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Castro Edgardo - Diccionario Foucault PDF
Castro Edgardo - Diccionario Foucault PDF
EDGARDO CASTRO
s a lt o d e p á g in a , s . 1. b i b l i o t e c a n u e v a , s . 1.
* m *3bo 30. 28010. 40AAG00 38, 26010,
MACPD, ESPAÑA
Castro, Edgardo
D iccionario Foucault. Temas, conceptos y autores. - I a ed. - Buenos
Aires: Siglo V eintiuno Editores, 20 11.
432 p . ; 16x23 cm - *
ISBN 978-987-629-188-0
1. Lexicografía. I. Título.
CD D 4 13 .1
ISBN 978-987-629-188-0
[9]
10 PREFACIO
El filólogo renacentista Joseph Justus Scaliger sostuvo alguna vez que los
grandes criminales -los hombres infames, diría Foucault- no deberían ser
condenados a muerte ni a trabajos forzados, sino a compilar diccionarios.
Sabía muy bien de lo que hablaba. En nuestro caso, ha sido una condena
extremadamente placentera.
Una especie de maldición, sin embargo, nos acompaña cada vez que es
tamos a punto de publicar un libro de estas características: terminada la
versión final, aparece un trabajo importante del autor en cuestión. El curso
de Foucault de 1970-1971, Legons sur la volonté de savoir, fue publicado hace
pocos días. Como en los casos anteriores, decidimos retomar la tarea e incor
porar el material más reciente.
Por último, me gustaría señalar que la dedicatoria original no era sólo "a
mis padres" -fórmula sin duda clásica-, sino "a mis padres, porque nunca me
mandaron al psicólogo".
[ 11]
12 PREFACIO A L A PRIM ERA ED ICIÓ N
de a n im a le s: c o r r e r ía el r ie s g o d e con vertirse él m is m o e n u n a en c ic lo p e d ia
ch in a. P o r q u e "n o to ria m e n te n o h a y clasificación d e l u n iverso q u e n o sea
a rb itra ria y c o n je tu ra l" (J. L . B o rg e s , ib íd e m , 708). Y n a d a n os a s e g u ra qu e
en el a fá n d e o rd e n a r n o c a ig a m o s en esas a u to im p lic a c io n e s (clasificacio n es
de lo s c o n ten id o s m ism o s d e la clasificación - c o m o a q u e lla de lo s an im a le s
de B o rg e s: " (h ) in c lu id o s en esta c la s ific a c ió n "-) q u e só lo lo s la b e rin to s del
le n g u a je p e rm ite n construir. Y, finalm ente, en e l p e o r d e lo s casos, só lo p r o
v o q u e m o s risa, y, en e l m ejor, ta m b ié n in q u ietu d .
- P e r o ¿y si ese e sp a c io c o m ú n existe?
- A h , b u e n o , en to n ces p re s e n ta r este v o c a b u la r io se re d u c iría a decir, de
n u e v o c o m o F o u c a u lt: "Y o n o escribo p a ra u n p ú b lic o , e sc rib o p a ra u su arios,
n o p a r a le c to re s" (D E 2 , 524).
INTRO DUCCIÓ N
I. INDICACIONES GENERALES
Nuestra idea inicial fue elaborar un índice completo de los textos de Foucault.
La intención era disponer de un instrumento de trabajo en estado puro, sin
ningún tipo de selección o de filtro de los datos. El presente trabajo difiere
de esta idea por varias razones. Por un lado, no se trata de un índice sino de
un diccionario; no sólo refiere dónde aparece cada término en los escritos de
Foucault, ofrece además una indicación -a veces sucinta, otras extensa- de
sus usos y contextos. Por otro lado, está constituido sólo por una selección
arbitraria de términos.
Los únicos criterios que nos guiaron en la tarea de elegir qué conceptos
incluir fueron la importancia que les reconocíamos a algunos a partir de
nuestra lectura de la obra de Foucault, nuestro interés personal o, simple
mente, una hipotética utilidad para el lector. Por ejemplo, en el caso de las
expresiones y términos griegos, frecuentes en los últimos escritos, nuestra
intención fue incorporar el mayor número posible. Algunos autores fueron
incluidos no por la frecuencia con que aparecen citados sino por tratarse de
autores poco conocidos que, por ello, nos pareció útil situar en la obra de
Foucault. Es el caso, por ejemplo, de los autores estudiados a propósito del
análisis de la "razón de Estado".
Las limitaciones que necesariamente surgen de estas opciones sólo po
drían ser subsanadas con un trabajo en equipo en el que los criterios de se
lección a la vez se multipliquen y se discutan. Además, hasta que sean publi
cados todos los cursos de Foucault en el Collége de France resulta imposible
poner un punto final a la tarea de elaborar un vocabulario foucaultiano. Por
otro lado, este debería estar acompañado de la bibliografía secundaria que se
puede sugerir a propósito de cada término. Otra tarea a realizar sería esta
blecer la biblioteca de Foucault: la lista de obras citadas según la cronología
y la frecuencia. Por todas estas razones, el presente trabajo debe ser tomado
como el punto de partida para una obra colectiva, necesariamente más com
prehensiva y más rica.
[ 13]
14 INTRODUCCIÓN
diante versalita blanca; por ejemplo: s a b e r . Algunas veces tuvimos que intro
ducir distinciones dentro de cada contexto. En este caso, para los términos
correspondientes, utilizamos, además de versalita, números y paréntesis; por
ejemplo: 1) d is c u r s o .
De este modo, es posible distinguir tres niveles en un artículo: episteme
(entrada), s a b e r (contexto), 1) d isc u r so (subcontexto).
Además, cuando es necesario dar cuenta de las relaciones entre los dife
rentes contextos, el artículo comienza con una breve introducción que las
indica. En cambio, para las entradas en las que no es necesario distinguir
contextos de uso, simplemente hemos utilizado el punto medio (•) para esta
blecer algunas divisiones en el texto.
4) E l corpus.de referencia. Para la definición del corpus a partir del cual de
terminar la frecuencia de aparición de los términos, hemos seguido los si
guientes criterios: 1) la totalidad de los libros, excepto los elementos paratex-
tuales (portada, índices, bibliografía); 2) en el caso de Dits et écrits no
incluimos, además de los índices, la cronología que aparece en el primer
volumen; 3) para los cursos del Collége de France dejamos de lado los resú
menes, que ya se encuentran en Dits et écrits, y la "Situation des cours",
redactada por los editores, pero sí consideramos las notas que ellos in
corporaron.
ABREVIATURAS D E LAS OBRAS
[21]
22 ABREVIATURAS DE LAS OBRAS
mente varias instituciones ya existentes, cial puede ser vista como una expresión del
entre las que se encuentran la Salpétriére y absolutismo monárquico, la función de po
Bicétre, que desde entonces se destinarán a licía es correlativa del cuerpo social y debe
recibir, alojar y alimentar a los "pobres de llegar hasta sus límites extremos, hasta los
París”. Al director general, cargo de carácter mínimos detalles. En este sentido, el objeto
vitalicio, se le confiere el poder de autori de la policía no es el Estado o el reino como
dad, administración, comercio, policía, ju cuerpo visible del monarca, sino "todo lo
risdicción, corrección y castigo sobre todos que sucede”, "las cosas de cada instante”
los pobres de París, ya sea que se encuen (SP, 213-215). Véase: Policía.
tren dentro o fuera de los edificios destina
dos al hospital. Sin vinculación con ninguna El siglo X IX marca el
s a b e r g u b e r n a m e n ta l.
idea médica, entre la justicia y la policía, fin del absolutismo y, con él, de su forma de
aparece así, según Foucault, la tercera or ejercer el poder. La práctica del poder co
den de la represión. La nueva institución se mienza a requerir la intervención de cierto
extenderá rápidamente por todo el reino saber gubernamental que engloba el conoci
hasta convertirse, más allá de sus fronteras, miento de los procesos económicos, sociales
en un fenómeno europeo. Sin embargo, en y demográficos. Durante la primera mitad
Francia, la constitución de la monarquía del siglo XIX, este saber se estructuró a tra
absoluta y el renacimiento católico en la vés del saber de la economía. Pero los efec
época de la Contrarreforma le darán un ca tos de la reorganización ■de la economía
rácter particular, de complicidad y compe sobre la vida de los individuos hicieron ne
tencia entre el poder secular y el de la iglesia cesario otro tipo de saberes a fin de corregir
(H F, 77). Véase: Locura. estos efectos, adaptando a los individuos a
las nuevas formas del desarrollo económico
d e r e c h o d e c a s t i g a r . Hasta el siglo XVIII, el (la medicina, la psiquiatría, la psicología).
suplicio, como castigo, no funcionaba a mo De este modo, el poder político adquiere
do de reparación moral sino como ceremo una forma terapéutica (DE2, 433-434).
nia política. El delito era considerado una
ofensa y un desafio a la soberanía del rey, al Aun cuando la utilización
le t t r e s d e c a c h e t.
cuerpo del rey. El carácter aterrador y excesi de las lettres de cachet (una carta del rey, con
vo del suplicio, como el de Damiens, que su sello, que contiene una orden de deten
Foucault describe al comienzo de Surveiller ción) haya sido un episodio temporalmente
et punir, tenía por finalidad reconstruir la circunscrito, de apenas poco más de un si
soberanía desafiada. Un espectáculo que, en glo, no por ello resulta insignificante desde
su exceso, quería mostrar la supremacía del el punto de vista de la historia del poder. De
monarca y lograr que fuese reconocida por acuerdo con Foucault, esta práctica no debe
sus súbditos (DE2, 726). Una venganza a la ser vista como la irrupción de la arbitrarie
vez personal y pública. En este sentido, el dad del poder real en la vida cotidiana. Se
derecho de castigar que tiene el monarca articula, más bien, según circuitos comple
puede ser considerado como una prolonga jos y un juego combinado de solicitudes y
ción del "derecho de la espada”, derecho de respuestas. Todos podían servirse de ellas
vida y de muerte inherente a la soberanía según sus intereses. Por ello, es posible con
(SP, 52). cebirlas como una forma de distribución de
la soberanía absoluta (DE3, 247).
Entre las transformaciones de las
p o lic ía .
prácticas disciplinarias durante la Época d i s c u r s o h i s t ó r i c o . Podemos considerar "//
Clásica, Foucault señala la estatización de faut défendre la société" como una genealo
los mecanismos disciplinarios. Mientras que gía del discurso histórico moderno. Foucault
en Inglaterra, por esta misma época, grupos opone lo que denomina la historia jupiteria-
privados de inspiración religiosa asegura na al discurso de la guerra de razas. La pri
ban el control social, en Francia, en cambio, mera, tal como la practicaban los romanos
la policía asumía en general la función dis y también en la Edad Media, era concebida
ciplinaria. Sin embargo, a pesar de que la como un ritual de fortalecimiento de la so
organización centralizada del aparato poli beranía. Por un lado, al contar la historia de
ABSO LU TISM O / AC O NTEC IM IEN TO 25
los reyes, de los poderosos y de sus victorias, restricciones, una que no imponía límites y
liga jurídicamente a los hombres con el po otra que promovía la abstinencia, que co
der por la continuidad de la ley; por otro rresponderían respectivamente al paganis
lado, al narrar ejemplos y proezas, fascina y mo y al cristianismo. El primer gran texto
atrae. Doble función de la historia jupiteria- cristiano dedicado a la práctica sexual (el
na, relato del derecho del poder e intensifi capítulo X del libro II de E l pedagogo, de
cación de su gloria. Discurso del Estado Clemente de Alejandría) se apoya no sólo en
sobre el Estado, del poder sobre el poder. En la Escritura, sino en preceptos, disposicio
relación con la historia jupiteriana, el dis nes y ejemplos tomados directamente de la
curso de la guerra de razas puede pensarse filosofía antigua. Aunque con valores y ubi
como una contrahistoria: rompe la unidad caciones diferentes, tanto en el paganismo
de la soberanía y, sobre todo, oscurece su como en el cristianismo, la problematiza-
gloria. La historia de los soberanos ya no ción del placer sexual y, por consiguiente,
incluirá la de los súbditos; la historia de de la abstinencia ha sido una parte funda
unos no es la de los otros. Los relatos de mental de la ascesis del individuo. • La
proezas y hazañas no son sino la narración, Antigüedad clásica ha honrado las figuras
por parte de quienes han vencido, de las lu de los héroes virtuosos, como Apolonio de
chas de dominación, de conquista, de opre llano, quien, habiendo hecho voto de casti
sión. Aparece, entonces, un nuevo sujeto de dad, pasó su vida sin mantener relaciones
la historia: la nación, la raza (IDS, 57-63). sexuales. Pero, más allá de este caso extre
Esta nueva forma de la historia ha sido uti mo, la abstinencia como ascesis, como ejer-
lizada tanto por los defensores del absolu citación del individuo sobre sí mismo, apa
tismo cuanto por sus opositores. Por ejem rece vinculada con dos temas centrales de la
plo, en Inglaterra, por Jacobo I y por los ética antigua: el dominio sobre sí y el cono
parlamentarios que se le oponían (IDS, 88- cimiento de sí. Aquí nos encontramos, res
89). En Francia, con Henri de Boulainvilliers pectivamente, con el Agesilao de Jenofonte
y como parte de la reacción nobiliaria, el y el Sócrates de Platón (HS2, 20-31). • En
discurso de la guerra de razas tuvo como los epicúreos, el ejercicio de la abstinencia
objetivo desestructurar el relato que ligaba servía para marcar el umbral a partir del
la administración con el absolutismo, es de cual la privación se convertía en sufrimien
cir, el discurso jurídico y el económico-ad to; para los estoicos, por su parte, consistía
ministrativo. Para expresarlo de otro modo, en una preparación para eventuales priva
fue a través de este discurso como la noble ciones (HS3, 75). • En el marco general de
za trató de separar la voluntad absoluta del la evolución de la ascesis antigua, la rela
soberano y la absoluta docilidad de la admi ción entre abstinencia y conocimiento de sí
nistración. Como en Inglaterra, el discurso tiende a ocupar el primer lugar, por encima
de la guerra de razas ha sido utilizado por de la relación entre ascesis y gobierno de sí
todas las posiciones políticas, de derecha o mismo (HS3, 85).
de izquierda. El absolutismo, por su parte,
también se adueñó de él (IDS, 101-120). Abstinence [48]: 1961 [1] HF: 619.1982 [26]
DE4: 362-363. HS: 279, 395, 399, 403, 409-
Absolutisme [60]: 1961 [1] HF: 74. 1973 [2] 412, 414, 419, 435. 1983 [2] DE4: 547, 552.
DE2: 433, 465. 1975 [3 ] DE2: 726. SP: 82, 1984 [17] DE4: 671. HS2: 20-21, 27, 101,
214. 1976 [37] IDS: 87-89, 92-94, 103, 105- 135-136, 187. HS3: 75, 77, 85, 144-146, 272.
106, 108, 113-114, 119-120, 125, 127-130, 1988 [2] DE4: 801.
136, 157, 180-183, 207. 1977 [3] DE3: 247,
323. 1979 [14] N B : 187.
acontecimiento
de los discursos como acontecimientos, y la más matizada y amplia. En Les M ots et les
tarea de la filosofía consiste en diagnosticar choses, el acontecimiento arqueológico es
lo que acontece, la actualidad. Como obser concebido, en efecto, como una ruptura ra
va en L'Ordre du discours, se trata de una dical sólo manifiesta en sus efectos discur
categoría paradójica, que plantea problemas sivos. A medida que Foucault extiende el
"temibles1' y que fue "raramente tomada en dominio de análisis a lo no discursivo (dis
consideración por los filósofos” (OD, 59). El positivos y prácticas en general), la apari
término "acontecimiento” tiene varios senti ción de nuevas prácticas (acontecimientos
dos en su obra: acontecimiento arqueológico, en la segunda acepción del término, aunque
acontecimiento discursivo, acontecimiento ya no sólo discursivos) dejará de ser pensa
como relaciones de fuerza, como actividad da como un acontecimiento en cierto senti
de "acontemencializar”, como sentido de la do oculto. En efecto, ya no se trata sólo de
Aufklarung europea, como forma de subjeti afirmar la aparición de nuevas prácticas, si
vación en la práctica de la parresia. Todos no también de analizar su formación. Desde
estos sentidos, a pesar de su diversidad, es esta perspectiva, hay una cierta primacía del
tán sin embargo conectados y sus relaciones acontecimiento como regularidad. •
permiten describir a grandes rasgos el reco Tocamos aquí un punto medular del pensa
rrido filosófico de Foucault. miento de Foucault: ¿cómo pensar la rela
ción entre novedad y regularidad sin hacer
ACONTECIMIENTO ARQUEOLÓGICO/ACONTECIMIENTO de la novedad una especie de "apertura” (a
En un primer momento, se pue
d is c u r s iv o . la Heidegger) ni convertir las prácticas en
den distinguir dos sentidos generales del tér una especie de "a priori” de la historia, del
mino "acontecimiento" en Foucault: acon acontecimiento como novedad? ¿Cómo pen
tecimiento arqueológico y acontecimiento sar, al mismo tiempo, la transformación y
discursivo. Según el primero, la mutación la discontinuidad? Para ello, Foucault debe
de una episteme a otra es pensada como el encontrar un equilibrio entre el aconteci
acontecimiento que establece un nuevo or miento como ruptura y como regularidad,
den en el campo del saber. A este aconte sin recaer en el viejo concepto de tradición
cimiento se le atribuye el valor de una y tampoco en el más reciente de estructura.
apertura (M C , 232). De él, sólo es posible Se trata, en definitiva, de pensar esta rela
advertir los signos, los efectos (la aparición ción asumiendo la discontinuidad de estas
del hombre como acontecimiento epistémi- regularidades, el azar de sus transformacio
co, por ejemplo), su disposición manifiesta nes, la materialidad de sus condiciones de
(M C , 307, 318). El segundo sentido, los existencia (OD, 61).
enunciados como acontecimientos, objeto
de descripción de la arqueología, son preci l u c h a , r e l a c i o n e s d e f u e r z a . A tal fin, Foucault
samente los efectos regulares en el plano del se servirá de los conceptos de lucha, tácticas,
discurso de la ruptura que establece un estrategias. El término "acontecimiento” ad
acontecimiento arqueológico (AS, 40). De quiere, entonces, un tercer sentido (en el
este modo, Foucault opone el análisis dis que se percibe la presencia de Nietzsche): el
cursivo en términos de acontecimiento a los acontecimiento como relación de fuerzas.
análisis que abordan los discursos desde el En la historia, las luchas se llevan a cabo a
punto de vista de la lengua o del sentido, través de las prácticas de las que se dispo
de la estructura o del sujeto. La descripción ne, pero, en este uso, ellas se transforman
en términos de acontecimiento toma en para insertarse en nuevas tácticas y estra
consideración, en lugar de las condiciones tegias. En este marco, el concepto de acon
gramaticales o las de significación, las con tecimiento se entrelaza con los conceptos
diciones de existencia que determinan la de diagnóstico y de actualidad. La historia
materialidad propia del enunciado (AS, 40, efectiva, como la entiende Nietzsche, hace
137-138). • Acerca delarelación entre acon resurgir el acontecimiento (las relaciones de
tecimiento arqueológico y acontecimiento fuerza) en lo que puede tener de único y
discursivo, entre aparición y configuración agudo. De este modo, se opone a la historia
de las prácticas, Foucault se desplaza desde tradicional que lo disuelve en el movimiento
una posición más extrema y limitada a una teleológico o en el encadenamiento natural
AC O NTEC IM IEN TO 27
(DE2, 148). Lá tarea de la filosofía consiste signo de estas características es el que per
en diagnosticar las fuerzas que configuran mite determinar si existe o no un progreso
nuestra actualidad (DE3, 573). en la historia de la humanidad. Para Kant,
el acontecimiento de la Revolución Francesa
" a c o n t e m e n c i a l i z a r ” . Aparece, así, un cuarto reúne estas condiciones. Lo que constituye
sentido del término "acontecimiento", el que el valor de acontecimiento (de signo reme
se expresa con el verbo événementialiser, morativo, demostrativo y pronóstico) no es
"acontemencializar", como método de tra la revolución misma, ni su éxito o su fraca
bajo histórico-filosófico. Con este neologis so, sino el entusiasmo que suscita y que,
mo Foucault hace referencia a una forma de según Kant, pone de manifiesto una dispo
proceder que se caracteriza, en primer lu sición moral de la humanidad (DE4, 684-
gar, por una ruptura: hacer surgir la singu 685). Foucault extiende estas considera
laridad allí donde se está tentado de hacer ciones al Iluminismo en general, como
referencia a una constante histórica, a un acontecimiento que inaugura la Modernidad
carácter antropológico o a una evidencia europea. "¿Qué es la Ilustración?” y "¿qué es
que se impone considerablemente a todos. la revolución?" son las dos cuestiones que
Mostrar, por ejemplo, que no hay que tomar definen la interrogación filosófica kantiana
como evidente que los locos sean reconoci acerca de la actualidad. Si con las Críticas
dos como enfermos mentales. En segundo Kant fundó una de las líneas fundamentales
lugar, esta forma de proceder se caracteriza de la filosofía moderna -la analítica de la
también por hallar las conexiones, los en verdad que se pregunta por las condiciones
cuentros, los apoyos, los bloqueos, los jue del conocimiento verdadero-, con estas dos
gos de fuerza, las estrategias que permitie preguntas inauguró la otra gran tradición:
ron formar, en un momento dado, lo que la ontología del presente que se pregunta
luego se presentará como evidente. Según por la significación filosófica de la actuali
Foucault, esto implica una multiplicación dad. "No son los restos de la Aufklarung lo
causal: 1) un análisis de los acontecimientos que hay que preservar; es la cuestión misma
según los procesos múltiples que los consti de este acontecimiento y de su sentido his
tuyen (por ejemplo, en el caso de la cárcel, tórico (la cuestión de la historicidad del
los procesos de penalización del encierro, la pensamiento universal) lo que es necesario
constitución de espacios pedagógicos cerra tener presente y conservar en el espíritu co
dos, el funcionamiento de la recompensa y mo lo que debe ser pensado" (DE4, 687).
de la punición); 2) un análisis del aconteci Por ello, se podría considerar como una fi
miento como un polígono de inteligibilidad, losofía del acontecimiento no sólo la ar
sin que sea posible definir de antemano el queología de los discursos, sino también la
número de lados; 3) un polimorfismo cre ontología del-presente en la que el propio
ciente de los elementos que entran en rela Foucault se sitúa, esto es, la genealogía y la
ción, de las relaciones descritas, de los do ética. • En la primera lección del curso de
minios de referencia (DE4, 24-25). 1983, Le Gouvem em ent de soi et des autres,
publicado recién en 2008, encontramos las
d e l e u z e . Foucault se ocupa de la noción de mismas reflexiones acerca del breve escrito
acontecimiento en la obra de Deleuze en su kantiano (GSA, 8-22).
recensión de Logique du sens. Véase: Deleuze.
A propósito de la pa
d r a m á tic a d e l d is c u r s o .
A propósito de la cé
r e v o l u c i ó n , ilu m in is m o . rresia, Foucault propone una dramática del
lebre respuesta de Kant a la pregunta ¿Qué discurso, una de cuyas tareas sería el análi
es la Ilustración?, surge otro sentido del tér sis del modo en el que el acontecimiento de
mino "acontecimiento" en los textos de la enunciación puede modificar el ser del
Foucault. Este tiene que ver con lo que Kant sujeto enunciador (GSA, 66). Véase: Parresia.
considera un signo "rem em orativum , de-
m onstrativum , p ro n o s ticu m ", es decir, un d i s p o s i t i v o s d e s e g u r i d a d . Una de las caracte
signo que muestre que las cosas han sido rísticas fundamentales de los dispositivos de
siempre así, que suceden también actual seguridad es la relación que se establece en
mente así y que sucederán siempre así. Un ellos entre gobierno y aleatoriedad del acón-
28 AC O NT EC IM IEN T O / AGUSTÍN, SAN
sexuales. De este modo, su fuerza, su origen bién objeto de comparación, esta vez con el
y sus efectos se convierten en el principal Lajes de Platón (CV, 117-119, 145-149, 227).
problema de la voluntad. El concepto de Para Foucault, en el Alcibiades I se enraíza
carne hace referencia al cuerpo conquistado una tradición del cuidado de sí mismo que
por la libido. Puesto que este deseo proviene conduce a una metafísica del alma; en el
de Dios (aunque ciertamente no en su diná Lajes, en cambio, la que conduce a una es
mica actual), a diferencia de lo planteado tética de la existencia (CV, 118). Al respecto,
por Platón, nuestra lucha espiritual no con véase: Parresia.
sistirá en dirigir nuestra mirada hacia lo
alto, sino hacia adentro, hacia lo bajo, con Alcibiade [407]: 1964 [1] DE1: 414. 1975 [1]
el fin de descifrar los movimientos del alma A N : 25. 1981 [2] DE4: 177, 213. 1982 [274]
(DE4, 174-177). DE4: 329, 355-357. HS: 10, 27, 32-43, 45-46,
49-50, 52-54, 57-58, 62-67, 69-71, 73, 75-77,
Saint Augustin [54]: 1964 [1 ] DE1: 295. 79-81, 84, 86, 88, 90-91, 93, 104, 108, 114,
1974 [2] PP: 90-91. 1978 [2] DE3: 555. STP: 123, 156, 163-169, 179-180, 182, 191, 197-
192. 1981 [19] DE4: 174-177. 1982 [10] 198, 212, 215, 237, 244, 256, 330-331, 395,
DE4: 300, 308. HS: 28, 180, 184, 345, 442- 397, 400-401, 414, 421, 429-430, 435-438,
443. 1983 [3 ] DE4: 389, 394. 1984 [17] CV: 441, 454. 1983 [33] DE4: 385, 390, 398, 407,
167, 176. DE4: 563, 614, 619, 793, 805. HS2: 552. GSA: 44, 205, 207-209, 222-223, 225,
49, 155, 278. HS3: 168. 246, 260. 1984 [62] CV: 27, 31, 117-119,
134, 145-149, 158, 213, 227. DE4: 615, 713,
721. HS2: 27, 53, 81, 85, 102, 208, 264-265,
Alcibiades 283. HS3: 58-59, 251, 259, 278. 1988 [34]
DE4: 786, 789-792, 795-796.
Alcibiades I, diálogo que los antiguos atri
buyeron a Platón, es analizado en el marco
de dos grandes temas: la epiméleia heautóu, aleturgía
el cuidado de sí mismo, y la noción de pa
rresia. Se trata de un término utilizado por Foucault
para hacer referencia a los modos de apari
c u id a d o . Para Foucault, este diálogo consti ción y manifestación de la verdad. Foucault
tuye la primera gran emergencia teórica de opone epistemología y aleturgía. El análisis
la problemática del cuidado de sí mismo epistemológico estudia las estructuras de los
(HS, 46), donde es abordada a partir de sus discursos considerados como verdaderos; el
relaciones con la política, la pedagogía y el análisis aletúrgico, en cambio, las formas de
conocimiento de sí (DE4, 213-218, 355, manifestación' de la verdad, sobre todo el
789). E l curso en el Collége de France de modo en que, en el acto de decir, el sujeto
1981-1982, L'Hennéneutique du sujet,, está se constituye a sí mismo como sujeto de ve
ampliamente dedicado al análisis escrupu ridicción, como lugar de manifestación de
loso del Alcibiades I (HS, 27-77). Véase: la verdad (CV, 4). Véase: Parresia.
Cuidado.
Aléthurgie [17]: 1983 [9] GSA: 77-78, 80, 82-
Para mostrar las profundas dife
p a r r e s ia . 83, 91, 108, 126. 1984 [8] CV: 5, 20, 159,
rencias entre estas nociones, en la lección 166, 200.
del 16 de febrero de 1983, a propósito de la
noción de parresia, Foucault compara el
A lcibiades I o, mejor, la relación entre alienación
Sócrates y Alcibiades que aparece descrita
en este diálogo, con la relación entre Platón En el artículo Locura nos ocupamos exten
y el tirano Dionisio (GSA, 207-209, 222- samente del concepto de alienación. En lí
225). En el primer caso,.la relación está mo neas generales, Foucault pasa de una con
tivada por el eros, en el segundo, por una cepción en la que se combinan, y a veces se
obligación. • En el último curso de Foucault, superponen, los registros histórico, socioló
Le Courage de la vérité, el Alcibiades I es tam gico y psicológico a una concepción más
30 A LIE N A C IÓ N / A N A K H Ó R E S IS
compleja y estructurada. De este modo, en tras este busca el sistema en relación con la
Maladie mentale et personnalité, la aliena ideología, él lo busca, en cambio, en rela
ción mental es concebida como una intema- ción con el conocimiento. A pesar de ello,
lización de la alienación histórico-social. En afirma que hay pocas cosas en común en
Histoire de la folie á l'áge classique, en cam tre los llamados estructuralistas: Althusser,
bio, la alienación mental es el producto de Lacan, Lévi-Strauss y Foucault mismo (DE1,
las prácticas que alienan no el espíritu, la 653, 665) • Althusser liberó al marxismo
mente, sino la persona, la libertad de quie de su componente humanista (DE2, 272).
nes son reconocidos como enfermos menta • Althusser, Lacan y Foucault tienen en co
les. De este modo, la discriminación históri mún problematizar la filosofía del sujeto
ca entre lo normal y lo patológico construye (DE4, 52).
las formas de alienación: "no hay verdad
para la psicología que no sea, al mismo Louis Althusser [56]: 1966 [1] DE1: 516.
tiempo, alienación para el hombre” (HF, 1967 [6] DE1: 587. 1968 [6] DE1: 653, 658,
548). Véanse: Locura, Psiquiatría. 665. 1969 [2] AS: 12. DE1: 813. 1971 [6]
DE2: 170. LVS: 30, 140. 1972 [8] DE2: 272.
Aliénation [286]: 1954 [39] DE1: 93, 119. 1973 [1] DE2: 406. 1974 [2] DE2: 621. PP:
M M PE : 16, 76-77, 80-83, 102-108. 1961 20. 1975 [3] DE2: 736, 772. 1976 [4] DE3:
[106] H F : 112-113, 115-116, 139, 141, 145, 33-34. 1977 [1] DE3: 313. 1978 [3] DE3:
147, 152, 158, 166, 168, 171-178, 182, 184- 429, 590, 609. 1980 [12] DE4: 51-53, 65-66,
185, 211, 269, 281, 297, 307, 333, 380, 441, 74. 1983 [1] DE4: 529.
462, 465, 471-474, 486-488, 490-491, 494,
539, 542, 547-548, 554, 559, 564, 566, 570,
575, 579, 584, 588, 590-591, 595-597, 599- a m ic itia
600, 606, 610, 612-614, 623, 626, 631, 651-
654. IAK: 19, 64, 78. 1962 [3] DE1: 195. Una de las figuras de la semejanza. Véase:
M M PS: 15, 89. 1963 [3 ] DE1: 232, 270. NC: Episteme renacentista.
40. 1966 [6] DE1: 480, 541. MC: 273, 275,
325, 388. 1968 [1] DE1: 657. 1969 [3] AS: A m icitia [3]: 1966 [2] DE1: 480. MC: 32.
56, 59. DE1: 825. 1971 [1] DE2: 213. 1972 1982 [1] H S: 160.
[1] DE2: 359. 1973 [1] DE2: 445. 1974 [66]
PP: 18, 31, 37-38, 100-101, 109-110, 118-
122, 139-140, 166-168, 189, 192-193, 195, A nakhóresis
210, 212, 223-224, 254, 263-265, 280, 291-
295, 329. 1975 [30] A N : 45, 100, 125, 128, En el conjunto de las prácticas de sí, los
130-132, 134, 136, 148, 154, 156, 260, 266, ejercicios heredados de la Antigüedad que el
271, 285-287, 291-292, 301. DE2: 807, 821, sujeto puede realizar sobre sí mismo, encon
824. 1976 [1 ] m S : 16. 1977 [4] DE3: 171, tramos la anakhóresis, el retiro. El término
308, 337. 1978 [8 ] DE3: 445-446, 448, 451, anakhóresis tiene dos sentidos en el lengua
453, 472. 1979 [2] DE3: 808. 1980 [4] DE4: je corriente: el retiro de un ejército y la fuga
52, 62, 74. 1981 [1] DE4: 186. 1982 [1] de un esclavo que deja la khora (HS, 204).
DE4: 226. 1983 [3] DE4: 500-501, 517.1984 En el contexto de las prácticas de sí mismo,
[2] D E4: 594, 665. significa ausentarse del mundo en el que
uno se encuentra inmerso: interrumpir el
contacto con el mundo exterior, no tener
Althusser, Louis (1918-1990) sensaciones, no preocuparse por lo que pasa
alrededor, hacer como si uno no viera lo que
A diferencia de Althusser, Foucault no afir sucede. Se trata de una ausencia visible a los
ma ninguna ruptura epistemológica a pro otros (HS, 47). • Reelaborada filosóficamen
pósito de Marx: este forma parte, junto a te, la encontramos en el Fedón de Platón
Ricardo, del cuadro general de la episteme (HS, 49). • Marco Aurelio consagra un ex
moderna (DE1, 587). • Interrogado acerca tenso pasaje (Pensamientos, IV, 3) a la des
de la categoría de estructuralismo, Foucault cripción de esta técnica (HS3, 66; HS, 50).
se separa de Althüsser al afirmar que, mien • La escritura de sí mismo aparece en los
A N A K H Ó R E S IS / ANIM ALIDAD 31
textos de la Antigüedad como una técnica manidad se invierten: ahora, son los anima
complementaria de la anakhóresis (DE4, les quienes le revelan al hombre su natura
416). Véase: Hypomnémata. • La ascesis cris leza secreta (HF, 36-37). • Los siglos XVII y
tiana, especialmente a partir del desarrollo X V III han mostrado un pudor extremo ante
del cenobitismo, ha llevado a cabo una fuer todo lo inhumano, excepto respecto de la
te crítica de lo que puede haber de indivi locura. Nos encontramos, por1ello, con la
dualista en la práctica de anacoretismo sinrazón que se oculta y, al mismo tiempo,
(HS3, 57). con la locura que se muestra y adquiere la
figura de la monstruosidad animal. Su vio
Anachorése [7]: 1978 [2 ] STP: 208, 228. lencia es objeto de espectáculo. Se la encie
1982 [2 ] H S: 47, 50. 1983 [1] DE4: 416. rra por su peligrosidad social, pero se la
1984 [2] HS3: 57, 66. muestra, en cambio, por la libertad animal
Anakhóresis [13]: 1982 [12] DE4: 362. H S: que manifiesta la relación inmediata del
47, 49-50, 88, 97, 204, 256. 1988 [1] DE4: hombre con su animalidad (HF, 198-199).
799. • Sin perseguir la finalidad de castigar o de
corregir, los locos, cuya violencia animal era
difícil de dominar, fueron objeto de prácti
analítica de la finitud cas extremas de sujeción (atados a los mu
ros, a las camas, con grilletes en las pier
La analítica de la finitud, junto con las nas, las muñecas, el cuello, etc.). A través
ciencias humanas, define la disposición an de esta violencia sin medida, la imagen de
tropológica de la episteme moderna. Véase: la animalidad atormenta el mundo del asilo.
Hom bre. Posteriormente, en una perspectiva evolu
cionista, esta animalidad será considerada
Analytique de la fin itu d e [15]: 1966 [15] MC: como la esencia de la enfermedad. Para la
323, 326, 328-329, 349-350, 362, 365, 373, Época Clásica, al contrario, es signo de que
384-385, 393. el loco no está enfermo. La animalidad, en
efecto, lo protege de las debilidades que pro
voca la locura. Esta animalidad feroz exige
analogía ser domada, domesticada. A través de ella,
la locura no encontrará las leyes de la natu
Figura de la semejanza. Véase: Episteme re raleza, sino las mil formas de un bestiario
nacentista. en el que el mal ya no tiene lugar. Entre la
experiencia de la animalidad como manifes
* Analogie [234]: 1966 [45] DE1: 484-485, tación de las potencias del mal y nuestra
488, 491-492, 494. MC: 36-37, 40, 42-44, 46, experiencia positiva, evolucionista, se sitúa
52-53. 1791 [3] LVS: 36, 203-204. entonces la experiencia clásica, una expe
riencia negativa de la animalidad. En la lo
cura, la relación con la animalidad termina
animalidad suprimiendo la naturaleza humana (HF,
197-212). • Hacia fines del siglo XVIII, en
La animalidad del hombre aparece en varios cambio, la tranquilidad del animal constitu
momentos clave de los análisis de Foucault: ye un rasgo propio de la bondad de la natu
en relación con la locura, con la formación raleza. Ahora, es alejándose de la vida inme
del biopoder y con la figura del filósofo cí diata del animal -es decir, con la aparición
nico. del medio- como surgirá la posibilidad de la
locura. El medio en el que se sitúa al loco,
l o c u r a . Los bestiarios medievales eran bes lugar de ruptura entre el hombre y la inme
tiarios morales que expresaban simbólica diatez de la naturaleza, desempeñará, así, el
mente los valores de la humanidad. El papel que había sido hasta entonces el de la
hombre proyectaba en los animales, fre animalidad (H F ,'465-467). • La leyenda del
cuentemente imaginarios, su propia dimen encuentro entre Pinel y Couthon cuenta la
sión. Durante el Renacimiento, en cambio, historia del loco que es purificado de su ani
las relaciones entre la animalidad y la hu malidad violenta y salvaje. Le queda ahora
32 ANIM ALIDAD / AN O M ALÍA
una animalidad dócil, que no responde vio o, más bien, de tres figuras que poco a poco
lentamente a la coerción y al adiestramiento lo han dominado: el monstruo humano, el
(H F, 592-593). individuo a corregir y el masturbador. • El
lugar de aparición del monstruo es lo jurí-
BiOLOGfA. Para el saber de la vida del siglo dico-biológico: representa una violación de
^XIX, la animalidad representa nuevos pode las leyes de los hombres y de la naturaleza.
res fantásticos, puesto que en ella se percibe Se trata de una figura ambigua: transgrede
mejor el enigma de la vida (MC, 289-291). la ley, pero no se puede responder a su vio
lencia mediante la ley; surge a partir de las
pouticidad, biopoder. Durante milenios, sos leyes de la naturaleza, pero se manifiesta
tiene Foucault, el hombre fue, como para como una contranaturaleza. La ■monstruosi
Aristóteles, un animal que, además, era ca dad representa, de este modo, el despliegue
paz de una existencia política. El hombre de todas las irregularidades posibles ■me
moderno, en cambio, es un animal cuya diante el juego de la naturaleza. En este sen
vida política pone en cuestión su propia tido, el monstruo aparece como el principio
animalidad (H S l, 188). Véanse ' también: de inteligibilidad de toda anomalía. Por ello,
Biología, Biopoder. es necesario buscar lo que hay de monstruo
so aun en las pequeñas irregularidades. Lo
cinismo. La animalidad ha representado una anormal será un monstruo cotidiano, páli
función determinante en la filosofía antigua: do, banalizado. • El espacio del individuo a
distinguiéndose del animal, el hombre se corregir es mucho más restringido que el del
afirmaba como tal. En el cinismo, en cam monstruo: no es la ley y la naturaleza, sino
bio, la animalidad desempeña una función simplemente la familia y las instituciones
positiva y se convierte en regla de compor vinculadas con ella (la escuela, la parroquia,
tamiento. La vida recta, para los cínicos, el barrio, la calle). Pero se trata de un per
implica no tener más necesidades que las sonaje mucho más frecuente. También es
que tienen los animales (CV, 244). Véase: una figura ambigua: el individuo a corregir
Cinismo. aparece como tal en la medida en que es
incorregible, en la medida en que la familia
Anim alité [91]: 1961 [57] HF: 36-37, 197 y las instituciones, con sus reglas y sus mé
209, 212, 256, 465, 467, 475, 529, 543, 552, todos, han fracasado. Lo anormal no sólo
592-594, 603, 609, 640. 1963 [2] DE1: 234. será un monstruo empalidecido, sino tam
RR: 90. 1966 [4 ] M C : 120, 289-290. 1970 bién un incorregible que habrá que ubicar
[1] DE2: 17. 1971 [1 ] LVS: 11. 1975 [1] AN: en un medio de corrección apropiado. • El
283. 1984 [25] CV: 165, 231, 244-245, 247 ■espacio del masturbador es todavía más res
248, 260-261, 292, 310. HS3: 247. tringido que el de las figuras anteriores: es
el dormitorio, pero su frecuencia es mucho
mayor, casi universal (se trata de un secreto
anom alía que todos comparten, pero nadie comuni
ca). La genealogía del individuo normal nos
alienación. La patología clásica sostiene que remite a estas tres figuras: el monstruo, el
lo primero es lo anormal en estado puro, incorregible, el onanista (^ N , 56).
que cristaliza en torno a sí las conductas
patológicas que constituirán la enfermedad sexualidad y psiquiatría. A partir de la figura
mental y la alteración de la personalidad de del monstruo, el campo de lo anormal, tal
las que se sigue la alienación mental. Según como va configurándose en la psiquiatría
el análisis de Maladie mentale et personnali- del siglo estará dominado por la no
té, habría que invertir los términos, es decir, ción de instinto, y atravesado por la natura
partir de la alienación para definir en último leza sexual del instinto. Por un lado, porque
lugar lo anormal (M M P E , 103, 105). se aplicarán las nociones provenientes de
los fenómenos de la herencia y de la dege
GENEALOGÍA DE LO ANORMAL. E l campo de la neración. Por otro, porque prontamente se
anomalía, tal como funciona en el siglo establecerán en dicho campo los desórdenes
se ha constituido a partir de tres elementos de carácter sexual. Entre 1880 y 1890, la
AN O M ALÍA / ANTIGÜEDAD 33
sexualidad aparecerá como el principio etio- 59, 65. 1983 [2] DE4: 381, 532. 1984 [1]
lógico de toda anomalía (A N , 155-156). Las HS2: 44.
clases del 19 y el 25 de febrero de 1975 del
curso Les Anorm aux están dedicadas al mo
do en el que la sexualidad ingresa al campo antigüedad
de la psiquiatría a partir de la práctica cris
tiana de la confesión -es decir, de la apari En sus libros publicados en vida, hasta la
ción del cuerpo del placer y del deseo en las aparición del segundo volumen de Histoire
prácticas penitenciales- y de la medicaliza de la sexualité, Foucault se ocupó predomi
ción de las convulsiones como modelo neu nantemente de lo que denomina "Época
rológico de la enfermedad mental. • Por Clásica” y de la Modernidad. En otros tér
este camino se abre la posibilidad de incor minos, del período que va desde Descartes
porar la problemática de la masturbación hasta nuestros días. L a expresión "Época
como objeto de la psiquiatría y, al mismo Clásica”, utilizada tanto en sus textos como
tiempo, la de la medicalización de la familia en el título de H istoire de la folie á l'áge
y de la familia nuclear. E l nexo entre ano classique, no hace referencia a la Antigüedad
malía e instinto, en efecto, aparecerá tem griega o romana, sino a los siglos XVII y
pranamente en la infancia. "La psiquiatría, X V m . En Histoire de la sexualité II , sin em
tal como yo la he descrito, ha pasado del bargo, Foucault se ocupa de la Antigüedad.
análisis de la enfermedad mental como de En las primeras páginas explica esta deci
lirio al análisis de la anomalía como desor sión diciendo que, luego de haber analizado
den del instinto" (A N , 208; DE2, 827-828). los juegos de verdad en las ciencias empíri
Véanse: Degeneración, Norm a. cas de los siglos XVH y X V IU y los juegos
de verdad en las relaciones de poder, era ne
Anomalie [110]: 1954 [1] M M PE : 56. 1962 cesario ocuparse también de los juegos de
[1] M M PS: 56. 1969 [1] AS: 56. 1970 [2] verdad en la relación del sujeto consigo mis
DE2: 109, 131. 1973 [1 ] DE2: 446. 1974 mo. Desde esta perspectiva, una genealogía
[35] PP: 116, 124, 199, 208, 218-221, 274, del hombre de deseo exige extender el aná
292. 1975 [57] A N : 23, 51-53, 55-58, 68, 70, lisis hacia la Antigüedad clásica (HS2, 12).
97, 101, 122, 151, 155-156, 180-181, 208, A ello responden los dos últimos tomos de
265-266, 290-291, 293, 296, 298. DE2: 814. Histoire de la sexualité y los cursos ya publi
SP: 25, 258-259, 304, 307. 1976 [2 ] DE3: 49. cados de los años 19 81-1984: L'Herméneutique
m S : 5. 1977 [2 ] DE3: 161, 257. 1978 [4] du sujet, Le Gouvem em ent de soi et des au-
DE3: 437, 441, 495, 624. 1980 [1] DE4: 82. tres y Le Courage de la vérité. • Este recorri
1982 [1] HS: 325. 1985 [2] DE4: 772, 774. do por la Antigüedad, sin embargo, no está
guiado por la nostalgia, no ofrece un mode
lo que habría que repetir. Foucault, en efec
anormal to, se siente "completamente libre” respecto
de los griegos (DE4, 702). • L'Hennéneutique
Véase: Anomalía. du sujet se centra en la idea de cuidado de
sí; Le Gouvemement de soi et des autres y Le
Anorm al [144]: 1954 [10] M M P E : 56, 68, 75, Courage de la vérité tienen como eje la cues
103, 105. 1957 [6] DE1: 122, 150. 1961 [3] tión de la parresia, del decir verdadero. En
HF: 123, 174, 322. 1962 [3] M M PS: 56, 68, estos dos últimos, Foucault estudia el des
75. 1963 [3] N C : 102, 157, 196. 1968 [1] plazamiento de la parresia política a la pa
DE1: 624. 1969 [2] AS: 57, 188. 1971 [1] rresia filosófica. En Le Courage de la vérité,
DE2: 233. 1973 [3 ] D E 2 : 396, 417, 454. además, el análisis se desplaza del decir ver
1974 [25] DE2: 539. PP: 57, 83, 115-116, dadero al vivir verdadero. Mientras en el
124, 188, 208, 218-220.1975 [70] AN: 38-39, curso de 1983 (G S A ) la figura y los escritos
52-56, 85, 101-102, 122-124, 127, 155, 239, de Platón ocupan el lugar central; en el se
249, 258, 265, 275, 283, 290, 294-300. DE2: gundo (CV), este espacio es ocupado por los
823, 825, 827. SP: 28, 104, 185, 201, 217, cínicos. Véanse: Parresia, Cinismo. • Desde
307, 311. 1976 [3] DE3: 50. HS1: 10. IDS: la perspectiva, abierta por estos cursos, de
228. 1977 [4 ] DE3: 374, 378. 1978 [7 ] STP: una historia del decir verdadero, Foucault
34 AN TIGÜ ED AD / ANTIPSIQUIATRÍA
interpreta la filosofía moderna, al menos 699, 701-702, 705-706, 712, 731-733, 744,
una parte esencial de ella (Descartes, Kant), 759. HS2: 12-13, 15, 17-18, 20-21, 26, 28-29,
como una recuperación de la dimensión pa 37-38, 95, 106, 115, 166, 216, 221, 274. HS3:
rresiástica de la filosofía antigua (GSA, 321). 16, 36, 48, 163, 181, 222, 271. 1988 [8] DE4:
786, 789, 792, 803, 814.
A la luz de la publicación
v o lu n ta d d e s a b e r .
de su primer curso en el Collége de France,
Legons sur la volonté de savoir (1970-1971), antipsiquiatría
resulta inadecuado, a nuestro modo de ver,
hablar de un giro de Foucault hacia el "Se puede, entonces, llamar antipsiquiatría
mundo griego que se habría producido con a todo movimiento por el cual la cuestión
los dos últimos volúmenes de H istoire de la de la verdad es nuevamente puesta en juego
sexualité o, más tempranamente, con sus en la relación entre el loco y el psiquiatra”
cursos de inicios de la década de 1980. (PP, 137). A pesar de que durante la compo
En el curso de 1970-1971, la Antigüedad sición de Histoire de la folie á l'ñge classique
(Aristóteles, los sofistas, Sófocles) no sólo Foucault desconocía la existencia del mo
está ampliamente presente, sino que tam vimiento de la antipsiquiatría, esta obra
bién lo está de manera determinante. No ha sido vinculada con el. El movimiento
sería exagerado sostener, incluso, que es a antipsiquiátrico en Inglaterra y los Estados
partir de la Antigüedad, leída desde una Unidos (Szasz) la ha tomado y utilizado
problemática nietzscheana (el carácter fic- (DE2, 523). • El curso de los años 1973-1974
cional del conocimiento y de la verdad), en el Collége de France, Le P o u v o ir psychia-
que Foucault define todo su trabajo genea trique, está dedicado al poder psiquiátrico.
lógico y ético posterior a L'Archéologie du En este curso, lo que caracteriza a la antip
savoir. Véase: Voluntad de saber. siquiatría (a diferencia de la despsiquiatri-
zación -véase el artículo respectivo-) es la
A ntiquité [329]: 1954 [2] DE1: 85. M M PE : lucha contra la institución asilar y contra las
76. 1961 [5] H F: 198, 261, 396, 403, 408. formas de poder en la relación entre el mé
1963 [2] N C : 88, 125. 1964 [4] DE1: 295- dico y el enfermo. Esquirol daba cinco ra
296, 307. 1966 [6 ] DE1: 497. M C: 48. CUH: zones para la existencia del asilo: garantizar
29. 1971 [12] DE2: 220, 222. LVS: 51, 79, la seguridad personal del enfermo y de la
94-95, 108, 125. OD: 34. 1974 [3] DE2: 521. familia, preservar a los enfermos de las in
PP: 257,261.1975 [8] A N : 64,7 0 ,190.DE2: fluencias externas, vencer sus resistencias
810-811. SP: 218. 1976 [15] DE3: 69. IDS: personales, someterlos a un régimen médi
6, 58-60, 62, 65-66, 156. 1977 [3] DE3: 162, co, imponerles nuevos hábitos intelectuales
278, 394. 1978 [23] DE3: 515, 538, 558, 560, y morales. El blanco de la antipsiquiatría es
563, 635. STP: 33, 91, 141, 160, 184-186, esta distribución del poder dentro de la ins
193, 210, 221, 228, 246. 1980 [2] DE4: 116, titución asilar (DE2, 684). • Acerca de la
128. 1981 [3] DE4: 139, 143, 160. 1982 [48] histeria como la primera forma de antipsi
DE4: 291, 308, 312, 328, 353. HS: 4, 18-19, quiatría, véase: Psiquiatría. • La oposición
60, 98, 121, 139, 141, 165, 175, 183, 196, de la antipsiquiatría al asilo puede terminar,
200, 208, 212, 235, 240, 246, 280-281, 296, según Foucault, en una multiplicación de la
299, 305, 313, 325, 327, 338, 340, 346-347, psiquiatría fuera del asilo (DE2, 232).
373, 383, 390, 416-417, 445. 1983 [51] DE4:
385, 396, 402, 404, 407, 440, 462, 478, 486, Antipsychiatrie [62]: 1969 [1] DE1: 771.
541, 544-547, 551-553, 559-560. GSA: 15, 1971 [3] DE2: 209, 232. 1973 [1] DE2: 433.
42-43, 46, 67, 89, 177, 180, 192, 263, 267, 1974 [21] DE2: 522-523, 640, 681, 683-686.
273, 278-279, 281-282, 312-314, 318, 322, PP: 15, 18, 137, 253, 265. 1975 [3] DE2:
325. 1984 [134] CV: 9, 14-17, 25, 89, 157- 773, 776. 1976 [7] DE3: 52, 76. IDS: 7, 12.
161, 163-164, 166, 172, 175, 177-179, 182, 1977 [12] DE3: 162, 168, 235, 330, 332, 337,
187, 192, 194-195, 214, 216-217, 236, 249, 344, 348, 377, 414. 1978 [1] DE3: 633. 1979
259, 261-262, 275, 277-278, 290, 294, 302, [2] DE3: 808. 1980 [8] DE4: 22, 45-46, 58,
309. DE4: 584, 610, 615, 622-623, 625, 628, 60-61, 81. 1983 [3] DE4: 386, 536-537.
650, 653-654, 657, 660, 668-673, 681, 698-
A N T ISEM IT ISM O / ANTROPOLOGÍA 35
en cuenta sobre todo la tensión existente en juego del análisis y la síntesis, es decir, con
la Antropología..., entre su punto de apoyo la desaparición de la episteme clásica, la an
en las críticas y la filosofía trascendental ha tropología en cuanto analítica de la finitud
cia la que se dirige, de la que las críticas son se convirtió en esa disposición fundamental.
sólo una propedéutica, Foucault se ocupa de Apareció así esta forma de reflexión mixta,
establecer la estructura y la especificidad de en la que los contenidos empíricos (del
la antropología kantiana. En cuanto a la es hombre viviente, trabajador y hablante) son
tructura, ella es sistemática, en la medida en subsumidos en un discurso que se eleva has
que expone el todo de su contenido (no la ta la presunción de lo trascendental. En es
totalidad), según la división que establece te pliegue de lo empírico y lo trascendental
entre didáctica (donde Kant repite el reco la filosofía ha entrado en el sueño antropo
rrido de las tres críticas) y característica lógico: todo conocimiento empírico, si con
(donde se aborda la cuestión de la historia cierne al hombre, vale como campo filosófi
y el destino de la humanidad). Respecto de co posible en el que se puede descubrir el
su especificidad, ella es popular. Foucault se fundamento del conocimiento, la definición
ocupa de mostrar con precisión cómo hay de sus límites y la verdad (M C, 352). Este
que entender este adjetivo. Según las obser pliegue delimita el terreno en el que germi
vaciones del propio Kant en la Lógica, la naron las ciencias humanas (la psicología,
popularidad hace referencia a una determi la sociología, el análisis de los mitos y de la
nada perfección del conocimiento, a la cer literatura). La aparición de las contracien
teza de que "el todo es dado en la inagota cias humanas (la etnología, el psicoanálisis,
ble multiplicidad de lo diverso” (IA K , 59). la lingüística) nos anuncia que el hombre
• Foucault presta particular atención a las está por desaparecer. Pero Foucault ve sobre
proyecciones de la Antropología de Kant en todo en Nietzsche el primer esfuerzo por
la filosofía contemporánea. "Un día [sostie desenraizar el pensamiento de la antropolo
ne] habrá que considerar toda la historia de gía, por despertar al pensamiento de su sue
la filosofía poskantiana y contemporánea ño antropológico (M C , 353).
desde el punto de vista de esta confusión
sostenida, es decir, a partir de esta confu f i l o s o f í a d e l a h i s t o r i a y a r q u e o l o g í a . A dife
sión denunciada” (IAK, 67). ¿De qué con rencia de las filosofías de la historia, la des
fusión se trata? N i más ni menos que del cripción arqueológica de los enunciados se
propio proyecto de la antropología y de su propone multiplicar en el análisis las instan
estatuto mixto. En efecto, ella se ubica entre cias de la diferencia, de la multiplicidad, de
el trabajo de las críticas y la filosofía tras la discontinuidad. No se trata, para ella, de
cendental; en un lugar intermedio definido recurrir a un sujeto único (la conciencia, la
como interrogación acerca de lo originario, razón, la humanidad) como soporte de una
es decir, sobre la relación entre la dispersión historia continua en la que el pasado en
temporal y la universalidad. A partir de cuentra su verdad en el presente, y en la que
aquí, ella buscará, sin lograrlo finalmente, este, en forma de promesa, anticipa un futu
conciliar el a priori (la relación entre pasi ro más pleno. Se trata, más bien, de lo con
vidad y espontaneidad) de las críticas con lo trario: multiplicar las rupturas, evitar las
fundamental (el nexo entre verdad y liber miradas retrospectivas, renunciar a la pléto
tad) de la filosofía trascendental. Vemos có ra del sentido o a la tiranía del significante.
mo se esbozan aquí los conceptos que arti En este sentido, la arqueología rompe con
cularán luego las páginas decisivas de Les esa solidaridad constitutiva entre antropolo
Mots et les choses sobre la analítica de la gía y filosofía de la historia (AS, 26). Véanse
finitud. Véase: Hombre. también: Hombre, Humanismo, Subjetivación.
DE1: 288-293, 436. 1965 [9] DE1: 439, 446- activo o pasivo que pueden desempeñarse
447, 452. 1966 [21] DE1: 541, 553. MC: 15, en las relaciones sexuales, la preocupación
238, 261, 269-271, 273-275, 350-353, 388, de los griegos pasa por cierto isomorfismo
390. 1967 [3] DE1: 608. DFA: 16. 1969 [4] con la situación que "por naturaleza” se ocu
AS: 22, 26, 182. DE1: 821. 1971 [2] DE2: pa en la sociedad: la actividad es propia del
220. LVS: 78. 1974 [6] PP: 218, 294, 326- hombre y, más aún, del ciudadano; la pasi
327. 1975 [11] AN: 26, 49, 70, 95-96, 143, vidad, en cambio, de las mujeres y de los
153. SP: 24. 1976 [4 ] DE3: 80, 96. IDS: 174, esclavos. De nuevo, a diferencia de la noción
235. 1977 [2] DE3: 144, 208. 1978 [14] moderna, no nos encontramos aquí con la
DE3: 454-455, 457-459, 461-462, 579, 622. sexualidad concebida como algo común a
1979 [7] N B : 227, 239, 245, 255, 257, 303. hombres y mujeres. • En la clasificación de
1980 [2] DE4: 27, 58. 1981 [2] DE4: 170, los placeres, los aphrodisia aparecen como
184. 1982 [2] HS: 60, 102. 1984 [4] DE4: inferiores. Esta condición, sin embargo, a
579, 729. HS3: 283. diferencia de la noción cristiana de carne,
no depende del estado de naturaleza caída,
del pecado de los orígenes, sino del hecho
a p h rod isia de que son placeres comunes al hombre y al
animal. Pero, a pesar de ello, la intensidad
é t i c a . Los tomos segundo y tercero de del deseo sexual, a través del cual la natura
Histoire de la sexualité se dedican en gran leza asegura la continuidad de la especie,
medida al tema de los aphrodisia, particu hace de ellos una preocupación ética mayor.
larmente el segundo, cuyo título, L'Usage des En este sentido, desde el punto de vista de
plaisirs, traduce la expresión griega khresis los placeres, la analogía entre los aphrodisia
aphrodision. Se trata de un adjetivo sustan y los placeres de la mesa (la bebida y la co
tivado que los latinos tradujeron por venerea mida) ha sido una de las constantes del pen
y del que el Suda propone como significa samiento griego. • Brevemente, la interroga
ción las "cosas" o los "actos de Afrodita" ción ética de los griegos acerca de los
queridos por la naturaleza, a los que asocia aphrodisia se resume en la pregunta "¿cómo
un placer intenso y a los que conduce una usarlos?”. N o se trata entonces de una pro
fuerza siempre susceptible de exceso y re blematización del deseo ó del placer, sino
vuelta (H S 2 ,105). • A diferencia de la noción del ejercicio, de la khresis. En esta perspec
cristiana de carne y de la moderna no tiva nos encontramos con tres ámbitos fun
ción de sexualidad, los aphrodisia no han damentales de preocupación: en relación
sido objeto ni de clasificación ni de descifra con la salud, la dietética', en relación con la
miento. Su problematización ética o, para casa (oikos), la económica', y finalmente, en
utilizar el vocabulario foucaultiano, la mo relación con la-pederastía, la erótica (HS2,
dalidad en la que se han convertido en sus 47-62).
tancia ética responde a una forma de inte
rrogación diferente de la cristiana y de la Mientras que, como dijimos, en
h e le n is m o .
moderna. Por un lado, más que la morfolo el segundo volumen de Histoire de la sexua
gía del acto, lo que está en primer plano es lité Foucault aborda la cuestión de los
su dinámica, lo que liga el acto con el deseo aphrodisia en los autores clásicos y en rela
y el placer. La interrogación cristiana y mo ción con el concepto de khresis, en el terce
derna, en cambio, se estructuró sobre la ro, Le Souci de soi, extiende el período de
base de su separación. Por otro lado, en análisis y se sitúa en la perspectiva del "cui
cuanto objeto de interrogación ética, la pro dado”, epiméleia. El análisis comienza por
blematización de los griegos se articula en La interpretación de los sueños de Artemidoro
torno a dos cuestiones: la cantidad y la po y se extiende hasta Séneca, Galeno, Epicteto,
laridad. Respecto de la cantidad, la preocu Plutarco y Marco Aurelio, es decir, hasta el
pación atañe a la intensidad de los actos y helenismo. Aunque la problematización mo
su frecuencia. De este modo, los aphrodisia ral de la experiencia de los aphrodisia per
caen dentro del campo de la virtud de la manezca dentro del encuadre definido en la
continencia y el vicio de la incontinencia. Época Clásica, nos encontramos, sin embar
En cuanto a la polaridad, esto es, a los roles go, con modificaciones significativas: una
38 A P H R O D IS IA / ARCHIVO
preocupación mayor por la conducta sexual to de documentos que una cultura conserva
(los médicos, atentos a los efectos de la como memoria y testimonio de su pasado ni
práctica sexual, recomiendan la abstinencia a la institución encargada de hacerlo. El ar
y declaran preferir la virginidad al uso de chivo es, más bien, el sistema de las condi
los placeres), una mayor importancia acor ciones históricas de posibilidad de los enun
dada al matrimonio (los filósofos condenan ciados (AS, 170). En efecto, los enunciados,
toda relación que pueda tener lugar fuera considerados como acontecimientos discur
del matrimonio y prescriben una fidelidad sivos, no son ni la mera transcripción del
más rigurosa entre los esposos), una desva pensamiento en discurso ni el solo juego de
lorización del amor a los mancebos hasta las circunstancias. Los enunciados como
alcanzar su descalificación doctrinal. En po acontecimientos poseen una regularidad es
cas palabras, un estilo más riguroso en el pecífica, que rige su formación y sus trans
que se modifica la manera de definir la re formaciones. Por ello, el archivo determina
lación entre el sujeto y su actividad sexual también, de este modo, que los enunciados
(HS3, 50, 269). De la moral sexual del hele no se acumulen en una multitud amorfa o
nismo se apropiaron de forma masiva los se inscriban simplemente en una linealidad
autores cristianos. • Foucault aborda la sin ruptura. Las reglas del archivo definen:
cuestión de los aphrodisia en esta cultura del los límites y las formas de la decibilidad (de
cuidado de s í mismo (nuevo contexto políti qué y cómo es posible hablar); los límites y
co marcado por la crisis de la polis clásica las formas de la conservación (qué enuncia
y la aparición de una nueva forma de indi dos están destinados a ingresar en la me
vidualismo) en relación con el cuerpo, la moria de los hombres por la recitación, la
esposa y los mancebos. pedagogía, la enseñanza; qué enunciados
pueden ser reutilizados); los límites y las
Como vemos, la continuidad de
c r is tia n is m o . formas de la memoria tal como aparece en
los códigos éticos de la conducta sexual en cada formación discursiva (qué enunciados
tre la Antigüedad y el cristianismo (HS2, 21 reconoce como válidos, discutibles o inváli
y ss.) es sólo una continuidad relativa. En la dos; qué enunciados reconoce como propios
moral cristiana, la problematización de la y cuáles como extraños); los límites y las
carne ya no será una cuestión de uso, sino formas de la reactivación (qué enunciados
de desciframiento de los arcana del deseo anteriores o de otra cultura retiene, valoriza
por las formas y funciones de un conjunto o reconstituye; a qué transformaciones, co
de actos cuidadosamente definidos (HS2, mentarios, exégesis o análisis los somete);
106), lo que dará lugar a una hermenéutica los límites y las formas de la apropiación
del deseo y del sí mismo. Véanse: Carne, (cómo define la relación del discurso con su
Sexualidad. autor, qué individuos o grupos tienen dere
cho a determinada clase de enunciados; có
Aphrodisia [143]: 1981 [4] DE4: 215-216, mo la lucha por hacerse cargo de los enun
218. 1982 [8] DE4: 302. HS: 4, 21, 41. 1983 ciados se desarrolla entre las clases, las
[9 ] D E4: 394, 397-399, 481, 487. 1984 [122] naciones o las colectividades) (AS, 169, 171;
DE4: 619, 621, 661-662. HS2: 41, 43-45, 47- DE1, 681-682). • "Entiendo por 'archivo' el
59, 61, 63-67, 77, 79, 92, 105-106, 112, 115, conjunto de los discursos efectivamente pro
123-124, 126-127, 130, 133-135, 142-143,153, nunciados. Este conjunto es considerado no
156, 237, 243, 251, 257, 264, 274-275. HS3: sólo como un conjunto de acontecimientos
15, 42, 49, 53, 127, 129, 132-133, 139, 146, que han tenido lugar de una vez para siem
148, 151-152, 154, 156, 158, 162-164, 168, pre y han quedado en suspenso, en el limbo
197, 199, 201-202, 206, 210, 214, 216, 222, o el purgatorio de la historia, sino también
229-230, 233, 237-238, 242, 245, 253, 261. como un conjunto que continúa funcionan
do, que se transforma a través de la historia,
que brinda la posibilidad de aparecer a otros
archivo discursos" (DE1, 772). • No se puede descri
bir exhaustivamente el archivo de una socie
El término "archivo” no refiere en Foucault, dad o de una civilización (AS, 171). • El
como en el lenguaje corriente, ni al conjun umbral de existencia del archivo está fijado
ARCH IVO / ARISTÓTELES 39
Aristóteles (-386—322)
Aries, Philippe (1914-1984)
é t i c a d e l o s p l a c e r e s . Foucault se ocupa de
El encuentro entre Foucault y Aries se re Aristóteles a propósito de numerosos temas
monta a la época de publicación de Histoire vinculados con la ética de los placeres: la
de la folie á l'áge classique. Fue precisamen descalificación moral de las relaciones ex-
te Aries, lector de la editorial Plon, el impul traconyugales (HS2, 24); la noción de in
sor de su aparición (DE4, 649). • Foucault temperancia que, para Aristóteles, concier
consideró a Philippe Aries como el creador ne a los placeres del cuerpo (excluyendo los
de la historia de las mentalidades, la historia de la vista, los del oído y los del olor) (HS2,
que relata lo que el hombre hace de sí mis 49-50); los placeres naturales, en los que las
mo como especie viviente (DE3, 503). Más únicas faltas que se pueden cometer son del
tarde,' en el artículo publicado en ocasión de orden de la cantidad (HS2, 54-55); la pasi
su muerte, más que como una "historia de vidad de la mujer (HS2, 56); la relación en
las mentalidades", consideró los trabajos tre deseo y razón (HS2, 60); el nexo entre
históricos de Aries como una "historia de las placeres de la mesa y placeres del amor
prácticas" de la "estilización de la existen (HS2, 61-64); la distinción entre sophrosyne
cia", es decir, de las formas por las cuales el y enkráteia (HS2, 75-82); la libertad y la es
hombre se manifiesta, se inventa, se olvida clavitud en la ciudad y en el individuo res
o se niega en su fatalidad de ser viviente y pecto del gobierno de los placeres (HS2,
mortal (DE4, 648). Esta historia de las prác 92-99); el peligro para la salud a causa del
ticas toma por objeto las conductas que con abuso de los placeres sexuales (HS2, 134-
40 AR ISTÓTELES / AR Q UEO LO G IA
(como análisis del subsuelo) ni de la genea arquitectura y poder toma forma a través
logía (como descripción de los comienzos y del modo en el que la organización del es
las sucesiones), es el análisis del discurso en pacio distribuye el movimiento de la mirada
su modalidad de archivo" (DE1, 595). y determina la visibilidad. La arquitectura
de los templos, de los palacios, de los tea
El término "arqueología" ha sido utili
k a n t. tros, responde al juego de la visibilidad en
zado por Kant para referirse a la historia de el ejercicio tradicional del poder (SP, 218);
lo que hace necesaria una forma de pensa la correspondiente al poder disciplinario se
miento. El texto es Progresos de la metafísica rá la arquitectura de las prisiones, de los
(en Cesammelte Schriften, Berlín, Walter de hospitales, de las escuelas. Véase: Panóptico.
Gruyter, t. XX, 1942, 341). Este es el terreno
de la arqueología; no el de Freud, como Architecture [172]: 1957 [1] DE1: 148. 1961
piensa Steiner (DE2, 221). Véanse además: [3 ] HF: 62, 253, 573.1962 [5 ] DE1: 212-214,
E nunciado, Epistem e, Filosofía, Fonnación 225. M M PS: 79. 1963 [11] DE1: 240. NC:
discursiva, Saber. 114, 120, 201. RR: 15-16, 44, 74, 99, 160,192.
1964 [2 ] DE1: 411, 425. 1966 [13] CUH: 14.
Archéologie [285]: 1954 [1 ] M M PE : 26. DE1: 505, 507, 550. M C: 52, 242, 244, 250,
DE1: 160. 1961 [6 ] HF: 113, 144, 314. IAK: 252, 283, 293, 298, 303. 1967 [3] DE1: 620,
13, 71. 1962 [1 ] M M PS: 26. 1964 [1 ] DE1: 622. PM : 32. 1968 [4] DE1: 675, 714, 716.
296. 1966 [2 2 ] DE1: 498-500, 543. M C : 13- 1969 [17] AS: 49, 52, 62, 75-76, 80, 82, 129,
15, 64,142, 214, 220-221, 229-230, 274, 281, 152, 196, 242, 263. DE1: 766, 782, 794, 843.
290, 318, 377, 398. 1967 [9] DE1: 575, 587, 1970 [2 ] DE2: 76, 96. 1972 [1] DE2: 293.
589, 595, 599, 602, 606. 1968 [8 ] DE1: 663, 1973 [3] DE2: 437, 439.1974 [14] DE2: 594,
676, 681, 696, 708, 730. 1969 [97] AS: 15, 608, 613, 686. PP: 92, 104, 127, 179. 1975
27, 173, 177-178, 182-183, 189-190, 192, [18] AN: 128. DE2: 812. SP: 35, 117, 141,
194, 199-200, 206-209, 212-213, 215-216, 145, 170, 174-175, 188, 190, 204, 208, 218,
218-223, 225, 227-228, 230-233, 235, 239, 241, 252. 1976 [2] DE3: 24, 34. 1977 [10]
244, 251-252, 255, 265, 268-271. DE1: 771- DE3: 190, 192-193, 404. 1978 [9] DE3: 519,
772, 776-778, 786-787, 832, 843-844. 1970 576, 698. STP: 19, 22, 28. 1979 [2] DE3: 725,
[3 ] D E2: 104, 107. 1971 [2 5 ]D E 2 : 157-158, 736. 1982 [47] DE4: 220, 270-271, 274-276,
166-167, 173, 182, 192, 207, 221, 239, 242. 278-285, 351. 1983 [2] DE4: 431. GSA: 329.
LVS: 50, 52, 67, 193, 251. 1973 [5] DE2: 1984 [3] DE4: 673, 752. HS3: 124.
405-406. 1974 [23] DE2: 521-522, 643-645.
PP: 14, 20, 89, 92, 197, 238-239, 256-258.
1975 [10] A N : 24, 55, 98, 100. DE2: 752, ars e ró tica
759, 790, 808, 813. 1976 [21] DE3: 28-31,
37, 39, 88. HS1: 172. IDS: 11, 20, 167, 191. Según Foucault, históricamente existen dos
1977 [10] DE3: 167, 235, 300, 399, 404-405, procedimientos para producir la verdad del
419. 1978 [13] DE3: 468, 582, 585, 678. sexo: la ars erótica y la scientia sexualis. En
STP: 38, 88. 1979 [2 ] N B : 270. 1980 [5 ] la ars erótica, la verdad del sexo se extrae del
D E4: 42, 57, 71-72. 1981 [1] D E 4 : 196.1982 placer mismo, de su práctica, de su expe
[2 ] DE4: 283. H S: 468. 1983 [13] DE4: 393, riencia. China, Japón, India, las sociedades
437, 443, 451, 457, 530. GSA: 156. 1984 [7] árabe-musulmanas, se han dotado de una
DE4: 599, 618, 632, 652, 730. HS2: 19. ars erótica (HS1, 77). En la scientia sexualis,
en cambio, la verdad del sexo es del orden
del discurso. • Aunque nuestra civilización
arquitectura haya dado lugar a una scientia sexualis, la
ars erótica no ha desaparecido; ella subsiste
El tema de la arquitectura está estrecha en la dirección de conciencia, en la búsque
mente ligado con la cuestión del poder. da de la unión espiritual, en el placer de la
Foucault distingue, en efecto, una arquitec verdad, por ejemplo (HS1, 94-95). • "Uno de
tura del espectáculo y otra de la vigilancia los numerosos puntos en los que cometí un
cuya forma paradigmática es el panóptico error en este libro [La Volonté de savoir, pri
de Bentham (DE2, 608). Esta relación entre mer volumen de Histoire de la sexualité] es
A R S E R O T IC A / ARTES DE GOBERNAR 43
lo que dije acerca de la ars erótica. Yo la nar”, normalmente en plural, debe ser toma
oponía a la scientia sexualis. Pero es necesa da en sentido restringido en lo que respecta
rio ser más preciso. Los griegos y los roma tanto al término "arte” cuanto a "gobernar”.
nos no tenían ninguna ars erótica en compa Respecto de "arte", no se trata, en efecto, del
ración con la ars erótica de los chinos (o modo en que se ha efectivamente gobernado,
digamos que no era algo muy importante en sino de la manera en que la práctica de go
su cultura). Ellos tenían una tekhne tou bíou bernar ha sido objeto de reflexión. Respecto
donde la economía del placer desempeñaba de "gobernar”, Foucault concentra su análi
un papel muy importante. En este ‘arte de sis sólo en las prácticas políticas de gobierno.
vivir', la idea según la cual era necesario Por "artes de gobernar” debemos entender,
ejercer un dominio perfecto sobre sí mismo entonces, la racionalización de la práctica
se convirtió rápidamente en el problema gubernamental en el ejercicio de la soberanía
central. Y la hermenéutica cristiana de sí política (N B , 3-4). • En el siglo XVI, en una
constituyó una nueva elaboración de esta época de fuerte concentración estatal y de
tekhne" (DE4, 390, 615). disidencia religiosa (aparición de los gran
des Estados territoriales y administrativos,
Ars erótica [23]: 1976 [7 ] HS1: 77,90, 94-96. surgimiento de la Reforma protestante,
1977 [1 ] DE3: 134. 1978 [6] DE3: 525-526. etc.), entre el género literario "consejos para
1983 [4 ] DE4: 390. 1984 [4 ] DE4: 615. 1988 el príncipe” y los tratados acerca de la poli
[1] DE4: 794. „ cía (véase el artículo correspondiente), en
contramos una serie de tratados que se pre
sentan bajo la denominación común de
Artaud, Antonin (1896-1948) "artes de gobernar” (STP, 92). La aparición
de esta literatura y de sus correspondientes
En Artaud se expresa, contra la conciencia prácticas ha sido posible por una serie de
crítica, la conciencia trágica de la locura motivos, entre los que es necesario señalar:
(HF, 47). • La obra de Artaud, como la de la expansión demográfica, la abundancia
Roussel, pone de manifiesto el nuevo modo monetaria, el aumento de la producción
de ser de la literatura, en el que el lenguaje agrícola y, en particular, la emergencia del
deja de estar subordinado al sujeto (MC, problema de la población (STP, 107).
395). • En Artaud, el lenguaje discursivo es
tá destinado a desatarse en la violencia del m a q u i a v e l o . Toda esta literatura acerca del
cuerpo y del grito, y el pensamiento, aban gobierno toma como contrapunto E l prin
donando la interioridad charlatana de la cipe de Maquiavelo. Es posible hablar, por
conciencia, se convierte en energía material, ello, de un género anti-Maquiavelo, cuyos
sufrimiento de la carne, persecución y des representantes explícitos han sido Ambrogio
garramiento del sujeto (DE1, 522). Politi, Innocent Gentillet y Federico II; y, de
manera menos explícita, pero igualmente
A ntonin Artaud [55]: 1961 [22] DE1: 161, determinada, Thomas Elyot, Guillaume de
169. H F : 28, 47-48, 221, 223, 314, 432-433, La Perriére y Frangois de La Mothe le Vayer
435, 440-441, 632, 656, 661-663. 1962 [2] (STP, 94). El príncipe de Maquiavelo se ca
M M PS: 89, 104. 1963 [3] DE1: 266, 268. racteriza, según estos autores, por la rela
RR: 207. 1964 [3] DE1: 412-413, 419. 1966 ción de exterioridad respecto de su princi
[7 ] DE1: 500, 522, 525. MC: 59, 339, 395. pado, pues no le pertenece por ninguna
1968 [1 ] DE1: 704. 1970 [6 ] DE2: 80, 105, condición natural o jurídica. Su principado
108-109, 132. 1971 [1] OD: 23. 1973 [2] le viene por tradición o ha sido conquistado
DE2: 412. 1975 [1] A N : 50. 1978 [7] DE3: por la violencia. El nexo entre el príncipe y
475, 490, 578, 677. su principado, por ello, es frágil y está siem
pre amenazado. El objetivo del príncipe es
mantener y fortalecer este vínculo, determi
artes de gobernar nando cuáles son los peligros y manipulan
do las relaciones de fuerza. A esta concep
Según la primera lección de Naissance de la ción de la política se opone el género "artes
biopolitique, la expresión "artes de gober de gobernar”.
44 ARTES DE G O B E R N A R / ASCESIS
c a r a c t e r í s t i c a s . Foucault enumera cuatro Arts de gouvem er [16]: 1978 [10] DE3: 635,
grandes características de la concepción del 641, 720. STP: 92, 97, 120, 169, 355. 1979
gobierno en la literatura de las artes de go [4 ] N B : 154, 316-317. 1983 [1] GSA: 241.
bernar. 1) A diferencia de Maquiavelo, sin 1984 [1 ] HS2: 156.
negar sus especificidades, los autores de es
tos tratados sostienen, en general, una con
tinuidad entre el gobierno político, la eco Artemidoro (s. 3H d.C.)
nomía y la moral. En primer lugar, una
continuidad ascendente: quien quiera go Foucault consagra la primera parte de Le
bernar el Estado debe poder gobernarse a sí S ouci de soi al análisis del texto La interpre
mismo. En segundo lugar, una continuidad tación de los sueños, de este filósofo pagano
descendente: en un Estado bien gobernado, del siglo II (HS3, 16-50). Tres capítulos de
los padres saben gobernar a sus familias y esta obra están dedicados a los sueños
los individuos a sí mismos. La cuestión sexuales, que pueden ser comprendidos a
fundamental que domina toda esta inmen la luz de la economía, las relaciones socia
sa literatura es cómo la economía, entendi les, el éxito y el fracaso del individuo y su
da como gestión de la familia y de la casa, vida política y cotidiana. En este sentido,
concierne al ámbito del Estado. "[...] el ar Artemidoro está cerca de Freud. El valor
te de gobernar es, precisamente, el arte de social del sueño no depende de la naturaleza
ejercer el poder bajo la forma y según el del acto sexual, sino del estatuto social de
modelo de la economía" (S T P , 98). • A par los partenaires (DE4, 174).
tir de esta problemática, el término "econo
mía" comienza a adquirir su sentido mo Artémidore [198]: 1981 [10] DE4: 174, 176,
derno: "un nivel de realidad, un campo de 216. 1982 [2 ] H S: 468. 1983 [87] DE4: 462-
intervención para el gobierno, a través de 486. 1984 [97] HS3: 14-22, 24-37, 39-46, 48-
una serie de procesos complejos y, creo, 49, 276. 1988 [2 ] DE4: 803.
absolutamente capitales para nuestra histo
ria. Pues esto es gobernar y ser gobernado"
(STP, 99). 2) Según los autores de este géne ascesis
ro, no se gobierna el territorio, sino las cosas.
En esto se diferencia la soberanía, que tiene a s c e s i s a n t i g u a y a s c e s i s c r i s t i a n a . A diferen
por objeto el territorio, del gobierno (STP, cia de las connotaciones que este vocablo
101). 3) Más que de un bien común (enten sugiere actualmente, la ascesis no era para
dido, según la teoría de la soberanía, como los antiguos un camino de progresiva renun
la sumisión a la ley), es necesario hablar de cia a sí mismo. Se trataba, más bien, del
un conjunto de fines específicos. 4) El buen trabajo de constitución de sí mismo, esto es,
gobierno no debe servirse del aguijón, sino de la formación de una relación consigo
de la paciencia, la sabiduría y la diligencia. mismo que fuera plena, acabada, completa,
autosuficiente y capaz de producir esta
Las artes de go
s o b e r a n ía , fa m ilia , p o b la c ió n . transfiguración del sujeto que es la dicha de
bernar se sitúan entre el cuadro demasiado estar consigo mismo (HS, 305). En este sen
rígido de la teoría de la soberanía y el mo tido, la filosofía, en cuanto forma de vida,
delo demasiado débil, desde el punto de vis no era sólo una práctica discursiva, sino
ta político, de la administración familiar una ascesis, un trabajo del sujeto sobre sí
(STP, 108). El saber estadístico, que co (GSA, 202, 326). Al respecto, véase: Pañesia.
mienza a formarse por esta época, muestra, • Nuestra noción de ascesis está determina
en efecto, que los fenómenos de la población da por la herencia cristiana. Foucault seña
son irreductibles al modelo familiar. La fa la tres diferencias conceptuales de la ascesis
milia deja de ser por ello un modelo para la filosófica helenística y romana respecto de
política y se convierte en un objetivo y en la ascesis cristiana: 1) como ya menciona
un instrumento de esta. La emergencia de la mos, no está orientada a la renuncia a sí
población, sin embargo, no elimina, sino mismo, sino a la constitución de sí mismo;
que vuelve más agudo, el problema de la 2) no está regulada por los sacrificios, sino
soberanía (STP, 110). por el dotarse de algo que no se tiene; 3) no
ASCESIS / ASILO 45
505-506. STP: 124. 1979 [2] DE3: 766, 802. y lo que nombra no es isomorfa con la rela
198.0 [2] DE4: 27, 122. 1984 [1] DE4: 665. ción entre el nombre propio y el individuo
que designa. Foucault nos ofrece varios
ejemplos. Descubrir que Pierre Dupont no
A u fk la ru n g es médico o no vive en París no modifica el
nexo de designación. Del mismo modo, si se
Véase: Modernidad. descubre que Shakespeare no nació en la
casa que se visita como su lugar natal, ello
Aufklarung [192]: 1954 [1] DE1: 76. 1957 no altera el funcionamiento del nombre de
[1] DE1: 120. 1961 [1] HF: 174. 1963 [2] autor. Por el contrario, si se descubre que
NC: 51, 126. 1966 [4] DE1: 545-546, 549. no es el autor de los Sonetos o que es el
1978 [9 ] DE3: 431-433, 479. STP: 225. 1979 autor del N o v u m organum de Bacon, que
[2] DE3: 783. 1980 [6] DE4: 36-37, 73. 1982 Shakespeare y Bacon son la misma persona,
[6 ] D E4: 225, 231. H S: 297, 467. 1983 [90] entonces se modifica enteramente el funcio
DE4: 438, 440, 448. GSA: 3, 9-17, 20-22, 25, namiento del nombre del autor.
27, 30-32, 34, 36-38, 270, 322. 1984 [62]
DE4: 562-568, 571-573, 577, 679-682, 685- Foucault distingue cuatro ca
fu n c ió n - a u to r .
687. 1985 [8] DE4: 765-768. racterísticas fundamentales de la función-
autor: 1) Está ligada a un sistema jurídico e
institucional que rodea, determina y articu
ausencia la el universo de los discursos, que son ob
jetos de apropiación. Ahora bien, la relación
Para la locura concebida como ausencia de de propiedad es secundaria respecto de la
obra, véase: Locura. apropiación penal. En efecto, los discursos
han comenzado a poseer un autor en la me
* Absence [402]: 1961 [50] DE1: 162-163. dida en que este podía ser castigado. El dis
HF: 662. 1962 [23] DE1: 196-203. M M PS: curso ha sido históricamente un gesto car
265-266. RR: 207. 1964 [12] DE1: 412, 418. gado de riesgos antes de ingresar en el
1971 [8] DE2: 152. circuito de la propiedad. 2) N o se ejerce uni
formemente y de la misma manera respecto
de todos los discursos, en todas las épocas
autor y en todas las civilizaciones. Algunos discur
sos circulan sin recurrir a un autor como
La arqueología deja de lado las nociones con principio de su sentido o de su eficacia: no
las que tradicionalmente se ha escrito la his tas cotidianas que se tiran casi inmediata
toria del conocimiento y de las ciencias, la mente, decretos, contratos, fórmulas técni
historia de la literatura y de la filosofía; es cas. Pero aun en los campos donde
pecialmente, las categorías de obra, libro y normalmente se requiere (la literatura, la
autor. En cuanto a esta última, más allá de filosofía y la ciencia), el autor tampoco fun
las cuestiones metodológicas de la arqueo ciona de la misma manera: en la Edad
logía, la crítica de la noción de autor forma Media, por ejemplo, el valor científico de un
parte de la crítica general, desde el punto de texto provenía de su autor; a partir del siglo
vista de la filosofía, a la noción de sujeto, a XVH, en cambio, esta función no cesa de
la función fundadora del sujeto. El cuestio- debilitarse, hasta desaparecer (en el discur
namiento de la noción de autor está presente so científico sirve sólo para dar nombre a un
también en la crítica literaria y en la rela teorema, a un efecto, a un síndrome). En el
ción escritura/muerte. • Foucault se ha ocu campo de la literatura, por el contrario, la
pado de la función-autor en L ’Archéologie du atribución a un autor no ha dejado de forta
savoir, L'Ordre du discours y en una conferen lecerse, mientras que en la Edad Media este
cia en la Société Fran?aise de Philosophie, permanecía en el anonimato (OD, 30-31;
"Qu'est-ce qu'un auteur?” (DE1, 789-821). DE1, 799-800). 3) N o está definida por la
atribución espontánea a su productor, sino
n o m b r e p r o p i o . E l autor no funciona como por una serie de operaciones específicas y
un nombre propio: la relación entre el autor complejas. • Para Foucault, la manera en
AUTOR 47
que la crítica literaria define el autor deriva ción de otros discursos. Por ejemplo, Marx
directamente de la manera en que la tradi o Freud. La instauración de discursividad es
ción cristiana ha determinado la autentici distinta de la fundación de cientificidad. Ella
dad. Foucault se refiere a San Jerónimo no es del orden de la generalidad formal, sino
(DE1, 801). De este modo, e l autor, como del de la apertura de un campo de aplicacio
fuente de la expresión, permite explicar la nes respecto de las cuales se mantiene detrás.
presencia de ciertos hechos en una obra, su "Para hablar de manera muy esquemática, la
transformación, su deformación; pero tam obra de estos instauradores no se sitúa en
bién confiere cierta unidad a los discursos, relación con la ciencia y con el espacio que
permite superar las contradicciones. 4) No ella diseña, sino que son la ciencia o la dis
remite pura y simplemente a un individuo cursividad las que se refieren a su obra como
real, puede dar lugar simultáneamente a va a coordenadas primeras" (DE1, 807). A par
rios egos. El sujeto que habla en el prefacio tir de aquí, se comprende esa necesidad que
de un tratado de matemática no es el mismo guía todas las exigencias de retomo al origen,
que el que habla en el desarrollo de una de de redescubrimiento, de reactualización.
mostración o que el que habla de las dificul
tades y obstáculos que encontró en el curso * Auteur [703]: 1969 [240] AS: 12, 33-36, 38,
de su trabajo (DE1, 803). 41, 43, 57, 107, 110, 122-123, 125-126, 135,
140, 150, 152, 161, 167, 183, 185, 196, 224,
f u n d a d o r e s d e d i s c u r s i v i d a d . Algunos autores 274. DE1: 789-806, 809-813, 817-820. 1970
no son sólo autores de sus obras, sino tam [9 ] DE2: 60-61. 1971 [228] OD: 28-32, 38,
bién de la posibilidad y las reglas de forma 54, 65-68. 1979 [43] DE3: 742.
Bachelard, Gastón (1884-1962) Bacon, Francis (1560/1561-1626)
[48]
B A C O N , FRANCIS / B A R B IN , H ER C ULIN E 49
publique et m edicine legale. Véase: Herma Foucault señala que lo específico del estruc
froditism o. turalismo es problematizar la importancia
del sujeto humano, de la conciencia. De es
Herculine Barbin [17]: 1977 [1] DE3: 237. te modo, la crítica literaria de Barthes im
1978 [7] DE3: 499, 624, 675-676. 1980 [9] plica un análisis de la obra que no se refiere
DE4: 9, 115, 119, 122-123. a la psicología, ni a la individualidad, ni a
la biografía personal del autor, sino a las
estructuras autónomas, sus leyes, sus prin
barroco cipios constructivos (DE1, 653). • Foucault
sugiere, sin mayores precisiones al respecto,
Uno de los ejes del
b a r r o c o , t e a t r o y lo c u r a . que se podría vincular el carácter intransiti
teatro barroco ha sido la extravagancia de vo de la escritura del que habla Barthes (el
los espíritus que no dominan sus quimeras, hecho de que la escritura esté orientada ha
como Don Quijote (M M PS, 79). • El bufón cia sí misma) con la función de transgresión
era, en el Renacimiento y el Barroco, el per (DE2, 114). Véase: Transgresión. • Al intro
sonaje que decía la verdad, una especie de ducir la noción de escritura, Barthes busca
profeta que, a diferencia del judeocristiano, ba descubrir un nivel específico a partir del
no sabe que dice la verdad. • Los personajes cual se pudiera hacer la historia de la litera
barrocos se dividen entre quienes dominan tura como literatura, atenta a su especifici
su voluntad y quienes son portadores de la dad, más allá de los individuos, con sus
verdad, quienes no están locos y quienes sí propias leyes de condicionamiento y trans
lo están. En el loco hay verdad, pero no formación (DE2, 270). • Foucault considera
voluntad de verdad (DE2, 110-112). El per que el camino de Barthes y el suyo divergen
sonaje del loco representa la verdad irres tanto como la literatura y la no literatura
ponsable (DE3, 489). • El personaje de la (DE2, 801).
tragedia clásica, a diferencia del personaje
barroco, no puede estar loco (H F, 312-313). Roland Barthes [37]: 1964 [3 ] DE1: 364,
Habrá que esperar hasta el siglo X IX -su 371-372. 1967 [1] DE1: 584. 1968 [2] DE1:
literatura, Nietzsche y el psicoanálisis- para 653. 1969 [1] DE1: 813. 1970 [4] DE2: 74,
reencontrar la mutua pertenencia entre lo 114, 116, 126. 1971 [1] DE2: 209. 1972 [4]
cura y verdad (DE2, 112). DE2: 270. 1974 [2] DE2: 522, 524. 1975 [4]
DE2: 720, 800-801. 1976 [1] DE3: 88. 1977
b a r r o c o y s e m e j a n z a . A comienzos del siglo [1] DE3: 388. 1978 [4 ] DE3: 572-573, 580,
XVH, durante este período que con razón o 590. 1980 [5] DE4: 44, 59, 124. 1984 [4]
no se llama Barroco, el pensamiento deja de DE4: 608, 650-651.
moverse en el dominio de la semejanza (M C,
65). El Barroco es el triunfo de la ilusión
cósmica, del quid pro quo, del sueño y las Basaglia, Franco (1924-1980)
visiones, del trompe-Vceil.
Lo que Basaglia, como Bemheim y Laing,
Baroque [22]: 1961 [4] HF: 56, 62, 64, 313. ha problematizado es la manera en la que
1962 [1] M M PS: 79. 1966 [3 ] DE1: 479. el poder del médico está implicado en la
MC: 63, 65. 1970 [3 ] DE2: 110, 112. 1975 verdad de lo que dice. • Lo característico
[2 ] DE2: 725, 789. 1977 [1] DE3: 229. 1978 de las instituciones médicas es una separa
[3] DE3: 489, 675. STP: 258. 1980 [1] DE4: ción tajante entre quienes tienen la verdad
123. 1983 [3] DE4: 488-489, 495. 1984 [1] y quienes no la tienen (DE2, 681). Véase:
HS3: 244. Antipsiquiatría.
mentos más elementales) y molar (sigue las generalizada: el famoso panóptico" (DE2,
articulaciones significativas del conjunto 594). Véanse: Disciplina, Panóptico.
-Tolm an-).
Jeremy Bentham [179]: 1972 [1] DE2: 311.
Los estudios his
h is t o r ia d e l c o n o c im ie n to . 1973 [7] DE2: 430, 437, 444. 1974 [38]
tóricos de Foucault dejan poco espacio a la DE2: 589-591, 594, 606-608. PP: 43, 62, 65,
creatividad de los individuos. En este senti 75-80, 92-93, 95, 103-105, 108. 1975 [26]
do podría pensarse la impronta de cierto DE2: 729. SP: 175, 201-207, 209-210, 218,
behaviorismo en su trabajo (DE2, 490). La 226, 252, 268. 1977 [39] DE3: 190-191, 194-
cuestión se suscitó en un debate televisivo 200, 202-206. 1978 [27] DE3: 452, 466, 473-
con Chomsky, quien combatía el behavioris 474, 576, 626, 628. STP: 26, 86, 121, 135.
mo en la lingüística a fin de recuperar la 1979 [35] DE3: 821. N B : 14, 25-27, 40, 44,
creatividad del sujeto. Para Foucault, la 51, 53, 68-69, 74-75, 200, 253-256, 259, 261,
cuestión del sujeto es diferente en el beha 268, 292. 1980 [4] DE4: 18, 28. 1981 [1]
viorismo y en la historia del conocimiento. DE4: 186. 1984 [1] DE4: 639.
En este campo, resulta difícil atribuir a un
inventor los fenómenos colectivos o genera
les. Por otro lado, la historia se presenta Bergson, H enri (1859-1941)
como un obstáculo para el acceso del suje
to a la verdad (mitos, prejuicios, etcétera). Respecto d é l a espacialización que caracte
Para Foucault, a diferencia de Chomsky, se riza al conocimiento de la vida en el marco
trata de analizar la capacidad productiva del de la anatomía patológica, de cuya genealo
conocimiento como práctica colectiva y de gía se ocupa Foucault en La Naissance de la
reubicar a los individuos y sus conocimien clinique, Bergson va en el sentido contrario:
tos en el desarrollo del saber (DE2, 480). busca en el tiempo, y contra el espacio, las
condiciones bajo las cuales es posible pen
Béhaviorisme [14]: 1957 [4 ] DE1: 130. 1974 sar la individualidad. Con la formación de
[10] DE2: 480, 490-492. la clínica, el individuo se ha ofrecido al sa
ber a través de un largo movimiento de es
pacialización. Bichat, un siglo antes que
Benjam ín, W alter (1892-1940) Bergson, dio una lección más rigurosa al
respecto: la muerte se convirtió en el espa
Foucault se refiere al estudio de Benjamín cio de apertura del individuo al lenguaje y
sobre Baudelaire ("Sobre algunos temas en al concepto (NC, 174-175). • "Cuando era
Baudelaire") a propósito de la noción de es estudiante, una especie de bergsonismo la
tética de la existencia (HS2, 17). tente dominaba la filosofía francesa. Digo
‘bergsonismo’, no que todo esto haya sido la
Walter Benjamín [5]: 1976 [1] DE3: 84.1977 realidad de Bergson, lejos de ello. Había un
[1] DE3: 390. 1983 [2 ] D E 4: 447. 1984 [1] cierto privilegio acordado a todos los análisis
HS2: 17. temporales en detrimento del espacio, consi
derado como algo muerto y fijo” (DE3, 576).
Bentham, Jeremy (1748-1832) H enri Bergson [18]: 1963 [1] N C : 175. 1964
[1] DE1: 342. 1966 [2] MC: 176, 258. 1969
"M e excuso con los historiadores de la filo [2 ] DE1: 770, 782. 1970 [1] DE2: 106. 1971
sofía por esta afirmación, pero yo creo que [2 ] D E 2 :229. OD: 79.1975 [2 ] A N : 232, 246.
Bentham es más importante para nuestra 1976 [1] DE3: 34. 1977 [1 ] DE3: 193. 1978
sociedad que Kant o Hegel. Se le debería [2 ] DE3: 541, 576. 1979 [1] N B : 160. 1983
rendir homenaje en cada una de nuestras [1] DE4: 455. 1985 [1 ] DE4: 764.
sociedades. Es él quien programó, definió y
describió, de la manera más precisa, las for
mas de poder en las que vivimos, y quien ha Bichat, Francjois Xavier (1771-1802)
presentado un maravilloso y célebre peque
ño modelo de esta sociedad de la ortopedia Véase: Clínica.
BICHAT, FRANQ 0IS XAVIER / BIOLOGÍA 53
Frangois X a vierB ich a t [123]: 1957 [1] DE1: ello puede afirmar, sin que cause extrañeza
123. 1961 [1] HF: 471. 1963 [86] N C : VIII- para el lector advertido, que ni la biología
IX, 74, 123, 127-134, 136, 140, 142-145, 147- (ni los otros saberes de la modernidad: la
149, 151-153, 155-159, 164, 169-171, 175, economía política, la filología) ni la vida
177-180, 185, 188-190, 192-193, 199, 201- existían antes del siglo XIX. Durante la
202, 212. 1966 [2 ] MC: 138, 245. 1968 [3] Época Clásica sólo existían los Seres vivien
DE1: 625, 713. 1969 [6 ] AS: 47-48, 72, 166, tes y la historia natural (M C, 139, 173).
189. 1970 [3] DE2: 29, 58. 1974 [14] DE2: Pero, es necesario precisarlo, la biología no
481, 490, 676. PP: 185, 196-197, 300-301, viene a reemplazar a la historia natural
304-305, 325. 1976 [3 ] DE3: 36, 51. IDS: cuando desaparece la episteme clásica; se
189. 1977 [2 ] DE3: 209, 214. 1978 [1] DE3: constituye, más bien, allí donde no existía
437. 1985 [1 ] DE4: 772. (M C, 220). • Lamarck, con su noción de
organización, ha cerrado la época de la his
toria natural y entreabierto la de la biología
Binswanger, Lu d w ig (1881-1960) (M C, 243). • A partir de Cuvier, la noción
de función, que ciertamente existía en la
Foucault ha dedicado una extensa introduc Época Clásica, va a desempeñar un nuevo
ción a la traducción francesa de la obra Le papel y, consecuentemente, será definida en
Reve et l'existence de Ludwig Binswanger otros términos. En la Época Clásica se la
(DE1, 65-119). Este texto puede considerar utilizaba para establecer; por medio de iden
se como el punto de mayor acercamiento tidades y diferencias, el orden de las cosas.
entre Foucault y la fenomenología. Véanse: Con Cuvier, en cambio, será el término me
Antropología, Fenomenología. dio que permitirá vincular conjuntos de
elementos desprovistos de toda identidad.
Ludwig Binswanger [57]: 1954 [43] DE1: 65, Surgirán, entonces, nuevas relaciones: de
67-68, 79-81, 83, 87, 90, 93, 96, 98, 100, 103- coexistencia (un órgano o un conjunto de
104, 107-108, 117, 119. M M PE : 62, 66-69, órganos no puede estar presente en un ani
111. 1957 [2 ] DE1: 136. 1962 [8] M M PS: mal sin que otro órgano o conjunto de ór
62, 66-69, 105. 1964 [2 ] DE1: 377. 1976 [1] ganos también lo esté), de jerarquía interna
IDS: 19. 1980 [1 ] DE4: 58. (el sistema nervioso aparecerá como deter
minante de toda disposición orgánica), de
dependencia respecto de un plan de orga
biohistoria nización (la preeminencia de una función
implica que el organismo responde a un
Se podría llamar de este modo a las presio plan). A diferencia de la historia natural,
nes por las cuales los movimientos de la no nos encontramos con un campo unitario
historia interfieren con los procesos de la de visibilidad y orden, sino con una serie
vida (H S1, 188). Véase: Biopoder. de oposiciones cuyos términos no se sitúan
en el mismo nivel (órganos secundarios,
Bio-histoire [9]: 1976 [7] DE3: 48, 57, 95, visibles/órganos primarios, ocultos; órga
97. HS1: 188. 1977 [2 ] DE3: 207-208. nos/funciones) (MC, 281). • Del siglo XVIII
al X IX la cultura europea modificó funda
mentalmente la espacialización de lo vi
biología viente. Para la Época Clásica, lo viviente
era una celda o una serie de celdas en el
LAS CONDICIONES DE PO SIB ILID AD DE LA BIOLOGÍA. cuadro taxonómico de los seres. A partir de
Foucault no aborda la historia del conoci Cuvier, los seres vivos se envuelven sobre sí
miento en términos de continuidad, sino mismos y rompen sus proximidades taxo
de discontinuidad y ruptura. Se pregunta nómicas. Este nuevo espacio es el de las
acerca de lo que hace posible en un mo condiciones de la vida (MC, 287). La rup
mento dado que ciertas cosas se hayan di tura del espacio clásico permitió descubrir
cho de una determinada manera. Las con una historicidad propia de la vida: la del
diciones de posibilidad del saber actúan en mantenimiento de sus condiciones de exis
el plano de la simultaneidad (MC, 14). Por tencia (M C, 288).
54 BIO LO GÍA
44, 48-51, 55-57, 59, 62, 64-67, 99-104.1971 Estado. En el segundo, el biopoder aparece
[12] DE2: 162, 164, 168, 220. LVS: 27. OD: al final de un extenso recorrido en el que
36-37, 66. 1972 [3] DE2: 280, 371. 1973 [1] Foucault analiza las transformaciones del
DE2: 405. 1974 [12] DE2: 473-476, 486, concepto de guerra de razas. En uno y otro,
524, 676. PP : 13, 298. 1975 [3 ] A N: 57, 289. el biopoder se presenta en su doble faz, co
1976 [9 ] DE3: 95-96. HS1: 46, 73, 102, 204. mo poder sobre la vida (las políticas de la
IDS: 52, 170. 1977 [4 ] DE3: 143, 157, 235, vida biológica, entre ellas las políticas de la
324. 1978 [18] DE3: 434, 438-441, 533. STP: sexualidad) y como poder sobre la muerte
22, 29, 57, 79-80, 88-89. 1979 [1] N B : 233. (el racismo). Se trata, en definitiva, de la
1980 [2 ] DE4: 56, 67. 1982 [1] DE4: 223. estatización de la vida biológicamente con
1983 [1] D E4: 517. 1985 [6 ] DE4: 768, 770, siderada, es decir, del hombre como ser vi
773-775. 1988 [1 ] D E4: 784. viente. La formación del biopoder, para
Foucault, puede ser abordada a partir de las
teorías del derecho, de la teoría política (los
biopoder juristas del siglo XVII y del XVIU han plan
teado la cuestión del derecho de vida y de
Las nociones de biopoder y de biopolítica, muerte, la relación entre la preservación de
que Foucault escribe normalmente con un la vida, el contrato que da origen a la socie
guión entre ambos componentes, han dado dad y a la soberanía) o en el plano de los
lugar en los últimos años a una reinterpre mecanismos, de las técnicas y de las tecno
tación de su obra. Esta tendencia fue ali logías del poder. Entre ellos, elige esta últi
mentada y favorecida por la progresiva apa ma perspectiva (IDS, 214-215). • Según
rición de sus cursos en el Collége de France. Foucault, a partir de la Época Clásica, asis
Si bien Foucault le atribuye un sentido pre timos en Occidente a una profunda transfor
ciso al término "biopoder", reconoce que mación de los mecanismos de poder. Junto
puede-asumir dos alcances diferentes. El al antiguo derecho soberano de hacer morir
sentido general hace referencia a las formas o dejar vivir surge un poder de hacer vivir o
de ejercicio del poder que tienen por objeto dejar morir. A partir del siglo XVII, se ha
la vida biológica del hombre. Entendido de organizado un poder en tomo de la vida,
esta manera general, incluye tanto el poder bajo dos formas principales que no son an
ejercido sobre los cuerpos de los individuos titéticas, sino que están atravesadas por un
(las disciplinas, la anátomo-política) como plexo de relaciones: por un lado, las discipli
el poder ejercido sobre la población o la es nas (una anátom o-política del cuerpo huma
pecie (la biopolítica). Así, la biopolítica apa no), que tienen como objeto el cuerpo indi
rece como una de las dos formas posibles vidual, considerado como una máquina; por
del biopoder (HS1, 185), y, en su sentido otro lado, a partir de mediados del siglo
restringido, este es entendido como sinóni XVm, una biopolítica de la población, del
mo de biopolítica (IDS, 216; STP, 23). Este cuerpo-especie, cuyo objeto será el cuerpo
uso remite al "conjunto de mecanismos por viviente, soporte de los procesos biológicos
los cuales lo que en la especie humana cons (nacimiento, mortalidad, salud, duración de
tituye sus trazos biológicos fundamentales la vida) (HS1, 183). • Por primera vez, el
puede ingresar dentro de la política" (STP, 3). hecho de vivir no constituye una base que
emerge de tanto en tanto, con la muerte y la
Acerca del concepto
d is c ip lin a , b io p o lít ic a . fatalidad; ingresa en el campo de control del
de biopoder, tomado en su sentido más am saber y de las intervenciones del poder
plio, la última parte de La Volonté de savoir (HS1, 187).
(H S1) y la clase del 17 de marzo del curso
“11 fau t défendre la société”, de 1975-1976, c a p i t a l i s m o . Por ello, distanciándose de la
deben considerarse como los textos de re interpretación weberiana, Foucault sostiene
ferencia fundamentales. En el primero, la que, más que la moral ascética, el ingreso
cuestión del biopoder aparece luego de la de la vida en la historia ha sido determinan
descripción de la formación del dispositivo te para la formación del capitalismo. Así, el
de sexualidad y acaba en la cuestión del ra biopoder fue un elemento indispensable pa
cismo ^moderno, un racismo biológico y de ra el desarrollo del capitalismo y sirvió para
56 BIOPODER / BIOPOLÍTICA
asegurar la inserción controlada de los cuer la vida” (HS1, 190). Esta forma del poder, a
pos en el aparato productivo y para ajustar la vez individualizante y totalizante, es para
los fenómenos de la población a los proce Foucault la característica fundamental del
sos económicos (HS1, 185-186). poder moderno: "desde un comienzo, el
Estado fue a la vez individualizante y tota
El sexo funciona como bisagra
s e x u a lid a d . litario” (DE4, 161). "Al lograr combinar es
de las dos direcciones en las que se han des tos dos juegos, el juego de la ciudad y del
plegado el biopoder, la disciplina y la biopo ciudadano y el juego del pastor y del rebaño,
lítica. Cada una de las cuatro grandes polí en lo que llamamos los Estados modernos,
ticas del sexo que se desarrollaron en la nuestras sociedades han revelado ser verda
modernidad fue una manera de articular las deramente demoníacas” (DE4, 147).
técnicas disciplinarias del individuo con los
procedimientos reguladores de la población. El poder organizado en términos
s o b e r a n ía .
Dos de ellas se apoyaron en la problemática de soberanía se volvió inoperante para ma
de la regulación de las poblaciones (el tema nejar el cuerpo económico y político de una
de la descendencia, de la salud colectiva) y sociedad en vías de explosión demográfica
han producido efectos en el nivel de la dis y, a la vez, de industrialización. Por ello, de
ciplina: la sexualización de la infancia y la manera intuitiva y en el plano local, apare
histerización del cuerpo de la mujer. Las cieron instituciones como la escuela, el hos
otras dos, inversamente, se apoyaron en las pital, el cuartel, la fábrica. Luego, en el siglo
disciplinas y obtuvieron efectos en la instan X V m , fue necesaria una nueva adaptación
cia de la población: control de los nacimien del poder para afrontar los fenómenos glo
tos, psiquiatrización de las perversiones bales de población y los procesos biológicos
(HS1, 191-193). y sociológicos de las masas humanas (IDS,
222-223).
"Son los nuevos proce
s a n g r e y s e x u a lid a d .
dimientos del poder elaborados durante la Si la cuestión del hombre se
c o n o c im ie n t o .
Época Clásica e implementados en el siglo ha planteado en función de su especificidad
XIX los que han hecho que nuestras socie como ser viviente y de sus relaciones con los
dades pasaran de una sim bólica de la sangre otros vivientes, esto ha sido en razón del in
[poder derramar la sangre, poseer la misma greso de la vida en la historia (HS1, 189).
sangre] a una analítica de la sexualidad"
(HS1, 195). n o r m a c i ó n y n o r m a l i z a c i ó n . Foucault distin
gue entre normación y normalización para
E l racismo asegura la función de
r a c is m o . describir la relación que mantienen con la
muerte en la economía del biopoder (IDS, norma, respectivamente, la disciplina y la
230). biopolítica. En la normación, a diferencia
de la normalización, hay una prioridad de
La apa
L E Y , NO R M A, SOCIEDAD NORM ALIZADORA. la norma. Al respecto, véase: Norm a.
rición de la problemática de la población
explica la importancia creciente de la norma Véanse también: B iop olítica , Disciplina,
y, consecuentemente, de la normalidad, en Liberalismo, Medicalización, Población, Poder,
detrimento del sistema jurídico de la ley Razón de Estado.
(HS1, 189). Nuestras sociedades son socie
dades de normalización, donde las normas B io-p ou voir [49]: 1976 [41] HS1: 184-186,
que disciplinan a los individuos se articulan 189. ID S : 213, 216, 220-221, 226-234. 1977
con los mecanismos que regulan las pobla [1] DE3: 231. 1978 [5] STP: 3, 23, 25. 1981
ciones (ID S, 225). L a sexualidad es un ejem [1] DE4: 198. 1983 [1] DE4: 386.
plo mayor de este cruce ortogonal de disci
plina y biopolítica. Pero también lo son la
ciudad ideal, la ciudad obrera, la ciudad biopolítica
utópica del siglo XIX (IDS, 223-224). "Una
sociedad normalizadora es el efecto históri Hay que entender por biopolítica la manera
co de una tecnología de poder centrada en en la que, a partir del siglo XVHI, se buscó
BIOPOLÍTICA 57
biopolítica para designar lo que hace entrar social, el derecho soberano, la transforma
a la vida y a sus mecanismos en el dominio ción de la guerra de razas y la aparición de
de los cálculos explícitos y lo que hace del la gubemamentalidad liberal. Más allá de
poder-saber un agente de transformación de los matices de cada uno de estos enfoques,
la vida humana” (HS1, 188). De este modo, en todos ellos se trata siempre de la gestión
"se podría decir que el viejo derecho de ha de la vida biológica de la población por par
cer morir o dejar vivir ha sido sustituido por te del Estado. • "El descubrimiento de la
un poder de hacer vivir o abandonar a la población es, al mismo tiempo que el descu
muerte” (HS1, 181). Si bien Foucault utiliza brimiento del individuo y del cuerpo adies-
aquí el verbo "sustituir” para hablar de la trable [dressable], el otro núcleo tecnológico
relación entre la biopolítica y el poder sobe en tomo al cual se han transformado los
rano, en las mismas páginas de La Volonté procedimientos políticos de Occidente"
de savoir habla también dé complementarie- (DE4, 193).
dad: "La vieja potencia de muerte en la que
se simbolizaba el poder soberano está ahora La biopolítica ha
d is p o s it iv o s d e s e g u r id a d .
cuidadosamente recubierta por la adminis sido posible gracias a la formación de los
tración de los cuerpos y la gestión calcula dispositivos de seguridad. Véase el artículo
dora de la vida” (HS1, 183-184). En tercer correspondiente.
lugar, en el curso “11faut défendre la société",
de 1976, es decir, contemporáneo a la publi Entre la biopolítica y la disciplina
d is c ip lin a .
cación de La Volonté de savoir, la noción de se pueden establecer varias diferencias:
biopolítica se entrelaza no sólo con la de 1) En cuanto al objeto: la disciplina tiene
soberanía, sino también con la de guerra o, como objeto el cuerpo individual; la biopo
para ser más precisos, con la de guerra de lítica, el cuerpo múltiple, la población, el
razas. Desde esta perspectiva, según Foucault, hombre como ser viviente, como pertene
el racismo contemporáneo es un racismo ciente a una especie biológica. 2) En cuanto
estatal y biológico. Este ha sido posible a a los fenómenos considerados: mientras que
partir del momento en que, en Occidente, el las disciplinas se ocupan de los fenómenos
Estado se hizo cargo de la gestión de la vida individuales, la biopolítica estudia fenóme
de la población. Este racismo, estatal y bio nos de masa, en serie, de larga duración.
lógico, "hace funcionar, pone en juego esta 3) En cuanto a sus mecanismos: los meca
relación de tipo guerrero -'s i quieres vivir, nismos de las disciplinas son del orden del
es necesario que el otro muera’- de una ma adiestramiento del cuerpo (vigilancia jerár
nera que es completamente nueva y que es quica, exámenes individuales, ejercicios re
precisamente compatible con el ejercicio del petitivos); los de la biopolítica son mecanis
biopoder" (IDS, 227-228). Desde esta pers mos de previsión, de estimación estadística,
pectiva, aclara Foucault acerca de la rela medidas globales. 4) En cuanto a la finali
ción entre la constitución de una biopolítica dad: la disciplina se propone obtener cuer
y el derecho soberano: "no vino exactamen pos útiles económicamente y dóciles políti
te a sustituir [la biopolítica a la soberanía], camente; la biopolítica persigue el equilibrio
sino a completar[la]” (IDS, 214). Por último, de la población, su homeostasis, su regula
en cuarto lugar, en Sécurité, territoire, popu- ción (IDS, 216-220).
lation y, particularmente, en Naissance de la
biopolitique la noción de biopolítica es en Véanse también: Biopoder, Disciplina, Libe
cuadrada en el contexto de la aparición de ralismo, Población, Razón de Estado.
la economía política y del liberalismo. El
análisis de la biopolítica, sostiene aquí, sólo Bio-politique [14]: 1976 [6] DE3: 95, 97.
puede ser llevado a cabo cuando se haya HS1: 183, 185, 188. 1977 [3] DE3: 210.
comprendido "de qué se trata en este régi 1978 [2] DE3: 723. 1981 [3] DE4: 193-194.
men que es el liberalismo” (N B , 24). • La B iopolitique [42]: 1976 [13] IDS: 216-219,
biopolítica como gestión de la vida bioló 234. 1978 [14] STP: 23, 25, 53-54, 86, 124,
gica de la población ha sido abordada por 225-226, 339, 368-370. 1979 [13] DE3: 818.
Foucault, entonces, desde cuatro ángulos N B : 23-24, 80, 97, 191. 1988 [2] DE4: 826.
diferentes: el surgimiento de la medicina
B ÍO S I BLANC H O T, MAURICE 59
Bloch, M arc (1886-1944) Giovanni Botero [18]: 1978 [15] STP: 243,
245, 256, 286, 296-297. DE4: 150. 1988 [3]
Véase: Escuela de los Anales. DE4: 816, 826.
Con Boulainvilliers
e l s u je to d e la h is t o r ia .
Botero, Giovanni (1544-1617) aparece un nuevo sujeto de la historia: el
continuum histórico-político (IDS, 151).
Foucault se interesa por la obra de Giovanni
Botero en el marco del análisis de la razón Henri de Boulainvilliers [150]: 1976 [146]
de Estado. Véase: Razón de Estado. DE3: 126, 129. HS1: 115. IDS: 43, 54, 101,
B O U LA IN V ILL IE R S, H E N R I DE / BURGUESÍA 61
112-114, 116, 122, 125, 127-152, 158, 170- Peter Brow n [11]: 1978 [2] STP: 228. 1981
180, 182, 184-185, 188-190, 193, 196, 198, [1] DE4: 172. 1982 [1] DE4: 308. 1983 [1]
201, 208. 1977 [4 ] DE3: 302, 323-324. DE4: 542. 1984 [6] DE4: 650, 698-699.
HS2: 14.
do, una forma de limitación del poder real Del principio de dominación de la burgue
que no pasaba por la historia, sino por el sía se podría deducir exactamente lo con
saber, la filosofía, la técnica, la administra trario de lo que se ha deducido; por ejemplo,
ción. Durante la segunda mitad del siglo que desde el momento en que se convierte
XVHI, buscó escapar del historicismo exi en la clase dominante, se restringen o
giendo una constitución; de ahí la importan abandonan los controles de la sexualidad
cia del derecho natural, del contrato social. infantil y se estimula el aprendizaje sexual,
La burguesía ha sido partidaria de Rousseau la precocidad sexual, para reconstituir, por
(IDS, 186), y su antihistoricismo sólo se mo medio de la sexualidad, la fuerza de traba
dificó a partir de la convocatoria de los jo (ID S, 28).
Estados Generales (ID S, 187). Esta torsión
se llevó a cabo mediante la reelaboración "[...] el vocabu
m o n a r q u ía , d is c u r s o j u r í d i c o .
política de la idea de nación. Foucault toma lario, la forma del derecho, ha sido el siste
como ejemplo el texto ¿Qué es el tercer ma de representación del poder común a la
Estado?, de Sieyés, para mostrar cómo se burguesía y a la monarquía" (DE4, 185).
abre camino la dialectización de la historia Véanse también: Familia, Historia.
y cómo, en consecuencia, se vuelve posible
una filosofía de la historia (IDS, 210-212). Bourgeoisie [309]: 1961 [4] HF: 74, 105.
IAK: 24. 1963 [1] NC: 74. 1964 [1] DE1:
IN TERÉ S DE LA BURGUESIA, DOMINACIÓN DE LA BUR 382. 1966 [2] MC: 356, 379. 1967 [3] DE1:
GUESfA, r e p r e s i ó n . "Creo que se puede dedu 569, 576-577. 1968 [2] DE1: 666, 688. 1969
cir cualquier cosa del fenómeno general de [5 ] AS: 91-93. DE1: 759. 1970 [10] DE2: 69,
la dominación de la clase burguesa" (DE3, 115, 119-120. 1971 [21] DE2: 161, 185, 187-
182). Para Foucault no hay que partir de la 188, 191, 193, 224. 1972 [48] DE2: 272, 302,
noción de dominación de la burguesía, sino 309, 311, 325, 334-336, 342, 344-345, 347,
de más abajo, de los mecanismos de control 349, 351-353, 355-358, 361-362, 368. 1973
de la locura, de la represión, de las prohi [19] DE2: 400, 422, 435-437, 440, 442. 1974
biciones que conciernen a la sexualidad, y [22] DE2: 503, 508, 525, 531, 533-535, 597-
mostrar, entonces, cuáles han sido los agen 598, 600, 604, 650, 654. PP: 59-60,112. 1975
tes reales de estos mecanismos de control: [40] AN: 241, 255. DE2: 719, 722, 725, 727-
el entorno inmediato, la familia, los padres, 728, 730, 738, 743-745, 747-748, 758, 779,
los médicos, la policía. Su interés se dirige 783, 812. SP: 85-90, 223, 279, 290, 295. 1976
menos a los efectos que a los mecanismos, [75] DE3: 74, 79, 93, 101, 130. HS1: 9, 15,
que, precisamente, se formaron desde abajo 159, 163-166, 168-169. IDS: 28-30, 86, 88,
y luego, en razón de su utilidad, fueron colo 113, 115-116, 126, 145-146, 158, 169, 176,
nizados no sólo por la burguesía, sino por el 183-184, 186-188, 194, 210-211. 1977 [29]
Estado en general. Foucault reacciona aquí DE3: 181-183, 198-199, 203, 211, 216, 225,
contra las posiciones de Wilhelm Reich (Der 307, 311, 376, 379, 421. 1978 [8] DE3: 486,
Einbruch der Sexualmoral, Berlín, 1932) y 502, 558, 702, 714. STP: 200, 219, 224.1979
Reimut Reiche (Sexualitat und Khssertkampf, [4 ] DE3: 785, 806. N B : 11, 314. 1980 [6]
Fráncfort, 1969). • "[...] las nociones de bur DE4: 31, 62, 85, 94, 114. 1981 [5] DE4: 185,
guesía e interés de la burguesía carecen pro 189. 1983 [2 ] DE4: 371, 502. 1984 [2 ] CV:
bablemente de contenido real" (DE3, 183). 171. DE4: 640.
Cabanis, Pierre Jean G eorge (1757-1808) Canguilhem, Georges (1904-1995)
a s i l o . Cabanis concibe la idea, que puede Según Foucault, sin la figura de Canguilhem
considerarse como la forma inicial de las es imposible comprender el debate de los
historias clínicas, de un "diario de asilo" en marxistas franceses, el trabajo sociológico de
el cual registrar de manera escrupulosa el autores como Bourdieu, Castel y Passeron,
cuadro de cada enfermedad, los efectos de las discusiones de los psicoanalistas lacania-
los remedios, la disección de los cadáveres. nos o el debate de ideas en tomo a 1968
Establece también un registro por nombre (DE4, 763-764).
de los internados (H F, 550).
L o s análisis de Canguilhem
a r q u e o lo g ía .
Acerca de la intervención de Cabanis
c lín ic a . muestran que la historia de un concepto no
en la organización de la medicina luego de es la de su perfeccionamiento progresivo, en
la Revolución, véase: Clínica. términos de racionalidad, sino la de los di
ferentes campos de constitución y validez,
Pierre Jean George Cabanis [68]: 1954 [1] la de sus reglas sucesivas de uso. Canguilhem
M M P E : 79. 1961 [20] H F: 531, 543-544, distingue, además, entre las escalas micro y
546-551, 553, 573, 575, 585, 640, 649, 686- macroscópicas en la historia de las ciencias
687. 1963 [46] NC: 40-41, 46-48, 57, 59, 61, (AS, 11). • Foucault ha tomado el término
64, 74-75, 78-81, 98, 117-119, 122, 132, 136, "monumento", con el sentido que tiene en la
148, 174, 208. 1977 [1] DE3: 216. arqueología, de Georges Canguilhem (DE1,
682, 708).
[ 63 ]
64 C A N G U IL H E M , GEORGES / CAPITALISMO
grandes unidades nacionales, que el capita cado original. La carne cristiana es la sexua
lismo necesitaba, venían de lejos y habían lidad atrapada dentro de la subjetividad
mantenido su unidad a través de las revolu (DE3, 566). Véase: San Agustín.
ciones (DE2, 272).
El cristianismo encontró un
p o d e r p a s to r a l.
Con el desarrollo del capitalismo, y el
a s ilo . medio de instaurar un tipo de'poder que
pasaje al capitalismo industrial a fines del controlara a los individuos a través de su
siglo X V n i y comienzos del XIX, se necesitó sexualidad. Pero, en el fondo, la sexualidad
una masa de desocupados como instrumen nunca constituyó un mal absoluto; fue, más
to de la política salarial. Entonces, las insti bien, algo que requería una vigilancia con
tuciones de encierro masivo dejaron de ser tinua. A través de la problemática de la car
útiles e incluso se volvieron peligrosas. Por ne se instauró el poder pastoral sobre los
ello, fueron rápidamente reemplazadas por individuos (DE3, 565-566). Véase: Poder.
un sistema hospitalario doble: por un lado,
para quienes no podían trabajar por razones PASTO RAL DE LA CARN E, CO NFESIÓN. Con la
físicas y, por otro, para quienes estaban im Contrarreforma, la extensión de la confe
pedidos por razones no físicas. • La hospi sión no cesa de crecer. Por un lado, en los
talización no está destinada, a partir del si países católicos se acelera el ritmo de la
glo XIX, a absorber el desempleo, sino a práctica de la confesión; por otro, se conce
mantenerlo lo más alto posible: "El enfermo de cada vez más importancia a la carne, a
mental no es la verdad finalmente descu su presencia en los pensamientos, en los de
bierta del fenómeno de la locura; es su ava- seos, en la imaginación, en fin, en todos los
tar propiamente capitalista en la historia movimientos del cuerpo y del alma (HS1,
etnológica del loco" (DE3, 499). 27-28). Así, la carne tiende a convertirse en
la raíz de todo pecado. • "Las confesiones
Capitalisme [237]: 1954 [1 ] M M P E : 87. de la carne" es el tituló de un volumen nun
1966 [1 ] DE1: 503. 1969 [3] AS: 90-91, 213. ca publicado de Histoire de la sexualité acer
1970 [1 ] D E 2 :134.1971 [1] DE2: 235. 1972 ca de las técnicas cristianas de sí mismo y
[16] DE2: 272, 297-299, 312-313, 316, 321- la formación de la pastoral cristiana de la
322, 332-334. 1973 [5] DE2: 416, 431, 438, carne. • "En las sociedades cristianas el sexo
449.1974 [12] DE2: 494, 553, 604, 612, 623, ha sido lo que era necesario examinar, vigi
638. PP: 88, 112-113. 1975 [7] AN: 271. lar, confesar, transformar en discurso"
DE2: 702, 739, 752, 777, 779, 817.1976 [10] (DE3, 257). Foucault aborda la evolución de
DE3: 113-114. H & l: 12, 162, 185-186. IDS: la confesión y del poder pastoral en La
20, 33. 1977 [17] DE3: 146, 159-160, 186, Volonté de savoir (HS1, 71-98) y en Les
201, 209, 258, 344, 360, 374-375, 401-402. Anonnaux (clases del 19 y 26 de febrero de
1978 [12] DE3: 494-495, 497, 499, 569, 576, 1975). Al respecto, véase: Confesión.
610. STP: 368. 1979 [136] DE3: 724, 781,
785, 821. N B : 71, 89, 97, 100-101, 105, 108- b r u j a s y p o s e íd a s . Las prácticas de la confe
110, 113-114, 117-120, 126, 128, 130, 132, sión, del examen de conciencia, de la direc
136, 139, 141, 150, 157, 159, 163, 165, 169- ción espiritual no han sido las únicas expre
172, 176, 178-179, 181-183, 185, 190, 212, siones culturales de la pastoral de la carne.
219-220, 227-228, 230, 237-238, 240-244, Foucault menciona otras dos: el misticism o
267-268, 317, 320. 1980 [3] DE4: 56, 68, 79. y la posesión. Soslaya el primero, pero se
1981 [5] DE4: 190, 200, 216. 1983 [7] DE4: detiene largamente sobre la segunda para
371,441,447,450,502. mostramos qué vínculos existen entre pose
sión y técnica de examen, por un lado, y, por
otro, entre los problemas que plantean los
carne fenómenos de posesión y la historia de la
psiquiatría, es decir, la configuración de la
El concepto de carne hace referencia al anormalidad. Ante todo, Foucault distingue
cuerpo atravesado por el deseo: la concu y separa la posesión de la brujería. Ambos
piscencia, la libido. • El cristianismo verá fenómenos, es cierto, tienen lugar en corre
aquí una consecuencia de la caída, del pe lación con el profundo proceso de cristiani
66 CARNE
Foucault presta particular atención a las Aunque esté ya muy presente en Histoire de
Instituciones cenobíticas de Casiano; se apo la folie á l'áge classique, el tema del poder se
ya en esta obra para estudiar la evolución ubica en el centro de la obra de Foucault
68 CASTIGO
con Surveiller et punir. Cuatro reglas gene ellos en la cárcel del cuerpo. • Más breve
rales guían aquí el análisis de las modali mente, Surveiller et p u n ir es, al mismo tiem
dades del castigo: 1) N o centrar el estudio po, una genealogía de la sociedad discipli
de los mecanismos punitivos sólo en sus naria y de las ciencias humanas al analizar
efectos negativos, represivos, que corres las relaciones entre las técnicas del poder y
ponden a la sanción, sino, más bien, en la el cuerpo (SP, 28-29). Foucault estudia tres
serie de efectos positivos que esos mecanis momentos de la tecnología del castigo: el
mos pueden inducir, lo cual implica conce suplicio, la punición generalizada de la re
birlos como una función social compleja. forma penal de fines del siglo XVIII y la dis
2) Considerar los castigos desde el punto de ciplina. Nos hemos ocupado de los primeros
vista de la táctica política, es decir: no sim dos en la entrada Cuerpo, y al tercero, por
plemente como la consecuencia de la apli su importancia en el discurso de Foucault,
cación de reglas jurídicas o como un indica le hemos dedicado un artículo: Disciplina.
dor de las estructuras sociales, sino como
una técnica específica en el campo general chátiment [299]: 1954 [2 ] DE1: 95. M M PE:
de los procedimientos de poder. 3) Situar la 78. 1961 [68] HF: 38, 41-42, 58-61, 72, 81,
tecnología del poder como principio de la 84-85, 87, 99, 103, 105, 116-121, 142, 145,
humanización de la penalidad y del cono 155-156, 245, 292, 299-300, 315, 373-374,
cimiento del hombre. 4) Investigar si el in 406-407, 410, 462, 499, 535, 557-559, 561,
greso del saber científico, del alma, en la 564, 601-602, 609, 616, 621, 626, 628, 646,
práctica judicial no es el efecto de una trans 678. 1962 [3] DE1: 184. M M P S : 80, 88.
formación en los modos en que las relacio 1963 [4 ] DE1: 257. RR: 48, 77, 103. 1966
nes de poder invisten el cuerpo (SP, 28). [4] DE1: 529-530. MC: 51. 1968 [1] DE1:
• El cuerpo, en efecto, se encuentra inmerso 625. 1969 [1] AS: 60. 1971[10] DE2: 138,
en un campo político. Las relaciones de po 143. LVS: 74, 100, 133, 181,202, 236. 1972
der operan sobre él: le infligen suplicio, lo [1] DE2: 362. 1973 [5] DE2: 396, 458, 461-
marcan, lo constriñen al trabajo, lo obligan 462. 1974 [2] DE2: 528-529. 1975 [134] AN:
a ciertas ceremonias, exigen de él ciertos 17, 76-79, 82-83, 105, 274. DE2: 716, 727,
signos. Se trata, en definitiva, de toda una 748, 794, 828. SP: 13, 15-16, 18-19, 21-23,
estrategia de sujeción. Para ello, no se recu 34, 46-47, 50-52, 54, 59-60, 76-77, 89, 92-99,
rre sólo a la violencia o a la ideología, sino 101, 105-117, 119, 127, 130-132, 134, 162,
también al cálculo, a la organización, a las 180-182, 208, 234-236, 238,240, 247, 255,
técnicas. Hay una ciencia del cuerpo que no 258, 260-261, 264-265, 286,301, 306, 308.
es el conocimiento de su funcionamiento y 1976 [12] DE3: 70, 73. HS1: 111-112, 118,
el manejo de sus fuerzas, que no es sólo la 155, 178. IDS: 119, 180. 1977 [9] DE3: 149,
capacidad de doblegarlo. Este conocimiento 200, 244, 287, 292, 294, 297, 413, 425. 1978
y este manejo constituyen una tecnología [8 ] D E3: 452. STP: 6, 8, 33, 241, 298. 1979
política del cuerpo, difusa y multiforme, ra [3] DE3: 782. N B : 256, 262. 1980 [2 ] DE4:
ramente formulada en discursos sistemáti 9, 24. 1981 [5] DE4: 175-176, 195, 203, 206.
cos, que no se localiza ni en un tipo definido 1982 [4 ] DE4: 297. HS: 8, 22, 455. 1983 [6]
de institución ni en el aparato del Estado. DE4: 559. GSA: 50, 332, 335, 338. 1984 [12]
Se trata, más bien, de una m icrcfísica del CV: 306. DE4: 594, 669, 691. HS2: 37, 57,
poder. Por ello, no debemos pensar el poder 69, 262. 1988 [3] DE4: 781, 806, 814.
como una propiedad, sino como una estra Punition [422]: 1954 [2 ] M M PE : 47, 77.
tegia constituida por disposiciones, manio 1961 [39] HF: 41, 59, 77-78, 81, 87, 104,
bras, tácticas, técnicas, funcionamientos, 117, 119, 130-131, 138, 165, 191, 197, 201,
etc. En este sentido, no hay ni analogía ni 411-412, 452, 460-461, 499, 548, 558-559,
homología; las relaciones de poder no repro 620-621, 626-627, 634, 678-679. 1962 [1]
ducen en el nivel de los individuos la forma M M PS: 47. 1963 [4] R R : 48, 103, 117, 203.
general de la ley o del gobierno. De este mo 1964 [2] DE1: 312, 429. 1966 [1] MC: 51.
do, el cuerpo aparece como una realidad 1968 [1] DE1: 625. 1971 [6] DE2: 180. LVS:
histórica en la que se articulan los efectos 84, 100, 152, 154, 180. 1972 [3] DE2: 297,
de cierto tipo de poder y ciertas formas de 390. 1973 [11] DE2: 430, 432, 443, 457-458,
saber. El alma se ha convertido a través de 461-462, 464, 468. 1974 [39] DE2: 521, 530,
CASTIGO / CH O M SK Y, NOAM AVRAM 69
541, 590-592, 601-602, 606, 614. PP: 12, 33, Bogislaw Philipp von Chemnitz [31]: 1971
53, 57-58, 71, 106, 120, 144, 154, 171, 178, [1] DE2: 243. 1976 [1] ID S: 148. 1978 [26]
182-183, 257, 304. 1975 [156] AN: 6, 8, 15, STP: 245-246, 257, 261, 263-264, 267, 269-
17, 22, 29, 33, 62, 76, 81-84, 103, 105-106, 270, 283, 285-287, 296. 1981 [2] DE4: 151.
169. DE2: 741, 749, 780, 790, 793-794, 797- 1988 [1 ] DE4: 816.
798. SP: 14-15, 19-20, 23-24, 26-28, 30, 33-
34, 39, 45-46, 50-52, 55-57, 59-61, 69, 71, 73,
75, 84, 90, 92, 94-97, 101, 104, 106-107, 109, Chomsky, N oam Avram (1928-)
112-113, 115, 117-118, 122-123, 127, 129,
131-134, 181-183, 198, 228, 238, 241, 243, "Al estudiar la ‘lingüística cartesiana',
249-250, 256, 259, 265, 273, 277, 282, 306, Chomsky no aproxima la gramática de los
311. 1976 [12] DE3: 17, 64, 66, 72-74, 79, clásicos y la lingüística actual. Se propone,
86, 88. ID S: 25, 30.1977 [26] DE3: 150, 179, más bien, hacer aparecer, como su porvenir
183, 198, 255, 273, 287-288, 290, 293-294, y su futuro lugar común, una gramática en
309, 351-352, 357, 374, 391, 413. 1978 [25] la que el lenguaje ya no sería analizado co
DE3: 452-454, 458, 461, 466, 507, 543-544, mo un conjunto de elementos discretos, sino
568, 598, 670, 674. STP: 3, 7. 1979 [19] como una actividad creadora; en la que las
DE3: 778, 817. NB: 48, 175, 254-256, 258- estructuras profundas estarían diseñadas
260, 264. 1980 [7 ] DE4: 8, 21, 24, 26, 30, 73. por debajo de las figuras superficiales y vi
1981 [5 ] DE4: 195, 203, 209. 1982 [6 ] DE4: sibles de la lengua" (DE1, 733). • En DE2
235, 346, 351. H S: 8, 426. 1983 [12] DE4: (471-512) y más recientemente en De la na-
389, 524. GSA: 50, 330-332, 334-336. 1984 ture hum aine: justice contre pouvoir, de
[44] CV: 24, 37, 103, 207, 221. DE4: 594, Michel Foucault y Noam Chomsky (París,
614, 641-642, 645, 657-658, 669, 689, 691- 2006), se encontrará un extenso debate en
696. HS2: 186. 1988 [1] DE4: 806. tre ambos. Aunque el tema de discusión pro
puesto sea "De la naturaleza humana: justi
cia y poder", la primera parte aborda la
Cervantes Saavedra, M iguel de historia del conocimiento y, más adelante,
(1547-1616) se presenta una confrontación acerca de la
creatividad del sujeto. La última parte se
En Cervantes nada conduce a la locura ha ocupa de los intereses políticos de cada uno.
cia la verdad o la razón; la locura se relacio "Me parece [sostiene Foucault] que, en una
na con la presunción y todas las complacen sociedad como la nuestra, la verdadera tarea
cias de la imaginación (H F, 58-59). Véase: política es criticar el juego de las institucio
D on Quijote. nes [las instituciones del saber, de previsión
social, asistenciales] aparentemente neutras
Miguel de Cervantes Saavedra [10]: 1961 [7] e independientes; criticarlas y atacarlas de
DE1: 169. HF: 57-60. 1966 [2] MC: 62, 222. manera que la violencia política que se ejer
1971 [1 ] DE2: 171. ce oscuramente en ellas sea desenmasca
rada y se pueda luchar contra ellas" (DE2,
496). Desde esta perspectiva, Foucault le
Chemnitz, B ogislaw Philipp von responde: "usted no puede impedirme creer
(1605-1678) que estas nociones de naturaleza humana,
de justicia, de realización de la esencia hu
Foucault se ocupa de la obra de Chemnitz, mana, son nociones y conceptos que han
autor de la Dissertatio de Ratione Status in sido formados dentro de nuestra civiliza
Imperio nostro romano-germ ánico (1647), en ción, en nuestro tipo de saber, en nuestra
el marco del análisis de la razón de Estado. forma de filosofía, y que, en consecuencia,
Chemnitz define la razón de Estado en estos ello forma parte de nuestro sistema de cla
términos: cierta consideración política nece ses, y que no se puede, por lamentable que
saria para todas las cuestiones públicas, sea, hacer valer estas nociones para descri
consejos y proyectos, cuyo único objetivo es bir o justificar un combate que debería (que
la preservación, la expansión y la felicidad debe, en principio) cambiar los fundamen
del Estado. Véase: Razón de Estado. tos mismos de nuestra sociedad. Hay en ello
70 CH O M SK Y , NO A M AVRAM / CL E M E N T E DE ALEJANDRÍA
Clément d'Alexandrie [22]: 1969 [2] DE1: lugar al individuo; un espacio lógico de con
794. 1982 [7] DE4: 302. H S: 79, 97, 247, figuración. Secundaria: también en relación
257,416. 1983 [1] DE4: 547. 1984[12]HS2: con la medicina de las especies, la exigencia
21, 142-143, 281. HS3: 90, 181, 198, 206, de una percepción aguda de lo singular, in
276, 281. dependientemente de las estructuras médi
cas colectivas, libre de toda mirada grupal y
de la experiencia hospitalaria. Terciaria: el
clínica conjunto de gestos que, en una sociedad,
rodean, abordan médicamente y asilan una
Foucault comien
e l n a c im ie n t o d e l a c l ín ic a . enfermedad. Para la medicina de las espe
za La Naissance de la clin iqu e contraponien cies, el hospital, como la civilización, es un
do dos textos: uno de mediados del siglo lugar artificial, donde la enfermedad corre
XVIII, de Pomme, y otro, menos de cien el riesgo de perder su identidad; el lugar na
años posterior, de Bayle. A partir de ellos tural de la enfermedad es la familia. Pero el
define el propósito de la obra: describir lo ejercicio de la medicina de asistencia fami
que ha hecho posible esta mutación del dis liar, de los cuidados a domicilio, sólo puede
curso (la que se verifica entre una obra y encontrar apoyo en una estructura social
otra), que debe ser analizada no en sus con mente controlada del ejercicio del arte de
tenidos temáticos o modalidades lógicas, curar. En esta nueva forma de espacializa
sino dirigiéndose hacia esa "región donde ción institucional de la enfermedad, la me
las 'cosas' y las 'palabras' todavía no están dicina de las especies desaparecerá y surgirá
separadas, donde todavía se pertenecen, al la clínica (NC, 18-19). • La medicina de las
ras del lenguaje, la manera de ver y la ma epidemias y la de las especies se oponen co
nera de decir" (NC, VII). La clínica respon mo la percepción colectiva de un fenómeno
de, así, no a un descubrimiento del valor global y la percepción individual de la esen
de la observación y al fortalecimiento de la cia de una enfermedad. Ambas, sin embar
objetividad, sino a una reestructuración de go, se encuentran ante un mismo problema:
las formas de ver y de hablar. Para Descartes la definición del estatuto político de la me
y Malebranche, ver era percibir, pero despo dicina. Este es el origen de la Société Royale
jando la percepción de su cuerpo sensible, de Médecine (1776), órgano de control de
volviéndola transparente para el ejercicio las epidemias y de centralización del saber,
del espíritu. A fines del siglo XVIII, ver con y de su conflicto con la Facultad de Medicina
sistirá en reconocer a la experiencia su ma (NC, 31). De este modo, en los años que si
yor opacidad corporal. "Es esta reorganiza guen a la Revolución aparecerán dos gran
ción fon n a l y en profundidad, más que el des mitos: el mito de una profesión médica
abandono de las teorías y de los viejos sis nacionalizada, organizada como el clero y
temas, la que abrió la posibilidad de una revestida, respecto de la salud y del cuerpo,
experiencia clínica, la que levantó la vieja de poderes semejantes a los que se ejercen
prohibición aristotélica: finalmente se podrá sobre el alma, y el mito de la desaparición
tener un discurso con estructura científica total de la enfermedad en una sociedad sin
sobre el individuo" (NC, X). Esta reestruc disturbios ni pasiones, restituida a su salud
turación se ha llevado a cabo a través de originaria (NC, 31-32). Al vincularse al des
sucesivas elaboraciones y reelaboraciones: tino del Estado, la medicina ya no será só
de la medicina de las especies a la medicina lo el cuerpo de las técnicas y conocimientos
epidémica, luego a la medicina de los sínto de la curación, sino también un conoci
mas, a la medicina anátomo-patológica y, miento del hombre sano, del hombre no
finalmente, a la medicina de las fiebres. enfermo, del hombre modelo. Por ello, la
medicina del siglo XIX se orienta más a la
m e d ic in a d e l a s e s p e c i e s , m e d ic in a d e l a s e p i normalidad que a la salud (Claude Bemard,
Foucault distingue tres formas de
d e m ia s . por ejemplo). De esta manera, el objeto de
espacialización de la enfermedad. Primaria: las ciencias del hombre (sus conductas, sus
el espacio en el que la medicina de las espe realizaciones individuales y sociales) es un
cies situaba las enfermedades, un territorio campo dividido por el principio de lo nor
de homologías donde no se le asigna ningún mal y lo patológico (NC, 35-36).
