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C A P Í T U L O 13

LAS G R A N D E S I D E O L O G Í A S

DEL SIGLO XX EN OCCIDENTE:


Liberalismo, socialismo,
fascismo y feminismo

E s í e capítulo pretende familiarizar al lector con cua­ históricos o específicos de cada país. Uno de los
tro de las ideologías más relevantes del siglo X X que propósitos de este capítulo consiste en contribuir a
han dejado un poso importante en las sociedades de­ aclarar esta am bigüedad conceptual.
mocráticas contemporáneas. En la primera sección se Para empezar, el térm ino ideología se emplea de
presentan de forma muy sucinta algunos aspectos del diferentes formas. El empleo más informal y cotidia­
liberalismo no expuestos ni analizados en otros capítu­ no que se hace de él suele aludir a poco más que a la
los, A continuación se hace un recorrido por las dife­ orientación política general de una persona. Cuando
rentes corrientes del socialismo y el fascismo, antes de
la gente afirm a “ideológicamente soy conservador” o
aportar una visión general sobre una de las ideologías
“soy feminista”, suele querer decir simplemente que
que más importancia ha cobrado en el último tercio
del siglo XX: el feminismo. La última sección incluye se identifica con un partido conservador o con causas
un ejercicio de comprobación de hipótesis en torno a la feministas de una forma muy general, sin necesidad
debatida cuestión sobre el ''fin de las ideologías', de suscribir una teoría minuciosamente elaborada
de la política o una guía program ática exhaustiva
para la acción política. Pero los politólogos manejan
1. UNA DEFINICIÓN DE IDEOLOGÍA
normalmente una concepción más elaborada de la
En prácticam ente todos los países del mundo, las ideología. Según esta definición, la ideología es un
ideas políticas han representado un papel crucial en conjunto coherente de ideas que incluye:
la configuración de los tipos de gobierno que se han
desarrollado con el tiempo, así como en el compor­ 1. una teoría sobre las relaciones entre la sociedad y
tam iento político de los ciudadanos. Quizás debido el Estado;
a su ubicuidad en lugares tan diferentes, las ideas 2. una noción de los v2dores que deben informar la ac­
políticas y los térm inos que se emplean para expre­ ción política y de lais bcises de la legitimidad política;
sarlas pueden provocar confusión. Como hemos 3. un program a de acción que indica los objetivos,
señalado antes, térm inos como '"liberalismo”, “con­ los ideales, las políticas y las actuaciones que
servadurism o”, “socialismo” y “feminismo” pueden deben seguir el Estado, las elites políticas y los
tener significados diferentes en distintos contextos ciudadanos.

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228 Política y ciencia política: Una introducción

Las ideologías pueden influir poderosam ente 2. EL LIBERALISMO


en el com portam iento político de la sociedad. La
capacidad de las elites políticas para atraer a m u­ En el mundo actual, liberalism o significa esencial­
chos seguidores depende, en buena medida, de su mente democracia. Como este libro dedica tres capí­
habilidad a la hora de exponer a los ciudadanos tulos a la democracia, no vamos a llevar a cabo aquí
los puntos clave de su ideología. Son seguram ente un análisis detallado sobre la ideología liberal. No
muy pocas las personas que viven en dem ocracias obstante, sí parece útil clarificar los diferentes signi­
consolidadas y han leído las obras de pensadores ficados que el térm ino "liberalismo” ha adquirido en
como John Locke, Jean Jacques Rousseau, James el transcurso de su evolución histórica.
Madison, John S tuart Mili o M ary Wollstonecraft, De acuerdo con su definición más antigua y ge­
pero la mayoría de los ciudadanos, a través de su neral, el liberalism o hace referencia a un sistem a de
socialización política, han aprendido que la dem o­ gobierno que garantiza la libertad. Éste es el signifi­
cracia implica el derecho a votar, así como otros cado original del término, tal y como surgió a finales
derechos y libertades en torno a los que estos y otros del siglo XVII y principios del XVIII en Gran Bretaña,
autores reflexionaron en el pasado y com pusieron y tal y como se desarrolló en el transcurso de los siglos
obras "clásicas” para los politólogos. XVIII, XIX y principios del XX, particularm ente en
En el transcurso de la historia ha habido rela­ Gran Bretaña, América y Francia. Cuando apareció
tivamente pocas corrientes políticas lo bastante por prim era vez, supuso un desafío directo al gobierno
coherentes como para ser consideradas ideologías. de las monarquías absolutas y la aristocracia porque
La mayoría de ellas florecieron en el siglo XX, al que era una expresión de las ideas básicas de que el poder
se suele apodar "el siglo de las ideologías”. En este del Estado debía lim itarse y la ley debía garantizar
capítulo nos vamos a ocupar de cuatro: el liberalismo, ciertas libertades. Desde el principio, la esencia del li­
el socialismo, el fascismo y el feminismo. Las grandes beralismo radicó en la oposición al poder tiránico del
diferencias entre estas formulaciones ideológicas han Estado. Sólo en el consentimiento de los gobernados
provocado algunos de los conflictos más amargos de radicaba la fuente de la legitimidad.
la historia de la humanidad. Para sus primeros defensores, como Locke, Madi­
Cada una de las cuatro ideologías tiene sus varian­ son y Jefferson, el liberalismo no implicaba una demo­
tes. En algunos casos, estas variantes com parten m u­ cracia basada en el sufragio universal. Los primeros
chos elementos, pero, en otros, las tendencias dentro liberales adoptaron un concepto muy elitista de libe­
de una mism a ideología pueden ser tan diferentes ralismo, fundado en la idea de que sólo un pequeño
que llegan a constituir ideologías diferenciadas. No sector del pueblo, formado principalmente por varones
sin frecuencia, estas corrientes internas han desen­ blancos, ricos y cultos, era lo suficiente ilustrado como
cadenado intensos conflictos entre sus seguidores para gobernar la sociedad y asegurar la aplicación de
con el resultado de largos debates e incluso san­ los derechos civiles y las libertades políticas básicas.
grientas disputas sobre la interpretación "correcta” Tendían a apoyar el sufragio restringido, y el derecho
de la ideología. Por ejemplo, la tradición socialista al voto correspondía principalmente a los varones con
ha producido dos tendencias muy diferentes: el co­ determinado nivel de renta.
munism o m arxista-leninista, de estilo soviético, y Además, para muchos de los primeros liberales, el
la socialdemocracia, de orientación occidental. De concepto de liberalismo incluía componentes tanto
igual modo, dentro del feminismo podemos encon­ políticos como económicos. Mientras el liberalismo
tra r corrientes que ponen el énfasis en la igualdad político destacaba la idea de gobierno con el consen­
entre varones y mujeres, y otras que conceden más timiento de los gobernados, el liberalismo económico
im portancia a las diferencias. resaltaba que el Estado debía limitar al mínimo su
Difícilmente se podrá analizar la política en el papel en la economía, dejando el grueso de las activida­
mundo contemporáneo sin considerar sus funda­ des económicas de la nación en manos de individuos y
mentos ideológicos. Ahora bien, algunos estudiosos empresas privadas. El liberalismo económico tempra­
afirm an que los grandes conflictos ideológicos del no defendía la economía de la libre empresa. Buscaba
siglo XX se están desvaneciendo. ¿Hemos llegado al desmantelar el vasto edificio de impuestos, monopo­
"fin de las ideologías”? Examinaremos esta hipótesis lios estatales, aranceles y otras formas de intervención
al final del capítulo. gubernamental en la vida económica, frecuentes en la
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 229

mayoría de los regímenes monárquicos, generalmente bienestar social hace referencia a la intervención gu­
englobados bajo el concepto “mercantilismo”. En cam­ bernam ental activa en la economía y la sociedad, con
bio, apoyaba el libre funcionamiento de los mercados el propósito de promover el crecimiento económico,
de bienes y servicios. el bienestar de la com unidad y la justicia social.
A medida que evolucionaron las ideas liberales Con su énfasis en el intervencionismo estatal, esta
en los siglos XIX y XX, se impuso gradualmente la concepción del liberalismo fraguó durante la etapa
noción de que un orden político liberal requería la del New Deal de Franklin D. Roosevelt (1882-1945).
participación democrática de la sociedad. El sufragio Cuando llegó a la Presidencia de Estados Unidos en
universal se convirtió finalmente en realidad durante 1933, en un momento en el que las tradiciones políti­
y después de la Prim era Guerra Mundial, cuando las cas estadounidenses excluían la intervención estatal a
mujeres lograron el derecho a votar en Reino Unido gran escala en el sector privado, Roosevelt se distanció
(1918), Alemania (1919), Estados Unidos (1920) y Es­ de ellas y lanzó medidas radicales para combatir la
paña (1931), por citar sólo algunos ejemplos. Muchos Gran Depresión. Por entonces, los defensores del papel
países adoptaron el sufragio universal después de la activo del ejecutivo federal en Estados Unidos empeza­
Segunda Guerra Mundial. Por consiguiente, el libera­ ron a ser conocidos como “liberales”, principalmente
lismo como ideología política es hoy día sinónimo de porque suscribían una interpretación liberal (es decir,
la democracia moderna. permisiva) del principio constitucional de “promover
El concepto de liberalismo económico también el bienestar general” (inscrito en el preám bulo de la
ha cambiado con el tiempo, especialmente en la Constitución de Estados Unidos).
segunda mitad del siglo XX. Mientras los primeros Frente a estos “liberales” se han situado los “conser­
partidarios del liberalismo económico abogaban por vadores”. El conservadurismo en Estados Unidos es
la m ínim a implicación de los Estados en la econo­ heredero de la tradición liberal clásica de la mínima
mía, desde la Segunda Guerra Mundial la mayoría interferencia del Estado en la economía. Durante las
de quienes se declaran liberales han aceptado la idea décadas del New Deal, muchos conservadores acé­
de que los poderes públicos deben desempeñar un rrim os calificaban de herejía las intervenciones de
papel significativo en la vida económica nacional. En Roosevelt en la economía. En nuestros días, las di­
lugar de defender un sistema económico de mercado ferencias entre liberales y conservadores en Estados
completamente libre, aceptan la conveniencia de un Unidos no son tan grandes como en los años 30 del
sistema de mercado parcialm ente libre. En nuestros pasado siglo. Por lo general, los conservadores prefie­
días, los partidarios del liberalismo económico re­ ren un intervencionismo estatal más limitado, menos
conocen que los Estados deben recaudar impuestos, gasto público y una mayor libertad de actuación para
regular la banca y los mercados de valores, promover el sector privado. Por añadidura, tienden a ponerse del
el crecimiento económico y proporcionar servicios lado del sector empresarial en las relaciones entre los
de bienestar social a la población, como educación, trabajadores y la dirección. En las últimas décadas,
seguro de desempleo y pensiones. Aunque muchos liberales y conservadores estadounidenses discrepan
defienden que el sector público y la intervención es­ también en valores tales como el aborto y la oración
tatal en la economía se m antengan dentro de unos matutina en la escuela. Los “conservadores culturales,”
estrictos límites, aprueban un grado de intervención relacionados a menudo con la derecha cristiana, son
gubernam ental en la economía mucho más alto que más propensos a adoptar posiciones pro-vida y pro­
los liberales clásicos en el pasado. oración que los liberales. Los conservadores, por lo
La interacción de los conceptos de liberalismo general, han gravitado hacia el Partido Republicano.
económico y de liberalismo político ha producido En muchos países, el término “liberalismo” también
diferentes corrientes de liberalismo en el mundo tiene dos significados muy similares a los empleados en
contemporáneo. Por ejemplo, en Estados Unidos el tér­ el contexto estadounidense. En gran parte del mundo,
mino “liberalismo” que se usa en el lenguaje cotidiano el prim er significado de liberalismo es el tradicional:
tiene un significado más restringido y específico que como orientación política general, el liberalismo apoya
el general que acabamos de describir. El liberalismo la libertad política y económica frente al autoritarismo
en Estados Unidos es una variante de la tradición li­ y el socialismo. En países en los que la democracia
beral que cabe denom inar “liberalismo del bienestar está naciendo o no se permite que nazca, el liberalis­
social” {social welfare liberalism). El liberalismo del mo suele entenderse en su significado originario, es
230 Política y ciencia política: Una introducción

