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ANTIÁLGICA
En esta aplicación la tracción continua sirve para evitar
los movimientos de los extremos óseos en una fractura o
luxación que está pendiente de tratamiento definitivo. Al
impedir dichos movimientos se evitan los daños secundarios
producidos sobre las partes blandas adyacentes, se
contrarrestan las contracturas musculares, se disminuyen
las pérdidas hemáticas (porque la inmovilidad facilita la
formación de coágulos en la infinidad de bocas vasculares
que aparecen sangrantes en un foco de fractura y sus partes
blandas circundantes desgarradas) y, sobre todo, se minimizan
los estímulos nociceptivos por estimulación directa de
los receptores tisulares. Se trata, pues, de un procedimiento
mecánico con finalidad de estabilización provisional y
temporal en una lesión pendiente de tratamiento definitivo.
La situación práctica más habitual es la tracción blanda o
dura que se aplica en el momento del ingreso del paciente
con una fractura de fémur, que no se va a operar inmediatamente,
y al cual se prevé que se va a intervenir con un
enclavado intramedular en los días sucesivos.
RELAJACIÓN MUSCULAR
Aquí la tracción continua, mantenida las 24 h del día
durante días o semanas, va contrarrestando y «venciendo»
progresivamente las fuerzas musculares deformantes de la
fractura o la luxación. Se trata, por tanto, de un procedimiento
de reducción progresiva.
Las tracciones aplicadas para fracturas de fémur pendientes
de enclavado, además de antiálgicas, también cumplen
en parte esta finalidad. Quizás el mejor ejemplo sea la
tracción continua aplicada a las extremidades inferiores de
los bebés con luxación congénita de cadera a los que, antes
de la reducción en quirófano, se pretende relajar la musculatura
deformante (para facilitar la reducción) y elongar
los vasos adyacentes (para evitar trombosis secundarias a
las maniobras y posturas forzadas).
Tipos de tracción
BLANDA 0 CUTÁNEA
Unas bandas largas de tejido inextensible se aplican
extendidas sobre la extremidad, se aumenta su adhesión
mediante un vendaje compresivo aplicado encima y, finalmente,
se conectan (habitualmente con un cordón) a un
sistema de tirantes, pesos y poleas.
La adhesión de las bandas a la piel varía según la calidad
de la piel del paciente y según los gustos y las costumbres
del cirujano. Pueden utilizarse bandas autoadherentes (con
adhesivo impregnado en su cara profunda), puede aplicarse
un adhesivo cutáneo para aumentar la adherencia o,
simplemente, pueden emplearse las bandas fabricadas con
una capa profunda de material de alta adherencia (látex
o algún otro elastómero de alto coeficiente de fricción).
Al aplicar los pesos a una tracción blanda o cutánea siempre
debe tenerse en cuenta la calidad cutánea del paciente,
muy dependiente de la edad en el ser humano (la piel
más sensible es la de los niños y ancianos). Como norma
general, nunca deben superarse los 2-3 kg de peso para
evitar arrancamientos cutáneos.
DURA, ESQUELÉTICA 0 TRANSESQUELÉTICA
Un elemento perforante (habitualmente agujas de acero
inoxidable) atraviesa la extremidad y al menos uno de sus
huesos se fija a un estribo, y sobre este se aplica el sistema
de tirantes, pesos y poleas.
La aplicación de una tracción esquelética obliga a algún
tipo de procedimiento anestésico que evite el dolor que
produce el gesto de introducción de la aguja.
Steinmann desarrolló, a finales del siglo xix, una aguja
muy gruesa y larga (similar a una aguja de tejer lana), con
un diámetro de 3-5 mm. Esta aguja se introduce mediante
motor o por percusión a través de la extremidad (evitando
las regiones con paquetes neurovasculares) y a través
de uno de sus huesos (habitualmente en dirección perpendicular
al eje mayor de la extremidad); es decir, es un
elemento transfixiante. Permite un anclaje firme sobre el
hueso transfixiado. La aguja se sujeta mediante un estribo
(pieza con dos ramas simétricas que se anclan a la aguja
en uno de sus extremos y se unen entre sí por el otro), y el
estribo permite fijar el sistema de tirantes, pesos y poleas.
