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Cahiers Du Cinema No. 4 España Año 2007 (Articulos Bergman-Antonioni) PDF
Cahiers Du Cinema No. 4 España Año 2007 (Articulos Bergman-Antonioni) PDF
Carlos F. Heredero
Los hilos del azar, los designios de la exhibición comercial y las fechas
de la programación cultural han trazado tentadoras y visibles líneas de
relación entre los cineastas que protagonizan, por derecho propio, este
número de Cahiers-España para la rentrée de la temporada. La muerte
en el mismo día de Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni, la inau-
guración en el Centro Pompidou de la exposición Correspondencias en
torno a las obras de Víctor Erice y Abbas Kiarostami, más el estreno casi
simultáneo de las nuevas películas de Eric Rohmer y José Luis Gue-
rín (que previamente comparecen, también, en la Mostra de Venecia),
sitúan a estos seis creadores en el centro de la revista.
La genealogía se impone por sí misma. La desaparición de Antonioni
(94 años) y Bergman (89) es, con toda evidencia, la de dos creadores
emblemáticos de la era moderna, dos cineastas que prefiguran y anun-
cian la eclosión histórica de la modernidad fílmica. Desaparición que
ofrece un eslabón de engarce, a modo de contraste, con el activismo
casi desafiante de Eric Rohmer (87 años), figura central de esa moder-
nidad que emerge en 1959 y que ya entonces se miraba, por filiación o
por controversia, en el espejo Bergman / Antonioni. El estreno de El
romance de Astrea y Celadón (simultáneo en Francia y en España) ante-
cede en pocos días a la exposición que vuelve a confrontar en París -tras
haberlo hecho antes en Barcelona y en Madrid- los trabajos videográfi-
cos y museísticos de Erice y Kiarostami (67 años en ambos casos), dos
cinesias que inician su carrera a comienzos de los años setenta y que
son herederos inequívocos de esa modernidad a la que Rohmer se ha
mantenido siempre fiel a lo largo de toda su trayectoria.
Finalmente, la instalación que José Luis Guerín ha realizado para la
Bienal de Venecia (Las mujeres que no conocemos), el estreno de En la
ciudad de Sylvia (cinco días antes de que se inaugure la citada exposición
parisina), más el hermoso y revelador trabajo que el cineasta incluye
en nuestras páginas (Un itinerario) propician un nuevo y redoblado
engarce, pues la obra entera de Guerín (47 años) no sólo se inscribe
en el exigente camino que Víctor Erice -su más cercano faro- abre en
España, sino que conecta también con la búsqueda de nuevos espacios
y nuevos formatos para el desarrollo de un lenguaje en evolución.
Cuatro eslabones sucesivos, encadenados por el azar, hacen visible así
el hilo conductor de una modernidad que enlaza y relaciona, de forma
subyacente, la obra de seis cineastas abocados, cada uno con sus formas
propias y desde su visión personal, a esa inevitable confrontación que
Roland Barthes considera, en su elogio de Antonioni, la verdadera tarea
del artista de su tiempo: enfrentarse en su propia conciencia creadora a
los espectros y espejismos de la subjetividad moderna.
Carta de Barthes a Antonioni, misivas también de Alain Bergala a
Erice y Kiarostami en este mismo número, correspondencias en suma...
Ecos que resuenan, filiaciones que se comparten, diálogos en presente y
a través del tiempo para tejer la madeja del arte moderno, el que verda-
deramente tiene algo que decirnos a los hombres y mujeres de hoy. •
En la muerte de Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni
El eclipse de la modernidad
José Enrique Monterde
Lejos de cualquier necrofílica conjugación del culto al autor, la muerte de dos cineastas básicos como
Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni adquiere múltiples resonancias para quiénes la modernidad
cinematográfica no es una etapa más de la historia del cine, sino un momento hoy tan rico y productivo
como pueda serlo el propio cine clásico. Lejos también de cualquier nostalgia de un pasado tan clausu-
rado como irrepetible, esas dos muertes simultáneas adquieren un inevitable aroma de (diferido) fin de
época. Lejos igualmente de la mera exaltación de los valores artísticos de esos dos eximios representan-
tes del cine "de autor", e incluso de su significación en el mortecino panorama del cine en España, pese
a las muy especiales circunstancias que acompañaron la difusión de sus obras en nuestro territorio y
que tan impúdicamente han sido evocadas en los escritos
necrológicos de nuestra prensa. Lejos de todo eso, creemos
que el mejor recuerdo y homenaje a estos dos cineastas tan
dispares en muchos aspectos es, precisamente, situar los
rasgos que los aproximan en su diferencia y a la vez les
convierten en paradigmas del cine moderno, entendiendo
que hablar de modernidad no implica invocar una cuestión
cronológica, sociológica o axiológica, sino una idea regula-
dora de la producción artística, garantizada por una cons-
trucción teórica y por diversas sanciones institucionales
(crítica, festivales, cine-clubs, "arte y ensayo", etc.) amplia-
mente presentes en relación con el cine del azaroso binomio
Bergman-Antonioni.
Ajenos ya a esa "superstición de lo nuevo" de la que
hablara Valéry, descreídos de la "religión del futuro" bauti-
zada por Compagnon, centremos con alguna perspectiva los
rasgos antes citados. Sobre todo dos de ellos, determinantes
en cualquier manifestación de la modernidad artística, en el
campo que sea, y perfectamente ejemplificados en las largas
trayectorias creativas de ambos cineastas: el predominio de
las poéticas sobre las estéticas y la primacía de la dimensión
hermenéutica sobre la descriptiva. En realidad, ambos aspectos aluden al doble juego revelado por la crí-
tica francesa de los años cincuenta bajo las concepciones del cine "de autor" y de la mise en scène.
Frente a un modelo estético fuerte que determina los límites de cualquier poética personal, tal como
ocurre en el clasicismo, la modernidad se define por el estallido de cualquier modelo común en favor de la
expresión personal, de una personalidad y una cosmovisión (la famosa weltanschaung) cristalizada en un
estilo artístico, concepto púdicamente trasladado al cine bajo la etiqueta de "puesta en escena". Por eso la
modernidad no es un "estilo de época" o un "ismo" artístico más, y de ahí que podamos situar a Bergman
y Antonioni, en cuanto poseedores de una visión personal del mundo formalizada de forma inequívoca-
mente propia. Y esto sea por mediación de un empeño autorrepresentativo (en ocasiones autobiográfico)
entre sincero y narcisista; sea por la reiteración de ciertos temas (magistralmente evolucionados a lo
largo de la trayectoria vital y creativa del autor de Los comulgantes; más fijados en el tiempo y luego algo
desvirtuados en el director de La aventura); sea desde la asunción de determinadas figuras estilísticas
y estrategias narrativas (por ejemplo, la iluminación y el simbolismo expresionistas de numerosas pelí-
culas de Bergman; o la propuesta de una nueva vivencia temporal-cinematográfica en la "crónica de los
sentimientos" desarrollada por el mejor Antonioni); o sea bajo el peso de tradiciones diferentes: del rigo-
rismo moral y religioso de la cultura nórdica, presente en muchos títulos bergmanianos (por otra parte
distintos al sentido más panteísta de Sjóstrom, o al "pietismo" de Dreyer) o del escepticismo agnóstico
del italiano del Norte que fue Antonioni, tan lejano en su caso del catolicismo racionalista de Rossellini
o del barroco de Fellini.
Sin duda para muchos el cine de Bergman y Antonioni fue (y no son pocos los que pretenden conjugarlo
en pasado) un cine opaco. Ante la transparencia y la claridad del relato clásico (al menos en su superfi-
cie), ante el predominio de la historia narrada sobre la forma de contarla del modelo tradicional, el cine
moderno antepone los aspectos discursivos sobre los argumentales. Ya no se asumen estrategias narrati-
vas conocidas, consolidadas muchas veces bajo la adscripción genérica, sino que se buscan nuevas y per-
sonales formas de contar que, al precio de la transparencia, respondan al designio estético (pero también
ético o ideológico) de cada cineasta. Si algunos confunden opacidad con oscuridad, si no entienden que
la propuesta de Bergman o Antonioni es ofertar al espectador la ocasión de ejercitar sus propias opcio-
nes hermenéuticas, si en su cine se traslada la pregunta "¿qué nos ha contado esta película?" hacia la de
"¿qué ha querido decir Bergman o Antonioni?", si el carácter hermenéutico que deriva del predominio del
discurso sobre la historia encuentran en estos dos cineastas
algunas de sus cotas más altas, todo ello es sinónimo, una vez
más, de su modernidad.
Ahora bien, que la opción hermenéutica pueda resultar
elitista; que ese cine requiere una atención y un esfuerzo
-casi una adhesión o complicidad- por parte del espectador
muy alejados de las formas actuales del consumo cinemato-
gráfico, que ambas obras se sitúan bajo la admonición de un
cine del conocimiento muy distinto del cine de la experiencia
sensorial ahora predominante; y que las películas de uno y
otro pueden llevar al campo cinematográfico la noción coetá-
nea del "placer del texto" introducida por Roland Barthes,
es sin duda cierto igualmente.
Pero sería erróneo entender que, por todo ello, nuestra
aproximación al cine moderno, al cine de Bergman y Antonioni
por ejemplo, se hace exclusivamente desde una perspec-
tiva historicista. Una perspectiva que no es la nuestra, no
sólo porque en sus postreras obras (Saraband y Lo sguardo
di Michelangelo) Bergman y Antonioni han dado muestras
del mayor vigor creativo, sino porque ambos cineastas, que
en cierto modo se integran en la primera oleada individua-
lista de la modernidad, anticipo de las formas más comunitarias que desempeñarán después los "nuevos
cines", resultan (junto a algunos otros, muertos como Bresson, o vivos como Resnais) imprescindibles
para algunas líneas de desarrollo del cine actual. Precisamente de aquel cine que sigue pretendiendo
ser algo más que un mero "divertimento" u objeto de una atención evanescente y ligera; de un cine que,
rompiendo fronteras, se ha expandido por territorios muy lejanos de las brumas del valle del Po o de
la isla de Faro. No se trata de culturalismo o historicismo; no se trata de una defensa de los "antiguos"
modernos frente a los posmodernos y asimilados; no se trata sólo del reclamo de la seriedad frente a la
vacuidad. Se trata de mera genealogía: la que nos lleva desde los posclásicos (el Scorsese de Taxi Driver, el
Coppola de La conversación) hasta diversos cineastas orientales de hoy mismo, como Wong Kar-wai, Hou
Hsiao-hsien, Nabuhiro Suwa o Tsai Ming-liang. Y no olvidemos que la mayor virtud de las obras de arte
es poder ser conjugadas siempre en presente, sea cual sea su fecha de producción. Bergman y Antonioni
así lo confirman, aún en tiempos del eclipse 1 de la modernidad. •
(1) Según la RAE: "Ocultación transitoria total o parcial de un astro por interposición de otro cuerpo celeste.
2. m. Ausencia, evasión, desaparición de alguien o algo".
A sus 87 años, el director de Perceval le Gallois, La marquesa de O y
La inglesa y el duque afronta con El romance de Astrea y Celadón una
nueva y sorprendente incursión en el territorio siempre minado de
las relaciones entre el cine y la literatura. La película, una propuesta
absolutamente insólita en medio del cine contemporáneo, afirma con su
fisicidad hedonista y con su vitalista sensualidad la lucidez, la audacia
y la coherencia de su autor. Sus imágenes ofrecen una oportunidad de
oro, que Cahiers du cinéma. España no podía dejar pasar, para conversar
con Eric Rohmer y para repasar los referentes pictóricos y literarios que
tanta y tan determinante presencia tienen en su filmografía.
Filmar el texto,
resucitar el pasado
CARLOS F. HEREDERO
Encerrado como casi siempre en sus muy guión de la película es mío y está inspi- cedimientos modernos, y me hace pen-
privadas oficinas de la "Compagnie Eric rado directamente en la novela, contra- sar en algunos autores americanos como
Rohmer", el cineasta recibe a Cahiers du riamente al de Zueca, que había desarro- Faulkner, Dos Passos...
cinéma. España mientras prepara la pre- llado una visión más personal.
sentación a la prensa francesa de su nueva De la novela de d'Urfé ha escogido
película y aguarda su estreno en el Fes- ¿Y qué le interesaba de esa novela, s ó l o una de s u s historias y ha d e s -
tival de Venecia. La conversación con él como para afrontar la realización de deñado las demás. ¿Por qué preci-
muestra enseguida la coherencia con la una película a partir de ella? samente ésta, los amores de Astrea
que afronta su nueva "adaptación" lite- Lo primero que querría saber es si esa y Celadón, y no las otras...?
raria y desvela a un creador sumamente novela es conocida en España y por los Porque es la parte central y sustantiva de
interesado por la cultura y por los conoci- españoles... la obra. Aunque esta novela tiene tam-
mientos de los espectadores españoles. bién muchas otras historias y personajes
Prácticamente nada. Es una obra anexos, lo cierto es que no tiene la misma
Una v e z cerrada la s e r i e de l o s casi totalmente desconocida para unidad que la novela de Cervantes, y que
"Cuentos morales", dijo que la socie- los estudios literarios en España... su relato se disgrega por muchos cami-
dad francesa de los a ñ o s setenta Pues yo creo, fíjese, que existe una cierta nos diferentes. Tenía necesidad de cen-
no le inspiraba demasiado y realizó analogía entre Don Quijote, de Cervan- trar la narración en esas dos figuras prin-
entonces películas de época y adap- tes, y la novela de d'Urfé, porque las dos cipales, y no podían ser otras.
taciones literarias como Perceval le son novelas barrocas, y, sobre todo, por
Gallois y La marquesa de O. Ahora, la introducción en ambas de historias ¿Qué cree usted que esta historia,
y desde comienzos del nuevo siglo, anexas que se intercalan o se mezclan esta novela, puede aportar a los
ha vuelto a refugiarse en la litera- con la central. El argumento principal espectadores contemporáneos...?
tura y en la evocación del pasado. de L'Astrée se interrumpe, muchas veces, Lo que me interesa es el conocimiento
¿Podría pensarse que se encuentra con historias sobre el pasado de Astrea y del pasado. Creo que mucha gente
en una situación equivalente...? Celadón, de figuras secundarias y hasta conoce poco la Historia y para mí es muy
Siempre he sentido esa necesidad, casi con relatos sobre otros personajes que importante conocerla. En Francia, y creo
íntima, de hacer películas de época, por- no tienen nada que ver con los prota- que también en otros países, existe una
que me gusta mucho la Historia y tam- gonistas. Esa estructura, que a nosotros gran ignorancia sobre la realidad his-
bién la literatura. Por otro lado, a lo largo nos parece chocante y que a lectores de tórica. Los hombres y mujeres de otras
de mi trayectoria he ido alternando films hoy les puede molestar, en cambio les épocas tenían una sensibilidad diferente
de tema contemporáneo, generalmente divertía a los lectores del siglo XVII, y lo que pretendo es mostrar cómo era
integrados en series cerradas, con otros que tenían tiempo de sobra para sabo- esa sensibilidad. Lo que me interesa no
de época o fuera de programa. Después rear cada página mientras esperaban el es modernizar la Historia ni revestirla de
de los "Cuentos morales" hice Perceval capítulo siguiente de un relato que fue un barniz contemporáneo, porque creo
le Gallois y La marquesa de O. Tras las publicado, además, a lo largo de doce que eso no nos enseña nada sobre la rea-
"Comedias y proverbios", filmé algunos años. A mí me parece que esa estruc- lidad o sobre el arte de aquel tiempo. No
títulos "fuera de programa". Y ahora, una tura está emparentada con ciertos pro- quiero vestir el pasado de moderno, sino
vez terminados los "Cuentos de las cua-
tro estaciones" he realizado tres films
de época. Hay por tanto una alternancia
Las ninfas conversan sobre la naturaleza terrenal del amor
que he respetado en las tres ocasiones.
No creo que deba dársele otro sentido.
cido por el amor. Es un lienzo pintado en tor francés muy poco conocido, Jacques Soy un gran amante de la música, pero
1646 por Simon Vouet1, un pintor fran- Blanchard, de comienzos del siglo XVII. no me gusta la música de cine. Me gusta
cés del siglo XVII, de la escuela de Cara- Siempre me ha gustado utilizar referen- la música "en el interior" de la película
vaggio. El cuadro que se describe en el cias de otras artes en mi cine, incluido el y de los escenarios del film, pero no esa
libro no es ése 2 , pero resultaba compli- teatro. El único arte al que nunca hacen música que no se sabe de dónde viene ni
cado encontrarlo, y por esa razón utilicé referencia mis películas es el cine. dónde está situada. Lo que me interesa
la obra de Vouet, cuyo tema está relacio- es capturar los sonidos del exterior y de
nado con lo que le sucede al personaje y Al igual que en todos sus filmes, la naturaleza, el ambiente del campo y
encaja bien con el desarrollo del guión: la película carece de música no del bosque, como los cantos de los pája-
cuando Celadón se despierta en la habi- diegética, pero, en cambio, tiene ros, los ladridos del perro o el sonido del
tación del castillo, tras haber sido sal- una banda sonora trabajada muy viento y de los árboles. Esa es la verda-
vado por las ninfas, cree que ha muerto a fondo con las canciones que los dera música de la película, además, claro
y que se encuentra en el cielo, junto a personajes cantan directamente y, está, de las canciones que canta Celadón
Dios. El segundo cuadro, al otro lado sobre todo, a partir de los sonidos o el resto de los personajes... Para mí era
de la cama donde está Celadón, se titula de la naturaleza, lo que confiere a muy importante rodar este film en medio
El amor y Psique3, fechado entre 1626 y ésta una gran presencia física... de la naturaleza después de haber filmado
1629, y es del mismo pintor. Psique con-
templa cómo duerme el amor, y derrama
sobre él una gota de aceite. Es una histo- (1) El cuadro original de Simon Vouet se encuentra en el Musée du Berry, en Bourges (Francia).
ria que pertenece a la mitología griega. (2) El cuadro descrito por Honoré d'Urfé, al comienzo del libro II de la primera parte de L'Astrée, es una versión de
El cuadro comentado por el druida es El "Saturno devorando a sus hijos", de la que no se especifica autor. En la novela se dice, sin embargo, que la habita-
ción en la que despierta Celadón estaba llena de cuadros, siendo éste de Saturno el primero que se describe.
juicio de París, pero éste es un lienzo de
no muy buena calidad, inspirado en un (3) Al contrario que el anterior, este cuadro sí está efectivamente descrito como tal en la novela original, aunque
tampoco se cita su autor. El cuadro original de Simon Vouet se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Lyon
cuadro de Rubens, y su autor es un pin- (Francia).
El entorno físico y vibrante de la naturaleza envuelve una historia bucólica
los dos anteriores (La inglesa y el duque, crito, más por lo que afecta al medio y al la realizada por Louis Viardot 4 , que data
Triple agente) en decorados artificiales. ambiente que por la temática. de 1836, porque es la única que respeta
Me gusta rodar en estudio, pero prefiero el lenguaje del siglo XVII, ya que el resto
conservar en mis imágenes el sonido, la En la película abundan las cancio- de las traducciones tienden a moderni-
luz y la impregnación de lo natural. nes, los relatos en off, las danzas, zar el estilo y eso me disgusta. De ahí que
las ceremonias, las representacio- me parezca tan importante, en este caso,
Hay, efectivamente, una exaltación nes... ¿existía acaso la voluntad que la traducción conserve el lenguaje
física, sonora y visual de la natu- de hacer explícito el hecho de que del siglo XVII. Lo que intento con estas
raleza y de un cierto hedonismo se trataba de poner en escena un películas no es modernizar el pasado ni
bucólico que ésta propicia, pero da relato, el acto de narrar? la literatura del siglo XVII, sino colocar
la impresión de que también en tér- La película muestra la admiración que yo al alcance de los espectadores de hoy
minos temáticos la película rinde siento por el autor de la novela. Es una una historia del pasado que les puede
casi un homenaje a la naturaleza. obra que ha caído en un cierto olvido, y resultar viva y cercana.
Astrea y Celadón son nobles, pero yo aspiro a demostrar que se trata de un
han decidido vivir como pastores en gran escritor. Por eso he querido con- En una secuencia en la que Celadón
medio del campo... servar algunos de sus pasajes y de sus camina y canta por el bosque, las
Los personajes, en efecto, son de origen frases como narrador, que me parecen imágenes visualizan esa evocación
noble, pero se dedican a tareas que no lo muy hermosas. Y por eso también he imaginaria de su amada Astrea, pero
son porque han decidido vivir en la natu- respetado absolutamente sus diálogos. éste es un procedimiento ajeno a su
raleza. Desprecian la guerra, aunque no De hecho, no he escrito ninguno. Todos cine, e incluso también a su credo
la hayan vivido ellos directamente, pues los diálogos del film son de Honoré personal, puesto que siempre ha
aquella experiencia es más bien la de d'Urfé. No sé si esto se podrá apreciar pensado que era mucho más intere-
sus padres. Son figuras que pertenecen en España, debido a las distorsiones pro- sante suscitar lo invisible que tratar
a un universo pastoril, por otra parte pias de la traducción. De hecho, la única en vano de visualizar lo invisible...
inspirado en los idilios antiguos de Teó- traducción del Quijote que me gusta es ¿A qué se debe esta opción?
Lo interesante de esta novela es que tro de los castillos se utilizó ocasional- A lo largo del relato Celadón se viste
en ella hay historias y cosas mostradas mente algún pequeño foco. Pero prác- de mujer en dos ocasiones, y parece
directamente, que el autor cuenta por ticamente toda la película se ha rodado ser, según cuenta el druida, que no
sí mismo, y otras que son contadas de con luz natural. es la primera vez que sucede. La
forma indirecta, por algunos personajes. película introduce así una cierta
Esa secuencia funciona como una espe- La jovencísima actriz que da vida a ambigüedad sexual, porque da la
cie de flash-back en el que el protago- Astrea, Stéphanie de Crayencour, no impresión de que la felicidad entre
nista rememora ciertos momentos que había rodado anteriormente nada, y los enamorados necesita de ese tra-
ha vivido anteriormente. Por otra parte, el intérprete de Celadón, Andy Gillet, vestismo...
en la historia no hay ninguna escena y casi tampoco. ¿Qué requisitos iba Ese travestismo, con personajes mascu-
ninguna imagen directa del amor entre buscando en los actores cuando linos que se disfrazan de mujer, es muy
Astrea y Celadón. Los personajes hablan estaba haciendo el casting? habitual en la novela y en el teatro del
de ese amor, pero no hay imágenes de sus La intérprete de Astrea debía ser her- siglo XVII. Está en Shakespeare (Viola
momentos de felicidad, sólo hay imáge- mosa, tener un rostro de cualidades pic- se disfraza de hombre en Noche de reyes,
nes de su ruptura. Y yo tenía necesidad tóricas, pero propias de la pintura de la lo mismo que Rosalinda en Como gus-
de dar al espectador una imagen o una época y no de los modelos contemporá- téis y Porcia en El mercader de Venecia),
idea de esa felicidad. La canción es una neos de belleza; es decir, de proporcio- en Corneille, en Marivaux, en Cervan-
evocación del pasado y me parecía muy nes regulares y con un perfil de armonía tes (el paje que se hace pasar por Dulci-
importante visualizarla tal y como el griega. Debía tener un porte de nobleza y nea) y también en L'Astrée, de d'Urfé. No
personaje lo hace en el relato de d'Urfé, poseer algo de severidad, porque el per- creo, por otra parte, que exista ningún
porque se trata de un procedimiento sonaje se comporta de forma implaca- otro componente de homosexualidad
narrativo extraído de la novela. Y es a ble con Celadón, pero simultáneamente femenina. En aquella época, ese recurso
ella, como he explicado anteriormente, también de ternura. Al mismo tiempo, no tenía el mismo significado que en la
a la que quería mantenerme fiel. tenía que ser alta, porque Celadón tam- actualidad. La manifestación de las cari-
bién lo es. El intérprete de éste debía cias físicas entre hombres o entre muje-
¿Qué tipo de iluminación utilizó tener una cierta dulzura y un lado feme- res no tenía entonces forzosamente el
durante el rodaje en el bosque para nino, puesto que en un momento dado mismo sentido que puede tener ahora
conseguir esa fuerte impregnación debe hacerse pasar por una mujer. Debía en nuestra civilización actual.
de lo natural que respiran las imá- tener igualmente una cierta belleza pic-
genes? tórica y, por supuesto, ser un buen actor,
El personaje de Astrea parece, por
porque debe resultar conmovedor en su
NO hay ningún tipo de iluminación eléc- momentos, que podría ser perfecta-
vulnerabilidad. Eran requisitos impor-
trica o artificial. Únicamente se utili- mente un personaje propio de las
tantes para la credibilidad de los perso-
zaron reflectores que redirigían la luz "Comedias y proverbios". Dice estar
najes, y creo que los actores los reúnen
del sol hacia algún espacio o personaje muy segura de lo que siente, pero
con creces. Stéphanie de Crayencour
determinado. Y esto fue así tanto en el se confunde constantemente, dice
en concreto, compone una Astrea ideal
bosque como en los interiores, aunque que nunca cambiará de criterio,
y muy fiel a la descripción de la novela.
en las escenas que transcurren den- pero siempre lo hace...
Sí, es muy posible. De hecho, si he ele-
gido hacer este film es porque creo que
Druidas que fomentan el amor carnal y pastores que se disfrazan de mujer
hay sin duda una relación entre los per-
sonajes y las situaciones de la novela, y
algunas de las situaciones y los persona-
jes de mis películas anteriores. Por otra
parte, Honoré d'Urfé representa amores
y enredos sentimentales que transcurren
en la Galia del siglo V, pero en realidad
lo que hace es hablar del amor cortés
y galante en la sociedad de Enrique IV,
que es la suya propia, y lo hace, además,
con el lenguaje propio de esta época. Esa
Pastores, ninfas y druidas celtas que cimientos como tales, sino el relato que habla, por tanto, más de la mentalidad de
habitan la Galia del siglo V se visten, se alguien hace de ellos"1. Una opción aná- la corriente cultural a la que pertenece
expresan y se comportan conforme al loga, por consiguiente, al propósito de la novela que de la Galia del siglo V en la
imaginario del barroco literario francés filmar los relatos escritos por Heinrich que se sitúa la acción.
del siglo XVII, viven enredos y anhe- Von Kleist, Chrétien de Troyes, Grace Ese décalage temporal permite a
los amorosos propios de los cuentos y Elliott y Honoré d'Urfé antes que poner d'Urfé tomarse abundantes libertades
de la comedias rohmerianas de finales en imágenes las historias narradas por en la representación de un universo que
del siglo XX y son filmados, a comien- ellos. "No filmo historias, sino textos que no conocía, igual que Rohmer abre tam-
zos del XXI, con imágenes que rescatan cuentan historias", decía ya el cineasta, bién la puerta de su cine hacia nuevas
la inocencia, la fisicidad y la simplicidad a modo de advertencia programática, fronteras. Los tres títulos anteriores de
del arte cinematográfico de los oríge- hablando de La marquesa de O. esta serie están presididos por una fuerte
nes. Auténtico palimpsesto de formas y Hay una dimensión documental en la voluntad de estilización no naturalista
códigos de representación a través de la aproximación de Rohmer a dichos rela- cuya finalidad es recomponer en las
Historia, El romance de Astrea y Celadón tos. Su pretensión esencial es dar cuenta imágenes las formas de representación
se ofrece, de forma inesperada, como un de su "textualidad", no del universo refe- propias de los textos originales. Al ser
ejercicio que afirma y cuestiona, simul- rencial al que aluden. En esto, El romance trabajos de reconstitución iconográfica,
táneamente, las bases más firmes sobre de Astrea y Celadón sigue fielmente el buscan en lo pictórico las referencias que
las que Eric Rohmer ha teorizado y cons- credo del cineasta. Lo advierte con cla- el registro fotográfico de lo real no podía
truido su filmografía "literaria". ridad un letrero inicial, pero el lenguaje proporcionar. Su puesta en escena se pro-
Lo que afirma ya es conocido. Un de los personajes, los temas de los que hibe a sí misma imaginar con libertad un
coherente hilo conductor relaciona hablan, los equívocos que los relacionan mundo del que no existe otro testimonio
entre sí La marquesa de O (1976), y los ardides a los que recurren no dejan icónico que la pintura de su tiempo.
