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Universidad Abierta Para Adultos

Nombre:
Jeudi Alcántara

Matricula:
2020-02134

Escuela:
Ciencia Jurídica Y política

Materia:
Derecho Romano

Sección:
50

Facilitador:

Juanito Herrera Calderón


Tema:
ESTRUCTURA CONSTITUCIONAL DE ROMA
Fecha:
30-07-2020
Introducción

El siguiente esquema está basado en los periodos de la formación del derecho


en la nación de Roma, de manera resumida tenemos los periodos y la forma
constitucional que presenta cada uno de ellos, los tres sistemas de gobiernos,
La República, y el Imperio, subdividido en Principado e Imperio absoluto.

A continuación presentamos las Sendas estructuradas de cada Periodo.


1. Elabore un esquema de cajas sobre de la estructura
constitucional de Roma.

Estructura Constitucional

La monarquía

SG 1:

La primera en el tiempo fue la Monarquía que duró desde la fundación de la


ciudad, alrededor del 753 a. C, hasta el 510 a. C., fecha convencional para
señalar su caída. En esa época Roma era una pequeña población de
agricultores enclavada en el Lacio y limitada por el río Tíber, cuya extensión
territorial no pasaba de 500 kilómetros cuadrados. La religión era politeísta y se
relacionaba con tres tipos de divinidades: los dioses nacionales, los dioses de
la naturaleza y los dioses familiares. Sus instituciones eran:
A) la familia (domus) que puede definirse como un grupo de personas unidas
entre sípor la autoridad que una de ellas (el paterfamilias) ejercía sobre los
demás, para fines que transcendían el orden doméstico. El parentesco podía
ser por cognación (consanguíneo) por agnación, que comprendía a todas las
personas que por diversas causas, entraban bajo la potestad del padre de
familia. Se trataba pues de una familia eminentemente patriarcal;
B) la gens, que era un grupo de familias que tenían un antepasado en común,
por lo que llevaban también un nombre en común (nomen gentilicio), y que
constituían una unidad política dentro del propio Estado. Aunque todo en esta
época cae en el plano de lo conjetural, es probable que el Estado romano, en
sus inicios, no fuera otra cosa que una federación de gentes y;
C) la clientela, que estaba compuesta por individuos libres que por alguna
razón, se sometían a la autoridad de un ciudadano romano, obligándose para
con él a llevar a cabo una serie de acciones, y recibiendo como
contraprestación su protección ante los tribunales, así como tierras para el
cultivo. También, desde sus inicios, Roma conoció la esclavitud y la división de
la sociedad entre una clase poderosa y rica que gozaba de todos los privilegios
y detentaba los cargos públicos: los patricios, y otra constituida por el pueblo
bajo, desposeída, prácticamente sin derechos y, por supuesto, sin acceso a
dichos cargos.
n

Estructura constitucional de la
Monarquía.

La estructura constitucional era monárquica. Por consiguiente, el


poder supremo residía en una sola persona: el Rey, quien era el jefe
político, el juez máximo y el supremo sacerdote. Sin embargo, no
podemos catalogarla de “monarquía absoluta” porque el rey no
gobernaba solo, lo hacía con la intervención de los comicios y el
asesoramiento del Senado.
Los comicios, que eran las asambleas del pueblo, se reunían
atendiendo a su linaje (comicios por curias) y, a partir de las reformas
del rey Servio Tulio (543 a. C.), a su riqueza (comicios por centurias)
a al lugar donde se encontraban domiciliados (comicios por tribus).
El Senado era un cuerpo consultivo integrado por los ancianos
(senes), probablemente los jefes de las gentes que asesoraban al
Rey, debido a su mayor experiencia y responsabilidad. Al caer la
monarquía, la importancia del Senado aumentó considerablemente
por su carácter permanente en relación con los magistrados
temporales que sustituyeron al rey: los cónsules.

La Republica

La segunda en el tiempo fue la República,


entendiéndose por tal el sistema de
gobierno, no vitalicio, que se renueva
periódicamente por la consulta al pueblo.
Sin embargo, ya desde los inicios de la
época republicana nos encontramos con la
figura del dictador, que era un magistrado
único y extraordinario que asumía todos los
poderes, a semejanza del antiguo rey, por
un periodo no mayor de seis meses, en el
cual gozaba de absoluta libertad para tomar
todo tipo de decisiones en momentos
críticos.
La sociedad romana, en tiempos de la
República, sufrió una profunda
transformación en todos los órdenes. De una
pequeña ciudad junto al Tíber, Roma pasó
en cuatro siglos, a convertirse en el centro
de un Imperio que abarcaba territorialmente
todo el mundo antiguo, desde las costas del
Atlántico hasta el Mar Negro, y desde el
desierto de Sahara y Arabia hasta las Islas
Británicas. Fue la etapa de mayor éxito de la
política exterior de Roma, de la gran
conquista, que la convirtió en dueña y
señora, primero del Mediterráneo y
posteriormente de todo el mundo conocido
de la época.