Kirschner demostró, 10 años después, que una aguja de
igual longitud pero mucho más fina, tensada adecuadamente,
permite ejercer la misma tracción longitudinal
que una aguja de Steinmann. La aguja más fina es menos
dolorosa, produce menor lesión en las partes blandas y
conlleva menor riesgo de infección en los orificios cutáneos
de entrada y salida. Exige un requisito: el estribo ha de
llevar integrado un dispositivo de fijación a presión de la
aguja y otro dispositivo para aplicar tensión a la aguja (que
habitualmente se consigue con un perno de doble rosca
que «abre» las ramas a modo de compás) (v. fig. 5.1). La
introducción de la aguja, su dirección y la aplicación del
sistema de tirantes-pesos-poleas son similares.
Las tracciones esqueléticas permiten aplicar fuerzas
importantes a la extremidad, cuyo límite prácticamente
lo establece la resistencia mecánica de los ligamentos distendidos
(así, sobre los de la rodilla no conviene superar
los 6-7 kg). Con ello, el efecto de tracción es mucho mayor
que con sistemas cutáneos. Entre sus inconvenientes figura
la necesidad de anestesia y de instrumentos adecuados, así
como el pequeño riesgo de infección en los orificios cutáneos
de entrada y salida, que obliga a adoptar adecuadas
medidas higiénicas diarias.
En un servicio de traumatología es habitual ver tracciones
esqueléticas en el fémur distal (tracción transfemoral), en
la tibia proximal (tracción transtibial) y, ocasionalmente,
en el calcáneo (tracción transcalcánea) y el olécranon (tracción
transolecraniana) para el tratamiento provisional o
definitivo de diversas patologías. La extremidad sobre la
que se aplican dichas tracciones es sostenida por diferentes
tipos de férulas (de Thomas, de Harris, etc.).
VENDAJES BLANDOS
Concepto
Es un elemento formado por materiales blandos que cubre
parcial o totalmente la anatomía
Objetivos
El vendaje blando de tejidos y estructuras del aparato locomotor
puede buscar uno o varios de los siguientes objetivos:
• Asepsia: cuando es aplicado sobre una herida (traumática
o quirúrgica) pretende evitar su eventual contaminación
por exposición a elementos ambientales.
• Hemostasia: la compresión detiene el sangrado de las
bocas vasculares abiertas, con lo que da tiempo a que se
formen el trombo plaquetario y, más tarde, el coágulo
sanguíneo.
• Antiinflamatorio y antiedematoso: la compresión disminuye
el flujo arterial, favorece el retorno venoso y
aumenta la presión tisular hidrostática en los compartimentos,
todo lo cual evita la extravasación de agua y
solutos desde el árbol vascular hacia los tejidos y, además,
promueve el paso de agua hacia el flujo de retomo.
• Analgésico: la compresión suave, en muchas localizaciones,
consigue un leve efecto analgésico.
• Inmovilización débil: el efecto de volumen del vendaje
dificulta los extremos de movimiento e incluso,
dependiendo de su grado de elasticidad, puede inmovilizar
parcialmente la extremidad.
• Protección de dispositivos médicos y de enfermería.
Tipos
Los vendajes blandos pueden clasificarse por el material
con el que están manufacturados y por la región de
aplicación: Para aplicarlos se utilizan algodón, vendajes elásticos y una gran
variedad de vendas no rígidas
Se aplican de acuerdo a la lesión a tratar
VENDAJES RÍGIDOS
Concepto
Es un vendaje que incluye un elemento rígido en parte o en
toda su extensión para conseguir inmovilidad en la zona
de aplicación.