Perceval le Gallois (1978), La inglesa y el lugar a dudas. Los diálogos, pero también
duque (2001) y El romance de Astrea y las canciones y la voz en off narradora, Exaltación de la naturaleza
Celadón (2006). En los cuatro casos, no han sido extraídos del texto original, el Ahora, es cierto, Rohmer no duda en invo-
se trata de representar una historia, sino debate teológico entre el Druida y el pas- car los óleos del barroco (los cuadros de
de poner en escena el texto que narra esa tor deriva del trasfondo religioso de una Simon Vouet y Jacques Blanchard), pero
historia. Es una diferencia sustancial, novela de la Contrarreforma, como es el estos son lienzos de tema mitológico,
de la que el propio Rohmer hablaba ya caso, el gusto por el travestismo recorre aparecen retratados como tales dentro
a propósito de los "Cuentos morales", buena parte de la literatura y del teatro de la imagen y se utilizan para comen-
cuya finalidad "no era filmar los aconte- de la época, mientras que el tratamiento tar, casi a la manera brechtiana, el curso
de los temas (el espejismo de las apa- de la acción. Tampoco renuncia a buscar
riencias, el amor como fuente de gozo y fuentes ¡cónicas como inspiración para
La religión sincrética de los druidas de sufrimiento) remite inequívocamente diseñar el vestuario (las ilustraciones de
a los modos literarios del barroco. Michel Lasne en las primeras ediciones
La película afirma esta opción como de LAstrée), pero -acto seguido- rompe
desarrollo coherente de un programa amarras con todo tipo de referencias
conocido. Pero sucede que Rohmer trata y sitúa a los personajes en medio del
aquí con un texto singular y diferente de bosque y de la campiña para filmar, sin
los anteriores en una cuestión básica. mediación plástica ninguna, una repre-
Esta vez no estamos frente a un texto sentación libre y prosaica, que se quiere
que representa el mundo coetáneo de su física y sensual, hedonista y bucólica,
autor (como hacían las obras de Chrétien estrechamente vinculada a la exaltación
de Troyes, Grace Elliott y Heinrich Von de la naturaleza y de los sentidos.
Kleist), sino ante la resurrección de una Aquí aparece un "nuevo Rohmer",
fantasía literaria que reinventa -según el capaz de articular con asombrosa trans-
imaginario del siglo XVII- una sociedad parencia un complejo y productivo
siete siglos anterior a la suya y que nos trabajo de intertextualidad entre la lite-
Hedonismo y sensualidad entre ninfas y pastores
ratura del siglo XVII, la libre reinven- Si en la primera de estas series sus tación intermedia que la implícita en un
ción diegética del siglo V, los códigos ficciones se ordenaban "alrededor de un disfraz desvanecido ante el impulso irre-
teatrales del barroco, la inmediatez de acto fundamental cuya propiedad esen- frenable de los sentidos.
Griffith en el registro de la naturaleza, la cial es que no ha tenido lugar" (Pascal Allí donde antes los personajes rohme-
ingenuidad contagiosa del Rossellini que Bonitzer2), aquí todo el relato se orga- rianos experimentaban una suerte de
filma, sin atisbo de condescendencia, el niza a partir del momento en el que epifanía con el hallazgo del rayo verde,
milagro vital de Francisco, juglar de Dios Astrea cree ver lo que en realidad no la escucha de la "hora azul", la con-
(1950), la comunión con lo campestre de sucede y se dispara cuando la protago- templación de una "verde amazonia" o
Une partie de campagne (Renoir, 1936), nista se muestra convencida de que ha el temblor emocional que procura una
la fisicidad sensitiva de El rayo verde ocurrido lo que en realidad no ha pasado representación teatral (sucesos inmate-
(1986), deudora a su vez de Señorita (la muerte de Celadón). Si en la segunda riales, que sacuden el imaginario), ahora
Oyu (Mizoguchi, 1952), más la reflexión sus protagonistas femeninas acostum- es la celebración de la sensualidad y del
sobre los engaños del lenguaje y sobre bran a porfiar en certezas que su com- amor físico, del travestismo que des-
las trampas de la imaginación de sus portamiento nunca confirma, aquí Astrea pierta el deseo, de las caricias amorosas y
propios "Cuentos morales", pero tam- se desmiente a sí misma una y otra vez. de la humedad de los besos lo que acom-
bién de las "Comedias y proverbios" y de Si en Cuento de invierno los protagonis- paña a la epifanía suprema: el retorno a
los "Cuentos de las cuatro estaciones". tas asisten a la representación teatral del la vida, para los ojos de la enamorada,
Cuento de invierno shakespeariano poco de quien antes permanecía muerto por
antes de que el "príncipe azul" de Felicie estricto empeño de su raciocinio irracio-
"regrese a la vida" de ésta por un azar nal: una debilidad humana por la que el
(1) Rohmer, Eric. Prólogo a Seis cuentos morales. Ed.
casi milagroso, aquí Astrea -y también director siempre ha sentido simpatía. La
Anagrama, Barcelona, 1974.
los espectadores- asistimos a la "resu- vida vence sobre la muerte cuando la rea-
(2) Eric Rohmer. Ed. Cahiers du cinéma, Collectlon
Auteurs, París, 1991.
rrección" de Celadón sin otra represen- lidad gozosa del amor físico, finalmente,
desbanca al amor platónico cuya ceguera ROHMER Y LA PINTURA
había hecho invisible lo visible.
La transparencia prosaica de las imá-
genes y la inmediatez física de la acción
no se ven obstaculizadas, ni siquiera, por
la expresa voluntad de Rohmer de hacer
explícitas, una y otra vez, las diferentes
Óleos, colores y
formas de representación que constitu-
yen el andamio del relato: las canciones
de Celadón, Hylas y Astrea, la ceremo-
nia religiosa conducida por el druida, las
referencias pictóricas
intrusiones de la voz en off, los intertí- ANTONIO SANTAMARINA
tulos narrativos, la visualización de los
recuerdos invocados por la canción de
Celadón mientras camina por el bos- En mayo de 1981, con motivo del
que... Multiplicidad de instancias narra- estreno de La mujer del aviador, Roh-
doras, por tanto, que tiene su origen en la mer confesaba en Cahiers du cinéma, a
novela de d'Urfé (la película es también Pascal Bonitzer y Serge Daney: "Estoy
un "documental" del texto), pero que muy contento de la unidad de color, de
aquí es conjugada dentro de una llama- la unidad fotográfica y pictórica, por-
tiva linealidad, encarnada en una estruc- que lo que me disgusta de la mayoría
tura narrativa que nunca hace explícita de los films rodados actualmente en
su naturaleza metarreflexiva y que se color es precisamente su lado comple-
ofrece más limpia y directa que nunca. tamente disparatado: en cada plano
Suma y compendio de toda su obra, se entra en un universo coloreado de
pero también renacimiento y nuevo punto manera diferente." Con estas declara-
de partida, El romance de Astrea y Celadón ciones, el cineasta venía a confirmar
traduce con la hermosa contingencia de su la importancia concedida a lo largo
textura (el sonido del viento que mueve los de toda su trayectoria al color y a la
árboles, los balidos de las ovejas, los ladri- pintura en el momento del salto defi-
dos del perro, los cantos de los pájaros, el nitivo de los "Cuentos morales" (orga-
ruido del agua en el río...) y con la física nizados en torno a un narrador y un
inmediatez de todos y cada uno de sus color) a las "Comedias y proverbios",
planos ese adagio que siempre ha estado dispuestas alrededor de tres colores y
Un fresco sobre Don Quijote y un cuadro de Gauguin
en el credo personal de José Luis Borau con un enfoque narrativo múltiple. (¿Cuándo te casas?) en Le Genou de Claire (1970)
cuando afirma que, "independientemente Con anterioridad a estas declara-
del momento en que transcurra la acción, ciones, Rohmer había teorizado ya, en su etapa como crítico, sobre la originali-
la imagen cinematográfica vive siempre en dad del cine como arte y sobre la necesidad de juzgar a éste con arreglo a criterios
el presente". Presente de la Galia del siglo propios, aunque era plenamente consciente de que "toda organización de formas
V, de la literatura del XVII y del cine del en una superficie plana, delimitada, remite al arte pictórico, a la pintura". Para Roh-
XX en una película del XXI. • mer, por consiguiente, tanto el elemento pictórico como el color deben ser ele-
mentos subordinados al tono general del film, a la verosimilitud narrativa y a la
organización de la puesta en escena. Por ello, cuando no puede dominar estos ele-
mentos, como en sus trabajos semidocumentales (El rayo verde, El árbol, el alcalde
La gran odalisca (1814), de Ingres, cuya composición se reproduce en L'Amour, l'après-midi (1972)
y la mediateca...), su papel es mucho
menos relevante.
Conviene no olvidar, en todo caso,
que el director, al comienzo de su
carrera, había destacado ya la suprema-
cía del cine sobre el resto de las artes en
general, y de la pintura en particular, en
artículos como Le Celluloid et le mar-
bre o Vanité que la peinture, al mismo
tiempo que intentaba inventariar (en
una opinión matizada con los años)
El cuadro Madame Recamier (1800), de Jacques Louis David, referencia de La marquesa de O (1976)
todo aquello que las otras disciplinas
debían envidiar al cine. Casi simultá-
neamente a estas reflexiones, Rohmer se pasa al otro lado de coloca en la habitación de Laura un cuadro de Gauguin, titu-
la cámara y la preocupación por dominar la gama cromática de lado ¿Cuándo te casas?, que representa a dos mujeres tahitianas
sus trabajos se convierte en un objetivo central desde el mismo y que ironiza sobre la impaciencia de la joven porque Jérôme
proceso de escritura (realizado en cuadernos con las tapas del contraiga por fin matrimonio. El lienzo apunta asimismo el
mismo color que el futuro film) mientras el ámbito social y cli- tono cromático del film, sugiriendo la similitud entre los pai-
mático de la acción determinará la unidad y coherencia visual sajes de Tahití y los del lago de Annecy, dominados por el agua,
de las imágenes. Este es el motivo por el cual los tonos apagados, los bosques y las montañas.
en sintonía con el rodaje de la película en otoño, dominan, por De manera más significativa el cineasta viste con trajes
ejemplo, la paleta de colores de La buena boda, así como también estampados a Aurora (la novelista que dirige la acción) mien-
el color rosa del póster de Man Ray, que simboliza los sueños tras las dos protagonistas juveniles lucen ropas de colores lisos
infantiles de Sabine, la protagonista. para destacar el papel demiúrgico de la primera. E, incluso,
aprovecha narrativamente unos frescos pintados por un sol-
Vestuario decisivo dado español en el siglo XVIII sobre Don Quijote (cuya icono-
En todo este proceso de creación, el vestuario de los actores grafía había estudiado Rohmer en un trabajo previo destinado
juega (según ha explicado él mismo) un papel decisivo para a la televisión escolar) para igualar la ceguera de Don Quijote
el control del color, mientras la expresión pictórica se extrae (cuando cree volar en la burla de Clavileño) con la de Jérôme.
de la plástica del gesto de los actores, y de los propios rasgos Esta imagen le sirve asimismo para reflexionar acerca de la
fisonómicos de éstos, como certifican los repartos de sus pelí- condición de los héroes de las historias, que deben caminar con
culas. En cualquier caso, Rohmer evita con sumo cuidado -con los ojos vendados para que progrese la acción, y para exponer,
la excepción del lienzo de Henry Fuseli en La marquesa de O por último, su propio credo artístico utilizando como portavoz
(véase la sección "Resonancias")- reproducir cuadros en sus a Aurora: "Yo no invento nunca, yo descubro".
trabajos, de forma que cuando éstos aparecen en las imágenes El mismo tono irónico del cuadro de Le Genou de Claire se
o bien forman parte de la figuración (y aparecen semiocultos), o esboza en Cuento de primavera cuando Rohmer sitúa a Jeanne,
bien sirven para elegir la gama cromática de un film, o bien para la protagonista, delante de una gran reproducción del cuadro
introducir un comentario narrativo o dramático, o bien para La cotorra y la sirena, de Matisse. Con ello desvela los dos colo-
situar con precisión de historiador la puesta en escena. res dominantes del film en el aspecto visual y, sobre todo, dra-
De manera embrionaria, esta suerte de referencias pictóri- mático (el azul del collar perdido de Natacha y el verde de su
cas se esboza ya en Ma nuit chez Maud, donde unas fotografías paraíso soñado), sí bien deja al albur del espectador decidir
de los cráteres de la Luna intentan recordar el Puy de Pariou, quién es la cotorra y quién la sirena.
un viejo volcán de Clermont-Ferrand, la ciudad donde se loca- De manera más sugerente que en este trabajo o que en Las
liza la acción. Y prosigue en Le Genou de Claire, donde Rohmer noches de luna llena (donde dos grandes reproducciones de
A la izquierda, una ilustración de Lancelot du lac (siglo XIV). En el centro, un dibujo de Rohmer para Perceval le Gallois. A la derecha, un fotograma del film (1978)
La buena boda (1981) Paulina en la playa (1982) Las noches de luna llena (1984)
Mondrian sirven como simples elementos de contemporanei- burlando, el color dominante de la puesta en escena: el rojo iden-
dad), el cineasta concluye los "Cuentos morales", en L'Amour, tificativo del demiurgo Henri (el "diablo" de la historia) y de su
l'après-midi, con una curiosa operación. En ella utiliza un cuadro discípulo Sylvain.
de Jean-Auguste Dominique Ingres (su lienzo La gran odalisca, En las que cabría denominar sus películas de época, es decir,
citado también en La Cambrure) como referencia pictórica para La marquesa de O, Perceval le Gallois, La inglesa y el duque y El
mostrar la carne desnuda de Chloé, la protagonista, y para acen- romance de Astrea y Celadón, la pintura, convertida en uno de los
tuar la blancura de su piel ante los ojos de Frédéric, adornándola escasos testimonios ¡cónicos del pretérito, es el elemento esen-
con unas resonancias mitológicas que no pueden por menos que cial a la hora de recomponer (nunca de actualizar) el pasado
atrapar el deseo del joven. Y organiza una operación más compli- perdido. Por ello debe echar mano de los pintores interioris-
cada aún con los cuadros de Kandinski tas románticos alemanes, así como de
y de Delaunay que adornan el cuarto David, Greuze o Fragonard, y de lien-
del profesor en Cuento de invierno, cuya zos tan famosos como el de Madame
proximidad cromática con los dibujos Recamier (David), para la creación del
infantiles de la hija de Felicie parecen universo visual de La marquesa de O,
sugerir una unión familiar más acorde mientras que utiliza las ilustraciones de
entre aquél y Felicie que entre ella y el los códices miniaturistas y de la pintura
peluquero Charles. románica como fuentes iconográficas
Este juego de citas y de referen- para la reconstrucción del mundo sim-
cias encuentra asimismo una revela- bolista de Perceval le Gallois, un universo
dora expresión en Pauline en la playa, de colores planos que desconoce la pro-
una película en la que -como ha expli- fundidad de la perspectiva renacentista.
cado su propio director- el cuadro de Esta operación de recomposición se
La protagonista de La Cambrure, durmiendo en una
La blusa rumana, de Matisse (incluido posición que reproduce el dibujo de Degas lleva hasta sus últimos extremos en La
también en el cartel del film) es el punto inglesa y el duque, donde la filmación de
de partida visual de la película (organi- exteriores se realiza sobre telones pin-
zada alrededor de sus tres colores básicos: rojo, blanco y azul) y tados que toman como referencia iconográfica las pinturas de la
el estímulo artístico para que, siguiendo la estela del pintor, el época (obras de Hubert Robert, De Machy o Corot), y sobre los
cineasta experimente también con el dibujo y con el ensamblaje que se incrusta después digitalmente la figura de los actores.
cacofónico de líneas horizontales y verticales. Una aparente nota En Triple agente este papel icónico lo juegan los noticiarios
de color (un flotador rojo) sirve igualmente para revelar, burla cinematográficos de la época (años 30), mientras la pintura
Cuento de invierno (1991) Las citas de París (1995) Cuento de primavera (1989)
Le Pont au Change vu du Quai de Gresves (J. B. Camille Corot, 1830) y la reproducción pintada por Jean B.
Marot para ser utilizada como telón de fondo, con incrustaciones digitales, en La inglesa y el duque (2001)
se queda para un irónico debate en el que la pareja comunista dos de trabajo para
defiende el arte de Picasso y el matrimonio burgués una suerte capturar, a través del
de realismo socialista. Ahora bien, no sólo la pintura o las dis- artificio, la belleza de
cusiones sobre ella aparecen con frecuencia en las películas del las cosas.
cineasta, sino también los propios pintores y artistas. En El romance
de Astrea y Celadón
A la belleza por el artificio tres cuadros barro-
Este es el caso, entre otros, del protagonista (pintor en la vida cos adquieren prota- El debate pictórico de Triple agente: la
abstracción de Picasso frente al realismo
real) del tercer episodio de Las citas de París, una película que gonismo. El primero, practicado por la mujer del protagonista
utiliza a Miró, al arte pompier y a Picasso como referentes pic- titulado Saturno ven-
tóricos de cada uno de los episodios. Aquí son las composicio- cido por el Amor, Venus y la Esperanza, representa el triunfo del
nes del actor, cuadros representando grandes escenas de masas y amor sobre el tiempo y viene a reduplicar visualmente el tema
extensas superficies de cielo, las que acaban inspirando el clima central del film. El segundo, mucho más interesante argumen-
visual de la película, aun cuando aquellas no guarden relación con talmente y de ahí que aparezca citado en la novela original, es el
la obra picassiana ni con la elección del cuadro de éste (Madre e lienzo de Simon Vouet titulado El amor y Psique. En él se repre-
hijo, 1907) para ilustrar un momento determinado de la acción. senta a ésta en el momento de intentar asesinar a Cupido cre-
Y también de La Cambrure (un corto firmado por la "Compagnie yendo que se trata de un monstruo. El cuadro recoge el instante
Eric Rohmer", con el cineasta a cargo del decoupage), donde un en el que una gota de aceite caliente va a despertar a Cupido y
estudiante de arte comprueba sorprendido -a raíz de una discu- éste se siente traicionado por la joven. Un riesgo que Celadón no
sión sobre el artista y su modelo- cómo su pareja femenina es estará dispuesto a correr y por ello, a diferencia de Psique, cum-
capaz de encarnar la belleza ideal de pintores tan dispares como plirá a rajatabla los deseos de Astrea y no osará mostrarse ante
Degas, Manet, Magritte, Modigliani o Picasso. Todo un homenaje ella, desatando así el hilo central de la intriga. El tercero, obra de
-en palabras de Alain Bergala- "a la materia prima fundamental Jacques Blanchard y titulado El juicio de Paris, es una representa-
del cine y a su gloriosa impureza: las criaturas creadas por la natu- ción sin mayores pretensiones de este célebre juicio, que se uti-
raleza" y una confesión encubierta de Rohmer sobre sus méto- liza para alumbrar la idea de disfrazar de mujer a Celadón. •
A la izquierda: Saturno vencido por el Amor, Venus y la Esperanza (Simon Vouet, 1646). En el centro: una escena de
El romance de Astrea y Celadón con el cuadro £/ amor y Psique (Simon Vouet, 1626-1629) entre Celadón y la ninfa Galatea.
A la derecha, otro plano de la misma película con el cuadro El juicio de París, de Jacques Blanchard.
ROHMER Y LA LITERATURA
En el ensayo titulado En busca de la feli- jes y situaciones. El cineasta depura todo esbozos de sus preocupaciones ficciona-
cidad, Stanley Cavell demuestra que la el material para dejarlo en su esqueleto les. En ellos observó el desfase perpetuo
comedia cinematográfica americana no hasta llevar a cabo un curioso milagro. que se establece entre un texto literario
existiría sin las comedias de William La novela del siglo XVII se convierte y su puesta en imágenes. La fachada de
Shakespeare. Las vicisitudes de Cary en una comedia shakesperiana protago- Nôtre Dame, de París, era contrastada en
Grant disfrazado de mujer buscando la nizada por ninfas y druidas que se des- un programa con la descripción que Víc-
clavícula intercostal de un dinosaurio en plaza hacia el teatro de Marivaux y acaba tor Hugo realizaba en las primeras pági-
La fiera de mi niña, de Howard Hawks, siendo la matriz de un cierto cine de la nas de una novela suya. Los Salones de
poseen muchos puntos de contacto con ligereza cuyas raíces, con el permiso de Diderot eran puestos en relación con los
El sueño de una noche de verano, del dra- Jean Renoir, están en el mismo cora- cuadros que los inspiraban. La imagen
maturgo británico. Cavell se centra en la zón de las comedias contemporáneas de Don Quijote y Sancho era vista como
comedia americana e ignora a Eric Roh- de Rohmer. Los amores entre pastorci- un arquetipo creado a partir de numero-
le Conte du Graal (Perceval), de Ch. de Troyes, La marquesa de O (H. Von Kleist), L'Astrée (H. d'Urfé) y Journal de ma vie durant la Révolution francaise (G. Elliott)
mer, pero si quisiéramos ampliar su tra- llos en un paisaje bucólico, de naturaleza sas ficciones, y Les Caracteres de La Bru-
tado nos encontraríamos con la curiosa dionisiaca, acaban remitiendo a la obra yère se convertían en la base del teatro
sorpresa de que El romance de Astrea y del director, certificando que los arque- francés del siglo XVIII. Rohmer estu-
Celadón es un interesante puente entre tipos de la cultura clásica resucitan con- diaba el desfase existente entre el texto
Shakespeare, la comedia pastoril del tinuamente en las ficciones de nuestro y la imagen, preguntándose de qué modo
barroco francés y la comedia romántica presente. la migración de lo literario a lo fílmico
moderna. Es como si Rohmer constru- Por otra parte, El romance de Astrea y era una cuestión de sistemas de puesta
yera una suma del amor en occidente, Celadón viene a consolidar una curiosa en escena. La base teórica de los "Cuen-
durante cuyo metraje nos enseña sus car- teoría de la adaptación literaria que tos morales" no era otra que el estudio
tas y demuestra que los materiales lite- Rohmer ha ido gestando lentamente a lo de esta tensión. El narrador, mediante
rarios del pasado son siempre una buena largo de casi cincuenta años de carrera su voz en off, construye el mundo a su
fuente para los relatos del presente. cinematográfica. Entre 1964 y 1969, el manera, pero sus palabras entran en
Rohmer parte de una novela de más cineasta dirigió una serie de programas contradicción con la realidad mostrada.
de cinco mil páginas, precedente de la para la televisión escolar francesa que, La palabra diseña falsas verdades que la
novela río moderna, cargada de persona- con el tiempo, han adquirido el valor de imagen desmitifica.
A partir de los "Cuentos morales", la el fin de conseguir una buena estructura del texto no hacia más que facilitar su
teoría de la adaptación de Rohmer se cinematográfica. Este modelo se basa trabajo. Transformar las frases para bus-
desarrolló en dos ámbitos. En el primero, en la homogenización del relato, hasta car la naturalidad del presente era crear
aparentemente el menos explorado por el punto de que un texto medieval o un naturalismo que dos siglos atrás (en
el cineasta, el texto literario aparece una novela moderna acaban siendo una la época romántica en que Kleist escri-
como motivo y sedimenta la posibilidad replica de los juegos de causa y efecto bió la novela) era desconocido. La obra
de una adaptación libre. La película no es heredados de la novelística del siglo debe ser entendida como un documento
la traducción del texto, sino el resultado XIX. André Bazin arremetió contra este sobre un sistema de escritura. En Perce-
de su inspiración. Este es el caso de El sistema indicando que la búsqueda de val le Gallois partió de Le Conte du Graal
rayo verde (1986) y de Cuento de invierno la pureza de lo cinematográfico en este (Perceval), un texto medieval de Chrétien
(1992), a partir de las obras homónimas tipo de películas es una quimera, ya que de Troyes. El cineasta conservó el verso
de Julio Verne y William Shakespeare. las grandes adaptaciones son las que nos tal cual, haciendo que sus protagonistas
En el segundo ámbito, que culmina permiten escuchar las palabras del escri- hablaran en la tercera personal del singu-
ahora con su nuevo film, el trabajo de tor. El cine impuro no es el que vampi- lar y con los giros artificiosos del original,
adaptación no es más que el resultado riza lo literario, sino el que dialoga con de tal forma que certificaran la verdad de
del lazo directo que el cineasta establece el texto. A pesar de que la influencia la propia obra. En ambos casos, su sis-
con los sistemas de representación pro- baziniana es clave en el pensamiento de tema propone el sacrificio del realismo
pios de la época en que los textos fueron Rohmer, el autor de La Sonate à Kreut- entendido como creación de verosimi-
escritos. Los actores declaman como en zer (adaptación del relato homónimo de litud. Rohmer demuestra cómo lo inve-
el pasado, y las películas no son docu- Tolstoi) decidió llevar a cabo una ligera rosímil de una época determinada (el
mentos del presente, sino de los sistemas variante transformando la adaptación Romanticismo o la Edad Media) es más
de representación (literarios, teatrales y en una aproximación documental a las realista que lo naturalizado, ya que, entre
pictóricos) de la época adaptada. Este formas de representación del mundo. En otras cosas, está más cerca de las formas
modelo empezó a ser explorado en La un texto crítico, publicado en Cahiers du con las que una determinada sociedad se
marquesa de O (1976) y en Perceval le cinéma1, Rohmer consideraba un fracaso imagina a sí misma en su propio tiempo.
Gallois (1978), para acabar solidificán- el Moby Dick de John Huston, por ejem- En La inglesa y el duque, Rohmer par-
dose en La inglesa y el duque (2001) y plo, porque no aportaba nada nuevo a la tió de un texto autobiográfico de la aris-
en la insólita aventura que supone El novela y porque era incapaz de ir más tócrata inglesa Grace Elliott para mostrar
romance de Astrea y Celadón. allá de la literatura. la Revolución Francesa en primera per-
sona del singular, anulando la objeti-
En La marquesa de O, Rohmer par-
vidad histórica e imponiendo la visón
Dialogar con el texto tió de un texto de Heinrich Von Kleist
partidista y subjetiva de una monár-
La teoría de la adaptación que Rohmer escrito en estilo indirecto, basado en
quica constitucionalista. En El romance
elabora en todas estas obras parte de la el uso de los subjuntivos propios de la
de Astrea y Celadón, el director realiza
destrucción sistemática del modelo clá- literatura alemana del período. En el
otra vuelta de tuerca cuyo objetivo con-
sico. En los malditos tratados de guión se momento del estreno de la película le
siste en depurar una novela río, poblada
dice que una buena adaptación es la que criticaron el uso de ese lenguaje, ya que
de mil y un personajes. En los títulos de
se centra en la historia, modificando y teatralizaba la acción. Rohmer, al contra-
crédito ya nos indica que la acción trans-
condensado la estructura del relato con rio, consideraba que la fidelidad al estilo
curre en una región de la Galia del siglo
V, pero que ésta es mostrada con los ojos
del siglo XVII. De hecho, ya en los pri-
La representación de Cuento de invierno (Shakespeare) filmada en Cuento de invierno (Rohmer)
meros momentos vemos cómo el pastor
Celadón, para complacer a sus padres,
simula que está enamorado de Amyntha.
