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Canto de tórtolas-conejos

Se tiende el muro floreciente:


sobre el brillante muro el polvo se difunde,
va haciendo giros ...
¡Es llevado a la muerte
el príncipe Tlacahuepan!
Y a nadie grita, la tierra se embriaga,
los cautivadores hacen cautivos.
La azul ave preciosa ondeaba,
el agua floreciente hervía quebrándose,
se hacían añicos los jades ...
¡Es llevado a la muerte
el príncipe Tlacahuepan!
Ya nadie grita, la tierra se embriaga,
los cautivadores hacen cautivos.

II
De coral es mi lengua,
mis labios, de esmeralda,
así me siento yo a mí misma,
yo Quetzalchictzin, padres míos.
Abro mis alas y ante ellos lloro.
¿A dónde vamos? ¡Dentro del cielo!

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