decir, como un sistema de gobierno que garantiza tienden más a apoyar un Estado intervencionista que
los derechos fundam entales y las libertades básicas los conservadores estadounidenses. La noción de que
del individuo. "el gobierno que gobierna menos es el mejor gobierno”
La segunda acepción de liberalismo se aproxima un encaja fundamentalmente en el conservadurismo es­
poco al significado más específico que ha adquirido en la tadounidense; en cambio, los conservadores de otras
política estadounidense del siglo XX. Muchos políticos democracias del mundo, como la francesa, valoran
y partidos políticos que se califican de "liberales” en mucho un Estado fuerte. En definitiva, aunque m u­
Europa Occidental y otros lugares combinan un fuerte chos conservadores suscriban los principios liberales
apoyo al libre mercado con actitudes que promueven en la organización de la vida política y económica,
un grado limitado de intervención estatal para mejorar liberalismo y conservadurismo no son en absoluto
las condiciones generales de vida. Los liberales suelen conceptos intercambiables.
situarse en una posición intermedia del espectro
político, entre los partidos más conservadores (que 3. EL SOCIALISMO
ocupan la derecha) y los partidos socialdemócratas
(que predominan en la izquierda). Los orígenes de los movimientos socialistas del siglo
El conservadurismo también adquiere diferentes XX se remontan a la Europa decimonónica. El socia­
significados en función del contexto. En su significado lismo surgió como una reacción contra los excesos de
más literal, el conservadurismo significa resistencia a la industrialización y el libre mercado. A lo largo del
cualquier tipo de cambio, a menos que sea absolu­ siglo XIX, la Revolución Industrial inundó las ciudades
tamente necesario. Si ha de realizarse algún cambio y los campos de Gran Bretaña, Francia, Alemania y
para salvar el país o conservar determinados valores otros países de fábricas mugrientas y barrios misera­
esenciales, entonces éste debe ser gradual, en ningún bles. Durante la mayor parte del siglo, los gobiernos no
caso repentino o revolucionario. Por consiguiente, el hicieron casi nada por regular la jornada laboral, es­
térm ino "conservador” se puede aplicar literalmente a tablecer seguros de enfermedad o poner fin al trabajo
una persona que desea que las cosas se conserven tal infantil, de tal manera que los empresarios podían con­
y como están, independientemente de que el sistema tratar a sus empleados sin ningún tipo de cortapisas.
de gobierno sea una monarquía, una dictadura co­ Como la asistencia sanitaria y el seguro de desempleo
m unista o una democracia floreciente. Para Edm und no existían o eran muy restringidos, la inmensa mayo­
Burke (1729-1797), considerado el padre fundador del ría de los trabajadores, faltos de oportunidades educa­
pensamiento conservador británico, el orden consti­ tivas básicas, encaraban un futuro sin esperanza, con
tucional de la monarquía, el parlamento y la iglesia pocas probabilidades de prosperar. Los campesinos
habían demostrado su legitimidad en Gran Bretaña a que poseían poca o ninguna tierra trabajaban para sus
lo largo de los siglos. Desde su punto de vista, el saber terratenientes en circunstancias igualmente precarias.
acumulado de la tradición no se debía abandonar de Estas condiciones provocaron varias corrientes de
forma precipitada por el empuje fortuito y arrollador ideología socialista. En la primera mitad del siglo XIX,
de la Revolución Francesa algunos pensadores socialistas concibieron elabora­
En la actualidad, los dirigentes conservadores de dos planes para sustituir el sistema de libre mercado
las democracias establecidas no ponen en cuestión (el capitalismo) por un sistema económico totalmente
los principios, las instituciones y los procedimientos diferente en el que los trabajadores, o el pueblo en
democráticos. Entre este grupo de demócratas conser­ general, poseyeran colectivamente las fábricas, las
vadores podemos encontrar similitudes genéricas, así granjas, las minas y otras empresas productivas. La
como también diferencias apreciables. El Presidente de propiedad común de la economía (o comunismo) sus­
Estados Unidos George Bush, los ex-primeros m inis­ tituiría, por tanto, a la propiedad privada. Mientras los
tros de Reino Unido M argaret Thatcher y John Major, esquemas propuestos por estos pensadores diferían
la Canciller de Alemania Angela Merkel, el Presidente en los detalles, coincidían en un punto esencial: el
de Francia Jacques Chirac, y el Prim er M inistro de Ja­ capitalismo era un sistema económico inestable y ex­
pón Junichiro Koizumi son todos líderes democráticos plotador que tenía que ser sustituido por una sociedad
considerados conservadores. Por regla general, todos más humana, basada en los valores de la igualdad y la
ellos han dado prioridad máxima al libre mercado. comunidad. Estos pensadores llegaron a ser conocidos
Sin embargo, los conservadores japoneses y europeos como "socialistas utópicos", término que se deriva
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 231

de la descripción de Tomás Moro (1478-1535) de una Hegel m antenía que la historia hum ana tiene un
sociedad ideal en su libro Utopía, publicado en 1516. propósito y una dirección identificables. Afirmaba
Sin embargo, la mayoría de los intentos de establecer que la progresión de la historia en el largo plazo se
comunidades socialistas de acuerdo con este ideario mueve conforme a un proceso denominado “dialécti­
fracasaron en Europa. En algunos casos, sus defen­ ca”. Para Hegel la dialéctica significa que la historia
sores viajaron a Estados Unidos y crearon sociedades avanza por medio de choques recurrentes entre fuer­
utópicas en Texas, Indiana, Nueva Jersey y otros Es­ zas opuestas. Creencias religiosas, ideas filosóficas y
tados federados. Gran parte de estos experimentos formas de expresión artística: durante miles de años,
también tuvieron una vida corta. estos y otros elementos han estado siempre y en todas
Karl Marx (1818-1883), muy influido por los socia­ partes enfrentados. El progreso de la hum anidad
listas utópicos, desarrolló en el transcurso de su larga desde una época histórica hasta la siguiente siempre
carrera como ideólogo un sistema de pensamiento implica conflicto. Hegel aplicó a estos choques cons­
mucho más sofisticado que incorporaba elementos de tantes el térm ino “contradicciones”.
filosofía, historia, economía, sociología y teoría políti­ Hegel creía, además, que estas contradicciones
ca. Marx se convirtió en la principal fuente intelectual surgían debido a que casi todo ente o proceso crea
del socialismo del siglo XX. Aunque sus complejas su propio opuesto. “La contradicción es la raíz y el
ideas han sido interpretadas de formas diferentes por movimiento de toda la vida”, escribió. Sostenía tam ­
sus contemporáneos y las siguientes generaciones, el bién que la hum anidad alcanzaría finalmente una
propio Marx com partía con los socialistas utópicos síntesis final, un estado de perfección, más allá del
la noción básica de que el capitalismo albergaba en cual no habría ya conflictos. Según Hegel, este ca­
su seno la semilla de su destrucción y tenía que ser mino tortuoso, pero inexorable de la dialéctica hacia
remplazado por la propiedad común gestionada por la perfección hum ana era guiado en últim a instancia
los trabajadores. por Dios.
Así, de acuerdo con su significado original deci­ Marx se sintió cautivado por la visión de Hegel
monónico, el socialism o es un sistema económico del proceso dialéctico de la historia. Pero, como era
y político que aspira a abolir la empresa privada (el ateo, Marx no podía aceptar el supuesto de Hegel
capitalismo), remplazándola por una forma de propie­ de que Dios presidía el proceso dialéctico. Hegel era
dad común de las fábricas, granjas y otras empresas un filósofo “idealista” en el sentido de que creía en
productivas. La mayoría de los teóricos del siglo XIX, fuerzas espirituales o “ideales” como la deidad; Marx,
incluido Marx, no establecieron una clara distinción en cambio, un filósofo “m aterialista”, puesto que re­
entre los términos “socialismo” y “comunismo”; solían chazaba las esencias espirituales y entendía que éstas
usarlos de forma intercambiable. eran meros derivados de las estructuras materiales.

3.1. El m arxismo La economía y el conflicto de clases como motor de


la historia
Resumir el pensamiento de Marx no es tarea fácil. Los
siguientes apartados ofrecerán algunos de los puntos Ya en sus primeros manuscritos, Marx identificó los
esenciales del marxismo, sin subestimar su compleji­ factores económicos como los fundamentos materiales
dad, ambigüedad y sus incoherencias internas. de la acción humana. Para Marx, la propiedad priva­
da representaba la prim era causa de la alienación, es
La historia tiene un sentido decir, la condición en la que vive quien no es dueño de
sí mismo. Argüyó que mientras existiera la propiedad
Marx nació en 1818 en la ciudad alem ana de Tréveris privada, los trabajadores seguirían implicándose en
(entonces Prusia Occidental). Tras estudiar derecho la producción de unos objetos que no les pertenecían.
en la Universidad de Bonn entre 1835 y 1836, se tras­ Sus empleadores vendían estas mercancías y se embol­
ladó a Berlín y se sintió atraído por las ideas de una saban las ganancias, remunerando a los trabajadores
de las figuras más influyentes de la filosofía moder­ con salarios de subsistencia. Los trabajadores estaban,
na, Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831). Marx pues, “alienados" de los verdaderos productos de su
sentía una curiosidad particular por la filosofía de la trabajo. La única manera de salir de esta penosa con­
historia de este autor alemán. dición, proclamaba Marx, era el comunismo.
232 Política y ciencia política: Una introducción

Durante los siguientes años, Marx depuró su noción crearía la clase que posteriormente la destruiría. Al
central según la cual las principales fuerzas motrices construir fábricas, los capitalistas forjaban efectiva­
de la sociedad y la política son de naturaleza económi­ mente la clase trabajadora. Por lo tanto, "la burguesía
ca. A su esfuerzo se unió Friedrich Engels (1820-1895), produce, sobre todo, a sus propios enterradores”, es­
hijo de un rico industrial alemán que se hizo socialista cribía Marx.
en su juventud. Entre ambos escribieron, a petición Marx estaba convencido de que, con el tiempo,
de un grupo de comunistas alemanes. El manifiesto cuando m adurara el capitalismo industrial, las
comunista, publicado en 1848. En esta y otras obras contradicciones inherentes entre la burguesía y el
posteriores, Marx desarrolló dos ideas centrales que proletariado se intensificarían de forma inevitable.
definen el materialismo histórico. Los ricos se harían más ricos, y los pobres, más po­
La primera de ellas establece que las relaciones bres. Los capitalistas más competentes expulsarían
económicas condicionan todo lo que sucede en los del mercado a sus competidores, un proceso que
asuntos humanos, incluyendo el tipo de gobierno de Marx llamaba "monopolización”. En consecuencia,
un país, así como sus creencias y convenciones socia­ el tam año de la burguesía dism inuiría y la riqueza
les predominantes. Para Marx, la economía determina de la sociedad se concentraría en muy pocas manos.
la política. En lo esencial, quien controla la economía La clase media, compuesta de pequeños propietarios
de una nación controla también su sistema político, independientes —titulares de pequeños comercios,
incluidas todas las instituciones estatales así como artesanos, pequeños agricultores, etc.— sería también
las actitudes políticas y las pautas de comportamiento víctima de la implacable competencia capitalista. La
social. Así pues, el Estado es siempre manipulado por clase media, derrotada por la agresividad de la em­
quienes poseen el poder económico. presa a gran escala, desaparecería progresivamente
La segunda idea central del concepto de m ate­ y se incorporaría a la clase trabajadora. Cuando el
rialismo histórico de Marx es el conflicto de clases. número de proletarios desbordara la capacidad del
Marx m antenía que allí donde hay propiedad priva­ sistema capitalista para emplearlos, los desempleados
da de "los medios de producción” (fábricas, tierra, crearían un vasto "ejército de reserva del proletariado”:
tecnología y fuerza de trabajo hum ana) surgen clases el Lumpenproletarit, el "proletariado en harapos”.
sociales. En condiciones de propiedad privada, las Entretanto, la elite capitalista utilizaría su control
relaciones entre las principales clases sociales son del Estado para reforzar su dominio sobre el proleta­
siempre antagónicas, según Marx. "Hasta ahora, la riado. Marx concebía el Estado como un instrum ento
historia de la sociedad” escribe en El manifiesto co­ de la dominación de clase. "El poder político”, escribió
munista, "es la historia de las luchas de clases”: entre en El manifiesto, "es sencillamente el poder organizado
amos y esclavos en el m undo antiguo, entre señores de una clase p ara oprim ir a otra”. En las sociedades
y siervos en el mundo medieval dominado por el capitalistas, "el gobierno no es otra cosa que un co­
modo de producción agrícola, y entre capitalistas y mité que maneja los asuntos de la burguesía”. Desde
trabajadores en la Europa del siglo XIX, en la que el punto de vista de Marx, la democracia electoral en
el capitalismo industrial representaba el modo de las sociedades capitalistas no constituía más que un
producción dominante. engaño para la clase trabajadora; simplemente, una
Marx usaba el térm ino burguesía para referirse a "democracia burguesa” minuciosamente m anipulada
la clase capitalista en los países en vías de industria­ por la clase capitalista en su propio beneficio. En opi­
lización. Esta clase reunía a los empresarios propie­ nión de Marx, las asambleas legislativas, los partidos
tarios de fábricas y otras empresas productivas, junto políticos, los políticos, todos apoyaban a los grandes
a otros empresarios privados que se beneficiaban de industriales. Gran Bretaña, donde Marx vivió desde
proporcionar sus servicios en una economía de libre 1849 hasta que murió en 1883, le impresionó como
empresa: banqueros, abogados, contables, etc. Marx ejemplo ilustrativo de cómo un sistema parlam enta­
empleaba el térm ino proletariado para referirse a la rio podía ser dominado por los capitalistas.
clase industrial trabajadora formada principalmente Allí donde el capitalismo se hubiera desarrollado
por obreros industriales. Creía que estas dos clases plenamente, afirm aba Marx, el proletariado llegaría a
estaban destinadas a chocar como chocaban los tér­ estar compuesto por la inmensa mayoría de la pobla­
minos de las contradicciones de la filosofía hegelia­ ción, de tal manera que sólo cerca del 10 por ciento
na. Cumpliendo las leyes de la dialéctica, la burguesía de ésta term inaría siendo propietaria de empresas o
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 233

