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Existen tres tipos de esfuerzo estáticos a los que se sujetan los materiales: tensión, compresión y
cortante. Los esfuerzos de tensión tienden a estirar al material, las de compresión a compactarlo, y
las cortantes comprenden tensiones que tienden a ocasionar que porciones adyacentes del
material se deslicen una respecto a la otra.
La cantidad de deformación que el material es capaz de soportar antes de que ocurra la falla
también es una propiedad mecánica de interés para muchos procesos de manufactura. La
medición común de esta propiedad es la ductilidad, que es la capacidad que tiene un material
para deformarse plásticamente sin sufrir una fractura.
- Una prueba de compresión aplica una carga que comprime una muestra cilíndrica
colocada entre dos placas. Conforme se comprime, su altura se reduce y el área de su
sección transversal se incrementa.
- La prueba de doblado (también conocida como prueba de flexión) se utiliza para probar la
resistencia de estos materiales (duros y frágiles). En ese procedimiento, se coloca un
espécimen de sección transversal rectangular entre dos apoyos, y en su centro se aplica
una carga.
El durómetro es un dispositivo que mide la deformación elástica del caucho y materiales flexibles
parecidos, mediante la presión de un indentador sobre la superficie del objeto. La resistencia a la
penetración es una indicación de la dureza, según se aplica el término a este tipo de materiales.
La dureza en caliente es tan sólo la capacidad que tiene un material para mantener su dureza a
temperaturas elevadas. Las cerámicas muestran propiedades superiores a temperaturas elevadas.
PROPIEDADES FÍSICAS
Incluyen las propiedades volumétricas, térmicas, eléctricas y electroquímicas. Los componentes de
un producto deben hacer más que tan sólo soportar los esfuerzos mecánicos. Deben conducir la
electricidad (o impedir su conducción), permitir la transferencia de calor (o su escape), transmitir
la luz (o bloquear su transmisión), y satisfacer muchas otras funciones.
Son importantes en la manufactura porque es frecuente que influyan en el rendimiento del proceso.
Volumétricas y de fusión: se relacionan con el volumen de los sólidos y la manera en que las
afecta la temperatura. Incluyen la densidad, expansión térmica y punto de fusión.
Las propiedades térmicas juegan un papel importante en la manufactura debido a que en muchos
de sus procesos es común que se genere calor. En ciertas operaciones, el calor es la energía que
lleva a cabo el proceso; en otros, el calor se genera como consecuencia del proceso.
- En procesos que requieren el calentamiento del material (por ejemplo, fundición,
tratamiento térmico y forja de metales calientes), el calor específico determina la cantidad
de energía calorífica necesaria para elevar la temperatura al nivel deseado.
- La conductividad térmica funciona para disipar el calor de los procesos de manufactura,
unas veces en forma benéfica y otras no. En los procesos mecánicos tales como la forja y
maquinado de metal, gran parte de la potencia requerida para operar el proceso se
convierte en calor. En esos procesos es muy deseable que el material de trabajo y las
herramientas tengan la capacidad de conducir el calor.
- Por otro lado, la conductividad térmica elevada del metal de trabajo no es deseable en los
procesos de soldadura por fusión, como la soldadura por arco eléctrico. En estas
operaciones, la entrada de calor debe concentrarse en la ubicación de la junta de modo
que el metal pueda fundirse.
- La resistividad es la propiedad básica que define la capacidad que un material tiene para
oponerse al flujo de la corriente. No es constante; por el contrario, varía, como tantas
otras propiedades, con la temperatura. Para los metales, aumenta con la temperatura.
- Con frecuencia, es más conveniente considerar a un material como conductor de la
energía eléctrica más que como si se opusiera a su flujo. La conductividad de un material
es tan sólo el recíproco de la resistividad.
Electroquímicas: la electroquímica es el campo de la ciencia que tiene que ver con la relación
entre la electricidad y los cambios químicos, y con la conversión de las energías eléctrica y química.
En una solución acuosa, las moléculas de un ácido, base o sal, están disociadas en iones con carga
positiva y negativa. Estos iones son los portadores de carga en la solución, permiten la conducción
de energía eléctrica, desempeñan el mismo papel que los electrones en la conducción metálica. La
solución ionizada se denomina electrolito; y la conducción electrolítica requiere que la corriente
entre y salga de la solución por los electrodos. El electrodo positivo se denomina ánodo, y el
negativo cátodo. El conjunto del arreglo se denomina celda electrolítica. En cada electrodo ocurre
cierta reacción química, como la deposición o disolución de material, o la descomposición de un
gas de la solución. El nombre que reciben los cambios químicos que ocurren en la solución es
electrólisis.
METALES
Un metal es una categoría de materiales que se caracterizan generalmente por tener propiedades
de ductilidad, maleabilidad, lustre y conductividad eléctrica y térmica elevadas.