72 CLÍNICA
REFO RM A DE LAS IN STITU CIO NES DE LA MEDICINA. presenta a la Convención un proyecto que
La oposición entre la medicina de las espe prevé la creación de una Ecole de santé en
cies y la medicina de las epidemias exigía París, distinta de la Facultad, lugar de un
reorganizar el espacio de la enfermedad, de saber esotérico y libresco, basado en el mo
modo que diera cabida a las especies pato delo de la Ecole Centrale des Travaux Publics.
lógicas, a la enfermedad en su totalidad, a En ella, los alumnos realizarán experiencias
la elaboración de un conocimiento acerca químicas, disecciones anatómicas, opera
de la salud de la población. En este punto ciones quirúrgicas. "La clínica se convierte
convergen las exigencias de la ideología po en un momento esencial de la coherencia
lítica y de la tecnología médica. Hacia fines científica, pero también de la utilidad social
del siglo X V III asistimos, en Francia, a una y de la pureza política de la nueva organiza
serie de reformas de las instituciones de la ción médica" (NC, 70). Pero no se trata sólo
medicina. 1) Reformas de las instituciones de experimentación; esta clínica se define
hospitalarias: descentralización de la asis además como un saber múltiple de la natu-
tencia (confiada ahora a las instancias co ralezay del hombre en sociedad. 2) Reformas
munales); separación entre asistencia y y discusiones de los años V y VI: reconstitu
represión. Al mismo tiempo que se descen ción de las sociedades médicas que habían
traliza la asistencia, se medicaliza su ejerci desaparecido con la universidad, ante todo
cio. El médico determinará a quiénes se de la Société de Santé; proyecto de creación
debe prestar asistencia, y emitirá juicios de cinco escuelas de salud, según el proyec
acerca de la moral y la salud pública (NC, to de Calés, para establecer un cuerpo mé
40-41). 2) Reformas del ejercicio y de la en dico calificado por un sistema de estudio y
señanza de la medicina: requisito de estu exámenes. 3) La intervención de Cabanis y
dios universitarios y públicos; abolición de la reorganización del año XI: Foucault ana
las corporaciones. liza el texto de Cabanis, Rapport du Conseil
des Cinq-Cents sur un mode provisoire de pó
L a organización de la clínica
la p r o t o c lín ic a . lice medicóle (4 messidor an VI). En el con
no es correlativa del descubrimiento de lo texto de las ideas liberales, es decir, la liber
individual en la medicina. También la nece tad de industria y el juicio de los
sidad de la práctica en la enseñanza de la consumidores acerca de la utilidad de lo que
medicina era ampliamente reconocida (NC, consumen, Cabanis distingue entre la deter
58). En este sentido, Foucault habla de una minación del valor de una mercancía me
protoclínica de fines del siglo XVIH. Resulta diante el juicio de los consumidores y la
necesario, entonces, distinguir esta protoclí necesidad de fijar el valor de algunas por
nica tanto de la práctica espontánea cuanto decreto. Se trata, en este último caso, de
de la clínica propiamente dicha. Foucault aquellas mercancías que sirven para fijar el
señala cinco características de esta protoclí valor de otras (los metales preciosos) o en
nica: 1) Más que un estudio sucesivo y co las que los errores pueden ser funestos
lectivo de los casos, ella debe hacer sensible cuando se trata del individuo humano.
el cuerpo de la nosología. 2) E l cuerpo del ¿Cómo conciliar, entonces, la libertad de in
que se ocupa el hospital es el cuerpo de la dustria, libertad económica fundamental,
enfermedad, no el del enfermo, que es sólo con la necesidad de fijar por decreto el valor
un ejemplo. 3) N o es un instrumento para de aquellos bienes que conciernen a la exis
descubrir la verdad, sino cierta manera de tencia de los individuos? La solución de
disponer de las verdades ya conocidas. Cabanis consiste en distinguir entre un jui
4) Esta protoclínica es sólo pedagógica. cio acerca de los productos (prerrogativa de
5) No es una estructura de la experiencia los consumidores) y un juicio acerca de la
médica, sino una prueba del saber ya cons competencia de quien los produce (prerro
tituido (NC, 58-62). gativa del gobierno). Aun cuando el informe
de Cabanis no fue aceptado, terminó siendo
lo sh o s p i t a l e s , c a b a n is . Para remediar esta la solución adoptada para dar a la medicina
situación, durante la época de la Revolución el estatuto de profesión liberal que conserva
se tomaron una serie de medidas capitales. hasta nuestros días. El principio de control
1) Medidas del 14 frimario, año III: Fourcoy será establecido a partir de la noción de
CLÍNICA 73
competencia, es decir, de las virtualidades tura aleatoria del caso. El síntoma se con
que caracterizan a la persona misma del mé vierte en signo para una mirada sensible a
dico (saber, experiencia, probidad). Es aquí la diferencia, a la simultaneidad o a la suce
donde la relación adquisición del saber/exa sión, y a la frecuencia (NC, 92-93). Ya no se
men será determinante. "De este modo, den trata de reconocer la enfermedad en los sín
tro de un liberalismo económico manifiesta tomas, sino de la presencia exhaustiva de la
mente inspirado en Adam Smith, se define enfermedad en ellos. De este modo es posi
una profesión a la vez 'liberal' y cerrada" ble la superposición entre el ver y el decir
(NC, 81). Cabanis distingue, además, entre (NC, 95). En cuanto a la percepción del ca
los doctores y los oficiales de la salud que se so, es necesario tener en cuenta la comple
ocuparán sobre todo de la gente de vida más jidad de combinaciones (de lo que la natu
simple (los trabajadores, los campesinos). raleza asocia en su génesis), el principio de
No sólo en cuanto a la organización de la analogía (el estudio combinatorio de los
profesión médica (transmisión y ejercicio elementos pone de relieve formas análogas
del saber médico), sino también respecto de de coexistencia o de sucesión que permiten
la organización de los hospitales, era nece identificar los síntomas de la enfermedad),
sario encontrar una solución compatible la percepción de las frecuencias (la certeza
con los principios liberales. Resultaba impo médica no se constituye a partir de la indi
sible la utopía de una sociedad sin hospicios vidualidad observada exhaustivamente, si
ni hospitales. París, por ejemplo, en el año no a partir de una multiplicidad de hechos
II, debía hacer frente a más de sesenta mil individuales), el cálculo de los grados de
pobres. Por otro lado, la hospitalización, en certeza (del carácter más o menos necesa
tre otros inconvenientes, hacía demasiado rio de una implicación). "La clínica abre un
costoso el tratamiento de las enfermedades. campo que se ha vuelto 'visible' por la in
Los hospitales fueron entonces confiados a troducción en el área de lo patológico de
las administraciones comunales: cada co estructuras gramaticales y probabilistas.
muna se convertía en responsable de su mi Estas pueden ser históricamente fechadas,
seria y de la manera en que se protegía de porque son contemporáneas de Condillac y
ella, mediante una especie de contrato entre sus sucesores" (NC, 105). Véase: Saber. En
sus miembros ricos y pobres (NC, 83). Otro su forma inicial, la experiencia clínica re
contrato (silencioso, según Foucault) se es presenta un equilibrio entre el ver y el ha
tablece entre la nueva estructura hospitala blar, entre el mirar y el decir, un equilibrio
ria y la clínica en la que se forman los mé precario que tiene como postulado que to
dicos: el mal de unos es transformado para do lo visible es enunciable y que lo total
los otros en experiencia (NC, 85). El hospital mente enunciable es totalmente visible.
se transforma en el lugar de la experimen Pero la lógica de Condillac, que sirvió de
tación. Así, en un régimen de libertad eco modelo epistemológico a la clínica, no per
nómica, el hospital encuentra la posibilidad mitía una ciencia en la que lo visible y lo
de interesar a los ricos. L a clínica será, des decible se correspondieran por completo
de el punto de vista del pobre, el "interés (NC, 116-117). Como consecuencia de esta
pagado por la capitalización hospitalaria dificultad en la evolución de la clínica, la
consentida por el rico" (NC, 85). combinación dejará de ser su operación
fundamental, y la transcripción sintáctica
SIGNOS Y CASOS, LA M EDICINA DE LO S SÍNTOMAS. tomará su lugar. De este modo, la clínica se
"No es pues la concepción de la enfermedad alejará y se opondrá al pensamiento de
la que cambió primero y luego la manera de Condillac. Aquí nos encontramos con
reconocerla; no es tampoco el sistema se- Cabanis y con toda una serie de transfor
miótico el que fue modificado y luego la maciones de la mirada clínica. "El ojo clí
teoría, sino todo junto y, más profundamen nico descubre un parentesco con un nuevo
te, la relación de la enfermedad con esta sentido, que le prescribe su norma y su es
mirada a la cual ella se ofrece y que, al mis tructura epistemológica: ya no es el oído
mo tiempo, la constituye" (NC, 89). Esta tendido hacia un lenguaje, es el índice que
modificación concierne en particular a la palpa las profundidades. De ahí esta metá
estructura lingüística del signo y a la estruc fora del tacto por la cual, sin cesar, los iné-
74 CLÍNICA
dicos van a definir lo que es su mirada" mente en el estatuto filosófico del hombre
(NC, 123). (NC, 202). Véase: Hombre.
e l c o g i t o y l o im p e n s a d o . El c o g i t o es una de
las figuras de la analítica de la finitud. Véase: comentario
Hombre.
Según Foucault, en la episteme renacentista
c a r t e s ia n o y Foucault habla de
k a n tia n o . saber consiste en comentar. En el espacio
un doble desplazamiento del c o g i t o mo delimitado por el desfase entre el universo
derno (es decir, a partir de Kant) respecto de semejanzas entre las marcas de las cosas,
del cartesiano: 1) A diferencia del c o g i t o de sus signos, y el universo de semejanzas entre
Descartes, el moderno no es la forma gene las cosas mismas, se sitúa todo el saber de
ral de todo pensamiento (incluso del error y la episteme renacentista: tanto la eruditio,
de la ilusión); se trata, más bien, de hacer desciframiento de la semejanza de los sig
valer la distancia que separa y al mismo nos, como \&divinado, desciframiento de las
tiempo une el pensamiento y el no pensa similitudes de las cosas. Por ello, saber no
miento. -2) El c o g i t o moderno, más que co es para el Renacimiento ni ver ni demostrar,
mo un descubrimiento, se presenta como sino comentar, doblar un lenguaje con otro.
una tarea -la de explicitar la articulación Véase: Episteme renacentista. • El trabajo de
entre pensamiento y no pensamiento-. Por comentar es una tarea infinita, pues todo
ello, el "yo pienso" no conduce a la evidencia comentario puede ser, asimismo, objeto de
del "yo soy" (MC, 334-335). otro comentario. Pero a la vez, por debajo
de todo comentario, se sitúa el Texto primi
76 COM ENTARIO / CONDUCTA
tivo, cuyo sentido hay que restituir (MC, toral. La expresión griega oikonomía ps-
56). ykhón (economía de las almas) fue luego
traducida al latín por regimen animarum
c o n t r o l d i s c u r s i v o . Acerca del comentario (régimen de las almas). Foucault propone
como forma de control discursivo, véase: como traducción apropiada al francés la ex
Discurso. presión conduite des ames (conducción de
las almas) (N B , 196-197).
* Commentaire [135]: 1966 [30] MC: 54-57,
92-95, 114, 131, 143. 1971 [23] DE2: 221. c o n t r a c o n d u c t a . Las reflexiones en tomo a la
LVS: 20-21, 37, 67, 89, 96, 191, 253. OD: 23, noción de conducta se sitúan en el marco de
25-28, 31-32, 65-66. los análisis de Foucault sobre la formación
del poder pastoral (véase el artículo corres
pondiente); lo mismo ocurre con la noción
comunismo de contraconducta. A lo largo de su exposi
ción acerca de las formas de resistencia al
Véase: M arxism o. poder pastoral, Foucault utiliza una serie de
conceptos: resistencia, revuelta, desobedien
Com m unism e [17]: 1967 [1] C UH : 34. 1971 cia, etc. Se pregunta, luego de haberlos em
[1] DE2: 193. 1972 [1] DE2: 345. 1975 [1] pleado, si es posible encontrar una categoría
DE2: 738. 1978 [6] DE3: 610, 623, 667. que los reúna. En primer lugar, se ocupa de
1979 [2 ] N B : 70, 157. 1980 [3] DE4: 50. descartar el concepto de disidencia, por la
1983 [2 ] DE4: 412, 496. facilidad con que puede sustancializarse y
dar paso al "disidente", con las consecuentes
Condillac, Étienne Bonnot, (abate) de formas de santificación y heroísmo: "me ha
(1714-1780) ría arrancar la lengua antes de emplearlo"
(STP, 204). Por ello, en lugar de hablar de
Sobre la función de la ideología y de Condillac disidencia o de inconducta -que tiene un
particularmente en la organización de la sentido negativo- para las formas de resis
medicina, véase: Clínica. tencia al poder pastoral en particular, y para
las formas de gubemamentalización en ge
Étienne Bonnot de Condillac [90]: 1962 [1] neral, Foucault propone el concepto de con
DE1: 178.1963 [24] NC: 92-96, 99,105, 115, traconducta (STP, 205). • El curso Sécurité,
117-118, 130. 1966 [47] DE1: 542. M C: 14, territoire, population concluye con algunas
70, 74-77, 79, 85, 90, 96-98, 109-110, 112, observaciones acerca de las contraconduc
120-122, 128-129, 133, 135, 193, 204, 209- tas surgidas en relación con la "gubema
210, 213, 234, 248, 270, 329. 1967 [1] DE1: mentalidad" moderna y, más precisamente,
611. 1968 [1] DE1: 671. 1969 [2] AS: 217. con la razón de Estado (véase el artículo co
DE1: 751. 1973 [1] DE2: 424. 1974 [3] PP: rrespondiente). En primer lugar, contra la
80, 93. 1975 [4] AN: 174, 185, 302. 1978 [5] historicidad propia de esta nueva "gubema
STP: 75, 86. 1979 [1] N B : 50. mentalidad" que excluía las escatologías del
Imperio de los últimos días, se desarrollan
formas de contraconducta que esencialmen
conducta te afirman que vendrá un tiempo en el que
el tiempo indefinido llegará a su fin, en el
El término francés conduite, que puede sig que la sociedad civil reemplazará al Estado.
nificar tanto la manera de conducirse como La segunda gran forma de contraconducta
la de conducir a los otros, "es uno de los que será el reclamo de derechos, no en términos
mejor permite comprender lo que hay de jurídicos, sino fundamentales, a través de
específico en las relaciones de poder" (DE4, los cuales la población romperá su nexo de
237). obediencia con el Estado. Junto con las nue
vas formas de escatología, aparecerá así el
p o d e r p a s t o r a l . "Economía de las almas" es derecho absoluto a la sedición y a la revolu
la expresión que utiliza Gregorio de Nacianzo ción. Por último, también la idea de nación,
para hablar del pastorado. Véase: Poder pas entendida como sujeto de derecho frente a
CONDUCTA / CO N FESIÓ N 77
En la Época Clásica,
co m o p r á c tic a ju d ic ia l. Iglesia al relajante diván del psicoanálisis"
el cuerpo del condenado no sólo era el ob (DE3, 675).
jeto del castigo, del suplicio; estaba inscrito
en el procedimiento que debía producir la Véanse: Parresia, Poder.
verdad acerca del crimen. A pesar de su ca
rácter secreto (se celebra en ausencia del * Aveu [455]: 1961 [7 ] H F: 191', 616, 627.
acusado), escrito y sometido a reglas riguro 1971 [5] LVS : 83-84, 101, 233. 1974 [38]
sas, el procedimiento penal de la Época PP: 12-13, 33, 158-160, 173, 175, 184-185,
Clásica tiende necesariamente a la confe 233-234, 240, 256-257, 267, 272, 275-277,
sión. Ella es una prueba tan fuerte que no 279. 1975 [130] AN: 155, 157-164, 171-173,
requiere de otras, y a la vez una victoria so 177, 179-180, 188-189, 198, 202, 204-205,
bre el acusado (SP, 42). Por importante que 208, 217, 225, 235-236, 238. DE2: 695, 809-
sea, sin embargo, la confesión no basta para 811, 813-814, 825. SP: 42-43, 47-48, 59, 99,
condenar; es necesario que esté acompaña 263. 1976 [63] HS1: 27, 46, 53, 61, 78-91,
da de índices que muestren su veracidad y, 93-94, 96, 148, 153, 173. 1977 [41] DE3:
además, si corresponde, el juez debe reali 230, 235, 245-246, 248, 303, 314, 316-318,
zar indagaciones complementarias. Por otro 411-413.1978 [22] DE3: 549. STP: 136,188.
lado, debe obtenerse respetando ciertas for 1979 [2] N B : 36, 214. 1980 [11] DE4: 125-
malidades y garantías; a pesar del uso de la 129. 1982 [24] DE4: 282, 306-307. HS: 216,
fuerza, de la coerción y de la tortura, se re 316, 338, 347, 352-353, 391, 393, 461. 1983
quiere que sea "espontánea". De ahí el ca [73] DE4: 416, 419. G SA: 71, 77-78, 84, 89,
rácter am biguo de la confesión en el pro 102, 105, 110, 112-113, 122-124, 127-130,
cedimiento penal de la Época Clásica: 135, 140-141, 318, 328, 331-333, 335-336,
elemento de prueba y contrapartida de la 338. 1984 [23] CV: 5, 656-659, 665. H S 2 :74.
información, efecto de la coerción y tran * Confession [207]: 1965 [1 ] DE1: 438. 1975
sacción. semivoluntaria (SP, 43). En los ca [102] AN: 155, 157, 159, 161-178, 181-187,
tálogos de prueba judicial, la confesión apa 189, 195, 202-205, 210-211, 214, 217-218,
rece en los siglos XIII y XIV (SP, 43). 247. DE2: 695, 809-811, 814. 1976 [14]
HS1: 27-28, 78, 80, 82, 85, 87, 91, 93-94.
La resistencia a la confesión
p o d e r p a s to r a l. 1977 [16] DE3: 161. 230, 245, 257, 303, 375,
puede ser vista como una contraconducta 382, 411-413. 1978 [24] D E3: 444, 526-527,
respecto del poder pastoral (STP, 197.213). 549, 564, 658, 674-675. STP: 189-190, 193,
197, 207, 213, 229. 1979 [1] N B : 38. 1980
p a r r e s i a . En el análisis de la parresia, en Le [1] DE4: 125. 1981 [3 ] DE4: 147, 171. 1982
G ouvem em ent de soi et des autres, Foucault [9 ] H S: 111, 151, 316, 346, 352, 373, 461.
aborda la temática de la confesión en dos 1983 [7 ] DE4: 405, 407. GSA: 122, 128, 332,
momentos clave. En primer lugar, en rela 334. 1984 [6 ] CV: 5-6. D E4: 625, 633, 657.
ción con el Io n de Eurípides. Aquí Foucault HS2: 47. 1988 [10] D E4: 783-784, 795, 798,
se detiene en el análisis de la doble confe 805-806, 811-812.
sión de Creusa: la confesión de imprecación
y la confesión de confidencia (GSA, 127-
130). En segundo lugar, en relación con el contrato
Gorgias de Platón, más precisamente con la
declaración de Sócrates acerca de que es La teoría política de los siglos XVII y X VIU
necesario, para salvarse, ser el primero en parece obedecer al esquema de una socie
acusarse de los propios crímenes. Al respec dad que se habría constituido a partir de los
to, Foucault se pregunta si se puede ver aquí individuos, según las formas jurídicas del
el desplazamiento de la parresia como prác contrato y del intercambio. Pero no puede
tica política a la parresia tal como será ejer ignorarse que en esa misma época existía
cida en la confesión cristiana (GSA, 331). La una técnica para constituir efectivamente a
respuesta es negativa (G SA , 332-333). los individuos como elementos correlativos
de una forma de poder y saber. El individuo
"Freud transferirá la con
b a rro c o y fr e u d . es, de esta manera, el átomo ficticio de una
fesión de la rígida retórica barroca de la representación contractual de la sociedad.
80 CONTRATO / CONTROL
pero, al mismo tiempo, una realidad fabri ción de los individuos en función de ciertas
cada con la tecnología de la disciplina (SP, normas (DE2, 606).
195-196). • Para pensar el nexo social, el
pensamiento político burgués del siglo "E s la posibilidad de control la
h u m a n is m o .
XVIII se sirvió de la forma jurídica del con que hace nacer la idea de fin. Pero la huma
trato; el pensamiento revolucionario del si nidad no dispone de ningún fin, ella fun
glo XIX, en cambio, de la form a lógica de la ciona, controla su propio funcionamiento y
contradicción (DE3, 426). • Se pueden opo crea, a cada instante, las formas de justificar
ner dos grandes sistemas de análisis del po este control. El humanismo es una de ellas,
der. Entre los filósofos del siglo XVIII, el la última" (DE1, 619).
poder es concebido a partir de un derecho
originario que se cede, constitutivo de la so l i b e r a l i s m o . Con el neoliberalismo, el con
beranía y cuya matriz originaria es el con trol no es sólo, como en el caso de las disci
trato. Cuando el poder excede los límites de plinas, un contrapeso de las libertades; es un
ese contrato, hay opresión. En el otro mo mecanismo para generar libertades (N B,
delo, la opresión no se presenta como la 69).
transgresión de un contrato, sino como un
enfrentamiento perpetuo de fuerzas, como c o n t r o l d is c u r s iv o . Véase: Discurso.
la continuación de la guerra, de la domina
ción (IDS, 17). Y también véanse: Disciplina, Panoptismo,
Razón de Estado.
El sujeto colectivo "población" es
p o b la c ió n .
diferente del sujeto colectivo constituido * Contróle [665]: 1961 [14] HF: 120. 1962
por el contrato social (STP, 46). [5] M M PS: 84-85. 1967 [7 ] DE1: 619. 1971
[16] OD: 23, 37-38, 44, 67-68. 1972 [30]
m e r c a d o , l i b e r a l i s m o . El sujeto jurídico de la DE2: 313, 315-316, 319, 323-326, 328, 337-
teoría del contrato y el sujeto económico del 338, 390-391. 1973 [19] DE2: 431, 455-456.
mercado son, para Foucault, heterogéneos 1974 [95] DE2: 494-495, 539, 592-593, 595-
(N B, 280). Véase: Liberalismo. 596, 599-602, 604-607, 610, 613-620, 638,
644, 654, 662-663, 683. P P : 49-52, 78, 87,
* Contrat [174]: 1971 [1 ] LVS: 231. 1974 [4] 116, 124. 1975 [162] AN: 36, 39, 41, 44, 47-
AN: 83, 85, 88, 141, 193. SP: 31, 33, 92-93, 48, 80-81, 139, 149, 151, 155, 164, 179-180,
158, 171, 195, 224, 228, 310. 1976 [23] IDS: 189-191, 200-201, 206-207, 211, 217-218,
14-17, 83, 85, 186, 197, 215, 218. 1977 [14] 234-236, 238-239, 241-243, 250, 253-255,
DE3: 169-173, 426. 1978 [21] DE3: 642, 257, 260, 275, 279-280, 282, 290, 292. DE2:
650, 654. STP: 45-46, 55, 106, 110, 251. 701, 717, 728-731, 748, 754-755, 758, 796-
1979 [49] N B : 10-11, 207, 251, 267-268, 271, 797, 822, 825-826. SP: 15, 32, 34, 71, 78,
277-280, 292, 298, 304, 307, 311, 315. 1982 82-83, 91, 105, 128, 132, 138-139, 141-144,
[3 ] DE4: 237. 1984 [6 ] DE4: 567. 149-154, 156, 159, 162-163, 167, 169-171,
174-179, 185, 193, 201, 206-207, 213, 215-
216, 220, 223-224, 241, 249-251, 275, 284-
control 285, 287-288, 302-303, 306, 313. 1976 [73]
DE3: 21-22, 74-78, 91, 93-94, 112, 124. HS1:
Con la extensión de las disciplinas, en el si 20, 26, 40, 56-57, 61, 66, 118, 132, 138-140,
glo XIX, ingresamos en la época del control 148, 155, 157, 159, 161, 163, 167, 179, 183-
social, en contraposición a las sociedades 184, 187, 193, 195. IDS: 159-160, 163-164.
penales precedentes (DE2, 593). • El panop 1977 [41] DE3: 150, 152-153, 210, 220-223,
tismo es una de las características funda 225-228. 1978 [40] DE3: 516-518, 563, 566,
mentales de nuestra sociedad. Es un tipo de 629, 642, 666, 670-671. STP: 12, 235, 319,
poder que se ejerce sobre los individuos ba 330-331. 1979 [34] DE3: 731, 734, 737-738,
jo la forma de la vigilancia individual y con 760, 766, 773, 802. N B : 65, 68-69, 189-190.
tinua, del control, del castigo y de la recom 1980 [7] DE4: 35, 38, 116. 1981 [17] DE4:
pensa, y bajo la forma de la corrección, es 189-190, 194-196, 202-203. 1984 [37] DE4:
decir, de la formación y de la transforma 622, 739. 1988 [5] DE4: 809.
CONVEN1ENT1A / CONVERSIÓN 81
GSA: 222-223. 1984 [10] DE4: 675, 714-715. de la experiencia cristiana. Por un lado, la
HS2: 221. HS3: 81-82. matriz parresiástica del cristianismo, de la
parresia entendida como confianza en Dios.
Por otro, la matriz antiparresiástica, de la
cristianismo desconfianza de sí mismo y del miedo a
Dios. La primera funda la mística; la segun
Foucault se ocupa del cristianismo en parti da, el ascetismo (CV, 206-208). Véanse:
cular en relación con tres temas: la forma Confesión, Cuidado, Parresia.
ción del poder pastoral, la confesión y la
forma de vida. Es necesario, de todos mo c in is m o , f o r m a d e v i d a . En el cursoLe Courage
dos, tener en cuenta la siguiente observa de la vérité, Foucault se ocupa de los puntos
ción: "el término 'cristianismo' no es exacto, comunes entre el cristianismo y el cinismo
recubre en verdad toda una serie de realida considerados como forma de vida (CV, 290).
des diferentes" (STP, 151). Véase: Cinismo.
[10] DE3: 162,. 219, 230, 234, 245, 257, 371, cosas, constituye una especie de estética
412. 1978 [102] DE3: 527, 548-549, 558-560, trascendental. Se descubre, entonces, que
562-566, 587, 592-593, 621, 693-694, 709, el conocimiento tiene una naturaleza que
719. STP: 139, 151-152, 154, 156-158, 167- determina sus formas, las que a su vez po
168, 170, 173, 176-177, 181-182, 186-188, nen de manifiesto sus contenidos empíricos
191, 193, 206, 208, 211, 218-219, 221, 237, (MC, 330). \
305, 367. 1979 [2 ] DE3: 790. N B : 214. 1980
[2 ] D E4: 108, 126. 1981 [2 6 ]D E 4 : 139, 144- d i e t é t i c a . Toda una sección del
a p h r o d is ia ,
148, 171-174, 176, 215-216. 1982 [96] DE4: segundo tomo de H istoire de la sexualité,
229, 288, 290, 307-308, 310, 320. HS: 11, 15, L'Usage des plaisirs, está dedicada a la pro
21, 28, 65, 79, 105, 116-117, 119, 173-174, blemática del cuerpo en relación con los
178, 183, 199, 202, 208, 218, 220, 228, 240, aphrodisia en la Antigüedad clásica (HS2,
245-247, 281, 312, 314, 340, 345, 374, 378, 109-156). "La preocupación principal de es
381, 389-390, 393, 402-404, 419, 427-428, ta reflexión [la dietética] era definir el uso
461. 1983 [37] DE4: 384, 396-397, 399, 402, de los placeres (sus condiciones favorables,
404-406,408-409,417, 507, 544-547,551-553, su práctica útil, su enrarecimiento [raréfac-
559-561. GSA: 281, 284, 330. 1984 [129] CV: tio n ] necesario) en función de cierta mane
6-7, 28, 152, 159, 166-169, 177, 192, 195, 213, ra de ocuparse del cuerpo" (HS2, 112). De
216, 228, 236, 263, 271, 279, 290-294, 304, igual modo, una sección del tercer volumen.
307-309. DE4: 572, 611, 621-624, 626, 629, Le Souci de soi, se ocupa del tema en la épo
633, 653, 657, 661, 669, 672-673, 697, 699- ca helenística (HS3, 119-170).
700, 702, 706, 712, 717, 731. HS2: 15, 17-18,
20, 26-27, 29, 37-39, 74, 156, 201, 274, 278. Con la pastoral de la carne, apa
ca rn e, sexo.
HS3: 149, 168, 214, 251, 269-271, 273. 1988 rece un nuevo discurso que seguirá atenta
[14] D E4: 784, 804-806, 812-813. mente la línea de unión entre el cuerpo y el
alma, y que hará aparecer la malla de la car
ne debajo de la superficie de los pecados
cuerpo (HS1, 28-29). Véanse: Carne, Sexualidad.
e s p í r i t u , e n f e r m e d a d . N i la medicina
a lm a , c i e n c i a s h u m a n a s . Hay que edificar la arqueo
árabe, ni la de la Edad Media, ni tampoco logía de las ciencias humanas sobre el estu
la poscartesiana admiten la distinción entre dio de los mecanismos de poder que han
enfermedades del cuerpo y del espíritu investido los cuerpos, los gestos, los com
(M M PS, 94). • La coincidencia exacta entre portamientos (DE2, 759).
el cuerpo de la enfermedad y el cuerpo del
hombre enfermo es un dato histórico y tran A diferencia del sadismo (que
c i n e , s a d is m o .
sitorio (NC, 2). Véase: Clínica. rompía la unidad del cuerpo; lo fragmenta
ba para el deseo), en el cine contemporáneo
f i n i t u d . Cada una de las for
a n a lític a d e la (Foucault se refiere a Schroeter) el cuerpo
mas positivas en las que el hombre aprehen se desorganiza, se convierte en un paisaje,
de que es finito (el modo de ser de la vida, en una caravana, etc. No se trata de frag
del trabajo y del lenguaje) procede del fon mentarlo, sino de hacer nacer imágenes pa
do de su propia finitud. El modo de ser de ra el placer (DE2, 820).
la vida le es dado fundamentalmente por su
propio cuerpo (fragmento de espacio ambi c u e r p o d e l r e y . Cuerpo doble, según Kanto-
guo cuya espacialidad propia e irreductible rowitz. Comporta un elemento transitorio
se articula sobre el espacio de las cosas) que nace y muere y otro que permanece a
(MC, 326-327). • Con la aparición del hom- través del tiempo (SP, 33). • Es el extremo
.bre, este doble empírico-trascendental, sur opuesto del panoptismo (SP, 210).
girá un tipo de análisis que se aloja en el
espacio del cuerpo y que, mediante el estu c u e r p o s in ó r g a n o s . Véase: Deleuze.
dio de la percepción, de los mecanismos
sensoriales, de los esquemas neuromotores La teoría del dere
c u e r p o s o c ia l, p o b la c ió n .
y de la articulación del organismo con las cho reconoce al individuo y a la sociedad: el
84 CUERPO
individuo que contrata y el cuerpo social Beccaria, Servan, Dupaty y otros se inscribe,
constituido por el contrato voluntario o im por sus principios, en la teoría general del
plícito de los individuos. En las tecnologías contrato. El criminal aparece como el ene
modernas del poder, el objetivo no es el cuer migo del pacto; no se enfrenta ahora al cuer
po social tal como lo definen los juristas, sino po del rey, sino al cuerpo social (SP, 92). Las
el cuerpo múltiple, la población (IDS, 218). penas serán calculadas no en razón del cri
men sino de su repetición posible, para evi
e l cu erp o , d e l c a s t ig o a la c o r r e c c i ó n . Una tar la reincidencia y, además, el contagio.
historia del control social del cuerpo mues Castigar se convertirá, entonces, en un arte
tra cómo se pasó del cuerpo como superficie de los efectos. Por ello, más que la realidad
de inscripción de penas y castigos, siglo corporal de la pena, lo que debe maximizar-
X V m , al cuerpo como lo que debe ser co se es su representación (SP, 106). Los traba
rregido y reformado, siglo XIX (DE2, 618). jos públicos han sido la pena mayormente
1) s u p l i c i o . Surveiller et p u n ir comienza con propuesta por los reformadores. "En el anti
la descripción del suplicio del parricida guo sistema, el cuerpo de los condenados se
Damiens; a esa experiencia, Foucault con convertía en la cosa del rey, sobre la cual el
trapone un horario que regula la utilización soberano imprimía su marca y hacía caer los
del tiempo en las prisiones. Entre una y otra efectos de su poder. Ahora, será más propia
tecnología punitiva, el estatuto del cuerpo mente un bien social, objeto de una apropia
ha cambiado. En el suplicio, el cuerpo era ción colectiva y útil" (SP, 111). Por otro lado,
el objeto mayor de la represión penal; se en la punición será posible leer las leyes mis
trataba de un enfrentamiento ritual entre el mas: así, por ejemplo, si se trata de un con
cuerpo del rey y el cuerpo del condenado. denado a muerte por traición, llevará una
Según la definición de Jaucourt, un suplicio camisa roja con la inscripción "traidor”; si se
es una pena corporal, dolorosa, más o me trata de un parricida, llevará la cabeza cu
nos atroz; la producción reglada y ritual de bierta con un velo negro y los instrumentos
cierta cantidad de sufrimiento (SP, 37-38). que utilizó para el crimen bordados en su
El cuerpo es a la vez el punto de aplicación camisa; si se trata de un envenenador, llevará
del castigo y el lugar de extorsión de la ver serpientes bordadas. El cuerpo deja de ser el
dad (SP, 46); un cuerpo destruido pieza a sujeto del castigo, pero continúa siendo el
pieza, reducido a polvo por el poder infinito lugar del espectáculo punitivo (SP, 97).
del soberano (SP, 54). Pero antes del casti 3) d i s c i p l i n a . La prisión no responde a los
go, el cuerpo sometido al suplicio se inscri objetivos del castigo previstos por los refor
be en el ceremonial judicial que produce la madores. Sin embargo, colonizará las for
verdad (SP, 39): nos encontramos así con la mas de la penalidad en el siglo XIX, por su
confesión obtenida por tortura. En la pri manera de traducir en las piedras la inteli
sión, el cuerpo se convierte no en el objetivo, gencia de la disciplina (SP, 252). Así, aun
sino en el instrumento de la punición. Si se que Surveiller et punir lleve como subtítulo
lo encierra, si se lo hace trabajar, es para Naissance de la prison (E l nacimiento de la
privar al individuo de una libertad que se prisión), se trata, en realidad, de una genea
considera peligrosa. "El cuerpo, según esta logía de la sociedad disciplinaria. Con la
penalidad, es aferrado en un sistema de disciplina, en los siglos X V II y XVIII, nace
coerción y de privación, de obligación y de un arte del cuerpo humano que no persigue
prohibición" (SP, 16). Aun en la pena de sólo el acrecentamiento de las habilidades,
muerte, el contacto cuerpo a cuerpo entre ni tampoco el fortalecimiento de la sujeción,
los ejecutores y el ejecutado es reducido al sino la formación de un mecanismo por el
mínimo: se trata de alcanzar la vida más que cual el cuerpo se vuelve más obediente
el cuerpo. Y, sin embargo, en el sistema pu cuanto más útil es, y viceversa. Con las dis
nitivo de las prisiones sobrevive un fondo de ciplinas, el cuerpo entra en una maquinaria-
suplicio, un suplemento de castigo que afec que lo explora, lo desarticula y lo recompo
ta al cuerpo: trabajos forzados, mala ali ne. No se trata de obtener cuerpos que ha
mentación, abstinencia sexual (SP, 21). gan lo que se desea, sino que funcionen co
2) c o n t r a t o , m a r c a . La reforma penal que mo se quiere, con las técnicas, la rapidez y
comienza hacia fines del siglo XVHI con la eficacia que se pretende de ellos. Las dis
CUERPO 85
ciplinas son, al mismo tiempo, una anato del cuerpo humano, se convertirá en la fuen
mía política del cuerpo y una mecánica del te y el momento más claro de la verdad del
poder (SP, 139-140); a partir dé los cuerpos cuerpo (NC, 135). Véase: Clínica.
que controlan, fabrican una individualidad
dotada de cuatro características: celular, or El cuerpo viviente, el cuerpo
p o d e r , p o lític a .
gánica, genética y combinatoria. "El cuer individual y el cuerpo social -la población-
po ya no tiene que ser marcado, debe ser se han convertido en el verdadero objeto de
enderezado; su tiempo debe ser medido o la política moderna (IDS, 216). • El cuerpo
plenamente utilizado, sus fuerzas deben ser no existe como un artículo biológico o un
continuamente aplicadas al trabajo. La for- material, sino dentro y a través de un siste
ma-prisión corresponde a la forma-salario ma político (DE3, 470). Véanse: Biopoder,
del trabajo" (DE2, 469). Para una exposi Biopolítica.
ción detallada de la relación disciplina-cuer-
po, véase el artículo Disciplina. Para Santo Tomás, la libertad es
p o s e s ió n .
anterior a su alienación por la posesión del
Si tomamos como re
d is c ip lin a , s o b e r a n ía . demonio. La posesión concierne sólo al
ferencia lo que Foucault denomina en Le cuerpo, al que penetran los ángeles malos;
P o u voir psychiatrique la "singularidad so pero no afecta ni el ejercicio ni el objeto de
mática" (PP, 56), podemos decir que las re la voluntad porque esta no depende de un
laciones de soberanía se sitúan por debajo órgano corporal. Con el Renacimiento, en
o por encima de ella. Por un lado, el cuerpo cambio, la posesión adquiere un nuevo sen
de los súbditos es un cuerpo fragmentado. tido: será posesión del espíritu, abolición
Un ejemplo de ello es el ritual del suplicio: de la libertad, no ya perversión del cuerpo
aquí, el cuerpo es dividido, desmembrado, (M M PE, 77). Véase: Locura.
desarticulado. Por otro, el cuerpo del rey es
un cuerpo doble. El dispositivo disciplina sí m is m o , s u j e t o . En el análisis del Alcibíades
rio, en cambio, tiene como objetivo la sin el sujeto es el que gobierna al cuerpo, el que
gularidad somática. Más precisamente, el se sirve de él como un instrumento (HS, 55).
objetivo de las disciplinas es convertir la sin • En el epicureismo y en el estoicismo, a
gularidad somática en el sujeto de una rela diferencia del platonismo, el cuerpo emer
ción de poder y, de este modo, fabricar in gerá nuevamente como un objeto de preocu
dividuos; "el individuo no es otra cosa que pación: ocuparse de sí mismo será, a la vez,
el cuerpo sujetado" (PP, 47). ocuparse del cuerpo y del alma (HS, 104).
• En la conversión helenística y romana, a
g e n e a l o g í a . En "Nietzsche, la gé
h is to r ia , diferencia de la platónica, no se trata de li
néalogie, l’histoire" (D E 2 ,136-156), Foucault berarse del cuerpo, sino de preocuparse por
analiza el uso que hace Nietzsche de térmi él, como condición para la adecuación del
nos como Ursprung (origen), Herkunft (pro sí mismo consigo mismo (HS, 202). Véanse:
veniencia), Entstehung (emergencia). Se tra Conversión, Cuidado.
ta de los conceptos que definen la práctica
nietzscheana de la genealogía. Ahora bien, d e p u n ic ió n . Con
in s tr u m e n to s c o r p o r a le s
el cuerpo y todo lo que le pertenece (alimen temporáneamente a la ley francesa de 1838
tación, clima) es el lugar de la Herkunft. sobre la internación psiquiátrica, asistimos
Sobre el cuerpo se encuentran las marcas de a una disciplinarización del espacio asilar.
los hechos pasados; en él nacen los deseos, Foucault muestra cómo este espacio es re
las insuficiencias, los errores; en él se expre organizado de acuerdo con los mismos prin
san las luchas. "La genealogía como análisis cipios que animan la formalización discipli
de la proveniencia es, entonces, la articula naria proyectada por Bentham (PP, 103),
ción del cuerpo y de la historia" (DE2, 143). esto es, visibilidad permanente, vigilancia
centralizada, aislamiento, punición incesan
m e d ic in a , c a p i t a l i s m o . Véase: Capitalismo. te. • En cuanto a los mecanismos de puni
ción, nos encontramos en esta época con
m u e r t e , c a d á v e r . Con la anatomía patológica una alternativa: coerción física o no restraint
del siglo XIX, el cadáver, resto inanimado (según la expresión proveniente de Inglaterra
86 CUERPO
en tomo a 1840), es decir, abolición de los 630-632. 1970 [38] DE2: 78-83, 85-86. 1971
instrumentos físicos de punición y control. [61] DE2: 142-145, 147. LVS: 14, 29, 55, 61,
En realidad, según Foucault, se trata sólo de 74, 83, 84, 101, 131, 138, 154-155, 201-202,
una alternativa de superficie. De hecho, en 206, 227, 248. 1972 [34] DE2: 251, 253-256,
esta época nos encontramos con una mara 259, 262-266, 290. 1973 [33] DE2: 447-450,
villosa proliferación de nuevos instrumentos 453, 467-470. 1974 [363] DE2: 475, 617-
técnicos: la silla fija, la silla giratoria, la ca 618. PP: 4-6, 15-17, 19, 23, 25-27, 29-30, 38,
misa de fuerza (inventada en 1790 por un 42-44, 46-51, 54, 56-59, 61-63, 73, 75-79,
tapicero de Bicétre, Guilleret), las esposas, 83, 88, 97, 101, 106-107, 114, 116-117, 120,
los collares con puntas internas (PP, 106). 129, 178-180, 185-186, 188, 194, 214-216,
Foucault se detiene, aquí, en el análisis de 248, 264, 267-269, 271-273, 277-278, 281-
estos instrumentos que ponen de manifiesto 282, 288-290, 299-301, 303-304, 306-307,
una tecnología específica del cuerpo. Antes 309, 311, 315-316, 318-319, 322, 324-325.
del siglo XDC los numerosos instrumentos 1975 [859] AN: 173-180, 187-189, 191-199,
corporales pueden agruparse en tres catego 201-204, 206-207, 209-213, 217-218, 221-
rías: 1) los que garantizan una prueba (cin 227, 231-236, 238-243, 249-254. DE2: 722-
turones de castidad), 2) los que sirven para 724, 741-742, 754-757, 810-811, 815, 818-
arrancar la verdad (el suplicio del agua), y 822, 824-827. SP: 9, 11, 14, 16-19, 21-22,
3) los que marcan la fuerza del poder (im 28-35, 38-40, 44-50, 52-55, 58-60, 67, 69,
primir con fuego una letra en un cuerpo). 71, 105, 111, 117-118, 128, 130-134, 137-
Pero los que proliferan en el siglo X IX per 142, 144-147, 153-155, 157-159, 163-173,
tenecen a una cuarta categoría: son instru 193, 195, 198-200, 209-212, 215, 218-219,
mentos ortopédicos, que buscan garantizar 221-223, 227-228, 300-302. 1976 [363]
el enderezamiento, el adiestramiento del DE3: 8-10, 16-21, 23-25, 36-37, 41-43, 51,
cuerpo. Poseen tres características: 1) son 54-55, 86-87, 89, 104. HS1: 28-30, 127-128,
aparatos de acción continua, 2) su efecto 130, 137-142, 154-155, 160-170, 178-180,
progresivo tiende a que se vuelvan innecesa 183-189, 191-194, 197, 199-202, 205-206,
rios (el efecto debe continuar una vez quita 208, 210-211. ID S: 32-33, 44, 157, 164, 194-
dos), y 3) son homeostáticos (cuanto menos 195, 199, 213, 215-216, 218-219, 222-226,
uno se resista a ellos, menos se los sentirá; 230-232. 1977 [142] DE3: 149-153, 184-
cuanto más uno se resista, más se los senti 187, 208-211, 214-216, 220, 222, 227-228,
rá) (PP, 108). 231-232, 234-235, 247, 249, 258-259, 261-
262, 264, 347, 353-354. 1978 [170] DE3:
c u e r p o n e u r o l ó g i c o . Acerca del cuerpo neu 565-566, 585-587, 591-594, 616. STP: 13,
rológico y de la emergencia, a partir de este, 68, 71, 181-182, 213, 217, 223, 229, 239,
del cuerpo sexual, véase: Psiquiatría. 242, 293-294. 1979 [41] DE3: 730-734, 736-
737. N B : 47, 230. 1980 [20] DE4: 16-18.
* Corps [3872]: 1954 [63] M M P E : 4, 12, 25, 1981 [40] DE4: 151-152, 166, 173-175.
33,44, 77-78.1957 [10] DE1: 122, 133, 137, 1982 [212] DE4: 296-298, 301-305, 307.
139, 145, 151. 1961 [311] H F : 9, 27, 35-37, H S : 54-61, 64, 92-97, 102-104, 117-119,
67-68, 119-120, 229, 238-239, 243, 256-257, 175-177, 179, 201-202, 262, 269, 272-273,
261-262, 268-276, 278-280, 282-285, 288- 326-328, 331, 341-342, 381, 395-396, 399,
292, 294-296, 300, 303-305, 309-310, 321- 408-411. 1983 [84] DE4: 398-399. GSA:
322, 327-329, 335-338, 341-342, 353-355, 306, 322, 325, 343. 1984 [458] CV: 147-148,
358-370, 372-375, 380-385, 389, 407-413, 309-310. D E 4: 732. H S2: 49-50, 103-107,
419, 446-447, 654-656. 1962 [5 3 ]D E 1 : 185, 116-123, 125-139, 141-149, 153-155, 163-
189, 216, 218, 220-222,224-225. M M P S : 4, 164, 170, 175, 177, 179-180, 193, 220-221,
12, 25, 27, 33, 44, 65-67, 74, 86, 94. 1963 228, 230, 233, 235, 256-258, 261-262. HS3:
[186] DE1: 233, 240, 246, 249, 251-254, 70-74, 119, 122-126, 128-135, 138, 140-142,
256-257, 259, 261. N C : 1-3, 6-12, 14-16, 146, 148-150, 152-161, 163-165, 167, 255-
126-127, 129-139, 142-143, 146-147, 162- 257, 259-260. 1988 [11] D E 4: 787, 791,794.
164, 166, 199-201. 1965 [9] DE1: 440-441.
1966 [197] C UH : 7, 9-20. MC: 279, 281-283,
285-287, 325-332. 1968 [33] DE1: 626-628,
CUIDADO 87
de sí respecto del tratamiento de este tema tad- que deben vincular al director y al
en el platonismo: 1) Se extiende temporal dirigido, y de una cualidad esencial -la pa-
mente. Ya no concierne sólo a quien aban rresia-. Otra, el modelo comunitario de los
dona la adolescencia para ingresar en la estoicos, es, en todo caso, menos rígido. La
vida política, sino a toda la vida del indivi escuela de Epicteto, en Nicópolis, es más
duo. 2) En cuanto a la finalidad, no apunta bien un internado donde no se comparte la
ya a gobernar la polis, sino a la relación con totalidad de la existencia. La presencia del
sigo mismo. Se trata de una especie de au- otro está asegurada por las reuniones fre
tofinalización del cuidado de sí. 3) En rela cuentes. En la tercera forma, la romana, el
ción con las técnicas del cuidado, no consejero es alguien recibido en la casa de
implica sólo ni fundamentalmente conoci una persona importante, para que lo guíe y
miento, sino un conjunto mucho más vasto lo aconseje y que, además, cumple las fun
de prácticas (HS, 79-84). • De este modo, se ciones de un agente cultural. • Finalmente,
acentúa la función crítica del cuidado de sí es necesario señalar la extensión social del
mismo. En Platón, la crítica de la pedagogía cuidado de sí mismo. La figura del filósofo
irá profundizándose y reformulándose. Se ha sido desde la Antigüedad socialmente
trata, ahora, de una corrección-liberación. ambigua y frecuentemente disparadora de
Aprender la virtud es desaprender los vicios. suspicacias y sospechas. En la época hele
El tema del desaprendizaje es frecuente en nística e imperial, algunos, como Atenodoro
los estoicos. Aquí nace también la oposición (personaje de la corte de Augusto), incita
entre la enseñanza de la filosofía y la de la ban a una despolitización de la vida. Parece
retórica. Y se produce, por otro lado, un que el mismo Augusto hizo propias estas
acercamiento entre la filosofía y la medici ideas. Oteros, como el epicúreo Meceno, sos
na. La práctica filosófica misma es concebi tenían la búsqueda de un equilibrio entre la
da como una operación médica. Aquí se vida política y el otiu m . Con todo, más allá
ubica la noción fundamental de therapéuein de cuál haya sido la posición acerca de la
( therapéuein heautón: curarse, ser servidor participación del filósofo en la vida política
de uno mismo, rendirse culto a uno mismo). y social, asistimos a una extensión social del
El vocabulario del cuidado de sí se enrique "cuidado de sí mismo", a una propagación
ce notablemente. • También nos encontra de las prácticas de sí mismo que excede el
mos con una revalorización de la vejez. En rol del filósofo profesional. • En el estudio
la época helenística, esta se concebirá como del cuidado de sí en la época helenístico-
un momento positivo, de realización, la ci romana, Foucault aborda numerosos autores
ma de la prolongada práctica que debe rea y temas: Filón (la cuestión de los terapeutas),
lizar el individuo. El anciano es soberano de Séneca (la noción de stultitiá), Plinio, Proclo
sí mismo, y la vejez, un objetivo positivo de y Olimpodoro (comentarios neoplatónicos
la existencia. • Se modifica también la posi del Alcibiad.es /), las nociones de conversión
ción del "otro" en la práctica del cuidado. y salvación, Epicuro, Filodemo de Gádara
La ignorancia sigue desempeñando un pa (la cuestión de la parresia), la noción de as-
pel importante, pero ahora se encuentra en cesis, Marco Aurelio (el examen de concien
primer plano la malformación del indivi cia), Plutarco, etc. Las casi cuatrocientas
duo. Nunca, ni antes de su nacimiento, el páginas que siguen al análisis del Alcibíades I
individuo ha tenido con la naturaleza una en L'Herméneutique du sujet están dedicadas
relación moralmente válida, de voluntad ra al estudio del cuidado de sí en la época he
cional. Más que de superar la ignorancia, lenística y romana.
entonces, se trata de pasar del estado de no 4) c r i s t i a n i s m o . Con el cristianismo, las prác
sujeto al de sujeto. En consecuencia, el ticas de sí mismo han sido integradas al
maestro no es maestro de la memoria, sino ejercicio del poder pastoral (especialmente
el guía, el director de la reforma del indivi las técnicas de desciframiento de los secre
duo. Encontramos al menos tres formas de tos de la conciencia) (DE4, 545). En los si
esta relación con el otro. Una es la del epi glos III-IV se formó el modelo cristiano del
cúreo Filodemo de Gádara, que habla de la cuidado de sí mismo. Aunque en un sentido
necesidad de un hegemón y de dos princi general puede hablarse de modelo cristiano,
pios -e l intenso afecto y la relación de amis sería más correcto llamarlo "modelo ascéti
CUIDADO 89
co-monástico" (H S, 244). En él, en primer tual. La referencia a Descartes, por otro la
lugar, el conocimiento de sí está ligado al do, no atañe exclusivamente a su persona,
conocimiento de la verdad tal como nos es como si su obra marcase una ruptura abrup
dada en el Texto de la Revelación. Nos en ta. En segundo lugar, el momento cartesiano
contramos con una relación circular entre ha sido preparado. Ahora bien, algunas ob
el conocimiento de sí, el conocimiento de la servaciones de Foucault acerca, de esta pre
verdad y el cuidado de sí: no es posible co paración son particularmente interesantes y
nocer la verdad ni conocerse a sí mismo sin significativas. En efecto, para él, no habría
la purificación de sí mismo, del corazón. En que rastrear la ruptura entre filosofía y es
segundo lugar, las prácticas de sí mismo tie piritualidad -definición del momento carte
nen como función esencial disipar las ilusio siano- a través de un conflicto entre ciencia
nes interiores, reconocer las tentaciones que y espiritualidad, sino entre teología y espiri
se forman dentro del alma, desatar las se tualidad. Por un lado, la existencia de cier
ducciones de las que se puede ser víctima. tos saberes, como la alquimia, muestra có
En tercer lugar, el conocimiento de sí mis mo ciencia y espiritualidad han convivido.
mo no persigue el volver hacia sí mismo en Por otro lado, sería precisamente del lado
un acto de reminiscencia, sino la renuncia de la teología fundada en Aristóteles (tomis
a sí mismo (HS, 244-245). mo) donde habría que buscar los anteceden
5) M O M E NTO CARTESIANO, M ODERNIDAD. A p a r t i r tes de la ruptura entre filosofía y espiritua
del momento en que Descartes hace de la lidad. Según Foucault, en esta teología
evidencia de la existencia del sujeto la puer escolástica de origen aristotélico aparece
ta de acceso al conocimiento del ser y de la una idea de sujeto de conocimiento que en
verdad, asistimos a una valorización del "co cuentra en un Dios omnisciente su funda
nócete" y a una descalificación del "cuída mento y su modelo. Aquí, repetimos, habría
te". Foucault distingue, a esta altura de su que situar los antecedentes de la separación
exposición, entre filosofía y espiritualidad. entre filosofía y espiritualidad. Dos precisio
Filosofía: la forma de pensamiento que de nes más. En primer lugar, la ruptura no ha
termina las condiciones de acceso del sujeto sido ni completa ni definitiva. Aun después
a la verdad. Espiritualidad: la búsqueda, las de Descartes, la exigencia de la espirituali
prácticas, las experiencias por medio de las dad ha formado parte de la filosofía, por
cuales el sujeto se modifica para tener acce ejemplo, según nuestro autor, en la idea de
so a la verdad Al respecto, cabe hacer tres reforma del entendimiento en las filosofías
observaciones: 1) La verdad no se ofrece in del siglo XVII (especialmente en Spinoza).
mediatamente al sujeto por un acta de co La filosofía del siglo X IX (especialmente la
nocimiento; implica una conversión. 2) Hay de Hegel) puede entenderse como el esfuer
diferentes formas de conversión: eros y ás- zo por pensar la necesidad de la espiritua
kesis. 3) El acceso a la verdad produce cier lidad dentro del marco de la filosofía mo
tos efectos sobre el sujeto: beatitud, tranqui derna tradicional (el cartesianismo). En
lidad. La modernidad comienza cuando el segundo lugar, Foucault muestra cómo, por
acceso a la verdad es una cuestión de cono un lado, se consideran falsas ciencias aque
cimiento que ciertamente implica condicio llas que presentan elementos de espirituali
nes internas (de método) y extemas (el con dad, es decir, que exigen una conversión del
senso científico, la honestidad, el esfuerzo, sujeto para acceder a la verdad y le prome
no estar loco, realizar estudios sistemáticos), ten, a cambio, alguna forma de beatitud. Se
pero que no involucra al sujeto en cuanto a está refiriendo claramente al marxismo y al
su estructura interna. En otras palabras, la psicoanálisis. Por un lado, señala cómo en
modernidad comienza cuando la verdad se ambos campos, con excepción de Lacan, fal
vuelve incapaz de salvar al sujeto. La única ta una tematización explícita del legado de
recompensa es que el conocimiento se pro la espiritualidad, esto es, de la relación as-
yecta en la dimensión indefinida del progre cesis del sujeto-acceso a la verdad Además,
so. • ¿Qué debemos entender por "momento observa que las exigencias de la espirituali
cartesiano"? En primer lugar, debemos ad dad han sido reinterpretadas en términos
vertir que no se trata de un "momento" en sociológicos, es decir, de pertenencia a un
el sentido estricto del término, de algo pun grupo (HS, 19-20, 27-32).
90 CUIDADO / C U VIER , GEO R G ES
[ 91 ]
92 D E G E N E R A C IÓ N / D ELE UZE , G ILLES
los individuos. En una filosofía de la repre sistema de poder que impide e invalida este
sentación, cada representación nueva debe discurso y este saber. El papel del intelectual
estar acompañada de representaciones que es luchar contra las formas del poder allí
desplieguen todas las semejanzas: la repeti donde es, a la vez, objeto e instrumento, en
ción será, entonces, el principio de ordena el orden del saber, de la verdad, de la con
miento de lo semejante. La dialéctica, por ciencia, del discurso. Se trata de una prác
su parte, no libera la diferencia; garantiza tica local y regional, no totalizadora (DE2,
que será siempre recuperada. Pero la suje 308). • Una teoría sería, entonces, una caja
ción más tenaz de la diferencia es la de las de herramientas. • Nuestra dificultad para
categorías. Al mostrar de qué maneras pue encontrar formas adecuadas de lucha pro
de decirse el ser, al especificar de antemano vienen de que todavía ignoramos qué es el
las formas de atribución del ser, las catego poder. La teoría del Estado, el análisis tra
rías preservan el reposo sin diferencia del dicional de los aparatos del Estado, no ago
ser. Cuarta condición, entonces, para pensar ta el campo de ejercicio y de funcionamien
la diferencia: liberarse del pensamiento ca- to del poder (DE2, 312). • La generalidad de
tegorial, pensar el ser unívocamente. Aquí, la lucha no se logra bajo la forma de la to
los referentes de Deleuze son Duns Escoto y talización. Lo que hace a la generalidad de
Spinoza. Sin embargo, en Deleuze, ‘la uni la lucha es el sistema mismo del poder, to
vocidad no categorial del ser no une direc das sus formas de ejercicio y de aplicación
tamente lo múltiple a la unidad misma (neu (DE2, 315).
tralidad universal o fuerza expresiva de la
sustancia); hace jugar el ser como lo que se En D E2 (452-456) se
g e n e a lo g ía d e l c a p it a l.
dice repetitivamente de la diferencia. El ser encontrará una discusión entre Foucault,
es el revenir de la diferencia, sin que haya Deleuze y Guattari a propósito de la publi
diferencia en la manera de decir el ser. Este cación del número de la revista Recherches
no se distribuye en regiones: lo real no se titulado Généalogie dú capital, t. I : Les
subordina a lo posible, lo contingente no se Équipements du pou voir. "El papel del
opone a lo necesario" (DE2, 91-92). • En la Estado será cada vez mayor: la policía, el
historia de la univocidad del ser, nos encon hospital, la separación loco/no loco. Y lue
tramos finalmente con Nietzsche, quien nos go la normalización. Quizá la industria far
invita a pensar el retomo (DE2, 98). macéutica se haga cargo de los hospitales
psiquiátricos o de las prisiones cuando los
G IP (G R U PO DE INFORM ACIÓN SOBRE LAS PRISIO internos sean tratados con neurolépticos.
Gilíes Deleuze, Jean-Marie Domenach
N E S ). [Se tratará de la] desestatización de los
y Pierre Vidal-Naquet han sido los fundado equipamientos colectivos que habían sido
res del Grupo de Información sobre las el punto de anclaje del poder del Estado"
Prisiones (G IP ) (DE2, 204). (DE2, 456).
(DE2, 623-624). • Lo que tiene de interesan 87, 91, 95, 98. 1971 [14] DE2: 198, 204-205.
te su análisis es que sostiene que Edipo no LVS: 20-21, 52, 67, 140-141, 193, 212. 1972
es nosotros; es los otros, este gran Otro: el [11] DE2: 306-307, 309-311, 313-315, 392.
médico, el psicoanalista. El psicoanálisis co 1973 [4 ] DE2: 439, 452, 454. 1974 [30]DE2:
mo poder: esto es Edipo (DE2, 625). "El 523, 553-554, 623-628, 632, 634, 642, 644.
libro de Deleuze es la crítica más radical PP: 88. 1975 [16] AN: 271. DE2: 777, 779,
que se haya hecho del psicoanálisis" (DE2, 781-782, 815-816. SP: 29. 1976 [5] IDS: 11,
777). • Foucault escribió el prefacio a la 20. 1977 [8] DE3: 133, 135-136, 162, 167,
edición norteamericana de E l anti-Edipo 425. 1978 [11] DE3: 582, 588-590, 625-626,
(Nueva York, 1977; DE3, 133-136). Deleuze 717. 1979 [1 ] N B : 243. 1983 [10] DE4: 433,
y Guattari combaten contra tres enemigos: 436-437, 444-445. 1984 [2 ] DE4: 696.
1) los burócratas de la revolución y los fun
cionarios de la verdad; 2) los técnicos del
deseo (psicoanalistas y semiólogos); 3) el democracia
mayor enemigo, el adversario estratégico:
el fascismo, no sólo el de Hitler o Mussolini, "Si se entiende por democracia el ejer
c la s e .
sino el que está en nosotros, en nuestro es cicio efectivo del poder por una población
píritu, en nuestras conductas (DE3, 134). De que no está dividida ni ordenada jerárquica*
esta manera, se proponen liberar la acción mente en clases, está perfectamente claro
política de toda forma de paranoia unitaria que estamos muy alejados de ella. Es tam
y totalizadora; hacer crecer la acción, el bién claro que vivimos en un régimen de
pensamiento y los deseos por proliferación, dictadura de clase, de poder de clase que se
no jerárquicamente; liberarse de las viejas impone por la violencia, aun cuando los ins
categorías de lo negativo (la ley, el límite, la trumentos de esta violencia sean institucio
castración), preferir lo que es positivo y nales y constitucionales" (DE2, 495).
múltiple; no imaginarse que es necesario
estar triste para ser militante; no utilizar el Dependemos de una democracia
m erca d o .
pensamiento para dar a una práctica políti de mercado, del control que proviene de la
ca valor de verdad; no exigir de la política dominación de las fuerzas del mercádo en
que restablezca los derechos del individuo una sociedad desigual (DE2, 497).
tal como los ha definido la filosofía; no ena
morarse del poder (DE3, 135-136). g r e c i a . Antigona y Electra de Sófocles pue
den ser leídas como una ritualización de la
“En todo caso, si Deleuze ha es
n ie tz s c h e . historia del derecho griego, la historia del
crito un libro soberbio sobre Nietzsche, en proceso a través del cual el pueblo se adue
el resto de su obra, la presencia de Nietzsche ña del derecho de juzgar, de decir la verdad,
es ciertamente sensible, pero sin que haya de oponerla a sus jefes. Este derecho ha sido
ninguna referencia estridente ni ninguna la gran conquista de la democracia griega
voluntad de levantar alto la bandera de (DE2, 571).
Nietzsche para algunos efectos de retórica
o algunos efectos políticos" (DE4, 444). A más democracia co
c o n t r o l , v ig ila n c ia .
• Foucault escribió junto con Gilíes Deleuze rresponde más vigilancia. Una vigilancia
la introducción general a las (Euvres philo- que se ejerce casi sin que las personas se
sophiques completes de Nietzsche (DE1, den cuenta, por la presión del consumo
561-564). (DE2, 722). • H a sido la democracia, más
que cierto liberalismo que se desarrolló en
g e n e a l o g í a . La genealogía se propone la el siglo XIX, la que perfeccionó técnicas
reactivación de los saberes locales, menores, extremadamente coercitivas. Estas fueron
como dice Deleuze, contra la jerarquización el contrapeso de la libertad económica; no
científica del conocimiento (IDS, 11). se podía liberar al individuo sin disciplinar
lo (DE4, 92).
Gilíes Deleuze [147]: 1966 [2 ] DE1: 549.
1967 [2 ] DE1: 561, 573. 1969 [9] DE1: 767- l i b e r a l i s m o . La democracia y el Estado de
771, 775. 1970 [22] DE2: 22, 75-81, 84, 86- derecho no son necesariamente liberales ni
DEMOCRACIA / DESCARTES, R ENÉ 95
los campos de análisis que aborda ha dado concepción jurídico-discursiva del poder
lugar a consideraciones acerca de él. domina tanto la temática de la represión
como la teoría de la ley constitutiva del de
SABER seo. La distinción entre el análisis que se
1) r e p r e s e n t a c i ó n . El fin de la episteme clá hace en términos de represión de los instin
sica coincidirá con el retroceso de la repre tos y el que se hace en términos de ley del
sentación respecto del lenguaje, de lo vivien deseo pasa por el modo de concebir la diná
te, de la necesidad. La fuerza sorda de la mica de las pulsiones, no el poder (HS1,
necesidad y el deseo escapará al modo de 109). • L a relación de poder está allí donde
ser de la representación (M C, 222). Véase: hay deseo; es, pues, una ilusión denunciarlo
Episteme clásica. en términos de represión, y una vanidad
2) f i n i t u d . En el fondo de todas las empiri- buscar un deseo fuera del poder (H S 1 ,108).
cidades que muestran las limitaciones con Véanse: Poder, Represión.
cretas de la existencia del hombre, se descu 2) v e r d a d . "[...] el discurso verdadero no es
bre una finitud más radical que está dada más, desde los griegos, aquel que responde
por la espacialidad del cuerpo, la apertura al deseo o aquel que ejerce el poder. En la
del deseo y el tiempo del lenguaje (MC, 326). voluntad de verdad, en la voluntad de decir
Véase: Hombre. este discurso verdadero, ¿qué está en juego
3) p s i c o a n á l i s i s , p s i c o l o g í a . A diferencia de si no es el deseo y el poder?" (OD, 22).
las ciencias humanas (por ejemplo, la psico 3) e d i p o . Foucault considera la historia de
logía y la sociología) que se mueven en el Edipo no como el punto de origen de la for
ámbito de la representación, el psicoanálisis mulación del deseo o de las formas del de
avanza hacia una región en la que la repre seo del hombre, sino, por el contrario, como
sentación queda en suspenso, y donde se un episodio bastante curioso de la historia
esbozan tres figuras: la vida, que con sus del saber (DE2, 542).,» Edipo no sería una
funciones y sus normas se funda en la repe verdad de la naturaleza, sino un instru
tición muda de la Muerte; los conflictos y las mento de limitación y de coerción que los
reglas, en la apertura desnuda del Deseo; las psicoanalistas utilizan, desde Freud, para
significaciones y los sistemas, en un lengua contener el deseo y hacerlo entrar en una
je que es a la vez Ley (MC, 386). • El psi estructura familiar definida históricamente
coanálisis se sirve de la relación de transfe (DE2, 553). Véase: Edipo.
rencia para descubrir, en los confines 4) d e l e u z e . Deleuze y Guattari han tratado
exteriores de la representación, el Deseo, la de mostrar cómo el triángulo edípico padre-
Ley y la Muerte, que designan en el extremo madre-hijo no es una verdad atemporal ni
del lenguaje y de la práctica analítica las fi una verdad profundamente histórica de
guras concretas de la finitud (MC, 389). nuestro deseo, sino una estrategia de poder
(DE2, 553). Véanse: Deleuze, Edipo.
poder 5) c o n o c i m i e n t o , p l a c e r . En Aristóteles, la
1) r e p r e s i ó n , p o d e r , l e y . En el tema general relación conocimiento-placer-verdad, que el
del poder que reprime el sexo y en la idea acto de ver pone de manifiesto, es transpor
de la ley como constitutiva del deseo se en tada a la contemplación teórica. El deseo de
cuentra una misma mecánica supuesta del conocer supone la relación entre conoci
poder, definida de una manera bastante li miento, verdad y placer (DE2, 243).
mitada. Se trata de un poder cuya única
potencia consiste en decir "no", sin producir é t ic a
clásica hasta los primeros siglos del cristia dida de la razón que caracteriza a la so-
nismo (HS2, 11-13). • La genealogía del phrosyne (HS2, 100). • Conceder al placer el
hombre de deseo no es un examen de las menor espacio posible; utilizarlo, a pesar de
sucesivas concepciones del deseo, de la con él mismo, para tener hijos; practicarlo sólo
cupiscencia o de la libido, sino un análisis dentro de la institución del matrimonio:
de las prácticas por las cuales los individuos estos tres principios que se consideran ca
se constituyen como sujetos de verdad en racterísticos del cristianismo estaban ya
relación con el deseo, es decir, de las prác presentes en el helenismo y en el mundo
ticas que permiten decir la verdad del deseo romano (DE3, 559). Véase: Aphrodisia.
(HS2, 11). 6) h e r m e n é u t i c a . En la experiencia cristiana
2) DISPOSITIVOS d e s e x u a l i d a d y d e a l i a n z a . Con de la carne, la problematización de la con
el psicoanálisis, la sexualidad da vida a las ducta sexual no está centrada en el placer o
reglas de la alianza, saturándolas de deseo en la estética de sus usos, sino en la herme
(HS1, 150). • Freud hizo del mundo de la néutica purificadora del deseo (HS2, 278).
imaginación un espacio habitado por el de Véase: Cuidado.
seo, así como la metafísica clásica hizo que
el querer y el entendimiento habitasen el p o b l a c i ó n . "La producción del interés colec
mundo físico (DE1, 70). tivo por el juego del deseo marca a la vez la
3) c o n f e s i ó n , s c i e n t i a s e x u a u s . "El deseo era naturalidad de la población y la artificiali-
así un elemento constitutivo del pecado. Y dad posible de los medios de los que se pue
liberar el deseo no es otra cosa que descifrar de disponer para manejarla" (STP, 75).
uno mismo su inconsciente, como los psi Véase: Dispositivo de seguridad.
coanalistas y, mucho antes, la disciplina de
la confesión católica lo han hecho" (DE3, Désir [1102]: 1954 [43] DE1: 69-71, 74, 78,
527). • A diferencia de la ars erótica, en la 88-89, 92, 94, 105, 107, 110, 112-113, 115-
scientia sexualis nos encontramos con un 116. M M PE : 26, 38, 42-46, 49, 66. 1957 [1]
tipo de saber que problematiza el deseo, no DE1: 124. DE1: 162. 1961 [42] H F: 35-38,
el placer (DE3, 104). Véase: Confesión. 76, 122, 137-138, 221, 231, 372, 384, 413,
4) s a d e . La aparición del sadismo se sitúa en 423-426, 452-453, 460, 466-467, 636, 639,
el momento en el que la sinrazón, encerrada 643, 657-659, 671. 1962 [52] DE1: 219, 221-
durante más de un siglo y reducida al silen 227. M M PS: 26, 38, 42-46, 49, 66. 1963 [6]
cio, reaparece no como figura del mundo ni DE1: 233, 263. NC: 16, 84. RR: 183, 199.
como imagen, sino como discurso y deseo 1964 [21] DE1: 297-298, 300, 305, 307-308,
(HF, 453). • Sade busca introducir el desor 312, 327-329, 334-336, 426. 1966 [57] CUH:
den del deseo en un mundo dominado por 15. DE1: 512, 521-522, 525, 532-533. MC:
el orden. "El libertino es el hombre dotado 107, 121, 134, 143, 184-185, 187, 203-204,
de un deseo suficientemente fuerte y de un 221-224, 235-237, 250, 255, 269, 320, 325-
espíritu suficientemente frío para lograr ha 326, 373, .386-387, 389. 1967 [1 ] CUH : 33.
cer entrar todas las potencialidades de su 1968 [3 ] DE1: 688, 700. 1969 [21] AS: 22,
deseo en una combinatoria que las agota 24, 31, 65, 89-91, 138, 151, 153, 196-197.
absolutamente a todas" (DE2, 375). Véase: DE1: 749, 759, 783, 785-786, 802, 818. 1970
Sade. [8 ] D E2: 21, 67, 75, 78, 84, 94, 102, 116.
5) a p h r o d i s i a , p l a c e r . La atracción ejercida 1971 [147] DE2: 145, 161, 164, 226, 232,
por el placer y la fuerza del deseo que lleva 242-243. LVS: 3-9, 11-12, 14, 16-20, 23-27,
hacia él, junto al acto mismo de los aphro 38, 63, 115, 124, 140, 185, 186, 189, 199,
disia, forman una unidad esencial para los 206, 209, 251. OD: 8-9, 12, 15, 22-23, 48, 80.
griegos de la Época Clásica. Con el helenis 1972 [24] DE2: 314, 325, 355, 365, 375-377,
mo y con el cristianismo esta unidad co 386. 1973 [3 ] DE2: 395, 447-448. 1974 [72]
menzará a fragmentarse (HS2, 51-52). En el DE2: 516, 542, 547, 553-555, 611, 623-624,
uso de los aphrodisia, el objetivo no es anu 626-628, 635, 639, 641, 644, 651, 653-655,
lar el placer; al contrario, se trata de man 660, 664, 678. PP : 61, 102, 107, 174-175,
tenerlo (HS2, 66). Pero en los griegos, por 184-185, 189, 275, 293. 1975 [113] A N : 18-
ejemplo en Aristóteles, puesto que el deseo 20, 114, 120-121, 132-134, 146, 155, 165-
de placer es insaciable, es necesaria la me 166, 170, 175, 177-180, 187, 189, 195, 203,
DESEO / D IAGNOSTICAR 99
ventada en el siglo XVIII, sino que se elabo de quien lo manejaba. Hacia fines del siglo
ró a partir del momento en que el ejercicio XVIII, en ocasión de las nuevas formas de
monárquico del poder se volvió demasiado producción y de las exigencias económicas,
costoso y poco eficaz. La historia de la dis se hace necesario ordenar este campo. Se
ciplina se extiende hasta los comienzos del instala, por decirlo de algún modo, una lucha
cristianismo y la Antigüedad; los monaste económico-política en tomo a los saberes. El
rios son un ejemplo de ello (DE3, 514-515). Estado intervendrá aquí para disciplinar el
conocimiento con cuatro operaciones estra
En L'Ordre du discours, Foucault
d is c u r s o . tégicas: a) Eliminación y descalificación de
enumera los mecanismos de limitación de los saberes inútiles, económicamente costo
los discursos (OD, 331-338). Aquí aparece la sos. b) Normalización de los saberes, para
disciplina como una de las formas internas ajustarlos unos a otros y permitir que se co
de este control, es decir, como una forma muniquen entre ellos, c) Clasificación jerár
discursiva de limitación de lo discursivo. quica, de los más particulares a los más
Las otras dos formas internas que preceden generales, d) Centralización piramidal. • Es
a la disciplina son el comentario y el autor. en esta lucha económico-política en tomo a
A diferencia de este último, la disciplina de los saberes donde debemos situar el proyec
fine un campo anónimo de métodos, propo to de la Enciclopedia y la creación de las
siciones consideradas como verdaderas, un grandes escuelas (de minas, de puentes, de
juego de reglas y definiciones, técnicas e ins caminos). Y es en este proceso de discipli
trumentos (OD, 32). A diferencia del comen narización donde surge "la" ciencia (antes
tario, no persigue la repetición; más bien existían "las" ciencias). La filosofía pierde,
exige la novedad, la generación de proposi entonces, su lugar de saber fundamental; se
ciones originales. La disciplina determina abandona la exigencia de verdad, se instau
las condiciones que debe cumplir una pro ra la de la ciencia. • Es también en y por
posición determinada para entrar en el cam esta lucha como surge la universidad mo
po de lo verdadero: establece de qué objetos derna: selección de saberes, institucionali-
se debe hablar, qué instrumentos conceptua zación del conocimiento y, en consecuen
les o técnicas hay que utilizar, en qué hori cia, desaparición del sabio-amateur. Aparece
zonte teórico se debe inscribir. también un nuevo dogmatismo que no tiene
como objetivo el contenido de los enuncia
D ISCIPLINARIZACIÓN DE LOS SABERES. En "II faut dos, sino las formas de la enunciación: no
défendre la société", Foucault distingue entre ortodoxia, sino ortología (IDS, 159-165).
historia de las ciencias y genealogía de los
saberes: mientras que la primera se articula p od er.La tercera parte de Surveiller et p u n ir
en tomo al eje estructura del conocimiento- (135-229) está enteramente dedicada al aná
exigencia de verdad, la segunda, en cam lisis del poder disciplinario. Allí, Foucault
bio, lo hace en tomo al eje práctica discur- precisa cómo entiende esta categoría, cuál
siva-enfrentamiento de poderes. La tarea es su relación con las ciencias humanas y
de una genealogía de los saberes es, ante cuál es su significación para la historia so
todo, deshacer la estrategia del Iluminismo: cial y política moderna. Se trata de una for
la Modernidad no es el avance de la luz con ma de poder que tiene como objetivo los
tra las sombras, del conocimiento contra la cuerpos en sus detalles, en su organización
ignorancia, sino una historia de combates interna, en la eficacia de sus movimientos.
entre saberes, una lucha por la disciplinari En este sentido, hay que distinguirla de las
zación del conocimiento. • Un ejemplo de otras formas de poder que también tienen
genealogía de los saberes es la organización por objeto el cuerpo: la esclavitud (que es
del saber técnico y tecnológico hacia fines tablece una relación de propiedad), la do
del siglo XVni. Hasta entonces, secreto y mesticación (que se define por la satisfac
libertad habían sido las características de ción del capricho del amo), el vasallaje (una
este tipo de saberes: un secreto que asegu relación codificada pero lejana entre el se
raba el privilegio de quien lo poseía y la in ñor y los súbditos) y el ascetismo cristiano
dependencia de cada género de conocimien (marcado por la renuncia, no por el fortale
to, que permitía, a su vez, la independencia cimiento de las capacidades corporales).
104 DISCIPLINA
dispositivos de soberanía feudal, por los que sabilidad del progreso. En cuarto lugar, una
había sido colonizada, y para regresar al organización de tipo paramilitar (grupos de
dispositivo disciplinario de sus reglas de vi trabajo, de meditación, de formación inte
da más antiguas. Esta reforma permitió a la lectual y espiritual). Un esquema que ya se
orden lograr determinadas innovaciones encuentra en los conventos de la Edad
económicas (horarios de trabajo, anotacio Media y que se inspira en la organización de
nes, contabilidad) y también políticas. Las las legiones romanas. 3) La colonización de
nuevas formas de los dispositivos de sobera los pueblos, precisamente, colonizados; los
nía (la soberanía monárquica y papal) utili jesuítas. En las misiones jesuíticas, como
zaron estos dispositivos disciplinarios (la contrapunto de la esclavitud, se aplicaron y
orden benedictina y dominicana, sobre to perfeccionaron los mecanismos disciplina
do) para desarticular los mecanismos de la rios. Así, funcionaron como "microcosmos
soberanía feudal. Más tarde, en el siglo XVI, disciplinarios", con un sistema de vigilancia
también los jesuítas desempeñaron este pa y una especie de sistema penal permanentes
pel. Las disciplinas, además, permitieron (PP, 70-71). 4) La colonización de los vaga
innovaciones sociales, es decir, las reaccio bundos, de los mendigos, de los nómades, de
nes frente a las jerarquías establecidas de los delincuentes, de las prostitutas, y "todo el
acuerdo con los mecanismos de la soberanía encierro de la Época Clásica". 5 ) Siglos X V II
feudal. Aquí debemos situar las órdenes y X V III, la disciplinarización "secular". Los
mendicantes de la Edad Media y, en la vigi procesos que hemos mencionado hasta aquí
lia de la Reforma, por ejemplo, los Hermanos se apoyaban, ideológica e institucionalmen
de la Vida Común (aparecidos en Holanda te, en la religión. A partir de los siglos XVII
en el siglo XIV). 2) La colonización pedagó y XVIII se ponen en funcionamiento meca
gica, los Hermanos de la Vida Común. A par nismos “seculares" de disciplinarización: el
tir de los siglos X V Ü y XVIII, como dijimos, ejército, las fábricas, las minas. Al respecto,
las disciplinas comienzan a generalizarse y Foucault menciona el papel fundamental
extenderse. ¿Por qué? ¿Cómo? En primer que desempeñó Federico II de Prusia en la
lugar, como disciplinarización de la juven disciplinarización del ejército, que dejó de
tud estudiantil que, durante la Edad Media, reclutar vagabundos y mercenarios, como
formaba, junto con los maestros y profeso hacía cuando era necesario, para convertir
res, comunidades relativamente móviles y se en una formación profesional (cuarteles,
hasta errantes. Esta colonización disciplina adiestramiento, prácticas, etcétera). 6) El
ria de la juventud estudiantil comenzó con panopticon de Bentham (1787). Esta obra es
los Hermanos de la Vida Común. Aquí, el una formalización de la microfísica del po
trabajo progresivo del individuo sobre sí der disciplinario. No se trata de un modelo
mismo, el trabajo ascético, ha sido el primer para las prisiones, sino para toda una serie
modelo de colonización pedagógica de la de instituciones (escuela, hospital, etc.) y, en
juventud. "El acoplamiento tiempo-progre- relación con ellas, funciona más bien como
so es característico del ejercicio ascético y un mecanismo para fortalecerlas. El panóp
será también característico de la práctica tico es un multiplicador, un intensificador
pedagógica" (PP, 69). En las escuelas funda de poder (PP, 75). 7) La fam ilia (un disposi
das por los Hermanos de la Vida Común (en tivo de soberanía). Del mismo modo que du
Deventer, Lieja, Estrasburgo) encontrare rante la Edad Media existían dispositivos
mos, por primera vez, la separación por eda disciplinarios en una sociedad dominada
des y por divisiones con programas de ejer por los mecanismos de la soberanía, tam
cicios progresivos. En segundo lugar, la bién en nuestra sociedad disciplinaria exis
regla de la inclaustración pedagógica, es ten mecanismos de soberanía. Es el caso,
decir, la necesidad de un espacio cerrado, para Foucault, de la familia. Por un lado, es
con un mínimo de relaciones con el mundo necesario admitir que la familia no ha ser
exterior como condición del ejercicio peda vido de modelo al asilo (contrariamente a lo
gógico. En tercer lugar, la necesidad, para el que había sostenido en Histoire de la folie á
ejercicio del trabajo del individuo sobre sí l'áge classique), a la escuela o al cuartel. En
mismo, de la dirección constante de un la familia encontramos los mecanismos del
guía, de un protector que asuma la respon dispositivo de soberanía: la mayor indivi
DISCIPLINA 107
55-59, 62, 66-67, 72, 74-75, 77, 83-84, 87-88, Por un lado, deshacerse de aquellas catego
95, 99,113, 116, 123-125, 128, 131, 143, 150, rías con las que tradicionalmente se ha ase
152, 154, 156, 165, 168, 176, 178, 186, 189, gurado, más allá de todo acontecimiento, la
196, 219, 248, 250, 252-253, 277, 289, 304, continuidad del pensamiento, de la razón,
325. 1975 [145] A N : 37, 48, 70, 95, 130, 149, del saber: autor, obra, libro. Por otro lado,
180, 240. DE2: 700, 715, 722, 731, 757, 759, elaborar sus propias categorías, que permi
776, 824, 826. SP: 124, 135, 139-143, 145- tan pensar la discontinuidad en el orden de
148, 150-152, 154-156, 163, 166-169, 171- lo discursivo (véase: Form ación discursiva).
173, 175, 179, 181-183, 185, 187-193, 195- • "Yo me esfuerzo [...] por mostrar que la
196, 199-201, 210-214, 216-217, 219-225, discontinuidad no es un vacío monótono e
228, 238, 240, 252-253, 276, 297-298, 302- impensable entre los acontecimientos, que
305, 307-311. 1976 [63] DE3: 28, 37, 57, 65, habría que apurarse a llenar con la triste
67, 69, 71. HS1: 39, 55, 184, 192-193. IDS: plenitud de la causa o por medio del ágil
33-35, 135, 149, 153, 161-166, 213, 216, 219- juego del espíritu (dos soluciones perfecta
220, 222-225, 232. 1977 [22] DE3: 138, 147, mente simétricas); sino que es un juego de
187-189, 194, 200-201, 210, 319, 327, 392, transformaciones específicas, diferentes unas
395-396. 1978 [129] D E 3 :429-430, 434, 460, de otras (cada una con sus condiciones, sus
514-518, 521, 527, 531-533, 582, 588, 593, reglas, su nivel) y ligadas entre ellas según
618, 626, 654-655, 722. STP: 10, 12-14, 17, esquemas de dependencia. La historia es el
19, 21-23, 27-28, 46-49, 57-59, 68, 76, 110- análisis descriptivo y la teoría de estas trans
112, 123-124, 135, 201, 221, 225, 227-229, formaciones" (DE1, 680). • "[...] soy, quizá,
335, 338, 341-342, 348-349, 351, 367-369. continuista en el tiempo, pero digamos que,
1979 [7] N B : 73, 266, 285-286. 1980 [4] a pesar de todo, en fin, tengo la vanidad, es
DE4: 16, 24, 28, 90. 1981 [23] DE4: 171, mi única vanidad a propósito de este libro
187-188, 191-192, 194, 197-199. 1982 [2] [ Les M ots et les choses], tengo la vanidad de
DE4: 235, 277. 1983 [2 ] DE4: 390, 466. haber establecido, por primera vez, la con
1984 [15] C V: 161, 186, 190, 286. D E4: 565, tinuidad sincrónica, las relaciones de simul
571, 590, 656, 661-662, 695. HS3: 21. 1985 taneidad que había entre campos epistemo
[3] D E4: 763-764, 769. 1988 [4 ] D E4: 808, lógicos tan diferentes como el estudio del
821, 824. lenguaje, el estudio de la economía y el es
tudio de la biología. Adquirí una disconti
nuidad pagando el precio de una continui
discontinuidad dad, o inversamente, como quiera usted"
(DFA, 21). Véanse: Arqueología, Episteme.
Foucault señala cuatro consecuencias de la
nueva disposición de la historia: la multipli D iscontinuité [146]: 1954 [1] DE1: 108.
cación de las rupturas, la importancia de la 1961 [3 ] H F: 132, 144, 520. 1962 [1] DE1:
noción de discontinuidad, la imposibilidad 191. 1963 [1] N C : 110. 1966 [19] DE1: 491,
de una historia global, la aparición de otros 504-505. MC: 43, 87,125, 229, 280, 286, 288,
problemas metodológicos. En este contex 305, 308, 349, 370, 389, 391. 1967 [7] DE1:
to, la noción de discontinuidad se ha con 586, 589. DFA: 21-23. 1968 [19] DE1: 673-
vertido en el eje del análisis histórico (AS, 674, 677, 679-680, 696, 698-701, 706, 710,
16). Según Foucault, tiene tres funciones: 712, 717, 731. 1969 [23] AS: 12-13, 16-17,
1) constituye una operación deliberada del 21, 23-24, 31, 40, 44, 46, 74, 78, 105, 150,
historiador (quien debe distinguir niveles, 153, 159, 225, 228, 264. 1970 [7 ] DE2: 37,
los métodos adecuados a cada uno, sus pe- 51-52, 64-65. 1971 [5] LVS: 162-163. OD: 54,
riodizaciones); 2) es también el resultado de 58, 60. 1972 [4] DE2: 279, 281, 315. 1974
la descripción; 3) se trata de un concepto [2] PP: 3, 54. 1975 [4] AN: 81, 142. DE2:
que no cesa de precisarse (adopta nuevas 793. SP: 132. 1976 [6] DE3: 31. HS1: 132.
formas y funciones específicas de acuerdo IDS: 12, 20, 104. 1977 [7] D E3: 142-144,
con los niveles que se le asignan) (AS, 16- 167. 1978 [12] DE3: 434-435, 641. STP: 43,
17). La arqueología, que se sitúa a sí misma 64, 89, 97, 238, 308. 1979 [1] N B : 112. 1980
dentro de este marco de renovación del co [5] DE4: 23, 25, 49, 56. 1982 [12] HS: 290-
nocimiento histórico, tiene una doble tarea. 292, 305, 400, 448, 468. 1983 [2 ] DE4: 457.
DISC O NTINU ID AD / DISCURSO 109
GSA: 288.1984 [3] CV: 166. DE4: 569. HS3: blecer nexos simbólicos, semejanzas, etc.,
229. 1985 [2] DE4: 769-770. entre fenómenos simultáneos o sucesivos
pertenecientes a una misma época. En el
segundo grupo encontramos las categorías
discurso de género, libro, obra. Foucault problematiza
el carácter supuestamente evidente de estas
El concepto de discurso aparece vinculado categorías. La unidad de los discursos no
a dos grandes problemáticas: el objeto de las puede identificarse con la unidad material
descripciones foucaultianas y la disposición del libro. En efecto, un discurso no puede
fundamental de la Época Clásica analizada encerrarse en los límites materiales del li
en Les M ots et les choses. • De acuerdo con bro; más allá del comienzo, del título y de
el primer sentido, la arqueología es análisis las líneas finales, implica un conjunto de
del discurso en la modalidad del archivo referencias a otros discursos y a otros auto
(DE1, 595). En L'Archéologie du savoir, res. Además, aun cuando sean materialmen
Foucault define el discurso como el "conjun te semejantes, la unidad de una antología no
to de enunciados que provienen de un mis es la misma que la de una publicación de
mo sistema de formación" (AS, 141) y, por fragmentos postumos o la de un tratado de
lo tanto, remiten a idénticas condiciones de matemática. La misma indeterminación
existencia (AS, 153). A medida que Foucault afecta la noción de obra. Respecto de la fun
sustituye la noción de episteme, primero por ción de la noción de autor, la relación que
la de dispositivo y, finalmente, por la de prác establece un autor con los textos publicados
tica, el análisis del discurso comenzará a bajo su propio nombre no es la inisma que
entrelazarse cada vez más con el análisis de la que establece con ellos cuando se sirve de
lo no discursivo (prácticas en general), y la un seudónimo, y la que establece con las
arqueología del discurso cederá su lugar a obras acabadas y publicadas difiere de la
un análisis genealógico y ético del discurso. que establece con aquellas inconclusas que
Este cambio está sujeto, a su vez, a despla proyectaba publicar (véase: Autor). El tercer
zamientos internos, puesto que Foucault grupo está compuesto por las nociones de
varía su concepción del poder. origen e interpretación, que nos autorizan a
remitir todo acontecimiento, por nuevo que
ARQUEOLOGÍA, SABER. parezca, a un origen históricamente no ve-
1) l a s u n i d a d e s d e l d i s c u r s o . La primera eta rificable, o a buscar más allá de la formula
pa de la arqueología es negativa: consiste en ción de los enunciados, más allá de lo dicho,
liberarse de, o al menos suspender momen lo no dicho, la intención del sujeto, su acti
táneamente, todas aquellas categorías o vidad consciente o el juego de fuerzas in
conceptos a través de los cuales se diversifi conscientes (AS, 31-43).
ca y se conserva el tema de la continuidad, 2 ) f o r m a c i o n e s y p r a c t i c a s d i s c u r s i v a s . La se
o por los cuales la historia de las ideas redu gunda etapa de esta metodología puede de
ce la discontinuidad histórica valiéndose de finirse como el proyecto de una descripción
la función sintetizante del sujeto. Foucault de los hechos (événements) discursivos co
enumera tres grupos de categorías: las que mo horizonte para investigar las unidades
relacionan discursos, las que clasifican dis que estos conforman (AS, 38-39). Foucault
cursos y las que garantizan una continuidad elabora cuatro hipótesis de investigación a
infinita. En el primer grupo encontramos la fin de establecer relaciones entre los discur
noción de tradición, que nos permite descu sos y'explicitar su unidad, fundada en: 1) la
brir en todo cambio, en toda novedad, un unidad del objeto; 2) su forma y su tipo de
fondo permanente; la categoría de influen encadenamiento, en su estilo', 3) la perma
cia, que establece una causalidad -vagamen nencia de determinados conceptos; 4) la
te explicitada- entre individuos, obras, con identidad de determinados temas. En un
ceptos o teorías; las categorías de desarrollo primer momento, guiado por sus indagacio
y evolución, que reagrupan una sucesión de nes históricas anteriores, Foucault rechaza
hechos o discursos dispersos a partir de un cada una de estas hipótesis y propone una
mismo principio organizador; las categorías solución diferente, aunque paralela, a cada
de mentalidad y espíritu, que permiten esta una de ellas: reglas de formación de los ob
110 DISCURSO
jetos (AS, 55-67), de las modalidades enun trol discursivo en las que se manifiesta la
ciativas (AS, 68-74), de los conceptos (AS, logofobia que caracteriza nuestra cultura
75-84), de las estrategias discursivas (AS, (OD, 52-53): 1) Procedimientos de exclu
85-93). • En otro lugar, Foucault distingue sión. En primer lugar, encontramos tres ti
tres criterios para la descripción individua pos de prohibición (rituales, tabúes): respec
lizante del discurso: 1) Criterios de forma to de qué objetos puede hablarse, en qué
ción: la individualidad de un discurso, como circunstancias y qué sujetos pueden hacerlo.
la economía política o la gramática general, En segundo lugar, la oposición o división
no depende de la unidad de un objeto, ni de razón/locura: desde la Edad Media, el dis
la estructura formal, ni tampoco de una ar curso del loco no puede circular como el de
quitectura conceptual coherente, sino más los otros. En tercer lugar, la antítesis entre
bien de la existencia de reglas de formación verdadero y falso. Como subraya nuestro
para sus objetos, sus operaciones, sus con autor, a primera vista no parece razonable
ceptos, sus opciones teóricas. Individualizar ubicar en un mismo nivel la oposición entre
una formación discursiva consiste en definir verdad y falsedad, la oposición entre razón
este juego de reglas. 2) Criterios de transfor y locura, y los diversos estamentos de exclu
mación o umbrales: individualizar una for sión mencionados antes; pero, desde una
mación discursiva consiste en definir las perspectiva genealógica, no habría razón al
condiciones precisas que en un momento guna para privilegiar la oposición entre ver
dado permitieron establecer las reglas de dad y falsedad. Para justificar este punto de
formación de los objetos, las operaciones, vista, Foucault hace referencia, como
los conceptos y las opciones teóricas, así co Nietzsche y Heidegger, a ese momento esen
mo determinar el umbral de transformación cial para Occidente que se sitúa entre
de nuevas reglas. 3) Criterios de correlación: Hesíodo y Platón, a partir del cual el discur
la medicina clínica, por ejemplo, puede con so deja de valer por lo que es (discurso ri
siderarse una formación discursiva autóno tual, por ejemplo) o por lo que hace (curar
ma si es posible delimitar las relaciones que o juzgar) y comienza a ser estimado por lo
la definen y sitúan respecto de otro tipo de que dice (O D , 17-19). 2) Procedimientos
discursos (la biología, lá química) y respec de control internos al discurso. Se trata del
to del contexto no discursivo donde funcio control que los discursos ejercen sobre otros
na (instituciones, relaciones sociales, coyun discursos. Entre estos procedimientos en
tura económica y política) (DE1, 675). Nos contramos, en primer lugar, el comentario.
hemos ocupado detalladamente de cada una Foucault supone que en toda sociedad exis
de estas reglas y de estos criterios en el ar te un desfase entre dos tipos de textos: los
tículo Form ación discursiva. que podríamos llamar "primarios" y los "se
3) e n u n c i a d o . "[...] el discurso está constitui cundarios", que no hacen otra cosa que re
do por un conjunto de secuencias de signos, petir y retomar lo que se dice en los textos
en tanto que ellas son enunciados, es decir, primarios con el fin de sacar a la luz una
en tanto que se les puede asignar modalida pretendida verdad originaria que ha perma
des de existencia particulares" (AS, 141). necido oculta. La relación entre unos y
Véase: Enunciado. otros, entre textos que pueden decir y tex
tos que retoman lo que ya ha sido dicho,
g e n e a lo g ía , p o d e r . "Las prácticas discursivas restringe las posibilidades discursivas im
no son pura y simplemente modos de fabri poniendo como límite los textos primarios.
cación de discursos. Ellas toman cuerpo en En segundo lugar, entre estos controles
el conjunto de las técnicas, de las institucio Foucault señala la noción de autor, lo que,
nes, de los esquemas de comportamiento, de en L'Archéologie du savoir, denomina "posi
los tipos de transmisión y de difusión, en las ciones subjetivas", es decir, lo que determina
formas pedagógicas que, a la vez, las impo en el nivel de las instituciones y de la socie
nen y las mantienen" (DE2, 241). dad quién puede sostener un tipo determi
1 ) c o n t r o l d i s c u r s i v o . En esta línea, para in nado de discurso. En tercer lugar, se detie
corporar el orden de lo no discursivo, en ne sobre la disciplina, que determina las
L'Ordre du discours Foucault distingue co condiciones que debe cumplir una proposi
mo objeto de análisis varias formas de con ción para poder pertenecer a un dominio
DISCURSO 111
determinado del saber y ser considerada entre el sujeto y la verdad será diferente: se
como verdadera o como falsa (OD, 38). tratará, entonces, de volcar en el discurso la
3) Procedimientos de enrarecimiento (raré- verdad de sí mismo, la hermenéutica de su
fa ction ). Se trata de procedimientos que li propio deseo, de sus propios pensamientos,
mitan el intercambio y la comunicación de de sus propias imaginaciones. Así, el discur
los discursos y que determinan la apropia so se vuelve un modo de objetivación del
ción social de estos: las instancias rituales, sujeto en términos de verdad (HS, 317) y,
religiosas o no, el sistema educativo, el apa como tal, será la modalidad fundamental
rato judicial, etcétera. • L'Ordre du discours en la confesión y, posteriormente, en el dis
es, según Foucault, un texto de transición, curso de las ciencias humanas y del psicoa
donde el análisis del discurso es abordado a nálisis. Véanse: Ascesis, Confesión, Deseo,
partir de una perspectiva inadecuada del Psicoanálisis.
funcionamiento del poder, todavía demasia
do circunscrita al ámbito de la ley. Foucault ÉPOCA CLÁSICA, REPRESENTACIÓN. En la É p O C a
reemplazará luego esa perspectiva por la del Clásica, la tarea del lenguaje es representar
poder como tecnología (DE3, 228-229). el pensamiento. Ahora bien, precisa Foucault,
2) ESTRATEGIAS, TÁCTICAS, LU CH AS. "N o intento representar no quiere decir traducir, es de
encontrar detrás del discurso una cosa que cir, ofrecer una versión perceptible del pen
sería el poder y que sería su fuente, como samiento. Tampoco se requiere ninguna
en una descripción de tipo fenomenológico actividad interior, esencial o primitiva de
o de cualquier método interpretativo. [...] significación. Podríamos decir que el rol del
El poder no está, pues, fuera del discurso. El sujeto consiste en reproducir el orden del
poder no es ni la fuente ni el origen del dis mundo y no en producirlo. En este sentido,
curso. El poder es algo que funciona a través no existe ninguna actividad humana en
del discurso, porque el discurso es, él mis cuanto tal que pueda calificarse como tras
mo, un elemento en un dispositivo estraté cendental. El orden del mundo es preexis
gico de relaciones de poder" (DE3, 465). tente al sujeto e independiente de él y, por
• No hay de un lado discurso y del otro po ello, la ú n i c a a c t i v i d a d del sujeto, del ego
der, opuestos entre sí. Los discursos son ele cogito, es alcanzar la claridad de los concep
mentos o bloques de tácticas en el campo de tos y la certeza de las representaciones.
las relaciones de fuerza; los hay diferentes y Entre el mundo y el hombre, entre el ser y
aun contradictorios dentro de una misma el pensamiento, entre el "yo soy" y el "yo
estrategia (HS1, 134). • En “II faut défendre pienso", existe un nexo establecido por el
la société", Foucault analiza el discurso de discurso, por la transparencia de los signos
la "guerra de razas" como un instrumento lingüísticos y por la función nominativa del
de lucha (IDS, 52-53). lenguaje. En él d i s c u r s o , representación d u
3) é t i c a , s u j e t o . En los volúmenes I y II de plicada, se entrelazan la representación-re
Histoire de la sexualité y en L'Herméneutique presentante y la representación-representa
du sujet, Foucault se ocupa de la función del da. • "En el umbral de la É p o c a Clásica, el
discurso como formador de la subjetividad. signo deja de ser una figura del mundo, de
Esta función consiste en ligar el sujeto a la ja de estar ligado a lo que él marca por los
verdad. En la Época Clásica y en la época nexos sólidos y secretos de la semejanza y
helenística se trata no de descubrir una ver de la afinidad" (MC, 72). Según Foucault, el
dad en el sujeto ni de hacer del alma el ob clasicismo define el signo por medio de tres
jeto de un discurso verdadero, sino de armar variables: el origen del nexo con lo que el
al sujeto con una verdad (DE4, 362). Para signo representa (natural, convencional), la
los griegos, y también para los romanos, la naturaleza del nexo (un signo forma parte
ascesis tiene como principal objetivo la cons de lo que representa o está separado de
titución del sujeto. Parte esencial de ella es ello), la certeza del nexo (constante, proba
la dotación (el equipamiento, la paraskeué) ble). Foucault señala tres consecuencias de
al sujeto de discursos verdaderos, que pue este nuevo estatuto del signo. 1) El lenguaje
dan convertirse en la matriz de los compor deja de pertenecer al mundo de las cosas y
tamientos éticos (HS, 312). A partir del cris se instala en el ámbito del conocimiento.
tianismo, la función del discurso como nexo Sólo hay signo desde el momento en que se
112 DISCURSO
conoce la relación de sustitución entre dos nes. Aquí radica lo esencial de la noción
elementos conocidos. 2) Para funcionar, el foucaultiana de discurso aplicada a la Época
signo requiere que, al mismo tiempo que se Clásica: la posibilidad de representar articu
lo conoce, se conozca también aquello que ladamente las representaciones, de analizar
representa. Para que un elemento de una en lo sucesivo de la proposición la simulta
percepción, por ejemplo, pueda servir como neidad del pensamiento. A través del discur
signo, es necesario que se la distinga y sepa so, duplicando las representaciones, es po
re de aquello de lo que formaba parte. La sible disponer las series sucesivas de estas
constitución del signo es inseparable del en un cuadro simultáneo de identidades y
análisis de la representación. 3) Los signos diferencias. En otras palabras, es posible
naturales son sólo un esbozo de lo que se analizar el pensamiento y, por esta vía, esta
instaura por convención. Un sistema arbi blecer una taxonomía de los seres. El discur
trario de signos, por otro lado, debe permitir so, el poder de representar articuladamente
el análisis de las cosas en sus elementos más las representaciones, funda el nexo entre el
simples (MC, 72-77). Ahora bien, como ve pensamiento y los seres, y funda, como diji
mos, un signo puede ser más o menos pro mos, la posibilidad de reconstituir un cua
bable, estar más o menos alejado de lo que dro ordenado de identidades y diferencias a
representa, ser natural o arbitrario; pero lo partir de cuanto nos es dado a través de los
que lo define como signo es la relación entre sentidos y, sobre todo, a través de la imagi
el significante y el significado, que se esta nación. • La gramática general tendrá por
blece en el orden del conocimiento, de la función estudiar el funcionamiento repre
representación. Según la definición de la sentativo del lenguaje: se trata de un análisis
Gramática de Port-Royal, el signo encierra del nexo que une las palabras entre sí (teoría
dos ideas -la de la cosa que representa otra de la proposición y del verbo), de las dife
y la de la cosa representada-, y su naturale rentes clases de nombres y de la manera en
za consiste en evocar la primera por medio que recortan la representación y se distin
de la segunda (MC, 78). "El análisis de la guen entre sí (teoría de la articulación), de
representación y la teoría de los signos se la manera en que las palabras designan lo
penetran absolutamente la una a la otra que dicen en su valor primitivo (teoría del
[...]" (MC, 79). • Durante la Época Clásica, origen, de la raíz) y sus desplazamientos
pensar consistía en elaborar un método uni (teoría de la retórica y de la derivación)
versal de análisis que condujese a la certeza (MC, 106-107). • A diferencia del
mediante una adecuada concordancia en Renacimiento, el lenguaje no se mueve en el
tre signos-representantes y representacio espacio del comentario, limitado por su tra
nes-representadas, de modo que los signos bajo infinito y la existencia de un Texto pri
repitieran el mundo ordenadamente, ofre mitivo. En su lugar, debido a las exigencias
ciéndonos un "cuadro” de los seres que de de la máthesis y la taxonomía (véase: Episteme
sordenadamente constituyen el mundo. La clásica), nos encontraremos con la ars com
posibilidad de este método universal de aná binatoria y la enciclopedia. Ellas constituyen
lisis se funda en la capacidad de nombrar, el momento científicamente fuerte del clasi
de atribuir un nombre -u n signo represen cismo.
tante- a cada una de nuestras representacio
nes y articular estos nombres entre sí. El l i t e r a t u r a , LING Ü ÍSTICA. En el siglo XIX, la
discurso es, para la Época Clásica, la reduc literatura se distingue cada vez más del mo
ción del lenguaje al funcionamiento en la do de ser del lenguaje en la Época Clásica,
proposición. Esta es la exigencia fundamen del discurso concebido como análisis de la
tal -Foucault diría "la exigencia epistémi- representación (M C, 313)... En la cultura
ca”- de todo el pensamiento clásico, que contemporánea, la literatura, como la lin
determina la forma de todas las ciencias clá güística, pasa a ocupar el lugar del discurso
sicas: exigencia de nombrar, de duplicar las en la Época Clásica (MC, 394).
representaciones, y de articular los nombres
de las representaciones mediante la función a c o n t e c im ie n to
d is c u r s iv o . "Por aconteci
copulativa del verbo "ser” que, en efecto, miento discursivo no entiendo un hecho que
afirma la coexistencia de las representacio tendría lugar en un discurso, en un texto,
D ISCURSO / DISPOSITIVO 113
sino un acontecimiento que se dispersa en 102, 116, 119, 128-130, 132-135, 139, 145,
las instituciones, en las leyes, en las victo 148, 153, 159, 162, 170-171, 184-185, 189,
rias o en las derrotas políticas, en las rei 207, 209-210. IDS: 3, 7, 9-13, 15, 22-24, 27,
vindicaciones, en los comportamientos, en 33-37, 42-53, 57-73, 116-120, 123, 125-126,
las revueltas, en las reacciones" (LVS, 187). 145-147, 162, 165, 169-170, 173-174, 184-
Véase: Voluntad de verdad. 186, 193-194, 198-204, 208, 211,\229. 1977
[223] DE3: 145-151, 162-163, 165-169, 175-
* Discours [5052]: 1963 [107] N C : VII-VIII, 178, 180, 228-230, 236, 244-246, 248-253,
X-XV, 62, 118, 158, 172, 175, 200-202, 211. 257-260, 262-263, 298-299, 301, 303, 312-
1966 [322] DE1: 497, 501-502, 506-509, 315, 318, 320-321, 323, 357-358, 367, 369,
511-512, 514, 518-523, 525, 536-539, 545, 372, 402, 410, 412-414. 1978 [192] DE3:
547-548, 551. MC: 9, 45, 49-50, 55-59, 63, 435, 464-467, 469-470, 473-474, 483-485,
77, 80-81, 93-100, 102-103, 105-117, 120- 583-585. STP: 5-6, 25. 1980 [48] DE4: 67-
122, 127, 132-136, 142-143, 147-148, 151, 71. 1982 [263] H S: 308-309, 312-313, SIS-
156, 160, 163, 170-171, 179-180, 182, 216- SIS, 328-332, 334, 338, 341-343, 346-348,
217, 220-224, 229-230, 232, 240, 243-246, 350, 355-356, 359, 362-363, 365-367, 369,
248-249, 251, 262, 264, 268-269, 293, 295- 373-374, 382-386, 388-391, 397-398, 433,
296, 306, 309, 311-313, 315-323, 325-326, 450, 464, 467. 1983 [582] DE4: 418-420.
331-332, 334, 346-350, 352, 355, 357, 364, GSA: 55-56, 65-68, 70-71, 123-127, 129, 134,
366, 369-370, 372-373, 384-385, 388, 390- 140, 144, 146-147, 184-185, 197, 217-219,
391, 394-395, 397. 1967 [63] DE1: 588-591, 282, 285-290, 293, 295-296, 298-309, 324-
593-596, 598-600, 605-607, 611-613, 615, 326.1984 [406] CV: 4-5, 11-13, 25-29, 62-65,
621-623. 1968 [244] DE1: 650, 660-661, 103, 105, 112, 115, 134-138, 147-148, 202.
674-714, 716-722, 724-731. 1969 [539] AS: DE4: 628, 632-634, 677-678, 741-742. 1985
15, 17, 22, 27, 31-34, 36-48, 50-51, 55-74, [4] DE4: 769-770.
77-78, 80-81, 83, 85-101, 105-107, 122, 125,
130, 136, 141, 148, 150, 153, 155-156, 158,
160-162, 164, 166-173, 177-178, 180-187, dispositivo
190-192, 194-200, 202, 204-206, 208-211,
213-218, 220, 222-223, 225, 229-232, 235- En la obra de Foucault se suele distinguir;
238, 240-244, 246-247, 251-253, 255, 260- al menos, un período arqueológico y otro
263, 267-268, 270-275. DE1: 750-751, 772- genealógico. En términos bibliográficos, Les
776, 778-781, 783-784, 787-788, 790-791, M ots et les choses y L'Archéologie du savoir
798-808, 810-812, 817-818, 828, 839-841, (H S1), por un lado, Surveiller et p u n ir y La
843, 845. 1970 [58] DE2: 8-10, 12-13, 15,17, Volonté de savoir (HS1), por el otro. Ahora
19-20, 22, 28-29, 34, 50, 54, 57-58, 65-66, 68, bien, mientras que las dos primeras obras
70, 74, 76, 79, 81-83, 98. 1971 [457] DE2: están centradas en la descripción arqueoló
158-159, 161, 164-169, 207-208. LVS: 4-8, gica de la episteme y de los problemas me
18-20, 26, 28, 31-33, 35-40, 43-50, 52-53, 55- todológicos que ella plantea, las dos restan
56, 58-69, 73, 78, 81, 82, 84, 88, 92-94, 97, tes proponen una descripción genealógica de
98, 100, 106, 123, 144-147, 149, 155-159, dispositivos (el disciplinario y el de sexuali
174-175, 180, 183, 185-189, 192-193, 212, dad, respectivamente). Este cambio de pers
241. O D : 7-12, 14-18, 20-29, 31, 35-55, 59, pectiva y de objeto de análisis responde a las
61-62, 64-74, 78-81. 1972 [61] DE2: 256- dificultades descriptivas de la arqueología y
258, 281-285, 369-371. 1973 [45] DE2: 405- a la consiguiente introducción del análisis
406, 408-412. 1974 [222] DE2: 473-474, del poder. En efecto, la arqueología permitía
539-540, 542, 544, 561, 570, 607, 621, 623, describir los discursos de las diferentes epis
629-638, 644-646, 650, 652. PP: 57-60, 86- temes (renacentista, clásica, moderna), pe
88, 95-96, 123, 164-166. 1975 [307] AN: 3, ro, encerrada en el orden de lo discursivo,
7, 11-12, 14-15, 20, 30-34, 141. DE2: 719- no podía describir los cambios en sí mis
721, 790, 808-809. 1975 [307] SP: 27, 29, mos, sino sólo en sus resultados. Como re
33-35, 51, 193-194. 1976 [685] DE3: 36-37, conocerá el propio Foucault, faltaba a su
39, 52, 112, 122-124, 126-129. HS1: 9-16, 58, trabajo el análisis del poder, de la relación
60, 64, 71, 73-76, 78, 82-84, 86-92, 94-98, entre lo discursivo y lo no discursivo. A esta
114 DISPOSITIVO / DISPOSITIVO DE SEG UR ID AD
necesidad responde la introducción del con Este efecto fue la constitución de un medio
cepto de dispositivo como objeto de la des delictivo diferente de las ilegalidades del si
cripción genealógica. El dispositivo es, en glo XVin. La prisión sirvió como filtro, con
definitiva, más general que la episteme, centración y profesionalización de ese me
que podría ser definida como un dispositi dio. Pero a partir de 1830 asistimos a una
vo exclusivamente discursivo (DE3, 301). reutilización de este efecto involuntario y
Foucault hablará de dispositivos disciplina negativo; el medio delincuente es utilizado
rios, carcelarios, dispositivos de poder, de para fines políticos y económicos diversos
saber, de sexualidad, de alianza, de subjeti (por ejemplo, la organización de la prostitu
vidad, de verdad, etc. • Para ser exhaustivos, ción) (DE3, 299-300).
podemos delimitar la noción foucaultiana
de dispositivo del siguiente modo: 1) Es la D is p o s itif[312]: 1974 [51] PP: 14-15, 48, 54-
red de relaciones que se pueden establecer 55, 66-67, 79, 82-83, 86-87, 109, 143, 147,
entre elementos heterogéneos: discursos, 152, 156, 163-164, 186, 233, 299-301, 305-
instituciones, arquitectura, reglamentos, le 310, 316, 324. 1975 [28] AN: 45, 65, 164,
yes, medidas administrativas, enunciados 177, 282, 292. DE2: 719, 759, 827. SP: 142,
científicos, proposiciones filosóficas, mora 145, 170, 173, 176, 178-179, 199, 202-203,
les, filantrópicas, lo dicho y lo no dicho. 206, 208-209, 211, 269, 287, 306. 1976 [99]
2) Establece la naturaleza del nexo posible DE3: 18, 113. HS1: 33, 58, 63, 67, 82, 91,
entre estos elementos heterogéneos. Por 99, 111, 132, 139-147, 149-150, 160-162,
ejemplo, el discurso puede funcionar como 166-173, 185, 198, 200-201, 203-211. IDS:
programa de una institución, como elemen 152, 154, 169. 1977 [57] DE3: 159, 201, 207,
to para justificar u ocultar una práctica, o 233-234, 248, 251-253, 260, 298-302, 306-
puede ofrecerle un campo nuevo de raciona 307, 312-314, 320-321, 323, 331, 422. 1978
lidad a esa práctica, como interpretación a [44] DE3: 465, 527, 570, 575-576, 594, 632.
posteriori. 3) Se trata de una formación que STP: 7-8, 31, 38-39, 46-48, 50, 64, 86, 152,
en un momento dado tiene que responder a 293, 304, 310, 312-314, 323, 362. 1979 [10]
una urgencia. Cumple así una función estra DE3: 731, 772. N B : 20, 22, 71-72, 75. 1980
tégica, como la reabsorción de una masa de [1] DE4: 28. 1982 [10] DE4: 240-241. HS:
población flotante que resulta excesiva para 305, 344, 393, 441, 450, 464, 469. 1983 [5]
una economía mercantilista (este imperati DE4: 368-370, 375. 1984 [7] DE4: 659-662.
vo estratégico fue la matriz de un dispositi
vo que se convirtió poco a poco en el con-
trol-sujeción de la locura, de la enfermedad dispositivo de alianza
mental, de la neurosis). 4) Además de defi
nirse por la estructura de elementos hete Acerca del dispositivo de alianza, véase:
rogéneos, un dispositivo se define por su Sexualidad.
génesis. Foucault distingue, al respecto, dos
momentos esenciales: el predominio del ob Dispositif d'alliance [15]: 1976 [15] HS1: 140-
jetivo estratégico y la constitución del dispo 145, 149.
sitivo propiamente dicho. 5) El dispositivo,
una vez constituido, se sostiene como tal en
la medida en que tiene lugar un proceso de dispositivo de seguridad
sobredeterminación funcional: cada efecto,
positivo o negativo, querido o no querido, En la primera clase del curso Sécurité, terri-
entra en resonancia o contradicción con los toire, population, Foucault introduce la pro
otros y exige un reajuste. Se verifica, ade blemática de los dispositivos de seguridad
más, un proceso de perpetuo completarse (normalmente en plural) comparándolos con
( remplissement) estratégico. Un ejemplo es los dispositivos legales y jurídicos, por un
el caso de la prisión. El sistema carcelario lado, y con los disciplinarios, por otro. Así,
produjo un efecto que no estaba previsto de en el caso del robo, los dispositivos legales y
antemano, ni tuvo nada que ver con la astu jurídicos, característicos de la Edad Media,
cia estratégica de un sujeto meta o transhis- establecerán su prohibición según la ley y la
tórico que lo habría querido o planificado. consiguiente pena. Los dispositivos discipli-
D ISPOSITIVO DE SEGURIDAD 115
nes de dominación son relaciones de poder a una apropiación, sino a disposiciones, ma
que, en lugar de ser móviles y permitir a los niobras, tácticas, técnicas, funcionamientos
partners una estrategia que las modifique, (SP, 3 1 ).» N o es la dominación global la que
están bloqueadas y congeladas (DE4, 710- se pluraliza y se distribuye hacia abajo. Hay
711). Las relaciones de poder, a diferencia que analizar la dominación desde abajo, a
de los estados de dominación, suponen el partir de los fenómenos, las técnicas, los
ejercicio de la libertad (DE4, 720). El poder procedimientos de poder (DE3, 181; IDS,
no es un sistema de dominación que contro 24). • A partir del siglo XVIII, no sólo hubo
la todo y no deja ningún espacio a la libertad una racionalización económica, sino tam
(DE4, 721). bién una racionalización de las técnicas po
líticas, de las técnicas de poder y de las téc
g o b i e r n o , r e s i s t e n c i a . Entre los juegos de nicas de dominación. La disciplina es una
poder y los estados de dominación se en parte importante de este proceso (DE3, 392).
cuentran las técnicas de gobierno (DE4, • La disciplina establece un nexo coercitivo
728). • En la relación consigo inismo (ele entre la potenciación de las aptitudes de los
mento constitutivo de la gubemamentali individuos y una dominación creciente (SP,
dad) encontramos un conjunto de prácticas 140). • La disciplina es una técnica de domi
que permiten constituir, definir, organizar nación de extrema racionalidad (DE3, 395).
estrategias que los individuos pueden desa
rrollar respecto de los otros (DE4, 728). sí m is m o . Para los griegos de la
p r á c tic a s d e
• Foucault denomina "gubemamentalidad" Época Clásica, el individuo debe, a fin de
al encuentro de las técnicas de dominación constituirse como sujeto virtuoso y tempe
y las técnicas de sí (DE4, 785). rante, instaurar respecto de sí mismo una
relación de dominación-obediencia (HS2,
Foucault distingue cuatro tipos de
té c n ic a s . 82). Véase: Cuidado.
técnicas: de producción (que permiten pro
ducir, transformar y manipular objetos), de l u c h a s . Hoy en día prevalecen las luchas
significación o comunicación (que permiten contra la sujeción -la sumisión de la subje
la utilización de signos y símbolos), de po tividad- aun cuando las luchas contra la
der y de dominación (que permiten determi dominación y la explotación no hayan des
nar la conducta de los otros) y técnicas de aparecido (DE4, 228).
sí (aquellas que permiten a los individuos
realizar ciertas operaciones sobre sí mis b u r g u e s í a , c l a s e . Cualquier cosa puede de
mos: sobre el cuerpo, sobre el alma, sobre ducirse del fenómeno general de domina
el pensamiento, etc.) (DE4, 171, 185). ción de la clase burguesa (IDS, 28). Véase:
Burguesía.
c o n t r a t o , g u e r r a . En "// fau t défendre la so
ciété", Foucault opone dos esquemas de aná ESTADO, SOBERANÍA, DERECHO. El siglo XIX S e
lisis del poder: el esquema jurídico contrato- preocupó por las relaciones entre las gran
opresión, y el esquema guerra-represión- o des estructuras económicas y el poder del
guerra-dominación. En este último, la domi Estado; ahora los problemas fundamentales
nación no es un abuso de poder, sino una son los pequeños poderes y los sistemas di
relación de fuerza, de guerra perpetua (IDS, fusos de dominación (DE2, 806). • El dis
17). • En lugar de derivar el poder de la so curso y la técnica del derecho tuvieron por
beranía, en "II faut défendre la société" se función esencial disolver la dominación
trata de extraer histórica y empíricamente dentro del poder para hacer aparecer, en su
los operadores de dominación (IDS, 38) y lugar, dos cosas: los derechos legítimos de
de entender la guerra como analizador de la soberanía y la obligación legal de la obe
las relaciones de dominación (IDS, 40). diencia. Foucault presenta la situación in
versa, esto es, muestra cómo el derecho es
La microfí-
MICROFlSICA D E L PODER, DISCIPLINA. un instrumento de dominación. Pero no só
sica del poder supone concebir el poder no lo la ley, sino también las instituciones, los
como una propiedad, sino como una estra reglamentos. Por dominación no hay que
tegia; atribuir sus efectos de dominación no entender un hecho masivo y global de pre
D O M IN AC IÓ N / DON QUIJOTE 119
dominio de uno sobre otros o de un grupo MC: 345.1970 [3] DE2: 24, 87-88.1971 [25]
sobre otro, sino las múltiples formas en que DE2: 145, 148, 237. LVS: 4-6, 18, 63, 66-67,
puede ejercerse el poder en una sociedad 134, 166, 202-203, 205-206. OD: 12.1972 [2]
(DE3, 177-178; IDS, 30, 33). • En las socie DE2: 310, 361.1973 [1] DE2: 409. 1974 [17]
dades humanas no hay poder político sin DE2: 496-497, 532, 539, 546-547, 549, 614,
dominación (DE4, 40). 640, 679, 682, 684. PP: 84, 237,'336. 1975
[21] AN: 19, 282. DE2: 694, 725, 790, 806-
h o b b e s . El discurso filosófico-jurídico de 807, 815. SP: 30-31, 139-140, 147, 193, 225,
Hobbes ha sido una m anera de bloquear el 234, 277, 298, 312. 1976 [146] DE3: 33, 35,
discurso del historicismo político del siglo 74, 83, 94-95, 123, 125, 127-130. HS1: 84,
XVII, sustituyendo el concepto de domina 112-114, 117, 121, 126, 128, 135, 158, 165,
ción por el de soberanía (ID S, 96). • La 173, 186. IDS: 14, 17-18, 21, 24-28, 30, 33,
soberanía, sea que se trate de una repúbli 37-40, 47, 55, 57, 82, 87-88, 90, 94-96, 128-
ca por institución o por adquisición, no se 129, 131-132, 139, 150, 170, 175-176, 178-
establece por una dominación belicosa, si 179, 189, 193, 195, 200-202, 204-206, 208-
no por el cálculo que permite evitar la gue 211, 234. 1977 [63] DE3: 146, 152, 170,
rra (IDS, 243). 173-174, 177-178, 180-182, 184, 187, 194,
199, 232, 280, 305, 307, 348, 378-379, 390-
nación. A partir de la obra de Sieyés ¿Qué es 392, 394-395, 406-407, 424-425. 1978 [37]
el tercer Estado?, lo que constituye una na DE3: 433, 500, 533, 548, 558, 560, 579, 581,
ción no es la dominación sobre otras, sino 607, 681, 688, 714, 716. STP: 29, 66, 243,
sus capacidades y virtualidades que se orde 248, 256, 266, 299-301, 306, 308, 312, 316,
nan hacia la constitución del Estado (IDS, 324. 1979 [13] DE3: 798, 804. N B : 28, 54,
200 ). - 61,73, 96, 111, 129, 133, 299. 1980 [7] DE4:
40, 73, 82, 85, 89. 1981 [6] DE4: 170-171,
r a z ó n . Se podría concluir que la promesa del 186. 1982 [23] DE4: 227-228, 233-234, 243,
Iluminismo de alcanzar la libertad por.el 261, 264-265, 277, 344. HS: 60, 177, 290,
ejercicio de la razón fue reemplazada por 434. 1983 [29] DE4: 438, 447, 449-451, 476,
el dominio de la razón a través del pensa 482-483, 500-502, 517, 540, 547. GSA: 6, 41,
miento científico, de la técnica y de la orga 73,138,244-245, 248, 345.1984 [85] CV: 10,
nización política (DE4, 73, 438). • La historia 207, 276. DE4: 588-590, 596, 676, 678, 710-
de la razón como historia de la dominación 711, 714-716, 720-721, 724, 727-729, 746.
de la razón forma parte de la interrogación HS2: 11, 20, 75-77, 81-82, 91, 96-97, 101-
filosófica desde Max W eber hasta Habermas 102, 105-106, 143, 146, 159, 190, 203, 224,
(DE4, 438). Véase: Modernidad. 238, 242-243, 265, 268. HS3: 34, 43-44, 82,
84-85, 262, 272.1985 [1] DE4: 768. 1988 [8]
Para Foucault, no se puede hacer
a re n d t. DE4: 785.
una distinción tan tajante entre relaciones
de poder y relaciones de dominación como
la que realiza Hannah Arendt. Es necesario D o n Quijote
adoptar una perspectiva empírica y analizar
caso por caso (DE4, 589). La obra D on Quijote, de Cervantes, señala
los límites de la episteme renacentista y el
El análisis de los proce
g u b e r n a m e n ta lid a d . comienzo de la clásica. En este sentido, Don
dimientos y las tecnologías de la guberna Quijote es la primera obra moderna (MC,
mentalidad implica deshacerse de "una 62), que propone nuevas relaciones entre la
Teoría General del Poder (con todas las ma semejanza y los signos. "Don Quijote no es
yúsculas) o de las explicaciones por la el hombre de la extravagancia, sino, más
Dominación en general" (GSA, 41). bien, el peregrino meticuloso que se detiene
ante todas las marcas de la semejanza" (MC,
Véase: Arendt. Véanse: Historia, Poder. 60). El tiene que demostrar que los persona
jes de los libros de caballería dicen la ver
D om ination [494]: 1961 [5 ] HF: 230, 525, dad, debe colmar de realidad los signos con
607, 626. IAK: 25. 1963 [1] NC: 23. 1966 [1] tenidos en estos relatos. "Don Quijote debe
120 D O N QUIJOTE / D U M É ZIL , GEO R G ES
ser fiel a este libro en el que él mismo se ha zón. El entrevistador, J.-P. Weber, le sugiere
convertido realmente" (MC, 62). Las obras como posibilidad el psicoanálisis, Lacan en
Justine y Juliette, de Sade, se encuentran en particular. Foucault responde: "Sí, pero
la misma posición respecto de la cultura también y principalmente Dumézil. [...] Por
moderna que la obra de Cervantes (MC, su idea de estructura. Como Dumézil hizo
223). "Juliette extenúa este espesor de lo re con los mitos, yo traté de descubrir las for
presentado para que afloren en él sin el me mas estructuradas de experiencia cuyo es
nor defecto, la menor reticencia, el menor quema se puede hallar, con modificaciones,
velo, todas las posibilidades del deseo" (MC, en diferentes niveles" (D E 1 ,168). La estruc
223). Claramente, Foucault utiliza "moder tura en cuestión en el trabajo de Foucault
no" en dos sentidos diferentes: con el senti es la exclusión, la segregación social.
do específico que tiene en Les M ots et les
choses, cuando afirma que las obras de Sade Algunos años más tarde,
c ie n c ia s h u m an as.
inauguran la cultura moderna, y con un en Les M ots et les choses, el nombre de
sentido más amplio, que incluye la Época Dumézil vuelve a aparecer. Ya no se trata
Clásica, cuando afirma que D o n Quijote es sólo de un reconocimiento personal y tam
la primera obra moderna. • "En el fondo, poco de la afirmación de un nexo metodoló
mis comentarios sobre D o n Quijote son una gico, sino de un juicio histórico sobre la
especie de pequeño teatro en el que quería ubicación y el sentido histórico de su obra.
poner en escena primero lo que yo contaría Esta referencia se encuentra en el último
posteriormente [...]. Quería divertirme mos capítulo, titulado "Las ciencias humanas",
trando en el Q uijote esta especie de descom en la sección "Los tres modelos". Según
posición del sistema de signos que se verifi Foucault, se podría llevar a cabo una histo
ca en la ciencia entre los años 1620 y 1650. ria de las ciencias humanas en los siglos
N o estoy convencido de qUe ello represente XIX y XX siguiendo la preeminencia del
el fondo y la verdad del Q uijote" (DE2, 171). modelo biológico en un primer momento,
del económico luego y finalmente del filoló
D on Quichotte [45]: 1961 [6 ] HF: 56-58, 60, gico. Pero este desplazamiento, según nues
109. 1963 [3 ] DE1: 257-258, 278. 1964 [2] tro autor, estuvo acompañado por otro, el
DE1: 298. 1966 [23] DE1: 499, 543. MC: 60- que conduce a las ciencias humanas del pri
62, 222-223. 1971 [10] DE2: 171-172, 213- mero al segundo de los conceptos que arti
214, 218. 1975 [1 ] DE2: 709. culan cada uno de estos modelos:, de la fun
ción a la norma, en el caso de la biología;
del conflicto a la regla, en el caso de la eco
Dumézil, G eorges (1898-1986) nomía; y de la significación al sistema, en el
caso de la filología. La obra de Dumézil
Una car ta-de Foucault
a s c e n d e n c ia d u m e z ilia n a . ejemplifica este último movimiento (MC,
a Roger Caillois, del 25 de mayo de 1966, 371). Los desplazamientos mencionados tu
confirma, en el caso de que fuera necesario, vieron sobre todo dos consecuencias. Por un
esta apreciación: "Quiero decir que frecuen lado, permitieron unificar el campo de las
temente me gustaría aproximarme a lo que ciencias humanas. Ya no es posible admitir,
usted hace tan maravillosamente. ¿Se trata como en otra época, la existencia de una
de una común ascendencia dumeziliana?" psicología patológica, de conflictos que no
(DE4, 162). pueden ser resueltos o de espacios sociales
carentes de significación, contrapuestos a
Si dejamos de lado la mención
e s tru c tu ra . una supuesta psicología normal. Por otro
en el "Prefacio" a Histoire de la folie á l'áge lado, estos desplazamientos permitieron la
classique, la siguiente mención a Dumézil en disociación entre representación y concien
los escritos de Foucault se encuentra en una cia. Así, por ejemplo, la función del concep
breve entrevista publicada en Le M onde el to de significación, sostiene Foucault, ha
22 de julio de 1961. En esta ocasión, una de sido mostrar cómo el lenguaje puede ser
las preguntas que le formularon fue quiénes objeto de representación, sin pasar necesa
lo habían inspirado para hacer un trabajo riamente por el dominio de la conciencia,
de filosofía sobre la locura y no sobre la ra sin ser un discurso necesariamente explíci
DUM ÉZIL, GEO R G ES 121
to. E l papel del concepto complementario plo, entre los mitos de diferentes religiones,
dé sistema es mostrar cómo la significación sino el juego de las diferencias. En efecto,
es sólo una instancia derivada, y no primera Dumézil, a partir de los isomorfismos entre
(MC, 373). la leyenda romana de Horacio y las existen
tes en otros países, especialmente en
e s t r u c t u r a l i s m o , i d e a d e h o m b r e . En una en Irlanda, se ocupa de mostrar el juego de las
trevista del mismo año, 1966, Foucault vuel diferencias y su sistema. "[...] un análisis
ve sobre la relación de Dumézil con la pro es estructural cuando estudia un sistema
blemática de las ciencias humanas. Como transformable y las condiciones en que sus
en Lévi-Strauss y en Lacan, sostiene, una de transformaciones se efectúan" (DE2, 276).
las consecuencias del trabajo de Dumézil es
que la idea de hombre tiende a volverse in h i s t o r i a j u p i t e r i a n a . En "II faut défendre la
necesaria y, por lo tanto, a desaparecer société", el curso de los años 1975-1976 en
(DE1, 516). • En un contexto diferente, una el Collége de France, la referencia a la obra
entrevista para La Presse de Tunisie de de Dumézil tiene que ver también, como en
1967, Foucault insiste en situar la obra de la conferencia en la Universidad de Keio an
Dumézil entre los representantes mayores tes mencionada, con los usos de la historia.
del estructuralismo, junto a Lacan y Lévi- Pero esta vez no se trata de servirse de
Strauss (DE1, 584). • Pocos años más tar Dumézil para ejemplificar los nuevos usos
de, en una conferencia dictada en 1970 en de la historia, sino para caracterizar los usos
la Universidad de Keio, Foucault, por de tradicionales: las funciones de esa práctica
cirlo de algún modo, ofrece el marco en el de la historia que Foucault denomina jupi
que debe entenderse el estructuralismo de teriana (IDS, 59).
Dumézil y, al hacerlo, a diferencia de lo que
sucede en las referencias anteriores, lo dis p r á c t i c a s s o c i a l e s . En "L a Vérité et les for
tancia del trabajo de Lévi-Strauss. La confe mes juridiques", originariamente una serie
rencia lleva como título "Revenirál’histoire", de conferencias pronunciadas por Foucault
pues, para él, las relaciones entre el estruc en 1973, en la Universidad Católica de Río
turalismo y la historia han sido frecuente de Janeiro, más precisamente en la mesa
mente mal entendidas y ello concierne de redonda de cierre, Foucault vuelve sobre el
modo particular al trabajo de Dumézil trabajo de Dumézil y sobre su ubicación y,
(DE2, 268). La tesis general de Foucault es al mismo tiempo, su diferenciación en la
que, contrariamente a una opinión bastante constelación o, más bien, nebulosa estructu-
generalizada, la descripción en términos ralista. En la medida en que Dumézil busca
estructurales no implica la exclusión de la una estructura, un sistema de oposiciones,
historia, sino todo lo contrario: ella hace sus trabajos están emparentados con los
posible comprender la historia efectiva en de Lévi-Strauss, pero, a diferencia de este,
términos de acontecimiento. En este senti Dumézil no concede ningún privilegio al mi
do, la función del estructuralismo ha sido la to verbal. Las relaciones, estructurales si se
de desligar la historia del sistema ideológico quiere, que pueden establecerse en un relato
en el que se había desarrollado al menos en mítico, también pueden hallarse en un ritual
Francia, es decir, como la disciplina que te religioso o en una práctica social. Dumézil,
nía por tarea mantener viva la totalidad del a diferencia de Lévi-Strauss, reubica la prác
pasado nacional y, de este modo, justificar tica del discurso en el interior de las prácti
el derecho de la burguesía a ocupar el poder. cas sociales (DE2, 636). De este modo, no
"Las dos funciones fundamentales de la his se busca analizar el discurso como cadena
toria tal como se la practica hoy no son más significante, sino como una estrategia inser
el tiempo y el pasado, sino el cambio y el ta en las prácticas sociales. En otros térmi
acontecimiento" (DE2, 273). Para ilustrar nos, ya no se trata de analizar solamente
su posición, Foucault se sirve, entre otros enunciados, sino las funciones estratégicas
ejemplos, de los trabajos de Dumézil. A di de los discursos.
ferencia de cuanto sucedía con la mitología
comparada del siglo XIX, sostiene, Dumézil En el último curso dictado por
s ó c ra te s .
no busca mostrar las semejanzas, por ejem Foucault en el Collége de France, en 1984,
122 D U M É Z IL , G EO R G ES / D U R K H EIM , É M ILE
Le Courage de la vérité. Le G ouvem em ent de más, de la mayoría? Para Sócrates, hay que
s oi et des autres, publicado en enero de dejarse guiar por la verdad y no por la opi
2009, encontramos numerosas referencias a nión. Por ello, sostiene Dumézil, la enferme
Dumézil que resultan de particular interés. dad de la que han sido curados Sócrates,
El curso está dedicado a las nociones de de Critón y también los otros discípulos de
cir verdadero (dire-vrai), la parresia y la epi- Sócrates es la enfermedad de la opinión. Por
méleia, a sus configuraciones y a su historia. ello, hay que agradecer a Esculapio, ofre
En este contexto, Foucault se ocupa de las ciéndole un gallo en sacrificio (CV, 94).
últimas palabras que Platón, en el Fedón, Luego de reconstruir la interpretación de
pone en boca de Sócrates: "Critón, debemos Dumézil, Foucault señala que esta curación
un gallo a Esculapio. Paga la deuda, no lo no es obra de la medicina, sino de ese con
descuides" (118b). A pesar de que se habían junto de prácticas que se inscriben en el
formulado varias interpretaciones al respec marco de lo que los griegos llaman epimé-
to, según nuestro autor, esta frase permane leia, es decir, el cuidado de sí, y que son el
ció sin explicación durante más de dos mil núcleo conceptual del curso (CV, 101). En
años. Foucault se detiene en una de ellas, la clase del 22 de febrero de 1984, Foucault
quizá la más extendida y aceptada, según retoma el texto de Dumézil dedicado a las
la cual el sentido de las palabras de Sócrates últimas palabras de Sócrates. Este trabajo,
sería agradecer a Esculapio, ante la muerte "Le Moyne n o ir en gris dedans Varennes":
inminente, el haberlo curado de la enfer Sotie nostradamique; suivie d’un divertísse-
medad de la vida. Tanto Nietzsche como ment su r les demiéres paroles de Socrate
Wilamowitz-Moellendorff, para citar dos (París, Gallimard, 1984), incluye en realidad
casos eminentes y opuestos, habían notado dos partes: una dedicada a Nostradamus,
las dificultades de esta interpretación (CV, calificada por el autor como sotie, farsa sa
90-93). Resulta difícil sostener que Sócrates tírica, y otra, a Platón, calificada como di-
considere la vida como una enfermedad y, vertissement, divertimento. Foucault se inte
al respecto, el mismo Fedón resulta ilustra resa aquí precisamente en.la coexistencia en
tivo. La figura de Sócrates aparece, en efec el mismo libro de dos comentarios, aparen
to, como la de quien ha llevado una vida temente al menos, muy disímiles. El prime
filosófica, pura, sin pasiones ni deseos. Para ro está dedicado a Nostradamus, cuyo escri
Foucault, Dumézil resuelve el enigma de es to se encuentra lo más alejado posible de la
tas últimas palabras. Ellas no se refieren a racionalidad; el segundo, a las últimas pala
la vida considerada como una enfermedad y bras del fundador de la racionalidad occi
tampoco, como también se ha sostenido, a dental. En el juego entre ambos, Dumézil
una enfermedad de la que Sócrates habría pone a prueba su método de análisis filosó-
sido curado anteriormente. Sin negar que se fico-estructural (CV, 111-112).
trate de una enfermedad, lo que por otro
lado sería difícil de sostener, Dumézil remi Georges Dum ézil [123]: 1961 [4] DE1: 167-
te al Critón. Es necesario notar, además, que 168. 1966 [1] DE1: 516. 1967 [5] DE1: 584-
la enfermedad en cuestión concierne tanto 585, 590, 614-615. 1968 [2] DE1: 665, 667.
a Sócrates como a Critón; es, por tanto, una 1969 [1] DE1: 822. 1971 [3] LVS: 82, 94.
enfermedad común, de la que ambos han OD: 73. 1972 [12] DE2: 273-276. 1974 [17]
sido curados. Ahora bien, ¿de qué enferme DE2: 569, 635-637. 1976 [1 ] IDS: 73. 1980
dad se trata? El argumento del Critón gira [1] DE4: 62. 1983 [23] DE4: 415. GSA: 105,
en tomo a la propuesta que recibe Sócrates, 113-116, 120-121. 1984 [53] CV: 30, 65, 68,
precisamente de parte de él, de evadirse de 84-85, 87-89, 91, 93-94, 97, 99-101, 105-106,
prisión. Una de las razones aducidas por 109, 111-112.
este para sostener su proposición es que, si
él y sus amigos no hicieran todo lo posible
por salvar la vida de Sócrates, la mayoría de Durkheim, Ém ile (1858-1917)
los ciudadanos consideraría que carecen
de nobleza. La argumentación de Sócrates e n f e r m e d a d . La concepción de Durkheim y
retoma, precisamente, este punto. ¿Es nece la de los psicólogos americanos (Benedict)
sario tener en cuenta la opinión de los de tienen en común que la enfermedad es con
I
DURKHEIM , É M ILE 123
siderada desde un punto de vista negativo so: cómo la sociedad funciona a partir de la
(como desvío respecto de la norma) y, a la exclusión (la cárcel, por ejemplo) (DE2,
vez, virtual (como posibilidades en sí mis 527). Véase: Castigo.
mas no mórbidas) (M M P E , 73). Durkheim
y los psicólogos americanos, al concebir la p o d e r . "Y el viejo realismo, al
s o c io lo g ía ,
enfermedad como desviación, son víctimas estilo de Durkheim, que pensabá la socie
de una ilusión cultural: nuestra sociedad no dad como una sustancia que se opone al
quiere reconocerse en este enfermo que per individuo, que, por su parte, es también una
sigue o encierra; cuando se trata de diagnos especie de sustancia integrada dentro de la
ticar, excluye al enfermo (M M P E , 75). sociedad, este viejo realismo me parece
ahora impensable" (DE1, 441). • Foucault
Si se adopta el punto de vista de
c a s tig o . quiere emancipar el análisis del poder del
Durkheim en el estudio de las formas histó privilegio de la regla y de la prohibición
ricas del castigo ("Dos leyes de la evolución que ha dominado la etnología y la sociolo
penal"), es decir, si sólo se estudian las for gía del poder a partir de Durkheim (DE4,
mas sociales generales, se corre el riesgo de 184).
tomar los procesos de individualización co
mo principio de la "humanización" del cas Ém ile Durkheim [36]: 1954 [5 ] M M PE : 72-
tigo, cuando se trata, más bien, de un efecto 73, 75, 85. 1962 [4 ] M M PS: 72-73, 75, 96.
de las nuevas tácticas del poder. Foucault, 1965 [2 ] DE1: 441, 447. 1966 [1 ] M C : 371.
en cambio, sigue otra metodología (SP, 28). 1968 [1 ] DE1: 726. 1969 [4] DE1: 816, 823.
