aún relativa-
dos. No puede reducirse sólo a trasmitir mente escasas– tesis de doctorado sobre
actitudes, a enseñar a deliberar, por im- temas de bioética.
portante que sea esto en su metodolo-
gía, especialmente para entender y sacar Actitudes y comportamientos
experiencias de los casos ético clínicos y en la formación en bioética
en la formación de los estudiantes. Debe
trasmitir, sobretodo en pregrado, conoci- En necesario cambiar actitudes y com-
mientos sobre ética, deontología profe- portamientos e incidir en la relación pro-
sional y legislación, y sobre ética clínica fesional de la salud y paciente y en los
y ética global. modelos de asistencia en salud. Cambiar
actitudes en los estudiantes de medicina
Es mucho el desarrollo conceptual produ- o en los profesionales es bastante más
cido ya en el ámbito académico en Latino- complejo.
américa, adecuado a nuestras sociedades.
Los libros y artículos editados en bioética 1. Conocer a los alumnos
(9) y el desarrollo de la propia investiga-
Por una parte, hay que intentar que su-
ción exigen la puesta al día del docente en
peren algunas actitudes negativas con las
los conocimientos y publicaciones.
que ingresan y que se mantienen también
en bastantes profesionales:
En el posgrado tiene un lugar prioritario
el desarrollo de la capacidad de diálogo y • Mentalidad no sólo científica sino cien-
deliberación morales (10-12) y el apren- tificista: la ciencia lo explicaría todo y se
dizaje de metodologías de análisis de los daría a sí misma las reglas; nadie debe
dilemas éticoclínicos o para la toma de imponérselas y menos desde fuera de
decisiones éticoclínicas (13). Pero tam- la propia ciencia.
bién existe un contenido específico que
trasmitir. Los alumnos deben ser capaces • Intereses económicos, que a veces
de realizar un análisis pormenorizado de pueden sobreponerse al sentido de
los problemas éticos más frecuentes en ejercicio de una profesión basada en
sus distintas especialidades médicas o el servicio a los demás. Esto no es lo
profesionales. Hoy, por ejemplo, existen propio de los estudiantes que ingre-
libros específicos de bioética para la ma- san, más idealistas, pero sí suele estar
yoría de las especialidades médicas reco- presente –por las responsabilidades
nocidas oficialmente y la etapa adecuada que sienten más cercanas– en los que
para su transmisión sería la de formación están terminando su formación o co-
del médico especialista, o la especializada mienzan las especialidades.
de posgrado en bioética. En la medida en • Actitud negativa ante la filosofía y la
Septiembre de 2010
que la educación en bioética se extienda ética clínica: ¿para qué dedicar tiempo
más en el pregrado, tendrán que ser más a la ética, sobre todo cuando se sienten
profundos y especializados los contenidos tan exigidos en las asignaturas clínicas
16 que se impartan en los posgrados, tam- «duras» y no tienen, en ocasiones,
Enseñar bioética: cómo trasmitir conocimientos, actitudes y valores 115
centes clínicos. Más de la mitad de los de modo que sea el propio alumno quien
médicos que ejercen como profesores vaya «descubriendo» esos valores, los ma-
o tutores en la facultad, y en los hos- tices que presentan en la acción clínica,
pitales donde los alumnos relizan las las incidencias de cada uno de ellos en la
prácticas, han cursado ya este taller. propia actuación personal.
Nuestros estudiantes sólo cambiarán
sus actitudes si también ven cambios No sirven los mandatos u órdenes, ni si-
en sus docentes clínicos. Damos por quiera la mera demostración de la raciona-
supuesta la importancia de las actitu- lidad de lo que proponemos. Es necesario
des del docente con sus alumnos y la proporcionar indicaciones educativas que
coherencia entre lo que trata de en- sugieran acciones para que el estudiante
señar y lo que practica en la relación las lleve a cabo libremente y, de ese modo,
profesor y alumno (20). se perfeccione como persona individual. El
educador puede proponer no acciones sino
intenciones o campos de acción, no algo
Cómo trasmitimos valores
que el estudiante «debe hacer», sino que
en bioética
debe «querer hacer». Lo importante de la
1. Conseguir que quieran «hacer» acción educativa, al menos en bioética, no
es conseguir que el estudiante haga algo,
Trasmitir y formar en valores. Este es el sino que quiera por sí mismo hacer algo,
reto más importante para un educador porque lo encuentra valioso como futuro
y para un profesor de bioética. Llegar a médico y como persona.