Sin embargo, fue también la época de las grandes crisis


económicas, sociales y políticas que dieron como resultado la
ruina del sistema republicano. Estas fueron:
 Las luchas entre patricios y plebeyos que derivaron en el
triunfo de estos últimos al lograr una equiparación jurídica
con los patricios;
 La crisis agraria, bajo el mando de los hermanos Graco,
quienes lucharon, sin conseguirlo, por un reparto más
equitativo de la tierra;
 La crisis de nacionalidad, dirigida por Marco Livio Druso,
quien luchó y logró la concesión de la ciudadanía romana
para todos los habitantes de la península itálica,
 La crisis esclavista, encabezada por el gladiador tracio
Espartaco, quien en los años 73 a 71 a. C. hizo estremecer
los cimientos del Estado romano, aunque no logró la
supresión de la esclavitud.
Estructura Constitucional

En cuanto a la estructura constitucional, Roma fue gobernada en


tiempo de la República esencialmente por tres instituciones
políticas: la magistratura y el Senado, con la intervención del
pueblo a través de los comicios.
La primera de ellas estaba integrada por los magistrados
(cónsules, pretores, censores, cuestores, ediles curules y
tribunos de la plebe, principalmente) que ejercían diversas
funciones. Sus cargos eran electivos y anuales (salvo el de
censor que era quinquenal) y no se permitía la reelección
inmediata. Eran también colegiados (dos titulares para cada
cargo, quienes mediante la intercesión podían paralizar las
decisiones tomadas por su cotitular), gratuitos, y sometidos a un
orden jerárquico que ponía a la cima a los cónsules y en la base
al tribuno de la plebe, aunque este magistrado tuvo siempre un
importante poder político y lo ejerció a través de su derecho de
veto a las decisiones tomadas por los patricios.
En cuanto al Senado, este tuvo sus épocas de gloria y de
declinación durante la República. Alrededor del siglo iii a. C. y en
adelante, llegó a adquirir un control casi total en la vida política de
la ciudad debido, por una parte, a la incompetencia de las masas
populares que integraban los cuerpos comiciales, y por otra, al
gran poderío que iba obteniendo Roma a través de las guerras de
conquista. Esto hizo necesario que la orientación política, tanto
externa como interna, se concentrara en manos de ciudadanos
expertos que ya tenían la de práctica de gobierno por haber
ocupado antes algunas magistraturas. Sin embargo, en el siglo
final de la República y debido a todas las crisis que en él se
suscitaron, la autoridad del Senado comenzó a tambalearse,
haciéndose más acuciada la situación en tiempos de Julio César,
a quien como ya sabemos, le costó la vida su actitud de
enfrentamiento con el ordo senatorial. Fueron amplias las
funciones que tuvo el Senado en este periodo.
El Principado. (No Absoluto)

La tercera fue el Principado, instaurada por Octavio, sobrino e hijo


adoptivo de Julio César, quien tuvo la habilidad de crear una
especie de “imperio democrático” para salvar en parte las
instituciones republicanas, aunque permitiendo el control político,
cada momento más acentuado, en manos de un ciudadano, que
sin dejar de ser tal, era el primero entre todos ellos: el príncipe
(prínceps inter cives).
A través de una serie de resoluciones adoptadas por el Senado y
los comicios, Octavio, a quien a partir de ahora se le llamaría
Augusto, fue concentrando en sus manos las facultades y
prerrogativas que hasta entonces se encontraban distribuidas a
los magistrados, esto es, el poder consular y la facultad tribunicia,
lo que le otorgó la inviolabilidad y el derecho al veto. Por otra
parte, fue senador, censor, supremo jefe militar, director de la
moneda y de la política internacional. Con esos poderes, Augusto
gobernó durante un largo periodo en el que organizó el erario, el
ejército y la administración de las provincias conquistadas,
embelleció la ciudad con magníficos edificios públicos y templos
(según el historiador Suetonio, Augusto se jactaba de haber
recibido una ciudad del ladrillo que había convertido en una ciudad
de mármol), fomentó la moralidad con estrictas leyes que
regulaban el comportamiento de los romanos, así como el
nacionalismo, mediante normas tendientes a proteger la identidad
romana. Además, desde un punto de vista literario, su época fue
el “Siglo de Oro” de las letras latinas, floreciendo en ella filósofos,
historiadores, poetas y dramaturgos.
Estructura Constitucional

1. Los comicios, típica representación popular romana, continuaron al


principio teniendo la facultad de elegir a los magistrados, aunque en la
realidad predominaba el deseo del príncipe y se escogían las personas que
él indicaba, hasta que, poco tiempo después, esta facultad electiva fue
otorgada al Senado. También conservaron por un tiempo la facultad
legislativa, aunque no hacían más que aceptar, como en el caso anterior,
las propuestas del emperador.
2. Mucha mayor importancia se le otorgó al Senado que adquirió la facultad
electoral y posteriormente la legislativa, convirtiéndose el senadoconsulto
en fuente formal del derecho. Además, se le otorgó el gobierno de las
llamadas provincias senatoriales, esto es, de aquellas que ya estaban
pacificadas.
3. Por último, las magistraturas republicanas no corrieron mejor suerte y
entraron en una etapa fatal de decadencia al desaparecer la vitalidad y la
independencia de que gozaron en el periodo precedente. Sus funciones se
fueron desnaturalizando en la práctica y caducaron por completo, a la par
que sus miembros fueron sustituidos paulatinamente por funcionarios
imperiales que el príncipe nombraba y removía a su arbitrio.
Sin embargo, comienza también en esta etapa su decadencia con la
aparición del procedimiento extraordinario (extra ordinem) en sustitución del
formulario y con la publicación del Edicto Perpetuo de Adriano (131), que
comenzó a limitar su actividad creadora.