La joven Astrea contempla la represen-
tación desde lejos y piensa, con estu-
por, que lo fingido es verdad. En pocos
momentos, se presentan dos temas cla-
ves del barroco: la idea del mundo como
representación y la visión como engaño
de las apariencias. El texto de Honoré
d'Urfé recitado a la manera del siglo
XVII se impone así, como una obra que
proyecta las claves del barroco hacia
nuestra era neobarroca. •
Con José Luis Guerín no cabe el formato principales preocupaciones ha sido la posibilidad de convertir el personaje en
clásico de la entrevista. Su discurso fluye depuración, borrar cualquier referencia un icono vaciado en el que cada espec-
como el de su cine, primero con cierta cultural. Es mi película más depurada y tador pueda acabar proyectándose. Al
timidez, luego torrencialmente, sin tomar "vaciada", que no vacía, o eso espero. Y dibujar esta figura pensé en el personaje
nunca una forma definitiva. Por ello lo en ese proceso, el rasgo más ambicioso de El sabor de las cerezas, de Kiarostami.
mejor es provocarlo, incitarlo a la charla es el que afecta al personaje central. No Si ves la película sin saber nada de ella,
por medio de observaciones a media voz sé si existe, no sabemos absolutamente es muy interesante advertir cómo el
o alusiones distraídas. Es lo que intenta- nada de él, ni el nombre, ni la clase social, protagonista conduce el coche, mira la
mos hacer en esta conversación a cuatro ni sus intenciones. Mi objetivo es que el periferia sin saber qué ve, se fija en un
bandas. Sin prisas, adaptándonos a su personaje sea lo que ve: nada más. obrero... Tardas mucho tiempo en descu-
respiración, los temas fueron apareciendo Gonzalo de Lucas: Tengo muchas brir qué busca. No sabemos nada de él, y
lentamente y al final desbordaron nues- dudas sobre la necesidad de ese per- esto para mí era fascinante. ¿Está casado,
tras expectativas. Surge así el retrato de sonaje, que no encuentro misterioso, y tiene amigos, por qué quiere morir? me
un cineasta singular, cuya última película considero una especie de filtro. No sé, parece preciosa la creación de ese icono
se ha situado ya en el centro del debate por otro lado, si te resulta molesto que en el que el espectador puede proyectar
que mueve ahora mismo al cine español. se interprete como tu alter ego. muchas cosas.
JLG: Forma parte del riesgo. Al ver a ÀQ: De todas formas, el aspecto del per-
Ángel Quintana: ¿Quién es Sylvia? ¿De alguien que fabula a partir de lo que ve, sonaje revela un imaginario que tiene
dónde surge el personaje? podemos confundirlo con el cineasta. sus raíces en el romanticismo.
José Luis Guerín: No quiero decir Puede suceder, pero, insisto, para mí la JLG: No sé si es un pintor, un poeta,
que surge de Nerval porque una de mis belleza de esta experiencia consiste en la un cineasta... Los referentes culturales
de cada espectador deben operar en la del efecto Kulechov, consistente en ver ÀQ: ¿Todos los personajes que aparecen
configuración del personaje. en ese rostro una serie de signos o movi- en la película son figurantes?
Carlos Losilla: Gonzalo habla desde el mientos que deberían restituir el relato JLG: Sí, prácticamente. Algunos reapa-
punto de vista de una narratividad fuerte, en el espectador. Por otro lado, un motivo recen en diferentes ocasiones dando una
según la cual no conoceríamos al perso- central del film es la nostalgia de la mujer morfología social al paisaje. El paisaje
naje. Yo creo que tu película, a diferen- luminosa, renacentista, y el décalage con de cualquier ciudad europea de hoy está
cia de El sabor de las cerezas, posee una el mundo que provoca la enajenación marcado por los paquistaníes que ven-
narratividad muy tenue, hasta el punto amorosa. Lo vemos todo con el personaje den rosas, los acordeonistas rumanos y
de que termina en la disolución a partir masculino, pero también lo vemos a él. los africanos que venden carteras. Para
de lo que podríamos llamar "antiepifa- Creo que toda la película se organiza en mí es muy importante decir que esta
nías". Siguiendo a Dante, vemos que el torno a la clásica relación pictórica entre ciudad, la ciudad de esa chica, se parece
personaje desciende por los círculos del el paisaje y la figura. El cuerpo del hom- a las ciudades que transitamos a diario
infierno hasta llegar a dos escenas clave: bre que mira es esencial para acercarme a porque tiene las mismas presencias.
la del bar nocturno, donde se enfrenta a su mirada y poder distanciarme de ella. Y, GdL: Es tu película más calculada.
una imagen fantasmal y siniestra de la a diferencia de En construcción, donde la JLG: Sí. Considero que el cine está en
feminidad, y la escena final, con ese ros- ciudad era la metáfora social de un cam- perpetua tensión entre el cálculo y el
tro deformado de mujer. bio, aquí se convierte en un conjunto de azar. En esta película quería organizar las
JLG: Cuando miramos a través del per- signos de evocación de una mujer. cosas más que en En construcción, donde
sonaje la mirada siempre es muy selec- debía capturar unas palabras que no eran
tiva. Si eso no sucede puede surgir una mías. El deseo de filmar las calles a partir
imagen más cruda, y es cuando emerge,
por ejemplo, la clochard que juega con las
Entre cálculo y azar de bocacalles que se cierran, por ejemplo,
remite a la idea del plató. No podía filmar
CL: Da la sensación de que el prota-
botellas. La mujer del rostro deformado libremente en las calles, dejándolo todo
gonista está en un laberinto que debe
es distinta: podría ser el destino trágico a la lógica del azar. He rodado en Estras-
interpretar y, a partir de ahí, seguir su
de Sylvia. Vemos a una mujer, luego surge burgo, una ciudad sin tráfico, silenciosa,
sueño, su ideal. La película empieza con
otra por detrás que la reemplaza, vemos en la que es fácil organizar una coreo-
un mapa. Es como si quisieras decir que
a una madre con sus hijos y al final intui- grafía de bicicletas y tranvías, también
es preciso traducir una topografía que
mos la imagen de una belleza deformada. silenciosos. En el soundtrack he querido
no es únicamente física, sino también la
Era muy importante establecer la idea de que se oyera un amplio abanico de len-
de sus sueños e ideales.
los destinos en la parte final, y así esbo- guas (alemanes, ingleses, hispanos), era
JLG: El personaje es un extranjero en la
zar la tragedia. Los tranvías que se cru- muy importante la idea de que estamos
ciudad de Sylvia, una ciudad sin nombre.
zan pero no se encuentran también llevan en una ciudad extranjera, que no perte-
CL: También podría ser que el personaje
implícita cierta idea del destino. nece al protagonista porque es la ciudad
de Sylvia nunca hubiera existido. A mí
GdL: De todas formas, creo que lo que te de una mujer, la ciudad de Sylvia.
me interesa mucho ese corrimiento de
motiva a realizar esta película es el deseo ÀQ: Hace unos años tenías un proyecto
posibles ficciones a partir del tronco
de filmar a las mujeres. En Tren de som- llamado Jeanne 92: una especie de casting
nodal de la película. Creo que eso enlaza
bras también existía este deseo, pero no ideado para hallar una moderna Juana de
con tu voluntad de dejar claro el lado fic-
necesitabas un mediador. Arco. El eje de tu trabajo continúa siendo
ticio de tus documentales anteriores.
JLG: En Tren de sombras, efectivamente, la idea del casting como vehículo para
JLG: No se me había ocurrido pensarlo
no había ningún alter ego que desempe- explorar tu propio imaginario femenino.
así. Los cineastas somos muy impulsivos
ñara la función de enunciador. Aquí sí hay JLG.: Mi personaje podría ser un direc-
y muchas veces no sabemos de dónde
una presencia. No sabemos por qué sigue tor de cine, en el sentido en que lo for-
proceden los impulsos. Un exceso teórico
a la chica, por qué hace dibujos. Puede muló Alfred Hitchcock. En sus películas
me inmoviliza, y necesito hacer abstrac-
serlo todo, incluso un asesino. Hay algo el acto de mirar es equivalente al acto de
ción de ello.
cerca de Scottie, que desea a una mujer, o ciudad de Sylvia. El protagonista cree trucción podía realizar un film en con-
es el flâneur del que hablaba Baudelaire? que está en posesión de la verdad por- diciones industriales normales, con la
Creo que el flâneur no desea, es alguien que ve, pero se da cuenta de que algo se posibilidad de vivir varias semanas con
que pasea, mira, analiza y divaga. le escapa. los personajes e integrar una cierta ten-
GdL: Sí desea, pero es más pasivo que JLG: Es curioso, pero la instalación que he sión documental con la presencia mítica
Scottie... presentado en Venecia, titulada Las muje- de la mujer luminosa. Esto no pudo ser
JLG: Entre Scottie y el flâneur está la res que no conocemos, es una adaptación así, se rodó en cinco semanas y tuve que
figura del soñador. muy libre de un cuento de Proust titulado reinventarlo. No es ninguna justificación.
CL: La estructura del film en tres noches Mujeres desconocidas, que en pocas pági- Asumo plenamente la película y una de
tampoco sería casualidad: Dostoievski, nas contiene buena parte del misterio de las cosas que pueden definir a un autor
Bresson y las "noches del soñador"... En busca del tiempo perdido. reside en su capacidad para ajustarse
JLG: Creía que era importante dividirla a los medios de los que dispone. No me
en tres días. El primer día es un pequeño siento solidario con los directores que
presagio de lo que va a acontecer, el Sentido musical consideran que el fracaso de una deter-
minada película sea debido a que no han
segundo es el de los acontecimientos, y el CL: Es una película que quiere ser
tercero no es más que una evocación del conseguido los medios necesarios para
una filigrana estilística depurada al
anterior, los mismos espacios pero ahora hacerla. Si no tenemos capacidad de
máximo.
vacíos. La vida cotidiana se transforma negociar, debemos tener capacidad para
GdL: Sin embargo, eres un cineasta vir-
en la evocación de un fantasma. En el reelaborar o para renunciar.
tuoso, en el sentido musical del término.
tercer día Pilar está tan idealizada como ÀQ: Resulta sorprendente tu método
JLG: Me gusta concebir el cine en un
esa Sylvia que nunca hemos visto. Hay para dirigir a las actrices. Más que una
sentido musical, como si estuviera
dos mujeres evocadas: la que no vemos frase, les exiges que miren, que hagan un
organizando las luces, las sombras, los
nunca y la mujer luminosa que persigue mínimo gesto...
movimientos. La película que ha acabado
el personaje masculino. Hay películas en resultando no es la película que había JLG: Enlaza mucho con el gusto por la
las que ver se parece a filmar. pensado de antemano, que enlazaba más pintura. Uno de los ejes centrales del pla-
ÀQ.: En Tren de sombras hay un tema con En construcción. En mi proyecto cer que siento por la pintura es la política
muy proustiano: la diferencia entre lo inicial, la ciudad tenía una dimensión del casting en los grandes pintores del
real y lo visible. Cuando miramos, no más documental y contaba con muchos Renacimiento. A partir del Quatrocento,
vemos la realidad, que siempre es hui- personajes populares, que tenían más los pintores, incluso cuando representan
diza. Es un tema fundamental de En la presencia. Creía que después de En cons- escenas bíblicas o mitológicas, quieren
tener cuerpos reales enfrente. Hay pocos Itard a un actor hubiera supuesto ceder la ciado en primera persona que actuara
datos sobre la procedencia de esos cuer- dirección del niño, que para él era esen- como vía o conductor. En este sentido,
pos de mujer. La elección para la encar- cial. La relación que establece el director esas notas son mucho más narrativas que
nación les define en tanto que autores: con el chico en este film es muy física: le En la ciudad de Sylvia.
qué relación mantienes con la persona enseña a leer, a comer, a caminar. Otros, ÀQ: Todos estos proyectos han cam-
que tienes delante del caballete o de la como Leo McCarey, intentan crear un biado tu relación con el cine...
cámara, cómo va a ser iluminada y su clima para que sobrevenga un momento CL: ¿Cómo se enfrenta tu condición
relación con el fondo. La cuestión clave expresivo, un momento mágico. de cineasta arraigado en una determi-
es la fotogenia, expresada en un sentido nada cultura humanista a esta situación
profundo. Para Jean Epstein, la fotogenia creada por las nuevas tecnologías y for-
en el cine es aquel motivo que adquiere Un tiempo en fuga mas de exhibición?
una cualidad moral superior al ser captu- GdL: Antes de realizar En la ciudad de JLG: No tengo ningún plan para mi
rado por una cámara de cine. La emoción Sylvia pasaste mucho tiempo trabajando carrera posterior. Quizás lo único que he
que muchas veces se retiene de una pelí- en una serie de apuntes que has conver- hecho hasta ahora es un cine esbozado,
cula está en la captura de un gesto, por tido en la película Unas fotos en la ciudad con una trama muy tenue. En la ciudad de
encima del argumento. Me entusiasma de Sylvia1. Son películas que comparten el Sylvia es, sobre todo, un esbozo. Las pelí-
la grandeza de Flaherty como retratista tema del retrato, pero de forma distinta. culas de verdad aún las tengo que hacer.
de Nanuk, cómo utilizaba determina- Una está más calculada y la otra es más En cualquier caso, los trabajos que he
dos recursos para llegar a capturar una libre e intuitiva. En una estás solo con tu hecho para otros medios, como ahora es
expresión o una sonrisa. Pialat también cámara y te ocultas, mientras que en la el caso de Venecia, siempre los considero
llegó muy lejos fotografiando a Sandrine otra organizas una puesta en escena con como películas. No me gusta eso de "Una
Bonnaire... la ayuda de un equipo. película de...", es de una vacuidad abso-
ÀQ: Cuando estabas hablando pensaba JLG: En ningún caso Unas fotos... debe luta, cualquier funcionario del cine puede
en el pintor de La bella mentirosa, de verse como un esbozo. Está hecha a partir decir "Una película de...". En cambio lo he
Rivette. Durante su proceso creativo de fotografías en blanco y negro, mudas. puesto en el cartel de la instalación de la
necesita hacer muchos esbozos hasta que En ese caso lo que cuenta es la pequeña Bienal de Venecia porque, para mí, es otra
llega a revelarse un gesto esencial. En tu elipsis que hay entre una fotografía y otra. manera de pensar el cine. Trabajo con
película, en cambio, no hay ese tiempo, Esta misma idea también está presente en fotografías y con muchas pantallas, pero
parece como si lanzaras una mirada más mi aportación a la Bienal de Venecia, en la mientras tanto estoy reflexionando sobre
impresionista hacia las mujeres. que lo fundamental es lo que hay entre las mi propio medio desde los orígenes de
JLG: El trabajo del cineasta no siempre cosas. Entre una foto y otra hay un tiempo los orígenes, desde Marey y Muybridge.
ha consistido en indagar pictóricamente que se fuga, un misterio que se escapa. En En la instalación he vuelto a pensar el
en otra persona. Cuando Chaplin tra- Unas fotos... trabajaba en blanco y negro, fotograma como fotografía y como hue-
baja con el niño, en The Kid, o con Sofia con fotos y sin sonido. Esas limitaciones lla de luz. Las ideas que he buscado para
Loren, en La condesa de HongKong, para autoimpuestas requerían de un enun- el mundo del arte son las más antiguas
conseguir que reproduzcan los gestos que la expresión cinematográfica. Las
de Charlot, acaba convirtiéndose en un fotos me permiten, por ejemplo, jugar
escultor. Pienso también en la imagen de con el formato cuadrado de los Lumiére,
Truffaut en El pequeño salvaje, donde sus un formato que ya no proyectan en casi
manos no hacen más que modelar al niño. ningún cine. Hoy es imposible filmar en
Truffaut dijo que debía actuar en la pelí- formato cuadrado, en blanco y negro,
cula porque ceder el personaje del doctor como en el cine mudo, con el que siento
una gran deuda afectiva. Mis experien-
cias cinematográficas más intensas las
he vivido viendo películas mudas y en
silencio, como nunca se veían, por otra
parte. Las experiencias con el mundo del
arte me permiten una relación con el cine
que éste ya me tiene prohibida. •
nuestro voyeur esconde otras miserias: haber conocido y que ahora, asegura, se fusión contemporánea, de ese comercio
los mendigos que trasiegan las aceras, las ha vuelto a presentar ante él, se ha trans- de lo posible en que se ha convertido
camareras que deben limpiar la cerveza figurado para la ocasión. El voyeur como la atracción amorosa: quiere sentar a
que se derrama. La lucha de clases se ha detective de un rastro, el de la belleza, la belleza en sus rodillas y que le obe-
convertido en un enfrentamiento entre que se transforma a su paso. Pero ese ros- dezca, por lo que ésta acaba huyendo.
lo bello y lo siniestro, cuyo contraplano tro es algo más que un rostro, es también De ahí sus persecuciones, sus rodeos, sus
acostumbra a ser lo monstruoso. En la un cuerpo flexible y en constante movi- miradas imperiosas: ven aquí y sigueme,
ciudad de Sylvia es la historia de un hom- miento, que huye de su perseguidor, que parece decir. Paradójicamente, ese acoso
bre que busca a una mujer hermosa y se se enfrenta a él en un tranvía. En cons- le conduce a lo sublime, que incluye vida
encuentra con el horror. trucción, la película anterior de Guerín, ya y muerte, amor y desamor, euforia y
En el principio están Dante y Petrarca, hablaba de estratos, de niveles, de capas melancolía, emoción e ininteligibilidad.
Beatrice Portinari y Laure de Noves, que que se superponen unas a otras, en un ¿Cómo puede amarse aquello que nos
aparece varias veces en una pintada: momento dado se volatilizan y dejan al rechaza? Esa pregunta es la que se hace
"Laure je t'aime". Pero hay más prin- descubierto la historia y su mito. Allí se ese nuevo flâneur del desconcierto, de
cipios. Está también ese hombre que trataba de El hombre que mató a Liberty los rostros inquisitivos, de los espectros
es muchas cosas a la vez, sin ser nada. Valance, de un mundo que desaparecía fugitivos, de los espejos que sólo devuel-
Guerín lo ha vaciado de toda psicología, para dejar paso a otro. Aquí más bien ven simulacros. Es también la pregunta
de toda motivación. Lo ha privado de se convoca al John Wayne de El hombre del espectador, estupefacto ante una pelí-
pasado y de futuro. Ostenta la mezcla de tranquilo, otro rostro geológico que per- cula inhóspita, incómoda, y sin embargo
presencia y ausencia de las pinturas de sigue a la sinuosa Maureen O'Sullivan hermosa. Y es también, en fin, la pregunta
Giotto o Masaccio, los versos de La vita (ambos, por cierto, el objeto de deseo del cineasta, "en la mitad del camino de
nuova o el Canzoniere. Al principio apa- de Guerín en Innisfree), aunque la meta la vida", cuando los fantasmas de Tren
rece frente a la cámara, en actitud melan- es el Chaplin de Luces de la ciudad y de sombras se materializan en figuras
cólica, pero también inmóvil, como un Candilejas, es decir, la máscara desen- amenazadoras. Testimonio vital, tratado
pantocrátor que empezara a despertar. mascarada. La mujer, sea como fuere, estético, ensayo narrativo, En la ciudad de
En él se concentran todos los principios: queda petrificada por la mirada mascu- Sylvia podría terminar con las palabras
el del humanismo, el del romanticismo y lina, y por lo tanto desaparece: no, ella no de otro paseo, el de Robert Walser: "Me
el de la modernidad. Por eso Estrasburgo es Sylvia, ni Beatrice, ni Laure. No puede había levantado para irme a casa, porque
se convierte en una ciudad sin tiempo, ser otra cosa que un monstruo creado por ya era tarde, y todo estaba oscuro". •
de la misma manera que, en sus calles, la imaginación del voyeur, por su delirio.
conviven el silencio de otra época y la La inmovilidad siniestra de las chicas del
confusión sentimental contemporánea. bar. El rostro deforme de otra mujer en la
El héroe de Guerín, pues de héroe se parada del tranvía. Sylvia también es eso.
trata al fin y al cabo, transita el espacio y Y la mirada del voyeur, que ya no puede
el tiempo aglutinando la historia de una ser voyeur, sino sólo creador de sombras,
cultura que se precipita hacia su fin. deviene una mirada glacial. Todo se con-
gela ante su presencia.
Todas las
imágenes
Sobre el libro en blanco caben todas las historias, todas las imágenes.
Caben también todos los rostros, todos los gestos, todas las mujeres que
busca José Luis Guerín en la ciudad de Sylvia... al encuentro de "la única
imagen". Por ese itinerario, una suerte de ruta de trabajo, nos conduce el
cineasta a través de las siguientes páginas, que ha elaborado especialmente
para Cahiers du cinéma. España. Compuesto de fotos, dibujos, apuntes,
fotogramas, rótulos... este "Itinerario", necesariamente creativo, perfila un
emocionante mapa del imaginario y la mitología que recorre la búsqueda
de En la ciudad de Sylvia. El palimpsesto resultante es un documento tan
hermoso como revelador sobre la investigación y la mirada creativa de uno
de los cineastas más importantes del cine español contemporáneo.
Como antesala a En la ciudad de Sylvia, Guerín elaboró con fotos de su viaje una
obra insólita y desconocida, que podrá verse en el próximo Festival de Gijón
UNAS FOTOS EN LA CIUDAD DE SYLVIA
Soledad de una película. De una película que nos acerca a la imágenes en la memoria y dos pruebas materiales (una caja de
soledad de un libro, a las letras impresas en una página blanca cerillas, un posavasos). Un hombre visita una ciudad extran-
o manuscritas en un cuaderno. Pocas veces el cine comparte jera. Allí conoció a una mujer veintidós años atrás. Mientras
una intimidad semejante: soledad del viajero, del paseante, del recorre la ciudad de nuevo, imagina qué rostro tendrá hoy
espectador, del cineasta. Soledad radical del proceso con que aquella muchacha. Una doble historia que une sus polos:
Guerín compone su película: durante tres años, con una pequeña la de un cineasta que prepara el proyecto de una película y la
cámara de vídeo digital y la única colaboración de su montadora, de un recuerdo. O la de un recuerdo proyectado a través de
sin esperar a que ninguna productora ni cadena de televisión le la voz (callada) visible en los textos que comentan las imáge-
conceda un visado para rodar. Ni siquiera con la expectativa de nes (congeladas) en las que vibra el instante que, pese a todos
que de ahí -de esos apuntes que graba durante sus viajes por dis- los empeños, no se detendrá. El vértigo, la jetée.
tintas ciudades- salga una película. Unas fotos que envía como ¿Qué clase de investigación persigue ese hombre? Al princi-
si fueran tarjetas postales: noticias de sus viajes. pio, se trata de unas notas filmadas para su próxima película (no
Soledad, también, de la forma de una escritura (y una inter- olvidamos al Godard de Scénario du film Passion: es preciso ver
pretación solista) que Guerín inventa de manera intuitiva: antes de hacer ver). Sabemos que es cineasta y que así piensa
fotos en blanco y negro, en silencio, con frases intercaladas (observa y forma) el mundo: en el ángulo con que retrata a una
sobre las imágenes y sobre la pantalla en negro. Y soledad, mujer, en la distancia con que contempla a otra, en el ritmo que
cómo no, de la historia, muy misteriosa: el relato de un cineasta se crea al juntar dos imágenes (asiéndolas) y en la pausa que las
que desea recobrar (mediante evocaciones, hipótesis, adivina- retiene para ver el tiempo que se fuga entre ellas (liberándolas).
ciones) un recuerdo de juventud del que tan sólo posee leves Y, entonces, basta un gesto, muy al principio, para que perciba-
mos que -en vez de unas notas, de un anteproyecto- se forma genes) que no tuviera el cine antes de empezar su historia, pero
una verdadera película. Tan sólo basta (el gesto es godardiano) que nadie hasta hoy había imaginado. La situación de Guerín
una caja de cerillas (la imagen de unos aviadores, casi un plano muestra el despliegue del oficio para un cineasta contemporá-
de Hawks) a la que se encadena la foto de unas nubes. ¿Quién neo: un largometraje rodado con una productora, una instala-
creyó que la belleza, en el cine, costaba mucho dinero? ción en Venecia, un film en vídeo doméstico. En Unas fotos..., es
Esta película no podía ser "como las otras". Sus imágenes uno de los primeros en explorar y sacar verdadero partido de
vienen a la memoria como si fueran un poema; sus reflexiones las herramientas digitales, y con la voz -casi un monólogo- que
(Guerín recuerda que las palabras escritas son también imá- puntúa por escrito las imágenes, descubre una forma exacta de
genes) se encadenan como ensayos visuales sobre el curso del filmar en primera persona sus búsquedas, deseos, recuerdos o
propio film y su carácter enigmático; los retratos de mujeres preocupaciones de cineasta, mediante asociaciones "justas y
dibujan pronto un autorretrato (el tiempo se enhebra entre el lejanas" entre las impresiones captadas al vuelo. Una técnica
cineasta y las modelos); el relato autobiográfico (poco importa muy distinta -mucho más misteriosa y bella- a la de En la ciu-
si es o no ficticio) se espeja en documentos e indagaciones dad de Sylvia, que rueda con un guión preciso, una puesta en
sobre Dante, Goethe o Petrarca, sobre los ojos y el rostro del escena coreografiada, actores y un equipo de rodaje. Y, si tal
artista ante la figura deseada del amor. como ha escrito Miguel Marías1, Unas fotos... reinventa el cine
Un film de viajero (de alguien que está siempre "entre" lugares, con medios digitales, en parte es porque recuerda que el cine
entre imágenes) a la búsqueda de los signos que evocan los ros- nació siendo muy fuerte, y que nada disipó la fuerza inquebran-
tros ausentes o sin imagen: Sylvia, Beatriz, Laura, Juana de Arco, table y asombrosa que liga el mundo a una imagen.
o la mujer vislumbrada una vez en una estación de metro (según Existe una gran generosidad en esta clase de invenciones
el cuento inédito Una visión, de Miguel Marías). Una auténtica formales (de impulsos de juventud, de revoluciones estéticas),
ars poética en la que el cineasta ensaya y enseña (en imágenes) aunque después casi siempre se desperdicien. Ningún noti-
el arte de fijar un rostro: la frágil naturaleza del rostro que, al ciario ha recogido el testigo de Vertov y, tras noventa años de
ser capturado en una imagen, expresa toda su fugacidad y eva- imitar a Griffith, ya va siendo hora de partir de las Histoire(s)
nescencia. La pérdida del cuerpo, el tiempo que se fuga, el gesto du cinéma. Unas fotos... debería ser una de las películas más
poético. Tales son las pequeñas pulsaciones que sintió Dante tras sugerentes y estimulantes para los jóvenes cineastas. Contiene
su primer encuentro con Beatriz: "el espíritu de la vida, que reside algo reservado a contados filmes. Una fuerza estable que la con-
en la secretísima cámara del corazón, empezó a temblar". vierte en un punto cardinal cuando pensamos de nuevo en el
Sorprende que Unas fotos... muestre con tanta simplicidad -y cine: en sus posibilidades, en sus aventuras, en sus riesgos, en
con una naturaleza tan lúdica y ligera- posibilidades que el cine sus destinos. Un faro, o la luz que arroja a las olas. •
no ha explorado y que, sin embargo, vistas aquí resultan natu-
rales y fáciles de hallar. Es una película que no posee nada (ni (1) "Something Really New: Starting Over", en www.fipresci.org, Trad. española:
color, ni sonido, ni siquiera la ilusión del movimiento de las imá- Heterodocsias. Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, 2006.