• Durkheim se planteaba cómo la sociedad 1975 [8 ] A N : 95, 100. SP: 28. 1978 [7 ] DE3:
puede crear una cohesión entre los indivi 478-479, 579. STP: 87. 1979 [1 ] N B : 90.
duos; Foucault se plantea el problema inver 1981 [3 ]D E 4 : 184.
economía 219, 224-229, 231, 237-239, 241-242, 245-
246, 248-249, 251, 253-255, 262-263, 265,
"[■■■] el arte de gobernar es, precisamente, el 267, 269, 271-275, 283-291, 298-301. 1980
arte de ejercer el poder bajo la forma y se [16] DE4: 18, 25, 29, 33, 56-57, 68-70, 76,
gún el modelo de la economía" (S T P , 98). 102. 1981 [6 ] DE4: 148, 174, 186, 204, 212.
Desde esta perspectiva, en el siglo XVIU, el
término "economía" comienza a adquirir su
sentido moderno: un campo de intervención económica
gubernamental (STP, 99). Véase: Arte de go
bernar. • "Economía de las almas" es la ex La económica circunscribe uno de los ám
presión que utiliza Gregorio de Nacianzo bitos de interrogación acerca del uso de los
para hablar del pastorado (STP, 196). Véase: placeres analizados por Foucault en L'Usage
Conducta. des plaisirs, segundo tomo de H istoire de la
sexualité: el que concierne al hombre como
Acerca de la función de la
e c o n o m ía p o l í t i c a . jefe de familia (H S2, 108). Foucault divide
economía política en la episteme moderna, la exposición en tres partes: 1) La sabiduría
véase: Hom bre. del m a trim on io (H S2, 159-168). Según una
fórmula del Contra Neera, atribuido a
* Économ ie [1385]: 1966 [92] DE1: 541, Demóstenes, un griego tiene cortesanas pa
548. MC: 13, 90, 137, 177-179, 198, 204, 213, ra sus placeres, concubinas para las atencio
219-220, 230, 232-233, 236, 238-239, 247, nes de todos los días y esposas para asegu
255, 257-259, 264-266, 268-271, 273-274, rarse una descendencia legítima y cuidar de
292-294, 320-321, 323, 340, 356, 358, 363- la casa. Sin embargo, la separación radical
368, 372-373, 377, 380-382, 389, 393, 396. entre el matrimonio y las pasiones no alcan
1977 [41] DE3: 140, 143, 149, 157-158, 169- za para definir adecuadamente el matrimo
170, 176, 181, 186, 204, 208-211, 233-235, nio en la Antigüedad. Si se profundiza de
253, 257, 263-264, 277-280, 299, 370, 400, masiado esta separación, se corre el riesgo
402, 422.1978 [212] DE3: 640-642, 650-651, de aproximar anacrónicamente la austeri
653-655, 658, 682, 702, 721. STP: 5, 11-13, dad de los filósofos a la moral del cristianis
17, 27, 29, 31, 34-36, 39, 42, 49, 55, 57, 69, mo. Pero si en lugar de considerar los códi
78-80, 84-85, 88-89, 91, 97-99, 107-111, 116, gos se analiza la problematización de la
118, 121, 124, 134, 167, 176, 182, 186, 196, conducta sexual, entonces aparece con cla
200, 204, 208, 212, 216-217, 220, 233, 240- ridad que el nexo de conyugalidad no es el
241, 278-279, 313, 326, 335, 339, 345, 353, fundamento de una obligación recíproca y
355-356, 358-359, 361-362. 1979 [499] DE3: simétrica. En efecto, el hombre debe restrin
728, 731, 735-736, 759. N B : 3, 15-20, 22, 24, gir sus placeres, o al menos sus partenaires,
27-28, 31, 34, 39-41, 43, 49, 51, 60, 62-63, porque está casado: esto significa, ante todo,
67, 71-72, 78-79, 81-83, 85-87, 89-92, 95-96, ser jefe de una familia, tener autoridad, ejer
98-102, 105-108, 111-114, 117-121, 123-130, cer un poder en el ámbito de la casa (oikos)
132, 135, 137-150, 153, 156-159, 161-163, y sostener sus obligaciones de ciudadano.
165-168, 170, 173, 176-179, 181-186, 191, Por lo tanto, debe dar pruebas del dominio
195, 200-202, 204-205, 207-208, 212, 215- de sí mismo (condición de todo jefe) limi
[1 2 4 ]
ECO NÓ M ICA / EDIPO 125
tando sus placeres o sus partenaires. En el gobierno, hallamos una estilística del nexo
caso de la mujer, en cambio, la obligación individual. 2) El principio de moderación de
de no tener otro partenaire que su marido la conducta del hombre casado se sitúa en
proviene del hecho de que está bajo el po tre los deberes de reciprocidad, más que en
der de este (HS2, 166-167). 2) La fam ilia de el gobierno de los otros (HS3, 174-175).
Iscóm aco (H S2, 169-183): El E con óm ico de • Durante esta época rigen tres principios
Jenofonte es el tratado de la vida matrimo que, considerados desde el punto de vista del
nial más elaborado que nos dejó la Grecia código, no representan ninguna novedad:
clásica. La obra se desarrolla como un gran monopolio de las relaciones sexuales, deshe-
análisis del arte de gobernar: el arte domés donización de las relaciones, finalidad pro
tico es de la misma naturaleza que el arte creadora. Estos principios no están ausentes
político o el militar, en la medida en que se en los textos de la Época Clásica y, por otro
trata de gobernar a los otros (HS2, 171). lado, seguirán vigentes con el cristianismo.
Respecto de la relación del esposo con la Pero en los textos de Musonio, Séneca,
esposa, Jenofonte subraya la responsabili Plutarco o Hierocles, el nexo entre el matri
dad que tiene el marido de convertir a su monio y los aphrodisia no se establece, esen
esposa en su colaboradora para el gobierno cialmente, ni a partir del primado de los ob
y la administración de la casa. En el trans jetivos sociales o políticos ni postulando un
curso del diálogo, Iscómaco debe exponer mal originario e intrínseco de los placeres,
cómo llevarlo a cabo y mostrar cómo puede como en la Época Clásica y en el cristianis
aprenderse este arte. En esta ética de la vi mo, respectivamente, sino vinculándolos a
da matrimonial, la fidelidad exigida al es través de una común pertenencia de natura
poso es mucho más que la exclusividad leza, razón y esencia (HS3, 215).
sexual: está en juego, también, el manteni
miento del estatuto de la esposa, de sus * Économ ique [1397]: 1982 [42] H S : 59, 63,
privilegios y de su primacía respecto de to 82, 97, 144, 155-156, 161. 1984 [84] HS2:
das las otras mujeres (HS2, 183). 3) Tres 44, 78, 83, 88, 93, 97, 107, 157, 161, 169-171,
políticas de la templanza (HS2, 184-203). 175, 182-184, 193-199, 201, 218-219, 223-
Estas comprenden Las leyes de Platón, el 224, 231, 234, 275-276, 280, 285. HS3: 36,
N icocles de Isócrates y la E con óm ica atri 40-41, 43-45, 49, 65, 92-94, 173-174, 187-
buida a Aristóteles. A primera vista, cada 188, 203, 208, 276, 280.
uno de estos tratados, a diferencia del de
Jenofonte, parece sugerir un "doble mono
polio sexual", una cierta simetría entre el Edipo
marido y la esposa. En este sentido, se ubi
can muy cerca de lo que será luego la moral En "La Vérité et les formes juridiques"
cristiana. Pero no es así. La fidelidad recí (DE2, 538-646), una serie de cinco confe
proca no es efecto del compromiso personal rencias dictadas en la Universidad Católica
entre los esposos, sino la consecuencia de de Río de Janeiro en 1973, Foucault se ocu
una regulación política: en el caso de Platón, pa de la historia de Edipo -especialmente en
autoritariamente impuesta; en los otros, im la segunda y la tercera conferencia-, pero no
puesta por el hombre a sí mismo como au- como el punto de origen y de formulación
tolimitación (HS2, 185). • Durante la época del deseo, sino como un episodio de la his
helenística y romana, del siglo II a. C. al toria del saber que coincide con el momen
siglo II d. C., el nexo conyugal fue proble- to de emergencia de la investigación penqué-
matizado de otra manera. Foucault señala te) (DE2, 542). A partir de E l anti-Edipo, de
al menos dos consecuencias importantes: Deleuze y Guattari, donde se argumenta que
1) El arte de la existencia matrimonial, sin Edipo no es ni una verdad atemporal ni una
renunciar a la administración y gestión de verdad profundamente histórica de nuestro
la casa, al nacimiento y la procreación, con deseo, sino un instrumento de coerción y
cede un espacio significativamente mayor a limitación utilizado por los psicoanalistas,
la relación personal entre los esposos, que Foucault muestra cómo la historia de Edipo
comienza a considerarse un aspecto prime representa un momento particular de las
ro y fundamental. Más que una técnica de relaciones entre saber y poder, entre poder
126 E D IP O / ED UCACIÓ N
de aquellas categorías tradicionales con las la frase en cuanto tal ni a las posibilidades
que la historia de las ideas o de la literatura de la proposición en cuanto tal. Por "obje
describen lo que ha sido dicho (autor, libro, to", "sujeto", "relaciones" o "posibilidad de
obra). Aparece así un dominio de análisis repetición", no hay que entender aquí ni las
constituido por todos los enunciados efecti cosas ni el sujeto psicológico o trascenden
vamente dichos o escritos, en su dispersión tal, ni los conceptos ni la estructura de la
de acontecimientos y en su singularidad idealidad, ni las opiniones ni un proyecto
(AS, 39). Es necesario definir, entonces, el teórico, sino las instancias que hemos defi
nivel propio de la descripción arqueológica nido en el artículo Fonnación discursiva. El
de los enunciados. Foucault lo distingue del enunciado se articula sobre la frase o sobre
análisis lingüístico y del análisis de la histo la proposición, pero no se deriva de ellos.
ria del pensamiento. También los lingüistas En primer lugar, el enunciado no se reduce
trabajan con enunciados y los describen, pe a la proposición por dos razones: 1) para
ro en este caso se trata de establecer aque hablar de enunciado no es necesario que
llas reglas que permitirían eventualmente exista una estructura proposicional; 2) dos
construir nuevos enunciados. Para la ar expresiones equivalentes desde el punto de
queología el problema es otro: no las reglas vista lógico no son necesariamente equiva
mediante las cuales se pueden construir lentes desde el punto de vista enunciativo.
nuevos enuciados, sino cómo es posible que En segundo lugar, en cuanto a la correspon
sólo hayan existido tales enunciados, y no dencia entre el enunciado y la frase, Foucault
otros. La historia del pensamiento, por su señala que no todos los enunciados poseen
parte, busca encontrar, más allá de los enun la estructura lingüística de la frase. N o sólo
ciados o a partir de ellos, la intención del porque el enunciado comprende los sintag
sujeto hablante, sus actividades conscientes mas nominales -aunque se podría descubrir
o inconscientes. El análisis arqueológico de en ellos una estructura predicativa poten
los enunciados no los remite a una instancia cial-, sino porque, por éjemplo, las palabras
fundadora, sino sólo a otros enunciados, pa dispuestas en columna en una gramática
ra mostrar sus correlaciones, sus exclusio latina, como "amo, amas, amat...", constitu
nes, etc. (AS, 39-41). El enunciado es una yen también un enunciado (AS, 109). Junto
proposición o una frase considerada desde a estas distinciones respecto de la unidad de
el punto de vista de sus condiciones de exis la gramática y de la lógica, y precisamente
tencia, no estrictamente como proposición a causa de ellas, Foucault debe afrontar la
o como frase (DE1, 778). correspondencia entre los enunciados y los
actos de habla. Pero no hay una relación
Foucault
PR O P O SIC IÓ N , FR AS E , A CTO DE H ABLA. biunívoca entre enunciados y actos ilocucio-
utiliza frecuentemente las expresiones "per narios (AS, 111). La descripción del enun
formance verbal o lingüística", "formula ciado no equivale al análisis lógico ni al
ción", "frase", "proposición". Es necesario gramatical: se ubica en un nivel específico
entender por "performance" verbal o lin (AS, 142-143), allí donde es posible abordar
güística todo conjunto de signos efectiva una existencia que no está escondida
mente producidos a partir de una lengua (Foucault la caracteriza como non-cachée),
natural o artificial; por "formulación", el ac pero tampoco visible. N o está escondida
to individual o colectivo que hace surgir, a porque el enunciado o, más bien, la función
partir de la materialidad, un conjunto de enunciativa se ejerce a través de elementos
signos; por "frase", la unidad analizada por significantes efectivamente producidos, co
la gramática; por "proposición", la unidad mo frases y proposiciones. Pero no es visible
de la lógica. Por "enunciado", en. cambio, es puesto que se ejerce a través de otras unida
necesario entender la modalidad de existen des como la frase o la proposición: está su
cia de un conjunto de signos, modalidad que puesta en el hecho de que existen el signifi
le posibilita ser algo más que la simple re cado y el significante, pero no se identifica
unión de marcas materiales: referirse a ob con ellos. La descripción enunciativa no se
jetos y a sujetos, entrar en relación con otras ocupa de lo que se da en el lenguaje, sino
formulaciones y ser repetible. Estos atribu del hecho de que existe el lenguaje, determi
tos no se reducen ni a las posibilidades de nadas formulaciones efectivamente pronun
130 ENUNC IAD O / EPICTETO
i
EPICTETO / EPISTEM E 131
Epicuro episteme
26.1-262, 270, 320-321, 323, 336-338,346, 356- modifican en forma y en contenido. La for
358, 375-379, 385, 390, 395, 397. 1967 [8] ma cambia debido a factores extralingüísti-
DFA: 9, 18-20. 1968 [6] DE1: 676, 679, 696. cos, como, por ejemplo, la moda y la facili
1969 [14] AS: 249-255. 1970 [1] DE2: 34. dad o no para pronunciar ciertos sonidos.
1971 [11] DE2: 172-173, 210, 216, 220. LVS: La teoría de los tropos explica las modifica
11-12. 1972 [8] DE2: 370-372. 1973 [1] DE2: ciones del contenido. • Las teorías de la pro
415. 1975 [1] SP: 312. 1976 [3] HS1: 189. posición, de la articulación, de la designación
ID S: 20, 191. 1977 [9 ] DE3: 300-301, 310, y de la derivación son como los segmentos
317. 1978 [2] DE3: 575. STP: 242. 1980 [1] de un cuadrilátero cuyos lados se oponen y
DE4: 71. 1982 [2] DE4: 278, 327. se prestan apoyo (MC, 131).
y de los signos está perfectamente delimita dico de Locke lo ilustran claramente. • Tres
do, y la enciclopedia, que, en relación con el variables definen el nexo entre las palabras
ideal de una lengua perfecta, define el uso y las cosas: un signo puede ser natural o
legítimo de las palabras en las lenguas reales convencional según su origen; puede formar
contemplando las variaciones de su valor parte o estar separado de lo que indica; pue
representativo. El ideal de la ars com binato de ser cierto o probable. Este conjunto de
ria está representado, en la gramática gene posibilidades muestra con claridad que el
ral, por el lado del cuadrilátero del lenguaje nexo entre los signos y su contenido no está
que une la teoría de la atribución con la teo asegurado por una forma intermedia que,
ría de la articulación (podríamos decir, tam como sucedía durante el Renacimiento, per
bién, por la teoría del juicio); en la historia tenecía al mismo orden que las cosas (un
natural, por la teoría de la estructura, y en nexo entre dos órdenes de semejanzas ase
el análisis de las riquezas, por la teoría del gurado por la semejanza misma). La rela
valor. El ideal de la enciclopedia está repre ción entre el significante y el significado se
sentado, en la gramática general, por el lado sitúa dentro de la misma representación;
del cuadrilátero que une la teoría de la de esta es la relación entre dos ideas de las cua
signación con la teoría de la derivación (o les una representa la otra: la idea abstracta
por el momento de la significación); en la representa la percepción (Condillac), la idea
historia natural, por la teoría del carácter, y general es una idea individual que represen
en el análisis de las riquezas, por la teoría ta otras ideas individuales (Berkeley), las imá
del precio. Ars com binatoria y enciclopedia genes representan las percepciones (Hume),
representan los dos momentos científica las sensaciones representan lo que Dios nos
mente fuertes del clasicismo, es decir, lo que quiere decir (Berkeley), etc. (MC, 79). En
hace posible la gramática general, la his definitiva, el signo representante es, a la vez,
toria natural y el análisis de las riquezas. indicación del objeto representado y mani
Entre el lado del juicio (o de la estructura o festación de este. "Como en el siglo XVI,
del valor) y el lado de la significación (o del ‘semiología' y ‘hermenéutica' se superponen.
carácter o de la teoría del precio), los dos Pero de manera diferente. En la Época
lados del cuadrilátero permanecen abiertos; Clásica, ellas no se reúnen más en el tercer
representan el momento metañ'sicamente elemento de la semejanza: se vinculan en
fuerte del clasicismo: por una parte, la con este poder propio de la representación de
tinuidad de las representaciones (entre la representarse a sí misma. No habrá, enton
derivación y la atribución); por otra, la con ces, una teoría de los signos diferente de un
tinuidad de los seres (entre la articulación y análisis del sentido" (MC, 80). “El umbral
la designación). En efecto, para que exista del clasicismo a la Modernidad (pero poco
una gramática general, una historia natural importan las palabras mismas -digamos, de
y un análisis de las riquezas son necesarios nuestra prehistoria a lo que nos es contem
el encadenamiento de las representaciones poráneo-) fue definitivamente atravesado
y el de las cosas, es decir, que entre las re cuando las palabras dejaron de entrecruzar
presentaciones y entre los seres exista una se con las representaciones y de cuadricular
continuidad, una semejanza (MC, 214-221). espontáneamente el conocimiento de las co
sas" (MC, 315). Véase: Discurso.
r e p r e s e n t a c i ó n . L a Lógica de Port-Royal de
fine el signo como una entidad que encierra Épistémé classique [16]: 1966 [13] MC: 71,
dos ideas -la de la cosa que representa otra 76-77, 86-87, 89, 100, 219, 320-321, 376.
y la de la cosa representada-, y cuya natu 1971 [1] D E 2 :172.1976 [1] H S 1 :189. 1978
raleza consiste en provocar la segunda por [1] STP: 242.
medio de la primera (MC, 78). Una idea es
signo de otra no sólo porque entre ellas exis
te un nexo que funda la relación de repre episteme moderna
sentación, sino porque esta relación está
representada, a su vez, en el interior de la Nos hemos ocupado de ella en el artículo
idea representante. El ejemplo canónico del Hombre.
clasicismo -e l cuadro- y el ideal enciclopé
136 EPIST E M E M O D ER N A / É P O C A CLÁSICA
Épistémé m odem e [11]: 1966 [10] MC: 258- semejante a lo semejante. Si llamamos "her
259, 336, 357-358, 376-378, 395, 397. 1982 menéutica" al conjunto de técnicas que nos
[1] DE4: 278. permiten hacer hablar a los signos, y si lla
mamos "semiología" al conjunto de conoci
mientos que nos permiten definirlos, duran
episteme renacentista te el Renacimiento ambas se superponen: la
semejanza define tanto la forma como el
En cada uno de los saberes que Foucault contenido de los signos. Al igual que las no
toma en consideración, la semejanza, con ciones de macrocosmos y de microcosmos,
sus diferentes figuras, aparece como la for las categorías de Texto p rim itiv o y de inter
ma y la condición de posibilidad del cono pretación infinita definen el espacio y los lí
cimiento durante el Renacimiento. • N i el mites del comentario: comentar consiste en
problema de la representación (cómo estar restituir la palabra originaria comunicada
seguros de que un signo designa correcta por Dios a los hombres, restituir el Texto
mente lo que significa) ni el problema del primitivo a través del esfuerzo continuo (in
sentido o la significación (cómo la concien finito) de interpretación (MC, 46-47). En el
cia confiere un contenido a los signos) ocu proyecto enciclopédico de los siglos XV y
pa un lugar en la reflexión acerca del len l'XVI, la eruditio (desciframiento de las simi
guaje; entre las palabras y las cosas, entre litudes entre los signos) y la divinado (des
los signos y la realidad, existe un nexo na ciframiento de lo que Dios ha sembrado en
tural, o mejor: ambas, palabras y cosas, po la naturaleza: las similitudes de las cosas)
seen una misma naturaleza y comunican a no son las formas imperfectas de un cono
través de ella. Propiamente hablando, el cimiento que no ha alcanzado su plenitud o
problema del nexo entre las palabras y las que no ha descubierto sus estructuras, sino,
cosas ni se plantea ni puede plantearse. Para más bien, las únicas formas arqueológica
el Renacimiento, en efecto, los signos son mente posibles del conocer. • No se encuen
un sistema de formas, de marcas (signatu tra en Foucault la expresión "episteme rena
ras), organizado según las diferentes figuras centista".
de la semejanza (convenienda, cemulatio,
analogía, im ita d o ) y ligado a través de ellas
a un contenido: el mundo de las cosas, que epistroph é
a su vez está también estructurado según los
diferentes modos de asemejarse. Dos univer Véase: Conversión.
sos de semejanzas ligados entre sí por el
trabajo de la semejanza: el signo de la sim Epistrophé [40]: 1982 [38] DE4: 356. HS:.
patía reside en la analogía; el de la analogía, 197, 201-203, 207-209, 214-215, 218. 1984
en la emulación; el de la emulación, en la [2] HS1: 81.
conveniencia; y el de la conveniencia, en la
simpatía. El desfase entre estos dos univer
sos superpuestos (es decir, el hecho de que Época Clásica
el signo de la simpatía resida en la analogía,
el de la analogía en la emulación, etc.) defi La expresión "Época Clásica" tiene dos sen
ne el espacio del saber renacentista; conocer tidos en la obra de Foucault. Por un lado, se
significa superar este desfase, pasar de las refiere a los siglos X V II y X V III -e n térmi
marcas de las cosas a las cosas marcadas, nos filosóficos, de Descartes a Kant-, Aquí
esto es, leer el libro de la creación. Las cate "clásico" hace referencia a la imitación de
gorías de macrocosmos y de microcosmos los autores antiguos en el orden de la litera
trazan las fronteras de este universo de si tura, y se opone a "romántico". La expresión
militudes; limitan el trabajo de la semejanza es utilizada de este modo en Histoire de la
encerrándolo entre el límite superior -el folie á l'áge classique y en Les M ots et les
cosmos- y el inferior -el hombre-. El cono choses. El otro sentido corresponde a la
cimiento del lenguaje, por su parte, no pue Época Clásica de la cultura occidental, esto
de ser otra cosa que comentario, esfuerzo es, de la literatura y la filosofía griegas: los
por referir, en forma de interpretación, lo siglos V-III. Así es utilizada, por ejemplo, en
ÉPOCA CLÁSICA / ERÓTICA 137
L'Usage des plaisirs, el segundo volumen de [2 ] GSA: 43, 68. 1984 [17] CV: 204. DE4:
Histoire d é la sexualité. 622. HS2: 62, 86, 90-91, 124, 165, 200, 203,
221.HS3: 15, 49, 93, 126, 175, 219.
Age classique [281]: 1961 [109] DE1: 159,
164. H F: 48, 67, 77, 79-80, 87-88, 98-99, 102,
105, 108, 110-112, 115, 119, 130, 136, 139- eros
140, 142, 148-150, 161, 164-166, 176-177,
179, 181-182, 186, 188, 194, 201, 203, 210, Para los griegos, el eros no es ni necesaria
212, 223-228, 230, 241, 260, 265-266, 273- mente homosexual ni exclusivo del matri
275, 283, 292, 304, 306, 314, 317, 319-320, monio; puede unir seres humanos de cual
327, 341, 352-353, 355, 360-361, 379-380, quier sexo. En la ética sexual del hombre
383-384, 386-387, 405, 407, 411-413, 416, casado, no se requiere de una relación del
421-423, 427, 432, 538, 543, 545, 555, 567, tipo del eros, fundada en el movimiento na
573, 582, 614, 638. 1962 [2] DE1: 217. tural del deseo, para constituir y definir sus
M M PS: 85. 1964 [3] DE1: 327, 398, 412. reglas; en el caso del amor por los mance
1966 [76] DE1: 479-480, 500-502. MC: 13-bos, en cambio, es necesaria para que este
15, 58, 71-72, 75-76, 79-83, 85-88, 90, 92-93, alcance su forma perfecta y más bella (HS2,
95, 97, 99, 102-104, 139-140, 142-144, 148, 222-223). • En la espiritualidad occidental,
163, 171, 175, 177, 222-223, 233-234, 238, eros y ascesis son las dos grandes vías a tra
243, 245, 250, 259-260, 266, 277, 281, 286, vés de las cuales el sujeto puede transfor
292, 305, 313, 322, 342, 348-349, 381. 1967 marse para convertirse en sujeto de verdad
[2 ] DE1: 598-599. 1968 [2 ] DE1: 656, 672- (H S, 17). Véase: Erótica.
673, 721. 1969 [7] AS: 78, 230, 255. DE1:
732,738, 786, 842.1970 [3 ] D E 2 :9-10.1971 E ros [12]: 1954 [1] M M PE : 86. 1972 [1]
[1] DE2: 223. 1973 [2 ] DE2: 408, 456. 1974 DE2: 377. 1975 [1] A N : 244. 1976 [1] IDS:
[4 ] DE2: 677. PP: 19, 59. 1975 [34] AN: 44- 20. 1981 [1] DE4: 198. 1984 [7] HS2: 104,
45, 48, 50, 53, 62, 65, 121, 152, 212. DE2: 253. HS3: 224, 226, 236, 254, 258.
717, 773, 790. SP: 36, 51, 58, 122, 138, 141,
143, 170, 173, 186-187, 210-211, 217, 227,
304. 1976 [13] DE3: 15. H S 1 :11, 20, 26, 33, erótica
38, 47, 158, 172, 179, 183-184, 195.1977 [5]
DE3: 140, 229, 245, 278, 419. 1978 [4] DE3: El cuarto capítulo de L'Usage des plaisirs es
548, 669, 677. STP: 26. 1979 [1] DE3: 728. tá consagrado a la erótica (HS2, 205-248),
1982 [3] DE4: 315-316. H S: 465. 1983 [3] que define el campo de interrogación ética
DE4: 410. GSA: 23, 47. 1984 [6] CV: 20. acerca del uso de los placeres cuando la re
DE4: 630, 673, 701. HS2: 48. HS3: 184. lación se establece entre hombres y, más
1988 [1] DE4: 779. precisamente, entre un adulto y un adoles
Époque classique [121]: 1961 [17] HF: 27, cente, sin que ello implique una naturaleza
88, 90, 105, 120, 126, 145, 199, 202, 256, diferente de la que está en juego en la rela
260, 314, 355, 454, 513, 520, 620. 1962 [1] ción entre un hombre y una mujer. La pre
M M PS: 81. 1966 [25] DE1: 500. MC: 71, ocupación de los griegos, en efecto, no con
88-89, 94-95, 98, 109, 119, 124, 143, 173- cierne al deseo que podía conducir a este
174, 177, 258, 260, 285, 295, 300, 303, 310, género de relaciones, ni al sujeto de este de
346, 357. 1968 [3] DE1: 671, 679, 721. 1969 seo, sino al dominio de sí del amante, al
[16] AS: 76-77, 84, 88, 90, 92, 206, 211, 219, dominio de sí del amado y a la relación en
234-235, 238, 241. DE1: 751. 1970 [8] DE2: tre estas dos formas de moderación (HS2,
9, 36, 55, 58, 63, 111-112. 1971 [5] DE2: 224). • Para comprender, entonces, de qué
214. LVS: 76, 174, 176. OD: 63. 1972 [2] manera el uso de los placeres es problema-
DE2: 283, 297. 1974 [5] DE2: 585. PP: 71, tizado en la reflexión acerca de los adoles
74, 96, 132. 1975 [7] DE2: 716. SP: 46, 62, centes, es necesario recordar el principio
159, 165, 306-307. 1976 [3] DE3: 17, 76. según el cual debe haber un isomorfismo
HS1: 210. 1977 [2] DE3: 149, 252. 1978 [4] entre la relación sexual y la relación social.
DE3: 481. STP: 9, 141-142. 1981 [1] DE4: Así, se comprende fácilmente que los escla
218. 1982 [3 ] DE4: 317. H S: 125, 428. 1983 vos y las mujeres sean pasivos en la relación
138 ERÓTICA / ESCU ELA
sexual, pues ello coincide con su situación DE4: 258, 260, 328. HS: 43, 59, 63-64, 73-75,
social. En el caso de los adolescentes, libres 84, 144, 156, 434. 1983 [2] GSA: 325, 344.
por nacimiento, se plantea el problema del 1984 [67] DE4: 611, 622, 701, 743. HS2: 44,
que, precisamente, se ocupa la erótica. Ella 48, 107, 155, 159, 214, 221-224, 234, 248,
debe establecer las reglas y los principios 251-253, 255-257, 263, 266-268, 275-276.
según los cuales los adolescentes (destina HS3: 217, 221-222, 229-230, 234-235, 237,
dos a ser ciudadanos y, por lo tanto, señores 241-242, 244, 253, 262-263, 266. 1988 [3]
de sí mismos) pueden ser objeto de placer DE4: 790-791.
de un adulto (HS2, 246-247). • El quinto
capítulo de L'Usage des plaisirs también está
dedicado a la erótica, pero ahora en lo que escuela
concierne a la relación entre uso de los pla
ceres y verdad. En los griegos, la reflexión "La disciplina reina en la escuela, el ejército,
sobre el nexo entre el acceso a la verdad y la fábrica. Se trata de técnicas de domina
la austeridad sexual se ha desarrollado a ción de extrema racionalidad” (DE3, 395).
propósito del amor por los adolescentes • La fábrica, la escuela, la prisión o los hos
(HS2, 252). Foucault se interesa aquí parti pitales tienen por objetivo vincular los indi
cularmente por la erótica socrático-platóni- viduos al proceso de producción; se trata de
ca, que marca cuatro instancias de evolu garantizar la producción en función de una
ción respecto de la erótica corriente: el norma determinada (DE2, 614). • El papel
pasaje de la cuestión de la conducta amoro del intelectual consiste en hacer visibles los
sa a la interrogación sobre el ser del amor, mecanismos de poder que se ejercen de ma
el pasaje de la cuestión del honor del ado nera disimulada. Mostrar, por ejemplo, có
lescente a la cuestión del amor por la ver mo la escuela no supone sólo una manera
dad, el pasaje de la disimetría entre los par- de aprender a leer y escribir, sino una forma
tenaires a la convergencia en el amor, y el de imponer (DE2, 772). ° A partir del siglo
pasaje de la virtud del amado al amor del XVII, se desarrolla en las sociedades occi
maestro y su sabiduría (HS2, 259-268). • En dentales toda una serie de técnicas para en
los primeros siglos de nuestra era, asistimos derezar y para vigilar a los individuos en sus
a una desproblematización ética del amor comportamientos corporales: para enseñar
por los adolescentes. Ello responde a varias a la gente a pararse de determinado modo,
causas: el poder del padre en las institucio a comportarse de cierta manera. La escuela
nes romanas, la utilización de jóvenes escla se convirtió en un medio de adiestramiento
vos y la institucionalización de las prácticas físico. Cada vez más se exige que los alumnos
pedagógicas (HS3, 219-220). • En Plutarco se pongan en fila, que se alineen delante de
y el pseudo-Luciano, el amor por los adoles un profesor, que el celador pueda verlos en
centes pierde su dimensión filosófica; man todo momento, etc., lo mismo que en el ejér
tiene, sin embargo, un valor estético (HS3, cito (DE3, 586). Véase también: Examen.
222-223). En esta época se afirman los ele
mentos de una nueva erótica que se desarro École [492]: 1961 [13] HF: 106, 391, 491,
lla en tomo a la relación entre el hombre y 672. IAK: 19, 33-34. 1963 [13] DE1: 273.
la mujer, donde desempeñarán un papel de NC : 47, 56, 68-71, 75, 77, 180-181. 1966 [4]
primer orden los valores de la fidelidad y la DE1: 505, 546. MC: 204. 1967 [5] DE1: 585,
virginidad (HS3, 262, 266). 587, 601. 1969 [5] DE1: 769, 773, 812-813,
816. 1970 [5] DE2: 44, 47, 54, 87. 1971 [5]
Érotique [160]: 1961 [4] HF: 285, 355-356, DE2: 227-228. LVS: 51-52, 79. 1972 [11]
684. 1962 [5 ] DE1: 219, 222, 226-228. 1963 DE2: 274, 311-312, 321, 355, 378, 389.1973
[1] DE1: 248. 1967 [2 ] DE1: 615. 1974 [10] [5] DE2: 431, 439, 443, 451, 453. 1974 [64]
DE2: 642, 652-653, 655-656. PP: 336. 1975 DE2: 471, 508, 517, 528, 593, 609-610, 613-
[17] A N : 268-270, 273, 302. DE2: 765-766, 614, 621, 643, 671-672, 681. PP: 18, 41, 51,
787. 1976 [12] DE3: 102, 104. HS1: 77, 83, 54-55, 62-63, 75-76, 78, 81-82, 87, 91-92, 95,
94-96. ID S: 118. 1977 [4 ] DE3: 134, 234- 105, 108, 113, 116, 128, 149-150, 187, 196-
235, 381. 1978 [5] DE3: 556-558. 1979 [1] 197, 199, 211, 215-216, 227, 229, 258, 328.
DE3: 769. 1981 [1] DE4: 218. 1982 [26] 1975 [82] AN: 4, 34, 53, 139, 143, 242, 260,
ESCUELA / ESTADO 139
274, 277, 284. DE2: 709, 742, 751, 772, 780, sido un mismo problema el que ha llevado
783, 787, 792, 806. SP: 12, 113, 130, 142, en una dirección a la historia en general y
149, 152, 156, 158-159, 163, 167-169, 175, en otra a la historia de las ideas o de las
178, 180, 183-185, 188-189, 191, 213, 221- ciencias. En ambos campos, la discusión en
222, 225, 228, 235, 238, 288, 301-303, 306- tomo al estatuto del docum ento está en el
307. 1976 [15] DE3: 27, 36, 73, 76. HS1: 40, origen de este desplazamiento' de la aten
65, 167, 184-185. IDS: 165, 189, 222. 1977 ción de los historiadores (AS, 9-15). Véase:
[13] DE3: 191, 193, 196, 200, 202, 266, 302, Docum ento. • "Ahora bien, los historiadores
344, 395-396. 1978 [28] DE3: 432-433, 455, saben perfectamente que los documentos
457-458, 462, 466, 478, 515, 576, 580, 586- históricos pueden combinarse según series
588, 670. STP: 52-53, 81, 86, 175, 221, 254, diferentes que no tienen ni los mismos pun
257. 1979 [56] DE3: 739, 766, 802, 823-824. tos de referencia ni el mismo tipo de evolu
N B : 37, 50, 70, 81, 96, 98-99, 101, 105, 107, ción. [...] Lo que han mostrado Marc Bloch,
109-111, 125, 128, 130, 132, 138, 157, 166, Febvre y Braudel para la historia a secas se
186-187, 195, 215, 222, 226, 252, 267, 272, puede mostrar, creo, para la historia de las
291. 1980 [27] DE4: 21, 72-76, 89, 91, 112, ideas, del conocimiento, del pensamiento en
129. 1981 [4 ]D E 4 : 135, 170, 182, 209. 1982 general” (DE1, 787).
[77] DE4: 225, 274-275, 282, 323, 351, 356-
358. H S: 31, 44, 87, 96, 110, 119, 121, 131- École des Anuales [2]: 1969 [1] DE1: 773.
134, 136-137, 139, 141-142, 144, 159, 172, 1978 [1] DE3: 580.
178-179, 191, 214, 320-321, 327, 335-336,
395, 416, 433, 448, 455. 1983 [24] D E 4 :417,
421, 433, 438-440, 488, 519, 521, 529. GSA: Estado
22, 48, 58, 112, 192, 281, 317, 327.1984 [31]
CV: 7, 21, 141-142, 230, 278. DE4: 582, 650- f o b i a a l e s t a d o . Asistimos, según Foucault, a
651, 656, 662, 665, 688. HS2: 184, 209, 214, una sobrevaloración del Estado, bajo la for
218. HS3: 67-68, 71, 185, 257, 259. 1985 [2] ma lírica del monstruo frío o bajo la forma,
DE4: 766-767. 1988 [3 ] DE4: 796, 802, 814. aparentemente paradójica, de la reducción
del Estado a lo esencial. Para Foucault, en
cambio: "lo que hay de importante, para
Escuela de los Anales nuestra actualidad, no es pues la estatiza-
ción de la sociedad, sino lo que llamaría,
Foucault comienza L'Archéologie du savoir más bien, la ‘gubemamentalización' del
refiriéndose a la transformación que, hacía Estado" (STP, 112). En este sentido, se pue
ya algunos años, había tenido lugar en el den distinguir tres grandes economías del
campo del conocimiento histórico. Más allá poder en Occidente: el Estado de justicia,
de las peripecias políticas, se dirigió la mira característico de la territorialidad feudal; el
da hacia los largos períodos, los equilibrios Estado administrativo, del territorio con
estables y difíciles de romper, los procesos fronteras, y el Estado gubernamental, que
irreversibles, las regularidades constantes. no se define en relación con el territorio,
Por ello, los historiadores (Foucault alude sino con la población. • "[...] el Estado no
especialmente a la Escuela de los Anales) es sino una peripecia del gobierno y no es
elaboraron nuevos instrumentos conceptua el gobierno el que es un instrumento del
les, como la categoría de civilización mate Estado. O, en todo caso, el Estado es una
rial. En el campo de la historia de las ideas, peripecia de la 'gubemamentalidad'" (STP,
de las ciencias, de la: filosofía, en cambio, 253). O, según otra expresión, "el Estado es
tuvo lugar una transformación inversa. La una práctica" (STP, 282). • Para Foucault,
atención se desplazó de las grandes unida que cita al respecto al historiador del arte
des (época, siglo) hacia los fenómenos de Bemard Berenson, existe una cierta fobia al
ruptura, los cortes, la discontinuidad, como Estado que atraviesa todos los temas políti
ilustran los trabajos de Gastón Bachelard, cos contemporáneos (N B , 77). Aunque el
Georges Canguilhem o Martial Guéroult. Estado, sostiene, se encuentra en el centro
Según Foucault, este movimiento inverso es de las cuestiones que ha planteado en tomo
sólo un efecto de superficie. En realidad, ha al tema del poder, es necesario tener en
140 ESTADO
cuenta que "no tiene esencia”, "no es un uni que situar el origen de la fobia al Estado
versal”, sino sólo "el efecto móvil de un ré entre los años 1930-1945, en el contexto de
gimen de 'gubemamentalidades' múltiples” un neoliberalismo que formula una política
(N B , 79). La tarea que se plantea Foucault económica diferente a las desarrolladas por
consiste, por ello, en abordar el problema las variadas formas de intervencionismo:
del Estado a partir de las prácticas guberna desde la economía nazi a las economías so
mentales. • El curso Naissance de la biopo- cialistas y keynesianas (N B , 194-195).
litique está enteramente dedicado al análisis
del neoliberalismo alemán, francés y ameri E l análisis de la "guber-
“ g u b e r n a m e n ta lid a d ” .
cano, a partir de las posiciones de la época namentalidad” se plantea como cuestión ge
acerca del Estado: en primer lugar, la fobia neral: "¿es posible resituar al Estado moder
al Estado (NB, 193); en segundo lugar, la no en una tecnología general del poder que
idea de que las formas del Estado se engen asegure sus mutaciones, su desarrollo, su
dran unas a otras encadenadamente (Estado funcionamiento?” (STP, 124). Ello implica
administrativo, Estado de bienestar, Estado un triple desplazamiento. 1) Pasar al exte
burocrático, Estado fascista, Estado totali rior de la institución. Por ejemplo, en el ca
tario). La combinación de estas dos ideas so del hospital psiquiátrico, se pueden estu
produce una especie de inflación en las crí diar su funcionamiento, sus mecanismos,
ticas contra el Estado, cuyas consecuencias sus reglas; pero también se lo puede abordar
a la hora de analizar las relaciones de poder desde afuera, desde el proyecto global de
son las siguientes: 1) Pérdida de la especifi una higiene pública. 2) Pasar al exterior de
cidad: los diferentes análisis terminan vol la función. Como en el caso de la prisión,
viéndose intercambiables. "[...] un análisis, sustituir el punto de vista interior de la fun
por ejemplo, de la seguridad social y del ción por el punto de vista de las estrategias
aparato administrativo sobre el cual esta se y de las tácticas en las que ella se inserta.
apoya nos remite, a partir de algunos des 3) Pasar al exterior del objeto. En lugar de
plazamientos y a través de algunos términos confrontar las instituciones o los saberes
con los que se juega, al análisis de los cam con un objeto ya dado, mostrar cómo se
pos de concentración” (N B , 193). 2) La des constituye, a partir de las tecnologías de po
calificación general por lo peor. 3) Se deja der, un campo de verdad (STP, 120-122).
de lado el análisis de la actualidad: basta
servirse del "perfil fantasmático del Estado” En su genealogía de la ra
p o d e r p a s to r a l.
(N B , 194). • Contra esta inflación del Estado, zón gubernamental moderna, Foucault re
Foucault propone dos tesis generales. 1) El mite a la aparición y formación del poder
Estado totalitario no se caracteriza por la pastoral en el cristianismo. Ello no signifi
intensificación y la extensión endógena de ca, sin embargo, que las transformaciones
los mecanismos del Estado, sino, al contra políticas de la Modernidad puedan enten
rio, por una disminución y una subordina derse como una transferencia de este poder
ción de la autonomía del Estado al partido, de la Iglesia al Estado. La razón de Estado,
a la "gubemamentalidad” de partido. El en la que la racionalidad política moderna
Estado totalitario no es el Estado adminis encuentra su primera gran formulación,
trativo del siglo XVIII, el Polizeitstaat (el constituye una form a específica de raciona
Estado policial) del siglo X VIII al límite o el lidad que hace de la idea, precisamente, de
Estado administrativo y burocrático del si Estado el fundamento y el objetivo de la
glo X IX llevado también al límite. Es preci acción de gobernar. Según Foucault, el
so buscar el principio del Estado totalitario, Estado aparece, en primer lugar, como una
más bien, en la "‘gubemamentalidad’ de idea reguladora, es decir, como la condi
partido” (N B , 196). 2) Lo relevante para la ción de inteligibilidad del conjunto institu
actualidad -e l curso Naissance de la biopoli- cional ya existente. En segundo lugar, y al
tique es de 1979- no es el crecimiento del mismo tiempo, como el objetivo de la ac
Estado, sino, más bien, su decrecimiento, ción gubernamental. En tercer lugar, la ra
por un lado, a causa de la "gubemamentali zón de Estado "debe hacer que el Estado
dad” de partido y, por otro, a causa de la sea efectivamente conforme a lo que debe
"gubemamentalidad” liberal (NB,197). • Hay ser, esto es, que permanezca en reposo, cer
ESTADO / ESTADO DE DERECHO 141
ca de su esencia" (STP, 296). En los trata * É tat [4166]: 1971 [45] LVS: 75, 89, 99,
dos de la razón de Estado, esta idea de 106-107, 113-114, 119-120, 131, 136-137,
mantener "el estado del Estado" es presen 139, 156, 168, 174, 252. 1974 [200] DE2:
tada en contra de lo que en la literatura 499-503. 1976 [423] DE3: 91-92. HS1: 35-
política clásica se conoce como "el ciclo de 37, 39, 44, 73, 110, 112-114, 117-118, 121,
las revoluciones", es decir, de lo que se con 125, 127, 132, 154, 157, 166, 177-178, 185.
cebía como una especie de proceso natural IDS: 5, 12, 26,29-30,33, 36-37, 40-43, 52-54,
de generación y degeneración de las insti 57, 61, 68, 70-73, 75-83, 85-86, 92-93, 96,
tuciones políticas. 101-105, 109, 111-113, 115-119, 122, 125-
127, 130, 135-136, 138, 141, 144, 146-147,
La noción de golpe de Estado
g o lp e d e e s ta d o . 149, 152, 154-155, 157-160, 163, 165, 171,
aparece en Sécurité, territoire, population en 183-184, 186, 188, 191, 194-195, 197-205,
el contexto del análisis de la especificidad de 207-213, 219, 223, 227-228, 230-235. 1977
la razón de Estado respecto del poder pas [184] DE3: 210-212, 214-215, 278-281, 383-
toral. En los siglos XVI y XVII, la noción de 390. 1978 [1087] DE3: 538-539, 607-613,
golpe de Estado no hace referencia a la con 639-642, 645, 648-650, 653-657. STP: 15-17,
fiscación del poder por parte de un grupo, 27, 32-33, 52, 55, 70-71, 73-74, 76, 83, 85,
sino a la autoafirmación del propio Estado 88, 91, 93, 96-98, 101, 104-107, 110, 112-
mediante la suspensión de las leyes y de la 114, 116-120, 122-126, 133, 143, 149-151,
legalidad. Tanto las leyes como su suspen 158-159, 162, 165, 169, 180-181, 195, 209-
sión son esenciales a los mecanismos de la 210, 212, 226, 229, 233, 235, 238, 243-253,
razón de Estado (S T P , 268). La elaboración 257-258, 261-277, 279-288, 290-291, 293-
de la teoría del golpe de Estado, en el siglo 310, 314-317, 319, 321-326, 328-332, 334-
XVI, introduce tres nociones centrales. En 337, 339, 341, 345-349, 351, 354-366, 369.
primer lugar, la necesidad. A través del gol 1979 [787] DE3: 819-820, 822-823. NB:
pe de Estado, el Estado entra en relación 3-14, 16-17, 20-21, 24, 27, 29-31, 34, 38-39,
con la necesidad, no con la legalidad (STP, 41-42, 46-47, 49, 53-55, 57-61, 73, 77-88, 90-
269). La necesidad hace enmudecer a las 96, 98, 100, 103, 105-108, 110-113, 115-128,
leyes. En segundo lugar, la violencia. "[...] la 130-132, 135-136, 139, 141, 145-146, 149-
violencia de Estado no es más que la mani 150, 154, 156, 158-162, 165, 167, 173-179,
festación irruptora, de algún modo, de su 182-184, 187-189, 191-198, 201, 206-207,
propia razón" (STP, 270). En tercer lugar, el 211, 213-215, 217-219, 222-224, 234, 240,
carácter teatral del golpe de Estado. "El tea 247-248, 264, 267, 269, 277, 284, 286-288,
tro, en fin, esta práctica teatral, esta teatrali- 293-295, 297-298, 300, 303, 306-308, 311-
zación, debe ser un modo de manifestación 316, 318, 320. 1980 [26] DE4: 89. 1981 [99]
del Estado y del soberano, del soberano co DE4: 136, 148-156. 1982 [149] DE4: 271-
mo depositario del poder del Estado. [...] El 272. 1983 [146] DE4: 374-375. 1988 [96]
teatro clásico está esencialmente organizado, DE4: 814-828.
creo, en tomo al golpe de Estado" (STP, 272).
405-406, 41Q, 415, 488, 545-546. 1984 [21] 791. SP: 31, 76, 83-84, 90-92, 132, 170, 277,
CV: 145, 149-151, 175. DE4: 611, 616, 626, 315. 1976 [33] DE3: 14, 21, 26, 87, 94, 105,
630, 730, 732. HS2: 17-18, 103, 106, 277. 111, 125. HS1: 128-129, 132-134, 136, 180,
HS3: 215. 202. IDS: 18, 26, 40, 53, 71, 84, 150, 153,
169. 1977 [41] DE3: 137, 139, 152, 157, 174,
179, 202, 206, 210, 229, 233, 261, 267, 273,
estrategia 287, 300, 306-307, 309-310, 313, 330, 406,
421, 425-426. 1978 [19] DE3: 523, 542, 573,
Foucault distingue tres sentidos del término 605, 612, 615, 637-638, 717. STP: 3, 93-94,
"estrategia": 1) la elección de los medios em 253, 301, 304, 345. 1979 [16] DE3: 733, 738,
pleados para obtener un fin, la racionalidad 760,794,796. N B : 29, 44, 111, 118, 270, 283,
utilizada para alcanzar los objetivos; 2) el 316.1980 [16] D E 4 :14, 16-17, 19-20, 22, 80,
modo en que, en un juego, un jugador se 93. 1981 [5] D E4: 130, 132-134. 1982 [12]
mueve de acuerdo con lo que piensa acerca DE4: 241-242, 283, 339. 1983 [14] DE4:
de cómo actuarán los demás y acerca de lo 378, 506, 519, 530. GSA: 52-53, 75. 1984
que los otros jugadores piensan acerca de [22] CV: 124. DE4: 596, 639-640, 662, 711,
cómo se moverá él; 3) el conjunto de proce 723-724, 742, 744. HS2: 64, 66-68, 123, 127,
dimientos para privar al enemigo de sus 274. HS3: 226. 1988 [1 ] DE4: 798.
medios de combate, obligarlo a renunciar a
la lucha y obtener así la victoria. Estos tres
sentidos se resumen en la idea de la estrate estructuralismo
gia como "elección de las soluciones gana
doras" (DE4, 241). "En relación con el pri Frecuentemente se incluye a Foucault en la
mero de los sentidos indicados, se puede historia del estructuralismo. Su noción de
llamar ‘estrategia de poder' al conjunto de episteme ha sido considerada estructuralis-
los medios utilizados para hacer funcionar ta. Ahora bien, si se atiende a sus propias
o para mantener un dispositivo de poder. declaraciones, su relación con el estructura
También se puede hablar de la estrategia lismo parece tan problemática como su re
propia de las relaciones de poder en la me lación con la filosofía. Algunas veces (pocas,
dida en que ellas constituyen modos de ac es cierto) afirmó su pertenencia a él, pero
ción sobre la acción posible, eventual, su otras, la mayoría, la negó tajantemente. Así,
puesta de los otros. Se pueden descifrar, por ejemplo, ha sostenido: "Lo que traté de
entonces, en términos de 'estrategia' los me hacer fue introducir los análisis de estilo
canismos utilizados en las relaciones de po estructuralista en dominios en los que no
der. Pero el punto más importante es, evi habían penetrado hasta el presente, es decir,
dentemente, la relación entre las relaciones en el dominio de la historia de las ideas, la
de poder y las estrategias de enfrentamien historia del conocimiento, la historia de la
to" (DE4, 241-242). teoría. En este sentido, fui llevado a analizar
en términos de estructura el nacimiento del
d i a l é c t i c a . A diferencia de la dialéctica, que estructuralismo mismo" (DE1, 583), "no ten
persigue la contradicción entre los términos go ningún nexo con el estructuralismo y
para llegar a una síntesis, la estrategia es nunca empleé el estructuralismo para los
una lógica de las conexiones posibles entre análisis históricos. Más aún, diría que igno
elementos que son diferentes y siguen sién ro el estructuralismo y que no me interesa"
dolo (N B , 44). (DE3, 80), "nunca, en ningún momento,
utilicé los métodos propios de los análisis
Stratégie [266]: 1961 [1 ] H F: 10. 1962 [3] estructurales" (DE2, 209). A veces, su insis
DE1: 217. M M PS: 86, 102. 1969 [7] AS: 91, tencia en negar cualquier pertenencia al es
98, 151, 192, 218. 1971 [11] DE2: 187, 218. tructuralismo lo ha llevado a afirmaciones
LVS: 34, 46, 108, 118. 1972 [4] DE2: 268, manifiestamente falsas. En L'Archéologie du
274-275, 305. 1973 [1 ] DE2: 439. 1974 [28] savoir, por ejemplo, se lee: "N o he empleado
DE2: 499, 519, 629-632, 634-638, 644, 684. una sola vez el término 'estructura' en Les
PP : 18, 34, 165, 237-239. 1975 [32] AN: 48, M ots et les choses" (AS, 261). Sin embargo,
79, 204. DE2: 694, 719-721, 744, 755, 760, aparece 79 veces, incluso en el índice (MC,
144 ESTRUCTURALISMO
24, 47, 106, 144, 147-153, 153, 156, 158-160, h i s t o r i a . A propósito de la relación entre el
170, 172, 213, 215, 217-219, 225, 239, 240, estructuralismo y la historia, Foucault se
243, 244, 250, 252, 257, 276, 282, 286, 292- ñala (DE2, 268-280): 1) En su forma prime
293, 296, 304, 348, 358, 367, 370, 373, 388, ra, el estructuralismo fue un intento por
391-393). Por otro lado, para la reedición de disponer de un método más preciso y rigu
La N aissancedelaclinique, se ocupó de m o roso en el campo de las investigaciones his
dificar la terminología demasiado estructu- tóricas. 2) La crítica del carácter antihistó
ralista de la primera edición. Brevemente, la rico del estructuralismo proviene, por un
situación se podría aclarar diciendo que La lado, de la fenomenología y el existencialis
Naissance de la clirúque, y en parte Les Mots mo (por ejemplo, de Sartre, para quien sin
et les choses, marcan un acercamiento de actividad humana, sin sujeto, no existiría el
Foucault al estructuralismo; a partir de sistema de la lengua), y, por otro lado, de
aquí, se advierte un alejamiento creciente. ciertos marxistas, para quienes los movi
Al referirse a su trabajo sobre Raymond mientos revolucionarios tienen muy poco
Roussel -y esta apreciación podría extender de estructuralistas. 3) Las dos nociones
se sin dificultad a toda su obra-, se expresa fundamentales de la historia, tal como se la
en estos términos: "no se trataba exacta practica en la década de 1960, no son el
mente del problema del estructuralismo: lo tiempo y el pasado, sino el cambio y el
que me importaba y lo que trataba de ana acontecimiento. Los trabajos de Dumézil,
lizar no era tanto la aparición del sentido en por ejemplo, muestran cómo un análisis es
el lenguaje, sino el modo de funcionamiento estructural cuando estudia un sistema
del discurso dentro de una cultura dada" transformable y las condiciones en las que
(DE1, 605). esa transformación se realiza. "Yo creo que,
entre los análisis estructuralistas del cam
"Me parece, ante todo, desde un pun
s u je to . bio o de la transformación y los análisis
to de vista negativo, que lo que distingue históricos de los tipos de acontecimiento y
esencialmente al estructuralismo es que de los tipos de duración, hay, no digo exac
problematiza la importancia del sujeto hu tamente identidad ni convergencia, sino
mano, la conciencia humana, la existencia cierto número de puntos de contacto im
humana" (DE1, 653). portantes" (DE2, 280). • Así como los es
tructuralistas abordan los mitos, los histo
FENOMENOLOGÍA, EPISTEM E MODERNA. Según el riadores abordan los documentos: para
análisis de Les M ots et les choses, el estruc establecer el sistema de relaciones internas
turalismo y la fenomenología tienen una y externas. Ambos permiten abandonar la
misma condición de posibilidad, un lugar vieja y arraigada metáfora biológica de la
común: la disposición epistémica de la vida y de la evolución, introduciendo la dis
Modernidad (M C, 312). "El estructuralismo continuidad (DE2, 281). Véase: Dum ézil.
no es un método nuevo, es la conciencia
despierta e inquieta del saber moderno" f i l o s o f í a . El estructuralismo se puede enten
(MC, 221). der, por un lado, como un método que per
mitió la fundación de ciertas ciencias, por
E l estructuralismo se opuso
e x is t e n c ia lis m o . ejemplo la lingüística, y la renovación de
a las dos tendencias mayores del existencia otras, como la historia de las religiones; no
lismo: la tentación de ubicar la conciencia consiste en el análisis de las cosas, de las
por todas partes y la de liberarla de la trama conductas o de su génesis, sino de las rela
de la lógica (DE1, 654). ciones que rigen un conjunto de elementos.
Por otro lado, también se puede entender
En Francia, luego de intentar unir
m a r x is m o . como una actividad por la cual los teóricos
el marxismo con la fenomenología, se buscó no especialistas se esfuerzan por definir las
acoplarlo al estructuralismo (DE4, 434), relaciones entre los elementos de su cultura.
aun cuando para Sartre y Garaudy se trata Este estructuralismo puede valer como acti
ba de una ideología típicamente de derecha vidad filosófica y, en este sentido, permite
(DE1, 658). diagnosticar la realidad (DE1, 581).
ESTRUCTURALISM O / E T H O S 145
Structuralism é [195]: 1963 [1] DE1: 284. hombre. 2) Caracterización positiva: la crí
1964 [1] DE1: 430. 1966 [2] MC: 221, 312. tica kantiana se preocupaba por determinar
1967 [30] DE1: 581-584, 599, 603, 605.1968 los límites que el conocimiento no debía su
[26] DE1: 652-658, 660, 665. 1969 [34] AS: perar; la ontología del presente, en cambio,
20, 259-263, 265-266. DE1: 774, 779, 788, es una crítica que adopta la forma práctica
813-814, 816, 820, 831-832, 835, 838-839. de la superación posible del límite. Es una
1970 [1] DE2: 133. 1971 [2 ] DE2: 210. LVS: crítica arqueológica en su método (no es
205. OD: 72. 1972 [17] D E 2: 268, 270-271, trascendental, no trata de establecer las es
273, 281, 296, 301, 374. 1974 [4] DE2: 635- tructuras universales de todo conocimien
636. P P : 255. 1975 [3 ] DE2: 692, 722. 1976 to): se ocupa de los discursos que articulan
[5] DE3: 80, 89. 1977 [4] DE3: 144-145, 402. lo que pensamos, decimos y hacemos en
1978 [11] DE3: 493, 579-580, 590. 1979 [2] tanto acontecimientos (événements) históri
N B : 50. 1980 [34] DE4: 52, 61-65, 70, 72, cos. Es genealógica en su finalidad: no se
74. 1981 [1] DE4: 170. 1983 [15] DE4: 431- trata de deducir a partir de lo que somos lo
435, 447. 1984 [1] DE4: 752. que nos es imposible hacer o conocer, sino
de deducir, a partir de la contingencia histó
rica que nos ha hecho ser lo que somos, la
ethos posibilidad de no ser, hacer o pensar lo que
somos, hacemos o pensamos (DE4, 574). Se
Para los griegos, el ethos es un modo de ser trata de una crítica experimental: un trabajo
del sujeto que se traduce en sus costumbres, de nosotros sobre nosotros mismos en tanto
su aspecto, su manera de caminar, la calma seres libres, una prueba histórica de los lí
con que afronta los acontecimientos de la mites que podemos superar. Consiste en
vida. El hombre que posee un ethos bello y transformaciones parciales y no en las pro
que puede ser admirado y citado como mesas de un hombre nuevo. Es una crítica
ejemplo es el que practica su libertad de ma que tiene su apuesta (enjeu), su homogenei
nera refleja (DE4, 714). dad, su sistematicidad y su generalidad. La
apuesta es escindir el crecimiento de las ca
En lugar de tomar la
a c t it u d d e m o d e r n id a d . pacidades (producción económica, institu
Modernidad como un período y distinguir, ciones, técnicas de comunicación) de la in
así, entre "moderno", "premodemo" y "pos- tensificación de las relaciones de poder
moderno", Foucault la considera una acti (disciplinas colectivas e individuales, proce
tud, un ethos en el sentido griego del térmi dimientos de normalización ejercidos en
no, es decir, una elección voluntaria de una nombre del Estado, exigencias sociales y re
manera de pensar y sentir, de obrar y con gionales). En cuanto a la homogeneidad, se
ducirse, una marca de pertenencia y una refiere a que el objeto de estudio son las
tarea (DE4, 568). Esta actitud se caracteriza prácticas. N o se trata de analizar las repre
negativa y positivamente. 1) Caracterización sentaciones que los hombres tienen de sí
negativa: se trata de evitar el chantaje de la mismos ni las condiciones que los llevan a
Aufklarung, esto es, no plantear la cuestión pensar de una determinada manera sin que
de la Modernidad en términos de una alter ellos lo sepan, sino lo que hacen y el modo
nativa simplista de aceptación o rechazo. en que lo hacen: las formas de racionalidad
"Es necesario intentar el análisis de noso que organizan las maneras de hacer (aspec
tros mismos en cuanto seres históricamen to tecnológico) y la libertad con que actúan
te determinados, en cierta medida, por la en estos sistemas prácticos (cómo reaccio
Aufklarung" (DE4, 572). Debemos pregun nan, cómo los modifican -aspecto estratégi
tamos por aquello que ya no es necesario co-). La sistematicidad alude a los tres ám
para constituimos como sujetos autónomos. bitos en los que este conjunto de prácticas
No hay que confundir la Aufklarung con el se desarrolla: las relaciones de dominio so
humanismo: el principio de una exigencia bre las cosas (saber), las relaciones de ac
por constituimos a nosotros mismos como ción con los otros (poder), las relaciones
sujetos autónomos establece una tensión en consigo mismo (ética). Y se interroga cómo
tre Aufklarung y humanismo. En efecto, este los hombres se han constituido como suje
último supone una concepción universal del tos del saber, que ejercen o padecen el poder,
146 E T H O S / ÉTICA
y como sujetos éticos de sus propias accio tituye la materia del comportamiento moral.
nes. Por último, la generalidad alude a que Por ejemplo, una misma exigencia en el ni
estas prácticas tienen un carácter recurren vel del código, como la fidelidad, puede con
te. "La ontología crítica de nosotros mismos cernir a sustancias éticas diferentes: los ac
no debe ser considerada como una teoría, tos, los deseos. 2) Los modos de sujeción: la
una doctrina, ni tampoco como un cuerpo manera en la que el individuo establece su
permanente de saber que se acumula; es ne relación con la regla y se reconoce ligado a
cesario concebirla como una actitud, un ella, ya sea por pertenecer a un grupo o por
ethos, una vida filosófica en la que la crítica considerarse heredero de una tradición es
de lo que nosotros somos es, a la vez, análi piritual, entre otras razones posibles. 3) Las
sis histórico de los límites que nos son im formas de elaboración del trabajo ético: para
puestos y prueba de su posible transgresión" adecuarse a la regla o para transformarse a
(DE4, 577). sí mismo como sujeto moral. Así, por ejem
plo, la austeridad sexual puede ser practica
b a u d e la ire . Foucault también describe la ac da por medio de un largo trabajo de apren
titud de modernidad a partir de la obra de dizaje, como una renuncia súbita, o como
Baudelaire. Véase: Baudelaire. un combate permanente. 4) L a teleología del
sujeto moral: una conducta moral, más allá
Acerca del ethos filosófico
f i l o s o f í a , p a r r e s ia . de su singularidad, se ubica en el conjunto
en la Antigüedad, véase: Parresia. de las conductas morales del individuo, tien
de a la realización de una forma de indivi
Ethos [46]: 1983 [6] DE4: 525. GSA: 146, dualidad. Por ejemplo, siempre en el caso de
316. 1984 [40] CV: 25, 28, 33, 51, 57, 60-65, la austeridad sexual, puede perseguirse el
79, 129, 175. HS2: 117, 191, 245. HS3: 110, dominio de sí mismo o la tranquilidad del
113. alma (HS2, 33-35). • El término "ética" se
refiere a todo este dominio de la constitu
ción de sí mismo como sujeto moral. Una
é tic a historia de los cuatro elementos menciona
dos "podría llamarse una historia de la ‘éti
Foucault delimita de manera rigurosa un ca’ y de la ‘ascética’, entendida como histo
concepto de ética que le sirve para definir ria de las formas de subjetivación moral y
un dominio de análisis, que aborda en los de las prácticas de sí que están destinadas a
últimos volúmenes de Histoire de la sexuali asegurarla" (HS2, 36). • Foucault propone
té y en varios cursos del Collége de France, distinguir entre morales orientadas hacia el
de los que sólo L'H ennéneutique du sujet ha código (en las que se acentúa el elemento
sido publicado. En primer lugar, es necesa prescriptivo) y morales orientadas hacia la
rio comenzar con algunas precisiones so ética (que insisten en los modos de subjeti
bre el término "moral". Por "moral" se pue vación). En pocas palabras, para Foucault,
de entender, por un lado, un conjunto de el término "ética" hace referencia a la rela
valores y reglas que los diferentes aparatos ción consigo mismo: es una práctica, un
prescriptivos (la familia, las instituciones ethos, un modo de ser. • Las expresiones
educativas, las iglesias, etc.) proponen a los "sujeto moral" y "sujeto ético" son equiva
individuos y a los grupos; por otro lado, los lentes en su obra. • La ética constituye, lue
comportamientos morales de los individuos, go del saber y del poder, el tercer eje de su
en la medida en que se adecúan o no a las trabajo (DE4, 576).
reglas y valores que les son propuestos. En
el primer caso, se puede hablar de "código p o l í t i c a . La ética griega de los placeres tiene
moral"; en el segundo, de "moralidad de los la misma estructura que la política, es decir,
comportamientos". Ahora bien, además de se trata de una cuestión de gobierno: el in
los códigos y los comportamientos, se puede dividuo es semejante a la ciudad (HS2, 83).
considerar la manera en que el sujeto se • Para los pensadores de la segunda mitad
constituye como sujeto moral. Aquí es nece del siglo XX, el problema es, a la vez, polí
sario distinguir cuatro aspectos: 1) La sus tico y ético, social y filosófico; no se trata de
tancia ética: la parte del individuo que cons liberar al individuo del Estado y de sus ins
ÉTICA 147
tituciones, sino de liberamos del Estado, del refleja de la libertad (DE4, 711-712). Para
tipo de individualización asociado a él. Es los griegos, libertad significa no esclavitud
necesario promover nuevas formas de sub y, en este sentido, se trata de un problema
jetividad, rechazando el tipo de individuali político. Ser libre significa no ser esclavo ni
dad que nos imponen desde hace siglos de otro hombre ni de sí mismo, ni de los
(DE4, 232). • "Estaría bastante de acuerdo propios apetitos, ni de los propios deseos.
en decir que lo que me interesa es mucho La libertad es también un modo de compor
más la moral que la política o, en todo caso, tarse respecto de los otros. La cuestión de la
la política como ética" (DE4, 586). práctica refleja de la libertad es más relevan
te que el problema de la liberación (DE4,
e s t é t i c a . Para los griegos de la Época Clásica, 714). El cuidado de sí mismo fue el modo
la ética de los placeres constituye, desde el en que los griegos plantearon la cuestión de
punto de vista del modo de sujeción, una la libertad como ética (DE4, 712).
político-estética, es decir, una elección libre
en la que están en juego el gobierno de sí y " g u b e r n a m e n t a l i d a d " . "[...] la noción de ‘gu
de los otros, y el ideal de una vida bella (DE4, bemamentalidad’ permite, creo, hacer valer
398). • En esta moral, orientada a la ética, se la libertad del sujeto y la relación con los
trata de elaborar una estética de la existencia otros, es decir, lo que constituye la materia
y no una moral de los comportamientos es misma de la ética" (DE4, 729).
tructurada jurídicamente (DE4, 488).
k a n t . Descartes liberó la racionalidad cien
La Época Clásica percibe la locura
lo c u r a . tífica de la moral. Kant reintrodujo la moral
desde una experiencia ética, es decir, desde como forma aplicada de la racionalidad al
una decisión de separación, de exclusión volver a plantear: "¿cómo puedo constituirme
(H F , 181); del mismo modo, la razón nace a mí mismo como sujeto ético?" (DE4, 411).
en un espacio ético (H F, 188). • La coheren
cia de la práctica del encierro, de la interna El pensamiento moderno nunca
m o d e r n id a d .
ción, depende de la gran reorganización pudo proponer una moral, no porque sea
ética de la Época Clásica (reorganización de sólo especulación, sino porque es en sí mis
la sexualidad en relación con la familia bur mo una ética, un modo de acción: reflexión,
guesa, de lo sagrado y de los ritos religiosos, toma de conciencia, elucidación de lo silen
de las relaciones entre el pensamiento y el cioso, restitución de la palabra a lo que es
sistema de las pasiones) (H F, 115-116). mudo, reanimación de lo inerte. Todo esto
constituye, por sí solo, el contenido y la for
En L ’Archéologie du savoir
a r q u e o lo g ía . ma de la ética moderna (M C, 338-339).
Foucault menciona la posibilidad de una
arqueología de la ética, pero aquí el término A propósito de E l anti-Edipo de
d e le u z e .
"ética" hace referencia a la manera en la que Deleuze y Guattari, Foucault afirma que es
el sistema de prohibiciones y de valores está un libro de ética -en el sentido de "ética"
presente en el modo de hablar de la sexua como ethos-, "el primero escrito en Francia
lidad (AS, 252-253). desde hace mucho tiempo. [...] Ser anti-
Edipo se ha convertido en un estilo de vida,
e th o p o ié tic a .
Foucault retoma este término, un modo de pensar y de vida" (DE3, 134-
que proviene de Plutarco, para referirse a la 135), que consiste en liberarse del fascismo
actividad por medio de la cual el sujeto se instalado en la cabeza y el cuerpo de los
constituye a sí mismo como sujeto ético hombres. Véase: Deleuze.
(HS2, 19).
p a r r e s i a . La parresia es la ética del decir ver
La ética, tal como la entendían los
e th o s . dadero. Véase: Parresia.
griegos, es un ethos, es decir, una manera de
ser y de conducirse (DE4, 714). Éthique [630]: 1954 [9] DE1: 82, 91-92, 113,
118-119. M M PE : 30. 1957 [1] DE1: 152.
La libertad es la condición ontoló-
lib e r t a d . 1961 [64] H F: 80, 87, 99, 101-104, 115-116,
gica de la ética, que es a su vez la práctica 119, 124, 127, 129, 133, 135, 139, 143-145,
148 É T IC A / EUROPA
338, 340-341, 344-345, 347-348, 350. HS: ro. Así, el hospital se convierte en un lugar
110, 325, 344. 1983 [13] DE4: 374, 431-432, de formación y de conocimiento, de entre
438, 498, 530, 538, 553. GSA: 10, 26. 1984 lazamiento de las relaciones de poder con la
[17] CV: 66, 119, 130, 165-166, 169, 172. constitución del saber. Del mismo modo, la
DE4: 564, 660, 678, 733. H S2: 29. 1988 [2] escuela se transforma en el aparato de exa
DE4: 778, 824. men ininterrumpido que se superpone a to
da operación de enseñanza. De esta manera,
a través de ella se garantiza la transmisión
examen del conocimiento del maestro al alumno, y,
al mismo tiempo, se obtiene, mediante el
Foucault da particular importancia a la no examen, todo un saber reservado al maestro
ción de examen y a sus diferentes formas (SP, 187-189). El mecanismo saber-poder
históricas: el examen como técnica discipli del examen permite: 1) Invertir la economía
naria en la que se entrelazan el poder y el de la visibilidad en el ejercicio del poder:
saber; el examen de conciencia como prác tradicionalmente el poder se mostraba, se
tica de sí mismo en la Antigüedad, y el exa hacía visible, daba lugar a un espectáculo en
men de conciencia en el monaquismo y en el que los sujetos sobre los que se ejercía
la pastoral de la carne. permanecían en la sombra. En el examen,
los sujetos se ofrecen como objetos para la
El examen, invención de la Época
d is c ip lin a . observación por parte de un poder que sólo
Clásica, constituye uno de los instrumentos se manifiesta a través de su mirada. 2) Hacer
esenciales del poder disciplinario. "El exa ingresar la individualidad en un campo do
men combina las técnicas de la jerarquía cumental: esto se da mediante técnicas de
que vigila y las técnicas de la sanción que anotación, registros, constitución de expe
normaliza. Es una mirada normalizadora, dientes, formación de archivos. 3) Hacer,
una vigilancia que permite calificar, clasifi con todas esas técnicas documentales, de
car, castigar. Establece sobre los individuos cada individuo un caso: el examen es el lu
una visibilidad a través de la cual se los di gar de la fijación, a la vez ritual y científica,
ferencia y sanciona" (SP, 186-187). • "La de las diferencias individuales; hilvana a ca
práctica masiva del encierro, el desarrollo da uno con su propia singularidad (SP, 189-
del aparato policial, la vigilancia de las po 194).'» No sólo la medicina o la pedagogía,
blaciones han preparado la constitución de sino en general todas las ciencias humanas
un nuevo tipo de poder-saber que tomará la encuentran su condición histórica de posi
forma del examen" (DE2, 392). bilidad en los procedimientos del poder dis
ciplinario, en el centro de los cuales se en
En la forma altamente ritua-
sa b er y p od er. cuentra el examen (SP, 195).
lizada del examen se conjugan la ceremonia
del poder y el establecimiento de la verdad. Combinando la vigilancia jerar
in d iv id u o .
En este sentido, saber y poder se refuerzan quizada y la sanción disciplinadora, el exa
mutuamente en aquello que hace posible el men se ubica en el centro de los procedi
conocimiento a partir de las técnicas, los mientos que constituyen al individuo, como
procedimientos y las prácticas (como, por efecto y objeto de las prácticas de saber-
ejemplo, en el examen), y no simplemente poder (SP, 194).
en el plano de la conciencia o las represen
taciones. Ejemplo de ello es el papel que El siglo X V m inventó el exa
in v e s tig a c ió n .
desempeña el examen en la constitución de men como la Edad Media inventó la inves
la medicina clínica a partir del siglo XV03. tigación judicial, en tanto búsqueda autori
A diferencia de la inspección de épocas an taria de una verdad constatada y atestiguada.
teriores, práctica discontinua y rápida, con La investigación judicial sirvió de matriz
el examen regular se coloca al enfermo en para la formación de las ciencias empíricas
una situación de estudio casi peipetua; el como el examen sirvió para la formación de
médico ingresa en un espacio al que, hasta las ciencias humanas. Pero mientras que la
ese momento, había sido externo: el hospi investigación se desprendió de su carácter
tal. Aparece, entonces, la figura del enferme de procedimiento inquisitorial, el examen,
150 EX AM EN
215, 226-229, 311. 1976 [36] DE3: 13, 28, una historia continua) y de la fenomenolo
37, 49, 52, 90, 94, 102. HS1: 28, 41, 44, 61, gía (con su afirmación de la primacía y de
80, 87, 94, 119, 130, 142, 147, 153, 155, 158- la identidad del sujeto) (DE4, 49).
159, 201. IDS: 123, 171. 1977 [5] DE3: 131,
230, 257, 303, 375. 1978 [30] DE3: 444-446, Existentialisme [42]: 1964 [1] DE1: 346.
517, 527, 549, 564. STP: 54, 185-186, 188, 1966 [1] DE1: 513. 1967 [7] DE1: 582, 616.
190, 205, 216, 338. 1979 [2] N B : 128, 214. DFA: 16. 1968 [11] DE1: 653-654, 657-658,
1980 [11] D E 4: 13, 23, 86, 122, 125-129. 668. 1975 [2] AN: 4, 25. 1977 [3] DE3: 233,
1981 [6] DE4: 146-148. 1982 [96] DE4: 307, 337, 372. 1978 [2] DE3: 593, 671. 1980 [8]
362. HS: 13, 23, 25, 48, 61, 118-119, 140, D E 4: 48-50, 62. 1983 [2] DE4: 392, 455.
142, 144, 157, 191-192, 195, 211, 225, 258, 1984 [5] CV: 164. DE4: 573, 608, 617, 718.
284-288, 298, 333, 335, 347, 353, 398-400,
405, 416, 439, 444-445, 454, 457, 460-464,
468-469. 1983 [13] DE4: 376, 385, 399, 407, exomológesis
426, 428-430, 522, 541, 558. 1984 [57] CV:
5, 20, 77, 80, 86, 114, 119, 124, 131, 133, Este término designa, en un sentido amplio,
135, 148, 156, 175, 268, 303, 309. DE4: 593, la manifestación de una verdad y la adhe
611, 626, 633, 659, 710, 746. H S2: 12, 36, sión del sujeto a esa verdad que proclama,
86, 228. HS3: 65, 74, 77-80. 1988 [40] DE4: y cuyas consecuencias acepta. Como acto de
794-799, 803, 807-811. fe, es necesaria para el cristiano. Pero hay
otro tipo de exomológesis: la confesión de
los pecados. Esta no es, sin embargo, como
existencialismo la confesión de la época moderna, una ver-
balización analítica de las faltas con sus cir
Se puede definir el existencialismo como un cunstancias, sino más bien un rito colectivo
proyecto antifreudiano, no porque Sartre o en el que se reconocen sólo las faltas graves.
Merleau-Ponty ignoraran a Freud, sino más Foucault estudia la práctica de la exom oló
bien lo contrario: en el sentido de que bus gesis en el monaquismo (más específica
caba mostrar cómo la conciencia humana, mente en la obra de Casiano Instituciones
el sujeto o la libertad del hombre llegaban a cenobíticas), en el marco de la dirección de
penetrar en todo lo que el freudismo había conciencia. Subraya tres aspectos que la di
descrito como mecanismos inconscientes. ferencian de la dirección de conciencia tal
Este rechazo del inconsciente es el obstácu como se practicaba en las escuelas filosófi
lo del existencialismo. • A pesar de todo, el cas de la Antigüedad: la relación de obedien
existencialismo es profundamente antihe- cia total respecto del maestro, la manera de
geliano, pues intenta describir las experien conducir el examen de conciencia y la obli
cias de manera que puedan ser comprendi gación de decir todo al director de concien
das en sus formas psicológicas. Su gran cia (todos los movimientos del alma, todos
preocupación fue poner por todas partes la los detalles de la vida) (DE4, 126-127, SOS-
conciencia (DE1, 654). • "Fui formado filo SOS). Véanse: Casiano, Confesión, Examen.
sóficamente en un clima que era el de la
fenomenología y el existencialismo; es decir, Exomologése [13]: 1980 [13] DE4: 126-127.
formas de reflexión que estaban inmediata Exomológesis [19]: 1978 [1] STP: 189. 1988
mente vinculadas con experiencias vividas, [18] DE4: 805-808, 812.
alimentadas y nutridas de ellas. Y, en el fon
do, la elucidación de esta experiencia vivida
constituía la filosofía, el discurso filosófico’’ experiencia
(DE3, 372) • "Yo no siento ninguna compa
tibilidad con el existencialismo tal como lo El término experiencia aparece en numero
definió Sartre" (DE3, 671). • Nietzsche (con sas expresiones: experiencia del propio
el tema de la discontinuidad y del super cuerpo, experiencia de la locura, experien
hombre) y Bataille (con las experiencias lí cia de la sinrazón, experiencia onírica, ima
mite) fueron la puerta de salida del hegelia ginaria, vivida (vécue), patológica, literaria,
nismo (con su modelo de inteligibilidad de etc. Foucault se mueve primeramente con
152 EXPERIENCIA
un concepto cercano al de la fenomenolo Expérience [1706]: 1954 [72] DE1: 67-69, 71,
gía existencial: la experiencia como el lugar 73, 76, 80-83, 86-88, 90-91, 96, 98-101.
en el que es necesario descubrir las signifi M M PE: 9, 25, 47-49, 52-55, 57, 59, 65, 82-
caciones originarias. Se advierte este enfo 83, 85-87, 91-92, 97, 99. 1957 [12]D E 1: 121,
que en un texto temprano, la introducción a 127, 130-131, 134, 137, 148, 153-154. 1961
la edición francesa de la obra de Binswanger [338] DE1: 159, 162, 164-166, 168-169. HF:
CTraum und Existenz), Le Reve et l'existence 31-34, 41, 43-49, 51, 56, 59, 63, 69-71, 83-84,
(DE1, 75-76). Véase: Fenomenología. • Luego, 99, 101-103, 106, 109, 111, 113, 115-116,
a través de la lectura de textos literarios y 127, 135-137, 139, 141-146, 148-149, 156,
filosóficos (Bataille, Blanchot, Nietzsche), 159, 164-167, 169, 172, 174-177, 179-180,
descubre otra form a de experiencia: ya no 185-186, 190, 194-195, 204, 209, 211, 215-
aquella que funda al sujeto, sino, más bien, 216, 222-225, 227-228, 230, 235, 237-238,
lo contrario: "la experiencia en Nietzsche, 241, 247-248, 252-254, 256-257, 260, 266-
Blanchot, Bataille tiene por función arran 267, 273-275, 288-289, 310, 318-319, 324,
car al sujeto de sí mismo, de modo que no 332, 338, 340, 346-348, 351, 364, 374, 387,
sea más él mismo o que sea llevado a su 391, 393, 405, 414, 418, 422, 424, 426-428,
aniquilación o a su disolución. Es una em 432, 434, 437, 440-441, 454-456, 472, 475,
presa de desubjetivación" (DE4, 43). • Final 484, 493, 495, 521, 523, 532-533, 542, 548-
mente, el concepto de experiencia recibe 549, 553-555, 570-573, 579, 591, 598, 610,
una elaboración propiamente foucaultiana: 613, 623-625, 633-635, 640-641, 643-646,
como form a histórica de subjetivación. En 648, 650-653, 656, 660-661, 669. IAK: 12, 16,
este sentido, "experiencia" y "pensamiento" 18-19, 23, 29, 36-41, 43-44, 50-51, 53, 58, 61,
terminan siendo equivalentes: "Por 'pensa 63, 65-66, 74-75, 77-78. 1962 [53] DE1: 180,
miento' entiendo lo que instaura, en sus 196-199, 202, 206, 212, 215, 226. M M PS: 9,
diferentes formas posibles, el juego de lo 25, 47-49, 52-57, 59, 65, 77-78, 80, 82, 87-88,
verdadero y de lo falso, y que, en conse 91, 95-99. 1963 [237] DE1: 231, 233, 235-
cuencia, constituye al ser humano como 236, 238-239, 241-244, 246-249, 262-263,
sujeto de conocimiento; lo que funda la 265-266, 268, 280, 283, 285. NC: VI, IX-XI,
aceptación o el rechazo de la regla y cons XIV-XV, 1-4, 6, 12-16, 18, 24-26, 28, 30, 32,
tituye al ser humano como sujeto social y 35, 37-38, 45, 49-50, 52-56, 58, 60-63, 65-71,
jurídico; lo que instaura la relación consigo 73, 76, 78, 81-82, 84-85, 87, 89, 93-94, 96,
mismo y con los otros, y constituye al ser 98-99, 102, 108, 110-111, 116, 118, 121, 123,
humano como sujeto ético" (DE4, 579). 128, 130, 137-138, 140, 143, 147-149, 162-
• "Una experiencia es siempre una ficción; 163, 165-167, 170, 172, 174-175, 177, 180-
es algo que se fabrica para uno mismo, que 181, 188-189, 192, 196, 199-203, 211. RR: 8,
no existe antes y que existirá luego" (DE4, 22, 24, 28, 40, 42, 110, 155, 198, 200, 203,
45). • Desde esta perspectiva, Foucault cri 205, 207-210. 1964 [82] DE1: 292, 297, 326-
ticará sus usos anteriores de la noción de 328, 330-332, 339, 351-354, 356-357, 359,
experiencia. "El conjunto de prácticas y 362-363, 365, 371, 379-380, 390-391, 393-
discursos constituye lo que denominé la 398, 400-401, 404, 408, 415-417, 419-420,
‘experiencia de la locura'; mal nombre, por 428-429, 433, 435-437. 1965 [13] DE1: 441-
que no es en realidad una experiencia" 442, 449-450, 458, 460-462. 1966 [134]
(DE2, 207). • La actitud de modernidad, CUH: 19. DE1: 480, 502, 504, 520-523, 525,
como ethos, es una forma de experiencia 537, 543, 555-558. MC: 11-13, 15, 56-57, 63,
histórica libre, de experimentación. Véase: 66, 86-87, 119, 131, 133-135, 142, 144-145,
Ethos. 159-160, 169, 171, 179, 191, 193, 195, 216,
222, 231, 237, 255-258, 260, 273, 285, 287,
Las formas de un sa
n ú c le o d e e x p e r ie n c ia . 291, 311-312, 320, 322, 325-327, 331-332,
ber, de las matrices normativas de comporta 334, 338, 342-347, 350, 352-353, 368, 374,
miento, modos de subjetivación, constituyen, 387, 390, 392, 395, 397. 1967 [18] C UH : 27.
para Foucault, los núcleos de experiencia DE1: 569-571, 579, 582, 604, 614, 616. DFA:
(GSA, 5). El estudio de la parresia le permi 15, 18. 1968 [21] DE1: 630, 665, 674, 690,
tirá mostrar las formas de correlación entre 704, 710, 722, 728-730. 1969 [36] AS: 24, 27,
estos núcleos (GSA, 42). Véase: Parresia. 35, 45, 64, 66, 75, 88, 100, 105, 129, 136,
EX PER IENCIA 153
147, 167, 180, 202, 209, 237, 247-249, 251, 306. 1980 [78] DE4: 8, 12, 19, 40-47, 49-52,
263-264. DE1: 765-766, 782-783, 794, 800, 54-57, 59, 61-62, 67, 75, 77-80, 90, 97, 124.
843-844. 1970 [20] DE2: 32-33, 57, 72, 100, 1981 [12] D E 4 :131, 135, 148, 160, 181, 207,
108, 110, 112-113, 122. 1971 [3 1 ]D E 2 : 172, 211, 213. 1982 [92] DE4: 219-220, 224-225,
174-175, 178, 207, 234-236. LVS: 11-12, 70- 228, 244, 250, 286, 289, 291, 308, 312, 316-
71, 118, 196, 250. OD: 18, 35, 49, 51, 76-77. 317, 320-321, 323, 325-326, 329, 339, 343-
1972 [21] DE2: 246-248, 250, 256, 286-287,345, 347. HS: 16, 18, 21, 46, 105, 121, 123,
290, 346, 350, 391. 1973 [13] DE2: 399-400, 147, 151, 157, 172, 200, 207-208, 218, 221,
417-418, 422. 1974 [58] DE2: 472, 482, 484- 271-272, 304, 323-324, 335, 340-341, 386,
485, 488, 497, 504, 513, 518, 522, 526, 546, 398, 423, 425, 455,465-467.1983 [75] DE4:
567, 597, 648, 685-686. PP: 13, 20, 61, 78, 369, 372, 385, 389, 405, 408, 414, 419, 437,
80, 118, 141, 181, 195, 201, 225, 254, 257, 456, 466, 503, 517, 526-528, 533-536, 539-
260, 280, 282-284, 297. 1975 [15] AN: 34, 542, 554-555, 559. GSA: 4-7, 19, 41, 47, 137,
50, 164, 210, 226, 244. DE2: 736, 758, 803, 146-147, 165, 198, 203, 219, 258, 261. 1984
805. SP: 18, 142, 187, 292, 294. 1976 [19] [157] CV: 5, 58, 72, 127, 132, 165,' 170, 197,
DE3: 29, 57, 59-60, 62, 82, 92, 95, 104. HS1: 223, 253, 264, 289-290, 293-294, 307-308.
77. ID S : 10-11, 86, 159. 1977 [21] DE3: 133, DE4: 575, 577-581, 583-585, 590, 596, 601,
165-166, 223, 225, 229, 294, 335, 346, 350, 614, 628, 632-634, 636-637, 647, 667, 670-
352, 354, 369, 372, 377, 387.1978 [43] DE3: 673, 684, 697-698, 701-703, 705-706, 708,
430, 432, 451, 490, 512, 520, 534, 536, 541, 730-731, 734, 740, 742, 753, 756. HS2: 10-
575, 578, 590, 610, 616, 618, 621-622, 624, 11, 13, 26, 30-31, 37, 39, 45, 50, 52-53, 56,
629, 671, 676, 703, 707. ST P: 82, 124, 209, 58, 98, 207, 210, 212, 275-276. HS3: 15, 20-
211, 215-216, 227, 291, 365. 1979 [24] DE3: 21, 25, 49-50, 69, 73, 76, 83, 85, 97, 110, 169,
745, 749-750, 785, 811, 821. N B : 78, 98,109- 226, 228, 252, 256. 1985 [5] DE4: 763-764,
111, 115, 118, 136, 156, 160, 209, 217, 242, 766. 1988 [6] DE4: 794, 801, 812.
fábula primera; 3) la causa posible de toda enfer
medad posible: enfermedades del cerebro,
Véase: Ficción. del corazón, de los ojos, etc. Y, sin embargo,
a pesar de tantos peligros originados en la
Feble [81]: 1961 [3 ] HF: 34, 136, 231. 1963 práctica de la masturbación, su somatiza
[2 ] RR: 98. 1964 [3 ] DE1: 296, 403. 1966 ción ha sido acompañada por una desculpa-
[30] DE1: 506-509, 511-512, 524. MC: 133, bilización. En efecto, al no reconocerse cau
141. 1969 [2 ] DE1: 767-768. 1971 [9 ] DE2: sas endógenas de esta práctica, los niños no
140. LVS: 29, 115, 189, 199, 251. 1972 [1] podían ser culpabilizados. N o se trata de la
DE2: 265. 1973 [1] DE2: 414. 1974 [2] DE2: naturaleza, sino del ejemplo, de la seduc
553. PP: 28. 1975 [4] AN: 266. DE2: 819, ción del adulto. La falta proviene, entonces,
821. SP: 148. 1976 [5] HS1: 49, 101. IDS: de afuera. El origen de la masturbación se
105, 108, 188. 1977 [8] DE3: 251-252, 256, ría el deseo de los adultos, que tiene por
265, 307, 316. 1978 [1] DE3: 633. 1979 [2] objeto a los niños. Pero en esta desculpabi-
N B : 292. 1980 [1] DE4: 120. 1982 [1] HS: lización del niño, y en la consecuente culpa-
447. 1983 [2] GSA: 301. 1984 [4] HS2: 230, bilización de los adultos, hay que distinguir
258, 266. HS3: 256. dos cosas: por un lado, el peligro represen
tado por el personal doméstico, los institu
tores y los educadores (son ellos los perso
familia najes del mal ejemplo); por otro, los padres
(en este caso, su culpa consiste en no ocu
s e x u a l i d a d . El p r i m e r á m b i t o e n e l q u e s e parse personalmente de sus hijos). A partir
p r o b le m a t iz ó la s e x u a lid a d in fa n t il y a d o le s de ello se dan dos consecuencias comple
c e n te , s e m e d ic a liz ó la s e x u a lid a d fe m e n in a , mentarias: 1) es necesario suprimir, dentro
s e a le r t ó a c e r c a d e la p o s ib le p a t o lo g ía d e l de lo posible, la presencia de personal do
s e x o y s e h iz o u r g e n te la n e c e s id a d d e v ig ila r méstico, o al menos permitirle sólo el míni
e in v e n ta r u n a t e c n o lo g ía r a c io n a l d e c o mo contacto con los niños; 2) se plantea la
r r e c c ió n fu e la fa m ilia b u r g u e s a o a r is t o c r á exigencia de cuidar (vigilar) a los propios
t i c a (HS1, 159). hijos. Emerge de este modo la célula fami
liar, la familia medicalizada: la supresión
MASTURBACIÓN, FAM ILIA CELULAR. En Les Anor- del personal doméstico y la exigencia de vi
maux, Foucault analiza la reorganización de gilancia reorganizan el espacio familiar pa
la familia en el siglo XIX en el marco de la ra facilitar una especie de "cuerpo a cueipo"
gran campaña contra la masturbación. En entre padres e hijos. Y, de este modo, apare
este sentido, más que de una moralización, ce un nuevo espacio: el hogar, un "nuevo
se trata de una somatización: 1) la ficción cuerpo familiar" marcado por su sustancia
de una enfermedad total, polimorfa, absolu físico-afectiva. A partir de aquí, la familia-
ta, sin remisión, que se instala en el cuerpo célula va a reemplazar a la familia relacio-
del masturbador; 2) el delirio hipocondríaco nal. Pero desde el momento en que la mas
generado por los médicos, que tratan de lo turbación se encuentra en el centro de la
grar que todo paciente vincule los síntomas familia-célula, y a causa de la somatización
de cualquier enfermedad física con esa falta de la que hablamos antes, la familia-célula
[1 5 4 ]
FAMILIA 155
173-174, 180, 192. 1972 [7] DE2: 274, 299, importante de la población se hiciese cargo
335, 338, 379, 389. 1973 [2] DE2: 422, 465. de las funciones de represión, de control, de
1974 [283] DE2: 496, 498, 531, 553, 568, policía. En este sentido, el concepto de dic
572, 601, 614, 624-626, 628, 642-643, 652, tadura aplicado a estos fenómenos es relati
664, 675, 678, 684. PP: 17, 22, 27-28, 45, vamente falso (DE2, 654). • El enemigo
81-88, 91, 95-103, 108-111, 113-119, 121- mayor de E l anti-Edipo de Gilíes Deleuze y
126, 128, 141, 144, 154, 159, 172, 181, 200, Félix Guattari es el fascismo; sobre todo "el
202, 211, 214-215, 217, 219, 221, 228, 245, fascismo que nos hace amar el poder, desear
251, 272-273, 275. 1975 [226] AN: 34-35, 45, esta misma cosa que nos domina y nos ex
53-54, 57, 60, 96, 103, 115, 132-140, 143, plota” (DE3, 134). Véase: Deleuze. • El siglo
153, 217, 220, 228, 231-236, 238-247, 249- X X no poseía un aparato conceptual apro
251, 253-254, 256-258, 260, 275, 279-280, piado para pensar el fascismo y el estalinis-
286, 296-297. DE2: 698, 700, 709, 724, 778, mo. Se disponía de instrumentos teóricos
792, 796, 822, 827. SP: 18, 71, 114, 122, 143, para reflexionar sobre la miseria, la explota
197, 204, 213, 217, 248, 263, 265, 273, 275, ción económica, la formación de la riqueza,
291, 296, 300-302, 304. 1976 [73] DE3: 10, pero no de categorías para pensar el exceso
18-21, 24-25, 36, 41, 47, 62, 76, 115, 118. de poder (DE3, 400-401). Esta ha sido, sin
HS1: 9, 54, 56, 63-65, 78, 112, 132, 143-150, duda, una de las motivaciones del interés
157, 159-161, 171, 177, 185, 197. IDS: 28-29, foucaultiano por la cuestión del poder. • "Lo
39, 45, 127, 209, 212, 220. 1977 [43] DE3: que me fastidia en la afirmación del deseo
151, 182, 192-193, 202, 205, 217, 219, 232- de las masas por el fascismo es que cubre la
233, 237, 244, 246-248, 256, 270-271, 305, falta de un análisis histórico preciso. [...] El
314, 334, 339-340, 360, 379, 395-397, 406- no análisis del fascismo es uno de los hechos
407, 423, 425. 1978 [174] DE3: 447, 453, políticos importantes de estos últimos treinta
473, 481, 483-488, 490, 492, 494-495, 532- años, lo que permite hacer de él un signifi
533, 565, 567, 569, 597, 630, 640-642, 644, cante flotante, cuya función es esencialmente
647, 650-654, 672, 682, 720. STP: 96-98, la denuncia” (DE3, 422). • A pesar de su sin
100, 103, 106-108, 110, 116-118, 162-163, gularidad histórica, ni el estalinismo ni el
196, 205, 220, 227, 235, 237, 239-240, 242, fascismo son completamente originales; han
300, 320. 1979 [32] DE3: 731-734, 737-738, utilizado y extendido mecanismos de poder
824. N B : 68, 203, 206, 212, 219, 235, 247- ya existentes en otras sociedades, y las ideas
248, 250, 305, 310, 312. 1980 [2] DE4: 103, y los procedimientos de la racionalidad polí
113. 1981 [ 6 ] D E 4 : 150, 164, 193,200.1982 tica occidental (DE4, 224).
[69] DE4: 231, 286-288, 309, 351-352, 358.
H S : 34, 37, 41, 43, 57-59, 82, 86-89, 93, 97, p a r t i d o . Para Foucault, la razón histórica del
99, 110, 114, 136-137, 150, 156, 160, 176, fascismo no es el sobredimensionamiento
178-179, 190-191, 285, 358, 363, 414, 422, del Estado, sino la subordinación de este al
426, 435-436. 1983 [21] D E 4 :403, 450, 465, partido (N B , 197). Véase: Liberalismo.
477, 480-481, 485, 515, 555. G SA: 65, 86,
110, 149, 153, 186, 198, 251. 1984 [95] CV: Fascisme [73]: 1967 [1] DE1: 582. 1972 [3]
34, 91, 101, 104, 132-133, 157-159, 181, 185, DE2: 314, 340. 1974 [5] DE2: 498, 652, 654.
222, 243, 265, 276-277, 279, 285. D E4: 581, 1975 [11] AN: 13. DE2: 761-762, 775, 805,
646, 652-653, 710, 745, 751, 754, 757-758, 816, 820. 1976 [3] HS1: 198. IDS: 20, 27.
760. HS2: 32, 47, 97, 107, 137, 167, 169, 172, 1977 [26] DE3: 133-136, 180, 264, 387, 400-
174, 178, 182, 185, 189, 200, 219, 223, 227, 401, 422, 424. 1978 [11] DE3: 535-536, 545,
235, 238-239, 254. HS3: 19, 40-41, 47, 54, 610, 626. 1979 [9] N B : 70-71, 81, 100, 192,
56, 67-68, 90-92, 95-96, 132, 173, 178, 183, 196-197, 214. 1982 [2] DE4: 224. 1984 [2]
186, 198-199, 201, 214, 220, 252, 281. DE4: 751.
fascismo Fausto
de una policía, de una justicia centralizada. relato o, más bien, los diferentes regímenes
En una palabra, apareció el embrión de un según los cuales este es 'recitado': postura
aparato judicial de Estado (DE2, 343). del narrador respecto de lo que narra [...].
• Acerca de la práctica judicial en la socie La fábula está hecha de elementos ubicados
dad feudal, véase: Investigación. • En las en cierto orden. La ficción es la trama de las
sociedades feudales no hay nada semejante relaciones establecidas, a través del discurso
al panoptismo (DE2, 606). • El poder se mismo, entre quien habla y aquello de lo
ejercía mediante signos e impuestos: signos que habla. Ficción, aspecto de la fábula”
de fidelidad al señor feudal, rituales, cere (DE1, 506). • La ficción consiste en el mo
monias, impuestos, pillaje, caza, guerra vimiento por medio del cual un personaje
(DE3, 153). • La feudalidad no era exacta sale de la fábula a la que pertenece y se con
mente un sistema militar; era un sistema vierte en el narrador de la siguiente (DE1,
jurídico complejo en el que, en determina 507). • Una obra no se define por los ele
dos momentos, cierta categoría de indivi mentos de la fábula, sino por los modos de
duos debía ejercer la función de la guerra, la ficción. La fábula de un relato se sitúa
pero estos no eran militares de profesión dentro de las posibilidades míticas de una
(DE3, 581). • El poder se ejercía sobre el cultura; su ficción, en las posibilidades del
cuerpo de los individuos de tres maneras: acto de habla (DE1, 506).
1) se exigía que el cuerpo del súbdito ofre
ciera, produjera y pusiera en circulación La ficción en Blanchot no está
b la n c h o t.
signos de respeto, de devoción, de servilis nunca en las cosas ni en los hombres, sino
mo; 2) se podía ejercer sobre ellos la violen en la imposible verosimilitud. La ficción no
cia, hasta la muerte; 3) se podía imponer el consiste en hacer ver lo invisible, sino en
trabajo (DE3, 586). Este poder se desplega hacer ver cómo es invisible lo invisible de lo
ba de manera discontinua (AN, 80). • El visible (DE1, 524). Véase: Blanchot.
feudalismo desarrolló entre los individuos
un tejido de nexos personales muy diferen Desde el siglo XVIU, el autor ha des
a u to r.
te del poder pastoral (D E4, 148). • El poder empeñado el papel de regulador de la fic
feudal establecía relaciones entre sujetos ción, papel característico de la era industrial
jurídicos; desde el nacimiento, un indivi y burguesa, del individualismo y de la pro
duo se encontraba inmerso en las relacio piedad privada (DE1, 811).
nes jurídicas. En el "Estado de policía”, los
individuos también poseen una situación v e r d a d , h i s t o r i a , p o l í t i c a . En respuesta a una
jurídica, pero, además, el poder se ocupa pregunta a propósito de La Volonté de savoir,
de ellos en cuanto hombres, seres vivientes el primer volumen de Histoire de la sexuali
que trabajan y comercian (DE4, 822-823). té, Foucault señala: "Respecto del problema
• La feudalidad como sistema jurídico ca de la ficción, para mí es un problema muy
racterizó a las sociedades europeas desde importante; y me doy cuenta de que nunca
el siglo VI hasta el XV. Este sistema no ha escribí sino ficciones. No quiero decir con
bía sido estudiado en su especificidad ni esto que haya dejado de lado la verdad. Me
por los historiadores ni por los juristas an parece que existe la posibilidad de hacer tra
tes de los análisis de Henr i de Boulainvilliers. bajar la ficción en la verdad, de inducir efec
Véase: Boulainvilliers. tos de verdad con un discurso de ficción y
de hacer que el discurso de verdad suscite
Féodalisme [2]: 1981 [2] DE4: 148, 157. algo que todavía no existe. Entonces, 'ficcio-
na'. Se 'ficciona' la historia a partir de una
realidad política que la hace verdadera, se
ñcción 'ficciona' una política que no existe todavía
a partir de una verdad histórica” (DE3, 236).
"En toda obra que posee la forma del
fá b u la . • La relación entre ficción y verdad nos per
relato, es necesario distinguir fábula de fic mite analizar nuestra modernidad (DE4,
ción . Fábula es lo narrado (episodios, perso 46). • "Yo practico una especie de ficción
najes, funciones que ellos desempeñan en la histórica” (DE3, 805; DE4, 40).
narración, acontecimientos), el régimen del
FICCIÓN / FILOSOFÍA 161
allá del propio Nietzsche, a quien tanto le las ciencias humanas, las filosofías de lo
debe (véase: Poder). Por ello, la ontología del trascendental, las disciplinas, la biopolítica.
presente no se agota en un diagnóstico ne Esta tarea de liberación ubica su filosofía en
gativo, aunque a veces pueda parecerló (por el cantero de la historia. "Después de todo,
ejemplo, cuando analiza las formas moder que el trabajo que les he presentado haya
nas del poder: la disciplina y la biopolítica). tenido este aspecto a la vez fragmentario,
Diagnosticar, para Foucault, es llevar a cabo repetitivo y discontinuo correspondería bien
el esfuerzo de pensar de otra manera. "¿Qué a lo que se podría denominar una ‘pereza
es la filosofía, si no una manera de reflexio febril’, la que afecta típicamente a los que
nar, no tanto sobre lo que es verdadero o aman las bibliotecas, los documentos, las
falso, sino sobre nuestra relación con la ver referencias, las escrituras polvorientas, los
dad? Se lamentan de que no haya filosofía textos que nunca son leídos, los libros que,
dominante en Francia. Tanto mejor. No hay apenas impresos, se encierran y duermen
filosofía soberana, es verdad, sino una filo enseguida en las secciones de las que son
sofía o, más bien, filosofía en actividad. Es sacados sólo algunos siglos más tarde. Todo
filosofía el movimiento por medio del cual esto convendría bien a la inercia trabajosa
(no sin esfuerzos y obstáculos, sueños e ilu de aquellos que profesan un saber que no
siones) uno se distancia de lo que se ha ad sirve para nada, una especie de saber sun
quirido como verdadero y busca otras reglas tuario, una riqueza de beneficios cuyos sig
de juego. Lo es el desplazamiento y la trans nos exteriores, como ustedes saben bien, se
formación de los cuadros de pensamiento, encuentran dispuestos a pie de página. Esto
la modificación de los valores recibidos y convendría a todos aquellos que se sienten
todo el trabajo que se hace para pensar de solidarios de una de las sociedades secretas
otra manera, para hacer otra cosa, para de sin duda más antigua, más característica
venir distinto de lo que se es. Desde este también de Occidente; upa de estas socieda
punto de* vista, es un período de actividad des secretas extrañamente indestructibles,
filosófica intenso como el de los últimos desconocidas, me parece, en la Antigüedad,
treinta años” (DE4, 110). En este sentido, que se han formado tempranamente en el
todo el trabajo de Foucault -"fragmentos de cristianismo, con certeza en la época de los
filosofía en el cantero de la historia” (DE4, primeros conventos, en los confines de las
2 1)- ha sido un esfuerzo constante por po invasiones, de los incendios, de los bos
der pensar y ser de otra manera. Más preci ques. Quiero hablar de la gran, tierna y
samente, a la luz de sus últimos escritos, calurosa francmasonería de la erudición
pensar y ser de otra manera consiste en ela inútil” (IDS, 6). N o creemos que sea tan
borar nuevos modos de subjetivación, nue inútil. Todo lo contrario. • Para finalizar,
vas prácticas de sí; en una palabra, una éti una última observación. Se acostumbra dis
ca, un ethos, una ascesis. Por ello, se podría tinguir en la obra de Foucault dos o tres
afirmar que su práctica filosófica se acerca períodos que corresponderían a sus ejes de
más a la de la Antigüedad que a las de Hegel trabajo y también a las pausas en la publi
o Sartre, al menos -aunque no sólo- del mo cación de sus libros. H abría entonces un
do en que describe la práctica de los anti período arqueológico (centrado en el análi
guos. Podríamos decir, a modo de resumen, sis del saber), uno genealógico (análisis del
que el trabajo de Foucault va de la muerte poder) y otro ético (análisis de las prácticas
del sujeto (de las filosofías del sujeto, de las de subjetivación). El pasaje del primero al
ciencias del hombre) a la recuperación del segundo estaría marcado por la distancia
sujeto desde el punto de vista de las prácti que media entre L'Archéologie du savoir
cas. "No es pues el poder, sino el sujeto, el (1969) y Surveiller et p u n ir (1975); el del se
que constituye el tema general de mis inves gundo al tercero, por la que va de el primer
tigaciones” (DE4, 223). Su filosofía ha sido volumen de Histoire de la sexualité. La
un esfuerzo inmenso por abrir un espacio Volonté de savoir (1976), al segundo, L'Usage
donde las prácticas de subjetividad sean des plaisirs (1984). Estas distinciones sirven,
nuevamente posibles como prácticas reflejas sin duda, a la descripción y a la presenta
de la libertad (véase: É tica ); y, para ello, fue ción de su pensamiento. N o se puede decir
necesario liberar ese espacio invadido por que sean incorrectas; sin embargo, no son
164 FILOSOFÍA
totalmente precisas. Basta leer Histoire de la 582, 587, 596-598, 604-606, 611-613. DFA:
folie á l'áge classique para darse cuenta de 11, 14, 17-18, 22. 1968 [22] DE1: 654-655,
cómo, desde el inicio de su producción, las 657-658, 662-665, 668, 684, 696-697, 701-
problemáticas del saber, del poder y de las 702. 1969 [97] AS: 10, 13, 20, 23, 33, 53,
prácticas de subjetividad se encuentran en 72-73, 78, 179, 181, 225, 235, 253, 260, 266-
trelazadas. Por ello, aun cuando sigamos 268. DE1: 759, 768-770, 773, 775, 779-785,
hablando de períodos -arqueológico, genea 789-790, 792-793, 812, 815, 821-822, 846.
lógico y ético- no debemos pensarlos como 1970 [119] DE2: 7-8, 10-11, 25, 47, 54, 65-
un desplazamiento en una línea recta, sino 72, 76, 78, 80, 83, 85-87, 89-91, 98-99, 105-
como un movimiento más complejo, cuya 109, 113, 124-126. 1971 [133] DE2: 137,
representación espacial más apropiada sería 141, 149, 152, 164, 166, 170, 188, 221, 229,
el círculo o la espiral. "En cuanto a aquellos 242-243. LVS: 3, 6-7, 14, 16, 18-21, 24, 29-
para quienes esforzarse, comenzar y reco 40, 51-52, 55-56, 58, 61, 63, 65-67, 107, 139,
menzar, ensayar, equivocarse, retomar todo 148-149, 190, 210-211, 213, 251. OD: 29, 47,
desde el inicio y encontrar todavía el modo 51, 60, 64, 76-79. 1972 [37] DE2: 265, 272,
de titubear a cada paso, en cuanto a aquellos 282-284, 293, 295-296, 304-305, 369-370,
para quienes, en definitiva, trabajar mante 372, 376. 1973 [10] DE2: 399, 412, 414,424-
niéndose en la reserva y en la inquietud 425, 434. 1974 [47] DE2: 471, 476, 483, 493,
equivale a la dimisión, bien, manifiestamen 506, 522, 539-540, 546-547, 549, 564, 568,
te, no somos del mismo planeta” (HS2, 13). 571, 594, 627, 630, 633-634. P P : 15, 38, 93,
121, 167, 222-223, 258, 292, 295. 1975 [15]
últimos dos cursos que Foucault
p a r r e s ia . L o s A N :4 , 11, 126, 220. D E2: 693, 720-721, 727,
dictó en el Collége de France, Le Gouveme- 756, 781, 798, 808, 827. SP: 142, 254. 1976
ment de soi et des autres y Le Courage de la [49] DE3: 29-30, 95, 112. HS1: 80, 166, 184.
vérité, estuvieron dedicados a la noción de IDS: 19-22, 25, 45-46, 50, 55, 85, 146, 149,
parresia. A propósito del análisis de esta en 153, 162, 172-173, 186, 194, 211-212, 215.
la Antigüedad, describe lo que denomina la 1977 [38] DE3: 134-135, 150, 158, 175, 179,
"concepción parresiástica de la filosofía”. De 193, 210, 234, 265-266, 274, 277, 279-281,
algún modo puede verse en este desarrollo 316, 349-350, 369-372, 377, 394, 399. 1978
la posición del propio Foucault acerca de la [174] DE3: 429-432, 434-435, 438, 442, 476,
práctica filosófica. Véase: Parresia. 479, 502, 534, 537-542, 547, 571, 573-574,
576, 584, 590, 595, 597, 600-605, 607-609,
Philosophie [2528]: 1954 [19] DE1: 66-68, 615-616, 618, 622. STP: 5, 28, 75-76, 81, 86,
78-79, 83, 87-88, 91, 96, 101. M M PE : 14. 115, 144, 154, 160, 180-181, 192, 221, 225,
1957 [7] DE1: 120, 124, 126-127, 138, 140. 230, 236, 254, 258, 269, 287, 340. 1979 [47]
DE1: 168-171. 1961 [85] H F: 43, 137, 202- DE3: 763, 783, 795-796, 823. N B : 4, 18, 27,
203, 227, 284, 287, 298, 379, 385, 391, 416, 42, 50-51, 129, 157, 160, 185, 187, 227, 268-
436, 471, 551, 611, 658, 662, 684-685. IAK: 271, 275, 277, 292, 294, 319-320. 1980 [38]
13-15, 22-23, 27-30, 35, 46, 48-50, 52-55, 58, DE4: 21, 24, 29, 34, 42, 48-50, 52-53, 56, 62,
63-69, 74, 76-79. 1962 [2 ] M M PS: 14, 79. 70, 83, 103, 107-108, 110, 127. 1981 [17]
1963 [46] DE1: 238-242, 245, 247-249, 263, DE4: 134-135, 140, 146, 169-170, 182, 205.
267-268. N C : XI, XV, 55, 64, 92, 105, 116- 1982 [292] DE4: 219-220, 224, 232, 278-279,
117, 120, 126, 130, 142, 147, 157-158, 192, 291, 317, 351, 354-355, 357. H S: 3-4, 6, 11,
206. 1964 [16] DE1: 291, 339-342, 345-346, 13-14, 16, 18-19, 23, 25-27, 29-30, 33, 40-41,
357, 370, 381, 387, 391, 430. 1965 [128] 43, 46, 49, 61-62, 64-65, 67, 69, 72, 77, 84,
DE1: 438-440, 444, 447-463. 1966 [127] 89-90, 93-96, 98, 100-102, 111, 113-114,119,
DE1: 499, 503-504, 515, 520, 541-543, 545- 123, 126, 130-131, 134, 138, 141, 143-146,
546, 548, 551-553, 556. MC: 80, 82-83, 88, 148-150, 152-153, 158-160, 163-167, 171-
91, 94, 98-99, 133, 136, 145-147, 151-154, 172, 175, 178-179, 182-184, 200, 203-204,
156, 159, 161, 174, 207-208, 220, 231-233, 206-208, 216-218, 248-250, 257, 262-263,
253, 256-257, 260-261, 287, 292, 295-296, 269, 280, 297-298, 306, 309, 313-314, 320-
304-305, 316, 326, 328, 333, 336, 339, 346, 321, 324, 328-331, 333, 335-336, 349-350,
352-353, 355, 357-359, 375, 382, 384, 396- 365, 369, 374, 378, 384, 390-392, 397-399,
397. 1967 [64] DE1: 565, 570, 574-575, 579- 408, 415, 442, 457, 466-467. 1983 [500]
FILOSOFÍA / FORM ACIÓN DISCURSIVA 165
DE4: 387, 397, 410, 412-413, 433, 436, 438, formación discursiva
448, 455-456, 462, 500, 520, 527, 535, 543,
547. GSA: 3, 9, 12-14, 16-17, 21-24, 26, 38- Es "un conjunto de reglas anónimas, histó
39, 47, 63, 171, 180-181, 190, 193-194, 198, ricas, siempre determinadas en el tiempo y
200-202, 205-212, 215, 217-224, 226-230, en el espacio, que han definido en una épo
232-236, 239-240, 242, 250, 252, 259, 263- ca dada, y para un área social, económica,
275, 280-286, 290, 293, 295-297, 300, 305, geográfica o lingüística dada, las condicio
308, 311-326, 329-330. 1984 [355] CV: 5, nes de ejercicio de la función enunciativa”
17, 28, 30, 33, 45, 58, 62, 64-65, 68, 75, 83, (AS, 153-154). Las nociones de formación
88-89, 105, 112,116-119, 143, 146-147, 149- discursiva y enunciado remiten una a la
150, 153-155, 157, 161-163, 165, 170, 176- otra. • La primera tarea de la arqueología es
179, 182-190, 195-196, 200-201, 203, 205- negativa; consiste en deshacerse de las cate
206, 209-210, 213-220, 222-223, 225-228, gorías con las que se ha llevado a cabo, tra
235-236, 239, 248, 251-252, 255, 257, 261- dicionalmente, el análisis de los discursos:
262, 264, 268, 270-271, 288-290, 309-310. género, libro, autor. Una vez suspendidas es
DE4: 562-564, 579, 581, 586, 613, 622, 630, tas categorías, Foucault formula cuatro hi
644, 652, 667, 679-682, 686-688, 697, 699- pótesis y, a partir de estas, surgirán los con
702, 706-707, 721-723, 729. HS2: 13-15, 21, ceptos que la arqueología utilizará para
44, 51, 100,107,153, 200, 233-234, 252, 262, describir las formaciones discursivas.
264, 269, 275, 282. HS3: 50, 55, 57, 59-60,
65, 70-71, 74, 80, 102, 111, 121, 168, 179, e n u n c i a d o , p r o p o s i c i ó n , f r a s e . Como hemos
184-185, 187, 192, 219-220, 245, 249, 260, dicho (véase: Arqueología), la arqueología en
270-271, 281-282, 284. 1985 [30] DE4: 763- tanto método de análisis de los discursos no
768, 770, 773, 775-776. 1988 [14] DE4: 779, busca ser ni interpretación (referir los dis
786-787, 789-790, 795-796, 799, 811, 813, cursos a otra cosa, a la, interioridad de la
820, 824.- conciencia, por ejemplo) ni formalización
(establecer las condiciones gramaticales, ló
gicas o lingüísticas de la formación de los
Flaubert, Gustave (1821-1880) enunciados). La arqueología es, más preci
samente, un análisis de las condiciones his
Foucault ha dedicado un artículo a La ten tóricas de posibilidad (del a priori histórico)
tación de San Antonio, de Flaubert (DE1, que han hecho que en un determinado mo
293-325). • "E n esta obra, que a primera mento sólo ciertos enunciados y no otros
vista se percibe como una sucesión un poco hayan sido efectivamente posibles. Por ello,
incoherente de fantasmas, la única dimen distingue la formación discursiva y el enun
sión inventada, pero con un cuidado meti ciado, como unidad de análisis, de la propo
culoso, es el orden. Lo que pasa por fantas sición/significante (objeto de la formaliza
ma no es nada más que documentos ción) y de la frase/significación (objeto del
transcritos: diseños o libros, figuras o textos. trabajo de interpretación). Estas diferencias
En cuanto a la sucesión que los une, está pueden resumirse como sigue: 1) En rela
prescrita de hecho por una composición ción con el objeto: la frase remite a un co
muy compleja, que, asignando un lugar de rrelato que le confiere sentido; la proposi
terminado a cada uno de los elementos do ción, a un referente que determina su valor
cumentales, los hace figurar en varias series de verdad; el enunciado, a un referencial
simultáneas” (DE1, 308). constituido por las reglas que definen las
condiciones históricas de aparición de los
Gustave Flaubert [51]: 1964 [29] DE1: 293- objetos. 2) En cuanto al sujeto: el autor es
303, 309, 311. 1966 [1] DE1: 502. 1968 [1] el sujeto de la frase; el sujeto sintagmático
DE1: 660. 1969 [1] D E 1 :793.1970 [4] DE2: es el de la proposición; el sujeto del enun
27, 115, 117. 1971 [2] LVS: 124. 1973 [2] ciado, por su parte, está configurado por el
DE2: 412. 1975 [3] AN: 4, 25. DE2: 732. conjunto de reglas que determinan quién
1976 [1] DE3: 108.1978 [4] DE3: 500. 1983 puede proferirlo y en qué condiciones. 3) En
[1] D E4: 392. 1984 [2 ] CV: 173-174. cuanto al dominio asociado: para la inter
pretación, las relaciones entre los enuncia
166 FO R M ACIÓ N DISCURSIVA
dos son de orden lógico o retórico; para la llas de especificación. Se trata de los siste
formalización, se trata del orden sintáctico mas según los cuales se separan, se oponen,
o lógico; la arqueología, por su parte, se se reagrupan o se derivan unas de otras las
orienta a describir un dominio de asociacio diferentes locuras como objetos del discurso
nes que está constituido por las relaciones psiquiátrico. Por ejemplo, la dupla concep
que se pueden establecer entre enunciados tual alma/cuerpo, la vida y la historia del
que comparten un mismo estatuto, entre individuo, etc. • Foucault observa, además,
enunciados que pertenecen a unidades hete que la descripción precedente es insuficien
rogéneas, etc. 4) En cuanto a la materiali te por dos razones: no se puede sostener que
dad: la materialidad de la escritura o del el discurso sea el lugar donde vengan a si
sonido constituyen la de la frase; la de los tuarse e instalarse objetos venidos del exte
signos corresponde a la proposición; en el rior y es necesario definir las relaciones en
caso del enunciado, se trata del conjunto de tre estos diversos niveles. La formación de
instancias que posibilitan y rigen su repeti los objetos depende de las relaciones que se
ción. Ahora bien, para comprender con ma establecen entre las superficies de emergen
yor precisión estas diferencias entre el cia, las instancias de delimitación y las reji
enunciado, por un lado, y la frase y la pro llas de especificación, y estas relaciones no
posición, por otro, es necesario retomar y son ajenas al discurso. Estas no explican
desarrollar cada una de las cuatro hipótesis cómo el objeto está constituido, sino por
que mencionábamos más arriba. En efecto, qué en una determinada época se ha comen
estas establecen lo que se debe considerar zado a hablar, por ejemplo, de ciertos ,com
como objeto, como sujeto, como dominio portamientos y conductas en términos de
asociado y como materialidad de los enun locura o enfermedad mental, cómo estas
ciados (AS, 116-135). conductas y estos comportamientos se han
evidenciado en el seno de la familia o del
o b j e t o . L a primera de las cuatro hipótesis de grupo social, cómo han sido designados y
trabajo sostiene que la unidad de un conjun circunscritos por los distintos estamentos
to de enunciados diferentes por su forma y sociales, de acuerdo con qué esquemas men
temporalmente dispersos se funda en el he tales han sido clasificados o catalogados, y,
cho de que todos ellos se refieren a un único sobre todo, qué relaciones se han estableci
y mismo objeto. Consecuentemente, lo que do entre estas diferentes instancias. A estas
nos permite individualizarlos es el referente, relaciones, por no ser ajenas al discurso, po
el correlato. A la luz de Histoire de la folie á demos llamarlas relaciones discursivas, y se
f&ge classique, Foucault concluye que, en distinguen de las primarías, que pueden es
lugar de intentar identificar un objeto único tablecerse con independencia de todo dis
y permanente (lo que, en el caso de la locu curso entre las instituciones, las técnicas u
ra, resulta imposible), deberíamos estable otros componentes de la sociedad, y de las
cer, más bien, las reglas que determinan el reflexivas, esto es, de lo que discursivamente
espacio en el que los objetos se perfilan y se se dice a propósito de las relaciones prima
transforman. Estas reglas se manifiestan en rias (AS, 55-67).
tres niveles: 1) A través de las superficies de
emergencia. En el caso de la locura, se trata La segunda hipótesis que Foucault
s u je to .
de los lugares donde pueden surgir y mani examina sostiene que la unidad del discurso
festarse esas diferencias individuales que proviene de la forma y del tipo de encade
serán designadas, descritas y analizadas en namiento de los enunciados, en una pala
términos de enfermedad, anomalía, neuro bra, del estilo. Por ejemplo, podríamos sos
sis, psicosis, etc. Por ejemplo, la familia, el tener que lo que caracteriza a la medicina
grupo social, el lugar de trabajo, etc. 2) A de comienzos del siglo XIX, a diferencia de
través de las instancias de delimitación, es los discursos médicos que la habían prece
decir, los diferentes estamentos sociales que dido, es la forma descriptiva de sus enuncia
designan, nombran o instauran los objetos. dos, que implica una misma mañera de es
Siempre respecto de la locura, encontramos tructurar la observación (organización del
aquí a la medicina, la justicia penal, la au campo perceptivo, estructuración de la es-
toridad religiosa, etc. 3) A través de las reji pacialidad de los cuerpos, etc.) y un mismo
FORMACIÓN DISCURSIVA 167
axiomas del cual depende. La objeción po to de las prácticas no discursivas, como la
dría formularse también a propósito de las pedagogía o la política, los procesos y el ré
reglas de la gramática. Foucault responde gimen de apropiación, las posiciones del
distinguiendo entre lo que propiamente deseo respecto del discurso. • Las posibili
constituye un campo asociado y el hecho de dades de reinscripción y de transcripción,
suponer un sistema de axiomas o de reglas. los límites y las condiciones, los otros enun
Un campo asociado se sitúa en el mismo ni ciados que coexisten con él determinan la
vel del enunciado en cuestión; los axiomas o máterialidad de un enunciado (AS, 85-93).
las reglas gramaticales, en cambio, no se ubi
can en el mismo nivel que las proposiciones Form ation discursive [79]: 1968 [12] DE1:
o frases a las cuales se refieren (AS, 75-84). 675-678, 719, 721-723. 1969 [61] AS: 53, 60,
74, 80, 84, 86-87, 89, 91, 98, 106, 141, 151-
m a t e r i a l i d a d . La cuarta y última hipótesis 153, 156, 158, 164, 167, 173, 190, 200-201,
plantea que la unidad o individualidad de 203, 208, 213, 215, 218, 223, 226-227, 232,
una práctica discursiva proviene de la iden 234-235, 240-245, 249. 1970 [1] DE2: 55.
tidad y la persistencia de determinados te 1971 [1] OD: 68. 1975 [1] AN: 122. 1976 [2]
mas. Foucault ha demostrado la inconsis D E 3: 28. 1980 [1] DE4: 69.
tencia de esta hipótesis a propósito de temas
como el evolucionismo o la formación del
valor en la teoría económica. En lugar de formalización
tratar de establecer la permanencia de cier
tos temas, de determinadas imágenes u opi Los métodos de interpretación hacen frente,
niones a través del tiempo, debemos definir en el pensamiento moderno, a las técnicas
las posibilidades estratégicas que los rigen. de formalización. Aquellos tratan de hacer
Establecer las estrategias de una formación hablar al lenguaje por debajo de él mismo;
discursiva implica: 1) Señalar los puntos de estas intentan controlar todo lenguaje
difracción: a) puntos de incompatibilidad eventual y cargar lo que es posible decir
(dos enunciados que, aun cuando aparezcan con el peso de la ley. Esta división pesa so
en la misma formación discursiva, no pue bre el ser humano y lo domina. Sin embar
den pertenecer a la misma serie); b) puntos go, no se trata de una separación rigurosa:
de equivalencia (dos enunciados que, res la interpretación y la formalización poseen
pondiendo a las mismas posibilidades de un lugar común, son parte de una misma
existencia y situándose en un mismo nivel, disposición epistémica (M C, 312). • Al in
representan una alternativa); c) puntos de terrogarse acerca de las relaciones entre la
enganche en una sistematización (a partir lógica y la ontología, la formalización vuelve
de los puntos de equivalencia o incompati a encontrarse con los problemas que en la
bilidad, se deriva una serie coherente de Epoca Clásica se planteaban en la máthesis
objetos, de formas enunciativas y de concep (MC, 220). • La formalización constituye,
tos con otros puntos de incompatibilidad o junto con la exégesis, la literatura y la filo
equivalencia). 2) Explicitar la econom ía de logía, los signos del modo de ser múltiple
la constelación discursiva que da cuenta de del lenguaje, en contraposición con la uni
por qué no se verifican todas las combina dad, que caracteriza al discurso clásico
ciones posibles. De este modo, es necesario (MC, 314).
determinar el papel que ciertos enunciados
pueden desempeñar respecto de otros en un Form alisation [66]: 1963 [2] NC: 105. 1966
discurso: se puede tratar de un sistema for [23] DE1: 480, 499-500, 502. MC: 220, 225,
mal del cual otros son aplicaciones en cam 259, 264, 312, 314, 316, 358-360, 368, 393-
pos semánticos diversos, o de un modelo 394. 1968 [3] DE1: 681, 724, 726. 1969 [16]
concreto que es necesario referir a otro de AS: 13, 194, 210, 244, 246-250, 255, 259,
mayor abstracción; puede encontrarse en 270. DE1: 821. 1971 [2] DE2: 165. OD: 80.
una relación de analogía, de oposición o de 1974 [5] PP: 65, 75, 95, 103. 1975 [2] AN:
complementariedad respecto de otros dis 8. SP: 192. 1978 [3] DE3: 434, 439. 1979 [8]
cursos; se pueden delimitar mutuamente. N B : 121, 124, 135, 166, 169. 1985 [2] DE4:
3) Establecer la fu n ción del discurso respec 768.
!
FREUD, SIG M U N D 169
[1 7 1 ]
172 GENEALOGÍA
otros) y una ontología histórica de nosotros genealogía de cómo los individuos han sido
mismos en nuestras relaciones con la moral conducidos a ejercer sobre sí mismos y so
(el modo en que nos constituimos como su bre los otros una hermenéutica del deseo,
jetos éticos que actúan sobre sí mismos) es decir, de cómo se ha formado la experien
(DE4, 618). cia moderna de la sexualidad. Esto concier
ne específicamente al primer volumen, La
L a antropologización de
a n tr o p o lo g iz a c ió n . Volonté de savoir. Los dos últimos, por su
la historia se opone al descentramiento ope parte, intentan llevar a cabo una historia de
rado por la genealogía nietzscheana; busca, los juegos de verdad, esto es, de aquellos que
en efecto, un fundamento originario que ha le permiten al hombre pensar su propio ser
ga de la racionalidad el telos de la humani (HS2, 11-13). En estos volúmenes, Foucault
dad (AS, 22-23). distingue entre la dimensión arqueológica y
la dimensión genealógica de la investiga
En L'Ordre du discours,
c r ític o / g e n e a ló g ic o . ción. La primera se ocupa de las formas de
Foucault propone distinguir dos conjuntos problematización: cómo es pensado el ser
de análisis en el trabajo que proyecta en el del hombre. L a segunda se ocupa de su for
Collége de France: uno crítico y otro genea mación a partir de las prácticas y de su
lógico. El conjunto crítico pone en funcio transformación. De este modo, incorporan
namiento el principio de inversión (renver- do la genealogía de las prácticas de sí mis
sement): ve en las figuras del autor, de la mo, el proyecto entero de la historia de la
disciplina, de la voluntad de verdad un juego sexualidad puede ser considerado una ge
negativo de recorte y enrarecimiento (raré- nealogía del hombre de deseo (HS2, 18).
fa ction ) del discurso, y no una función po
sitiva. El conjunto genealógico, por su parte, é t i c a . Los últimos volúmenes de Histoire de
pone en funcionamiento las otras tres reglas la sexualité y también L'Herméneutique du
GENEALOGÍA 173
sujet pueden ser vistos como una genealogía teriza por una actitud crítica, de análisis de
de la ética, esto es, del sujeto como sujeto los límites. Esta crítica es arqueológica en
de acciones éticas (DE4, 397). su método (se ocupa de los discursos como
acontecimientos históricos) y genealógica
En la intervención en el
in te r p r e t a c ió n . en su finalidad: "no deducirá de la forma de
Colloque de Royaumont "Nietzsche, Freud y lo que somos lo que nos es imposible hacer
M arx”, en julio de 1964 (DE1, 564-579), o conocer, sino que extraerá de la contingen
Foucault aborda la genealogía como método cia que nos ha hecho ser lo que somos la
de interpretación. Véase: Nietzsche. posibilidad de no ser, hacer o pensar lo que
somos, hacemos o pensamos” (DE4, 574).
En el extenso artículo "Nietzsche,
h is to r ia . No se trata de llevar a cabo una genealogía
la généalogie, l’histoire” (DE2, 136-156), de la Modernidad, sino de la Modernidad
Foucault se ocupa de situar la genealogía de como cuestión (DE4, 681).
Nietzsche respecto de las concepciones de la
historia. Véase: Nietzsche. f i l i a c i ó n , g é n e s i s . En el marco del análisis de
la "gubemamentalidad”, en Sécurité, terri-
a r q u e o l o g í a . “[...] mi arqueología debe más toire, population, Foucault distingue entre
a la genealogía nietzscheana que al estruc genealogía, por un lado, y génesis y filiación,
turalismo propiamente dicho” (DE1, 599). por otro. Respecto de las relaciones de po
der, la genealogía estudia cómo surgen, se
La genealogía no opo
a n t ic ie n c ia , e r u d ic ió n . desarrollan, se multiplican y se transforman
ne la multiplicidad concreta de los hechos a a partir de otros elementos y dimensiones,
la unidad abstracta de la teoría. N o es un diferentes de ellas. La génesis o la filiación
empirismo o un positivismo en el sentido de las relaciones de poder, en cambio, expli
ordinario del término. Intenta, más bien, ca las transformaciones de estas remitiendo
oponer los saberes locales, discontinuos, de una institución a otra. En el caso de la
descalificados, no legitimados, a la instancia disciplinarización del ejército, va de la ins
teórica unitaria que pretende filtrarlos, je titución ejército a la institución Estado. La
rarquizarlos, ordenarlos en nombre de un genealogía, en cambio, remite este proceso
conocimiento verdadero. En este sentido, de disciplinarización del ejército a una se
las genealogías son anticiencias, funcionan rie de procesos múltiples: las poblaciones
contra los efectos de poder de la institución errantes, la importancia de las redes comer
y de los discursos científicos (DE3, 165; ciales, los modelos de gestión de las comu
IDS, 10). Desde esta perspectiva, la genea nidades, etc. (STP, 123).
logía se define como el acoplamiento entre
erudición y memorias locales (IDS, 9-10). Généalogie [224]:- 1961 [2 ] H F: 393, 558.
"L a genealogía sería, entonces, respecto del 1963 [1] N C : 4. 1964 [1] DE1: 334. 1966 [5]
proyecto de inscripción de los saberes en la DE1: 550. MC: 100, 124, 292, 316. 1967 [10]
jerarquía del poder propio de la ciencia, una DE1: 563, 567, 572, 577-578, 595, 599, 613.
especie de emprendimiento para desujetar 1968 [2] DE1: 672, 696. 1969 [3] AS: 22-23,
los saberes históricos y hacerlos libres, es 235. 1970 [2] DE2: 33. 1971 [47] DE2: 136-
decir, capaces de oposición y de lucha con 138, 140-141, 143-148, 150-154, 156. LVS:
tra la coerción de un discurso teórico unita 51, 106, 113, 158, 174, 201, 211. OD: 67.
rio, formal y científico” (ID S, 11). 1972 [2] DE2: 281, 372. 1973 [3] DE2: 447,
452. 1974 [7] DE2: 544, 550-551. PP: 41, 80,
Se sitúa sobre el eje
h i s t o r i a d e l a s c ie n c ia s . 239. 1975 [24] AN: 39, 53, 56, 89, 219, 258,
conocimiento-verdad, que va de la estructu 266, 270, 275, 298, 301. DE2: 753, 808, 815.
ra del conocimiento a la verdad. La genea SP: 27, 34, 194, 205, 225. 1976 [29] DE3:
logía de los saberes, en cambio, se sitúa 29, 39, 104-105. HS1: 156, 158. IDS: 9-13,
sobre el eje discurso-poder, prácticas discur- 58, 62, 66, 68, 104, 121, 125, 147, 149, 159,
sivas-enfrentamientos de poder (IDS, 159). 170. 1977 [12] DE3: 145, 147, 165-168, 235,
422. 1978 [12] DE3: 573, 590, 605. STP: 38,
Foucault aborda la Modernidad
m o d e r n id a d . 121, 123, 193, 254, 282, 362. 1979 [8] N B:
como un ethos (véase: E thos), que se carac 36-37, 50, 86, 107. 1980 [3] DE4: 19-21.
174 GENEALOGÍA / " g UBERNAMENTAUDA d "
1981 [2] DE4: 170-171. 1982 [1] HS: 180. serie de prácticas como la anakhóresis o la
1983 [30] DE4: 383, 386, 393, 397, 406, 423, meditación. Se sirve del concepto de espiri
541, 546. GSA: 8, 15, 66, 73, 106, 114, 147, tualidad para hacer referencia, en términos
181, 198, 236. 1984 [18] CV: 3, 310. DE4: generales, a este trabajo de transformación.
595, 609, 618, 626, 674, 681, 702, 731. HS2: Ahora bien, la gnosis, en la medida en que
11-12, 18-19, 189. centra la transformación del sujeto en tomo
al conocimiento, puede aparecer como la
gran objeción histórica a esta tesis (HS, 18).
genio • E l “platonismo" entendido como la identi
ficación del retomo a sí y de la memoria de
La arqueología pone entre paréntesis la no la verdad ha sido retomado por los movi
ción de genio, así como también las cate mientos gnósticos, dentro y fuera del cris
gorías de crisis de la conciencia o nuevas tianismo. Para hacer frente a este modelo,
formas del espíritu, como explicación psi el cristianismo ortodoxo desarrolló otro: el
cológica de los cambios en la historia del modelo exegético, en el que el conocimiento
saber (AS, 32; DE1, 677). de sí no tiene la forma de la memoria, sino
del trabajo de desciframiento de los movi
Génie [108]: 1954 [3 ] DE1: 82, 117. M M PE: mientos del alma. Ambos modelos han sido
37. 1961 [15] H F: 40, 181, 209-210, 339, fundamentales en la historia de la subjetivi
431, 439-440, 444, 546, 614, 642. 1962 [5] dad occidental (H S, 246). • La ascesis estoi
DE1: 192, 197, 215. M M PS: 37. 1963 [7] co-cínica no tiene ninguna vocación de ser
NC: 28, 38, 49, 84, 102. RR: 99, 102. 1964 particularmente cristiana. Ella ha sido reto
[4 ] DE1: 327-328, 419. 1965 [2] DE1: 461. mada por el cristianismo para hacer frente
1966 [3] M C: 126, 232, 242. 1967 [1 ] DE1: a la tentación gnóstica (H S, 403).
596. 1968 [4 ] D E1: 677, 684, 693-694. 1969
[5] AS: 32, 85, 191, 273. DE1: 811. 1970 [1] Gnosticisme [5]: 1964 [3] DE1: 295-296.
DE2: 11. 1971 [5 ] DE2: 166, 168, 223. OD: 1978 [1] S T P : 221. 1982 [1] HS: 25.
30. 1972 [15] DE2: 264-266, 326. 1973 [1]
DE2: 394. 1974 [4 ] DE2: 485-486, 491, 523.
1975 [5] AN: 99. DE2: 722. SP: 219, 253, "gubemamentalidad''
314.1976 [4 ] HS1: 104, 210. IDS: 156.1977
[2 ] DE3: 203, 240. 1978 [6 ] D E 3: 475, 573. "Vivimos en la era de la ‘gubemamentali
STP: 148, 317. 1981 [1] DE4: 143. 1982 [5] dad’, que ha sido descubierta en el siglo
DE4: 259-260. HS: 26, 102. 1983 [4] GSA: X V n i" (DE3, 656). • Resulta imposible ce
23, 48, 58, 159. 1984 [6] CV: 198, 232, 265. rrar el balance del análisis foucaultiano del
DE4: 646. HS3: 244. poder mientras no se publique la totalidad
de sus cursos en el Collége de France entre
1970 y 1984. Estos cursos pueden ser orde
gnosticismo nados en tres grupos. El primero, utilizado
para la redacción de Surveiller et p u n ir y el
Foucault no se ha ocupado mayormente de primer volumen de Histoire de la sexualité,
esta problemática. Como se puede leer en el La Volonté de savoir, está constituido por
artículo Cuidado, su preocupación ha sido Legons sur la volonté de savoir (1970-1971,
servirse de la noción de cuidado de sí para publicado en 2011), “Théories et institutions
llevar a cabo una lectura de los textos de la pénales" (1971-1972, inédito), "La Société
Antigüedad clásica y helenística desde el punitive" (1972-1973, inédito). Le Pouvoir
punto de vista de las prácticas de sí mismo. psychiatrique (1973-1974, publicado en
Se centra en el Alcibiades I y extiende el aná 2003) y Les Anorm aux (1974-1975, publica
lisis hasta los comienzos del cristianismo y do en 1999). Uno de los ejes de trabajo de
las elaboraciones ascéticas del monaquismo estos cursos es la historia moderna de las
cenobítico. En este recorrido hay una tesis disciplinas: a través de este tema, Foucault
que domina el cuadro de la interpretación se encamina de la disciplina a la biopolítica
de Foucault: el acceso a la verdad requiere e inicia, de este modo, el capítulo más am
un trabajo del sujeto sobre sí mismo, una plio del biopoder. En efecto, tal como expli
" g u b e r n a m e n t a lid a d " 175
ción interna (N B , 40). Para ello, se imple- además, de un único y mismo nombre: el
mentaron dos vías. En primer lugar, la vía ministro” (STP, 196). Este personaje, en
de Rousseau y de la revolución, que parte de efecto, es el que pone en evidencia la pro
los derechos naturales de los individuos y blemática del gobierno, diferente a la cues
busca establecer el modo y los límites de tión de la soberanía.
una limitación o un intercambio de estos
derechos. La otra vía, la del radicalismo in Véanse: Artede gobernar, Biopoder,Biopolítica,
glés, en cambio, no parte del derecho, sino Estado, Liberalism o, Poder, Policía, Razón de
de la propia práctica gubernamental; los lí Estado.
mites son impuestos por la historia, la tra
dición o, simplemente, los hechos. En esta Gouvem em entalité [239]: 1976 [2] EDS: 55,
concepción, la noción de utilidad, individual 166. 1978 [103] D E 3: 635, 655-657, 720.
y colectiva, es el eje de elaboración de los STP: 25, 91, 111-114, 119-120, 124, 126,
límites de la potencia pública y, consiguien 139, 167-169, 187-188, 197, 201-202, 205,
temente, de la formación del derecho públi 219, 221, 245, 249-250, 253, 256, 266, 272,
co y administrativo. Estas dos vías expresan 341, 346-347, 350-351, 353-357, 359-363.
dos concepciones diferentes de la ley. En el 1979 [100] DE3: 819-822. N B : 14, 17-19, 23,
primer caso, ella es concebida como expre 35, 38-39, 41-43, 45, 47, 53, 61, 71-72, 77-81,
sión de la voluntad; en el segundo, a partir 88, 91-95, 125, 191-192, 196-199, 203, 210,
de la independencia de los gobernados. 265, 274, 297, 299-301, 313, 316. 1980 [1]
Estas dos vías, estas concepciones de la ley, DE4: 94. 1981 [4] DE4: 214. 1982 [9] HS:
explican la ambigüedad del liberalismo eu 237, 241-242, 256. 1983 [9] D E4: 415. GSA:
ropeo (N B , 43). 6-7, 41-42, 44, 67, 147, 167. 1984 [10] CV:
10. DE4: 582, 728-729, 751. 1988 [1] DE4:
u t i l i d a d , i n t e r é s . "Desde comienzos del siglo 785.