- Rigidez y resistencia elevadas. Los metales pueden alearse para darles rigidez, resistencia y
dureza elevadas.
- Tenacidad. Los metales tienen la capacidad de absorber energía mejor que otras clases de
materiales.
- Conductividad eléctrica buena. Los metales son conductores debido a su enlace metálico,
que permite el movimiento libre de los electrones como transportadores de carga.
- Conductividad térmica buena. Los enlaces metálicos también explican el porqué los
metales generalmente conducen el calor mejor que los cerámicos y los polímeros.
Los metales ferrosos se basan en el hierro: el grupo incluye acero y hierro fundido. Dichos metales
constituyen el grupo comercial más importante (aproximadamente el 85% de las toneladas de
metal en Estados Unidos). El hierro puro tiene un uso comercial limitado, pero cuando se mezcla
con carbono tiene más usos y mayor valor comercial que cualquier otro metal. Las aleaciones de
hierro y carbono forman acero y hierro colado.
Al salir del alto horno, la fundición de hierro vuelve a ser sometida a otro procedimiento para que
alcance el porcentaje ideal de carbono. El horno básico de oxígeno (BOF) vuelve a calentar el
producto y agrega oxígeno, de esta manera se obtiene el acero.
Aunque los metales no ferrosos como grupo no igualan la resistencia de los aceros, ciertas
aleaciones no ferrosas tienen resistencia a la corrosión o relaciones resistencia/peso que las hacen
competitivas ante los aceros para aplicaciones con esfuerzos moderados a altos.
Muchos de los metales no ferrosos tienen propiedades adicionales a las mecánicas que los hacen
ideales para aplicaciones en las que el acero sería inapropiado. Por ejemplo, el cobre tiene una de
las resistividades más bajas entre los metales, y se usa ampliamente para fabricar conductores
eléctricos. El aluminio es un conductor térmico excelente, y sus aplicaciones incluyen
intercambiadores de calor y trastos de cocina. También es uno de los metales a los que se le da
forma con mayor facilidad y por esa razón se le valora mucho. El zinc tiene un punto de fusión
relativamente bajo, por lo que se le utiliza de manera amplia en las operaciones de fundición a
troquel.
Producción de aluminio
El mineral principal de aluminio es la bauxita, que consiste por mucho en óxido de aluminio
hidratado y otros óxidos. La extracción del aluminio a partir de la bauxita se resume en tres pasos:
Las superaleaciones son un grupo de aleaciones de alto rendimiento diseñadas para satisfacer
requerimientos muy exigentes de fortaleza y resistencia a la degradación de su superficie
(corrosión y oxidación) a varias temperaturas de uso. Lo que los distingue es su desempeño ante
temperaturas elevadas; las propiedades mecánicas de interés son su resistencia a la tensión,
dureza en caliente, resistencia al agrietamiento, y a la corrosión a temperaturas muy elevadas.
Principalmente afecta a los metales, pero también se presenta en cerámicos (ambientes gaseosos
a altas temperaturas) y en los polímetros se llama degradación (acción de oxígeno a temperaturas
elevadas, radiación y bacterias). Estos materiales no metálicos no sufren ataques electroquímicos,
pero pueden deteriorarse por ataque químico directo.
CERÁMICOS
Un material cerámico es un compuesto inorgánico que contiene elementos metálicos (o
semimetálicos) y no metálicos. Los elementos no metálicos comunes son oxígeno, nitrógeno y
carbono. Los cerámicos incluyen una variedad de materiales tradicionales y modernos.
Las propiedades generales que hacen a los materiales cerámicos útiles para los productos de
ingeniería son la alta dureza, características buenas de aislamiento térmico y eléctrico, estabilidad
química y temperaturas de fusión elevadas. Algunos cerámicos son traslúcidos; el ejemplo más
claro es el vidrio para ventanas. También son frágiles y virtualmente no poseen ductilidad, lo que
causa problemas tanto en su procesamiento como en su desempeño.
Las conductividades térmica y eléctrica de la mayoría de los cerámicos son menores que las de los
metales; pero el rango de valores es mayor, lo que permite que ciertos cerámicos se utilicen como
aislantes, en tanto que otras son conductores eléctricos. Sus coeficientes de expansión térmica
son algo menores que los de los metales, pero los efectos son más dañinos en los cerámicos
debido a su fragilidad.
Los refractarios cerámicos con frecuencia tienen la forma de ladrillos, son críticos en muchos
procesos industriales que requieren de hornos y crisoles para calentar o fundir materiales. Las
propiedades útiles de los materiales refractarios son su resistencia a las temperaturas elevadas,
aislamiento térmico y resistencia a la reacción química con los materiales que se hornean.
El ingrediente principal en virtualmente todos los vidrios es el sílice, que se encuentra en forma
común como cuarzo mineral en las areniscas y arenas sílicas. El vidrio de sílice tiene un coeficiente
de expansión térmica muy bajo, y por ello es muy resistente al choque térmico.