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Autismo Trabajo
Autismo Trabajo
FACULTAD DE PSICOLOGIA
TERCER SEMESTRE
NEUROPSICOLOGIA
FRESNO TOLIMA
2019
ROL DEL PSICÓLOGO EN EL PROCESO DE SENSIBILIZACIÓN E INCLUSIÓN
SOBRE EL AUTISMO TENICAS MITOS REALIDADES
.
¿QUÉ ES EL TEA?
El Trastorno del espectro del Autismo (TEA) es un trastorno complejo del neuro desarrollo
que afecta el comportamiento, la comunicación y el funcionamiento social. Así define la
APA
Los signos y síntomas más comunes son, entre otros, los siguientes: no realizan contacto
visual desde la infancia, no hay atención compartida (no indican con su dedo, balbucean o
emiten gestos significativos para llamar la atención sobre algo), falta de respuesta a su
propio nombre, pérdida de habilidades sociales o de lenguaje previamente adquiridas,
generalmente durante el segundo año de vida, respuestas desproporcionadas a la
información sensorial, movimientos inusuales de balanceo, aleteo o giros, dificultad para
jugar o interactuar con sus compañeros, dificultad para entender el lenguaje corporal, los
gestos y el tono de voz, interés obsesivo por un tema en particular
¿CÓMO SE LOGRA IDENTIFICAR EL TEA?
Con respecto al diagnóstico, si bien se puede realizar entre los 15 y los 18 meses de edad, la
edad promedio del diagnóstico es de aproximadamente 4,5 años, y, en algunos casos, no se
realiza hasta la edad adulta. Este hecho, en palabras de la APA, es bastante desafortunado,
dado que un diagnóstico precoz es fundamental para la intervención temprana.
A este respecto, recuerda que, si bien se considera un trastorno del neuro desarrollo, en la
actualidad su diagnóstico no se realiza mediante pruebas médicas -como análisis de sangre
o escáneres cerebrales-, sino en función del historial y las conductas del paciente. Para ello,
pone de relieve el rol que desempeñan algunos profesionales de la salud, entre ellos los
psicólogos y los neuropsicólogos.
¿QUÉ TIPOS DE EVALUACIÓN SE REALIZA?
Según la APA, para realizar un diagnóstico eficaz, el psicólogo debe contar con una amplia
experiencia y conocimiento sobre la amplia gama de síntomas asociados con el TEA, y
recurrir a diversas fuentes de información, tales como, entrevistas a pacientes, observación
de su conducta, pruebas de habilidades cognitivas y de lenguaje, exámenes médicos que
descarten otras afecciones, entrevistas con padres, maestros u otros adultos que pueden
responder preguntas sobre el desarrollo social, emocional y del comportamiento de la
persona.
En relación con el tratamiento, dada la naturaleza compleja de los TEA, los niños que
presentan este diagnóstico se benefician de equipos de intervención multidisciplinar
formados por expertos de diversos campos, tales como médicos, educadores, psicólogos,
logopedas y terapeutas ocupacionales. En este sentido, las intervenciones más comunes que
se han desarrollado son las siguientes:
Análisis de comportamiento aplicado (ABA-Applied behavior analysis). Es un método que
utiliza técnicas de enseñanza basadas en la evidencia para aumentar las conductas útiles y
reducir los comportamientos que son perjudiciales o que interfieren con el aprendizaje. La
terapia ABA ha demostrado mejorar las habilidades de comunicación, sociales y
profesionales.
Modelo de desarrollo basado en las diferencias individuales y en las relaciones (DIR-
Developmental individual-difference relationship-based model). En el modelo DIR,
también conocido como terapia floor time (tiempo de suelo), los padres y terapeutas dejan
al niño tomar la iniciativa para jugar juntos, indicándole a su vez, que participe en
interacciones cada vez más complejas.
Programa de Autismo TEACCH. El marco TEACCH promueve la participación en
actividades, flexibilidad, independencia y autoeficacia a través de estrategias basadas en las
fortalezas y dificultades de aprendizaje de las personas con TEA.
Grados de dificultad del TEA
el autismo afecta a 1 de cada 68 niños y se calcula que existen más de 70 millones de
personas con autismo en el mundo
Aparición del autismo
Otro cambio es la sustitución del criterio diagnóstico del DSM-IV que indica que los
síntomas del autismo debían aparecer antes de los 36 meses de edad por la siguiente
definición, más “abierta”: “Los síntomas deben estar presentes desde la infancia temprana,
aunque pueden no manifestarse plenamente hasta que la limitación de las capacidades
impide la respuesta a las exigencias sociales”.
¿MITOS Y VERDADES?
