Está en la página 1de 2

NUESTRA MADRE BAUHAUS

La escuela de la Bauhaus nación en 1919 en la ciudad de Weimar, Alemania; sin saber, que
sería una de las escuelas más influyente del diseño y arte y que gracias a ella, todo lo
relacionado a estos campos no serían lo que son hoy; unos campos tan influyentes y con tanta
fuerza en el día a día. Este, es su legado.
La revolución del pensamiento e innovación eran unos de los conceptos claves que manejaba la
Bauhaus, era su ideal debido a la situación y contexto en la que fue creada, después de la
primera guerra mundial. Walter Gropius pretendía crear una nueva sociedad de artistas donde
estos se reinventaran y nacieran elementos auténticos y le dieran una nueva esperanza al país y
sus alrededores, como se menciona, la Buahaus quería generar un cambio radical en la forma de
ver las cosas y extraer de la mente de las personas que el diseño y el arte solo se basaba en
hacer objetos y figuras estéticas, quería hacer saber que el diseño es más profundo y retador. A
pesar de la corta duración de la escuela, esta dividió el diseño en un antes y en un después,
logró que el diseño cobrara vida y que este fuera el centro de lo que hoy es el mundo y que, sin
él, nada de lo que existe hoy fuera posible, porque fue tanto el impacto de este movimiento
(porque más que una escuela específica, es un movimiento porque lo es todo) que le quitó el
miedo a los diseñadores y a las personas que creyeran que tenían la capacidad de cambiar el
mundo y crear a través de sus convicciones.
Todos los estudiantes que se formaban en la Bauhaus, eran multidisciplinarios, no eran solo
pintores o arquitectos, eran el todo, eran la infinita capacidad de creación que quería formar
esta escuela, tanto así, que otro de los juicios de la presente escuela, era relacionar la artesanía
con el arte, y que a pesar de que la tecnología avanzara en el tiempo, no se perdiera la
costumbre de que en los procesos se aplicara alguna técnica manual y artesanal, pero también
era juntar espíritus libres e ideas de cerebros diferentes así no se tuviera un común
denominador, era explorar entre los estilos de cada estudiante y no limitarlos a una “moda”
específica, dejarlos explotar su identidad a través de sus modos de expresión.
Para generar un producto acertado según los parámetros de la Bauhaus, se debe tener en cuenta
principalmente la forma ligada a la función, que presente una coherencia y cohesión, donde el
usuario pueda identificar su uso rápidamente al momento que este le llame la atención por su
forma, y a su vez, que la gran mayoría de personas en el mundo pueda acceder a él,
comenzando desde el hogar y cambiando la perspectiva de las personas en ese entonces; este
era uno de los planes de pensamiento de Gropius al saber que la sociedad es cambiante y que
era necesario asociarse con la industria y producción en serie, lo que era una de las finalidades
de los cursos de la escuela.
A medida que fue creciendo la Buhaus, Hannes Meyer toma la dirección de esta con un
enfoque de diseño más socialista y pensado en él y para el pueblo, un diseño verdaderamente
enfocado en lo que es el diseño industrial como tal, resolver las necesidades de la gente,
comenzando por las necesidades básicas como seres humanos, un diseño pensado en solo la
sociedad y cómo hacer que esta pudiera acceder a artefactos con buen diseño, de buena calidad,
funcionales y realmente útiles y no solo consumibles para esta, dejando de ultimo el deseo de
lujo y status.
El diseño no es por azar, no es por gusto ni por casualidad; cada parte de cada producto está
pensada, meditada y analizada de porqué esa pieza, porqué esa ubicación, porqué ese color,
porqué esa función, porqué existe. Todo gira en torno a la sociedad, y en diseñar para
satisfacerla, en no abandonarla en medio de sus necesidades, ponerla al frente de cada
situación, especialmente en las crisis donde los ciudadanos no saben a dónde acudir, de aquí
nacen las utopías en el diseño; cuando la sociedad se imaginaba cosas imposibles de
materializar, llegaba Gropius y se las concedía como un genio concede deseos, se rompen los
esquemas de los límites entre lo posible y lo imposible, se olvida de las imposibilidades
políticas y estigmas sociales tales como la negación de los conceptos esenciales que manejaba
Gropius.
Los intereses sociales deben ser la mayor preocupación de diseñadores, arquitectos y demás
encargados de oficios relacionados a este departamento, siempre pensar en cómo facilitarle y
resolverle la vida al pueblo, comenzando desde las poblaciones más necesitadas, y no es solo
cumplir con desarrollar infraestructuras o simples objetos, es ver y sentir más allá, es percibir el
cambio en la actitud, sentimientos y como estas modificaciones pueden abrir puertas a otros
cambios indirectos y secundarios que quizás no estaban previstos desde el diseño de cierto
elemento, sino que son percibidos e interpretados por la misma población, de acuerdo a su
recursividad, cultura y costumbres.
Se debe tener en cuenta que es requerido diseñar pensando en expansión y en futuro, no diseñar
para un solo lugar, bajo ciertas circunstancias específicas para cierta población exclusiva, se
debe considerar que el diseño es TODO lo que nos rodea y es MUNDIAL, lo que indica que un
diseño de objeto y arquitectónico debe ser lo más replicable, adaptable y modificable posible
para plantearse en diferentes regiones del mundo teniendo en cuenta su cultura, costumbres y
religión a través de un proceso de investigación con resultados diversos y creativos que
permitan un buen diseño asequible.
El fin de la Bauhaus y sus utopías, hoy en día son más que realizables, utopías tales como
asociar la artesanía con la tecnología y como conservar lo tradicional sin tener que dejar de
utilizar tecnología y viceversa, este es uno de los legados más importantes que nos deja la
escuela, la libertad de exploración de nuevos materiales, las investigaciones en técnicas
ancestrales y como no dejarlas en el olvido que era algo que en realidad la escuela si quería
lograr y era uno de los objetivos principales de esta, pero que por cuestiones del contexto
histórico de la época, no se pudieron intervenir ni desarrollar. Sin la Bauhaus no se tendría el
gran bagaje que se tiene hoy en día, ni la elevada capacidad de imaginación gracias a su
provocante y rebelde ideología.

También podría gustarte