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EL DESARROLLO DE LA AUTONOMIA PERSONAL DESDE LOS PROCESOS

PARTICIPATIVOS O COMO BUSCAR UNA MAYOR CALIDAD AMBIENTAL DESDE UNA


ECOCIUDADANIA CRITICA Y RESPONSABLE.

CONCLUSION

En relación a lo antes expuesto en la lectura podemos evidenciar que para lograr


una calidad ambiental, se deben desarrollar habilidades y valores los cuales
ayuden a forjar bases para lograr personas autónomas con pensamientos
complejos, creativos y críticos capaces de tomar decisiones siendo seres
participativos dentro de una sociedad inequitativa social y económicamente donde
cada día los ciudadanos dejan evidenciar la falta de interés por practicar la
democracia, esa que por derecho debemos ejercer para así mismo exigir cuando
en las políticas de estados los temas ambientales y educativos no sean tenidos en
cuenta con la importancia que se merecen, porque es a través de una sociedad
participativa, responsable y con sentido de pertenencia en la que la educación
debe plantearse las metas de construir aprendizaje, introducir transformaciones y
traducirlas en comportamientos y herramientas para desarrollar estrategias para
combatir contra los problemas ambientales de los cuales somos responsables. Es
a través de la educación que se genera la cultura de la participación, el desarrollo
de la autoestima, la autonomía y la construcción social.

En definitiva tenemos que ser plenamente conscientes de que la educación en


valores si ha de consolidar un desarrollo económico y humano que permita
resolver conflictos ambientales, nos ha de situar en unas prácticas que sean
creadoras de conocimientos y de seres participativos y democráticos en busca de
una mayor calidad de vida. Y es que es en las instituciones educativas donde los
ciudadanos pueden experimentar y volver a la preocupación y el cuidado por lo
colectivo, con el deber y el derecho de participar en la mejora de su desarrollo
personal y estrategias para el desarrollo sustentable de su entorno
socioeconómico y ambiental.

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