PABELLÓN ESPAÑOL EN LA BIENAL DE VENECIA
Intuición de deseo
PILAR RIBAL
Mediante un montaje-secuencial
de 24 fotografías sobre un panel,
José Luis Guerín prolonga su búsqueda
creativa con una instalación
en la Bienal de Venecia, titulada
las mujeres que no conocemos
"La vida quizá es una larga calle por la Lo anuncia el cartel de entrada a esa creador que, a pesar de rozar la plástica,
que pasa cada día una mujer... quizá es especie de "antesala" romántica oscura sigue mostrándose como un realizador,
ese cigarrillo que se enciende en la pausa que nos aguarda: es "un film en 24 cua- un "escultor del tiempo" cuyo trabajo
entre dos abrazos o esa mirada absorta dros" sobre esas "mujeres que no cono- posee claves estéticas, artísticas y litera-
del transeúnte que se quita el sombrero y cemos" lo que nos ofrece la fetichista rias de una ambigüedad que tal vez acen-
saluda: ¡"buenos días"! con una sonrisa mirada del cineasta en las secuencias que túe su puesta en escena en Venecia.
insignificante". FORUGH FARROJZAD se encadenan sincopando una narración Pues esta vez, y quizás como un
que desvela el film. En el contexto de la "guiño" a la hermosa ciudad de los cana-
progresiva disolución de los ámbitos con- les, el director de cine ha "depositado"
ceptuales de los lenguajes artísticos, esta las escenas que nos conducen por su anó-
Como un deambular por ese tiempo presentación de fotografías adosadas a un nima ciudad como si lo hiciera en un sin-
dilatado y fugaz en que la memoria muro y algunos de sus recursos expresi- gular gabinete de retratos renacentista.
hace suyas las intuiciones del presente. vos (como el uso del fragmento o el rol El pasillo oscuro sustituye a la estancia
Captando huellas de luz en el silencioso activador de sentido que es la mirada), luminosa, y la silueta, huidiza, de Elena
discurrir de las imágenes. Fotograma a son los propios de un artista plástico. es la misma belleza metafórica de aque-
fotograma. Desgranando la inmediatez Pero a nosotros, José Luis Guerín nos lla Marietta-Venus que nos miraba de
misteriosa de lo visible en sus fragmen- ha parecido un narrador atrapado en un frente sobre la espuma del mar. La pan-
tos. De este modo "realizó" el cineasta espacio incierto entre el Renacimiento y talla se ha comprimido en un cuadro. La
José Luis Guerín su montaje, su instala- la posmodernidad, o en ese espacio limí- cámara es el pincel. Quizá porque, como
ción del Pabellón de España en el con- trofe entre la realidad y la ficción que es dijera Picasso, para que todo cambie,
texto de la Bienal de Venecia. también el de la vida y la literatura. Un todo ha de seguir siendo igual. •
Imágenes de las diez cartas-vídeo
que integran la correspondencia
mantenida, hasta la fecha, entre
Víctor Erice y Abbas Kiarostami:
1. El jardín del pintor. Erice
2. Mashad. Kiarostami
3. Arroyo de la luz. Erice
4. The Quince. Kiarostami
5. José. Erice
6. Rain. Kiarostami
7. Sea-Mail. Erice
8. A la deriva. Erice
9. Mapa del tesoro. Kiarostami
10. Escrito en el agua. Erice
Alumbramiento
Víctor Erice y Abbas Kiarostami han grabado ya, se han enviado el uno al otro y han
expuesto públicamente diez cartas-vídeo. Las últimas cinco verán la luz tras la inaugura-
ción en París, el próximo 19 de septiembre, de la tercera versión de la exposición Corres-
pondencias, iniciada en el CCCB de Barcelona en febrero de 2006. El intercambio comenzó
como tal en abril de 2005, pero los dos cineastas han expresado su propósito de prolongar
este diálogo epistolar hasta 2010, cuando ambos cumplirán setenta años.
Un prólogo que oficia como semilla de la experiencia (la carta n° 1, de Víctor Erice), dos
misivas fundacionales y bellísimas, situadas en la frontera misma de la abstracción (la 2 y
la 6, ambas de Kiarostami), inspiradoras de sendos itinerarios que podrían considerarse
como el "ciclo de la tierra" (2, 3,4 y 5) y el "ciclo del agua" (6, 7, 8 y 9), cerrado este último
por una pieza de Erice (10) que funciona como cierre provisional, integran hasta ahora un
work-in-progres íntimo y público al mismo tiempo, abierto a las sugerencias mutuas que
las cartas generan en uno y en otro y a las ideas que fraguan cuando se encuentran.
El formato, la naturaleza, el lenguaje, el modelo de diálogo entre creadores, el perfil
de la audiencia destinataria, el dispositivo y el ámbito de su contemplación, así como la
continuidad de la experiencia, son completamente nuevos y carecen de precedentes. Las
"videocartas" que intercambiaron Stephen Dwoskin y Robert Kramer en 1991 nunca fue-
ron pensadas para su exhibición, y sólo fueron mostradas en público seis años después
por el Festival de Turín. Erice y Kiarostami alumbran así, al trabajar en la frontera con
otras artes y otros espacios (la pintura, la música, la videoinstalación, los museos...) nuevos
caminos para el audiovisual contemporáneo. Y lo hacen poniendo en juego su convicción
de que, si la cámara se detiene a mirar el mundo con paciencia y con detenimiento, todavía
es posible un fructífero diálogo del arte consigo mismo sin que la mirada del artista renun-
cie a dialogar con la vida ni las imágenes con la realidad. Volveremos, también nosotros
detenidamente, sobre este diálogo cargado de futuro. CARLOS F. HEREDERO
Cartas a dos cineastas
ALAIN BERGALA
Querido Víctor:
Cuando comenzó la aventura de esta exposición,
yo no te conocía personalmente, aunque teníamos
amigos en común. Unos años antes hubo algo que me
impresionó, un texto que publicaste en un periódico
español después del suicidio de Alain Philippon, y
que empezaba más o menos por estas palabras: "Voy
a hablaros de alguien a quien no conocéis y que acaba
de morir". El hecho de que un cineasta se pusiera a
escribir en un periódico para hablar sobre la desapa-
rición de un crítico de cine de otro país me pareció,
en relación a los usos mediáticos, la prueba de una
total libertad para decidir soberanamente lo que es
Querido Abbas:
importante y lo que no lo es. En último término, es lo Toda esta historia comenzó una tarde en Barcelona,
mismo que hacer una larga película de cine sobre un a donde yo había ido a dar unas clases en la
pintor que pinta durante meses un pequeño membri- Universidad Pompeu i Fabra. Jordi Bailó, al que
llo en su jardín. no conocía, me invitó a cenar. Al final de la cena,
Me acuerdo de tu desconcierto cuando por fin me habló de su deseo de montar una exposición
llegó (¡la habíamos esperado tanto tiempo!) la pri- sobre cine en el CCCB. Le respondí, sin pensarlo un
mera carta de Abbas en respuesta a la tuya. Tenías minuto, que aquí, en España, había que hacer dialo-
la sensación de que, precisamente, no respondía a tu gar a Víctor Erice y a Abbas Kiarostami, cuyos cami-
carta. Y es verdad que la carta "de la vaca", incluso nos siempre había considerado que eran paralelos.
si formalmente te estaba destinada, era antes que Era una de esas ideas que surgen en el calor de la con-
nada un soberbio objeto plástico, más museístico versación y que, generalmente, no se recuerdan al día
que epistolar. Forzando un poco las cosas, traté de siguiente. Pero eso era sin contar con la tenacidad de
tranquilizarte. Finalmente, hoy está claro que mis Jordi Balló y su capacidad de reaccionar a la primera
argumentos no eran tan aparentes. A lo largo de los para hacer que una idea que le parece justa se haga
meses, esta idea se convirtió en realidad y, más que realidad. Para empezar, era necesario asegurarse de
en un juego, en una forma de encontrarse a distancia si los dos principales interesados estarían dispuestos
dos tímidos, una amistad "de lejos". Me gusta espe- a participar en esta aventura. Él tenía que hablar con
cialmente la idea de que esta correspondencia fun- Víctor, al que conocía bien, y yo tenía que contactar
contigo. Confieso que el día que te hablé por primera
vez de este proyecto de exposición con Víctor Erice
tenía miedo de que no hubieras visto sus películas.
A mi inquietud respondiste con una frase definitiva:
"El día en que haga una película tan bella como El sol
del membrillo podré dejar de hacer películas".
Otra ocasión memorable fue el día que quedamos
en Londres con Jordi Balló y Carlotta Broggi para ver
tu exposición. Ellos venían de Barcelona con la pri-
mera carta-vídeo de Víctor y estaban muy orgullo-
sos de enseñártela, pero pensamos que no tendrías
tiempo de verla con nosotros porque, como siempre,
estabas muy solicitado. Te pedí una cita para que
ciona, como toda comunicación verdadera entre dos pudieras quedar tranquilamente con Jordi y Carlotta
personas, con desfases, malentendidos, remordimien- a los que aún no conocías. Nos diste una dirección
tos y reanudaciones, momentos en que se comunica enigmática y una cita a las 18 horas. Allí, sorpresa: nos
y momentos en que la relación es más opaca o intui- encontrábamos en pleno corazón de Londres en un
tiva, fases de alejamiento y fases de acercamiento. En suntuoso apartamento que era una auténtica biblio-
esto hay algo que pone del revés todas las ideas falsas teca iraní que conservaba libros centenarios. Podía
y perezosas sobre la naturaleza misma de un autén- creerse que estábamos en el corazón de Chiraz.
tico intercambio, y es gracias a la duración: un tiempo Sacamos tímidamente nuestro DVD para dártelo,
lo suficientemente largo como para que el trabajo pensando que lo verías más tarde y en otro lugar.
inconsciente se haya podido hacer entre dos personas Dijiste unas palabras al dueño de la casa. Él pulsó
y dos creadores. un mando a distancia, y los lomos de cuero de unos
El día que nos encontramos en Madrid para la libros falsos se separaron como en una película de
inauguración de la exposición en La Casa Encendida, espionaje, dando paso a una bonita pantalla plana.
me reuní con vosotros, Abbas y tú, en el salón de un Con una gran concentración viste la carta de Víctor
hotel donde ya estabais conversando. Teníais delante mientras observábamos discretamente tus reac-
dos botellas y dos corchos. Acababais de concebir ciones. Primera sorpresa agradable para ti: la carta
una idea para vuestras próximas cartas: tú lanzarías estaba subtitulada en iraní. La película te emocionó
al mar una botella con una carta destinada a Abbas visiblemente, pero también te inquietó un poco.
en su interior. Él la recibiría y te respondería de la En efecto, esta primera carta inevitablemente daba
misma manera. Así pues, habíais ido a comprar dos el tono de lo que iba a ser esta correspondencia, y
botellas idénticas y dos corchos a una tienda madri- Víctor había realizado un trabajo minuciosamente
leña que debías conocer. Me imaginé a Abbas yendo acabado, como una "verdadera" película, cuidadosa-
por todas partes hasta su vuelta a Irán con esta bote- mente montada y mezclada. Nada que ver con una
lla vacía en su equipaje. Ese día, en el que os vi en la carta rodada al vuelo con una pequeña cámara ligera
mayor connivencia, anun- y entregada tal cual, como un boceto. Una hora des-
ciasteis que habíais tomado pués, habían llegado todos los invitados de lo que en
la firme resolución de con- realidad era una fiesta privada en tu honor y tomaban
tinuar esta corresponden- el aperitivo en el salón. Tomaste la palabra: "Os voy
cia hasta vuestros comunes a enseñar una carta que acaba de enviarme un amigo
setenta años, ya que ambos cineasta español". Todo el mundo se acercó y viste
nacisteis la misma semana la película por segunda vez, me pareció que aún con
del mismo año. Por la tarde, mayor emoción que la primera. Para nosotros estaba
la mesa redonda coincidía claro que el asunto estaba ganado: este intercambio
con el inicio de la semifi- de cartas había empezado bien. A una invitada que no
nal del mundial de fútbol sabía nada de Víctor Erice, le respondiste que era un
(que Abbas tenía muchas gran cineasta español de tu misma edad, pero que él
ganas de ver) y yo temía había conservado la cabellera abundante y vivaz de su
que, en una ciudad pendiente del acontecimiento, a la juventud, lo que te daba un poco de envidia.
hora del partido la sala se quedara vacía a causa de la
Lo que más me ha sorprendido a lo largo de estos
retransmisión. En el momento fatídico miré el reloj,
tres años es hasta qué punto la correspondencia
pero nadie se fue.
era el mejor tipo de relación entre vosotros dos. En
Para esta mesa redonda retomamos el dispositivo último término, os habéis cruzado muy pocas veces,
utilizado en Barcelona, que tanto parece conveniros a sólo para las inauguraciones de la exposición, en
uno y a otro, el diálogo indirecto. Esto permite que no
os habléis nunca directamente y dialogar de manera
más suave y protegida al pasar por un tercero, papel
que yo desempeño, entre vosotros dos. En algún lado
Abbas dice que lo que le gusta de los diálogos en
coche es que uno es libre de hablar sin mirar direc-
tamente al otro, sólo de cuando en cuando, sin que el
otro lo sepa.
Al término provisional de esta aventura (un
museo australiano desea presentar también la expo-
sición), he encontrado una frase que pronunciaste
hace varios años: "A menudo he tenido la tentación
de derivar hacia una estructuración cinematográfica
fragmentaria, el diario íntimo, el ensayo, la reflexión, Barcelona y después en Madrid. Y no creo que os
quizá con una sombra de ficción". Finalmente, esta hayáis comunicado mucho directamente, sin pasar
exposición habrá supuesto para ti la ocasión de ir en por Jordi, Sylvie Pras o por mí. Las condiciones pro-
esa dirección que presentías, pero que necesitaba, puestas se han revelado ideales para vosotros dos,
como todo, que las condiciones se prestasen a ello. vuestra compartida fobia a las falsas fraternidades
Los tres años de gestación de esta exposición han ruidosas, obligatorias y ostentosas del mundo del
sido para ti años de constante creación, liberándote cine. Este intercambio epistolar a distancia preser-
en cierto modo de tu angustia por emprender (en vaba la timidez de Víctor y la tuya al tejer paciente-
todos los sentidos del término) un nuevo largome- mente una discreta "amistad en la distancia".
traje. Recuerdo una velada en el Beaubourg, organi- Pero cuando más me sorprendiste fue en nues-
zada por la revista Trafic, en la que me sublevé contra tro breve encuentro durante el pasado Festival de
una especie de resignación admirativa de los parti- Cannes. Llevábamos dos meses esperando tu última
cipantes ante el hecho de que no hicieras más que carta filmada para el Centro Pompidou. Sabía que
una película cada diez años. Este proyecto de expo- estabas preparando la película que vas a rodar con
sición (en el que partías con una desventaja evidente Juliette Binoche y que, como siempre, había pro-
en relación a Abbas, que ya había expuesto fotos e blemas de fechas que te preocupaban. En nuestros
instalaciones) en cierto modo te ha "obligado" a pro- últimos intercambios no me había atrevido a pregun-
ducir obras nuevas y te ha dado la libertad de enca- tarte cómo ibas con esa carta, que empezábamos a
minarte hacia otras formas y otros formatos, en el tener pocas esperanzas de recibir, sobre todo Víctor.
mencionado sentido de lo fragmentario, del ensayo, Pensaba que no era el momento de agobiarte con eso.
del diario íntimo. Esta misma mañana he recibido un Una tarde me dejaste un mensaje en mi móvil para
mail tuyo en el que me hablas del estado avanzado de quedar en tu hotel a la mañana siguiente. Y allí, con
un proyecto que no estará en la exposición pero que tu elegancia habitual, me diste dos DVDs diciéndome
evidentemente es, respecto al desarrollo de tu crea- de la manera más sobria: "He aquí mis dos últimas
ción, su prolongación: una serie titulada "Memoria cartas para la exposición".
y sueño", de la que ya has realizado dos piezas. Esta
Espero que todo vaya bien con tu nueva película.
exposición tendrá, pues, efectos sobre tu futuro tra-
Me alegro de que vuelvas al largometraje de ficción,
bajo; no nos hubiéramos atrevido a esperar tanto al
incluso si la libertad que te da la pequeña cámara DV
inicio del proyecto.
se ha vuelto tan esencial para ti y te hace feliz en tu
Te volveré a ver con gran placer en septiembre, en trabajo de cineasta, tal y como me confiaste un día.
París, para continuar este diálogo durante el cual he Te escribo desde la Toscana y me sorprende ver hasta
aprendido a conocerte mejor, incluso si sigues siendo qué punto este paisaje en el que vas a rodar se parece
tan discreto, una reserva que compartes con Abbas. al de El viento nos llevará...
Inventario y
• r
premonición
ASIER ARANZUBIA COB
Un gran fuego
cortado por la mitad
Los testigos, de André Techiné
E
s una hoguera. Un gran fuego, un joven recién llegado de provincias
cortado por la mitad. Como una (Johan Libéreau) que viene a instalarse
imagen resplandeciente, pero en casa de su hermana (Julie Depardieu).
desgarrada por el centro y con media El médico es amigo de la mujer. La mujer
parte en negativo. La película, dividida es escritora. El joven es seducido por el
en dos partes ("Los días hermosos" y médico. La joven es cantante. Vive en
"La guerra") reivindica esta partición, una casa de citas... La descripción de los
esta ruptura. Esta oposición. Entre las personajes asemeja figuras del Cluedo o
dos, se produce la irrupción incom- protagonistas de una novela de Agatha
prensible, violenta, como una pesadi- Christie; todos los lugares (el pabellón,
lla, del sida. André Téchiné ha sufrido el hospital, la casa junto al mar, el cam-
su deflagración. ¿Testigos? ¿Quién es, o pamento de vacaciones a las afueras
ha sido, "testigo", con todo lo que esa de la ciudad, la editorial, el prostíbulo)
palabra implica de distanciamiento de también poseen un código propio. El
un hecho? Quizás se trate, en efecto, de Amor, el Deseo, la Cultura, la Juventud,
ser testigos, pero como parte activa. La la Angustia, en mayúsculas. ¿"Novela",
película constituye un testimonio, simi- en el sentido reductor de la palabra? Sí.
lar al de los artistas: tal como Picasso Téchiné tiene en cuenta esos obstáculos,
fue testigo de Guernica, tal como su aspecto simplificador y sentimental,
Fautrier fue testigo de la tortura. Y al en el momento de enfrentarse al horror
mismo tiempo consiste en retomar la que se aproxima. Relata con rapidez,
expresión de Annette Wieviorka (en rueda a mayor velocidad, monta aún
La época del testigo) de "ser testigos de más rápido. Se lanza y se enloquece, los
un mundo desgastado", y aún más, de su intercambios y las bifurcaciones se mul-
desgaste, de su vaivén. tiplican y se transforman en ecos.
Éste es el reto cinematográfico de
André Téchiné, sin precedentes en su Calor y velocidad
obra (salvo, tal vez, aunque de manera No está solo. Julián Hirsch, de nuevo
muy diferente, la ambición historicista de tras la cámara, logra maravillas con
Recuerdos de nuestra Francia): encararse planos-astilla, quemados desde que
frontalmente con un suceso que ha mar- aparecen, que aumentan la luz y el
cado la época de manera decisiva. ¿Su calor en la pantalla. Martine Giordano,
respuesta de cineasta? La hoguera, pre- cómplice desde hace mucho tiempo, se
cisamente, y una manera muy particular contagia asimismo de la velocidad y nos
de alumbrarla y mantenerla. Por com- contagia a nosotros. Sin virtuosidad ni
pleto bajo el signo del exceso, pero de un malabarismos, con encadenamientos
exceso seco. Apenas iniciada, la película bruscos, una urgencia que no es, aún,
se ve invadida por personajes, historias, la del combate contra la muerte, contra
vínculos ficticios; constantemente se el dolor, contra la tristeza, contra la
entrecruzan las trayectorias de los prota- estupidez y la vergüenza. Es la posi-
gonistas. Hay un médico (Michel Blanc), bilidad de eliminar toda pesadez sen-
un policía (Sami Bouajila), su mujer que timental, todo riesgo de metáfora, así
acaba de dar a luz (Emmanuelle Béart), como de explotar la reconstrucción
Techiné obtiene de sus actores milagros de precisión, infinitas armonías
de época (nos encontramos, por fuerza, Vemos a Johan Libéreau, descubierto Ella espera, trabaja, canta, intenta com-
a principios de 1984, justo antes de la hace dieciocho meses en Douches Froides prender, deja vivir y se enfrenta a la
declaración pública de la enfermedad) y (Antony Cordier, 2005), enfrentado al muerte como puede. Se trata de su perso-
de imponer su derecho a relatar, en este complejo desafío de retomar un perso- naje, la hermana del joven. Y también se
momento, una historia. ¿Este momento? naje recurrente en el cine de Téchiné, trata de ella, Julie Depardieu, que puede
1984 y 2007. Por supuesto. Sin retrospec- el joven homosexual que llega a París. que sea, simplemente, la mejor intérprete
tiva, libre de polvo y paja. El presente y Juntos, Téchiné y Libéreau se enfrentan de su generación. Lo sabíamos también,
sólo el presente. al obstáculo a contrapié, encuadre/des- lo adivinábamos con frecuencia en todas
André Téchiné no está solo. Obtiene de encuadre, como buen hijo de la región de esas películas que no le hacen justicia,
sus actores milagros de precisión, infini- los jugadores de rugby que es Téchiné: que la dejan de lado. Ya es hora de que
tas armonías. Debe decirse también que encuadrado, ruedo el plano de frente, la veamos bien, en la pantalla, en el lugar
los actores se lo ofrecen. No se sabe cómo sin trucos ni debilidad, y dejo que se me que le corresponde.
ocurre, pero se ve. Vemos a Michel Blanc. acerque/desencuadrado, lo ruedo a toda Estamos aquí, por lo tanto, dentro de
Es enorme. Quiero decir físicamente velocidad, lo dejo en posición de tenerlo ese intenso crepitar de emociones, de
grande. La altura de un actor en pantalla enteramente asumido. pulsiones y de hipótesis de vida que no
depende de la mirada de quien lo filme: plantea problemas al cine a la hora de
nunca nadie había filmado así a Michel Aventura exigente presentar con extrema simplicidad, a la
Blanc, ni siquiera él mismo. Michel Blanc Ardua tarea enumerar a todos los intér- manera televisiva, la información fatal.
bajando las escaleras de un teatro nos pretes. La sorprendente pareja formada André Téchiné trata la aparición del sida,
recuerda a Jean- Claude Brialy bajando las por Béart y Bouajila, complicación sin que va a matar a tantas personas, que va
escaleras de otro teatro, en Les Innocents sentido de presupuestos novelescos con a herir y conmocionar tantas vidas, que
(Téchiné, 1987), hace ya veinte años; sin los que otros que no fueran Téchiné va a extender su negra sombra sobre la
duda el último papel decente que inter- habrían rodado media docena de pelícu- existencia de todos, refrenar los deseos
pretó este actor. Nos trae a la memoria a las (Roschdy Zem acaba de hacer una, la de todos, despertar los moralismos más
Philíppe Noiret, inmenso dentro de En la amable Mauvaise foí), es defendida por los oscuros, como si fuera un combustible
boca, no, ésa también la única interpreta- dos actores con esa valentía un poco tenaz añadido a su gran película-fuego. Un
ción digna de mención en estos últimos de los corredores de medio fondo, artis- combustible tóxico, que cambia inme-
quince años. Quizás, tras la proyección, tas-atletas capaces de sufrir sin protestar diatamente el color, que propaga humos
podamos lamentarnos; durante la pelí- desde el momento en que se han compro- agrios e inquietantes. Es la guerra, como
cula, no hay tiempo. Bien sea como ena- metido en una aventura tan exigente. indica un intertítulo, y lo cambia todo:
morado, desgraciado, valiente o medio los ritmos, los espacios, la iluminación,
Imposible, por otra parte, no hacer
loco, el Dr. Blanc está increíble. las palabras.
algún comentario sobre Julie Depardieu.
El contagio, que es literalmente el tema
de Los testigos, es evidentemente una CARLOS REVIRIEGO
cuestión que, desde hace mucho tiempo,
subyace al cine de André Téchiné en
Autocracia creativa
otros aspectos: circulación subterránea
de angustias, inquietudes y pulsiones
que afectan en secreto a los personajes,
discurren entre ellos, minan los vínculos
de amor y de amistad. Que, si deseamos Caótica Ana, de Julio Medem
introducir la metáfora, destruye las barre-
ras inmunitarias de la ficción, del afecto y
del vínculo social. Para Téchiné, el conta- "El que ha osado volar como los pájaros, cula desde los ojos de su nueva Ana, nos
gio nunca ha sido una cuestión de moral, una cosa debe aprender: a caer". RILKE emplaza a ocupar su desconcierto. Ana
es difícil encontrar en su cine las ratas de lleva muchas vidas dentro, nos dicen,
Nosferatu. El contagio es un asunto de mitos ancestrales. Palpita en ella, incluso,
vida y muerte, o para expresarlo mejor:
Crazy Tracy
Hairspray, de Adam Shankman
S
e dice que con el Rock Around The
Clock de Bill Haley murió el Tin
Pan Alley, concepto que ilustra la
prehistoria de la industria musical norte-
americana, una época dominada por los
compositores y las editoras musicales que
vendían las partituras a los intérpretes,
los amateurs y, sobre todo, los profesiona-
les que las podían popularizar. Músicas
de repertorio. Siempre he pensado que
hay algo de Tin Pan Alley en el cine de
Hollywood. Lo que siempre fue evidente
en el musical clásico que reciclaba una y El film de Shankman es una adaptación del
otra vez los standards de Irving Berlín, Hairspray de Broadway, versión a su vez del
film de culto de John Waters.