negocios privados. En estas circunstancias, el prole­ com unista podría seguir existiendo una “adm inistra­
tariado sobrepasaría numéricam ente de forma con­ ción” que se ocupara de los servicios básicos, el Estado
siderable a los capitalistas, abriendo paso inexorable­ ya no sería un instrum ento de dominación de clase.
mente al momento de la revolución y el socialismo. Ya no tendría poder político real. Al abolir la propie­
dad privada, la victoriosa clase trabajadora acabaría
La revolución socialista con el conflicto de clases, y al superar el conflicto de
clases, que es la fuerza impulsora de la política, aca­
En El manifiesto, Marx y Engels consideraban que baría con la política en sí. En otras palabras, bajo el
la burguesía capitalista estaba destinada a ser de­ comunismo, la propiedad privada, las clases sociales,
rrotada por la revolución de la clase trabajadora. el conflicto, el Estado, el poder político e incluso la
Reducida a una pequeña minoría de la población, la política en sí desaparecerían.
clase burguesa sería incapaz de contener el creciente Simultáneamente a la desaparición de la política
resentimiento del proletariado. Éste, imbuido de una en la sociedad comunista, las condiciones económicas
“conciencia de clase” cada vez mayor, emprendería “la mejorarían notablemente. Marx y Engels profetizaron
destrucción forzosa de todas las condiciones sociales que la gran masa de la población respondería a su
existentes” en un arranque revolucionario espontáneo. libertad recién adquirida con un arranque de crea­
Así, a través del choque dialéctico entre la burguesía tividad y energía productiva. Aunque todos tendrían
y el proletariado, la humanidad se elevaría al plano que trabajar, lo harían para toda la sociedad, no para
histórico superior del comunismo. los codiciosos capitalistas. El resultado sería una su­
Una vez en el poder, según la predicción de Marx y perabundancia de bienes socialmente útiles de la que
Engels, la clase trabajadora desm antelaría el sistema todos se beneficiarían. Así, Marx y Engels describían
capitalista por completo. La propiedad privada de los la sociedad comunista como una utopía idílica. En
medios de producción sería abolida para siempre, y términos hegelianos, el comunismo representaba la
los “expropiadores” capitalistas serían expropiados. predicción de Marx para la última fase de la dialéctica
Los trabajadores se apropiarían de las fábricas, las de la historia humana. Más allá de algunas generaliza­
granjas y otras empresas productivas, reorganizando ciones sobre una sociedad sin Estado y sin clases, sin
la vida económica en beneficio del pueblo. Con la di­ embargo, los dos padres fundadores de la ideología so­
solución de la propiedad privada y su transformación cialista moderna no especificaron cómo funcionaría el
en “propiedad de todos los miembros de la sociedad”, comunismo. No dejaron indicaciones concretas sobre
todas las distinciones de clase dejarían de existir, de cómo se organizaría la economía socialista. Tampoco
tal m anera que la explotación económica de una clase diesñaron unas instituciones políticas comunistas, ya
por parte de otra ya no sería posible. El proletariado que no existiría la política. Ingenuamente suponían
evitaría escrupulosamente convertirse en una nueva que, en ausencia de conflictos de clase, las personas
clase dominante, por lo que el comunismo haría rea­ encontrarían modos armónicos y pacíficos de manejar
lidad una verdadera sociedad sin clases. sus asuntos comunes y resolver sus problemas.
Y lo que es más im portante aún, Marx y Engels
afirm aban que la abolición de la propiedad privada El socialismo científico
debía tener lugar simultáneamente a la abolición
del Estado burgués. De hecho, la toma del poder del En El manifiesto, Marx y Engels proclam aron que la
Estado sería la prim era tarea de los revolucionarios. destrucción del capitalismo y la victoria del proleta­
Una vez que hubieran controlado las principales riado eran inevitables. Para Marx, la indefectibilidad
instituciones del gobierno, el proletariado utilizaría del socialismo se debía a las leyes inmutables de la
su control del Estado para arrebatar todo el poder historia, cuyos secretos él creía haber descubierto.
económico a la burguesía. Para lograrlo, los traba­ Igual que Charles Darwin había descubierto las leyes
jadores tendrían que establecer una “dictadura del de la evolución biológica, Marx sostenía que él había
proletariado” provisional. descubierto las leyes que gobiernan la evolución so­
En realidad, cuando los capitalistas fueran des­ cial de la humanidad. Por este motivo, Marx insistió
pojados de su poder económico, el gobierno en sí mucho en que sus teorías del materialismo histórico
dejaría de existir como institución política. El Estado eran “científicas”. Así concebida, la historia era la
sencillamente se extinguiría. Si bien en la sociedad fuente de la legitimidad del comunismo.
234 Política y ciencia política: Una introducción

TABLA 13.1
F a se s d e l d e s a r r o llo h is ló r ie o s e g ú n M arx v K ngels

M odo de p ropiedad de los M odo de p roducción


Fase m ed io s de prod ucción dom inante C onflicto de cla ses
1. Comunismo primitivo Familiar/uso tribal de la Agricultura comunal de Ninguno
tierra subsistencia
2. Esclavitud (Antigüedad) Propiedad comunal-estatal, Agricultura e industria Amos frente a esclavos
algo de propiedad privada comunal-estatal
3. Feudalismo Propiedad de la tierra estatal- Agricultura feudal Aristocracia feudal frente
(Europa medieval) feudal, industria y comer­ a siervos y burguesía
cio privado emergente emergente
Modo de producción asiático Propiedad comunal-estatal Proyectos dirigidos y Ninguno
gestionados por el Estado
4. Capitalismo (Europa del siglo Propiedad privada Capitalismo industrial Burguesía frente a
XIX y Estados Unidos) proletariado
5. Comunismo Propiedad comunal Industria y agricultura Ninguno
comunal

Según Marx, todo el curso del desarrollo histórico tenía la "conciencia de clase” necesaria para crear
de la humanidad, desde las sociedades preindustria- una sociedad socialista estable y duradera.
les más primitivas a la últim a fase del comunismo, La cuestión de si las sociedades predominantemente
se regía por las leyes del determinismo económico. agrícolas eran capaces de experimentar una revolución
Es más, estas leyes eran inmutables; nadie podía socialista fue controvertida. Rusia, por ejemplo, estaba
cam biarlas o eludirlas. En este sentido, Marx esbozó comenzando a industrializarse a finales del siglo XIX.
las cinco fases del desarrollo de la historia hum ana La inmensa mayoría de la población estaba formada
que m uestra la Tabla 13.L Cada fase se definía por por campesinos pobres, y la incipiente burguesía capi­
el modo de producción económico prevaleciente. Allí talista aún no se había erigido como clase dominante.
donde existía la propiedad privada de los medios de Cuando los socialistas rusos preguntaron a Marx y
producción, inevitable e ineludiblemente surgía el Engels si podía producirse la revolución en Rusia sobre
conflicto de clases. la base de las comunidades socialistas rurales, éstos
Marx no creía que toda la hum anidad tenía que adm itieron que sí era posible la revuelta revoluciona­
experimentar simultáneamente estas fases sucesivas. ria en la Rusia preindustrial, pero les com unicaron
La m archa del socialismo se produciría oportuna y que la sociedad socialista perduraría en Rusia sólo si
específicamente en cada país, y a diferentes ritmos se establecía también el socialismo en los países ca­
en función de las condiciones locales. Como Gran pitalistas más avanzados de Europa. Desde su punto
Bretaña, Francia y Alemania eran las economías ca­ de vista, un socialismo basado en el campesinado no
pitalistas más avanzadas de la Europa de su tiempo, podía tener éxito por sí mismo; necesitaría la ayuda
Marx creía que la revolución socialista se produciría de otros países socialistas avanzados industrialm ente
prim ero en estos países. para sobrevivir.
Tanto Marx como Engels concebían el capitalismo Como se sabe, estas predicciones no se cumplie­
industrial, por regla general, como una precondición ron. En realidad, las revoluciones proletarias que
necesaria de la construcción de una sociedad so­ previeron Marx y Engels como inminentes en Gran
cialista estable en el largo plazo. No creían que las Bretaña, Francia y Alemania en la década de 1840
sociedades predominantemente agrícolas estuvieran nunca tuvieron lugar. Por el contrario, las únicas revo­
m aduras para el desarrollo socialista, y descartaban luciones com unistas que realmente han ocurrido se
a los campesinos como agentes de la revolución por desarrollaron en el siglo XX y en países bien distintos
su incapacidad para organizar una verdadera revo­ a los predichos por Marx. Es una ironía que triunfa­
lución socialista. Sólo la clase trabajadora industrial ran precisamente en aquellos países en los cuales el
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 235

