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ENSAYO: SE ENCENDIÓ UN FOCO

Por: Carlos Alberto Martínez Estrada


Estructuración de un modelo de negocio verde e inclusivo
SENA: 2134171

Sobre el año de 1908 Henry Ford diseñaba su auto modelo T con la consigna de que duraría
para siempre modelo que duro de 1908 a 1927 y del cual se vendieron más de 16 millones
de unidades [ CITATION Váz15 \l 9226 ], Ford estaba convencido que “No podemos
imaginar cómo servir al consumidor a menos que hagamos para él algo que, en la medida
que nuestras posibilidades, dure para siempre… Queremos que el hombre que compre uno
de nuestros automóviles nunca tenga que comprar otro” (citado en Slade, 2009). Pero, esta
idea no duro mucho debido a que la creciente competencia con la General Motors impuso
el cambio de modelo anual.
A alguien se le encendió el foco, así se refiere de forma coloquial la generación una
idea, pues esta connotación se puede analizar de la siguiente manera: una opción es que las
ideas son fugaces como un foco, pero no como todos los focos, mas adelante explicare.
Otra opción referida a la iluminación que conlleva el tener una idea, la luz después de la
oscuridad. Sobre 1924 luego de observar como la obsolescencia programada aparece con
los autos rápidamente invadió las diferentes ramas de la industria llegando así a los focos o
bombillos, tanto que nació el “cártel de Phoebus” nombre con el que se conoce a la
asociación formada por Phillips, Osram y General Electric con el fin de controlar y
aumentar la producción de sus bombillos (Krajewski, 2014). Para iluminar esta historia se
debe viajar a Livermoore (California) en donde desde 1901 se encuentra en la estación de
bomberos encendida una bombilla creada por Shelby Electrics Company y que si no se
puede viajar puede observarla en línea por medio de una cámara web instalada para
observar la luz mas antigua, cabe aclarar que ya se han dañado a la fecha dos cámaras web
desde su surgimiento en la red. Lo anterior, es una buena señal de la necesidad de crear
para las empresas diseños que no duren tanto, al igual que Ford las empresas se dan cuenta
que si sus diseños duran para toda la vida pronto dejaran de existir como compañía.
Basado en lo anterior aparece el termino de obsolescencia programada, esta teoría
implica que los productos dejen de funcionar antes de que acabe su vida útil, cada vez mas
suponemos que el hecho de que algo no funcione es por que la empresa es mala o no tiene
control de calidad, pero podría decirse que esta teoría permite entender que esta
incompetencia no es deliberada y tiene un fin que es incrementar su consumo. Aunque en la
actualidad se intenta mitigar el desperdicio la teoría sigue funcional, encontramos
actualizaciones para los sistemas cada semana, cada mes. A veces no es necesario que algo
no sirva para querer cambiarlo, el consumismo nos levo a un punto en donde hasta un
mínimo cambio de color hace que sea luzca pasado de moda.
La obsolescencia programada significa un abuso de las compras y de los desechos,
tanto que el impacto ambiental es negativo puesto que el uso indiscriminado de recursos
naturales que son limitados, son usados y transformados en productos que son ilimitados
por ende cada vez que se piense en un producto que no tiene reparación o que son de un
solo uso como el pitillo, llevan a una contaminación por exceso de basura además de que su
fabricación genera desperdicios, procesos que dañan de una u otra forma el medio en el que
se fabrican, esta obsolescencia llevada al diseño de productos que no se puedan reparar o
que como los electrodomésticos que es casi igual repararlo que comprarlo nuevo, incitan al
consumidor a comprar y tirar como se muestra en un documental denominado “comprar,
tirar, comprar- La historia secreta de la obsolescencia ” que explica estos hechos de una
forma clara y contundente.
Por último, es necesario entender que los lugares más contaminados del mundo
tienen como fuente principal el plomo, y otros metales pesados, el daño a la salud es critico
y la contaminación por estos metales generan diversas enfermedades que son costosas y de
tratamientos largos. Además, que la contaminación acorta la edad de vida de la población,
genera malformaciones en los niños y problemas respiratorios en los niños.
La extracción desenfrenada para otorgar a las naciones industrializadas productos
para su manufactura tiene por ejemplo a Oroya en Perú como la quinta ciudad mas
contaminada del mundo[ CITATION Fed13 \l 9226 ], también cabe aclarar que es la capital
mundial de la metalúrgica, dos honores no tan buenos, En esta ciudad los niños tienen un
99% de posibilidad de tener asma, un gran porcentaje y una implicación de la vulneración
de los derechos humanos con el fin de proteger la inversión y los procesos de
industrialización de las ciudades. No son casos aislados son enfermedades generadas por el
incumplimiento de las normas o simplemente la flexibilidad de las mismas para las
industrias extractoras que permite el Estado en el caso peruano para con sus nacionales.
Es necesario entender que sin importar cual sea el lugar del mundo en donde
aparecen estos problemas, tiene un fondo mas grave y es la necesidad de consumo que se
ha ido implantando y que ni el foco más brillante podrá acabar, no pronto, la necesidad
infundada de comprar, se demorara la población en darse cuenta de los daños colaterales
aun sintiéndolos, y aunque muchos por necesidad, codicia o cualquier otro fin seguirán
invirtiendo y apoyando de una u otra forma a esta contaminación que en ultimas hemos
logrado como humanidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

Federación Internacional de Derechos Humanos, 2013. Informe sobre la situación


de la Oraya: cuando la protección de los inversores amenaza los derechos humanos. Lima.
[En línea]. https://www.fidh.org/es/region/americas/peru/informe-sobre-la-situacion-de-la-
oroya-cuando-la-proteccion-de-los-13239
Krajewski, M. (2014). The Great Lightbulb Conspiracy. IEEE Spectrum [en línea].
http://spectrum.ieee.org/geek-life/history/the-great-lightbulb-conspiracy
Slade, G. (2009). Made to break: Technology and obsolescence in America.
Harvard University Press, Cambridge.
Vázquez-Rodríguez, Gabriela. (2015). Obsolescencia programada: historia de una
mala idea (2015) Herreriana Vol. 11, Núm. 2, p. 3-8. Herreriana. 11. 3-8.

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