Cole Porter y demás. Un territorio abo-
nado a la nostalgia que hoy ya no puede
echar mano de los clásicos de principios tálgico que busca anclar su película en un capaces de sintetizar el conflicto dramá-
del siglo XX (¡menos mal!) y que recurre a espacio intemporal de la cultura ameri- tico al plantearlo como un enfrentamiento
la música y el look de esa Arcadia que, para cana, su Hairspray ha ganado muchos entre música blanca (rockabilly, du-dua) y
varias generaciones, fue la América de números musicales y perdido ironía, al música negra (soul), incluso con propues-
finales de los cincuenta y principios de los tiempo que demuestra igualmente cómo tas híbridas intermedias (el típico sonido
sesenta, algo que en el cine se puede cons- la trasgresión puede ser reciclada en un de los grupos vocales femeninos) y cuyo
tatar al menos desde American Graffiti. inane producto de masas. Véase el per- resultado final podría resumir el neolo-
Más allá de su condición de remake, no sonaje de John Travolta, que en el ori- gismo que acuña Tracy: Afro-tastic! Desde
hay nada en Hairspray que no hayamos ginal de Waters había sido interpretado esta perspectiva, Hairspray es una fiesta.
visto con anterioridad en otras películas: por su actor fetiche, Divine, un travestí. Lastima que detrás no tenga a un director
un repertorio de temas y referentes (de En esta nueva versión Travolta se limita a en lugar de un coreógrafo. Quizá con un
Orease a High School Musical, pasando "interpretar-a-un-travesti-interpretando- Baz Luhrmann... •
por Granujas a todo ritmo) retomados a-una-mujer", de tal modo que acaba por
para el consumo de nuevos públicos por estar más cerca del Dr. Doolittle de Eddie
un director que interpreta con indudable Murphy que de Divine, quien con los años
corrección la partitura. ha terminado por convertirse en un icono
Como es notorio, el Hairspray que ha aceptado umversalmente.
llevado a la pantalla Adam Shankman
en 2007 es una adaptación del musi- Un cuento de hadas
cal Hairspray estrenado en Broadway Lo mismo podría decirse de la cáustica
en 2002, versión a su vez de Hairspray, fábula sobre integración racial que nos
un pequeño film de culto escrito y diri- proponía Waters y que Shankman parece
gido por John Waters en 1988. Un reci- creerse a pies juntillas. Nada puede entur-
claje continuo que ilustra lo poco que biar el final feliz de un cuento de hadas, y la
pueden cambiar las cosas en veinte años. Tracy Turnblad de Shankman puede sol-
Si Waters volvía la vista atrás un cuarto ventar todos los problemas raciales de una
de siglo, ahora Shankman nos retrotrae ciudad como Baltimore por sí sola y con la
casi cincuenta años para narrar la misma única ayuda de la música. Si visualmente
historia de autosuperación y lucha contra la propuesta hace aguas (se echa de menos
las desigualdades raciales. Broadway algo de la locura que parece sobrarle a su
mediante y con algún que otro guiño nos- personaje protagonista), las canciones son
JOSÉ MANUEL LÓPEZ FERNANDEZ
U
no: El caso Bourne (Doug Liman,
un pasado recuperado mientras deja en hacia la luz del exterior, hacia esa vida
2002) comenzaba con la imagen
penumbra los pasajes más oscuros. que le fue arrebatada y que espera recu-
de gran carga referencial de Jason
perar algún día. •
Bourne flotando en el mediterráneo: un
cuerpo acribillado, una mente quebrada, Dos: En los últimos años una serie de
un pasado diluido. Cinco años después, thrillers negros y crepusculares se han
El ultimátum de Bourne termina con una interesado por un cine del cuerpo y los
imagen-espejo de aquélla pero, aunque límites y potencialidades de éste; un cine
el cuerpo que flota en las sucias aguas adulto que se aleja de la banalidad del
del East River neoyorquino es el mismo, blockbuster sin renunciar a la holgura de
su nombre ya no lo es. Bourne ha logrado los grandes presupuestos. Este thriller
aclarar la turbiedad de su pasado y recu- contemporáneo, de marcada vocación
perar su antiguo nombre: David Webb. realista, se encarna en unos personajes
El tránsito entre ambas imágenes es el castigados e individualistas que, como
mismo que media entre la amnesia y los del western y el noir clásicos, tratan
la anamnesis, entre el olvido y la remi- de cerrar las puertas de un pasado del
niscencia. Aquel espectro sin memoria que no dejan de brotar cadáveres. Si
surgido de las aguas iniciaba entonces buscamos un punto de eclosión podría-
una búsqueda identitaria de resonan- mos pensar en 2004, año en que coinci-
cias míticas a través de medio mundo, den Collateral (Michael Mann), El mito
pero ignoraba que el itinerario del viaje de Bourne (Paul Greengrass) y Spartan
estaba mucho más cerca, cartografiado (David Mamet); aunque sería necesario
en su propio cuerpo. A pesar de ser la remontarse al impacto -amplificado con
SERGI SÁNCHEZ
U n flash-back instantáneo, el
tiempo convertido en flecha que
viaja, contenta y por fin, hacia los
orígenes. La historia del cine de anima-
ción en menos de un segundo, el que se
lúdica y/o irónica que acaricia sus raíces
mientras intenta arrancarlas. No hay
que esperar transgresión de las normas,
porque Ratatouille reivindica el regreso (o
la asunción) de la Historia y Los Simpson
tarda en reconocer los olvidados sabores regresa constantemente a sí misma siendo
de la infancia. Una infancia que, abru- fiel a su particular Constitución, pero lo
mada en su finitud, ha encontrado los cierto es que ambas (la segunda menos)
mediums que la transforman en eterni- hacen su puesta de largo con una modes-
dad, llámense Starewicz, Jones, Avery, tia irresistible, como si fueran niños que Ratatouílle, una preciosa lección de crítica
Hanna & Barbera, Disney, Lasseter, Oshii, presentan sus dibujos libres a un hipoté-
Rintaro o Miyazaki. Todos ellos han cons- tico maestro, el público, que no es más que ciones, las contiene y las mesura, no cae
truido un imaginario del origen, un Big- un aprendiz, un perpetuo aprendiz. en el error de John Lasseter en la rui-
Bang de la memoria del placer, un plato dosa Cars. La cumbre de la fábula es una
cocinado con los ingredientes de un arte Metafórico y literal reunión solidaria del universo roedor
que empezó, como no podía ser de otra En Ratatouille, Remy es una rata que que también admite una doble lectura:
manera, con un dinosaurio de nombre quiere ser rata. O una rata artista que la celebración de la familia Disney se ha
Gertie. ¿Las pinturas rupestres dibujadas quiere ser rata artista. "Cualquiera puede convertido en la celebración de la disfun-
en el muro del siglo XXI? ¿Dónde queda cocinar", dice su admirado genio fan- cionalidad del cine de John Waters, en la
el encanto de la animación, ahora que lo tasma. ¿Cualquiera puede dibujar, cual- camaradería monstruosa defendida por
digital ha asesinado a lo analógico? quiera puede ser artista? Aún resuena Tod Browning. Bird cierra su preciosa lec-
el escándalo de Documenta, con Ferrán ción de cine dando una lección de crítica:
Adrià rodeado de pintores y escultores, quizás no todos podamos ser un artista,
mostrando sus deconstrucciones nitroge- pero un artista puede aparecer en los rin-
nadas como si fueran paisajes abstractos. cones más insospechados, incluso en la
No es difícil adivinar a Brad Bird detrás despensa del cine de animación, comién-
de Remy: en la Disney se les ha colado una dose un trozo de gruyere en la oscuridad,
rata, un Ferran Adrià que quiere estable- y nuestra obligación moral es encender la
cer su reino particular en un reino al que luz, abrirle la puerta, reconocer su talento,
le cuesta admitir la diferencia. Y ahí está admirar la belleza de su dimensión poé-
Remy, cocinando a través de la voz de otro, tica, alabar su generosidad. Un aplauso y
Los Simpson, el veneno en dosis exacta la libertad de la modernidad escribiendo fundido a negro.
la letra y componiendo la música a través Otra metáfora: Springfield encerrado
Tanto Ratatouille como Los Simpson de la tradición, insegura pero entregada a en una campana de cristal. Una parte del
son, en este sentido, películas optimistas: la causa, con ganas de aprender. microcosmos creado por Matt Groening
encerradas en sus herméticos mundos Todo en Ratatouille es metafórico y, está condenada a darse de bruces contra
(una cocina, Springfield) proyectan la a la vez, maravillosamente literal: todo las limitaciones impuestas por el for-
felicidad de su ejecución en un festival remite a un mercado que exige estrellas mato largometraje; la otra parte, la fami-
de gestos, hiperrealistas o estilizados, que Michelin (o resultados en taquilla), que lia Simpson, escapa a Alaska pero vuelve,
señalan, con un dedo erguido y orgulloso, pone zancadillas (el villano Skinner) y que no le queda más remedio que volver. La
que no existen las artes menores. La ani- revela su artificio enseñando los hilos que repetición de la fórmula es directamente
mación ha sobrevivido a los tsunamis del mueven el mundo (el secreto está debajo proporcional a su eficacia. Homer pone
gusto. Los filmes de Brad Bird y David de un sombrero), pero París, la cocina y el en peligro su ecosistema, fruto de la des-
Silverman no desprecian en absoluto el restaurante huelen a cebolla recién cor- tilación de los usos y costumbres de la
ideario Disney, encarcelado en sus utopías tada; en fin, huelen a la textura, tierna y familia del americano medio, y, de paso,
familiares y sus poemas solidarios, pero sonriente, de la vida real. Bird esconde preocupa a las altas esferas del gobierno,
lo reformulan a partir de una conciencia la cabeza debajo del ala en las persecu- presidido por Arnold Schwarzenegger.
La agenda ecológica y política, cada vez
más relevante en las últimas tempora- ROBERTO CUETO
das de la serie, toma presencia en per-
juicio de la libre asociación de ideas de
La mafia y la política
los inicios de la escritura simpsoniana
y de la importancia de los personajes
secundarios, que los once guionistas
relegan a la categoría de "guest stars".
Quizá diez años de gestación han
sido demasiado tiempo para una pelí-
Election 2, de Johnnie To
cula a la que le falta un poco de espon-
taneidad, pero los hallazgos de la serie
M
ás que un auteur en el sentido cuencia: el orden se restablece gracias a
se conservan intactos: el veneno en su convencional del término, un nuevo régimen feudal. Al cerrarse con
dosis exacta, la que duele pero la que Johnnie To se ha convertido en la consolidación de una siniestra monar-
también produce empatia con la cruel- una especie de hombre-orquesta capaz de quía hereditaria, la cinta no sólo retoma
dad y la estupidez; la construcción de manejarse con soltura a la hora de reali- ese argumento cíclico tan habitual en
un imaginario perfecto y universal, sus- zar el mejor cine policíaco de Hong Kong. Shakespeare, sino que afirma una con-
pendido en el tiempo, que puede estar Una hiperactividad que convierte su obra tundente alegoría sobre el neoconserva-
en todas partes y en ninguna; la prác- en un prodigio de fluidez creativa donde durismo económico y social.
tica de un metalenguaje que nunca es los felices hallazgos parecen producto de
condescendiente, y que sabe erigirse en una rara e inexplicable espontaneidad Desarrollo de matices
centro dramático sin enseñar sus costu- antes que de una precisa reflexión autoral. Si, en cintas como Exíled, To se entrega
ras. Los Simpson se respeta a sí misma, Como aquellos cineastas de Hollywood gozoso a una gigantesca set piece donde el
y con ello también a sus espectadores, que tanto admiraba Manny Farber, To es guión cae hecho pedazos al primer tiroteo,
aunque estos no reciban nada a cambio un hombre de acción que demuestra el o en Tríangle consigue el ansiado sueño de
que no hayan visto en televisión, Los movimiento andando. Sus pasos pueden filmar únicamente un tercer acto, Election
Simpson impone su propia tradición y ser precavidos, frivolos, serios o lúdicos, 2 nos muestra a un cineasta más atento a
la reinventa, como Ratatouille, según pero resultan siempre seguros. la construcción sólida de sus personajes
sus propias reglas. •
Election 2 es, antes que una secuela, y al desarrollo de los matices de la trama.
una espléndida y lógica prolongación del La exuberancia visual está aquí conte-
original, una adición necesaria y esclare- nida, aunque nunca constreñida. El film
cedora. Es también un film más político saca provechoso partido al choque de sus
que policíaco. Partimos de que Lam Lok protagonistas: Louis Koo, emblema del
(Simon Yam), el héroe apacible que fue prototípico héroe cool de su cine, frente al
atraído al lado oscuro, se ha quitado la proteico Simon Yam, cómplice ya irrem-
máscara para desvelarse como un tirano plazable que (a diferencia de Anthony
aferrado a ese evanescente poder repre- Wong, Lam Suet u otros actores habitua-
sentado por un cetro milenario. Su nuevo les de To) ha alcanzado un sorprendente
adversario es un sibilino símbolo de los grado cero de ¡conicidad: su Lam Lok no
tiempos: Jimmy Lee (Louis Koo) no es un es el héroe monolítico que queda expli-
gángster fanfarrón y vocinglero, sino un cado por su físico, sino el hombre con-
hombre de negocios que aspira a hacer tradictorio que es parte integrante de los
pingües especulaciones inmobiliarias en dramáticos vaivenes de la Historia. •
la emergente China. Su duelo es también
el relato de un pasado (las tríadas que
surgieron como una sociedad subterránea
para resistir al colono británico) barrido
por un presente que ha invertido el orden
esperable: no es la gigantesca China la que
absorbe a la pequeña Hong Kong, sino
que es ésta la que inocula en aquella una
venenosa gangrena que, según sugiere el
film, acabará por desestabilizar su por-
venir económico. Si el primer Election
narraba cómo la sorprendente vocación
democrática de la mafia china quedaba
desbaratada por la violencia dictatorial,
Election 2 explica su inevitable conse-
Imanol Uribe ha querido sumarse con
esta película a la serie de adaptaciones
que, con mayor o menor fortuna, se han
hecho de los libros de Arturo Pérez-
Reverte a lo largo de los últimos años.
Aquí se trata de la novela del mismo El club de los suicidas (Roberto Santiago, 2007)
título que cuenta las peripecias de
cinco personajes, historia de (des)amor su posible rebeldía ("¿Para qué?", pen-
incluida, a la búsqueda de un barco hun- sarán Santiago y sus co-guionistas, Juan
dido, cuyo naufragio frente a la costa Vicente Pozuelo y Curro Royo). Una
sureste del país en el siglo XVIII parece película "de personajes", y probable-
estar envuelto de un halo de misterio. mente lo variopinto y/o esperpéntico de
Uribe, que también se ha encargado estos sea la mejor baza cómica del film,
del guión, ha optado por mantenerse que trata de aprovechar el que Fernando
casi todo el tiempo fiel al texto, aparte Tejero, su protagonista, se sienta muy
de cambiar el narrador de la historia y cómodo en un tipo de película (Días de
modificar pequeños detalles (añadiendo Aviso para navegantes: el tercer largo- fútbol, de David Serrano, El penalti más
algún matiz tan desagradable como metraje dirigido por Roberto Santiago largo del mundo, del propio Santiago, Va
innecesario). Es precisamente al final no es una adaptación de la obra homó- a ser que nadie es perfecto, de Joaquín
cuando decide separarse radicalmente nima de Robert Louis Stevenson. En ella Oristrell) que parece diseñada directa-
del original, y la verdad, no se sabe no encontramos ni las preocupaciones mente para él: comedias corales de situa-
muy bien por qué ha decidido sustituir éticas ni la ambigüedad moral entre el ción presuntamente naturalistas y con
el desenlace de Reverte por otro que, Bien y el Mal tan importantes dentro un puntito sentimental... Claro, que las
en último término, no deja de ser una de la obra de aquel al que los nativos fórmulas se agotan rápido, y el público
variante de una de las soluciones tipo samoanos bautizaron como "Tusitala". también, SANTIAGO RUBÍN DE CELIS
del cine negro. Tampoco resulta fácil Pero no por ello el libro del autor
encontrar una explicación al efecto de escocés deja de desempeñar un papel
cámara al hombro que domina la pri- importante dentro de la misma: sirve
mera mitad de la película, ya que resulta de espejo, resulta una ideal invitación
bastante gratuito: como si hubiera que al viaje, un trampolín (según la hermosa
desestabilizar la imagen mientras están fórmula de Julien Gracq), para el desa-
en tierra y, una vez que llegan al mar, el rrollo dramático del relato organizado
plano pudiera quedarse quieto. aquí por el cineasta. Olvidadas pues Las
El paso de la literatura al cine nunca nuevas noches árabes (lo más cercano a
ha sido sencillo y siempre conlleva una ellas es que algunos exteriores parecen
serie de problemas derivados de las haber sido rodados en Lavapiés), pense-
diferencias de medio y de recepción. mos más bien en una comedia negra, e
Uno de los efectos más frecuentes es incluso, por momentos, en una comedia
La situación: un pintor tratando de
la pérdida de matices. A veces no fun- romántica, que no trata sobre el suicidio
encontrar su camino artístico en una casa
ciona mal reducir todo al esquema de (eso dejémoselo a Drieu La Rochelle,
de campo, y su jardinero, hombre senci-
la acción, pero se corre el riesgo, sobre a Paul Celan o Émile Durkheim), sino
llo, entregado a la naturaleza, haciéndole
todo si la aventura es limitada, de que más bien sobre un grupo de personas
compañía. La escena: el pintor abandona
los personajes bordeen el cliché y de deseosas de él.
la casa para pintar al aire libre. Y el jardi-
que la película se vuelva plana y pre- El club de los suicidas es una comedia nero, al ver los trazos abstractos sobre el
visible. En La carta esférica consiguen "optimista y esperanzadora" sin demasia- lienzo, comenta lo absurdo de pintar lo
desenterrar piedras preciosas auténti- das pretensiones, que sigue a rajatabla que la realidad sugiere y no la realidad
cas, pero al contrario de lo que sucedía todos los mecanismos y todas las normas misma: árboles, luces, sombras en lugar
con aquel halcón negro, no hay materia propias del género, incluido su particu- de sus reflejos en la mirada del pintor.
alguna para soñar. NATALIA RUIZ lar happy-end, sin cuestionarse siquiera Una mala crítica a cualquier arte no
necesariamente realista y sin embargo, películas se recurre al docudrama como
un bonito resumen de la contradicción fórmula de recreación de la realidad. Y
de una película que practica justamente ambas se sitúan entre las obras menos
lo que denuncia. estimulantes, por meramente funciona-
Como el pintor atascado en un arte les, de su autor.
muerto, Conversaciones con mi jardi- La adopción del punto de vista de
nero viaja a la naturaleza con el ánimo Mariane Pearl en Un corazón invencible
de inspirarse en ella pero es incapaz, al permite a Winterbottom pasar de pun-
contrario que su protagonista, de soltar tillas por los complejos intereses políti-
sus ideas preconcebidas para dar el salto "Soy un personaje secundario en mi cos que contextualizan el caso. Ésta es
a lo real. Si el pintor peca por ensimis- propia historia", afirma el Tony Wilson una película que se decanta por buscar
mado, el problema de la película es el de ficción encarnado por Steve Coogan empatias a través del factor humano
miedo: pánico a mirar más allá del plan en 24 Hours Party People (Michael (la valentía de una esposa coraje que,
de rodaje. Miedo a poner en práctica lo Winterbottom, 2002), consciente del incluso embarazada, lucha por recupe-
que sugiere: el complicado ejercicio de plano que le corresponde en la Historia rar a su marido desaparecido en tierras
buscar lo simple. Incapaz de separar los como maestro de ceremonias de la escena extrañas), y a nivel político se limita a
ojos del guión, Jean Becker termina cons- musical de Manchester. Mariane Pearl esforzarse en no caer en ningún sim-
truyendo una naturaleza de metacrilato, tampoco es la principal protagonista en plismo o extremismo. El punto de vista
que no huele, que no se siente, que no la historia de su esposo, Daniel Pearl, de Mariane también podría responder a
vibra, que es de todo menos naturaleza. periodista norteamericano secuestrado una postura honesta: el film no preten-
La propuesta íntegra del relato queda y asesinado en Pakistán en 2002. Pero sí de mostrar ni explicar nada que no
reducida a escombros desde el momento el eje de Un corazón invencible, la pelí- viviera realmente la protagonista, aho-
en que el director construye una película cula de Winterbottom basada en el libro rrándose así peligrosas especulaciones
sobre la belleza de lo pequeño sin prestar que ella escribió relatando su viven- sobre el fuera de campo al que se ve
atención a los detalles, sin un sólo gesto cia de la desaparición y muerte de su condenado su marido secuestrado, que
con algo de verdad, sin rastro de algo de marido. Winterbottom se siente cómodo acaba convirtiéndose, él sin merecerlo,
amor por lo que quiere filmar. explorando formatos de ficción para en el verdadero secundario de su propia
La expresión máxima de este pavor relatar hechos verídicos. En 24 Hours historia. EULÀLIA IGLESIAS
A la izquierda, el lienzo
La pesadilla, fechado
en 1781. Debajo, un
retrato de su autor,
el pintor Henry Fuseli
(1741-1821), obra de
G. H. Harlow.
En la página de la
derecha, un plano
de La marquesa de O,
realizada por
Eric Rohmer en 1976,
cuya composición evoca
explícitamente la del
cuadro de Fuseli
Aparentemente, el cine se hace pintura en ese preciso momento, pero las resonancias
implícitas en el tránsito desvelan que el viaje es de ida y vuelta. La "puesta en escena" cine-
matográfica del lienzo propone una lectura personalísima de éste y genera, como resultado,
una imagen en cuyo fondo no sólo queda sumergido el texto de Kleist (ese misterioso guión
largo introducido por el escritor: "Al llegar, la dama se desplomó sin sentido. Allí —, tras hacer
su aparición las aterrorizadas doncellas, [el oficial] tomó las disposiciones necesarias para que
llamasen a un médico..."), sino también la pesadilla erótica y freudiana representada por el
cuadro, pintado por su autor tras haber soñado que había hecho el amor con una joven que
no le correspondía. La pintura se hace cine para desandar el camino.
La compleja operación construida por Rohmer hace que la cita pictórica "manipulada"
(desprovista de los elementos no representables para un cineasta que sólo cree en la posi-
bilidad de "suscitar lo invisible a partir de lo visible")
desvele su verdadero sentido. La omisión icónica hace El cine se hace pintura, pero
eco a la elipsis narrativa y delata lo "no dicho". El plano
se convierte entonces, como sugiere Pascal Bonitzer, no las resonancias del tránsito
sólo en "la metonimia de la violación que se va a produ- propuesto por Rohmer desvelan
cir" sino también en "la metáfora de su elipsis".
Una novela de 1808 encuentra así, en una imagen fíl- que el viaje es de ida y vuelta
mica de 1976 que invoca un cuadro pintado en 1781, las
claves que permiten reinterpretar un signo ortográfico enigmático y la imagen del "demo-
nio" rememorada por la marquesa. Viaje en el tiempo, pero también diálogo de formas
(literatura, cine, pintura), sorprendidas en un provechoso juego de préstamos mutuos por
una resonante imagen fílmica del presente que nos ayuda a entender cómo el arte del pre-
térito representaba su propio mundo.
55 FESTIVAL DE SAN SEBASTIAN . ENTREVISTA
La distancia y el encuadre
A
pesar de que el cine de Martin Rejtman apenas ha tenido repercusión lejos de las fron-
teras de su país, su magisterio es unánimemente reconocido dentro del Nuevo Cine
Argentino. Si Rapado (1992) supuso la temprana confirmación de que se podía narrar
de otra manera, Silvia Prieto (1999) puso en circulación una determinada manera de hacer co-
media que ha tenido después una considerable repercusión. Su reciente y, en cierta medida
inesperada incursión en la, para él, ierra incógnita del documental viene a suponer la confirma-
ción definitiva de que la suya es una propuesta inevitablemente sujeta a un estilo determinado.
En otras palabras, Copacabana (2006) demuestra que la manera de encuadrar de Rejtman, es
decir, su idea del mundo, se mantiene coherente.
¿Cómo se relacionan sus primeras pelí- dría a ser, algo así, como la primera piedra. Hay libertad, porque sabía que dentro de una franja
culas con el cine argentino de los años películas que aunque están muy alejadas de las determinada podía hacer todo lo que quisiera.
ochenta? ¿Hasta qué punto Doli vuelve mías me resultan muy estimulantes y me sien- Aseguraba que si yo no le hubiera puesto pau-
a casa (1986) y Rapado suponen una im- to cercano a ellas. En mis películas está por tas se hubiera visto completamente perdida
pugnación del cine de entonces? un lado esa orientación hacia el humor y la co-
No hay una operación consciente de impugna- media pero, por otro, hay también una especie Copacabana es un encargo de una ca-
ción. Lo que me pasó con Doli vuelve a casa y de equilibrio entre esa vertiente y el lado más dena de televisión. Me gustaría que con-
con Rapado es que me encontraba con el he- contemplativo, que está en Doli, y también en tara qué es lo que le empuja a aceptar
cho de que para hacer una película en Argen- Copacabana de forma más evidente. Yo empe- un proyecto que no tenía nada ver con lo
tina, con actores argentinos, con una historia cé explorando una forma más parecida a la de que había hecho hasta entonces.
que sucedía aquí, etc., tenía que contextualizar Copacabana, con planos más largos y persona- Justamente eso. Ese es el motivo por el cual
esa historia dentro de un marco determinado y jes más opacos, y luego tuve necesidad de ir en acepté. El canal Ciudad Abierta tenía un proyec-
no veía nada que me interesara, ninguna tierra otra dirección, porque me parecía que ese era to de hacer documentales con distintos direc::-
firme donde poder pisar. Todos los códigos que un camino ya demasiado explorado. res del Nuevo Cine Argentino. Me llamaron a mí,
existían en aquel momento dentro del cine ar- a Albertina Carri, a Lisandro Alonso y a alguno
gentino no me interesaban. No había nada de Tras cuatro películas de ficción, ¿se po- más. La idea era que estos documentales gira-
lo que pudiera sacar partido. Por eso en Doli dría hablar ya de un "sistema Rejtman"? ran en torno a eventos en los que se pudiera ver
decidí que los personajes casi no hablaran, y Hablo de la narración elíptica, de la au- a la gente de Buenos Aires implicada en activi-
empecé a poner palabras de manera progre- sencia de transiciones, de la renuncia al dades colectivas. Entre las propuestas recuer-
siva. Y eso es algo que se nota a lo largo de fuera de campo, de la ausencia de pri- do que estaban un partido Boca Juniors-River
todas mis películas: primero puse pocas pala- meros planos, etc... Plate, la vuelta de las vacaciones, el día de la
bras, después un poco más,y más... hasta Co- fiesta de la primavera, la marcha del orgullo gay
Puede ser... No suelo reflexionar sobre mis
pacabana, donde otra vez me retraje. Además y la Fiesta de Nuestra Señora de Copacabana
películas después de haberlas hecho. Tengo la
en Copacabana cuando hay palabras no son en de la comunidad boliviana de Buenos Aires. Me
oportunidad de reflexionar cuando me encuen-
argentino sino que son en boliviano. interesó este último porque era el más ajeno a
tro con alguien que me pregunta. Y sí, obviamen-
te veo que existe cierto sistema o ciertas cosas mí. Lo elegí no sólo porque me parecía el más
que se repiten. La palabra sistema me asusta un lejano, sino porque también pensaba que en el
¿Es consciente de que sus películas pue-
poco, porque un sistema es un circuito cerrado proceso de hacer la película iba a aprender al-
den haber puesto en circulación una ma-
y la verdad es que prefiero pensar mis películas go. Y ya que iba a hacer un documental que
nera de hacer cine que, en cierto modo,
más bien como un circuito abierto... fuera sobre algo desconocido.
es recuperada después por algunos de
los cineastas que debutan al comienzo
del siglo (Juan Villegas, Diego Lerman, Aunque a veces crear unas normas per- En mi opinión, la distancia desde la que
Federico León, Ezequiel Acuña), convir- mite una mayor libertad... filma a la comunidad boliviana de Bue-
tiéndole de esta manera en una suerte de Puede ser... de hecho cuando a la protagonista nos Aires es la misma desde la que filma
referente para esa generación? de Silvia Prieto, Rosario Blefari, le preguntaban a sus personajes de ficción. Hay como
En realidad me gusta más relacionarme con to- cómo era trabajar conmigo, ella hablaba de las una voluntad de mirar las cosas desde
do el Nuevo Cine Argentino que con una sola limitaciones que ponía yo, pero decía también fuera. Y esto la aleja del grueso de la
corriente para la que yo, supuestamente, ven- que esas limitaciones eran la mayor forma de producción documental argentina re¬
cíente, que t i e n d e a narrar en primera cula. Y ella me decía que justamente el valor de mostrarla con fragmentos muy breves seguidos
persona, situando, en algunos casos, al la película iba a ser ese: "Vas a tener una visión de un fundido a negro. La fiesta me pareció fas-
propio cineasta delante de la cámara. completamente diferente por no poder estar in- cinante, pero eso no tenía nada que ver con la
Soy consciente de que la manera de encuadrar merso en el mundo que vas a registrar, sino que película que estaba haciendo. Lo que me intere-
y de poner la cámara sigue siendo la misma. vas a estar fuera". Por otro lado, no quería frag- saba transmitir eran otras cosas, En el montaje
Cuando llego a un lugar veo las cosas de una mentar los bailes, no quería construir demasiado, probamos bastantes posibilidades y, finalmente,
manera y no hay otra, sea una película de ficción quería mostrar lo que estaba pasando y para eso tomamos la decisión de ponerla al principio para
o una documental. En todo caso me Interesa el tenía que mostrarlos en un plano entero. Volví un tenerla como punto de partida necesario, pero al
hecho de que Copacabana, al igual que mis pelí- poco como al 'abc' del cine: primero un plano de mismo tiempo dijimos, ya está, ahora podemos
culas de ficción, es, ante todo, una construcción. situación, después vamos al interior, piano fijo hablar de otras cosas.
