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Concepción acerca de los principios y las reglas

(*) Ángel Rodrigo Farfán Alarcón

El meollo del asunto comienza con la distinción entre “reglas” y “principios”,


algunos autores sostienen que existe una diferencia estructural, mientras que otros
argumentan que no existe tal diferencia. ¿Es acaso que los principios son necesarios? ¿Y
si existe un antagonismo entre principios o reglas, que solución otorga el Derecho?
Actualmente, existen dos tipos de normas jurídicas que son producto de toda la
evolución del Derecho, las reglas pueden ser entendidas como normas que ordenan una
consecuencia jurídica definitiva. Es decir, se cumplen o se violan.

Por el otro lado, en los últimos tiempos se ha visto una elaboración de normas en
forma de principios, y también la aplicación de reglas no formuladas en forma de
principios. Estos dos tipos de normas exigen un especial método de interpretación. ¿Los
principios se ponderan porque son principios en sí mismos o son principios porque se
ponderan?

Para ejemplificar mejor la controversia entre principios y reglas, es necesario


recurrir a los casos de tortura. Existe gran cantidad de normas de rango constitucional y
tratados internacionales que tutelan los derechos fundamentales. Son llamados
“principios regulativos”, en este caso el derecho a no recibir tratos crueles, inhumanos y
degradantes, también preceptuadas en las mismas convenciones internacionales que
proscriben la tortura. Además, los “principios directivos” o “directrices”, son aquellas
normas respecto de las cuales no son configurables violaciones específicas.

En el supuesto de que a un terrorista se le someta a tortura para que revele en


que lugar tiene secuestrado a veinte niños, si nos ceñimos a las reglas y pactos
internaciones, es imposible concebir la tortura del terrorista. Pero si optamos por la
ponderación, la acción de tortura estaría justificada aún si es este principio es contrario a
los derechos humanos.

Conclusión:

Es indiscutibles que los jueces necesitan la discrecionalidad, es decir,


determinados márgenes de actuación para resolver casos complejos. Pero no debemos
llegar al límite de la relativización de los derechos. Hay ciertos principios
imponderables, hacerlo significaría un atropello a los derechos humanos. Es por eso que
los principios deben regirse bajo una ponderación equitativa, deben valorarse
razonablemente las circunstancias del hecho juzgado.

Bibliografía
Ferrajoli, L. (2013). DOS CONCEPCIONES DE LOS PRINCIPIOS. UNA RESPUESTA A JUAN RUIZ
MANERO. DOXA, pp. 559-570.

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