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El Matrimonió de Personas Del Mismo Sexo
El Matrimonió de Personas Del Mismo Sexo
Definición: “El matrimonio entre personas del mismo género, matrimonio homosexual,
matrimonio homoparental o matrimonio igualitario, es el reconocimiento jurídico que
regula la relación y convivencia de dos personas del mismo género, con iguales requisitos y
efectos que los existentes para los matrimonios entre personas de distinto género. Se
mantienen la naturaleza, los requisitos y los efectos que el ordenamiento jurídico venía
reconociendo previamente a los matrimonios.”
Argumento N-1: “Sólo un hombre con una mujer generan niños y los crían de forma
idónea. El matrimonio es un status especial que la sociedad reconoce a la unión
comprometida entre un hombre y una mujer por una razón: porque su relación corporal es
la única capaz de generar nuevos miembros de la especie humana y porque su relación
interpersonal es la idónea para criarlos, protegerlos y educarlos. Este servicio es tan
importante y benéfico para la sociedad que merece protección legal. Por el contrario,
ningún acto corporal entre homosexuales puede generar nuevos seres humanos, y tampoco
dos personas del mismo sexo son idóneos para la cría y educación de los niños, que
carecerían de referente paterno/masculino (si son dos lesbianas) o materno/femenino (si son
dos homosexuales). Son los homosexuales los que deben cargar con el peso de la prueba y
demostrar que pueden cumplir las mismas funciones que el matrimonio.”
Argumento N-3: Sin duda, la religión católica es la que mayor influencia ejerce en la
sociedad latinoamericana, no sólo sobre el ciudadano individual sino incluso a niveles .
Una mirada desde el escenario gubernamentales, de políticas educativas y sanitarias. Las
bases de muchos puntos de vista católicos provienen de la idea de que la sexualidad
humana fue creada por Dios con el propósito de la procreación y la intimidad que
proporciona a una pareja sexualmente activa una relación íntima, emocional y espiritual a
través de la relación física. De ese modo, el sexo debe restringirse a una relación de por
vida entre un hombre y una mujer. Dado el énfasis en la función procreativa del sexo, las
relaciones sexuales y los actos sexuales específicos que no conduzcan a la concepción son
desaconsejados o expresamente prohibidos. La Iglesia católica, reflexionando a la luz de la
palabra de Dios y de la recta razón bajo la guía del Espíritu Santo, siempre ha enseñado que
el acto homosexual es un pecado objetivamente grave. La Congregación para la Doctrina de
la Fe declaró en 1975: “Según el orden moral objetivo, las relaciones homosexuales son
actos privados de su regla esencial e indispensable. En las Sa gradas Escrituras están
condenados como graves depravaciones e incluso presentados como la triste consecuencia
de una repulsa de Dios”.