La gran diferencia es que, en lugar de trabajar de lo que sucede. Es como recuperar la manera
con escenas escritas y con actores, trabajo con de hacer cine a finales del XIX. Me parece que ¿Buscó inspiración en la obra de alguien
personas y situaciones reales. Es cierto que, al con esos mismos elementos se puede lograr para adentrarse en esa térra incógnita
no tener un guión previo, cambian mucho las hoy una visión muy interesante. del documental?
cosas porque no sé a dónde voy. Pero cuando En algún momento pensé en James Benning.
filmo ficción tampoco sé muy bien a dónde voy. ¿Por qué construye el relato al revés, pri- Había visto El valle central (2000), que está ro-
Por otro lado, la famosa distancia es para mí, mero la fiesta y luego los ensayos? dada en California, donde se produce el 2 5 %
básicamente, una forma de encuadrar. Me gus- En el proceso de filmación me fui dando cuenta de toda la comida que se consume en Estados
ta ver a los personajes en plano americano. No de que la fiesta era lo que menos me interesaba. Unidos. Era una película compuesta de planos
me gustan mucho los primeros planos. A su vez, Después de filmar los ensayos, ya no tenía ga- fijos de 3 minutos con una cámara de 16 mm.
yo no soy la típica persona que inmediatamente nas de rodar la fiesta. Me parecía que no valía Benning colocaba la cámara y filmaba lo que
entra en confianza con los demás. Al rodar Co- la pena. Y después de la fiesta sabía que tenía sucedía delante. Era una película muy sistemá-
pacabana, no iba a las casas de la gente donde que ir a la frontera. Y así fue el orden de rodaje. tica, pero al mismo tiempo muy estimulante.
ensayaban los grupos y me sentaba con ellos a En el montaje invertimos ese orden, dejamos la
tomar mate o a charlar sobre la vida para ganar- frontera para el final, pero la fiesta la pusimos ASIER ARANZUBIA COB
me su confianza. Hablé de esto varias veces con al principio porque sentía que tenía que sacár- Declaraciones recogidas en
Rosa Martínez Rivera, la productora de la pelí- mela de encima muy pronto. Y por eso decidí Buenos Aires, el 12 de julio de 2007
De lo visible y lo invisible
P
uede que el temor a per- silencio. La riqueza en ambiciones A cierta distinción experimental senegalés Alain Gomis acompaña
der protagonismo frente de las películas españolas mostra- aspiraba también REC, estimable a Yacine en su periplo París-Gra-
a su competidor romano das en Venecia convergen en otro proyecto digital por parte de dos nada-Almería en busca de una iden-
haya alertado a los venecianos de punto: sus fantasmas. cineastas de imaginería afín con- tidad inaprensible como un espíritu,
la necesidad de un festival compe- vencidos de que otra clase de terror escindida entre el sentir europeo
titivo. De ahí que los organizadores Pabellón de espectros. Los (más palmarlo) es posible. Jaume y las raíces árabes. De producción
se hayan aplicado en la 64 edición platos fuertes de este pabellón de Balaguero y Paco Plaza dan en hispano-mexicana pudo verse La
del Festival para orquestar una pro- espectros estaban servidos por este film carta de validez cinema- zona, del debutante Rodrigo Plá,
gramación abierta pero exigente, Pere Portabella y José Luis Guerín. tográfica a la estética catódica de quien con los mimbres de un thriller
capaz de contemplar tanto a auto- El primero, transcurridos diecisiete un reportaje televisivo emitido en pone en escena la ruptura de una
res "populares" (Woody Allen, Ken años desde su anterior largometraje, tiempo real, en el que las sombras sociedad de clases enfrentada a
Loach) como minoritarios (Chahine, ha regresado con El silencio antes siniestras de un edificio se extien- sus propios fantasmas.
Greenaway), sin olvidar a las estre- de Bach, una negación del biopic den sin control. Filmax mediante, El cortometrajista Eduardo Cha-
llas de relumbrón (Brad Pitt, Cloo- como superproducción histórica, en su presentación en Venecia es sólo pero-Jackson alumbra otra clase
ney) ni a los maestros en activo la que el arte del compositor ocupa el primer paso para resucitar a la de fantasma en su segundo trabajo.
(Rohmer, Oliveíra, Chabrol). todo el protagonismo, mientras que bruja de Blair en España, emulando La siniestra fábula de Contracuerpo
En este programa (del que su presencia fantasmal recorre los incluso sus eficaces mecanismos ha dado paso en Alumbramiento a
Cahiers-España dará cuenta con siglos y el continente europeo en la de autobombo. Hollywood ya quiere un relato más despojado y directa
amplitud en el próximo número) ha forma de camioneros que interpre- hacer un remake. El mismo produc- con una banda de sonido espeluz-
cabido una facción tangencialmente tan música, de afinadores de piano tor, Julio Fernández, está detrás de nante, cuyo título remite a la muerte
representativa del cine español. Su ciegos o de partituras que envuel- Nocturna (que inaugura después el de la carne y al germen del espíritu,
presencia se ha expandido por el ven trozos de carne. festival Animadrid), una estimable el de una anciana rescatada de la
Lido en diferentes formatos, metra- aportación a la creciente calidad de degradación por su yerna mientras
La presencia a concurso de En
jes y categorías, ofreciendo del cine la animación española, que no duda sus hijos tratan de mantenerla con
la ciudad de Sylvia también trajo
realizado en España el (falso) rostro en hacer confluir el trazo oriental vida. De nacionalidad británica, aun-
de vuelta a un cineasta fuera de
de una cinematografía que no le con el corazón de occidente, las que dirigido por un español, había
norma Diario íntimo de un voyeur y
teme a los desafíos formales ni a convenciones del género de terror otro cortometraje en liza, Forever
exploración romántica del deseo, la
las propuestas insólitas, haciendo con las del cine familiar. Friends. Su responsable, Marçal
última película de Guerín reivindica
visible en el exterior lo que en el su condición de islote en las cena- El estreno mundial de Andalucía Forés, aún con un sólo corto (Yeah!
interior es más bien invisible. Recor- gosas aguas del cine contemporá- trajo a Venecia una coproducción Yeah! Yeah!) y dos videoclips a sus
demos que en Cannes se dieron neo. Tras la persecución en fuga de franco-española que se sumaba a espaldas, se ha convertido para
cita este año tres películas españo- un fantasma con nombre de mujer, la del último Rohmer, El romance los que conocen su trabajo en
las (La soledad, La influencia y Yo) los espíritus de este film no desapa- de Astrea y Celadón. El segundo un auténtico autor de culto. Otro
que compartían un mismo afán; el recen con la última bobina largometraje del director franco- espectro. CARLOS REVIRIEGO
Nocturna, de Víctor Maldonado y Adriá García El silencio antes de Bach, de Pere Portabella
FESTIVAL. LOCARNO
La insobornable independencia
E
l cine de Francisco falsifica y mata, como decía Pío con Querejeta Carta de amor de un
Regueiro (diez largome- Baraja; sino que es también un asesino (1972), que le supone una
trajes en veinticinco años, inmenso fiasco para sus subditos de sus más amargas frustaciones
más su práctica fin de carrera, un constantemente tutelados. al ser guardada por el productor y
Francisco Regueiro
puñado de guiones y seis colabo- De ahí que su siguiente film, no ser estrenada en los cines.
raciones para televisión) asombra Amador (1965), dispare ya contra Cuando llegan los estertores gentes marginales y extralimita-
todavía hoy por su audacia, por la institución familiar, como depo- del franquismo, traza a modo de das, que han sido su territorio pre-
su desparpajo y por esa indiscu- sitaría de toda la chatarra ideoló- parábola, pero también de recapi- ferido: putas azotacalles, novios
tible independencia que rezuman gica franquista. El film, atrozmente tulación, dos filmes soberbios que papanatas, madres incestuosas,
la mayoría de sus proyectos, A mutilado con la supresión de las le enviarán al retiro forzoso durante gañanes conservadores y jóvenes
pesar de sus altibajos, Reguei- voces en off, entre otros cortes, diez años. En el primero, Duerme, imberbes e inmaduros. Visión de
ro es quizás de los pocos cineas- tiene como protagonista a un ser duerme, mi amor (1974), los pro- un país sumiso y enfermizo que
tas del Nuevo Cine Español inmaduro y acomplejado, conse- tagonistas deben dejar su amplia encuentra su continuación, no
(junto con Erice, Saura y Patino) cuencia de la moral y la educación mansión para trasladarse a un su corolario, con Las bodas de
que se han empeñado, con acti- religiosa recibidas en esa época. angosto y claustrofóbico piso-col- Blanca (1975), primera de sus
tud insobornable, en construir mena: clara metáfora del desarro- colaboraciones con el guionista
un universo ficcional propio, que llismo franquista, a la vez que sátira Ángel Fernández-Santos.
Encargos y frustraciones. A
respondiese a sus presupuestos feroz de una pequeña burguesía
finales de 1967, Regueiro acepta Después, cuando reanuda su
estético-políticos. franquista que había perdido ya su
un encargo de Elías Querejeta actividad, han transcurrido ya
En sus seis primeros largos, para rodar Si volvemos a vernos, poder hegemónico. diez años: Franco ha muerto y en
realizados bajo la dictadura, que considera uno de sus trabajos El film compendia y resume las España gobiernan los socialistas.
asume el empeño de desentrañar menos personales, pese a ser uno obsesiones estéticas y sociales Seguramente, los años que los
y desenmascarar el tiempo histó- españoles llevaban viviendo en
rico del franquismo, una complejí- democracia, o en tránsito hacia
sima tarea, en la que, como decía ella, les hacían alérgicos a las epi-
Jordi Gracia (2004): 'Ni los pes- fanías. Así que emprende, junto a
puntes de un tiempo ni sus raíces Fernández-Santos, una dispara-
están a la vista del propio tiempo, tada metáfora sobre la transición:
sino detrás o debajo, allí donde Padre Nuestro (1985), en la que
también debe mirar el historiador lejos de ceder a un cine más aco-
para leer el pasado". modaticio, amplía unos territorios
Su primer film, El buen amor de libertad, impensables hoy día.
(1963), retrata un país zaragatero La película, su mayor éxito en
y triste a través de una pareja de taquilla, continúa (en una suerte
novios que viaja en tren a Toledo de trilogía) con otras dos obras
para disfrutar un día de libertad. notables: Diario de invierno (1988)
España era entonces, subraya el y Madregilda (1993), que se bene-
cineasta, un país insalubre, salpi- fician del matrimonio creativo
cado de tañidos de campanarios entre director y guionista, y que
Imagen de Madregilda (1993), un ajuste de cuentas con el dictador
y ecos de trompetas de cuarteles, cierran hasta el momento su obra,
que recordaban a sus ciudadanos después de un largo viaje homé-
los límites de su libertad. de los filmes más estimulantes de del cineasta. Rodado con extrema rico, en el que nunca le ha faltado
Pero si El buen amor supuso ese período. Dos años más tarde, sencillez, utilizando casi siempre ánimo para concluir su ajuste de
una de las ofertas más arriesga- filma la soberbia y original Me la cámara fija, recurre a la burla cuentas con el franquismo y sus
das y modernas del cine español, enveneno de azules (1969), una más que a la ironía, a la astraca- excrecencias, y para demostrar a
sus siguientes películas ahondan historia de parricidio donde, con la nada más que al humor surrealista todos los que amamos su cine que
todavía más en las entrañas de un ayuda de su operador, José Luís para mofarse de los desvarios la hora de sentar la cabeza no le
régimen que, como todos los fas- Alcaine, desarrolla una obra muy de un país iglesiero y tanatófilo, llegará jamás, JOSÉ VICENTE GARCÍA
cismos, no sólo miente, engaña, personal, Vuelve a rodar después poblado por una barahúnda de SANTAMARÍA
industria con la entrada del con- año pasado (España ostenta el ré-
PHILÍPPE GARREL
Kimuak 2007 sumo digital de las películas. Los cord europeo), Versus responde í
productores solicitan un tiempo de sus compradores con un descuen¬
Les Frontiéres de l'aube es el • En agosto se hicieron públicos análisis para valorar los incremen- to adicional en todos los títulos de
título del que será el 28° largo los ocho cortometrajes vascos se- tos antes de repartir. Las conversa- su catálogo. La promoción se se-
del director francés, al que este leccionados para el próximo catálo- ciones cobran especial relevancia ñala con una pegatina amarilla en
año se dedica una retrospecti- go Kimuak 2007, elegidos entre un por el hecho de preceder a las que los DVD's y en el interior de cada
va en el Festival de San Sebas- total de 43 cintas. Después de su deberán tener lugar con actores y cinta se Incluye un texto informati-
tián. Mientras el guión se mantie- presentación oficial en el Festival directores, cuyos contratos expiran vo sobre la situación de la piratea
ne en el máximo secreto, se han de Cine de Donostia-San Sebastián, en junio de 2008, De no llegar a en España.
anunciado ya los actores prota- los cortos darán por inaugurada su ningún acuerdo, unos y otros ame-
gonistas: Laura Smet y Louis carrera internacional. Entre ellos fi- nazan con organizar una gran huel-
guran Traumatología (Daniel Sán- ga para mediados del año que vie-
Garrel (hijo del director). El rodaje
ha tenido lugar durante el verano. chez Arévalo), Limoncello (Jorge ne cuyos efectos se harían sentir
Sangre, vampiros
Dorado, Luiso Berdejo y Borja Co- en las industrias cinematográficas
ED HARRIS beaga), No es una buena idea (Ugo de un lado y otro del océano, y humor
El actor norteamericano pre- Sanz), Taxi (Telmo Esnal) o ¿as ho- • El guionista y director Allan Ball
para Appaloosa, un western ras muertas (Haritz Zubillaga). renueva contrato con la cadena de
que confirma su acercamien-
to a la dirección después de
Alternativa contra televisión americana HBO después
del éxito de la serie A dos metros
Pollock, su primera cinta. Además
de él mismo como protagonis-
Amenazas de la piratería bajo tierra (Six Feet Under) para
desarrollar una nueva. Han pasado
ta, entre el reparto se encuentra
Viggo Mortensen, compañero in-
huelga • La distribuidora española Versus ya dos años desde que terminara la
Entertainment pondrá en marcha, anterior, tiempo que le ha servido a
separable en la ficción, que es *• Después del primer intento de del 12 de septiembre al 31 de oc- Ball para escribir y realizar su primer
contratado para proteger una ciu- negociación establecido entre el tubre, la iniciativa que llaman "Pro- largometraje (aún por estrenar), No¬
dad acosada por un viejo ranche- sindicato de productores de Ho- moción Antípiratería", una opción thing Is Prívate, Se concentra ahora
ro. El rodaje tendrá lugar en Méxi- llywood (AMPTP) y el de guionis- que cambia por fin el rumbo de lo en este nuevo proyecto para el que
co a principios de octubre. tas (WGA), ante el vencimiento del que hasta ahora han sido las políti- ha escrito ya el capítulo piloto y al-
contrato de éstos últimos el 31 de cas en contra de esta práctica. Ante gún episodio más. True Blood, como
HERMANOS DARDENNE octubre, no se presagian fáciles una situación que, desde luego, po- se titula la serie, narrará la historia
Jean-Pierre y Luc, los hermanos conclusiones. Los guionistas bus- ne difícil las cosas a las distribuido- de una comunidad de vampiros de
más considerados del cine bel- can un aumento en la participación ras, con 132 millones de descargas Louisiana que vive en armonía con
ga, andan sumergidos ya en el de los beneficios obtenidos por la ilegales de películas en el curso del los humanos gracias a la sangre
que será su sexto largometraje.
Le silence de Loma. Fabrizio
Rongione, Arta Dobroshi y Jéré-
mie Renier pondrán rostro, res-
pectivamente, a un joven, amigo
Vorágine creativa en Argentina
de una albanesa que, para regu- Tres de los más importantes representantes del cine que se produce en Argentina parecen haber acordado e
lar su situación de inmigrante, se momento en el que emprender los rodajes de sus próximas películas. Daniel Burman concentra ya sus esfuerzos
casa con un toxicómano. La cinta en El nido vacío, la difícil historia de amor entre una pareja de padres que debe replantear su relación cuando sus
sale a la luz gracias a las subven- hijos adultos dejan el hogar familiar. Cecilia Roth y Osear Martínez ponen rostro a los dos protagonistas. Junto a
ciones del fondo Eurimages. Burman, también rueda ya Pablo Trapero que, después de Nacido y criado, emprende ahora su Desencuentro, una
coproducción argentina con Brasil y Corea, con guión de Alejandro Fadel, Martín Mauregui, Santiago Mitre y el
JEAN-MARC VALLÉE propio director. La cinta está protagonizada por una mujer que, después de haber matado accidentalmente a sus
C.R.A.Z. Y., su primer largo, le abrió dos amantes, debe hacerse cargo de su hijo desde la cár-
las puertas y ahora es el mismí- Lisandro Alonso en Ushuaia cel. Finalmente, Lisandro Alonso terminó ya a principios de
simo Scorsese quien produce el agosto el rodaje de su nuevo proyecto: Liverpool, su cuarta
segundo, The Young Victoria, que cinta, realizada en Ushuaia, que cuenta con la coproduccíón
empezó a rodarse en agosto. La española de Luis Miñarro. Allí es donde vuelve un hombre
intrincada historia de la subida al de 48 años (Javier Rivas), alcohólico, que ante el sinsentido
poder de la reina británica, inter- de su vida, el vacío y la desconfianza de los que le rodean, in-
pretada por Emily Blunt, conta- tenta reencontrarse en el lugar que abandonó siendo joven y
rá con la presencia también de donde dejó a su madre, de la que no ha vuelto a saber nada
Miranda Richardson como du- A estos tres directores se había sumado ya Lucrecia Martel
quesa de Kent y de Rupert Friend de cuyo rodaje (La mujer sin cabeza), se hizo mención en el
como Príncipe Albert. número dos de nuestra revista, JARA YÁÑEZ
sintética que recibe desde Japón. DESAPARICIONES
Drama, humor y miedo son las notas
con las que Ball parece confirmar LASZLO KOVACS LUIS MARÍA DELGADO THERESA DUNCAN Y
su lucidez creativa, ingredientes Excepcional y prolífico director Director, productor, scrípt, ayudan- JEREMY BLAKE
que toma prestados de la serie de de fotografía húngaro que dedicó te de montaje, director de dobla- La primera, cineasta y diseñado-
novelas Southern Vampire (Charlai- su talento al cine estadouniden- je, guionista... Polifacético amante ra de videojuegos de 40 años.
ne Harris) sobre las que se ha ins- se. Con 60 películas en su haber, del cine, en definitiva, a Luis María El segundo, artista digital, de 35.
pirado. De momento se sabe que la Laszlo lanzó su carrera al estrella- Delgado le venía la pasión de fa- Ambos, famosos, guapos y exito-
producción comenzará en los próxi- to después de Easy Rider (1969). milia: tatarabuelos actores, abuelo sos, pareja sentimental desde ha-
mos meses y que a cargo del papel Antes había tenido que huir de su fundador de la SGAE y padre di- cía doce años. Theresa se suicidó
protagonista estará la canadiense país tras grabar con una cámara rector. Entre sus más conocidas primero, siete días después lo hizo
Anna Paquin (El piano, Darkness). de 35 mm. la rebelión de 1956 aportaciones se encuentra el film Jeremy. Aún inmersos en el des-
contra el gobierno comunista. Diferente (1961), la primera pelí- concierto, todo parece indicar que
Sólo años después conseguiría cula del país en tratar la homose- los hechos tienen relación con el
montar un documental con las xualidad a través de tales sutilezas miedo de la pareja hacia los miem-
Tokyo colectivo imágenes. Mientras, trabajó pa- simbólicas que consiguió superar bros de la Cienciología, a la que
• Bong Joon-ho, Michel Gondry y ra algunos de los directores que a la censura. Otras gestas: inició acusaban de conspiración y aco-
Leos Carax forman el explosivo trío revolucionaron la industria ame- su carrera como director con Ma- so. Trabajaron juntos para la reali-
encargado de la superproducción ricana del momento en películas nicomio (1952), formó parte del zación de la película The History of
multinacional Tokyo. Un film para como: Mi vida es mi vida (Bob Ra- rodaje de El Cid (Anthony Mann, Glamour (1999), sobre el mundo
el que cada uno de ellos rodará un felson, 1970), La última pelícu- 1961) como director de la segun- de la moda, y crearon una muy se-
corto localizado en la capital japo- la (Dennis Hopper, 1971), New da unidad, trabajó de forma acti- cuencia para la comedia romántica
nesa. El primero en ponerse manos York, New York (Scorsese, 1977) va en la productora Nikel Odeon Punch-Drunk Love (Paul Thomas
a la obra ha sido Bong Joon-ho que o Shampoo (Hal Ashby, 1975). Se 2 (José Luis Garci) hasta recibir Anderson, 2002). Además, ella di-
rueda ya su Shaking Tokyo, prota- despidió con la comedia Amor con el Goya a la mejor dirección de rigió la película Atice Underground
gonizado por Aoi Yu, donde se narra preaviso (Mark Lawrence, 2002), producción por You're the One y él, tras Sodium Blake (2005), se
la historia de un hombre que lleva su último trabajo, y falleció en su (2001). Dedicó 64 años y más de consolidó como uno de los más
diez años viviendo como hikikomo- casa de Beverly Hills el 22 de julio 100 películas a la profesión, Fa- Importantes pioneros del "digital
ri (como denominan en Japón a los a los 74 años. lleció en Asturias el 13 de julio a paintlng", conjugando en sus obras
que, incapaces de vivir normalmen- los 80 años. animación, cine y arte digital.
te en sociedad, no salen nunca de MICHEL SERRAULT
sus casas) y se enamora de una jo- Dividido entre el fervor religioso
ven repartidora de pizza a domici- y el amor por el espectáculo, el
lio. Gondry iniciará el rodaje de su
segmento Hiroko & Akira ín Tokyo
actor francés se decantó final-
mente por el teatro, la televisión
Emma Penella
el próximo octubre y Carax hará lo y el cine, Estudió Arte Dramático, La actriz madrileña, hermana de las también actrices Terele Pávez y
propio con Merde en noviembre. creció como profesional en los Elisa Montes, debutó en el teatro con apenas veinte años. Sin embar-
cabarets parisinos, formó pare- go, desde muy pronto alternó las tablas con el cine y después de La
ja humorística con Jean Poiret y duquesa de Benamejí (Luis Lucia, 1949), su primera película, trabajó
O
ctubre de 2005, revueltas "Tercer Sector", que al cinéfilo le
en las ciudades; junio de remite directamente a la noción de
2007, triunfo electoral de "Tercer Cine", elaborada por Fer-
la UMP: este ciclo político en Fran- nando Solanas y Octavio Getino en
cia (manipulación de los suburbios, la Argentina de los años sesenta.
vuelta a las redadas, campañas Y en efecto, el Tercer Sector ac-
electorales presidenciales, legis- tual asegura esta primera función
lativas a continuación) ha venido fundamental reivindicada por los
acompañado de una gran efer- autores de La hora de los hornos
vescencia en lo que se refiere a (1968): la contra-Información. En
películas y a distintas prácticas con la línea de las cooperativas his-
imágenes. Incluso sin hablar de las tóricas (movimiento que nace en
cámaras de vigilancia (bancos 1913 con "Le Cinéma du Peuple"),
iconográficos para los cineastas el Tercer Sector pone a disposición
experimentales), desde ahora las el contracampo de las imágenes
imágenes se producen y difunden oficiales, los reportajes censura-
masivamente fuera de los circuitos dos, los puntos de vista ausentes
comerciales, por necesidad o por o rechazados, el seguimiento de
elección. La disponibilidad de los los asuntos olvidados, las imáge-
aparatos audiovisuales domésticos nes-lapsus que han escapado a la
se conjuga con la extrema concen- comunicación dominante. El típico
tración de los medios, temible factor grito de los manifestantes, "Policía
de empobrecimiento del discurso por todas partes, Justicia en ningún
político profesional, para provocar lado" ha encontrado en las panta-
una avalancha hacia lo que queda llas su versión electrónica: "Medios
de espacio público aún libre y ac- por todas partes, Información en
cesible. Internet, radios y televisio- ningún lado". Podemos encontrar,
nes locales, festivales, salas de cine por ejemplo en Indymedia-Suisse,
independientes (es ejemplar la red las imágenes de los policías disfra-
de Seine-Saint-Denis, Ciné 104, zados de manifestantes que ata-
Méliés, Écran de Saint Denis...). La can un banco durante la reunión
mayor diferencia entre estas imá- del G8 de Ginebra; en Youtube, ví-
genes y las del cine comercial es deos del Black Bloc; o en la página
que no te llegan, sino que uno tiene de Indymedia-IDF, las imágenes de
que ir a buscarlas, y nada más edi- los estallidos de cólera en Bastilla
ficante que tal búsqueda. En este la noche del 6 de mayo, comenta-
océano de señales, empezamos a das y prolongadas por la lista de las
colocar algunas balizas. subsiguientes manifestaciones.
por la energía de Afrique 50, de la única sobreabundancia de la contracultura. Aquí hay que se- mite consultar tanto Make Mine
Rene Vautier -que no dudaba en que hoy podemos disfrutar? ñalar el trabajo ejemplar del sitio Freedom (1948), clásicos dibu-
nombrar una por una a las com- UbuWeb, que, faro en la noche jos animados del anticomunismo,
pañías coloniales responsables Análisis radicales. Encontrare- electrónica, escenografía y pre- como Place Vendóme Place des
del pillaje legal (en otro tiempo mos las respuestas en un ensayo senta con elegancia los corpus Piques (2002), de Olivier Azam,
llamado "misión civilizadora") del visual disponible en la página de sonoros y visuales más raros: de especie de extra intempestivo y
continente africano- Laure Gillot TV Bruits, una televisión de Toulo- Antonin Artaud a Mauricio Kagel, malpensado para las dos series
diagnostica, en dieciséis minutos, use asociativa con videotek bien de Ernie Gehr a Vito Acconci. París vu par, pero que está más
las "relaciones incestuosas entre surtida (entrevistas originales con Una parte de la misma empresa próximo al espíritu de Jean Vigo
los medios y la política" al dirigir- Charlie Bauer, Michel Benasa- está asegurada por iniciativas y Jules Celma que al de Eric Roh-
se, uno a uno, a los miembros del yag...). Corentin Charpentier ha col- individuales, entre gestos de par- mer. NICOLE BRÉNEZ
Consejo Superior Audiovisual y al gado aquí Électíon Consommation ticipación y agit-prop. Señalemos
recordar, apoyándose en imáge- ou un peu de sociologie politique, por ejemplo la filmoteca de Lart-
Cahiers du cinéma, n° 625.
nes y en sonidos de archivo, sus adaptación audiovisual de ocho mement en Dailymotion (210 pe-
Julio-agosto, 2007
carreras y sus relaciones. Sinop- minutos de una conferencia de lículas a fecha de hoy), que per- Traducción: Natalia Ruiz
sis: "Todas las razones por las que Pierre Bourdieu titulada "Cultura y
el CSA está vendido, es parcial, Política" (1984). Con el sonido de
turbio, antipluralista.,. En resumen, John Cage y el ritornelo impagable
todas las razones por las que hay de la UFC, "Qué elegir", Élection
que disolver el CSA". No obstante, Consommation ¡lustra con regocijo Enlaces
no se trata de atacar ad hominem, los radicales análisis de Bourdieu
INDYMEDIA-SUISSE:
sino de describir factualmente sobre la política (profesional) como
http://ch.indymedia.org/frm¡x//2003/06/1 1705.shtml
las vías por las que se opera "la campo de la oferta y la demanda,
transformación de la cultura en INDYMED1A ILÉ- DE-FRANCE:
Pierre Bourdieu y Noam Choms-
http://paris.indymed¡a.org/art¡cle.php3?¡d_art¡cle=80869
sistema de control" (T. W, Adorno, ky constituyen las referencias
Prismas). Análisis crucial, porque AUX CHIOTTES LE CSA:
mayores del Tercer Sector, donde
http://www.zalea.org/spip.php9article 1 166
el CSA, cuyo campo de acción sin encontramos en gran número sus
embargo no es éste, ha pasado a entrevistas, conferencias, películas ÉLECTÍON CONSOMMATION:
tratar de controlar la web, uno de http://www.tv-bruits.abrl.org/SPIP/spip.php9article251
y encuentros como, por ejemplo,
los últimos espacios de libre ex- aquella antológica conversación ENTREVISTA CON CHARLIE BAUER:
presión colectiva. "En un mundo entre Chomsky y Michel Foucault http://www.tv-bru¡ts,abr¡.org/SPIP/spip.php?article274&debut_arti-
de la comunicación marcado por en 1971, en una cadena holande- cles_mots= 10#pagination_articles_mots
la sobreabundancia, la regulación sa, cuya traducción al francés se NOAM CHOMSKY Y MICHEL FOUCAULT, JUSTICIA VS. PODER:
debe ser todavía más vigilante y ha publicado recientemente bajo http://www.youtube.com/watch?v=hbUYsQR3Mes
activa" (discurso de Dominique el título Sur la nature humaine, Jus- UBUWEB:
Baudis, presidente, 21 de julio de tice contre Pouvoir (Aden, 2006). http://www.ubu.com/
2005, en la página web del CSA). PLACE VENDÓME PLACE DES PIQUES:
¿Por qué, al contrario, no se ha de Un tercer gesto importante
http://www.dailymotion.com/video/xt75g_place-vendome-place-
querer y favorecer el desarrollo de consiste, en efecto, en poner
des-p¡ques_news
en circulación los archivos de la
CINE EN INTERNET
El cine que Ingmar Bergman ha dejado al morir le plácidamente en una isla con su mujer Eva, también
debe más a Bergman de lo que Bergman le debió al instrumentista de cuerda (Liv Ullmann). Cuando
cine, aunque, por supuesto, el director no surgió los bombardeos amenazan su granja han de irse,
de una nada anterior, y en sus años de formación y piensan, como alimento, en sus gallinas. Tienen
son visibles (al margen de las huellas de algunos prisa: las bombas caen cada vez más cerca. ¿Se las
grandes cineastas nórdicos) el realismo urbano llevan vivas, soportando en la huida el guirigay de
estilizado del primer Carné y el grotesque con las aves dentro del automóvil, o las matan a tiros
ribetes oníricos de Jean Vigo. Los grandes aportes en el corral? Lo sensato sería lo segundo, pero el
'bergmanianos' son conocidos, algunos demasiado, marido es incapaz de dispararles. Poco después, sin
en la mecánica desvirtuación formal de sus embargo, y con la isla sembrada de cadáveres, de
imitadores. Volviendo a ver recientemente parte traidores, de supervivientes desesperados, Jan mata
de su filmografía me llamó la atención más que despiadadamente a un muchacho desarmado, y las
otras una de las películas que en el momento de su escenas finales, de las más desoladoras que ha dado
estreno menos me afectaron, La vergüenza (1970). el cine, muestran un horror sin paliativos: la barca
Ahora me he sentido turbado por ella, pero eso no en la que la pareja ha logrado salir, junto a otros
tendría mayor relieve, pues la historia del espectador afortunados, de la isla, no puede avanzar en un mar
de cine (como la del lector) es la de la perpetua de fugitivos ya sin vida.
rectificación o negación de uno mismo, de igual Recuerdo una lectura ocurrente del crítico e
modo que la edad altera o niega la imagen física que historiador mexicano Rafael Aviña de El manantial
nos hacíamos de nosotros. La vergüenza tiene la de la doncella como inspiración directa de dos
relevancia de toda obra maestra precursora; anticipa famosas películas de terror de Wes Craven,
un género cinematográfico y refleja lo entonces Pesadilla en Elm Street y Scream. También, si uno
'todavía-no-consciente', la proliferación de conflictos
quisiera explorar otros territorios del 'gótico'
contemporáneo, podría poner las
La vergüenza, con su paisaje deslocalizado, fábulas de posesión psíquica o
subyugación de Bergman (Persona sólo
su tiempo post-histórico y su moral es una de ellas, quizá la más conocida)
inconclusa, constituye un modelo del cine en la base de un neo-vampirismo
fílmico. La trascendencia de La
actual de ciencia-ficción apocalíptica vergüenza es, a mi juicio, mucho mayor.