Objetivos
La inmovilización de los tejidos y las estructuras del aparato
locomotor puede buscar uno o varios de los siguientes
objetivos:
• Cicatrización cutánea, evitando dehiscencias y/o la
pérdida de anclaje de los elementos de sutura. Un buen
ejemplo es la inmovilización en flexión de una zona
con sutura a tensión en la cara flexora, con lo que se
evita el desgarro en caso de que el paciente extienda la
extremidad.
• Antiinflamatorio y hemostático: en situaciones agudas,
la inmovilización favorece la disminución del edema y
la reacción inflamatoria, y, al evitar daños adicionales
a las partes blandas y los movimientos secundarios,
promueve la formación de coágulos en las bocas vasculares
abiertas por el traumatismo.
• Analgésico: los movimientos secundarios estimulan
los receptores nociceptivos distribuidos por los tejidos
lesionados y circundantes, por lo que la inmovilidad
disminuye los estímulos dolorosos.
• Protección de suturas en estructuras profundas: las
suturas de algunas estructuras han de ser protegidas
del movimiento, al menos inicialmente y hasta conseguir
algún grado de cicatrización. Tal es el caso de las
suturas de nervios periféricos y vasos (por debilidad
mecánica de las pareces donde se anclan las suturas),
de las suturas tendinosas (por gran movilidad de estas
estructuras que, permitida libremente, ocasionaría pérdida
de anclaje) y de las suturas en vientres musculares 39
(también por la debilidad de los tejidos de anclaje).
• Cicatrización de tejidos lesionados: la utilización de
vendajes rígidos como tratamiento inicial de las lesiones
ligamentosas (esguinces) es el mejor ejemplo.
• Consolidación de fracturas: la consolidación ósea
es un complejo mecanismo biológico que se inicia y
continúa por diversos estímulos intrínsecos, pero la
inmovilización habitualmente es necesaria para conseguir
dos objetivos:
• Facilita y consigue la finalización del proceso de
consolidación, con lo que evita la seudoartrosis
(ausencia de consolidación) por movimiento en
el foco.
• Evita el desplazamiento secundario de los fragmentos,
es decir, la consolidación en mala posición.
Tipos
Los vendajes rígidos pueden clasificarse por el material con
el que están manufacturados, por la extensión circunferencial
o por la región de aplicación:
• Según el material:
• Férulas metálicas: pueden ser de aleaciones de
hierro (diferentes tipos de acero) o de aluminio;
habitualmente pueden moldearse manualmente
para adaptarse a la situación y morfología locales.
• Polímeros plásticos: de diferente rigidez, habitualmente
termoplásticos que pueden moldearse al ser
calentados; no permiten el moldeado o la adaptación
en la clínica, pues vienen preparados desde
fábrica o desde la ortopedia técnica.
• Vendajes de resina: habitualmente se comercializan
en forma de rollos que se aplican en la clínica hasta
conseguir la forma deseada. Existen dos tipos:
los que endurecen en contacto con el aire y los que
han de calentarse (habitualmente por inmersión en
agua caliente) para que se reblandezcan y después
se endurecen a temperatura ambiente.
• Vendajes enyesados
- Fueron inventados a mediados del siglo xix por
Antonius Mathijsen, cirujano militar flamenco.
Durante años se espolvoreaba el polvo de sulfato
cálcico anhidro sobre vendas inextensibles de
hilo; hoy día se comercializan rollos preparados
para ser «mojados» directamente.
- Anchura de la venda: se comercializan de 3, 4 pulgadas
para mano y el miembro superior, y de 5 y 6 pulgadas de ancho
para el miembro inferior.
• Según la extensión circunferencial. Según el porcentaje
de cobertura de la extremidad, los vendajes rígidos
pueden clasificarse en:
• Férulas, cuando la cobertura de la superficie de la
extremidad es parcial:
- Volar (palmar)/dorsal: en el antebrazo y la mano.
- Posterior (dorsal)/anterior (ventral)/medial
(cubital)/lateral: en el brazo.