lo íntimo de la formación moral del estu-
diante y ayudarle a incorporar, mejorar o
2. La importancia de los modelos
jerarquizar de un modo mejor los valores
éticos que ya tiene y los que va a ir adqui- Algo esencial para la formación moral son
riendo a lo largo de su carrera. Permitir- los modelos. El «seguimiento» de modelos
le «entrar» en esa «disposición moral de es el medio más común y adecuado en la
ánimo» que Max Scheler define como la niñez y la adolescencia, y sigue siendo vá-
actitud o motivo que nos lleva a querer lido después. Esto convierte la tarea edu-
hacer algo, antes incluso de tener la in- cativa en algo mucho más exigente para
tención de hacerlo, y que sería previa a la todos los que colaboran en la formación
acción moral y a la explicitación de valo- profesional de los estudiantes de medici-
res morales (21). na. Nuestra forma de actuar es la mejor
«clase» que podemos dar a los alumnos.
No es posible cambiar directamente esa
disposición moral esencial del ánimo en Pero no basta sólo con que se proponga
el estudiante, pues sólo conseguiríamos, seguir determinados modelos. Es funda-
quizás, una conducta hipócrita, realizada mental el respeto por la autonomía del
Revista Selecciones de Bioética
de cara a sus profesores, a sus compañeros alumno. Es clave que el propio alumno
o a los pacientes. No porque «explique- participe de su formación como médico,
mos» muy bien cuáles son los valores éti- sin ninguna pasividad, cuestionándose de
cos, el alumno los va a incorporar de modo modo autónomo sus propios comporta-
racional. Se necesita una acción indirecta, mientos y valores.
118 Francisco Javier León Correa
cencia médica, como los exámenes OSCE ricano. México: Unesco e Instituto de
(27) para medir los comportamientos Investigaciones Jurídicas de la Unam,
éticos, aunque cabe la posibilidad de que 2005.
el alumno realice estos comportamientos 3. LLano A. (editor) ¿Qué es Bioética?
para la finalidad evaluativa y no porque Según notables bioeticistas. Bogotá:
efectivamente los haya incorporado re- 3R Editores, 2001.
flexivamente.
4. Escobar J. (coord.) Elementos para
Se han realizado algunas investigaciones la enseñanza de la Bioética. Bogotá:
con metodología cualitativa para acercar- Universidad El Bosque, 1998.
se a conocer la profundidad del impacto 5. Abel F. “Bioética: diálogo interdisci-
de la enseñanza de la bioética y los cam- plinar”. Cuadernos de Bioética, 1999,
bios en los comportamientos de los alum- 37(1), pp. 11-16.
nos de medicina (28) o en médicos resi- 6. Asociación de Bioética Fundamental
dentes de primer año (29). Quizás uno de y Clínica. La educación en Bioética de
los medios más eficaces sean las propias los profesionales sanitarios. Madrid:
autoevaluciones de los alumnos, ya como Ed. Lormo, 1999.
objeto de investigación cualitativa, como
en un reciente estudio con internos de pri- 7. Gracia D. Fundamentación y enseñan-
mer año en la Universidad Diego Portales za de la bioética. Bogotá: Editorial El
(17), o incluidas en la propia metodología Búho, 1998, pp. 175-183.
de los cursos de ética, con autoseguimien- 8. Cely G. Bioética y Universidad. Bogo-
to sistemático del desempeño estudiantil tá: Centro Editorial Javeriano, Ceja,
en cada sesión de clase en el aula, como 1997.
en un reciente trabajo en la Universidad 9. León FJ. Bibliografía sobre Bioética
de Caldas (30). Éste corresponde a un tra- en los últimos años. 500 recensiones de
bajo participativo, activo y reflexivo sobre libros editados en español. 2ª ed. elec-
el propio comportamiento de los alumnos, trónica. Madrid: Asociación Españo-
valorado a la luz de criterios establecidos la de Bioética, 2007.
en la normatividad institucional, en la De-
10. Gracia D. “La deliberación moral, el
claración de Derechos Humanos, en los
método de la ética clínica”. Medicina
Derechos Constitucionales y en principios
Clínica, 2001, 117 (1), pp. 18-23.
pedagógicos y éticos.
11. Maliandi R. “Ética discursiva y ética
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transmisión de la ética: clínica y deonto- pp. 105-130.
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nos Aires: Letra Viva; 2006, 173 p. Granada: Comares, 2006.
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120 Francisco Javier León Correa
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16