industrialismo y el capitalismo estaban poco desarro­ El creador principal del partido fue Vladimir Ilyich
llados, mientras que la burguesía moderna era débil Lenin (1870-1924). Aplicado estudioso de los escritos
o no existía. Países como Rusia, China y Cuba eran de Marx desde su adolescencia, Lenin estampó su
sociedades predominantemente agrícolas cuando los propia huella en la tradición m arxista adaptando las
comunistas llegaron al poder. ideas centrales de Marx a las condiciones específicas
Lo que llegó a conocerse como el comunismo de es­ de Rusia. Mientras afirm aba que el marxismo no era
tilo soviético (o marxismo-leninismo), que triunfó en un dogma inalterable, sino una doctrina flexible que
esos países, constituía simplemente una adaptación se podía aplicar de formas diferentes, Lenin conservó
del legado de Marx a contextos locales bien distintos. la hostilidad de Marx hacia el capitalismo y su com­
En la práctica, las sociedades capitalistas avanzadas promiso con la revolución socialista, pero abandonó,
de Europa Occidental, las prim eras que albergarían reinterpretó o ajustó otros aspectos de la ideología del
la revolución según las “leyes” de Marx, no sólo no ex­ pensador alemán para adaptarla a la realidad rusa de
perim entaron en momento alguno dicha revolución los albores del siglo XX.
comunista, sino que han dado lugar a movimientos La contribución m ás im portante y singular de
políticos que, escindidos de los partidos comunistas y Lenin a la teoría m arxista, tal y como se expone
sus fines revolucionarios, han combinado las institu­ en su obra Qué hacer (1902), fue la idea de que la
ciones típicas de la democracia liberal y burguesa (la clase trabajadora industrial en la Rusia y la E uro­
representación, el parlamentarismo) con un sistema pa m odernas no era capaz de hacer por sí sola la
de economía mixta, que concede un papel central revolución de m asas espontánea: un partido de
al Estado como gestor y redistribuidor de la riqueza revolucionarios profesionales debía guiarla hacia
nacional a favor de las clases trabajadoras. La social­ el socialismo. La experiencia había dem ostrado
democracia, como la definió Adam Przeworski en su que, en lugar de arriesgarse a hacer una revolución
ensayo Paper Stones (1986) (Piedras de papel), surge potencialmente desastrosa, la mayoría de los trab a­
cuando la clase trabajadora observa que su fuerza jadores se conform aba con crear sindicatos y lograr
numérica expresada en votos es más eficaz que la acuerdos negociados con sus patronos capitalistas.
resistencia violenta y, en consecuencia, suscribe la Pero el sindicalismo, afirm aba Lenin, equivalía a
democracia electoral. aceptar el capitalismo; sólo la destrucción completa
del capitalismo podía liberar a los trabajadores de la
3.2. El com unism o de estilo soviético explotación. Si los trabajadores no destruían el capi­
talism o por sí solos, habría que form ar un “partido
El comunismo triunfó en Rusia en 1917 en circuns­ de un nuevo tipo” que se ocupara de organizar y ha­
tancias muy diferentes de las previstas por Marx y cer la revolución violenta en el prim er momento de
Engels. Como acabamos de ver, estos autores creían debilidad que tuviera la clase dirigente capitalista.
que un capitalismo industrial avanzado, compuesto Este partido sería la “vanguardia del proletariado” y
por una gran clase trabajadora mayoritaria, de­ actuaría como su “instrum ento organizativo”.
term inaba el éxito de la revolución socialista. Sin Para los dirigentes rusos, el momento oportuno
embargo, en 1917 Rusia seguía siendo una sociedad de debilidad se produjo durante las crisis de la Pri­
predominantemente agrícola. Marx había descrito la mera Guerra Mundial. Con escasa resistencia, los
revolución como un levantamiento espontáneo de las bolcheviques de Lenin, organizados en una pequeña
masas, y no como una conspiración organizada y en­ milicia, tom aron los edificios oficiales que habían
cabezada por un puñado de líderes revolucionarios. sido abandonados por un gobierno im popular en
Sin embargo, el comunismo llegó a Rusia de la mano noviembre de 1917. Tras una durísim a guerra civil
de un golpe de Estado convenientemente planeado, entre bolcheviques y zaristas que duró hasta 1921, los
ideado por un partido político muy centralizado —los bolcheviques vencieron a sus adversarios. Desde ese
bolcheviques— y apoyado por un gobierno extranjero momento, el Partido Comunista de Rusia monopolizó
—el alem án—, deseoso de debilitar el esfuerzo bélico el poder en lo que posteriormente llegó a conocerse
de la Rusia zarista en plena Prim era Guerra Mundial. como la Unión Soviética (o Unión Soviética, Unión de
Fue este partido, que pronto se daría a conocer como Repúblicas Socialistas Soviéticas).
el Partido Comunista, el que ha definido la esencia La supremacía del Partido Comunista se convirtió
del comunismo de estilo soviético. en el eje central del leninism o. Es el partido el que
236 Política y ciencia política: Una introducción

dirige la revolución; es el partido el que gobierna el com unismo del siglo XX, plasm ado en la dictadura
país, una vez que la revolución ha eliminado a sus de los partidos com unistas, hundía sus raíces en la
enemigos. La definición de Lenin de "dictadura del ideología del marxismo-leninismo.
proletariado” difería sustantivamente de la concepción
de Marx del gobierno provisional de los trabajadores. 3.3. La socialdem ocracia
"La dictadura del proletariado”, afirm aba Lenin, "es la
dictadura del partido”. Lejos de ser un fenómeno pro­ Si el socialismo fue el prim er heredero del legado de
visional, el Partido Comunista de la Unión Soviética Marx, el segundo fue la socialdemocracia. Uno de los
(PCUS) ejerció el poder dictatorial hasta diciembre primeros incubadores de la tradición socialdemócrata
de 1991, cuando tras el fallido intento de golpe de Es­ ha sido el Partido Socialdemócrata de Alemania (co­
tado contra el Secretario General del PCUS, el refor­ nocido por sus iniciales en alemán SPD). Fundado en
mista Mijail Gorbachov, el presidente de la principal 1875, su columna vertebral fue la clase trabajadora
República Soviética (Rusia), Boris Yeltsin, proclamó alemana, formada principalmente por trabajadores
la disolución de la Unión Soviética. Durante su per­ manuales. Privados de poder político y económico
manencia en el poder, el PCUS utilizó todos los meca­ bajo el régimen autoritario del Emperador (o Kaiser),
nismos coercitivos a su disposición para imponer su los trabajadores alemanes contaron con el SPD para
voluntad, incluyendo el asesinato, las masacres y las poder participar en los asuntos del gobierno. El voto
deportaciones masivas. Joseph Stalin (1878-1953), que se convirtió en su principal arm a política. Salvo en al­
sucedió a Lenin tras luchar por el poder dentro de la gunas ocasiones críticas, como la llamada revolución
jerarquía del partido, encarceló a millones de perso­ "espartaquista” de 1919, liderada por Rosa Luxembur­
nas en campos de concentración, ejecutó a todos sus go (1871-1919) y Karl Liebknecht (1871-1919) aprove­
potenciales enemigos, incluido el núcleo de la elite chando la derrota de Alemania en la Primera Guerra
de su propio partido, y aterrorizó durante décadas a Mundial, la mayoría de los trabajadores alemanes
trabajadores, campesinos e intelectuales mediante el rechazaron el camino de la revolución, contradiciendo
uso constante de la violencia. en lo fundamental las predicciones de Marx de la in­
Otra desviación importante de los principios de Marx evitable sublevación espontánea del proletariado.
consistió en que los dirigentes soviéticos erigieron un Uno de los líderes del SPD, Eduard Bernstein
Estado poderoso para apuntalíir su dominación. Este (1850-1932), esbozó con claridad m eridiana las im ­
enorme aparato de gobierno, en el que partido y Esta­ plicaciones de esta contradicción entre la teoría de
do se confundían, también planificaba y se encargaba Marx y la realidad de la clase trabajadora. Su libro
de prácticam ente toda la actividad económica de la Socialismo democrático, publicado en 1898, recogía
Unión Soviética, presidiendo una economía planifi­ la postura revisionista del marxismo y se convirtió
cada centralmente. pronto en la obra de referencia del pensamiento social­
Pese a la retórica oficial com unista, en ningún demócrata. El libro ofrecía una minuciosa refutación
momento de su historia se aproximó la Unión So­ de los principios del pensamiento de Marx. Bernstein
viética a la utopía igualitaria sin Estado que Marx afirm aba que la destrucción del capitalismo y el es­
había concebido como comunismo. Lo mismo se tablecimiento de la sociedad com unista sin clases no
puede decir de otros países com unistas que sur­ eran, en modo alguno, históricamente inevitables. A
gieron después de la Unión Soviética. Entre ellos su juicio, Marx no había demostrado científicamente
destacan China, país donde el Partido Comunista la indefectibilidad del socialismo: simplemente había
tomó el poder en 1949 tras una larga guerra civil, planteado una serie de supuestos que no tenían que
Polonia, H ungría y otros Estados de Europa Central cumplirse necesariamente.
y Oriental, en los que la Unión Soviética impuso Para Bernstein, el principal objetivo del movimien­
el gobierno del partido com unista tras la Segunda to socialista no debía consistir en la organización de
G uerra Mundial; tam bién cabe citar Cuba —donde una revolución violenta, sino en el fomento de la de­
Fidel Castro adoptó, poco después de la revolución mocracia. Bernstein definió la democracia como "la
de 1959, el modelo m arxista-leninista como forma ausencia del gobierno de clase” y defendió el sufragio
de organización del Estado—, así como Corea del universal, la representación proporcional, la igualdad
Norte y Vietnam. Todos estos sistemas com unistas de derechos para todos los ciudadanos y el control
son herederos de Marx, pero tam bién de Lenin. El parlam entario del gobierno. Rechazó rotundam ente
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 237

tanto la dictadura m ilitar del Kaiser como la dicta­ 3.4. El socialism o en el Tercer Mundo
dura del proletariado de Marx. Y consideró que el
compromiso y la moderación constituían elementos Cuando exam inam os las ideas socialistas en los
indispensables del gobierno democrático. Por lo que países en vías de desarrollo, vemos que las varian­
concierne al socialismo, Bernstein lo concebía como tes del socialismo se multiplican. En Asia, África,
una “sociedad cooperativa” organizada en beneficio Oriente Medio y América Latina se han articulado
de toda la población y guiada de acuerdo con el prin­ varias formas de socialismo que, con el transcurso
cipio del gobierno mayoritario. de los años, se han adaptado a unas condiciones
El compromiso del SPD con la democracia política económicas y sociales que difieren bastante de las
se intensificó en las siguientes décadas. El partido fue que prevalecieron en Europa en los siglos XIX y XX.
un pilar del gobierno democrático de la República de En muchos casos, estas versiones del socialismo han
Weimar (1918-33), que sucumbió pronto a manos de surgido en países con escasa o ninguna industria­
Hitler y los nazis. Tras la Segunda Guerra Mundial, el lización, donde el proletariado en sentido europeo
restablecido SPD se convirtió en uno de los partidos no existía o era poco numeroso. No sorprende que
principales de Alemania Occidental posición que ha algunos de los teóricos y dirigentes políticos socia­
mantenido tras la unificación alemana. En el Congreso listas más creativos de la parte del mundo menos
de Bad Godesberg (1959), el SPD dio un giro ideológico avanzado económicamente no hayan fundam entado
importante al abandonar los supuestos m arxistas que sus ideas en el marxismo. Antes al contrario, han
establecían, por ejemplo, la socialización de los m e­ recurrido a las tradiciones y circunstancias locales
dios de producción, y al aceptar la libre empresa y el en busca de u na referencia adecuada p ara su propio
mercado como mecanismos básicos de la producción enfoque socialista de pensam iento y acción.
económica. A p artir de entonces, el SPD se compro­ Uno de los socialistas más influyentes del Tercer
metía a promover los intereses de la clase trabajadora y Mundo ha sido Julius K. Nyerere (1922-1999), el
otros grupos sociales en el marco del sistema capitalis­ principal teórico de lo que ha venido en llamarse
ta, siempre mediante procedimientos democráticos. “socialismo africano”. Nyerere, cristiano oriundo de
Posteriormente, otros partidos socialistas en Tanzania, cursó sus estudios en Gran Bretaña. Re­
Europa Occidental em prenderían una evolución chazó la noción de Marx de la lucha de clases e ideó
histórica bastante sim ilar en cuanto a la renuncia una formulación tanzana del socialismo arraigada
oficial al m arxism o y a la lucha de clases, y la acep­ en las antiguas costumbres tribales, que acentuaban
tación de la dem ocracia y el libre mercado. Entre la responsabilidad del individuo para con la co­
ellos cabe destacar el Partido Laborista en Reino m unidad y la responsabilidad de la com unidad de
Unido, el Partido Socialista en Francia y el Partido ocuparse del individuo. Partiendo de esta tradición,
Socialista Obrero Español (PSOE). Igual que el SPD, desarrolló el concepto de ujamaa o “pensamiento
en la actualidad la mayoría de los partidos socialde­ com unitario socialista”. Bajo el liderazgo de Nyerere
m ócratas de las dem ocracias industriales avanzadas como presidente de Tanzania durante más de 20
aceptan la em presa privada y la economía de m er­ años, el gobierno abolió la propiedad privada de
cado. Más concretamente, en el caso de España la la tierra e instituyó un sistema de propiedad ru ral
sustitución del m arxism o por la socialdemocracia, com unitaria, fomentando la “autosuficiencia” como
como conjunto de planteam ientos inspiradores de la objetivo económico principal del país. Varios E sta­
acción política del PSOE, fue propuesta por Felipe dos africanos se em barcaron en proyectos bastante
González en su condición de Secretario General parecidos en los años 60 y 70. Sin embargo, con el
de este partido durante la celebración del XVIII tiempo, la realidad económica de algunos de estos
Congreso Federal, en mayo de 1979. Desestimada países, entre ellos Tanzania, les obligó a restringir o
inicialmente su propuesta, retiró su candidatura a abandonar los ambiciosos fines de la autosuficiencia
la Secretaría General forzando la celebración de un agrícola y la plena igualdad económica.
congreso extraordinario del partido. Éste tuvo lugar Otro referente de conceptos socialistas no m ar­
en septiembre del mismo año y en él se acordó la re ­ xistas ha sido Oriente Medio. La revolución encabe­
elección de Felipe González como Secretario General zada por el Coronel Gamel Abdel Nasser (1918-1970)
y el abandono definitivo de las tesis m arxistas como destituyó al rey de Egipto en 1952 e instituyó un
program a máximo de gobierno de dicho partido. nuevo régimen dirigido principalmente por oficiales
238 Política y ciencia política: Una introducción

