CANCIÓN DE LA VIDA PROFUNDA Cualquier vendedor ambulante lo sabe

El hombre es una cosa vana, variable y ondeante...                                Todo nuestro conocimiento
nos acerca a nuestra ignorancia,
MONTAIGNE
                             Toda nuestra ignorancia nos
Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,  acerca a la muerte
como las leves briznas al viento y al azar. 
                                      
Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonríe. 
T.S. Elliot
La vida es clara, undívaga, y abierta como un mar.

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles, 

como en abril el campo, que tiembla de pasión:  Una roca
bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,  bien acomodada debajo de
el alma está brotando florestas de ilusión. dos ladrillos
siempre puede ser
Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos, 
una
como la entraña obscura de oscuro pedernal: 
linda tabla de surf.
la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas, 
en rútiles monedas tasando el Bien y el Mal. Sabemos todos
cuánto se ignora en
Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos... 
las olas
(¡niñez en el crepúsculo! ¡Lagunas de zafir!) 
y esperamos eso
que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza, 
y hasta las propias penas nos hacen sonreír. porque
para qué queremos saber más.
Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos, 
que nos depara en vano su carne la mujer: 
tras de ceñir un talle y acariciar un seno, 
Crátilo quiere decir silencio.
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.
Es el silencio conveniente.
Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres, 
Hay que poner en duda
como en las noches lúgubres el llanto del pinar. 
si ese es su nombre
El alma gime entonces bajo el dolor del mundo, 
y por qué es ese su nombre.
y acaso ni Dios mismo nos puede consolar.
¿Por qué no mejor Leónidas,
Mas hay también ¡Oh Tierra! un día... un día... un día...  u Owen
en que levamos anclas para jamás volver...  quizá mejor Auxiliadora?
Un día en que discurren vientos ineluctables 
Crátilo quiere decir “sí” con un dedo.
¡un día en que ya nadie nos puede retener!
Por la tarde yo le digo que le estimo
le digo, te estimo,
te estimo mucho,
quiero ser como tú.
Crátilo quiere decir “no” con un dedo.

Crátilo soy yo
cuando te hablo con los dedos entumidos
y pregunto sin voz frente a la cámara

¿No te gusta más el nombre de

SumisaObedienteEn4?