XIX, hemos entrado en una época en la que
el problema de la utilidad recubre poco a
poco todos los problemas tradicionales del Goethe, Johann W olfgan g von (1749-1832)
derecho" (N B , 45). Junto con el mercado
concebido como un lugar de veridicción, un Véase: Fausto.
derecho elaborado en tomo a la cuestión de
la utilidad es otro de los puntos de anclaje Wolfgang Goethe [17]: 1961 [1] IAK: 33.
de la razón gubernamental moderna. Por un 1962 [1] D E 1 :191.1964 [1] DE1: 365.1966
lado, el intercambio y, por otro, la utilidad, [3 ] DE1: 555-556. 1967 [1] DE1: 562. 1970
ambos reunidos en la categoría de interés. [1] DE2: 47. 1976 [1] HS1: 41. 1978 [1]
La razón gubernamental moderna no se DE3: 700. 1979 [1] N B : 101.1982 [6] DE4:
ocupa de los individuos, las cosas o las ri 251. HS: 60, 296-297, 300.
quezas en sí mismos, a diferencia, por ejem
plo, del rey soberano, sino sólo en la medida
en que los individuos, las cosas o las rique guerra
zas interesan a los otros individuos o a la
colectividad (NB, 47). p o d e r , p o l í t i c a , c l a u s e w i t z . En las teorías
modernas (la concepción jurídica liberal y
Está caracteri
"g u b e r n a m e n ta lid a d ” l i b e r a l . la concepción marxista), el poder es pensa
zada por la cuestión de cómo fundar "el do siempre a partir de la economía, aunque
principio de racionalización del arte de go de diferentes modos. Para la concepción li
bernar en el comportamiento racional de beral, es una especie de bien, que de algún
aquellos que son gobernados" (N B , 316). modo se cede, se posee, se enajena. De ahí
que el poder político sea entendido en tér
m i n i s t r o . "[...] el problema fundamental, al minos de contrato. La teoría del poder tiene
menos en la Europa moderna, no es sin du aquí una forma económica. El economicis-
da el Papa y el emperador, sino, más bien, mo aparece en la teoría política marxista de
este personaje mixto o estos dos personajes modo diferente: no se trata tanto de la for
que gozan en nuestra lengua, como en otras ma del poder, sino de su función. La econo
GUERRA 179
mía se presenta como la razón histórica del nuestro autor, este principio y el discurso
poder: este sirve esencialmente para mante que él sintetiza, un discurso histórico-polí
ner las relaciones de producción y la domi tico, han circulado a lo largo de los siglos
nación de una clase. Pero ¿es esto necesa XVII y XVIII. Paradójicamente, se trata de
riamente así? ¿Las categorías de contrato y un momento en el que, con el fin de las gue
dominación permiten hacer un análisis ade rras de religión, las luchas y los combates
cuado del poder? Es posible plantear varias dejan de formar parte de la vida cotidiana
preguntas: 1) ¿El poder está siempre en un de los pueblos. Pero, por otro lado, se trata
segundo plano respecto de la economía? de un momento en el que el Estado se arro
2) ¿Hay que pensar el poder como si fuese ga la exclusividad del uso de la fuerza orga
una mercancía? En las teorías contemporá nizada con la creación de las instituciones
neas nos encontramos con dos respuestas al militares. Podemos caracterizar este dis
problema del poder que tratan de pensarlo curso histórico de la lucha, de la guerra,
en términos no economicistas: 1) el poder del siguiente modo: 1) Se trata de un dis
concebido como represión, lo que Foucault curso histórico-político cuyos representan
llama "hipótesis Reich", y 2) el poder pensa tes han sido, entre otros, Edw ard Cook y
do como combate, lucha, enfrentamiento, lo John Lilbume, en Inglaterra, y Henri de
que denomina "hipótesis Nietzsche". En rea Boulainvilliers, el conde d'EstaingyAugustin
lidad, estas dos hipótesis no son irreconci Thieny, en Francia. Es un discurso que sos
liables; se podría oponer a la concepción tiene el carácter binario de la sociedad, en
moderna clásica, poder-contrato, un análisis cuya estructura se es siempre enemigo de
en términos de guerra-represión. El objetivo alguien, y cuyo sujeto de enunciación no
de Foucault en "Ilfa u t défendre la société" es pretende ser el universal y neutro del discur
abordar el poder en términos de guerra, de so filosófico, sino el sujeto interesado que
lucha, de combate, es decir, siguiendo la "hi está en uno u otro de los lados enfrentados.
pótesis Nietzsche". Más concretamente, 2) Consecuentemente/se trata de un discur
Foucault se pregunta por el discurso que el so que ve la racionalidad abstracta como
principio de Clausewitz -"la guerra es la una quimera y la verdad como brutalidad y
continuación de la política por otros me- sinrazón, es decir: un discurso que invierte
dios"- habría invertido. Se trata, entonces, los valores. 3) Finalmente, es un discurso de
de estudiar el poder a partir de este discur perspectiva (enteramente histórico, sin rela
so, en términos de oposición de fuerzas, de ción con ningún absoluto), que encuentra
enfrentamiento, de combate (ID S, 14-19). en la mitología escatológica la fuerza que
alimenta su pathos, su pasión. Un discurso
h obbes. La hipótesis de trabajo de Foucault crítico y mítico a la vez. Comenzó a circular
lo lleva necesariamente a confrontar con la en Europa a partir de los siglos XVI y XVII,
teoría hobbesiana de la soberanía, es decir, como consecuencia del cuestionamiento po
la teoría de la instauración de la soberanía pular y aristocrático del poder real, y a par
como medio para acabar con la guerra pri tir de allí atravesó los siglos XVIII y XIX.
mitiva de todos contra todos. Al respecto, Ahora bien, no hay que ver la dialéctica fi
véase: Hobbes. losófica, cuya forma emblemática encontra
mos en Hegel, como una continuación filo
GUERRA DE RAZAS, LUCHA DE CLASES. Ahora bien, sófica de este discurso histórico sobre la
contrapuestas la teoría de la soberanía y el guerra. La dialéctica, más bien, ha tratado
análisis en términos de relaciones de domi de colonizarlo codificando lógicamente la
nación, Foucault se pregunta si el concepto contradicción a fin de constituir un sujeto
de guerra (de táctica, de estrategia) es ade universal de la historia. La historia de este
cuado para el análisis de las relaciones de discurso debe descartar, en primer lugar,
poder. Desplaza, en realidad, esta pregunta las "falsas paternidades" (el príncipe en
hacia una interrogación histórica acerca de Maquiavelo, la soberanía absoluta en
la aparición del principio que Clausewitz Hobbes). Debe comenzar por el discurso de
invirtió. Es decir, cuándo y cómo surgió el reivindicación popular y de la pequeña bur
principio según el cual "la política es la gue guesía en la Inglaterra del siglo XVII, para
rra continuada con otros medios". Según seguir luego, en Francia, a fines del reinado
180 GUERRA
muestra es que Siempre han existido dife 430, 462, 501, 503, 507, 561, 573, 581-582,
rencias y desigualdades. Toda situación de 606, 609-610, 612-613, 627, 648, 671, 699,
derecho surge de una relación de fuerzas 701, 703, 718. STP: 28, 55, 69, 87, 105, 149,
(del combate, de la lucha, de la guerra). 198, 201, 221, 225, 227, 235, 254, 269, 272,
2) Respecto de la forma de la batalla: la re 286, 289, 293, 302-303, 305, 308-310, 312-
lación de fuerzas no depende ni de una 315, 317, 324, 331.1979 [80] DE3: 724, 729,
batalla ni de las precedentes, sino de la 751, 760, 784-785, 802, 811, 823-824. N B : 8,
organización de las instituciones militares 10, 60, 68, 71, 73, 78, 80-81, 96, 100, 105,
(quiénes y cómo poseen las armas). La gue 108, 112-114, 126-127, 129-131, 138, 147,
rra no es, entonces, un acontecimiento, sino 166, 185, 195-196, 202-203, 214, 216, 222-
más bien una institución. 3) Respecto de la 224, 240, 242, 252, 302, 318, 320. 1980 [23]
relación invasión/rebelión: no interesa si hu DE4: 48-49, 51, 58-60, 71, 78, 95, 103, 111.
bo invasión o rebelión, sino cómo los fuertes 1981 [14] DE4: 130-133,138, 167,169, 185,
se debilitan y los débiles se vuelven fuertes. 202, 206,210. 1982 [39] DE4: 241,265, 267,
En definitiva, la inteligibilidad de la historia 269, 274, 338, 342, 344-345, 348, 350, 357.
pasa por la lucha entre razas (francos-galos, HS: 49, 71, 140, 216-217, 266, 325, 366, 410.
por ejemplo) y es aquí donde la historia se 1983 [81] D E 4 :368, 378, 381, 431,452,455,
vuelve política en un doble sentido: en el 464, 472, 496-497, 509, 519, 525, 528, 538.
orden de los hechos y en el del conocimien GSA: 20, 45, 49, 74-76, 93-94, 99, 116, 154,
to. En los hechos, uno es siempre enemigo 158-164, 166, 169, 174-175, 182-183, 185,
de otro; en los conocimientos, el saber his 191, 198, 241-243, 250-251, 254-255, 257,
tórico se convierte en un arma fundamental. 260,276,279,320.1984 [39] CV: 24-26,115,
Véase: Boulainvilliers. 121, 124, 165, 178, 185, 214, 255, 274, 278.
D E4: 586, 591-592, 647-648, 666, 685, 696,
Guerre [1192]: 1954 [5] M M P E : 87, 91. 733, 746, 749. HS2: 80,,117, 171. HS3: 18,
1957 [3 ] DE1: 141, 151, 163. 1961 [10] HF: 29, 164, 234. 1985 [2 ] DE4: 764-765. 1988
91, 182, 473, 479, 503, 505-506, 508. 1962 [3 ] DE4: 815-816.
[6] DE1: 205, 215, 218. M M P S : 99. 1963 [7]
DE1: 230-231. NC: 33, 64, 206-207. 1964 [7]
DE1: 342-343, 349, 361, 370. 1966 [7] DE1: gulag
502, 508, 514, 517, 550. MC: 99, 187. 1967
[4 ] DE1: 576, 582. 1968 [3] DE1: 634, 657. Plantearse la cuestión del gulag implica cua
1969 [5] DE1: 764, 779, 785, 840. 1970 [6] tro aspectos: 1) En lugar de preguntarse qué
DE2: 19, 21, 26, 74. 1971 [12] DE2: 143, error, desviación, desconocimiento o distor
145, 194, 234, 237. LVS: 99, 113, 118, 121. sión especulativa de los textos de Marx y
1972 [11] DE2: 337, 340, 342, 344, 353, 357, Lenin han hecho posible el gulag, pregun
359. 1973 [5] DE2: 411, 426, 442, 453, 459. tarse qué lo ha permitido y continúa justifi
1974 [72] DE2: 498, 501-506, 509-511, 515, cándolo a partir de estos textos; es decir,
529, 531-532, 549, 572-573, 575-578, 646- plantearse la cuestión en términos de rea
652, 657, 659. PP: 44-45, 47-48, 50, 53-55, lidad, no de error. 2) Plantearse la cuestión
265. 1975 [47] AN: 23, 25. DE2: 687, 689- en términos positivos, como operador eco-
690, 701-702, 704, 735, 772, 813. SP: 52, 54, nómico-político en un Estado socialista.
60, 90, 118, 144, 147-148, 150, 165, 170-171, 3) Rechazar, para llevar a cabo la crítica del
174, 212, 266, 292, 314.1976 [501] DE3: 17, gulag, el manejarse con un filtro que permi
34, 40, 42, 47, 71, 87, 94, 110, 125-126, 128- tiría distinguir un falso y un verdadero so
130. HS1: 123, 135, 138, 177, 181, 194. IDS: cialismo. 4) Rechazar la disolución univer
3, 16-21, 36-37, 40-53, 57, 61-62, 64-70, 72, salista de todos los encierros posibles en
75-85, 89, 92-97, 105, 108, 110-111, 121, términos de gulag (DE3, 419-420). • "Yo te
125, 131-134, 137-147, 153-155, 157, 170, mo cierto uso de la aproximación gulag-
174, 176, 178, 193-195, 201-205, 208-211, encierro. Cierto uso que consiste en decir:
213-214, 229-231, 234. 1977 [75] DE3: 133, todos nosotros tenemos nuestro gulag, está
139, 145, 150, 152-153, 155, 171-175, 189, a nuestras puertas, en nuestras ciudades, en
206, 211, 251, 267-268, 271, 280, 295, 311, nuestros hospitales, en nuestras prisiones;
338, 363-364, 391, 401. 1978 [125] DE3: está aquí, en nuestras cabezas" (DE3, 418).
182 GULAG
• El análisis de las prácticas disciplinarias el gulag con la insidiosa dimensión del ca
del siglo X V ffl no es una manera de hacer pitalismo” (N B , 136).
a Beccaria responsable del gulag (DE4, 16).
Goulag [43]: 1977 [36] DE3: 142, 278-279,
"El neoliberalismo no es Adam
lib e r a lis m o . 326, 335, 357, 418-421. 1978 [2] DE3: 625,
Smith, no es la sociedad de mercado, no es 717.1979 [4] N B : 136,156.1980 [1 ]D E 4 :16.
Haberm as, Jürgen (1929-) las formas de racionalidad que han podido,
en un momento dado, en nuestra época y
Foucault retoma la distinción de
t é c n ic a s . todavía recientemente, ser dominantes en
Habermas entre técnicas de producción, de los tipos de saber, las formas técnicas y las
significación o de comunicación y de domi modalidades de gobierno o de dominación,
nación; pero sostiene que es necesario agre dominios en los que se hacen las mayores
gar, a partir de sus análisis, un cuarto tipo, aplicaciones de la racionalidad” (DE4, 447).
las que le permiten al individuo efectuar
ciertas operaciones sobre sí mismo (sobre Jürgen Habermas [23]: 1978 [1] STP: 88.
su cuerpo, su alma, sus pensamientos, sus 1981 [1] DE4: 170. 1982 [5] DE4: 234, 278-
conductas): las técnicas de sí (DE4, 170- 280. 1983 [9 ] DE4: 438-440, 446-447. 1984
171). Según nuestro autor, Habermas no ve [7] D E4: 562, 584, 588, 726.
aquí tres dominios diferentes, sino tres
"trascendentales” (DE4, 234) y es crítico
respecto de la centralidad que atribuye a las Hadot, Pierre (1922-2010)
relaciones de comunicación: "La idea de que
podría haber un estado de comunicación En la redacción de los volúmenes II y m de
que sea tal que los juegos de verdad pudie H istoire de la sexualité, Foucault contó con
ran circular sin obstáculos, sin impedimen los consejos valiosísimos de Pierre Hadot.
tos y sin efectos coercitivos me parece del En efecto, debía afrontar un dominio en el
orden de la utopía” (DE4, 726). que no era especialista (HS2, 14). También
la presencia de Hadot es significativa en
"De hecho, el problema de
h is to r ic is m o . L'Hennéneutique du sujet. Foucault se inte
Habermas es, después de todo, encontrar resa particularmente en Ejercicios espiritua
un modo trascendental de pensamiento que les y filosofía antigua (1981). Al igual que
se oponga a toda forma de historicismo. Hadot, considera la cuestión de las técnicas
Yo, en realidad, soy mucho más historicista de sí como una perspectiva esencial para la
y nietzscheano” (DE4, 280). lectura de la producción filosófica de la
Antigüedad.
m o d e r n i d a d . Si bien se proyectó hacer un
seminario sobre la Modernidad del que iban Pierre Hadot [36]: 1978 [4] STP: 114, 192-
a participar Foucault y Habermas, finalmen 193, 254. 1982 [20] H S: 25, 61-62, 77, 102,
te no se realizó (DE4, 446-447). En el mate 119, 141, 143, 196, 207, 218, 280, 298, 337,
rial publicado en Dits et écrits aparecen con 352, 370, 399-400, 415. 1983 [2] DE4: 542.
claridad las diferencias que Foucault marca GSA: 225. 1984 [10] CV: 21. HS2: 14, 264,
entre su análisis de la Modernidad y el ha- 282. HS3: 57, 65, 70, 282!
bermasiano. Refiriéndose a la perspectiva de
Habermas acerca de la Modernidad como
tradición de la razón, Foucault sostiene: Hegel, Georg Wilhelm Friedrich (1770-1831)
"Este no puede ser mi problema en la medi
da en que yo no admito absolutamente la "Nietzsche, Blanchot y Bataille son los au
identificación de la razón con el conjunto de tores que me permitieron liberarme de
[1 8 3 ]
184 HEGEL, GEORG WILHELM FRIEDRICH
través del cristianismo una filosofía greco- Hégélianisme [13]: 1961 [1] HF: 471. 1971
cristiana, a partir de Hegel y Schelling ese [1] OD: 76. 1972 [1] D E2: 272. 1978 [1]
retomo tomó la forma de una recuperación DE3: 592.1980 [7] D E 4 :43,48-50.1983 [2]
de la cultura fuera del cristianismo. DE4: 444, 529.
que es originario. Esta búsqueda se produ nada a muerte, la obliga a vivir como mu
ce, sin embargo, a expensas de todo conte jer y abstenerse de toda relación sexual.
nido histórico articulado. Por el contrario, Este caso, y aquí se encuentra el interés de
lo que me gustó de Nietzsche es su intento Foucault, dio lugar a un debate entre dos
de cuestionar los conceptos fundamentales médicos, Jean Riolan y Jacques Duval. El
del conocimiento, de la moral y de la meta primero no reconoce signos de virilidad en
física recurriendo a un análisis histórico de el sujeto; el segundo, en cambio, sí. En el
tipo positivista, sin referirse a los orígenes” análisis de Duval encontramos los rudi
(DE2, 372). • La filosofía husserliana, la fi mentos de una clínica sexual. Duval lleva a
losofía marxista y Heidegger han querido cabo un examen minucioso, no sólo ocular,
aclarar el problema de la voluntad; pero la del sujeto. Contrariamente a la costumbre
filosofía occidental ha sido incapaz de re imperante, se sirve de un vocabulario explí
flexionar sobre esta cuestión de manera per cita y detalladamente sexual; pero, además,
tinente (DE3, 604-605). • Se podría pensar ofrece una teoría del discurso médico. En
a Heidegger como un esfuerzo por recupe líneas generales, plantea lo siguiente (mu
rar la dimensión de la espiritualidad en la chos elementos de esta explicación, vale la
filosofía (H S, 29). Véanse: Ascesis, Cuidado. pena subrayarlo, no resisten un análisis
histórico, pero esta era la visión de Duval):
M artin Heidegger [74]: 1954 [1] M M PE : 64. 1) La no utilización de un lenguaje sexual
1962 [1] M M PS: 64. 1964 [12] DE1: 342- se justifica por el objetivo de evitar la con
344. 1966 [7] DE1: 542, 545, 547, 551, 553. cupiscencia. 2) Esto se comprende porque
M C: 345. 1967 [2 ] DE1: 582, 598. 1969 [2] las mujeres de la Antigüedad se conducían
DE1: 768, 770. 1971 [9] LVS: 21, 29-30, 51, de manera desenfrenada e inducían a los
94, 96, 213. 1972 [1] DE2: 372. 1973 [1 ] hombres en el mismo sentido. 3) Pero, a
DE2: 424. 1974 [3] DE2: 521. PP: 255.1976 partir del cristianismo, a través de las re
[1] IDS: 19. 1977 [1] DE3: 193. 1978 [3 ] presentaciones de la Virgen M aría se reha
DE3: 604, 619. 1979 [1] N B : 126. 1982 [5] bilita la figura de la mujer, de la materni
HS: 29, 182, 470. 1983 [1] DE4: 455. 1984 dad y de la biología sexual femenina. La
[18] DE4: 584-585, 703. 1985 [1] DE4: 764. madre ha sido sacralizada por la religión,
1988 [4] DE4: 780, 814. por el m a trim on io y por su función econó
m ica en el hogar. 4) Para evitar la mortali
dad infantil (que se presenta, en relación
hermafroditismo con las teorías económicas mercantilistas,
como un factor de empobrecimiento para
m o n s t r u o s i d a d , c r i m i n a l i d a d . En el siglo XIX la nación) es necesario romper con el silen
encontramos una nueva teoría de la mons cio médico. Se requiere, entonces, disponer
truosidad, originada durante el siglo ante de un saber sobre la sexualidad y sobre su
rior a propósito de un tipo privilegiado de organización anatómica. El informe de
"anormalidad”: el hermafrodita. Si durante Riolan, que, como dijimos, no reconoce los
la Edad Media los hermafroditas eran que signos de virilidad del sujeto, sostiene ex
mados (se pensaba que su origen se debía a plícitamente que el hermafroditismo es una
una fornicación con el diablo), en el siglo monstruosidad Sin embargo, desde un pun
X V m aparece una nueva legislación. Para to de vista legal, no se sigue una condena
dar cuenta de este cambio, Foucault compa a muerte.
ra dos casos: el caso de Rouen (1601) y el 2) e l c a s o d e l y o n . Se trata de un sujeto bau
de Lyon (1765). tizado como mujer que experimenta cierta
1) e l c a s o d e r o u e n . Se trata de una perso atracción por sus compañeras, se muda a
na bautizada con el nombre María, pero Lyon y contrae matrimonio con una mujer.
que poco a poco comienza a comportarse Apelada la primera sentencia de condena
como un hombre y vive con otra persona, ción, el tribunal le exige que se vista como
aparentemente una mujer. El tribunal de una mujer y le prohíbe tener relaciones con
apelación finalmente suspende la condena la mujer con la que había contraído matri
a muerte de la sentencia apelada. Libera a monio. • Las similitudes entre ambos casos
la "mujer” y, bajo amenaza de ser conde dejan ver, sin embargo, algunas diferencias
HERMAFRODITISMO / HISTORIA 187
sofía en el cantero de la historia (DE4, 21) rompa con la sujeción de la historia a una
y, también, que es el sujeto el verdadero te subjetividad (la razón, la humanidad) que
ma de sus investigaciones (DE4, 223). En garantizaría, por encima de todo, su unidad
realidad, la relación entre el sujeto y la his y su sentido. Desde este punto de vista, se
toria constituye, sin lugar a dudas, el eje en opone a la fenomenología y a las diferentes
tomo al cual se puede comprender toda su concepciones, más o menos hegelianas, de
producción intelectual, desde las primeras la filosofía de la historia. La arqueología, en
hasta las últimas obras. Por un lado, la rela este sentido, rompe con la historia lineal,
ción historia/sujeto aparece como el domi progresiva, unitaria, totalizadora de una ra
nio de trabajo de Foucault. Ya en su prime zón que, desde su origen, se encamina hacia
ra obra, Maladie mentale et personnalité su acabamiento en forma de realización. De
(1954), nos encontramos con esta problemá este modo, las concepciones husserliana y
tica; el capítulo III se titula, en efecto, "La hegeliana de la historia (y especialmente lo
enfermedad y la historia individual”. Aquí, que une esta representación de la historia a
Foucault se ocupa de mostrar (en un contex una filosofía del sujeto en términos de con
to materialista) el origen de la enfermedad ciencia) son la antítesis de la concepción
mental a partir de las contradicciones de la foucaultiana de la historia del saber. La lec
historia concreta del individuo; y es en el tura de Canguilhem, de Bachelard, de la
concepto de alienación donde estos dos ejes epistemología histórica de la tradición fran
se cruzan. En el marco de sus estudios de cesa, en definitiva, con sus conceptos de rup
psicología, el psicoanálisis es uno de los ám tura y umbrales, ha desempeñado un papel
bitos donde aparece de modo particular la de primer orden. Foucault opondrá a la his
relación entre el sujeto enfermo y la historia toria unitaria y totalizadora el concepto de
personal, así como también lo es la psicolo acontecimiento (véase: Acontecim iento). En
gía de matriz existencial. En Histoire de la un primer momento, en L ’A rchéologie du
folie á lage classique, el enfoque de Foucault savoir, establece los criterios de trabajo para
se modifica, se concentra en las condiciones plantear una historia concebida según el
históricas en las que surge no la enfermedad modelo del análisis discursivo. Luego, para
mental como hecho patológico, sino los mo incluir en el análisis el ámbito de lo no dis
dos institucionales y discursivos en que el cursivo y las relaciones entre discursividad
sujeto es objetivado como alienado, como y no discursividad, el objeto de descripción
enfermo mental. Esta es la historia del gesto no es ya la episteme, sino el dispositivo.
que excluye, que separa la sinrazón de la Aquí, cerca de Nietzsche, el concepto de ar
razón: una historia de la diferencia. La queología, si no pierde terreno, es acoplado
Naissance de la clinique trata las condiciones al de genealogía. Finalmente, la episteme y
históricas que hicieron posible el discurso los dispositivos son incluidos en el concepto
de la clínica, que hicieron cognoscible al in más amplio de práctica (de modo que tam
dividuo. Les M ots et les choses es una ar bién las relaciones que el sujeto establece
queología de las ciencias humanas, es decir, consigo mismo estén contenidas en él). De
una historia, sobre las condiciones de posi esta forma, la historia aparece en la obra de
bilidad del saber, de la formación del sujeto Foucault de dos maneras: como objeto de
moderno, de las ciencias humanas. Mientras descripción y como cuestión metodológica.
que H istoire d éla folie á lage classique es una En realidad, las nociones de historia y suje
historia de lo otro, Les M o ts et les choses es to están tan entrelazadas, que hablar de la
una historia de lo mismo (MC, 15). Surveiller historia en Foucault es hablar del sujeto, y
et p u n ir es una historia genealógica del su viceversa. Las historias que Foucault consi
jeto disciplinado. Histoire de la sexualité es dera son, de este modo, historias de las
una genealogía del hombre de deseo, de las prácticas que han constituido históricamen
prácticas de subjetivación. Por otro lado, la te la subjetividad occidental. Episteme, dis
relación entre la historia y el sujeto aparece positivo y práctica definen, progresivamente,
como una preocupación metodológica. el campo de análisis de Foucault; arqueolo
Foucault, en efecto, busca definir una meto gía y genealogía, su método. Remitimos a los
dología de análisis histórico que esté libera artículos correspondientes. Véase también:
da de presupuestos antropológicos, que Subjetivación.
HISTORIA 189
entre los últimos años del siglo XVII y los con la comprensión de la comunicación in
primeros del XIX, el hombre aparece, para terhumana y con la hermenéutica.
servimos de una terminología kantiana, a la
vez como lo que se ofrece al conocimiento Foucault
ARQUEOLOGÍA, H IS TO R IA DE LAS IDEAS.
y lo que debe ser pensado; es un ser doble: opone la arqueología a la historia tradicio
empírico y trascendental, pensado e impen nal de las ideas. Véase: Arqueología.
sado, originado y originante. Las ciencias
humanas, desde el momento en que proyec g e n e a l o g í a , e r u d i c i ó n . Acerca de la relación
tan sobre las otras (la biología, la economía entre el concepto foucaultiano de historia,
política, la filología) la analítica de la fini- Nietzsche y la historia en el sentido decimo
tud, se toman constitutivamente anfibológi nónico del término, véanse: Genealogía,
cas, oscilantes. En una situación similar se Nietzsche.
halla la historia: por un lado, nos encontra
mos con una historicidad de las empiricida- gu erra d e ra za s, g u e rra d e c la s e s , h is t o r ia
des y, por otro, con una historicidad trascen “I I fau t défendre la société" es una
ju p it e r ia n a .
dental a partir de la cual aquella es posible. genealogía del discurso histórico de la gue
Desde el punto de vista de las empiricidades, rra de razas, de su dialectización filosófica y
nos encontramos con una fragmentación de de su transformación biologicista a partir
la historia, con un hombre deshistorizado. del advenimiento del racismo de Estado.
La Época Clásica había pensado la historia Véase: Guerra.
como unitaria, ya fuera porque proyectaba
la temporalidad de la naturaleza sobre lo Foucault no considera el
e s tr u c tu r a lis m o .
humano o, inversamente, porque subsumía estructuralismo como una posición contra
toda temporalidad en la historicidad huma ria a la historia. Véase: Estructuralismo.
na concebida según un modelo providen
cial. Con los saberes modernos, la historia f i c c i ó n . “Yo no soy verdaderamente un his
se fragmenta; aparecen una temporalidad toriador. Y no soy un novelista. Practico una
propia de la vida, otra del trabajo, otra del especie de ficción histórica" (DE4, 40).
lenguaje (M C, 380). Desde un punto de vista Véase: Ficción.
trascendental, en cambio, esta historicidad
desnuda del hombre se presenta como su i n t e l i g i b i l i d a d . “En el fondo, la inteligibili
historicidad propia y como fuente de la dis dad en la historia quizá no resida en la asig
persión radical de todas las formas históri nación de una causa siempre más o menos
cas. Aparece también la necesidad de buscar metaforizada en la fuente. La inteligibilidad
y pensar las leyes de esta forma pura de la en la historia, tal vez, reside en algo que se
temporalidad. De ahí se desprende la situa podría denominar ‘constitución o composi
ción de la relación entre la historia y las ción de los efectos’” (STP, 244).
ciencias humanas: a) Por un lado, el hombre
histórico es el que trabaja, vive, habla. Sus * Histoire [5758]: 1954 [74] M M PE : 36.
contenidos históricos son objeto de conoci 1957 [31] DE1: 142-145, 159-166, 168-171.
miento de las ciencias humanas. Pero, por 1961 [175] H F : 70, 111-112, 208, 469-475.
otro lado, estos contenidos no son estables: 1962 [54] M M PS: 36, 82. 1963 [118] NC:
dependen de la historicidad radical del Xm, 52-57,198-199. RR: 209. 1964 [75]
hombre, b) La historia, que hace posibles las DE1: 394-400, 402-403, 416, 420, 430. 1966
ciencias humanas, les impide el acceso a la [488] DE1: 498-503, 541-543, 545-546, 548-
universalidad, c) La historia, posibilidad de 549, 551-552, 555-557. MC: 13-15, 64, 69-70,
las ciencias humanas en cuanto a sus con 77, 88-90, 139-152, 167-175, 221-222, 225,
tenidos y sus formas, erosiona la relación 229-233, 238, 249, 251-252, 263-264, 268-
sujeto/objeto desde afuera, desde el exterior. 269, 271-277, 287-289, 291-292, 300, SOS-
Pensar la finitud sin recurrir a lo infinito es SO?, 309, 314-315, 330-332, 336-338, 340-
pensar una finitud sin fin, sin acabamiento 343, 345-347, 351, 353, 356-357, 360-362,
(MC, 384). d) Por ello, la analítica de la fi 366-368, 371-372, 376-384, 388-389, 391,
nitud hace frente al historicismo con la me 398. 1967 [112] DE1: 564, 571-572, 575,
todología de comprensión de la Lebenswelt, 577, 581-583, 585-591, 594-602, 606-612,
HISTORIA / HISTORICISMO 191
614, 621, 623. DFA: 10, 19-22. 1968 [151] 575-584, 586, 590, 592, 596-598, 600, 606,
DE1: 656, 659, 665-667, 672-677, 679-684, 608-610, 613, 618, 620, 622-623, 625, 628-
686-687, 694-701, 704, 708, 717-718, 720- 630, 633-634, 643, 654-657, 669, 677-678,
721, 723, 725-727, 729-731. 1969 [402] AS: 682, 688, 694-695, 699, 702, 707, 714, 719.
9-27, 31, 38-40, 53-54, 58, 64-65, 75-78, 82- STP: 4-5, 10, 12, 91, 111-113, 139, 151-155,
86, 89, 92-96, 98, 122, 137, 141, 153-154, 157-158, 167-169, 171, 179-181, 187-188,
159-160, 166-169, 172, 177-181, 184-185, 197, 208, 244, 272, 282, 362. 1979 [242]
188, 195, 198-203, 205-211, 215-217, 219- DE3: 726, 729, 740-741, 743, 746, 759, 761-
222, 225-227, 229, 232-233, 235-239, 244- 762, 771, 781, 783, 785-786, 788, 790-794,
251, 255, 261-268, 271-274. DE1: 733, 752- 798, 802-805, 809, 818-819, 823. NB: 3, 5,
755, 761, 764, 768, 771-778, 780-782, 784, 7-8, 29, 34-38, 40-41, 310-312, 314. 1980
786-788, 791-792, 795, 807-808, 813-814, [170] DE4: 10-11, 14-16, 18-19, 22, 25-27,
816, 826-827, 829, 831-832, 837-839, 842, 29-31, 34-36, 38, 40-42, 44-45, 47-50, 53-57,
844-846. 1970 [116] DE2: 7-10, 12, 17, 57, 59-62, 66-70, 74-77, 80, 82-85, 87, 91, 94-95,
59, 61, 63-66, 71, 76, 83, 106-107, 110, 112, 100-104, 110, 115-116, 118-119, 125-126,
115-117, 124, 128. 1971 [266] DE2: 136, 129. 1981 [3 8 ]D E 4 :134,136, 139,144,148,
138-140, 143-164, 167-169, 171, 174, 182, 150, 160-161, 169, 182, 189, 191-192, 194-
207-210, 214, 216, 220-225, 238-242, 244. 195, 198, 202, 213-216. 1982 [205] DE4:
LVS: 187-191, 195, 199, 207-208, 229. OD: 220-223, 225, 228-230, 232, 243, 245, 249-
22, 35, 48-49, 56-59, 61-62, 65-66, 73-74, 76, 250, 252-253, 264, 269, 274, 280, 282-286,
78-79. 1972 [115] DE2: 268-273, 275-284, 289, 291-293, 295, 316-317, 320, 323, 340,
296, 350. 1973 [37] DE2: 405, 407-409, 414- 344-345, 348, 350-351, 353. HS: 4,11-13,15,
415, 468-469. 1974 [406] DE2: 473-476, 19-20, 30. 1983 [299] DE4: 371, 383-386,
479-484, 487-489, 491, 494, 503, 508, 513, 390, 393, 409, 411-415, 426, 433, 435-446,
521-525, 532, 539-543, 550, 570-571, 575, 448-449, 451, 453-454, 456, 458, 466, 495,
577, 581, -585-586, 589-590, 598, 602, 608, 516-517, 528-530, 532-533, 535-537, 539-
618, 640, 643-644, 646-648, 650, 656-659, 546, 549-550, 553, 558. GSA: 4-7, 9-10, 12- •
661-662, 664, 675, 682, 686. PP: 13-14, 30- 14, 16-17, 20-21, 26, 38, 41-42, 47, 285-286,
35, 42, 65, 138-139, 237-238, 240-241, 245- 296, 301, 305, 312, 315-316, 318, 321-322,
247. 1975 [260] AN: 12, 101. DE2: 687-688, 326, 330. 1984 [396] CV: 149-150, 178-179,
693, 695, 703, 706, 720, 724, 732, 734, 736, 182, 187, 191, 193, 195-197, 201, 215-218,
738-741, 746, 753, 759, 768, 773, 780, 790- 222-223, 226, 228, 239, 241-242, 246, 261-
792, 796, 807-808, 815, 820. SP: 27-28, 30, 263, 276, 289-293, 310. DE4: 562-565, 567-
32-35, 140-142, 161-164, 173-174, 186-187, 568, 571, 575, 578-581, 583, 587, 592, 594,
218, 255, 303. 1976 [765] DE3: 27-31, 34, 597-598, 600-601, 608-610, 612, 618, 622,
36-37,42-43,46-48,79-82, 90-91, 95, 97-101, 627, 629, 631-633,-635, 637, 639, 646-659,
105-107, 112, 115-130. HS1: 21, 73, 81, 91- 665-669, 673, 675, 679-683, 685-687, 691,
93, 101-105, 119, 126, 149, 157-158, 186- 697-698, 700, 702, 704-705, 719, 721, 723-
189, 200, 206-207, 209. IDS: 5, 16, 18, 27, 725, 730-731, 739, 744, 748-749, 752-753,
41, 45, 47-48, 50-53, 57-71, 73-76, 87, 96, 755, 757, 760. HS2: 9-12, 14-17, 19, 36, 275,
101, 105-107, 109-111, 114-123, 125-126, 277. HS3: 166, 168, 182. 1985 [65] DE4:
129, 131-133, 136-141, 143-146, 149-159, 763, 765-773, 775. 1988 [25] DE4: 777-779,
165-166, 169-177, 183-191, 193-197, 200- 781, 784-785, 813-815, 819, 821, 824.
205, 207-211, 229-230. 1977 [196] D E 3 :136,
140-141, 143-148, 156-158, 161, 172-173,
181, 192-193, 207-209, 213, 215, 218, 225, historicismo
228-229, 234-236, 239, 246-248, 256-258,
261, 266, 268, 271-272, 278-279, 298, 300, d e l a f i n i t u d . En el pensamiento
a n a lít ic a
302, 305, 312-313, 315-317, 320, 323, 332- moderno, el historicismo es una manera de
334, 350, 368-369, 371-372, 377, 380, 385, hacer funcionar la relación crítica que exis
390-392, 395, 398-400, 402-403, 405, 409- te entre la historia y las ciencias humanas.
412. 1978 [453] DE3: 429, 431-439, 441-442, El conocimiento positivo del hombre está
466-468, 470, 478-481, 498-501, 537-539, limitado por la positividad histórica del su
544, 546, 548, 553, 555-560, 564, 566, 572, jeto que conoce; de este modo, la finitud se
192 HISTORICISMO / HOBBES, THOMAS
estructuralistas nunca
e s tr u c tu r a lis m o . L o s Véanse: Fascismo, Nazismo.
atacaron a los historiadores, sino a cierto
historicismo (DE1, 773). A d o lf H itler [30]: 1966 [1] DE1: 546. 1971
[1] DE2: 194. 1972 [1] DE2: 348. 1974 [1]
La historia nos protege de un his
h is to r ia . DE2: 656. 1975 [3 ] AN: 27, 124. DE2: 735.
toricismo que invoca el pasado para resolver 1976[4 ] DE3: 64. IDS: 232, 235. 1977 [4]
los problemas del presente (DE4, 280). DE3: 134, 278, 280. 1978 [4] DE3: 539, 677,
699. STP: 312. 1979 [5] DE3: 724. N B : 108,
h i s t o r i c i s m o p o l í t i c o . El enemigo de Hobbes 126, 128, 214. 1980 [3] DE4: 31, 102. 1984
y su teoría de la soberanía era el historicis [3 ] DE4: 585, 587, 666.
mo político (ID S, 96). • Según Foucault,
toda la estrategia del pensamiento en el si
glo X IX ha sido antihistoricista, tanto en la Hobbes, Thom as (1588-1679)
ciencia (se refiere especialmente a las cien
cias humanas) como en la filosofía. Por Dejando de lado algunas referencias a la
historicismo Foucault entiende aquí la Lógica de Hobbes en Les M ots et les choses,
equivalencia entre guerra e historia: el sa el Leviatán es el texto de Hobbes que más
ber histórico, por lejos que vaya, no en ocupa a Foucault. En efecto, al proponer
cuentra nunca ni la naturaleza, ni el dere como hipótesis de trabajo servirse del con
cho, ni el orden, ni la paz, sino la guerra. cepto de guerra para analizar las relaciones
La posición contraria sería ese platonismo de poder, la confrontación con Hobbes re
que no puede concebir el conocimiento si sulta inevitable. En la hipótesis de Foucault,
no en términos de orden y paz. La forma la política, y en consecuencia también el
que reviste este platonismo en el Estado Estado, se fundan en la guerra; para Hobbes,
moderno es la disciplinarización de los sa en cambio, en la no guerra. Foucault aborda
beres (IDS, 153-154). extensamente la cuestión en “II faut défendre
la société". Allí plantea que la guerra, como
L a burguesía ha sido profunda
b u r g u e s ía . herramienta de análisis del poder, es un re
mente antihistoricista. Véase: Burguesía. curso para estudiar el poder fuera de lo que
ha sido el discurso tradicional en Occidente
c u e s t i ó n d e m é t o d o , l o c u r a . "El historicismo al respecto: el político-jurídico. Lo que
parte de lo universal y lo pasa de alguna ma Foucault tiene en mente, como es obvio, es
nera por el tamiz de la historia. Mi proble la necesidad de reinterpretar la significación
ma es completamente inverso. Yo parto de de la obra de Hobbes. Es cierto: Hobbes
la decisión, a la vez teórica y metodológica, hace surgir el Estado de la guerra de todos
que consiste en decir: supongamos que los contra todos, de una guerra de iguales o
universales no existan. [...] Es exactamente casi iguales, de la no diferencia, de la indi-
lo inverso al historicismo lo que quise llevar ferenciación natural. ¿Cómo es este estado
a cabo. N o interrogar a los universales uti de guerra originario? En él encontramos:
lizando como método crítico la historia, si 1) representaciones calculadas -a ) me repre
no partir de la decisión de la inexistencia de sento mi fuerza, b) me represento que mi
estos para preguntar qué historia se puede enemigo se representa mi fuerza-; 2) mani
hacer” (N B , 5). festaciones enfáticas de voluntad (es necesa
rio manifestar que se quiere la guerra, que
H istoricism e [48]: 1966 [8] M C : 353, 357, no se renuncia a ella), y 3) tácticas de inti
384, 389. 1967 [1] DE1: 598. 1968 [1] DE1: midación (se muestra la fuerza, pero no se
696.1969 [1] DE1: 773.1976 [26] H S 1 :198. llega a la batalla). Como vemos, en esta gue
IDS: 75, 92, 96, 149, 153-155, 166, 169, 186. rra no corre sangre; todo en ella se juega en
HOBBES, THOMAS / HOMBRE 193
el campo de las representaciones y de las 1978 [5] DE3: 450, 650. STP: 75, 106, 251.
amenazas. No es la guerra efectiva sino el 1979 [5] N B : 92, 103, 302, 312. 1984 [1]
miedo a ser vencido, la posibilidad de serlo DE4: 722.
(dado que no hay diferencias originarias), lo
que nos lleva a constituir el Estado, a cons
tituir una soberanía. Hobbes distingue tres Holderlin, Johann Christian Friedrich
tipos de soberanía: 1) De institución: varios (1770-1843)
individuos acuerdan que alguien o algunos
(una asamblea) los represente total e ínte El nombre de Holderlin aparece frecuente
gramente. La soberanía asume, así, la per mente en Histoire de la folie á l'áge classique
sonalidad de todos. 2) De adquisición (que y en Les M ots et les choses junto con el de
aparentemente se opone a la anterior): una Nietzsche, Mallarmé y Artaud. Sus obras
república se constituye luego de una batalla representan para Foucault la literatura en
de conquista, cuando por la fuerza algunos el sentido moderno del término (véase:
dominan a otros. Sin embargo, la soberanía Literatura). "Y, por la misma época, el ma
no surge de la batalla misma, de la victoria. yor poeta alemán, Holderlin, estaba loco. La
Los vencidos se encuentran ante la alterna poesía del final de su vida, precisamente, es
tiva de retomar la guerra hasta morir (y, en para nosotros la más cercana a la esencia de
este caso, un pueblo y una soberanía des la poesía moderna. Es justamente esto lo
aparecen) o, a cambio de la vida, aceptar que me atrae de Holderlin, Sade, Mallarmé
obedecer a los vencedores. Entonces se y también Raymond Roussel y Artaud: el
constituye la soberanía. 3) Cuando un niño mundo de la locura que había sido dejado
acepta espontáneamente seguir la voluntad de lado a partir del siglo XVII, este mundo
de su madre. Lo importante es que en cada festivo de la locura, ha hecho irrupción de
uno de estos casos la soberanía se constitu repente en la literatura. De este modo, mi
ye desde abajo. Porque, para Hobbes, es interés por la literatura se une a mi interés
fundamental eliminar estratégicamente el por la locura" (DE2, 109). • Foucault dedica
historicismo político; su enemigo es el dis el artículo “Le ‘Non’ du pére" (publicado en
curso que hace del conocimiento histórico Critique, n° 178, marzo de 1962, 195-209;
un uso político, contra la legitimidad de los incluido en DE1, 189-203) al texto de Jean
poderes e instituciones constituidos (IDS, Laplanche sobre Holderlin, Holderlin y el
78-86). • En el artículo Soberanía nos he problema del padre (París, 1961).
mos ocupado de la posición de Foucault
respecto de esta noción y de la metodología Johann Ch. F. Holderlin [97]: 1961 [8] HF:
que ella implica en relación con el análisis 437, 440-441, 455, 472, 632, 639, 661. 1962
del poder. “En otros términos, más que pre [4 9 ]D E 1 :189-191,195-197,199-203. MM PS:
guntarse cómo el soberano aparece en lo 89. 1963 [3] DE1: 255. NC: 202. 1964 [4]
alto, se trata de saber cómo poco a poco, DE1: 335, 408, 426. 1966 [7] DE1: 521-522,
progresivamente, realmente, materialmen 545, 547. MC: 59, 345, 396. 1967 [1] DE1:
te, se han constituido los sujetos, el sujeto, 579.1969 [1] DE1: 768. 1970 [10] D E 2 :105,
a partir de la multiplicidad de los cuerpos, 107-109, 113, 124, 132. 1971 [1] DE2: 171.
de las fuerzas, de las energías, de las mate 1977 [6] DE3: 350. 1978 [5] DE3: 490, 575.
rias, de los deseos, de los pensamientos, etc. 1982 [1 ] DE4: 254. 1984 [1] CV: 176.
Captar la instancia material en tanto que
constitución de los sujetos; esto sería, si us
tedes quieren, exactamente lo contrario de hom bre
lo que quiso hacer Hobbes en el Leviatán"
(IDS, 26). Les M ots et les choses se abre y se cierra con
el anuncio de la inminente m uerte del hom
Thomas Hobbes [89]: 1966 [10] MC: 77, 82, bre. “Alivio, sin embargo, y profundo apaci
96, 108, 133, 191. 1974 [2] P P : 59, 63. 1975 guamiento, el de pensar que el hombre es
[1] AN: 141. 1976 [61] DE3: 128-129. HS1: sólo una invención reciente, una figura que
178. IDS: 19, 26, 36, 44, 51, 75, 77-86, 89, no tiene dos siglos, un simple pliegue en
96-97, 109, 144. 1977 [4 ] DE3: 174, 179-180. nuestro saber, y que desaparecerá a partir
194 HOMBRE
del momento en que este encuentre una for otro lado, cada una de estas formas exterio
ma nueva" (MC, 15). Con el término "hom res que le marcan al hombre su finitud no
bre", Foucault se refiere aquí a dos figuras puede ser aprehendida sino a partir de su
de la disposición de la episteme moderna: la propia finitud. Así, el hombre tiene acceso
analítica de la finitud y las ciencias humanas. al modo de ser de la vida, fundamentalmen
Estas se formaron hace apenas dos siglos, te, a través de su propio cuerpo; a las deter
cuando se comenzó a pensar lo finito a par minaciones de la producción, a través de su
tir de lo finito (M C, 329), cuando desapare deseo; a la historicidad de las lenguas, me
ció la metafísica de lo infinito. La muerte del diante el instante en que las pronuncia.
hombre es, en definitiva, la desaparición del Surge así la necesidad de remontamos de la
sujeto moderno, tal como lo han concebido finitud de las empiricidades (la finitud de la
la filosofía (particularmente las diferentes vida, del trabajo, de las lenguas) hacia esa
formas de la fenomenología) y las ciencias finitud, más fundamental (del cuerpo, del
humanas, la desaparición de la figura que deseo y del habla), a través de la cual nos es
"la demiurgia del saber fabricó con sus ma dada la primera. La analítica de la finitud
nos" (MC, 319). Foucault sostiene que la fi designa este movimiento de una finitud a
gura del hombre se formó a partir de la otra. La primera característica de esta ana
desaparición del discurso clásico (véase: lítica, el modo en que marca el ser del hom
D iscurso), en los intersticios de un lenguaje bre, será la repetición entre lo positivo y lo
en fragmentos. La reaparición del lenguaje fundamental (MC, 326). Si bien es cierto,
en la literatura, en la lingüística, en el psi como afirma Foucault, que no era necesario
coanálisis, en la etnología nos anuncia que esperar al siglo XIX para descubrir la fini
la figura del hombre está por descomponer tud, hasta entonces había sido pensada en
se. Nos hemos ocupado de esta incompati relación con lo infinito, en su seno. La ana
bilidad fundamental entre el ser del lengua lítica de la finitud, en cambio, piensa lo fi
je y el del hombre en el artículo Lenguaje. nito a partir de lo finito. En este sentido,
Nos centraremos ahora en la disposición afirma Foucault: "el fin de la metafísica
epistémica de la Modernidad (siglo X IX ) y [pensar lo finito en relación con lo infinito]
en el lugar que ocupan en ella las ciencias es sólo la cara negativa de un aconteci
humanas. miento mucho más complejo. Este aconte
cimiento es la aparición del hombre [de la
Con la aparición de la
a n a l ít ic a de l a f in it u d . analítica de lafinitud]"(M C , 328). • Foucault
biología, la economía y la filología y, por describe tres grandes formas que ha tomado
consiguiente, con la desaparición del discur la analítica de la finitud (la oscilación entre
so clásico (lugar de encuentro del ser y la lo positivo y lo fundamental): lo empírico y
representación), aparece el hombre, pero en lo trascendental, el cogito y lo impensado, el
una posición ambigua: objeto del saber y retroceso y el retomo del origen.
sujeto que conoce. Objeto finito y sujeto fi 1 ) LO EM PÍRICO Y LO TRASCENDENTAL.. En el S e r
nito. Por un lado, la finitud del hombre se del hombre se toma conocimiento de lo que
manifiesta en la positividad de los saberes. hace posible todo conocimiento. Por un la
El hombre está dominado por la vida, el tra do, las formas de análisis que se dirigen al
bajo y el lenguaje; estos son anteriores y más cuerpo (estudios de la percepción, de los
antiguos que él. L a anatomía del cerebro, mecanismos sensoriales, de los esquemas
los mecanismos de los costos de producción neuromotores) dan lugar a una especie de
o el sistema de la conjugación indoeuropea estética trascendental: nos muestran que el
nos muestran, con los límites que le impo conocimiento tiene una naturaleza. Por otro
nen al hombre, que este es finito, aunque -es lado, las formas de análisis que se dirigen a
necesario precisarlo- esta finitud se presen la historia (estudios de las condiciones his
ta bajo la forma de lo indefinido. La evolu tóricas, sociales y económicas del conoci
ción de la especie no está concluida, los miento) dan lugar a una especie de dialécti
mecanismos de producción no cesan de mo ca trascendental. Ahora bien, ninguno de
dificarse, nada prueba que no se descubri estos análisis se piensa como un mero co
rán sistemas simbólicos capaces de disipar nocimiento empírico: suponen una cierta
la opacidad histórica de las lenguas. Por crítica, entendida como determinación de
HOMBRE 195
trarios por articular, ahora, en la cronolo modernas no es, con excepción de las cien
gía del hombre la experiencia de las cosas. cias físicas, correlativa de una extensión
En el pensamiento moderno, aparecen to progresiva de la matemática, sino de una
dos aquellos esfuerzos en los que el pensa especie de desmatematización o, más pro
miento va en búsqueda de su origen, se piamente, de una regresión del ideal taxonó
curva sobre sí mismo hasta desaparecer allí mico (MC, 360-361). Lo que según nuestro
de donde había partido (Hegel, Marx, autor define a las ciencias humanas es la
Spengler), y también con esos otros en los manera en que estas se sitúan, por un lado,
que no hay cumplimiento, sino desgarra en relación con las ciencias empíricas y, por
miento (Holderlin, Nietzsche, Heidegger). otro lado, respecto de la analítica de la fini
tud. Su espacio está delimitado por el aná
c i e n c i a s h u m a n a s . Lo que Foucault denomina lisis de cuanto hay de positivo en el hombre
la tríada de saberes de la episteme moderna (el trabajo, la vida y el lenguaje) y lo que le
está formado por las llamadas ciencias exac posibilita saber qué es la vida, el trabajo y
tas (cuyo ideal es la concatenación deducti el lenguaje. Las ciencias humanas se ubican
va y lineal de las proposiciones evidentes a así en el dominio que va de la positividad
partir de axiomas), las ciencias empíricas (la del hombre a la representación de esta po
economía, la biología y la lingüística, que sitividad, de las empiricidades a la analítica
para cada uno de sus respectivos objetos -el de la finitud. Ocupan la distancia que se ex
trabajo, la vida y el lenguaje- procuran es tiende de la economía, de la biología y de la
tablecer las leyes constantes de sus fenóme filología a lo que las hace posibles a partir
nos) y la analítica de la finitud. Cada una de del ser mismo del hombre (MC, 365). Este
estas tres dimensiones está en contacto con planteo presenta dos problemas específicos:
las otras dos. Por un lado, entre las ciencias el primero, respecto de la positividad propia
exactas y las empíricas existe un espacio co de las ciencias humanas, respecto de las ca
mún definido por la aplicación de los mode tegorías en tomo a y a partir de las cuales
los matemáticos a los fenómenos cualita este saber es posible; el segundo, respecto
tivos. Surgen, de este modo, los modelos de las relaciones entre las ciencias humanas
matemáticos, lingüísticos, biológicos y eco y la representación. Estos dos problemas
nómicos. Por otro lado, entre la analítica de deben aclarar en qué sentido las ciencias
la finitud y la matemática encontramos to humanas deben ser consideradas como una
dos los esfuerzos del formalismo; y entre la duplicación de las ciencias empíricas y, al
analítica de la finitud y las ciencias empíri mismo tiempo, como una explicitación y
cas, las filosofías que tematizan los objetos como un desarrollo de la analítica de la fi
de estas como objetivos a priori; las filoso nitud. En cuanto a la primera cuestión,
fías de la vida, de la alienación y de las for Foucault distingue entre los modelos secun
mas simbólicas, por ejemplo. Las ciencias darios y los modelos constitutivos de una
humanas -la psicología, la sociología, las ciencia. Por modelos secundarios debemos
teorías de la literatura y de los mitos- no se entender la transposición de conceptos que,
ubican en ninguno de estos tres dominios, en razón de su eficacia en determinados do
sino en el espacio definido por las relaciones minios del saber, pueden ser aplicados y de
que mantienen con cada uno de ellos. hecho son utilizados en otros dominios, pe
Algunos de sus procedimientos y varios de ro que no desempeñan sino un papel acce
sus resultados pueden ser formalizados si sorio, dando origen a imágenes y a metáfo
guiendo el modelo matemático, pero las re ras. Los modelos constitutivos, en cambio,
laciones entre la matemática y las ciencias son las categorías a partir de las cuales es
humanas son las menos importantes, por posible construir como objetos un grupo de
dos razones. Por una parte, la problemática fenómenos. Foucault establece tres pares de
de la matematización del orden cualitativo modelos constitutivos para las ciencias hu
no es una cuestión que afecte exclusivamen manas: a partir de la biología, las categorías
te a las ciencias humanas; más bien, es co de fu n ción y de norm a; a partir de la econo
mún a estas y a las ciencias empíricas. Por mía, las categorías de conflicto y de regla; y
otra parte, como surge del análisis de la a partir de la filología, las categorías de sig
episteme clásica, la aparición de las ciencias nificación y de sistema. Estos tres modelos
HOMBRE 197
fine el conjunto de las estructuras formales 1962 [72] DE1: 172-173, 178, 181-182, 186,
que vuelven significantes los discursos míti 189, 193-194, 202, 205, 209, 216, 219, 221,
cos, las reglas que rigen los intercambios y 227. M M PS: 2, 16, 26, 29, 31, 36, 45, 53, 65,
las funciones de la vida como un sistema 68, 71-72, 74, 88-89, 92, 94, 96, 98-101, 103-
inconsciente) y un psicoanálisis (que, en vez 104. 1963 [100] DE1: 230-232, 234, 242,
de instaurar una psicología cultural como 246, 248-250, 256-257, 271, 277, 283, 286.
manifestación sociológica de los fenómenos N C : XI, 1, 7, 12, 28, 33-36, 43, 50, 54, 64, 66,
individuales, descubre que el inconsciente 72, 84-85, 96, 101, 120, 158, 164, 176, 193,
posee o es una estructura formal). Aparece, 200-203, 206-207, 211. RR: 18, 45, 52, 58,
de este modo, tematizada la necesidad de 66, 77, 80, 107-108, 112-113, 121-122, 136,
una teoría pura del lenguaje que ofrezca a 141, 145, 152-153, 179, 199, 210. 1964 [70]
ambos, etnología y psicoanálisis, un modelo DE1: 290, 292-293, 315, 327, 334-335, 338,
formal, es decir: la lingüística, la tercera 342-345, 347-349, 352, 354, 358, 361, 364,
contraciencia (véase: Lenguaje). 366, 369-371, 374-375, 389, 400, 402, 404,
412-415, 420, 424, 428, 432, 436. 1965 [30]
h u m a n is m o . “[...] D a] desaparición del hom DE1: 439, 441, 445-448, 452, 456, 459, 463,
bre en el momento mismo en el que se lo 472-473. 1966 [525] DE1: 480-482, 484-486,
buscaba en su raíz no hace que las ciencias 489-492, 496, 501-505, 515-518, 522, 526-
humanas vayan a desaparecer; yo nunca di 527, 536, 538-544, 552-553, 555-556. MC:
je esto, sino que las ciencias humanas van a 11, 15-16, 26-27, 32-38, 41-43, 47, 60, 62-63,
desplegarse ahora en un horizonte que ya no 68, 75-76, 84-86, 99, 107, 109-110, 118, 120-
está cerrado o definido por este humanismo. 122, 160, 164-165, 169, 174, 184-185, 189,
El hombre desaparece en la filosofía, no co 191, 207, 210, 212, 234, 237-238, 254, 269,
mo objeto de saber, sino como sujeto de li 271-273, 275, 283, 287, 299, 311, 314, 317,
bertad y de existencia. Ahora bien, el hom 319-334, 336-339, 341-376, 378-394, 396-
bre sujeto de su propia conciencia y de su 398. 1967 [59] DE1: 567-569, 578, 580, 596-
propia libertad es, en el fondo, una especie 597, 599, 604, 607-608, 615-619, 622. DFA:
de imagen correlativa de Dios” (DE1, 664). 10-11, 13-19. PM: 38. 1968 [80] DE1: 625-
627, 629, 645, 651, 654, 656, 658-661, 663-
Hom m e [3874]: 1954 [96] DE1: 65-67, 69, 664, 666, 693-695, 709, 720. 1969 [53] AS:
73, 81, 83-85, 87-94, 96-97, 100, 104, 109, 22, 24, 43, 80, 108, 172, 255, 266, 275. DE1:
118-119. M M P E : 2,16, 26,29, 31, 36,45, 53, 735, 738, 756, 762-763, 767, 773-776, 779,
65, 68, 71-72, 74, 76-80, 83-84, 86-87, 89, 781, 788, 792, 796, 812-813, 816-818, 832,
102, 104, 107, 110. 1957 [39] DE1: 120-122, 834-836, 840. 1970 [25] DE2: 17-18, 24, 40-
124-126, 128, 132, 135-137, 151-154, 157- 41, 51, 62, 66, 77, 96, 99-100, 102-103, 113,
158. DE1: 160, 162-163, 165-166, 170-171. 125, 130. 1971 [114] DE2: 138-139, 142,
1961 [709] H F: 24-27, 30-31, 35-43, 45-54, 147, 151, 153, 155-156, 166, 180-181, 190,
58, 62-63, 69-70, 80, 83, 95-96, 99-101, 107, 192, 198-201, 210, 216, 219, 223, 226-227,
112-113, 125, 130-131, 136, 138-141, 145- 230-232, 238. LVS: 6, 11- 14, 16, 21, 36, 41,
147, 157, 172-180, 183-186, 189-190, 193, 45, 51-52, 56-57, 66, 86, 92, 100, 104-105,
195-209, 225, 231, 234, 236, 240, 245, 253, 107, 111, 115, 117, 125, 165, 170, 179, 183,
256, 271, 280, 287-288, 292, 294-300, 306- 192-193, 195-200, 209, 211, 231, 232, 234-
307, 310-314, 343-346, 365, 372, 378, 380, 235, 241-243, 247, 251, 253. OD: 30. 1972
382, 389-390, 396, 403, 406-409, 411, 418- [24] DE2: 247-249, 261, 275, 280, 286-287,
419, 422-426, 436, 439-440, 443, 451, 453- 290, 295, 302, 304, 350, 375-376, 378, 386-
455, 457-460, 462-473, 475-476, 486, 494, 387, 390. 1973 [14] DE2: 395, 405, 413, 424-
496, 510-512, 514, 516, 518-521, 526-527, 425, 431, 434. 1974 [139] DE2: 471, 474,
533-534, 536-538, 544, 547-548, 551-552, 481, 483, 488-489, 491-492, 498, 511, 535-
554-555, 557, 559-563, 565-569, 574-575, 536, 539, 541-542, 545-546, 551-552, 558,
579, 582-584, 587-588, 590-592, 594-597, 562, 564, 567-570, 579, 607, 621-622, 625-
600-603, 607, 610-611, 615, 624, 637-644, 627, 629, 631, 634, 647, 653, 657, 685. PP:
646, 648-649, 651-659, 677, 679, 683-685. 10-11, 31, 41, 58-60, 74-75, 80-81, 84, 88, 93,
IAK: 12-16, 19-22, 24-29, 31-35, 38-41, 44- 102, 121, 129, 139, 141, 144-145, 147, 149,
45, 47-49, 51-55, 59-61, 64-69, 71-74, 76-78. 157, 168, 170, 202, 205, 219-220, 226, 245,
HOMBRE / HOMOSEXUALIDAD 199
255, 283, 294, 298, 327, 332-335. 1975 [169] 387-388, 398-399, 406, 423, 433, 441, 465,
AN: 3-4, 7, 14, 16-18, 21, 23, 25, 35, 52-53, 469, 475, 478-482, 485-486, 504-505, 522-
58-63, 70-71, 73, 78, 84-85, 87, 90, 92-93, 95, 523, 532, 536, 540-542, 546, 550-551, 554-
97, 123, 126, 132, 144, 148, 169, 183-184, 555. GSA: 9, 19-20, 23, 25, 27-28, 31, 33, 37,
203, 223, 225, 231, 244, 270, 274, 283. DE2: 43-44, 48-50, 54, 62-64, 67, 72, 77, 79, 81,
691-692, 700-701, 733, 737, 778-779, 789, 85-86, 109, 114-115, 121, 126, Í30, 136, 139,
799, 802, 817, 822-823, 827. SP: 11, 28, 34, 146-147, 149-151, 154, 156, 159-164, 181,
41, 58, 64, 72, 76, 91, 94, 101, 104, 106-107, 183-185, 189, 202-204, 206, 208, 212-213,
111, 116, 119, 124, 137-138, 141-143, 157, 218-219, 221, 225, 233, 238, 240-241, 252-
160, 166, 171, 173, 193, 195, 205, 227, 238- 253, 257, 261, 273, 280, 283-284,287, 290-
239, 241-243, 258, 263-264, 270-272, 284, 291, 293, 296-298, 301-302, 308, 313, 319-
288,293,311-312. 1976 [100] DE3: 9-13, 28, 320, 324-325, 327-328, 335, 338-339, 344.
31, 36-37, 41, 46, 48, 53-54, 70, 81-82, 84, 1984 [592] CV: 7, 14, 19, 24-26, 37-38, 45,
88, 107-108, 110-111, 117, 125-126. HS1: 28, 47, 51, 56, 58, 60, 71, 77-78, 81, 90, 93, 115,
31-33, 80, 103, 158, 187-191, 201-202, 207. 117, 127, 136, 138, 140, 146-147, 150, 153-
IDS: 20, 26, 30, 41, 54, 80, 119, 156-157, 159, 161, 179-180, 183-185, 191, 195, 197,
173-176, 187, 213, 216, 220, 226. 1977 [61] 204-205, 215, 218, 222, 229, 232, 243-246,
DE3: 144, 156, 180, 184, 197, 201, 222, 232, 254, 258-260, 266, 268-269, 272, 276-277,
249, 261, 270, 278, 281, 284-286, 288-289, 291-292, 295, 299-300, 303-305, 307-308.
315-316, 324, 332, 336-339, 354-356, 361- DE4: 565-566, 569-571, 573, 575, 582, 612-
362, 370, 381, 399, 406-407, 413, 415. 1978 613, 619, 622, 626, 646, 648-649,657, 661,
[178] DE3: 429, 440-441, 443, 447, 454-455, 665-667, 684, 707, 710, 714-716,720-721,
464, 466, 470, 474-475, 503, 507, 513, 515, 732, 753. HS2: 11-13, 18-19, 24, 26, 30, 45,
524, 541, 545, 550, 562, 570, 586, 607, 611, 53-54, 56-57, 64, 69, 71, 76-77, 80, 82-84,
619, 623, 625, 658-662, 669, 671-673, 675, 89-99,101,104,107,111,116, 118,122, 124-
679, 681-682, 686, 689-692, 698, 702, 705, 126, 131, 136, 138, 141, 143-145, 147, 149,
712, 715-716. STP: 24, 27, 33, 48-49, 55, 77, 152, 155, 159-160, 162-165, 167,170-181,
81, 87-89, 116-117, 125, 134-135, 138, 143- 183-189, 194-198, 200-202, 207-210, 212,
150, 159, 165, 176-178, 190, 201-202, 211, 214-217, 219, 221-229, 231-235, 238-243,
217, 223-224, 230, 237, 239, 241, 243, 251- 245-248, 251-255, 265-266, 268-269, 274,
252, 254-255, 258, 285, 312-313, 327, 329- 276-277, 282. HS3: 19, 25, 33-34, 36-37, 41,
330, 334, 340, 357, 363. 1979 [100] DE3: 43, 46, 48, 60, 62,68, 72, 76, 92-95, 97, 99-
741, 749, 752, 756, 759, 770, 773-774, 780, 100, 110, 112, 122, 129-130, 137, 139, 141,
782, 788-791, 793-794, 796, 812. N B : 3, 41, 143-144, 150, 155, 158, 160, 173, 175, 177-
43-45, 59, 73, 99, 101, 117, 132, 152, 161, 178, 180-181, 183, 187-189, 191, 194-197,
166, 180, 204, 214, 231-232, 238, 241, 251, 199-203, 205-206, 208, 211, 213, 215-216,
254, 258, 272, 280-281, 284-287, 291, 302- 227-230, 232, 236, 238, 240, 245, 248-249,
304, 307-309, 314, 317-320. 1980 [44] DE4: 251-254, 256-257, 259, 262, 266, 283. 1985
19, 28, 35, 47, 49, 52, 54-58, 62, 74-75, 88-89, [4] DE4: 763, 773-774. 1988 [29] DE4: 777,
103, 106, 111, 118, 120-122, 124. 1981 [26] 781-782, 787, 789, 792, 794, 797, 803, 807,
DE4: 131, 141, 143, 152, 155, 157, 160, 164, 813, 817-818, 822, 826, 828.
166, 174-176, 200-201, 208, 218. 1982 [208]
DE4: 223, 231, 238, 244-246, 249-250, 254,
258, 260, 286-287, 291, 305, 313-316, 319, homosexualidad
322-323, 328-330, 332, 337, 349-350, 356-
358. H S: 3, 10, 23, 35, 39, 55, 60, 74, 84, L a época en que se quema por última vez a
86-88, 97-98, 100-102, 106, 115, 123-124, los sodomitas (en Europa a partir de 1726)
132, 136, 141-142, 146-147, 150, 166, 171, determina el momento en que desaparece
179-180, 187-189, 191-194, 196, 214-215, todo el lirismo homosexual que la cultura
218, 221-224, 226, 228, 230, 235, 254, 257, del Renacimiento había soportado. En ese
264, 279, 283, 285, 293, 313, 327-330, 342, período, en efecto, la homosexualidad es
349, 352, 364, 371, 373, 382-383, 385, 410, condenada, así como también la magia y la
421, 423, 426-428, 431-433, 438, 446-448, herejía. En la Época Clásica, en cambio, no
450, 453, 457, 469. 1983 [214] DE4: 373, se la condena por razones religiosas, sino
200 HOMOSEXUALIDAD / HUMANISMO
muestran los análisis de Surveiller et p u n ir bre no tiene ningún lugar en las culturas de
(desde una perspectiva ciertamente diferen los siglos XVI y XVni, las que se han ocu
te de la de Les M ots et les choses), la instau pado de Dios, del mundo, de la semejanza
ración del hombre en el campo del saber ha de las cosas, de las leyes del espacio, tam
sido posible a partir de un modo de sujeción bién del cuerpo, de las pasiones, de la ima
(la disciplina y, más ampliamente, la norma ginación, pero no del hombre (DE1, 540).
lización) y, al mismo tiempo, el poder nor- Foucault se refiere a este como a esa figura
malizador ha hecho posible el conocimiento epistemológica formada por la analítica de
del hombre. Foucault rechaza desde las pri la finitud y las ciencias humanas cuya ar
meras páginas una lectura de la historia queología llevó a cabo en Les M ots et les
moderna de los modos de vigilar y castigar choses. "Ahora bien, el humanismo no sólo
en términos de progreso del humanismo no existe en las otras culturas, sino que es
(SP, 27-28). El humanismo moderno es co probablemente, en la nuestra, del orden del
rrelativo de la sociedad de normalización: espejismo" (DE1, 540). En Sartre, el huma
esta es su condición de posibilidad y aquel nismo, la antropología y el pensamiento dia
es la justificación de esta. Para Foucault, la léctico están ligados. En este sentido, Hegel
idea de que el hombre tiene un determinado y Marx son los responsables del humanismo
fin es una manera de justificar los dispositi contemporáneo y la Crítica de la razón dia
vos de control (DE1, 619). "El humanismo léctica es el paréntesis que cierra este episo
es el que ha inventado, alternativamente, dio de nuestra cultura. La cultura contem
estas soberanías sujetadas que son el alma poránea, a diferencia de la razón dialéctica
(soberana sobre el cuerpo, sometida a Dios), del siglo XIX, se caracteriza por la aparición
la conciencia (soberana en el orden del jui de una razón analítica que los representan
cio, sometida al orden de la verdad), el in tes del humanismo ignoran. Esta aparece ya
dividuo (soberano titular de sus derechos, con Nietzsche, quien muestra que la muerte
sometido a las leyes de la naturaleza o a las de Dios conlleva la desaparición del hom
reglas de la sociedad), la libertad fundamen bre. En Heidegger aparece cuando trata de
tal (interiormente soberana, exteriormente retomar la relación fundamental con el ser
consintiente y acordada con su destino). [...] mediante el retomo a los griegos; en Russell,
En el corazón del humanismo: la teoría del con la crítica lógica de la filosofía; en
sujeto (en el doble sentido del término)” Wittgenstein, en su desarrollo de las relacio
(DE2, 226). En otros términos, el humanis nes entre lógica y lenguaje. También apa
mo es la invención de las soberanías some rece en los lingüistas y sociólogos, como
tidas. Para Foucault, por ello, "nuestro fu Lévi-Strauss. Por otro lado, mientras que la
turo comporta más secretos, libertades razón analítica del siglo XVII se caracteriza
posibles e invenciones que las que nos deja por su referencia a la naturaleza, y la razón
imaginar el humanismo en la representa dialéctica del siglo XIX por su referencia a
ción dogmática que dan de él los diferentes la existencia (las relaciones entre el indivi
componentes del espectro político: la iz duo y la sociedad, la conciencia y la historia,
quierda, el centro y la derecha” (DE4, 782). la praxis y la vida, el sentido y el no sentido,
Véase: Libertad. • Una entrevista realizada a lo viviente y lo inerte), el pensamiento no
Foucault por Claude Bonnefoy ("L’Homme dialéctico del siglo XX se caracteriza por su
est-il mort?", DE1, 540-544) resulta particu referencia al saber (DE1, 542-543). En otros
larmente interesante en relación con la in textos, la interpretación foucaultiana de la
terpretación foucaultiana de la cuestión del historia del humanismo es más amplia. En
humanismo. En primer lugar, Foucault pre conclusión, el humanismo aparece como un
cisa que, contrariamente a cuanto se sostie conjunto de temas que han reaparecido nu
ne habitualmente, el humanismo no es una merosas veces en las sociedades europeas a
constante de todas las culturas, ni siquiera través del tiempo. Estos están siempre liga
de la nuestra: eso es sólo una ilusión. El tér dos a juicios de valor, aunque sus conteni
mino humanisme, por ejemplo, no aparece dos y .aquello que se considera valioso va
en el famoso diccionario L ittré de la lengua rían. Además, el humanismo ha servido de
francesa. El movimiento humanista data de principio crítico de diferenciación. Hubo un
fines del siglo XIX. Según Foucault, el hom humanismo como crítica del cristianismo y
202 HUMANISMO / H Y PO M N É M A TA
de la religión en general; en el siglo XVII técnico, podían ser libros de cuentas, regis
hubo un humanismo cristiano en oposición tros públicos, cuadernos de notas persona
a un humanismo ascético más teocéntrico. les. Su utilización como "libros de vida" o
En el siglo X IX hubo un humanismo crítico "guías de conducta" era frecuente para el
de la ciencia y otro que ponía en la ciencia público culto. En ellos se anotaban citas de
sus esperanzas. Hubo un humanismo del obras famosas, ejemplos de conducta, re
nacionalsocialismo y también los estalinis- flexiones, razonamientos. Constituían la
tas se llamaron humanistas. La temática del memoria material de las cosas leídas, escu
humanismo es demasiado móvil, diversa, chadas o pensadas; un tesoro acumulado
inconsistente para servir como eje de re para la relectura y la meditación. Este ma
flexión. El humanismo ha servido para colo terial servía para la composición de tratados
rear las concepciones del hombre. Foucault más sistemáticos en los que se presentaban
opone a esta temática del humanismo el los argumentos y los medios para luchar
principio de una crítica y de una creación contra un vicio o para sobrellevar los obs
permanente de nosotros mismos en nuestra táculos y las desgracias de la vida (DE4,
autonomía, es decir, un principio ubicado 404, 418). Pero no eran diarios íntimos o
en el corazón de la Aufklarung. En todo ca relatos de la experiencia espiritual, como los
so, es necesario escapar del confusionismo que se pueden encontrar posteriormente en
histórico que identifica la Aufklarung con el la literatura cristiana; su objetivo no era sa
humanismo (DE4, 572-573). • La tecnocra car a la luz los arcana de la conciencia. En
cia, para Foucault, es una forma de huma lugar de develar lo indescifrable, de revelar
nismo. En efecto, los humanistas conside lo oculto, los hypomnémata reúnen lo que se
ran que son los únicos que pueden definir ha dicho, lo que se puede escuchar o leer.
qué es la "dicha de los hombres" y los únicos Henen como objetivo la constitución de sí
que la pueden realizar (DE1, 617). • El hu mismo (DE4, 405, 419). Los hypomnémata
manismo se sitúa en la oscilación dialéctica "constituyen, más bien, un material y un
entre el sujeto jurídico y el individuo disci cuadro para los ejercicios a realizar frecuen
plinario (PP, 59-60). temente: leer, releer, meditar, conversar con
sigo mismo y con los otros, etc.". Se trata de
p o b l a c i ó n . E l hombre del humanismo es la constituir "un equipamiento de discursos
figura de la población (STP, 81). que sirven de ayuda, capaces, como dice
Plutarco, de levantar ellos mismos la voz y
Humanisme [142]: 1961 [5 ] DE1: 170. HF: de hacer callar las pasiones como un amo
48, 159, 270, 535. 1962 [1] M M PS: 84. 1963 que con una palabra aplaca el aullido de los
[1] N C : 10. 1964 [3] DE1: 345, 358. 1966 perros" (DE4, 419). Séneca insiste en que la
[35] DE1: 502, 516-517, 540-542. M C: 329, práctica de sí implica la lectura; en efecto,
333, 338.1967 [23] DE1: 607,615-619.1968 nadie podría sacar de su propio fondo ni
[4] DE1: 651, 653, 658, 664. 1969 [4] AS: armarse a sí mismo con los principios de
22-23, 26. DE1: 771. 1971 [13] DE2: 170, razón que son necesarios para manejarse en
226-227, 231-232. 1972 [3] DE2: 272, 281. la vida. Pero el leer no puede disociarse del
1973 [1] DE2: 435. 1974 [4] PP: 15, 30, 92. escribir. La escritura como manera de re
1975 [13] DE2: 692, 735, 751-752, 817. SP: unir las lecturas hechas es un ejercicio de la
28, 34, 143, 186,311. 1978 [3] STP: 81, 115. razón que se opone al gran defecto de la
1979 [1] N B : 128. 1980 [2 ] DE4: 52, 74. stultitia, provocada por el exceso de lecturas
1984 [21] DE4: 572-573, 585, 634, 666-667. y el pasar de un libro a otro (DE4, 420; HS,
1988 [5] DE4: 782. 343). • La escritura de los hypomnémata es
una práctica reglada y voluntaria de lo he
terogéneo. Se opone así a la práctica del
hypom ném ata gramático, que se propone conocer toda la
obra o todas las obras de un autor (DE4,
Foucault ha dedicado a los hypomnémata el 421). Sin embargo, esta heterogeneidad no
artículo "L’Ecriture de soi" (Corps écrit, n° excluye la unificación, que se establece en
5: L'Autoportrait, febrero de 1983, 2-23; in quien escribe los hypomnémata. Por un la
cluido en DE4, 415-430). • En un sentido do, se trata de unificar estos fragmentos por
IDEOLOGÍA / ILEGALIDAD 205
304, 312.1976 [7 ] DE3: 67, 86, 94. HS1: 52. po ofrece la coloración individual a los con
1977 [2] DE3: 139. 1979 [3] DE3: 816. NB: tenidos de los sueños proféticos; pero el
261. 1981 [2 ] D E 4: 190, 209. 1984 [1] DE4: sentido de estos sueños, que requiere de una
639. exégesis, pone de manifiesto el nexo entre la
imaginación y la verdad. El sueño y la ima
ginación son, por ello, una forma concreta
imaginación de revelación. De este modo, Spinoza, como
Malebranche, establece un vínculo entre la
l o c u r a . La segunda parte de Histoire de la imaginación y la trascendencia (DE1, 82-
folie á l ’áge classique está dedicada a la cla 83). "La imaginación, signo de trascenden
sificación de las especies de locura durante cia; el sueño, experiencia de esta trascen
la Época Clásica y sus correspondientes for dencia bajo el signo de lo imaginario” (DE1,
mas terapéuticas. La cura de la locura supo 83) • "Es la existencia misma la que, en la
ne un retomo a lo inmediato, no del deseo, dirección fundamental de la imaginación,
sino de la imaginación; este retomo aleja de indica su propio fundamento ontológico"
la vida del hombre y de sus placeres todo lo (DE1, 109). El sueño no es una modalidad
que es artificial, irreal (HF, 423). de la imaginación; es la condición primera
de su posibilidad (DE1, 110). Para ser au
La imaginación, en la cos
e p is te m e c lá s ic a . téntica, toda imaginación debe aprender a
tura entre el alma y el cuerpo, ejerce una soñar, y el arte poético sólo tiene sentido si
doble función: una negativa, que impide enseña a romper la fascinación de las imá
percibir directamente las identidades y las genes para abrirle el camino a la imagina
diferencias de las cosas; otra positiva, que ción (DE1, 118). • "Hemos querido mostrar
permite, al duplicar la representación, resti todo lo que en el texto de Binswanger sobre
tuir el orden de las cosas. Por un lado, sin el sueño puede ser un aporte para hacer un
la imaginación, las sensaciones se sucede estudio antropológico de lo imaginario. Lo
rían sin ninguna semejanza, en una pura que él saca a la luz en el sueño es el momen
monotonía. Ninguna comparación sería en to fundamental en el que el movimiento de
tonces posible; tampoco sería posible la re la existencia encuentra el punto decisivo de
presentación del orden que existe entre la separación entre las imágenes, en el que
ellas. Por otro lado, a través de la imagina la existencia se aliena en una subjetividad
ción, volviendo sobre ella, la representación patológica, y la expresión en la que ella se
puede ordenar las impresiones. Ambos as realiza, en una historia objetiva. Lo imagi
pectos encuentran su unidad en la idea de nario es el medio, el ‘elemento’ de esta op
génesis. Así Descartes y Malebranche, por ción. Es posible, entonces, al alcanzar en el
ejemplo, analizaron la imaginación como el corazón de la imaginación la significación
lugar del error y como la posibilidad de ac del sueño, restituir las formas fundamenta
ceder a la verdad (M C, 83-84). les de la existencia manifestando la libertad,
designando la dicha y la desdicha, puesto
s u e ñ o . En la introducción a la obra de que la desdicha de la existencia se inscribe
Binswanger (véase: Fenomenología), Foucault siempre en la alienación, y la dicha sólo
se ocupa del nexo entre la imaginación y el puede ser, en el orden empírico, dicha de
sueño, y de su significación en la Dasein- expresión” (DE1, 119).
analyse. • En una carta dirigida a Pierre
Balling (1664), Spinoza distingue dos tipos r o u s s e l . Raymond Roussel descubre una
de imaginación: la que depende solamente forma de imaginación hasta ahora descono
del cuerpo y la que ofrece un cuerpo sensi cida. Los juegos de Impresiones de África y
ble a las ideas del entendimiento. La prime los muertos de Locus solus no pertenecen ni
ra es la que se encuentra en los delirios. La al sueño ni a lo fantástico. Están cerca de lo
segunda constituye una forma específica de extraordinario pero minúsculo, artificial e
conocimiento. Esta última es la que aparece inmóvil (DE1, 422-423).
en la Ética. El análisis de los sueños profé-
ticos en el Tratado teológico-político se sitúa Los hombres de los si
im a g in a c ió n p o l í t i c a .
entre ambas. La imaginación ligada al cuer glos X V m y X IX poseían el poder de soñar
IM AGIN ACIÓ N / IND IVID UA LIZACIÓ N 207
el futuro de la. humanidad. Nosotros pade 522. MC: 312, 337-338, 373-376, 378, 383,
cemos una aridez de imaginación política. 385-386, 388, 390-392. 1967 [7] D E l: 569,
"Una cosa es determinante: que el marxismo 576, 578, 580, 609. DFA: 15. 1968 [14] D E l:
ha contribuido y contribuye siempre al em 653-654, 656, 661, 663-666, 704, 706, 708.
pobrecimiento de la imaginación política" 1969 [19] AS: 22, 35, 39, 65, 160, 197, 252,
(DE3, 599). Véase: M arxismo. 262, 264. D E I: 774, 779, 802, 804. 1970 [4]
DE2: 9, 13. 1971 [5] DE2: 189, 232. LVS:
Im agination [412]: 1954 [82] D E I: 68, 76 225, 234, 250. 1972 [18] DE2: 284, 313, 326,
77, 82-84, 86, 88, 96, 106, 109-119. M M PE : 373-374. 1973 [1] DE2: 448. 1974 [14) DE2:
4. 1961 [99] H F: 24, 28, 30, 37, 43, 53, 57, 479, 523, 553-555, 562, 662, 666. 1975 [8]
67, 121, 140, 150, 167, 202, 249-251, 254 DE2: 719-720, 746, 770, 779. SP: 24, 311.
258, 264, 266, 284, 296-297, 299-301, 306 1976 [6] DE3: 30, 97, 118. H S l: 40, 94.
307, 311, 321-322, 330, 333, 335, 339, 341, 1977 [11] DE3: 263, 293, 297, 315, 318, 372.
348, 354, 359, 372, 380, 383-384, 396, 407, 1978 [9] DE3: 526-527, 539, 568, 590, 595.
416-417, 423-424, 451, 453, 456, 458, 499, 1979 [5] DE3: 766, 817. N B : 173. 1980 [4]
519-520, 523, 544-545, 561, 566, 583, 602, DE4: 52, 62. 1982 [1] H S: 41. 1983 [5] DE4:
634, 656. ^ : 22, 30, 45, 63. 1962 [6] D E I: 386, 435. 1984 [6] DE4: 611, 652, 667, 737.
186. ^MMPS: 4, 77, 85-86, 91. 1963 [18] HS3: 196. .
D E l: 268, 279, 283. N C : ^ , 33, 107. RR:
15, 25, 49, 53, 98, 193, 197. 1964 [17] D E l:
297-298, 304-308, 310, 327, 422-423, 428 individualización
429, 433. 1966 [54] CUH: 15. D E l: 480, 505,
540, 556. MC: 7-8, 62, 72, 76, 81, 83-85, 87, sujeto, poder. Las disciplinas marcan una
105, 127, 135, 158, 160, 172-175, 216-217, inversión del eje político de la individualiza
219,231, 252, 320,329,340, 346,355. 1967 ción. En las sociedades feudales, la indivi
[1] CUH: 36. 1968 [10] D E l: 628, 630-631, dualización es máxima del lado en el que se
686, 704, 716. 1969 [9] AS: 35, 237, 240, ejerce el poder, en las regiones superiores de
251, 262. D E I: 757, 764-765. 1970 [1] DE2: este. Cuanto más poder se tiene, más se es
17. 1971 [4 ] DE2: 142, 192, 214. LVS: 21. marcado como individuo. En el régimen dis
1972 [9] DE2: 251, 253, 255-256, 288. 1974 ciplinario, en cambio, son fuertemente indi
[6] DE2: 535, 677. PP : 19, 146, 202, 223. vidualizados aquellos sobre quienes se ejer
1975 [33] AN: 91, 249, 264-267, 271, 288. ce el poder mediante la vigilancia continua
DE2: 739, 797, 820. SP: 37, 93-94, 242, 245. y el examen (SP, 194-195). Todas las cien
1976 [3] DE3: 8 ( 84. ID S: 189. 1977 [1] cias y prácticas con la raíz "psi" encuentran
DE3: 239. 1978 [20] DE3: 434, 505, 524, su lugar en esta inversión del eje de indivi
599-600, 607, 633, 671, 678. STP: 28, 54. dualización (SP, 195). • La individualiza
1979 [7] DE3: 779. N B : 68, 171, 215, 225, ción no se opone al poder; al contrario,
319. 1980 [5 ] DE4: 87, 111, 115, 123. 1982 nuestra individualidad, nuestra identidad
[16] DE4: 284, 329-332. H S: 351, 375, 414, obligatoria, es el efecto y el instrumento de
418, 445-446, 453. 1983 [1] DE4: 458. 1984 una forma de ejercicio del poder: el poder
[7] DE4: 570, 603-604, 661, 762. HS3: 165. disciplinario (DE2, 663). • La espiritualidad
1985 [1] DE4: 769. 1988 [2 ] DE4: 800-801. cristiana y su técnica es una búsqueda cre
ciente de individualización (DE3, 621). • La
racionalidad política moderna se enraíza en
inconsciente el poder pastoral y en la razón de Estado; es
a la vez individualizante y totalizante (DE4,
Véase: Psicoanálisis. 161). Se puede ver en el Estado moderno
una matriz de individualización y una nueva
Inconscient [214]: 1954 [11] D E l: 69, 87. forma de poder pastoral (DE4, 230). Véanse:
M M PE : 43, 56, 86, 108. 1957 [13] D E l: 122 Disciplina, Poder pastoral.
123, 127-129, 142-143, 152. 1961 [2] HF:
144, 456. 1962 [4] M M P S : 43, 57, 88, 98. discurso. La descripción de los enunciados
1963 [1] D E l: 280. 1964 [1 ] D E l: 338. 1965 y de la manera en que se organiza el nivel
[16] D E l: 440-443, 445. 1966 [29] D E I: 514, enunciativo conduce a la individualización
i
208 INDIVIDUALIZACIÓN / INTELECTUAL
de las formaciones discursivas (AS, 152). uno y otro. "Y, por primera vez -creo- el
Véase: Enunciado. intelectual ha sido perseguido por el poder
político, ya no más en función del discurso
Individualisation [104]: 1966 [1] DE1: 558. general que tenía, sino a causa del saber que
1968 [3] DE1: 674, 702, 718. 1969 [12] AS: poseía; es en este nivel donde constituía un
16, 33, 51, 53, 110-111, 123, 131, 137, 152, peligro político" (DE3, 110). Es necesario,
262. DE1: 792. 1970 [2] DE2: 42, 49. 1971 según Foucault, redefinir la figura del inte
[2] LVS: 77, 172. 1974 [25] DE2: 663, 673. lectual específico. Sería peligroso descalifi
PP: 17, 46-47, 51, 54, 56-58, 71, 77, 79, 81, carlo por su saber específico diciendo que es
87, 105, 148. 1975 [18] AN: 43. SP: 28, 101- para especialistas y que, por lo tanto, no in
102, 194-195, 201, 240, 242, 252, 312. 1976 teresa a las masas (pues ellas tienen con
[2] HS1: 79. ID S: 216. 1977 [1] DE3: 219. ciencia de este saber y están implicadas en
1978 [22] DE3: 516-518, 550, 621. STP: 14, él), o que sirve a los intereses del capital o
68, 167, 183, 187, 228, 237. 1979 [3] NB: del Estado (pues esto muestra el lugar estra
149, 266. 1980 [1 ] D E 4 :2 8 . 1981 [4 ] DE4: tégico que ocupa), o que es el vehículo de
161, 191-192. 1982 [6 ] DE4: 227, 229-230, una ideología cientificista (lo cual es secun
232. H S: 391. 1984 [1] DE4: 758. 1988 [1] dario respecto de los efectos de poder pro
DE4: 827. pios de los discursos verdaderos) (DE3,
112). Esta redefinición de la figura del inte
lectual específico está relacionada con la
intelectual manera en que se plantea la cuestión de la
verdad. Foucault señala al respecto cinco
En el segundo volumen de Dits et écrits se características de la "economía política" de
encuentra una interesantísima entrevista la verdad: 1) La verdad está centrada en los
con Gilíes Deleuze acerca de los intelectua discursos científicos y en las instituciones
les y el poder (D E2, 306-315). Nos hemos que los producen. 2) Está sometida a una
ocupado de ella en el artículo Deleuze. constante incitación política y económica.
Otros textos fundamentales sobre la misma 3) Es objeto de difusión y consumo. 4) La
cuestión son "La fonction politique de verdad es producida bajo el control domi
rintellectuel" (DE3, 109-114) y "Entretien nante, no exclusivo, de los aparatos políticos
avec Michel Foucault" (DE3, 140-160). y económicos (la universidad, el ejército, la
Tradicionalmente, la politización de un in escritura, los media). 5) Está en juego en
telectual se llevaba a cabo, según Foucault, todo debate político y todo enfrentamiento
en tomo a dos ejes: su posición como tal en social. A partir de aquí, Foucault ofrece cin
la sociedad burguesa y la verdad que sacaba co proposiciones para redefinir la figura del
a la luz en su discurso. Un intelectual decía intelectual: 1) Se ha de entender por "ver
la verdad a aquellos que no la veían y en dad" un conjunto de procedimientos para la
nombre de aquellos que no podían decirla producción, la ley, la distribución, la puesta
(DE1, 308). De este modo, el intelectual lla en circulación y el funcionamiento de los
mado "de izquierda" tomaba la palabra y se enunciados. 2) Entre la verdad y el poder
le reconocía, como representante de lo uni existe una relación circular: los sistemas de
versal, el derecho de hablar como maestro poder la producen y sostienen y esta induce
de verdad y de justicia. "Sería la figura clara efectos de poder. Sería una quimera oponer
e individual de una universalidad de la cual una verdad sin poder a un poder sin verdad
el proletariado sería la forma oscura y co (proposición característica del intelectual
lectiva" (DE3, 109). A esta figura del "inte universal). 3) Este régimen de la verdad no
lectual universal" Foucault opone la del es sólo ideológico o superestructural; ha si
"intelectual específico". Mientras que el pri do una condición para la formación y el
mero deriva del "jurista notable" (el hombre desarrollo del capitalismo que funciona aun
que reivindicaba la universalidad de la ley en los países socialistas. 4) El problema po
justa), el segundo deriva del "sabio-experto". lítico fundamental del intelectual no es la
Este último es una figura que se desarrolla crítica de los contenidos ideológicos, sino
a partir de la posguerra; la figura de Robert la posibilidad de constituir otra política de
Oppenheimer ha servido de bisagra entre la verdad. 5) N o se trata de liberar la verdad
INTELECTUAL / INTERIORIDAD 209
de todo sistema de poder, sino de separar el sión en sentido inverso. De este modo, de
poder de la verdad de sus formas hegemó- bemos describir los enunciados como un
nicas (sociales, económicas, culturales) espacio anónimo cuya temporalidad es di
(DE3, 112-114). Por ello, el intelectual espe versa de aquella subjetiva psicológica o tras
cífico está inserto en una triple especifici cendental (AS, 158-160).
dad: la de su posición social, la de sus con
diciones de vida y trabajo, la de la política p e n s a m i e n t o d e l a f u e r a . El paso hacia un len
de verdad de nuestras sociedades. • "Pero, guaje en el que el sujeto está excluido, la
si el intelectual se pone a desempeñar nue incompatibilidad entre la aparición del ser
vamente el papel, que desempeñó durante del lenguaje y la conciencia de sí mismo en
ciento cincuenta años, de profeta respecto su propia identidad, es una experiencia que
de lo que ‘debe ser', de lo que ‘debe pasar', se anuncia en diferentes puntos de nuestra
se tendrán nuevamente estos efectos de do cultura: los ensayos de formalización, el
minación y se tendrán otras ideologías que estudio de los mitos, el psicoanálisis, la
funcionan de la misma manera" (DE3, 348). búsqueda de un logos como lugar de naci
"El trabajo del intelectual no es modelar la miento de toda la razón occidental. El pen
voluntad política de los otros; es, por medio samiento de esta relación de exclusión entre
de los análisis que ha hecho en los dominios el ser del lenguaje y el del hombre, el pen
que le son propios, reinterrogar las eviden samiento de la interioridad de nuestra re
cias y los postulados, sacudir las costum flexión filosófica y de la positividad de nues
bres, las maneras de hacer y de pensar, di tro saber, puede ser llamado "pensamiento
sipar las familiaridades admitidas" (DE4, del afuera" (DE1, 520-521).
676). Más sintéticamente, la función del in
telectual consiste en diagnosticar el presen Con la desaparición del asilo clá
p s ic o lo g ía .
te, no en razonar en términos de totalidad sico, hacia fines del siglo XVIU, la locura
para formular las promesas de un tiempo emerge de nuevo en el dominio público. El
que vendrá. concepto negativo de alienación definido
por el derecho comienza a alterarse cuando
* Intellectuel [255]: 1966 [4] DE1: 516-517. es impregnado por las significaciones mora
1971 [2] DE2: 192, 236. 1972 [9] DE2: 307- les que el hombre cotidiano atribuye a la
309, 331, 364. 1973 [8] DE2: 400, 421-422. locura. La psicología y el conocimiento de
1974 [18] DE2: 525. 1975 [21] DE2: 703, lo que hay de interior en el hombre nacieron
720, 737, 759, 772, 775-777, 782, 789. 1976 de la conciencia pública convocada como
[37] DE3: 8, 80, 85-86, 107, 109-114. 1977 instancia universal, como forma inmediata
[40] DE3: 133, 154-160, 268, 329, 348, 384. mente válida de la razón y la moral para
1978 [26] DE3: 475, 531, 537, 594-596, 610, juzgar a los hombres. "La interioridad psi
634, 667, 669. 1979 [8] DE3: 794, 806. NB: cológica ha sido constituida a partir de la
94. 1980 [23] DE4: 48, 59, 64, 86-87, 92, exterioridad de la conciencia escandalizada"
95-96, 105.1981 [4 ]D E 4 : 181, 205.1982 [6] (H F, 560).
DE4: 350. 1983 [11] DE4: 449, 452, 498,
520, 535-536. 1984 [26] DE4: 638, 675-677, h e l e n i s m o , c r i s t i a n i s m o . La interioridad cris
689, 747, 749. 1988 [1] DE4: 778. tiana es un modo de relación consigo mismo
que implica la confesión, la lucha contra las
tentaciones, el desciframiento del deseo, etc.
interioridad (HS2, 74). En las prácticas de sí mismo de
la cultura helenística, conocerse a sí mismo
Con su principio descriptivo de
a r q u e o lo g ía . en el movimiento de la conversión no impli
exterioridad, la arqueología renuncia a des ca el conocimiento de una interioridad. No
cribir los enunciados como la traducción de hay tampoco una oposición entre el conoci
operaciones o de procesos que se desarro miento de sí y el conocimiento de la natura
llan en otro lugar -e n la interioridad del leza. En Séneca, por ejemplo, se da más
sujeto, en la conciencia psicológica o en un bien lo contrario: el conocimiento de sí pasa
dominio de constituciones trascendentales-, por el conocimiento de la naturaleza (HS,
y trata de reconstruir el proceso de expre 267). Véase: Subjetivación.
210 INTERIORIDAD / INTERPRETACIÓN
Intériorité [86]: 1954 [2] DE1: 79, 90. 1961 transparente a las formas de conocimiento
[13] H F: 236, 411, 439, 460, 471, 560, 564, o bien hundiéndolo en los contenidos del
646-648. IA K : 71. 1962 [2 ] DE1: 194. inconsciente. El estructuralismo y la feno
M M PS: 86. 1963 [3] DE1: 276, 280. NC: 59. menología encuentran así su lugar común y
1964 [1] DE1: 357. 1966 [20] DE1: 520-523, su propio espacio (MC, 312).
526, 528-529, 534, 538. MC: 283, 365. 1967
[3 ] DE1: 568, 592. 1968 [2] DE1: 685, 695. La descripción arqueológica, el
a r q u e o lo g ía .
1969 [11] AS: 54, 98, 159, 164, 274. DE1: análisis enunciativo, es un método de análi
783, 793, 819. 1970 [3] DE2: 23, 47. 1971 sis histórico que renuncia a toda interpreta
[4] LVS: 18, 37-38. O D : 51. 1972 [3 ] DE2: ción (AS, 143, 164). La arqueología no pre
284, 295. 1973 [1] DE2: 424. 1974 [1] PP: tende, en efecto, descubrir un sentido que se
283. 1975 [1] AN: 96. 1978 [3] DE3: 564. encontraría de algún modo oculto debajo de
STP: 186, 237. 1979 [1] DE3: 820. 1982 [9] los signos; por ello no refiere los enunciados
H S: 248, 265, 267, 277, 288, 295. 1984 [3] a la interioridad de una intención, de un
HS2: 74, 92. pensamiento, de un sujeto.
este modelo debía ser de algún modo gene plazó al método de la prueba tal como fun
ralizado para poder justificar la interven cionaba, por ejemplo, en la alquimia o en la
ción colectiva en el caso de los otros delitos. disputatio de la universidad medieval (DE1,
El segundo modelo, extrajudicial, resolvió 584-587). • El panoptismo es una forma de
esta cuestión mediante la investigación (eti ejercicio del poder que no se basa en la in
quete), la inquisitio. Este tenía un doble vestigación, sino en un procedimiento com
punto de inserción en la sociedad: por un pletamente diferente: el examen (DE1, 595).
lado, era utilizado en el orden administrati Mientras que la investigación ha sido el mo
vo, es decir, en cuestiones de impuestos, delo de establecimiento de la verdad a partir
costumbres, renta o propiedad. En este ca del cual se han constituido las ciencias em
so, se pedía la resolución de las disputas píricas, el examen ha sido la matriz de las
planteadas a un grupo de personas califica ciencias humanas. Pero si las primeras han
das en razón de su conocimiento. Se trata podido separar el modelo de la investigación
ba, en definitiva, de un método de gestión de su matriz política, las segundas, en cam
administrativa. La inquisitio era también un bio, no han podido hacer esto mismo con el
procedimiento propio del orden eclesiásti modelo del examen (SP, 226-227; véase:
co. En este caso, se la denominaba propia Examen). • Acerca de la función de la inves
mente visitado (generalis, cuando el obispo, tigación en los procedimientos judiciales de
luego de un período de ausencia, consultaba los siglos X V Ü y X V m , véanse: Castigo,
a quienes concernía acerca de lo que había Confesión. • En Le P ou voir psychiatrique,
sucedido en ese período; specialis, cuando se Foucault contrapone dos concepciones de la
trataba de establecer los hechos y los res verdad: la verdad-demostración y la verdad-
ponsables). "La investigación tiene un doble acontecimiento (véase: Verdad). La prueba
origen: administrativo, ligado al surgimien (iépreuve) forma parte de la historia de la ver
to del Estado en la época carolingia, y reli dad como acontecimiento; la investigación,
gioso, .eclesiástico, pero constantemente en cambio, de la historia de la verdad-demos
presente durante la Edad Media" (DE1, tración. Desde esta perspectiva nuestro autor
583). La investigación sustituye al delito fla sostiene que "se asiste, desde finales de la
grante. En efecto, si es posible reunir a las Edad Media, a un despliegue generalizado de
personas que, bajo juramento, garanticen la investigación sobre toda la superficie de la
que han visto, que saben, que están infor tierra, e incluso sobre los granos más finos
madas; si se puede establecer a partir de de las cosas, de los cuerpos, de los gestos;
ellas que algo ha ocurrido, entonces se ten una especie de gran parasitismo inquisito
drá indirectamente, a través de la investiga rial" (PP, 246). • En este sentido, también en
ción, el equivalente del delito flagrante. Le Pouvoir psychiatrique, Foucault estudia
Foucault extrae un número de conclusiones cómo se ha transformado la medicina o, me
fundamentales de esta inserción de los pro jor, la práctica médica en relación con estas
cedimientos de la investigación en la reor dos morfologías de la verdad. Con la apari
ganización de la justicia a partir de los si ción de la anatomía patológica, la medicina
glos X II y X m . 1) La causa de la inserción general deja de lado aquellos elementos que
de la investigación en el seno del procedi pertenecían a lá historia de la verdad-aconte
miento judicial no ha sido la racionalización cimiento para adaptarse a los procedimien
de dicho proceso, sino una transformación tos que tienen como modelo la investigación
política. La investigación es, en realidad, y que pertenecen a la historia de la verdad-
una manera de ejercer el poder. 2) La noción demostración. Se refiere, en particular, a la
de investigación está impregnada, en razón noción médica de crisis de una enfermedad.
de su origen, de categorías religiosas. En la En el caso de la psiquiatría, en cambio, esa
concepción de la alta Edad Media no había noción reaparecerá, transformada, a partir
falta o infracción, sino peijuicio. A partir del de los procedimientos de "pruebas de reali
siglo X m , se da una conjunción entre la vio dad". Véase: Psiquiatría.
lación de la ley y la falta religiosa. 3) El mo
delo de la investigación judicial se difundió Acerca del procedimiento
v o lu n ta d d e s a b e r .
por numerosos dominios sociales, económi de la enquéte en Edipo rey, véase: Voluntad
cos y del saber. En este último orden, reem de saber.
214 INVESTIGACIÓN
Enquéte [359]: 1957 [1 ] DE1: 133, 162. 696-697. SP: 24, 44-46, 59-60, 72, 100, 124,
1961 [11] H F: 17, 151, 428, 447, 479, 521, 226-228, 248, 255, 273. 1976 [18] DE3: 25,
556,563, 577. IA K : 55. 1963 [3] NC: 26, 60, 28, 37, 45. H S1: 78, 97. ID S: 109. 1977 [14]
112. 1964 [1 ] DE1: 437. 1966 [10] DE1: DE3: 142, 194, 196, 227-228, 245-246, 269-
495, 548. MC: 13, 46, 89, 137, 214, 233, 274, 270, 339, 348. 1978 [9 ] DE3: 446, 509, 513,
298. 1967 [1] DE1: 598. 1968 [2] DE1: 634, 519, 629,684,719. STP: 283.1979 [5] DE3:
720. 1969 [3 ] AS: 60, 105, 267. 1971 [71] 737, 783. N B : 291. 1980 [7] DE4: 35, 37,
DE2: 137, 174-177, 181, 193, 195-200, 203, 41, 55, 57, 59, 67. 1981 [2] DE4: 213. 1982
206, 232, 236, 238. LVS: 3, 32, 178, 192, [5 ] DE4: 320. H S: 165, 270, 461. 1983 [10]
225, 230, 232, 233, 234, 243, 244, 245, 248, D E 4 :465-466. GSA: 105, 107-108, 121, 134,
249, 252, 253. 1972 [20] D E2: 278, 307, 140. 1984 [17] CV: 67, 77-78, 81-82, 86,
316, 327, 346, 383, 390-391. 1974 [113] 114. D E 4: 574, 592, 665. H S 3 : 20-21, 77.
DE2: 492, 515, 541-542, 556, 570-574, 577, 1988 [1] D E4: 827.
581-588, 594-595, 601, 623, 625, 628, 631,
635, 642, 658. P P : 98, 210, 233, 246-248, In qu isitio [7]: 1971 [3] LVS: 81, 83.1974 [4]
251, 256-257, 262. 1975 [35] AN: 85. DE2: DE2: 581, 583.
Jarry, Alfired (1873-1907) entre libertad y templanza, y entre templan
za y dialéctica (HS2, 99-101). • Los deberes
Foucault toma el término "ubuesco", que conyugales y el gobierno de la propia casa.
utiliza para describir el funcionamiento del Aquí las referencias fundamentales son a la
poder, de la obra Ubú Rey de Jarry. Véase: Económ ica de Jenofonte (HS2, 166-167,
Ubuesco. 171-195; HS3, 97, 173, 188-189; HS, 82;
DE4, 399). • Las relaciones amorosas con
Alfred Jarry [2]: 1975 [1] AN: 26. 1978 [1] los mancebos (HS2, 220-225, 245-246, 256-
STP: 226. 257, 261). La opción entre mujeres u hom
bres no expresa dos tendencias opuestas del
deseo (HS2, 209). • La figura del consejero
Jenofonte (-430—354) del gobernante (GSA, 185-186, 277). • La
crítica del poder personal, tiránico o monár
Encontramos en Foucault numerosas refe quico (CV, 55).
rencias a las obras de Jenofonte que se sitúan
en el contexto del análisis del cuidado de sí Xénophon [207]: 1971 [1] LVS: 96. 1978 [1]
mismo en la Antigüedad y de la práctica de STP: 161. 1982 [18] DE4: 355. HS: 6, 22,
la parresia. Las referencias a Jenofonte 34, 42, 82, 97, 99, 155, 161, 217, 431, 434.
contemplan una variedad de temas, presen 1983 [17] DE4: 388, 399-400, 406, 552.
tados a continuación. • En Agesilao, de GSA: 94, 104, 185-186, 247, 260, 277, 279.
Jenofonte, el protagonista aparece como un 1984 [169] CV: 40, 48-49, 52-53, 55, 65, 192,
modelo de dominio sobre sí mismo, pues 199, 204, 258, 266. DE4: 613, 623, 627, 674,
renunciaba a abrazar a quienes amaba 721. HS2: 27, 45, 48, 50, 53, 55-56, 59, 61,
(HS2, 27, 71; D E4, 552). • La relación entre 65-67, 69-72, 75, 77-78, 82-84, 86-88, 91, 93-
la mirada y el placer, es decir, la necesidad 95, 97, 99-101, 103, 105, 117, 123, 138-139,
de dominar esta apertura directa al alma 161, 164, 166-167, 169-172, 174-175, 179,
(HS2, 50). • El carácter común de los aphro 181-184, 193-196, 199, 201-202, 208-210,
disia respecto de los hombres y los animales 214, 218-222, 225, 245-246, 256-257, 261,
(HS2, 59). • Los preceptos de conducta de 266, 285. HS3: 58, 64-65, 97, 173, 188-189,
Sócrates respecto de los placeres de la bebi 258, 272, 280. 1988 [1] D E4: 786.
da, la comida y el amor (HS2, 61-66). • Ciro
como ejemplo de templanza, y la templanza
en general (HS2, 69-78, 105). • La intempe Justi, Johann H einrich Gottlob von (1717-
rancia como mal gobierno de sí mismo 1771)
(HS2, 82-84). • La valoración positiva de la
educación espartana. L a continuidad entre Véase: Razón de Estado.
el gobierno de la propia casa, de la ciudad
y de sí mismo. La necesidad de ejercitarse Johann H. G. von Justi [31]: 1976 [1] HS1:
en el gobierno de sí mismo (HS2, 87-92, 35. 1978 [5] STP: 321, 335, 337. 1979 [2]
138; DE4, 721). • La alabanza del “alma vi DE3: 730, 742. 1981 [11] DE4: 158-160.
ril” de la esposa (HS2, 97-98). • La relación 1988 [12] DE4: 825-826.
[2 1 5 ]
Kafka, Franz (1883-1924) • históricas regulares, pero contingentes (véa
se: A p rio ri histórico). La concepción
Kafka está entre los autores en los que la foucaultiana de la ética tampoco podría es
literatura cobra un sentido propiamente tar más alejada de una ética concebida en
moderno: "con Kafka, con Bataille, con términos de ley universal o imperativo cate
Blanchot [la literatura] se ofrece como ex górico. Para Foucault, la ética se define por
periencia: como experiencia de la muerte (y una forma de relación consigo mismo que
en el elemento de la muerte), del pensa no pasa por una ley válida para todo sujeto
miento impensable (y en su presencia inac humano, sino por lo que él denomina una
cesible), de la repetición (de la inocencia "estética de la existencia”, es decir, el hacer
originaria, siempre ahí, en el punto más cer de la propia vida una obra de arte (con todo
cano y siempre más alejado del lenguaje), lo que tiene de singularidad el concepto de
como experiencia de la finitud (atrapada en "obra de arte”) (véanse: Estética de la exis
la apertura y la exigencia de esta finitud)” tencia, É tica). Pero, por otro lado, Foucault
(MC, 395). Véase: Lenguaje. no deja de señalar su filiación kantiana. En
el artículo "Michel Foucault”, se afirma,
Franz Kafka [49]: 1963 [3] DE1: 255. RR: por ejemplo: "Si Foucault se inscribe en la
17. 1964 [38] DE1: 298, 342-344, 348, 358, tradición filosófica, es en la tradición críti
362, 374-376, 378, 382. 1966 [1 ] MC: 395. ca de Kant" (DE4, 631). Aunque esta frase
1969 [1] D E 1: 793. 1970 [2 ] DE2: 82, 124. provenga de Frangois Ewald, la suscribió el
1975 [2] AN: 13. D E 2: 733. 1976 [1 ]I D S : propio Foucault con el seudónimo "Maurice
20. 1977 [1 ]D E 3 : 336. Florence”. Foucault también insiste en el
origen kantiano de su uso del término "ar
queología” (DE2, 221). Luego de haberlo
K ant, Im m anuel (1724-1804) hecho respecto del estructuralismo y de
Nietzsche, también sitúa su práctica filosó
La relación de Foucault con Kant es, al mis fica, concebida como un diagnóstico del pre
mo tiempo, de ruptura y de continuidad. sente, en la tradición y herencia kantianas
Por un lado, la arqueología y la genealogía (DE4, 564). Se puede explicar esta relación
se oponen, desde una perspectiva nietzs- de ruptura y continuidad a partir del doble
cheana, a la disposición kantiana, antropo movimiento que Foucault atribuye a la filo
lógica, del pensamiento moderno. Lo mismo sofía kantiana, que dio origen tanto a una
puede decirse de la concepción foucaultiana analítica trascendental de la verdad y del
de la ética. De este modo, para tomar un deber como a una ontología del presente.
ejemplo, Foucault marca las diferencias que "Me parece que la opción filosófica con la
existen entre el "a priori histórico” y el "a que nos encontramos confrontados actual
priori kantiano”. Mientras que este último mente es esta: se puede optar por una filo
busca las condiciones trascendentales de sofía crítica que se presentará como una fi
posibilidad del conocimiento, el "a priori losofía analítica de la verdad en general, o
histórico” no remite las condiciones de po bien por un pensamiento critico que tomará
sibilidad del conocimiento a ninguna ins la forma de una ontología de nosotros mis
tancia trascendental, sino sólo a sus formas mos, de una ontología de la actualidad. Esta
[216]
KANT, IMMANUEL 217
[2 2 0 ]
LENGUAJE 221
cendental de la actividad subjetiva, sino por dad de producción. En el espacio que dejó
el juego de identidades y diferencias en el libre el discurso apareció la figura del hom
cuadro ordenado de representaciones: el bre (MC, 349). • "El objeto de las ciencias
hombre es un ser como cualquier otro. • En humanas no es, pues, el lenguaje (aunque
el sigÍo (con el nacimiento de la biolo hablado sólo por los hombres); es este ser
gía, de la economía política, de la filología), que, desde el interior del lenguaje que lo ro
los conceptos de vida, trabajo y lenguaje se dea, se representa, al hablar, el sentido de
ñalan los límites de la representación, es las palabras o de las proposiciones que él
decir, la imposibilidad de reducir lo que nos enuncia y se da, finalmente, la representa
es dado en ellos al juego de identidades y ción del lenguaje mismo" (MC, 364). • A
diferencias (imposibilidad de reducir la pro partir del siglo con la filología, con la
fundidad de la organización biológica a la formalización, con el retorno de la exégesis,
linealidad taxonómica, la temporalidad de con la literatura, el lenguaje se fragmenta y
la producción al análisis de la medida del aparece entonces en sus intersticios la figura
valor y la totalidad lingüística a la forma de del hombre. Esta figura doble (véase:
la proposición). Estos conceptos, en cuanto H om bre) asegurará ahora el nexo entre las
nos muestran los límites del poder nomina palabras y las cosas.
tivo del discurso, indican el final de la Época
Clásica, de la época del discurso, de la posi fjlologIa, EXÉGESIS, formalización. A partir de
bilidad de vincular el sujeto y el objeto den los análisis de Bopp, el lenguaje no es más
tro de la representación por medio del poder un sistema de representaciones para des
que esta posee de representarse a sí misma. componer y recomponer otras. En sus raí
De modo más radical, podríamos decir sim ces designa los estados, las voluntades. No
plemente que el fin de la época del discurso quiere decir lo que se ve, sino lo que se
está señalado por la imposibilidad de redu quiere; se enraíza en el sujeto, en su activi
cir la vida, el ■trabajo y el lenguaje al domi dad. Corno la acción, expresa una voluntad.
nio de la representación. La representación Foucault señala dos consecuencias funda
misma se convierte en un producto de las mentales de este desplazamiento: 1) Con el
necesidades de la vida, de las fuerzas de pro descubrimiento de una gramática pura, se
ducción o de la historicidad del lenguaje que atribuyen al lenguaje profundos poderes de
se da en la conciencia del hombre. A partir expresión que no se reducen a la dimensión
de este momento, el sujeto-hombre y el ob de la representación. 2) El lenguaje ya no
jeto-hombre adquieren una dimensión pro está ligado a las civilizaciones por el cono
pia, irreductible al espacio definido por la cimiento que ellas han alcanzado, sino por
taxonomía clásica, y, consecuentemente, el el espíritu del pueblo que las hizo nacer y
cuadro ordenado de representaciones se las anima (MC, 302-303). • La filología de
sustituye por un conjunto de oposiciones Bopp se opone, término a término, a cada
entre el hombre y el mundo, entre el yo uno de los cuatro segmentos teóricos de la
pienso y el y o soy, entre el ser representan gramática general (véase: Episteme clásica).
te y el ser representado. En definitiva, para 1) La teoría del parentesco entre las lenguas
Foucault, durante la época del discurso, la se opone a la teoría clásica de la derivación.
Época Clásica, el hombre no existía ni corno Mientras que esta última supone factores de
sujeto -fuente trascendental de las represen desgaste y mezcla asignables de la misma
taciones- ni corno objeto -región específica manera a todas las lenguas, la teoría del pa
de estudio-. Hacia fines del siglo ^ ^ M , el rentesco, en cambio, afirma la discontinui
discurso deja de desempeñar el papel orga dad entre las grandes familias y las analo
nizador que poseía en el saber clásico: ya no gías internas. 2) La teoría del radical se
es el medio transparente y ordenado entre opone a la teoría clásica de la designación.
el mundo de las cosas y el mundo de las El radical es una individualidad lingüística
representaciones. Las cosas se replegaron aislable e interior a un grupo de lenguas, es
sobre sí mismas, fuera de la representación núcleo de las formas verbales; en la Época
ordenada; aparecieron los lenguajes con su Clásica, la raíz era una sonoridad indefini
historia, la vida con su organización y su damente transformable que servía ante todo
autonomía, el trabajo con su propia capaci para recortar nominalmente las cosas. 3) El
LENGUAJE 223
estudio de las variaciones internas se opone se constituyen las significaciones de una cul
a la teoría de la articulación representativa. tura. Aparece entonces, según Foucault, la
Ahora, las palabras se caracterizan por su cuestión de una teoría pura del lenguaje que
morfología, no por su valor representativo. dé a la etnología y al psicoanálisis su mode
4) El análisis interno de las lenguas se opo lo formal (MC, 392). • De este modo, la lin
ne al valor que se atribuía al verbo "ser”. El güística no imita simplemente lo que la bio
análisis de la organización interna de las logía o la economía política habían querido
lenguas rompe con la primacía de la forma hacer, es decir, unificar bajo sus conceptos
proposicional (MC, 308). • Según Foucault, el campo de las ciencias humanas. La situa
esta objetivación del lenguaje está compen ción de la lingüística es diferente, por varias
sada de tres maneras. 1) El lenguaje es el razones. 1) La lingüística se esfuerza por
medio necesario de todo conocimiento cien estructurar los contenidos mismos. N o se
tífico. Por ello se entiende el sueño positivis propone simplemente una versión lingüísti
ta de un lenguaje que se mantenga al ras ca de los fenómenos observados; las cosas
de lo que se sabe. También por ello es po no acceden a la percepción sino en la medi
sible entender la búsqueda de una lógica da en que pueden formar parte de un siste
independiente de la gramática y todos los ma significante. "El análisis lingüístico es
ensayos de formalización. 2) Se atribuye al más una percepción que una explicación; es
lenguaje valor crítico. Las disposiciones gra decir, es constitutivo de su propio objeto"
maticales de. una lengua constituyen el a (MC, 393). 2) Debido a esta emergencia de
priori de lo que se puede enunciar. Por ello la estructura, la relación de las ciencias hu
reaparecen todas las técnicas de exégesis en manas con las matemáticas se encuentra una
el siglo XIX. Pero la exégesis, en la forma vez más abierta, pero en una nueva dimen
del comentario, ya no va en busca de un sión. Ya no se trata de cuantificar los resul
texto primitivo, sino que parte sólo del he tados, sino de saber si en las matemáticas y
cho de que estamos atravesados por el len en las ciencias humanas se habla de la mis
guaje y va en busca del lenguaje en su ser ma estructura. De este modo, el vínculo entre
bruto. 3) Aparece la literatura (MC, 309- ciencias humanas y disciplinas formales se
313). • Sobre formalización e interpreta vuelve esencial, constitutivo. 3) La lingüísti
ción, véanse los artículos respectivos. ca hace aparecer la cuestión del lenguaje en
su insistencia y su forma enigmática y, de
l a r e a p a r ic ió n d e l s e r d e l l e n g u a j e este modo, se cruza con la literatura. "Por
1 ) l i n g ü i s t i c a . Etnología y psicoanálisis son, un camino más largo y mucho más impre
desde la perspectiva de Foucault, "contra visto, se es reconducido a este lugar que
ciencias" humanas (véase: H om bre). Ahora Nietzsche y Mallarmé habían indicado
bien, la etnología se aproxima al psicoaná cuando uno hábía preguntado: ‘¿Quién ha
lisis, pero no asimilando los mecanismos y bla?’, y el otro había visto centellear la res
las formas de una sociedad a la represión de puesta en la Palabra misma. La interroga
los fantasmas colectivos, sino definiendo co ción sobre lo que es el lenguaje en su ser
mo sistemas inconscientes el conjunto de retoma, una vez más, su tono imperativo"
las estructuras formales que vuelven signifi (MC, 394).
cantes los discursos míticos y les dan su 2) l i t e r a t u r a . Durante el Renacimiento, el
coherencia y necesidad a las reglas que ri ser del lenguaje se manifestaba en su forma
gen una sociedad. De manera simétrica, el enigmática y exigía el trabajo del comenta
psicoanálisis se aproxima a la etnología, no rio (entre el Texto primitivo y la interpreta
por medio de la instauración de una psico ción infinita). La Epoca Clásica redujo ese
logía cultural, sino a través del descubri ser a discurso, a su funcionamiento repre
miento de la estructura formal del incons sentativo en el dominio del conocimiento.
ciente. La etnología y el psicoanálisis se Con la literatura, tal como se presenta en los
cruzan, entonces, no en las relaciones entre umbrales de la Modernidad, reaparece el ser
el individuo y la sociedad, sino en el punto vivo del lenguaje, que muestra que la figura
en el que la cadena significante por la cual del hombre, tal como fue delineada por los
se constituye la experiencia del individuo se saberes del siglo XIX, está por desaparecer,
corta con el sistema formal a partir del cual por morir (DE1, 500-501). Esta reorganiza
224
LENGUAJE / LEPRA
ción de la episteme trae consigo una serie 584, 587, 589, 592-595, 598, 603, 605-606,
de consecuencias: 1) Convierte en quimera 614, 621, 623. DFA: 19, 21. 1968 [46] DE1:
la idea de una ciencia del hombre que sea, 637-640, 642, 646, 650, 653, 657, 659-662,
al mismo tiempo, una ciencia del signo. 664, 668, 671-673, 676, 678-679, 686, 695,
2) Anuncia el deterioro, en la historia euro 700, 714, 721, 724, 729. 1969 [114] AS: 14,
pea, del antropologismo y del humanismo. 22, 26, 48, 57, 68, 82, 91, 107, 112, 114, 125,
3) La literatura del siglo X IX deja de perte 129-131, 142, 144, 146-148, 156, 168, 172,
necer al orden del discurso y se convierte en 177, 183, 185, 190, 194, 196, 209, 211, 220,
una manifestación del lenguaje en su espe 230, 235, 247, 262, 275. DE1: 733, 738, 744,
sor (DE1, 502). Véase: Literatura. 746, 750-751, 774, 788, 793, 796, 807, 810,
815, 821-825, 828, 832, 835, 837-840. 1970
Langage [2738]: 1954 [22] DE1: 70-73, 78- [44] DE2: 8,10, 14-15, 19, 21-24, 82, 86, 101,
79, 83, 91, 118. M M PE : 12, 19, 27-28, 64, 99. 103, 105, 114, 116, 120-121, 123-125, 129,
1957 [4] DE1: 126, 133, 150. DE1: 159-161, 131-132. 1971 [21] DE2: 143, 165-166, 170-
163-166, 170-171. 1961 [188] HF: 29, 33-34, 171, 220-221, 239. LVS: 11, 50, 52-53, 148.
47, 63, 87, 140, 190, 203, 216, 221-223, 225, OD: 30, 50, 63. 1972 [9] DE2: 262, 282, 370,
227-228, 237, 248, 264, 272, 298-301, 303- 374. 1973 [13] DE2: 404-405, 412, 417, 425.
304, 309-310, 313-315, 317-318, 387, 413, 1974 [69] DE2: 472-473, 476, 481, 484, 486,
418, 420, 423-424, 426, 428, 438-439, 441- 523, 525, 539, 544, 561, 635, 645, 662. PP:
442, 472, 489, 492-494, 545-546, 550, 552, 143, 146, 149-151, 160-161, 164-165, 236,
598, 605-606, 615-616, 631, 633, 637-640, 289-290, 326-327. 1975 [18] AN: 33, 49, 65,
643, 648-649, 651-652, 654-657, 660-663. 143. DE2: 703, 708, 710, 723, 762, 808. SP:
IAK: 37, 43, 45, 47, 50, 52, 57, 60-61, 63-67, 114, 139, 251, 281, 298. 1976 [16] DE3: 100,
74, 76. 1962 [134] DE1: 172-184, 188-190, 118. H S 1 :13, 25, 29, 38,44,47, 82,110, 115,
192,194-195,198-215, 217-218, 227. M M PS: 152. IDS: 16, 202. 1977 [28] DE3: 145, 171,
12, 19, 27-28, 64, 78, 80, 82, 90, 95, 100, 104. 241, 245, 249-253, 260, 303, 305, 321, 340,
1963 [653] DE1: 230, 233-236, 239-262, 342, 346, 350, 404-405, 414. 1978 [30] DE3:
264-268, 271-274, 277-287. NC: V-VIH, 484, 490, 492, 494, 498, 504, 541, 575, 582,
X-XIV, 61-62, 68, 92, 94-97, 108-109, 111- 593, 707. STP: 89. 1979 [16] DE3: 745, 750,
116, 118, 120, 123,127, 132, 147, 159, 162, 752, 784. NB: 252, 268-270, 302-303, 308,
165, 173-175, 192, 199-203. RR: 7, 9, 11, 13- 317. 1980 [2] DE4: 52, 71. 1981 [4] DE4:
15, 17, 19, 22-27, 30-36, 38-40, 42-47, 49-54, 169, 185, 197, 214. 1982 [28] DE4: 278, 344.
56-57, 59-64, 67, 69-76, 79, 82-85, 87, 90-91, HS: 41, 54-55, 148, 158, 264, 317, 319, 325-
95, 97-98, 106, 109-110, 121, 124-126, 128- 327, 348-350, 359, 366, 384-385, 388, 438.
129, 133, 135, 142, 144-149, 153-156, 159- 1983 [87] DE4: 373, 434-435, 442-443, 462,
161, 163-166, 171-176, 182-190, 193-197, 488, 493, 520, 546. GSA: 55, 58, 70, 77, 107,
199-210. 1964 [276] DE1: 302-304, 309-310, 151-153, 156, 158, 189, 195, 197, 203, 260,
312, 326, 329, 335-337, 339-340, 344-345, 280, 284, 287-290, 295, 297, 301, 303, 313,
353, 358, 363-364, 368-370, 372-374, 376- 323, 344. 1984 [30] CV: 38, 136, 141. DE4:
382, 384, 387-393,395, 397-398, 400, 402, 601-604, 656, 709, 736, 741. HS2: 18, 186,
404-423, 426-437. 1965 [30] DE1: 442-443, 258. HS3: 208. 1988 [1] DE4: 798.
450-451, 457-458, 461-462, 470-471. 1966
[805] CUH: 15. DE1: 480, 490, 493, 497,
501-504, 507, 509, 512, 515, 519-525, 531- lepra
532, 534-539, 542-546, 551, 554-555, 557,
560. MC: 8-14, 25, 32, 42, 44, 48-63, 65-66, A fines de la Edad Media la lepra desapare
68, 70, 73, 77, 80, 90, 92-115, 117-135, 142- ce del mundo occidental (H F, 15). La locura
144, 146-151, 154, 158-160, 170-175, 179, ocupará los lugares, físicos y simbólicos,
187, 192, 203-204, 214-223, 230, 243-250, que la lepra deja vacíos (H F, 21).
253, 257, 262, 264, 280, 290, 292-294, 298-
304, 306-329, 331-332, 334-336, 340-342, Foucault distin
m o d e lo le p r a / m o d e lo p e s te .
346-350, 355, 358-359, 361-369, 371, 373- gue entre lo que podría llamarse un "mode
374, 376, 379-387, 389-390, 392-397. 1967 lo lepra" y un "modelo peste” respecto de las
[50]DE1: 564-565, 571-572, 574, 576, 583- formas de ejercicio del poder. El modelo le-
LEPRA / LE Y 225
pra, modelo de la exclusión, tiene tres carac [70] HF: 9-10, 73, 80, 99-101, 103-105, 118,
terísticas: 1) implica una separación riguro 131, 134, 143, 181, 185, 228, 238, 312-313,
sa, una regla de no contado entre los 363, 366, 388, 416, 422, 426, 460, 521-522,
individuos; 2) se trata de una exclusión en 526, 528-529, 540-541, 554-555, 557-558,
un mundo exterior; más allá de los límites 565, 578, 580-582, 600, 613, 621-622, 624,
de la ciudad, de la comunidad; 3) esta exclu 626, 667. 26-27, 74. 1962 [15] D E l:
sión comporta una descalificación no nece 180, 191, 195, 198-200, 204, 208, 210, 219,
sariamente moral, pero sin duda jurídica y 226. M M PS: 105. 1963 [48] D E l: 233, 248,
política. En el territorio del modelo peste 259,266,270, 278-279, 285. N C : 1,6, 17,38,
también hay encierro, pero se configura una 43, 45, 60, 66-67, 73, 75, 77, 80, 83, 91, 99,
práctica diferente: no es lugar de exclusión, 108, 156, 175, 201-202, 208. RR: 13-14, 25,
sino objeto de análisis detallado, de reticu 52, 94, 181, 209. 1964 [5] D E l: 407-408,
lación minuciosa; se trata de un espacio de 411, 436. 1965 [3] D E l: 450, 469-470. 1966
inclusión. Respecto de la lepra, el poder ex [122] D E l: 482, 493, 501, 504, 510, 512-513,
cluye; expulsa a los leprosos más allá de las 521, 523, 527-532, 534-537. MC: 9, 11-12,
fronteras de la ciudad y de las campañas, en 23-24, 34,44, 53,60, 104-105, 120, 122,128,
un espacio sin determinación. Como si es 165, 170, 182, 196, 201-202, 213, 222-223,
tuviesen muertos, son acompañados más 229, 237, 244, 248, 251, 263, 282, 291, 300,
allá de la civilización por un cortejo y ritos 307, 312-313, 317-318, 324, 338-339, 364,
fúnebres, y sus bienes pasan a sus herede 373-374, 383, 386-387, 389. 1967 [1] D E l:
ros. Respecto de la peste, en cambio, se 600. 1968 [18] D E l: 632, 665, 674, 681, 685,
pone a la ciudad en cuarentena; se estable 695, 711-712, 714, 716, 719, 726, 728-729.
ce una minuciosa reticulación del espacio 1969 [53] AS: 15-16, 18, 47, 61, 65, 68, 75
habitado, designando inspectores que de 76, 100, 109, 118, 125, 138, 141, 152-153,
ben controlar que cada uno de los habitan 156, 158, 167-168, 170, 186, 193, 195, 197,
tes esté en el lugar que le es propio (ence 199, 211, 217-218, 220,' 225, 227, 252, 267.
rrado en su casa); se interviene cuando D E l: 740, 759, 762, 766, 771, 807-808, 833.
alguien es víctima de la enfermedad; se lle 197.0 [10] DE2: 38, 46, 74, 77, 90, 92, 95-96,
va un exhaustivo y detallado informe de la 101-102. 1971 [109] DE2: 143, 145, 150-151,
situación, compilando registros generales, 154, 194, 206, 227, 236, 244. LVS: 4, 17,25,
etc. Mientras que la lógica del control de la 35, 46, 72, 78, 85, 87, 89, 93, 96, 98-99, 108,
lepra lleva a la exclusión, en el caso de la 112, 114, 123-124, 143, 145-146, 149, 153
peste, en cambio, la lógica del control lleva 157, 159, 170-171, 174, 181-183, 185-186,
a la inclusión, a la individualización de los 190, 196, 198-199, 225-226, 233, 236, 253.
sujetos (^ N , 40-44; SP, 200-202). "En el fon OD: 21, 47. 1972 [15] DE2: 282-284, 318,
do, el reemplazo del modelo lepra por el 322-324, 335, 344; 355, 381, 387. 1973 [23]
modelo peste corresponde a un proceso his DE2: 396, 398-399, 422, 441, 445-447, 458,
tórico muy importante que yo calificaría 462, 464, 468. 1974 [131] DE2: 497, 499
brevemente como la invención de las tecno 500, 502, 519-520, 529, 533-534, 546, 557,
logías positivas de poder" (^ N , 44). ■ 566, 579-580, 585, 589-593, 599, 601-602,
606, 609, 621, 664-666, 668. PP: 4, 27, 33,
U p re [45]: 1961 [22] H F: 15-21, 31, 80, 101, 38, 41, 55, 60, 93, 96-99, 107, 110, 117, 141,
446, 448, 540. 1963 [1] NC: 176. 1964 [1] 151, 167, 175, 184-185, 189, 194-195, 210
D E l: 413. 1975 [14] AN: 40-41, 43-44, 50. 211, 217, 227-229, 282-284, 333. 1975 [315]
SP: 200. 1977 [4] DE3: 218. 1978 [3] STP: AN: 7-10, 15-18, 20, 22-24, 29, 38, 43, 46,
3, 12, 63. 51-52, 59, 61, 76-77, 80, 85-88, 93-95, 97-98,
107-108, 114, 116-118, 127, 130-132, 135,
150, 152, 166, 171, 177, 183, 260, 302. DE2:
ley 687-692, 716, 718-719, 722-723, 726-727,
730-731, 778, 798, 822-824, 826. SP: 13, 18
Véanse: Liberalism o, N orm a, Soberanía. 20, 22-24, 32, 37, 51-55, 57, 60, 64, 70, 75-77,
81, 83, 85, 91, 93-94, 98-100, 102-104, 107
L o i [1982]: 1954 [7] D E l: 75, 94, 112. MM PE: 108, 110, 112-118, 121-122, 125, 127, 155,
15, 80, 109, 111. 1957 [1] D E l: 122. 1961 171, 181-182, 185-186, 225, 227, 233, 235-
226 LEY / LIBERALISMO
238, 241, 243-245, 249, 251, 257-259, 261, 275, 284. HS3: 27-28, 30, 33-34, 37, 44, 85,
267, 271-272, 276-284, 286, 288-289, 295- 91-92, 94, 96, 110, 115, 145, 157-158, 197,
300, 304-310, 314. 1976 [215] DE3: 29, 31, 202, 208-209, 215, 220, 228, 240, 248, 274.
50, 67, 73, 75, 83, 99-100, 105-106, 110-111, 1985 [1] DE4: 766. 1988 [8] DE4: 778, 789,
113, 120, 124-125, 128. HS1: 10, 13-15, 30, 798, 819, 825.
33, 51, 53-55, 57, 60, 64, 66-67, 72, 76-77,
97, 108-114, 117-122, 126, 128, 135, 140,
143, 145, 149-152, 169-170, 172, 181, 189- liberalism o
190, 195-198, 203, 205, 207, 209. IDS: 21-22,
24, 34-35, 38-39, 43, 46-48, 50, 53, 58-59, Ya en su primer curso en el Collége de
61-63, 65, 71, 77, 86, 91-92, 94-95, 105, 113, France, Legons sur la volonté de savoir
115, 117, 119, 125, 139-140, 155, 169, 172- (1970-1971), Foucault se pregunta: ¿cómo
173, 175, 180, 190, 195-197, 208, 211-212. se constituyó el saber de los procesos eco
1977 [95] DE3: 134-135, 138-139, 148, 150- nómicos del siglo XVI al XVHI? (LVS, 3).
151, 156, 160, 176, 178, 188, 200, 225-226, Algunos años más tarde, esta cuestión lo
228, 234, 247, 253, 262, 268, 270, 272, 274- conduce a un análisis detallado del liberalis
275, 280-281, 284, 287-290, 292-293, 295, mo en sus cursos en el Collége de France de
307, 339-340, 355-356, 361, 363, 373, 375, 1978 y 1979, en el marco de lo que denomi
378, 383, 385, 392, 414, 419, 422-425. 1978 na la "gubemamentalidad”. El "Estado gu-
[208] DE3: 443-444, 447-448, 453, 461, 463, bemamentalizado”, última etapa de la evo
465, 486, 496, 507, 540, 542-544, 563, 604- lución histórica del Estado moderno, se
605, 611, 630-631, 635, 642, 645-646, 656, caracteriza porque tiene como objeto la po
663, 673, 687, 691, 696-698, 702, 711, 713. blación y no el territorio, gobierna a través
STP: 6-7, 12,47-49, 51, 57-58, 68, 72-73, 91, de los saberes (economía, medicina, psi
102-103, 113, 116-117, 119, 137, 140-141, quiatría, por ejemplo) y se articula en tomo
157, 161, 165, 167, 169-171, 176-180, 182, a dispositivos de seguridad. La formación
186-187, 189, 199, 201, 211-212, 217, 228, del Estado gubemamentalizado coincide
231, 234, 243, 245, 268, 272, 280, 294, 298, con la formación de la biopolítica, con la
306-307, 318, 347-348, 359-361, 363-364. racionalización de los fenómenos propios de
1979 [178] DE3: 749, 753, 755, 757-758, un conjunto de vivientes constituidos como
763-764, 766-768, 771-772, 776, 784-785, "población” (DE3, 818). • Foucault resume
793, 795, 797, 816, 822-823. NB: 15, 18, 21, en estos términos el debate político que tuvo
37, 39, 43, 80, 87, 96, 100, 155, 157, 169, lugar en la primera mitad del siglo XIX: "En
173-176, 178-181, 188-189, 206, 218, 245, un sistema preocupado por el respeto de los
250, 253-255, 257-266, 278-279, 281, 289- sujetos de derecho y de la libertad de inicia
290, 293, 309. 1980 [23] DE4: 8, 13, 28, 32, tiva de los individuos, ¿cómo se puede abor
57, 85-89, 92, 95, 99, 104. 1981 [55] DE4: dar el fenómeno de la 'población' con sus
130-132, 134, 140, 145, 151, 159, 164, 167, efectos y problemas específicos?” (DE3,
183-184, 186, 197-200, 202-203, 209, 215. 818). • Desde este punto de vista, Foucault
1982 [63] DE4: 222, 227, 230, 239, 246, 287, no aborda la cuestión del liberalismo como
293, 300, 308-309, 317-318, 337-338, 344, una teoría ni como una ideología; tampoco
348. HS: 22, 24, 101, 104, 108-110, 115, 179, como la manera en la que la sociedad se
198, 230, 281, 289-290, 299, 301, 303-305, representa a sí misma, sino como "una prác
316, 364, 429. 1983 [70] DE4: 368, 388, 395, tica, es decir, como una 'manera de hacer’
397, 399, 402, 450, 471-473, 475-476, 478- orientada hacia objetivos y regulada por una
479, 483, 527, 543, 558-560. GSA: 33, 69, 72, reflexión continua” (DE3, 819). Debemos
93, 97, 99, 103, 138, 146-147, 172, 182-183, entender el liberalismo, entonces, como un
188, 236, 251, 254, 261, 272, 276, 278, 293, principio y un método de racionalización
339-340, 345. 1984 [120] CV: 72, 126, 183, del ejercicio del gobierno. Esto significa dos
202, 206, 209, 223, 225, 243, 293, 311. DE4: cosas. En primer lugar, la aplicación del
577, 582, 619, 622, 643, 660, 664, 670-672, principio de máxima economía: los mayores
678, 689, 691, 701, 734, 739, 748. HS2: 15, resultados al menor costo. Pero ello por sí
35, 37-38, 60, 64, 66, 72-73, 106, 162, 164, solo no constituye de ninguna manera la
176-177, 186-188, 220, 238-240, 244, 258, especificidad del liberalismo como práctica,
LIBER ALISM O 2 27
guridad de los individuos es algo que debe que, para Erhard, la libertad y el crecimien
arbitrarse a cada instante, de acuerdo con el to económicos produzcan la soberanía po
riesgo. El liberalismo representa, en este lítica. La economía aparece, así, como crea
sentido, una cultura del riesgo y del peligro: dora del nuevo derecho público y, al mismo
"los individuos están perpetuamente pues tiempo, permite establecer una ruptura con
tos en situación de peligro o, más bien, es las formas institucionales del régimen nazi.
tán condicionados a experimentar su situa Así, "va a instaurarse en Alemania una nue
ción, su vida, su presente, su futuro, como va dimensión de la temporalidad que ya no
cargados de peligro" (N B , 68). 2) Con el li será la de la historia, sino la del crecimien
beralismo y su arte de gobernar asistimos a to económico" (N B , 87). El problema del
una formidable extensión de los procedi neoliberalismo aparece, en este contexto,
mientos de control: "el panoptismo es la como exactamente inverso- al que había
fórmula misma de un gobierno liberal" (N B , afrontado el liberalismo clásico de la época
69). 3) En el liberalismo, los mecanismos de de los fisiócratas. Para estos, ya existía un
control, como las disciplinas, no son simple Estado y el problema era cómo ponerle lí
mente un contrapeso de las libertades, si mites a través de la economía. Para el neo-
no, más bien, su principio motor. Las liber liberalismo alemán, en cambio, el proble
tades democráticas, por ejemplo durante la ma es cómo legitimar un Estado a partir de
política del Welfare, estaban garantizadas la economía.
por medidas de intervención económica.
