Está en la página 1de 6

De atrás para adelante

I.
Tienes que hablar de aquello en lo que eres experto; de cadenas, de nudos, de desánimos,
de tristezas a secas, de dudas, de miedo, de enajenación, de confusión voluntaria, en fin,
de tu vida.

II.
La verdad es que aún veo el papel con desconfianza. Pienso; “Qué ejercicio tan ridículo,
¿Qué bueno podría traer?.
Lo curioso, es que ahora que lo escribo pienso otra cosa; “¿Qué podría yo darle?”.
Podría darle historias aburridas con divagaciones absurdas.
¡Perfecto!

III.
El futuro es el mayor enemigo; siempre nos saca la delantera. El deseo y la acción de
intentar ganarle es su trampa, por medio de esta dirige tus acciones para cumplir sus
designios. El único recurso que tienes es hacer algo aquí y ahora, pero bien se que tu
presente está doblemente habitado de seres y herramientas que sólo dificultan la tarea.
¿Por qué? ¿Cómo? Te preguntarás, ¡No entiendo! Exclamarás. Pero nadie sabe con certeza,
solo se sospecha que algo o alguien falta, y este es el punto de explotación. Así, de una
manera sistemática, las ausencias que vives en tu soledad aprietan cada vez más el nudo,
la soga te quema el cuello, explota tus ulceras de rabia acumulada, en definitiva, reabre las
heridas, y cierra el mundo en sí mismo.
¿Son estas tus cadenas? Si.

IV.
¿Por qué escribir?
Escribir también implica leer
He de leer pequeños tesoros en mi cuaderno

V.
Las palabras arremolinadas
No fueron traídas por un viento mudo
El viento ni siquiera está soplando
No es confusión
Es simple vacío
De un interior en donde no hay vida

VI.
Hay tanta vida en la muerte
Como muerte hay en la vida

VII.
Tonto sublime:
“Es extraño como uno se enamora de su misera, del sentimiento de mártir. Resulta una
especie de enorgullecimiento por vivir la tragedia”
Tonto:
“El sufrimiento cala los huesos, uno se inmoviliza por no elección, amarlo es elegirlo, no
hago eso”.

VIII.
¿Qué es esta necesidad de quedarme aquí?
Cómplice de mi podredumbre
Material de la tierra
Abono para mis muertos
Como tú me nombras; una casualidad
La mierda de lo cotidiano

IX.
En un mundo absurdo
He de ser absurdo
Si los recuerdos se los lleva el viento
Pues yo lucharé por amarrarlos
A la raíz de un sauce llorón

X.
El mundo humano es para los jóvenes y los adultos
Los niños y los viejos son puestos al margen para que no estorben

XI.
En vida, es la ira almacenada en conversaciones imaginadas
En sueños, es la angustia de… ¿qué?

XII.
El único requisito para conversar es que ambos existamos. Quitemos todo lo innecesario,
solo necesitamos las palabras. Déjame ratificar tus curiosidades y deseos que necesitan
respuestas, bien. ¿Qué quieres preguntarme?

XIII.
Ávido a la tristeza
Pero enemigo del llanto
En suma
Una contradicción andante

XIV.
La mierda que recibes a diario
Haz de lanzárselas en la cara
En forma de golpe
Que los despierte
Del letargo de la esclavitud
XV.
Miré por la cerradura
Y me embriagó lo que vi
Desde entonces
Sigo el mandato
Y entro a este lugar
Con la honradez
De intentar no ocultar nada
¿Pues no es soberbio creer que tus palabras no tienen un poco de mentira?
¿Lo sabré?
Siempre y cuando sea honesto conmigo mismo

XVI.
¿Escribir sin intentar escapar?

XVII.
XVIII. ¿Qué es escribir?
Y aquí voy otra vez
En mi absurda aventura
De intentar capturar el momento con palabras
Y poder comunicarte a ti
Mis recuerdos tal cual yo los vivo

Pero he primero de conocerme


Pues el pasado
Es solo una historia que nos contamos
A nosotros mismos

No se si pueda dejar de mentir y de mentirme


Pero quiero por lo menos intentar no hacerlo aquí

XIX.
Todavía tengo conversaciones con ella
Repasando viejos argumentos
No para tener la razón
Sino que para arreglar las cosas

Hoy en día ya nada es lo mismo


Ni yo, ni ella
Y mucho menos
El nosotros dos

También podría gustarte