Con su paisaje deslocalizado, su tiempo
bélicos sin matanzas ni ejércitos definidos. Película post-histórico y su moral inconclusa, constituye
aterradoramente alegórica sobre la guerra futura, su sin duda el modelo de uno de los segmentos más
benéfico influjo seminal en otros cineastas actuales interesantes del cine actual de ciencia-ficción
coincide con la confirmación desdichada de la apocalíptica, el que representan Funny Games y
realidad de su profecía. El tiempo del lobo, de Michael Haneke, las
Como es sabido, Bergman describe en excelentes 28 días después, de Danny Boyle, e Hijos
La vergüenza un país invadido por un ejército, de los hombres, de Alfonso Cuarón y, en cierta
sus laceradas víctimas, sus borrosos verdugos, medida, Fugitivos, de André Techiné.
eludiendo las connotaciones de ideología o régimen
político en contienda. Pocas veces se ha visto
Vicente Molina Foix es escritor, crítico y director. Poeta del grupo de los
en la pantalla una figuración tan escalofriante y
"novísimos", también ha desarrollado una amplia labor como novelista
veraz de la degradación producida por las guerras. (lospades viudos, La mujer sin cabeza...) y versionado a Shakespeare
Jan (Max von Sydow) es un músico que vive para la escena española. En 2001 escribió y dirigió la película Sagitario.
Obra incompleta y de extraordinaria modernidad,
La pasajera (1963), de Munk y Lesiewicz, ocupa un
lugar central en la filmografía sobre el Holocausto.
En Rsite su última obra incluida en el film colectivo Memories, voz de un narrador que introduce una historia que arranca a
Harun Farocki nos hace ver qué hay más allá de las pretendida- bordo de un trasatlántico con una pasajera muy especial, Lisa,
mente asépticas imágenes de una película documental filmada antigua supervisora de Auschwitz que vuelve a Europa des-
por las SS en Holanda, en 1941, sobre el traslado de unos pri- pués de muchos años. En la primera escala en el continente le
sioneros judíos. Farocki hace saltar por los aires la normalidad parece reconocer, entre los nuevos pasajeros que embarcan, a
aparente que invocan estas imágenes del horror: es en esa pre- Marta, un prisionera judía que creía muerta y de quien se atri-
sunta normalidad donde subyace el horror. Respite es el último buye ahora su salvación. Estas escenas del barco responden a
capítulo de toda una filmografía que desde el documental y la un montaje fotográfico que subraya su esencia de restos de una
ficción ha abordado el tema del Holocausto. Una filmografía en película que no pudo completar su rodaje.
la que La pasajera (1963) ocupa un lugar central. Falsa esencia, pues a todas luces se trata de un efecto inten-
La pasajera es la última película de Andrzej Munk, fallecido cionado que sitúa a La pasajera en el mismo territorio de
durante el rodaje. La versión final fue acometida por el resto exploración de la imagen fotográfica que han abordado títulos
del equipo de la película, de tal modo que ésta es atribuida hoy posteriores como La jeté o Blow Up, hasta llegar a la reciente
en día a Munk y a Witold Lesiewicz. En cualquier caso se trata Unas fotos... en la ciudad de Sylvia, de José Luis Guerín. Un
de una versión que hace de ese inacabamiento su razón de ser. exploración que busca interpretar lo que hay detrás de esas
Un prólogo nos anuncia las circunstancias especiales de la pelí- fotografías y que en el caso de la película de Munk y Lesiewicz
cula que vamos a ver y que, aun cuando se ha seguido el guión se traduce en dos fíash-backs ambientados en Auschwitz,
de Munk, nos avisa que en los que se narra la
quienes se han hecho relación entre Lisa y
cargo de la ordenación Marta. Nuevo ejem-
del material rodado no plo de m o d e r n i d a d :
quiren "decir lo que él estos dos flash-backs
(Munk) no tuvo tiempo constituyen dos ver-
de decir... no buscamos siones contradictorias
finales que no sabemos de la misma historia.
si él elegiría... sólo que- La primera es algo así
remos descifrar lo que él como la versión oficial o
rodó con todas sus lagu- pública, la justificación
nas e incógnitas". El de Lisa ante su marido,
equipo encabezado por en la que se vanagloria
Lesiewicz procedió a de que si Marta está viva
montar los fragmentos es gracias a ella. Lisa no
hasta cierto punto inco- se responsabiliza en
nexos (sólo se habían cambio de las muertes.
rodado exteriores, fun- La segunda versión de
damentalmente en la historia es la que Lisa
Auschwitz) añadiendo este prólogo que, en tanto manual de se cuenta a sí misma cuando se ve obligada a enfrentarse a su
usuario, anticipa la extraordinaria modernidad (y actualidad) memoria, a los hechos de su pasado que había desterrado en el
de las que vamos a ser testigos, apenas un film de una hora olvido y que constituyen el grueso del relato de La pasajera.
de duración que sabe que es imposible decir la última palabra
Aunque rodada en Dyaliscope (2.35:1), el DVD de Versus/
sobre un tema tan complejo como el Holocausto y que tantos
Notro de La pasajera se presenta, al igual que otras ediciones
debates sobre su representación generará con posterioridad.
internacionales, en formato 1.66:1 y acompañado de un docu-
Las dudas de los miembros del equipo encargado de dar sen- mental casi tan largo como la propia película, Las últimas
tido a las escenas rodadas por Munk se hacen explícitas en la imágenes, dirigido por Andrzej Brzozowski. Producido por la
Los héroes de Andrzej Munk
Andrzej Munk murió el 20 de septiembre narra el sempiterno enfrentamiento entre por el viento de un tren que pasa a su lado.
de 1961 en un accidente automovilístico tradición y modernidad al confrontar a un La imágenes certifican simultáneamente
cuando regresaba desde Auschwitz, esce- viejo maquinista ferroviario con un joven su mentira: el maquinista, lejos de mos-
nario de rodaje de su película postuma, aspirante a su puesto. La extraña muerte trar signos de embriaguez, se mantiene
La pasajera (Pasazerka, 1963). Autor en todo momento en pie defraudando las
de otros cuatro largometrajes (cinco, si expectativas del espectador que aguarda
consideramos las dos partes de Eroica su caída. El DVD de Versus / Notro recu-
(Heroica, 1957), había nacido en 1921 y pera un texto de Hilario J. Rodríguez sobre
estudiado cine en la prestigiosa Escuela La pasajera, extraído del volumen coor-
de Lodz. Su prematura muerte lo convir- dinado por Carlos Losilla y José Enrique
tió en una especie de mito, en una suerte Monterde, Vientos del Este. Los nuevos
de Jean Vigo polaco, el primer mártir de cines en los países socialistas europeos,
los nuevos cines europeos de los años 1955-1975. Hubiese sido oportuno comple-
sesenta, desaparecido cuando rodaba la tarlo con la extraordinaria síntesis biográ-
película por la que sería recordado con fica de Munk en la que Juan José Caballero
posterioridad. Si bien desconocemos Molina escribe que, a partir de Eroica, en
qué méritos reales habría que atribuir a del primero es investigada a partir de su cine "todo va a girar en torno a unos
Witold Lesiewicz en el resultado final de una serie de testimonios en los que no relatos episódicos de estructura facetada,
La pasajera, sería injusto no reconocer siempre lo que cuenta el narrador coin- fragmentaria y digresiva que nos ponen en
que su estructura en flash-backs, a veces cide con lo que muestran las imágenes. contacto con la paradójica y poliédrica per-
contradictorios, ya estaba presente en las En un determinado momento, un testigo sonalidad de unos seres que son cobardes,
películas anteriores de Munk. En Czlowiek recuerda cómo el maquinista, borracho y astutos, mentirosos, patéticos, admirables...
na torze (Un hombre en las vías, 1956) se sin apenas sostenerse en pie, es derribado (y todo ello junto o por separado)".
ción de la historiografía espa- Entre medias han ido apare- das y la ligereza, su peor enemigo.
ñola. Alrededor de esa fecha, ciendo igualmente otros estu- Por ello, como sucede en este
entre 1993 y 1998, y por moti- dios importantes (destaquemos caso, el resultado de sus trabajos
vos no siempre relacionados un insólito best-seller: NO-DO. son estudios e investigaciones
con la efémeride, se publicaron El tiempo y la memoria, 2002), muy prolijos y precisos, decidi-
toda una serie de obras desti- entre los cuales hay que incluir damente poliédricos, que carto-
nadas a convertirse en libros de el que aquí nos ocupa, con el que grafían con precisión territorios
referencia de la cinematografía la renacida Filmoteca Regional casi siempre inexplorados, más
hispana: Catálogos de los años Francisco Rabal (Murcia) inicia conocidos por referencias indi-
veinte (1993) y cuarenta (1998), una prometedora política de rectas que por haberse adentrado
Catálogo del cine de la Guerra publicaciones. Su autor, Daniel a machetazos en ellos. La pru-
Civil (1996), Antología Crítica del Sánchez Salas, profesor uni- dencia es, por consiguiente, su
Cine Español (1997), diccionarios versitario y coeditor de varios gran consejera y a ella obedece
Daniel Sánchez Salas de directores artísticos (1997) y volúmenes de Cuadernos de la que, por ejemplo, Daniel Sánchez
Historias de luz y papel. de guionistas (1998), Diccionario
del Cine español (1998).
Academia, es también, desde
2005, el director de la revista
Salas haya centrado su estudio
en el examen de las adaptaciones
El cine español de los En la actualidad está a punto Secuencias y uno de los repre- narrativas del cine español de los
años veinte, a través de vivirse un momento pare- sentantes más cualificados de la años veinte, dejando al margen las
joven historiografía española. En recreaciones teatrales o de zar-
de su adaptación de cido, ya que están próximos a
ella militan una serie de decidi- zuelas. Esta opción ha recortado
publicarse el catálogo de los años
narrativa literaria treinta, el repertorio de adapta- dos investigadores que recons- el vuelo de su investigación, pero
española (2007) ciones literarias del cine español, truyen con esfuerzo el pasado ha convertido su trabajo en una
los trabajos sobre los producto- impreciso del cine español obra de referencia imprescindible
Filmoteca Regional Francisco Rabal.
res y, con posterioridad, sobre buceando entre las fuentes primi- para dar por acotado y parcelado
Murcia, mayo 2007. 480 págs. 18 €
los compositores, la reconstruc- genias o, lo que es más frecuente, ese campo de investigación, que el
ción de los orígenes del cine entre los restos y jirones de ellas. autor ha desmenuzado con inteli-
La celebración del centenario
español, y también el ambicioso El tesón y el rigor suelen ser, por gencia hasta en sus más mínimos
del nacimiento del cine supuso
Diccionario de la SGAE. lo general, sus armas más precia- detalles. ANTONIO SANTAMARINA
un paso decisivo en la evolu-
Santos Zunzunegui
La luz y la oscuridad
In memoriam Ingmar Bergman
Durante algún tiempo se incluyó a Ingmar Bergman en un reducido grupo de cineastas que, de una u
otra manera, podían agruparse bajo la denominación de "religiosos". Ahora ya sabemos que el mentado
grupo era inconsistente. Primero, porque un Truffaut travestido de André Bazin ubicó a Dreyer entre
los practicantes del "cine de la crueldad", y también porque, además, a estas alturas es imposible obviar
que la carrera de Bresson puede leerse como el progresivo desvelamiento del hecho de que Dios no
tiene otra cara que no sea la del diablo. En este sentido, cobra toda su trascendencia en la obra del
cineasta de Uppsala la presencia de una película no demasiado apreciada por la crítica, Djüvulens oga
(El ojo del diablo, 1960), en torno a la que es posible articular toda una obra rica en recurrencias, ecos y
obsesiones morosamente cultivadas.
Dado que este film se presenta como un "rondó caprichoso", es tentador
ampliar la metáfora musical al conjunto de las películas de Bergman. Por
eso es importante ver Prisión (Fángelse, 1949) como una anticipación
de Persona (1966), o caer en la cuenta de qué manera un film como
En el umbral de la vida (Nara livet, 1958) dialoga con Gritos y susurros
(Viskningar och rop, 1973) a través de ese teatro de cuerpos torturados,
convulsionados por el dolor, asaltados por la locura y dominados por
pulsiones primordiales. O, por supuesto, advertir cómo el último de sus
trabajos "tras el retiro" (Saraband, 2003 [foto 1]) pone en escena, a través
de "diez escenas postmatrimoniales", lo que treinta años antes ya se
inscribía en las tempestades amorosas que retrataban los Secretos de
un matrimonio (Scener ur ett Áktenskap, 1973 [foto 2]). Y ya, en otro
nivel, admirar la dimensión mozartiana de sus imágenes, patente en el
equilibrio con el que sus películas conjugan (de Sonrisas de una noche
de verano a Fanny y Alexander), en doble y fascinante oxímoron, la
tragedia burlesca y la comedia lúgubre.
Pero es que además este cineasta áspero, incómodo, febril, ha
esculpido en sus imágenes y en sus textos literarios (que no van
a la zaga de sus logros cinematográficos) una de las lecciones
éticas decisivas para muchos de los que nos movemos en torno al
cinematógrafo. Lección que viene ejemplificada, de manera sustancial,
en esa anécdota recogida en Linterna mágica (Laterna mágica, 1987) a
través de la que el cineasta reconstruye la manera en la que, en compañía de su anciano padre, encontró
en medio de las luces del invierno sueco el final para la película que prefiero de entre todas las suyas,
Los comulgantes (Nattvardsgásterna, 1963). La regla codificada en la frase "pase lo quépase, tienes que
decir tu misa" puede servir de guía en tiempos de penuria, en momentos en los que la banalidad parece
imponerse a la exigencia, la inconsistencia a la reflexión.
Por eso nadie debería llamarse a engaño, y no entenderíamos nada de lo que Bergman nos ha dicho
si no reconociéramos que la fuerza primordial de su obra reside en que nos conduce de la mano hasta
el quicio mismo del vacío. Lo que aleja, de manera radical, su trabajo del de otros cineastas con los que
cierta crítica interesada le ha querido emparentar, como puede ser el caso de Andrei Tarkovsky, es que,
a diferencia de lo que sucede en la obra de éste último, en Bergman ningún sacrificio es susceptible de
redimir la desolación definitiva de lo real. Baste tener presentes las imágenes finales de su último film:
aquellas en las que Marianne/Liv Ullman nos confiesa que sólo en el postrero encuentro con una de sus
hijas, durante largos años sepultada en el silencio de la locura, ha tenido la sensación de haberla tocado
por primera vez. Bergman era un materialista tal y como él lo dejó claro en lapidarias palabras: el cine
no es otra cosa que "veinticuatro imágenes iluminadas por segundo, y tras ellas la oscuridad".
El rincón de las fresas
JUAN MIGUEL COMPANY
"Si hay alguien que haya sido una parte erótica, presente todo el rato, se cuela a de poder decir que siempre me trató del
integral de mi formación cinemato- través de las herméticas imágenes del mismo modo en que trató a sus hijos: ¡sin
gráfica, sin duda es Bergman. Cuando film. Son dos películas que viven en gran ningún interés!
empecé a estudiar Historia del Cine, medida a través de sus imágenes, pero •
tenía dos temas principales de investi- nunca he pensado en Bergman como un Mucha gente señala hoy Fanny y Alexander
gación. Uno era Carl Th. Dreyer, el otro cineasta que ha construido un lenguaje como su película favorita entre todas las
Bergman. Vi todas sus películas y fue cinematográfico propio. Le veo más bien suyas. Esas personas rastrean ahora los
una enorme fuente de inspiración. Para como alguien sin igual y sin rival en todo vídeoclubs para encontrar algunos de
mí era el artista del Cine, con "C" mayús- lo que concierne al texto y al diálogo. Sus sus filmes, pero la disponibilidad de éstos
cula. Era el emblema de la obsesión y diálogos deslumhran. Su gran talento, en es muy limitada. A Bergman se le consi-
de cómo un artista debía ser y actuar. mi opinión, reside en que era capaz de dera un genio, pero sólo hay una manera
Alguien que exploraba su arte hasta el presentarnos temas difíciles de una forma de celebrar el genio, y es hacer que sus
fondo, pero que también era irracional y fácilmente digerible para el espectador. Su películas estén disponibles. Puede que se
directo. Esto también era muy tentador. talento para envolvernos en sus historias le considere un "monumento nacional"
• era absolutamente único. en Suecia, pero el monumento son sus
Bergman era igualmente un artista con • películas. Es un escándalo que sus obras
el que podías confrontarte. Un cineasta Tomemos Secretos de un matrimonio, por no estén ahí, accesibles, para que todo el
al que admirar, pero también alguien ejemplo, con sus largas conversaciones mundo pueda verlas.
hacia quien tenías que adoptar una acti- y monólogos sobre el amor y la pareja. •
tud crítica y escéptica. Del mismo modo Bergman tenía una forma muy astuta de He leído en varias partes que la muerte
en que Bergman podía ser condescen- hacernos partícipes de lo que ocurría en de Bergman ha sido una tragedia. Yo con-
diente hacia Dreyer (dijo de él que era pantalla, y eso es lo que más me impre- sidero un milagro, en cambio, que haya
"un amargado notorio y monumental"), siona. Tenía esa sabiduría y esa habilidad recibido el regalo de poder vivir ochenta
tú también podías encerrar a Bergman para presentarnos temas filosóficos y exis- y nueve años, que haya tenido una vida
en el armario cuando te apeteciera. tenciales en un formato popular y obligar rica y próspera y que haya sabido llenarla
• a gran parte de los espectadores a ponerse de creatividad y creación excepcionales,
de su lado, aunque al principio no lo estu- hasta el punto de que hace dos años resur-
Cada vez que vuelvo a ver una película
vieran, o no creyeran que lo estaban. gió con uno de sus filmes más hermosos,
suya, me llena de gozo. Algunos de sus
• Saraband. Deberíamos tocar algo alegre
filmes, por supuesto, me han impactado
en su honor. No una marcha fúnebre".
más que otros, películas como El silencio Soy un admirador de Bergman. Incluso
o Persona, dos obras que evocan atmósfe- le escribí un montón de cartas como fan.
ras muy especiales y que tienen un efecto Pero nunca recibí respuestas. Siempre Declaraciones recogidas el 31 de julio por Stig Björkman
casi alucinatorio sobre el espectador. En sentí unos fuertes vínculos familiares © Cahiers du cinéma, n° 626. Septiembre, 2007
El silencio, una atmósfera fuertemente hacia él. Por lo tanto, me siento orgulloso Traducción: Carlos F. Heredero
BERGMAN EN DVD
La cobertura que en pocos años se ha concedido a la tor. Corren a su cuenta así cintas cardinales como Un verano con
filmografía de Ingmar Bergman en el mercado español del Mónica (1952), El séptimo sello (1957), Fresas salvajes (1957) o
DVD pone a disposición del disfrute doméstico un buen Gritos y Susurros (1972). Todos ellos, a su vez, disponibles en
número de sus títulos esenciales. dos apetecibles packs de siete títulos cada uno, organizados por
Gran parte del esfuerzo para conseguirlo debe agradecerse a orden cronológico, en una presentación austera pero esmerada,
la distribuidora Filmax, que en un modelo de edición básico pero con cuadernillo introductorio de Antonio José Navarro.
correcto, riguroso y a precio más que asequible, se ha encargado Sherlock Films, por su parte, se ha ocupado únicamente de
de rescatar un total de 19 títulos. De ellos, merecen especial reco- dos cintas: Noche de circo (1953) y Sueños (1955), en las que, a
nocimiento por su singularidad, ocho pesar de la corrección, no hay nada espe-
de los más tempranos: de Crisis (1946), cialmente destacable. Sí lo hay en las que
Ciudad portuaria (1948) o Música en se desvelan como las publicaciones más
la oscuridad (1948), a Juegos de verano esmeradas y completas de todas las
(1951) y Tres mujeres (1952), la disponi- presentadas. La disponibi-
bilidad de estas cintas da una idea de la lidad de Fanny y Alexander
solidez de su propuesta edito- (1982) en versión coleccio-
rial. Se incluyen así en su catá- nista (Carneo) permite sabo-
logo otros títulos posteriores, rear no sólo el montaje fílmico,
entre los que se cuentan El ojo sino también el de la serie tele-
del diablo (1960), la imprescin- visiva y el documental. Una
dible Persona (1966), La ver- joya completada en cuatro
güenza (1968), Pasión (1969) o discos. De su film testamen-
las tardías Tras el ensayo (1984) tario, Saraband (2003), tam-
y Creadores de imágenes (2000). bién Carneo ofrece una edición
Todas ellas saldrán a la venta en donde destacan los 45 minutos de making of
los próximos meses (octubre, incluidos como extra.
noviembre y diciembre), recogidas en forma de tres packs de 6 Queda patente, eso sí, el olvido (al menos momentáneo) que
películas cada uno que, sin ninguna nueva aportación, reunirán deja inaccesibles no sólo títulos esenciales como La carcoma
al completo los títulos publicados por Filmax. (1971), La flautamágica (1974), El huevo de la serpiente (1977), o
El rostro deKarin (1985), sino también los filmes documentales
Todos, menos uno, Secretos de un Matrimonio (1973) que, en
(los dos Faro dokument), televisivos (Después del ensayo o En pre-
su versión televisiva, se publica en edición íntegra de auténtico
sencia de un clown) y publicitarios (sus anuncios para Brisa). Los
lujo (dos discos, seis capítulos y más de cinco horas). De la ver-
rumores anuncian, sin embargo, un repaso general a los títulos
sión fílmica se encarga sin embargo Manga Films, los mismos
de este director cardinal ahora que el lamento por su desapari-
que, a partir de Un verano con Mónica (1952), han rescatado la
ción ha recordado a muchos su enorme actualidad. •
mayor parte de los títulos más celebrados y difundidos del direc-
En 1958, Jean-Luc Godard detecta en el cine de Bergman
esa libertad de escritura y esa vocación por el riesgo
que el cine moderno instaura ya para siempre con la
aparición de Àbout de souffle, rodada al año siguiente.
Su texto es una premonición y el anuncio de una aurora.
Bergmanorama
JEAN-LUC GODARD
En la historia del cine, hay cinco o seis películas cuya crítica las estrellas, en lo alto de un acantilado asediado por el mar;
se realiza con estas meras palabras: "¡Es la más hermosa de Balzac, cuando, visto desde Montmartre, parece que París te
las películas!". Porque no existe un elogio más bello. ¿Por qué pertenece; pero a partir de ese momento, si el pasado juega
hablar, en efecto, más profusamente de Tabú (1931), Te querré al escondite con el presente en el rostro de aquel o aquella a
siempre (Viaggio in Italia, 1953) o La carroza de oro (Carrose quien amas; si la muerte, cuando humillados y ofendidos al fin
d'or, 1953)? Como la estrella de mar que se abre y se cierra, sa- lográis plantearle la pregunta suprema, os responde con una
ben ofrecer y ocultar el secreto de un mundo del que son a un ironía absolutamente "valeryana" que hay que intentar vivir;
tiempo el único depositario y el fascinante reflejo. La verdad es si, a partir de entonces, las palabras verano prodigioso, últimas
su verdad. La llevan en lo más profundo de sí mismas y, sin em- vacaciones, eterno espejismo, acuden a tus labios, es porque
bargo, la pantalla se desgarra a cada plano para sembrarla a los automáticamente has pronunciado el nombre de aquel al que
cuatro vientos. Decir de ellas que son las películas más hermo- una segunda retrospectiva en la Cinemateca Francesa acaba de
sos es decirlo todo. ¿Por qué? Porque es así. Y sólo el cine pue- consagrar definitivamente, para aquellos que sólo habían visto
de permitirse utilizar este razonamiento infantil sin falsa ver- algunos de sus diecinueve filmes, como el autor más original
güenza. ¿Por qué? Porque es el cine. Y el cine se basta a sí mis- del cine europeo moderno: Ingmar Bergman.
mo. Para alabar los méritos de Welles, Ophüls, Dreyer, Hawks, ¿Original? El séptimo sello (Det sjunde Inseglet, 1957) o
Cukor o incluso Vadim, nos bastará decir: ¡es cine! Y cuando el Noche de circo (Gycklarnas afton, 1953), de acuerdo; en rigor,
nombre de grandes artistas de los siglos pasados acudan, por Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende, 1955);
comparación, a nuestra pluma, no querremos decir otra cosa. pero Un verano con Mónica (Sommarem med Monika, 1953),
¿Acaso imaginamos, por el contrario, a un crítico que elogia la Sueños (Kivinnodróm, 1955), Hacia la felicidad (Till Gládje,
última obra de Faulkner diciendo: es literatura; de Stravinsky, 1950)... a lo sumo un sub-Mauppassant, y en cuanto a la técni-
de Paul Klee: es música, es pintura? Y menos aún con Shakes- ca, soltémoslo, encuadres a lo Germaine Dulac, efectos al estilo
peare, Mozart o Rafael. Tampoco se le ocurrirá a un editor, Man Ray, reflejos en el agua a lo Kirsanoff, retornos al pasado
aunque se trate de Barnard Grasset, lanzar a un poeta con el que ya no está permitido hacer en virtud de lo anticuado que
eslogan: ¡esto es poesía! Incluso Jean Vilar, cuando remienda resulta: "no, el cine es otra cosa", exclaman nuestros técnicos
Le Cid, se avergonzaría de poner en los carteles: ¡esto es teatro! acreditados; y, en primer lugar, es un oficio.