militares. Nasser elaboró una forma de "socialismo mantuvo hasta 1943, y en Alemania, donde Adolph
árabe” que ponía el énfasis en la dirección estatal de Hitler (1889-1945) y los nazis gobernaron entre 1933 y
la economía. Sus medidas se acom pañaron de esfuer­ 1945. En España, el partido fascista Falange Españo­
zos por anclar la ideología del socialismo árabe en las la, unificado con otras organizaciones políticas que
tradiciones religiosas del islam. En los años 60 y 70 se respaldaron el golpe de Estado contra la Segunda
elaboraron ideologías similares al socialismo árabe República en 1936, se convirtió en 1937 en el partido
en Siria, Irak y Libia. Como en el Egipto de Nasser, único de la dictadura franquista. Su influencia, decisi­
tendían a destacar la responsabilidad del Estado va en los primeros años del régimen, se fue diluyendo
para guiar la economía, a la vez que imponían férreos tras la derrota de Alemania e Italia en la Segunda Gue­
gobiernos autoritarios. Sin embargo, en las últimas rra Mundial. También en otros países, como Francia,
décadas la popularidad del socialismo en Oriente Hungría y Rumania, fraguaron movimientos fascistas
Medio se ha desvanecido progresivamente debido a en el período de entreguerras, pero no llegaron a mo­
las presiones para que estas economías se abran a las nopolizar el poder político como sus equivalentes en
fuerzas del mercado y, en parte, debido al colapso de la Italia, Alemania y España.
Unión Soviética, que era un aliado ocasional de varios En otros países han surgido movimientos e ideas de
Estados en la región. tipo fascista en nuestros días. El Partido Nazi en Es­
En América Latina los movimientos socialistas se tados Unidos, los grupos de cabezas rapadas neonazis
han asentado habitualmente sobre un fondo marxista. de Europa y los grupos de supremacía blanca, como el
Algunos han sido liderados por partidos comunistas partido sudafricano Afrikaner, son conocidos ejemplos
de orientación soviética; otros se han plasmado en de organizaciones neofascistas o cuasifascistas de la
alguna variante de revolución violenta, y otros han segunda mitad del siglo XX. Un populismo antide­
tenido una orientación socialdemócrata. Un ejemplo mocrático, reforzado con elementos xenófobos, que
de socialdemócrata radical es Salvador Allende (1908- tienen su caldo de cultivo en los efectos no deseados
1973), elegido Presidente de Chile en 1970. El Partido de la inmigración, constituyen hoy la base del discurso
Socialista de Allende estaba comprometido con la neonazi en Europa; un discurso que ha permeado,
democracia, pero también con la redistribución de la en mayor o menor medida, las intervenciones de los
riqueza nacional y con la nacionalización de las gran­ líderes del Frente Nacional (FN) en Francia, el Partido
des corporaciones privadas, incluidas las minas de co­ Liberal Austríaco (FPO), el Partido Nacional Democrá­
bre propiedad de empresas estadounidenses. Aunque tico Alemán (NPD), la Alianza Nacional (AN) en Italia,
Allende no era un comunista, el Partido Comunista el Partido Nacionalista Flamenco (Interés Flamenco)
de Chile formaba parte de su coalición de gobierno. en Bélgica o el Partido Nacional Británico (BNP) en
Molesto con las políticas económicas socialistas de Reino Unido.
Allende y sus amistosos gestos con la Unión Soviética En muchos casos, el fascismo es una respuesta a
y la Cuba de Castro, el gobierno de Nixon (1968-1974) una combinación específica de problemas que encaran
conspiró con los adversarios de Allende para derrocar­ ciertas sociedades en una coyuntura determinada de su
le. En 1973 el general Augusto Pinochet dio un golpe desarrollo histórico. Así, la derrota de Alemania en la
de Estado con la complicidad de la CIA y desalojó a la Primera Guerra Mundial y las sanciones que le impu­
coalición socialista. Allende fue asesinado en el golpe sieron los vencedores le hicieron sentirse humillada y
y la democracia chilena, sustituida por una dictadura traicionada, en un contexto de grave crisis económica.
militar durante 16 años. En otros casos, los movimientos neofascistas del m un­
do actual representan también respuestas extremas a
4. EL FASCISMO problemas económicos o sociales para los que muchos
no consideran válidas las soluciones democráticas.
Desde un punto de vista histórico, el fa sc ism o es La diversidad étnica y el desempleo de larga duración
fundamentalmente un fenómeno europeo que surgió representan problemas con frecuencia utilizados para
entre las dos guerras mundiales. Sus manifestaciones encender el resentimiento neofascista.
más características se han podido observar en Italia, Reducida a sus elementos básicos, la ideología fas­
donde el Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini cista tiene estos cuatro rasgos característicos: "hiper-
(1883-1945) accedió al gobierno en 1922, estableciendo nacionalismo”, racismo, totalitarísmo y movilización
en pocos años una dictadura de partido único que se de masas mediante la propaganda y la coerción. A buen
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 239

seguro, no todos los movimientos fascistas presentan caracterizaron especialmente el fascismo alemán de
estas cuatro características definitorias. Los rasgos Hitler. La falsa idea de que los alemanes pertenecían
que acabamos de enum erar forman un “tipo ideal" de a una “raza aria" de pura sangre constituía un prin­
fascismo, extraído principalmente de las experiencias cipio central de la doctrina nacionalsocialista o nazi.
de Italia y Alemania en el período de entreguerras. Ésta exaltaba a los alemanes como una raza de “su­
perhombres", lo cual implicaba denigrar las demás
4.L El ''hipernacionalismo’’ categorías raciales como “subhumanas" y controlar
de forma muy estrecha las actividades sexuales y re­
El fascismo está enraizado en una versión extrema del productivas de las mujeres de “raza aria".
nacionalismo que cabe denom inar “hipernacionalis­ El antisemitismo adquirió enormes proporciones en
mo". El nacionalismo presupone que los miembros de la ideología nazi. Después de la Primera Guerra Mun­
la propia nación deben actuar juntos para alcanzar dial, los propagandistas nazis utilizaron a los judíos
ciertos objetivos colectivos. En su variante fascista, la como chivos expiatorios de los males económicos y po­
nación se exalta como el valor político supremo. Esta líticos de Alemania, aun cuando constituyesen menos
concepción del nacionalismo es mucho más radical del uno por ciento de la población del país. A finales de
que el patriotismo, que significa am or al propio país. la década de 1930, los gobernantes nazis elaboraron
Para muchos fascistas, este reconocimiento de la pro­ una serie de leyes raciales para m arginar a los judíos
pia nación está vinculado al sentimiento de desprecio alemanes de la vida política, social y económica, pri­
e incluso odio hacia otros. vándolos de sus medios de vida. Durante la Segunda
La exaltación y la autoafirmación nacional tienen, Guerra Mundial, la determinación de Hitler y sus prin­
por tanto, máxima prioridad en la agenda política de cipales colaboradores de proceder a “la solución final
la mayoría de los movimientos fascistas. Mussolini del problema judío" en toda Europa condujo al Holo­
estaba dispuesto a crear un imperio italiano conquis­ causto, la aniquilación de cerca de 6 millones de judíos
tando Etiopía en 1936 y otros territorios durante la en Europa y la Unión Soviética y el atroz sufrimiento
Segunda Guerra Mundial. Hitler intentó dom inar de millones de judíos supervivientes. El antisemitismo
toda Europa y la Unión Soviética por medio de las es también un rasgo característico de otros muchos
arm as, con la intención expresa de crear un “nuevo movimientos fascistas y neofascistas, aunque no todos
Estado", el Tercer Reich. ellos han sido tan abierta y fanáticamente hostiles a
M ientras el nacionalismo radical caracteriza las los judíos como los nazis.
actitudes fascistas hacia el mundo exterior, la uni­ El antisemitismo no es, en absoluto, la única forma
dad nacional suele ser la máxima prioridad dentro de racismo de los movimientos fascistas o cuasifas-
del país. Para Mussolini, Hitler y otros fascistas, la cistas. Los nazis denunciaron a casi todos los grupos
división interna generaba debilidad externa: la de­ étnicos o raciales no explícitamente “arios". En fun­
mocracia era rechazada precisamente porque, según ción de las circunstancias locales, el racismo ha sido
los ideólogos fascistas, promovía la confrontación y también una característica definitoria de otros movi­
división nacionales. De acuerdo con estos postulados, mientos de tipo fascista en países que han propagado
el debate democrático y la disputa por el poder im ­ el odio, cuando no la violencia, contra inm igrantes e
plícita en las elecciones democráticas provocan que indigentes de grupos étnicos señalados. El odio a los
la nación esté inevitable y constantemente en guerra homosexuales, gitanos y discapacitados físicos y men­
consigo misma y que aumenten sus fisuras internas tales también formaba parte de la visión del mundo
debido al conflicto abierto entre las clases sociales, nazi, y todavía hoy constituye una seña definitoria de
las religiones o las regiones del país. La democracia, muchos movimientos neofascistas.
desde este punto de vista, favorece la debilidad nacio­
nal, una condición inaceptable para los fascistas. 4.3. El totalitarism o

4.2. El racismo La ideología fascista exige un Estado fuerte. La pa­


labra “fascismo" proviene originalmente del latín
Algunos movimientos fascistas y neofascistas han fasces, que en la antigua Roma era un símbolo for­
definido la nación principalmente en función de la mado por un haz de varas que sostenía en el centro
raza. Los conceptos de pureza y superioridad racial un hacha. Las fasces debían alzarse en las ocasiones
240 Política y ciencia política: Una introducción

ceremoniales como símbolo de la autoridad de los privada. Mussolini, Hitler y Franco permitieron que
cargos públicos. las empresas privadas hicieran negocios y obtuvieran
Una vez instalados en el poder tanto Hitler como beneficios, aunque esos negocios estaban sujetos a
M ussolini y Franco, intentaron establecer un pode­ toda suerte de regulaciones estatales. Para asegurarse
roso Estado totalitario, aunque con un éxito más que las empresas privadas, y en especial los grandes
bien relativo en el caso de Franco y no tan completo grupos industriales, operaban de acuerdo con las prio­
en el caso de Mussolini. El totalitarism o es una for­ ridades del gobierno, las autoridades fascistas crearon
m a excepcionalmente am plia de dictadura en la que instituciones estatales específicas a las que llamaron
el Estado monopoliza el control no sólo de todas las "corporaciones”. En ellas se reunían regularmente los
instituciones del gobierno, sino tam bién del sistema principales representantes de la comunidad empresa­
educativo, los medios de comunicación, la ciencia y rial con funcionarios del Estado para coordinar los
las artes, dejando poco espacio a la libertad privada. objetivos y las operaciones económicas. Los gobiernos
El Estado vigila de cerca a los jóvenes e incluso a las fascistas establecieron "corporaciones” similares que
religiones organizadas. Mussolini afirm ó de modo representaban a los trabajadores (en el caso de Espa­
term inante que "para el fascista, todo está dentro ña, conocidas como Sindicatos Verticales), después
del Estado y no existe nada hum ano o espiritual, no de suprim ir los sindicatos de afiliación libre y otras
digamos si tiene valor, fuera del Estado. En este sen­ organizaciones laborales. Las "corporaciones” que
tido, el fascismo es totalitario”. El politòlogo español representaban a los agricultores y otros sectores de la
Juan J. Linz (1975) define el totalitarism o a p artir de economía estaban organizadas de forma similar. Este
los siguientes rasgos: sistema de corporativismo de Estado estaba diseñado
de tal m anera que facilitara la supervisión del Estado
1. Existe un centro de poder monista, pero no monolí­ y de la economía y, en no pocos casos, la organización
tico; si existe pluralismo de instituciones o grupos, de una economía de guerra.
su legitimidad se deriva de ese centro y es principal­ La concepción fascista del totalitarismo, al menos
mente una creación política más que un producto su versión alem ana e italiana, se caracterizó también
de la dinámica de la sociedad preexistente. por el concepto de partido-Estado. El Estado y el par­
2. Prevalece una ideología exclusivista, autónoma y tido fascista constituían en la práctica una unidad.
más o menos elaborada intelectualmente, con la El lema de los fascistas italianos de "Todo dentro del
que se identifican el grupo o el líder dirigente y el Estado, nada fuera del estado, nada contra el Esta­
partido que sirve a sus intereses. Esta ideología do” significa, sobre todo, que el Estado y el Partido
establece unos márgenes de tolerancia muy estre­ Fascista Nacional eran lo mismo. El Estado dictato­
chos, más allá de los cuales se sitúa la heterodoxia, rial de Hitler y el Partido Nacionalsocialista estaban
que no queda sin sanción. La ideología trasciende imbricados el uno en el otro de forma más radical, si
un program a o definición particular de la acción cabe: los nazis monopolizaban todas las instituciones
política legítima, proporcionando, supuestamente, estatales y constituían un auténtico Estado dentro del
una interpretación global de la realidad social y un Estado con sus propios servicios de seguridad, unida­
sentido del propósito último de la historia. des arm adas, etc.
3. Se fomenta, se requiere y se recom pensa la m o­
vilización y participación ciudadana en tareas 4.4. La m ovilización de m asas a través de la
políticas y sociales colectivas, canalizadas por propaganda y la coerción
un partido único y por muchas organizaciones
secundarias dependientes de él. La obediencia Los regímenes autoritarios tradicionales, igual que
pasiva y la apatía, actitudes de las sociedades bajo las viejas m onarquías de Europa, China y Japón, no
regímenes autoritarios, no son bien vistas por los situaron entre sus prioridades cultivar su populari­
dictadores totalitarios. dad. Por el contrario, los partidos fascistas alemán e
italiano hicieron notables esfuerzos por granjearse el
Los fascistas han utilizado también mecanismos apoyo de la sociedad. Aunque rechazaron el objetivo
estatales para asegurarse el control de la economía. de la democracia, antes de ocupar el poder se aprove­
A diferencia de los comunistas y los socialdemócratas charon de las instituciones democráticas para dotar­
de esa época, que apoyaban la abolición de la empresa se de una amplia base de apoyo electoral. Mussolini
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 241