- En «U» en el miembro superior: se extiende en continuidad
por las caras medial y lateral del brazo también llamada en pinza de azúcar.
- Posterior/anterior: en el pie, la pierna y el muslo.
- En «U» en el miembro inferior: se extiende en
continuidad por las caras medial y lateral del tobillo
y de la pierna.
• Yesos o vendajes circunferenciales, cuando la cobertura
de la superficie de la extremidad es completa.
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ORTESIS
Concepto
Dispositivo mecánico externo que se aplica a la superficie
de una región del aparato locomotor para conseguir
diferentes objetivos terapéuticos mediante la compresión,
la sujeción, la inmovilización o la movilización
controlada.
Objetivos
• Antiálgico, antiinflam atorio y antiedematoso: la
inmovilización disminuye los estímulos nociceptivos
y la respuesta inflamatoria; la compresión contribuye
a mejorar la inflamación y el edema.
• Inmovilización:
Extremidades: todo el rango de férulas pasivas ortopédicas
que se puede encontrar en el mercado
• En el Raquis se utilizan ortesis llamadas corsés
- TLSO, del inglés thoracic-lumbar-sacral orthesis:
inmovilización desde la 7 .a vértebra dorsal hasta
el sacro.
- CTLSO, del inglés cervical-thoracic-lumbar-sacral
orthesis: inmovilización desde el occipucio hasta
el sacro.
• Movilización controlada de articulaciones: estas ortesis
están dotadas de algún tope mecánico que limita
el movimiento articular parcial o totalmente en uno o
varios de sus arcos de movimiento. Uno de los ejemplos
más conocidos son las rodilleras con flejes laterales,
popularizadas por los profesionales del baloncesto, que
permiten flexionar y extender la rodilla, pero impiden
los movimientos excesivos en varo o valgo.
• Movilización pasiva de articulaciones:
• Férulas dinámicas elásticas para movilización de
articulaciones en el miembro superior: en casos
de parálisis, un sistema articulado con tirantes elásticos
permite que el paciente movilice activamente
contra la resistencia elástica, y cuando relaja la musculatura
los sistemas elásticos movilizan en sentido
contrario las articulaciones afectas (y actúa el sistema
elástico en lugar de hacerlo los grupos musculares
paralizados).
• Ortesis antiequino de pie: estáticas, dinámicas.
• Corrección de deformidades: un buen ejemplo son las
ortesis utilizadas en el raquis para el tratamiento de la
escoliosis y la cifosis, o las utilizadas en los miembros
inferiores en la infancia para evitar o corregir deformidades.
• Consolidación de fracturas: ortesis rígidas que sustituyen
a un vendaje enyesado. De hecho, los vendajes
rígidos fabricados en materiales plásticos y las ortesis
pasivas de inmovilización son, conceptual y funcionalmente,
equivalentes, de modo que los grupos expuestos
se superponen.
PRÓTESIS EXTERNAS (EXOPRÓTESIS)
Concepto
Se trata de un dispositivo mecánico externo que se aplica
y ancla en la superficie de una extremidad para suplir y
sustituir una parte ausente de ella. Dicha ausencia viene
motivada por una amputación —traumática o electiva
(tratamiento de patología neoplásica o vascular)— o
por una malformación con agenesia parcial o total de la
extremidad.
8. CONCLUSIONES
• Los tratamientos ortopédicos suponen una herramienta
de enorme valía para la solución definitiva de muchas
de las patologías traumatológicas.
• La reducción es el paso clave para conseguir una correcta
alineación ósea o articular antes de la inmovilización.
• Los distintos mecanismos de tracción buscan una
reducción progresiva, disminuir el dolor, relajar la
apliquen.
• Los vendajes rígidos son la herramienta clave para el
tratamiento ortopédico de muchas fracturas. Se pueden
aplicar de maneras muy diferentes en función de la
fractura y de la región anatómica afectada._