Mientras que "¡Esto es cine!", mejor que el santo y seña, sigue
¡Pues bien, no! El cine no es un oficio. Es un arte. No es un
siendo el grito de guerra del vendedor, así como del aficiona-
equipo. En el plató, como ante la página en blanco, se está
do a las películas. En resumen, de entre todos sus privilegios,
siempre solo. Y en el caso de Bergman, estar solo es plantearse
el menor, para el cine, no es desde luego erigir en razón de ser
preguntas. Y realizar películas es responderlas. Es difícil ser
su propia existencia, y hacer, por el mismo motivo, de la ética
más clásicamente romántico.
su estética. Cinco o seis filmes, he dicho, + 1, porque Juegos de
verano (Sommarlek, 1951) es el film más hermoso. Desde luego, de todos los cineastas contemporáneos, él es,
sin ninguna duda, el único que no reniega abiertamente de los
procedimientos caros a los vanguardistas de los años treinta,
El último gran romántico tal y como aún aparecen en cada festival de cine experimental
Probablemente los grandes autores son aquellos cuyo nombre o aficionado. Sin embargo, es más bien audacia por parte del
pronunciamos cuando es imposible explicar de otro modo las director de Törst (La sed, 1949), porque Bergman, con perfecto
sensaciones y sentimientos múltiples que nos asaltan en cier- conocimiento de causa, destina esos tópicos a otros fines. Esos
tas circunstancias excepcionales, frente a un paisaje deslum- planos de lagos, de bosques, de hierbas, de nubes, esos ángu-
brante, o ante un acontecimiento imprevisto: Beethoven, bajo los falsamente insólitos, ese contraluz excesivamente rebusca-
do, no son, en la estética bergmaniana, juegos abstractos de la La eternidad en ayuda de lo instantáneo
cámara o proezas de fotógrafo: al contrario, se integran en la En el instante exacto. En efecto, Ingmar Bergman es el cineas-
psicología de los personajes en el instante exacto en el que se ta del instante. Cada una de sus películas nace en una reflexión
trata, en Bergman, de expresar un sentimiento no menos exac- de los protagonistas sobre el momento presente, complicada
to; por ejemplo, el placer de Monika al atravesar en barco un con una suerte de desmembramiento de la duración, un poco a
Estocolmo que despierta, y más tarde su indolencia al invertir la manera de Proust, pero de un modo más poderoso, como si a
el trayecto por un Estocolmo que se adormece. un tiempo se multiplicara a Proust por Joyce y Rousseau, y fi-
Juegos de verano
(1951), "el film
más hermoso"
nalmente se convirtiera en una gigantesca y desmesurada me-
ditación a partir de un instante. Un film de Ingmar Bergman
es, si queremos, una vigésimo cuarta fracción de segundo que
se metamorfosea y se dilata durante una hora y media. Es el
mundo entre dos parpadeos, la tristeza entre dos latidos, el
gozo de vivir entre dos aplausos.
De ahí la importancia primordial del flash-back en estas en-
soñaciones escandinavas de paseantes solitarios. En Juegos de
verano, basta una mirada a su espejo para que Maj-Britt Nils-
son parta como Orfeo y Lancelot a la búsqueda del paraíso per-
dido y del tiempo recobrado. Utilizado casi sistemáticamente
por Bergman en la mayoría de sus obras, el regreso al pasado
deja de ser uno de esos poor tricks de los que hablaba Orson
Welles para convertirse, si no en el tema mismo del film, al
menos en su condición sirte qua non. Por encima del mercado,
esta figura de estilo, aun empleada como tal, tiene en lo suce-
sivo la ventaja incomparable de reforzar considerablemente
el guión, ya que constituye tanto el ritmo interno como el ar-
mazón dramático. Basta con ver cualquiera de las películas de Sonrisas de una noche de verano (1955)
Hay diversas formas de evaluar históricamente el trabajo medio siglo oscilando entre tiempos y espacios diversos para
de un cineasta cuando sale definitivamente de cuadro. El re- revelar esos estados de espíritu que son los afectos. Una zona
trovisor de Michelangelo Antonioni revela no pocas parado- frágil y enfermiza, donde las pasiones se repliegan en forma
jas y revisarlas es una buena manera, probablemente la menos de conflicto y pasividad sin dejar de ser opacas. La maestría
piadosa, de discernir las sombras del cineasta que está detrás de Antonioni se deposita sobre esta geografía interior que tra-
y delimitar su verdadera trascendencia. fica con el gesto suspendido y la fatiga de los cuerpos, con las
En la convulsiva aparición del cine moderno europeo, el mutaciones morales y las inercias sentimentales, la belleza de
cineasta italiano introdujo una singular disposición discur- los muros y los desencuadres, la niebla que desmaquilla los
siva hacia el mundo contemporáneo y, por afectos y la fortaleza del viento que los
consiguiente, hacia sus representaciones hace espectrales... Revisar una obra que
estéticas y los modos de percibirlas. En su atraviesa albas y noches no es tarea fácil
filmografía convergían muchos interro- (de hecho nunca el espectador se sintió
gantes de la época, de sus gestos y desafíos. cómodo en un film de Antonioni), pero
Corrientes de la filosofía contemporánea, sigue creando una turbulencia interior, tal
la literatura moderna y la abstracción pic- vez porque los tiempos continúan siendo
tórica se aunaban para pensar el cine como frágiles y los lugares deshabitados. Y por-
experiencia radical tanto a nivel moral que una vez aparcado el existencialismo
como estético. Pero tras ocupar un lugar de depresivo de la época, queda un combate
excepción como intérprete de la angustia entre forma y moral, entre sismografía
contemporánea en la década de los sesenta, y audacia estética, que sigue siendo una
pasó a ser un agujero negro a partir de los expresión singular de resistencia.
ochenta engullido por un formulario crí- Recuperar hoy un film como El grito
tico intransigente. En pleno reinado de la y abismarse en este paisaje espectral de
posmodernidad, Antonioni parecía estar la llanura del Po, como hace su protago-
de sobra, haciendo actual aquella fórmula nista fatigado y sentimentalmente herido,
de Pasolini de que "un autore non puó che constituye una experiencia muy particu-
essere un straneo in una terra ostile". lar fuera del tiempo, de esa fisura que
Entre 1950 y 1995 Antonioni rueda die- discurre entre la herida neorrealista y la
Antonioni en el rodaje de La aventura
ciséis largometrajes. No es una obra exten- cicatriz posmoderna. Un poderoso senti-
siva sino habitada por muchos paréntesis y conflictos, pero miento de extrañeza invade la revisión de La aventura ("una
traza la idea de un espíritu sin reposo, que incluso en condi- obra de lujo para cinco mil espectadores snobs", se decía tras
ciones físicas muy mermadas (el ictus cerebral que desde 1985 el bochornoso abucheo del Festival de Cannes de 1960) o de
le dejó semiparalizado y sin palabra) le hará persistir en sus La noche, que ganó el Oso de Oro en la Berlinale de 1961. Dos
enigmas: de la experiencia fallida de Eros al "autorretrato" de relatos sonámbulos, reptilíneos, que sólo se tienen en pie a tra-
Lo sguardo di Michelangelo (2004), filmando sus propios ojos vés del nomadismo de los personajes en una isla rocosa o en
contemplando el David del otro Michelangelo. Un tramo de pleno asfalto milanés, para dar cuenta de la imposibilidad del
espacio compartido y, a la postre, de todo relato homogéneo. O cine de Antonioni se ha amparado en el ballet y su condición
reencontrarse con las sugestiones físicas de El desierto rojo, una ambulante para anudar un extraño spleen entre rocas, muros,
película desmerecida en su tiempo pero intensamente contem- instalaciones industriales, desiertos urbanos o arenosos donde
poránea a nivel estético, que sugería que vivir y mirar podían las figuras avanzan a sacudidas en un deambular que revela
ser preguntas equivalentes y sin respuesta. Por no hablar del mecanismos inconscientes.
nudo de significaciones que generan obras como Blow-up, pro- Desde esta perspectiva, se puede dialogar con la embriaguez
ducida por Cario Ponti; El reportero, rodada parcialmente en coreográfica para declinar sentimientos al ralenti del cine de
España, o Identificación de una mujer, que marca su regreso a Wong Kar-wai (para el triste bolero de dos personajes cru-
Italia tras años de errancia, unidas por la conjunción del ojo zándose entre los corredores y las escaleras de In the Mood
y el espíritu, la dificultad de dar cuerpo a personajes apáticos for Love, el cineasta chino reconocía explícitamente el modelo
que carecen de otra identidad que no sea la propia imagen y la de El eclipse, pero 2046 es en buena medida un pastiche pos-
construcción del fantasma entre arquitecturas que difractan los moderno de Identificación de una mujer); con la ritualización
cuerpos y muros que se deslizan por la superficie del mundo. sonámbula de Eyes Wide Shut, de Kubrick, o la danza de Pina
Curiosamente, mientras el nombre y el cine de Antonioni Bausch buscando sustraer a la fuerza de gravedad la rituali-
eran arrinconados por las formas histéricas del audiovisual, zación de la "Bella Durmiente" en Hable con ella (no parece
un segmento del cine posmoderno tomaba casual que Almodóvar fuera elegido ini-
como empréstito algunas maneras sonám- cialmente por Antonioni para el proyecto
bulas de la escritura antonioniana. No de Eros). Y junto a la danza, la figura del
tanto en el sentido de una piadosa filia- meandro, del bucle, en las dimensiones
ción, que busca antes redimir al discípulo atmosféricas y opacas del paisaje y de
que acreditar al maestro (fue el caso de sus figuras en el cine de Atom Egoyan o
Wenders al codirigir Mas allá de las nubes en esos etéreos movimientos de los per-
Al di là delle nuvole , basada en cuatro sonajes de David Lynch, tan deudores de
relatos breves del libro Quel bowling sul las desapariciones antonionianas y de los
Tevere), cuanto en la búsqueda de fibras efectos corrosivos de unas obras que antes
nerviosas, ecos formales en equivalen- que finalizar parecían interrumpirse. Y,
cia con la sinuosidad de sus microintri- desde luego, no es posible adentrarse en
gas. Impacto, de Brian de Palma, y Blade el cine asiático, ese continente que parece
Runnner, de Ridley Scott, se apropiaban contener todas las esperanzas del cine
cada una a su manera de la secuencia del del futuro, sin pasar por Antonioni. No
engrandecimiento de Blow Up, y no hay se trata de configurar un sistema estético
películas sobre los umbrales y las geologías sobre transfusiones sanguíneas, pero el
desérticas (de Wenders y Angelopoulos a cine líquido y espectral de Hou Hsiao-
Depardon, de Tarkovski a Bela Tarr) que hsien, Tsai Ming-liang, Apichatpong
no frecuenten directa o alusivamente los Weerasathakul o Kyoshi Kurosawa es en
sueños estéticos de Antonioni. El cuadro Antonioni y J. Moreau. Rodaje de La noche buena parte deudor de Antonioni y de la
conyugal y la metereología de los sentimientos no son pasiones radicalidad del cine moderno europeo. Es difícil recuperar
en boga ni siquiera en los cielos del cine. Pero es posible reto- las cosas, los planos, las ideas de Antonioni donde él las había
mar estos temas a partir de algunas líneas de fuga de natura- dejado, pero es necesario liberarle de sus propias fronteras
leza antonioniana. Por ejemplo, la danza. En los años sesenta, epocales y asignarle un lugar aquí y ahora, entre la palpita-
Noel Burch ya pormenorizó sobre la rítmica de Antonioni ción del mundo y su desvanecimiento, el poder de ideación de
señalando cómo la cámara ejecutaba pasos de baile en com- la imagen y el enigma de la visibilidad, el deseo del cine y la
pañía de los personajes y de su sombra. Desde entonces, el conciencia de su eclipse. •
Orson Welles / Antonioni
Encrucijadas de la modernidad
ESTEVE RIAMBAU
Michelangelo Antonioni coincidió con Orson Welles en seducido por una atractiva india transcurre entre rascacielos
Andalucía a principios de los años setenta. El cineasta italiano de aluminio, reflejos en vidrieras tintadas y solares abando-
rodaba allí algunas escenas de El reportero. El norteamericano nados en lo que, claramente, se percibe como una alusión a
buscaba localizaciones para su inacabada The Other Side of the Antonioni, más cerca del homenaje que de la parodia. Ambos
Wind cerca de Puerto Rey, la misma urbanización almeriense cineastas traspiraban, a su vez, las influencias de una reno-
donde había interpretado ya La isla del tesoro y había rodado vación que Hollywood estaba experimentando de la mano de
algunas escenas para Question Mark. Ambos cineastas se cruza- jóvenes realizadores, tan respetuosos con los clásicos como
ron físicamente, pero su relación fue más que distante. Welles decididos a cambiar los cánones del cine.
detestaba el cine de Antonioni y así lo había manifestado públi-
camente cuando, en unas declaraciones efectuadas a la revista Welles y Antonioni compartieron sus
Playboy en 1967, afirmó: "Según los jóvenes críticos americanos,
uno de los grandes descubrimientos de nuestra época es el valor respectivas trayectorias nómadas con
del aburrimiento como tema artístico. Si eso es así, Antonioni me- otros cineastas de la modernidad
rece ser considerado como uno de los pioneros de esa tendencia,
su padre fundador. Sus películas son trasfondos perfectos para Welles y Antonioni pertenecían a una generación ante-
maniquíes de alta costura". rior, la que se había rebelado contra el sistema de estudios de
A estos reparos de carácter estético, contrapuestos a la admi- Hollywood o había renacido desde las cenizas del cine fascista.
ración que Welles profesaba hacia el populismo de Vittorio de El cineasta norteamericano había abandonado la producción
Sica, se añadían los celos desatados por el contrato que, poco convencional desde 1946 y el italiano no tardó mucho más
antes, Antonioni había firmado con la MGM para el rodaje de tiempo en distanciarse del neorrealismo. A partir de un deter-
Blow Up en Londres y Zabriskie Point en Estados Unidos. Welles minado momento, sus trayectorias se cruzaron. En su éxodo,
tuvo que conformarse con el capital iraní proporcionado por el Welles recorrió distintos países para el rodaje de Othello en
cuñado del Sha de Persia para poner en pie The Other Side of Italia, Mr. Arkadin, Campanadas a medianoche y Una historia
the Wind pero, cuando reanudó el rodaje en Estados Unidos, inmortal en España o El proceso en Francia. A su vez, los quince
no dudó en instalarse en un rancho de Carefree (Arizona) muy años que separan El desierto rojo de Identificación de una mujer
cercano al que Antonioni hace estallar, con la ayuda de una ocuparon a Antonioni en el rodaje de Blow Up en Londres,
maqueta, al final de Zabriskie Point. Zabriskie Point en Estados Unidos, ChungKuo en China y El
Las imágenes de este film también palpitan en las escenas reportero en España y en el norte de África.
de The Other Side oft he Wind pertenecientes a la película que, Las respectivas motivaciones nómadas obedecieron a causas
supuestamente, rueda el protagonista del film de Welles, el distintas pero, para ambos cineastas, el mundo que inicialmente
veterano cineasta interpretado por John Huston mediante habían filmado les quedaba pequeño. Mago de la prestidigita-
un fascinante juego de espejos entre la realidad y la ficción. ción, Welles adaptó a Shakespeare en escenarios españoles y no
En ésta, el apasionado idilio que une a un joven motorista dudó en convertir Chinchón en Macao. Antonioni, en cambio,
empapó las imágenes de Blow Up de Peter Bogdanovich y Gary Graver
la estética del Swinging London, dejó fueron los autoproclamados here-
que los neones y paneles de carre- deros de Welles que pulularon a su
tera impregnasen Zabriskie Point y alrededor durante los últimos años
encontró en la inquietante estética de su trayectoria. Si The Other Side
gaudiniana una elocuente expresión of the Wind surge algún día a la luz
de la disociada personalidad del pública, el primero será quien se
protagonista de El reportero. responsabilice del montaje final de
En las postrimerías de su carrera, las imágenes que el segundo foto-
tanto Antonioni como Welles explo- grafió bajo las influencias antonio-
raron terrenos colindantes con nianas dictadas por Welles. Será
la ficción. El italiano retornó, en entonces cuando adquiera todo su
Chung Kuo, a los orígenes documen- sentido aquella escena en la que un
tales de Gente del Po y no dudó en ayudante del ficticio director del
utilizar unas entonces innovadoras film se esfuerza en explicarle al pro-
telecámaras para proseguir, con El ductor la simbología oculta de unas
misterio de Oberwald, sus investi- imágenes demasiado metafóricas
gaciones sobre el color. Su última para la mentalidad de Hollywood.
película, el cortometraje Lo sguardo Welles reafirmaba así que se aburría
di Michelangelo, es un ensayo sobre con los filmes de Antonioni porque,
la mirada equiparable al que Welles tal como le confesó a Bogdanovich,
había realizado con Question Mark el italiano es uno de los cineastas
treinta años antes, y éste no dudó en que piensan "que ya que un plano
emplear los últimos años de su vida es bueno, será mejor si dejas tiempo
en el rodaje de pequeños autorre- para contemplarlo". Y, sin embargo,
tratos que destilaban la esencia de esa engorrosa situación de incom-
grandes clásicos, tal como el cineasta prensión tampoco era nueva para el
italiano también haría al filmar sus director de La dama de Shanghai. Al
Arriba, un fotograma de The Other Side of the Wind, de Orson
propio ojos mientras contemplaba Welles, con John Huston Interpretando a un veterano cineasta.
terminar la proyección de su primer
el David de otro Michelangelo. Abajo, un plano de Zabriskie Point, de Michelangelo Antonioni montaje de este film, el productor
Harry Cohn exigió que alguien le
Welles también habría regresado explicara la trama y el humillado silencio de Welles comportó
a su país de origen, tal como Antonioni hizo con Identificación su expulsión de Hollywood y el inicio de su periplo europeo.
de una mujer, si el Hollywood de los años ochenta no hubiese
sido mucho más restrictivo que el cine italiano. Sus respectivas Antonioni y Welles entrecruzaron físicamente sus trayecto-
errancias son, sin embargo, una característica compartida Con rias en la España de los años setenta. El primero se disponía
otros cineastas de la modernidad. Zabriskie Point fue, sin duda, a filmar el majestuoso plano secuencia con el que concluye El
una de las motivaciones de la atracción que Wim Wenders reportero. Quince años antes, el segundo había encabezado Sed
siempre ha sentido por Estados Unidos, y las trayectorias de de mal con un no menos elaborado movimiento de cámara que
ambos cineastas terminarían confluyendo cuando el alemán sentaría cátedra entre otros cineastas de la modernidad, desde
intervino en el rodaje de Más allá de las nubes con la misma Miklós Jancsó a Theo Angelopoulos, no menos deudores de An-
avidez necrofílica que le había llevado a filmar la muerte de tonioni. Si, de cara a la galería, el cineasta italiano fue la bestia
Nicholas Ray, otro epígono errante de la modernidad, en negra del norteamericano, la modernidad estableció caudalosos
Relámpago sobre el agua. vasos comunicantes entre el cine de uno y otro. •
ANTONIONI EN DVD
Dispersión y ausencias
CARLOS REVIRIEGO
Querido Antonioni.,
ROLAND BARTHES
En su tipología, Nietzsche distingue dos figuras: el sacerdote y lingüística, del mundo total, que es el objeto de todo artista:
el artista. No son precisamente sacerdotes lo que falta en nues- hay sucesión, no jerarquía de intereses.
tros días: de todas las religiones, incluso fuera de la religión, A decir verdad, contrariamente al pensador, el artista no
pero ¿artistas? Quisiera, querido Antonioni, que me prestara evoluciona. Explora, como si se tratara de un instrumento muy
por un instante algunos rasgos de su obra que me permitan fi- sensible, lo Nuevo sucesivo que le presenta su propia historia.
jar las tres fuerzas o, si prefiere, las tres virtudes que constitu- Su obra no es un reflejo fijo, sino un tornasol por donde pasan,
yen, en mi opinión, al artista. Las enumero ya: la vigilancia, la según la inclinación de la mirada y las solicitudes del tiempo,
sabiduría y la más paradójica de todas, la fragilidad. las figuras de lo Social o de lo Pasional, y las de las innovacio-
Contrariamente al sacerdote, el artista se sorprende y ad- nes formales, desde los modos narrativos al uso del Color. Sus
mira; su mirada puede ser crítica, pero él no es acusador: el inquietudes con respecto a su época no son las de un historia-
artista no conoce el resentimiento. Es usted un artista porque dor, un político o un moralista, sino más bien las del utópico
su obra está abierta a lo Moderno. Muchos toman lo Moderno que quiere percibir el mundo nuevo en sus más mínimos de-
como combativo estandarte contra el viejo mundo, sus valores talles, porque lo desea y quiere formar parte de él. La vigilan-
comprometidos; pero, para usted, lo Moderno no es el térmi- cia del artista, que es la suya, es una vigilancia amorosa, una
no estático de una oposición fácil. Lo Moderno es, por el con- vigilancia del deseo.
trario, una dificultad activa en seguir los cambios del Tiempo, Llamo sabiduría del artista no a una virtud antigua, y me-
no sólo al nivel de la gran Historia, sino en el interior de esa nos aún a un discurso mediocre sino, por el contrario, a ese
pequeña Historia de la que es medida la existencia de cada saber moral, a esa agudeza de discernimiento que le permite
uno. Iniciada inmediatamente después de la última guerra, su no confundir jamás el sentido y la verdad. ¡Cuántos crímenes
obra ha avanzado así, momento a momento, siguiendo un mo- ha cometido la humanidad en nombre de la Verdad! Por más
vimiento de vigilancia doble, respecto del mundo contempo- que esa verdad no ha sido jamás más que un sentido. ¡Cuántas
ráneo y de usted mismo. Cada una de sus películas fue, en su guerras, represiones, terrores, genocidios, por el triunfo de un
propia escala, una experiencia histórica, es decir, el abandono sentido! El artista, por su parte, sabe que el sentido de una co-
de un antiguo problema y la formulación de una nueva pregun- sa no es su verdad; y este saber constituye una sabiduría, una
ta; lo que quiere decir que ha vivido y tratado la historia de los sabiduría loca cabría decir, porque lo aparta de la comunidad,
treinta últimos años con sutileza, no en tanto que materia de del rebaño de los fanáticos y los arrogantes.
un reflejo artístico o de un compromiso ideológico, sino co- Sin embargo, no todos los artistas poseen esa sabiduría: al-
mo una sustancia cuyo magnetismo se proponía captar, obra a gunos hipostasían el sentido. Generalmente, esta operación te-
obra. Para usted, los contenidos y las formas son igualmente rrorista se da en llamar realismo. Así, cuando usted declaró (en
históricos; los dramas, como ha dejado dicho, son indiferente- una entrevista con Godard): "Siento la necesidad de expresar la
mente psicológicos y plásticos. Lo social, lo narrativo, lo neu- realidad en términos que no sean del todo realistas", estaba dan-
rótico, no son más que niveles, pertinencias, como se diría en do fe de un sentimiento justo del sentido: no lo imposta, pero
no lo revoca. Esta dialéctica confiere a sus películas (emplearé sentimientos, como en El eclipse, ya que los sentimientos están
de nuevo la misma palabra) una gran sutileza: su arte consiste garantizados (la heroína ama a su marido): todo se gesta y se
en dejar siempre abierto el camino del sentido, como indeci- estropea en un segundo plano donde los afectos (el malestar
so, por escrúpulo. Por eso lleva a cabo con tanta precisión la de los sentimientos) escapan a esta armadura del sentido que
tarea del artista que requiere nuestro tiempo: ni dogmático, ni es el código de las pasiones. En definitiva, para abreviar, sus
insignificante. Por ello, en sus primeros cortometrajes sobre últimas películas llevan esta crisis del sentido al corazón de la
los vertederos de Roma o la fabricación de rayón en Torvis- identidad de los acontecimientos (Blow up) o de las personas
cosa, la descripción crítica de una alienación social vacila, sin (El reportero). En el fondo, hay una crítica constante, doloro-
desaparecer, en beneficio de un sentimiento más patético, más sa y exigente a la vez, de esta marca poderosa del sentido que
inmediato, hacia los cuerpos que están trabajando. En El grito, llamamos destino.
el sentido poderoso de la obra es, cabe decir, la incertidumbre Esta vacilación (quisiera precisar y decir, mejor, esta sínco-
misma del sentido: el vagabundeo de un hombre que no puede pe) del sentido sigue vías técnicas, propiamente fílmicas (de-
confirmar su identidad en ninguna parte y la ambigüedad de la corado, planos, montaje) que no me incumbe analizar, pues-
conclusión (suicidio o accidente) llevan al espectador a dudar to que carezco de competencia para ello. Creo que estoy aquí
del sentido del mensaje. Esta fuga del sentido, que no su abo- para decir en qué su obra, más allá del cine, implica a todos
lición, nos permite cuestionar los fundamentos psicológicos los artistas del mundo contemporáneo: trabaja usted en hacer
del realismo. En El desierto rojo, la crisis ya no es una crisis de sutil el sentido de lo que el hombre dice, cuenta, ve o siente.
No creo que sea debido al azar, ni a la necesidad, sino a una enfermedad durante más de veinte años, avanza con el cuer-
serie de razones más profundas. En la filmografía de Roberto po semiparalizado por la nave central de la iglesia romana de
Rossellini y de Michelangelo Antonioni, los dos monstruos del San Pietro in Vincoli. El cineasta se sitúa frente a la majestuo-
cine italiano junto con Federico Fellini, la figura de Michelan- sidad del Moisés de Michelangelo. Su mano acaricia las for-
gelo Buonoratti surge como fuente de inspiración de sus últi- mas artísticas, la pureza del mármol con el que fue esculpido,
mas películas testamentarias. Antes de Le centre Georges Pom- mientras la mirada no cesa de perseguir las rugosidades de
pidou (1977), Rossellini filmó en la capilla Sixtina Concerto per la estatua, su majestuosidad, esa fuerza mística abrumadora
Michelangelo (1977), en la que, ante el esplendor de la obra del que acaba adquiriendo el peso de un gran legado ético para
gran maestro, sentenciaba que su gran importancia dentro de la la humanidad.
historia del arte residía en abrir el camino que permitía "trans- Michelangelo Antonioni también nos proporciona un emo-
formar un discurso místico en un discurso ético". cionante legado personal al mostrarnos que, cuando la palabra
A pesar de que el silencio es un protagonista esencial en es silenciada, la vista es capaz de expresarlo todo. Antonioni,
Lo sguardo de Michelangelo (2003), el gran testamento del ci- cineasta de la vista por excelencia, construye un autorretrato
neasta de Ferrara, el eco de las palabras de Rossellini no dejan de sí mismo abrumado por la belleza del mármol, pero tam-
de resonar en este singular cortometraje de catorce minutos. bién un manifiesto sobre el misterioso poder de la mirada. Es
Antonioni, sumido en el silencio forzado al que le condenó su la inolvidable despedida de un creador insustituible. •
Los ojos y la cámara de Antonioni bucean en la mirada de Moisés y de Michelangelo. Una resonante despedida del arte, del cine y de la vida
Close to Home (Vidi Bifu y Dalia Hager, 2005), en ef CBA (Madrid) Occupied (Peter Downsbrough, 2000), en el Reina Sofía Cartel de Animadrid'07, en Pozuelo de Alarcón
Marc Recha o Isaki Lacuesta; una creativo femenino, "Radical", que da DEL 13 AL 22 DE SEPTIEMBRE.