Por otra parte, durante esta época surgió un magistrado que adquirió gran
relevancia: el prefecto del pretorio. Esta magistratura alcanzó gran
relevancia política y jurídica cuando comenzó a declinar el Principado, tanta
que la alcanzaron eminentes jurisconsultos como Gayo, Ulpiano, Paulo y
otros.
El Principado.
(Absoluto)

La cuarta forma de gobierno que se dieron los romanos fue la


del imperio absoluto o dominato, que tuvo su momento
culminante durante el reinado de Diocleciano, quien trató sin
lograrlo, a través de una profunda reforma constitucional, de
impedir la decadencia y, más tarde, el hundimiento del imperio
romano de Occidente. Muchas fueron las causas que
determinaron dicho hundimiento y todas, aunque quizás
algunas solo en forma incipiente, se encontraban ya
vinculadas al régimen imperial en los dos primeros siglos de
su vida. Estas fueron:
a) el peligro militar consecuencia de las luchas por el poder,
que había nacido desde la época republicana con la
instauración del culto a la personalidad y la organización de un
ejército regular;
b) la crisis económico-social al pasar Roma de una economía
de tipo esclavista —que decayó por la falta de conquistas,
fuente principal de la esclavitud y por la influencia del
cristianismo— al régimen económico del colonato que
caracterizaría a la Edad Media;
c) la desmoralización de las costumbres en las clases
económicamente privilegiadas y la influencia de otras, de
carácter autoritario, como resultado del contacto con del
mundo oriental;
d) el nacimiento y desarrollo de la ideología cristiana que
comienza a aglutinar a las clases populares, aportándoles el
principio de la igualdad de los hombres, así como la idea del
cosmopolitismo;
e) la invasión paulatina y en los inicios pacífica de los
bárbaros, que aunque con un grado de civilización muy
inferior, aportaban la suficiente energía, juventud y vitalidad
para enfrentarse con éxito al imperio en decadencia y;
f) la burocratización del aparato estatal, tanto en Roma como
en las provincias, que produce una excesiva centralización,
así como una vulgarización en el campo del derecho.
Estructura Constitucional

Según la nueva Constitución política, el poder residió


en el emperador (quien se atribuyó un origen divino)
y su alta burocracia, que careció de autoridad propia,
aunque la obtenía del primero por delegación. Los
cuatro cargos centrales eran: el quaestor sacrii
palatii, especie de ministro de justicia que tenía
como principales funciones redactar las leyes y las
respuestas en materia jurídica, en nombre del
emperador; el comes sacrarum largitionum, algo así
como un ministro de hacienda, encargado de la
administración del fisco; el comes rerum privatorum,
administrador del patrimonio de la Corona, separado
desde la época de Septimio Severo de la fortuna
personal del emperador; y el magíster officiorum,
quizás el más elevado de los cargos imperiales,
ministro de la casa imperial y jefe de las oficinas de
la misma, así como otros cargos de menor jerarquía,
con diversas funciones y dependientes todos del
emperador.
En cuanto al Senado, este subsistió, aunque vacío
de poder; esto es, se convirtió en una corporación de
carácter honorífico formada por quienes habían
ocupado altos cargos dentro de la burocracia, así
como por profesionistas distinguidos. Ya el
emperador legislaba solo, a través de las
Constituciones imperiales, sin necesidad de utilizar
al Senado para que su voluntad se impusiese
mediante los senadoconsultos.
Por último las magistraturas republicanas, en agonía
durante el principado, llegaron a su fin, aunque
algunas como el consulado subsistieron, también
vacías de poder, hasta que a partir del año 567 ,
todos los emperadores asumieron el título de “cónsul
perpetuo.
Conclusión

En resumen, el imperio de Occidente había caído, y un factor determinante de


su hundimiento había sido la soledad en que lo habían dejado los emperadores
del Bajo Imperio.El matrimonio tenía carácter religioso y era indisoluble, lo que
aseguraba la solidez de la sociedad romana. Con la corrupción de las
costumbres durante la república se introdujo el divorcio, que contribuyó a la
decadencia y la disolución de la sociedad.
Cada siclo en el imperio romano dejo clara mente definido la estructura del
derecho civil que hoy se maneja en nuestros códigos son algunas las
similitudes que varía en el pero la historia enmarca una importante estructura.

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