Siempre existe el riesgo, en esos casos, de A diferencia del liberalismo, el
s o c ia lis m o .
que los dispositivos destinados a garantizar socialismo carece de una práctica guberna
las libertades produzcan exactamente lo mental propia: "El socialismo, de hecho, y
contrario. Convertido en realidad, este ries la historia lo ha mostrado, sólo puede fun
go ha sido la causa de las crisis de la "gu cionar acoplado a otros tipos de ‘gubema
bemamentalidad" liberal (N B , 70). • El libe mentalidad"’ (N B , 93). "El socialismo no es
ralismo contemporáneo, el neoliberalismo, la alternativa del liberalismo. N o son del
se presenta bajo dos formas principales, la mismo nivel, aun cuando haya niveles en los
alemana y la americana. La primera tiene su que chocan, donde no funcionan juntos. De
punto de anclaje en la República de Weimar ahí su posibilidad de simbiosis desgraciada"
y la segunda, en el N ew Deai. Ambas tienen (N B , 95).
como enemigo común a Keynes, el rechazo
del dirigismo en economía, la planifica M AX W EBER, ESCUELA DE FRIBURGO, ESCUELA DE
ción, las intervenciones de Estado a gran f r á n c f o r t . L a Escuela de Friburgo, el ordo-
escala. También existen autores de referen liberalismo, y la Escuela de Fráncfort han
cia común: la Escuela Austríaca, Von Mises, partido, según Foucault, de un mismo pro
Hayek (N B , 81). blema filosófico-político. En la base de esta
dificultad se encontraba la cuestión plantea
Al
N E O LIB E R A LIS M O A LE M A N : ECO NO M IA, ESTADO. da por Weber: no ya, como para Marx, la de
respecto, Foucault parte del discurso del 28 la lógica contradictoria del capital, sino "el
de abril de 1948 de Ludwig Erhard ante la problema de la racionalidad irracional de la
Asamblea de Fráncfort, que retoma las con sociedad capitalista" (N B , 109). La Escuela
clusiones del documento del consejo cien de Fráncfort y la Escuela de Friburgo abor
tífico encargado de dirigir el proceso eco daron este problema con dos planteos dife
nómico de la reconstrucción alemana. El rentes. Para los representantes de la prime
objetivo político del discurso era argumen ra, como Max Horkheimer, se trataba de
tar la ilegitimidad de un gobierno que no determinar cuál podía ser la nueva raciona
respetara las libertades individuales. Según lidad social, capaz de anular la irracionali
Erhard, "sólo un Estado que establece a la dad económica. Para los representantes de
vez las libertades y las responsabilidades de la segunda, en cambio, como Walter Eucken,
los ciudadanos puede hablar en nombre del de encontrar una racionalidad económica
pueblo" (N B , 83). La frase, señala Foucault, que resolviera la irracionalidad social del
no cuestiona la responsabilidad del Estado capitalismo.
nazi, pero sí su representatividad. De ahí
LIB ER ALISM O 229
cificidad respecto del liberalismo clásico y que hacen que un mercado sea posible.
otras formas políticas. En primer lugar, la Estas acciones actúan sobre las condiciones
separación entre economía de mercado y materiales de la economía, los suelos por
laissez-faire o, en otros términos, la existen ejemplo, las condiciones culturales, técnicas
cia de una política activa sin dirigismo (N B , o jurídicas. • En cuanto a las políticas so
137). Para los neoliberales, en efecto, el ciales, los economistas de las políticas de
Estado es responsable de la actividad econó bienestar, del género del New Deal, habían
mica. El problema específico del neolibera- concebido la acción del Estado en términos
lismo no es, en realidad, el laissez-faire, sino de socialización del consumo mediante me
establecer cómo debe intervenir el Estado. canismos de redistribución de la renta; para
Se trata, en otros términos, de un liberalis los neoliberales, en cambio, se trata de lle
m o positivo (NB, 138). Al respecto, Foucault var adelante una política social individual,
ofrece tres ejemplos: la cuestión de los mo no socialista (N B , 149). Esto significa sobre
nopolios, las acciones económicas adecua todo que, en lugar de pedir a la sociedad que
das y la política social. • Mientras que para proteja a los individuos de los riesgos que
la teoría económica y el liberalismo clásicos pueden amenazarlos (enfermedades, acci
los monopolios formaban parte de la natu dentes, etc.), se busca que cada individuo
raleza de los procesos económicos, pues, pueda capitalizarse para hacer frente por sí
sostenían, la competencia llevaba inevita mismo a estos posibles riesgos. "Esto quiere
blemente a ellos, para el neoliberalismo, en decir que la política social deberá ser una
cambio, no forman parte de la lógica econó política que no tendrá por instrumento la
mica y son, más bien, ajenos al proceso eco transferencia de las ganancias de una parte
nómico. Desde un punto de vista histórico, a otra, sino la capitalización lo más genera
sostiene que los monopolios no son el punto lizada posible de todas las clases sociales"
de llegada inevitable del desarrollo de la (N B , 149). La verdadera política social será,
competencia, sino, al contrario, un fenóme en definitiva, el crecimiento económico. Por
no arcaico, vinculado a los privilegios acor ello, para Foucault, el neoliberalismo no es,
dados por el Estado a determinadas corpo propiamente hablando, una forma de gober
raciones, como el proteccionismo aduanero nar que respeta las leyes de la economía
de las políticas nacionales (N B , 140-141). (como pensaban los fisiócratas), sino sobre
Desde un punto de vista económico, los mo todo una forma de gobierno de la sociedad;
nopolios ejercen un poder perturbador sólo lo que podría llamarse un "liberalismo so
en la medida en que pueden actuar sobre los ciológico" (N B , 151). "El hom o ceconomicus
precios y, por lo tanto, sobre el mecanismo que vemos constituirse no es el hombre del
regulador de la economía. Pero, argumen intercambio, no es el hombre del consumo,
tan los neoliberales, si los precios aumen es el hombre de la empresa y de la produc
tan, terminará instaurándose la competen ción" (N B , 152): el hombre competitivo. El
cia, de modo que los monopolios, si existen, objetivo del neoliberalismo, lo que podría
sólo podrán persistir en la medida en que denominarse, según una expresión de F. W.
actúen como si hubiese competencia, es de Rüstow, su Vitalpolitik (política vital), es que
cir, con una política de precios razonable. la trama social tenga la misma forma que la
• Respecto de las políticas adecuadas, es ne empresa (N B , 153-154).
cesario distinguir, según una terminología
introducida por Walter Eucken, entre accio ECONOMÍA, ORDEN JURÍDICO, CAPITALISMO. Para
nes reguladoras y ordenadoras. Las acciones los neoliberales, el mercado no es una rea
reguladoras tienen como objetivo mantener lidad natural, sino el resultado de un orden
la estabilidad de los precios mediante el legal que supone la intervención del Estado.
control de la inflación. Aplicando políticas "Ser liberal no es pues, de ninguna manera,
fiscales, de ahorro o de inversión, buscan ser conservador, en el sentido de mantener
reducir costos o ganancias según sea nece los privilegios de hecho que resultan de la
sario. Las políticas ordenadoras, por su par legislación pasada. Es, al contrario, ser
te, son las que no buscan intervenir sobre la esencialmente progresista, en el sentido de
situación del mercado, sino sobre las condi una perpetua adaptación del orden legal a
ciones fundamentales de la economía, las los descubrimientos científicos, a los progre-
L IB E R A L IS M O 231
cias, etc. El trabajador se convierte en el ción también, serán abordados desde esta
empresario que invierte este capital en vista perspectiva. El crimen se define como la ac
de un determinado beneficio. Incluso el con ción que pone al individuo en riesgo de ser
sumidor puede ser analizado en estos térmi condenado a una determinada pena. En es
nos: "él produce simplemente su propia sa ta definición no entra ninguna forma de sus-
tisfacción" (N B , 232). tancialización o consideración cualitativa.
De igual modo; el criminal es tratado como
L a formación del capital humano
g e n é t ic a . cualquier otro actor económico: su conduc
involucra elementos tanto innatos como ad ta se entiende como una forma de reacción
quiridos. Respecto de los primeros y del de al mercado del crimen (N B , 258). Surge, de
sarrollo de la genética, Foucault sostiene: "si este modo, el concepto de enforcement o f
el problema de la genética suscita actual law, esto es, el conjunto de instrumentos
mente tanta inquietud, yo no creo que sea -n o sólo la ley- con los cuales se busca re
útil o interesante recodificar esta inquietud accionar ante la oferta criminal. Por ejem
en los términos tradicionales del racismo" plo, la actividad, el celo, la competencia del
(N B , 234). aparato encargado de detectar a los crimi
nales. Dos consecuencias mayores se siguen
NEO LIBERALISM O a l e m á n y n e o l i b e r a l i s m o a m e de esta concepción de la criminalidad. 1) La
En el liberalismo alemán
r ic a n o : d ife r e n c ia s . criminalidad va más allá de los individuos,
existe, según Foucault, una especie de equí adquiere una dimensión social que puede
voco económico-ético acerca de la noción de ser interpretada y controlada en términos de
empresa. Por un lado, como es esencial para comportamiento económico. Es necesario
el neoliberalismo, la vida del individuo debe actuar sobre el mercado en el que el indivi
ser considerada como una empresa e inscri duo ofrece su crimen y encuentra una res
birse, en cuanto tal y no simplemente como puesta positiva o negativa. Esto da lugar a
individuo, en el cuadro de una multiplicidad una tecnología de gestión de la criminalidad
de empresas entrelazadas entre sí. Pero, por en términos ambientales. 2) El proyecto de
otro lado, los neoliberales alemanes exigen una sociedad exhaustivamente disciplinaria,
lo que llaman una Gesellschaftspolitik (una con mecanismos de normalización y de ex
política social) o una Vitalpolitik (una polí clusión de lo no normalizable, es reempla
tica vital) que compense lo que hay de frío zado por formas de intervención de "tipo
y calculador en la dinámica de la competen ambiental": sobre las reglas más que sobre
cia. "La sociedad de empresa con la que los sujetos, admitiendo procesos oscilato
sueñan los ordoliberales es, pues, una so rios, tolerando las prácticas minoritarias
ciedad para el mercado y contra el merca (NB, 265). Esto generaría, en definitiva, un
do" (N B , 247-248). Los neoliberales ameri retroceso masivo respecto del sistema nor-
canos, en cambio, llevan la concepción mativo-disciplinario.
empresarial de la sociedad al extremo, de
manera radical y exhaustiva. En primer lu H O M O (ECONOM1CUS, ECO NO M ÍA VERSUS SOBERANÍA.
gar, señala Foucault, al hacer del concepto La perspectiva teórica abierta por el neoli
de empresa el principio de desciframiento beralismo, en particular el americano, plan
de las relaciones sociales y de los comporta tea dos problemas fundamentales: en pri
mientos individuales, como la natalidad o la mer lugar, la aplicabilidad del modelo de
gestión familiar. En segundo lugar, al tomar análisis económico y, en segundo lugar, la
lo también como principio para controlar y identificación del objeto del análisis econó
valorar el accionar del Estado. El clásico mico. En términos generales; respecto de
laissez-faire se invierte "en un no-dejar-hacer este último se puede decir que debe ser iden
al gobierno en nombre de una ley del mer tificado con "toda conducta finalizada que
cado" (N B , 253). Se instaura, así, una espe implica, en general, una elección estratégica
cie de tribunal económico permanente de de medios, de vías y de instrumentos" (NB,
las políticas estatales. 272). En definitiva, toda conducta racional.
Ahora bien, Foucault observa que algunos
El crimen y la pena o, mejor, el
c r im in a lid a d . teóricos, como Gary Becker, extienden toda
sujeto criminal y las formas de criminaliza- vía más el alcance del objeto de la grilla de
U B E R A L IS M O 233
inteligibilidad económica, abarcando no só esta invisibilidad afecta no sólo a los sujetos
lo las conductas racionales, sino también las económicos, sino también a los sujetos po
irracionales. Según la concepción de Becker, líticos, en particular al soberano: este no
la economía se ocupa de toda conducta de puede tener un punto de vista totalizador
quien acepte la realidad, toda conducta que sobre la economía. N o hay soberano econó
responda de manera sistemática a las modi mico. La incognoscibilidad de la totalidad
ficaciones variables del medio. La economía del proceso funda la economía como cien
es definida, entonces, "como la ciencia.de la cia; por ello, "la economía es una disciplina
sistematicidad de las respuestas a las varia atea; una disciplina sin Dios, una disciplina
bles del medio" (^ B , 273). Por ello, el horno sin totalidad" (^ B , 285-286). Entre la estra
ceconornicus es aquel eminentemente gober tegia conceptual del pensamiento jurídico
nable (^ B , 274). • Para mostrar esta rela del siglo que busca, partiendo de los
ción entre economía y gubernamentalidad, sujetos de derecho, llegar a la constitución
Foucault se remonta a los orígenes de la no de una unidad política definida por la exis
ción de interés en la filosofía política ingle tencia de un soberano que retiene una parte
sa, en particular a Hume. Su preocupación de la totalidad de los derechos de los indivi
es mostrar cómo, más allá de las interpreta duos, y la economía política hay, por ello,
ciones como la de Blakcstone, existe una una radical incompatibilidad. Fue posible
radical incompatibilidad entre teoría del una economía política, pero no una ciencia
contrato y teoría del interés ( ^ B , 280). En económico-jurídica (^ B , 286). • La teoría
la concepción jurídica del contrato, la obli económica basada en la noción de sujeto de
gación, el deber, constituye una forma de interés se opone, en consecuencia, al Estado
trascendencia; el sujeto de derecho está so de policía, a su técnica económica, el mer
metido a él. En la concepción antropológi- cantilismo, y también a la concepción de los
co-económica del interés, el sujeto no obe fisiócratas.
dece, al contrato por obligación, sino
simplemente por interés ( ^ B , 279). • De sociedad civil . Por un lado, sostiene Foucault,
esta heterogeneidad, según Foucault, se si el arte de gobernar debe ejercerse en un es
gue otra que va todavía más lejos, y que pacio de soberanía; pero, por otro, ese espa
concierne a la relación del sujeto de dere cio está habitado por sujetos económicos
cho, el horno juridicus, y del sujeto de inte que, como vimos, no son reductibles a los
rés, el horno ceconornicus, con el poder po sujetos de derecho que supone la lógica de
lítico. El horno ceconornicus, en las acciones la soberanía. El problema político de la
que realiza por interés, está doblemente so Modernidad puede, entonces, formularse en
metido a lo involuntario: su interés depende estos términos: ¿cómo gobernar, como ejer
de una cantidad de factores y circunstancias cicio de la soberanía, un espacio ocupado
que tienen, muchas veces, un carácter acci por sujetos de interés? Será necesario, para
dental; por otro lado, tampoco sabe en qué resolver esta dificultad, concebir un conjun
y cómo, persiguiendo su interés, beneficia a to que pueda englobar a los individuos co
los otros. En otros términos, el horno ceco- mo sujetos de derecho y como sujetos eco
nornicus no tiene acceso a la totalidad. En nómicos. Este conjunto, característico del
el corazón de esta problemática se sitúa la arte liberal de gobernar, será la sociedad
noción de mano invisible, de Adam Smith. civil (^ B , 299). Ella surge como correlato
Al respecto, señala Foucault: "se insiste de la gubernamentalidad liberal, es decir,
siempre sobre el elemento 'mano', es decir, de una forma de racionalidad política que
sobre el hecho de que habría algo como una se hace cargo de la heterogeneidad entre lo
providencia que anudaría el conjunto de los económico y lo jurídico (^ B , 301). • La ex
hilos dispersos. Pero yo creo que el otro ele presión "sociedad civil" cambia de sentido,
mento, el de la invisibilidad, es, al menos, señala Foucault, a mediados del siglo ^ ^ E .
igualmente importante. [...] La invisibili Durante la primera mitad de este siglo era
dad es absolutamente indispensable. Es sinónimo, como lo atestigua la obra de
una invisibilidad que hace que ningún Locke, de sociedad política. En la segunda
agente económico deba ni pueda buscar el mitad del siglo, en cambio, esta superposi
bien colectivo" ( ^ B , 283). Para Foucault, ción entre sociedad civil y sociedad política
234 LIBERALISMO
se rompe. El ejemplo más significativo es el del saber técnico y tecnológico hacia fines
trabajo de Adam Ferguson, el Ensayo sobre del siglo XVIII. Hasta entonces, secreto y
la historia de la sociedad civil. Ferguson atri libertad habían sido característicos de este
buye cuatro características esenciales a la tipo de saberes: un secreto que aseguraba el
sociedad civil (N B , 302): 1) Ella es una cons privilegio de quien lo poseía y la indepen
tante histórico-natural. N o hay naturaleza dencia de cada género de conocimiento que
humana sin sociedad y, por lo tanto, nunca permitía, a su vez, la independencia de
se pasó de un estado de naturaleza a otro quien lo manejaba. Hacia fines del siglo
civil. 2) Asegura la síntesis espontánea de XVIII, en ocasión de las nuevas formas de
los individuos. En este sentido, es más que producción y de las exigencias económicas,
la asociación de los diferentes sujetos eco se hace necesario ordenar este campo. Se
nómicos. Según Ferguson, lo que vincula a instala, por decirlo de algún modo, una lu
los individuos en la sociedad civil no es, fun cha económico-política en tomo a los sabe
damentalmente, la búsqueda del mayor be res. Aquí el Estado intervendrá para discipli
neficio a través del intercambio entre ellos, nar el conocimiento con cuatro operaciones
sino lo que llama "los intereses desinteresa estratégicas: 1) Eliminación y descalificación
dos": los sentimientos, la simpatía, etc. 3) Es de los saberes inútiles, económicamente cos
una matriz permanente y espontánea de po tosos. 2) Normalización de los saberes: ajus
der político (N B , 307). La estructura jurídi tarlos unos a. otros, permitir que se comuni
ca viene después. 4) Es el motor de la histo quen entre ellos. 3) Clasificación jerárquica:
ria. Son los mismos mecanismos los que de los más particulares a los más generales.
constituyen la sociedad civil y los que en 4) Centralización piramidal. Es en esta lu
gendran la historia. cha económico-política en tomo a los sabe
res donde debemos situar el proyecto de la
La Época Clásica sitúa
lib e r a lis m o y lo c u r a . Enciclopedia y la creación de las grandes
la experiencia de la locura más allá del or escuelas (de minas, de puentes, de cami
den de la naturaleza y de la razón. La locu nos). Y es en este proceso de disciplinariza-
ra no es más la manifestación de las fuerzas ción donde surge la ciencia (previamente
de lo natural, y, como aparece con toda evi existían las ciencias). La filosofía deja, en
dencia en Descartes, el ser razonable y la tonces, su lugar de saber fundamental; se
locura se excluyen mutuamente. En el siglo abandona la exigencia de verdad, se instau
X V m , a propósito de lo que se denomina la ra la de la ciencia. Es en y por esta lucha,
"enfermedad inglesa", la melancolía, se bus también, como surge la universidad moder
cará una explicación económica y política na-. selección de saberes, institucionaliza-
(la riqueza, el progreso, las instituciones). ción del conocimiento y, consecuentemente,
Aquí desempeña su papel la noción de me desaparición del sabio-amateur. Aparece
dio. En la obra de Spurzheim (Observations también un nuevo dogmatismo que no tiene
sur la folie, 1818) nos encontramos con una como objetivo el contenido de los enuncia
conceptualización de este género. Serán dos, sino la forma de la enunciación: no or
causas culturales de la locura la libertad de todoxia, sino ortología (IDS, 164).
conciencia, el tormento por la búsqueda de
la verdad, la libertad que no permite mane Véanse también: Arte de gobernar, Estado,
jar el tiempo. Más concretamente, la nación Poder pastoral.
comerciante genera miedos, la pérdida de la
esperanza, el egoísmo. "El liberalismo es fá Libéralisme [257]: 1961 [1] H F: 460. 1963
cilmente portador de todos los pecados de [8 ] NC: 48-49, 52, 81-83, 86. 1968 [1] DE1:
la locura del mundo" (H F , 460). 654. 1971 [3] D E 2: 173, 186, 190. 1975 [1]
DE2: 722. 1976 [2] ID S: 164, 183. 1978 [4]
LIBERALISM O Y ORGANIZACIÓN DE LA MEDICINA CLÍ STP: 27, 31, 49. 1979 [224] DE3: 764, 818-
NICA. Véase: Clínica. 824. N B : 3, 23-25, 29, 31, 43, 45, 48, 53, 56,
62-71, 77, 80, 82, 88, 92, 94-97, 100,105-106,
LIB ERALISM O , UNIVERSIDAD MODERNA, D ISCIPLINA- 108, 111-112, 118, 120-123, 125, 129-130,
d e l o s s a b e r e s . Un ejemplo de ge
r iz a c ió n 135, 137-139, 151, 156-158, 162, 166-168,
nealogía de los saberes es la organización 179-180, 184-185, 194, 198, 202, 215, 223-
L IB E R A L IS M O / LIBERTAD 235
225, 231, 246, 253, 286-288, 301, 317. 1980 ticas de libertad” (DE4, 710). Estos son tres
[4 ] DE4: 36, 92, 100, 129. 1982 [1] DE4: temas que se encuentran, de hecho, íntima
273. 1983 [4 ] DE4: 369, 374, 381, 490. 1984 mente entrelazados en el pensamiento de
[3 ] DE4: 732. 1988 [1] DE4: 826. Foucault. Más exactamente, el concepto
foucaultiano de libertad surge a partir del
análisis de las relaciones entre los sujetos y
libertad de la relación del sujeto consigo mismo, las
cuales se denominan, en términos genera
A menos que sea en términos negativos, les, poder. En el caso de las relaciones de
¿tiene sentido plantearse la cuestión de la poder que se establecen entre diferentes su
libertad en Foucault? N o se trata de una jetos, podemos hablar de "libertad política”
pregunta retórica; aparece con toda clari (en un sentido amplio, no reducido a lo es
dad en la discusión con Noam Chomsky. "El tatal, a lo institucional); en el caso de las
señor Chomsky parte de un número limitado relaciones de poder que el sujeto puede es
de reglas con posibilidades infinitas de apli tablecer consigo mismo, hablamos de "li
cación, mientras que usted, señor Foucault, bertad ética” o también, utilizando un len
subraya la inevitabilidad de la 'grilla' de guaje más foucaultiano, de "prácticas de
nuestros determinismos históricos y psico libertad” y "prácticas reflejas de libertad”
lógicos, que se aplica también a la manera (DE4, 711). En el primer caso, es decir, en
en que descubrimos nuevas ideas” (DE2, las prácticas de libertad en sentido político,
484). ¿Qué sentido tiene, en efecto, plan partiendo de la idea de que el ejercicio del
tearse el problema de la libertad en una poder es una manera de "conducir conduc
losofía que afuma la desaparición del sujetó tas” (DE4, 237), es posible calificar como
o la "muerte del hombre”? En realidad, pa libres aquellas formas de relación entre su
ra comprender la noción foucaultiana de jetos que, negativamente, no están bloquea
libertad es necesario partir, precisamente, das, y en las que, positivamente, se dispone
de esta disolución del sujeto y del sentido de un campo abierto de posibilidades; es
que Foucault atribuye a la muerte del hom decir, relaciones que son susceptibles de
bre. Según sus análisis, las ciencias huma modificación. "En este juego, la libertad
nas nacieron en el siglo(^XDO¿ Pero esta aparece como la condición de existencia del
constitución del hombre en objeto de cono poder” (DE4, 238). En el segundo caso, es
cimiento es correlativa de un gran mito es- decir, en la libertad ética, esta disponibili
catológico: "hacer que este conocimiento dad de diferentes conductas, reacciones o
del hombre sea tal que el hombre pueda li comportamientos se ubica en un campo que
berarse, por medio de él, de sus alienacio se define por su reflexividad; en efecto, se
nes, de todas las determinaciones de las que trata de conductas, reacciones y comporta
no es dueño, que pueda, gracias a este co mientos por medio de los cuales el sujeto se
nocimiento de sí mismo, volver a ser o ■con constituye a sí mismo, se da una forma.
vertirse por primera vez en amo y señor de Foucault denomina "ética” a este trabajo
sí mismo” (DE1, 664). La noción foucaul por el que el sujeto se constituye a sí mis
tiana de libertad se sitúa, en primer lugar, mo; por ello afirma: "La libertad es la con
en el abandonolde este mito humanista de dición ontológica de la ética. Pero la ética
una esencia del hombre. La libertad no es es la forma refleja que toma la libertad”
déForden de lá^líberación, sino de la cons (DE4, 712). Como vemos, la libertad, el su
titución. ' • Por ello, se puede decir acerca de jeto y el poder no son tan sólo temas ínti
la libertad lo que Foucault afirma acerca del mamente entrelazados: la libertad es la con
sujeto: no es una sustancia o una forma que dición de existencia del poder y del sujeto.
permanezcan idénticas a ' sí mismas (DE4, Cuando ella falta, el poder se convierte en
718). O puede afirmarse sobre ella lo mismo dominación y el sujeto en objeto. Véanse
que Foucault dice del poder: no es la pro además: Estética de la existencia, Ethos,
p iedad d e una sustancia, sino una-fürma Ética, Poder, Subjetivación. • Foucault se ha
que tiene }T i a lr a i 3 o r3iferentes configura ocupado repetidas veces del concepto y del
ciones históricas. (D E4, 160). Para formu problema de la libertad en relación con los
lar esta idea, se sirve de la expresión "prác movimientos de liberación, las formas de
236 LIBERTAD
alienación, la locura, la prisión y la ética de do nuevo, será posesión del espíritu y, con
la Antigüedad. secuentemente, abolición de su libertad
(M M PE, 77). El alienado moderno no es un
Respecto de la noción de libera
lib e r a c ió n . poseído, sino un desposeído, precisamente,
ción, Foucault mantuvo siempre una actitud de su libertad. Pero no se trata de la libertad
de sospecha (DE4, 709). Las razones que abstracta, sino de la libertad moderna: "en
explican esta desconfianza pueden reducirse el siglo XIX, el enfermo mental es aquel que
a dos. En el caso, por ejemplo, de la libera ha perdido el uso de las libertades que le ha
ción sexual o, en general, de la liberación conferido la revolución burguesa" (M M PE,
del hombre, se supone la existencia de cier 80). La alienación consiste en la transferen
ta naturaleza o fondo humano que habría cia de los derechos de la libertad individual
sido aprisionado por diferentes procesos del enfermo a otra persona (el médico, la
históricos y, por lo tanto, que basta con su familia). • En el capítulo m de la última
primir los productos de estos procesos para parte de Histoire de la folie á l'&ge classique
que aparezca la naturaleza humana o, sim ("Del buen uso de la libertad"), Foucault
plemente, el individuo tal como es en reali analiza la relación entre el nuevo espacio
dad, en su verdad natural. Para Foucault, en asilar y la libertad de la locura. La interna
cambio, lo que llamamos "sujeto" o "natu ción ya no es más la abolición total y abso
raleza humana" no es independiente de los luta de la libertad, sino, más bien, un espa
procesos históricos que le dan forma. Por cio de libertad restringida y organizada.
ello, no se trata de liberación, sino de prác Más aún, la libertad concedida a los "inter
ticas de libertad, es decir, de la forma que nos" es vista como un recurso terapéutico:
podemos dar a la subjetividad. En el caso de hace que la locura ponga de manifiesto lo
las luchas de liberación política (de los pue que aproxima el insensato al animal domés
blos colonizados, por ejemplo), la liberación tico y al niño (H F, 544). Por ello, a fines del
no es suficiente; una vez obtenida, es nece siglo X V m , no se trata de la liberación de
sario determinar las prácticas de libertad los locos, sino de una objetivación del con
que definirán la vida política de estos pue cepto de su libertad (H F, 636-637). Véase:
blos. En definitiva, las luchas de liberación Locura.
pueden ser una condición necesaria para las
prácticas de libertad, pero, en todo caso, no Para Foucault, resulta históricamen
p r is ió n .
son una condición suficiente (DE4, 711). te incorrecto y restrictivo interpretar el fun
• "Los recientes movimientos de liberación cionamiento de la prisión sólo en términos
sufren por no encontrar un principio sobre jurídicos de privación de la libertad. "Desde
el cual fundar la elaboración de una nueva el comienzo del siglo XIX, el aprisionamien
moral. Tienen necesidad de una moral, pero to penal supone, a la vez, la privación de la
no logran encontrar otra que aquella que se libertad y la transformación técnica de los
funda en un pretendido conocimiento cien individuos" (SP, 235). Véase: Prisión.
tífico de lo que es el yo, el deseo, el incons
ciente, etc." (DE4, 386). Pero, como ha mos a p h r o d is ia . En el segundo volumen de
trado la Escuela de Fráncfort, el desarrollo Histoire de la sexualité, L'Usage des plaisirs,
del saber no constituye ninguna garantía de Foucault aborda la problematización ética
liberación (DE4, 89). Véase: Lucha. de los placeres a partir del eje libertad/ver
dad (HS2, 91-107). Para los griegos de la
a l i e n a c i ó n , l o c u r a . En Maladie mentóle et Época Clásica, contrariamente a cuanto se
personnalité Foucault aborda el tema de la afirma a veces (Hegel), la libertad individual
locura desde el punto de vista de la aliena era una preocupación mayor. "Esta libertad
ción. En este contexto, la cuestión de la individual, sin embargo, no debe ser enten
libertad aparece en relación con las dife dida como la independencia de un libre
rentes concepciones de la alienación. Para arbitrio. Aquello a lo que se enfrenta, la
Santo Tomás, la posesión del demonio no polaridad a la que se opone, no es un deter-
compromete la libertad del individuo. La minismo natural ni una voluntad de omni
posesión se adueña del cuerpo. A partir del potencia; es la esclavitud respecto de sí mis
Renacimiento, la posesión tomará un senti mo. Ser libre respecto de los placeres es no
LIBERTAD / LIBERTINAJE 237
estar a su servicio, es no ser esclavo" (HS2, 94, 107, 109, 111-112, 116, 119, 122, 148,
92). Se trata, entonces, de una libertad acti 234-235, 238-239, 243, 247-248, 250-251,
va, del dominio de sí mismo que constituye 258, 261, 266, 270, 273-274, 276, 288, 297
el carácter viril de la templanza. Este domi 298. 1976 [83] DE3: 8, 69, 87, 92. HS1: 13
nio sólo puede establecerse' a partir de la 14, 19, 38, 80-81, 114, 117, 119. IDS: 105,
relación con el logos, con la verdad (H S2, 125, 128, 131-132, 139-140, 148, 175-176,
99-103). 179-180, 182-183, 191, 202. 1977 [13] DE3:
195, 240, 249, 260, 262, 285, 294, 297, 361,
liberalismo . Acerca de este como sistema de 364. 1978 [79] DE3: 446, 455, 458, 461-463,
producción y consumo de la libertad, véase 493-494, 497, 522, 539, 543-544, 550, 619,
el artículo correspondiente. 634, 685, 714. STP: 31, 35-37, 42-43, 49-50,
52-54, 135,182, 232,311, 317,341, 353,361
PA^RRESIA. Foucault dedicó sus dos últimos 363. 1979 [200] D E3: 741, 767, 789, 791,
cursos al concepto de .parresia, entendido 814, 818, 824. B : 13-14, 25-28, 40, 43, 53,
como un uso franco y libre del lenguaje. 55-56, 63-71, 73-74, 77, 82-88, 91, 95-96, 98
Véase: Parresia. 100, 102, 105-106, 108, 110, 120, 122, 129
130, 139, 158, 165, 167, 177-179, 183, 185,
Liberté [1368]: 1954 [59] DE1: 83, 85, 87, 189, 215, 275, 289, 291, 294, 318. 1980 [5]
90-95, 99-101, 105, 109, 111-112, 115-116, DE4: 8, 73, 77, 92. 1981 [8] DE4: 130, 132,
118-119. M M P E : 15, 68, 77, 80-82, 88, 104. 160, 202, 206, 212. 1982 [92] D E4: 236-239,
1957 [2] D E I: 130, 136, 164, 167. 1961 275-277, 289, 322, 325-328, 342, 344, 351.
[254] H F : 10, 36, 87, 92, 94, 109, 123, 126, H S : 63, 120, 159, 177, 216, 224, 231-232,
134, 136-137, 139, 174, 177-178, 183, 186 253, 260, 271, 279-280, 284, 289-290, 292,
190, 195, 198, 201, 203, 208-209, 211, 218, 295, 309, 348-350, 356-357, 364, 385, 393,
232-233, 256, 269, 292, 297, 301, 306, 315, 405-407, 428-429, 433. 1983 [123] DE4: 368,
386, 412, 419, 424-426, 458-460, 467, 491, 408, 414, 449, ' 485, 5OS, 513, 516, 518, 525
497, 500, 514, 516, 525-526, 528-529, 532, 527, 553-554. GSA: 3, 11-12, 20, 26, 33, 36
534-537, 543-550, 552-555, 557, 571, 577, 39, 43, 57-58, 63-64, 68-70, 82, 88, 98, 138
583-586, 592-594, 596, 601-604, 608, 615, 139, 155, 157, 165, 171-172, 183-188, 191,
619, 625, 633-637, 641-642, 650-652, 655 257, 275, 279, 283, 286, 312, 320, 337. 1984
658, 667-668, 672, 674. ^ : 24, 26-28, 31 [174] CV: 34-36, 38, 44, 52, 57, 61, 63, 65-66,
32, 34, 39-40, 53-54, 56-58, 64-67. 1962 [14] 70, 110, 136, 138, 155-156, 158, 162, 184,
D E I: 180-181, 220. M M PS: 15, 68, 83, 86 207, 245, 265, 270, 277-278, 286, 297, 302,
87, 100, 103-104. 1963 [34] D E I: 229, 231. 309, 311. DE4: 566, 570-571, 574-576, 578,
NC: 9, 33, 38-39, 45, 48-52, 65, 68-70, 75, 597, 628, 645, 667, 686, 693, 698, 703, 708,
79-80, 85, 98, 167, 206. RR.: 25, 88, 145, 177. 710-715, 720-721, 727-729, 731, 733, 735
1964 [6] DE1: 373, 398, 400, 415, 435. 1966 736, 738, 744, 746. HS2: 29-30, 41, 48, 91
[19] DE1: 515, 553, 556. MC: 7-8, 102, 114, 94, 96, 99, 106-107, 111, 218-219, 223, 230,
130, 222, 224, 247, 279, 295, 303, 329, 396. 251, 267-268, 273, 276-277. HS3: 47, 54, 62,
1967 [3 ] DE1: 562, 583, 617. 1968 [17] DE1: 81, 95. 1988 [8] DE4: 778-779, 782, 814.
654, 656, 659, 662-664, 666-667, 681, 684,
694. 1969 [15] AS: 23, 148, 161, 171, 260,
271, 273. DE1: 738, 781, 788, 810, 832, 840. übe^rtinaje
1970 [14] DE2: 68-69, 71-72, 118. 1971 [26]
DE2: 138, 145-146, 156, 164, 180, 184, 190 Foucault ofrece, principalmente en Histoire
191, 226, 239. LVS: 156, 195, 206-207, 213. de la folie d l'age classique, una serie de in
O D : 58. 1972 [8 ] DE2: 265, 271, 290, 297, dicaciones que esbozan una historia del
302, 330, 346. 1973 [10] DE2: 401-402, 410, libertinaje. A comienzos del siglo X 'V I, el
419, 429, 445-446, 463. 1974 [31] DE2: 476, libertinaje era "una inquietud ante la pre
484, 486, 488-489, 495, 497, 503, 508, 517, sencia de la sinrazón dentro de la razón'
536, 540, 625, 656, 678, 683. PP: 31, 117, misma" (HF', 136), una forma de escepticis
154-155, 228, 264, 276, 320. 1975 [71] AN: mo respecto de la razón en su totalidad: to
4, 7, 23, 29, 34, 100, 157-158, 196. DE2: 707 da la vida es una fábula, los conocimientos
708, 726-727, 801. SP: 16, 19, 21, 23, 26, 82, no son más que estupidez, nuestras certezas '
LIBERTINAJE / LITERATURA
238
son sólo cuentos. Con la gran separación con los otros, la competencia con los otros
clásica entre razón/sinrazón (véase: Locura), en el dominio social, tenía una gran impor
este libertinaje desaparece o, más precisa tancia." En este sentido, el monaquismo no
mente, subsiste bajo dos formas opuestas: representa una mera aversión a la c^arn si
un racionalismo que excluye completamen no, más bien, una forma de abordarla, de
te la sinrazón y una sinrazón del corazón elaborarla (DE4, 661). Véase: Carne.
que se impone al discurso de la razón.
Durante la É poca Clásica, el libertinaje tu Libido [43]: 1954 [7] M M PE : 23, 26, 29-30,
vo una existencia oscura; al situarse del 37, 43, 84. 1957 [1] DE1: 143. 1961 [1] HF:
lado de la sinrazón, ingresa en el mundo 47. 1962 [7] M M PS: 23, 26, 29-30, 37, 43,
del encierro (H F , 136-137). Como vemos, 96. 1963 [1] NC: 167. 1969 [1]' D E l: ' 805.
para Foucault, el libertinaje clásico no con 1970 [1] DE2: 131. 1974 [1] DE2: 639. 1975
siste en una forma de libertad que se 'arroga [4 ] AN: 203. DE2: 779, 787. 1977 [3] DE3:
la razón para examinarse a sí misma, ni en 133, 263, 424. 1981 [7] DE4: 176. 1982 [4]
una forma de libre pensamiento, sino en pa DE4: 299, 302-303, 306. 1983 [1] DE4: 541.
siones que subyugan a la razón y, por lo 1984 [4] DE4: 661. HS2: 11.
tanto, en desorden. Lo que está en juego, en
definitiva, es un encuadramiento ético del
libertinaje. Cuando, en el siglo este literatura
abandone el mundo del encierro clásico,
cuando Sade intente una formulación cohe La literatura ha desempeñado un papel fun
rente de él, aparecerá con ese rostro que la damental en la obra de Foucault, sobre todo
gran separación clásica le había dibujado: hasta .Les M ots et les choses. Para ser más
el del sometimiento de la razón a la c^rce, precisos, no se trata de la literatura enten
a las pasiones. "El libertinaje, en el siglo dida en términos generales, sino en su sen
es el uso de la razón alienada en la tido moderno, la que' aparece hacia fines del
sinrazón del corazón" (H F, 138). "El liberti siglo Por un lado, y esta es una pri
no es el hombre dotado de un deseo' sufi mera razón de la importancia de la literatu
cientemente fuerte y de un espíritu suficien ra para Foucault, ella nos muestra la incom
temente frío para lograr hacer entrar todas patibilidad fundamental entre el ser del
las potencialidades de su deseo en una com hombre y el ser del lenguaje. Por otro lado,
binatoria que las agota absolutamente to representa ese. espacio en el que quedan fue
das" (DE2, 375). ra de juego los métodos del análisis herme-
néutico y estructuralista: el ser de la litera
Libertinage [58]: 1961 [38] ^ P : 103, 115, tura no puede analizarse ni desde el punto
122, 128, 134-140, 150, 208, 459, 485-486, de vista del sentido ni desde el del signifi
490, 526, 535, 537, 634, 667, 669, 683. ^ : cante. Por ello, se puede afirmar que, en la
25. 1964 [1] DE1: 417. 1966 [1] MC: 222. época de .Les. M ots et les choses y en los es
1972 [1] DE2: 375. 1974 [1] PP: 18. 1975 critos de la década de 1960, la' literatura
[8] AN: 92-94, 115, 117, 229. SP: 214. 1976 representa el espacio de una alternativa a
[1] D E3: 102. 1977 [2 ] D E3: 245-246. 1980 los métodos de análisis del discurso vigen
[2 ] DE4: 117, 123. 1983 [2 ] DE4: 532. 1984 tes. Nos hemos ocupado de esta problemá
[1] CV: 185. tica en el artículo Lenguaje. De la literatura
como ausencia de obra nos hemos ocupado
en el artículo Locura. Aquí nos interesa
libido desarrollar qué entiende Foucault estricta
mente por literatura. • Ahora bien, para
La libido, principal problema de la voluntad comprender el sentido que Foucault atribu
para San Agustín, es el movimiento autóno ye al término, resulta conveniente partir de
mo de los órganos sexuales (DE4, 176). la situación del lenguaje en la episteme re
"Con las técnicas de sí ligadas al monaquis- nacentista. En ese marco, el lenguaje existe,
mo, la sexualidad primaba sobre la libido, en primer lugar, como una marca de las co
que era un problema social, un problema sas (MC, 57). Foucault aplica aquí la noción
típico de una sociedad en la que el combate de signatura (véase: Episteme renacentista).
LITERATURA 239
Estas marcas de las cosas, dispuestas por "transgresión" para Bataille (DE1, 525).
el Creador, dan lugar a dos textos: el del Foucault se ha ocupado de todos ellos.
com entario, que las retoma para convertir Remitimos a los artículos dedicados a estos
las en signos descubriendo en ellas el tra autores y a estas nociones.
bajo de la semejanza, y el texto que este
comentario lee cuando descubre y retoma Littérature [698]: 1954 [5] DE1: 83, 88-89,
los "signos de las cosas". El modo de exis 91, 96. 1961 [19] DE1: 168. HF: 27-30, 43-
tencia fundamental del lenguaje en el 44, 56, 60, 62, 258, 404, 450, 453, 499, 596,
Renacimiento está determinado por la es 638, 649. 1962 [1] M M P S : 79. 1963 [26]
critura y, ante todo -insistim os-, por la DE1: 246, 248-249, 253-256, 260-261, 278-
escritura de las cosas. En la Epoca Clásica, 279, 281, 283. NC: 74. RR: 55, 126, 136, 209.
esta "escritura de las cosas" desaparece y el 1964 [43] DE1: 294, 296, 298, 327, 337-339,
funcionamiento del lenguaje queda ence 343, 356, 367, 369-370, 377, 381, 390, 398,
rrado en los límites de la representación: ya 407-408, 412, 418-421, 424, 429-430, 432,
no va del texto al comentario y del comen 435, 437. 1965 [9] DE1: 443, 450. 1966 [67]
tario al texto a través de las escritura de las DE1: 501-502, 507, 515, 517, 519-520, 538,
cosas, sino que se ubica en el espacio que 543-544, 552, 554-557. MC: 53, 58-59, 62,
va del significante al significado. El proble 95, 103, 119, 134, 233, 298, 313-314, 317,
ma de la Época Clásica es, entonces, deter 394-395, 397. 1967 [10] DE1: 592-594, 597,
minar de qué modo un significante está 600. 1968 [ 8] DE1: 660, 693, 697, 701-702.
unido a un significado o, mejor, cómo en el 1969 [20] AS: 10, 13, 33, 37, 123, 129-130,
dominio de la representación está repre 135, 179, 181. DE1: 770, 799, 812, 842-843.
sentada la relación entre ambos. El lengua 1970 [100] DE2: 69, 74, 104-105, 107-109,
je se ha convertido, de este modo, en dis 112, 115-126, 131-132. 1971 [15] DE2: 166,
curso. Y a no es "escritura de las cosas", 170-171, 188, 203, 215, 218, 220, 227. OD:
sino "despliegue de la representación" (M C, 20, 29. 1972 [9] DE2: 270, 280-281, 351,
58). Palabras y cosas se separan. El lengua 393. 1973 [9] DE2: 409-410, 412-413, 425.
je está ahora sometido al pensamiento: es 1974 [14] DE2: 524, 539, 597, 648, 653. PP:
la expresión sucesiva de lo que se nos ofre 144, 169, 218, 295, 315, 333-334. 1975 [ 68]
ce simultáneamente en él. Ahora bien, ese AN: 26,43, 50, 61, 69,72, 75, 91-92, 99,133,
"ser vivo del lenguaje" que existía durante 165, 219-221, 224-226, 229, 236, 245, 300.
el Renacimiento reaparece hacia fines del DE2: 689, 707, 732, 734, 740, 743, 797, 801,
siglo XVIII. Entonces, el lenguaje desborda 819. SP: 69-72, 292-293. 1976 [31] DE3: 7,
el universo de la representación y del pen 20, 41, 85, 93, 100-102, 108. HS1: 30, 40, 80,
samiento, y escapa de los límites que le 134. IDS: 20, 74, 101, 122, 130, 147, 172,
imponen las nociones de significante y sig 189, 212, 235. 1977 [39] DE3: 238-239, 250-
nificado. En su. sentido moderno, aparece 253, 261-262, 305, 325, 330, 368, 391, 399,
la literatura y, con ella, el ser vivo del len 403, 410, 412-414. 1978 [81] DE3: 489-490,
guaje. Esta reaparición es contemporánea 500, 560, 571, 575, 615, 625, 636-639, 641,
a la formación de la biología, la filología y 677-678. STP: 91-96, 98, 127, 133, 137, 139-
la economía política (véase: H om bre). Al 142, 149, 155, 160, 173, 189, 230-231, 247-
igual que el ser del lenguaje, también los 248, 335, 349. 1979 [9] DE3: 733, 771, 815.
objetos de estas disciplinas escapan al N B : 68, 130, 143, 159, 268, 274. 1980 [3]
mundo de la representación. Las obras de DE4: 103, 115, 122. 1981 [10] DE4: 136,
Artaud, Roussel, Kafka, Bataille y Blanchot 140, 144, 156-157, 173, 176-177. 1982 [34]
nos revelan este nuevo modo de ser del len DE4: 252, 254, 270, 323, 328-329, 335. HS:
guaje (M C , 395). Por ello, la literatura mo 82, 142, 159, 172, 206, 209, 239, 258, 286,
derna es aquella de cuyo lenguaje el sujeto 296, 310, 357-358, 392-393, 431, 451. 1983
está excluido o, para utilizar la expresión [18] DE4: 387, 405, 408, 416, 419, 423, 462,
de Foucault sobre Blanchot, aquella en cu 523, 531, 548, 550. GSA: 72, 114, 141, 288,
yo lenguaje aparece la experiencia del afue 337. 1984 [45] CV: 9, 11, 18, 35, 40, 55, 70,
ra, cuyas categorías son la "atracción" para 172-173, 177, 299-301, 305. DE4: 601, 603,
Blanchot, el "deseo" para Sade, la "materia 605, 607, 612-613, 625, 628, 666. H S2: 22,
lidad del pensamiento" para Artaud, la 25, 48, 101, 147, 211, 235, 273. HS3: 16, 97,
240 LITERATURA / LOCURA
122, 162, 165, 227, 253, 262-263. 1988 [5] mentale et personnalité comienza con la for
DE4: 802, 808, 812, 820, 824. mulación de dos preguntas: "¿en qué condi
ciones se puede hablar de enfermedad en el
dominio psicológico?" y "¿qué relaciones
locura pueden establecerse entre la patología men
tal y la patología orgánica?". La tesis de
En este artículo reunimos varios temas de Foucault se resume en estos términos: no
los que Foucault se ha ocupado extensamen puede hablarse de "enfermedad mental" a
te: la locura, la enfermedad mental, la alie partir de una metapatología, es decir, de un
nación, la sinrazón. Tratarlos por separado cuadro conceptual común a la patología or
habría implicado no pocas repeticiones y gánica y a la patología mental, sino sólo a
referencias recíprocas. Además, como hici partir de una reflexión sobre el hombre mis
mos en el artículo Clínica, hemos querido m o (M M PE , 1-2). En este sentido, además
ofrecer aquí un esquema de lectura de del concepto de enfermedad mental, resul
H istoire de la folie á l'áge classique. Se trata ta interesante determinar qué entiende
de un eje temático que se extiende desde la Foucault, a esta altura, por "el hombre mis
primera publicación de Foucault, Maladie mo". El primer capítulo de esta obra se ocu
mentale et personnalité (1954), hasta los cur pa de los conceptos elaborados a partir de
sos en el Collége de France, especialmente esa metapatología que gobierna la medicina
Le P o u v o ir psychiatrique (1973-1974) y Les orgánica y la medicina de la mente, y de las
A norm aux (1974-1975, publicado en 1999). dificultades de estos conceptos. En cuanto
En este largo camino, H istoire de la folie á a lo que Foucault denomina "patología
l’áge classique (1961), su primera gran obra, mental clásica", se ocupa de autores como
representa ese momento decisivo en el que Dupré (La C onstitution ém otive, 1911),
Foucault define en sus propios términos (ya Lavastine, Barbé y Delmas (L a Pratique ps
no a partir de los instrumentos conceptua ychiatrique, 1929), Baller ("L a Psychose pé-
les que había adquirido durante su forma riodique", 1909-1910), Kraepelin (Lehrbuch
ción) cada uno de los temas mencionados. der Psychiatrie, 1889) y Bleuler (Demencia
Recorrer este camino, al precio de extender precoz o el grupo de las esquizofrenias, 1911).
nos quizá demasiado, resulta necesario al Encontramos en ellos las definiciones de la
menos por tres razones fundamentales: para histeria, de la psicastenia, de las obsesiones,
comprender la formación de la metodología de las manías depresivas, de la paranoia, de
de trabajo de Foucault, para situar su posi la psicosis, etc. Según Foucault, los análisis
ción respecto de las ciencias humanas y del de estos autores proceden del mismo modo
hombre en general y para mostrar uno de los que la patología orgánica. Por un lado, de
puntos de inserción de su interés por la li limitan una serie de síntomas; por otro,
teratura. • En el presente artículo, nos ocu definen a partir de ellos las entidades noso-
pamos de las tres obras que abordan la cues lógicas (M M P E , 7). En este sentido, las en
tión de la locura y de la enfermedad mental: fermedades son esencias, pero son también
Maladie mentale et personnalité, Histoire de realidades naturales, no sólo abstracciones.
la folie á l’áge classique y Maladie mentale et En efecto, las enfermedades evolucionan;
psychologie. En el artículo Psiquiatría, en pueden presentar variantes. En resumen, la
cambio, abordamos el contenido de los dos enfermedad mental es una "especie natu
cursos dictados en el Collége de France que ral". Ahora bien, al proceder de este modo
se ocupan fundamentalmente de la historia nos encontramos con un paralelismo de mé
de la práctica psiquiátrica en el siglo XDC y todos entre la patología orgánica y la men
de la noción de anomalía, esto es. Les tal, un paralelismo abstracto que deja de
Anorm aux y Le P o u v o ir psychiatrique. Este lado el problema de la unidad humana y de
último puede ser considerado como un se la totalidad psicosomática. Para hacer fren
gundo volumen de H istoire de la folie á l’áge te a esta dificultad, la patología evoluciona
classique (PP, 14). en la dirección de la totalidad, es decir, de
una concepción de la enfermedad como al
M A LAD IE M EN TALE E T PERSO NNALITÉ. METAPATOLO- teración de todo el organismo. La enferme
g ía , e v o lu c ió n , h is t o r ia , e x is te n c ia . Maladie dad deja de ser, entonces, esa especie natu-
LOCURA 241
ral que se interpone en el funcionamiento persisten ciertos temas míticos: por un lado,
del organismo. En la patología orgánica, por la "libido" de Freud o "la fuerza psíquica"
ejemplo, aparece la importancia del sistema de Janet, que son una especie de material en
hormonal y de sus perturbaciones; en la pa bruto de la evolución -normalmente progre
tología mental, la idea de que la enfermedad san, y patológicamente regresan-; por otro,
es una alteración de la personalidad en su la identificación del enfermo con el hombre
totalidad. Las psicosis son entendidas como primitivo y el niño. Ahora bien, aunque la
perturbaciones globales de la personalidad; especificidad de la personalidad enferma
las neurosis, como perturbaciones sectoria puede describirse en términos de involu
les. Pero, para Foucault, "sólo por un artifi ción, no puede ser comprendida como tal.
cio del lenguaje se puede dar el mismo sen En efecto, desde el punto de vista involutivo
tido a las 'enfermedades del cuerpo' y a las no se puede dar cuenta de la organización
'enfermedades del espíritu'. Una patología de la personalidad enferma. La dimensión
unitaria, que utilizase los mismos métodos evolutiva (naturalista) debe ser completada
y los mismos conceptos en el dominio psi por la dimensión histórica.
cológico y en el fisiológico, es actualmente 2) historia individual. En varios momentos
del orden del mito, aun cuando la unidad de su obra, Foucault distingue -y, hasta cier
del cuerpo y del espíritu sea del orden de la to punto, opone- evolución e historia. Desde
realidad" (M M P E , 12). Y esto por varias ra un punto de vista evolutivo, el pasado pro
zones. La coherencia psicológica es diferen mete y hace posible el presente. Pero, desde
te de la cohesión orgánica. A diferencia de el punto de vista de la historia, es el presen
la medicina orgánica, en psiquiatría la no te el que confiere sentido y significación al
ción de personalidad vuelve singularmente pasado. Así, la genialidad de Freud consistió
difícil la distinción entre lo normal y lo pa en separar la historia del individuo del ho
tológico. Finalmente, en la patología mental rizonte de comprensión evolucionista (here
no se puede aislar la realidad del enfermo dado de Darwin y Spencer) (M M P E , 37).
del medio en el que se encuentra. No es po "L a psicología de la evolución, que describe
sible, como en la medicina orgánica, utilizar los síntomas como conductas arcaicas, debe
instrumentos terapéuticos que funcionan a entonces ser completada por una psicología
partir del aislamiento del enfermo. Como de la génesis que describe, en una historia,
consecuencia de ello, en la patología mental el sentido actual de estas regresiones"
resulta necesario establecer las formas con (M M PE, 51). Ahora bien, el análisis de la
cretas de la enfermedad en la vida psicoló historia, de las obsesiones o de los delirios
gica del individuo y determinar las condicio desde la perspectiva de la historia individual
nes reales en las que surge (M M P E , 17). Las hace aparecer la angustia como significado
dos partes en las que se divide esta obra se de las conductas patológicas, como el a prio-
ocupan, respectivamente, de estas cuestio ri de la existencia. Resulta necesario, enton
nes. En la primera, la noción de enfermedad ces, abordar esta dimensión de la existencia
mental es abordada en relación con las no para completar la comprensión de las des
ciones de evolución, de historia individual y cripciones 'evolutivas y de las significaciones
de existencia. históricas de la enfermedad mental.
1) evolución. La enfermedad mental se ma 3) existencia . Aquí Foucault se refiere a
nifiesta como un déficit global y masivo Jaspers, Minkowski y 'Binswanger. La exis
(confusiones espacio-temporales, ' desco tencia del enfermo mental (con la concien
nexión entre las conductas, incapacidad pa cia de la enfermedad y del mundo mórbido
ra acceder al universo de los otros, etc.) que ella implica) se caracteriza por un doble
(M M P E , 19). Esta diferencia estructural del movimiento: por un lado, el enfermo se en
individuo enfermo se replica en el nivel evo cierra en su propio mundo; por otro, se
lutivo. Las conductas patológicas son carac abandona a los acontecimientos. "En esta
terísticas de un nivel arcaico en la 'evolución unidad contradictoria de un mundo privado
del individuo. La enfermedad aparece, en y -de un abandono a la inautenticidad del
tonces, como el desarrollo de la naturaleza mundo ' está el nudo de la enfermedad. O,
en sentido inverso (M M P E , 22). Foucault para 'emplear otro 'vocabulario, la enferme
observa que en una concepción de este tipo dad' es, a la vez, repliegue en la peor de las
242 LOCURA
subjetividades y caída en la peor de las ob- las formas de la existencia, sólo la historia
jedvidades" (M M P E , 69). Una vez .explorada permite descubrir las condiciones de posibi
la dimensión interior de la enfermedad lidad de la aparición de lo patológico. La
mental, Foucault aborda sus condiciones enfermedad mental aparece, en relación con
exteriores. De ello se ocupa la segunda par la evolución del individuo o de la humani
te de la obra que estamos analizando. ' dad, como una perturbación que adquiere,
en la neurosis, la forma de la regresión. Pero
alienación, conflicto . Las manifestaciones la regresión hacia las conductas infantiles
interiores de la enfermedad mental no no es la esencia de la patología, sino un efec
muestran sus condiciones de aparición, es to de esta. La regresión es posible sólo en
decir, las raíces del hecho patológico una cultura incapaz de integrar el pasado en
(M M P E , 71). Para ello resulta. necesario su .presente y que, por lo tanto, establece
abordar la cuestión de la alienación. El ca entre ellos límites que no es posible atrave
pítulo V, que será sustituido en Maladie sar. Es el carácter arcaico de nuestras insti
mentale et psychologie, lleva como título "El tuciones pedagógicas el que marca estos lí
sentido histórico de la alienación mental". mites, creando para el niño un medio
La form a primitiva de ■la alienación es la sobreprotegido y artificial. De este modo lo
posesión, en el sentido del energóumenos aísla de los conflictos del mundo de los adul
griego, del mente captus latino o del poseído tos, situándolo en un mundo infantil, pero
cristiano. En cada una de estas formas, el también hace posible el conflicto entre estos
hombre se transforma en otro. Respecto de dos órdenes. De manera semejante, debe
la posesión cristiana, Santo Tomás afirma mos buscar la posibilidad histórica de los
que ella no afecta al alma, sino al cuerpo delirios religiosos en una cultura cuya laici
(del que se adueña el Demonio). En el zación ha vuelto imposible la integración de
Renacimiento, . en cambio, la naturaleza lo religioso. El complejo de Edipo, núcleo
queda a salvo; la posesión es un aconteci de las ambivalencias familiares, es una ver
miento del alma. Los siglos y sión reducida de las contradicciones econó
devuelven a la locura su humanidad; aquella mico-sociales de la. cultura moderna; en ella,
es entendida como la pérdida de las faculta lo que nos vincula a los otros toma la forma
des mentales. La alienación tiene ahora la de la dependencia: la competencia, la explo
forma de la privación; fundamentalmente, tación, la guerra (M M PE, 76-90). La aliena
la privación del reconocimiento de la verdad ción histórica aparece, de este modo, como
física y moral. Como contrapartida de esta la condición de la alienación psicológica y
humanización de la locura, el enfermo men jurídica. Para Foucault, la psicología de
tal queda excluido del mundo de los hom Pavlov permite pensar el pasaje de una a
bres. Ya no es un poseído, sino un desposeí otra. N o se trata, sin embargo, de una sim
do. A esta desposesión siguen la, figura ple transposición. Las .contradicciones del
jurídica de la interdicción y la práctica de la medio . se convierten en enfermedad sólo
internación. Para el enfermo, sin embargo, cuando son contradicciones funcionales
es una experiencia real que se inscribe en el (M M PE, 105-106). Los conflictos sociales se
ámbito de lo patológico, caracterizado en vuelven, de este modo, conflictos mentales.
las clasificaciones clínicas de las enfermeda A partir de los análisis precedentes, Foucault
des mentales por la invasión de la esquizo extrae las siguientes conclusiones: 1) La en
frenia, cuyo síntoma es la ruptura con la fermedad es una consecuencia de la aliena
realidad -ruptura afectiva y efectiva-. • ■Si ción social (M M P E , 103). 2) Normalidad y
bien la sociedad no se reconoce en el enfer anormalidadson el producto del mismo me
mo mental, al que considera un extraño y canismo de adaptación. Por ello, es la enfer
un extranjero, es imposible dar cuenta de la medad _ la que hace posible lo anormal
patología mental sin referirse a las estructu (M M PE, 105). 3) Las enfermedades menta
ras sociales, sin entender el medio humano les alteran la personalidad por completo
como una condición real de la enfermedad. (M M PE, 106). 4) N o se puede separar al en
Ya sea que se considere la enfermedad .men fermo de sus condiciones de existencia. "La
tal en relación con la evolución de la huma verdadera psicología debe desprenderse de
nidad, la historia psicológica individual . o este psicologismo, si es verdad que, como
LOCURA 243
toda ciencia del hombre, su objetivo es des locura, una locura en estado salvaje, una
abonarlo" (M M P E , 110). • El "hombre mis experiencia indiferenciada, sin separacio
mo" se sitúa, entonces, en la confluencia nes. Pero esa locura en estado puro perma
entre una interioridad, definida fenomeno- nece inaccesible; la única manera de aproxi
lógicamente como existencia, y las contra marse a ella, sin alcanzarla, consiste en
dicciones de la sociedad, analizadas en tér dirigir la mirada hacia ese enfrentamiento
minos marxistas. El materialismo de la originario de razón y locura, momento de la
teoría de los reflejos de Pavlov explica las separación, del establecimiento de los lími
formas de esta confluencia. La alienación tes (DE1, 164). Así, una segunda diferencia
histórico-social se muestra como la condi fundamental entre la primera obra de
ción histórica de aparición de la alienación Foucault y las dos que le siguen está marca
psicológica. La tarea de la psicología, como da por las modalidades de la relación entre
la de las demás ciencias humanas -lo subra la historia y la locura. Ya no se trata de lo
yamos-, sería desalienar histórica y psicoló que podría expresarse, con un lenguaje mar
gicamente. xista, como relaciones entre infraestructura
y superestructura, sino de "experiencias",
M A LA D IE M EN TALE E T PSYCH OLOGIE, H IS T O IR E D E LA más aún, de "movimientos rudimentarios de
f o l i e A l ’A g e c l a s s i q u e . “Maladie mentale et una experiencia" (DE1, 164). Foucault dis
personnalité es una obra completamente se tingue cuatro formas de "conciencia" en la
parada de todo cuanto escribí posteriormen constitución de la experiencia de la locura.
te. La escribí en un período en el que las 1) La conciencia critica: no se trata de la
diferentes significaciones del término ‘alie conciencia que define a la locura, sino de
nación’, su sentido sociológico, histórico y aquella que experimenta una oposición in
psiquiátrico, se confundían en una perspec mediata en relación con ella y la denuncia
tiva fenomenológica, marxista y psiquiátri a partir de lo razonable, lo reflexivo y lo mo
ca. [...] Aunque mi primer texto sobre la ralmente sabio. Pero, en su falta de defini
enfermedad mental sea coherente en sí, no ción, de conceptos y de puntos fijos, esta
lo es en relación con los otros textos" (DE4, oposición inmediata a la locura corre el ries
665). En 1963, Foucault reedita Maladie go de revertirse y, de este modo, por medio
mentale et personnalité, pero con un nuevo de un juego dialéctico, la razón puede con
título -M aladie mentale et psychologie-, y re vertirse en locura y la locura en razón, es
emplazando los capítulos V y VI que com decir, sus lenguajes se vuelven intercambia
ponen la segunda parte. Claramente, esta bles. 2) La conciencia práctica de la locura:
reestructuración es consecuencia de la in se trata de una conciencia inmediata de la
vestigación llevada a cabo en Histoire de la diferencia entre la locura y la razón a partir
folie á l'áge classique (1961). Ahora la dimen del grupo considerado como portador de las
sión histórica de la locura tiene otro sentido. normas de la razón. Por ser social y norma
Ya no es la historia dialéctica de las contra tiva, implica una separación que acalla el
dicciones, sino una historia trágica, de sepa lenguaje de la locura, que la reduce al silen
raciones y de límites. “Hacer la historia de cio. Esta forma de conciencia, sin saberlo,
la locura, entonces, querrá decir: hacer un sin decirlo, retoma los rituales ancestrales
estudio estructural del conjunto histórico que purifican y vigorizan las conciencias os
(nociones, instituciones, medidas jurídicas y curas de la comunidad. 3) La conciencia
policiales, conceptos científicos) que tiene enunciativa de la locura: a diferencia de las
cautiva una locura cuyo estado salvaje nun anteriores, esta forma de conciencia de la
ca puede ser restituido en sí mismo’’ (DE1, locura no se sitúa en el nivel de los valores,
164). E n Maladie mentale et personnalité la de los peligros o de los riesgos. Es una sim
historia de la locura se encuadraba en la ple aprehensión perceptiva que afirma o nie
historia de la psicología; en Maladie mentale ga, líricamente, la existencia de la locura, a
et psychologie y en H istoire de la folie á l’áge la que reconoce inmediatamente a partir de
classique, ocurre lo contrario. Esto marca la supuesta cordura de quien la percibe.
una primera gran diferencia entre la prime Esta conciencia no es del orden del conoci
ra obra de Foucault y las dos que le siguen: miento, sino del reconocimiento, del espejo.
existe, en estas últimas, un grado cero de la Pero, al reflexionar sobre sí misma en el mo-
LOCURA
244
sica. En todo caso, esta última es la que manización del mundo de la internación ni
organiza el mundo de la internación. El ca del desarrollo de la racionalidad y de la ob
pítulo V ("Los insensatos") describe la par jetividad de la ciencia, sino de la reestructu
ticularidad de los locos en ese mundo. Ellos ración de la experiencia clásica de la locura,
no sólo están internados; son monstruos, que adquiere de este modo su forma positi
personajes que, a diferencia de los otros, va de enfermedad mental. El capítulo I (“El
hay que mostrar, porque revelan la relación gran miedo") analiza el primer movimiento
del hombre con la animalidad, con la nega- de reorganización del mundo de la interna
tividad de esa animalidad. Toda la segunda ción a partir del miedo provocado por una
parte de esta obra está consagrada al saber fiebre de los asilos que amenazaba con con
sobre el loco y la locura. El capítulo I (“El tagiar las ciudades. En esta reorganización,
loco en el jardín de las especies") se ocupa la locura se distingue de la sinrazón, del "li
de la percepción filosófica y médica de la bertinaje". El capítulo II (“La nueva separa
locura. Si bien la Epoca Clásica puede dis ción") trata sobre la aparición de lugares de
tinguir al loco, no puede decir qué es la lo internación sólo para los locos y las refor
cura sino negativamente. La filosofía define mas que se originan dentro del espacio mis
la locura a partir de la razón, como ausen mo de la internación debido a las protestas
cia, como sinrazón: una razón que no es de quienes no quieren ser confundidos con
como la de los otros, una razón no razona los locos. Paralelamente, se muestra lo que
ble. La medicina, por su parte, la aborda a puede denominarse la “inutilidad de la in
partir de una nosología abstracta que per ternación clásica": ya no sirve ni para con
mite definir las figuras concretas de la sin trolar el desempleo ni para manejar políti
razón, que no son sólo el producto del tra camente la pobreza. En el movimiento de
bajo de las clasificaciones, sino de la todas estas reformas, la locura se separa de
persistencia de ciertos temas (el delirio) y la pobreza y se deshace, de esta forma, de
obstáculos (percepción ética, la práctica te otro de los nexos constitutivos de la expe
rapéutica). El capítulo II ( “La trascendencia riencia clásica. La miseria pasa a pertenecer
del delirio") se ocupa de lo que puede con al campo de la economía, no al de la inter
siderarse la esencia de la locura clásica, de nación. Pero si ese nexo se debilita y tiende
la sinrazón, del delirio: el lenguaje entrela a desaparecer, la relación entre la locura y
zado con una imaginación perturbada. Se la internación es cada vez más fuerte. El ca
muestra aquí la importancia que ha tenido pítulo m (“Del buen uso de la libertad")
la noción de pasión. El capítulo m (“Figuras analiza el nuevo espacio social de la locura,
de la locura") aborda las formas concretas un espacio contradictorio, de liberación y
de la sinrazón: la demencia, la manía y la sujeción, en el que se va dibujando, a partir
melancolía, la histeria y la hipocondría. El del concepto burgués de libertad, la objeti
capítulo IV ("Médicos y enfermos") se ocu vación moderna de la locura. El capítulo IV
pa, finalmente, de las formas terapéuticas de (“El nacimiento del asilo") aborda el gesto
la Epoca Clásica: consolidación, purifica “liberador" de Tuke y de Pinel o, mejor, la
ción, inmersión, regulación de los movi ambigüedad de este gesto. En el nuevo es
mientos, exhortaciones, el “despertar", el pacio social de la locura se la ha construido
retomo a lo inmediato, la actuación, etc. En como objeto del saber, y al personaje del
esta segunda parte Foucault muestra, ade médico como sujeto de ese saber. No es su
más, las modificaciones que ha sufrido cada saber, sin embargo, el que lo define, sino la
uno de estos temas en el siglo XVHI, para ir moral que representa. A partir de la aliena
adentrándose en la experiencia moderna de ción del loco en la persona del médico, se
la locura. construye la objetivación científica de la lo
3) LA M ODERNIDAD, LA LOCU RA COMO ENFERMEDAD cura como enfermedad mental. El resultado
La tercera parte de la obra se ocupa
m e n t a l. histórico del gesto "liberador" de Pinel y de
de la formación de la experiencia moderna. Tuke fue, en todo caso, la interiorización
Nos deja en los umbrales de la psiquiatría, (moralización) de la separación razón/locu
de la psicología y del psicoanálisis. La tesis ra. El capítulo V ("El círculo antropológi
general de Foucault es que estos dominios co"), el último de la tercera parte, sigue dos
del saber no han sido un producto de la hu líneas argumentativas. Por un lado, la locu-
LOCURA 247
percibirá en Goya y en algunas páginas de forma a través de una práctica cuya estruc
Sade; pero habrá que esperar a Nietzsche y tura más visible es el encierro. Foucault
Van Gogh para que reaparezca plenamente. toma como fecha emblemática el edicto de
Freud la presintió y la simbolizó en la lucha creación del Hospital General de París: 27
mitológica entre la libido y el instinto de de abril de 1656 (también considera la crea
muerte. Finalmente se expresará en las obras ción de las Workhouses, en Inglaterra, y de
de Artaud y Roussel. ¿Pero cómo se forma el los Zuchthausem , en Alemania). N o se trata
privilegio de la reflexión critica? Foucault de un establecimiento médico, sino de una
señala, en esta evolución, los elementos que estructura semijurídica, una entidad admi
permiten comprender la experiencia clásica nistrativa que, junto a los poderes ya cons
de la locura. En primer lugar, la locura y la tituidos y fuera de los tribunales, decide,
razón entran en una relación perpetuamente juzga y ejecuta: una instancia del orden mo
reversible (HF', 48). Respecto de la Sabiduría nárquico y burgués (HF', 72-73).
divina, la razón del hombre es sólo locura; 1) UNA NUEVA SENSIBILIDAD RESPECTO DE LA PO
en relación con la sabiduría de los hombres, BREZA y de los deberes de asistencia. Las ca
la Razón de Dios es locura. Esta no expresa sas de internación se ubican al término de
la violencia de la animalidad, de la naturale un proceso de laicización de la caridad y de
za; existe en relación con la razón. En segun condena moral de la miseria. Cuando esta
do lugar, la locura es una de las formas mis- pierde su sentido místico, el pobre deja de
• mas de la razón (HF', 53). La verdadera ser el representante de Dios. Este proceso se
razón debe seguir los caminos que le traza inicia con la Reforma protestante y, no sin
la locura y reconocer las debilidades que le vencer resistencias, alcanza al mundo cató
impiden acceder a la verdad y al bien (los lico. A diferencia de lo que ocurría en el
temas escépticos de Montaigne). Hay que Medioevo, cuando se santificaba la miseria
distinguir, entonces, una "locura loca", que en su totalidad, ahora se comienza a distin
rechaza la locura de la razón, y una "locura guir entre una pobreza sometida y conforme
sabia", que la acoge (Erasmo). Esto nos acer al orden y otra que se opone a él. La prime
ca a la experiencia clásica. ra acepta la internación; la segunda la re
chaza y por ello la merece. Paralelamente
el g ^ w encierro . "El clasicismo inventó la hay que diferenciar, en el dominio de la in
internación, un poco como la Edad Media ternación, la beneficencia y la represión.
[inventó] la segregación de los leprosos; el Según Foucault, el loco era considerado uh
espacio que estos dejaron vacío ha sido ocu personaje sagrado durante la Edad. Media,
pado por personajes nuevos en el mundo no por su condición de poseído, sino porque
europeo: los internos" (HF', 77). Foucault participaba de los poderes oscuros de la mi
comienza el análisis de la experiencia clási seria; en la Época Clásica, en cambio, la
ca de la locura con algunas páginas dedica miseria es percibida sólo en el horizonte de
das a Descartes, que fueron objeto de polé la moral (H F, 89).
mica ' con Jacques Derrida (véase: Cogito). 2) NUEVAS FORMAS DE REACCIÓN FRENTE A LOS PRO
"En la economía de la duda, hay un desequi BLEMAS ECONÓMICOS DEL DESEMPLEO Y DE LA
librio fundamental entre la locura, por un ociosidad . En su origen, la internación fue
lado, y el sueño y el error, por otro" (HF, una de las respuestas ante las crisis econó
68). El sujeto que piensa puede soñar y micas que afectaron a Europa en el siglo
equivocarse; de todos modos, en el soñar y ^XVI: baja de los salarios, desempleo, esca
el equivocarse persiste una verdad que el sez monetaria. Más allá de los períodos de
pensamiento garantiza. Pero el sujeto que crisis, la internación tiene como función dar
piensa no puede estar loco. Se establece una trabajo a quienes están internados. De esta
línea de separación entre razón y locura que forma, proporciona mano de obra barata en
vuelve imposible la experiencia renacen épocas de pleno empleo, reabsorción del
tista de una "locura razonable". La locura desempleo y prevención de los desórdenes
desaparece del dominio de la razón para públicos en épocas de crisis económica.
hundirse y echar raíces en una nueva expe 3) una nueva ética del trabajo. Pero la fun
riencia, que no surge de la reflexión filosó ción económica de la internación durante la
fica ni a causa del desarrollo del saber; se Época Clásica sólo resulta comprensible, fi
LOCURA 249
nalmente, a partir de una nueva moral del designar una culpa. Quienes las han contraí
trabajo, a partir de su trascendencia ética. do a causa del desorden y el desenfreno de
La ley del trabajo no está inscrita en las le sus conductas son internados. No lo son, en
yes de la naturaleza; se trata, más bien, de cambio, quienes las contrajeron dentro del
una consecuencia de la caída, del pecado matrimonio o la familia. La práctica de la
original. Ahora bien, es Dios, no el esfuerzo internación para los casos de sodomía es
del hombre, por grande que sea, el que ga una cierta atenuación del antiguo castigo de
rantiza que el trabajo dé sus frutos (tema la hoguera. En realidad, más precisamente,
común a protestantes y católicos). No que la sodomía ya no es condenada como la he
rer trabajar es obligar a Dios a realizar mi rejía y la profanación religiosa, es decir, des
lagros y, por otro lado, rechazar el milagro de una perspectiva sagrada, sino a partir de
cotidiano que Dios ofrece al hombre como la razón. En este nuevo espacio de percep
recompensa de su trabajo. La ociosidad es, ción, la sodomía y la homosexualidad son
en este sentido, la peor revuelta del hombre las formas de amor de la sinrazón. "A la luz
contra Dios. A partir de esta exigencia eco de su ingenuidad, el psicoanálisis ha visto
nómica y moral se forma la experiencia del correctamente que toda locura se enraíza en
trabajo en el espacio de la internación. alguna sexualidad perturbada. Pero ello sólo
4) e l s u e ñ o d e u n a c i u d a d e n l a q u e l a o b l i tiene sentido en la medida en que nuestra
g a c i ó n M O RAL SE REÚ NE CON LA L E Y C IV IL . En la cultura, debido a la opción que caracteriza
internación, el encierro se lleva a cabo en a su clasicismo, ha situado a la sexualidad
las ciudades de la moralidad pura, donde la en la línea de separación de la sinrazón"
ley debe reinar rigurosamente y por coer (H F, 123). A los enfermos venéreos y a los
ción. La virtud se convierte en una cuestión sodomitas hay que agregar a las prostitutas.
de Estado y la "policía" de la internación En todos estos casos, la familia se ha con
debe satisfacer las exigencias de la religión vertido en uno de los criterios esenciales de
(HF,'108-109). La alienación es, en definiti la razón, y el amor ha sido desacralizado
va, el producto de la exclusión. No se exclu por medio del contrato: no se ha de hacer el
ye al alienado, sino que ocurre lo contrario; amor sin celebrar antes el contrato matri
se encierra al que, a partir de una determi monial.
nada percepción, de una determinada con 2) p r o f a n a d o r e s . En los registros de interna
ciencia, se percibe como otro. dos encontramos también a los blasfemado
res, a quienes intentaron suicidarse, a quie
En el espacio de la
e l m undo c o r r e c c io n a l. nes practican la magia y la brujería. También
internación no se encuentran sólo los po ellos han sido despojados de su dimensión
bres y los locos, sino una multitud variada, sagrada; ahora son percibidos desde el pun
a veces difícil de discriminar. La interna to de vista del desorden, de la sinrazón.
ción, de hecho, no desempeña sólo una fun 3) l i b e r t i n o s . La internación debe conducir
ción negativa de segregación, sino un rol a los libertinos hacia la moralidad por la vía
positivo de organización. La práctica de la de las exigencias morales. El libertinaje ya
internación constituye un dominio de expe no es un crimen sino una falta; no expresa
riencia con su unidad, su coherencia y su la libertad del pensamiento ni la libertad de
función (H F, 115). En esta experiencia, se las costumbres, sino un estado en el que la
entrelazan el dominio de la sexualidad en razón se vuelve esclava de los deseos. • De
sus relaciones con la organización de la fa este modo, con la práctica de la internación
milia burguesa, el dominio de la profanación se dibuja un espacio social que no coincide
en sus relaciones con la nueva concepción ni con la miseria ni con la pobreza, ni tam
de lo sagrado y el dominio del libertinaje en poco con el espacio de la enfermedad. Fuera
relación con las formas del pensamiento. de su función de "policía", de control, este
Junto con la locura, estos tres dominios for espacio no tiene ninguna unidad institucio
man el mundo homogéneo de lo correccio nal. Tampoco tiene una coherencia médica,
nal (HF, 115-116). psicológica o psiquiátrica. La coherencia de
1 ) e n f e r m o s v e n é r e o s , s o d o m ita s , p r o s t it u t a s . la internación clásica es una coherencia del
El flagelo de las enfermedades venéreas orden de la percepción de la sinrazón medi
pierde su carácter apolítico, y comienza a da en relación con la norma social. "Toda
LOCURA
250
una mitad del mundo ético ingresa así en el de la internación y el conocimiento jurídico
dominio de la sinrazón, y le aporta un in que discierne la capacidad de los sujetos de
menso contenido de erotismo, de profana derecho. La ciencia ‘positiva’ de las enferme
ción, de ritos y de magias, de saberes ilumi dades mentales y sus sentimientos humani
nados secretamente investidos por las leyes tarios, que promovieron al loco al rango de
del corazón" (HF, 144). ser humano, no fueron posibles sino una vez
que esta síntesis se estableció sólidamente.
e x p e r i e n c i a s d e l a l o c u r a . Sin embargo, se Ella constituye, en cierta manera, el a prio
ría parcial sostener que en la Época Clásica ri concreto de nuestra psicopatología con
se trataba a los locos, a los "furiosos", como pretensión científica" (H F, 176).
se decía, simplemente como prisioneros.
Algunos de ellos tenían un estatuto especial; El mundo de la internación
l o s in s e n s a to s .
a algunos se les concedían tratamientos mé expresa una determinada sensibilidad mo
dicos, por rudimentarios que fuesen. Aunque ral. Aparentemente, se trata, como en el
restringida, no puede negarse la experiencia Renacimiento, del bien y del mal; pero, en
de la locura como enfermedad. Pero ello no realidad, se da de manera por completo di
quiere decir que la internación sea el primer ferente. En efecto, en el Renacimiento el
paso en el camino de la hospitalización. En Bien y el Mal eran concebidos sustancial
cierto sentido, se podría hablar incluso de mente, bajo las formas imaginarias y tras
una "involución". En efecto, el derecho ca cendentes de la providencia divina, de las
nónico hacía depender la declaración de fuerzas ocultas del cosmos, del destino, etc.
demencia de una decisión médica. La obra En la Época Clásica, el bien y el mal se si
de Zacchias ( Qucestiones medico-legales, túan en el terreno de la ética, de las opciones
1660-1661) conlleva el testimonio de toda de la voluntad. N o se trata de una concien
esta jurisprudencia. Sin embargo, la prácti cia trágica, sino de una conciencia ética.
ca de la internación no está ordenada según Llevado al límite, se podría decir que ya no
criterios y decisiones médicas. En la expe se trata del Bien y del Mal, sino sólo de lo
riencia clásica, la locura es cuestión de sen bueno y lo malo de las opciones de la volun
sibilidad social. La experiencia jurídica (del tad. “Es en la cualidad de la voluntad donde
derecho canónico y del derecho romano), reside el secreto de la locura, y no en la in
que data del Medioevo, es una experiencia tegridad de la razón" (HF, 181). Por ello, la
de la persona como sujeto de derecho, una Época Clásica fue indiferente a la distinción
experiencia jurídica cualitativa, finamente entre locura y falta. Aunque no se las con
detallista, sensible a los límites y a los gra funda, existe entre ellas un parentesco ori
dos. La experiencia clásica de la locura, en ginario: ambas son una desviación de la
cambio, es una experiencia de la persona voluntad. En este sentido, la experiencia clá
como sujeto social, una experiencia norma sica se opone a la conciencia jurídica de la
tiva, dicotómica (bueno o malo para inter locura heredada del Medioevo. Y, también
nar). El siglo XVn se esforzó por ajustar la por esta indiferencia a la distinción entre
vieja noción de sujeto de derecho a la nueva locura y falta, la locura pertenece de lleno
noción de sujeto social. "La psicopatología al mundo correccional. Esta conciencia éti
del siglo XDC (y aun la nuestra) cree situar ca, sin embargo, no es del orden de los va
se y encontrar sus condiciones respecto de lores o de las reglas morales, sino de la op
un hom o natura o de un hombre normal da ción, más fundamental, que separa la razón
do anteriormente a toda experiencia de la de la sinrazón. Esta decisión fundamental
enfermedad. De hecho, este hombre normal aparece, desde el inicio, en el camino carte
es una creación, y, si es necesario situarlo, siano de la duda. Decidirse a dudar es, en
no será en un espacio natural, sino en un definitiva, decidirse a “estar despierto", a
sistema que identifica el socius con el sujeto "vigilar", a evitar las quimeras; en otros tér
de derecho. Y, por tanto, no se reconoce al minos, decidirse a "buscar la verdad". En
loco porque una enfermedad lo haya despla este sentido afirma Foucault que tanto la
zado hacia los márgenes de lo normal, sino locura como la razón clásicas nacen en el
porque nuestra cultura lo ha situado en el espacio de una ética, de una decisión de la
punto de encuentro entre el decreto social voluntad. • Pero los locos ocupan un lugar
LOCURA 251
Está del otro lado y bajo su mirada. "Del furor) y la demencia (la abolición de la fa
otro lado", se la percibe a partir de lo razo cultad de razonar, una parálisis del espíritu)
nable como ausencia total de razón, evi (H F, 260-261). 3 ) La práctica médica. A par
dencia de un no ser. "Bajo la mirada de la tir de ella se impone el concepto de vapores,
razón", a partir de las estructuras de lo ra que no proviene de la nosografía, sino de las
cional, se percibe que los comportamientos terapias. • En los siguientes capítulos de la
del loco, su lenguaje y sus gestos no son co segunda parte de Histoire de la folie á l’age
mo los de los otros. La razón se define, por classique, Foucault aborda cada uno de es
un lado, como sujeto de conocimiento; por tos tres obstáculos que definen, para la
otro, como norma. Se trata de una aprehen Epoca Clásica, la experiencia de la locura
sión moral a partir de lo razonable y una como sinrazón.
aprehensión objetiva a partir de la raciona
lidad (H F, 239). Esta es la experiencia de la LA TRASCENDENCIA DEL D ELIRIO . Hablar de lo C U -
sinrazón: un contenido definido a partir de ra en los siglos X VII y X VUI no es hablar de
la racionalidad, pero que se manifiesta co enfermedades del espíritu, sino de una rea
mo lo no razonable (una razón que no es lidad en la que el cuerpo y el alma están
como la de los otros). En definitiva, se trata juntos. Es necesario seguir esta pertenencia
de una racionalidad no razonable. • Ahora recíproca a través del problema de la causa
bien, cuando la medicina se interroga acer lidad y de las pasiones para comprender la
ca de la naturaleza de la locura (conciencia esencia del delirio clásico. • En el orden de
analítica), no lo hace a partir de la experien las causas, nos encontramos ante todo con
cia del loco, sino a partir de la enfermedad la distinción entre causas lejanas y causas
en general, de una analítica de la enferme inmediatas. La causa próxima de la locura
dad. Y, para la época, una enfermedad con es una alteración visible del órgano más cer
siste en la enumeración de los síntomas que cano al alma, es decir, del sistema nervioso,
sirven para reconocer su género y su espe y en particular del cerebro. Entre el cuerpo
cie. Foucault enfoca el análisis en los textos y el alma se establece, entonces, una causa
que clasifican las enfermedades (Plater, lidad lineal. La lista de las causas lejanas es
Praxeos Tractatus, 1609; Jonston, Idée u n i- variada y numerosa: la herencia, la ebrie
verselle de la médecine, 1644; Boissier de dad, el exceso de estudio, las enfermedades
Sauvages, N osología m ethodica, 1763; venéreas, el amor, los celos, etc. Pero entre
Linneo, Genera m orborum , 1763; Weickhard, las causas lejanas más variadas y la locura
Der philosophische Arzt, 1790). En el trabajo se sitúa una determinada sensibilidad del
de todas estas clasificaciones se advierten cuerpo y, por otro lado, el medio al que se
tres obstáculos. 1) La imposibilidad de que es sensible. " Y la experiencia médica de la
la locura p o r s í sola pueda dar cuenta de sus locura se desdobla según esta nueva separa
manifestaciones. A través de una analítica de ción: fenómeno del alma provocado por un
la imaginación, aparece la experiencia mo accidente o una perturbación del cuerpo;
ral de la locura, de la sinrazón, del loco (ino fenómeno del ser humano, todo entero (al
cente en su culpabilidad, pero condenado en ma y cuerpo ligados en una misma sensibi
su animalidad). Lo que se denomina "deli lidad), determinado por una variación de las
rio" es la imaginación perturbada (a mitad influencias que el medio ejerce sobre él.
de camino entre el error y la falta) y las per Daño local del cerebro y perturbación gene
turbaciones del cuerpo. En este sentido pue ral de la sensibilidad" (H F, 288). En efecto,
de hablarse de una trascendencia del delirio la pasión desempeña un papel fundamental:
que dirige la experiencia clásica de la locura es la causa más constante, más obstinada y
(H F, 257). 2 ) La persistencia de algunos te más meritoria de la locura, la superficie de
mas mayores, anteriores a la época clasifica contacto entre el alma y el cuerpo. Por ello,
dora. Aunque cambien los nombres, así co se convierte en la condición de posibilidad
mo sus lugares y sus divisiones, tres nociones de la locura. A través de la pasión, la locura
que no provienen del trabajo mismo de las ingresa en el alma y se fragmenta la unidad
clasificaciones delinean las figuras de la lo de esta con el cuerpo. Se genera de este mo
cura: la manía (un delirio sin fiebre), la me do ese movimiento de lo irracional del que
lancolía (un delirio particular, sin fiebre ni surgen las quimeras, los fantasmas y el
LOCURA 253
error. El espacio de la locura está delimitado lidad de las cosas o a la verdad de las ideas).
por una determinada relación entre los fan La demencia es la form a empírica de la ne-
tasmas y el error, entre las imágenes y el gatividad de la locura (ausencia de razón)
lenguaje. Un hombre no está loco porque se (!HF, 326). El dominio de la demencia, esta
imagina que es de vidrio (puede tener esta forma general e indiferenciada de locura, se
imagen simplemente porque sueña). Pero si encuentra limitado por dos grupos de nocio
a partir de esta imagen concluye que es frá nes. En primer lugar; el frenesí (frenesia). A
gil, que puede romperse, que no se lo puede diferencia de este último, la demencia es
tocar o que debe permanecer inmóvil, en una enfermedad apirética. En segundo lu
tonces sí está loco, aunque estas conclusio gar, encontramos un grupo de nociones que
nes sean lógicas y racionales. En este len están emparentadas con la demencia: estu
guaje de la razón envuelto en los prestigios pidez, imbecilidad, idiotez. En un primer
de la imagen encontramos la estructura in momento se consideró que la estupidez con
terna del delirio. "La definición más simple sistía en una alteración de las facultades de
y más general que puede darse de la locura la sensibilidad. El estúpido es insensible a
clásica es que es delirio" (^ F , 303). Ahora la luz y al ruido, por ejemplo. El demente,
bien, ¿en qué consiste el delirio de este len en cambio, es simplemente indiferente; la
guaje que, en sus formas, no deja de ser ra demencia afecta la facultad de juzgar. Hacia
cional? La Época Clásica ha respondido fines del siglo ^ ^ M , la diferencia entre la
indirectamente a esta cuestión a partir de la estupidez y la demencia pasa, para Pinel,
comparación entre locura y sueño, y entre por la oposición entre la inmovilidad y el
locura y error. Por un lado, el delirio es el movimiento. En el idiota hay una parálisis,
sueño de las personas despiertas; por otro, una somnolencia. En el demente, las facul
aparece cuando se oscurece la relación del tades del espíritu están en movimiento, pero
hombre con la verdad. En la É poca Clásica, funcionan en el vacío (!HF, 332). 2) M anía y
el nombre más próximo a la esencia de la melancolía. La melancolía es un delirio par
locura es "ceguera"; la noche de un casi sue cial pero duradero, sin fiebre, durante el
ño que rodea las imágenes de la locura, cual el enfermo está ocupado en un único
creencias mal fundadas, juicios que se equi pensamiento; un delirio coloreado de triste
vocan... Al reunir la visión y la ceguera, la za y angustia. Durante el siglo ^ ^ M , el con
imagen y el juicio, el fantasma y el lenguaje, cepto de melancolía fue objeto de un inten
el sueño y la vigilia, el día y la noche, en el so debate, especialmente a propósito de su
fondo la locura no es nada, porque une de causa. Foucault resume en cuatro rasgos los
ellos sólo lo que tienen de negativo. Pero la resultados de este debate. a) La causalidad
paradoja de esta nada consiste en que se de las sustancias es reemplazada por la cau
manifiesta, estalla en signos, en palabras, en salidad de las cualidades que se transmiten
gestos (!HF, 310). del cuerpo al alma. b ) Hay, además, una di- ■
námica de las fuerzas que entran en juego.
figuras de la locura. En este capítulo Así, el frío y la sequedad pueden entrar en
Foucault muestra cómo la negatividad (la conflicto con el temperamento, y entonces
locura no es nada, sólo sinrazón) y la posi los signos de la melancolía serán más vio
tividad (las múltiples manifestaciones de la lentos. c) A veces el conflicto aparece dentro
sinrazón) de la locura se manifiestan en ca de la misma cualidad, que puede convertirse
da una de sus figuras. 1) E l grupo de la de en su contrario. Así, el enfriamiento del
mencia. La demencia es la enfermedad del cuerpo puede originarse en el calor inmode
espíritu más cercana a la esencia misma de rado del alma. d) Las cualidades pueden ser
la locura. Es el efecto universal de toda al modificadas por los accidentes, las circuns
teración posible del dominio de lo nervioso. tancias y las condiciones de vida (!HF, 335
De un lado, una acumulación eventual de 336). • Mientras que el espíritu de los me
causas de las más diversas naturalezas (sin lancólicos está ocupado por un único objeto,
niveles ni orden); del otro, una serie de efec en los maníacos, en cambio, hay un flujo
tos que tienen en común el manifestar la perpetuo de pensamientos impetuosos. Por
ausencia o el funcionamiento defectuoso de ello, la manía deforma las nociones y los
la razón (imposibilidad de acceder a la rea conceptos. Sus causas, sin embargo, son del
254 LOCURA
orden de los espíritus animales, como en los mo termina por perturbar las sensaciones
melancólicos. En el siglo XVIII, la mecánica del alma. Aparece así la idea de una sensi
y la metafísica de los espíritus animales que bilidad que no es sensación, que se opone a
circulan por los canales nerviosos son reem esta. A partir de aquí cambiará la percep
plazadas por la tensión a la que están some ción ética de la histeria y la hipocondría.
tidos los nervios. Los maníacos, además de Antes, la alteración concernía a las partes
estar afectados por un delirio universal que bajas del cuerpo y exigía una ética del deseo;
deforma las ideas, están también en conti ahora, todo el cuerpo es irritable en su sen
nua agitación. Foucault observa cómo "lo sibilidad generalizada y, por consiguiente,
esencial es que el trabajo [en estas descrip toda la vida puede ser juzgada según este
ciones] no va de la observación a la cons grado de irritación (abuso de las cosas no
trucción de imágenes explicativas. Todo lo naturales, vida sedentaria de las ciudades,
contrario, las imágenes han asegurado el rol lectura de novelas, interés desmesurado por
inicial de síntesis; su fuerza organizativa ha la ciencias, pasión demasiado viva por el
hecho posible una estructura de percepción sexo, etc.). "Por la distinción capital entre
en la que, finalmente, los síntomas podrán sensibilidad y sensación, ellas [histeria e hi
tener su valor significativo y organizarse co pocondría] entran en este dominio de la
mo la presencia visible de la verdad" (HF, sinrazón que, hemos visto, se caracteriza
351). 3 ) Histeria e hipocondría. Es posible por el momento esencial del error y del sue
observar dos líneas de evolución de estas ño, es decir, de la ceguera" (H F, 373-374).
nociones: el acercamiento entre ambas y la • Foucault concluye este capítulo de Histoire
formación de un concepto común -"enfer de la folie á l ’áge classique con una observa
medad de los nervios"-, y su integración, ción fundamental. Si bien esta idea de una
junto con la manía y la melancolía, en el sensibilidad distinta de la sensación permite
dominio de las enfermedades del espíritu. ubicar a la histeria y la hipocondría en el
Ahora bien, a diferencia de la manía y de la dominio de la sinrazón, introduce un ele
melancolía, los fenómenos de la histeria y mento que no estaba en la experiencia clá
de la hipocondría no se ubican en el registro sica: un contenido de culpabilidad, de san
de las cualidades. Se sitúan en el cuerpo, ción moral, de justo castigo. La ceguera,
con sus valores orgánicos y morales. En el esencia de la locura, aparece como el efecto
siglo XVIII, el tema de los trastornos corpo psicológico de una falta moral "Lo que era
rales que se transmiten a todo el cuerpo por ceguera se convertirá en inconsciente, lo
intermedio del cerebro es sustituido por una que era error se convertirá en falta; y todo
moral de la sensibilidad (HF, 362). En la lo que, en la locura, designaba la paradójica
histeria, los espíritus animales se adueñan manifestación del no ser se convertirá en el
de todos los espacios disponibles del cuerpo, castigo natural de un mal moral" (H F, 374).
desplazándose sin seguir el orden de la na
turaleza. Lo que distingue a la histeria feme m é d ic o s
y e n fe r m o s . Durante la Época
nina de la masculina, o la histeria de la hi Clásica, la teoría y la práctica médica no son
pocondría, es la solidez del cuerpo, que en dos instancias coherentes. Además, las prác
el primer caso es menor y, por ello, menos ticas terapéuticas son más estables que los
resistente al movimiento de los espíritus conceptos y las clasificaciones. • Por un la
animales. La resistencia del cuerpo, por otro do, permanece el mito de una panacea (el
lado, se encuentra en relación con la fuerza opium , por ejemplo), de un remedio único
del espíritu, del alma, que impone el orden para todas las enfermedades, que no se
a los pensamientos y los deseos. N o se trata, piensa ahora que pueda actuar directamen
por ello, de una percepción neutra, sino éti te sobre la enfermedad, sino, más bien, que
ca, del cuerpo (H F, 369). • El concepto de se inserta en las formas generales del fun
irritabilidad aporta un elemento decisivo a cionamiento del organismo. Las discusiones
la noción de enfermedad nerviosa, que se acerca de la eficacia del medicamento se
caracteriza por ser un estado de irritación centran, entonces, en el tema de la natura
generalizada en el que no se distingue entre leza: un medicamento cura porque está
sensibilidad y movimiento, y en el que la próximo a ella, porque tiene una comunica
sensibilidad fácilmente alterable del enfer ción originaria con ese orden. En este sen-
LO C U R A 255
rurales donde, precisamente, no hay casas social de la internación, a fines del siglo
de internación. En pocas palabras, la estruc el problema de la locura ya no será
tura de la internación es cada vez más inefi abordado desde el punto de vista de la razón
caz: no resuelve el problema del desempleo y del orden, sino del derecho del individuo
ni logra bajar los precios con mano de obra libre. Cuando las facultades racionales están
barata. • Esto lleva a una reformulación de perturbadas, la sociedad tiene el^derecho de
las políticas de asistencia y de represión del limitar la libertad de los individuos. Según
desempleo. La miseria ya no es concebida Foucault, desde estas premisas se prepara
desde una perspectiva moral; no es una sim una definición de la locura a partir de sus
ple consecuencia de la pereza. La indigencia relaciones con la libertad. “La desaparición
se convierte en una cuestión económica, que de la libertad, que era una consecuencia, se
no es meramente contingente ni resulta po vuelve fundamento secreto, esencia de la lo
sible eliminar por completo. En cierto sen cura" (^ F , 548). Por ello, no hay verdad
tido, se convierte en un elemento indispen psicológica que no sea, al mismo tiempo,
sable del Estado. Los pobres, debido a que alienación para el hombre; la manera en la
trabajan y consumen poco, son la condición que se aliena al loco se convierte, entonces,
de la riqueza del Estado y de las clases pri en la naturaleza de la alienación. La libera
vilegiadas. Desde esta perspectiva, encerrar ción de los locos será acompañada, por ello,
a la población indigente es encerrar la rique por la aparición de nuevas estructuras de
za. Se comienza a distinguir, entonces, entre protección. • Dos tipos de disposiciones
el pobre válido, que puede trabajar, y el po harán frente a la locura “dejada libre": me
bre enfermo. Para los primeros, la asistencia didas a largo plazo -creación de estableci
consistirá en la libertad: bajos salarios, au mientos reservados a los insensatos- y me
sencia de restricciones y de protección del didas inmediatas para dominar la violencia
empleo, supresión de todos los límites a la de la locura. Foucault resume las reformas
posibilidad de trabajar. Por otro lado, para de este período en u n cuadro en el que en
los enfermos que no pueden trabajar, desde frenta, una a una, las “formas de liberación"
una perspectiva económica y liberal, la asis de la locura y las “estructuras de protec
tencia no será una obligación del Estado, ción": 1) Se suprime la internación que con
sino del grupo de pertenencia y de su fami fundía Ja locura con todas las otras formas
lia (^ F , 518). • E n síntesis: un doble movi de la sinrazón; pero se designa una interna
miento -p o r un lado, a partir de la interna ción que no es tierra de exclusión, sino el
ción misma; por otro, a partir de la reflexión lugar donde Ja locura puede encontrar su
económica- hace que el entrelazamiento, verdad. En estos nuevos espacios, la libertad
característico de la Época Clásica, entre la tiene un doble valor. Por un lado, con su
locura, la sinrazón y la miseria comience a trabajo Jos internos contribuyen económica
desatarse. La miseria ingresa en la inmanen mente a los gastos de la administración y, al
cia de la economía; la sinrazón, en las figu mismo tiempo, a través de él pueden alcan
ras profundas de la imaginación que se ex zar la libertad. Se reconoce a quienes más
presan en el libertinaje. La locura reaparece, producen y, luego de varios premios acumu
ahora, internada, pero enfrentada a una lados, se obtiene la libertad. Pero, por otro
nueva concepción de la asistencia. El loco lado, si el interno perturba el orden de la
ya no es el pobre que puede trabajar ni tam institución con sus costumbres y comporta
poco el enfermo que puede confiarse a la mientos, entonces pierde los premios al tra
asistencia del grupo próximo o de la familia. bajo, las etapas que llevan a su libertad. Esta
Se vuelve necesario redefinir,' entonces, el es, por ello, tanto una mercancía como un
espacio social de la locura. valor moral. En estos nuevos espacios se
conjugan el control moral y el beneficio eco
del buen uso de LA LIBERTAD. Las medidas to nómico. La locura encuentra su verdad bur
madas ente 1780 y 1793 decretan el fin de la guesa: se la mide en relación con el trabajo
internación en su forma clásica y dejan 'l i y la moralidad. 2) Se constituye un asilo que
bre" a la locura, sin un punto de inserción sólo persigue finalidades médicas; pero se
en el espacio social. • A diferencia de lo su produce la captación de la locura en un es
cedido en la Época Clásica, con la reforma pacio infranqueable. Se trata de la primera
258 LOCURA
etapa hacia la alienación mental en el senti historia nos muestra que el encierro ha
do moderno de la expresión. Pero este espa construido la figura del alienado y, sobre es
cio en el que la locura se enfrenta con la ta base, la locura ha sido objetivada como
conciencia médica es también el espacio enfermedad mental y se ha convertido, así,
que debe proteger a la sociedad de los peli en la primera forma de objetivación del
gros de la locura, un espacio con límites fi hombre.
jos: un espacio de protección contra la en
fermedad y, al mismo tiempo, de protección e l n a c i m i e n t o d e l a s i l o . Los episodios de
contra el loco. 3) La locura adquiere el de Tuke y de Pinel constituyen una especie de
recho de expresarse; pero se elabora en tor mito fundador para la historia de la psi
no a ella y por encima de ella un sujeto, una quiatría moderna; su significado ha sido
mirada que la convierte en objeto. El pro visto como la liberación de los locos. Una
blema de la locura ya no es considerado imagen resume los episodios y su significa
desde el punto de vista de la razón y del do: los locos son desencadenados y se mez
orden, sino desde el punto de vista del dere clan con los otros internos. Se trata, para
cho del individuo libre. El nuevo espacio de Foucault, de un gesto ambiguo: "El gesto
la internación es la sanción jurídica de una que la libera [a la locura] para verificarla es,
situación de hecho: la traducción en térmi al mismo tiempo, la operación que la dise
nos jurídicos de la abolición psicológica de mina y la oculta en todas las formas con
la libertad en el individuo loco. En el encie cretas de la razón" (H F, 586). • De acuerdo
rro clásico, la locura ofrecía el espectáculo con las ideas del siglo XVIII, la locura no es
de su animalidad; ahora se la observa como una enfermedad de la naturaleza, sino de la
un objeto, se convierte en un objeto de co sociedad; el producto de una vida que se
nocimiento. 4) La locura se introduce en el aleja de la naturaleza. En la locura la natu
sujeto psicológico como verdad cotidiana de raleza está olvidada. A partir de aquí, según
la pasión, de la violencia y del crimen; pero Foucault, comienza a perfilarse un mito que
se inserta en un mundo no coherente de va engendrará la forma organizativa de la psi
lores y en el juego de la mala conciencia. La quiatría del siglo XDC. Se trata del mito de
instancia que opera la separación entre la las tres naturalezas: la Naturaleza-Verdad,
razón y la locura lo hace a través de una la Naturaleza-Razón y la Naturaleza-Salud.
forma judicial (tribunales de familia, tribu • La imagen de Description o f the Retreat de
nales superiores) que asimila las reglas de la Tuke (esa casa de campaña para alienados,
moral burguesa (reglas de la vida, de la eco una comunidad fraternal de enfermos y vi
nomía, de la moral de la familia) a las nor gilantes, bajo la autoridad de un adminis
mas de la salud, de la razón y de la libertad. trador) representa, a la vez, el ideal de un
La psicología del crimen no nace de una hu contrato y una familia, del interés y el afec
manización de la justicia, sino de estas exi to. Allí, a partir de una "familia natural",
gencias suplementarias de la moral burgue que no aliena, el enfermo restablece su re
sa, de la estatización de las costumbres, del lación con la naturaleza y con la sociedad.
refinamiento de las formas de indignación. • En las crónicas de la liberación de los lo
5) La locura, en su rol de verdad psicológica, cos nos encontramos con relatos como el de
se reconoce como determinismo irresponsa Couthon, el de un capitán inglés y el del
ble; pero sus formas se separan según las soldado Chevingé. Todos muestran el senti
exigencias dicotómicas de un juicio moral. do que se le atribuyó a la liberación de Pinel
El reconocimiento de la locura, aun durante en la hagiografía psiquiátrica. Caen las ca
un proceso judicial, no forma parte del jui denas y con ellas la animalidad ya no de la
cio; se superpone a él. L a psicología debe locura, sino de la domesticación. Caen las
situarse dentro del campo de los valores re cadenas y los locos se encuentran libres.
conocidos y exigidos (H F, 571-572). En todo Caen las cadenas e inmediatamente reapa
caso, el estatuto de objeto le será acordado rece la humanidad de los locos, pero bajo
al individuo que judicial y moralmente se la forma de un determinado tipo social: un
reconoce como alienado. La mitología posi oficial, un soldado. La razón que surge res
tivista ha interpretado este proceso diciendo tablecida no es del orden del conocimiento
que se encierra al que está alienado; pero la o de la dicha, sino de ciertos valores socia-
LOCURA 259
les: el honor del capitán, el heroísmo del cio, el reconocimiento en el espejo (se le
soldado, etc. Foucault resume de la siguien muestra, por ejemplo, a un loco que se cree
te manera el movimiento discursivo que se rey otro que también cree serlo; la vergüen
oculta en el mito de Pinel y Tuke: "1) En la za de ser idéntico a este otro tiene fuerza
relación inhumana y animal que imponía la terapéutica), el juicio perpetuo (el loco es
internación clásica, la locura no enunciaba constantemente juzgado por lá presencia
su verdad moral. 2) Esta verdad, desde el exterior de la conciencia moral y científica;
momento en que se la deja libre de apare si es necesario, a este juicio seguirá el cas
cer, revela ser una relación humana en toda tigo). Para quienes resisten todos estos pro
su idealidad virtuosa: heroísmo, fidelidad, cedimientos, subsiste, en el asilo de Pinel,
sacrificio, etc. 3) Entonces, la locura es vi la práctica del encierro (^ F , 623). Pero la
cio, violencia, maldad, como lo prueba de presencia del médico en el asilo no es fun
masiado bien la rabia de los revoluciona damentalmente de orden terapéutico (sólo
rios. 4) La liberación en la internación, en una parte de las tareas a realizar correspon
la medida en que ella es reedificación de de a este orden), sino que opera como ga
una sociedad [en ] conformidad [con los ti rantía jurídica y moral del buen funciona
pos sociales], no puede dejar de curar" (^ F , miento de la institución: más que científico,
596-597). • Pero, más allá de los temas mí sabio. "Se cree que Tuke y Pinel abrieron el
ticos que la psiquiatría del siglo ha he asilo al conocimiento médico. Ellos no in
redado del gesto liberador de Pinel y de trodujeron una ciencia, sino un personaje,
Tuke, una serie de operaciones han organi cuyos poderes sólo retoman, de este saber,
zado silenciosamente el mundo asilar, los su disfraz o, a lo sumo, su justificación.
métodos terapéuticos y la experiencia con Estos poderes son, por naturaleza, de orden
creta de la locura. Tuke sustituyó el terror moral y social. Se enraízan en la minoridad
a la locura por la angustia de la responsa del loco, en la alienación de su persona, no
bilidad (el trabajo posee una fuerza de coer de su espíritu. Si el personaje médico puede
ción superior a todas las coerciones físicas: cercar la locura, no es porque la conozca,
regularidad de las horas, exigencias de sino porque la domina" (H F, 625-626). El
atención, obligación de un resultado). En su médico ingresa al asilo, primariamente, co
casa de retiro, la mirada de los otros, la ne mo padre y juez. El propio Pinel reconoce
cesidad de estima, es más eficaz que el tra que el médico cura en la medida en que po
bajo. En este espacio surgirá esa figura que ne en juego estas viejas figuras inmemoria
en el asilo del siglo reemplazará a la les. De este modo, la estructura del asilo
represión clásica: la autoridad. La vigilan simboliza las ■grandes estructuras de la so
cia se unirá, entonces, al juicio. Como con ciedad burguesa, sus valores: relación fami
trapartida, la locura será una forma ' de mi lia-hijo, relación falta-castigo. A medida
noridad. • El asilo de Pinel no es, como el que el saber psiquiátrico se encierra eii las
de Tuke, una segregación religiosa, sino una normas del positivismo, la práctica moral
segregación que se ejerce en sentido inver del médico queda escondida tras sus fun
so: en el asilo, la religión se convierte en ciones terapéuticas. Pero ello no significa
objeto de consideración médica y debe estar que desaparezca, sino todo lo contrario
libre de religión. En realidad, se trata sólo (HF, 629). • En pocas palabras, el sentido
de suprimir los contenidos imaginarios de que atribuye Foucault a la reorganización
la religión, no su moral. Los valores de la del espacio de la internación, al nacimiento
familia y del trabajo deben reinar en él. "El del asilo, es la interiorización de la separa
asilo, dominio religioso sin religión, domi ción razón/sinrazón bajo la forma de la cul-
nio de la moral pura, de la uniformización pabilización y el control de la autoridad. Así
ética" (^ F , 612). Un lugar de moral pura y nace la enfermedad mental. • "Freud des
también de denuncia social. La moral bur plazó hacia el médico todas las estructuras
guesa del asilo adquiere el estatuto de una que Pinel y Tuke habían acomodado en la
moral universal, no sólo para quienes habi internación. [...] El médico, como figura
tan su espacio, sino para toda la sociedad. alienante, sigue siendo la clave del psicoa
Pinel organiza este espacio de moral pura a nálisis" (^ F , 631).
través de tres medios principales: el silen
LOCURA
260
LITERATURA, "AUSEN CIA DE O B R A ". Foucault C O n - dentro de una palabra que no dice otra cosa,
cluye Histoire de la folie á l'áge classique re finalmente, que esta implicación" (DE1,
firiéndose a Goya y a Sade, a Nietzsche y a 417). Hacia fines del siglo XDC, la literatura
Artaud: el otro lenguaje de la locura que, se convierte en una palabra que inscribe en
luego del silencio clásico, reaparece en la sí misma su propio principio de descifra
Modernidad. Concluye, en realidad, donde miento, el poder de cambiar los valores y de
había comenzado, con las experiencias trá modificar la lengua a la que pertenece. Por
gicas de la locura, más allá de las promesas ello, locura y literatura se pertenecen. El
de la dialéctica (HF, 660). En la experiencia lenguaje de la locura (el delirio) y de la lite
clásica, la obra y la locura estaban profun ratura no consiste en poner en juego la as
damente ligadas y se limitaban mutuamen tucia de una significación oculta, sino en
te. La locura de Tasso, la melancolía de suspender el sentido para que en ese espacio
Swift, el delirio de Rousseau: ¿obra o locu vacío, por medio del juego de los desdobla
ra?, ¿inspiración o fantasma? En Nietzsche, mientos, pueda alojarse un sentido, otro
Van Gogh o Artaud la relación entre locura (segundo) sentido, y así hasta el infinito. Se
y obra es diferente: son lenguajes que no se trata de una matriz que, estrictamente, no
comunican. Existe para Foucault un nexo dice nada (DE1, 418). Por ello, la locura y
de pertenencia entre la locura y la literatura, la literatura son "ausencia de obra" que, em
en el sentido moderno del término. Este pero, hace posible la obra. Véase: Literatura.
nexo hace posible la manifestación de la lo
cura, que anuncia la separación entre la lo "E l histori-
CUESTIÓN DE M ÉTO D O , HISTO RICISM O .
cura y la enfermedad mental: "la enferme cismo parte de lo universal y lo pasa de al
dad mental y la locura,, dos configuraciones guna manera por el tamiz de la historia. Mi
diferentes, que se reunieron y confundieron problema es completamente inverso. Yo
a partir del siglo XVH, y que se separan aho parto de la decisión, a la vez teórica y me
ra bajo nuestros ojos o, más bien, en nuestro todológica, que consiste en decir: ‘suponga
lenguaje" (DE1, 415). En ninguna cultura, mos que los universales no existen'. Y plan
sostiene Foucault, está todo permitido; se teo a la historia y a los historiadores: ‘¿cómo
establecen límites, separaciones, prohibicio pueden escribir la historia si no admiten a
nes. Algunos de ellos conciernen al lenguaje. priori que el Estado, la sociedad, el sobera
Foucault distingue cuatro formas de prohi no, los sujetos, existen?’. Es la misma cues
biciones respecto del lenguaje: 1 ) faltas de tión que me planteaba cuando no decía
la lengua (que afectan el código lingüístico); ‘¿existe la locura? Voy a examinar si la his
2) expresiones que no quebrantan el código, toria me remite a algo así como la locura'.
pero que no pueden circular: las palabras No, ella no me remite a algo así; entonces,
blasfemas (religiosas, sexuales, mágicas); la locura no existe. N o es este el razona
3) enunciados autorizados por el código y miento, no es este el método, de hecho. Más
que pueden circular, pero cuyo significado bien, ¿qué historia se puede escribir de estos
es intolerable, y 4) someter una palabra per diferentes acontecimientos, de estas diferen
teneciente a un código a otro código produ tes prácticas que, aparentemente, se orde
ciendo un lenguaje estructuralmente esoté nan en algo que supuestamente es la locura?
rico (DE1, 416). La locura se ha desplazado Lo que quise hacer es exactamente lo inver
a lo largo de esta escala de prohibiciones de so al historicismo. N o interrogar los univer
lenguaje. Con la literatura moderna, la locu sales utilizando como método crítico la his
ra "ha dejado de ser, entonces, falta de len toria, sino partir de la decisión de la
guaje, blasfemia proferida o significación inexistencia de los universales para pregun
intolerable (y, en este sentido, el psicoanáli tar qué historia se puede hacer" (N B , 5).
sis es el gran levantamiento de las prohibi
ciones definidas por Freud mismo); aparece REALIDADES DE TRANSACCIÓN. "La S o c i e d a d C ÍV Íl
como una palabra que se pliega sobre sí Es l o
e s c o m o la lo c u r a , c o m o la s e x u a lid a d .
misma, diciendo, por debajo de lo que dice, q u e y o lla m a r ía ‘realidades de t r a n s a c c i ó n '.
otra cosa de la que ella es, al mismo tiempo, Nacen en el j u e g o , precisamente, d e l a s r e
el único código posible. Lenguaje esotérico, l a c i o n e s d e p o d e r y d e l o q u e s in c e s a r s e le s
si se quiere, puesto que mantiene su lengua e s c a p a ; d e a lg u n a m a n e r a e n la in t e r fa z e n -
262 LOCURA / LO M BR O SO , CESARE
tre los gobernantes y los gobernados. Estas 213, 219-225, 230, 233-234, 239, 247-253,
figuras transaccionales y transitorias que, 256, 258-260, 263-265, 267-269, 271-285,
por no haber existido todo el tiempo, no son 289-295, 297, 308-309, 312, 319, 324, 328
menos reales" (^ B , 301). 329, 334-335. 1975 [218] AN: 29-30, 33, 50,
9'4, 100-101, 103, 109-114, 117, 120-126,
Folie [3844]: 1954 [22] D E l: 88, 92. M M PE: 128-129, 131-132, 136-140, 145-148, 151
5, 7, 23, 30, 34, 56, 68, 76-79, 86, 88, 111. 153, 208-209, 212, 225, 245, 259-261, 270,
D E l: 159-160, 162-169. 1961 [1842] HF: 21, 273-274, 280, 282, 286, 291-292, 298, 301
25-37, 39-65, 67-71, 80, 87-89, 101-102, 108 303. DE2: 689, 706, 708, 715, 720, 741, 746,
116, 119-120, 123, 126-128, 136, 138-139, 750, 759, 773-774, 780, 784, 790-792, 800,
141-150, 152, 154, 156-159, 163-166, 168 803-805, 807, 815, 820, 824. SP: 24-26, 50,
172, 174, 176-190, 193-212, 215-241, 244 103, 195, 258, 272, 292, 307. 1976 [43] DE3:
248, 252-257, 259-261, 264-275, 278-282, 62, 74-78, 88-91, 118, 122. H S l: 54, 56, 206.
284-289, 291-311, 313-321, 323-324, 327, IDS: 28-29, 229-230, 235. 1977 [113] DE3:
331-332, 337, 343, 346, 351, 353, 362, 373 140-141, 144, 146, 148, 181-183, 228-230,
374, 379-382, 384-386, 388, 391-394, 396 233, 235, 237, 239, 257, 265, 272-274, 299,
397, 401-402, 405, 407-416, 421-428, 432 308, 312, 315-316, 331-333, 343, 346, 349
436, 438, 440-443, 449, 453-460, 462-463, 350, 357, 368-369, 372-373, 377, 379-380,
465-469, 471-475, 477, 480, 482, 484-490, 390, 393, 399-400, 402-403, 409, 414. 1978
492-495, 497-499, 501-502, 523, 525-528, [154] DE3: 445-451, 453-456, 458, 465-466,
531-535, 538-539, 541-555, 557, 560, 562 472, 475, 477-482, 488-494, 498-500, 542
564, 566-576, 579, 584-588, 590-594, 596 543, 551, 572, 574-575, 583, 598, 602-603,
608, 610, 612, 614, 616-619, 622-624, 626 615, 620, 630-631, 633, 658, 662, 669, 677,
628, 630-653, 655-663, 673, 676, 681, 713. STP: 26, 29, 85, 122, 124, 135-136, 219,
684-685, 688. 1962 [119] D E l: 187-188, 336. 1979 [22] DE3: 762, 803, 805, 808. B :
190-192, 194-195, 198, 201-203, 218, 228. 5, 21-22, 26, 29, 35, 38, 78, 300-301. 1980
^ M P S : 5, 7, 17, 23, 30, 34, 56, 68, 71, 76-83, [64] D E4: 21, 26-27, 30, 40-42, 44-46, 55-61,
85-95, 97, 100, 102-105. 1963 [36] D E l: 266 66-68, 70, 76, 80-85, 87, 9i. 123. 1981 [12]
272, 279, 283. N C :1 0 , 193. RR: 196-198, DE4: 135-136, 147-148, 168-169, 214. 1982
205, 207. 1964 [61] D E l: 295, 338-339, 394 [14] D E4: 224-225, 280, 352. HS: 24, 26,
396, 399-400, 409, 412-420, 422, 437. 1965 220, 257, 449. 1983 [44] D E4: 393, 436, 443,
[5 ] D E l: 443. 1966 [23] D E l: 498-500, 511, 451, 456, 458, 460, 462, 545. GSA: 5, 7, 23,
522, 555. MC: 15, 63, 188, 223, 334, 387, 41, 54, 87, 148. 1984 [75] CV: 20, 171, 182,
395. 1967 [27] D E l: 571, 574, 579, 590, 598, 222, 229. DE4: 575, 577, 581, 583, 587, 593
600, 602-605. 1968 [22] D E l: 624, 631-632, 594, 596, 601-602, 608, 612, 618, 633-634,
635, 649, 656, 663, 680, 696, 708, 710-712, 649, 656-657, 665, 669-670, 673, 697, 701,
720. 1969 [47] AS: 25-26, 45-46, 55-57, 64 718, 724, 726, 730-731, 748-749. HS2: 18,
65, 86, 91, 205, 233, 241. D E l: 754, 756, 54, 104, 117, 136, 259. HS3: 72, 136. 1988
763-764, 766, 771, 777-778, 786, 790, 842 [6 ] DE4: 779, 785, 814.
843. 1970 [77] DE2: 19, 104-110, 112-116,
118-119, 122, 128, 130-134. 1971 [49] DE2:
157-159, 163, 172, 174, 206-208, 210, 213 Lom broso, Cesare (1836-1909)
214, 216, 218-219, 239. LVS: 4, 20, 84, 94,
100, 160, 175. OD: 12-13, 21-22, 63. 1972 Foucault pone a Lombroso como ejemplo
[173] DE2: 245-248, 250-256, 258, 260-267, de la función política de la psiquiatría.
281-296, 298, 301, 305, 318. 1973 [10] DE2: Lombroso enfrenta el problema de discrimi
409-410, 418, 433. 1974 [566] DE2: 473, nar qué movimientos políticos son válidos y
479, 489, 507, 521-525, 594, 640, 660, 665 cuáles no. Desde su perspectiva, la antro
666, 669, 673-674, 677-679, 682, 684-686. pología ofrece los medios para establecer
PP: 3, 8-10, 14-15, 19-21, 23, 27, 29, 32, 34, la distinción. Los grandes revolucionarios
37-39, 41-43, 61, 97, 99-102, 104-105, 109, (Mazzini, Garibaldi, Gambetta, Marx) eran
117-122, 129-135, 137, 139-141, 143-145, genios y poseían una fisonomía maravillosa
147, 152-153, 155-157, 160-162, 164-175, mente armoniosa. En contraste, apoyándose
182, 184-185, 188-193, 200-204, 209, 212- en las fotografías de cuarenta y un anarquis
L O M B R O S O , CESARE / LUCHA 263
tas, observa que el 31% poseía estigmas fí con las que se encuentra el intelectual a la
sicos; de cien anarquistas arrestados en hora de definir y llevar adelante formas ade
Turín, el 34% no tenía una fisonomía armo cuadas de lucha es que ignora qué es el po
niosa (^ N , 142-143). der (DE2, 312). Se puede encontrar aquí
una de las motivaciones de su interés por el
Cesare Lom broso [2 2 ]: 1973 [1] D E2: 398. desarrollo de "una filosofía analítica del po
1975 [14] AN: 52, 70, 89, 98, 142-143, 153, der". La filosofía ha tenido tradicionalmente
297, 303. 1977 [2 ] DE3: 324. 1979 [5 ] DE3: como función fundar y limitar el poder, ins
773-774. taurándose ella misma como ley. Una filoso
fía analítica del poder, en cambio, no se
plantea la cuestión del poder desde el punto
lucha de vista del bien o del mal, sino desde el
punto de vista de la existencia del poder
dominación, explotación, sujeción. Foucault (DE3, 540). Este modo de concebir la filo
distingue tres tipos de lucha: 1) contra las sofía del poder se inscribe en un enfoque
formas de dominación étnica, social o reli general que entiende la filosofía como una
giosa; 2) contra las formas de explotación actividad de diagnóstico. La tarea de la filo
que separan a los individuos de lo que ellos sofía, en este sentido, no consiste en descu
producen; 3) contra las formas de sujeción brir algo que está oculto o en convertirse en
que vinculan al sujeto consigo mismo y, de la formulación de lo que está por venir, es
este modo, aseguran su sujeción a los otros decir, en promesa, sino en hacer visible lo
(DE4, 227). En las sociedades feudales han que es visible, en analizar las fuerzas que
predominado las luchas contra las formas constituyen nuestro presente (véase:
de dominación; en el siglo ^XIX, las luchas Diagnosticar). Desde esta perspectiva, una
contra la explotación debido a las nuevas filosofía analítica del poder sirve como ins
formas de poder (DE4, 228). Estas cristali trumento para formas de lucha que presen
zan en el Estado, que para Foucault es, en tan cuatro características: 1) No se trata de
su sentido estrictamente moderno, una calificar o alabar al poder de. manera masiva
combinación compleja de técnicas de indi o global, sino de estudiar las relaciones de
vidualización y procedimientos totalizado poder como juegos, en términos de tácticas
res. Desde este punto de vista, el Estado y estrategias: juegos alrededor de la locura,
moderno aparece, al menos en uno de sus de la medicina, de la enfermedad, de la pe
componentes, como una reelaboración del nalidad, de la prisión, en los que se conside
poder pastoral (véase: Poder). Si bien no se ra el estatuto de la razón y de la no razón,
puede separar cada una de estas tres formas • de la vida y de la muerte, del crimen y de la
de sujeción, ello no significa que sean sim ley. No consiste en enfrentamientos dentro
plemente un producto terminal de la domi de estos juegos de poder, sino en resistirse a
nación social o de la explotación económica. ellos (DE3, 544). 2) A diferencia de los mo
Las relaciones entre ellas no son del orden vimientos políticos y revolucionarios tradi
de la deducción; cada una tiene su propia cionales, estas luchas son fenómenos difu
especificidad y mantiene, con las otras, re sos y. descentrados. Por ejemplo, de nuevo
laciones que no son lineales, sino circulares. en el caso de la prisión, estas luchas no se
Para Foucault, el desafío político, ético, so han planteado el problema general de cuál
cial y filosófico de su época consiste en pro debe ser el sistema legal de punición en un
mover nuevas ' formas de individualidad, país democrático. Parten de problemas más
diferentes de las que se imponen desde hace específicos y locales: la subalimentación, las
varios siglos (DE4, 232). condiciones de detención, etc. (DE3, 545).
3) Estas luchas tienen por objetivo los he
filosofía analítica d e l poder , luchas trans chos o efectos del poder, las formas concre
versales, luchas específicas . En el diálogo tas en que se lo ejerce. 4) Por último, se
con Gilles Deleuze acerca de los intelectua trata de luchas inmediatas. Ellas no siguen
les y el poder ("Les Intellectuels et le el principio leninista del enemigo principal;
pouvoir"; DE2, 306-315), Foucault subraya tampoco esperan un momento futuro, lo
que una de las dificultades fundamentales que sería la revolución o la liberación.
264 LUCHA
"Respecto de una jerarquía teórica de las genealogJa. La genealogía puede ser definida
explicaciones o de un orden revolucionario como el acoplamiento de la erudición con
que polarizaría la historia y jerarquizaría los las luchas locales (ID S, 9-10).
momentos, se puede decir que estas luchas
son anárquicas. Se inscriben dentro de una LUCHA DE CLASES, LUCHA DE RAZAS. Véase:
historia inmediata, que se acepta y se reco Guerra.
noce como indefinidamente abierta" (DE3,
546). Cuanto acabamos de exponer proviene poder pastoral. Acerca de las formas de lu
de la conferencia del 27 de abril de 1978 en cha contra el poderpastoral, véase: Conducta.
Tokio, titulada "La Philosophie analytique de
la politique" (DE3, 534-551). Posterior filosofía.La relación entre lucha y verdad
mente, en 1982, en "Le Sujet et le pouvoir" es, para Foucault, constitutiva de la filosofía
(DE4, 222-243), Foucault retoma la caracte y no debe ser teatralizada (STP, 5-6).
rización de estas luchas. Enumera allí seis
rasgos, algunos de los cuales reiteran los que Lutte [797]: 1954 [2] D E l: 95. M M P E : 86.
ya hemos mencionado mientras que otros 1961 [12] HF: 10, 47, 52, 143, 218, 301, 335,
los explicitan. 1) Son luchas transversales. 398, 471, 499, 534, 616. 1962 [4 ] D E l: 196,
No se limitan a un país o a un sistema eco 205, 216. M M PS: 98. 1963 [2] NC: 16, 33.
nómico. 2) Tienen como objetivo los efectos 1964 [2 ] D E l: 308. 1966 [2 ] D E l: 511. MC:
del poder. 3) Son luchas inmediatas. 4) 214. 1967 [1] D E l: 582. 1968 [3] D E l: 633,
Cuestionan el estatuto del individuo. "Estas 682. 1969 [4 ] AS: 22, 158, 261. 1970 [3]
luchas no son exactamente por o contra el DE2: 36, 64, 121. 1971 [76] DE2: 143-144,
'individuo', sino que se oponen a lo que se 148, 187-188, 195-196, 224, 226-228, 230
puede llamar el 'gobierno por individualiza 231, 233, 243-244. LVS: 5, 17-18, 26, 40, 46,
ción"' (DE4, 227). 5) Estas luchas oponen 73-74, 77, 88-89, 95, 97, 120-121, 124, 133,
formas de resistencia a los efectos de poder 143, 148, 151, 155, 165-166, 178, 186, 188,
que están ligados al saber, a la competencia 190, 198, 201, 209, 211-212, 225, 245, 250.
y a la calificación. 6) "Finalmente, todas las OD: 12, 45. 1972 [65] DE2: 301, 305-306,
luchas actuales giran en torno a la misma 308-309, 311-313, 315, 336, 340-341, 348,
cuestión: ¿quiénes somos? Son un rechazo 351, 354-355, 357-363, 365-368, 377, 379
de estas abstracciones, un rechazo de la vio 380. 1973 [25] DE2: 399-400, 402, 404, 415,
lencia ejercida por el Estado económico e 420, 423, 427, 435-436, 440, 442-443, 445.
ideológico que ignora quiénes somos indivi 1974[86] DE2: 500-502, 506, 514, 530-533,
dualmente, y también un rechazo de la in 535-537, 539, 545-546, 548-550, 552, 570,
quisición científica o administrativa que de 572-573, 575-576, 581, 587, 632, 634, 638,
termina nuestra identidad" (DE4, 227). 644, 648-652, 656-658, 664, 679, 684-685.
PP: 26, 72, 93, 121, 136, 171-172, 174, 176,
revolución, reforma. "Quizás estamos por 189, 213, 240, 256, 310. 1975 [45] AN: 178,
vivir el fin de un período histórico que, des 190, 209, 222, 244, 256, 285. DE2: 699, 718,
de 1789-1793, ha estado dominado, al me 724, 755, 757-758, 774-775, 779-780, 782,
nos para Occidente, por el monopolio de la 796, 800, 806. SP: 31, 54, 71-72, 85, 87, 90
revolución, con todos los efectos adjuntos 92, 277, 307. 1976 [146] DE3: 42-43, 46,
de despotismo que ello podía implicar, sin 111, 113, 124, 127, 130. H S l: 139, 166, 173,
que, por ello, esta desaparición de la revolu 191, IDS: 11, 13, 17-19, 21, 31, 36-37, 40, 43,
ción signifique una revalorización del refor- 45, 50-53, 57, 60-61, 63, 65-74, 76-77, 84-86,
mismo. En las luchas de las que acabo de 88, 91, 116, 118-120, 127, 146, 153, 159-160,
hablar, en efecto, no se trata para nada de 165-166, 170, 189, 193, 201-202, 209-210,
reformismo, porque este tiene por función 229-230, 233-234. 1977 [75] DE3: 137, 150,
estabilizar un sistema de poder luego de un 152, 154, 157, 159, 167, 169, 173-175, 182,
determinado número de cambios, mientras 185, 193, 206, 211, 227, 241, 268, 290, 310
que, en todas estas luchas, se trata de la des 311, 348-349, 363-364, 367, 369, 383-384,
estabilización de los mecanismos de poder, 387, 391, 402, 407, 421, 424-427. 1978 [79]
de una desestabilización aparentemente sin DE3: 471, 477, 501, 512, 516, 528-531, 545,
fin" (DE3, 547). 547, 605-606, 609-610, 612-613, 615-616,
LUCHA 265
632, 656, 686, 688, 690, 701, 704, 718. S T P 139, 143, 213, 222, 299, 307-308, 357, 409,
5-6, 79, 112, 205, 211, 219, 221-222. 1979 426, 431, 469. 1983 [31] DE4: 375, 398, 425,
[24] DE3: 727, 743-745, 747, 759, 761, 771 439, 443, 452, 499-501, 511, 517, 556. GSA:
806-807, 809, 812. N B : 75, 90, 96, 214-215 55, 98, 158, 198, 248, 257. 1984 [49] CV: 45,
224, 268, 300. 1980 [12] DE4: 47, 51, 65 117, 154, 191, 257-258, 261, 263, 284. DE4:
71-73, 79-80, 95. 1981 [5] D E4: 176-177 568, 576, 587, 591, 622, 663, 667, 711, 721,
181, 185. 1982 [44] DE4: 228, 237-238, 241- 728, 739-740. HS2: 33, 48, 74, 76-77, 84, 96,
243, 296-298, 303, 312, 319, 357, 359. H S 102, 115, 125, 128. HS3: 69, 158, 163, 168.
M allarm é, Stéphane (1842-1898) de jurisprudencia o de modelos tácticos pa
ra el ejercicio del poder. [...] Por el contra
Mallarmé representa para Foucault el naci rio, para Boulainvilliers -y creo que esto es
miento de la literatura en el sentido moder lo importante-, la relación de fuerza y el
no del término y, como Nietzsche, anuncia juego del poder son la sustancia misma de
el fin del hombre (M C, 316). Véanse: la historia" (IDS, 151). Para Foucault, se
Lenguaje, Literatura. trata de prescindir del príncipe y descifrar
los mecanismos del poder a partir de una
Stéphane Mallarmé [83]: 1962 [1] DE1: 195. estrategia inmanente a las relaciones de
1963 [1] D E 1 :278.1964 [35] D E 1 :298,355, fuerza (HS1, 128). • En el curso del Collége
418-419, 426-428, 430-433, 435-437. 1966 de France de 1977-1978, Sécurité, territoire,
[19] DE1: 522, 537, 543, 555-556. M C: 59, population, aborda la literatura del "arte de
95, 111, 119, 316-317, 394. 1968 [1] DE1: gobernar" (véase: Arte de gobernar); más pre
703. 1969 [5 ] AS: 35. DE1: 770, 785, 796. cisamente, la literatura sobre el gobierno
1970 [4 ] D E2: 105, 109, 124. 1971 [7 ] DE2: propia del período que va de mediados del
171, 220. 1974 [5] DE2: 645. 1975 [1] DE2: siglo XVI a fines del siglo XVHI. Por ejem
753. 1978 [2] DE3: 575. 1982 [1] DE4: 220. plo, Ambrogio Politi (Disputationes de libris
1984 [1] DE4: 607. a christiano detestandis, 1542), Innocent
Gentillet (Discours sur les moyens de bien
g ou vem er et m a in ten ir en bonne paix un
M aquiavelo, N icolás (1469-1527) royaume ou autre principauté [...] Contre
Nicolás Machiavel, 1576), Guillaume De la
En "11 fau t défendre la société", Foucault Perriére (Le M iro ir politique, contenant di
afronta la cuestión del poder desde el punto verses manieres de gouvem er et policer les
de vista de la guerra: las relaciones de poder républiques..., 1555). Toda esta literatura se
son, para nuestro autor, del orden de la opo ubica entre la aparición de E l príncipe de
sición, de la lucha, del enfrentamiento (lo Maquiavelo y su resurgimiento en los pri
que denomina la "hipótesis Nietzsche"). A lo meros años del siglo XIX, y representa la
largo de este camino de análisis debe inevi corriente anti Maquiavelo de la razón de
tablemente cruzarse con Maquiavelo y Estado (DE4, 817; STP, 93-95). En esta lite
Hobbes. Sin embargo, Foucault considera ratura circula una imagen de la obra de
que ni uno ni otro son auténticamente teó Maquiavelo que Foucault resume en tres
ricos de la guerra en la sociedad civil (DE3, puntos: 1) El príncipe se encuentra en una
174). Maquiavelo describe la relación de relación de exterioridad respecto de la sobe
fuerza esencialmente como una técnica po ranía: no forma parte de ella; la recibe por
lítica en manos del príncipe. Foucault opone herencia, adquisición, conquista, por la
a este análisis la obra de Boulainvilliers complicidad de otros príncipes. 2) La rela
(véanse: Boulainvilliers, Guerra), para quien ción entre el príncipe y la soberanía es frá
las relaciones de fuerza definen el tejido gil; está amenazada externamente por los
mismo de la sociedad (IDS, 145). "La histo otros príncipes, e internamente porque no
ria es, para Maquiavelo, simplemente un hay ninguna razón a priori para que los súb
lugar de ejemplos, una especie de antología ditos acepten al príncipe. 3) El objetivo del
[2 6 6 ]
MAQUIAVELO, NICOLÁS / MARX, KARL 267
ejercicio del poder es mantener el principa reflexión elogiosa. [...] Yo cito a M arx sin
do, entendido no como el conjunto de los decirlo" (DE3, 752).
súbditos y el territorio, sino como la rela
ción que el príncipe mantiene con el territo e p i s t e m e m o d e r n a . Una parte importante de
rio y los súbditos como posesión suya Les Mots et les choses está consagrada al
(DE3, 638-639). "N o es él [Maquiavelo] hombre como ser que trabaja.'Al igual que
quien definió el arte de gobernar, pero es a respecto del hombre como ser viviente y co
través de lo que él dijo como se buscará mo ser que habla, en la descripción de la
determinar qué es el arte de gobernar. episteme moderna Foucault subraya la in
Después de todo, este fenómeno discursivo troducción de la temporalidad como hori
en el que se va a buscar lo que sucede cuan zonte que define esos objetos modernos que
do sólo se trata, de hecho, de decir algo a llamamos "trabajo", "vida" y "lenguaje". En
través de él, no es un fenómeno único. el caso del trabajo, atribuye a David Ricardo
Nuestro Maquiavelo, desde este punto de la introducción de la temporalidad en el
vista, es M arx: la cosa no pasa por él, pero campo de la economía (MC, 271). A partir
se dice a través de él” (STP, 248-249). de aquí son posibles dos alternativas en lo
Foucault insiste en una diferencia funda que concierne a la relación entre la historia
mental, desde su punto de vista, entre el y el hombre como ser que trabaja o, mejor,
texto de Maquiavelo y toda esta literatura dos maneras de pensar la inmovilidad de la
sobre el arte de gobernar que toma en con historia: la que plantea Ricardo y la que pos
sideración. En Maquiavelo, el territorio y la tula Marx. En el primer caso, de acuerdo
población aparecen como dos "objetos” del con el principio de la renta funcional, llega
ejercicio de la soberanía del príncipe; en rá el momento en el que el trabajo ya no
esta literatura anti Maquiavelo, en cambio, será rentable, se estabilizará el crecimiento
el problema del arte de gobernar gira en demográfico y la producción alcanzará su
tomo a la articulación de la relación entre límite; entonces la Historia se inmovilizará.
territorio y población (DE3, 643). A partir En el segundo caso, los trabajadores produ
de esta relación se formará el concepto de cirán cada vez más, pero, de acuerdo con el
biopolítica. Véase: Razón de Estado. principio de acumulación del capital, aumen
tará el número de quienes se encuentren en
bacon.Foucault compara el texto de Bacon el límite de las condiciones de existencia (dis
"Of Seditions and Troubles” con E l principe, minución de salarios y crecimiento del des
de Maquiavelo. Al respecto, véase: Bacon. empleo); entonces será necesario el cambio
de la historia en términos de revolución
Nicolás Machiavel [172]: 1976 [16] HS1:' (M C, 271-273). En definitiva, Ricardo y
128. IDS: 19, 51, 55, 145, 147, 150-151, 166. Marx son posibles a partir de una misma
1977 [2] DE3: 174, 358. 1978 [140] DE3: episteme. • En este sentido, a diferencia de
637-640, 643-644, 646-647, 720. STP: 33, 67, Althusser, Foucault no afirma que Marx ope
83, 91, 93-96, 99, 101-102, 104, 114-115, re una ruptura epistemológica. "Cualquiera
117, 233, 248-252, 257-258, 261, 265, 277- que sea la importancia de las modificacio
278, 290. 1981 [7] DE4: 152. 1983 [1] GSA: nes aportadas por Marx a los análisis de
241. 1988 [ 6] DE4: 817-818. Ricardo, yo no creo que estos análisis eco
nómicos escapen al espacio epistemológico
instaurado por Ricardo" (DE1, 587). Marx
Marx, K arl (1818-1883) dedujo la noción de plusvalía directamente
de los análisis de Ricardo. "Marx es ricar-
"Marx, para mí, no existe" (DE3, 38). "Pero diano” (DE2, 167).
hay también de mi parte una especie de jue
go. Frecuentemente cito conceptos, frases y d i s c i p l i n a . Foucault hace varias referencias a
textos de Marx, pero sin sentirme obligado Marx en relación con los elementos que de
a agregar el pequeño documento autentifi- finen el concepto de disciplina. Respecto de
cador, que consiste en hacer una cita de las técnicas de composición de las fuerzas
Marx, poner cuidadosamente la referencia a individuales, subraya, como Marx, la fun
pie de página y acompañar la cita con una ción que ha desempeñado la racionalidad de
268 MARX, KARL
las técnicas de la guerra. "M arx insiste va • Desde la perspectiva de Foucault, "Nietzsche
rias veces en la analogía entre los problemas es quien ha puesto el poder como objetivo
de la división del trabajo y los de la táctica esencial del discurso, digamos, filosófico.
militar" (SP, 166). Foucault también se re Mientras que para Marx aquel era la rela
fiere a Marx respecto de la noción de vigi ción de producción" (DE2, 753).
lancia jerárquica (SP, 177). En términos
más generales, se sitúa en la línea de Marx p r o f e c í a y l u c h a . El interés de Foucault por
en la medida en que en Surveiller et pu n ir Marx se centra particularmente en los tra
trata de analizar las relaciones entre las mu bajos históricos (E l 18 B rum ario de Luis
taciones tecnológicas del aparato producti Bonaparte, Las luchas de clases en Francia,
vo, la división del trabajo y los procedimien La com una de París, La guerra c iv il en
tos disciplinarios (SP, 222). Francia). Todas estas obras concluyen con
apreciaciones proféticas que han sido gene
h u m a n is m o . Acerca de la cuestión del huma ralmente desmentidas por los hechos (DE3,
nismo, por un lado, Foucault ubica a Marx 612).
en el marco de un esfuerzo por desantropo-
logizar la historia y, en este sentido, como l u c h a d e c l a s e s . Marx ha tomado la noción
opuesto al humanismo (AS, 21-22), pero, de lucha de clases de los historiadores fran
por otro lado, considera que tanto él como ceses; se trata, en realidad, de la noción de
Hegel son los responsables del humanismo lucha de razas (DE3, 50; IDS, 69).
contemporáneo (DE1, 541).
A diferencia de Marx, Engels se des
e n g e ls .
La intervención de Foucault
in te r p r e t a c ió n . hizo de la filosofía de Hegel: "consideró que
en el Coloquio de Royaumont en julio de todos estos problemas (voluntad individual,
1964 lleva como título "Nietzsche, Freud et conciencia de sí, ética o moral individual)
Marx" (DE1, 564-579) y está dedicada a la eran descartables como motores de la histo
noción de interpretación en el siglo X IX o, ria" (DE3, 597).
más precisamente, a las técnicas de inter
pretación en estos tres autores. Véase: d i s c u r s i v i d a d . Marx, al igual que Freud, es
Interpretación. considerado por Foucault como fundador
de discursividad (DE1, 805). Al respecto,
p o d e r . E s posible encontrar en Marx, en el véase: Autor.
libro II de E l capital, algunos elementos con
ceptuales para pensar el poder en términos e s t a d o . "En fin, ¿hay o no una teoría del
de producción (DE4, 186). A pesar de ello y Estado en Marx? De nuevo, deben decidirlo
de lo que hemos señalado más arriba acerca los marxistas. Pero para mí, lo que le falta
del concepto de disciplina, según Foucault, al socialismo no es tanto una teoría del
el pensamiento de Marx no resulta comple Estado, es una razón gubernamental, es la
tamente adecuado para abordar las relacio definición de lo que sería en el socialismo
nes de poder. Para comprender los mecanis una razón gubernamental, es decir, una me
mos del poder en su complejidad y sus dida razonable y calculable de la extensión
detalles es necesario deshacerse de cierto de las modalidades y de los objetivos de la
esquematismo que se encuentra en el propio acción gubernamental" (N B , 93).
