¿A QUÉ SE DEBE LA PROBLEMÁTICA DE LA VIVIENDA PERUANA?

En los últimos años, las construcciones informales y los barrios formados por
invasiones han sido los que constituyen la mayor parte del desarrollo urbano en
las ciudades más grandes de América Latina. En diversos estudios, se presenta
que estas informalidades son la contribución más predominante en el déficit de
viviendas de los países menos desarrollados. Es por ello, que para hallar
soluciones, se han puesto en marcha varios análisis y estudios que muestren la
problemática y se logre para comprender la complejidad.

Los problemas de vivienda de los países poco desarrollados, han causado una
deformación de soluciones tecnológicas, permitiendo suministrar viviendas a bajo
coste, con menos complejidad y mucho más baratas. Pues, “las construcciones
informales” ahora se han convertido en uno de los factores más resaltantes de la
urbanización de los países del tercer mundo, ya que se ha comprobado que esta
es la forma más dominante de la población que sufre de pobreza. Las
construcciones que presentan informalidad, poseen una similitud que consiste en
familias emigrantes que aspiran poseer una casa en propiedad, que a largo plazo
mejorarán, pero que estas son causantes de un desarrollo progresivo de
asentamientos informales. Además, los asentamientos informales presentan
también otros dos rasgos similares: son invasiones de terrenos pertenecientes a
otros como a órganos gubernamentales, e instituciones públicas, al gobierno local
o a un propietario particular y el segundo rasgo es que, aunque pueda ser
similares a un vecindario legal, la comunidad producida por invasión no ha sido
planificada formalmente, ni aprobada por las autoridades locales y por lo tanto
carece (al menos en sus comienzos) de infraestructura municipal y servicios.

Esta problemática, nace de varios factores que no solo corresponden a una sola
institución, sino que está ligada con la mayoría de entidades que tienen una
relación con la construcción y planeamiento urbano.

En Primer lugar, respecto al déficit habitacional, no existe una cifra de común

aceptación, por el poco interés que se le ha venido dando al tema, pues no ha
sido complementado con estudios de mayor nivel y no se valora la verdadera
importancia de contar con información actualizada. De esta manera, no se puede
realizar una conclusión o un resultado convincente para poder describir y calificar
la problemática.

Segundo, los programas destinados a la construcción de nuevos sectores medios

y bajos, tienen muy poco alcance tanto por la poca difusión como el bajo
presupuesto asignado, además, de no poseer una clara idea de los beneficios y
deberes asignados, ya que se aplican a diferentes sectores, pueblos y
situaciones, que varían en las necesidades y costos al proyectar la construcción o
mejoramiento de una vivienda.

Por otro lado, las instituciones y entidades públicas como municipalidades

distritales o provinciales, no refuerzan ni toman en cuenta la importancia de
brindar instrumentos técnicos a la población, ya que con estos, se busca mejorar
la calidad de la obra ejecutada complementando el saber popular y el
conocimiento empírico con la asistencia profesional en procedimiento y
tecnologías constructivas, así como en la gestión de proyectos de mejoramiento
urbano ambiental.

En conclusión, el déficit de viviendas es principalmente de orden cualitativo, ya

que aunque exista una significativa cifra de población que habita en una vivienda,
estas no cuentan con condiciones de habitabilidad, además de no garantizar una
seguridad en base a su localización (lugares inadecuados y riesgosos). Esto se
debe a que la población cuenta con un desconocimiento de las gestiones y
procesos que se debe planificar para la construcción, a esto se le suma, la poca
intervención de todas las entidades públicas que abarcan este tema, ya que no se
preocupan, por llegar a la población para brindarles conocimientos, además de
poseer un mal planteamiento de deberes y recursos para la solución de esta
problemática.

HARRIETH ARRUÉ RODRÍGUEZ