y Hitler eran oradores carismáticos cuyos discursos Los esfuerzos, tanto pacíficos como violentos, por
magnetizaban a millones de personas. Sus partidos movilizar a la población se intensificaron tras la con­
dem ostraron ser muy eficientes a la hora de organi­ quista del poder. Los fascismos de Italia y Alemania
zar desfiles, mítines y otros eventos mediáticos cuyo eran regímenes de movilización de masas, decididos
fin consistía en galvanizar a sus masas de seguidores. a obtener un amplio apoyo popular y a eliminar a la
Además, la naturaleza de su discurso era interclasis­ oposición. Ambos objetivos también son predicables
ta, lo cual los hacía aún más atractivos. Aunque los de la política del régim en de Franco durante su p ri­
movimientos fascistas alemán e italiano nacieron en m era década; sin embargo, en los años 50 perdieron
la década de 1920 con una pronunciada orientación fuerza, sobre todo el prim ero de ellos. Los regím e­
hacia la clase trabajadora, con el tiempo obtuvieron nes de Mussolini y Hitler organizaron cam pañas
el apoyo de los pequeños agricultores, de una num e­ perm anentes de propaganda destinadas a fomentar
rosa clase media e incluso de los estratos más ricos su popularidad, haciendo un llamamiento no sólo al
de la sociedad. Los nazis, por ejemplo, consiguieron orgullo nacional, sino también a los más bajos instin­
que el porcentaje de su electorado aum entara del 3 tos, prejuicios y ansias de venganza de las poblacio­
por ciento en 1928 hasta más del 37 por ciento en el nes italiana y alemana, respectivamente. Del mismo
verano de 1932, convirtiéndose entonces en el partido modo, diseñaron y lanzaron programas de creación de
más votado de Alemania. empleo, así como otros proyectos para mejorar el bien­
Además de emplear mecanismos democráticos para estar económico de amplios sectores de la población.
llegar al poder, los fascistas italianos y alemanes adop­ Y no dudaron en usar la violencia contra adversarios
taron de manera intencionada técnicas coercitivas en políticos reales o imaginarios, incluyendo una policía
su intento de construir y consolidar el apoyo popular. secreta, campos de concentración y el uso de la tortura
La exaltación de la violencia contra los adversarios po­ y la eliminación física como arm as intimidatorias.
líticos es otro elemento central de la ideología fascista. Algunos estudiosos sostienen que el fascismo ha
El Partido Fascista de Mussolini se definió explícita­ sido un fenómeno circunscrito a una época, concre­
mente a sí mismo como “milicia”. Desde sus primeros tamente la de la Europa de entreguerras. No obstante,
años creó “escuadras” (fasci) o matones uniformados es demasiado pronto para confinarlo a los anales de la
con camisa negra, que empleaban la amenaza y la fuer­ historia. Al menos, hipotéticamente, las ideas fascis­
za para impedir que sus rivales políticos accedieran al tas pueden encontrar apoyo popular allí donde otras
gobierno de los ayuntamientos. En octubre de 1922, formas de gobierno, incluida la democracia, no logren
decenas de miles de fascistas armados se agolparon en satisfacer las necesidades básicas de la población y
los alrededores de Roma. Para evitar una masacre, el resolver algunas de sus principales inquietudes, como
rey de Italia, actuando bajo la legalidad constitucional pueden ser el mantenimiento de la seguridad ciudada­
para designar al jefe del gobierno, nombró a Mussolini na o la preservación de una identidad nacional.
prim er ministro del país. Al día siguiente, la milicia
fascista organizó un desfile para celebrar la victoria 5. EL FEMINISMO'
en las calles de la capital, un evento conocido como la
“marcha sobre Roma”. También los nazis emplearon la El impacto del fe m in ism o en las sociedades democrá­
violencia en su ascenso al poder. Hitler organizó una ticas contemporáneas ha sido muy importante. Mu­
milicia uniform ada con camisas pardas a las que de­ chas de las libertades, los derechos y las políticas que
nominó Secciones de Asalto (SA). En 1932, en vísperas hoy damos por descontado en las sociedades democrá­
de la llegada de los nazis al poder, las SA contaban ya ticas occidentales (la posibilidad de que las mujeres
con más de 400.000 soldados. La combinación de un estudien, tengan una carrera profesional, puedan
amplio apoyo electoral, la debilidad de la oposición y controlar su propia fecundidad o tengan derecho a vo­
la enorme capacidad coactiva de los nazis en las calles tar y a presentarse como candidatas en las elecciones)
hizo que, a pesar de su programa abiertamente anti­ han sido el resultado de la lucha de grupos de mujeres
democrático, en enero de 1933 el Presidente alemán, organizadas en torno a las ideas del feminismo.
el Mariscal Hindenburg, nombrara a Hitler canciller.
Este ascenso “legal” al principal poder del Estado otor­ ^ E sta sección ha sido redactada por Antonia M aría Ruiz
Jiménez. La autora agradece los com entarios, las críticas
gó al partido nazi y sus líderes una base de legitimidad y correcciones sugeridas por Paloma Aguilar, Elisa Chuliá,
aún más amplia. Miguel Herrero y José L Torreblanca.
242 Política y ciencia política: Una introducción

En este apartado nos centramos en el feminismo Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana
que se ha desarrollado en las democracias occiden­ (1791) el falso universalismo de los términos "hombre”
tales, por ser nuestro referente más cercano. Cabe y "ciudadano”. La segunda, por su parte, formuló una
señalar, no obstante, que existen otros feminismos crítica de los filósofos ilustrados —Rousseau especial­
con características diferentes en otras culturas. Así, mente— por concebir a la mujer como un ser artificial,
el conocido como "feminismo negro”, que prosperó débil e inferior. En su libro Vindicación de los derechos
en Estados Unidos de forma simultánea al feminismo de la mujer (1792), Wollstonecraft atribuyó a Rousseau
liberal, no reivindicaba la incorporación de la mujer un fallo de razonamiento al analizar los hábitos y las
al mercado de trabajo, al que las mujeres negras ya costumbres de las mujeres como si fueran innatos o
estaban incorporadas en condiciones pésimas, sino naturales, sin tener en cuenta la socialización de la
la mejora de las condiciones de trabajo. El feminismo que son objeto desde su nacimiento. Wollstonecraft,
que se ha ido desplegando en el marco de la cultura que había sido institutriz, señaló que a las niñas se las
musulmana, por ejemplo, es incompatible con muchos educaba para que fueran dependientes. Por lo tanto,
de los planteamientos y desarrollos del feminismo en esa dependencia que Rousseau entendía como algo
las democracias occidentales. "natural” era, en realidad, "social”. Además, incurrien­
El térm ino "feminismo” apareció por vez prim era do en un razonamiento contradictorio, Rousseau hacía
a finales del siglo XVIII como sinónim o de la em an­ responsables a las mujeres de transm itir los valores de
cipación de las mujeres. De forma am plia puede la virtud y la ciudadanía a los niños que, más tarde,
ser definido como "el conjunto comprehensivo de se convertirían en sujetos del "contrato social”. Wo­
respuestas críticas a la subordinación deliberada llstonecraft se preguntaba cómo podrían las mujeres
y sistem ática de las mujeres, como grupo, por los transm itir estos valores si ellas mismas no estaban
hombres, como grupo, dentro de un determ inado familiarizadas con ellos en virtud de la educación que
contexto cultural” (Offen 2000: 20). Dicha definición recibían. La autora elaboraba, pues, un discurso que
es aplicable no sólo a los movimientos sociales, co­ definía a hombres y mujeres como iguales, como seres
nocidos como feminismo de prim era y segunda olea­ racionales y autónomos, y defendía la independencia,
da —a los que nos referiremos más adelante—, sino autonomía e individualidad de las mujeres.
tam bién a los sistemas de ideas que han rechazado
los privilegios m asculinos y la subordinación de la 5.2. Varones y mujeres: ¿iguales o diferentes?
mujer dentro de determ inadas sociedades.
En la crítica de Wollstonelcraft a Rousseau está
5.1. Antecedentes: el período de la Ilustración ya presente una de las cuestiones centrales para el
feminismo y en torno a la cual se han dividido las
Los antecedentes del feminismo pueden situarse en diferentes corrientes feministas. Esta cuestión se
la Ilustración (siglo XVIII), en conexión con la rei­ refiere a si las diferencias entre varones y mujeres
vindicación de la individualidad, la autonomía de los son naturales (basadas en las diferencias genéticas y
sujetos y la igualdad de derechos. Aunque durante biológicas entre ambos sexos) o sociales (construidas
este período las mujeres quedaron excluidas del a través de la educación, la familia, etc.).
proyecto ilustrado al no ser consideradas sujetos del Esta distinción es crucial, porque tradicionalm en­
"contrato social” (es decir, del acuerdo voluntario de te se ha entendido que los rasgos naturales (genéticos
individuos libres que se dan un gobierno por consen­ o biológicos) vienen dados y, por tanto, no pueden ser
so), quedando excluidas del concepto de ciudadanía, modificados. Desde esta perspectiva, las teorías que
la base teórica que sustentaba la Ilustración sirvió justifican la discrim inación de la mujer acudiendo a
para reivindicar la igualdad de varones y mujeres explicaciones de tipo biológico (como el darw inism o
como seres hum anos racionales. Las mujeres pusie­ social) se basan en una supuesta división funcional-
ron en evidencia las contradicciones entre la teoría y sexual del trabajo (de acuerdo con la cual las mujeres
la práctica de la Ilustración. asumen en exclusiva las tareas reproductivas; es decir,
Entre las mujeres que articularon sus reivindica­ además del alum bram iento, la crianza y cuidado de
ciones ya durante la Revolución Francesa (1789-1799) los hijos). Se legitima así la exclusión de las mujeres
encontramos a Olympe de Gouges (1748-1793) y Mary del ámbito público, más concretamente, del Estado
Wollstonecraft (1759-1797). La prim era denunció en su (la política) y, en buena medida, tam bién del mercado
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 243