Marx, y que consiste en localizar las relacio
nes de poder en el aparato del Estado o en w e b e r . M arx planteó la cuestión de la lógica
una clase (DE3, 35). En el texto "Les Mailles contradictoria del capital; Weber, en cam
du pouvoir”, Foucault considera que dicho bio, el problema de la racionalidad irracio
esquema de interpretación es, más bien, una nal de la sociedad capitalista (N B , 109).
manera de volver rousseauniano el pensa
miento de Marx. "Es inscribirlo en la teoría K a rlM a rx [408]: 1966 [14] DE1: 516, 541,
burguesa y jurídica del poder" (DE4, 189). 547, 551, 556. MC: 273, 331, 338-339, 345,
P o r otro lado, esta inscripción aparece co 371, 396. 1967 [46] DE1: 564, 566-569, 571-
mo característica de la concepción de la 577, 579, 587-588. 1968 [5 ] DE1: 658, 666-
socialdemocracia europea del siglo XIX. 667, 676. 1969 [31] AS: 12, 21-24, 230, 245.
MARX, KARL / MARXISMO 269
DE1: 775, 784, 791, 804-805, 809, 816-818, troducir varias distinciones acerca de lo que
824-825. 1970 [4] DE2: 72, 87, 106. 1971 Foucault entiende por "marxismo". Existe,
[26] D E2: 167-168, 170, 225-226. LVS: 132, por un lado, el marxismo como posición
135, 140. O D: 74, 79. 1972 [13] DE2: 272, teórica y, por otro, el marxismo como reali
281, 312, 321, 332-335, 362. 1973 [18] DE2: dad histórico-política, tal como se encama
406-409. 1974 [7] DE2: 511, 524, 621, 659. en un partido o en un Estado.' Además, en
1975 [45] AN: 143. DE2: 736-738, 752-753, el marxismo teórico (llamémoslo así por
756-757, 779, 807-808, 817. SP: 166, 171, ahora) hay que distinguir entre el marxismo
177, 222, 286. 1976 [25] DE3: 35, 38-39, 89. humanista, el marxismo acoplado a la feno
HS1: 167. IDS: 69, 74, 87, 97. 1977 [20] menología, el marxismo estructuralista y el
DE3: 133, 142, 147, 210, 258, 268, 278-279, freudomarxismo.
306, 310, 342, 376, 401, 419-420. 1978 [74]
DE3: 432, 470, 474, 497, 501-502, 530, 538- h u m a n is m o y f e n o m e n o l o g í a . Existe un mar
539, 595-609, 611-615. STP: 79, 88, 249. xismo blando, humanista, antiestructuralis-
1979 [25] DE3: 749. N B : 79, 92-93, 109, 130, ta, que reúne todo lo que la filosofía tradi
132, 136, 153, 156, 182, 226-228, 237. 1980 cional ha podido decir desde Hegel hasta
[21] D E 4: 50, 52, 66, 68-70, 73-74, 115.1981 Teilhard de Chardin (DE1, 654). En el am
[12] DE4: 186-187, 189, 197, 201. 1983 [16] biente intelectual francés de la década de
DE4: 433-435, 457. 1984 [3] DE4: 703. 1985 1950 -en Merleau-Ponty y Sartre, por ejem
[1] DE4: 766. 1988 [2 ] D E 4: 778, 785. p lo - se hizo, además, un esfuerzo por vin
cular la problemática de la fenomenología a
la del marxismo. Posteriormente, a partir de
marxismo la cuestión del lenguaje, este marxismo hu
manista se separará de la fenomenología y
"Yo no soy ni un adversario ni un partidario se relacionará con el estructuralismo (DE4,
del marxismo; yo lo interrogo acerca de lo 434).
que tiene para decir a propósito de las expe
riencias que lo cuestionan" (DE4, 595). Según Foucault, el estruc
e s tr u c tu r a lis m o .
Foucault se formó en un ambiente universi turalismo no es una amenaza para el mar
tario dominado en gran parte por el marxis xismo, sino sólo para cierto modo de
mo. Su primera obra, Maladie mentale et comprenderlo, que se caracteriza por los
personnalité, de 1954, lleva el testimonio de siguientes elementos: concebir la historia
este paso y de sus influencias. Como era la como un largo relato lineal, interrumpido a
costumbre de la época, también estuvo afi veces por alguna crisis; tomar la causalidad
liado al Partido Comunista Francés, aunque como la categoría fundamental del análisis
por un período realmente breve. A partir de histórico; creer que existe una jerarquía de
entonces, la distancia entre Foucault y el las determinaciones causales que va de la
marxismo no dejó de acentuarse en cada causalidad material más estricta a la liber
uno de los temas centrales de su trabajo fi tad humana. Para Foucault no hay incom
losófico: la historia, el sujeto, el poder. Si patibilidad de naturaleza entre el estructu
exceptuamos Maladie mentale et personnalité ralismo y el marxismo, ya que no se sitúan
y la crítica de la noción de represión en “II al mismo nivel. El marxismo es un análisis
faut défendre la société" y en Les Anormaux, de las condiciones de la existencia humana
las referencias al marxismo son muy escasas en su complejidad para determinar las posi
en su obra. Sin embargo, la cuestión apare bilidades de acción en la coyuntura presen
ce con frecuencia en sus entrevistas y artí te. E l estructuralismo es un método de lec
culos. Entre las primeras merece particular tura histórica que puede ser utilizado en el
atención "Méthodologie pour la connaissan- marco de este análisis (DE1, 583-583).
ce du monde: comment se débarrasser du "Althusser ha cuestionado la filosofía del su
marxisme" (DE3, 595-618). Ahora bien, pa jeto porque el marxismo francés estaba im
ra abordar la cuestión con cierto orden es pregnado un poco de fenomenología y un
necesario comenzar con algunas precisio poco de humanismo, y porque la teoría de
nes; en primer lugar, la distinción entre la alienación hacía del sujeto humano la ba
Marx y el marxismo. También hay que in se capaz de traducir, en términos filosóficos,
MARXISMO
2 70
las llamadas ciencias humanas y, en este 1969 [2 ] DE1: 809, 824. 1970 [1] DE2: 67.
sentido, son contraciencias. Pero, repito, 1971 [26] DE2: 157, 166-170, 187, 234.1972
son contraciencias humanas. N o hay nada [7] DE2: 271-272, 314, 333. 1973 [ 6] DE2:
en el marxismo o en el psicoanálisis que nos 408-409, 415. 1974 [13] DE2: 523, 538, 540,
autorice a llamarlos contraciencias, si en 552, 646, 654, 659. 1975 [13] DE2: 724, 737,
tendemos por ciencias la matemática o la 739, 752-753, 756-757, 808, 812. 1976 [20]
física. No, no veo por qué deberíamos lla DE3: 28-29, 38, 109. IDS: 7, 10-11, 14, 38,
mar ciencias al marxismo y al psicoanálisis" 234. 1977 [2 7 ]D E 3 : 141, 146-147, 154, 162-
(DE2, 169). • Para el "genealogista", la ob 163, 166, 278, 377, 391, 400, 421, 424, 427.
jeción que se debe hacer al marxismo con 1978 [82] DE3: 429, 442, 576, 595-596, 599-
cierne a la pretensión de ser una ciencia. "Y 603, 607-611, 613, 623, 627, 629. STP: 25.
yo diría: ‘Cuando los veo esforzándose por 1979 [5] DE3: 785. N B : 90, 116, 156, 316.
establecer que el marxismo es una ciencia, 1980 [34] DE4: 50, 52-54, 59, 61-65, 68-70,
no los veo, para decir la verdad, en vías de 72-73, 79-81. 1981 [4 ] DE4: 184, 191, 201,
demostrar de una vez por todas que el mar 212. 1982 [3] HS: 27, 30. 1983 [32] DE4:
xismo tiene una estructura racional y que 412, 432-435, 437, 444, 453, 455-457, 497-
sus proposiciones, en consecuencia, provie 498, 500-501, 517, 520, 529. 1984 [13] DE4:
nen de procedimientos de verificación. Los 573, 581, 595, 608, 639, 649-651, 655. 1985
veo, en primer lugar y ante todo, en vías de [1] DE4: 763.
hacer otra cosa. Los veo en vías de vincular
al discurso marxista, y asignar a quienes tie
nen este discurso, los efectos de poder que masturbación
Occidente, desde la Edad Media hasta ahora,
ha asignado a la ciencia y reservado a quie La clase del 5 de marzo del curso Les
nes tienen un discurso científico’" (IDS, 11). Anorm aux está dedicada a la gran cruzada
decimonónica contra la masturbación.
e c o n o m ic is m o . A la concepción marxista del ¿Cuáles son las razones de la aparición de
poder subyace cierto economicismo. Más esta gran cruzada? Como en otros textos de
precisamente, Foucault habla de la "funcio estos años, Foucault pone en duda la expli
nalidad económica" del poder para el mar cación más difundida, esa que en el primer
xismo. El poder tiene por función esencial volumen de H istoire de la sexualité, La
mantener las relaciones de producción y la Volonté de savoir, denomina "hipótesis re
dominación de una clase, posibilitada por el presiva" y que remite a Van Ussel (Historia
desarrollo de las modalidades de produc de la represión sexual) y a Marcuse. La cam
ción y las formas de apropiación de las fuer paña contra la masturbación sería, de acuer
zas productivas (ID S , 14). El análisis do con esta hipótesis, una consecuencia de
foucaultiano del poder quiere desprenderse la formación de la sociedad capitalista, de
de este economicismo. Véase: Poder. la necesidad de adaptar, a través de la fami
lia, las conductas sexuales de los individuos
r u p t u r a e p is t é m ic a . Como explicamos en el a las necesidades de las nuevas formas de
artículo Marx, el marxismo no introduce producción. En pocas palabras, la campaña
ninguna ruptura en la disposición epistémi contra la masturbación respondería a la ne
ca del siglo XDC (MC, 274). cesidad de contar con una población sana y
numerosa. Ahora bien, además de la esencia
l u c h a . "Lo que me asombra en la mayoría negativa del poder que circula en dicha ex
de los textos, si no de Marx, al menos de los plicación, Foucault observa que esta no ex
marxistas, es que se deja en el silencio (sal plícita el porqué de esta focalización en la
vo quizás en Trotsky) lo que se entiende por masturbación y no en otra u otras prácticas
lucha' cuando se habla de lucha de clases" sexuales, o simplemente en la sexualidad en
(DE3, 310). general. Tampoco nos permite comprender
por qué se concentra en los niños y no en
Marxisme [308]: 1964 [2 ] DE1: 400. 1966 los adolescentes, ni - y este aspecto resulta
[4] DE1: 516. M C: 274, 332. 1967 [9 ] DE1: más interesante- por qué se trata de un dis
574, 576, 582-583. 1968 [4 ] DE1: 654, 657.curso dirigido a las familias burguesas y no
272 M A ST U R B ACIÓ N / M EDIC ALIZACIÓ N
a las proletarias. Para Foucault, no sólo es normalización de los individuos y de las po
necesario analizar el poder en sus efectos blaciones (véase: N orm a). La medicina des
positivos (por cuanto individualiza, sujeta, empeñó y desempeña un papel fundamental
identifica); es necesario, además, enfocar la en la formación de esta modalidad de ejer
cruzada contra la masturbación a partir de cicio del poder. Mediante los conceptos de
sus tácticas: somatización y desculpabiliza- normalidad y de anormalidad, la .medicina
ción ética, en torno a las cuales se ha cons inventó una sociedad que funciona en torno
tituido la familia nuclear burguesa (^N , a la norma y no a la ley o los códigos jurí
217-224). Véase: Familia. dicos (DE3, 50). A partir del siglo las
conductas, los comportamientos y el cuerpo
Masturbation [200]: 1961 [2] H F: 674-675. humano se integran a un sistema de funcio
1970 [1] DE2: 131. 1974 [1] PP: 124. 1975 namiento de la medicina que es cada vez
[141] AN: 55-56, 172, 174, 179-180, 217, más vasto y que excede la cuestión de las
219-231, 233-234, 236-241, 244-247, 249 enfermedades. El término "medicalización"
251, 253-254, 256, 259-262, 264, 266-267, hace referencia a este proceso que se carac
270, 277, 279. DE2: 755, 777-779, 825, 827. teriza por la función política de la medicina
1976 [4 ] H S l: 63, 202. IDS: 29, 224. 1977 y por la extensión indefinida y sin límites de
[14] DE3: 149, 183, 193, 259, 263, 319, 353, la intervención del saber médico. • Se puede
396-397. 1978 [3] DE3: 527, 568, 673. 1980 describir el Imperio Romano de Constantino
[1] DE4: 76. 1981 [2 ] DE4: 178. 1982 [1] diciendo que, por primera vez en el mundo
DE4: 295. 1983 [15] DE4: 473, 475, 478, del Mediterráneo, el Estado se atribuye co
530-532, 548. 1984 [15] CV: 158. DE4: 659 mo tarea ocuparse de las almas. Desde
660. H S2: 22, 65, 130. HS3: 30, 33-34, 37, Constantino hasta las teocracias del siglo
164-165. la salvación de las almas constituyó
uno de los objetivos fundamentales de la
intervención política. A partir de un proceso
m aterialismo que se inicia a fines del siglo asisti
mos actualmente a la formación de una so-
Ante una pregunta sobre la función del ma matocracia: una de las finalidades de la in
terialismo dialéctico, Foucault responde: tervención del Estado es el cuidado del
"Una pregunta difícil. En el sentido pleno y cuerpo, la salud corporal, la relación entre
fuerte de la expresión 'materialismo dialéc la enfermedad y la salud (DE3, 43). • Se
tico', es decir, interpretación de la historia, puede resumir el proceso de medicalización
filosofía, metodología científica y política, de las sociedades occidentales modernas de
no sirvió para mucho. ¿Usted ha visto ya a la siguiente manera: 1) Hacia fines del siglo
algún científico utilizar el materialismo dia se forma una nueva nosopolítica. No
léctico? [...] E l materialismo dialéctico es se trata, sin embargo, de una intervención
un significante universal cuyas utilizaciones vertical y uniforme del Estado en la práctica
políticas y polémicas son importantes. Es de la medicina, sino de la aparición del pro
una marca, pero no creo que sea un instru blema de la salud en diferentes puntos del
mento positivo" (DE2, 808). cuerpo social. Esta problematización gene
ralizada de la salud responde, por un lado,
Matérialisme [28]: 1954 [1] M M P E : 106. al desplazamientp de esta cuestión respecto
1961 [3] H F: 283. ^ : 36. 1966 [1] D E I: de las técnicas de asistencia. En efecto, en
549. 1970 [1 ] DE2: 109. 1971 [1 ] OD: 60. el siglo la enfermedad y la pobreza se
1975 [7] DE2: 808-809. 1976 [3] IDS: 96, separan. Hasta entonces, excepto en caso de
161. 1978 [5] DE3: 470, 609, 686. 1980 [3] epidemias, el Estado se hacía cargo de las
D E 4: 36, 56, 65. 1981 [3 ] DE4: 196-197. enfermedades a través de la asistencia a los
pobres. En el siglo en cambio, la sa-
cralización de la pobreza es reemplazada
m edicalización por un análisis económico de la ociosidad
(véase: Locura). En este desplazamiento las
El ejercicio moderno del poder es, para enfermedades aparecerán como problema
Foucault, principalmente del orden de la específico. Por otro lado, la formación de
M EDICALIZACIÓN 273
1979 [5] DE3: 731-733, 736. 1983 [2] DE4: ejercicio del poder. Aquí, la Modernidad
381, 459. 1984 [3] DE4: 645, 724, 741. equivale a la época de la nonnalización, es
decir, de un poder que se ejerce como disci
plina sobre los individuos y como biopolíti-
m odernidad ca sobre las poblaciones. La Modernidad es,
en definitiva, la época del biopoder. “El
Es posible distinguir cinco sentidos del tér Iluminismo que descubrió la libertad tam
mino “modernidad" en Foucault. Los dos bién inventó las disciplinas" (SP, 224; véanse:
primeros conciernen a la Modernidad en Biopoder, N om ta). Aunque hablando muy es
tendida como un período histórico. Si toma trictamente la Modernidad como época del
mos en consideración Histoire de la folie a hombre y la Modernidad como normaliza
l'iige classique, .Le.s M o ts et les choses o ción correspondan a las formas del saber y
Surveiller et punir, la Modernidad comienza a las formas de ejercicio del poder en los
hacia fines del siglo ^ V III y se extiende siglos y ^ X , existe sin embargo una di
hasta nuestros días (M C, 13, 15). Desde un ferencia importante en la datación histórica
punto de vista político, comienza con la de estos dos sentidos del término. En
Revolución Francesa; desde un punto de vis M ots et les choses, el paso de la Época
ta filosófico, comienza con Kant. El período Clásica a la Modernidad es pensado como
que va desde el Renacimiento hasta fines del ruptura, como corte más o menos abrupto;
siglo X VIII constituye la Época Clásica (véa el hombre es una invención de la Modernidad.
se: É p oca Clásica). En L'Hennéneutique du En Surveiller et punir, en cambio, la forma
sujet, en cambio, la Modernidad comienza ción de la disciplina y de la biopolítica se
con Descartes; en este caso, entonces, inclu retrotrae a la Época Clásica; el paso es más
ye lo que en las obras precedentes es la bien del orden de la transformación que de
Época Clásica (H S, 19). Volveremos pronto la ruptura. Finalmente, el quinto sentido
sobre el significado de este cambio. Otros que podemos atribuir al término “moderni
dos sentidos del término “modernidad" tie dad" no tiene que ver ni con una época ni
nen que ver con el trabajo histórico-filosófi- con una caracterización, sino con una acti
co de Foucault. Hasta la publicación de los tud. Este sentido aparece en los dos artícu
últimos dos volúmenes de Histoire de la los escritos en ocasión del bicentenario de
sexualité (1984), sus libros establecen como la célebre respuesta de Kant a la cuestión
campo de trabajo la Época Clásica y la “¿Qué es la Ilustración?" (“Qu'est-ce que les
Modernidad. Por ejemplo, si bien Histoire de Lumieres?", DE4, 562-578 y DE4, 679-688).
la folie a l'iige classique comienza con la his “En referencia al texto de Kant, me pregun
toria de la locura en el Renacimiento, está to si no se puede considerar la Modernidad
mayormente dedicada a los siglos y más como una actitud que como un período
^ V III. M ots et les choses también co de la historia. Con 'actitud' quiero decir un
mienza por el Renacimiento, pero describe modo de relación respecto de la actualidad,
las epistemes clásica (siglos ^ ^ I I y y una elección voluntaria que hacen algunos;
moderna (siglos y ^ X ). Surveiller et en fin, una manera de pensar y de sentir,
p u n ir se ocupa de la historia de la tecnolo también una manera de obrar y conducirse
gía del castigo a partir de fines del siglo que marca una pertenencia y a la vez se pre
XVIII. Ahora bien, desde el punto de vista senta como una tarea. Algo cercano, sin du
de la episteme, en Les M ots et les choses la da, a lo que los griegos llamaban ethos"
Modernidad es equivalente a la época del (DE4, 568; véase: Ethos). • Acerca del aná
hombre, del sueño antropológico, de la ana lisis de la célebre respuesta de Kant, que no
lítica de la finitud y de las ciencias humanas sólo es objeto de dos artículos de Foucault,
(MC, 329-330; véase: H om bre). Se trata, co sino también de las primeras clases del cur
mo vemos, de una determinación epistémi- so Le Gouvernement de soi et des autres, véa
ca de la .Modernidad. A partir de Surveiller se: Kant. • Volvemos ahora sobre la diferen
et p u n ir y del primer volumen de Histoire cia entre los dos primeros sentidos de
de la sexualité, La Volonté de savoir, nos en “modernidad". En el primero, Ja Modernidad
contramos con otra caracterización de la filosófica comenzaba con Kant; en el segun
Modernidad, sobre la base de las formas de do, con Descartes. Este cambio tiene que ver
M O D ER N IDAD / M O N T AIG N E, M IC H EL D E 275
con la evolución de la posición de Foucault ta planteada hace dos siglos con tanta impru
respecto de la cuestión del sujeto. En Les dencia: '¿qué es la Ilustración?"' (DE4, 562).
M ots et les choses, esta es abordada desde "Habría que llevar a cabo la genealogía, no
un punto de vista epistémico, es decir, des tanto de la noción de Modernidad, sino de la
de la perspectiva de las condiciones de po Modernidad como cuestión" (DE4, 681).
sibilidad de los saberes que en términos
generales llamamos "ciencias humanas". posmodernidad. "¿A qué se llama 'posmoder
Foucault se interesa aquí, entonces, por la nidad'? No estoy al tanto" (DE4, 446).
formación y descomposición del hombre co
mo objeto y sujeto de conocimiento. Ahora Modernité [98]: 1961 [1] HF: 455. 1966 [13]
bien, por un lado, no sólo incorporará a su D E I: 501, 541, 546. M C : 13, 15-16, 233, 255,
trabajo el estudio de los dispositivos de po 315, 328-329, 338. 1967 [1] D E I: 581. 1970
der, particularmente a partir de Surveiller et [1] DE2: 124. 1971 [2] OD: 76. 1976 [3]
p u n ir (aunque esta perspectiva de análisis HS1: 188, 195. IDS: 154. 1977 [1] DE3: 400.
ya se encuentra en Histoire de la folie a l'age 1978 [7] DE3: 575, 656. STP: 67, 112, 319,
classique), sino que, más precisamente, 328. 1980 [4] DE4: 44-46, 90. 1982 [1] HS:
abordará la cuestión de las relaciones entre 25. 1983 [27] DE4: 408, 446-447, 491. GSA:
las prácticas discursivas (los saberes) y las 14-15, 21-22. 1984 [37] DE4: 568-571, 628,
prácticas no discursivas. Las formas concre 647, 681, 686, 759.
tas y efectivas de ejercicio del poder harán
posibles las formas del saber y estas, a su
vez, reforzarán y sostendrán esas prácticas monstruo
de poder. El sujeto-objeto hombre ya no es
sólo una determinada disposición en el cam Para Foucault, el monstruo constituye uno
po del conocimiento, sino el producto del de los ancestros genealógicos del anormal.
ejercicio de las formas de poder y de las for Véase: Anonnal.
mas de saber que están entrelazadas con
ellas. Para expresarlo con otros términos: el Monstre [230]: 1961 [4] HF: 49, 195, 577,
sujeto se convierte ahora en una construc 655. 1962 [3] D E I: 181, 227. 1963 [2] RR:
ción histórica de las prácticas en general: 117, 186. 1964 [1] D E I: 355. 1966 [6] MC:
prácticas discursivas y prácticas no dis 169-170. 1969 [1] D E I: 767. 1970 [1] DE2:
cursivas (véase: S u b jetiva ción ). Por otro 96. 1971 [2] DE2: 220. OD: 37. 1975 [190]
lado, luego de La V olonté de savoir (1976), AN: 51-62, 66, 69-71, 73, 75, 84-85, 87-96,
Foucault comienza a ocuparse de las prác 101-102, 122, 128, 132, 150-151, 155, 258
ticas de formación de la subjetividad en la 259, 275, 289. DE2: 689, 813, 822-825, 827
Antigüedad clásica y helenística (DE4, 225). 828. SP: 92-94, 104, 263. 1976 [2] IDS: 119,
Como expusimos en el artículo Cuidado, 226. 1977 [4] DE3: 238, 245, 291-292. 1978
Foucault se remonta hasta la Antigüedad [7] DE3: 447, 655, 661, 698. STP: 112, 253,
para describir las prácticas de subjetivación, 362. 1979 [4 ] DE3: 769. N B : 7, 189. 1980
de formación de la subjetividad. En estas, el [3 ] DE4: 88, 102.
acceso del sujeto a la verdad implica una
muy variada y amplia serie de técnicas y
ejercicios. Desde esta perspectiva, la Moder Montaigne, Michel de (1533-1592)
nidad comienza cuando el acceso del sujeto
a la verdad está determinado sólo por exi En H istoire de la folie a l'age classique
gencias cognoscitivas. "M e parece que es Montaigne es citado como un representante
aquí donde se ubica y adquiere sentido lo de la conciencia crítica de la locura propia
que llamé el 'momento cartesiano', sin que del Renacimiento, es decir, de aquella expe
quiera decir que es de Descartes de quien se riencia en la que locura y razón intercambian
trata, que él ha sido el inventor, que él ha sus rostros y sus lenguajes (véase: Locura).
sido el primero en hacer esto" (HS, 19). Entre Montaigne y Descartes se sitúa la apa
rición de la razón clásica o -y este aconteci
filosofía moderna. "[•••] la filosofía moderna miento es contemporáneamente constitutivo
es aquella que intenta responder a la pregun de aquella- la exclusión de la locura (^ F , 68-
276 MO NTAIG NE, M IC H E L DE
[277 ]
278 N IE T ZS C H E , FRIEDRICH
sis históricos, desde su primera gran obra te diferente del existencialismo: ello ha
-H is to ire de la folie a l'iige classique- hasta sido la lectura de Bataille y de Blanchot y,
la última -H istoire de la sexualité-, pasando a través de ellos, la de Nietzsche" (DE4,
por esa historia de la Modernidad que es Les 48). Sin embargo, en Les M o ts et les cho-
M ots et les choses y por la historia del supli ses, y también, aunque en menor medida,
cio y la disciplina que es Surveiller et punir. en L'Archéologie du savoir, el análisis está
Pero las historias de Foucault no son histo demasiado centrado en la discursividad. De
rias en el sentido tradicional del término, ni hecho, resulta difícil pensar la discontinui
de las representaciones ni de los comporta dad sólo a partir de las prácticas discursivas
mientos. A veces, incluso, evita el término y por eso Foucault debe integrar entonces
"historia" y habla, con mayor precisión, de las prácticas no discursivas. Esto es: referir
arqueología y de genealogía: arqueología de el saber y el poder el uno al otro. Debido a
los saberes (de las ciencias humanas, parti estas dificultades que encuentra la arqueo
cularmente), genealogía del poder (del po logía, Nietzsche y la genealogía se redimen-
der que endereza los cuerpos: la disciplina; sionan en su pensamiento. A partir de aquí,
del poder que gobierna las poblaciones: la Nietzsche representa la referencia filosófica
b io p o lítica ). El prim ero de estos conceptos fundamental respecto de la manera de con
ya había sido utilizado por Kant y por cebir la relación entre la historia y el sujeto,
Husserl para caracterizar cierto tipo de y entre la historia y el poder (D E2, 542).
historia del conocimiento. E l segundo tie "Nietzsche es quien ha puesto el poder co
ne una evidente raíz nietzscheana. • En mo objetivo esencial del discurso, diga
L'Archéologie du savoir no aparece ni siquie mos, filosófico. Mientras que para Marx
ra una vez el nombre de Hegel; pero sería era la relación de producción" (DE2, 753).
necio no advertir que Foucault está hablan • Ahora bien, como sucede con otros au
do de él cuando marca las diferencias entre tores (Heidegger, por ejemplo), esta rela
su arqueología y la historia tradicional de ción fundamental no siempre es explícita.
las ideas. La arqueología quiere, en efecto, "Con respecto a la influencia efectiva que
liberarse de la filosofía de la historia y de Nietzsche ha tenido sobre mí, me sería muy
las cuestiones que esta plantea: la raciona difícil precisarla, porque me doy cuenta de
lidad y la teleología del devenir, la posibili cuán profunda ha sido. Yo les diría sola
dad de descubrir el sentido latente en el mente que fui ideológicamente 'historicista'
pasado o en la totalidad inacabada del pre y hegeliano hasta que leí a Nietzsche" (D E I,
sente (AS, 20). A la totalidad y a la continui 613). "H e dictado cursos sobre Nietzsche,
dad de la filosofía de la historia, Foucault pero he escrito muy poco sobre él. El único
opone la discontinuidad y la dispersión. homenaje un poco ruidoso que le rendí fue
Para ello, forjará conceptos como enuncia titular La Volonté de savoir al [primer] volu
do, práctica discursiva, episteme, etc. Pero el men de H istoire de la sexualité" (DE4, 444).
blanco de Foucault no es Hegel en estado En efecto, el estilo de Foucault respecto de
puro, sino ese hegelianismo francés deno los autores fundamentales para él no es del
minado hégélisme a fo lé (hegelianismo enlo orden de la cita documentada, sino de la
quecido), esto es, esa curiosa mezcla de apropiación. • En todo caso, la obra de
hegelianismo y fenomenología que conoce Nietzsche señala el lugar de su pertenencia
mos, en gran parte, bajo la etiqueta de exis- a la filosofía. 'Y o trato de realizar un diag
tencialismo. N o sólo, entonces, Hegel y nóstico del presente: decir lo que nosotros
Husserl, sino más bien Sartre y Merleau- somos hoy y lo que significa hoy decir lo que
Ponty. Por ello Foucault se distancia tanto somos. Este trabajo de excavación bajo
de la filosofía de la historia cuanto de la nuestros pies caracteriza desde Nietzsche al
antropología. Estas son, en realidad, las dos pensamiento contemporáneo. En este senti
caras de una misma moneda (AS, 24). "Es do, me puedo declarar filósofo" (D E I, 606;
en este panorama intelectual [hegelianismo, véase: Diagnosticar). • En esta relación no
fenomenología, existencialismo] donde han siempre explícita de Foucault con Nietzsche
madurado mis decisiones: por una parte, no las principales referencias que encontramos
ser un historiador de la filosofía como mis en sus escritos son a propósito de los temas
profesores y, por otra, buscar algo totalmen que desarrollamos a continuación.
NIETZSCHE, FRIEDRICH 279
experiencia y las condiciones del objeto de tesis Nietzsche" es, en efecto, presentada
la experiencia son totalmente heterogéneas" como alternativa al freudomarxismo. Véase:
(DE2, 546). Poder.
[2 8 4 ]
ONTOLOGÍA DEL PRESENTE, ONTOLOGÍA HISTÓRICA
285
[286 ]
PANÓPTICO 287
Bentham, el panopticon, en el que un único Según Foucault, esta teoría legalista se opo
individuo podría vigilar a todo el mundo, es, ne al panoptismo. En efecto, en este se ejer
en el fondo, creo, el sueño o, mejor, uno de ce una vigilancia sobre los individuos que
los sueños de la burguesía (porque ella ha no concierne tanto a lo que se hace, sino a
soñado mucho). Y ella lo realizó. No lo rea lo que se es y a lo que se puede hacer. En
lizó, quizás, en la forma arquitectónica que pocas palabras, el panoptismo no considera
Bentham proponía, pero es necesario recor al individuo desde un punto de vista jurídico
dar que Bentham decía, a propósito del pa (DE2, 606). En tercer lugar, el acrecenta
nopticon: fue una forma de arquitectura, miento del poder y la formación del saber
pero sobre todo es una forma de gobierno, se refuerzan regularmente según un proceso
una manera para el espíritu de ejercer el circular (SP, 225). El panoptismo es una
poder sobre el espíritu" (DE2, 437). • En el forma de poder que no reposa sobre la in
siglo X IX asistimos a una multiplicación de vestigación como metodología de formación
las instituciones disciplinarias según el mo del saber, sino sobre el examen (DE2, 594).
delo benthamiano. Este proceso, sin embar Véanse:Examen,Investigación. • “Panopticon
go, es el aspecto más visible de otro, más quiere decir dos cosas: que todo es visto to
profundo, de reestructuración de las disci do el tiempo, pero también que todo el po
plinas, que Foucault resume en tres puntos: der que se ejerce nunca es más que un efec
1) La inversión funcional de las disciplinas: to óptico. El poder no tiene materialidad; no
anteriormente, el objetivo de estas era el de tiene necesidad de toda esta armazón, a la
neutralizar los peligros; ahora desempeñan vez simbólica y real, del poder soberano. No
un papel positivo, el de acrecentar la utili tiene necesidad de tener el cetro en la mano
dad posible de los individuos. 2) La disper o de agitar la espada para castigar ni de in
sión de los mecanismos disciplinarios: se tervenir como el rayo a la manera del sobe
multiplican las instituciones panópticas, pe rano. Este poder es, más bien, del orden del
ro los mecanismos disciplinarios tienden a sol, de la luz perpetua. Es la iluminación no
"desinstitucionalizarse". Los procedimien material que alcanza indiferentemente a to
tos disciplinarios se diseminan en la socie das las personas sobre las que se ejerce"
dad mediante centros de control dispersos. (PP, 79). Este poder inmaterial que se aplica
3) La estatización de los mecanismos disci continuamente es también un mecanismo
plinarios: formación de una policía centrali perpetuo de formación del saber: anotación,
zada e instrumentos de vigilancia perma transcripción del comportamiento indivi
nente y exhaustiva (SP, 211-217). • A su vez, dual (PP, 79).
la formación de la sociedad disciplinaria, la
sociedad panóptica, se inscribe en el marco Para marcar la especificidad de
s o b e r a n ía .
de determinados procesos de amplio alcan los dispositivos de seguridad, Foucault ob
ce. En primer lugar, se inscribe entre las serva respecto del panóptico: “En cierta me
técnicas para ordenar multiplicidades hu dida se puede decir que es el más viejo sue
manas (que persiguen el máximo de inten ño del más viejo soberano: 'que ninguno de
sidad al menor costo económico y político). mis súbditos se me escape, que ninguno de
Si el desbloqueo económico de Occidente los gestos de ninguno de mis súbditos me
comenzó con la acumulación del capital, el sea desconocido'" (STP, 68).
desbloqueo político comenzó con la acumu
lación de hombres. En segundo lugar, las El panóptico, según Foucault,
lib e r a lis m o .
técnicas disciplinarias no son la prolonga es la fórmula de la "gubemamentalidad" li
ción de las estructuras jurídico-políticas de beral: hacer lugar al mecanismo natural de
la sociedad, pero tampoco son completa los cuerpos y sus comportamientos, no in
mente independientes (SP, 223); de ahí la tervenir en ellos, excepto para vigilar (NB,
paradoja Beccaria/Bentham. Beccaria su 68).
bordina la posibilidad de castigar a la exis
tencia de una ley explícita, a la comproba Panoptique [112]: 1973 [1] DE2: 437. 1974
ción de la infracción de esta ley y a una [31] DE2: 594-595, 606, 608, 611. PP : 54,
punición que tendría por función reparar y 61-62, 77, 79-81, 92-93, 103-104, 108. 1975
prevenir el daño que se hizo a la sociedad. [29] DE2: 729. SP: 202-204, 206-210, 218-
288 PANÓPTICO / PARRESIA
219, 223, 252-254, 267, 269, 276, 308, 311- cuestión de la adulación ha sido un tema
312. 1976 [1] DE3: 34. 1977 [22] DE3: 190- importante en la literatura helenística del
191, 195-197, 199-202, 204-207. 1978 [18] cuidado de sí. Plutarco y Séneca, por ejem
DE3: 466, 473, 576, 626, 628, 630. STP: 26, plo, se han ocupado extensamente de esta
68, 86, 135. 1979 [7] N B : 68-69, 74-75, 261. cuestión. En lo que concierne a la oposición
1980 [3] DE4: 18, 28. entre adulación y parresia, para compren
Panoptisme [54]: 1973 [5] DE2: 437-438, derla es necesario comenzar por la relación
466, 469. 1974 [30] DE2: 594, 606-609, 621. de oposición, y complementariedad entre
PP: 57, 81, 85, 104. 1975 [10] SP: 197, 208, adulación y cólera. Como vicio, la cólera
210-211, 217, 219, 224-226. 1976 [9] DE3: describe el comportamiento arrebatado de
34-35. N B : 27, 53, 69. quien se encuentra en una situación de su
perioridad respecto de otro: el señor de la
casa, el padre, el maestro. El comporta
parresia miento arrebatado representa un abuso en
el ejercicio del poder. Ahora bien, la adula
La parresia es "el coraje de la verdad en el ción es, precisamente, el comportamiento
que habla y corre el riesgo de decir, a pesar por parte de quien se encuentra en la posi
de todo, toda la verdad que piensa; pero es ción inferior para compensar este abuso de
también el coraje del interlocutor que acep poder o, mejor, para utilizarlo según sus
ta recibir como verdadera la verdad hiriente propios intereses y fines. De este modo,
que escucha" (CV, 14). • Foucault se ocupa quien está en la posición inferior obtiene
extensamente de la práctica de la parresia favores y premios del superior haciéndole
en sus tres últimos cursos en el Collége de creer mediante el discurso que es más ca
France: L ’Herméneutique du sujet (1982), Le paz, más rico o más bello de lo que es en
G ouvem em ent de soi et des autres (1983) y realidad. Al mismo tiempo, quien es adula
Le Courage de la vérité (1984), aunque desde do se vuelve dependiente del discurso del
perspectivas o con modulaciones diferentes. adulador. Procediendo de este modo, se im
Nuestra exposición seguirá el orden crono pide que quien ejerce la autoridad establez
lógico de estos cursos. ca consigo mismo una relación verdadera y
adecuada. "La conclusión es que la parresia
l 'h e r m é n e u t i q u e d u s u je t. la p a r r e s ia com o (el hablar franco, la libertas) es exactamente
si e n l a é p o c a h e l e n í s t i c a . La pa
p r á c tic a d e la antiadulación, en el sentido de que es, en
rresia constituye para Foucault una de las efecto, alguien que habla y habla a otro de
técnicas fundamentales de las prácticas de tal manera que este otro pueda, a diferencia
sí mismo en la Antigüedad. En el vocabu de lo que ocurre con la adulación, constituir
lario del cuidado de sí, es un término téc una relación consigo mismo que sea autó
nico. En primer lugar, en la literatura epi noma, independiente, plena y satisfactoria"
cúrea, expresa una cualidad del fisiólogo (el (HS, 362). • Foucault marca tres grandes
médico conocedor de la naturaleza) que diferencias de la parresia respecto de la re
define la relación entre el médico y el enfer tórica. Primero, la retórica no tiene por fi
mo. Hablar con parresia, esto es, con liber nalidad establecer la verdad, sino persuadir;
tad de palabra, consiste en decir al enfermo en cierto sentido, es un arte capaz de mentir.
las verdades de la naturaleza que pueden En la parresia, en cambio, se trata sólo de
cambiar su modo de ser en cuanto tal (HS, la transmisión de la verdad. En segundo lu
231-232). En segundo lugar, en el contexto gar, la retórica es un arte organizado según
más amplio de la relación maestro-discípu- procedimientos reglados. En cuanto a la pa
lo, la parresia define la actitud del maestro rresia, algunos autores sostienen que no es
que corresponde al silencio del discípulo. un arte (Séneca), mientras que otros sostie
En este marco, se refiere tanto a la actitud nen lo contrario (Filodemo de Gádara). En
moral del maestro, al ethos del director de todo caso, las reglas de una son diferentes
conciencia, como a la técnica necesaria para de las de la otra; se trata, más bien, de reglas
transmitir los discursos verdaderos. Por ello de prudencia, de habilidad para saber cómo
la parresia tiene dos enemigos, uno moral y y, sobre todo, cuándo hablar para que el dis
otro técnico: la adulación y la retórica. La cípulo reciba el discurso verdadero en la
PARRESIA 289
en las relaciones entre discípulos. " Y de este FILOSÓFICA EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA. Al inicio
modo se encuentra, por primera vez, parece, de este curso, retomando el análisis del año
de manera muy explícita dentro de esta anterior, Foucault define la parresia como
práctica de sí de la Antigüedad grecorroma la virtud, el deber y la técnica que debe po
na, la práctica de la confesión" (HS, 373). seer quien dirige la conciencia de los otros
• A diferencia de lo que ocurre en la obra de y los ayuda a constituir su relación con
Filodemo, en el texto de Galeno no encon ellos mismos. A medida que avanza en la
tramos una teoría de la parresia, sino más exposición, nuestro autor presenta otras
bien una serie de indicaciones. En primer formas de parresia: la política, la socrática
lugar, Galeno observa que, así como el mé y la cínica, que son el antecedente genealó
dico no puede curar sin el conocimiento de gico de esta práctica. Hay que tener en
la enfermedad, tampoco es posible curarse cuenta, sin embargo, que se trata de una
de los errores y de las pasiones sin saber noción que es utilizada y mencionada, pero
cuáles son. Ahora bien, en este caso, puesto que no ha sido objeto directo de reflexión
que somos frecuentemente ciegos respecto y de análisis en la Antigüedad (GSA, 45).
de los propios errores y pasiones, se requie Además de esta ausencia de reflexión espe
re del juicio de otra persona. En el lenguaje cífica acerca del concepto de parresia,
de la cultura del cuidado de sí, se requiere Foucault enumera toda una serie de razo
un director de vida, un guía. Galeno enume nes que justifican la necesidad de un estu
ra las condiciones que este debe poseer: ha dio minucioso de esta noción: 1) Se trata
blar con parresia, ser una persona de cierta de una noción que ha estado presente a lo
edad, ser lo más desconocido posible. En largo de un extenso período. Y a se encuen
este último punto Galeno se distancia de la tra en los autores griegos clásicos y sigue
tradición platónica, en la que la dirección presente en los retóricos latinos, como
del alma se apoyaba en la relación amorosa Quintiliano, traducida como licentia, liber
(HS, 382). • Respecto de Séneca, Foucault tas, ora tio libera (GSA, 46). 2) Se inscribe
toma en consideración, además de la carta en una pluralidad de registros: desde el
75 a Lucilio, las 29, 38 y 40. En ellas, Séneca campo político a la experiencia religiosa.
marca las diferencias entre el discurso retó 3) H a sido acompañada de una gran ambi
rico y la parresia. Si bien un discurso franco güedad. En efecto, ha sido objeto tanto de
puede ser formulado de manera florida y' valoración como de descrédito.
290 PARRESIA
le dice a Juto que la primera persona que ridicción: 1) la del dios de Delfos, que final
encontrará a la salida del templo será su hi mente queda bloqueada por su propia falta;
jo (GSA, 85-86). En un segundo momento, 2) la imprecación del débil que ha sido ob
la doble veridicción de Creusa y del dios jeto de injusticia; 3) la confesión de la pro
(GSA, 140-141). • Este drama del decir ver pia falta y de la desdicha que ella conlleva;
dadero va de Delfos a Atenas, del lugar don 4) la veridicción final que consagra la ver
de se habla oracularmente al espacio propio dad, también por parte de los dioses (en
del lenguaje político. • El paso de Delfos a este caso Atenea, que cumple el rol de Apolo).
Atenas tiene lugar por la tenacidad de Ión, Aunque en el texto de Eurípides no se hable
que no se contenta con las semiverdades de de ellas en términos de parresia, serán la
Creusa y de Apolo. Ión quiere saber la ver segunda y la tercera de estas formas las que
dad sobre su nacimiento: sólo si posee una posteriormente recibirán esta denomina
madre ateniense podrá disponer de parresia ción. La parresia, en este sentido, no es una
y utilizar políticamente el logos. (GSA, 97). práctica atribuida a los dioses, sino sólo a
Para esto, Ión debe descubrir quién es su los hombres que aceptan correr el riesgo de
madre y si esta es efectivamente ateniense. morir por su decir verdadero (GSA, 141-
i ó n Y e d i p o r e y . Entre la tragedia de Eurípides 142).
y la de Sófocles existe, según Foucault, una p a r r e s i a e i s e c o r I a . Foucault confiere parti
simetría directa y una inversa. Por un lado, cular importancia a un texto de Polibio don
en ambos casos, está en cuestión el dios de de se afirma que la democracia requiere
Delfos y su relación con la verdad; se trata tanto de la isegoría como de la parresia
de hijos que han sido abandonados, pasan (GSA, 137, 145). La isegoría es el derecho
por muertos y reaparecen. Por otro, Ión vive estatutario de hablar que poseen todos los
en la casa de su padre sin saberlo; no como ciudadanos. La parresia no se reduce a este
Edipo, que vive, también sin saberlo, con su derecho, no es simplemente el derecho
madre. Ión quiere matar a su madre; Edipo, constitucional de tomar la palabra; este es
en cambio, mata a su padre. "A uno le fal sólo su cuadro institucional. La parresia, en
taba un padre y finalmente se vio obligado este contexto, es una forma de ejercicio del
a abandonar su patria y vivir errando, sin poder a través de la palabra o, mejor, es una
tierra, guiado por una voz. El otro, al con noción que permite articular la constitución
trario, descubre que tiene dos padres y, gra política (politeia) con el ejercicio efectivo del
cias a esta doble paternidad, puede ingresar poder (dynasteia) (GSA, 146-147).
con su palabra, su palabra de hombre de e l r e c t á n g u l o d e l a p a r r e s i a . El concepto
mando, en la tierra a la que tiene derecho" de parresia puede ser explicitado, según
(GSA, 80-81). Foucault, mediante lo que se podría llamar
i m p r e c a c i ó n y c o n f e s i ó n . Hacia el final de la el "rectángulo de la parresia". Dos lados re
tragedia de Eurípides nos encontramos con presentan la condición formal y la condi
dos discursos de Creusa. El primero de im ción de hecho de la parresia, es decir, la
precación, donde Creusa hace valer la in democracia, entendida como la igualdad de
justicia que sufre el débil en manos del derechos acordada a los ciudadanos, y el
poderoso. Según Foucault, este género de ascendiente o la superioridad de quienes
discurso es indispensable para que el fuerte pueden persuadir a los otros. Los otros dos
pueda gobernar a los hombres según el lo lados, la condición de verdad y la condición
gos de la razón humana. El eje del segundo moral, es decir, el requisito de que el decir
discurso, en cambio, no son las injusticias esté orientado hacia la verdad, que sea un
cometidas por Apolo y sufridas por Creusa, decir verdadero, razonable, y el coraje en la
sino la confesión que esta hace de sus faltas. rivalidad (GSA, 157-158). Más allá del nexo
"Discurso de imprecación y discurso de con intrínseco entre democracia y parresia, que
fesión, estas dos formas de parresia se diso aparece con toda claridad en este rectángu
ciarán luego en la historia; de alguna mane lo, existe entre ellas una cierta relación pa
ra vemos aquí [en el Ió n de Eurípides] las radójica. Por un lado, no existe democracia
matrices" (GSA, 129). • En el largo viaje que sin el derecho y el ejercicio efectivo del decir
conduce a Ión de Delfos a Atenas, encontra verdadero; pero, por otro lado, en la medida
mos, según Foucault, cuatro formas de ve en que el ejercicio efectivo de la parresia
292 PARRESIA
implica la superioridad y la rivalidad, ella relación con la verdad. En razón del para
está siempre amenazada por la democracia lelismo que establece Platón entre la polis
(GSA, 168). y el alma, aparece también aquí el desdo
PARRESIA Y PENSAMIENTO POLÍTICO ANTIGUO. LuegO blamiento de la práctica de la parresia: "La
de haberse ocupado extensamente del Ion parresia cívica, política, está ligada a una
de Eurípides para precisar el concepto de parresia diferente, aun cuando una remita a
parresia en la Antigüedad clásica, Foucault la otra. Esta parresia es la que debe intro
analiza algunas escenas paradigmáticas: la ducir el alethés logos en el alma del indivi
del discurso que Tucídides pone en boca de duo" (GSA, 185). En segundo lugar, el libro
Pericles ante la asamblea de los atenienses III de Las leyes. Aquí, el concepto aparece en
luego de la embajada de los espartanos, la relación con la descripción del modelo polí
del discurso de Isócrates en su texto Paz y tico persa, más concretamente, con la figura
las que ya había analizado de Plutarco res de Ciro. El buen soberano, del que Ciro es
pecto de la vida de Dión. Estas escenas, sos un ejemplo eminente, debe crear las condi
tiene, nos permiten ver en torno al concepto ciones para que sea posible el decir verda
de parresia el nacimiento de un determina dero, de modo que el consejero pueda ejer
do problema político, histórico y filosófico cer su función. En tercer lugar, también de
(GSA, 176). Esta problemática se puede re Las leyes, el libro VHI. Aquí, en el contexto
sumir en cuatro puntos: 1) La parresia es de una serie de consideraciones sobre las
una práctica ambigua: es necesaria para la fiestas religiosas, los ejercicios militares y el
democracia y para asistir al príncipe, pero régimen sexual, la parresia aparece como un
puede no ser eficaz y, además, ser riesgosa. discurso necesario para que los ciudadanos
2) La evolución de estas tres escenas, de obedezcan al orden establecido en la ciudad.
Tucídides a Plutarco, muestra que la parre En cuarto lugar, la "Carta V ”. En ella, a par
sia no está necesariamente ligada a un de tir de la comparación entre la política y la
terminado régimen político: puede desem animalidad, se afirma la necesidad de que
peñar un papel determinante tanto en un exista un adecuado nexo entre la phoné, la
sistema democrático como en uno autocrá- voz, y la politeia, la constitución política. La
tico, ante la asamblea de Atenas o ante el tarea del filósofo, como parresiasta, consiste
tirano Dionisio. 3) La evolución de estas es en ocuparse de que la phoné, que se articula
cenas nos muestra, también, cómo a la pa en la politeia, esté de acuerdo con esta última
rresia política viene a agregársele una psica- (GSA, 196). En quinto lugar, Foucault reto
gógica, es decir, de conducción del alma. ma la célebre Carta séptima. Según nuestro
4) En esta parresia psicagógica, el filósofo autor, Platón ofrece aquí una teoría del con
ocupará un lugar esencial: se convertirá en sejo político donde la teoría de la política se
parresiasta (G SA , 177-178). En cada uno presenta como la racionalización de la ac
de estos cuatro elementos, vemos, según ción política y no como el fundamento del
Foucault, los cuatro grandes problemas de derecho o de la organización de la polis
la filosofía antigua: 1) el de la relación entre (GSA, 198). Para que exista una acción po
la ciudad y la verdad, la cuestión de la ciu lítica de los filósofos, como consejeros, son
dad ideal; 2 ) el del mejor régimen político; necesarias dos condiciones: la existencia de
3) el de la educación de los hombres políti amigos y el momento oportuno (kairós).
cos; 4) el del artesano de la técnica de la Cuando estas condiciones están dadas, es
parresia. necesario que el propio filósofo se convierta
p l a t ó n . Para afrontar estos problemas de la en gobernante (GS£, 200). "Participando di
filosofía política antigua en relación con la rectamente, mediante la parresia, en la cons
noción de parresia, Foucault toma en consi titución, el mantenimiento y el ejercicio de
deración una serie de textos de Platón. En un arte de gobernar; sólo así, el filósofo no
primer lugar, el pasaje del libro VIH de la será simplemente un logos en el orden de la
República, donde Platón se ocupa de la gé política, sino que será, al mismo tiempo, lo
nesis de la mala ciudad democrática que gos y ergon (obra), de acuerdo con el ideal
conduce a la anarquía. Ello se produce por mismo de la racionalidad griega" (GSA, 202).
que, en este proceso, la parresia no funciona LA TAREA ( E R G O N ) Y LO R E A L (P R A G M A ) DE L A FI
correctamente, porque el logos rompe su LOSOFÍA. En la clase del 16 de febrero de
PARRESIA
293
1983, a propósito de la parresia y con la fi notable diferencia con el Alcibíades. En efec
nalidad de describir los desplazamientos de to, en este diálogo, se requería la contempla
esta práctica, Foucault compara la figura de ción de las realidades que podían fundar
Platón como consejero del tirano Dionisio, una política justa y a las que se accedía a
descrita por Plutarco, con la figura de través de la contemplación de la propia al
Sócrates, descrita esta vez por el propio ma. Los prágmata filosóficos son completa
Platón, como consejero de Alcibíades. La mente diferentes: lo real de la filosofía im
relación de Platón con Dionisio, a diferencia plica otro tipo de conversión, ya no de la
de cuanto acontece con la relación de mirada, sino de la decisión que estructura el
Sócrates con Alcibíades, no está movida por trabajo del sujeto sobre sí mismo (GSA,
el eros, sino por algo que debe ser conside 224).
rado como la tarea (ergon) propia de la filo m a th é m a ta y s y n o u s ía . Platón concluye que
sofía. Esta tarea, este ergon, no puede ser Dionisio no es apto para la filosofía a partir
sólo logos, debe confrontarse con lo real del hecho de que escribió un tratado de fi
(pragma), debe tener el coraje de dirigirse a losofía. Pues la filosofía no consiste funda
quien ejerce el poder (GSA, 210-211). Ello mentalmente en conocer contenidos apren
no significa que la función de la filosofía sea didos a partir de fórmulas (mathémata),
la de decir la verdad acerca de la política o la sino en coexistir y convivir (synousía) con la
de decir qué se debe hacer, sino que debe práctica filosófica. La luz de la filosofía no
practicar la veridicción respecto del poder. se alumbra mediante el conocimiento de
• Para aclarar esta función de la filosofía, fórmulas y su depósito en el alma; requiere
Foucault retoma la comparación platónica el trabajo del alma sobre sí misma a través
con la medicina en el libro IV de la República de las múltiples prácticas filosóficas (GSA,
y en el libro IV de Las leyes (GSA, 213). Tres 229). Ello implica que el rechazo platónico
aspectos resultan relevantes: 1 ) el filósofo de la escritura no debe ser visto como un
debe intervenir, en caso de enfermedad, pa triunfo del logocentrismo occidental (crítica
ra diagnosticar el mal de la ciudad; 2) como implícita a Derrida), sino, más bien al con
el médico de los hombres libres, a diferencia trario, como una afirmación de la insuficien
del que se ocupa de los esclavos, el filósofo cia del logos (GSA, 234).
debe persuadir y no limitarse a prescribir; y e l f i l ó s o f o c o m o p a r r e s i a s t a . A partir del aná
3) no sólo debe ocuparse de los males actua lisis de la Carta séptima de Platón, Foucault
les de la ciudad, sino también de pensar la concluye: "El discurso filosófico encontrará
ciudad en su conjunto. Ahora bien, siendo en la realidad política la garantía de que no
este el cuadro de intervención del filósofo, es sólo logos, que no es simplemente una
resulta necesario, aspecto que también su palabra fruto de un sueño, sino que efecti
braya Platón, que encuentre eco en su inter vamente toca -el ergon, aquello mismo que
locutor. En este sentido, la relación de la constituye lo real” (GSA, 259).
filosofía con el poder no puede ser simple f i l o s o f í a y p o l í t i c a . Si bien, señala Foucault,
mente de protesta y cuestionamiento; "la los consejos políticos de Platón a Dionisio
primera prueba de realidad del discurso fi pueden parecer decepcionantes (GSA, 263),
losófico es la escucha que encuentra" (GSA, ellos nos permiten apreciar tres dimensio
217). Platón, en efecto, reconoce haberse nes fundamentales de la función política de
dirigido hacia Sicilia porque existía, sobre la parresia: 1) No buscan primordialmente
todo, una promesa de escucha; Sócrates, en decir qué se debe hacer en política, sino que
cambio, estaba motivado por la calidad del se trata de un decir verdadero respecto de
alma de Alcibíades. • La tarea de la filosofía la política. Lo mismo puede sostenerse, se
consiste en confrontar a quien está dispues gún nuestro autor, respecto de la función de
to a escuchar (para saber también si este es la filosofía moderna y contemporánea: "es
realmente el caso) con lo real de la filosofía, indispensable, para que una filosofía pase la
con sus propias prácticas. Ellas requieren, prueba de su realidad, tanto en la época ac
según Platón, tres actitudes: eumathés, ca tual como en la de Platón, que sea capaz de
pacidad de aprender; m nem on, buena me un decir verdadero respecto de la acción
moria; logizesthai dynatós, capacidad de ra [política], que diga lo verdadero, ya sea en
zonar (GSA, 222). También aparece una nombre de un análisis crítico, ya sea en nom
294 PARRESIA
bre de una filosofía, de una concepción de filosofía moderna, según Foucault, a partir
los derechos, ya sea en nombre de una con de la crítica a la pastoral cristiana en el siglo
cepción de la soberanía. [...] Filosofía y po XVI, ha retomado esta dimensión parre-
lítica deben estar en relación, en correla siástica (GSA, 321). Para nuestro autor, las
ción, nunca en coincidencia" (GSA, 266-267). Meditaciones de Descartes son una empresa
2) Tienen en cuenta no sólo los principios parresiástica, así como también el texto de
generales, sino también la coyuntura histó respuesta de Kant "¿Qué es la Ilustración?".
rica. 3) Para Platón, la relación entre filoso Este último es una "manera, para la filoso
fía y política debe establecerse en el alma fía, de tomar conciencia, a través de la crí
misma del monarca. N o se trata ni de una tica de la Aufklarung, de los problemas que
coincidencia de contenidos ni de un isomor- eran, tradicionalmente, en la Antigüedad,
fismo de racionalidades entre filosofía y po los de la parresia" (GSA, 322). Desde esta
lítica, sino de la identidad de sujeto: "es el perspectiva, la historia de la filosofía no es
modo de ser del sujeto filosofante que debe ni la historia de un olvido ni la del progreso
constituir el modo de ser del sujeto que ejer o desarrollo de la racionalidad, sino "una
ce el poder" (GSA, 272). Este es el sentido serie de episodios y de formas (recurrentes,
que debemos atribuir, según Foucault, a la formas que se transforman) de la veridic-
afirmación platónica según la cual los filó ción" (GSA, 322). • Foucault encuentra en
sofos deben ser quienes gobiernen. La prác la filosofía moderna la reformulación de los
tica de la filosofía no es, en este contexto, elementos que caracterizaban la parresia
otra cosa que la manera en que el individuo socrática: ser una manera no política de ha
se constituye en sujeto. blar a quienes gobiernan, encontrarse en
f i l o s o f í a y r e t ó r i c a . A partir de la lectura del una relación de exclusión respecto de la re
Fed.ro, de Platón, Foucault extrae una serie tórica, ser una forma de psicagogia, es decir,
de consecuencias acerca de la oposición en de trabajo de subjetivación (GSA, 326).
tre filosofía y retórica. Ante todo, hace notar
nuestro autor, el eje deí texto no es la opo L E COURACE D E LA V É R ITÉ ' DE SÓCRATES A LO S CÍ
sición entre discurso oral y escrito, sino la NICOS. Hacia finales del siglo V y durante el
oposición entre el auténtico y el falso dis siglo IV a. C., asistimos en Grecia, respecto
curso, entre la técnica discursiva de la filo de la noción y de la práctica de la parresia,
sofía y la de la retórica (GSA, 308). "[...] la a un desplazamiento fundamental: de la pa
parresia filosófica, que está enjuego en este rresia como ejercicio del decir verdadero en
diálogo entre el maestro y el discípulo, no la asamblea a aquella entendida como decir
conduce a una retórica, sino a una erótica" verdadero bajo la forma del consejo al prín
(GSA, 344). cipe. Este desplazamiento comienza con la
UNA H IS TO R IA DE LA PARRE SIA. El C U rS O Le afirmación de la imposibilidad de que exista
Gouvem em ent de soi et des autres puede ser una práctica parresiástica en la democracia.
considerado como una historia de la parre Foucault toma en consideración un texto
sia, desde el momento perícleo (Tucídides, atribuido al seudo-Jenofonte, La constitu
Eurípides) hasta el momento socrático-pla- ción de los atenienses, donde esta imposibi
tónico. Esta historia es la historia del des lidad es presentada a partir de una serie de
plazamiento de la parresia política a la filo oposiciones: los muchos y los pocos, los me
sófica, que, para la filosofía, implicó una jores y los peores, lo bueno para los mejores
inflexión de su discurso, de su práctica y de y lo bueno para los peores, y lo bueno y lo
la vida filosófica misma (GSA, 313). Desde malo para la ciudad. La argumentación pue
esta perspectiva, Foucault aborda la filoso de resumirse en estos términos: en una de
fía antigua como una práctica parresiásti- mocracia gobierna la mayoría, los muchos;
ca, por tres razones fundamentalmente. En los mejores no son los muchos, sino los po
primer lugar, porque es, ante todo, una vi cos; el bien de los mejores coincide con el
da, un ethos, que debe ser una manifesta bien de la ciudad; el bien de los peores no
ción de la verdad (GSA, 316). En segundo coincide con el de la ciudad. Una parresia
lugar, porque no ha dejado de dirigirse a los concedida a la mayoría para decir cualquier
gobernantes. Por último, porque no ha de cosa es peligrosa para la democracia. Por el
jado de ser una interpelación continua. • La contrario, en una democracia, una buena
PARRESIA 295
adquirida; se opone así "al consenso de la mezclado ni tiene ningún agregado, 3) como
cultura, al coraje del arte en su verdad más lo recto o directo y 4) como lo que existe, se
bárbara" (C V , 174). En tercer lugar, en el mantiene y permanece sin cambio (CV, 200-
siglo XIX, este cinismo del arte se combinó 201). Estos cuatro sentidos aparecen en la
con otro estilo de vida filosófica heredado de concepción platónica de la vida verdadera y,
los griegos, el escepticismo, dando forma, en relación con ellos, también en el ethos
de este modo, al nihilismo. En este sentido, cínico (CV, 225). • En este contexto debe
Foucault se distancia de las concepciones entenderse el precepto cínico de Diógenes
habituales respecto del nihilismo contempo que ha recibido diferentes traducciones
ráneo. N o se trata de un destino inscrito en -"altera la moneda", "cambia el valor de la
la historia de la metafísica occidental, como moneda"-, cuyo significado es el de cambiar
para Heidegger o Derrida, sino de una ma la forma del bíos: cambiar de costumbres,
nera de sacar a la luz el nexo entre vida y romper las reglas y las convenciones (CV,
verdad: "En este Occidente que ha inventa 223-224).
do tantas verdades diferentes y modelado L A VIDA NO D ISIM ULAD A, LA VIDA S IN M EZCLA, LA
múltiples artes de la existencia, el cinismo Con la finalidad de mostrar la
a n im a lid a d .
no deja de recordar esto: que muy poco de especificidad de la vida cínica, en las clases
verdad es indispensable para quien quiere finales del curso que estamos analizando,
vivir verdaderamente y que bien poco de vi Foucault retoma cada uno de los cuatro sen
da es necesario cuando se tiene verdadera tidos de la vida verdadera para mostrar có
mente la verdad" (CV, 175). mo el cinismo puede ser visto como "el es
e l c in is m o a n t i g u o . Foucault señala las difi pejo roto de la filosofía antigua" (CV, 214).
cultades que encontramos cuando quere En primer lugar, la vida no disimulada. Para
mos definir con precisión su fisonomía. En Platón, en el Fedro y en el Banquete, esta
primer lugar, la variedad de actitudes que aparece descrita a través del verdadero
han sido calificadas como cínicas. Dos per amor, el que no tiene nada que ocultar a la
sonajes sirven para mostrar con claridad el mirada del otro, ni acciones vergonzosas ni
alcance de esta dificultad, Peregrinus y deseos escondidos. Epicteto ofrece, en cam
Demetrius. El primero recorre el Medite bio, una versión diferente de la vida no di
rráneo contactándose con los movimientos simulada. No se trata de la que nada oculta
populares y religiosos; el segundo es un aris a la mirada de otro, sino aquella que se de
tócrata romano (CV, 181). En segundo lu sarrolla enteramente ante la propia mirada
gar, la ambigüedad de actitudes respecto del interior. Los cínicos, por su parte, ofrecen
cinismo, desde el elogio hasta la aversión su propia versión de la vida no disimulada
más cruda. En tercer lugar, los pocos textos convirtiéndola en escándalo (CV, 233). De
que hemos heredado de la tradición cínica. este modo, la vida no disimulada de los cí
Esta escasez va de la mano del carácter po nicos invierte la vida no disimulada de los
pular de la filosofía cínica. Por último, el otros filósofos; en efecto, la aceptación de la
modo de tradicionalidad del cinismo, que naturalidad y materialidad propia de la vida
ha sido más una forma de vida que una doc conduce al abandono de las convenciones y
trina. de las reglas aceptadas. En segundo lugar, la
l a v i d a v e r d a d e r a . El cinismo, en la descrip vida sin mezcla. Tanto para Sócrates como
ción de Foucault, es una forma de parresia para Séneca la vida filosófica es una vida sin
que hace de la vida misma el lugar de ma riquezas, pobre. En los cínicos esta pobreza
nifestación de la verdad; es "la producción requerida no es simplemente la de una acti
de la verdad en la forma de la vida misma" tud de distancia o despreocupación respecto
(CV, 200). Por ello, en el centro de esta prác de los bienes y la fortuna, sino pobreza efec
tica parresiástica se ubica la noción de vida tiva, activa e infinita; nunca alcanza un nivel
verdadera. A ella está dedicada la clase del considerado como satisfactorio, hasta bus
7 de marzo de 1984 de Le Courage de la vé car, incluso contra toda la moral griega, la
rité. Foucault comienza distinguiendo cua adoxía, el deshonor (CV, 240-241). En tercer
tro sentidos de la verdad en el pensamiento lugar, la vida recta, sin curvatura. Aquello
griego clásico: 1) como lo no oculto, lo no respecto de lo cual una vida se considera
disimulado, 2) como aquello que no está recta es, para los cínicos, sólo del orden de
298 PARRESIA
la naturaleza, entendida como una valora está consagrada a la evolución del concepto
ción positiva de la animalidad. "La animali de parresia en el cristianismo de los prime
dad no es un dato, es un deber. [...] El bíos ros siglos, en el ascetismo y en la mística
philosophikós, como vida recta, es la anima cristianos. Hay una continuidad de temas y
lidad del ser humano tomada como un de prácticas entre el bíos cínico y el ascetismo
safío, practicada como un ejercicio y enros cristiano, pero, entre otras, existe una dife
trada a los otros como escándalo" (CV, 245). rencia fundamental: la importancia confe
Por último, en cuarto lugar, la vida que se rida por el cristianismo a la obediencia a
mantiene inmutable, que es soberana de sí Dios, como el señor al que se debe servir, y
misma. De nuevo, Foucault toma como pun también al superior. Para abordar este te
to de comparación y contraste otras corrien ma y las consecuencias de esta transforma
tes de la filosofía antigua. Para Platón, por ción decisiva, Foucault se detiene, primero,
un lado, existe una relación estructural en en el análisis de la parresia en el medio ju-
tre el filósofo y el rey: el filósofo debe ser el deocristiano del helenismo, luego en el
rey de su propia alma. Por otro lado, existe N u evo Testamento y, finalmente, en la litera
el ideal de una identificación de ambos en tura apostólica. En la tradición judeocristia-
la figura del filósofo-rey. También para los na, por un lado, el concepto de parresia
estoicos, el filósofo debe ejercer la soberanía aparece vinculado a la transparencia del al
sobre su propia alma y, además, al hacer ma ante Dios y, cercano a este sentido, tam
esto, puede gobernar no sólo a los otros bién como una cualidad de la plegaria que
miembros de la ciudad, sino a los hombres se eleva a Dios con corazón puro. Por otro
en general (CV, 252). lado, es también una propiedad divina,
l a m is ió n d e l c í n i c o . Desde esta perspectiva, Dios mismo es parresia. En el Nuevo
Foucault analiza, a partir de las Disertaciones Testamento, este último significado no apa
de Epicteto (libro III, 22), la soberanía del rece, pero sí el que la entiende como una
cínico como misión. Esta no es sino la con determinada actitud de apertura ante Dios.
traparte positiva del desprendimiento que se A este sentido se agrega el coraje de quienes
exige de él: debe cuidar de todos los hom predican el Evangelio. Ahora bien, en la li
bres, hagan lo que hagan; debe golpear a las teratura apostólica, además del sentido po
puertas y verificar lo que está bien y lo que sitivo de la parresia, que la entiende como
está mal. “El cínico es responsable de la hu la apertura y la confianza ante Dios, aparece
manidad. [...] De este modo aparece ahora un sentido negativo, que la vincula a la pre
el cínico, él, que ha sido un rey sólo de la sunción y la arrogancia. El primer sentido
miseria, oculto y desconocido, como el que se encuentra en la raíz de la tradición mís
ejerce la función de politéuesthai, de la poli- tica; el segundo, en la de la tradición ascé
teia entendida en el verdadero sentido del tica (CV, 304).
término, es decir, no referida simplemente a
cuestiones de la guerra y de la paz, de los Parresia [1461]: 1982 [139] HS: 132, 152,
impuestos, de las tasas y de las ganancias en 158, 163-164, 220, 231-232, 338, 348-351,
una ciudad, sino de la dicha y el infortunio, 355-357, 362-374, 378-379, 381-382, 384,
de la libertad y de la esclavitud de todo el 386-389, 393, 397. 1983 [830] GSA: 8, 41-47,
género humano" (CV, 277-278). 57, 49-72, 78, 84, 91, 97-100, 102, 105, 107,
l a p a r r e s i a CÍNICA. La soberanía cínica funda 122, 124-126, 129, 135-139, 141-155, 157-
una misión y también una práctica mani 159, 161-168, 171-173, 175-181, 183-191,
fiesta de la verdad, una parresia: por su con 195-197, 199-200, 202, 208, 239, 243, 246,
ducta, conforme a la aceptación del destino, 254-259, 265, 275-284, 286, 289, 291, 293-
a través del conocimiento de sí y el trabajo 296, 298-300, 311-318, 320-330, 333, 335,
sobre sí mismo, mediante la atención cuida 337-338, 341-344. 1984 [492] CV: 3-5, 8-16,
dosa de los otros, etc. Para el cínico, esta 19, 21-30, 33-39, 41-43, 45-46, 51-52, 54-62,
parresia no sólo busca un cambio en la con 64, 67, 69-71, 73-74, 78-81, 83-84, 102, 104,
ducta de los individuos, sino también en la 113-114, 119-120, 122, 124, 128-129, 131-
configuración general del mundo. 136, 138-139, 145-147, 149, 153-158, 160,
DE LOS CÍNICOS A L ASCETISMO CRISTIANO. L a Últi 177, 184, 200, 216, 263, 279, 281, 286, 289,
ma clase del curso Le Courage de la vérité 294, 296-308, 310-312. DE4: 734.
PASCAL, BLAISE / PEDAGOGÍA 299
IDS: 110-111. 1977 [3] DE3: 149, 230, 396. soñar es entrar en contacto con el mundo
1978 [10] DE3: 540, 636, 641. STP: 92, 97- divino, con el mundo de la inmortalidad, y
98, 169. 1979 [1] DE3: 817. 1981 [3] DE4: por ello es necesario purificar el alma: para
214, 216, 218. 1982 [39] DE4: 355, 357. HS: ser capaz de entrar en contacto con el mun
43-45, 64, 71, 73-75, 84, 121, 164, 197-198, do divino y poder comprender las verdades
237, 250, 378, 390, 396. 1983 [12] DE4: 494, que, de manera ambigua, se revelan en los
502, 507, 548. GSA: 54-55, 180, 265, 324. sueños. Esta purificación preparatoria im
1984 [ 8] CV: 8, 58, 63, 161. HS2: 22, 172. plica, por ejemplo, escuchar música, respi
1988 [5] D E 4: 791-792, 796-797. rar perfumes, etc., pero sobre todo recordar
el día transcurrido, evocar las faltas que se
han cometido y, por medio de este acto de
Pinel, P h ilip p e (1745-1826) memoria, purificarse de ellas (HS, 48-49).
• Foucault insiste también en la exigencia
Acerca de la significación del gesto "libera del silencio o, más precisamente, en la rela
dor" de Pinel y la formación del asilo mo ción escucha-silencio en el pitagorismo. En
derno, véase: Locura. primer lugar, Pitágoras analizaba el aspecto
y la contextura corporal de quienes desea
Philippe P in el [365]: 1954 [2] M M PE : 79, ban ser sus discípulos. Una vez admitidos
111. DE1: 164. 1961 [169] H F: 70-71, 73, en su "secta", les imponía un determinado
111, 114, 120-121, 146, 160, 175-176, 189, tiempo de silencio. Durante este "silencio
199-200, 224, 254, 259, 262, 332, 344, 360, pedagógico" no les estaba permitido siquie
388, 401, 416, 426-427, 461, 466, 473, 482, ra formular preguntas ni tomar apuntes de
492-493, 495-496, 524-525, 531-532, 534, los discursos del maestro. El ejercicio del
553, 570, 573-575, 577, 581-586, 592-598, silencio era, en este sentido, también un
609-611, 613-615, 617-629, 631-633, 635, ejercicio de memoria (HS, 395-396).
637, 641-643, 647, 652-653, 655, 685, 687-
688. 1962 [ 6] M M PS: 84-86, 105. 1963 [55] Pythagorisme [11]: 1982 [ 8] DE4: 304. HS:
DE1: 269-270. N C : 2, 74, 94-95, 101, 110- 43, 47-48, 61, 182, 395, 416. 1984 [3] CV:
114, 128, 132-133, 136, 149, 156-157, 163, 116. HS3: 75.
180-182, 185-188, 193-194, 196-197, 205,
211. 1964 [1 ] DE1: 417. 1966 [2] M C: 242.
1968 [1] DE1: 711. 1969 [4] AS: 46, 55, 189, Platón (-4 2 8 -3 4 7 )
244. 1970 [4 ] D E2: 110, 130, 134. 1972 [1]
DE2: 283. 1974 [103] PP: 4-5, 8, 10-11, 15, Son numerosas las referencias de Foucault
17-19, 21-22, 25, 27-28, 30-31, 37-38, 42, 96, a Platón. A diferencia de cuanto sucede con
106, 110-111, 119-122, 129, 131-132, 137, otros filósofos presentes en su obra, nuestro
139-141, 146, 167-168, 172, 180-182, 189, autor se ha ocupado específica y extensa
191, 194-195, 202, 209, 223-224, 281, 285, mente de varios textos platónicos: E l p o líti
291, 295-296, 310, 330. 1975 [4 ] AN: 49, co, la Apología, el Lajes, la República, el
291, 302. 1977 [2] DE3: 333. 1978 [10] DE3: Alcibiades I. Del primero se sirve para mar
449, 480-481, 492, 497, 520, 633. 1984 [1] car la oposición conceptual entre dos for
DE4: 598. mas de ejercicio del poder: el político y el
pastor. Nos referimos a esa cuestión en el
artículo Poder. De los siguientes se ocupa,
pitagorism o en particular, en sus análisis del concepto de
parresia (véase el artículo correspondiente).
Dos prácticas de sí mismo que provienen del En cuanto al último, el Alcibiades I, a dife
pitagorismo han tenido un importante desa rencia de la mayor parte de los especialistas
rrollo en la tradición del cuidado de sí mis en la materia, Foucault sostiene que se trata
mo: la purificación preparatoria del sueño y de un escrito de Platón (HS, 43). A esta obra
el examen de conciencia. Ambas han tenido está consagrado en gran medida el curso de
una presencia y un desarrollo importantes los años 1981-1982 dictado en el Collége de
en la literatura de la época helenística (en France: L ’Herméneutique du sujet. Más pre
Plutarco, por ejemplo). Para el pitagorismo, cisamente, la primera parte está dedicada a
PLATÓN / PLUTARCO 301
la exposición del tema del cuidado de sí en Platón [1176]: 1954 [4 ] DE1: 88-89, 92.
la filosofía platónica, fundamentalmente en M M PE: 85. 1961 [2] HF: 366. 1962 [1]
Alcibíades 7; el resto del curso, a la tradición M M PS: 96.1963 [1] DE1: 242. 1966 [1] MC:
que inaugura este texto, que se extiende has 70. 1969 [8] AS: 136. DE1: 768, 770, 818.
ta la época helenística y los albores del cris 1970 [10] DE2: 76-78, 98,106, 124.1971 [45]
tianismo en Occidente. Este diálogo pone de DE2: 136-137, 152, 220, 242. LVS: 17, 21, 31-
manifiesto, para Foucault, la tensión funda 32, 36, 39, 49, 52, 55, 62, 65-68, 88, 94, 104,
mental que domina el pensamiento antiguo 121, 125, 139-141, 148, 183, 187, 198, 206,
y el pensamiento europeo acerca del sujeto 213. OD: 17. 1973 [1] DE2: 414. 1974 [13]
(lo que constituye, para nuestro autor, la pa DE2: 521, 549, 568, 570, 634. PP: 236, 254.
radoja del platonismo): la tensión entre co 1975 [1] DE2: 751. 1976 [1] IDS: 154. 1977
nocimiento de la verdad y cuidado de sí [5] DE3: 322, 394-396. 1978 [44] DE3: 533,
(H S, 75-76). • Además de estas referencias 537, 560, 571, 671. STP: 117, 127, 133, 136,
fundamentales a las obras de Platón, varias 139, 142-145, 147-148, 150, 158, 160-161,
de sus obras son citadas con frecuencia en 167, 171-172, 297. 1981 [13] DE4: 141-143,
los volúmenes II y E3 (sobre todo en el II) 176, 213.1982 [197] DE4: 287, 353, 355, 361.
de Histoire de la sexualité: L'Usagé des plai- HS: 6-7, 10, 18, 22-23, 27, 36, 41-43, 46, 49-
sirs y Le Souci de soi. Prácticamente cada 50, 53, 56, 58, 60-65, 67-69, 71-72, 74, 77,
tema importante de H istoire de la sexualité, 80-81, 84, 94, 97, 101-102,104, 118, 120, 139,
esto es, de la ética del cuidado de sí, es 147, 150, 156, 158-159, 161, 163-171, 174-
acompañado por alguna referencia a la 175, 178-179, 182, 185, 188, 191, 195, 201,
obra de Platón. Pero se trata aquí de una 208, 215-216, 234-235, 256, 269-273, 275,
lectura de los textos platónicos que se en 277, 301-302, 313, 319, 323, 329, 335, 363,
cuadra en el marco general de una inter 374-375, 377, 382, 393, 395, 397, 400-401,
pretación de la cultura del cuidado de sí 408-409, 415-417, 435-436, 438-439, 441-443,
mismo. Las referencias más relevantes apa 454, 457, 468.1983 [453] DE4: 385, 388, 390,
recen en relación con los siguientes temas: 396, 399, 403, 407, 470, 492, 551-552. GSA:
la imagen de los afeminados, en Fedro 26, 41, 44, 46, 48-56, 58, 63, 65, 71, 124, 138,
(HS2, 25-26); la relación entre apetito y re 171, 175, 177-179, 181-187, 189-203, 205-211,
presentación, en Filebo (H S2, 52-53); la 213, 215-216, 218-220, 225-261, 263-274,
concepción de la lujuria como enfermedad 277-279, 286, 288-290, 293, 297, 300, 302-
del cuerpo, en Timeo (HS2, 54); los apetitos 303, 307, 309, 311, 314-315, 324-326, 328,
naturales, y entre ellos, los aphrodisia, en 331-332, 344-345. 1984 [361] CV: 13, 22-23,
la República y Las leyes (H S2, 58-61); el 31, 35-36, 45, 48, 52-54, 57-59, 66, 68, 85-88,
ejercicio de la templanza como lucha en e l, 91-92, 94, 97, 105-107, 109, 111-113, 117-119,
orden de los aphrodisia (HS2, 67-70); las 129-131, 134, 142-144,163, 200-201, 204-207,
virtudes fundamentales (sabiduría, coraje, 210-211, 231-232, 251-252, 288, 295. DE4:
justicia, templanza), especialmente en la 563, 613, 621, 624, 627, 694, 699-701, 713,
República y Las leyes (H S2, 75-90); la rela 721-722. HS2: 26-27, 45, 50, 52-55, 58-61, 63,
ción gobierno de sí/gobiemo de los otros 67-68, 70, 72, 75, 77-87, 89, 91, 93-95, 100-
(HS2, 94-95); la función del logos en el 104, 113-114, 116, 118-122, 136-140, 142,
ejercicio de la templanza (HS2, 100-105); 148, 150-152, 161, 184, 186-188, 200-201,
la relación medicina/dietética (HS2, 113- 207-209, 211-212, 214-216, 220-221, 225-226,
114); los peligros de las dietas y la dietética 229-230, 244-246, 253-255, 257-259, 261-262,
en general (HS2, 118-123, 136-140); la re 264, 266-268, 283-284. HS3: 25-26, 58, 64-65,
lación actividad sexual/muerte e inmortali 80, 128, 148, 173, 180, 193, 213-215, 250-251,
dad (HS2, 150-153); la legislación acerca 271-272, 278. 1988 [15] DE4: 786-787, 789,
del matrimonio (HS2, 185-188; HS3, 193- 792-793, 795-797, 799.
194); la erótica, es decir, la relación amoro
sa con los mancebos (H S2, 207-219, 225-
231); el paso del am or por los mancebos al Plutarco (46— 125)
amor por la verdad (HS2, 251-269); la no
ción de cuidado de sí (H S3, 58). La presencia de la obra de Plutarco es fre
cuente e importante en el marco del análisis
302 PLUTARCO / POBLACIÓN
de la cultura clásica del cuidado de sí mis 455-456. 1983 [53] DE4: 385, 387, 417-419,
mo, especialmente en L'Herméneutique du 469, 546, 550. GSA: 46-49, 51-52, 58, 60, 62,
sujet. • El diálogo Sobre el am or es objeto de 64, 68, 71, 171, 175-179, 193, 197, 203, 268,
análisis en Le S ou ci de soi (HS3, 224-242) a 278, 296, 303, 309, 338, 345. 1984 [148] CV:
propósito de la constitución de una nueva 9, 13, 70, 85, 192, 199, 265, 295. DE4: 613,
erótica en la época helenística. "A partir de 713. HS2: 19, 24, 48, 54, 69, 162, 202, 252,
la erótica dualista, atravesada por la cues 284. HS3: 24, 53, 55, 58, 60, 64-65, 70, 74-
tión de lo verdadero y del simulacro, y des 75, 81, 107-110, 113-114, 121-122, 154, 162,
tinada a fundar esencialmente el amor de 174-175, 190, 204, 206, 210-215, 217, 221,
los mancebos, pero al precio de dejar de la 223-224, 226-231, 234-242, 254, 272, 278,
do los aphrodisia [la erótica platónica], se ve 281. 1988 [ 6] DE4: 795-796, 801.
cómo se constituye en Plutarco una nueva
estilística del amor: esta es monista, puesto
que incluye los aphrodisia, pero hace de es población
ta inclusión un criterio que le permite rete
ner sólo el amor conyugal y excluir las rela El mayor problema que la Modernidad plan
ciones con los mancebos a causa de la falta teó a las tecnologías del gobierno ha sido
que les señala; estas ya no pueden tener un la acumulación de individuos. Foucault ha
lugar en esta gran cadena única e integra- dedicado el curso dictado en el Collége de
dora en la que el amor se vivifica con la France en los años 1977-1978 al tema se-
reciprocidad del placer" (HS3, 242). • En guridad-territorio-población. "A través del
L'Hennéneutique du sujet las referencias a análisis específico de los dispositivos de se
Plutarco aparecen a propósito de los si guridad, he tratado de ver cómo aparecen
guientes temas: el origen espartano del con los problemas específicos de la población y,
sejo que proclama "es necesario ocuparse de observando de cerca estos problemas, fui
sí mismo" (H S, 32-33); las prácticas de sí rápidamente conducido al problema del go
mismo (H S, 48-49, 82); el estatuto de la re bierno" (DE3, 635). La expansión demográ
lación de dirección de conciencia (150-151); fica en Europa en el siglo X V Ü I llevó a una
la categoría de salvación (HS, 175-176); la amplia producción teórica en el género "ar
conversión en general y, particularmente, tes de gobernar". Foucault interpreta esta
la conversión de la mirada y la cuestión de situación en términos de "desbloqueo epis
la curiosidad (H S, 210-212); Sobre cóm o se temológico" (DE3, 650). Por un lado, la apa
debe escuchar, en relación con la naturaleza rición de la población como una realidad
ambigua de la audición y la charlatanería específica desplazó el modelo familiar como
(HS, 318-326); los hypomnémata (HS, 344- referencia de las técnicas de gobierno y, por
345); la cólera y la adulación (HS, 357-358); otro lado, condujo a una nueva definición
la actitud del sujeto respecto del futuro y la del concepto de economía o, más simple
noción de estupidez (HS, 446-449). • El tér mente, llevó a la idea de economía política.
mino etho-poiética, que Foucault utiliza pa Hasta ese momento las técnicas de la esta
ra expresar la manera en que el sujeto se dística habían funcionado dentro del cuadro
convierte en sujeto ético, proviene de de la soberanía, es decir, como instrumen
Plutarco (HS2, 19; HS, 227). • 'EnLeCourage to de la administración estatal. Ahora bien,
de la vérité, Foucault utiliza el Dión, de esta estadística administrativa muestra que
Plutarco, para ejemplificar la parresia filosó- los fenómenos de la población tienen su
fico-política (véase: Parresia). propia regularidad, irreductible al modelo
familiar. Muestra, además, que el comporta
Plutarque [317]: 1971 [3 ] LVS: 139, 151, miento de la regularidad propia de la pobla
251. 1978 [1] DE3: 499. 1981 [5] DE4: 217- ción tiene también efectos económicos espe
218. 1982 [101] DE4: 287, 291, 293, 354, cíficos. A partir de ese momento se invierte
356-357, 359-364. H S: 22, 32, 41, 48, 61, 82, la relación, desde el punto de vista del go
94, 97-98, 102, 119, 151, 159-160, 175-176, bierno, entre la familia y la población: la
178-179, 209-212, 218, 220, 227, 235, 314- familia aparece como un elemento dentro
315, 318-320, 324-325, 334-336, 344-345, del fenómeno global de la población. La po
357-358, 375, 407, 413, 418, 446, 449-450, blación se convierte, entonces, en el objetivo
POBLACIÓN / PODER 303
último del gobierno (DE3, 652). Como ex 339, 349, 353, 383-385. 1973 [9 ] DE2: 410,
pusimos en el artículo “Gubemamentalidad", 431, 437-438, 460, 464, 469. 1974 [34] DE2:
la aparición de la población como objetivo 490, 494-495, 499, 509, 524, 529, 531-532,
e instrumento del poder no significa la de 534, 582, 586, 595, 602, 604, 609, 612, 655,
saparición del concepto de soberanía ni se 663. PP: 72, 177, 190, 226-228. 1975 [59]
contrapone al proceso de disciplinarización AN: 41, 43-44, 65, 132, 189, 206, 255, 271,
(de carácter individualizante). Se trata, más 279-280, 293, 301. DE2: 718, 722, 743-744,
bien, de tres fenómenos que es necesario 748, 762, 779. SP: 64, 66, 80, 85-87, 90, 192,
estudiar correlativamente y en sus relacio 200, 213-214, 220, 239, 267, 270, 279, 283,
nes mutuas. La idea de un gobierno de la 286-287. 1976 [110] DE3: 14-16, 18, 21-27,
población fortalece la cuestión del funda 32, 48-49, 62, 66-69, 89, 93, 96. HS1: 35-37,
mento de la soberanía y requiere una pro- 64, 136, 167, 180, 183-185, 193. IDS: 55, 94,
fundización de las disciplinas (DE3, 654). 107-108, 134-135, 142, 161, 178, 213, 216-
• "El descubrimiento de la población es, al 220, 222-228, 230-231, 234. 1977 [59] DE3:
mismo tiempo que el descubrimiento del 152-153, 192, 194, 202, 209-210, 212, 214,
individuo y del cuerpo adiestrable, el otro 216-217, 220-221, 224-227, 286, 288, 292,
gran núcleo tecnológico en tomo al cual los 299, 327, 330, 385-387, 392-394, 403, 417.
procedimientos políticos de Occidente se 1978 [436] DE3: 494, 511, 521, 532, 577,
han transformado” (DE4, 193). Las discipli 631, 635, 643, 645-646, 650-657, 663, 684,
nas han sido las técnicas políticas del cuer 696, 701, 705-706, 715, 719, 721-723. STP:
po individual; la biopolítica ha sido la técni 6, 8, 12-13, 23-24, 27, 29, 31-32, 35, 40, 42-
ca del gobierno de las poblaciones. Véase: 47, 57, 59-60, 62, 64-65, 67-81, 83-85, 87-88,
B iopolítica. • Para Foucault, este concepto 91, 99, 101-102, 107-111, 113, 119-120, 132,
de población que surge a partir del siglo 145, 150, 162, 222, 229, 248, 261, 266, 276,
XVin comporta dos elementos: por un lado, 280, 283-284, 323, 331, 333, 335-336, 340-
la relación número de habitantes/territorio; 341, 345-346, 350, 352-354, 357-365. 1979
por otro, las relaciones de coexistencia que [110] DE3: 727-728, 730-731, 734-740, 746-
se establecen entre los individuos que habi 747, 749, 761, 768-770, 772, 792, 796-800,
tan un mismo territorio (tasa de crecimien 818-819, 824. NB: 7, 16, 18, 24, 26-27, 41,
to, de mortalidad) y sus condiciones de exis 46, 50, 54, 72-74, 8 6 , 97, 100, 103, 126, 132,
tencia (DE3, 730). • Acerca de la relación 146, 160-162, 187, 203, 211-214, 236, 241,
entre la cuestión de la población y el desa 292, 294. 1980 [4] DE4: 21, 56, 60, 96. 1981
rrollo de la medicina, véase: Medicalización. [24] DE4: 143, 149, 154, 159-161, 193-195,
197. 1982 [13] DE4: 226, 231, 261, 265, 267,
r a z ó n d e e s t a d o . El problema de la razón de 274, 339, 342. HS: 110. 1983 [13] DE4: 369,
Estado es la riqueza del Estado y no la po 371, 382, 384, 456, 511. GSA: 23, 248, 268.
blación. En aquella, el problema de la 1984 [11] CV: 21. DE4: 576, 647, 654, 699.
población está sólo implícito (STP, 283- HS2: 239, 277. HS3: 92, 96, 198. 1988 [12]
284). DE4: 815, 826-827.
teoría del poder, si por "teoría" entendemos de Fráncfort tienen que ver precisamente con
una exposición sistemática; más bien, nos las formas de ejercicio del poder que se pre
encontramos con una serie de análisis, en sentan como una extensión asfixiante de los
gran parte históricos, acerca del funciona procesos de racionalización. Para Foucault,
miento del poder. A pesar de ello, es posible la particularidad histórica de las formas po
ofrecer una reconstrucción articulada de es líticas de la Modernidad, no sólo del Estado
tos análisis. Ello constituye el esbozo de la moderno, reside en que en ninguna otra so
filosofía política de Foucault o, para utilizar ciedad encontramos "una combinación tan
una expresión suya, de una "filosofía analí compleja de técnicas de individualización y
tica del poder". En tercer lugar, es necesario de procedimientos de totalización" (DE4,
tener en cuenta que el tema del poder puede 229). "Al lograr combinar estos dos registros
ser abordado -y lo es, de hecho- desde dife -el de la ciudad y el ciudadano y el registro
rentes ángulos y, por lo tanto, la exposición del pastor y el rebaño- en lo que llamamos
de esta problemática aparece en numerosos los Estados modernos, nuestras sociedades
artículos a los cuales remitimos; en espe han revelado ser verdaderamente demonía
cial: Biopoder, Biopolitica, Disciplina, Estado, cas" (DE4, 147). Ahora bien, para Foucault,
G ubem am entalidad, Liberalism o, Parresia, a diferencia de la Escuela de Fráncfort, no
Poder pastoral. se trata de llevar a cabo el proceso de la
razón, sino más bien de analizar racionali
LAS RAZONES DE LA PREGUNTA PO R E L PODER. En dades específicas, la racionalidad de deter
los artículos Episteme y Dispositivo mostra minadas prácticas (las disciplinas, la biopo-
mos las razones "internas", por llamarlas de lítica). Hay varios motivos que determinan
algún modo, por las cuales Foucault es con esta opción teórica y metodológica de
ducido hacia el análisis del poder. La forma Foucault, así como la especificidad de su
ción del saber requiere que se tomen en abordaje del tema del poder. Estos pueden
consideración, además de las prácticas dis dividirse en negativos y positivos. Negativos:
cursivas, las no discursivas; también que se 1) los resultados de trabajos como Histoire
preste particular atención al funcionamien de la folie á l'&ge classique, Les Mots et les
to entrelazado de unas y otras. En efecto, el chases y L'Archéologie du savoir, que, al si
saber y el poder se apoyan y refuerzan mu tuarse en las antípodas de la filosofía de la
tuamente. Ello no significa, como se ha pre historia, muestran la inadecuación de las
tendido concluir a partir de una lectura su categorías totalizadoras para afrontar el
perficial de los trabajos de Foucault, que trabajo histórico; 2) la inadecuación de la
uno pueda reducirse al otro. Al respecto, categoría de represión para dar cuenta de
sostiene el mismo Foucault: "reducir el sa las relaciones de poder; 3) la inadecuación
ber al poder, para hacer del saber la más de los análisis jurídicos y economicistas.
cara del poder, en estructuras en las que el Positivos: 1) la eficacia crítica de la erudi
sujeto no tiene lugar, sólo puede ser una ción histórica; 2) la eficacia de las luchas
pura y simple caricatura" (CV, 10). Por otro específicas (véase: Lucha). • En la primera
lado, es necesario tenerlo particularmente clase del curso Sécurité, territoire, popula-
presente, el análisis del saber y del poder tion, Foucault presenta cinco indicaciones
se orienta en última instancia al análisis de metodológicas: 1) Respecto de los análisis
las prácticas de subjetivación (véanse: llevados a cabo acerca del poder, señala que
Experiencia, Subjetivación). Además de esta no se trata de una teoría general, ni de una
razón interna, la interrogación filosófica por parte ni de un comienzo. 2) Las relaciones
el poder tiene otras motivaciones teóricas y de poder, observa, no son autogenéticas o
políticas. Los fenómenos políticos de la autosuficientes; están entrelazadas con otras
Modernidad (el Estado centralizado, la bu relaciones (de producción, familiares, etcé
rocracia, los campos de concentración, las tera). 3) Respecto de su trabajo, señala que
políticas de salud, etc.) nos ponen ante el pertenece propiamente a la filosofía si se la
problema de la relación entre el proceso de concibe como una política de la verdad. En
racionalización de la Modernidad y las for cuanto tal, la filosofía se ocupa de los efec
mas de ejercicio del poder. Gran parte de las tos de saber que se producen en la sociedad
preocupaciones y de los temas de la Escuela a partir de las luchas y las tácticas de poder.
PODER 3 05
nueva una vieja técnica de poder que había 306-315), "Les Grandes fonctions de la mé-
nacido en las instituciones cristianas: el po decine dans notre société" (DE2, 380-382),
der pastoral" (DE4, 229). La historia del "Théories et institutions pénales" (DE2,
poder desde la perspectiva foucaultiana bus 389-393). 1973: “Á propos de l'enfermement
ca mostrar cómo ha sido posible la integra pénitentiaire" (DE2, 435-445), "La Société
ción del poder pastoral en la forma jurídica punitive" (DE2, 456-470). 1974: "Prisons et
del Estado moderno. Por esta razón, dicha asiles dans le mécanisme du pouvoir" (DE2,
historia plantea la comprensión de la forma 521-525), "Sexualité etpolitique" (DE2, 536-
ción del Estado moderno y, en general, de 537), "La Vérité et les formes juridiques"
las formas modernas del poder mucho más (DE2, 538-646), "Table ronde sur l’expertise
allá de la Aufklarung. El primer capítulo de psychiatrique" (DE2, 664-675), "Le Pouvoir
esta historia está dedicado a la formación psychiatrique" (DE2, 675-686). 1975: "La
del poder pastoral, esto es, a las formas de Politique est la continuation de la guerre
poder que surgen con el cristianismo y, más par d'autres moyens" (DE2, 702-704), "Des
específicamente, con el monaquismo. A par Supplices aux cellules" (DE2, 716-720),
tir de aquí, Foucault pasa al análisis de las "Entretien sur la prison: le livre et sa métho-
reelaboraciones modernas del poder pasto de" (DE2, 740-753), "Pouvoir et corps"
ral, a la formación de las disciplinas moder (DE2, 754-760), "Asiles, sexualité, prisons"
nas y de la biopolítica, es decir, a la apari (DE2, 771-782), "Les Anormaux" (DE2, 822-
ción del biopoder. Es necesario no olvidar 828). 1976: "Les Tetes de la politique" (DE3,
que, por las razones metodológicas que ex 9-13), "La Politique de la santé au XVHIe
plicamos más arriba, para nuestro autor, siécle" (DE3, 13-27), "Crise de la médecine
el estudio del funcionamiento del poder ou crise de l'antimédecine?" (DE3, 40-58),
no puede reducirse al funcionamiento del "L’Extension sociale de la norme" (DE3, 74-
Estado o de la administración. El biopoder 79), "Bio-histoire et bio-politique" (DE3, 95-
no es un concepto aplicable sólo al gobierno 97), "La Fonction politique de rintellectuel"
considerado institucionalmente, sino tam (DE3, 109-114), ‘"II faut défendre la socié-
bién al funcionamiento entrelazado de saber te" (DE3, 124-130). 1977: "L'oeil du
y poder en general en las sociedades moder pouvoir" (D E3, 190-207), "La Naissance de
nas. En realidad, la integración del saber en la médecine sociale" (DE3, 207-228), "Les
el ejercicio del gobierno es una característi Rapports de pouvoir passent á l’intérieur
ca definitoria del Estado moderno (la que des corps" (DE3, 228-236), "Non au sexe roi"
nuestro autor expresa con la idea de Estado (DE3, 256-269), "Enfermement, psychia-
gubemamentalizado). Por ello, los capítulos trie, prison" (D E3, 332-360), "Le Pouvoir,
de la historia del poder en la Modernidad no une béte magnifique" (D E3, 368-382),
se reducen a la historia de las formas polí "Michel Foucault: la sécurité et l'État"
ticas del Estado moderno. Podríamos decir (DE3, 383-388), "La Torture, c’est la rai-
que la historia moderna del poder contiene son" (DE3, 390-398). 1978: "L’Évolution de
cuatro capítulos: disciplina, biopolítica, ra la notion d''individu dangereux’ dans la ps-
zón de Estado y liberalismo. Estos últimos ychiatrie légale du X IX e siécle" (DE3, 443-
dos capítulos analizan formas políticas, pe 464), "Dialogue sur le pouvoir" (DE3, 464-
ro son inseparables de los dos primeros y 477), "L’Incorporation de l’hópital dans la
sólo comprensibles a partir de ellos. Hemos technologie moderne" (DE3, 508-521), "La
dedicado a cada uno de estos capítulos un Société disciplinaire en crise" (DE3, 532-
artículo propio. • A continuación presenta 534), "L a Philosophie analytique de la po
mos una selección cronológica de textos in litique" (DE3, 534-551), "Sexualité et
cluidos en D its et écrits que abordan la cues pouvoir" (DE3, 552-570), "Méthodologie
tión del poder. Ellos completan, a veces a pour la connaissance du monde: comment
manera de resumen, el material de los cur se débarrasser du marxisme" (DE3, 595-
sos en el Collége de France. 1971: "Un 618), "Précisions sur le pouvoir. Réponses á
Probléme m’intéresse depuis longtemps, certaines critiques" (DE3, 625-635), "La
c'est celui du systéme pénal" (DE2, 205- Gouvemementalité" (DE3, 635-657), "Du
209), "La Volonté de savoir" (DE2, 240-244). Bon usage du criminel" (DE3, 657-662), "M.
1972: "Les Intellectuels et le pouvoir" (DE2, Foucault. Conversation sans complexes avec
PODER 309
le philosophe qui analyse les ‘structures du 24, 32, 41, 52, 56, 61, 63, 69, 87, 118, 124,
pouvoir'" (DE3, 669-678), "Sécurité, terri- 126, 138, 145-146, 150, 156, 158, 16o! 163,’
toire et population" (D E 3 , 719-723). 1979: 168, 231, 266, 274. DE1: 732, 740, 744, 753
"La Politique de la santé au X V IIIe siécle" 759, 761-763, 766, 773-774, 796, 801, 804*
(DE3, 725-742), "Naissance de la biopoli- 818, 822, 824. 1970 [11] DE2: 22, 29, 33, 56*,
tique" (DE3, 818-825). 1980: "Du 61, 69, 84, 132. 1971 [359] D E 2 : 13 9 , 148.
Gouvemement des vivants" (DE4, 125-129). 149, 154, 156-157, 173, 187, 192-196, 201,
1981: “Omnes et singulatim : vers une criti 211-212, 217, 224, 226-227, 231-238, 242*.
que de la raison politique" (DE4, 134-161). LVS: 5, 11, 14, 28, 40, 63, 72, 75, 77-79, 88,
1982: "Le Su jet et le pouvoir" (DE4, 222- 93-95, 103, 106-107, 111, 113-115, 117, 12l!
243), "Espace, savoir et pouvoir" (DE4, 270- 124, 127, 129-136, 143, 144-145, 147-149,
285). 1988: "La Technologie politique des 151-158, 160, 166, 168, 171-173, 177, 181-
individus" (DE4, 813-828). 189, 191, 200, 206, 225, 228, 232-241, 243,
245, 247-248, 250-252. O D: 7, 9, 12, 18, 20,
Pouvoir [8589]: 1954 [ 8] DE1: 65, 83, 105- 22-23, 34-36, 40, 48, 57, 71-72. 1972 [206]
106. M M PE : 23, 26, 55. DE1: 169, 171.1961 DE2: 250, 255, 259-261, 272-275, 282, 285,
[158] H F : 16, 20, 35-36, 55, 58, 70, 72-74, 287, 297-298, 300, 305-306, 308-316, 325,
77, 80, 88, 99, 102-103, 105, 125-126, 132, 329, 331, 333, 336-337, 340, 342-345, 347-
146, 149, 158, 161-162, 166, 171, 177, 179, 349, 352, 355, 357, 361, 363-364, 366-368,
185, 190-191, 201, 203-204, 210, 223, 233, 380, 384, 386, 388-392. 1973 [116] DE2:
235, 257, 264, 266, 271, 275, 287, 327, 329, 397, 399, 401-402, 404, 407, 409-411, 413-
336-337, 385, 413, 417, 424, 426, 433, 435- 414, 416-419, 428, 430-440, 444-445, 447-
436, 442-443, 445, 461, 471, 485, 490, 503, 448, 451-458, 462, 464-466, 469-470. 1974
508, 510, 527, 532, 542, 550, 554-555, 557, [1274] DE2: 471, 493, 495-497, 499-506,
560, 568, 574, 577, 583-586, 590-592, 599- 509-512, 514, 517, 521, 523, 528-529, 533-
600, 606, 610-611, 618-619, 624, 627-630, 535, 537, 544, 546-547, 549-550, 554-556,
638-640, 658, 669-670. IAK : 22-23, 29-30, 560, 562-572, 578-586, 588-589, 593-609,
34, 44-45, 47-48, 57, 60, 63, 66, 74.1962 [17] 615-616, 618-620, 622-626, 632-636, 638-
DE1: 177, 184-185, 192, 196, 199-201, 208- 645, 651-656, 658, 660-663, 665, 668, 671-
209, 212, 214, 220. M M P S : 23, 26, 55, 80. 673, 675-676, 678-686. PP: 3-8, 10, 13-18,
1963 [56] DE1: 238, 245, 250-251, 253, 255, 21, 23-25, 27-30, 32-34, 36, 41-44, 47-50, 52-
259, 272, 279-280. N C : DÍ-XI, 2, 29, 48-49, 61, 65, 73, 75-84, 86, 92-93, 95-104, 107,
58, 60, 63-67, 70, 77, 85, 88, 97, 109, 126, 112-114, 116-117, 123, 126-127, 131-138,
146,170, 173, 186. RR: 13, 17, 38-39, 45,75, 143-153, 155, 160-165, 168, 170-176, 179-
80, 97, 99-100, 124, 129, 139, 151-152, 154, ' 189, 191, 194, 196, 198-201, 208, 212-217,
172, 174, 208.1964 [12] DE1: 302, 309, 312, 219-220, 230, 233-235, 237-239, 246, 249-
333, 336, 362, 402, 411, 414, 419, 434.1965 253, 255-257, 264-265, 269-271, 276-277,
[3 ] DE1: 442, 472. 1966 [155] C U H : 17-18. 279, 281-290, 299, 304-305, 309-310, 313-
DE1: 482, 484, 486-487, 494, 499, 501, 518, 318, 322, 329, 332.1975 [1258] AN: 3-4, 7,
523-524, 526, 528-529, 532-533, 536-539, 9, 11-15, 17-18, 24-26, 29, 31, 33-34, 36-40,
546, 555-557. MC: 7-8, 34, 36, 38-39, 45, 54, 42-48, 50, 53-54, 56-58, 65, 70, 74-88, 91-94,
56, 62-64, 74-75, 78, 80, 83-84, 89, 92-93, 96, 96, 101, 105-109, 111-117, 119-120, 122-131,
99-100, 110-111, 113-114, 120-121, 127, 129- 135, 142, 144-145, 147-149, 152, 157, 160-
130, 132, 139-140, 162, 170, 180-181, 183- 165, 167-168, 175, 179-180, 187-193, 196,
184, 186-189, 191-192, 194, 196-197, 201- 199-202, 206-207, 210, 215, 217, 226, 231-
202, 213-215, 235, 238, 241, 245, 248, 232, 234-236, 239-243, 250, 253, 259-260,
250-252, 257, 259, 265-268, 273-274, 292- 264-265, 267, 270-271, 274-275, 279, 283,
293, 302-303, 305, 307-308, 313, 320-321, 287, 290-292, 295-296, 298-299, 302. DE2:
324, 330, 333, 341, 343-345, 347-348, 351, 688-689, 691, 694, 696-698, 703, 705, 710,
360-361, 363.1967 [13] DE1: 564, 570, 573, 715-722, 724, 726-731, 734-739, 741-743,
575, 589, 591, 598-599, 603. DFA: 18. PM : 747, 751-760, 764, 771-773, 776-781, 786,
29, 45. 1968 [32] DE1: 624-628, 630, 639- 790-794, 796-800, 802-803, 805-806, 809,
640, 645, 648-649, 658, 674, 680-681, 688, 811-817, 821, 826-828. SP: 26-28>30-35, 37,
695, 699, 722-723, 727.1969 [55] AS: 17-18, 39-40, 42, 45, 51-54, 57-64, 66-68, 70-72, 75-
310 PODER
76, 80-85, 90-92, 94-97, 99, 101, 103-108, 29, 34, 37, 39-40, 46, 50, 54, 60-61, 63, 67-68,
111, 113, 118, 121-122, 130, 132-134, 138- 73-75, 77, 79, 83-84, 87-88, 92, 95, 105, 112,
142, 145, 150-151, 154-155, 157-158, 162- 115-116, 118, 121, 135-137, 139-140, 142,
164, 172-174, 176-177, 179, 181, 185-211, 144-146, 149-150, 172-173, 175, 177, 179,
215-228, 233-234, 238, 240, 242, 245-246, 182-184, 189, 191-192, 195, 202-203, 207-
250, 252, 258-260, 266, 271, 274, 276, 278, 208, 215, 230, 235-236, 240, 242, 249, 252-
283, 285-286, 288-290, 295-296, 302-303, 254, 258, 261, 264, 271, 273-274, 280, 284-
306-315. 1976 [1205] DE3: 8-11, 13, 16, 18, 285, 288-289, 295-297, 299-302, 306-309,
21-24, 26-40, 47, 50, 58-60, 63, 65-68, 70, 312, 314-315, 318-319. 1980 [95] DE4: 10-
73-78, 83, 87, 90-95, 103-106, 110-114, 124- 11, 16-19, 25, 29, 31, 38, 40-41, 46, 62-63,
126, 129. HS1: 12-13, 15-21, 26-27, 33, 35, 73, 79, 82-87, 89-93, 103, 105, 107, 109, 119,
42, 44-45, 57-58, 60-62, 64-67, 78-81, 83, 87- 124, 126. 1981 [226] DE4: 135-144, 147-150,
89, 92-94, 96-98, 104, 107-137, 139-144, 163- 152, 156-157, 159-161, 165, 171, 178, 180-
164, 168, 175, 177-201, 204-211. IDS: 3-4, 195, 197-202, 205-207, 210, 214-215. 1982
10-19, 21-43, 48, 50-51, 53, 58-64, 67-69, 73, [397] DE4: 222-243, 266, 269-270, 274, 277-
75-77, 80-84, 86-87, 89-97, 102, 104-109, 278, 282, 284, 287, 295, 309-311, 317-318,
111-120, 127, 129, 131-137, 139, 141, 143- 328, 340, 345, 355, 358-359. HS: 9, 17, 29,
146, 149-151, 155-161, 164-165, 167, 169, 33, 35, 37, 40, 43-45, 53, 57, 60, 68, 71, 80,
175-179, 181-183, 185-186, 188-189, 195, 84, 86, 97, 109, 113, 115, 122, 128, 139, 143,
197, 199-200, 203, 206-207, 212-216, 218- 145, 147, 152, 158, 165, 168-169, 173, 176,
223, 225-234. 1977 [830] DE3: 134-160, 182, 191-192, 198, 201, 210, 213, 218, 227,
165-192, 194-195, 197-206, 210, 212-218, 231-232, 241-242, 257, 264, 267, 271, 278,
221, 223-224, 228-234, 240-253, 257-259, 283, 285, 290, 293, 295, 298, 310-313, 343,
262-265, 267-269, 271, 284-285, 289, 300- 345-346, 355,357-362, 364-366, 370, 375,
306, 308-311, 324, 326-328, 330, 332, 337, 410, 412, 421, 426, 431, 439-440,444, 446,
344-345, 347-349, 362-364, 366-368, 374- 450-451, 458-459. 1983 [394] DE4: 368, 370,
375, 377-379, 382, 385-388, 390-393, 395- 374-376, 386, 393, 395, 398, 408-409, 419,
397, 399-402, 404-408, 410, 414-415, 417, 423, 430, 444, 449-454, 457-458,463, 467,
420-425, 427. 1978 [958] DE3: 437, 441, 475, 491, 497-499, 502, 504-505, 507, 509,
449-452, 454, 464-467, 469-470, 472-475, 511-513, 522, 524, 526, 531, 535-536, 540-
481, 486-488, 492, 496, 506, 514-520, 522- 541, 545, 552, 554. GSA: 3, 6-8, 23, 29, 41-
524, 526-543, 545-552, 556-557, 560-563, 43, 49-51, 60, 67, 69, 76-78, 80-81, 86-88,
565-569, 573, 575-577, 581, 583-587, 592- 91-94, 96-102, 105-108, 125-126, 130, 134-
594, 600-602, 607-608, 611, 613, 615-616, 135, 138-141, 143-144, 146-154, 157, 159,
618, 620, 622, 624-632, 635, 639, 641-643, 161-162, 168, 172-173, 177, 179-182, 185-
645, 649, 653, 655-656, 662, 664-666, 669- 187, 190, 197-201, 203, 205-206, 209-211,
670, 672-673, 679-683, 687-688, 690-691, 215, 217-218, 222, 229, 236, 243-245, 248-
694-695, 701, 703, 705, 709, 717-720, 722. 250, 252, 254, 260, 263-266, 268-269, 271-
STP: 3-5, 8, 12-13, 19-21, 23-26, 28, 31, 35- 273, 276, 280, 282, 287-288, 293-294, 303,
36, 38-41, 44, 46, 50, 57, 60, 62, 66-69, 74, 305-306, 311, 315-317, 319, 321, 323-324,
77-78, 80-82, 86, 88, 91, 95, 97-99, 101, 104- 331, 335, 339-340. 1984 [483] CV: 6, 10, 13,
106, 110-113, 116, 119-124, 127-135, 137, 15, 20, 30, 34, 46, 48-50, 54-55, 57-59, 61-65,
139, 141-144, 146-147, 149-153, 157-159, 70, 102, 117, 121, 127, 133, 135, 148, 151,
164, 167-169, 171, 173, 180, 183, 186-188, 153, 158, 180, 182, 214, 236, 241, 248, 251,
190, 195-199, 202-206, 208, 211-214, 216- 254-257, 262-263, 265, 271, 273, 276-277,
217, 219-221, 229, 235-238, 240, 248, 252- 282, 284, 288, 291, 293-294, 307. DE4: 565-
253, 262, 265, 268, 270^271, 274, 280-281, 566, 575-577, 582-583, 585-586, 588-590,
287, 293-294, 299, 307-308, 316, 320, 328, 593, 596, 615, 617-618, 620-623, 629, 635-
334-335, 341, 343-344, 347-348, 355, 359, 639, 641, 643, 645, 649, 654, 660, 662-663,
361-362, 364-366, 368, 370. 1979 [2 4 6 ]DE3: 667, 676, 678, 693-694, 697-699, 704, 707-
724, 729, 734-739, 744-745, 747-748, 754- 708, 710-711, 714-730, 732-733, 735, 740-
757, 760, 762, 769, 771-772, 775, 777, 784, 743, 746-747, 749-751, 758. HS2: 10-12, 17,
786-787, 791-794, 797-799, 803-804, 813, 27, 29-30, 60, 78-79, 82-83, 85, 88, 91, 93-97,
815-816, 822, 824. N B : 9-11, 15-19, 21-23, 99, 106, 120, 141, 148-149, 154, 162, 167-
PODER / PODER PASTORAL 311
168, 170, 185, 188-193, 197-199, 201, 216, 2) Mientras que los dioses griegos se carac
218-219, 234, 237-239, 241, 247-248, 252, terizan por su potencia resplandeciente, el
257, 267, 275-277. H S3: 17, 22, 33, 54, 63, poder del pastor es bienhechor. Es un poder
79-83, 102-111, 113-116, 121-122, 124, 145, que vigila y cuida. 3) Por último, el poder
158, 173, 188, 191, 208, 220, 227, 247, 254, pastoral es individualizante, es decir, se ejer
261.1985 [2 ] DE4: 766, 775. 1988 [20] DE4: ce sobre el rebaño en su conjunto, pero tam
777, 782-783, 785, 790, 801, 807, 812, 818, bién sobre cada oveja en particular: omnes
820-822, 826-827. et singulatim, sobre todos y cada uno. "La
Iglesia cristiana coaguló todos estos temas
del poder pastoral en mecanismos precisos
poder pastoral e instituciones definidas. Organizó realmen
te un poder pastoral a la vez específico y
Para comprender las formas y el alcance del autónomo. Implantó los dispositivos dentro
análisis foucaultiano del poder pastoral es del Imperio Romano y organizó, en el cora
necesario tener en cuenta, en primer lugar, zón de este, un tipo de poder que no había
que, para llevar a cabo este análisis, Foucault conocido, creo, ninguna otra civilización.
se sirve de un esquema conceptual que hun [...] Esta forma de poder, tan característica
de sus raíces en la Antigüedad griega y ju- de Occidente, tan única, creo, en toda la his
deocristiana: la oposición entre el pastor y toria de las civilizaciones, nació o al menos
el p olítico. En segundo lugar, que es condu tomó como modelo el pastorado, la política
cido hacia la cuestión del pastorado a partir considerada como una cuestión de pastora-
de la noción de gobierno. Y en tercer lugar, do" (STP, 133-134).
que su tesis es que las formas de racionali
dad del poder en el Estado moderno son una LA IM AGEN D EL PASTOR EN LA LITERATURA GRIEGA,
apropiación-transformación de las prácticas p l a t ó n . La imagen del pastor utilizada para
del poder pastoral. Más precisamente, la es ejemplificar la relación entre el soberano y
pecificidad del Estado consiste en haber in sus súbditos se encuentra presente en la li
tegrado en una forma jurídica nueva las teratura griega: en el vocabulario homérico,
técnicas individualizantes del poder pasto en la tradición pitagórica, a partir de la re
ral (DE4, 229). lación etimológica entre nomos (ley) y no-
méus (pastor), y en la literatura política clá
GOBIERNO DE LOS HOMBRES. Hasta el Siglo XVI sica. Respecto de esta última, en realidad, la
los términos "gobernar" y "gobierno" no te metáfora del pastor está prácticamente au
nían el sentido estatal que adquieren a par sente, excepto en Platón (STP, 142). Ella
tir de entonces: "Quienes son gobernados' domina, en efecto, su diálogo titulado E l po
pues, inicial y fundamentalmente, al menos lítico. Ahora bien, si dejamos de lado este
a través de estas primeras localizaciones diálogo, encontramos tres usos de la metá
[del término], son los hombres" (STP, 126). fora del pastor en los otros textos platóni
La idea de un gobierno de los hombres, se cos: los dioses son pastores, los magistrados
ñala Foucault, no es una idea griega, sino son pastores, el buen magistrado es como
que es necesario rastrearla en el Oriente pre un pastor. Al respecto, Foucault observa
cristiano, primero, y el Oriente cristiano, que, en primer lugar, el magistrado-pastor
después. El gobierno de los hombres, enten que aparece en Las leyes es un magistrado
dido como poder pastoral, es decir, a partir subordinado, no es el fundador de la ciudad
de la relación entre el pastor y el rebaño, es ni el que le ha dado sus leyes esenciales; en
esencialmente, tal como lo encontramos en segundo lugar, que, en la República, la ima
la tradición judía, un poder de tipo religio gen del magistrado-pastor es presentada co
so. Al respecto, Foucault señala tres diferen mo una caricatura. Ahora bien, en E l p olíti
cias fundamentales con la cultura griega: co es precisamente el político quien aparece
1) Para los judíos, esta form a de poder no como un pastor. Ya no se trata sólo de los
se ejerce sobre un territorio, sino sobre los dioses, como al inicio del diálogo, ni de un
hombres, sobre una multitud en movi magistrado subordinado. La estrategia dis
miento. El dios griego, en cambio, es un cursiva de Platón consiste, sin embargo, en
dios territorial, intram uros, de la ciudad. deshacerse de esta imagen común, difundí-
312 PODER PASTORAL
sentido, tamtáén el acceso personal a la cia global del poder pastoral al Estado, sino
Escritura, a la Biblia, sin la intermediación de una transformación del problema de la
de los pastores, ha sido una forma de resis conducción en términos privados, en el
tencia. Por último, también la escatología, campo de la filosofía, y en términos públi
con la esperanza en el advenimiento de un cos, en el de la política. Foucault estudia
verdadero pastor, ha sido una manera de esta apropiación-transformación a través de
rechazar a los pastores de las instituciones la razón del Estado y el liberalismo. • “Es
religiosas. “Es decir que el cristianismo, en muy significativo que la crítica política haya
su organización pastoral real, no es una re cuestionado al Estado por ser simultánea
ligión ascética, de la comunidad, de la mís mente un factor de individualización y un
tica, de la Escritura y, evidentemente, tam principio totalitario. Basta observar la ra
poco de la escatología” (STP, 218). • Tres cionalidad del Estado naciente y ver cuál fue
observaciones al respecto son necesarias. su primer proyecto de policía para darse
1) N o hay que suponer que primero se ins cuenta de que, desde el comienzo, el Estado
tauró el pastorado y luego vinieron las con fue individualizante y totalitario. Oponerle
traconductas. El pastorado mismo fue una al individuo y sus intereses es tan arriesgado
reacción contra una form a de contracon como oponerle la comunidad y sus exigen
ducta, la gnosis, pues existe “una correla cias. La racionalidad política se ha desarro
ción inmediata y fundacional entre conduc llado e impuesto a lo largo de la historia de
ta y contraconducta” (S T P , 199). 2) Estas las sociedades occidentales. Se enraizó, pri
formas de resistencia tienen su propia es mero, en la idea de poder pastoral, luego en
pecificidad, pero no son autónomas; se la razón de Estado. La individualización y
entrelazan con las luchas políticas y eco la totalización son efectos inevitables. La
nómicas. 3) Luego de la época de oro del liberación no puede venir del cuestiona-
pastorado cristiano, que se extiende de los miento a uno u otro de sus efectos, sino
siglós X -X I a los siglos XVI-XVII, cuando de las raíces mismas de la racionalidad
las formas del gobierno pastoral pasan a política” (DE4, 161). • Véanse: Biopoder,
formar parte del Estado, las modalidades Biopolítica, Disciplina, Estado, Liberalismo,
de contraconducta ya no serán contra la Nomza, Policía, Razón de Estado.
institución religiosa, sino contra las insti
tuciones políticas (los objetores de concien P o u v o ir pastoral [109]: 1978 [80] DE3: 548
cia, las sociedades secretas, las resistencias 549, 561-562, 566, 587, 719. STP: 119, 128,
a la medicalización). 130-133, 139, 152-153, 157-159, 167-169,
173, 183, 187, 195, 198, 205, 208, 211, 214,
individualización, subjetividad. Las contra 216-217, 219-220, 240. 1979 [1] DE3: 804.
conductas no persiguen deshacerse del pas- 1980 [1] DE4: 40. 1981 [8] DE4: 137, 139,
torado, del hecho de que los hombres sean 141, 144, 148-149, 161. 1982 [13] DE4: 229
gobernados de manera individualizante, si 231. HS: 44, 60. 1983 [3 ] DE4: 409, 545.
no que pretenden que sean gobernados de 1984 [3] CV: 6. DE4: 629. HS2: 17.
otra manera, de mejor manera. En este sen
tido, observa Foucault, es necesario tener en
cuenta que, en Occidente, no se llega a ser policía
individuo sino a través de estos procesos de
subjetivación que toman forma en las prác Junto con el nuevo aparato diplomático-
ticas del gobierno. “Hay que convertirse en militar que comienza a configurarse a lo
sujeto para convertirse en individuo (en to largo de los siglos X V II y XVIII, la policía
dos los sentidos de la palabra 'sujeto')” constituye el otro gran eje de la práctica
(S T P , 237). gubernamental de la razón de Estado (véa
se el artículo correspondiente). En térmi
estado moderno. En el siglo ^XVI, en la época nos actuales, el primero se ocupa de la
de la Reforma y de la Contrarreforma, asis política exterior y la segunda, de la política
timos a una profunda transformación del interior (STP, 321). • Hacia finales del siglo
pastorado cristiano; no se trata de una de X V I y comienzos del XVII, el término “po
saparición, pero tampoco de una transferen licía" adquiere este nuevo sentido. Una se
314 POLICIA
rie de autores dan cuenta de ello: Louis los hombres. Creo que este es el hecho fun
Turquet de Mayeme, Peter K. W. von damental del siglo X V II" (STP, 346).
Hohenthal, Johann von Justi. Según la de
finición que nos brinda este último, se tra Aunque la policía
d e r e c h o , g o lp e d e es ta d o .
ta del conjunto de "leyes y reglamentos que establece nuevos objetos de intervención po
conciernen al interior de un Estado y que lítica, sus métodos son, sin embargo, tradi
se ocupan de afirmar y de aumentar la po cionales: es el poder del rey que actúa direc
tencia de este Estado, de hacer un buen uso tamente sobre sus súbditos de manera no
de sus fuerzas” (STP, 321). • Según Turquet judicial (STP, 347).
de Mayerne, todo buen gobierno debe tener
cuatro grandes oficiales: un canciller que Pólice [1034]: 1954 [1] M M P E : 81. DE1:
se ocupe de la justicia, un encargado del 168. 1961 [63] HF: 16, 72-73, 89-91, 103,
ejército, un superintendente al frente de las 107-108, 111, 121, 123-124, 128, 131, 136,
finanzas y un conservador y reformador 139, 141, 150, 152, 170, 176, 181, 447, 496-
general de la policía (STP, 327). Las fun 498, 503, 527-528, 548, 554-556, 620, 667-
ciones de este último son: ocuparse de la 669, 681-683, 687. 1963 [11] NC: 25-26, 30,
instrucción de los niños y los jóvenes, de 45, 78-79,206, 208.1966 [1] DE1: 531.1969
los pobres, de la salud pública, de los acci [2 ] DE1: 762, 766. 1970 [4 ] DE2: 24, 108,
dentes, de las normas del comercio y de la 134. 1971 [38] D E 2 : 174, 194, 198-203, 206-
fabricación, de los bienes inmobiliarios, 208, 223, 228, 232. LVS: 40. OD: 37. 1972
etc. La finalidad de este funcionario es, en [33] DE2: 283, 298, 317, 328-331, 334-335,
definitiva, la actividad del hombre en rela 340, 343, 351, 353, 358, 366, 383-384. 1973
ción con el Estado y su control (STP, 329- [15] DE2: 395, 398, 419, 437-439, 446, 452,
330). • Según la recopilación de normas de 455-456, 465, 469. 1974 [46] DE2: 496, 502-
policía en tres volúmenes llevada a cabo 503, 522, 526, 531-532, 593, 596, 598, 600,
por Nicolás Delamare, la policía debe ocu 604-605, 609, 654. PP: 37-38, 41, 52, 56, 62,
parse de los siguientes dominios: la reli 92, 97, 112, 117, 167, 194, 226, 262. 1975
gión, las costumbres, la salud y las subsis [109] AN: 11, 35, 53, 81, 118, 144, 153, 257.
tencias, las ciencias.y las artes liberales, el DE2: 687, 689-690, 701, 716, 718, 724, 729-
comercio, las manufacturas y las artes me 730, 744, 746-748, 761, 775, 795, 810. SP:
cánicas, los domésticos y los obreros ma 53, 63, 81-82, 88, 90, 99, 117, 119, 121-122,
nuales, el teatro y los juegos, y el cuidado 124-125, 130, 144-145, 214-217, 262-264,
de los pobres (STP, 342). Foucault señala 272, 283-288, 291, 313. 1976 [33] DE3: 7,
que esta multiplicidad de objetos concier 17, 34, 36, 68-69, 93-94, 120. HS1: 26, 35-36,
ne, por un lado, a los problemas urbanos, 39, 185. IDS: 29, 72, 162, 167, 223. 1977
a la ciudad, y, por otro, al mercado, al in [51] DE3: 149, 151, 182, 211-213, 215, 220-
tercambio de bienes y las condiciones de 221, 243, 246, 248, 250, 325, 333, 339, 341-
circulación (STP, 344). Desde esta perspec 342, 361, 366, 389, 394, 397, 406-407, 415-
tiva, se comprende cómo la práctica guber 417.1978 [419] DE3: 496, 632, 641,657-659,
namental de la policía estaba estrechamen 666, 668, 679, 683, 687, 696-697, 701, 712,
te asociada a la forma de racionalidad 714-715, 721-722. STP: 46, 51-53, 55, 60-61,
política propia del mercantilismo, que pro 84, 98, 113, 115, 126, 225, 284, 304, 311,
ponía, para el Estado, la población más 314, 317, 319-358, 360-362, 366-369. 1979
numerosa posible, enteramente ocupada y [84] DE3: 730-731, 741-742, 747-748, 757,
con los salarios más bajos posible, para po 760, 770, 778, 795-796, 816-817, 825. N B : 3,
der exportar a precios lo más competitivos 7-11, 16, 20, 38, 49, 53-54, 57, 61-62, 73, 88,
posible. En pocas palabras, estaba estre 93-94, 105-106, 110, 165, 174-175, 184, 187,
chamente asociada a esa forma de raciona 269, 287, 309, 319. 1980 [2] DE4: 78, 86.
lidad política cuyo objetivo fundamental 1981 [48] DE4: 130, 150, 153-159, 161, 203.
era el fomento del comercio como técnica 1982 [27] DE4: 230, 270-273, 275, 318, 336-
de importación de moneda. "No quiero de 337, 352. 1984 [4] DE4: 640, 667, 744, 762.
cir que en este momento nació la ciudad- 1988 [43] DE4: 781, 816, 820-826.
mercado, sino que se convirtió en el mode
lo de intervención estatal sobre la vida de
POSITIVIDAD / PRÁCTICA
3 15
actúan en este sistema de prácticas: aquello miento, como sujeto ético o jurídico, como
que Foucault denomina “juego estratégico” sujeto consciente de sí y de los otros. En
(DE4, 576). 2) Sistematicidad: Estas investi este sentido, el pensamiento es considerado
gaciones exigen, además, que se contemple como la forma misma de la acción, como la
sistemáticamente el dominio de las prácti acción en la medida en que esta implica el
cas, es decir, que se tome en consideración juego de lo verdadero y de lo falso, la acep
el eje del saber (las prácticas discursivas), tación o el rechazo de la regla, la relación
del poder (las relaciones con los otros) y de consigo mismo y con los otros” (DE4, 579-
la ética (las relaciones del sujeto consigo 580). • En síntesis, podemos decir que
mismo) en lo que tienen de específico y en Foucault entiende por prácticas la raciona
su entrelazamiento. 3) Generalidad'. Por úl lidad o la regularidad que organiza lo que
timo, las prácticas que Foucault estudia (las los hombres hacen ("sistemas de acción en
relaciones entre razón y locura, enfermedad la medida en que están habitados por el pen
y salud, crimen y ley) poseen un carácter samiento”) (DE4, 580), que tiene un carác
recurrente. Sin embargo, no hay que inter ter sistemático (saber, poder, ética) y general
pretar esta generalidad o recurrencia como (recurrente), y que por ello constituye una
si se tratara de una realidad metahistórica "experiencia” o un "pensamiento”.
cuya permanencia y variaciones habría que
reconstruir a través de la historia. La gene Pratique [2556]: 1954 [ 8] M M PE : 4, 15-16,
ralidad de las prácticas es en sí misma una 79-81, 110-111. 1957 [60] DE1: 121, 136,
configuración histórica singular (DE4, 577). 139, 141, 146-156, 158. 1961 [148] H F : 21,
En este sentido, Foucault se refiere a una 25, 59, 76, 80, 87, 103, 128-129, 131, 145,
"reducción nominalista de la antropología 151-152, 154, 158-159, 161, 165, 167-168,
filosófica” (DE4, 579). • Un segundo texto 171-174, 177, 179-180, 183-185, 192, 208,
relevante es la introducción a L'Usage des 210-211, 215, 217-218, 220, 223-228, 244-
plaisirs, el segundo volumen de Histoire de 245, 258, 261-263, 277, 280, 282-283, 285,
la sexualité. La historia de la sexualidad no 291, 317, 330-331, 333, 344, 348, 351, 354,
es una historia ni de los comportamientos 358, 363, 375, 386-387, 390-392, 397, 400-
ni de las representaciones, sino de una ex 401, .403-404, 410-412, 421, 453, 497, 507,
periencia, "si se entiende por ‘experiencia’ la 523, 526, 533, 556, 580, 587, 626-630, 641,
correlación entre dominios de saber, tipos 682, 684-686. IA K : 21-22, 26, 29, 32-33, 36,
de normatividad y formas de subjetividad 46, 53, 60-61, 63, 65-66. 1962 [17] M M PS:
en una cultura” (H S2, 10). • E l tercer texto 4, 15-16, 105. 1963 [56] DE1: 232, 269. NC:
a considerar es la introducción general a Di, 2-5, 14-16, 30, 33, 35, 44, 46-48, 50-51,
Histoire de la sexualité, "Préface á YHistoire 54-55, 57-58, 62, 68-71,75, 78-79, 81-82, 84,
de la sexualité" (D E 4, 578-584). Aquí, 90, 92-93, 98, 105, 111, 113, 115, 127, 167,
Foucault interpreta el análisis histórico de 184, 188, 205, 208, 210-212. RR: 203.1964
las formas de experiencia en términos de [4] DE1: 372, 390, 416, 429. 1965 [2 ] DE1:
"pensamiento”. "Por ‘pensamiento’ entiendo 455-456. 1966 [26] DE1: 498, 541, 557, 559-
lo que instaura, en diferentes formas posi 560. MC: 7, 12, 99, 179, 185, 187, 208, 216,
bles, el juego de lo verdadero y de lo falso y, 218-219, 281, 308, 356, 387, 389. 1967 [5]
en consecuencia, constituye al ser humano DE1: 580-581, 590, 597. 1968 [51] DE1:
como sujeto de conocimiento; lo que funda 633, 651, 655, 658-659, 679, 683, 687-695,
la aceptación o el rechazo de la regla y cons 699-700, 707, 722-723. 1969 [131] AS: 17,
tituye al ser humano como sujeto social o 19, 22,24,46, 57, 63, 65-66, 68, 70-71,73-74,
jurídico; lo que instaura la relación consigo 83, 90-91, 96, 98-99, 101,106, 153, 160, 168,
mismo y con los otros y constituye al ser 171-172, 189-190, 202-204, 206, 212-215,
humano como sujeto ético. Así entendido, 221, 227-228, 230, 233-235, 237-240, 242-
no hay que buscar el pensamiento en las 247, 249, 251-255, 261, 266, 272-274. DE1:
formulaciones teóricas, como las de la filo 753-754, 758, 763, 772, 775-778, 783, 785,
sofía o la ciencia; este puede y debe ser ana 787, 792, 801, 827, 843, 845. 1970 [9 ]D E 2 :
lizado en todas las maneras de decir, de 8, 20, 31, 51, 80, 119, 122, 134. 1971 [78]
hacer, de conducirse, en las que el individuo DE2: 147, 158, 163, 166, 168, 170, 176, 183,
se manifiesta y obra como sujeto de conoci 207-209, 211, 213-214, 217, 219, 225, 227,
PRÁCTICA 317
241, 244. LVS:37, 43, 55, 58, 62, 67, 69, 82 278, 281-282, 287, 293, 297, 313, 324, 326
83, 87-89, 91, 93, 97, 100, 102, 104-105, 112, 327, 341-343, 345, 349, 354, 359, 361-362,
114, 128-130, 143, 166, 170, 173, 179, 207, 366. 1979 [124] DE3: 726-727, 729, 749,
231, 233. OD: 35, 55, 62-63, 66, 71. 1972 758, 762, 764, 795-796, 805, 808, 811, 813,
[49] DE2: 248, 257-258, 268,' 271, 282-283, 818-823. N B: 4-7, 9-10, 12-15, 17-19, 23-24,
297, 307-309, 317, 319-320, 338, 344-346, 30-31, 33-36, 38, 41-42, 54-55, 57, 60-61, 63,
350, 352, 358, 360, 362, 369, 376, 380-381, 65, 70, 81, 87, 91, 131-13.2, 136, 143, 151
390-393. 1973 [12] DE2: 397, 407, 422, 437, 153, 176, 184, 218, 254, 271, 273, 284, 296,
445, 457, 462-464, 466, 468-469. 1974 [248] 299-300, 314, 320. 1980 [34] DE4: 13, 15,
DE2: 474, 481-482, 518, 524, 529-530, 536, 18, 21-22, 24, 26-27, 29-30, 36, 40, 46-47, 51,
540-541, 556, 573, 577, 582, 585-586, 591 54, 60, 67-68, 77, 126-127. 1981 [16] DE4:
592, 594-596, 602-603, 607-608, 619, 623, 133, 148-149, 152, 169-170, 173, 178, 202,
631-632, 634-638, 640-641, 644-645, 661 204, 207-209, 215-216. 1982 [344] DE4:
662, 664, 667, 673-674, 676, 678, 680-681, 221-222, 224-225, 246, 275-277, 281, 285,
685-686. PP: 8-10, 13-15, 17-18, 21, 27-30, 287, 293, 306, 309-310, 318, 328, 331-332,
32-33, 35-36, 52, 54, 66, 68-69, 71, 75, 88, 335-336, 354, 357-358, 361-363, 365. H S: 4,
100, 102, 105-107, 113, 117, 123, 125, 127 16, 18, 32, 44, 46-50, 56, 59, 73-74, 79-80,
128, 131-134, 137, 148, 156, 158, 164, 168, 83, 85-96, 104-106, 108-111, 113-115, 117,
170-172, 175, 177-178, 183, 189-190, 196 121-123, 125-126, 131-133, 138-139, 144,
199, 205, 209, 212-214, 217-218, 221, 225, 147-151, 155-156, 158, 163-164, 166, 170,
233-236, 238-239, 241-242, 244-245, 248 173, 175, 180, 183, 192, 197, 199-202, 205,
250, 255, 257, 259, 261, 265, 267, 269, 272, 207, 209, 213, 217, 220, 228-229, 233, 235,
278-280, 285-287, 289, 294, 297-299, 307, 239, 243, 245, 249, 284, 286, 301-305, 313,
314, 319, 329. 1975 [174] AN: 7-11, 14-15, 315-317, 319, 323-324, 338-340, 342, 344
19, 22-23, 30-31, 35-36, 38-41, 52, 55-57, 59, 345, 347, 349, 352, 358, 363, 367, 369, 371
63, 65, 91, 95, 102, 123, 128, 130, 148-149, 375, 377, 386, 395, 398-399, 402-403, 407,
155, 165-166, 169-171, 173, 177-178, 182 411, 415, 421, 427-429, 436, 442-443, 445
185, 187, 198, 202, 205, 207-209, 226, 234, 446, 448, 457, 459-462, 468. 1983 [197]
238, 245, 253, 284.DE2: 688, 693-696, 709, DE4: 376-377, 387, 392, 396-397, 400-402,
736, 738-739, 745, 749, 758-759, 775, 777 404-405, 410-411, 416, 419-421, 425, 428
779, 808, 810-811, 813-815, 825. SP: 20, 22, 430, 440, 449, 452, 460, 463-464, 466, 468,
24-25, 27-28, 36, 43-46, 53, 55, 59-60, 65, 71, 472, 478, 481-483, 490, 500, 509, 511, 514,
76, 79, 84, 91, 99-102, 104, 121, 128, 159, 520, 531, 533, 539-540, 546-547, 549, 554
161-162, 165, 170, 179, 185, 200, 210, 216, 556, 558. GSA: 14, 31, 35, 46, 51, 102, 125,
254-256, 263, 282, 285, 290, 302. 1976 [88]' 141-142, 146, 148, 172-173, 177, 179-180,
DE3: 8, 13-14, 16, 29, 44, 47-48, 51, 59, 70, 192, 200, 202, 211, 213, 222-224, 226, 229
74-75, 77-78, 80, 84, 109, 114. H S l: 12, 27, 230, 232-233, 235, 253, 264-267, 269-272,
46, 59, 72, 77, 79, 83-84, 88-89, 91, 108, 142, 278, 280, 282, 284-286, 300, 303-304, 308
147, 157, 171-172, 197-198, 205. IDS: 4, 7, 309, 311-314, 318, 324, 326, 329-332, 337
11, 42, 50, 57, 61, 64, 66, 69, 74, 85-86, 89, 338, 340, 342-343. 1984 [461] CV: 5-11, 13
94-95, 129, 136, 145, 154, 158-159, 161, 175, 14, 23-24, 33-34, 37, 42, 56, 61-62, 67, 70-71,
214, 218. 1977 [48] DE3: 133, 135, 141, 154, 74-75, 79-80, 88, 112, 114, 118-119, 125,
160, 163, 166, 193, 209, 212-213, 222, 233, 134-135, 138, 141, 145-146, 151-153, 155,
238, 299, 306, 308-310, 322, 334, 336-337, 157, 159, 167-170, 172-175, 178, 181, 185
340-341, 345, 348-349, 362-364, 380, 389, 187, 189, 191, 195-196, 208, 214, 216-219,
395-396, 412, 414, 419, 421, 426. 1978 [140] 222-223, 226-228, 231-232, 234, 236-237,
DE3: 437, 453-454, 459, 465, 486, 490-492, 240-241, 247, 258, 261, 264, 267-268, 273,
502-503, 508, 512, 517, 521, 525, 527, 537 276, 278, 281-283, 286, 288-289, 304-306,
538, 554, 564, 572, 577, 585, 590, 608-609, 309. DE4: 566, 570, 574-575, 578-579, 582,
618, 621, 640, 649, 672, 674-675, 678, 704. 585, 587, 592, 595-596, 598, 612-613, 617,
STP: 5-6, 8, 11, 35-36, 60-61, 71-72, 75, 78, 620, 625, 627, 631, 633, 636, 638, 641-642,
82, 96, 105, 120, 135, 169, 173, 177, 181-182, 644, 647, 656-657, 660, 666-667, 669-671,
184-185, 188, 193, 197, 201, 206-207, 213, 673, 680, 688, 691, 693, 700, 708-714, 718
215, 236, 251-254, 256, 263, 266, 271-272, 719, 727, 731, 736-737, 742-743, 747-749,
318 PRÁCTICA / PRISIÓN
754. HS2: 9-10, 13, 18, 21, 23, 30-33, 35, 39, sicas del castigo. En este sentido, distingue
45, 47, 52-53, 55-57, 63-65, 67-68, 73, 82, 85, cuatro tácticas punitivas y cuatro formas
87, 89, 91, 96, 100-102, 105, 107, 111-114, sociales correspondientes: 1) el exilio (ex
116-119, 121-123, 125, 129, 131-133, 136, pulsión más allá de las fronteras, confisca
140, 160-162, 165, 167, 170, 173, 181, 185, ción de bienes), 2) la compensación (conver
187, 200, 202, 208, 210-213, 216-217, 230, sión del delito en una obligación financiera),
234, 236, 266-267, 273-274, 278. HS3: 15, 3) la exposición (la marca, el signo visible
17,19,21, 24, 29, 37, 41,43-44, 57-59, 67-69, sobre el sujeto castigado) y 4) el encierro.
73-77, 89-90, 92-93, 96, 101, 108, 110-111, Aunque es posible encontrar todas estas
116, 121, 123, 141-143, 145-146, 153, 174- formas en las diferentes épocas y socieda
175, 180, 184, 191, 198, 200, 202, 208, 210, des (de hecho, las encontramos en la
212, 215, 219-220, 225, 229-231, 236, 241, Epoca Clásica), se distinguen, respectiva
251-253, 260, 263-264, 269, 271, 273. 1988 mente, cuatro tipos de sociedades según la
[26] DE4: 784-785, 787, 794-795, 797-800, técnica punitiva que han privilegiado: so
803, 807-808, 812-813, 818, 821, 823-824, ciedades de destierro (la sociedad griega),
827. de resarcimiento (las germánicas), socie
dades que marcan (las occidentales de fi
nes del Medioevo) y sociedades que encie
prisión rran (la sociedad moderna) (DE2, 456-457).