Esta alteración psicológica está rodeada de mitos que no ayudan a una integración completa
de las personas autistas y dificultan que sean vistos como cualquier otra persona.
Describimos y respondemos a los mitos más extendidos sobre el autismo.
1 El autismo solamente lo sufren los niños
Falso. Cualquier persona puede ser diagnosticada con autismo en cualquier momento de su
vida, no importa la edad que tenga. Sí es cierto que hay más niños que lo padecen, pero,
como decíamos antes, esto se debe principalmente por los cambios en la diagnosis.
La principal manera para identificar el autismo es analizar el comportamiento de esa
persona. En el caso de los bebés y los niños se suele caracterizar por el rechazo de afecto o
contacto visual, aunque no siempre. En otros casos, síntomas como el rechazo a la gente o
la pérdida de habilidades sociales se van agravando con los años. El autismo en niños se
diagnostica si se tiene problemas de comunicación, sociabilización o comportamiento antes
de los 3 años de edad.
2 Los autistas son personas sin sentimientos
Falso. Las personas con autismo tienen sentimientos como cualquier persona, pero su
principal problema reside en exteriorizarlos o expresarlos y en entender las señales externas
de otras personas. Hace tan solo unas décadas se podían leer auténticas burradas de
personas de cierto renombre como que el Asperger (síndrome incluido dentro del autismo)
era "la plaga de aquellos incapaces de sentir" o que debido a ello, había “muchos asesinos
entre ellos", según un periodista de MSNBC.
Estas declaraciones carecían de fundamento puesto que no hay ningún estudio que
relacione ambos hechos. Lo que sabemos del autismo hasta ahora es que tiene una carga
genética y otra carga compuesta por agentes externos y factores ambientales, aunque no se
sabe en qué cantidad influye cada uno.
3 El autismo no se origina por la vacuna triple vírica
Verdadero. Al contrario de lo que muchos se creen, vacunar a una persona de la triple vírica
no genera autismo tal y como se ha dicho durante años. El autismo no es un trastorno que
se pueda adquirir tras el nacimiento de la persona. O bien se manifiesta o bien no lo hace.
Este pensamiento falso generalmente es aprovechado por muchos padres que no quieren
vacunar a sus hijos como excusa para no hacerlo.
4 No hay cura para el autismo
Verdadero. A día de hoy no se ha encontrado un tratamiento eficaz que cure absolutamente
todos y cada uno de los casos de esta alteración psicológica. Sí es cierto que varios estudios
han demostrado que con un diagnóstico precoz se pueden modificar los factores que
influyen en su desarrollo. Un estudio de la Universidad de Connecticut podría haber
desarrollado una técnica para minimizar las características del autismo en pacientes de "alto
funcionamiento" (los más favorables a socializar) tras años de trabajo.
5 El autismo lo provoca una escasa atención por parte de la madre
Falso. En el año 1948, la prestigiosa revista Time publicó un artículo que hablaba sobre el
autismo. Defendía la teoría de que este trastorno tenía su origen en los malos cuidados que
recibían los niños por parte de las madres. Una imagen mental que resultó imborrable para
la mayoría de la sociedad durante décadas.
6 Los niños autistas tienen que ir a colegios especializados
Falso. No tienen por qué ir a colegios enfocados exclusivamente a ello. Pueden asistir a
colegios públicos sin ningún problema siempre y cuando aulas, temario y profesores estén
adaptados a ello. Dependiendo del grado de autismo, el niño necesitará más o menos
métodos de aprendizaje y no todas las escuelas cuentan con ello. Antes de escolarizar a un
niño con autismo hay que informarse sobre los servicios del centro.
7 Las personas que padecen autismo no son cariñosas y prefieren estar solos a entablar
relaciones sociales
Falso. Que no sepan exteriorizar los sentimientos no significa que no lo sientan, como
aclarábamos antes. Los niños, por ejemplo, suelen estar muy unidos a sus padres. De hecho,
un estudio de la National Autistic Society dice que al 65% de los encuestados le gustaría
tener más amigos.
Además, el 70% dijo que con más apoyo en todos los aspectos de su vida se sentirían
menos solos y el 62%, que su salud incluso mejoraría.
8 Las personas con autismo pueden hacer una vida normal
Verdadero. Con el apoyo, integración, atención y estimulación adecuadas, un niño "puede
convertirse en un adulto independiente capaz de conseguir un empleo y mantener relaciones
sociales saludables". Así lo expresó la doctora Lauren Mottron, profesora en el
Departamento de Psiquiatría en la Universidad de Montreal. Al fin y al cabo, el autismo
afecta principalmente a la comunicación, pero ello no implica tener una socialización nula.