(la economía). Aunque la idea de que el ser hum ano con algún retraso (a principios del siglo XX). Como
no puede alterar su naturaleza genética entra cada corriente principal dentro de esta prim era oleada
vez más en contradicción con la evolución científica cabe señalar el fem inism o liberal (o feminismo de
y tecnológica, la presunción de que las funciones de orientación liberal-burguesa). Lo encabezan, sobre
los varones y las mujeres se hallan biológicamente todo, mujeres de clase media que denuncian las
determ inadas aún está muy presente en nuestras contradicciones entre el discurso del liberalism o y
sociedades. Se halla implícita en todas las políticas la práctica discrim inatoria de la mujer. Demandan,
que asum en la reproducción hum ana como tarea básicamente, la igualdad de derechos políticos (en
exclusiva, o predom inantem ente, femenina. particular, el derecho al voto, del que las mujeres
Si, por el contrario, las diferencias entre varones y estaban excluidas), educativos (acceso a estudios
mujeres fueran el producto de una construcción social profesionales y universitarios) y laborales.
(como argumentaba Wollstonecraft), esto implicaría Entre los teóricos más destacados de esta corrien­
que serían susceptibles de modificación mediante una te fem inista hay que citar a John S tuart Mili, quien
educación y una socialización igualitaria para varones en 1866 lideró la prim era petición a favor del voto
y mujeres. Ésta es la tesis defendida por el feminismo femenino en la Cámara de los Comunes de la que era
de la igualdad. La mayor parte de los movimientos diputado. En 1869 publicó The subjection o f women
fem inistas que se desarrollan dentro de las denom i­ (El sometimiento de las mujeres), obra mediante la
nadas prim era y segunda oleadas fem inistas se ads­ que pretendía convencer al mayor número posible de
criben a esta visión. En cambio, el fem inism o de la personas acerca de la justa y necesaria reforma de una
diferencia, que surge como una subdivisión radical serie de leyes e instituciones que m antenían sojuzgadas
del feminismo dentro de la segunda oleada, considera a las mujeres. Según Stuart Mili, la subordinación de
que el problema no radica en que varones y mujeres la mujer representaba un obstáculo para el desarrollo
sean socializados de forma diferente (ya que, de he­ de la humanidad. Señalaba, además, que dicha sub­
cho, se da por supuesto que la diferencia existe), sino ordinación constituía una contradicción clamorosa
en que los varones minusvaloran lo que aportan las en un mundo moderno que se declaraba superador
mujeres a la sociedad (la m aternidad especialmente), del modelo anterior (sociedad estamental), en el cual
así como aquellos valores que, según estas autoras, la vida de las personas había estado indisolublemente
podrían ser considerados típicamente “femeninos”, ligada a su condición de nacimiento (en el caso de las
como la sensibilidad, la intuición, la empatia, la cola­ mujeres, su destino en la vida seguía estando ligado
boración, etc. Por tanto, este feminismo aspira a que al hecho de haber nacido mujeres). Finalmente, Stuart
la diferencia entre hombres y mujeres sea reconocida Mili denunciaba que los varones m antenían esa subor­
y valorada: los hombres y las mujeres son diferentes y dinación de las mujeres a través del tipo de educación
hacen cosas diferentes, pero lo que hacen las mujeres que diseñaban para ellas, lo cual impedía a éstas de­
vale tanto como lo que hacen los hombres. sarrollar una conciencia colectiva sobre su situación y
reaccionar conforme a ella.
5.3. Fem inism os de la igualdad Dentro de esta prim era oleada feminista también se
suele ubicar a algunos teóricos y activistas m arxistas
Bajo esta denom inación se engloban diferentes y socialistas utópicos (y a algunos anarquistas) que
corrientes dentro de las denom inadas prim era y se­ reflexionaron sobre cuestiones relacionadas con la
gunda oleadas feministas. Todas ellas consideran y mujer (por ejemplo, Engels en El origen de la familia,
reivindican que varones y mujeres son iguales y de­ la propiedad privada y el Estado, publicado en 1884).
ben, por tanto, tener los mismos derechos y las m is­ Hay que tener en cuenta que si las mujeres de clase
mas oportunidades. También postulan una igualdad media estaban excluidas del mercado de trabajo, las
basada en el entendim iento de que las diferencias de clase obrera constituían una gran reserva de mano
entre varones y mujeres no son naturales, sino que de obra barata durante la Revolución Industrial.
están socialmente construidas. Desde el marxismo y el socialismo se afirm ó que el
La primera oleada fem inista se desarrolló capitalismo se aprovechaba doblemente del trabajo
desde mediados del siglo XIX hasta los años 20 de la mujer, tanto en su vertiente productiva (mano de
del siguiente siglo. Surgió de form a sim ultánea en obra barata) como reproductiva (proporcionando hi­
Gran B retaña y Estados Unidos, llegando a España jos-obreros al sistema). Por tanto, era el capitalismo.
244 Política y ciencia política: Una introducción

y no los varones, quienes m antenían a las mujeres su­ y, en particular. La segunda fase (1981) coincide en
bordinadas. Así, una vez que la revolución proletaria subrayar la im portancia de la incorporación de la
acabara con el sistema capitalista, se pondría tam ­ mujer al trabajo remunerado. Especialmente en el
bién fin a la subordinación de la mujer. No obstante, segundo de estos libros se centra en el problema de la
en general, estas ideologías com partían el modelo de doble jornada laboral (en casa y en el trabajo) de las
división sexual del trabajo, según el cual las mujeres mujeres y la segmentación del mercado de trabajo (las
pertenecían al ámbito de lo privado (el cuidado de la mujeres, perceptoras de salarios más bajos y con más
familia y los hijos), mientras que el ámbito público dificultades para acceder a los puestos de responsabi­
correspondía a los varones. lidad). Friedan proponía soluciones semejantes a las
Esta prim era oleada feminista, en sus vertientes que años antes había formulado Beauvoir:
liberal y socialista-marxista, se agotó alrededor de
los años 20 del pasado siglo, tras la obtención del • Una "revolución en la vida doméstica”: el reparto
sufragio universal en Estados Unidos (1920) y Reino de tareas y la intervención del Estado en las que no
Unido (1917 para las mujeres mayores de 30 años; en puedan compartirse.
1928 se equiparó con la edad de los varones). Después • Reforma de las instituciones, de m anera que ten­
de la Segunda Guerra Mundial, Simone de Beauvoir gan en cuenta las dificultades de inserción en la
reactivó el feminismo, dando lugar a la que se conoce vida pública a las que se enfrentan las mujeres por
como la segunda oleada fem inista. En su libro El asum ir la principal responsabilidad en las familias.
segundo sexo (1949), Beauvoir expuso que las mujeres El Estado debe reconocer que la propia existencia
han vivido su condición femenina a p artir de la pe­ de la familia genera una serie de necesidades que
culiar forma de ser que han construido para ellas los es imprescindible cubrir.
varones. Durante algún tiempo, esta autora pensaba • Para ello, es necesario que las mujeres se orga­
que la emancipación de la mujer sería posible con el nicen y presionen al Estado. Este últim o punto
triunfo del socialismo. Sin embargo, en los años 70 representa una crítica implícita contra la falta
se unió a la m ilitancia feminista, aun cuando no se de eficacia de otros movimientos feministas. En
planteaba, en ningún caso, la lucha feminista como concreto, Friedan les reprochaba haberse desen­
una "guerra abierta” contra los hombres. Las princi­ tendido del tem a de la familia, favoreciendo que
pales ideas de Beauvoir son las siguientes: se ocuparan de él casi exclusivamente las elites
políticas conservadoras, cuyo discurso atribuía a
• El género es una construcción social creada a las fem inistas el rechazo a la fam ilia y, por tanto,
través de la educación desde la infancia. Esta idea la destrucción de la sociedad. El abandono del
queda reflejada en la conocida frase de la autora: tem a de la fam ilia tam bién restaba activos al m o­
"La mujer no nace, se hace”. vimiento feminista, puesto que muchas mujeres
• La m aternidad constituye una desventaja para que concedían valor a la m aternidad no estaban
las mujeres. Es una "tram pa” porque les impide dispuestas a unirse a él.
dedicar tantas energías como los varones a otras
facetas de la vida, así como a su propio desarrollo El fem inism o socialista contemporáneo, que
intelectual y profesional. se desarrolla también dentro de la segunda oleada
• La incorporación de la mujer al trabajo rem u­ feminista, parte de que todo sistema de producción
nerado es esencial para su emancipación. Pero requiere un sistema de reproducción. Señala que las
es insuficiente si la mujer continúa sometida al categorías clásicas del marxismo son insuficientes
trabajo doméstico. para entender y explicar la opresión de la mujer. Si los
• Es necesaria la socialización del trabajo doméstico análisis feministas liberales carecían de una interpre­
(no a cargo del Estado, sino a través del reparto del tación m aterialista de la historia, la doctrina marxista
trabajo en el seno de la familia). ha sido "ciega al sexo”. En el marco del feminismo
socialista contemporáneo, la teoría del doble sistema
Dentro de esta segunda oleada feminista sigue (capitalismo y patriarcado) señala que el trabajo de
presente una corriente feminista liberal, entre cuyas la mujer es doblemente aprovechado en sociedades
representantes cabe destacar a Betty Friedan (1921- patriarcales: por los varones, dentro de la familia; y
2006). En sus obras La mística de la feminidad (1966) por el sistema capitalista, que rentabiliza el trabajo
de la mujer, en tanto que mantiene al varón listo y bien diferenciadas: la masculina, cuyos ejes centrales
en buenas condiciones para trabajar. El feminismo son, entre otros, la agresividad, la competitividad, la
socialista enfatiza que la totalidad de las relaciones autoridad, el individualismo o la racionalidad; y la
sociales están “atravesadas” por la connotación de femenina, en la que destacan la empatia, la colabo­
género como atributo clave. ración, la preocupación por los demás o la atención
El fem inism o radical se desarrolla tam bién en a los sentimientos. El feminismo de la diferencia ha
los años 70 del siglo XX, integrando la segunda equiparado la liberación de las mujeres con el de­
oleada feminista. Frente a los planteam ientos de los sarrollo y la preservación de una cultura femenina,
feminismos liberal y socialista, el radical se centra señalando que la opresión deriva de la supresión de
en las cuestiones relacionadas con la sexualidad. la esencia femenina. Las feministas de la diferencia
Desde esta corriente surge la diferenciación entre han defendido que las mujeres desarrollen una cul­
los conceptos de sexo (diferencias biológicas entre tu ra aparte, separada de la de los hombres; una cul­
varones y mujeres) y género (diferencias asignadas tu ra que ensalce los valores femeninos por encima de
socialmente a cada uno de los sexos). Este fem inis­ los masculinos. En lugar de devaluar la naturaleza
mo denuncia que la dominación p atriarcal no es un femenina, especialmente por lo que respecta a la
subproducto del capitalismo. Aun cuando el capita­ maternidad, ésta debe valorarse por encima de la
lismo llegara a desaparecer, las mujeres seguirían cultura m asculina.
subordinadas en sociedades y familias patriarcales En realidad, este enfoque feminista reproduce, aun­
en las que los hombres ostentan el poder. Aunque que con otro discurso, el mismo tipo de planteamientos
las fem inistas radicales reconocen que el dominio que a lo largo de la historia han servido para mantener
económico de los hombres y la no rem uneración del a las mujeres sometidas. Asimismo, al mantener la
trabajo doméstico de la mujer refuerzan el m ante­ existencia y el valor de una subcultura femenina, aleja
nim iento del patriarcado, añaden que los varones a las mujeres de los centros de poder, ya que lo público,
utilizan también la fuerza y el consenso generado por y muy especialmente la política, tienden a pertenecer
la socialización diferencial de los géneros. Así, se ha al ámbito masculino. Sin embargo, entre los aspectos
señalado que las convenciones sociales respecto a las positivos de este feminismo de la diferencia cabe desta­
relaciones sexuales constituyen una herram ienta car la revalorización de las cualidades femeninas que
más entre las que usan los varones para m antener tradicionalmente se han despreciado. Por otra parte,
subordinadas y controlar a las mujeres. el feminismo de la diferencia ha recuperado el valor
“Lo personal es político” es uno de los eslóganes de la maternidad, minusvalorada, e incluso denostada,
más conocidos de esta segunda oleada feminista. Ello por otros feminismos.
implica, en última instancia, que los representantes
políticos (gobernantes, legisladores y partidos) tam ­ 5.5. La tercera oleada fem inista
bién tienen que responsabilizarse de las relaciones que
se desarrollan dentro el ámbito personal o privado. A En la medida en que puede hablarse de una tercera
esta reivindicación general el feminismo radical ha oleada fem inista en las democracias occidentales
añadido otra más precisa: que las mujeres sean capaces contemporáneas, ésta resulta de una combinación de
de controlar su propia fecundidad a través del acceso características propias del feminismo de la igualdad
a métodos anticonceptivos, la interrupción voluntaria y del feminismo de la diferencia. Del feminismo de la
del embarazo, etc. Al poner el énfasis en los asuntos igualdad se tom a la idea de que es necesario que las
relacionados con la sexualidad, el feminismo radical mujeres accedan al ámbito público, especialmente a
se centra en las diferencias biológicas entre hombres los núcleos de poder, en tanto que los hombres deben
y mujeres. El feminismo cultural o de la diferencia es participar también en el ámbito privado, el cuidado
una evolución de este feminismo radical. de los hijos y la familia. Del feminismo de la dife­
rencia se toma la idea de que las mujeres no deben
5.4. Feminism o de la diferencia adaptarse pasivamente a un ámbito público que ha
sido definido por los varones conforme a los valores
A p artir de mediados de los años 70 del siglo XX se masculinos, sino que deben transform arlo para que
fue desarrollando el feminismo de la diferencia. Su refleje y aprecie también los valores femeninos. La
punto de partida es la distinción entre dos culturas tercera oleada feminista sostiene, en definitiva, que
246 Política y ciencia política: Una introducción