• Según Foucault, las diferentes formas de
m o d e l o s p u n i t i v o s . Además de Surveiller et encierro que se practicaban hasta fines del
punir, Foucault ha dedicado al tema de la siglo X V III no revestían un carácter penal;
prisión o, más exactamente, a la historia del más bien se situaban fuera del sistema judi
castigo los cursos dictados en el Collége de cial. En el siglo XIX, en cambio, la prisión
France en 1971-1972 ("Théories et institu- se convierte en la forma general del castigo.
tions pénales") y 1972-1973 ("La Sociétépu- Esta implantación de la prisión ha sido
nitive"). El primero de ellos reviste un ca acompañada desde el inicio por críticas y
rácter preliminar y preparatorio. En este cuestionamientos: la prisión impide que el
curso, como en el del año precedente ( Legons sistema judicial pueda controlar la aplica
sur la volonté de savoir, 1970-1971), se ocu ción de las penas; al mezclar a diferentes
pa de la relación saber-poder: ningún saber condenados forma una comunidad homo
se forma sin un sistema de comunicación, génea de criminales; al suministrar techo y
de registros, de acumulación, que es una comida a los detenidos puede convertirse
forma de poder vinculada a otras formas de en un lugar de atracción para los delin
poder, y, por otra parte, ningún poder fun cuentes; a causa de los hábitos que impone
ciona sin apropiarse de formas de saber. puede provocar que los condenados se de
"En este nivel, no está el conocimiento de diquen definitivamente a la criminalidad
un lado y la sociedad de otro, o la ciencia (DE2, 458-459). A pesar de estas críticas y
y el Estado, sino las formas fundamentales de los proyectos de reforma que pretendie
del 'saber-poder"’ (DE2, 389-390). En "La ron darles solución, lo que resultaba criti
Société punitive” se ocupa de dos formas de cable terminó imponiéndose como una fa
saber-poder: la investigación y el examen talidad del sistema carcelario. "Es necesario
(véanse los artículos respectivos). El año preguntarse cómo ha sido posible esta in
precedente se había ocupado de la medida versión; cómo los efectos denunciados y
en la Grecia clásica. Como veremos, el inte criticados, a fin de cuentas, han podido ser
rés de Foucault por el tema de la prisión se considerados como los datos fundamenta
articula en torno a la misma cuestión, es les para un análisis científico de la crimi
decir, el funcionamiento de las formas de nalidad; cómo pudo suceder que la prisión,
saber-poder. La prisión ha sido el modelo institución reciente, frágil, criticable y cri
institucional de la sociedad de examen, y su ticada, haya podido enraizarse en el campo
funcionamiento ha sido el modelo institu institucional con una profundidad tal que
cional de la sociedad disciplinaria. • Ahora el mecanismo de sus efectos haya podido
bien, para situar el nacimiento de la prisión, ofrecerse como una constante antropológi
Foucault parte del análisis de las formas clá ca; cuál es finalmente la razón de ser de la
PRISIÓN 319
780, 792, 795, 805-806, 818. SP: 14, 16, 18- disociada de la historia concreta, de la rela
19, 21, 26, 34-36, 55, 110, 116-117, 119-123, ción entre el sujeto y los conflictos socio-
125-130, 133-134, 184, 206, 225, 229, 231, históricos a los que este se encuentra en
233-255, 258-260, 262, 267-273, 275-277, frentado (véase: Locu ra ). Sólo a partir de la
281-284, 286-287, 289, 291, 293, 295, 300- historia resulta comprensible el mecanismo
301, 303-309, 312-314. 1976 [36] DE3: 7, 36, de formación y el sentido de la enfermedad
65-71, 86-88, 93-94, 111. HS1: 65. IDS: 8, mental. En pocas palabras, la alienación
167. 1977 [41] DE3: 140, 157, 164, 191, 253, histórica es la condición de posibilidad de
255, 262, 285-286, 289, 292, 294-295, 300, la alienación psicológica. Por ello, Foucault
308-309, 330, 332, 341, 346, 359, 361, 366, distingue y opone evolución e historia, de
389-390, 393, 399, 402, 413, 416. 1978 [62] sarrollo de la naturaleza y condiciones so-
DE3: 445, 457, 466, 473-474, 480-481, 508, cioculturales. La regresión psicológica, co
529, 534-535, 542-544, 551, 568, 599, 628, mo involución, es sólo un efecto provocado
631, 633, 654, 666, 670, 673, 693, 696. STP: por las condiciones históricas; es sólo la
121, 124, 223, 288. 1979 [59] DE3: 757, 764, descripción de la enfermedad mental, no
766, 780, 782, 802, 806-809, 811-818. NB: su explicación. Desde esta perspectiva, en
36, 136,214. 1980 [49] DE4: 7-8, 10, 13-15, contramos varias referencias críticas al
20-24, 27, 31, 35-36, 46, 78, 80-81, 83, 85-86, psicoanálisis. • El error originario del psi
88, 105, 122. 1981 [2 1 ]D E 4 : 131, 180, 195- coanálisis consiste en no haber distingui
196, 202, 204, 206-207, 209. 1982 [13] DE4: do suficientemente la dimensión evolutiva
277-278, 280, 319, 351-352. HS: 175, 177, de la histórica. Algunos análisis se inscriben
179, 201, 215. 1983 [13] D E 4 :399, 472, 522- en la primera (como los Tres ensayos sobre
523. GSA: 293. 1984 [59] CV: 69, 72, 91-92, teoría sexual, de Freud) y otros, en la dimen
102, 105, 221. DE4: 636-637, 639-641, 643, sión de la historia individual (como Cinco
645, 657, 662, 664, 669, 688-689, 691-693, conferencias sobre psicoanálisis, también de
695, 748-749, 760. HS3: 28, 112. 1988 [1] Freud) (M M PE, 37). • El psicoanálisis ubica
DE4: 779. el origen de los conflictos (traumas, meca
nismos de defensa, angustia) en las fronte
ras de la mitología: la lucha entre el instinto
psicagogia de vida y el instinto de muerte, entre el pla
cer y la repetición, entre eros y tánatos. Pero
Véanse: Parresia, Pedagogía. de este modo erige los datos del problema
como principio de solución (M M PE, 86).
Psychagogie [35]: 1982 [9 ] H S: 378, 390. • Con la noción de inconsciente, el psicoa
1983[26] GSA: 180, 281-282, 298, 304, 307- nálisis sólo penetra en los mecanismos in
309, 325, 331-332, 335. ternos de la enfermedad recurriendo a las
astucias del instinto y a la latencia del pasa
do (M M P E , 108). • Es una psicoterapia abs
psicoanálisis tracta: se desarrolla en un medio artificial,
atribuye un sentido psicológico a los conflic
En los textos de Foucault encontramos fre tos reales del individuo y propone solucio
cuentes referencias al psicoanálisis. Ninguna nes sustitutivas (M M P E , 109).
de ellas, sin embargo, encara una exposición
más o menos sistemática de los conceptos p s i q u i a t r í a , a n t i p s i q u i a t r í a . Histoire de la folie
psicoanalíticos; son más bien observaciones á l’age classique no llega hasta la aparición
desde la propia perspectiva de Foucault. En del psicoanálisis; sin embargo, numerosas
general, y desde sus primeros escritos, se observaciones vinculan a este con la historia
trata de observaciones de carácter crítico. de la locura y de la sinrazón. Como expusi
mos en el artículo Locura, para Foucault el
e v o l u c i ó n , h i s t o r i a . En Maladie mentóle et gesto "liberador” de Pinel es en realidad un
personnalité, Foucault insiste en la necesi nuevo modo de sujeción de la locura en las
dad de comprender la enfermedad mental a estructuras del asilo moderno y del discurso
partir del "hombre mismo”. Más precisa psiquiátrico. • "Freud desplazó hacia el mé
mente, la enfermedad mental no puede ser dico todas las estructuras que Pinel y Tuke
PSICOANÁLISIS 323
172). El psicoanálisis, según esta historia, que sería peligroso suponer que Freud y el
desempeña varias funciones en el dispositi psicoanálisis, al hablar de sexualidad, al
vo de sexualidad: es un mecanismo que ar despejar mediante sus técnicas la sexualidad
ticula la sexualidad en el sistema de la alian del sujeto, realizan con todo derecho una
za, se opone a la teoría de la degeneración, obra de liberación. L a metáfora de la libera
funciona como elemento diferenciador en la ción no parece apropiada para definir la
tecnología general del sexo, confiere un nue práctica psicoanalítica; por ello, he intenta^
324 PSICOANÁLISIS / PSICOLOGIA
do hacer una arqueología de la confesión y DE3: 768, 774. NB: 38. 1980 [5] DE4: 52,
de la confesión de la sexualidad, y mostrar 58, 118. 1981 [ 8] DE4: 170, 196, 204. 1982
cómo las técnicas esenciales del psicoanáli [15] HS: 27, 30-31, 41, 89, 180-181.1983 [5]
sis preexisten (la cuestión de la originalidad DE4: 433, 435, 437. 1984 [10] DE4: 665-
no es importante) dentro del sistema de po 667. 1985 [1 ] DE4: 763.
der” (DE2, 813-814). Respecto del psicoaná
lisis como forma de normalización o de fa-
miliarización y no de liberación, Foucault se psicología
apoya especialmente en la obra de Gilíes
Deleuze y Félix Guattari E l an.ti-Ed.ipo (DE2, Una marcada presencia y preocupación por
779; véase: Deleuze). Acerca de la relación temas psicológicos dominan los primeros
entre las técnicas de la confesión y el psicoa trabajos de Foucault -M aladie mentóle et
nálisis, véase: Confesión. personnalité, Maladie mentóle et psychologie,
por supuesto, y también, dos artículos de
Por haber desconocido que
f e n o m e n o l o g ía . 1957, posteriores al primero: "La Psycholo
como hecho de expresión la experiencia gie de 1850 á 1950" (D E1, 120-137) y "La
onírica necesariamente involucra una es Recherche scientifique et la psychologie"
tructura de lenguaje, el psicoanálisis freu- (DE1, 137-158)-. En todos estos textos la
diano nunca pudo captar el sentido de los psicología es presentada en términos pro
sueños de manera completa (DE1, 71). blemáticos. En este sentido, las considera
Acerca de esta cuestión, véanse: Antropología, ciones de Foucault pueden inscribirse en el
Fenomenología. amplio debate de la época acerca de la me
todología de las ciencias humanas. De este
Véanse: Deleuze, Edipo, Freud, Lacan. modo, Maladie mentóle et personnalité co
mienza con la oposición entre una patología
Psychanalyse [445]: 1954 [39] DE1: 70-71, orgánica y otra mental, y la existencia de
73-74, 76, 78-80, 90-91, 95-97. M M PE : 23, una metapatología que domina ambas y cu
37, 41, 43-45, 48, 86, 108-109. 1957 [26] yas dificultades sólo pueden ser superadas a
DE1: 127-128, 133-134, 141-143, 146, 152- partir de una reflexión sobre el hombre con
153, 168, 170. 1961 [18] HF: 123, 428, 456, creto (al respecto, véase: Locura). En "La
472, 545, 605, 608, 616, 627, 629, 631-632. Psychologie de 1850 á 1950”, Foucault abor
1962 [14] DE1: 195. M M PS: 23, 37, 41, 43- da las dificultades metodológicas de la psi
44, 48, 93, 97. 1963 [3 ] DE1: 271. NC: Vi, cología desde su herencia filosófica. La psi
XHI. 1964 [5] DE1: 417-418, 428, 430.1965 cología del siglo X IX heredó del Iluminismo
[ 8] DE1: 440, 442-443, 447-448. 1966 [37] dos exigencias: la de alinearse con las cien
DE1: 521, 541, 555, 557. MC: 59, 372, 385- cias de la naturaleza y la de encontrar en el
393. 1967 [ 6] DE1: 567, 570, 576-577. 1968 hombre la prolongación de las leyes que ri
[1] DE1: 658. 1969 [ 8] AS: 22, 270. DE1: gen los fenómenos naturales. Para expresar
789, 805-806, 809. 1970 [4 ] DE2: 80, 101, lo de otro modo, se trata de las exigencias
112, 135. 1971 [1 3 ]D E 2 : 168-169, 242. LVS: de que el camino del conocimiento científi
108. OD: 12, 80. 1972 [3 ] DE2: 318, 374. co pase por la determinación de relaciones
1974 [58] DE2: 540, 542, 554, 623-624, 626, cuantitativas, formulación de hipótesis, ve
628, 639-641, 661-662, 683, 686. PP: 88, 123, rificación experimental, y de que el ser del
137-138, 169, 189, 198, 221, 231, 284, 330, hombre se agote en su ser natural (DE1,
336. 1975 [56] AN: 27, 49, 94, 96-97, 100, 120). Según Foucault, la historia de la psi
102, 124, 152-153, 158, 253, 256-257. DE2: cología hasta mediados del siglo XX es la
724, 738, 758-759, 769, 777, 779, 792, SIS- historia paradójica de las contradicciones
SIS, 818. 1976 [36] DE3: 52, 77, 89-90, 115. entre el proyecto de ser una ciencia como
HS1: 12, 148-150, 157, 170-172, 197-199, las ciencias naturales y el postulado según
209. IDS: 7, 10-11, 20. 1977 [46] DE3: 132, el cual el hombre no es sólo un ser natural.
155, 163, 166, 202, 235, 253, 290, 292, 295- En efecto, como consecuencia de la exigen
296, 314-315, 319-321, 325, 337, 344-345, cia científica de objetividad, la psicología ha
348, 358, 372, 423. 1978 [17] DE3: 429, 442, sido conducida a abandonar la idea de que
459, 526, 553-556, 590, 622, 675. 1979 [3] el hombre esté sometido a la objetividad na
PSICOLOGIA 325
tural; por ello, ha debido reformular sus poder, entre prácticas discursivas y prácti
métodos y su proyecto como ciencia. En es cas no discursivas. En esta línea se ubican
ta breve historia de la psicología que es "La H istoire de la folie á l'áge classique, Surveiller
Psychologie de 1850 á 1950", la conclusión et punir, el primer volumen de Histoire de la
de Foucault es la misma que- en Maladie sexualité y Les Anorm aux. En términos ge
mentale et personnalité y que en la primera nerales, nuestro autor se ocupa del rol de la
parte de Maladie mentale et psychologie: ni psicología en la formación y el funciona
el esfuerzo por construir una psicología que miento de las formas modernas del poder.
se apoye en la causalidad estadística (el con- Mientras que en Les M ots et les choses ana
ductismo) ni el esfuerzo por una reflexión liza las condiciones de posibilidad de la psi
antropológica sobre la existencia pueden li cología como práctica discursiva, en los
berar a la psicología de sus contradicciones; otros textos mencionados las prácticas en
sólo una reflexión sobre el hombre concreto general (discursivas y no discursivas) apare
y su historia concreta puede allanar su ca cen como condiciones de posibilidad del
mino. • A partir de los presupuestos de la conocimiento psicológico. Como hemos ex
filosofía del siglo XVÜI, la psicología pudo puesto en el artículo Poder, Foucault enfoca
definirse como una ciencia del alma, de la su análisis en el entrelazamiento mutuo en
conciencia o del individuo. De este modo, se tre formas de saber y formas de poder. Así,
oponía a la fisiología como el alma al cuer en Histoire de la folie á l'áge classique se lle
po, y a la sociología como el individuo a la va a cabo una arqueología de la psicología
colectividad. En la época de Schopenhauer a partir de la experiencia de la locura. La
y Nietzsche la psicología se opone a la filo psicología aparece en está obra como la
sofía como la conciencia al inconsciente. A composición de un discurso liberador y una
partir de Freud, sin embargo, esta oposición práctica de sujeción (véase: Locura). "En la
se reorganiza (DE1, 440). Pero el descubri reconstitución de esta experiencia de la lo
miento del inconsciente "no es una exten cura, una historia de las condiciones de po
sión de la psicología; es realmente la confis sibilidad de la psicología se ha escrito como
cación, por parte de la psicología, de la por sí misma" (DE1, 166). En Surveiller et
mayor parte de los dominios que cubrían las p u n ir se plantea que la psicología ha sido
ciencias humanas; de este modo, se puede posible a partir de la formación de la disci
decir que, a partir de Freud, todas las cien plina moderna y, a su vez, el conocimiento
cias humanas se han convertido, de una ma psicológico ha hecho posibles las disciplinas
nera u otra, en ciencias de la psykhé" (D E 1, (véase: Disciplina). Les Anorm aux analiza
441). • Posteriormente, Foucault reorienta las relaciones entre el discurso psicológico
el análisis de la problemática metodológica y las prácticas de normalización (véase:
de la psicología en dos direcciones (esta afir Psiquiatría). • Ahora bien, en ambas re
mación concierne sólo a la primera parte de orientaciones de la problemática de la psi
Maladie mentale et psychologie, que retoma cología es necesario tener presente la posi
el texto de la primera parte de Maladie men ción de Foucault acerca de la cuestión del
tale et personnalité). Por un lado, según afir sujeto (véanse: Hombre, Subjetivación), es
ma en Les Mots et les choses, las anfibologías decir, el cuestionamiento de la noción carte
metodológicas de la psicología provienen de siana de sujeto y de todas sus reelaboracio
su situación epistémica, más precisamente, nes (fenomenología, existencialismo). En
del hecho de que la psicología es una pro este sentido, el método de análisis de
yección de la biología hacia la analítica de Foucault debe ser considerado profunda
la finitud, es decir, de la posición del hombre mente antipsicológico. Al responder una
en la episteme moderna (al mismo tiempo pregunta acerca, precisamente, de la exigen
sujeto y objeto del saber). De ello nos ocu cia de desprenderse de todo psicologismo,
pamos en el artículo Hom bre. Por otro lado, afirma: "Se debe poder hacer un análisis his
las dificultades metodológicas de la psicolo tórico de las transformaciones del discurso
gía o, más precisamente, su estatuto cientí sin tener que recurrir al pensamiento de los
fico son analizados por Foucault desde un hombres, a su modo de percepción, a sus
punto de vista histórico-político, esto es, a hábitos, a las influencias que han sufrido,
partir de las relaciones entre el saber y el etc." (DE1, 773). • Es necesaria una última
326 PSICOLOGIA / PSIQUIATRÍA
observación para comprender la posición de 1969 [9] AS: 26, 64, 182, 252. DE1: 773, 809,
Foucault respecto de la psicología. En Les 833, 838. 1970 [3 ]D E 2 : 104, 107, 119. 1971
Mots et les chases las condiciones discursi [5 ] D E2: 157. LVS: 61, 94, 109, 252. 1973
vas de posibilidad de la psicología se ubican [7] DE2: 396-397, 405, 437-438, 470. >974
en la disposición epistémica del siglo XIX. [27] DE2: 471, 483, 492, 542, 595, 620. PP:
En Histoire de la folie a l’&ge classique, 15, 58, 87-88, 145, 167, 187-188, 205, 258-
Surveiller et p unir, La Volonté de savoir y Les 259, 282, 292, 298, 334. 1975 [22] AN: 101,
Anom iaux -e n lo que se podría llamar, más 142, 153, 215, 219, 244, 274, 302-303. DE2:
que una arqueología, una "genealogía de la 717, 738, 771. SP: 226-228, 259, 302-303,
psicología", es decir, en un análisis histórico 313. 1976 [10] DE3: 87, 97. HS1: 46. IDS:
de las prácticas en general-, la historia de la 19-20, 54. 1977 [ 6] DE3: 272, 287, 294, 297,
psicología es comprensible sólo a partir de 358, 369. 1978 [9 ] DE3: 462, 553, 556, 587,
una historia que se remonta mucho más allá 660. STP: 46, 160, 231. 1979 [7] DE3: 724.
del Iluminismo, que comienza con las prác N B : 36, 38, 250, 265, 274. 1980 [2 ] DE4: 62,
ticas de sí mismo en la Antigüedad y conti 118. 1981 [ 6] DE4: 147, 199, 203-204, 208.
núa con la reelaboración de estas prácticas 1982 [7] DE4: 255-258, 293. HS: 242. 1983
en la época helenística, en el cristianismo y [5 ] DE4: 391, 527, 530. 1984 [5 ] DE4: 608,
en los siglos X V II y XVin. "Les diría que.no 616, 629, 650, 730.
pienso que sea necesario tratar de definir la
psicología como ciencia, sino, quizá, como
una forma cultural que se inscribe en toda psiquiatría
una serie de fenómenos que la cultura occi
dental ha conocido desde hace bastante Foucault se ha ocupado extensamente de la
tiempo y en los cuales han podido nacer co historia de la psiquiatría. Como hemos ex
sas como la confesión, la casuística, los diá puesto en el artículo Locura, aunque las
logos, discursos, razonamientos que se po consideraciones sobre la historia de esta dis
dían tener en ciertos círculos de la Edad ciplina no estén ausentes, en Maladie men
Media, los cursos de amor o también en al tóle et personnalité y en la primera parte de
gunos círculos del siglo XVII" (DE1, 438). Maladie mentóle et psychologie el interés de
• Además de cuanto hemos expuesto en este Foucault se centra mayormente en las con
artículo, para tener una visión más compre diciones para una comprensión de la enfer
hensiva de la problemática de la psicología medad mental a partir de las contradiccio
en los textos de Foucault, es necesario remi nes histórico-sociales en las que el individuo
tirse a los siguientes artículos: Disciplina, o el "hombre concreto" se encuentra inmer
Epistem e, Freud, H om bre, Locura, Poder, so; en Histoire de la folie a l'áge classique, de
Psicoanálisis, Psiquiatría, Sexualidad. las experiencias de la locura hasta la apari
ción de la psiquiatría; y en el primer volu
Psychologie [623]: 1954 [42] DE1: 66-67, 73, men de Histoire de la sexualité, La Volonté de
79-81, 83, 87-88, 101, 110, 113. M M PE : 1/5, savoir, de la formación del dispositivo de
11, 13, 16, 20, 23, 37, 51, 54, 87, 91, 110. sexualidad. En Le P o u v o ir psychiatrique y
1957 [208] DE1: 120-158, 165-166. 1961 Les Anonnaux (teniendo en cuenta los textos
[8 2 ] HF: 130, 159, 172, 174, 201, 210, 343, publicados hasta el presente), el análisis de
374, 412, 427-428, 471-472, 547-548, 560- Foucault se centra, en cambio, en la historia
562, 565-568, 605, 648-649, 653-654, 663. de la disciplina. Ahora bien, no se trata de
IAK: 14, 23, 35-37,39, 46, 69-72. 1962 [49] una historia de los conceptos ni tampoco,
DE1: 191, 195. M M PS: 1, 5, 11, 13, 16-17, estrictamente hablando, de las instituciones
20, 23, 37, 51, 54, 87-90, 95, 99, 102-104. psiquiátricas, sino de las prácticas psiquiá
1963 [4 ] DE1: 232, 279, 282. NC: 201. 1964 tricas (véase: Práctica), es decir, de los dis
[7] DE1: 356-357, 386, 402, 428-429. 1965 positivos de saber y poder en tomo a la lo
[60] DE1: 438-441, 444-448. 1966 [26] DE1: cura y al loco. En estos últimos dos textos,
517, 540, 546-547, 557. MC: 237-238, 269- además, el análisis de las prácticas psiquiá
270, 344, 356, 366, 369-371, 378, 382-383, tricas trasciende el ámbito de la locura, ex
389, 391. 1967 [3 ] DE1: 573, 577, 580. 1968 tendiéndose hacia la constitución de lo que
[12] DE1: 630, 653, 659-660, 674, 726-727. se llama, en términos generales, "anormali
PSIQUIATRÍA 327
dad” y de lo que Foucault denomina "fun- el caso de esta noción, no sólo asistimos a
ción-psi”. un desplazamiento, sino a una corrección.
En efecto, en Histoire de la folie á l'áge clas
EL PO D ER PSIQUIATRICO sique, Foucault sostiene que la familia ha
1) d e s p l a z a m i e n t o s . Le Pou voir psychiatrique sido el modelo de la institución asilar.
se presenta como la continuación del traba Ahora, en cambio, rectifica esta afirmación.
jo comenzado con H istoire de la folie á l'áge La conexión entre psiquiatría y familia es
classique, como un "segundo volumen” (PP, más tardía, de finales del siglo XIX, no del
14). Histoire de la folie á l'áge classique llega XVIII.
hasta Pinel y el nacimiento del asilo; Le 2) ASILO Y DISCIPLINA. LAS ESCENAS DE CURACIÓN.
P ou voir psychiatrique comienza con Pinel y Foucault centra gran parte de sus análisis
el asilo y extiende el análisis todo a lo largo en lo que denomina las "escenas de cura
del siglo X IX hasta Charcot. Pero, como ob ción”. Ellas han desempeñado un papel fun
serva el propio Foucault (PP, 14-18), a pesar damental durante los primeros veinticinco o
de esta continuidad, entre el "primer” y el treinta años del siglo XIX, período fundacio
"segundo” volumen existen importantes di nal de la psiquiatría (PP, 30-32). "Por 'esce
ferencias: a) Representación/dispositivo de na', no hay que entender un episodio teatral,
poder. H istoire de la folie á l'áge classique es sino un ritual, una estrategia, una batalla”
un análisis de representaciones; se privilegia (PP, 34). Estas escenas han evolucionado, se
la percepción de la locura. En este sentido, han transformado a lo largo de la historia
forma parte del género "historia de las men de las "disciplinas psi” (psiquiatría, psicolo
talidades”. Le P o u v o ir psychiatrique, en cam gía, psicoanálisis). Al respecto, Foucault
bio, coloca como punto de partida del establece una tipología cronológica: a) las
análisis los dispositivos de poder; más pre escenas de la protopsiquiatría (finales del
cisamente, se trata de estudiar esos disposi siglo X V III y primeras décadas del siglo
tivos como productores de enunciados, de XIX); b) las escenas del "tratamiento mo
analizar las relaciones entre estos y los jue ral” (1840-1870); c) las escenas de curación
gos de verdad, b ) Violencia, institución, fa con el descubrimiento de la hipnosis y el
m ilia. Foucault no propone abandonar estas análisis de la histeria; d) las escenas psi-
nociones, pero sí desplazarlas. Violencia: coanalíticas; e) las escenas de la antipsi
Esta noción parece sugerir que habría un quiatría. Todas mantienen una vincula
poder "bueno” en la medida en que actuase ción estrecha con la escena que Foucault
sin violencia y, sobre todo, si fuese un po considera fundacional del saber psi, la de
der no físico. Sin embargo, para Foucault, Jorge III de Inglaterra. En el análisis de
el cuerpo es esencial al poder. "Todo poder todas ellas busca mostrar cómo los dispo
es físico y hay una conexión directa entre sitivos disciplinarios han sido la condición
el cuerpo y el poder político” (PP, 15). histórica de formación del saber psi. • El
Además, la noción de violencia también curso se abre no con una escena histórica,
sugiere que el uso de una fuerza desequili sino con la descripción de un asilo ideal,
brada no form a parte del juego racional y elaborada por Frangois-Emmanuel Fodéré.
calculado de poder. Y, sin embargo, un po Este texto se refiere a la construcción de un
der físico, una fuerza, es siempre irregular asilo. Pero, se pregunta Foucault, ¿qué su
y, al mismo tiempo, forma parte de un cede dentro de este escenario? Allí debe
cálculo. In s titu ció n : Esta noción, a los ojos reinar el orden, que rodea los cuerpos, los
de Foucault, presenta dos dificultades. Por penetra, los trabaja, hasta llegar a las "mór
un lado, en el funcionamiento del poder son bidas fibras del cerebro” (PP, 4). Este orden
más importantes las diferencias potenciales es necesario, en primer lugar, para la cons
(redes, corrientes, relé, puntos de apoyo) titución del saber del médico (la observa
que los reglamentos institucionales. Por ción exacta, por ejemplo, requiere un esque
otro lado, partir de la institución implica ma perceptivo de regularidades: distribución
suponer la existencia de los individuos y de de los cuerpos, de los gestos, de los compor
las colectividades; pero ellos, de hecho, son tamientos, de los discursos); el saber psi
efectos de las tácticas de poder de las que sólo es posible dentro de una distribución
forman parte las instituciones. Familia: En regulada del poder. En segundo lugar, para
328 PSIQUIATRIA
la operación terapéutica. En el asilo, la ins "tratamiento moral”, del cual el inglés John
tancia médica funciona primero como po Haslam fue uno de sus teóricos y represen
der antes que como saber. En cuanto al pri tantes principales. Foucault hace notar, por
mer punto, el texto de Fodéré resulta muy otro lado, las diferencias entre el proceso
significativo respecto de los criterios para de formación de la psiquiatría y el de la
elegir al personal médico: que tenga un bello clínica. En el caso de la clínica, por esta
aspecto físico, noble y masculino, cabellos misma época, se estaba constituyendo un
oscuros y emblanquecidos por la edad, modelo epistemológico de la verdad médi
miembros y un abdomen que anuncien la ca (PP, 13).
fuerza y la salud, una voz fuerte y expresiva. 3) SOBERANIA Y DISCIPLINA: LA ESCENA DE JORGE
Estos requisitos son necesarios para que su ni. En Histoire de la folie á l'áge classique son
presencia haga efecto sobre aquellos "que se numerosas las referencias a aquella que se
creen por encima de los demás” (P P , 5-6). toma habitualmente como la escena funda
Requisitos similares valen para el resto del dora de la psiquiatría moderna o, simple
personal, para quienes desempeñan las fun mente, de la psiquiatría, cuando, en Bicétre,
ciones de vigilancia, para el personal de ser Pinel lleva a cabo la "liberación” de los locos.
vicio. Toda esta red, que va desde el médico A partir de ese momento, los locos, los "fu
a los enfermeros y al personal de servicio, riosos”, ingresan en el camino de la curación.
debe servir para imponer a los "locos” la El capítulo IV de la tercera parte de Histoire
autoridad anónima del reglamento o la vo de la folie á l'áge classique, "Nacimiento del
luntad particular del médico. Foucault insis asilo”, está especialmente dedicado al "gesto
te sobre todo en este aspecto táctico, de de Pinel”. Más allá de cuáles hayan sido las
orden y fuerza, que constituye esencialmen intenciones del médico, Foucault insiste
te el asilo. El loco, antes que ser un proble en el carácter ambiguo del gesto, esto es,
ma de conocimiento y de curación, plantea en los nuevos modos de sujeción de la lo
el problema de una victoria. Es necesario, cura liberada (véase: Locura ). En Le Pouvoir
en efecto, dominar la fuerza del que "se cree psychiatrique, Foucault elige otra escena pa
por encima de los demás”. En este sentido, ra describir el gesto fundacional de la psi
hay que subrayar que es la fuerza, y no el quiatría. Ella se sitúa en 1788 y se encuentra
erro r (como sucedía en los siglos preceden narrada en la obra del propio Pinel, en el
tes de la Época Clásica), el criterio con el Traite m édico-philosophique sur l'aliénation
que se percibe la locura. Ahora no se trata mentale, del año 1800. Se trata de la cura
de reconocer el error, sino de situar el pun ción de Jorge III, rey de Inglaterra. Foucault
to donde la fuerza de la locura emerge: la se interesa particularmente en esta escena y
característica fuerza de los "furiosos”, de la analiza en detalle, porque, a partir de ella,
los instintos y de las pasiones; la manía describirá el paso de un dispositivo de poder
concebida como una lucha entre ideas, el a otro, de la soberanía a la disciplina. En
melancólico dominado por la potencia de efecto, en esta escena se enfrentan la macro-
una idea particular, etc. En cuanto al se ñsica de la soberanía (característica de un
gundo aspecto, la curación, se trata de una poder posfeudal y preindustrial) y la micro-
sumisión, de poner a alguien bajo la depen física de la disciplina (PP, 28). Veamos el
dencia de otro que ejerce sobre él la fuerza análisis de la escena de Jorge III. a) La "des
de su autoridad mediante sus cualidades titución”. Nos encontramos, en primer lu
físicas y morales. La curación, en efecto, gar, con una especie de destitución, de coro
no pasa por el reconocimiento médico de nación al revés. Quien lleva a cabo el
las causas de la enfermedad; lo que se apli tratamiento le advierte a Jorge HI: "ya no
ca no es una técnica terapéutica, sino el eres más soberano, debes ser dócil y sumi
enfrentamiento entre dos fuerzas. Ese en so”. Los colchones, con los que se cubren los
frentamiento debe suscitar en el alienado, muros de la habitación en la que se aloja a
además, un segundo combate, en el plano Jorge III, también desempeñan su función
de sus ideas y representaciones, entre su en esta operación de destitución. Ellos aís
delirio y el castigo. Finalmente, sólo cuan lan al rey del mundo exterior y le impiden
do ha sido sometido surge la verdad. Se transmitir sus órdenes. Son una especie de
trata de lo que se denominó en la época el "puesta entre paréntesis” de su poder sobe
PSIQUIATRÍA 329
rano, b ) Pero ésta destitución, según obser- mos en el siglo XVIII. Al respecto, véanse:
vá Foucault, no es como la que podemos D isciplina, Soberanía.
encontrar en un drama de Shakespeare. 4) f a m il ia y a s il o . Establecido el contexto en
Aquí, el rey no está sometido a otro poder el que nace el asilo, esto es, la extensión de
soberano, sino a una form a diferente de po los dispositivos disciplinarios, Foucault se
der: "anónimo, sin nombre, sin rostro, es un ocupa del funcionamiento del asilo o, más
poder repartido entre diferentes personas” bien, de las especificidades que lo caracteri
(PP, 23). c) El punto en el que se lleva a zan. El análisis se articula en torno a las
cabo el paso de un poder de soberanía, en relaciones entre el asilo y la familia; puesto
vías de desaparecer, al poder disciplinario, que: a) el asilo mantuvo una relación es
en su proceso de constitución, lo encontra pecífica con la familia; b ) ha sido el lugar
mos en el enfrentamiento entre la fuerza de un determinado discurso verdadero, y
salvaje del rey "destituido” y la de los servi c) sobre todo, estas dos especificidades se
dores, disciplinada y serena, d) Esta fuerza apoyan mutuamente, esto es, el discurso
disciplinada de los servidores está al servi verdadero que se forma dentro del espacio
cio del rey, pero desconectada de su volun asilar es un discurso de la familia y sobre la
tad. Ella no debe obedecer a la voluntad del familia (PP, 96). Ahora bien, la relación en
rey, sino del médico, e) El gesto insurreccio tre asilo y familia no es lineal; ha sufrido
nal de Jorge EJ. En estas condiciones, Jorge profundas transformaciones. En la historia
m retoma el gesto de protesta propio de los de esta relación es necesario distinguir una
más pobres entre los pobres: arroja sus in primera etapa, la situación del asilo en la
mundicias al poder médico cuando entra en protopsiquiatría (Pinel, Fodéré, Esquirol), y
el cuarto, f) En ese momento, ingresa uno otra, donde asistimos al doble movimiento
de los servidores, sujeta al rey a la cama, lo de familiarización de la psiquiatría y del asi
desnuda, lo lava y se retira. Según Foucault, lo, y de psiquiatrización de la familia. "[...]
se trata de una escena de suplicio invertida. contrariamente a una hipótesis demasiado
Pero aquí el agresor no es ejecutado, sino fácil, que yo mismo había sostenido, según
dominado. No nos encontramos con un la cual el asilo se había constituido como
cuerpo muerto, sino con uno limpio y ver una prolongación del modelo familiar, el del
dadero. De acuerdo con Pinél, a partir de siglo X IX funcionó según un modelo de mi-
entonces se produce una curación sólida y cropoder cercano a lo que se puede denomi
duradera. • Como vemos, en esta escena no nar poder disciplinario, que es en sí mismo,
hallamos ni descripción, ni análisis, ni en su funcionamiento, completamente hete
diagnóstico, ni conocimiento verdadero de rogéneo a la familia” (PP, 123). Es necesario
la enfermedad del rey, sino un enfrenta señalar que el eje en torno al cual se ha lle
miento de fuerzas o, mejor, la confronta vado a cabo la psiquiatrización de la familia
ción entre dos dispositivos de fuerza, de ha sido la niñez, la infancia. En relación con
sumisión a la voluntad de otro. En este sen los hijos, se dota a la familia de una mirada
tido, esta escena es comparable a la de la psicológica de vigilancia y de la función de
"liberación de Pinel”. También en este caso, decidir entre lo normal y lo patológico. En
se trata del paso de un dispositivo de poder esta transformación, la familia importó mu
a otro: de una relación de poder del orden chos de los mecanismos e instrumentos dis
de la violencia (prisión, cadenas) a otro (la ciplinarios que se habían desarrollado en el
disciplina). La escena de Jorge EJ se inscri ámbito del asilo: atadura de manos, exigen
be, además, en toda una serie de "escenas cia de mantenerse derecho, control de la
de curación” que encontramos en los tex estatura, de los gestos, de las conductas, etc.
tos de Haslam, Pinel, Esquirol y Fodéré, (PP, 124). A continuación, desarrollamos las
entre otros (P P , 33). • A partir de la des dos etapas de esta transformación, a) Asilo
cripción de la escena de Jorge III, Foucault y fam ilia en la protopsiquiatría. Foucault
se ocupa de las modalidades de ejercicio concentra su análisis en los cambios que
del poder en los dispositivos de soberanía introduce la ley francesa de 1838 acerca de
y en los disciplinarios; esboza, además, las la internación psiquiátrica. Previamente a
grandes líneas de una historia de la disci esta ley, el procedimiento legal que regía las
plina, hasta la extensión de esos mecanis relaciones entre la familia y el "alienado”
330 PSIQUIATRÍA
era la interdicción (un procedimiento judi particularmente, el carácter tiránico del pa
cial que transfería los derechos civiles del dre. • Ahora bien, si abordamos el asilo, una
individuo alienado a la familia). En pocas vez que el loco ha sido aislado de la familia
palabras, se trataba de un episodio pertene y nos interrogamos acerca de su capacidad
ciente al derecho familiar. Durante la Época terapéutica, nos encontramos con que la ca
Clásica se puede afirmar que la internación, pacidad curativa del hospital radica simple
aunque frecuentemente seguía a la interdic mente en su organización como tal: la dis
ción, era sin embargo independiente de ella. posición arquitectónica, la organización del
N o se obtenía por vía judicial, sino median espacio, la manera en que se circula por él,
te la intervención, normalmente también a el modo en que se mira y se es mirado (PP,
pedido de la familia, del responsable de la 103). A partir de aquí, Foucault nos muestra
policía (el lieutenant), el intendente u otro cómo se trata de los mismos principios que
representante de la autoridad del rey. A par se hallaban presentes en la formalización de
tir de la ley de 1838, en cambio, la interna Bentham de los dispositivos disciplinarios,
ción será la pieza fundamental y la interdic el panóptico: visibilidad permanente, vigi
ción se convertirá en una medida judicial lancia centralizada, aislamiento, punición
eventual y suplementaria. La internación, incesante. • En cuanto a los mecanismos de
según la ley de 1838, consiste en adueñarse punición nos encontramos, en esta época,
del cuerpo del loco. En principio, no se re con una alternativa: coerción física o no res-
quiere el pedido por parte de la familia; es traint (según la expresión proveniente de
decidida por la autoridad del prefecto acom Inglaterra en torno a 1840), es decir, aboli
pañada de la autoridad médica, que dicta ción de los instrumentos físicos de punición
mina acerca del carácter alienado del sujeto y control. En realidad, en la opinión de
en cuestión. De este modo, asistimos a la Foucault, se trata sólo de una alternativa de
aparición de un campo técnico-administra- superficie respecto del mecanismo profundo
tivo o médico-estatal de intervención, res de punición incesante que opera en el asilo.
pecto del cual el loco emerge, ante todo, De hecho, en esta época existe una maravi
como un enemigo y un peligro para la so llosa proliferación de nuevos instrumentos
ciedad. En el contexto de esta ley, se trata técnicos: la silla fija, la silla giratoria, la ca
también de proteger a la familia de los peli misa de fuerza (inventada en 1790 por un
gros que representa el alienado, y también tapicero de Bicétre llamado Guilleret), las
de proteger a la familia nuclear de los pode esposas, los collares con puntas internas
res que puede ejercer sobre ella la familia (PP, 106). Foucault se detiene en el análisis
extendida. Pero, más allá de esta protección, de estos instrumentos que ponen de mani
la ley de 1838 marca una ruptura entre la fiesto una tecnología específica del cuerpo
familia y la internación. • Desde el punto de (véase: Cuerpo), b ) La fam iliarización del asi
vista del saber médico, asistimos también a lo. A partir de 1850-1860 asistimos, en cam
una ruptura: jamás puede curarse un aliena bio, a un acercamiento estrecho entre asilo
do en su familia; ella es absolutamente in y familia. Comienza a formularse la idea se
compatible con la curación (PP, 99). En los gún la cual el loco es un niño y debe ser
textos de la época, especialmente en Fodéré, situado en un medio análogo al familiar. Por
encontramos varias razones que fundamen esta misma época también comienza a asi
tan esta exclusión de la familia del ámbito milarse a los locos con los delincuentes (re
asilar, a saber, el principio de distracción (o siduos de la sociedad) y con los pueblos
de no asociación): el loco no debe pensar en colonizados (residuos de la historia). Son
su locura. La familia puede ser, si no la cau concebidos, entonces, como despojos de la
sa, al menos la ocasión de la alienación humanidad. Al respecto, dos observaciones.
(contrariedades, preocupaciones, celos, pe En primer lugar, como en la historia de la
nas, etc.). El principio de la "sospecha sin colonización, también en la historia de la psi
tomática” (noción introducida por Esquirol): quiatría nos encontramos con dos épocas:
el loco supone que sus alteraciones no pro aquella en la que se utilizaban las cadenas
vienen de su enfermedad, sino de su entor y la de los sentimientos humanitarios. En
no. La existencia dentro de la familia de segundo lugar, este importante cambio que
relaciones de poder que favorecen la locura, asimila el loco al niño y al primitivo es al
PSIQUIATRÍA 331
gunos años anterior al darwinismo (el se los puede corregir mediante demostracio
Origen de las especies es, en efecto, de 1859). nes. En el caso de los locos, en cambio, es
Foucault toma como referencia un texto de necesario manipular la realidad, establecer
Foumet aparecido en los Anuales médico- una correlación entre esta y la ilusión, ofre
psychologiques (1854). A propósito de esta cer un contenido real para la locura. Ahora
asimilación, se pregunta nietzscheanamen- bien, en el asilo disciplinarizado, en la psi
te: "¿quién habla?”. Se trata de un discurso quiatría asilar, el psiquiatra ya no será, co
que proviene sobre todo de los estableci mo Pinel o Cox, el contrabandista de la rea
mientos privados de salud, paralelos y muy lidad: pasará completamente del lado de la
diferentes a las instituciones públicas (PP, realidad. La tarea del psiquiatra, en el asilo,
1 1 1 ); un discurso que busca la integración será brindarle a la realidad “el suplemento
de las anomalías al circuito de las ganan de poder necesario” para que se imponga a
cias económicas. Así, mientras los disposi la locura y le impida evadirse. Aquí, el error
tivos disciplinarios procuraban durante el y la ilusión ya no constituirán el núcleo de
siglo X V III ajustar la acumulación de indi la locura y la cuestión de la verdad; consi
viduos al proceso de acumulación de capi guientemente, esta última ya no será plan
tal, durante el siglo X IX intentarán integrar teada respecto de la locura (como era toda
los efectos de sus propios dispositivos (los vía el caso en Pinel y Cox), sino sólo a
anormales) al circuito económico. • Para propósito del propio poder psiquiátrico. En
lelamente, asistimos a un proceso de coloni este sentido, Foucault ofrece la siguiente de
zación disciplinaria del dispositivo de sobe finición provisoria de poder psiquiátrico: "es
ranía de la familia: "Y es así como el poder este suplemento de poder por el cual lo real
disciplinario parasita a la soberanía fami es impuesto a la locura en nombre de una
liar; requiere que la familia desempeñe el rol verdad que detenta, de una vez por todas,
de instancia de decisión entre lo normal y este poder bajo el nombre de ciencia médi
lo anormal, entre lo regular y lo irregular; le ca, de psiquiatría” (PP, 132). b) La cuestión
exige que le envíe estos anormales, estos de la verdad, la sim ulación. La psiquiatría
irregulares, etc.; de ello obtiene una ganan del siglo X IX se constituyó como discurso
cia que entra en el sistema general de ganan científico, por un lado, tomando como refe
cias y que se puede denominar, si quieren, el rencia el discurso clínico o clasificatorio, es
'beneficio económico de la irregularidad”' decir, buscando establecer una nosología de
(PP, 116-117). la patología mental; por otro, en relación
5) CURACIÓN PSIQUIATRICA Y D ISCIPLINA ASILAR, con una anátomo-patología que planteaba
a) D el error al poder psiquiátrico. El sistema la cuestión de la correlación orgánica de las
disciplinario asilar se justifica a sí mismo enfermedades mentales. Sin embargo, la
por su función terapéutica; Foucault se in distribución de los enfermos en el espacio
terroga precisamente acerca de la metodo del asilo, el régimen al que estaban someti
logía y los alcances terapéuticos del asilo dos, las tareas que se les imponían, la ma
disciplinario. Comienza analizando dos ca nera en que se decidía acerca de su curación
sos que retratan las estrategias de curación o de su carácter incurable no tenían en
de la Época Clásica, uno de Pinel y otro de cuenta estos discursos (el nosológico y el
Masón Cox. Tomemos el primero: se trata anátomo-patológico). "Estos dos discursos
de un enfermo que creía que los revolucio eran, simplemente, una especie de garantía
narios lo perseguían, que sería juzgado y de la verdad de una práctica psiquiátrica
ajusticiado (PP, 129). Pinel lo curó armando que quería que esta le fuese concedidá de
un pseudoproceso en el que fue absuelto. una vez por todas y que nunca fuese cues
Estos procedimientos suponen que el nú tionada” (PP, 133). Según Foucault, la ra
cleo de la locura es el error y la ilusión, lo zón de esta falta de articulación entre el
que define, en general, la concepción en la discurso verdadero y la práctica psiquiátrica
Época Clásica al respecto. La única dife se encuentra en esta función de acrecenta
rencia entre el error extravagante de los miento del poder de lo real que define al
locos y otros errores extravagantes, como poder psiquiátrico. El psiquiatra, en efecto,
los que podríamos encontrar, por ejemplo, es quien debe conferir a la realidad la fuer
en Descartes, radica en que a estos últimos za necesaria para apoderarse de la locura,
332 PSIQUIATRIA
atravesarla, hacerla desaparecer (PP, 131). imperativo del lenguaje. Combatir el delirio
A partir de aquí, se puede comprender la de las denominaciones polimorfas, obligan
importancia de un problema que ha domi do (con baños y duchas de agua fría, por
nado la historia de la psiquiatría en el siglo ejemplo) a aprender nuevamente el signifi
XDC hasta Charcot: el problema de la simu cado de los términos, leer libros y recitar
lación, la que ejerce la locura respecto de sí versos. Se busca, sobre todo, que el enfermo
misma, la manera en que la histeria simula se vuelva accesible a todos los usos impera
la histeria, la manera en que un síntoma tivos del lenguaje. En todo caso, en estos
verdadero es un modo de mentir y uno falso ejercicios en tomo al lenguaje no se trata de
es una manera de estar enfermo (PP, 135). combatir la falsedad con la verdad median
• Como veremos seguidamente, en este en te un uso dialéctico del lenguaje, sino de
frentamiento entre verdad y mentira, saber imponer el lenguaje del asilo, el lenguaje del
y simulación, entre psiquiatría y locura, la amo. En tercer lugar, organización de las pe
histeria ha desempeñado un papel de pri nurias y de las necesidades: vestimenta gro
mer orden. • Frecuentemente se considera tesca; alimentación racionada, levemente
que el psicoanálisis, planteando la cuestión por debajo de la media; uniforme, no a vo
de la verdad de los síntomas, significó el luntad; trabajo, etc. Pero, sobre todo, el asi
primer retroceso de la psiquiatría. Para lo ha organizado la carencia y la necesidad
Foucault, en cambio, se trata de una prime de libertad. En cuarto lugar, im posición de
ra línea de defensa en este enfrentamiento una identidad estatutaria', es necesario lo
entre saber y locura. La primera despsiquia- grar que el enfermo diga la verdad, que
trización hay que buscarla en este fenómeno cuente su vida e incluso que la ponga por
de la simulación (PP, 137). c) Estrategias de escrito (nombre, lugar de origen, edad, ofi
la curación en el dispositivo asilar. Como di cio, lugares y períodos de internación, etcé
jimos, en el asilo, el poder psiquiátrico fun tera). Es necesario ligar la individualidad
ciona como un intensificador de la realidad, del loco a una identidad social. "Pero uste
es decir, como un suplemento de fuerza que des se dan cuenta de que esta verdad no es
se suma a ella con la finalidad de adueñar la de la locura hablando en su propio nom
se de la locura, de imponérsele; así, por bre, es el enunciado de una locura que acep
esta vía, logra la curación. Para describir ta reconocerse en primera persona en una
los mecanismos de este suplemento de po determinada realidad administrativa y mé
der, Foucault analiza en detalle un caso de dica constituida por el poder asilar. Y en el
curación, el de M. Dupré, llevada a cabo por momento en que el enfermo se haya recono
quien, en su opinión, mejor ejemplifica estos cido en esta identidad se cumple la opera
mecanismos, Frangois Leuret, "el hombre ción de verdad” (PP, 160). En quinto lugar,
del tratamiento moral” (PP, 144). El caso se deshedonización de la locura', aniquilar el
encuentra en su obra de 1840, E l tratamien placer del síntoma por el de la cura. El en
to m oral de la locura. A partir de este análi fermo puede integrar el tratamiento a su
sis, nuestro autor enumera las estrategias locura por la vía del placer y, de este modo,
del poder psiquiátrico. En primer lugar, la aceptarlo sin quejarse. En este punto,
disimetría disciplinaria. En el primer contac Foucault observa que Leuret va más allá de
to entre el médico y el loco asistimos al pri los psiquiatras de su época, para quienes
mer acto del ritual asilar. Una demostración bastaba con que el enfermo aceptara el tra
inicial de fuerza, una marca diferencial de tamiento. Para Leuret, en cambio, es nece
poder: el médico que reprende al loco por sario desarticular la posible conexión entre
sus discursos y su conducta, que lo obliga a el tratamiento y el placer de la locura; para
escucharlo, que lo mantiene de pie ante su ello, le agregará algunos elementos particu
presencia, etc. "Toda la realidad está con larmente dolorosos (PP, 162). d) Poder psi
centrada en una voluntad ajena, que es la quiátrico y “dirección": las marcas del saber.
voluntad omnipotente del médico” (PP, El poder psiquiátrico es, entonces, antes que
146). Se busca, en definitiva, establecer un una intervención terapéutica, una determi
estado de docilidad y, así, debilitar la afir nada manera de dirigir y administrar. El
mación de omnipotencia característica de la psiquiatra es el que dirige el funcionamien
locura. En segundo lugar, reaprender el uso to del hospital y de los individuos; su "direc
PSIQUIATRIA 333
ción" consiste esencialmente en hacer que asilo a través de la persona del psiquiatra,
la realidad tenga poder de coerción, que se del médico, sino su cuerpo (PP, 179). Toda
imponga a la locura. Según Foucault, de es terapia comienza con la presencia en perso
te modo se han importado al espacio del na del psiquiatra. La arquitectura del asilo
asilo técnicas y objetos que habían sido de está calculada para que este pueda estar
sarrollados durante los siglos precedentes virtualmente en todas partes. El cuerpo del
en la práctica religiosa de la dirección de psiquiatra debe estar en comunicación di
conciencia (PP, 172). • Ahora bien, en cuan recta con todas las unidades de la adminis
to dispositivo disciplinario, el asilo es iso- tración del asilo. Foucault enumera una
morfo a la escuela, al cuartel, a la fábrica. serie de marcas del saber del psiquiatra en
Hay, sin embargo, un elemento que marca el asilo: información, a través de la familia
su especificidad: el asilo se justifica por su por ejemplo, de la biografía del enfermo,
función terapéutica, por la presencia del interrogatorio psiquiátrico, constitución de
médico en su interior, por él entrelazamien un informe permanente sobre él, punición
to entre disciplinarización y medicalización. terapéutica, la clínica para instruir a los es
La clase del 9 de enero de 1974 (PP, 171- tudiantes y mostrarle al enfermo que se co
198) está enteramente dedicada a establecer noce su enfermedad. "Son estas marcas de
en qué consiste esta función de dirección del saber, y no el contenido de una ciencia, las
médico en el ámbito del asilo. En primer que le permitirán al alienista funcionar co
lugar, es necesario tener presente que lo que mo médico dentro del asilo" (PP, 185).
se introduce como "realidad" en el asilo es: 6 ) GENERALIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL PODER
la voluntad ajena (del médico, de los enfer p s i q u i á t r i c o , a) La psiquiatrización de la in
d’intelligence”, Th. Méd. París, n° 125, París, tión. • Ambos procesos, especificación teó
Didot Jeune, 1824). Con ellos aparece una rica y anexión práctica, han dado lugar a un
nueva definición de la idiotez: ya no se trata movimiento de medicalización de la idiotez,
de una enfermedad, sino de un estado en el y, a través de él, se han entrelazado. Para
que las facultades intelectuales no se han Foucault, esto se entiende a partir de una
desarrollado. Edouard Séguin ( Traitement razón fundamentalmente económica: la ne
moral, hygiéne et éducation des idiots et des cesidad de obtener los recursos financieros
autres enfants arriérés ou retardes dans leur necesarios para ocuparse y atender a los
développement, París, J.-B. Bailliére, 1846), idiotas y a los imbéciles. Y para ello, para
por su parte, distingue el idiota del retarda obtener fondos, los médicos de la época ela
do. En el primero, el desarrollo se encuentra boraron la noción de peligrosidad social de
detenido; en el segundo, es más lento res idiotas e imbéciles. "El peligro es este tercer
pecto de los otros niños de la misma edad. elemento que permitirá el inicio del proce
Aunque exista una patología orgánica en la dimiento de internación y de asistencia, y
base de estos dos fenómenos, no es la no los médicos efectivamente hacen certifica
ción de enfermedad el eje de estas nuevas dos en este sentido” (PP, 217). • De este
definiciones del idiota y del retardado, sino primer movimiento de generalización del
la idea de desarrollo, de un proceso que poder psiquiátrico, Foucault extrae tres im
afecta la vida orgánica y psicológica del in portantes consecuencias. En primer lugar, la
dividuo. En cuanto al desarrollo, además, psiquiatría, como ciencia y poder de lo
nos encontramos con una doble normativi- anormal, podrá conectarse con toda la serie
dad: la del adulto, el estado terminal que se de regímenes disciplinarios de la época. En
debería alcanzar, y la de la media de los ni segundo lugar, como poder sobre la locura
ños, que permite establecer la mayor o me y sobre lo anormal, va a encontrarse en la
nor velocidad de este proceso (PP, 205-206). obligación de definir las relaciones que pue
Foucault señala, además, dos importantes dan existir entre el niño anormal y el adulto
elementos teóricos en esta nueva concep loco. La noción de instinto (elemento natu
ción de la idiotez y de la imbecilidad. Por ral en su existencia, pero anormal en su fun
un lado, en el idiota y en el retardado emer cionamiento) permitirá vincular estos dos
ge un componente del individuo que no ha ámbitos. Aquí surgirá otra importantísima
sido debidamente integrado: el instinto. Por noción, la de degeneración, restos de locura
otro, si bien el idiota o el retardado no son que un niño hereda de sus padres o ascen
enfermos, esta presencia del instinto no in dientes. Foucault observa que esta noción,
tegrado los convierte en anormales (respec elaborada principalmente por Morel (véase:
to de la normatividad del adulto y de los Degeneración), surge antes de Darwin y del
otros niños). Así, lo que los síntomas son a evolucionismo (PP, 220). En tercer lugar, es
la enfermedad, los instintos son a la anoma en este movimiento y en este espacio de in
lía (PP, 208). Ahora bien, en cuanto al se terrogación acerca del destino familiar del
gundo proceso, el de institucionalización, instinto donde surgirá el psicoanálisis (PP,
asistimos, como dijimos, a un movimiento 221). b) La cuestión de la verdad y la noción
inverso: las instituciones y las disposiciones de crisis. Como vimos, Foucault sostiene que
administrativas tienden a asimilar, a pesar el poder psiquiátrico no persigue fundamen
de la separación teórica, locura e idiotez. tar una práctica terapéutica en la verdad de
Los idiotas y los imbéciles, en efecto, son la locura, sino organizar y administrar un
ubicados dentro del espacio asilar. En este dispositivo disciplinario en torno a ella. Ello
espacio, la noción de alienación mental se no significa, sin embargo, que en la historia
convertirá en la categoría que los reunirá a del poder psiquiátrico no se haya planteado
todos (PP, 212). Foucault menciona algunos la cuestión de la verdad. En el período que
casos concretos en los que se aloja a idiotas se está analizando (1820-1870), esta cues
e imbéciles dentro del espacio asilar; pero tión emerge a través de la práctica del inte
merece una mención particular una dispo rrogatorio, de los procedimientos de magne
sición del ministro francés del Interior, de tismo e hipnosis y del uso de determinadas
1840, según la cual la misma ley de interna drogas (el éter, el cloroformo, el opio) y, par
ción de 1838 se aplica a los casos en cues ticularmente, en la crisis histérica. Aunque
p s iq u ia t r ía 335
se trate de elementos cuya presencia ha sido nal. De este modo, el psiquiatra funda su
dispersa y fragmentaria, en ellos se ha lleva práctica en la defensa de la sociedad y no en
do a cabo una transformación interna y ex la verdad. Sin embargo, en el campo de la
terna del poder psiquiátrico (PP, 233-234). psiquiatría y del asilo, contemporáneamente
Para describirla, Foucault comienza contra a esta exclusión de la noción de crisis, nos
poniendo dos concepciones de la verdad: la encontramos con un proceso de reaparición
verdad demostración-constatación y la ver- o de transformación de aquella. "No más
dad-acontecimiento. Véase: Verdad. • En la esta crisis de verdad que se jugaba entre las
historia de la medicina o, mejor, de la prác fuerzas de la enfermedad y las de la natura
tica médica hasta el siglo X V III hay un ele leza, y que caracteriza la crisis médica tal
mento que no pertenece a la historia de la como funcionó en el siglo XVIII, sino una
verdad-demostración, sino a la de la verdad- crisis que yo llamaría ‘de realidad', y que se
acontecimiento: la noción de crisis. Antes de juega entre el loco y el poder que lo interna,
la formación de la anatomía patológica, la el poder-saber del médico” (PP, 251). De es
crisis es definida como el momento de la te modo, el poder psiquiátrico comenzará a
batalla entre la naturaleza y el mal, la sus plantearse la cuestión de la verdad de la lo
tancia mórbida. Esta batalla tiene su propio cura. Foucault señala dos razones de esta
calendario en la evolución de la enferme transformación. Por un lado, ni el régimen
dad, aquellos momentos en los que la enfer disciplinario ni la anatomía patológica le
medad produce su verdad, cuando el médi habían permitido a la psiquiatría fundamen
co, habiéndolos previsto, debe intervenir tar su práctica en la verdad. Por otro, por
para reforzar las energías de la naturaleza. que el saber psiquiátrico no interviene esen
En su form a general, la técnica de la crisis cialmente para especificar o clasificar la
en la medicina griega no es diferente de la enfermedad, sino para decidir si esta existe
del juez; se trata de una técnica que se en o no, si un individuo está loco o no lo está.
cuadra en un modelo de matriz jurídico- • Nos encontramos, entonces, ante un doble
político (P P , 244). En la historia de la funcionamiento del poder psiquiátrico: re
práctica médica, el paso de la verdad-acon- chazo y transformación de la noción clásica
tecimiento a la verdad-demostración está de crisis. Dos figur as atestiguan este doble
ligado a la extensión de los procesos políti movimiento. Por un lado, el demente, que
cos de la investigación (enquéte) (véase: responde exactamente al funcionamiento de
Investigación). De este modo, en la medicina la institución asilar. El demente, en efecto,
en general, con la formación de la anatomía es aquel en quien han sido calladas todas las
patológica, desaparece la noción de crisis especificidades de los síntomas: en él no hay
hacia finales del siglo XVIII; ella deja de ser más manifestación, ni exteriorización, ni
el eje de organización de la práctica médica crisis. Por otro.lado, el histérico. “Un histé
(PP, 247). También la psiquiatría y el asilo rico es el que está tan seducido por la exis
psiquiátrico excluyen esta noción, por va tencia de los síntomas más específicos, más
rias razones. En primer lugar, como vimos, precisos, aquellos que se presentan precisa
porque el dispositivo disciplinario del asilo mente en las enfermedades orgánicas, que
procura que el enfermo no esté absorbido los retoma por cuenta propia” (PP, 253).
por el pensamiento de la locura, que no • Esquemáticamente, resumiendo el análi
piense en ella, que se aleje de ella mediante sis de Foucault, se puede decir que la prue
las actividades previstas en el asilo (trabajo, ba (épreuve) de verdad, que estaba en juego
paseos, lecturas, etcétera). En segundo, lu en la noción clásica de crisis, se disocia: por
gar, porque la práctica de la anatomía pato un lado, en la medicina general, a través de
lógica permite rechazar la existencia de una la anatomía patológica ella desaparecerá
crisis a propósito de la locura. La verdad de con la incorporación de los procedimientos
la locura, en efecto, no está en lo que los y los métodos de la verdad-demostración;
locos dicen o hacen, sino en los nervios y en por otro, en el campo de la psiquiatría, se
su cerebro. En tercer lugar, por la relación convertirá en una prueba, no de verdad, si
establecida entre locura y crimen, especial no de realidad (PP, 269). Pero es necesario
mente mediante la noción de monomanía. A señalar que no se trata necesariamente de
partir de ella, todo loco es un posible crimi una prueba en el sentido de la constatación
336 PSIQUIATRÍA
Aunque durante las primeras décadas del piel humedecida). A partir de las respuestas
siglo X IX se aplicó la hipnosis en los asilos a los diferentes estímulos se pueden estu
psiquiátricos, la verdadera inserción de la diar las diferencias funcionales entre los
hipnosis en la práctica psiquiátrica tiene distintos tipos de comportamiento: reflejo,
lugar más tardíamente, entre 1858 y 1859, automático, voluntario espontáneo, volun
cuando se introducen en Francia, con Paul tario ordenado desde el exterior. Surge, de
Broca, las experiencias de James Braid, au este modo, un nuevo dispositivo médico-
tor de Neurohypnology, o r the Rationale o f clínico, diferente al dispositivo de la ana
Nervous Sleep Con.sid.ered in Relation with tomía patológica y también al del poder
Anim al Magnetism. Illustrated by Numerous psiquiátrico. En efecto, el dispositivo neu
Cases o f its Successful Application in the rológico reemplaza el interrogatorio del dis
R elief and Cure o f Diseases (Londres, John positivo psiquiátrico por órdenes que bus
Churchill, 1843). A diferencia de las expe can obtener una respuesta del sujeto; estas
riencias anteriores, con Braid la hipnosis respuestas, sin embargo, no son verbales,
aparece como una apertura a través de la sino corporales. Por ello, el neurólogo podrá
cual el saber médico se aproxima al enfer establecer un diagnóstico diferencial en el
mo. El médico, en efecto, puede disponer que ya no hay espacio para la simulación.
del comportamiento y de la conducta del "La prueba de realidad no es más necesaria:
enfermo hipnotizado. Ello le permite, entre la clínica neurológica ofrecerá, al menos en
otras cosas, anular los síntomas de la enfer un determinado dominio, la posibilidad de
medad, provocar determinados síntomas establecer un diagnóstico diferencial, como
(contracturas, parálisis) o modificar las la medicina orgánica, pero a partir de un
funciones automáticas del organismo (cir dispositivo diferente. En suma, el neurólogo
culación, respiración), f) E l surgim iento del dice: 'obedece mis órdenes, pero cállate, y tu
cuerpo neurológico. Estos tres elementos, cuerpo responderá por ti dando las respues
"prueba de realidad” (el interrogatorio, el tas que sólo yo, porque soy médico, podré
uso de drogas y la hipnosis), adquirirán descifrar y analizar en términos de verdad”’
una nueva dimensión y mayor importan (PP, 306). • De acuerdo con Foucault, se
cia con el descubrimiento, en el ámbito de puede decir que hasta la aparición de la neu
la medicina orgánica, del cuerpo neuroló rología clínica con su nuevo dispositivo exis
gico, con las experiencias de Guillaume tían dos especies de enfermedades: las men
Duchenne de Boloña alrededor de los años tales y las orgánicas. Al respecto, observa
1850-1860. • Aunque no se pueda oponer el que no sería correcto superponer esta opo
cuerpo neurológico al cuerpo de la anato sición a la oposición entre el espíritu y el
mía patológica, los procedimientos para cuerpo. En efecto, algunas enfermedades
ajustar la localización anatómica y la obser mentales son concebidas, en la práctica
vación clínica no son los mismos. Mientras médico-psiquiátrica, como enfermedades
que la anatomía patológica buscaba una del cuerpo acompañadas de síntomas psí
descripción detallada del órgano profundo quicos. La línea divisoria entre ambas pasa,
que había sido lesionado, la neurología, en más bien, por la posibilidad del diagnóstico.
cambio, procede mediante una observación En el caso de las enfermedades orgánicas,
de superficie. En este cambio, se modifica se podía llevar a cabo un diagnóstico dife
también el valor de los signos analizados. La rencial; en el de las mentales, en cambio, se
anatomía patológica estimulaba al paciente requería una prueba de realidad para poder
(por ejemplo, mediante golpes en el abdo establecer si el individuo en cuestión está o
men) para obtener un determinado efecto no efectivamente loco (PP, 307). Entre am
(el ruido que producen estos golpes); este bas especies nos encontramos además con
efecto es el signo que se debe descifrar, que los casos intermedios, buenos o malos epis
debe indicar las lesiones profundas. En la temológicamente. Entre los primeros, la pa
neuropatología, en cambio, el signo que se rálisis general. En este caso, nos encontra
busca estudiar no es simplemente un efecto, mos con ambos géneros de síntomas y
sino, más precisamente, una respuesta de resulta posible pasar de unos a otros. Entre
terminada (por ejemplo, la respuesta de un los segundos, las neurosis; según la concep
músculo a la electrificación superficial de la ción corriente a mediados del siglo XIX,
338 PSIQUIATRÍA
enfermedades con problemas en las funcio al mismo tiempo, el histérico deja de ser un
nes de relación (motrices o sensitivas), pero loco dentro del asilo, para convertirse en un
sin correlaciones anatómicas asignables. enfermo dentro de un hospital digno de este
Por esta época, en el dominio de las neuro nombre (PP, 312-313). En segundo lugar, la
sis entraban las convulsiones, la epilepsia, maniobra del m a n iqu í funcional (reproduc
la histeria, la hipocondría, etc. (PP, 308). ción provocada de los síntomas histéricos
Estas enfermedades resultaban epistemoló por hipnosis). La organización del escenario
gicamente poco fecundas por dos motivos: sintomatológico provoca una proliferación
porque sus síntomas eran Irregulares y no de síntomas y crisis histéricas. Un paciente
era posible establecer una correlación or de Charcot tuvo 4506 crisis en 13 días y, más
gánica, y porque se prestaban frecuente tarde, 17 083 en 14 días. Se vuelve necesario
mente a la simulación. El surgimiento del poder controlar esta plétora de síntomas. Se
cuerpo neurológlco permite eliminar la des recurre, entonces, a la hipnosis y la suges
calificación epistemológica de este grupo de tión para poder aislar perfectamente un sín
enfermedades; y el nuevo dispositivo de toma histérico. Pero esta técnica tiene el
diagnóstico diferencial posibilita, en efecto, inconveniente y el peligro de que puede ser
pasar por ejemplo de los disturbios neuro- sólo el efecto de una determinada consigna,
lógicos, como los tumores, a las convulsio y no exactamente una respuesta en el senti
nes. De este modo, se produce una especie do neurológico del término. Dicho con otras
de consagración patológica del amplio do palabras, se vuelve necesario poder disponer
minio de las neurosis y, en particular, de la de un síntoma histérico en estado natural,
histeria, g) La histeria. A partir del surgi fuera del ámbito del hospital y sin servirse
miento del dispositivo neurológico y de la de la hipnosis. Aquí ha desempeñado un pa
formación del cuerpo neurológico, Foucault pel de primer orden la aparición de una
se ocupa del análisis de los fenómenos his nueva categoría de enfermos, los enfermos
téricos en las experiencias de Charcot. Para asegurados, víctimas en general de acciden
ser más precisos, no se trata en realidad de tes de trabajo, que presentaban, en efecto,
una historia de la histeria ni de los conoci desórdenes postraumáticos (parálisis, anes
mientos psiquiátricos acerca de la histeria, tesia) sin soporte anatómico asignable. De
sino de abordarla como un episodio de lu este modo, se pueden autentificar como
cha, de confrontación, de batalla entre e l naturales los síntomas que se reproducen
psiquiatra y el histérico (PP, 310). Al respec en los histéricos hipnotizados. Pero, al
to, Foucault describe tres grandes manio mismo tiempo, el estudio de los síntomas
bras histéricas. En primer lugar, la organi histéricos permite establecer que se trata
zación del escenario sintom atológico. Para verdaderamente de enfermos, y no de si
poder situar la histeria en el mismo plano muladores. En este sentido, el histérico
que las enfermedades orgánicas, es necesa autentifica la enfermedad del traumatiza
rio poder referirse a una sintomatología es do. "Naturalización del histérico por el trau
table, codificada y regular. De este modo matizado, denuncia de la posible simulación
surgió, con Charcot y sus sucesores, la no en el traumatizado por el histérico" (PP,
ción de "estigmas histéricos", es decir, los 316). Existe una tercera maniobra. También
fenómenos que se encuentran en todos los se vuelve necesario establecer que los sínto
casos de histeria: achicamiento del campo mas histéricos no son una consecuencia de
visual, semianestesia simple o doble, anes los poderes médicos que se ejercen sobre el
tesia faríngea, contractura provocada por histérico, es decir, poder inscribir en un es
un nexo muscular en tomo a una articula quema patológico estricto los síntomas his
ción. Además, también fue necesario codifi téricos. Para ello, Charcot elabora la noción
car las crisis histéricas, es decir, ordenar, en de traumatismo. Se trata de un aconteci
su regularidad, la evolución de estos sínto miento, de un golpe, de una caída, un mie
mas. "Solicitando sus estigmas y la regula do, un espectáculo, que puede provocar una
ridad de sus crisis, el médico solicita al his especie de hipnosis discreta, localizada, pe
térico que le dé la posibilidad de llevar a ro de larga duración. El trauma aparece,
cabo un acto estrictamente médico, es decir, entonces, como la etiología de la histeria. De
un diagnóstico diferencial" (PP, 312). Pero, este modo surge la necesidad de que los his
PSIQUIATRIA 339
téricos, bajo hipnosis o no, cuenten su vida, poder y ubuescos (véase: Ubuesco). Por ello
y especialmente su infancia, para buscar y se pregunta si el discurso de los informes
encontrar el acontecimiento fundamental y médico-legales (de la medicina/psiquiatría
esencial que se prolonga en sus síntomas. penal), el discurso de las pericias, se ha des
Para Foucault, a partir de esta exigencia se plazado de la normatividad propia del dis
pondrá en funcionamiento lo que denomina curso médico y se ha sometido a nuevas
la "contramaniobra de los histéricos": estos reglas de formación. En primer lugar, son
comenzarán a relatar su vida sexual. Pero, discursos que no deben simplemente optar
curiosamente, Charcot no podía admitir es entre el crimen o la locura. No se trata sólo
ta aparición de la sexualidad. De acuerdo de establecer si el acusado se encontraba en
con el análisis de Foucault, la razón de esta estado de demencia en el momento del cri
imposibilidad reside en que la presencia de men. Hay en ellos, más bien, el juego de una
la sexualidad había sido la causa de la des doble calificación -médica y legal-, que cir
calificación de la neurosis como enfermedad cunscribe el dominio de lo que a partir de
en tomo a 1840. La preocupación de Charcot mediados del siglo X IX pasará a denominar
era, en efecto, calificar a la histeria como se "perversidad": una serie de elementos
enfermedad (PP, 322); por ello, era necesa biográficos que califican al criminal (pereza,
rio despojarla de su componente sexual. orgullo, testarudez, maldad). En segundo
Foucault narra, al respecto, la anécdota de lugar, tampoco se trata de optar entre la pri
las declaraciones que Freud escuchó en la sión y el hospital. Los informes médico-le-
casa de Charcot, donde había sido invitado gales buscan, más que esta alternativa insti
durante su semestre parisino. Charcot dijo: tucional (puesto que el sujeto/objeto de
"¡Ah! La histeria, todo el mundo sabe que estos discursos no es, estrictamente hablan
se trata de sexualidad”. Freud comenta: do, ni un enfermo ni un criminal), estable
"Cuando escuché esto, me sorprendí com cer la figura del individuo peligroso y los
pletamente, y me dije: 'Pero si él lo sabe, mecanismos sociales para su control. El ob
¿por qué no lo dice?"' (P P , 323). El relato de jeto de los informes médico-legales es, en
Freud (que no coincide exactamente, pero sí sentido estricto, el individuo "perverso" y
sustancialmente, con el texto de Foucault) "peligroso". Según Foucault, en la forma
se encuentra en C ontribución a la historia ción de estos discursos son observables dos
del m ovim iento psicoanalítico (de 1914, in elementos característicos: la reactivación de
cluido en el volumen X IV de las Obras com las categorías elementales de la moralidad
pletas). • Surge de este modo un nuevo cuer (pereza, orgullo, testarudez, maldad) y la
po, ya no el cuerpo neurológico, ni el semejanza de estos discursos en cuanto a su
anátomo-patológico, ni el disciplinario, sino vocabulario y sus argumentos con aquel por
el cuerpo sexual. Se abren, entonces, dos medio del cual.los padres tratan de infundir
caminos: la descalificación de la histeria co temor a sus hijos. Son discursos de carácter
mo enfermedad y la apropiación médica de parento-infantil. Desde este punto de vista,
la sexualidad (P P , 325). la formación del discurso médico-legal apa
rece vinculada a dos fenómenos históricos.
los a n o r m a l e s . Les Anorm aux, el curso dic En primer lugar, se trata de una regresión
tado en los años 1974-1975 en el Collége de respecto de los informes de Esquirol, por
France, está dedicado, como lo sugiere el ejemplo. En estos se muestra la irrupción en
título, a llevar a cabo una genealogía del el tribunal de un discurso que se había for
concepto de anormalidad. Esta genealogía mado en otra parte, en el hospital. Ahora
es, en gran medida, una genealogía del po nos encontramos con un discurso que se
der psiquiátrico. ubica por debajo de la situación epistemo
1) p e r i c i a s m é d i c o - l e g a l e s . Como introduc lógica de la psiquiatría. En segundo lugar,
ción a la problemática del concepto de anor este discurso se inserta en un largo proceso
malidad, Foucault comienza este curso con de reivindicación del poder de castigar, que
la lectura de algunas pericias psiquiátricas frecuentemente se ha presentado bajo el as
de los años 1955-1974. Los informes médi- pecto de una modernización de la justicia.
co-legales aparecen, ante sus ojos, bajo un Foucault pone en evidencia que el discurso
doble aspecto: a la vez como productores de médico-legal no es homólogo ni al discurso
340 PSIQUIATRIA
médico ni al jurídico; ambas categorías se razón del crimen. Para expresarlo de otro
encuentran en él adulteradas. N o se trata ni modo, el sistema jurídico-penal exige una
del enfermo ni del criminal, sino de un ter doble racionalidad: la del sujeto para ser
cer término: la 'anormalidad y el poder de imputable y la del delito para ser punible,
normalización (A N , 3-19). es decir, corregible. El caso de Henriette
2) IN STIN TO Y PSIQUIATRIA C R IM IN A L. Como expu- Comier precisamente plantea como proble
simos en el artículo Anomalía, para Foucault ma que el sujeto aparece como racional en
la figura del anormal es la de un monstruo el momento del acto y, sin embargo, el cri
empalidecido. La clase del 5 de febrero de men carece de razón. Se presenta, entonces,
1975 de Les Anorm aux (A N , 101-125) preci como imputable, pero no como punible. 2)
samente plantea cómo la figura del mons Desde el punto de vista de la psiquiatría cri
truo se transformó en la del anormal, en la minal. Foucault realiza una observación his
del perverso. Su análisis se centra en el na tórica acerca de la situación de la psiquia
cimiento y la formación de la psiquiatría tría en la época en cuestión. La psiquiatría
criminal. Menciona tres casos judiciales criminal no se presentaba entonces como
acaecidos entre 1817 y 1826, los diferencia una parte de la medicina, sino como una
y finalmente analiza el tercero de ellos: el rama especializada de la higiene pública. En
caso de la mujer de Sélestat (mató a su hija, la psiquiatría criminal se entrecruzaban, de
la despedazó, cocinó uno de sus muslos con este modo, el saber médico y el de la higiene
repollos y se lo comió), el caso Papavoine social. En la doble codificación que se hace
(mató a dos niños pequeños en un bosque), de la locura, podemos ver el juego de esta
el caso Henriette Comier (solicitó a una ve múltiple pertenencia. Por un lado, la locura
cina que dejara a su hija bajo su cuidado, la aparece como una enfermedad, pero, por
llevó a su cuarto, donde tenía todo prepara otro, como un peligro. En este sentido, la
do -cuchillo, recipiente para la sangre-, y la noción psiquiátrica de degeneración permi
degolló). En el primer caso, aunque nos pa tió aislar un aspecto del peligro social y te-
rezca inverosímil, se argumentó que la mu matizarlo en términos de enfermedad. En
jer tenía una fuerte razón para cometer el este contexto se desarrollaron dos grandes
asesinato y comerse a su hija. En esa época, operaciones: dentro del asilo, la psiquiatría
en efecto, toda la región se encontraba azo desplazó el núcleo esencial de la locura des
tada por una fuerte hambruna. En el segun de el delirio (punto de vista tradicional) ha
do caso, el sujeto presentó como descargo cia la resistencia, la desobediencia, la insu
que había creído reconocer que los niños rrección; fuera de este, se preocupó por
asesinados eran hijos de nobles. Se trataría, detectar el carácter virtualmente peligroso
entonces, de un delirio. Ahora bien, en el de toda locura para justificar su interven
tercer caso, en cambio, no aparecen ni sig ción científica y autoritaria en la sociedad.
nos de locura ni aparente razón o motivo • Podemos comprender, entonces, a propó
para el crimen. A partir de esta situación sito de los crímenes sin razón, cómo el sis
(que no es única, sino más bien ejemplar), tema penal y la psiquiatría criminal van a
surge una interesante serie de problemas engranar sus mecanismos. Por un lado, la
que conciernen tanto al sistema judicial co economía de la punición exigirá a la psi
mo al saber médico sobre la criminalidad. quiatría penal la determinación de la con
1) Desde el punto de vista judicial. El artícu dición de la corrección, es decir, la racio
lo 64 del código penal de la época (el código nalidad del crimen (no del sujeto en el
de la reforma) exigía que el sujeto de la in momento del acto). Por otro lado, la psi
fracción no se encontrara en estado de de quiatría justificará su necesidad y su poder
mencia en el momento de cometer el delito; mostrando el componente de locura de todo
en caso contrario, se trataba de un sujeto crimen. En el caso de Henriette Comier, po
inimputable. Pero si bien esta es la situación demos ver cómo funcionan estos dos meca
desde la perspectiva del código penal, es nismos ensamblados. Por caminos diferen
muy diferente desde la óptica de la tecnolo tes, los peritos psiquiatras de la acusación
gía de la punición. El objetivo de la reforma (entre los que se encontraba Esquirol) y de
penal burguesa era la corrección mediante la defensa se interrogan no sobre la demen
aquello que se denominaba el interés o la cia del sujeto en el momento del acto, sino
PSIQUIATRIA 341
sobre su racionalidad; con otras palabras, se to: las políticas de eugenesia (Hitler, por
preguntan si el sujeto es punible. Para mos ejemplo) y el psicoanálisis.
trar que existe una estrecha semejanza entre 3) l a p s i q u i a t r í a c o m o s a b e r y t é c n i c a d e l o
el acto y el sujeto, la acusación argumentará n o r m a l . Ahora bien, la historia de la psiquia
que el crimen encuentra en la condición del tría nos impone explicar cómo la locura ins
sujeto el justificativo del castigo y de la co tintiva llegó a dominar todo él campo de la
rrección, es decir, que el acto carece de ra psiquiatría (clase del 12 de febrero de 1975,
zón, pero el sujeto no. Por un lado, se esgri AN, 127-151). Porque en los inicios lo ins
me la historia personal de Henriette: fue tintivo concernía sólo a aquella forma de
abandonada por su marido, se entregó al locura que afectaba todos los comporta
libertinaje, tuvo dos hijos que abandonó a la mientos, excepto la inteligencia, y que lleva
asistencia pública. Por otro lado, se enfatiza ba al asesinato. Desde un punto de vista
la premeditación con que cometió el degüe genealógico, es decir, de la inserción del sa
llo (preparó los instrumentos en su cuarto, ber psiquiátrico en los mecanismos del po
pensó el diálogo con la madre de la víctima), der, Foucault analiza tres procesos centra
la lucidez con que lo ejecutó (exclamó, luego les. 1) La ley de 1838. Esta ley se ocupa de
de haberlo cometido: "esto merece la pena la internación por orden de una autoridad
de muerte"; trató de ocultar el cuerpo de la policial-administrativa: el prefecto. En
víctima y de impedir que la madre entrara cuanto a su significación en la historia de
en el cuarto donde se llevó a cabo el cri la psiquiatría, se destacan tres puntos:
men). La defensa sigue otro camino. En pri a) Consagra legalmente a la psiquiatría co
mer lugar, argumenta un cierto estado de mo una rama de la medicina y de la higiene
enfermedad en Henriette Comier: las situa pública. La internación de los alienados re
ciones de desenfreno, la alternancia entre quiere una institución adaptada para recibir
estado de alegría y tristeza, etc. En segundo enfermos y con posibilidades de curarlos
lugar, señala su lucidez moral. En tercer lu (corregirlos), b ) La internación de oficio
gar, y encontramos aquí la cuestión decisiva, debe ser motivada por alguna form a de
sostiene que el hecho de que la conciencia alienación que comprometa el orden y la
moral de la mujer haya permanecido intacta seguridad públicos, c) Se pide entonces a
en el momento mismo del crimen muestra la psiquiatría que responda acerca de los
que nos encontramos ante la presencia de núcleos de peligrosidad en el nivel del com
algo que no es el sujeto consciente, sino un portamiento de los individuos. Antes, la in
agente extraordinario, extraño a las leyes tervención de los expertos era sólo para sa
regulares de la organización humana: el ins ber si el estado de demencia de un sujeto lo
tinto. Pasamos, de esta forma, del acto sin inhabilitaba como sujeto de derechos, como
razón al acto instintivo. • Foucault atribuye sujeto jurídico; ahora, en cambio, se estable
una importancia capital a la aparición del ce a través de la misma administración un
concepto de instinto en estos términos. El nexo entre locura y peligro. 2) La reorgani
instinto ha sido, según su juicio, el gran vec zación de la solicitud familiar. La solicitud
tor de la anormalidad, porque ha permitido, familiar de internación cambia tanto res
precisamente, encontrar un principio de co pecto de la forma como del contenido. En
ordinación entre monstruosidad y patolo cuanto a la forma, no se trata ya de la fami
gía. Su aparición en estos términos deter lia reunida en consejo, sino del círculo de
minó, además: 1) El planteo de un modo los allegados, los más cercanos. En cuanto
nuevo de la problemática patológica de la al contenido, se trata ahora de aquellos
locura. Hasta fines del siglo XIX, la locura comportamientos que afectan las relaciones
encontraba su condición de posibilidad en familiares (hermano-hermana, marido-mu-
el delirio, mientras que ahora es posible jer, padres-hijo, etc.); en pocas palabras, las
pensarla a partir del instinto patológico. perturbaciones que el enfermo puede indu
Aparecen, así, las pulsiones, las obsesiones cir o provocar en la familia; perturbación y
y la emergencia de la locura sin error: la desorden en relación con el campo discipli
histeria. 2) La inscripción de la psiquiatría nario definido por la familia, la escuela, los
en el marco de una patología evolucionista. vecinos, etc. El psiquiatra se convierte en el
3) La aparición de las tecnologías del instin médico de la familia. 3) Una exigencia poli-
342 PSIQUIATRÍA
tica para la psiquiatría. Cada revolución, se las alteraciones funcionales del sistema ner
gún el juicio de Foucault, introdujo algún vioso que perturban las conductas volunta
criterio de discriminación. La Revolución rias. El concepto psiquiátrico de normali
Inglesa (siglo X V II) introdujo un criterio dad y, consiguientemente, de anormalidad
jurídico-político para distinguir entre regí incluye articuladamente ambos sentidos:
menes políticos legítimos e ilegítimos (pac 1) la norma como regla de conducta, como
to, representación, soberanía). La Revolución ley informal, cuyo opuesto sería el desor
Francesa, un criterio histórico: determinar den, la excentricidad; 2 ) la norma como re
qué parte de la revolución era necesario gularidad funcional, cuyo opuesto sería lo
conservar y continuar. Las diferentes revo patológico. La psiquiatría se convierte ahora
luciones europeas sucedidas entre los años en la ciencia y la técnica de lo normal. La
1848 y 1871 recurrieron a la psiquiatría. regularidad de su dominio de análisis y apli
Foucault cita el caso de Lombroso en Italia. cación es definida por la locura y el crimen
En él, la antropología parece suministrar los en sus relaciones.
medios para diferenciar la verdadera revo 4) p s i q u i a t r í a , i n f a n c i a , r a c i s m o . En la última
lución de la rebelión y el desorden social. clase del curso Les Anorm aux (AN, 275-301),
• Estas transformaciones determinan, para Foucault reúne una serie de consideraciones
expresarlo de alguna manera, un triple refe acerca del desarrollo de la psiquiatría en la
rente para la psiquiatría: un referente admi segunda mitad del siglo XIX, especialmente
nistrativo, uno familiar y uno político. A acerca de la psiquiatrización de la infancia
partir de aquí se producirán dos cambios y la relación entre psiquiatría y racismo.
fundamentales en el campo de la psiquia 1) E l nuevo funcionam iento de la psiquiatría.
tría, que adaptará su saber a las nuevas for Foucault compara el funcionamiento de la
mas del poder psiquiátrico: 1) La reunifica psiquiatría en el caso de Henriette Comier,
ción de la locura. Se abandona la idea de una al que ya hemos hecho referencia, con el
locura parcial, que afecta sólo un sector de caso Charles Jouy (1867). Charles Jouy, de
la personalidad. Aunque las manifestaciones unos cuarenta años en el momento de los
de locura sean parciales y discontinuas, el hechos, era hijo natural; su madre había
individuo es profunda y globalmente loco. muerto cuando era pequeño y había sido
2) E l eje voluntario/involuntario. La reunifi poco escolarizado. Vivía al margen del pue
cación de las manifestaciones de la locura y blo, solitario, borracho, mal pagado. Los
su referencia al individuo loco se articulan acontecimientos: se había hecho masturbar
a través del eje voluntario/involuntario. Si por una niña y posteriormente la habría "ca
antes la locura estaba emparentada con el si" violado. Lo primero que debemos tener
delirio, con la ilogicidad del pensamiento, en cuenta es que la psiquiatrización del caso
ahora lo que está en juego es la voluntad o, Jouy no viene desde arriba, sino desde
mejor, la falta de control sobre esta. En el abajo: la familia lo denuncia, el alcalde se
corazón de la locura se sitúa el juego de lo interesa, luego el prefecto, etc. Toda la po
voluntario y lo involuntario, de lo instintivo blación, en última instancia, pide una psi
y lo automático. • Vemos cómo el campo de quiatrización profunda del caso (psiquiatri
la sintomatología de la locura ha cambiado; zación reclamada, no impuesta). En segundo
se ha ampliado y desplazado. Pueden apare lugar, es necesario analizar el modo en que
cer como síntomas de la locura y, por lo procede la psiquiatría. En el caso Henriette
tanto, como fenómenos de interés psiquiá Comier, lo patológico se inscribe en un pro
trico todos aquellos comportamientos que ceso cronológico; el instinto aparece en su
se alejan de las reglas del orden administra carácter de exceso, de exageración, y la en
tivo, familiar o político. Pero para compren fermedad es intrínseca al. instinto. En el de
der el estatus del concepto de norma en la Jouy, lo patológico se inscribe en una espe
psiquiatría del siglo X IX (si es que hay otra) cie de constelación física permanente; el
es necesario tener presente, además, su vin instinto aparece, más bien, en su desequili
culación con la medicina. Desde esta pers brio funcional, como falta, detenimiento, y
pectiva, el eje voluntario/involuntario per no hay enfermedad intrínseca al instinto,
mitió vincular psiquiatría y medicina a sino desequilibrio funcional. En ambas si
través de la neurología, es decir, a partir de tuaciones - y este es un punto fundamental-
PSIQUIATRIA 343
289, 293, 305, 325, 329, 333. 1975 [337] AN: 295-297, 307-309, 311, 315, 332-337, 341,
3, 18, 22-23, 25, 27, 29, 31-32, 34, 38, 49, 87, 345-347, 349, 351,358,403.1978 [40] DE3:
94,101-102, 104-105,108-114,122-124,127- 443.4 44 , 446-450, 454-456, 462, 473, 481,
131, 134-137, 139-151, 155-156, 158, 181, 507, 553, 556, 571, 583, 587, 599, 671, 674,
198, 208, 249, 260-262, 265-267, 271, 275- 677. STP: 122, 124. 1979 [7 ] DE3: 767, 777,
276, 279-282, 285-303. DE2: 695, 717, 720, 805, 808. N B : 35, 37. 1980 [13] DE4: 31,
724, 758, 771-773, 775, 777, 780-781, 793, 40, 45, 58, 60-61, 118. 1981 [ 6 ] DE4: 147,
800, 805, 807, 814. SP: 187, 226-227, 303. 168, 199, 203-204. 1982 [3 ] DE4: 226, 231.
1976 [38] DE3: 29-30, 52, 75-78, 89-91, HS: 391. 1983 [15] DE4: 442, 451, 458,
102, 112, 115, 130. HS1: 42, 46, 66 , 85, 91, 527-530, 536-537, 540. 1984 [23] C V: 101.
134, 157, 198. ID S : 5, 12-13. 1977 [90] DE4: 579, 595-596, 633, 642, 646, 657-658,
DE3: 141-143, 148, 156, 158, 161, 167-168, 664-665, 709, 719, 725. HS2: 10. 1988 [2]
202, 235, 249-250, 257, 264, 271-275, 290, DE4: 784, 814.
racionalidad de su progresivo despliegue y de los obs
táculos que lo han impedido o dificultado.
"Yo pienso que el término ‘racionalización’ Pero Foucault no sólo se opone a la concep
es peligroso. Lo que hay que hacer es anali ción fenomenológica de la historia de la ra
zar las racionalidades específicas, más que zón, sino también a cierto modelo marxista:
invocar sin cesar los progresos de la racio "Incluso, para hablar muy, muy esquemáti
nalización en general” (DE4, 225). Este tex camente, lo que quise hacer en los años se
to resume la posición de Foucault acerca de senta fue abandonar tanto el tema fenome-
la racionalidad y de la razón: por un lado, nológico, según el cual hubo una fundación
una crítica de las posiciones filosóficas (fe y un proyecto esencial de la razón (del que
nomenología, marxismo, Weber) que abor esta se habría desviado por un olvido, sobre
dan la historia de la razón a partir del acto el cual es necesario volver ahora), como el
fundador del sujeto, de la oposición racio tema marxista o lukacsiano (había una ra
nalidad/irracionalidad, o en términos de un cionalidad que era la forma por excelencia
proceso de racionalización; por otro lado, de la razón misma, pero un determinado
una afirmación de la especificidad de las di número de condiciones sociales -el capita
ferentes formas de racionalidad y, por lo lismo o, más bien, el paso de una forma de
tanto, de su carácter histórico-fragmentario. capitalismo a otra- introdujo una crisis en
En efecto, para Foucault no se trata de abor esta racionalidad, es decir, un olvido de la
dar la historia de la razón como un proceso razón y una caída en el irracionalismo).
que, a pesar de sus retrocesos, reviste un Estos son los dos grandes modelos, presen
carácter global y unitario, sino de analizar tados de manera muy esquemática y muy
las diferentes formas de racionalidad que injusta, respecto de los cuales traté de dife
organizan el orden de las prácticas (véase: renciarme” (DE4, 441-442). Esta posición
Práctica). acerca de la razón está estrechamente ligada
a la concepción foucaultiana del sujeto. En
. Como explicamos
f e n o m e n o l o g ía , m a r x is m o efecto, una de las dificultades de la fenome
en el artículo Fenomenología, la oposición nología consiste en que remite la racionali
entre esta y la arqueología no podría ser ma dad a los actos fundadores de un sujeto,
yor. Les M ots et les choses y L'Archéologie du pero, para Foucault, el sujeto mismo tiene
savoir pueden ser leídos como una anti una historia (DE4, 436).
Krisis. Precisamente a propósito de la histo
ria de la razón, en L ’Archéologie du savoir "Digamos que no se trata
p r a c t ic a s , t é c n ic a s .
Foucault marca claramente sus diferencias de juzgar las prácticas con la vara de una
respecto de la concepción fenomenológica, racionalidad que permitiría apreciarlas co
en cuyo marco el sujeto o, más exactamente, mo formas más o menos perfectas de racio
los actos fundadores de la conciencia cons nalidad, sino, más bien, de ver cómo las
tituyen un horizonte de racionalidad que, formas de racionalización se inscriben en
por su carácter originario, es también el te- las prácticas o en los sistemas de prácticas,
los, la finalidad de la humanidad (AS, 22, y qué papel desempeñan en estas. Porque,
73). Desde esta concepción, entonces, la his ciertamente, no hay ‘prácticas’ sin un deter
toria de la razón sólo puede ser la historia minado régimen de racionalidad” (DE4, 26).
[3 4 5 ]
346 RACIONALIDAD
Como vemos, para Foucault, la racionalidad dad reviste, además, un carácter genealógi
tiene ante todo un sentido instrumental: co o político (DE4, 160).
modos de organizar los medios para alcan
zar un fin (DE4, 241). En relación con ello . Foucault concibe su trabajo en
v e r id ic c ió n
utiliza también los términos "técnica” y términos de una historia de los regímenes
"tecnología” (la regularidad que organiza un de veridicción, no de verdad. Ello lo sitúa en
modo de hacer u obrar orientándolo a un las antípodas de la crítica de los excesos de
fin) (véase: Técnica). En este contexto, hay la racionalidad europea que caracteriza nu
que tomar ambos términos en un sentido merosas corrientes del siglo X IX y XX, des
amplio, es decir, sin restringirlos a nuestra de el romanticismo a la Escuela de Fráncfort.
noción de tecnología como aplicación de "La crítica del saber que les propongo no
las ciencias llamadas "exactas” (DE4, 285). consiste en denunciar lo que habría de con
• P o r ello, aunque esta vía de acceso al pro tinuamente opresivo en la razón -ib a a decir
blema de la racionalidad o, mejor, a la his 'monótonamente', pero eso no se dice-, en
toria de la racionalidad, podría inscribirse tonces, créanme: después de todo, la sinra
en la línea de los trabajos de Weber o, en zón es igualmente opresiva” (N B , 37).
general, de la Escuela de Fráncfort, el mis
mo Foucault marca algunas diferencias no g u b e r n a m e n t a l . El advenimien
r a c io n a l id a d
349, 351. H S: 1i, 76, 188, 268, 270, 309,424, linajes, suplicios, etc. El poder habla y se
455. 1983 [67] DE4: 368, 378-379, 410-411, manifiesta a través de la sangre. Con la for
436-443, 447-450. GSA: 21, 147, 160, 202, mación del dispositivo de sexualidad (véa
265-268, 272-273, 322. 1984 [35] CV: 11, se: Sexualidad), los mecanismos de poder
111-113, 119, 134. DE4: 572, 576-577, 582, se dirigen hacia el cuerpo, hacia la vida, la
630-631, 636-637, 639, 641, 655, 657, 677, progenitura, la población (HS1, 193-194).
686, 690, 749. HS3: 110, 179. 1985 [11] Ahora bien, según el análisis de Foucault, la
DE4: 764-768, 770-772, 776.1988 [25] DE4: analítica de la sexualidad no se limita a su
815-818, 820, 826-828. ceder a la simbólica de la sangre; ambos
mecanismos tienen puntos de interacción y
de interferencias. El racismo moderno, esta
racismo tal y biologizante, se forma en este punto
con el objetivo de un ordenamiento eugené-
"Yo creo que [el racismo] es mucho más pro sico de la sociedad (HS1, 196-197).
fundo que una vieja tradición, mucho más
profundo que una vieja ideología; es otra r a c i s m o b i o l ó g i c o y d e e s t a d o . “I I fau t dé
cosa. La especificidad del racismo moderno, fendre la société" es una genealogía del
lo que hace a su especificidad, no está ligado concepto de lucha de razas, de guerra de
a las mentalidades, a las ideologías, a las razas. Foucault remonta esta genealogía
mentiras del poder. Está ligado a la técnica hasta el siglo X V II y hasta la formación
del poder, a la tecnología del poder” (IDS, de la historiografía moderna con Henri de
230). Lo que ha inscrito el racismo en los Boulainvilliers (véanse: B oulainvilliers,
mecanismos del Estado es la emergencia de Guerra). Después de la Revolución Francesa,
este biopoder (IDS, 227). • Más allá de al en el siglo XDC, este discurso sufre dos gran
gunas referencias dispersas en artículos e des transformaciones: por un lado, la forma
intervenciones, en la obra de Foucault la ción del discurso de la lucha de clases, el
problemática del racismo emerge en La discurso revolucionario; por otro, su trans
Volonté de savoir, el primer volumen de cripción biológica -el racismo modemo-.
Histoire de la sexualité, y en "II faut défendre En esta última, a diferencia de la primera,
la société”, el curso dictado en el Collége de el racismo no aparece como el instrumento
France en 1976. Foucault se ocupa del racis de la lucha de una clase contra otra, sino
mo moderno, es decir, el racismo biológico como una estrategia global del Estado, que
y de Estado, por un lado, en relación con la la sociedad ejerce sobre sí misma en térmi
formación del biopoder (en ambos textos), nos de purificación permanente y normali
y, por otro lado, en relación con la evolución zación social (IDS, 52-53). El tema de la
del concepto de lucha de razas (en el segun guerra histórica (batallas, invasiones, victo
do texto) (véanse: Biopoder, Guerra, Lucha). rias) es sustituido, entonces, por el tema
biológico, postevolucionista, de la lucha por
. Una primera form a de racis
d e g e n e r a c ió n la vida; la lucha adquiere, así, un sentido
mo biologicista es la que aparece en el siglo biológico: diferenciación de las especies, se
X IX con la teoría de la degeneración. lección del más fuerte, preservación de las
Aparece, de este modo, no como una ideo razas mejor adaptadas. También el tema de
logía política, sino como una ideología cien una sociedad binaria (dos razas, dos grupos
tífica vinculada al socialismo del siglo XEX diferentes) es reemplazado por un monismo
y los movimientos de izquierda (DE4, 324). biológico que se encuentra amenazado por
Véase: Degeneración. los elementos heterogéneos infiltrados. El
Estado no será, entonces, el instrumento de
. En La Volonté de savoir,
s e x u a l id a d , s a n g r e una raza contra otra, sino el garante de la
Foucault distingue, a propósito de los meca integridad, de la superioridad y de la pureza
nismos de poder, una simbólica de la sangre de la raza (IDS, 70). Ahora bien, esta trans
de una analítica de la sexualidad. La sangre cripción del discurso de la guerra de razas
fue uno de los elementos esenciales y carac en términos biológicos y estatales se presen
terísticos de los mecanismos de poder hasta ta como un discurso antirrevolucionario, en
fines del siglo XVIII: diferencias de castas. pro de la soberanía estatal (IDS, 71). En el
348 RACISMO
siglo XX, esta transcripción biológica del lizó el antiguo antisemitismo, que tenía ori
discurso de la guerra de razas sufre dos ginariamente otras razones (IDS, 75-77).
transformaciones. La transformación nazi,
por un lado, utiliza toda una mitología po . Para Foucault, el nazismo desarro
n a z is m o
pular, dramática y, al mismo tiempo, teatral; lla hasta su paroxismo los mecanismos de
reimplanta el racismo biológico en el discur poder que se establecieron en el siglo XVIII:
so de la guerra de razas y retoma el carácter la disciplina y el biopoder. Ningún Estado
profético y apocalíptico del discurso revolu ha sido más disciplinario y, al mismo tiem
cionario. La transformación soviética, por po, más asesino que el Estado nazi. En el
otro lado, procede por otros caminos, sin nazismo, el derecho sobre la vida y sobre la
dramaturgia ni teatralización, sino de ma muerte no sólo era ejercido por el Estado,
nera subrepticia y "científica”, y retoma el sino por cualquier individuo, aunque más
discurso revolucionario de la lucha de razas no fuera a través de la denuncia. Por ello se
bajo la forma de una gestión policial que puede afirmar que, en este caso, el poder de
asegura la higiene de la sociedad (IDS, 72). matar y el poder soberano están disemina
• La primera función del racismo moderno dos por todo el cuerpo social. La guerra, por
es introducir una ruptura en el dominio de otro lado, no es simplemente un objetivo
la vida del que se ha hecho cargo el poder; político, ni siquiera un objetivo de la políti
ruptura entre lo que debe vivir y lo que debe ca, sino, más precisamente, la fase última y
morir. La segunda es renovar la antigua re decisiva de todos los procesos políticos, de
lación de guerra ("si quieres vivir, es necesa tal manera que se persigue la eliminación
rio que puedas matar”): entre la propia vida de la otra raza pero también la exposición
y la muerte del otro existe ahora una rela de la propia raza a la muerte (IDS, 231-232).
ción biológica; la muerte del otro no es sim
plemente la condición de la propia vida, si . El racismo evolucionista de tipo
s o c ia l is m o
no de la vida en general; la muerte del otro biológico no sólo está presente en los esta
hará la vida más sana y más pura (IDS, 227- dos socialistas del siglo XX, como la Unión
228). Desde este punto de vista, el racismo Soviética, sino también en los movimientos
es la condición del ejercicio del moderno socialistas del siglo XIX. Cuando el socialis
derecho de matar; aparece donde la muerte mo insistió en la transformación de las con
es requerida: la colonización, la guerra, la diciones económicas como requisito para
criminalidad, los fenómenos de la locura y pasar de la sociedad capitalista a la socialis
de la enfermedad mental, etc. Así, por ejem ta, no recurrió al racismo; pero cuando in
plo, la guerra "va a aparecer, hacia fines del sistió en el problema de la lucha, sí lo hizo.
siglo XIX, no simplemente como una mane "En consecuencia, cada vez que ustedes en
ra de fortalecerla propia raza, eliminando la cuentran estos socialismos, momentos del
raza adversa (según los temas de la selección socialismo que acentúan este problema de
y de la lucha por la vida), sino también como la lucha, encuentran el racismo” (IDS, 234).
una manera de regenerar la propia raza.
Cuanto mayor sea el número de aquellos que . Respecto de la importancia de la
g e n é t ic a
mueren entre nosotros, más pura será la raza genética para la economía contemporánea,
a la que pertenecemos” (IDS, 230). Foucault sostiene: "no creo que sea útil o
interesante recodificar esta inquietud a pro
a n t i s e m i t i s m o . Foucault señala que el discur pósito de la genética en los términos tradi
so de la guerra de razas de los siglos XVI y cionales del racismo” (N B , 234).
XVII, que anticipa las nociones de lucha de
clases, no se identifica con el racismo de ti Racisme [130]: 1971 [2 ] DE2: 198. 1972 [1]
po religioso, antisemita. El propósito de D E 2 :353.1974 [1 ] DE2: 511. 1975 [23] AN:
Foucault no es llevar a cabo una historia del 275, 299-300. 1976 [96] DE3: 96. HS1: 157,
racismo en general, sino analizar la forma 166, 197-198. IDS: 52-53, 57, 70-73, 75-77,
ción de los mecanismos modernos del po 213, 227-230, 232-234. 1977 [3 ] DE3: 324.
der, entre los que se inscribe el racismo bio 1978 [2 ] DE3: 502. 1979 [1 ] N B : 234. 1982
lógico. Sin embargo, es necesario señalar [1] DE4: 279.
que el racismo biológico y de Estado reuti-
RAZA / RAZÓN DE ESTADO 349
poder (STP, 242). Definir esta nueva racio que el conjunto de las instituciones que
nalidad política será la tarea de la razón de componen el Estado daten de los años 1580-
Estado (STP, 243). • En relación con el sur 1650. El ejército o la fiscalidad existían des
gimiento de la problemática de la razón de de mucho antes. Pero sólo en esta época el
Estado, Foucault señala que, tal como sur Estado comienza a ser objeto de la práctica
ge en los trabajos de Giovanni Botero y, reflexiva del hombre occidental. Y lo es a
sobre todo, en Bogislaw von Chemnitz través de la problemática de la "gubema
(véanse los artículos correspondientes), la mentalidad”: "el Estado no es sino una pe
definición de una razón de Estado es per ripecia del gobierno y no es el gobierno el
cibida en la época como una novedad. Este que es un instrumento del Estado. O, en to
último, además, es consciente de la analo do caso, el Estado es una peripecia de la
gía entre la novedad de esta racionalidad 'gubemamentalidad”’ (STP, 253).
política y la novedad de la racionalidad
científica moderna (STP, 246). Al respecto, . La razón de Estado, según una
t e m p o r a l id a d
nuestro autor hace tres observaciones, en definición de Palazzo citada por Foucault,
relación con los términos "Maquiavelo”, consiste en el arte "que nos hace conocer los
"política” y "Estado”. medios para obtener la integridad, la tran
quilidad o la paz de la república” (STP,
. Según Foucault, en Maquiavelo
m a q u ia v e l o 263). Por un lado, esta definición no hace
(véase el artículo correspondiente) no hay referencia ni al orden natural ni al divino.
arte de gobernar, porque el problema no es Se trata simplemente de la manera de con
el mantenimiento del poder del Estado sino servar la potencia del Estado. Por otro lado,
del poder del príncipe. A pesar de ello, fue introduce también una temporalidad que se
a través de Maquiavelo, de la polémica en distingue de la que había dominado tanto en
su contra, como se definió el arte de gober la Edad Media como en el Renacimiento.
nar. De todos modos, es necesario aclarar Esta temporalidad no se define a partir del
que algunos defensores de la razón de problema del origen ni de un punto termi
Estado buscaron no en el Maquiavelo de E l nal, sino que es más bien indefinida. Tanto
principe, sino en el de los Discursos sobre la la cuestión de las condiciones originarias de
prim era década de lit o Livio, algunos ele legitimidad como la de un punto terminal
mentos del arte de gobernar (STP, 250). de la acción de gobernar son dejadas de lado
(STP, 265).
p o l í t i c a . Al respecto, "lo que aparece en
minio, como conjunto de objetos, tampoco figuración propia del poder pastoral (véase
es la política como profesión o vocación: el artículo correspondiente) a partir de tres
son los políticos o, si se quiere, es una de conceptos: salvación, obediencia, verdad.
terminada manera de plantear, de pensar, Siguiendo estos mismos conceptos mues
de program ar la especificidad del gobier tra también la especificidad de la razón de
no en relación con el ejercicio de la sobe Estado.
ranía. En oposición al problema jurídico-
teológico del fundamento de la soberanía, g o l p e d e e s t a d o . En lo que concierne a la
los políticos son aquellos que buscarán cuestión de la salvación, Foucault se ocupa
pensar, program ar la especificidad del go de la noción de golpe de Estado (véase:
bierno en relación con el ejercicio de la Estado).
soberanía” (S T P , 251). Los políticos son
vistos, en este sentido, como una secta, un d e s o b e d i e n c i a , s e d i c i ó n . Respecto de estas
cular, lo que comenzó a llamarse, por esta del sueño imperial y del universalismo ecle
época, la estadística (STP, 280). El conoci siástico durante estos siglos determinará
miento que el Estado tiene acerca de sí mis que la práctica política de la razón de Estado
mo, sus riquezas y sus debilidades, no debe no pueda reducir sus objetivos al manteni
ser conocido por los posibles rivales. De ahí miento de cada Estado particular y a su cre
la necesidad de los secretos del poder, de los cimiento. Por un lado, será necesario un
arcana im perii. aparato diplomático-militar capaz de con
servar las relaciones de fuerza entre los di
p ú b l i c o , p o b l a c i ó n . También en relación con ferentes Estados; por otro, un dispositivo de
la cuestión de la verdad o, mejor, de la rela policía (véase el artículo correspondiente)
ción con la verdad, el arte de gobernar de la capaz de asegurar las fuerzas del propio
razón de Estado exige que se pueda manejar Estado. El aparato diplomático-militar de
la opinión de la gente acerca de la manera berá afrontar los desafíos de la nueva confi
de actuar y comportarse, es decir, es esen guración de Europa: una unidad sin voca
cial el gobierno de la opinión pública. ción universal, recortada geográficamente,
Aparece aquí de algún modo la problemáti sin forma jerárquica, plural y que mantiene
ca de la población, pero en filigrana. El pro con el resto de los países, sobre todo, rela
blema de la razón de Estado es la riqueza ciones de dominación económica o colonial.
del Estado y no la población (STP, 283-284). Bajo la expresión latina tn itina Europae sur
ge la problemática de la balanza europea,
LA TEO R IA DEL ESTADO EN LA RAZÓ N DE ESTADO. entendida como el necesario equilibrio para
Aunque la comparación con el poder pasto que los Estados más fuertes no terminen
ral esté presente a lo largo de toda la expo imponiéndose a los más débiles (STP, 306-
sición de Foucault acerca de la razón de 307). Tres pilares definen el funcionamiento
Estado y aunque la genealogía de la idea de de este nuevo aparato diplomático-militar.
gobierno haga necesario, desde su perspec En primer lugar, la guerra, que, en tanto
tiva, remitirse al gobierno pastoral de los modo legítimo de asegurar el equilibrio en
hombres, ello no significa que el proceso de tre los Estados cuando sea necesario, deja
transformación política sucedido en los si de ser una cuestión jurídica, justa o injusta,
glos XVI y XVH pueda ser leído como un y adquiere una dimensión profundamente
desplazamiento del orden religioso al políti política (STP, 309). En segundo lugar, la
co de una determinada práctica de gober función estrictamente diplomática, con la
nar. "No es que el rey se haya convertido en elaboración del jus gentium, el derecho de
pastor, que se haya convertido en pastor de gentes (STP, 311). En tercer lugar, el desa
los cuerpos y de las vidas, un poco como el rrollo de los ejércitos profesionales.
otro pastor, el pastor espiritual, que era el
pastor de las almas y de sus vidas en el más Junto con el aparato diplomático-
p o l ic ía .
allá. Lo que ve la luz, y esto es lo que traté militar, la policía constituye el otro gran eje
de mostrarles, es un arte absolutamente es de la práctica gubernamental de la razón de
pecífico de gobernar, que tenía él mismo Estado. Mientras que el aparato diplomáti-
su propia razón, su propia racionalidad, su co-militar tiene como tarea esencial asegu
propia ratio. Acontecimiento en la historia rar el equilibrio entre los diferentes Estados
de la razón occidental que, sin dudas, no es de Europa, la policía tiene como objetivo
menos importante que el que, exactamente fortalecer las fuerzas del propio Estado. El
en la misma época, es decir, hacia finales del primero se ocupa, en definitiva, de la políti
352 RAZÓN DE ESTADO / REICH, W ILH ELM
las Iglesias reformadas, pero que alcanza ticismo cristiano. [...] En cuanto al zen, me
finalmente a la Iglesia católica (HF, 83-84). parece que todas las técnicas ligadas a la
Por otro lado, también en relación con la espiritualidad tienden, al contrario [del
experiencia de la locura, en el asilo de Tuke, cristianismo], a la atenuación del indivi
que sigue un modelo religioso, la religión es duo” (DE3, 621). El cristianismo, en cam
utilizada como medio moral para equilibrar bio, es una religión de la individualización.
la violencia de la locura (H F, 599-600). Para • Aunque en ambos casos se trate de prác
Pinel, en cambio, la religión no debe ser el ticas religiosas, la actitud del budismo zen
sustrato de la vida moral del asilo. Este, que y la del cristianismo respecto del cuerpo
debe estar libre de religión pero no de mo son notablemente diferentes. En el cristia
ralidad (HF, 609-610), se convierte enton nismo, el cuerpo es objeto de examen; en
ces en un dominio religioso sin religión, en el budismo zen, sirve de instrumento, por
el espacio de la moralidad pura (H F, 612) cuanto es sometido a reglas estrictas para
(véase: L o c u ra ). • Otro ejemplo importan alcanzar otra cosa mediante él (DE3, 527).
tísimo, en este caso tanto del proceso de
teologización cuanto de laicización, es la p o d e r p a s t o r a l . Según Foucault, la forma
DE2: 297-298, 302, 309, 311-312, 319, 342, denuncia moral o de la reivindicación de un
345, 347, 350-352, 359, 379. 1973 [10] DE2: derecho determinado, sino del orden estra
396, 409-410, 419, 433, 456, 469. 1974 [17] tégico y de la lucha. Para una caracteriza
DE2: 479, 486, 494, 513, 523, 528, 532, 602, ción de la resistencia desde esta perspectiva,
635, 654, 658, 662, 666. P P : 25, 38, 120. véase: Lucha.
1975 [52] AN: 29, 39, 46-49, 221-222, 244.
DE2: 727, 741, 746, 755, 757, 771-773, 777- p o d e r p a s t o r a l . Acerca de las formas de re
779, 781, 816, 826. SP: 14, 37, 66, 81, 84-85, sistencia al poder pastoral y a la "gubema-
87-88, 133, 185, 238, 240, 257, 269, 276, 293, mentalidad” moderna, véase: Poder pastoral.
315. 1976 [94] DE3: 61, 68, 70, 75, 88, 103,
105-106, 123. HS1: 10-15, 17-19, 25, 35, 56- Résistance [242]: 1954 [1 ] DE1: 77. 1957 [2]
57, 67, 96-97, 103, 107-109, 121, 151-152, DE1: 149, 156. 1961 [13] HF: 252, 257, 365,
158, 162, 169-170, 173, 209. ID S: 3, 15-20, 379, 386, 388, 398, 452, 622, 629. 1962 [1]
28, 35-36, 38.1977 [71] DE3: 133, 137, 147- DE1: 175. 1963 [3] NC: 157, 182-183. 1964
149, 171-174, 182, 189, 228, 230, 258-260, [1 ] DE1: 332. 1966 [4 ] CUH: 14. MC: 259,
295, 332-333, 336, 344-345, 352, 354, 387, 360, 385. 1968 [1] DE1: 657. 1969 [2 ] AS:
391-392, 396-397, 424. 1978 [25] DE3: 457, 185, 263. 1970 [ 6] DE2: 55. 1971 [1 ] OD:
536, 558, 567, 616-617, 673, 714, 717. STP: 45. 1972 [ 8] DE2: 246, 258-260, 286, 291,
7, 11, 221, 227, 254. 1979 [4] DE3: 773-774, 351, 353. 1973 [4 ] DE2: 399, 425-426, 467.
816. N B : 214. 1980 [7] DE4: 17, 34, 72, 74, 1974 [17] DE2: 496, 576, 646, 648-651, 657,
77, 93. 1981 [20] DE4: 130, 133, 182-183, 679. PP: 50, 146, 233, 253, 321. 1975 [20]
195, 197-198. 1982 [13] DE4: 255, 262, 312, A N : 81, 111, 190, 192, 198, 201-202, 205-
320, 206. SP: 45, 66, 166, 207, 212, 220-221, 257,
327, 336-337, 346. 1983 [1 1 ]D E 4 : 391,
530-531, 540. 1984 [16] DE4: 589, 642, 659- 278, 288. 1976 [16] DE3: 8. HS1: 74, 81,
660, 671, 710-711, 732. HS2: 10, 212, 275. 125-127, 129, 133, 153, 208. IDS: 97. 1977
[27] DE3: 138, 198, 204-206, 208, 226-227,
267, 344, 374, 382, 407, 420-421, 425. 1978
resistencia [36] DE3: 462, 531, 540, 543-545, 613, 626,
632-633, 693, 706. ST P: 162, 195, 197-198,
Con frecuencia se le ha reprochado a 200-204, 221-222, 312, 317, 362. 1979 [12]
Foucault que, al hacer circular el poder por DE3: 727, 784-785, 800, 807. N B : 89, 98,
todas partes, se inhibe cualquier posibilidad 216. 1980 [5] DE4: 29, 35, 93-94, 97. 1981
de resistencia. Desde su perspectiva, sin em [1] DE4: 181. 1982 [20] DE4: 225-227, 236,
bargo, se trata de hacer aparecer "la lucha 242, 265-266, 275, 341-342, 363. HS: 49,
perpetua y multiforme más que la domina 177, 241, 331, 408. 1983 [ 6] DE4: 369. GSA:
ción oscura y estable de un aparato unifor 199, 339. 1984 [35] CV: 131, 238. DE4: 586,
mizante" (DE3, 407). Si no hubiese resisten 719-721, 728, 739-742. HS2: 76, 98, 127,
cia, no habría poder (DE4, 720). • Para 232, 264-265, 267, 269.
Foucault, la resistencia al poder no proviene
de un exterior a él; es contemporánea e in
tegrable a las estrategias de poder (DE3, revolución
425). Desde esta perspectiva, las posibilida
des reales de resistencia comienzan cuando En general, Foucault evita servirse del con
dejamos de preguntamos si el poder es bue cepto de revolución para analizar la forma
no o malo, legítimo o ilegítimo, e interroga ción del saber y también para estudiar las
mos sus condiciones de existencia. Ello im relaciones de poder. Ello responde clara
plica, en primer lugar, despojar al poder de mente a la concepción que tiene de la histo
sus sobrecargas morales y jurídicas (DE3, ria o, mejor, de la relación entre la historia
540). • Las formas múltiples de resistencia, y la subjetividad. Por un lado, rechaza la
por otro lado, pueden ser tomadas como concepción de la historia en términos de to
punto de partida para un análisis empírico talidad, es decir, de un proceso continuo y
e histórico de las relaciones de poder (DE4, progresivo, orientado hacia una finalidad
225). • La posibilidad de resistencia no es que estaría presente desde el origen (véase:
para Foucault esencialmente del orden de la H istoria). Por otro lado, también rechaza la
358 REVOLUCIÓN
permite dar cuenta de la constitución de la ciété", Foucault lleva a cabo una genealogía
historia y que, por ello, se presenta como de la formación de la historiografía moder
el fundamento de su continuidad (véase: na; más precisamente, del discurso históri
Subjetivación). En realidad, concebir la his co de la guerra de razas que se había for
toria en términos de continuidad y hacer de mado con Henri de Boulainvilliers (véase:
la conciencia humana el sujeto originario de Boulainvilliers). Este discurso sufre un do
todo saber y de toda práctica son las dos ble proceso durante la revolución. En pri
caras de la misma moneda: el tiempo con mer lugar, se generaliza: se convierte en un
cebido como totalidad y la revolución como instrumento de todas las luchas políticas
toma de conciencia (DE1, 699-700) (véase: (no sólo de la nobleza), precisamente como
Arqueología). • En el orden del saber, uno de táctica de lucha. En segundo lugar, esta tác
los problemas metodológicos fundamenta tica se despliega en tres direcciones: a) en
les del concepto de revolución reside en su las nacionalidades, en continuidad esencial
atribución. El análisis epistemológico de los con los fenómenos de la lengua; b) en las
conceptos plantea cuestiones que se sitúan clases sociales, cuyo fenómeno central es la
frecuentemente en un nivel metaindividual dominación económica; c) en la raza, las
(DE2, 59-60). Como señala Foucault en especificaciones y selecciones vitales. Tres
L'Archéologie du savoir, el análisis discursivo direcciones, entonces: filología, economía
de la arqueología desarticula la sincronía de política, biología; hablar, trabajar, vivir.
las rupturas. En este sentido, la noción de Percibimos aquí las correspondencias con
época sólo es pertinente en relación con las los análisis de Les Mots et les choses. Ahora
formaciones discursivas, no como una espe bien, ¿por qué esta generalización del dis
cie de forma vacía que impondría su unidad curso histórico-político? Según Foucault,
a todos los discursos. Consecuentemente, podemos comprender las razones a partir de
tampoco la-ruptura es una especie de límite, los análisis mismos de Boulainvilliers, que
sino el nombre de una serie de transforma hizo de la dualidad nacional el principio de
ciones (AS, 231), que la arqueología descri inteligibilidad de la historia. "Inteligibilidad"
be en la medida en que mantengan determi quiere decir búsqueda del conflicto inicial,
nadas relaciones discursivas y modifiquen genealogía de las luchas, examen de con
otras. Estas afirmaciones -es necesario pre ciencia histórico. De aquí se sigue una serie
cisarlo- corresponden a L ’Archéologie du de consecuencias: 1) Constitución y revolu
savoir, donde Foucault reformula la noción ción, una historia cíclica. Esta inteligibilidad
de episteme respecto de la postulada en Les persigue la reposición de una relación de
M ots et les choses (véase: Episteme). • En el fuerzas buena e históricamente verdadera.
orden del poder, las consecuencias del aban Es a través de esta forma de inteligibilidad
dono de los conceptos de historia y sujeto de la historia como ha sido posible acoplar
pensados en términos de totalidad son se las nociones de constitución y revolución.
mejantes a las que se producen en el orden "Constitución" tiene aquí un sentido médi-
del análisis discursivo, y también son soli co-militar: se trata de la constitución ade
darias con ellas. Para Foucault, la oposición cuada, del equilibrio de fuerzas. La revolu
al poder no puede efectuarse en términos de ción no sería sino el retorno a una relación
totalidad, de ruptura abrupta. Por un lado, originaria de fuerzas, a la primera constitu
es necesario pensar el poder en sus formas ción. Lo que encontramos en el punto en
históricas, empíricas, múltiples y específi que se cruzan las nociones de revolución y
cas; por otro, la oposición adopta, más bien, constitución es, entonces, una filosofía cícli
la form a de la resistencia de las luchas múl ca de la historia. 2) E l salvaje y el bárbaro.
tiples, no de la revolución (véanse: Lucha, Hay que buscar una relación de fuerzas ver
Poder). En este sentido, Foucault afirma: dadera y justa en la historia y no en la na
"Quizás estamos por vivir el fin de un perío turaleza. El gran enemigo del discurso de
do histórico que, desde 1789-1793, ha esta Boulainvilliers es el salvaje, el hombre por
do dominado, al menos en Occidente, por el naturaleza bueno, el hombre previo a la so
monopolio de la revolución" (DE3, 547). ciedad, el que intercambia bienes y dere
chos. A la figura del salvaje, a la herencia de
REVOLUCIÓN 359
el campo de interrogación filosófica que se 141, 143-144, 153, 274. DE2: 716, 735-739,
ocupa de lo que. nosotros somos en nuestra 806, 816. SP: 20, 36, 58, 66, 75, 78, 87, 91,
actualidad” (DE4, 687). • Estos análisis son 111, 148, 212, 220, 278-279, 285, 304, 310.
retomados al comienzo del curso de 1984, 1976 [108] DE3: 10, 25, 39, 51, 6 8 , 71-73,
Le G ouvem em ent de s o i et des autres. "Lo 79, 83, 85-86, 129-130. HS1: 14, 36, 118,
significativo es la manera en que la revolu 127, 173, 187, 190. IDS: 31, 42,'52, 63, 67,
ción se convierte en espectáculo, la manera 69-70, 73-74, 76, 91, 93, 106, 123, 126, 128,
en que es recibida, alrededor de ella misma, 169-170, 172-173, 176-177, 183-184, 186-
por los espectadores que no participan de 190, 193, 201, 207-210, 212-213. 1977 [87]
ella [...]. Por ello, la revolución, lo que se DE3: 134, 151, 185, 195-197, 199, 203, 216,
hace en la revolución, no es importante. 221-224, 248, 255, 257, 266-267, 269, 279-
Mejor aún, hacer la revolución es verdade 281, 330, 333, 339-340, 350, 356-357, 363,
ramente algo que no hay que hacer” (GSA, 368, 397-398, 410-411, 427. 1978 [61]D E 3:
19). 431, 433, 473, 476, 480-481, 502, 530, 538,
546-548, 551, 601, 613, 615, 623, 637, 662,
l o c u r a . Acerca de las transformaciones de la 690, 693, 706, 716. ST P: 28, 93, 153, 200,
experiencia de la locura en la época de la 234, 254, 295, 297, 301, 316, 364-365. 1979
Revolución Francesa, véase: Locura. [44] DE3: 737, 743-745, 747, 749, 751, 755,
759, 761-762, 780, 783, 785-786, 789-792,
Acerca de la Revolución Francesa y
c l ín ic a . 802, 804, 811. N B : 27, 40-41, 44, 97, 132-
la organización de la medicina clínica, véa 133, 186. 1980 [12] D E4: 10-12, 35, 38, 40,
se: Clínica. 48, 62-63.1981 [3 ]D E 4 :2 0 2 ,2 0 4 .1982 [15]
DE4: 226, 273. HS: 200, 270, 272. 1983 [47]
poder pastoral. "H ubo revoluciones antifeu DE4: 431. GSA: 3, 17-22, 24, 36, 38, 67, 73,
dales, nunca hubo revoluciones antipastora 184. 1984 [45] CV: 163, 169, 269. DE4: 629,
les. El pastorado todavía no conoció el pro 637, 643, 647, 682-687, 702, 721. HS2: 64.
ceso de revolución profunda que lo habría 1985 [1] DE4: 768. 1988 [4 ] DE4: 778, 815.
sacado definitivamente de la historia” (STP,
153). Véase: Poder pastoral.
Richelieu, Armand-Jean du Plessis,
Révolution [728]: 1954 [2] M M PE: 80, 103. cardenal y duque (1585-1642)
DE1: 170. 1961 [67] H F : 74-75,98,102,111,
126, 161, 175, 193, 269, 366, 382, 397, 443, "Richelieu inventó la campaña política por
469, 473, 478-480, 483, 497-498, 504, 518, medio de libelos y panfletos, e inventó esta
522, 525-527, 531, 534, 536, 538, 546, 554- profesión de manipuladores de la opinión a
555, 570, 573, 581-584, 586, 594, 596, 610, los que se llamaba en esa época ‘publicistas’.
618, 676, 681, 683, 686-688. IAK: 17, 47. Nacimiento de los economistas, nacimiento
1962 [5 ] DE1: 202, 215. M M PS: 83, 88. de los publicistas” (STP, 278). Véase: Razón
1963 [30] DE1: 246. N C : 19, 27-28, 30-32, de Estado.
34, 37, 40, 42-43, 45, 51, 72, 74, 76, 83-84,
125, 188, 198, 207, 209. RR: 185. 1964 [2] Armand-Jean du Plessis cardinal-duc de
DE1: 331. 1966 [5 ] DE1: 550, 556. MC: 163, Richelieu [33]: 1976 [2] IDS: 107-108. 1978
193, 356. 1967 [2 ] DE1: 586, 598. 1968 [3 ] [29] STP: 3, 17-18, 21, 27-28,117, 247, 249-
DE1: 646, 688, 700. 1969 [ 6 ] AS: 191, 231, 250, 257-258, 270, 278, 286, 288, 290, 297,
271-272. DE1: 770, 814. 1970 [ 8] DE2: 59, 315-316. 1983 [2 ] GSA: 241, 260.
92, 114-115, 121, 130. 1971 [4 ] DE2: 153,
183, 236. LVS: 30. 1972 [4 7 ] D E 2 :272, 280-
281, 298, 311, 315, 336, 341-342, 345-349, Roussel, Raymond (1877-1933)
351-352, 355, 357-358, 360, 362-363, 365-
367, 375. 1973 [4 ] DE2: 425, 436, 465-466. E l único autor al que Foucault ha dedicado
1974 [48] DE2: 497, 503, 506, 508-509, 513- un libro, con título homónimo, es Raymond
518, 533-535, 571, 600, 605, 641, 643, 650, Roussel ("La Pensée du dehors”, dedicado a
677. P P : 31, 59, 125, 191, 197, 227. 1975 Maurice Blanchot, era originariamente un
[ 68] AN: 15, 27,49, 81, 84, 86, 91-92, 97-99, artículo). "Este libro [Raymond Roussel]
362 ROUSSEL, RAYMOND
constituye una pequeña investigación, apa guaje literario y muerte del hombre (véanse:
rentemente marginal. Roussel, en efecto, fue Hombre, Literatura).
curado por los psiquiatras, por Pierre Janet
particularmente, quien le diagnosticó un "Los verdaderos sofistas de nuestro
s o fistas .
lindo caso de neurosis obsesiva; cosa que, tiempo no son los lógicos, sino Roussel,
por otro lado, correspondía a la realidad. El Brisset, Wolfson” (LVS, 61). Véase: Voluntad
lenguaje de Roussel, a fines del siglo pasado de saber.
[X IX ] y comienzos de este, no podía ser otra
cosa que un lenguaje loco, identificado co Raymond Roussel [415]: 1961 [3] DE1: 168.
mo tal. Y he aquí que hoy ha perdido su HF: 440-441. 1962 [44] DE1: 204-212, 214-
significación de locura, de pura y simple 215. M M PS: 89, 104. 1963 [233] RR: 7-13,
neurosis, para asimilarse a un modo de ser 15-19, 21-22, 24-29, 35, 37-45, 52,54-55,57-
literario. Bruscamente, los textos de Roussel 63, 68, 70-79, 81-82, 85-90, 94, 96-101, 103,
han alcanzado un modo de existencia den 105, 108-110, 112-115, 117, 119, 121, 123-
tro del discurso literario. Es precisamente 130, 133, 137, 140, 155-160, 164-165, 167,
esta modificación la que me ha interesado y 170, 174-176, 179, 181, 183-185, 189-190,
me ha conducido a emprender un análisis 193, 195-203, 205, 207-210. 1964 [30] DE1:
de él” (DE1, 605). Foucault se interesó, en 298, 339, 342, 344-345, 357, 368, 419-424.
efecto, por la obra de Roussel a partir de su 1966 [5] DE1: 512. MC: 9, 119, 395. 1967
relación con la locura o, mejor, con la reapa [ 8] DE1: 605. 1970 [11] DE2: 20, 23-24,105,
rición del lenguaje de la locura (véase: 109, 132. 1971 [3 ] LVS: 55, 61, 67. 1975 [3]
Locura), y a partir de la relación entre len DE2: 733. 1984 [75] DE4: 599-608, 697.
saber dente a partir de la cual la disciplina psi
quiátrica se podría haber desarrollado. En
La obra de Foucault de 1969 lleva como tí la Época Clásica no hay ninguna disciplina
tulo L'Archéologie du savoir. El término "sa que se pueda comparar con la psiquiatría.
ber" define, precisamente, el objeto de la Por ello, en primer lugar, el objeto de la ar
arqueología. Si tomamos en cuenta las queología, el saber, no es simplemente la
obras precedentes (ya que L ’Archéologie du contrapartida de una disciplina institucio
savoir se propone como una actualización nalizada. En segundo lugar, tampoco es el
del método utilizado en ellas), el "saber" esbozo de una ciencia futura. La historia
comprende 1 a historia natural, la gramática natural no es el proyecto futuro de una cien
general, la medicina clínica, la economía cia de la vida. Más bien se da lo contrario:
política, etc. Foucault procede mediante su la disposición epistémica de la historia na
cesivas delimitaciones para determinar en tural excluye la posibilidad de pensar el con
qué sentido se refiere a "saber" a propósito cepto decimonónico de vida. En tercer lu
de estos dominios. En primer lugar, si se gar, el saber no sólo no se encuentra en una
entiende por "disciplina" un conjunto de relación cronológica de precedencia res
enunciados que se organizan a partir de mo pecto de la ciencia; tampoco constituye una
delos científicos (es decir, que tienden a la alternativa. L a medicina clínica, como sa
coherencia, están institucionalizados, se en ber, ha dado lugar a discursos que deben
señan como ciencias), pero que no han al ser considerados como ciencia; por ejem
canzado todavía el estatuto de ciencia, es plo, la anatomía patológica (AS, 232-236).
necesario decir que la arqueología no des • Foucault entiende por "saber" las delimi
cribe disciplinas. Estas pueden servir como taciones y las relaciones entre: 1 ) aquello de
punto de partida para el análisis arqueoló lo cual se puede-hablar en una práctica dis
gico, pero no fijan los límites de la descrip cursiva (el dominio de los objetos); 2 ) el es
ción arqueológica. Foucault refiere como pacio en el que el sujeto puede ubicarse
ejemplo la aparición de una disciplina psi para hablar de los objetos (posiciones sub
quiátrica en los inicios del siglo XIX. En jetivas); 3) el campo de coordinación y de
este caso, lo que hace posibles los cambios subordinación de los enunciados en el que
conceptuales y los modos de demostración los conceptos aparecen, se definen, se apli
es el juego de relaciones entre la hospitali can y se transforman; 4) las posibilidades de
zación, la internación, los procedimientos utilización y de apropiación de los discursos
de exclusión social, la jurisprudencia, la mo (AS, 238). "El conjunto así formado a partir
ral burguesa y las normas del trabajo. Lo del sistema de positividad y manifestado en
que caracteriza a la práctica discursiva que la unidad de una formación discursiva es lo
llamamos "disciplina psiquiátrica" no sólo que se podría llamar ‘saber’, que no es una
aparece en los textos que pretenden tener un suma de conocimientos, porque de estos se
estatuto científico; también en los textos ju debe poder decir siempre si son verdaderos
rídicos, en las expresiones literarias, en las o falsos, exactos o no, aproximados o defi
reflexiones filosóficas, en las decisiones po nidos, contradictorios o coherentes. Ninguna
líticas, en las opiniones, etc. Por otro lado, de estas distinciones es pertinente para des
no encontramos ninguna disciplina prece cribir un saber, que es el conjunto de los
[3 6 3 ]
364 SABER
elementos (objetos, tipos de formulación, 263-265, 274, 281-282, 284, 287-288, 292,
conceptos y elecciones teóricas) formados a 297, 308-309, 311, 313-314, 316-319, 321,
partir de una única y misma positividad, en 323-330, 335, 337-338, 342, 346, 352, 356-
el campo de una formación discursiva uni 364, 366-369, 372, 374-378, 380, 382-383,
taria” (DE1, 723). Véase: Form ación discur 385-387, 389-390, 392-398. 1967 [35] DE1:
siva. • En Legons sur la volon té de savoir, 561, 563, 576, 582, 584-585, 587, 589, 591,
Foucault define el saber en estos términos: 594-596, 602, 605, 607-608, 610-611, 616,
"Lo que es necesario arrebatar a la interio 622. DFA: 13, 18-19. PM : 46-47. 1968 [96]
ridad del conocimiento para encontrar ahí DE1: 624, 631, 656-661, 663-666, 668, 672,
el objeto de un querer, el fin de un deseo, el 681, 683-684, 689, 694, 696, 699-700, 710-
instrumento de una dominación, lo que está 711, 715-717, 720-721, 723-731. 1969 [160]
enjuego en una lucha” (LVS, 18); aconteci AS: 11-13, 20, 25, 38, 46, 49-50, 55-57, 59,
mientos en la superficie de procesos que no 64-65, 68, 72, 74, 85, 118, 161, 167, 178-180,
son del orden del conocimiento (LVS, 31); 198, 209, 214, 232, 236, 238-243, 246, 248-
el conocimiento "liberado de la relación 249, 251, 253-255, 259, 262, 264, 267, 269.
sujeto-objeto” (LVS, 205). DE1: 733, 736, 741, 750-751, 753-754, 760,
768-771, 774, 776-779, 784-786, 788, 796,
801, 807, 815, 817, 827, 829, 832, 834, 836,
Savoir [4887]: 1954 [7 ] DE1: 83,102. M M PE: 838, 840, 842-846. 1970 [ 86] DE2: 7-9, 11-
22, 44, 56. 1957 [21] DE1: 122, 142-145, 12, 24, 28-33, 35-36, 38, 40, 44, 46, 57-59,
153-158. DE1: 159, 162, 164-165, 170. 1961 62, 68-71, 75, 77, 83, 92, 95, 99-102, 104,
[151] H F: 27, 29, 34-35, 37-39, 41, 50,52-54, 106, 109, 112, 114, 116, 120-121, 125-128,
58, 70, 76, 80, 107, 111, 113, 115, 123, 134, 134-135. 1971 [514] DE2: 136-137, 139-140,
142, 145-146, 157, 166, 182, 185, 215-216, 142, 144-145, 147-148, 150-151, 155-159,
219-224, 227, 234, 238-239, 264-265, 268, 163-165, 167, 169, 172-176, 178-180, 182-
274, 285, 299, 314, 317,319, 327, 330, 335, 185, 187, 189-191, 193-195, 206-208, 218,
341, 346, 354, 359, 387,406, 432, 448, 456, 220-222, 224-226, 228-229, 233-234, 236,
471, 484-485, 493-494, 528, 532-533, 555, 238-244. LVS: 3-6, 8, 14-18, 21, 23, 27, 29,
562, 565, 567, 572-574,577, 579, 586, 592, 31-32, 34-35, 38-39, 42, 50, 52, 65, 67, 70-71,
596, 621,624, 626, 628-629, 663. IAK: 12, 92-93, 97, 103, 105-108, 110-115, 117, 119-
14-15, 19-20, 32, 41, 44, 46, 51-53, 59, 73-75, 120, 123, 125, 147-148, 157, 161, 163, 166,
78. 1962 [26] DE1: 173, 181, 209, 215, 218- 173-174, 177-179, 182-185, 187-191, 195-
221, 224-228. M M PS: 22, 44, 56, 87, 92, 103. 196, 198-199, 202, 205, 207, 210-213, 225-
1963 [142] DE1: 231, 239, 249, 256-257. NC: 226, 229-230, 232-235, 238-248, 250-253.