la incorporación de la mujer a un mundo "masculi­ Bell afirm aba que, como resultado de todo ello, la
no” es insuficiente y, más aún, indeseable. De este confrontación clásica entre la burguesía capitalista y
planteamiento se deriva la necesidad de redefinir las el proletariado industrial estaría llegando a su fin. La
relaciones de género entre varones y mujeres. Mien­ evidencia de las últim as décadas confirm a en buena
tras que las mujeres han cambiado enormemente sus medida los argumentos que expuso Bell. La vida polí­
roles, actitudes y comportamientos de género durante tica en las democracias posindustriales cada vez gira
el siglo XX, los varones no lo han hecho en tan gran más en torno a partidos de clase media de ideología
medida. Son ellos, por tanto, quienes, de acuerdo con moderada, en lugar de los tradicionales partidos
los argumentos feministas de esta tercera oleada, antagónicos de izquierda y derecha. No obstante, en
deben revisar su modelo de masculinidad. Términos los países posindustriales hay mucho espacio para
muy recientes como los de "metrosexual” o "uber- que existan conflictos sobre salarios, beneficios y
sexual” son reflejos de esta inquietud. otras disputas entre trabajadores y directivos. Estas
disputas suelen llegar al espacio político y m arcar
6. EJERCICIO DE COMPROBACIÓN DE la confrontación entre los partidos de orientación
HIPÓTESIS: ¿EL FIN DE LA IDEOLOGÍA? progresista y los de tendencia conservadora. Es más,
algunas economías posindustriales de hoy siguen
teniendo partidos de izquierda pronunciadam ente
6.L Hipótesis y variables
anticapitalistas o partidos de derecha muy nacio­
Recurriendo a diversos argumentos, vairios estudiosos nalistas, racistas e incluso neofascistas. En estos
han formulado la hipótesis según la cual la época de países, el choque de ideologías tal vez no sea tan fron­
los enfrentamientos entre las grandes ideologías riva­ tal como antes, pero la ideología está lejos de haber
les de los siglos XIX y XX han concluido. Daniel Bell, desaparecido del mundo posindustrial.
por ejemplo, afirmó en varias obras publicadas en los Una hipótesis más reciente sobre "el fin de la ideo­
años 60 y 70 que los cambios fundamentales que se logía” sostiene que las fuerzas del avance tecnológico
estaban produciendo en las economías de los países y la globalización económica han estado m inando
capitalistas más avanzados desde la Segunda Guerra desde la década de 1970 la dicotom ía tradicional
Mundial estaban debilitando las bases en las que se ha­ entre el capitalism o y el socialismo a escala global.
bía asentado históricamente el choque ideológico entre La mayoría de las extraordinarias innovaciones tec­
el capitalismo y el socialismo. En lugar de la actividad nológicas de las últim as décadas, especialm ente en
industrial, con su énfasis en la manufactura y el trabajo el sector inform ático y de telecomunicaciones, han
manual, la fuerza motriz de las economías de Estados sido abanderadas por la em presa privada. De acuer­
Unidos, Japón y la mayoría de los países europeos oc­ do con esta hipótesis, una de las principales razones
cidentales estaba orientándose progresivamente hacia del colapso de la Unión Soviética fue la incapacidad
el sector de los servicios financieros (bancos, mercados de su economía socialista, centralm ente planificada,
de vcJores), de consumo (tiendas, restaurantes y simi­ de seguir el acelerado ritm o con que avanzaba la alta
lares), sanit2irios, legales, etc. De esta manera, tanto la tecnología en los países con economías de mercado.
educación, como el conocimiento, la información y la Entretanto, estos países hace ya mucho tiempo que
tecnología se estaban convirtiendo en las principales habían dejado de ser "capitalistas” en el sentido de
fuerzas impulsoras del desarrollo económico. Karl Marx. En efecto, Estados Unidos, Japón y Eu­
Se suele considerar que cuando un país emplea ropa Occidental gozan hoy de economías mixtas en
más de la m itad de su población activa en el sec­ las que el Estado representa un papel im portante,
tor de los servicios, su economía es una econom ía a veces ayudando a las empresas privadas y otras
posindustrial. En estas circunstancias, el núm ero regulando sus actividades. Además, estos países
de trabajadores m anuales (o "cuellos azules”, según son todos Estados del bienestar, aunque con muy
la expresión com únm ente utilizada en el mundo diferentes niveles de gasto social público. En estos
anglosajón) disminuye en relación con la cantidad países (todos ellos, dem ocracias representativas), los
de empleados del sector de los servicios (o "cuellos trabajadores disfrutan de un salario m ínim o y del
blancos”). Al mismo tiempo, cada vez hay más trabaja­ derecho de negociación colectiva, m ientras que el
dores mejor remunerados y que se perciben a sí mismos Estado proporciona una serie de prestaciones socia­
como clase m edia en lugar de clase trabajadora. les al conjunto de la población.
Capítulo 13 / Las grandes ideologías del siglo XX en Occidente 247

De acuerdo con la hipótesis inicial de Bell, se ob­ Incluso China, todavía hoy gobernada por un pode­
serva un creciente consenso en el m undo acerca de roso partido com unista, abandonó la planificación
la viabilidad y deseabilidad de un modelo que com­ central en la década de 1980 y tiene ahora un sector
bine un sistema económico mixto (en el que Estado privado considerable, si bien continúa siendo un ré­
y mercado desempeñen un papel im portante) y un gimen dictatorial. Desde la década de 1980, cada vez
sistema político dem ocrático (en el que los gober­ son más los países de Asia, Latinoam érica y África
nantes sean elegidos y depuestos m ediante procesos que introducen cambios sustanciales en sus sistemas
electorales libres y justos). Veamos hasta qué punto económicos, reduciendo el grado de control estatal
es verdad que dicho modelo se está imponiendo y de la economía y aum entando así las oportunidades
hasta qué punto esto implica la desaparición de las para la em presa privada. En algunos casos, estos
diferencias ideológicas tradicionales. cambios económicos se han visto acom pañados de
La variable dependiente incluida en la hipótesis notables esfuerzos por establecer la democracia.
es la evolución (aumento o disminución) del núm ero Por otro lado, también es cierto que en varias par­
de países democráticos con economías mixtas. La tes del mundo sigue existiendo oposición ideológica al
variable independiente es la presencia o ausencia de modelo occidental prevaleciente: la democracia con
conflicto ideológico, tanto dentro de los países como economía mixta. En Rusia, por ejemplo, el triunfo de
en la com paración internacional, acerca de si el m o­ la empresa privada y la democracia es sólo aparente,
delo de economía m ixta y dem ocracia representativa ya que, en la práctica, lo que ha ido surgiendo, tanto
es el más adecuado para la sociedad. en el ámbito de la economía como de la política, es
un mercado completamente oligopólico y cerrado a
6.2. Expectativas y evidencia la competencia. China publicita abiertam ente su pro­
pio modelo, que combina la empresa privada y una
Si la hipótesis es cierta, cabe esperar un aumento severa dictadura. La combinación de la empresa pri­
global del número de países democráticos con econo­ vada y una u otra forma de gobierno autoritario tiene
mías mixtas. Por otro lado, también hallaríam os que también bastantes seguidores en otros países asiáti­
cada vez más elites políticas, independientemente de cos. Por último, no se pude dar por supuesto que no
su orientación ideológica, com parten la idea de que surjan otras orientaciones ideológicas en un futuro
la economía mixta es el modelo óptimo de organiza­ más o menos próximo. Una proporción considerable
ción económica. De la hipótesis se deriva asimismo de la población mundial vive en extrema pobreza ante
la expectativa de una disminución de la influencia de la pasividad de los poderes públicos en los Estados
orientaciones ideológicas que, como el comunismo o del bienestar de las modernas economías mixtas. Esa
el fascismo, entre otras, implican modelos de organi­ situación desesperada u otros acontecimientos polí­
zación económica diferentes. ticos pueden propiciar la aparición o el refuerzo de
La evidencia requerida para com probar sistemáti­ ideas políticas y movimientos sociales que rechacen
camente la hipótesis es demasiado amplia, y muchos abiertam ente el modelo político-económico que se ha
investigadores aún continúan trabajando sobre ella; ido imponiendo en las democracias posindustriales.
aquí nos limitaremos a mencionar algunos hechos re­
lacionados con dicha hipótesis y con las expectativas 6.3. Conclusiones
que permite razonablemente formular.
La hipótesis se apoya en el hecho incuestionable La evidencia que acabamos de resum ir en pocas pa­
de que las economías planificadas centralm ente de labras es de “alcance medio”. Una ola de democracia
la ex Unión Soviética y los antiguos Estados com u­ y mercado libre parece avanzar por el mundo, pero
nistas de Europa Central y del Este se quedaron muy el éxito de estos esfuerzos no está en absoluto garan­
atrás respecto a las dem ocracias con economías tizado en el largo plazo. Ciertamente, en años recien­
mixtas en lo concerniente al desarrollo de las tecnolo­ tes se ha apreciado un consenso ideológico creciente
gías avanzadas y el crecimiento económico sostenido. acerca de la deseabilidad del modelo de economía
E ncuentra asim ismo respaldo en la evidencia de que m ixta como forma óptim a de organización económi­
la planificación com unista al estilo soviético está ca y de la democracia como forma óptim a de organi­
siendo progresivamente rem plazada por algunos zación política. Por esa razón, una vez desaparecida
elementos característicos de la economía mixta. la Unión Soviética y la confrontación Este-Oeste que
248 Política y ciencia política: Una introducción

alimentó en buena medida la lucha política en la so­ TÉRMINOS CLAVE


ciedades del siglo XX, algunos autores, como Francis (en negrita en el texto)
Fukuyama, han retom ado las tesis de Bell en torno
al fin de las ideologías para desarrollar el argum ento Ideología
acerca del fin de la historia (sobre la tesis de Fuku­ Liberalismo
yama, véase tam bién el Capítulo 10). El fin de la Conservadurismo
historia, de acuerdo con Fukuyama, debe entenderse Socialismo
en sentido hegeliano, es decir, como una situación en Marxismo
la que la dialéctica, que a lo largo de la historia ha Burguesía
llevado a la sustitución de unos sistemas ideológicos Proletariado
por otros, habría llegado a su fin con el triunfo de Socialdemocracia
la democracia liberal basada en el mercado libre Leninismo
como ideología "final”. Ahora bien, esto no quiere Fascismo
decir que dicha ideología tenga que establecerse, Feminismo
triunfar o prevalecer por sí sola, ya que es evidente Feminismo de la igualdad
que seguirá conviviendo con ideologías que luchen Feminismo de la diferencia
virulentam ente contra ella (desde el islamismo radi­ Prim era oleada feminista
cal al neofascismo). No obstante, ninguna de estas Feminismo liberal
ideologías rivales ofrece un modo de organización Segunda oleada feminista
alternativo compatible con las complejas necesidades Feminismo socialista
de las sociedades avanzadas contemporáneas. Feminismo radical
Tercera oleada feminista
Economía posindustrial

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