Vn-XI, XIV, 3-4, 7, 1 1 , 22, 27-31, 35, 38, 42, OD: 13-14, 16, 18-19, 21, 35, 39-40, 64-67,
45-49, 51, 53-56, 60-63, 66-68, 70-73, 75, 78, 74, 80. 1972 [70] DE2: 247, 250, 255, 257,
80-82, 84-85, 88-89, 95, 97, 101, 107, 113, 261, 267-268, 271, 282-285, 290, 294-295,
115, 117, 121-122, 125-127, 138-139, 148- 297, 304, 308-300, 312-314, 318, 332-333,
149, 167, 170-171, 174-175, 191, 200-202. 338, 341, 349, 367-368, 371, 373-375, 388-
RR: 18, 78, 83, 136, 142, 147, 164, 179, 194, 392. 1973 [63] DE2: 396-397, 399-400, 405-
200, 204. 1964 [45] DE1: 291, 295, 297-300, 407, 409-411, 414-418, 420-422, 424, 432-
304, 306-311, 330, 346, 348, 350, 352, 374, 433, 445-446, 451, 454, 462. 1974 [427]
380, 391, 393, 397-398, 402-403, 414-416, DE2: 471-476, 478, 481, 484-485, 487-491,
422. 1965 [11] DE1: 438, 444-445, 447, 449, 496-497, 504, 506, 511, 521, 530, 535, 538-
453-454, 463, 471. 1966 [418] CUH: 18. 539, 541-544, 546-549, 552-555, 557-558,
DE1: 479-481, 484, 486, 489-496, 498-499, 562, 566-571, 573, 575, 577, 580-588, 594-
501, 508-513, 515, 517-518, 521, 541-544, 595, 601, 604, 607, 614, 619-620, 622-624,
546-548, 550, 552, 554-555, 557, 559. MC: 629-631, 633-634, 636-637, 639, 642-645,
13-16, 25, 32-33, 35, 37, 41, 43-48, 51, 54-56, 647-649, 660-661, 667-669, 673, 675, 677,
58, 60, 62-66, 68, 70-71, 73, 77, 79, 82, 85-91, 679-682, 685-686. PP: 4-6, 10, 12-14, 16, 20,
99, 101-103, 108, 117, 125, 127, 135, 139, 29, 51-52, 75, 77, 79-81, 93, 96, 98-99, 103-
143, 149, 151, 157, 163, 169-171, 173-179, 104, 107, 109, 113, 124, 127-128, 133-139,
183-185, 193, 198, 203, 208, 214, 217, 220- 144, 147, 150, 158-159, 165, 171, 177-179,
221, 223, 229-234, 246, 251-255, 259-261, 181-183, 185-189, 194-195, 211, 214, 230,
SABER 3 65
233, 235, 238^241, 245-247, 250-252, 255- 136, 144-145, 152-154, 156, 163, 172-173,
258, 262, 265, 268, 270, 275, 278, 287-288, 181, 184, 189, 195, 198, 203, 206-207, 212,
301, 307, 315, 336. 1975 [406] AN: 5,11, 14, 216, 219, 221, 235-237, 240, 244, 246, 248,
18, 20-24, 27, 33-36, 38-39, 43-45, 48-49, 52, 253, 263, 265, 279-282, 300-301, 311-313,
55-58, 60,64-65,69, 79, 83, 97, 100,105-113, 323, 326-328, 330, 341-342, 350-351, 357,
122-124, 127-129, 131, 133-136, 143, 149, 359, 361, 364. 1979 [131] DE3: 724, 726,
164, 166, 168, 172, 174, 176, 179, 181, 183- 729, 735, 739, 746, 748, 754, 768-772, 781,
184, 202, 205-206, 212, 235-236, 239-240, 783, 785-786, 801, 804, 809-811, 818, 820,
247-248, 250, 253, 260, 263, 271, 275, 287, 822. N B : 7-8, 13, 17, 19, 22-23, 25, 29, 37-40,
290-292, 301, 303. DE2: 692-697, 700-702, 48, 50, 60-61, 73, 81, 93-95, 108, 115, 119-
705, 718, 724, 737-739, 741, 750-752, 757, 121, 123, 136-137, 139-140, 142, 144, 156,
771-773, 780-781, 783-791, 795, 798, 800- 171-172, 175, 177-178, 181, 192-194, 201,
801, 805, 808, 813, 815-817, 821, 827-828. 203, 207, 210, 219-220, 229, 244, 255, 257,
SP: 10-11, 23, 27-29, 31-34, 38-39, 42,45, 53, 261, 269-270, 274, 276-277, 283-284, 286-
76, 102, 128-129, 132-133, 141, 143, 145, 287, 289-291, 295, 301-302, 309, 312-313,
148, 150, 157-158, 163,. 170, 173, 176, 187- 315.1980 [90] D E 4 :10, 12,14, 18-19,22-23,
189, 192-195, 203-204, 206, 208, 212, 218, 27, 30, 32, 34, 40-42, 46, 53-54, 56-58, 62,
221-222, 225, 227-228, 233, 242, 252-255, 65-69, 71-72, 74, 77, 82-83, 88-90, 101, 108-
258, 260, 276, 301-303, 306, 310-313, 315. 109, 115, 117, 120, 123-124. 1981 [38]D E4:
1976 [466] DE3: 14, 23, 26-28, 30-31, 33, 135, 146, 148-149, 152-153, 163-164, 166,
36-37, 39-40, 44-45, 48, 50-53, 57, 59-60, 63, 169-170, 174, 179, 184, 189, 191-193, 196-
75-76, 79, 82-83, 85-88, 90, 94, 96, 103-107, 197, 199, 201, 203, 206, 213-214. 1982 [345]
110-112, 114, 120, 122. HS1: 10, 12, 14, 19- DE4: 222, 227, 231-232, 234, 239, 244, 248,
21, 28, 41-42, 44, 55, 73-74, 76-78, 80, 82, 252, 254-255, 257, 263, 267-268, 270, 273,
84, 87, 93-98, 101-105, 108, 118, 121, 128, 284-285, 289, 292-293, 326-327, 330, 342,
130-131, 133, 135, 137, 139-141, 146, 148, 344, 348, 361, 364. HS: 6, 23-24, 26-31, 35-
163, 186-189,195, 199, 204, 210. IDS: 3, 5-6, 36, 39-41, 43, 45-46, 48, 51-54, 57, 60, 68-69,
8-13, 16, 20, 23, 25-26, 30, 34-35, 41, 49, 54, 91, 101, 106,113-114, 117, 119, 124-127,
63-64, 68-69, 84, 95-96, 101, 111-120, 130, 129-130, 134,139, 145, 150, 153, 165-166,
136-137, 142, 145-146, 149-154, 157, 159- 169-171, 173, 180, 187,194, 203,209-213,
167, 169-170, 173, 176, 184-186, 189, 191, 215, 218, 220-221, 225-229, 231-233, 239,
194, 201, 203, 216-218, 225, 235. 1977 [182] 243, 248-251, 253-254, 257, 260, 266-269,
DE3: 132, 136-137, 141, 143, 147, 149-150, 273, 275, 277-278, 280, 287-288, 293-297,
155-156, 158, 160-161, 163-167, 169, 177, 301, 303-306, 308, 313, 315, 317, 323, 334,
179, 184, 188-191, 194, 206, 209-211, 213-, 339, 348, 350, 352, 366, 368-369, 373-374,
215, 219, 222, 228, 230-232, 236, 238, 248, 376-377, 379-380, 390, 399-400, 412, 417,
255-258, 260, 264, 267-269, 274, 276-277, 424, 426, 429, 431, 433, 435-436, 438-441,
279, 281-282, 296-298, 300, 312-314, 318, 449, 466-468. 1983 [244] DE4: 367, 373,
327, 330, 343-344, 347, 349, 351, 357, 366, 375, 377-380, 391, 393, 395-396, 399, 401,
369, 373, 375, 380-382, 388-389, 395, 399- 403, 411, 413-414, 418, 436-437, 439-440,
400, 402, 404-406, 409-410, 420, 426-427. 442-447, 450, 454, 456-458, 462, 466, 472,
1978 [362] DE3: 430-432, 435-438,440,446, 481-482, 487, 493, 497-498, 501, 519-520,
448-449, 451-453, 457-458, 462-463, 465- 523, 525, 529, 535-536, 540-541, 543-544.
466, 468-469, 474-477, 488, 496, 500, 504, GSA: 3-6, 8, 13, 16-18, 21, 27, 30, 34, 44,
511, 514, 517-518, 521-523, 525-531, 533- 54-55, 60-61, 64, 67, 69, 72, 78-82, 85, 87,
534, 543, 546, 551, 554-555, 557, 563-567, 89, 97, 99, 101, 105-106, 108, 111, 113, 130-
571-573, 582-588, 592, 594-595, 598, 600- 132, 137, 143, 148-150, 155, 158, 163-164,
601, 603-606, 608-612, 615-616, 618-619, 168, 174, 178-180, 187, 200, 206, 208, 210,
626, 629, 631, 634, 639, 641, 649, 652-655, 215, 219, 222-223, 226-228, 232-233, 245,
657, 659, 670, 678, 687, 704-705, 710, 719, 247, 249, 252, 264-265, 267, 270-272, 278-
721. STP: 3, 5, 7-8, 12-13, 18, 25, 31, 35, 279, 284, 287-288, 298-300, 305, 307, 329,
38-39, 42, 44-45, 47, 49, 61, 63, 67, 69-70, 335, 338, 341-344.1984 [316] CV: 4-5, 8, 10,
74-75, 78-81, 87-88, 94-95, 97, 104-105, 109- 14, 16, 19, 21, 23-25, 27, 29, 43, 49-50, 56,
111, 113, 115, 119-120, 122, 124, 132, 135- 65, 70-71, 75-78, 82-83, 89-91, 104-105, 126-
366 SABER / SADE, MARQUÉS DE
127, 129, 134-135, 139-140, 143, 145, 152, potente y la monstruosidad del hombre del
160, 162, 175, 191, 199, 205, 215, 218-219, pueblo; en ambos casos se trata de una
224, 227, 232, 234, 239, 243, 249, 260, 273, monstruosidad ligada a la desviación del
281, 286, 288, 307. DE4: 565, 567-568, 572, poder. El abuso del poder es un operador del
574, 576-577, 579-583, 594, 596-597, 599, libertinaje. El monstruo de Sade no es sim
604, 612, 615-616, 618-619, 621, 623-624, plemente una naturaleza intensificada, sino
628, 630, 632-634, 637, 641-642, 644-645, la sede donde el poder coloca a la naturale
651-652, 654-656, 658-659, 661, 663, 668- za contra sí misma (A N , 93-94). • El erotis
671, 675-676, 682, 684, 686-687, 695, 698- mo de Sade es disciplinario. Sade es un
699, 701-702, 705, 707-708, 712, 714, 717- "sargento del sexo". Según Foucault, es ne
719, 721, 724-727, 730, 732, 734, 741-742, cesario abandonar ese erotismo; inventar
744-745, 750, 753-754, 760. HS2: 10, 12, 14- con el cuerpo un erotismo no disciplinario
15, 44, 49, 60, 68, 73, 84, 87, 99-101, 105- (DE2, 821-822). • En el erotismo de Sade,
106, 115, 120-122, 126, 131, 139, 152, 156, el hombre no participa: "Lo que se despliega
169, 177, 179, 182, 194, 207, 211, 213, 216- y se expresa por sí mismo es el lenguaje y la
217, 228-229, 231, 233-235, 256, 259-260, sexualidad: un lenguaje sin nadie que lo ha
266, 276. HS3: 21, 29, 41, 43, 53, 58-59, 62, ble, una sexualidad anónima sin un sujeto
68, 80,109,111,122-123,167,181,198,206, que goce de ella" (DE1, 661). • Aunque Sade
208, 213, 234, 240, 243, 249, 251, 258, 270. pertenezca por sus orígenes al siglo XVIII,
1985 [10] DE4: 764-766, 769, 771,773. 1988 a la Época Clásica, desde el momento en
[25] DE4: 777, 782, 784-785, 789, 791, 812- que redacta su obra en prisión es el "funda
813, 817-818. dor de la literatura moderna" (DE2, 109).
Su obra fue posible, en efecto, a partir de
todo lo que nuestra cultura moderna exclu
Sade, Donatien Alphonse Frangois, mar- ye: la anomalía sexual, la monstruosidad
qués de (1740-1814) sexual. Véase: Literatura. • La aparición del
sadismo se sitúa en el momento en que la
"Para mí, Sade es el síntoma de un curioso sinrazón, encerrada durante más de un siglo
movimiento que se produce en el seno de y reducida al silencio, reaparece no como
nuestra cultura en el momento en que un figura del mundo ni como imagen, sino co
pensamiento dominado fundamentalmente mo discurso y deseo (H F, 453). Véase:
por la representación, por el cálculo, por el Locura • "El gran intento de Sade, con todo
orden, por la clasificación, cede su lugar, en lo que puede tener de patético, reside en el
el momento de la Revolución Francesa, a hecho de que trata de introducir el desorden
un elemento que hasta entonces jamás ha del deseo en un mundo dominado por el or
bía sido pensado de esta manera; me refie den y la clasificación. Es esto lo que signifi
ro al deseo, a la voluptuosidad" (DE2, 375). ca exactamente aquello que él denomina
Desde el momento en que Sade intenta si ‘libertinaje"’ (DE2, 375). Véase: Libertinaje.
tuar en las combinaciones de la representa
ción la fuerza del deseo, es obligado a retirar Donatien Alphonse Frangois marquis de
al sujeto de su posición privilegiada (DE2, S a d el 169]: 1961 [34] HF: 47, 116, 137,143,
376). • Sade es contemporáneo del pasaje 147, 181, 194, 202, 436, 445, 452-453, 472,
de la sanguineidad a la sexualidad (véase: 485, 501-502, 536, 657-660. 1962 [1] DE1:
Sexualidad)', pero, a diferencia de los parti 225. 1963 [20] DE1: 233-236,240-241, 248,
darios de la eugenesia, refiere el análisis del 255-257, 259, 278-279. 1964 [3 ] DE1: 298,
sexo a los viejos prestigios de la sangre. En 331.1966 [15] DE1: 518, 521-522, 525, 543.
Sade, el sexo no posee ninguna norma in MC: 134, 222-224, 255, 290, 339. 1967 [3]
trínseca que provenga de su naturaleza, y DE1: 615. 1968 [ 8] DE1: 660-661. 1969 [1]
está sometido a un poder ilimitado que, co DE1: 794. 1970 [13] DE2: 25, 80,105, 107,
mo el del antiguo régimen, sólo conoce el 109, 113, 115. 1971 [ 8] DE2: 186, 192.
derecho irrestricto a la monstruosidad om 1972 [17] DE2: 375-377. 1973 [1] DE2:
nipotente (H S 1 ,195-196). • Entre los perso 413. 1974 [1 ] PP: 18. 1975 [28] AN: 69,
najes de Sade encontramos dos tipos de 93-94. DE2: 818-822. 1976 [ 8] DE3: 102.
monstruos: la monstruosidad del hombre HS1: 30-32, 195-196, 198. 1977 [5 ] DE3:
SADE, MARQUÉS DE / SALVACIÓN 367
243, 339, 341, 350. 1978 [1 ] DE3: 591. augusta hace referencia a Augusto como
1984 [2 ] CV: 178, 197. principio del bien público. En el contexto de
estas múltiples significaciones, el sentido
del término "salvación" no puede reducirse
salvación a la dramaticidad de un acontecimiento que
permite pasar de la mortalidad a la inmor
En la cultura del cuidado de sí mismo, la talidad o del mal al bien. En la cultura del
categoría de salvación desempeña un papel cuidado de sí mismo, esta categoría es en
de primer orden: salvarse a sí mismo, alcan amplia medida positiva. Así, el alma, como
zar la propia salvación, es lo que persiguen una ciudad, se salva si posee las defensas
las prácticas de sí mismo. Esta exigencia de suficientes y adecuadas (HS, 177). La finali
salvación se articula según la dialéctica to dad de la salvación es no tener necesidad
dos/pocos, es decir, es un mandato que al sino de sí mismo, es decir, la ataraxia y la
canza a todos, pero que sólo algunos pueden autarquía. Pero ello no significa que la sal
realizar (HS, 116-118). E l término "salva vación de sí mismo esté desconectada de la
ción" se remonta a la tradición clásica; se salvación de los otros. Según el análisis de
encuentra en Platón, al parecer no con un Foucault, en la época helenística asistimos
sentido técnico. En los siglos I y II de nues a una inversión de las relaciones que se es
tra era adquiere una mayor extensión y una tablecían entre el cuidado de sí y el cuidado
estructura interna particular. En primer lu de los otros en la concepción platónica. En
gar, bajo la influencia del cristianismo, la efecto, para esta, la salvación de la ciudad
salvación se inscribe en un sistema binario incluía como consecuencia la salvación del
(se sitúa entre la vida y la muerte, entre la individuo. En la época helenística, en cam
muerte y la inmortalidad, entre este mundo bio, la salvación de los otros es una conse
y el otro); es lo que permite el pasaje de uno cuencia suplementaria de la salvación de sí
a otro (de la vida a la muerte, dé la morta mismo. Al respecto,,Foucault se refiere a la
lidad a la inmortalidad, de este mundo al concepción epicúrea de la amistad y a la
otro; pero también del mal al bien, de la im concepción del hombre como ser comunita
pureza a la pureza). En segundo lugar, la rio en el estoicismo (HS, 184-190). • Con la
salvación está ligada a la dramaticidad de formación del poder pastoral, el cristianis
un acontecimiento que se sitúa en nuestra mo modifica la relación del sujeto con la
historia o en una metahistoria (la transgre salvación que se había establecido en la
sión, la falta original, la caída, la conver Antigüedad clásica. Así, esta relación ya no
sión, la encamación de Cristo). En tercer se establecerá en términos globales, sino
lugar, la salvación es una operación que el individuales y analíticos. Acerca de la laici
sujeto debe realizar sobre sí mismo, pero zación de la categoría de salvación en la
que no puede llevar a cabo solo; necesita la Modernidad, véanse: Poder pastoral, Religión.
ayuda del otro. Estos tres elementos, enton
ces, estructuran la categoría de salvación en Salut [372]: 1954 [3 ] DE1: 92. M M PE : 29,
un sentido primariamente religioso: carác 77. 1957 [1] DE1: 138. 1961 [20] HF: 18-19,
ter binario, dramaticidad de un aconteci 51, 82-83, 86, 107, 121, 460, 474, 596, 618,
miento, carácter doble de la operación (ope 667-668, 670-671, 673. 1962 [2] DE1: 223.
ración de uno mismo y de otro). Pero en la M M PS: 29. 1963 [9 ] NC: 33, 65, 68-70, 76,
cultura del cuidado de sí la categoría de sal 201. RR: 103, 161. 1964 [2] DE1: 301, 329.
vación funciona como categoría filosófica. 1966 [2] CUH: 17. DE1: 533. 1967 [2 ] DE1:
En griego, el verbo sozein y el sustantivo so- 579. 1968 [2 ] DE1: 689, 700. 1969 [1] DE1:
teria poseen varios sentidos: librarse de un 756. 1970 [1] DE2: 90. 1971 [ 6 ] LVS: 87,
peligro (de un naufragio, de una enferme 234-235, 238-239, 246. 1972 [1] DE2: 282.
dad), proteger (para los pitagóricos, por 1974 [ 8] DE2: 564, 638. PP: 11-12, 45, 69,
ejemplo, el cuerpo es un cinturón -peribo- 260. 1975 [10] AN: 71, 170, 183, 185. DE2:
lo s - que protege -s o z e ta i- el alma), conser 823. SP: 45, 164, 209. 1976 [5] DE3: 43.
var (el honor, el pudor), salvarse en un sen HS1: 83, 86, 193. 1977 [2 ] DE3: 257, 376.
tido jurídico (de una acusación), subsistir, 1978 [128] DE3: 511, 519, 526, 548-549,
hacer el bien. En latín, la expresión salus 561-563, 636, 645, 661, 719-720. STP: 92,
368 SALVACIÓN / SEXUALIDAD
101, 119, 126, 130, 132, 134, 151, 167, 170- de represión (véanse: Poder, Represión).
172, 174-176, 178, 186-187, 190, 196, 198, Aquí Foucault debe hacer frente a una obje
201-202, 204, 206, 208, 214, 235-237, 239- ción fundamental. Aun cuando se deje de
241, 249, 261, 265, 267-269, 272-273, 283, lado el concepto de represión, ello no con
286, 294, 298, 315. 1979 [5 ] N B : 6, 86-87. lleva necesariamente el abandono de la con
1981 [6 ] DE4: 138, 145,215-216. 1982 [115] cepción jurídica del poder, es decir, de la
DE4: 228-230, 291. H S: 26, 104, 116-117, conceptualización del poder en términos de
123, 163, 169, 174-179, 184-185, 188, 198, ley. Más aún, la consecuencia fundamental
215, 239-240, 245, 297, 299, 304, 338, 346, de un poder entendido en términos jurídicos
373-374, 398, 419, 427-428, 466. 1983 [7] permanece: no se puede escapar del poder,
DE4: 409-410, 557. GSA: 151, 295, 320. así como no se puede escapar de la ley
1984 [29] CV: 39, 61, 69,145, 160, 168, 303- (HS1, 108). Por ello, para llevar a cabo la
306, 308. DE4: 629, 712, 717. HS2: 35, 140. historia de la voluntad de verdad acerca del
HS3: 56, 122, 128, 215. 1988 [5] DE4: 788, sexo es necesario precisar qué se entiende
804, 811. por "poder”. En este sentido, Foucault no se
propone una teoría del poder, sino una ana
lítica del poder que tiene como finalidad
sexualidad desprenderse de la concepción jurídico-dis-
cursiva tanto de aquellos análisis que consi
"N o hay que imaginar una instancia autóno deran que el poder es represión del deseo
ma del sexo que produciría secundariamen cuanto de aquellos para los cuales la ley es
te los efectos múltiples de la sexualidad a lo constitutiva del deseo. Cinco elementos de
largo de su superficie de contacto con el po finen este supuesto común: 1) La relación
der. El sexo es, por el contrario, el elemento negativa: el poder no puede hacer con el
más especulativo, el más ideal, y también el sexo ninguna otra cosa más que decirle
más interno de un dispositivo de sexualidad "no”. 2) La instancia de la regla: el poder
que el poder organiza en sus capturas de los esencialmente le dicta al sexo su ley según
cuerpos, de su materialidad, sus fuerzas, sus el régimen binario de lo lícito y lo ilícito, lo
energías, sus sensaciones, sus placeres” permitido y lo prohibido. 3) E l ciclo de la
(HS1, 205). prohibición: no acercarse, no tocar, no con
sumir, no probar placer. El objetivo del po
e l d i s p o s i t i v o d e s e x u a l i d a d . La parte IV del der es que el sexo renuncie a sí mismo; su
primer volumen de Histoire de la sexualité, instrumento es la amenaza de un castigo.
La Volonté de savoir, está dedicada a lo que 4) La lógica de la censura: afirmar que algo
Foucault denomina el "dispositivo de sexua no está permitido, impedir que se hable de
lidad” (H S1, 99-173), y sigue á las dedica ello, negar su existencia. 5) La unidad del
das a la "hipótesis represiva” y a la scientia dispositivo: el poder sobre el sexo se ejerce
sexualis (véanse los artículos respectivos). de la misma manera en todos los niveles
En todas ellas se muestra que la historia de (HS1, 110-113). Según Foucault, la razón
la sexualidad en las sociedades modernas por la cual se acepta fácilmente esta concep
occidentales a partir de los siglos XVII y ción es que el poder sólo es tolerable bajo la
X V m no es la historia de una represión con condición de que oculte una parte impor
tinua, sino de la incitación constante y cre tante de sí mismo. El secreto es parte de su
ciente a hablar de sexo, a verter la sexuali funcionamiento (HS1, 114). Es necesario
dad en el discurso. "Nos hemos situado dejar de lado esta concepción jurídica del
nosotros mismos bajo el signo del sexo, poder, que oculta su verdadero funciona
pero de una lógica del sexo, más que de una miento, para escribir la historia de la forma
física ” (H S1, 102). Las preguntas que ción del dispositivo de sexualidad. En otros
Foucault se plantea es: ¿por qué esta cacería términos, es necesario "pensar a la vez el
de la verdad del sexo, de la verdad en el sexo sin la ley y el poder sin el rey” (HS1,
sexo?, ¿cuál es la historia de esta voluntad 120). • "Por poder, me parece que es nece
de verdad? (H S1, 104-105). • El análisis de sario entender, ante todo, la multiplicidad
la hipótesis represiva implica una crítica ge de relaciones de fuerza que son inmanentes
neral a la concepción del poder en términos al dominio en el que se ejercen y son cons
SEXUALIDAD 369
cieron durante largo tiempo al margen del del sexo se debe a que es la bisagra entre los
dispositivo de sexualidad. Como vemos, la mecanismos de las disciplinas y las técnicas
cronología de la formación de las técnicas del biopoder, es decir, los dos ejes de la tec
y la de su difusión vuelven dudoso el "ciclo nología política de la vida (HS1, 191) (véase:
represivo" que suponía la aparición de los Biopoder).
mecanismos de represión a partir del siglo
XVn y su descomposición en el siglo XX L a historia del dispositivo
s e x o y s e x u a l id a d .
el cuerpo, es decir, sobre lo más material y como principio causal, sentido omnipresen
más viviente que este tiene: funciones y pro te, secreto que hay que descubrir. En segun
cesos fisiológicos, sensaciones, placeres, etc. do lugar, la idea de sexo sirvió para marcar
Conviene insistir en el adverbio "directa la superficie de contacto entre el saber de la
mente”; en efecto, la historia de la sexuali sexualidad y las ciencias biológicas; de este
dad no es una historia de cómo el cuerpo ha modo, el primero recibió, por cercanía, la
sido percibido o pensado; no es una historia garantía de un saber biológico y fisiológico
de las mentalidades, sino del cuerpo en su como principio para establecer la sexuali
materialidad. Ahora bien, puede surgir aquí dad "normal”. En tercer lugar, la idea de
la siguiente pregunta: ¿esta materialidad sexo permitió invertir la representación de
(elementos fisiológicos, sensaciones, place las relaciones entre el poder y la sexualidad.
res) no es el sexo? Foucault se la plantea En efecto, esta relación se pensó en térmi
explícitamente en estos términos: "¿Es ‘el nos de represión, de ley, de prohibición; de
sexo' el punto de anclaje que soporta las ma este modo, su dinámica productiva quedó
nifestaciones de ‘la sexualidad’ en la reali enmascarada. Foucault agrega, finalmente,
dad, o más bien una idea compleja que se una cuarta función: el sexo es el punto ima
ha formado históricamente dentro del dis ginario y fijo por el que hay que pasar para
positivo de sexualidad?” (HS1, 201). La res- acceder a la propia inteligibilidad (HS1,
puesta de Foucault es que se puede mostrar 204-205). • Desde hace siglos reina una po
cómo la idea de sexo (la idea de que este lítica del cuerpo. A partir de los siglos XVII
existe como algo más que los cuerpos, los y X V m , el cuerpo ha sido utilizado, cuadri
órganos, las funciones, los sistemas anáto- culado, encerrado, encorsetado como fuerza
mo-fisiológicos, las sensaciones, los place de trabajo. Esta apropiación política del
res) se formó a través de las estrategias de cuerpo busca extraer de este el máximo de
poder que constituyen el dispositivo de las fuerzas utilizables para el trabajo, el
sexualidad. De este modo, en el proceso de máximo del tiempo destinado a la produc
histerización de la mujer, el sexo se define ción. Actualmente, la cuestión consiste en
de tres maneras: como algo común al varón saber si se puede recuperar el propio cuerpo
y a la mujer; como aquello que pertenece para otra cosa que no sea el trabajo (DE2,
por excelencia al hombre; o como aquello 537). • "Pero yo nunca sostuve que no hubo
que constituye el cuerpo de la mujer. En la represión de la sexualidad. Me pregunté
sexualización de la infancia, el sexo está simplemente si, para descifrar las relaciones
anatómicamente presente, pero fisiológica entre el poder, el saber y el sexo, el conjunto
mente ausente; presente en su actividad, del análisis estaba obligado a orientarse a
pero reproductivamente ineficiente; presen partir del concepto de represión, o si no se
te en sus manifestaciones, pero ausente en podía comprender mejor insertando entre
sus efectos. En la psiquiatrización de las dichos, prohibiciones, prescripciones y disi
perversiones, el sexo es referido a las funcio mulaciones en una estrategia más compleja
nes biológicas y a un aparato anátomo-fisio- y más global que no estuviera ordenada en
lógico que le confiere sentido y finalidad, tomo a la represión [refoulement] como ob
pero también a un instinto que hace posible jetivo principal y fundamental” (DE3, 137).
la aparición de las conductas perversas. En
la socialización de las conductas procreado h i s t e r i a . Acerca de la aparición del cuerpo
ras, el sexo es descrito como atrapado entre sexual a partir de las experiencias de Charcot,
la ley de la realidad y la economía del placer véase: Psiquiatría.
(HS1, 201-203). "Se ve claramente: es el dis-
(positivo de sexualidad el que, en sus diferen La sexualidad, la lo
r e a l id a d t r a n s a c c io n a l .
tes estrategias, instala esta idea de sexo" cura o la sociedad civil son, para Foucault,
(HS1, 203). • La idea de sexo ha desempe realidades transaccionales; se forman en la
ñado tres funciones en el dispositivo de interfaz entre gobernantes y gobernados
sexualidad. En primer lugar, permitió agru (N B , 301).
par en una unidad elementos anatómicos,
funciones biológicas, conductas, sensacio Sexualité [1330]: 1954 [9] DE1: 70, 97.
nes, placeres; esta unidad ficticia funcionó M M P E : 25, 37, 44, 48. 1957 [2] DE1: 154.
372 SEXUALIDAD / S INR AZÓ N
vidual o, según otra expresión de Foucault, una ley fundamental, sobre una legitimidad
una ■"singularidad somática" (singularité so- de base. Un análisis en términos de relacio
matique). En las relaciones de soberanía, la nes de dominación, en cambio: 1) no consi
función-sujeto se desplaza o por encima o dera al individuo como algo dado desde
por debajo de la singularidad somática. En donde partir, sino que se pregunta cómo las
el caso de los súbditos, las relaciones de so relaciones efectivas de poder fabrican a los
beranía conciernen a sus cuerpos de manera individuos; 2) quiere mostrar la multiplici
discontinua (en las ceremonias, por ejem dad de las relaciones de poder en sus dife
plo), a través de marcas (por un signo, por rencias y especificidades, cómo se apoyan y
un gesto) o del suplicio. Pero el cuerpo mar remiten unas a otras; 3) quiere sacar a la luz
cado o el cuerpo supliciado es un cuerpo los instrumentos técnicos que hacen posible
fragmentado. N o hay coincidencia entre el el funcionamiento de las relaciones de do
"sujeto" de una relación de soberanía y la minación (IDS, 37-40). En pocas palabras,
singularidad somática. En este sentido, las en lugar de estudiar la génesis del soberano
relaciones de soberanía no llevan a cabo una (que ha sido la finalidad de la teoría de la
individualización de los sujetos a los cuales soberanía), la genealogía foucaultiana se
se aplican; marcan los cuerpos, los supli- ocupa de la fabricación de los sujetos.
cian, pero no los convierten en individuos.
Ellos, en efecto, no tienen una identidad in dispositivos de seguridad. En las primeras
dividual. Sin embargo, la individualidad al clases del curso Sécurité, territoire, popula-
canza su mayor grado respecto del cuerpo tion , Foucault compara los dispositivos de
del soberano; este debe ser perfectamente seguridad con los disciplinarios y los de so
visible e identificable. La finalidad de los beranía. La formación de los dispositivos de
dispositivos disciplinarios es la individuali seguridad no implica la desaparición de los
zación de los sujetos, "el individuo no es otra dispositivos de soberanía, como tampoco la
cosa que el cuerpo sujetado" (PP, 47). El de los disciplinarios. Estos tres dispositivos
mecanismo de disciplina articula [épingle] la forman un triángulo; a lo largo de la histo
función sujeto a la singularidad somática ria, se ha acentuado uno u otro vértice. Al
(PP, 57). • Dos razones explican la vigencia respecto, véase: Dispositivo de seguridad.
de la teoría jurídica de la soberanía. En pri
mer lugar, esta ha desempeñado un rol crí Souveraineté [900]: 1961 [30] HF: 10, 39, 70,
tico contra la monarquía y contra todos los 73, 105, 194, 309, 418, 453, 555, 557, 560,
obstáculos que podían oponerse al estable 607, 617-618, 658-660. ^ : 23, 25, 27, 31,
cimiento de la sociedad disciplinaria. En 38, 48, 57, 64. 1962 [2 ] D E l: 193, 227. 1963
segundo lugar, ha permitido la formación de [22] D E l: 237, 240, 243, 245, 248, 253, 255
un sistema jurídico que oculta la implanta 257. N C : 30, 88, 122. RR: 22, 29, 84, 115,
ción del poder disciplinario. Hemos asistido 121, 125, 127, 196. 1964 [3 ] D E l: 310, 330,
a una democratización de la soberanía (un 333. 1966 [22] D E l: 488, 519, 538. MC: 40,
derecho público articulado en la soberanía 56, 58, 62-63, 134, 242, 248, 261, 276, 286,
colectiva), pero cargada de mecanismos dis 311, 320, 322, 347, 351-352, 388. 1967 [4]
ciplinarios. • Foucault atribuye a la teoría D E l: 594, 609, 621. 1968 [5] D E l: 643, 687,
de la soberanía un triple carácter primige 700, 725, 731. 1969 [9 ] AS: 21-22, 24, 32,
nio: 1) Prim itividad o ciclo del sujeto: se pro 263, 272. D E l: 769, 774, 783. 1970 [1] DE2:
pone mostrar cómo un sujeto dotado de 90. 1971 [4 ] DE2: 139, 151, 227. OD: 53.
derechos y de capacidades se convierte en 1972 [2 ] DE2: 267, 376. 1973 [2 ] DE2: 461.
sujeto de una relación de poder (sujeto en el 1974 [147] DE2: 480, 547, 555, 563, 579
sentido político del término). 2) Prim itividad 581, 585. PP : 21, 23, 25-28, 30, 33-34, 41-42,
o ciclo de la unidad del poder: se propone 44-50, 53-57, 65-68, 81-88, 101, 116-117,
mostrar cómo múltiples poderes, en cuanto 124-125, 147. 1975 [41] AN: 12-13, 24, 79,
capacidades, pueden adquirir un carácter 105, 113, 141, 260. DE2: 695, 726, 749, 794,
político en relación con la unidad funda 824. SP: 52, 84, 90, 112, 133, 172, 194, 210,
mental del poder. 3) Prim itividad o ciclo de 215, 219, 222-223, 227, 250, 289. 1976 [218]
la legitimidad: se propone mostrar cómo DE3: 10, 124-126, 128. H S l: 117-119, 121
puede constituirse un poder sobre la base de 122, 135, 149, 180, 182, 189, 191, 195-198,
376 S O BER AN IA / SUBJETIVACIÓN
206, 209. IDS: 14, 17, 21, 23-26, 30-40, 51, psicoanálisis, de la etnología, de la formali-
60-61, 63-64, 68-71, 73, 75, 80-86, 88, 90-92, zación del lenguaje y de la literatura (en el
95-96, 102,106, 125,128,130,132, 144, 150, sentido moderno del término) el fin de la
157, 174, 179, 207, 213-214, 220-222, 226, episteme decimonónica, aquella que, ha
228. 1977 [75] DE3: 146, 150-151, 169, 172, biéndose despertado del sueño dogmático,
177-180, 184-189, 231, 244, 247, 406, 423- se había sumido en otro, profundamente
424. 1978 [175] DE3: 431, 433, 586, 637, antropológico. Por ello veía en cada una de
643-646, 649-651, 653-655, 695, 720. STP: estas manifestaciones culturales el fin de la
13-14, 16-18, 22-24, 66-68, 75, 78, 81, 93, época de las ciencias humanas. El subtítulo
99-103,105-107, 109-112, 125, 158-159,198- de Les M ots et les choses es, en este sentido,
199, 203-204, 222, 233, 235-236, 238-240, particularmente explícito: Una arqueología
242-244, 249, 251-252, 266, 287, 290, 319, de las ciencias humanas. El tema de la muer
344, 356. 1979 [47] DE3: 756, 758, 781-782. te del hombre es una expresión hiperbólica
de esta mutación en el campo del saber
N B : 3-4, 14-15, 24, 40-41, 44, 67, 73, 77, 83-
85, 175, 286-289, 296-299, 304, 307. 1980 (véase: H om bre). A ello debemos agregar la
[1] DE4: 89. 1981 [3 ] DE4: 187, 206. 1982 constante polémica de Foucault contra el
[19] DE4: 229. H S: 18, 83, 130; 177, 193, humanismo (véase el artículo correspon
198, 327, 356, 358, 361-362, 368, 449. 1983 diente) y la premisa metodológica de
[7] DE4: 408, 560. G S A : 80, 97, 266. 1984 L'Archéologie du savoir, esto es, desantropo-
[60] CV: 70, 123, 179, 225, 242, 245, 248, logizar la historia introduciendo en ella la
250-252, 254-256, 260-262, 267, 278, 281- categoría de discontinuidad. "La historia
282. DE4: 621, 628, 667, 705. HS2: 38, 92, continua es el correlato indispensable de la
94, 100, 189, 265. HS3: 75, 83, 85, 106, 175, función fundadora del sujeto” (AS, 212). No
273. 1985 [1] D E 4: 767. puede sorprendemos, entonces, que el pen
samiento de Foucault haya sido frecuente
mente calificado de antiantropológico. Ello
sofista es cierto en relación con el hombre del hu
manismo y de las ciencias humanas, la sub
Foucault se ocupa extensamente de los so jetividad cartesiana y la tradición fenome-
fistas en su análisis de la morfología de la nológica, pero no lo es respecto del sujeto
voluntad de saber en Legons su r la volon té en general. Y a sea que se trate de la expe
de savoir (prim er curso en el Collége de riencia de la locura, del nacimiento de la
France, 1970-1971). Véase: Voluntad de clínica, de la arqueología de las ciencias hu
saber. manas, de la historia del castigo, de las dis
ciplinas o de la sexualidad, la preocupación
Sophiste [56]: 1969 [1 ] DE1: 768. 1970 [3] general de Foucault ha sido la problemática
DE2: 76, 77, 99. 1971 [38] LVS: 19, 31-32, del sujeto. "No es pues el poder sino el su
38-39, 41, 43, 49-50, 52, 55-56, 62, 66, 68, jeto el que constituye el tema general de mis
108, 174. OD: 18. 1974 [2] DE2: 568. 1976 investigaciones” (DE4, 223). • Ahora bien,
[1 ]ID S : 50.1982 [4 ] H S: 60,158, 300. 1983 en primer lugar, para comprender la evolu
[1] GSA: 282. 1984 [ 6] CV: 121, 167, 260. ción de la problemática del sujeto en su
HS2: 77. obra, hay que tener presente que, ante todo,
se trata de un abordaje histórico de la cues
tión de la subjetividad. En clara oposición a
subjetivación la tradición cartesiana, Foucault sostiene
que el sujeto "no es una sustancia. Es una
La empresa teórica de Foucault puede ser forma y, sobr^o^dóresta Fórma no^s sTSn-
vista como un desplazamiento de la cues pre idéntica a sí_misma'’X D E ír7r8)7Lo que
tión del sujeto a la de las formas de subjeti entiende aquí por "forma” depende, precisa
vación (GSA, 6 ). • La "muerte del hombre” mente, de esa no identidad. En efecto, el
y el concepto de episteme han sido, sin nin problema del sujeto es para Foucault el pro
guna duda, los dos temas de Les M ots et les blema de la historia de la forma-sujeto. "La
choses que mayor difusión y repercusión primera regla del método para este género
han tenido. Foucault veía en la aparición del de trabajo es, pues, esta: delimitar lo más
SUBJETIVACIÓN 377
que se pueda, pára interrogarlos en su cons Estas condiciones establecen los juegos de
titución histórica, los universales antropoló verdad, las reglas según las cuales lo que un
gicos (y, por supuesto, también los de un sujeto puede decir se inscribe en el campo
humanismo que haría valer los derechos, los de lo verdadero y de lo falso (DE4, 631-632).
privilegios y la naturaleza de un ser humano Desde esta perspectiva, Foucault concibe
[entendido] como verdad inmediata e in retrospectivamente su trabajo como una
temporal del sujeto)" (DE4, 634). Lo que historia de los modos de subjetivación/obje-
Foucault, según sus palabras, siempre ha tivación del ser humano en nuestra cultura.
"tenido en mente” es llevar a cabo una "his Para expresarlo de otro modo, se trata de
toria del sujeto” o, más bien, de lo que él una historia de los juegos de verdad en los
denomina "modos de subjetivación” (DE4, cuales el sujeto, en cuanto tal, puede con
697). En segundo lugar, es necesario tener vertirse en objeto de conocimiento. En esta
presente que esta historia del sujeto cambia historia es posible distinguir tres modos de
de estilo, de objetos y de metodología a me subjetivación/objetivación de los seres hu
dida que Foucault se desplaza de la cuestión manos. 1) Modos de investigación que pre
de la episteme al dispositivo y, finalmente, a tenden acceder al estatuto de ciencias; por
las prácticas de sí mismo; al respecto, véan ejemplo, objetivación del sujeto hablante en
se; Dispositivo, Episteme, Filosofía, Práctica. la gramática general o en la lingüística, ob
Por las razones que hemos expuesto en cada jetivación del sujeto productivo en la econo
uno de estos artículos, Foucault desarrolla mía política. Se trata de los modos analiza
una historia de las prácticas en las que el dos especialmente en Les M ots et les chases.
sujeto aparece no como instancia de funda 2) Modos de objetivación del sujeto que se
ción, sino como efecto de una constitución. llevan a cabo en lo que Foucault denomina
Los modos de subjetivación son precisa "prácticas que dividen” (pratiques divisan
mente las practicas t e constitución jlé l ~su- tes): el sujeto es dividido en sí mismo o di
jéto.j’ Es posiBlerdistingüirIdos sentidos de vidido respecto de los otros. Por ejemplo, la
la expresión "modos de subjetivación” en su separación entre el sujeto loco o enfermo y
obra; un sentido amplio y un sentido más el sujeto sano, el criminal y el individuo bue
restringido, en relación con el concepto no. Aquí hay que ubicar Histoire de la folie
foucaultiano de ética. • En el primer senti á l'áge classique, La Naissance de la clinique
do, Foucault se refiere a los modos de sub y Surveiller et p u n ir :3 ) El modo en que el
jetivación como modos de objetivación del ser humano se transforma en sujeto. Por
sujeto, es decir, modos en que el sujeto apa ejemplo, la manera en que se reconoce co
rece como objeto de una determinada rela mo sujeto de una sexualidad. En esta línea
ción de conocimiento y de poder (DE4, se sitúa Histoire de la sexualité (DE4, 222-
223). En efecto, los modos de subjetivación 223). • Como exponemos en el artículo
y de objetivación no son independientes Ética, a propósito de éste concepto Foucault
unos de otros; su desarrollo es mutuo. Si, distingue cuatro elementos: la sustancia éti
siguiendo a Foucault, se entiende por "pen ca; los modos de sujeción; las formas de
samiento” el acto que instaura, según dife elaboración del trabajo ético; la teleología
rentes relaciones posibles, un sujeto y un del sujeto moral. Estos elementos definen la
objeto, una "historia del pensamiento” sería relación del sujeto consigo mismo o, para
el análisis de las condiciones en las que se expresarlo de otro modo, la manera eñ que
han formado y modificado las relaciones en el sujeto se constituye como sujeto moral.
tre el sujeto y el objeto para hacer posible "La acción moral es indisociable de estas
una forma de saber. Estas condiciones no formas de actividad sobre sí mismo que, de
son para Foucault ni formales ni empíricas; una moral a otra, son tan diferentes como
deben establecer, por ejemplo, a qué debe el sistema de valores, de reglas y de prohi
someterse el sujeto, qué estatuto debe tener, biciones” (HS2, 35-36). En este segundo
qué posición debe ocupar para poder ser sentido, entonces, Foucault denomina "mo
sujeto legítimo de conocimiento, bajo qué dos de subjetivación” a estas "formas de ac
condiciones algo puede convertirse en obje tividad sobre sí mismo”. A pesar de que toda
to de conocimiento, cómo es problematiza- moral siempre comporta un código de com
do, a qué delimitaciones está sometido. portamientos y de que en algunas formas
SUBJETIVACIÓN / SUJETO
378
morales el modo de subjetivación adquiere 264, 283-284. 1964 [10] DE1: 372, 375, 432.
casi esencialmente una forma jurídica (el 1966 [12] DE1: 521-522. MC: 252, 257, 260-
sujeto se somete a la ley, cuya infracción 262, 313, 365. 1968 [4 ] DE1: 680, 684, 731.
implica un castigo), en otras, en cambio, el 1969 [16] AS: 74, 159-160, 172, 201, 239,
sistema de reglas de comportamiento puede 260, 262-264, 270. DE1: 781. 1970 [1] DE2:
ser bastante rudimentario. En estas últimas 125. 1971 [1 ]L V S : 190. 1974[11]D E2: 540-
formas morales se acentúa el elemento di 541, 669-671, 674. PP: 274. 1975 [1] SP: 34.
námico de los modos de subjetivación: las 1976 [1 ] DE3: 61. 1978 [15] DE3: 526, 549,
formas de relación consigo mismo, los pro 565-566, 570, 590, 592-593. STP: 237. 1979
cedimientos y las técnicas mediante las cua [9] DE3: 749, 793, 801-802. 1980 [9] DE4:
les se elabora esta relación, los ejercicios 37-38, 47, 75, 101. 1981 [1 1 ]D E 4 : 169, 172,
por medio de los cuales el sujeto se consti 176, 178, 213-214. 1982 [30] D E4: 227-228,
tuye como objeto de conocimiento, las prác 232. HS: 3-4, 13, 20-21, 125, 173, 180, 200,
ticas que le permiten transformar su propio 240, 304-305, 346, 350, 361-362, 430, 466.
ser (HS2, 37). En la moral penitencial del 1983 [5] DE4: 437, 540. GSA: 7, 42, 331.
cristianismo, desde comienzos del siglo XEH 1984 [14] CV: 20, 149, 161. DE4: 633, 658,
hasta comienzos de la Reforma, encontra 667, 706, 708-709, 741, 750. HS2: 10. HS3:
mos un ejemplo de las primeras formas mo 84. 1988 [1 ] DE4: 800.
rales; en la moral griega de la Época Clásica,
un caso de las segundas (véase: Ascesis).
sujeto
"[...] la individualización del
poder pasto ral.
18-19. PM : 27, 37. 1968 [42] DE1: 634, 638, STP: 5, 13, 44-46, 56, 72-73, 78-81, 84, 109,
653-654, 658, 660-661, 663-664, 671, 674, 137, 159, 165, 167, 187-193, 221, 228, 237,
678, 680, 683-684, 687, 693, 699-700, 706, 254, 281, 283-284, 329. 1979 [117] DE3:
708-709, 713-714, 722, 730-731. 1969 [210] 765, 774, 780. N B : 8, 19, 26, 28, 56-57, 67,
AS: 22, 24, 26-27, 39, 43, 48, 52, 63, 71, 74, 74, 130, 176-178, 180, 189, 213-214, 219,
84, 86, 93, 96, 105, 108, 117, 120-130, 133, 229, 240, 244-245, 257-258, 264, 266, 271,
139-140, 142, 146, 148, 150, 153, 160-161, 274-280, 282, 291, 295-296, 298-299, 306.
164, 183, 196, 210, 213, 215, 221, 237-239, 1980 [61] DE4: 31-32, 43, 48-50, 52-57, 61-
248, 250-251, 260-261, 264, 266-267, 270- 62, 64-65, 67, 70, 74-76, 96, 121, 125-126.
272. DE1: 735, 751, 768-770, 774-776, 779, 1981 [32] DE4: 154, 169-171, 177, 193, 197,
788-789, 791, 793, 798, 810-816, 818-820, 204-205, 213-215. 1982 [539] DE4: 222-224,
825, 831, 836-838, 840-841, 846. 1970 [99] 227, 231, 236, 254-255, 286, 289, 301, 303,
DE2: 12-13, 46, 50, 59, 71, 74-75, 84-86, 88, 305, 307, 316-317, 340, 353, 359, 362, 364.
114, 116, 118. 1971 [57] DE2: 154-156, 161- H S: 4-6, 11, 16-20, 26-32, 39, 41-43, 46, 52,
162, 164-166, 170, 173, 191, 210, 212, 214, 54-58, 60, 72, 89, 101, 106, 109, 122, 125-
216-217, 226-227,240-242. LVS: 5-6, 16, 18- 126, 130, 142, 163, 167, 169, 171-175, 177-
20, 24, 26, 31, 38, 46, 48, 52, 55, 59-63, 67, 184, 187, 190, 203-204, 206-210, 213-214,
70-71, 73, 77, 91-92, 124, 138, 157, 171, 186, 220-221, 226-228, 230-233, 237-238, 241-
190, 195, 202-206, 212, 225, 250, 253. OD: 243, 246-248, 250, 257, 263-264, 268, 271,
11, 18-19, 39, 43-44, 49, 51, 60. 1972 [128] 277-280, 284-285, 288-290, 292-297, 301,
DE2: 249-251, 253-263, 265-268, 271, 285, 303-305, 308-310, 312, 316-318, 320-321,
287-294, 298, 304, 307-308, 313, 326, 369, 327, 332, 334, 338-341, 343-351, 353, 355-
372-374, 376-377. 1973 [9 ] DE2: 396, 424- 356, 364, 366-368, 378-379, 382, 388-391,
425, 454, 470. 1974 [173] DE2: 478, 480- 393, 398, 405, 412, 424-425, 435, 437, 439,
483, 491, 493-494, 499, 504, 507, 521-523, 441-444, 463-465, ,467. 1983 [235] DE4:
533,-536, 538-540, 542, 547, 550, 552-553, 373, 376, 389, 394, 397-398, 400-401, 403,
562, 582, 584-585, 587-588, 595, 598, 601, 408-411, 416, 426, 430, 434-437, 442-443,
615, 629-631, 633, 637, 639-640, 650-652, 446-447, 450-451, 460, 465, 467-468, 470,
661, 666, 674-675, 681; 684-686. PP: 3, 15, 472, 479-485, 487, 519, 522, 530, 540-541,
34, 41, 44, 46-47, 56-59, 118, 150, 174, 181, 546, 556-561. GSA: 4-8, 35, 41-42, 48, 57-
190, 233, 237-238, 245, 247, 256, 263, 270, 58, 61-66, 88, 130, 160, 189, 223-225, 233,
274-276, 279, 286, 288, 292, 302-304, 306, 235, 260-261, 265, 271-274, 285, 290, 294-
314-315, 319. 1975 [146] A N : 9, 11, 14, 17- 299, 309, 326-328.1984 [418] CV:4-5, 9-12,
24, 27, 29, 79, 83, 106-109, 115-116, 118, 16, 20-22, 27, 31, 33, 39, 58, 60-62, 65-66,
121, 130-133, 135, 139, 145, 147, 164, 195, 76, 102, 116-117, 126, 129-130, 133, 161-
209, 212, 227, 235, 253, 255, 284-285, 288, 162, 175, 181; 197, 199, 220, 222, 228, 230,
294, 296. DE2: 694-697, 725, 743, 756, 764, 245-246, 269, 271, 279, 287, 295, 309. DE4:
776-777, 809, 813-814, 817, 819,824.SP: 19, 562, 566, 571, 579-581, 586, 588, 591, 606-
23-24, 26, 32-33, 42, 52, 70, 81, 87, 97, 103, 607, 610, 613-614, 617-618, 622, 628-636,
117, 124-125, 131-132, 134, 160, 181, 202, 645, 653, 658, 662, 665-667, 671-672, 697-
225, 228, 248, 259, 271, 282, 284, 310. 1976 698, 705-706, 708-709, 711, 713-714, 717-
[97] DE3: 17, 40, 47, 49, 52-53, 62, 87, 89, 719, 722-723, 725, 728-733, 741. HS2: 10-
91, 93, 104, 110, 124, 127. HS1: 41, 59, 75, 12,19, 33-35,37-39,44-45,50-51, 54, 56-57,
82, 86, 89, 93-94, 112, 125, 148, 194. IDS: 73, 76, 81-82, 89-90, 96, 100, 102-103, 105-
11, 26, 32, 37-39, 44-46, 50, 67, 101, 112, 107, 111, 115, 122-123, 133, 135, 139-140,
116-118, 125-126, 137, 164, 174, 178, 186, 147, 154, 156, 165, 186, 193, 215, 224, 243,
194, 214. 1977 [54] DE3: 136, 147-148, 151, 248, 251, 259, 263, 266-267, 269, 274-275.
155, 166, 185, 195-196, 199, 208, 222, 247, H S 3 :19, 22, 24, 26, 29, 39-40, 43-46, 49-50,
256-257, 293, 297, 300, 306-307, 309-310, 55, 74, 78, 81, 84-85, 89, 100, 105-106, 115-
316-318, 357, 359, 417, 423. 1978 [146] 117, 126, 138, 141, 148, 150, 152, 154, 158,
DE3: 430, 442, 447-448, 453-455, 461, 463, 167, 169, 241, 243, 262, 274. 1985 [7] DE4:
465, 472, 474, 493, 505, 522, 526, 533, 553- 764, 775-776. 1988 [27] DE4: 784-786, 789,
555, 560, 564, 584, 586, 590, 592-594, 598, 793-794, 798-800, 803-804, 808-809,* 812-
610, 614, 616, 619, 652-653, 657, 660, 676. 813.
táctica económica y políticamente (hacer el poder
menos exterior, menos visible), lograr los
A partir de Surveiller et punir, es decir, a par mayores efectos sobre el cuerpo social,
tir del momento en que Foucault emprende acrecentar la utilidad y la docilidad de todos
el estudio de las formas de ejercicio del po los elementos del sistema (SP, 219-220).
der en las sociedades modernas, comienza a • Foucault también se refiere a la polivalen
hablar de un análisis en términos de táctica cia táctica de los discursos; en este caso, se
y estrategia. Ambos conceptos se inscriben trata de una consideración metodológica
en lo que llama la "hipótesis Nietzsche” que consiste en tomar los discursos como
acerca del poder, es decir, el poder conside segmentos discontinuos cuya función no es
rado como lucha, enfrentamiento; pero no ni uniforme ni estable. La multiplicidad de
necesariamente se reducen a este punto de los elementos discursivos puede, en efecto,
vista guerrero acerca del poder (IDS, 40). desempeñar diferentes papeles en diferentes
En Surveiller et pu n ir, por ejemplo, propone estrategias (HS1, 132-133). • Una táctica
abordar la problemática del castigo desde la discursiva es un dispositivo de saber y poder
perspectiva de la táctica política (SP, 28), que, en cuanto táctica, puede transferirse a
considerar la disciplina como una táctica otra situación de enfrentamiento entre fuer
(SP, 151). En este contexto de particular in zas y también convertirse en la ley de for
terés por la técnica de la táctica militar, mación de un saber; por ejemplo, la táctica
Foucault define la táctica en estos térmi discursiva del discurso histórico (IDS, 169-
nos: "Arte de construir, con los cuerpos lo 170). Véase: Estrategia.
calizados, las actividades codificadas y las
aptitudes formadas, aparatos en los que el Tactique [171]: 1961 [2] HF: 96, 630. 1962
producto de diferentes fuerzas se encuen [2] DE1: 184. M M P S : 90. 1963 [2] NC: 76,
tra potenciado por su combinación calcula 109. 1970 [1 ] DE2: 117. 1971 [3 ] DE2: 187.
da” (SP, 169). Respecto de la estrategia y la LVS: 46, 47. 1972 [4 ] DE2: 275, 336, 357.
táctica en el ámbito militar, observa que en 1973 [1 ] DE2: 456. 1974 [29] DE2: 663. PP:
los grandes Estados del siglo XVHI el ejér 8, 10, 18, 32, 74-75, 99, 143, 153-154, 174,
cito garantizaba la paz civil por dos razones: 186. 1975 [40] AN: 50, 204, 223. DE2: 706,
por un lado, porque era una especie de es 725, 808. SP: 28, 141-142, 145, 150-151,157,
pada que amenazaba constantemente; por 164, 166, 169-171, 189-190, 200-201, 219,
otro, porque era una técnica y un saber que 277, 292-295, 307. 1976 [43] DE3: 66, 87,
podían proyectarse sobre todo el cuerpo so 91, 125. HS1: 21, 32, 57, 113, 132-133, 135,
cial. "La estrategia es lo que permite com 143, 173, 180, 184, 208. ID S: 11, 13, 18, 27,
prender la guerra como una manera de con 40, 69, 154, 169-170, 173, 180-181, 185, 204.
ducir la política entre los Estados; la táctica 1977 [12] DE3: 134, 140, 152, 167-168, 174,
es lo que permite comprender el ejército co 181, 206, 229, 267, 361. 1978 [9 ] DE3: 530,
mo un principio para mantener la ausencia 542, 625-626, 649. STP: 10, 88, 211, 313.
de guerra en la sociedad civil” (SP, 170). Las 1979 [7 ] DE3: 766. N B : 83, 85, 91-92, 111.
disciplinas definen una táctica de poder que 1980 [4 ] DE4: 19, 24, 80, 90. 1982 [ 8] DE4:
responde a tres criterios: hacer que el ejer 231, 265. HS: 306, 366-367, 369, 385. 1983
cicio del poder sea lo menos costoso posible [1 ] G SA: 338. 1984 [3 ] DE4: 636, 662, 733.
[380]
TÉCNICA, T EC NO LO G ÍA 381
jeto [relaciones de saber]” (SP, 28). El estu sofía han supuesto que la verdad es algo que
dio de esta metamorfosis nos muestra, en espera ser develado en la medida en que
efecto, que existe una matriz común, por nuestra mirada se oriente en la dirección
ejemplo, a la historia del derecho penal y a correcta. Foucault sostiene otra ic^a, pro
la de las ciencias humanas. La expresión fundamente anclada en nuestra civilización,
"tecnología política del cuerpo” quiere dar según la cual la verdad no es algo que nos
382 TÉC NICA, T EC NO LO G IA
espera, sino que se produce. La verdad no 21, 25, 28, 34, 37, 63, 96-97, 103, 116, 125,
sería, entonces, del orden de lo que es, sino 130, 132,134, 142, 147-148, 150, 156-157,
del orden del acontecimiento (événement). 159, 161, 163-165, 168, 170, 172, 186-189,
"Ella [la verdad] no se da por la mediación 194-195, 200, 211-212, 218, 223-224, 226-
de los instrumentos; se provoca mediante 228, 235, 242, 251,255-256, 258-259, 261,
rituales; es atraída por las astucias, se la 269, 273, 275-276,302-303, 305-306, 310,
capta de acuerdo a la ocasión: estrategia y 312. 1976 [50] DE3: 15, 21, 23, 27, 44, 47-
no método” (D E2, 694). Por ello puede ha 48, 65, 70, 73, 75, 78, 94, 126. HS1: 21, 33,
blarse de una tecnología de la verdad a pro 84, 88, 91, 94, 118, 142, 151, 153, 167, 170.
pósito de los medios para producirla: cono IDS: 9, 24, 27, 29, 42, 145, 159, 186, 215-
cimiento de los lugares donde se produce, 216, 222, 225, 230. 1977[18]D E 3: 149, 177,
de los tiempos en que se produce, de los ri 181, 183, 195, 223, 229, 275, 285, 293, 297,
tuales que la producen (DE2, 693-694). Un 316, 336-338, 395. 1978 [75] DE3: 433, 454,
ejemplo de esta tecnología de la verdad es el 458, 473, 500, 514-516, 522, 526-527, 532-
duelo como prueba judicial de la verdad. 533, 538, 566, 588, 621, 629, 651, 655, 657,
Otro ejemplo es la tecnología de la confe 665, 668, 715. STP: 8, 10, 13, 21-23, 25, 31,
sión. 36, 42, 47, 49-50, 64, 66, 74-75, 78, 107, 111,
113, 186, 228, 308, 319-322, 345-346. 1979
d i s p o s i t i v o s d e p o d e r . Mientras que el térmi [26] DE3: 727-729, 734-735, 740. NB: 112,
no "técnica” hace referencia a un determi 118-119, 146, 159, 161, 167, 187, 204, 218-
nado mecanismo de poder, el término "tec 219, 224-225, 237, 244, 265, 288. 1980 [7]
nología”, al conjunto de mecanismos y, en DE4: 15, 24, 35, 67, 88, 91. 1981 [14] DE4:
particular, a las correlaciones que se ins 134, 148, 151, 153, 169, 171, 187-188, 213-
tauran entre ellos (STP, 10-11). Véase: 215. 1982 [94] DE4: 222, 227, 229, 233, 283,
Dispositivo de seguridad. 307, 355, 362. HS: 25, 41, 47, 49-50, 60, 68,
74, 91, 122,133, 153-154,171,174,180,232,
Technique [778]: 1954 [1 ] M M PE : 89. 1957 237, 239, 250, 280, 317, 321, 323, 332, 349-
[19] DE1: 131, 144, 147-151, 154-155, 157. 350, 352-353, 355-357, 359, 365-366, 374,
1961 [14] HF: 149, 386, 388, 391, 401, 405, 382, 391, 398-400, 403, 406, 411, 417, 427-
413, 416, 427. IA K : 32, 57, 59, 72. 1962 [1] 430, 463, 470. 1983 [58] DE4: 376, 390, 396,
DE1: 220. 1963 [30] DE1: 231. NC: 51, 97- 400, 403-407, 409, 414, 417-418, 430, 438,
98, 113, 122, 143, 146-147, 149, 158, 162, 440-441, 447, 450,464, 491. GSA: 21, 30, 43,
166-167, 171, 202. RR: 39, 42-43, 47, 57, 76, 53, 67, 118,172,179,181,200,203,279-280,
100, 127, 158. 1964 [7 ] DE1: 362, 375, 413, 282, 284, 287, 299, 304, 308, 329, 338. 1984
415, 420. 1965 [ 8] DE1: 447, 449-450, 452, [80] CV: 14-15, 24, 27, 69, 109,125-129,133-
460. 1966 [12] DE1: 517-518. MC: 152, 154- 135, 138, 141. D E4: 575, 581, 590, 604, 623-
155, 195, 239, 282-283, 314, 370. 1967 [11] 627, 643, 647-648, 658-659, 662-663, 665,
DE1: 562, 565, 585, 588, 603. PM : 28, 37, 671, 686, 692, 753. HS2: 68, 84, 90,121, 136,
44, 47. 1968 [4 ] DE1: 707, 723, 726, 729. 155, 169, 172-173. HS3: 18, 108, 122, 163,
1969 [14] AS: 15, 17, 41, 72-73, 241. DE1: 168, 174, 262, 282. 1985 [1]D E 4:768. 1988
734, 768, 785, 794, 805, 821, 840, 844. 1970 [17] DE4: 785-786, 799-800, 802-804, 808-
[3 ] D E2: 33, 69. 1971 [16] D E2: 183, 187, 809, 816, 820-821, 824.
191, 195, 225-226. LVS: 31, 55, 68, 107, 113,
123, 248. OD: 19, 43. 1972 [5 ] DE2: 288, Technologie [364]: 1963 [1 ]N C : 37. 1970 [1]
299, 322, 335, 383. 1973 [1] DE2: 403. 1974 DE2: 103.1971 [1 ] DE2: 185. 1972 [1 ] DE2:
[47] DE2: 472, 476, 510, 560, 584, 586, 613, 279. 1974 [52] DE2: 471, 510-512, 523. PP:
616, 619, 662-663, 677-678, 680. PP: 12, 43, 41, 59-60, 106, 233, 236, 238-243, 245-246,
52, 57, 129, 162, 171, 176-178, 182, 185, 234, 248, 250, 258, 263. 1975 [80] A N : 14, 20, 44,
240, 243-244, 246-248, 272, 276, 285, 287, 54, 56-57, 81-82, 85, 107, 123-124, 151, 178,
304, 314, 324. 1975 [145] AN: 17, 24, 30, 191, 201, 217, 235, 253, 260, 296-298, 301.
45-46, 57-58, 127, 130, 136, 151, 156-157, DE2: 693-694, 696, 702, 717, 727-728, 746,
163, 165, 171-173, 179, 187, 189, 198, 200, 749. SP: 28, 31, 34-35, 92, 105-106,130,150,
218, 236, 239-241, 257, 291, 297. DE2: 697, 156, 164, 173, 187, 195-196, 207, 217, 222,
709-711, 713, 717, 746, 750-751, 770. SP: 15, 225-226, 228, 236, 254-255, 276. 1976 [59]
TÉCNICA, T EC NO LO G ÍA / TERRITORIO 383
DE3: 18, 26, 43. HS1: 61, 92, 119, 138, 149, to a desplazamiento, señala que se desplaza
153-157, 159-160, 163, 167-168, 172, 180, un ejército, la tropa, la población. D om in io
183, 185, 190-192. IDS: 27, 165, 215-216, es una noción económico-jurídica. Suelo es
218-220, 222, 226, 228, 230, 234. 1977 [21] una noción histórico-geológica. Horizonte
DE3: 133, 153, 181, 191-193, 199, 202-203, es una noción pictórica y también estratégi
209, 221, 229-230, 273, 290, 374, 392, 396, ca. La única noción auténticamente geográ
407. 1978 [45] D E 3 :452, 470, 474, 508, 514- fica es archipiélago, que Foucault emplea en
515, 521, 526, 530, 532, 585, 587, 593, 619, la expresión "archipiélago carcelario" (DE3,
672, 721-722. STP: 10-11, 13, 25, 44, 50, 57, 32). "Campo", "posición", "territorio", como
65, 86, 121, 124-125, 158, 297-298, 314, 320. términos político-estratégicos, indican có
1979 [27} DE3: 739, 819-820, 822-824. N B : mo el militar o el administrador se inscriben
42, 265-266, 295, 299-301, 312, 315. 1980 efectivamente en el suelo o en las diferentes
[3] DE4: 18, 28. 1981 [22] DE4: 136, 139, formas de discurso. "Metaforizar las trans
144, 183-184, 189, 191-194, 197, 199-200, formaciones del discurso mediante un voca
215-216. 1982 [24] DE4: 225, 264, 282, 285, bulario temporal conduce necesariamente a
305. H S: 46, 48, 50, 60, 109, 117, 163, 200, la utilización del modelo de la conciencia
358. 1983 [9 ] D E4: 384-385, 403, 409, 441. individual, con su temporalidad propia.
GSA: 42. 1984 [ 6] DE4: 582, 627-628, 636, Intentar descifrarlas, por el contrario, a tra
660, 724. 1988 [12] DE4: 813-814, 820-821, vés de metáforas espaciales estratégicas per
826, 828. mite captar, precisamente, los puntos por
los cuales los discursos se transforman en,
a través y a partir de las relaciones de poder"
teleología (DE3, 33). • El curso dictado en el Collége
de France en los años 1977-1978 lleva como
La arqueología quiere liberarse
a r q u e o l o g ía . título Sécurité, territoire, population. El terri
de lo que constituye la filosofía de la histo torio es el elemento fundamental del princi
ria, la racionalidad y la teleología del deve pado de Maquiavelo y de la soberanía jurí
nir (AS, 20). Aborda la historia de las prác dica del soberano en la definición de los
ticas discursivas "en una discontinuidad que filósofos y teóricos del derecho de la época.
ninguna teleología reduciría de antemano" En la literatura de las "artes de gobernar",
(AS, 264). la definición del gobierno no se refiere al
territorio. El objeto del gobierno es una es
L a teleología moral define uno de los
é t ic a . pecie de conjunto complejo constituido por
cuatro elementos de la noción foucaultiana los hombres y las cosas: los hombres en sus
de ética (véase: É tica). relaciones y nexos, en su entrelazamiento
con las cosas (las riquezas, los recursos y
Téléologie [36]: 1961 [2 ] D E1: 161. H F: 532. también el territorio) (DE3, 643). La sobe
1968 [ 6] DE1: 687, 701, 730-731. 1969 [9] ranía sobre el territorio se convierte, de este
AS: 16, 20, 22, 54, 159, 164, 262, 264-265. modo, en un elemento secundario del arte
1971 [1 ] DE2: 151. 1983 [5] DE4: 396, 398, de gobernar. • La ciencia de la policía es un
557. 1983 [5 ] GSA: 12-13. 1984 [ 8] DE4: arte de gobernar y un método para analizar
620-622, 679. HS2: 34, 39, 45. una población que habita un territorio
(DE4, 160). Lo que interesa a la policía es
la coexistencia de los hombres en un terri
territorio torio, sus relaciones de propiedad, lo que
producen, lo que intercambian, etc. (véase:
A propósito de las metáforas espaciales que Razón de Estado). "En el origen, la noción
utiliza en sus trabajos, especialmente en las de policía designaba únicamente un conjun
descripciones arqueológicas, Foucault pre to de reglamentos destinados a asegurar la
cisa lo siguiente: te rritorio es una noción tranquilidad de una ciudad, pero en este
geográfica, pero ante todo es una noción momento [siglo XVH I] la policía se convier
jurídico-política (designa lo que es controla te en el tipo de racionalidad para el gobier
do por determinado tipo de poder). Campo no de todo el territorio. El modelo de la
es una noción económico-jurídica. En cuan ciudad se convierte en la matriz a partir de
384 TERRITORIO / TRADICIÓN
la cual se producen los reglamentos que se parciales (véase: Deleuze). • La idea de una
aplican al conjunto del Estado" (DE4, 272). filosofía en busca de la totalidad es, para
• A diferencia del poder del político griego, Foucault, una idea relativamente reciente,
que se ejerce sobre el territorio, el poder del propia del siglo XIX; la filosofía actual, en
pastor se ejerce sobre los individuos (DE3, cambio, ha abandonado esta idea en pro de
719) (véase: Poder). una concepción de la disciplina como acti
vidad de diagnóstico (DE1, 611-612).
Territoire [229]: 1963 [2] NC: 25, 29. 1967
[1] DE1: 594. 1969 [4 ] AS: 239-240. 1971 L a economía es, para Foucault,
e c o n o m ía .
[2 ] LVS: 87, 129. 1972 [3 ] DE2: 318, 328. una disciplina que no tiene acceso a la tota
1973 [1] DE2: 454. 1974 [1] PP: 190. 1975 lidad y, por ello, es atea (N B , 285-286).
[13] AN: 41-42, 287. SP: 79, 147, 167, 214.
1976 [ 8] DE3: 32-33, 40. IDS: 55, 173, 234. Totalité [315]: 1954 [16] DE1: 78, 98. MM PE:
1977 [1] DE3: 385. 1978 [133] DE3: 440, 8-13, 15, 30, 33, 83. 1957 [2] DE1: 135, 145.
503, 561-562, 598, 608-609, 635, 639, 643- 1961 [43] HF: 86, 113, 179, 183, 188, 209,
644, 653, 655-656, 665, 706, 719-721. STP: 220, 246, 248, 251, 295-296, 299, 303, 306,
6, 13-19, 22, 24, 31, 66-67, 69-70, 72, 95, 99- 317, 319, 558, 570, 636, 643-644, 657, 676.
100, 106, 109, 111, 113, 126, 129-130, 133, IAK: 28, 30, 32, 37-40, 44, 50, 53, 55, 60, 64.
243, 248, 262-263, 294, 310-312, 318, 325, 1962 [14] DE1: 210. M M PS: 8-13, 15, 30, 94.
330-331, 341, 344, 348, 353-354, 361, 364, 1963 [28] DE1: 236, 239, 242-243, 248. NC:
368. 1979 [22] N B : 26-27, 50, 72, 74, 97, XI, 37, 58, 91, 93, 96, 102, 112, 114-115, 132,
100, 103, 126, 132, 162, 187, 213-214, 288, 141, 162-163, 197. RR: 19. 1964 [4] DE1:
292, 294. 1981 [ 6] D E4: 152, 155, 158, 160. 357, 384, 386. 1965 [10] DE1: 449, 454, 459,
1982 [15] DE4: 271-275. H S: 102. 1983 [ 8] 461.1966 [20] DE1: 508, 548. MC: 52, 67, 69,
DE4: 492, 510. GSA: 23, 49, 99, 248. 1984 80, 96, 100, 118, 128, 154, 190, 211, 261, 293,
[3] CV: 21, 259. 1985 [1] DE4: 774. 1988 [5] 327, 345, 384. 1967 [17] DE1: 586, 588, 591,
DE4: 817-818, 822, 825. 595, 600, 610-612. DFA: 22-23. 1968 [4] DE1:
675, 689, 708. 1969 [17] AS: 10, 20, 27, 82,
112, 142, 155-156, 164, 171, 201, 207, 229.
theraupeutike DE1: 748, 839. 1970 [1] DE2: 60. 1971 [11]
DE2: 146-147, 164-165, 193. LVS: 151, 154,
Véase: Iatrike. 229-230. OD: 77. 1972 [13] DE2: 246, 253,
263-265, 272, 283, 285, 287, 300, 305, 309.
Therapeutiké [1]: 1982 [1] HS: 95. 1973 [1] DE2: 399. 1974 [12] DE2: 474, 481,
528, 559, 581, 615-617. PP: 48, 51. 1975 [15]
AN: 46, 80, 95, 129, 188-189, 287, 290. DE2:
totalidad 702, 782. SP: 121, 215, 218. 1976 [15] DE3:
38, 79. HS1: 205. IDS: 8, 32,45, 81,199, 201,
Si la filosofía ha sido, a partir de Hegel, un 203, 208.1977 [2 ] DE3: 163, 185. 1978 [17]
pensamiento de la totalidad, la arqueología DE3: 469, 522, 562, 609, 621. STP: 44, 68,
y la genealogía foucaultianas buscan pensar 132-133, 310, 354, 364. 1979 [19] DE3: 789.
el saber y el poder sin referirlos a ninguna NB: 56, 130, 282-283, 285-290, 296, 310.
forma de totalidad (AS, 155). La formación 1980 [2] DE4: 15, 20. 1981 [3] DE4: 144,
discursiva no es una totalidad en desarrollo, 182. 1982 [14] HS: 79, 118, 255, 272-273,
sino más bien un espacio en el que encon 282-285, 294-295, 361. 1983 [ 6] DE4: 526.
tramos lagunas, vacíos, ausencias y límites GSA: 18, 57, 130, 189. 1984 [5] DE4: 564,
(AS, 156). Por ello, la tarea no consiste en 683, 712, 759. 1988 [4] DE4: 826-827.
describir los enunciados como una totalidad
cerrada y pletórica de significación, sino co
mo una figura lagunar y desgarrada (AS, tradición
164). • En el mismo sentido, como Deleuze,
en lugar de pensar el poder en términos de La arqueología debe llevar a cabo un traba
totalidad, Foucault busca la relación entre jo negativo, esto es, liberarse de todas aque
teoría y praxis en términos fragmentarios y llas categorías que se utilizan en el análisis
TR ADICIÓN / T R ANSG R ESIÓ N 385
histórico para mantener la idea de continui [ 88] CV: 17, 24-25, 134, 150, 181, 186-187,
dad. Entre ellas, la noción de tradición, que 195, 208, 219, 224-225, 228, 230, 233, 253,
permite ofrecer un estatus temporal singu 257, 278, 289, 292, 297, 299, 307-308. DE4:
lar a un conjunto de fenómenos a la vez su 563, 569, 572, 581, 584, 601-602, 613, 625,
cesivos e idénticos y retomar la dispersión 631, 644, 648-649, 669, 680, 687, 701, 743,
de la historia en la forma de lo mismo (AS, 757. H S2: 11, 22-23, 34, 79, 86, 89, 91, 99,
31). 136, 142, 214, 268. HS3: 17, 21, 25, 65, 69-
70, 75, 127,153,169,206,221-222,235,244,
Tradition [521]: 1954 [13] DE1: 79-83, 87, 254, 269, 271, 282-283. 1988 [2 1 ]D E 4 : 781,
95. M M P E : 37, 76. 1961 [28] HF: 34, 46, 786, 788-789, 793, 796, 798, 800-801, 805,
150, 171, 230, 238-239, 258, 268-269, 292, 808-809, 814, 817, 824.
304-306, 334, 362, 386, 396, 418, 510, 531.
IA K : 35, 60, 62. 1962 [3 ] D E 1 : 189, 209.
M M P S : 37. 1963 [9 ]N C : 58, 68, 75, 89, 107, transgresión
148, 180. RR: 18, 105. 1964 [4 ] DE1: 300,
379, 402, 433. 1965 [2 ] DE1: 469, 471. 1966 "La idea de una experiencia límite, que sus
[22] DE1: 494, 497, 503, 510, 514, 520, 549, trae al sujeto de sí mismo, ha sido para mí
552. MC: 23, 25,46,48-49,53,141,221,252, lo más importante en la lectura de Nietzsche,
348,378. 1967 [12] CUH: 31. DE1: 582,588- de Bataille, de Blanchot, y lo que, por abu
589, 592. DFA: 11. P M : 22-23, 25, 39, 44. rridos, por eruditos que sean mis libros, hi
1968 [7 ] DE1: 632, 638, 677, 684, 701, 710. zo que siempre los concibiera como expe
1969 [25] AS: 12, 31, 63, 70, 75, 77, 171, riencias directas, tendientes a arrancarme
223, 251. DE1: 751, 755, 757, 790, 795-796, de mí mismo, a impedirme ser el mismo”
801, 804, 819, 826, 843, 845-846. 1970 [4 ] (DE4, 43). Foucault se refiere a las experien
DE2: 10, 14, 70, 111. 1971 [16] DE2: 140, cias del límite en la muerte de D ios de
148, 153. LVS: 31, 39, 98, 1,08, 122-123, 145, Nietzsche, en la transgresión de Bataille, en
167, 206, 213. OD: 53. 1972 [11] D E2: 245, el afuera de Blanchot, por las que se interesó
267, 282, 295, 304, 306, 384, 391. 1973 [12] particularmente en sus trabajos de la déca
DE2: 398, 400, 407-409, 426, 428, 436, 441. da de 1960, cuando la literatura desempeñó
1974 [33] D E 2 :48.0,483,492, 522, 525, 539- para él un papel fundamental a la hora de
540, 546-547, 557, 630, 633, 635-636, 648, orientarse filosóficamente. Estas experien
659. PP: 26, 43,138,164, 258,284-285, 294, cias límite animan todo su trabajo filosófico
324,331.1975 [24] AN: 58, 64, 84,175,178. y se puede ver en ellas una parte de lo que
DE2: 689, 698, 728-729, 751. S P : 32,40, 56, desarrollará más tarde a partir de las nocio
141, 186, 188-189, 204, 256, 261, 265, 267. nes de ethos, de actitud de modernidad y
1976 [14] DE3: 101, 116. HS1: 29, 77, 79, de ontología histórica de nosotros mismos.
84, 96, 115, 162. IDS: 49, 91, 120-121, 230. Esta última, en efecto, no es una teoría,
1977 [14] DE3: 131,133, 141-142, 242, 324, sino una actitud en la que el análisis de los
328, 398, 413. 1978 [39] DE3: 478, 480,483, límites conlleva, en sí mismo, la prueba de
490, 493, 521, 526, 564, 587-588, 604, 613, su posible transgresión. Véanse: Ethos,
621,638, 647,683, 687. STP: 9,95,103,114, Ontología del presente. • La transgresión es
139-141, 160, 193, 222, 255, 270, 291, 356, un gesto que concierne al límite, ambos se
369. 1979 [11] DE3: 804. N B : 19, 41, 90, implican mutuamente. Pero transgredir, en
123, 128, 138, 173, 198, 224, 240. 1980 [11] Bataille, no consiste en oponerse al límite o
DE4: 40, 48-49, 63-65, 70, 74, 115. 1981 [4] en negarlo, sino más bien en lo contrario:
DE4: 151-152, 155. 1982 [47] DE4: 234, en afirmarlo (DE1, 236-237). La transgre
245, 262, 272, 285, 363. H S: 14, 30-31, 33, sión no opone nada a nada, no es del orden
40,62, 69, 75, 90,94,102,124,143,165-168, de lo escandaloso o de lo subversivo, ni de
182, 215, 248, 287, 305, 313, 317, 347-348, la dialéctica ni de la revolución. Ella afirma
376, 395, 442,467.1983 [47] DE4: 387,405, el límite como ilimitado (D E 1 ,238). Sólo se
410-411, 431, 434-435, 440, 445-447, 459, puede comprender esta relación entre am
463, 467, 470, 491, 508-510, 518-520, 524, bos a partir de la muerte de Dios. La trans
540, 548-549, 557. GSA: 14, 16, 21-22, 93, gresión, en efecto, es un gesto de profana
133, 138, 153-154, 166, 178, 315, 332. 1984 ción en un mundo que ya no reconoce
386 TR ANSG R ESIÓ N / TR ASCENDENTAL
ningún sentido positivo a lo sagrado. La experiencias del límite se puede ver una par
muerte de Dios suprime, en nuestra existen te de lo que constituye el trabajo de Foucault
cia, el límite de lo Ilimitado. Pero la supre en sus últimos años; pero sólo una parte. La
sión de lo Ilimitado como límite de nuestra desaparición del sujeto-fundamento en las
existencia no es la supresión del límite, es experiencias del límite se conjuga, ahora,
experiencia del límite, de la finitud, del "rei con el análisis de la constitución histórica
no ilimitado del Límite” (DE1, 235). • "La del sujeto. La noción foucaultiana de ética
muerte de Dios no nos restituye a un mundo busca, precisamente, problematizar la rela
limitado y positivo, sino a un mundo que se ción del sujeto consigo mismo por la cual
desanuda en la experiencia del límite, se ha este se da históricamente una forma. En el
ce y se deshace en el exceso que la transgre mismo sentido, en el registro político de su
de” (DE1, 236). Por ello, estas experiencias pensamiento, la noción de resistencia arti
del límite (la transgresión, el afuera, la muer cula el contenido histórico de las luchas.
te de D ios), a diferencia de la analítica de la Como en la experiencia de la transgresión,
fn itu d (véase: H om bre), no buscan fundar el en las prácticas de subjetividad y en las lu
límite a partir de lo limitado o, según la ex chas de resistencia no se trata de situarse
presión de Les M ots et les choses, pensar lo más allá del límite -en términos arqueológi
finito a partir de lo finito (M C, 329). En estas cos y genealógicos, más allá del saber y del
experiencias del límite la existencia finita, poder- o de fundar la finitud mediante una
que ya no está limitada por el límite de lo analítica. Ni fundamento infinito ni funda
Ilimitado, es conducida hacia su propio lí mento finito. Pero en ellas ya no se busca
mite, hacia su desaparición (DE1, 235). La sólo afirmar un límite, cuya transgresión
experiencia del erotismo, de la sexualidad conlleve la desaparición del sujeto, sino ar
en Bataille o del lenguaje en Blanchot son ticular relaciones de saber y de poder como
experiencias de la disolución y de la desapa posibilidades de subjetivación y de libertad
rición del sujeto (DE1, 614-615). • Estas (véase: Libertad).
experiencias del límite son, como experien
cias de desubjetivización, uno de los cami Transgression [125]: 1961 [3] IAK: 77-78.
nos por los cuales Foucault se aleja de la 1962 [2 ] DE1: 188, 226. 1963 [33] DE1:
fenomenología y de la filosofía dialéctica, 233-234, 236-239, 241, 244-249, 260. RR:
hegelianismo y marxismo, que buscan esta 130. 1964 [11] DE1: 336, 339, 395, 398, 400,
blecer y recuperar, más allá de toda disper 415, 434. 1966 [5] DE1: 522, 525, 529, 536.
sión, la función fundadora del sujeto (DE4, 1968 [3 ] DE1: 624, 631. 1969 [2 ] DE1: 799.
43,48-49). Las experiencias del límite repre 1970 [15] DE2: 80, 104, 114, 117-118, 120-
sentan la posibilidad de otro pensamiento, 123, 127. 1971 [ 8] DE2: 206. LVS: 195,
ni fenomenológico ni dialéctico. A partir de 201.202, 251. 1972 [3 ] DE2: 323, 355. 1975
un movimiento exactamente inverso al de la [17] AN: 20, 58-59, 61, 67, 69, 76, 91. DE2:
sabiduría occidental, es decir, al que pro 823. SP: 277, 306. 1976 [5] HS1: 12-13, 90,
metía la unidad serena de una subjetividad 112, 195. 1977 [ 6] DE3: 253, 292, 392, 423.
triunfante, esta otra posibilidad del pensa 1981 [2 ] DE4: 147, 199. 1982 [3] DE4: 326.
miento se sitúa en ese lenguaje sin sujeto HS: 174, 224. 1983 [3 ] DE4: 479, 544, 556.
que aparece en las obras de Bataille o 1984 [4 ] HS2: 16, 32, 98. HS3: 37.
Blanchot, en la literatura en su sentido mo
derno (D E1, 244). • En un primer momen
to, Foucault liga estas experiencias del lí trascendental
mite al estructuralismo y al funcionalismo,
a Dumézil y a Lévi-Strauss, donde el sujeto La problemática de lo trascendental aparece
de la fenomenología y de la dialéctica se vinculada a dos temáticas centrales del pen
disuelve (D E1, 615). Más tarde, la noción samiento de Foucault: la formación de la
de transgresión y las experiencias del lími analítica de la finitud y la constitución de
te en general se articulan con las nociones la metodología arqueológica y genealógica.
de prácticas de s í m ism o y de resistencia • El hombre, en la analítica de la finitud, es
(véanse: Lucha, Práctica, Resistencia, Subje un "extraña dualidad empírico-trascenden-
tivación). Por ello, como dijimos, en estas tal, puesto que es un ser tal que en él se
T R ASCEN DENTAL 3 87
tomará conocimiento de aquello que hace" [1] DE1: 401. 1965 [2] DE1: 452. 1966 [31]
(M C, 329) (véase: H om bre). • La arqueología M C: 256-257, 260-262, 326, 329-333, 336,
no remite el análisis del saber a ninguna 346-347, 351-352, 361, 375, 386. 1967 [1]
instancia trascendental que lo funde (AS, DE1: 612. 1968 [3 ] DE1: 675, 677, 730.
251) (véanse: A p rio ri histórico, Arqueología). 1969 [10] AS: 74, 159, 164, 169, 251, 265,
268. DE1: 795-796. 1971 [2 ] DE2: 170, 241.
Transcendantal [ 68]: 1961 [ 8] IAK: 38-40, 1972 [7] DE2: 326, 372-373, 379. 1977 [1]
43, 48, 53, 66, 68. 1963 [1 ] DE1: 239. 1964 DE3: 310. 1982 [1 ] DE4: 280.
ubuesco Ussel, Jos v an (1918-1976)
los efectos de poder a partir de la descali utopía era fundamentalmente el sueño del
ficación de aquel que los produce" (AN, origen, de un mundo que aseguraba el des
12). Si la relación entre verdad y justicia ha pliegue ideal de un cuadro ordenado en el
sido una de las mayores preocupaciones de que cada cosa, con sus identidades y dife
la filosofía occidental, si el pensamiento rencias, tenía su lugar propio. Esta aprecia
occidental siempre ha querido dotar al po ción foucaultiana de la utopía clásica está
der de un discurso de verdad, en la medida estrechamente ligada, como vemos, a la
en que el poder puede funcionar desde el descripción de la episteme clásica en térmi
otro extremo de la racionalidad (y se mues nos de orden y representación (véase:
tra, por ello, como inevitable), lo ubuesco Episteme clásica). En la episteme del siglo
aparece como "una categoría precisa del XIX, en cambio, en la que el saber ya no
análisis histórico-político" (A N , 12). "Lo persigue el ideal de un cuadro ordenado de
grotesco es uno de los procedimientos representaciones, sino e l' encadenamiento
esenciales de la soberanía arbitraria. Lo temporal del devenir, la utopía consiste,
grotesco es también un procedimiento in precisamente, en el despliegue de ese deve
herente a la burocracia aplicada. Que la nir. Ya no se trata de la utopía del origen,
máquina administrativa, con sus efectos de sino del término, del fin de la historia (MC,
poder inevitables, pase por el funcionario 274-275).
mediocre, nulo, imbécil, casposo, ridículo,
arruinado, pobre, impotente, ha sido una p o d e r , d i s c i p l i n a . E l "modelo peste" (véase:
de las características esenciales de las gran Lepra), atravesado por las jerarquías, la vi
des burocracias occidentales" (A N , 13). gilancia, la mirada y la escritura, expresa la
• U b ú rey es, para decirlo brutalmente, una utopía de una ciudad perfectamente gober
parodia de M acbeth. El poder que en nada (SP, 200). • El modelo de la prisión de
Shakespeare aparece en su aspecto trágico, Bentham, por su parte, expresa la utopía del
en Ubú rey, en cambio, muestra su reverso aprisionamiento perfecto (SP, 207). • El pa
ridículo y grotesco. nóptico es la utopía de una sociedad y de un
tipo de poder: la sociedad que nosotros co
Ubuesque [9]: 1975 [9 ] AN: 12-13, 26, 32-33. nocemos actualmente. "Vivimos en una so
ciedad en la que reina el panoptismo" (DE2,
594). • Hay dos tipos de utopías: las utopías
[3 8 8 ]
UTOPÍA 389
proletarias y socialistas, que tienen la pro que los juegos de verdad puedan circular
piedad de no realizarse, y las utopías capi sin obstáculos: la idea de una comunicación
talistas, que tienen la mala tendencia de perfectamente transparente (DE4, 727).
cumplirse. L a utopía de la fábrica-prisión Véase: Habermas.
se realizó (DE2, 611), aunque -precisa
Foucault- no como estaba escrita y descrita cuerpo. Le Corps utopique es el título de una
(DE3, 628). conferencia de Foucault de 1966, publicada
recientemente. "La utopía es un lugar fuera
experiencia. "Yo opondría [...] la experiencia de todos los lugares, pero un lugar donde
a la utopía. La sociedad futura se esboza, tendría un cuerpo sin cuerpo, un cuerpo
quizás, a través de experiencias como la dro que sería bello, límpido, transparente, lu
ga, el sexo, la vida comunitaria, otra con minoso, veloz, colosal en su potencia, infi
ciencia, otro tipo de individualidad... Si en nito en su duración, delgado, invisible, pro
el siglo el socialismo científico derivaba tegido, siempre transfigurado. Podría ser
de las utopías, en el siglo la socialización que la utopía primera, la más difícil de des
real quizá derive de las experiencias" (DE2, enraizar del corazón de los hombres, sea
234). precisamente la utopía de un cuerpo incor
póreo" (C ^ H , 10).
liberalismo. "N o se puede decir, entonces,
que el liberalismo sea una utopía que nunca Utopie [87]: 1966 [23] CUH: 9-11, 14-15, 17,
se realizó, excepto si se considera que el nú 19-20. MC: 133, 274-275. 1967 [1 ] CUH: 29.
cleo del liberalismo son las proyecciones 1971 [6] DE2: 234-235. OD: 25. 1974 [10]
que debió formular de sus análisis y de sus DE2: 498, 594, 611, 686. PP: 123, 125, 127.
críticas. Este no es un sueño que chocó con 1975 [8] AN: 178. SP: 17, 176, 200, 207, 226,
una realidad y no logró inscribirse en ella. 252, 278. 1976 [4 ] H S l: 191. IDS: 92. 1977
Constituye, y esta es la razón de su polimor [3] DE3: 202, 207, 273. 1978 [9 ] DE3: 463,
fismo y de su recurrencia, un instrumento 628, 691. STP: 237, 311, 326. 1979 [3 ] DE3:
crítico de la realidad" (DE3, 821). Véase: 821. N B : 225, 303. 1980 [4 ] DE4: 29, 103,
Liberalismo. 114. 1981 [3 ] DE4: 154, 156, 159. 1982 [1]
DE4: 313.1983 [2 ] DE4: 490. GSA: 23. 1984
habermas. Foucault considera como utopía [7 ] DE4: 589, 643, 727, 756. HS3: 214. 1988
la idea de un estado de comunicación en el [3 ] DE4: 821-823.
verdad juridiques" (DE2, 538-646), son un ejemplo
de estas reglas de juego.
Más allá de las críticas que ha recibido el
trabajo de Foucault, desde sus comienzos volun tad d e v e r d a d . Entre las formas de ex
[3 9 0 ]
VERDAD 391
prohibida y la separación entre razón y lo- de ser considerado, en función de sus prin
cura- se han vuelto cada vez más frágiles y cipios y de sus reglas de procedimiento,
han derivado hacia la voluntad de verdad. A como válido o no, vencedor o perdedor"
pesar de ello, para Foucault, la voluntad de (DE4, 725).
verdad es, entre todos los sistemas de exclu
sión, aquel del que menos hablamos. "Como d e l a v e r d a d . Para Foucault, toda
p o l ít ic a
si para nosotros la voluntad de verdad y sus sociedad tiene su propia política y su propia
peripecias estuviesen enmascaradas por la economía política de la verdad (DE3, 112).
verdad misma en su desarrollo necesario. Y Respecto de la segunda, distingue cinco ca
la razón es quizás esta: si el discurso verda racterísticas históricamente importantes:
dero ya no es más, desde los griegos, el que 1 ) está centrada en el discurso científico y
responde al deseo o el que ejerce el poder, en las instituciones que lo producen; 2) está
en la voluntad de verdad, en la voluntad de sometida a una constante incitación política
decirla, en este discurso verdadero, ¿qué es y económica; 3) es objeto de difusión y con
lo que está en juego, si no el deseo y el po sumo; 4) es producida y distribuida bajo
der? El discurso verdadero que la necesidad el control dominante de grandes aparatos
de su forma independiza del deseo y libera políticos y económicos, y 5) es la puesta
del poder no puede reconocer la voluntad de en juego del debate político y de las luchas
verdad que lo atraviesa; y la voluntad de ver sociales (DE3, 112-113). A propósito de la
dad, que se nos ha impuesto desde hace mu relación entre la política y la verdad o, de
cho tiempo, es tal que la verdad que ella form a más general, entre el poder y la ver
quiere no puede no enmascararla" (OD, l i dad, Foucault circunscribe su concepción
l i ) . • Al proponer una verdad ideal como de la verdad mediante cinco proposiciones:
ley del discurso, el discurso filosófico ha for 1 ) "por ‘verdad’ hay que entender un conjun
talecido estas formas de control discursivo to de procedimientos reglados para la pro
que son las formas de exclusión que hemos ducción, la ley, la distribución, la puesta en
mencionado (O D , 47-48). • Restituir al dis circulación y el funcionamiento de los enun
curso su carácter de acontecimiento es una ciados"; 2 ) "la ‘verdad’ está ligada circular
manera de cuestionar nuestra voluntad de mente a los sistemas de poder que la produ
verdad (OD, 53). cen y la sostienen, y a los efectos de poder
que ella induce y que la acompañan"; 3) "es
j u e g o s d e v e r d a d . L a introducción a L ’Usage te régimen [de la verdad] no es simplemen
des plaisirs, el segundo volumen de Histoire te ideológico; ha sido una condición de la
de la sexualité, reviste un carácter metodo formación y el desarrollo del capitalismo";
lógico y a la vez retrospectivo. Por un lado, 4) "el problema político esencial para el in
Foucault explica las modificaciones y los telectual no es criticar los contenidos ideo
desplazamientos teóricos que tuvo que lógicos ligados a la ciencia o hacer que su
afrontar para abordar la cuestión del sujeto. práctica científica esté acompañada por una
Por otro, a la luz de estos desplazamientos, ideología justa, sino saber si es posible cons
ofrece una visión de conjunto de todos sus tituir una nueva política de la verdad", y
trabajos. En este contexto aparece por pri 5) "no se trata de liberar la verdad de todo
mera vez, entre los textos publicados hasta sistema de poder, lo cual sería una quimera
este momento, la expresión "juegos de ver porque la verdad es en sí misma poder, sino
dad". Luego de haberlos estudiado en el or de separar el poder de la verdad de las for
den del saber y en el orden del poder, mas de hegemonía (sociales, económicas,
Foucault se propone ahora "estudiar los jue culturales)" (DE3, 113-114).
gos de verdad en la relación de sí mismo
consigo mismo" (HS2, 12). • "El término verdad - d e m o s t r a c i ó n /v e r d a d - a c o n t e c i m i e n -
‘juego’ puede inducir a error; cuando yo di to En Le P ou voir psychiatrique, Foucault
.
go ‘juego’, refiero a un conjunto de reglas de esboza las grandes líneas de una historia de
producción de la verdad. N o es un juego en la verdad, oponiendo la verdad como de
el sentido de imitar o hacer la comedia de...; mostración a la verdad como acontecimien
es un conjunto de procedimientos que con to. Por un lado, el saber científico supone
ducen a determinado resultado, que no pue que existe la verdad por todas partes, en to
392 VERDAD
de los instrumentos necesarios, puede des ción del mercado en la formación de la ra
cubrirla y acceder a ella (PP, 236). Por otro cionalidad gubernamental moderna, en la
lado, plantea una concepción de la verdad segunda clase del curso Naissance de la bio-
más arcaica que la anterior. En este caso, politique, Foucault presenta una recapitu
la verdad aparece como dispersa, disconti lación de su trabajo. De acuerdo con ella,
nua, interrumpida. Se manifiesta sólo en lo que ha tratado de hacer, desde la época
determinados lugares (Delfos, por ejemplo, de H istoire de la folie á l'áge classique, es
en la Antigüedad) y en determinados mo una historia de los regímenes de veridic-
mentos. Se trata de una verdad que tiene ción acoplada a una historia del derecho
su geografía y su calendario. En lugar de (N B , 36). En el caso de la locura, por ejem
un sujeto universal, esta verdad tiene sus plo, se trataba de mostrar el surgimiento de
personajes privilegiados: los profetas, los la psiquiatría a partir de las instituciones
adivinos, los inocentes, los locos, los sa de encierro, que se articulaban mediante
bios. N o es una verdad universal, sino, más mecanismos jurisdiccionales. En el caso de
bien, un acontecimiento; además, es nece las instituciones penales, de mostrar cómo
sario provocarla. N o nos encontramos, en estas, ligadas desde un principio a los me
este sentido, con la serenidad receptiva del canismos jurisdiccionales, desarrollaron
conocimiento, con la contemplación de lo una determinada práctica veridiccional.
ya dado, sino con el enfrentamiento, con la Esta misma función es la que ha desempe
estrategia. Acceder a la verdad no es cues ñado el mercado en la formación de la "gu-
tión de método, sino de poder (PP, 237- bemamentalidad" moderna. "La crítica que
238). La tarea de la arqueología del saber les propongo consiste en determinar en qué
es mostrar que la verdad-demostración es condiciones y con cuáles efectos se ejerce
sólo un episodio en la historia de la verdad- una veridicción, es decir, una vez más, un
acontecimiento. Por ello, la genealogía del tipo de formulación que remite a determi
conocimiento es necesariamente la otra ca nadas reglas de verificación y de falsifica
ra de la arqueología (P P , 238-239). • Ahora ción" (N B , 37). • En Le Courage de la vérité,
bien, a propósito de lo que puede denomi su último curso en el Collége de France
narse la "globalización de la verdad-demos- (1984), Foucault compara cuatro figuras del
tración", Foucault quiere mostrar cómo la decir verdadero en la Antigüedad, a fin de
verdad-acontecimiento ha permanecido en distinguir la primera de las otras tres: la pa-
Occidente. Este es el caso de las formas ju rresia, la profecía, la sabiduría y la técnica.
rídicas y de las prácticas médicas desde Mientras que el profeta no habla en su nom
Hipócrates hasta el siglo X V in (P P , 239- bre, sino en el de otro, busca entablar una
242). Para nuestro autor, dos procesos lle especie de mediación entre presente y futu
varon a la transformación de la verdad- ro, y nunca se expresa con total claridad,
acontecimiento en la verdad-demostración sino, más bien, enigmáticamente; el parre-
en la historia de las ciencias empíricas. Por siasta, en cambio, habla en su nombre, se
un lado, el procedimiento político de la in refiere a lo que son en ese momento quienes
vestigación (véase el artículo correspon lo escuchan y expone claramente la verdad
diente). Por otro, un procedimiento inver (CV, 16-17). La figura del sabio remite a una
so, los procedimientos de enrarecim iento verdad recibida por tradición acerca del ser
( raréfaction) de los sujetos que pueden co del mundo y de las cosas que suceden. Es
nocer la verdad. El sujeto universal de la una figura ligada al silencio y a la distancia,
verdad es, en definitiva, sólo un sujeto abs incluso al retiro de la vida pública. El parre-
tracto. E l sujeto de hecho es calificado, siasta no mantiene distancia y, en cambio,
construido, en y por las instancias institu corre el riesgo de decir toda la verdad; no le
cionales: las universidades, las escuelas, los revela a su interlocutor quién es, sino que lo
laboratorios, etc. • En varios artículos de ayuda en su propio reconocimiento (CV, 18-
este diccionario abordamos la cuestión de 19). Es necesario tomar el término "técnica"
la verdad o, mejor, el análisis foucaultiano con el sentido y el alcance que posee en el
de los juegos de verdad. griego clásico (tekhne). Así, Platón habla de
"técnicos" refiriéndose al médico, al músico,
VERDAD 3 93
al director de un gimnasio, etc., es decir, a a lo real?; 3) ¿qué modo de ser impone este
quienes poseen un determinado saber hacer discurso al sujeto de su enunciación? (GSA,
que han recibido y, además, deben transmi 285). Esta ontología implica considerar el
tir. En términos más actuales, esta figura del discurso como una práctica, concebirla ver
decir verdadero corresponde a j a del profe dad a partir de los juegos de veridicción y
sor, el enseñante. El parresiasta se distingue considerar toda ontología como una ficción
del técnico o del profesor en que estos dos (G SA, 285-286).
no corren ningún riesgo por el hecho de
transmitir el saber que han recibido; al con VERIDICCIÓN, GUBERNAMENTALIDAD, PRÁCTICA DE SÍ
trario, esta actividad los une y vincula con . Mediante el análisis de las prácticas
m is m o
aquel o aquellos que reciben el saber que les en las cuales el sujeto dice la verdad sobre
comunican. • Cada una de estas cuatro figu sí mismo (el penitente y el confesor, el diri
ras del decir verdadero, de la veridicción, gido y el director de conciencia, el enfermo
implica personajes diferentes (el profeta, el y el psiquiatra, el paciente y el psicoanalista)
sabio, el técnico, el parresiasta), formas di Foucault arriba a la noción de parresia. En
ferentes de la palabra (enigmática, apodíeti este sentido, el estudio de la parresia puede
ca, demostrativa, polémica) y también do ser visto como una prehistoria de estas prác
minios diferentes (el destino, el ser, la ticas (CV, 9). Pero la parresia, antes de ser
tekhne, el ethos) (CV, 25, 27). una práctica de subjetivación, de constitu
ción del sí mismo a partir y a través del de
p r e d i c a c i ó n , u n i v e r s i d a d . En la Antigüedad, cir verdadero sobre sí mismo, ha sido una
los modos de decir verdadero de la sabidu práctica política. Como tal, fue objeto de
ría y de la parresia se entrelazaron y dieron estudio en el curso de 1983, Le Gouvemement
lugar a una forma filosófica del decir verda de soi et des autres. Esta raíz política de una
dero. Más adelante, en la Edad Media, las práctica que terminó siendo una de las prin
figuras del profeta y del parresiasta se aco cipales formas del modo en que el sujeto, en
plaron en la figura del predicador; y las del Occidente al menos, se constituye a sí mis
sabio y el profesor, en la del maestro univer mo, le permite a Foucault recapitular todo
sitario. “Me parece que la Predicación y la su recorrido intelectual. Pues, al analizar las
Universidad son instituciones propias del formas de subjetivación (más precisamente,
Medioevo, en las cuales vemos agruparse, de la relación entre sujeto y verdad, tema del
dos en dos, las funciones de las que les he curso en el Collége de France de 1981
hablado y que definen un régimen de veri- “Subjectivité et vérité"), remite a la proble
dicción, un régimen de decir verdadero muy mática de la gubemamentalidad, de la que
diferente de aquel que se podía encontrar en se había ocupado los años precedentes. “Me
el mundo helenístico y grecorromano, don parece que, al examinar la noción de parre
de la parresia y la sabiduría estaban, más sia, podemos ver cómo se entrelazan el aná
bien, combinadas" (CV, 29). lisis de los modos de veridicción, las técni
cas de gubemamentalidad y las prácticas de
DISCURSO FILOSÓFICO, REVOLUCIONARIO Y C IENTÍFI sí. En el fondo, es lo que siempre he tratado
CO. En la época moderna, la forma del decir de hacer" (CV, 10). Este análisis implica una
verdadero del profeta ha sido asumida por serie de desplazamientos respecto de temas
el discurso revolucionario; la modalidad del tradicionales del campo de la filosofía: del
sabio, por el discurso filosófico; la modali tema del conocimiento al de la veridicción,
dad técnica, por el discurso científico (CV, del problema de la dominación al de la "gu
29-30). bemamentalidad", de la cuestión del indivi
duo al de las prácticas de sí. • Para la rela
ONTOLOGÍA DEL "DISCURSO DE VE R D A D " ( DISCOURS ción sujeto/verdad, véanse: Antigüedad, Ars
d e v é r i t é ) . Una ontología de los “discursos erótica, Ascesis, Confesión, Cristianismo,
de verdad" debe plantearse tres cuestiones; Cuidado, Descartes, Deseo, Erótica, Parresia.
1) ¿cuál es la función propia de un determi Para la relación castigo/producción de la
nado discurso desde el momento en que in verdad, véase: Cuerpo. Para los juegos de
troduce un determinado juego de verdad?; verdad, véanse: Edipo, Examen, Investigación,
2) ¿qué modo de ser confiere este discurso Voluntad de saber.
394 VERDAD
Vérité [5098]: 1954 [31] DE1: 70, 75, 78, 82- 42, 44, 47-48, 51, 55, 61-79, 81-91, 93-95,
83, 85-86, 92,106, 110, 114,118.MMPE: 29, 97-98, 102-106, 109, 111-112, 114-115, 123-
36, 54, 58, 79, 87, 110. 1957 [26] DE1: 120, 124, 136-139, 146, 148-149, 157-159, 173,
138-139, 143-144, 149, 152-154, 156-157, 177-180, 182, 184-190, 192, 195, 199-202,
159-163, 165-166, 169-171. 1961 [575] HF: 205-213, 241, 245-246, 249, 252. OD: 12-22,
22, 26, 29-32, 37, 39, 41-42, 46-47, 49-52, 54, 29, 33,47-48, 50-51, 53-54, 64, 79. 1972 [40]
56, 58-64, 67-68, 70, 86, 111-113, 120, 135, DE2: 246, 254, 258, 260-261, 289, 294-295,
138-139, 141, 143, 158, 166, 168, 183, 187- 308-309, 315, 319, 341, 346, 348-349, 366-
188, 200-201, 206-210, 215, 218, 221-223, 368, 383, 391. 1973 [9 ] DE2: 395-396, 403,
225, 227, 233, 239, 242-246, 251-253, 255- 414-415, 420, 429, 434. 1974 [546] DE2:
256, 264-266, 270, 290, 296-297, 300, 302- 479-482, 501, 508, 538-541, 543, 547-548,
304, 307-309, 311-317, 319-320, 322-324, 550, 552-553, 555-561, 563, 567, 569-571,
326, 330, 337, 341-343, 345, 350-351, 384, 573-577, 581-588, 601, 626, 628-630, 632-
405-407, 411, 413, 415-421, 423, 426-428, 635, 637, 639, 644, 647, 650, 657, 675-684,
434-441, 450, 457, 459-460, 464-465, 467, 686. PP: 8, 10, 12-13, 15, 21, 27-29, 33-37,
469, 471-472, 475-476, 485, 489-490, 499, 41-42, 87-88, 91, 95,103, 107, 121, 123, 130-
523, 532, 538, 542-546, 548-552, 555, 560- 139, 143, 150, 156-161, 170, 174, 183-185,
562, 565-567, 571-572, 574-576, 578, 584- 188-189, 196, 202-203, 233-243, 245-251,
586, 588, 590-591, 595-598, 600, 607, 610, 255-258, 262, 265, 267, 269, 275, 287, 293,
612, 614-615, 617-619, 633-638, 640-644, 306-307, 318, 324-325. 1975 [181] AN: 3,
646, 648-649, 651-654, 656-657, 661-663. 7-9, 11, 14, 25-26, 79, 111, 120-121, 128,
IAK: 13, 23, 25, 32, 40-41, 43, 45, 54, 56-59, 145-148, 195, 212, 291. D E2: 690, 693-698,
65-67, 73, 75, 77-78. 1962 [43] DE1: 172- 752, 781, 790, 795, 810-811, 814, 816. SP:
173, 175-180, 185, 192, 194, 200, 204, 210, 11, 24, 27, 39-50, 59-60, 69-70, 99-100, 104,
217, 219, 226-227. M M PS: 29, 36, 54, 58, 76, 183, 187, 196, 198-199, 213, 226, 228, 240,
79, 82, 88-89, 91, 98, 102-103. 1963 [145] 255, 260, 263-264. 1976 [232] DE3: 8-9, 11,
DE1: 231-234, 237, 240, 242, 247-248, 263, 29-31, 73, 75, 77-78, 90, 101-105, 109, 111-
269-270, 279. NC: Dí-X, X H 12, 2, 4, 6 ,-8, 114, 127-128. HS1: 10, 12, 14-15, 20, 71, 73-
16, 34, 37-39, 42, 48-49, 51, 54-56, 58-60, 84, 86-89, 91-95, 97, 101-105, 128, 155, 170,
63-65, 6 8, 70, 79, 90-95, 100, 104, 108-112, 173, 206-208, 210. IDS: 21-23, 45-50, 63,
115-117, 120-122, 126, 139, 143, 145-149, 145-146, 152, 154, 159, 164-165, 185, 204,
156, 158, 161-162, 164, 169-170, 176, 178, 207,211-212. 1977 [144] DE3: 133-137, 140,
193, 200, 203. RR: 14, 28-29, 36, 67, 77, 102, 148, 154, 156, 158-160, 175-176, 193, 228,
112,118, 145,197, 205,208. 1964[33]D E1: 230, 236, 249, 251-252, 256-258, 261, 263,
305, 307, 311, 315, 328, 330, 332, 337, 347, 266, 278, 288, 312, 315-320, 326, 331-332,
358, 362, 378, 393, 405, 412-415, 420. 1965 361, 404, 406-408, 411, 414, 419, 423-424.
[102] DE1: 446, 448-464. 1966 [9 4 ] DE1: 1978 [171] DE3: 435-436,441-442, 459, 474,
497, 511-513, 518-520, 523, 525, 538-539. 488-489, 499-500, 537, 539-540, 549, 556-
MC: 49, 51-52, 54-56, 61-62, 70, 83-84, 88, 557, 564-565, 571-572, 584, 600, 602, 615,
94-95,109,111,133,142,150,158,204,217, 633-634, 658, 661, 675, 691, 712-713. STP:
221, 223, 230, 252, 272-273, 275, 311, 322, 5-6, 16, 122> 136, 151, 163, 167, 170-171,
324, 328, 330-334, 338, 342, 344, 347, 352- 177, 180, 183-188, 192, 204-205, 208, 216,
353,387.1967 [13] DE1: 568, 572, 596,600, 224, 229, 231, 235-237, 240-241, 254-255,
606, 616. 1968 [14] DE1: 626-627, 629-630, 261-262, 267, 279, 281-283, 288, 363-364.
642, 647-648, 686, 711, 714, 731. 1969 [49] 1979 [90] DE3: 752-753, 788, 791, 795, 805,
AS: 13, 45, 62, 68, 70, 77, 81, 108, 118-119, 822. N B : 3, 19-22, 24-26, 29, 31-34, 36-40,
121, 130, 146, 155, 158, 162-163, 168, 179, 50, 53, 94, 113, 269, 289, 293, 313, 315-316.
184, 189, 196-197,202, 237, 239-240, 248, 1980 [57] DE4: 19, 27, 29-30, 40-41, 43-47,
252, 265, 268. DE1: 739, 741, 754, 756, 762, 54-57, 74, 82, 98, 110, 118-119, 125-126,
765, 777, 782, 789, 800, 811. 1970 [52]D E2: 129. 1981 [35] DE4: 141, 147-148,152, 157,
7, 28-29,67,77,79,94,96,110-112,129-133. 163, 169, 171-172, 176-178, 213. 1982 [411]
1971 [613] D E 2: 138-142, 146, 149, 151, DE4: 227-229, 236, 254, 256-257, 307, 327,
153, 155-156, 165-166, 171, 191, 226, 238, 361-362, 364. H S: 3-5, 7-8, 15-21, 26-32, 41,
242-244. LVS: 3-4, 6-8, 10, 19-20, 22-38,40, 46-48, 60-61, 75-76, 94, 100, 114, 120, 135,
VER D AD / VO LUNTAD DE SABER 395
141, 165, 171-173, 179-184, 201, 209, 216, conocimiento?" (LVS, 26). El propósito de
223, 226-227, 232-233, 240, 243, 245, 250, Foucault, al estudiar la morfología de la vo
256, 264, 278-279, 283, 295, 298, 302-305, luntad de saber, es responder esta pregunta
311, 314, 316-318, 321-323, 328, 331-334, y, así, abrir el camino para un análisis his
338, 340, 342, 344-348, 350-353, 355, 362- tórico del saber diferente del que suelen em
367, 370-371, 373-374, 377, 383-384, 387- prender los historiadores de la filosofía y de
393, 398, 425, 432-433, 435, 437, 441-442, las ciencias, donde el conocimiento y la ver
444, 454, 459-460, 463-464, 467-469. 1983 dad son los conceptos guía. Foucault, en
[562] DE4: 367, 392-393, 402-403, 406-408, cambio, entiende por saber "lo que es nece
410-412, 417-418, 420-422, 429, 442-445, sario arrebatar a la interioridad del conoci
450-451, 470, 494, 504-505, 524, 535-537, miento para encontrar ahí el objeto de un
541-543, 545, 552, 554-555. GSA: 4, 8, 22, querer, el fin de un deseo, el instrumento de
47, 49-52, 54-56, 60-68, 76-89, 91, 98, 100- una dominación, lo que está enjuego en una
102, 105-115, 117-119, 123-124, 126-127, lucha” (LVS, 18). Por ello, Legons sur la vo
129-130, 132-135, 140-142, 144, 146-148, lonté de savoir podría ser considerado un
150, 153, 155, 157-158, 160-161, 164-166, curso bisagra en el pensamiento de Foucault.
171-174, 178-181, 184, 189-192, 196, 202, El carácter material del discurso, que ya ha
208, 237, 241, 246, 258-259, 261, 265, 271, bía salido a la luz en L'Archéologie du savoir,
278, 280, 282-291, 293-298, 301, 303-305, adquiere en este su dimensión propiamente
307-309, 311-312, 314-316, 319-321, 324, genealógica.
326, 329-331, 335-337, 341-343. 1984 [763]
CV: 3-5, 7-20, 22-25,27-28, 38-40, 44-45, 54- A r i s t ó t e l e s . Foucault comienza con un
57, 60, 63-65, 68-74, 76, 78-86, 93, 96-97, examen detallado del texto inicial de la
100, 104, 115-117, 122, 129, 139, 141, 145- Metafísica, donde Aristóteles sostiene que el
146, 150, 152, 154-156, 158-162, 166-175, deseo de conocer es natural para todos los
184-185, 188, 192, 199-202, 204-208, 210, hombres. Este texto, que ha sido determi
213, 215-218, 226-227, 252, 263, 268, 274, nante para la cultura occidental, por un la
279, 281-290, 293-294, 296-300, 302-304, do, sanciona la subordinación del saber al
307-311. DE4: 570-571, 580, 591-592, 595- conocimiento y a la verdad, de tal modo que
596, 617-618, 624, 626-628, 630, 632-634, el cuerpo y el deseo (desde donde inicial
642, 646, 649, 656-659, 666, 668-669, 675, mente había partido el Estagirita al sostener
678, 687, 697-699, 703, 706, 708-709, 713, que el placer de las sensaciones es la prueba
715, 717-719, 723-727, 730-731, 733-734. de la naturalidad del conocimiento) son de
HS2: 11-15, 17, 26-27, 30, 39, 41, 44, 91, 99, jados de lado. Por otro lado, al subordinar
102-103, 106-107, 178, 210, 251-253, 258- el saber al conocimiento y a la verdad, una
269, 276-278. HS3: 25, 85, 160, 166-168, serie de saberes son, al mismo tiempo, ex
185-186, 223, 232, 234, 255-257, 259. 1985 cluidos: el saber trágico (saber que mata y
[13] DE4: 769-771,775-776.1988 [54] DE4: enceguece), el saber de los sofistas (objeto
777, 782-784, 787, 796-800, 803-805, 807- de un aprendizaje convertido en mercancía)
808, 810, 812-814, 817, 824. y el saber platónico de la reminiscencia
(LVS, 16-17). En la argumentación aristoté
lica, la verdad, sostiene Foucault, asegura el
voluntad de saber paso del deseo al conocimiento, funda la
anterioridad del conocimiento respecto del
El curso en el Collége de France de los años deseo y hace posible la identificación del
1970-1971, Legons su r la volonté de savoir, sujeto del deseo y del conocimiento (LVS,
tiene por objeto el estudio de lo que Foucault 24). Al modelo aristotélico, Foucault opone
denomina una "morfología de la voluntad el modelo nietzscheano, donde el saber es
de saber” (LVS, 3), en particular, de las for un acontecimiento en la superficie de proce
mas en que terminó inscribiéndose o subor sos que no son del orden del conocimiento
dinándose al conocimiento y a la verdad. (LVS, 31).
Esta subordinación ha dado lugar, según sus
propias palabras, al "dileiria kantiano”: s o f i s t a s . Más adelante en la Metafísica,
lo s
sucedía en la Grecia arcaica, a través de los dispersión, una multiplicidad. "Por aconte
cambios que se producen entre los siglos VII cimiento discursivo no entiendo un hecho
y VI, el establecimiento de la verdad se con que tendría lugar en un discurso, en un tex
vertirá en una condición necesaria para los to, sino un acontecimiento que se dispersa
ritos de purificación. Será necesario, enton en las instituciones, en las leyes, en las vic
ces, establecer cuáles han sido los hechos y torias o en las derrotas políticas, en las rei
quién es el impuro. N o basta, como antes, vindicaciones, en los comportamientos, en
con enfrentarse a los dioses mediante el ju las revueltas, en las reacciones" (LVS, 187).
ramento. De este modo, el registro de lo pu La verdad aparece, entonces, como un efec
ro y de lo impuro se distribuirá según la to de las luchas en el nivel del discurso. Pero
separación entre lo verdadero y lo no verda este efecto, observa Foucault en segundo
dero. Pero este no es el único vínculo entre lugar, no es del orden ni de la expresión ni
impureza-crimen y verdad. El impuro, el del reflejo.
criminal, es, por su parte, el que desconoce
la verdad del nom os (LVS, 180-181). Esta c o n o c i m i e n t o , v e r d a d . La confe
n ie t z s c h e ,
reorganización de las relaciones entre crimi rencia sobre Nietzsche que el editor de la
nalidad, impureza y verdad tiene lugar, se edición francesa coloca al final del curso de
gún el análisis detallado de Foucault, en la los años 1970-1971, originalmente dicta
adaptación de las prácticas religiosas a las da en 1971 en la Universidad McGill, en
nuevas formas políticas de la polis. Por Canadá, es contemporánea de la publica
ejemplo: la integración de los cultos familia ción del célebre artículo "Nietzsche, la gé-
res en la religión de la ciudad. En relación néalogie et l'histoire” en homenaje a Jean
con esta nueva configuración de las relacio Hyppolite. Sus temas, además, están estre
nes entre lo religioso, lo jurídico y lo políti chamente vinculados: uno de sus ejes prin
co, Foucault vuelve, a propósito del crimi cipales es la afirmación del carácter inven
nal-impuro, sobre una tesis interpretativa tado del conocimiento, con la que Nietzsche
que ya había sostenido, en Histoire de la fo se opone a la tesis aristotélica sobre la na
lie a l'áge classique, acerca de la locura: "la turalidad del conocer. Ahora bien, mientras
práctica de la exclusión es constitutiva y no que en el artículo en cuestión la preocupa
el resultado de la separación entre lo puro y ción fundamental de Foucault es sacar a la
lo impuro” (LVS, 173). luz el sentido de la tarea genealógica en re
lación con la cuestión del origen, en esta
e l s a b i o , e l p u e b l o y e l t i r a n o . En tomo a las conferencia, tal como lo explícita el subtítu
relaciones entre la verdad y esta nueva con lo, se trata de "cómo pensar la historia de la
figuración religioso-jurídico-política se per verdad sin apoyarse en la verdad” (LVS,
filan, según Foucault, las figuras del sabio, 195). En primer lugar, retomando los textos
que conoce el orden de las cosas, del poder nietzscheanos, Foucault muestra en qué
popular, que ignora el nom os y sigue sólo sentido el conocimiento es una invención.
sus intereses, y del tirano, que oscila entre El mundo, en efecto, es para Nietzsche esen
ambos (LVS, 183-184). cialmente diferente: es un conjunto de rela
ciones siempre diferentes entre sí. El hecho
a c o n t e c im ie n t o . Legons sur la volonté de de que el conocimiento haya sido inventado
savoir concluye, como señala su editor, de significa que a estas diferencias se les han
una manera abrupta, pues faltan algunas impuesto, para agruparlas, el juego de las
hojas en los archivos de Foucault. A ello se analogías y las semejanzas y, para nombrar
debe que el editor haya querido subsanar las, los signos. El sujeto aparece, entonces,
este hecho publicando, junto con las notas como la voluntad, el principio de estas im
del curso, las conferencias sobre Nietzsche posiciones. El objeto, por su parte, como el
y sobre "el saber de Edipo". Este final abrup punto de aplicación de los signos, las mar
to no carece, sin embargo, de conclusión. cas, las palabras. Por ello, el conocimiento,
Breves, a modo de observaciones, las con en Nietzsche, no es abordado a partir de la
clusiones conciernen a la noción de aconte relación entre un sujeto (un cogito, una con
cimiento discursivo. En primer lugar, señala ciencia) y una cosa. En lugar de esta rela
Foucault, un acontecimiento es siempre una ción, nos encontramos con el juego de las
VO LUNTAD D E SA B ER 399
imposiciones,. de los signos, de las interpre es leída como una confrontación entre dife
taciones. De este modo, subraya Foucault, rentes saberes y entre diferentes procedi
el signo y la interpretación pueden ser pen mientos, religiosos y jurídicos, para estable
sados más allá de la fenomenología y del cer la verdad. Respecto de los saberes, las
estructuralismo (LVS, 205). En segundo lu dos partes que, con el mecanismo del sym-
gar, Foucault se ocupa de la noción de ver bolon, se ajustan para producir la verdad
dad en Nietzsche. Como el conocimiento, son, por un lado, el saber de los dioses y, por
también esta fue inventada, y después de él, otro, el saber de los esclavos, del pueblo. En
su raíz está también en la voluntad. Ya el caso de los procedimientos para estable
Platón y Kant habían sostenido esta relación cer la verdad, se encuentran la consulta del
constitutiva entre voluntad y verdad; tam oráculo, el juramento purificatorio y la en-
bién Heidegger con su noción de apertura quete du pays (la investigación entre los ha
(LVS, 206). Lo que diferencia a Nietzsche es bitantes de una región) (LVS, 245). El saber
que esta relación no pasa por la' libertad, de Edipo es el saber-poder del rey que, para
sino por la dominación.- La verdad es la vio escapar del saber de los dioses, del oráculo,
lencia que la voluntad ejerce sobre el cono recurre al saber de la gente; pero, de este
cimiento: es un conocimiento deformado, modo, termina anulando su propio saber,
dominado. Entre ellos existe una relación de pues en el saber testimonial del pueblo se
crueldad y destrucción. “La voluntad de po confirma el contenido del oráculo. En otros
tencia es el punto de desintegración donde términos, el saber de los dioses toma la for
se separan y destruyen recíprocamente ver ma de las leyes de la ciudad. Los n om oi de
dad y conocimiento” (LVS, 209-210). Véase: la polis son ahora el cuerpo visible de lo que
Nietzsche. los dioses han querido. De este modo, el rey,
con su saber excesivo y transgresor, vuelto
" el saber de edipo ". La historia de Edipo, ciego, es condenado a escuchar, es decir, a
según Foucault, no cuenta “el destino de obedecer. “No es pues la ignorancia o el in
nuestros instintos y de nuestro deseo”, sino consciente de Edipo lo que aparece en pri
“la forma que Grecia dio a la verdad y a sus mer plano en la tragedia de Sófocles, sino,
relaciones con el poder y la impureza”. “No más bien, la multiplicidad de saberes, la di
estamos sometidos a una determinación versidad de los procedimientos que los pro
edípica en el nivel de nuestro deseo, sino en ducen, y la lucha de los poderes que tiene
el nivel de nuestro discurso verdadero” lugar a través de su enfrentamiento. En
(LVS, 185). Como a propósito de la moneda, Edipo hay una plétora de saberes. Demasiado
y el nom os o el crimen-impureza, también saber” (LVS, 245).
respecto del E dipo rey de Sófocles Foucault
presenta una lectura que se distancia de las * Volonté de savoir [143]: 1971 [45] DE2:
lecturas corrientes, en este caso psicoanalí- 155-156, 240-242. LVS: 3-6, 18, 31, 38, 161,
ticas. En efecto, Edipo no es la figura del 163, 190. OD: 16, 18-19, 64-65. 1976 [20]
inconsciente o del desconocimiento, sino DE3: 103, 136. H S l: 20-21, 74, 87, 98. IDS:
del saber excesivo, cuyo modelo, a punto de 247. 1977 [21] DE3: 228, 230, 381-382.
desaparecer, es el del saber de los monarcas 1980 [5] DE4: 41. 1983 [14] DE4: 440, 444
orientales (LVS, 250). L a tragedia de Edipo 447, 456.
i
W eber, M ax (186 4 -192 0 ) "¿qué se debe conocer de sí mismo a fin de
aceptar la renuncia?" (DE4, 784). Nuestro
Foucault inscribe su trabajo en la línea -que autor toma el término "ascetismo" en un
es la línea de Weber, entre otros- de la re sentido más general que Weber: no como
flexión histórica acerca de nosotros mismos, moral de la renuncia, sino como ejercicio
del análisis histórico de las relaciones entre del sujeto sobre sí mismo (DE4, 709). Véase:
la reflexión y las prácticas en las sociedades Ascetismo.
occidentales (DE4, 814). Pero marca varias
diferencias con respecto a Weber. i l u m i n i s m o . En Francia, es la historia de las
[4 0 0 ]
zen Zen [63]: 1978 [60] DE3: 527, 592, 618-622,
624. STP: 228. 1982 [1] HS: 219. 1983 [2]
Véase: Religión. G SA : 258, 299.
[ 401 ]
BIBLIO GRAFÍA D E M IC H E L FOUCAULT
7 Introducción 9
29 I. Las regularidades discursivas 31
31 1. Las unidades del discurso 33
44 2. Las formaciones discursivas 46
[4 0 3 ]
404 BIBLIO G RAFÍA D E M ICHEL FOUCAULT
7 El cuerpo utópico
21 Las heterotopías
1954
65 Introducción [en Ludwig Binswanger, Le Reve et l ’existance] I, 65
1957
120 L a psicología de 1850 a 1950
137 La investigación científica y la psicología
1961
159 Prefacio [en Michel Foucault, Historia de la locura en la I, 121
Época Clásica, 1961]
167 La locura no existe sino en una sociedad
170 Alexandre Koyré, La Révolution astronomique: Copemic,
Kepler, Borelli
1962
172 Introducción [en Jean-Jacques Rousseau, Rousseau juge de I, 131
Jean-Jacques Rousseau: Dialogues]
189 El "no" del padre
203 El ciclo de las ranas
205 Decir y ver en Raymond Roussel
215 Un saber tan cruel I, 149
1963
229 Sereno de la noche de los hombres. Sobre Rolf Italiaander
233 Prefacio a la transgresión [en homenaje a Georges Bataille] I, 163
250 El lenguaje al infinito I, 181
261 Acechar el día que llega I, 193
268 El agua y la locura
272 Distancia, aspecto, origen I, 249
285 Una "nueva novela" de terror
1964
288 Noticia histórica, en Immanuel Kant, Antropología en sentido
pragmático
293 Sin título [posfacio a Gusta ve Flaubert, La tentación de San I, 215
A n ton io]
BIBLIO G RAFÍA DE MICHEL FOUCAULT 407
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
136 Nietzsche, la genealogía, la historia MP, 7; N G H
157 Entrevista con Michel Foucault. Sobre La arqueología del saber
174 Folleto. Manifiesto del GIP, 8 de febrero de 1971
175 Sobre las prisiones [en J'accuse, n° 3, 15 de marzo de 1971,
p. 26, Grupo de Información sobre las Prisiones]
176 Investigación sobre las prisiones: rompamos los barrotes del
silencio
182 Conversación con Michel Foucault II, 27
193 La prisión por todos lados
195 Prefacio a Enquete dans vingt prisons [Encuesta en veinte
prisiones]
198 El artículo 15. El caso Jaubert
199 Informes de la comisión de información sobre el caso
Jaubert
203 Percibo lo intolerable
205 Un problema ■me interesa desde hace mucho tiempo, el del
sistema penal
209 Carta de Michel Foucault
214 Las monstruosidades de la crítica.
223 Más allá del bien y del mal MP, 31
236 El discurso de Toul
239 Foucault responde [a G. Steiner]
240 La voluntad de saber [resumen del curso en el College de
France]
1972
245 M i cueipo, este papel, este fuego
268 Volver a la historia
281 Respuesta a Derrida
296 El gran encierro
306 Los intelectuales y el poder II, 105; MP, 77
316 Mesa redonda [entrevista] II, 117
340 Sobre la justicia popular. Debate con los maos MP, 45; DP
369 Los problemas de la cultura, un debate Foucault-Preti
380 Las grandes funciones de la medicina en nuestra sociedad
382 Entrampar la propia cultura
383 Encuentro Verdad-Justicia, 1500 grenobleses acusan
385 U na salpicadura de sangre o un incendio
386 Las dos muertes de Pompidou
389 Teorías e instituciones penales [resumen del curso en el
College de France]
BIBLIO G RAFÍA D E M IC H E L FOUCAULT
1973
1974
1975
1976
7 Una muerte inaceptable. El caso Mirval
9 Las cabezas de la política
13 L a política d e l a salud en el siglo ' n . 327
28 Preguntas a Michel Foucault sobre la geografía II, 313; MP, 111
40 ¿Crisis de la medicina o crisis de la antimedicina? II, 343; V H I. 67
58 Sobre Histoire de Paul [entrevista]
63 Michel Foucault: crímenes y castigos en la URSS y en otros
lados [entrevista]
74 La extensión social de la norma
79 El saber como crimen
86 Michel Foucault, el ilegalismo y el arte de castigar
[entrevista]
89 Brujería y locura
93 Puntos de vista
94 Preguntas de Michel Foucault a Hérodote
95 Biohistoria y biopolítica
97 Conversación con Michel Foucault: M oi, Pierre Riviére
101 Occidente y la verdad del sexo
BIBLIO G RAFÍA D E M IC H EL FOUCAULT
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
366 Trabajos
367 Un sistema finito ante una exigencia infinita
383 A propósito de la genealogía de la ética: perspectiva del
trabajo en curso
412 Esto no m e interesa
412 A propósito de los intrigantes
415 L a escritura de sí m, 289
431 Estructuralismo y postestructuralismo m, 307
458 Entrevista a Michel Foucault
462 Soñar con los placeres. Sobre La interpretación de los sueños
de Artemidoro
488 Michel Foucault y Pierre Boulez. L a música contemporánea
y el público
496 Polonia, ¿y después?
522 "Usted es peligroso"
525 U na entrevista a Michel Foucault, por Stephen Riggins
538 ... ellos han declarado... sobre el pacifismo: su naturaleza,
sus peligros, sus ilusiones
539 Uso de los placeres y técnicas de sí mismo
1984
1985
763 L a vida: la experiencia y la ciencia
1988
777 Verdad, poder y sí mismo
783 Las técnicas de sí / Tecnologías del yo m , 443; TY, 45
813 L a tecnología política de los individuos
9 I Diálogo
Tomo I
7 Prólogo 7
13 Primera parte
15 I. "Stultifera Navis" 13
67 II. El Gran Encierro 75
110 H3. El mundo correccional 126
148 IV. Experiencias de la locura 174
179 V. Los insensatos 211
213 Segunda parte
215 Introducción 257
229 I. El loco en el jardín de las especies 276
268 II. La trascendencia del delirio 325
319 n i. Figuras de la locura 391
375 IV. Médicos y enfermos 462
Tomo II
429 Tercera parte
431 Introducción 9
443 I. El gran miedo 24
477 II. La nueva separación 66
525 H3. Del buen uso de la libertad 124
576 IV. Nacimiento del asilo 190
633 V. El círculo antropológico 264
667 Notas - Historia del Hospital General 307
681 Bibliografía 399
HS2 = Histoire de la sexualité II. L'Usage des plaisirs, París, Gallimard, 1984.
Trad. española: Historia de la sexualidad II. E l uso de los placeres, Buenos
Aires, Siglo XXI, 2008.
7 Introducción 9
41 1. La problematización moral de los placeres 39
47 Aphrodisia 41
63 Chresis 58
74 Enkráteia 69
91 Libertad y verdad 87
109 2. Dietética 107
113 Del régimen en general 108
124 La dieta de los placeres 119
133 Riesgos y peligros 128
141 E l acto, el gasto, la muerte 136
157 3. Económica 155
159 L a sabiduría del matrimonio 155
169 E l hogar de Iscómaco 164
184 Tres políticas de la templanza 180
205 4. Erótica 203
207 U na relación problemática 203
225 El honor de un muchacho 221
237 El objeto del placer 233
249 5. El verdadero amor 247
271 Conclusión 267
IDS = “II faut défendre la société". Cours au Collége de France. 1976, París,
Gallimard-Seuil, 1997. Trad. española: Defender la sociedad, Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica, 2010.
MC = Les Mots et les choses. Une archéologie des sciences humaines, París,
Gallimard, 1986. Trad. española: Las palabras y las cosas. Una arqueología de
las ciencias humanas, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008.
7 Prefacio 9
19 1. Las meninas 21
32 2. La prosa del mundo 35
60 3. Representar 63
92 4. Hablar 95
137 5. Clasificar 141
177 6. Cambiar 181
229 7. Los límites de la representación 231
262 8. Trabajo, vida, lenguaje 265
314 9. El hombre y sus dobles 317
355 10. Las ciencias humanas 357
1 Introducción 9
Primera parte
3 I. Medicina mental y medicina orgánica 11
19 II. La enfermedad y 1a evolución 29
36 III. La enfermedad y la historia individual 46
53 IV. La enfermedad y la existencia 53
71 Segunda parte. Introducción 83
76 V. El sentido histórico de la alienación mental 88
91 V I. La psicología del conflicto 103
103 Conclusión 115
111 Algunos datos de la historia de la psiquiatría 123
BIBLIO G RAFÍA DE M ICHEL FOUCAULT 423
1 Introducción
3 Capítulo I. Medicina mental y medicina orgánica
19 Primera parte. Las dimensiones psicológicas de la enfermedad
Capítulo II. La enfermedad y la evolución
36 Capítulo m . L a enfermedad y la historia individual
53 Capítulo IV. La enfermedad y la existencia
71 Segunda parte. Locura y cultura. Introducción
76 Capítulo V. La constitución histórica de la enfermedad mental
90 Capítulo VI. La locura, estructura global
102 Conclusión
105 Algunas fechas en la historia de la psiquiatría
V Prefacio 9
1 1. Espacios y clases 23
21 2. Una conciencia política 45
37 3. El campo libre 65
53 4. Antigüedad de la clínica 83
63 5. La lección de los hospitales 95
424 BIBLIOGRAFÍA DE M IC H EL FOUCAULT
7 I. El umbral y la clave 11
21 II. Las bandas del billar 23
41 H3. Rima y razón 41
65 IV. Aspas, mina, cristal 63
96 V. La metamorfosis y el laberinto 89
125 VI. La superficie de las cosas 115
157 VII. La lente vacía 143
195 VIII. El sol encerrado 175
7 I. Suplicio 9
9 1. El cuerpo de los condenados 11
36 2. La resonancia de los suplicios 41
73 II. Castigo 83
75 3. El castigo generalizado 85
106 4. La benignidad de las penas 121
135 III. Disciplina 155
137 5. Los cuerpos dóciles 157
172 6. Los medios del buen encauzamiento 199
197 7. El panoptismo 227
231 IV. Prisión 263
233 8. Unas instituciones completas y austeras 265
261 9. Ilegalismos y delincuencia 297
300 10. Lo carcelario 343
[4 2 7 ]
428 In d i c e
comunismo ............................................................................................................ 76
Condillac, Étienne Bonnot, (abate) de.................................................................... 76
conducta............................................................................................................... 76
confesión............................................................................................................... 77
contrato ............................................................................................................... 79
control................................................................................................................... 80
convenientia .......................................................................................................... 81
conversión.............................................................................................................. 81
cristianismo .......................................................................................................... 82
cuerpo................................................................................................................... 83
cu id ad o ................................................................................................................. 87
Cuvier, Georges...................................................................................................... 90
Darwin, Charles...................................................................................................... 91
degeneración ........................................................................................................ 91
Deleuze, Gilíes........................................................................................................ 92
dem ocracia............................................................................................................ 94
Derrida, Jacques.................................................................................................... 95
Descartes, René .................................................................................................... 95
d e se o ..................................................................................................................... 96
despsiquiatrización .............................................................................................. 99
diagnosticar.......................................................................................................... 99
dialéctica............................................................................................................... 100
dietética ............................................................................................................... 102
disciplina ............................................................................................................. 102
discontinuidad...................................................................................................... 108
discurso ............................................................................................................... 109
dispositivo ..................................................................................... , .................... 113
dispositivo de alianza............................................................................................ 114
dispositivo de seguridad ....................................................................................... 114
dispositivo de sexualidad....................................................................................... 116
divin a lio ................................................................................................................. 116
doctrina ............................................................................................................... 116
docum ento........................................................................................................... 117
dogmatismo .......................................................................................................... 117
dominación............................................................................................................ 117
Don Quijote............................................................................................................ 119
Dumézil, G eorges........................................................................•......................... 120
Durkheim, Émile.................................................................................................... 122
economía ............................................................................... .............................. 124
económica ............................................................................................................ 124
E d ip o ..................................................................................................................... 125
educación............................................................................................................. 126
enciclopedia.......................................................................................................... 127
encierro................................................................................................................. 128
enkráteia................................................................................................................. 128
enrarecimiento...................................................................................................... 128
enunciado............................................................................................................. 128
Epicteto................................................................................................................. 130
E p ic u ro ................................................................................................................. 131
ep im éleia ............................................................................................................... 131
epithym ía............................................................................................................... 131
epistem e............................................................................................................... 131
episteme c lá sic a .................................................................................................... 133
episteme m o d e rn a ................................................................................................ 135
episteme renacentista............................................................................................ 136
430 ÍND ICE
epistrophé............................................................................................................... 136
Epoca C lásica........................................................................................................ 136
eros......................................................................................................................... 137
erótica................................................................................................................... 137
escuela ................................................................................................................. 138
Escuela de los A n ales............................................................................................ 139
E stad o................................................................................................................... 139
Estado de derecho ................................................................................................ 141
estética de la existencia......................................................................................... 142
estrategia .............................................................................................................. 143
estructuralismo .................................................................................................... 143
ethos....................................................................................................................... 145
ética....................................................................................................................... 146
Europa................................................................................................................... 148
e x a m e n ................................................................................................................. 149
existencialismo...................................................................................................... 151
exomológesis.......................................................................................................... 151
experiencia............................................................................................................ 151
fábula..................................................................................................................... 154
fam ilia................................................................................................................... 154
fascismo................................................................................................................. 156
F a u sto ................................................................................................................... 156
Febvre, Lucien........................................................................................................ 157
fenomenología........................................................................................................ 157
feudalismo.............................................................................................................. 159
ficció n ................................................................................................................... 160
Filodemo de G ád ara.............................................................................................. 161
filosofía.................................................................................................................. 161
Flaubert, Gustave.............................................................................................^ . 165
formación discursiva............................................................................................. 165
form alización........................................................................................................ 168
Freud, S ig m u n d .................................................................................................... 169
G alen o................................................................................................................... 171
genealogía.............................................................................................................. 171
g e n io ..................................................................................................................... 174
gnosticismo............................................................................................................ 174
"gubernamentalidad"............................................................................................ 174
Goethe, Johann Wolfgang v o n ............................................................................... 178
guerra..................................................................................................................... 178
g u la g ..................................................................................................................... 181
Habermas, Jürgen.................................................................................................. 183
Hadot, Pierre.......................................................................................................... 183
Hegel, Georg Wilhelm F ried rich ........................................................................... 183
hegelianismo.......................................................................................................... 185
Heidegger, M artin.................................................................................................. 185
hermafroditismo.................................................................................................... 186
hermenéutica.......................................................................................................... 187
historia................................................................................................................... 187
historicismo............................................................................................................ 191
Hitler, A dolf............................................................................................................ 192
Hobbes, Thom as.................................................................................................... 192
Holderlin, Johann Christian Friedrich.................................................................. 193
h o m b re ................................................................................................................. 193
homosexualidad.................................................................................................... 199
humanismo............................................................................................................ 200
ÍN D IC E 431
Plutarco................................................................................................................. 301
población................................................................................................................ 302
p o d e r..................................................................................................................... 303
poder pastoral........................................................................................................ 311
p o lic ía ................................................................................................................... 313
positividad.............................................................................................................. 315
práctica.................................................................................................................. 315
prisión................................................................................................................... 318
psicagogia.............................................................................................................. 322
psicoanálisis.......................................................................................................... 322
psicología................................................................................................................ 324
psiquiatría.............................................................................................................. 326
racionalidad............................................................................................................ 345
racism o.................................................................................................................. 347
r a z a ....................................................................................................................... 349
razón de E s t a d o .................................................................................................... 349
Reich, W ilh elm ...................................................................................................... 352
religión.................................................................................................................... 353
represión................................................................................................................ 355
resistencia.............................................................................................................. 357
revolución.............................................................................................................. 357
Richelieu, Armand-Jean du Plessis, cardenal y duque............................................ 361
Roussel, R a y m o n d ................................................................................................ 361
saber....................................................................................................................... 363
Sade, Donatien Alphonse Franfois, marqués de..................................................... 366
salvación................................................................................................................ 367
sexualidad.............................................................................................................. 368
Shakespeare, W illiam ............................................................................................. 372
sinrazón.................................................................................................................. 372
soberanía................................................................................................................ 373
sofista..................................................................................................................... 376
subjetivación.......................................................................................................... 376
subjetividad............................................................................................................ 378
sujeto..................................................................................................................... 378
táctica.................................................................................................................... 380
técnica, tecnología................................................................................................ 381
teleología................................................................................................................ 383
territorio................................................................................................................ 383
theraupeutike.......................................................................................................... 384
totalidad.................................................................................................................. 384
tradición................................................................................................................ 384
transgresión............................................................................................................ 385
trascendental.......................................................................................................... 386
ubuesco.................................................................................................................. 388
Ussel, Jos v a n ........................................................................................................ 388
utopía..................................................................................................................... 388
v e rd a d .................................................................................................................... 390
voluntad de s a b e r.................................................................................................. 395
Weber, M a x ............................................................................................................ 400
z e n ......................................................................................................................... 401