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Reflexión Teológica

Para comprender el perfil de esta asignatura debemos remontarnos al origen de la palabra


Teología que procede del latín “Theologia”, la etimología de este término proviene de las raíces
griegas “Theos”, que traducido al español es “Dios”, y “Logos” que posee diferentes
significaciones en español, siendo la más acorde al perfil de esta asignatura “discurso”, por lo
tanto hemos de entender que la teología es la disciplina que sistemáticamente se encarga de
estudiar el discurso sobre Dios (lo divino), siendo pues:

Etimológicamente – Theos: Dios, Logos: Discurso

Entonces, ¿Qué es reflexión teológica?

La Reflexión Teológica está ligada al proceso realizado por el ser humano que consta de un
razonamiento profundo y una meditación consciente sobre la vida en sus diversas
manifestaciones. Esta reflexión es iluminada desde la fe personal, en donde el individuo se
encuentra a sí mismo y valora su entorno a través quehacer teológico. Las creencias y el
imaginario religioso juegan un papel importante en dicho proceso que ubica al humano dentro
de un espacio vital y contextual (familia, sociedad), hacia un compromiso que es el resultado del
llamado que evoca en su creencia, dogmas o ritos, o bien sea desde sus ideales y principios
inculcados y apropiados en el transcurso de la vida.

La reflexión teológica cristiana facilita la comprensión y formación del sentido crítico y propósito
fundamental de la vida humana a la luz del paradigma religioso y es de gran utilidad ya que nos
provee herramientas de pensamiento y análisis, así como respuestas a los cuestionamientos que
se realiza el individuo en los diferentes escenarios que habita, todo en pro del compromiso y
desafío personal que culmina en el del desarrollo como persona, y a la vez en las relaciones
sociales que se enfrentan en la vida diaria. En este caso dicha reflexión teológica está orientada
al crecimiento profesional, ético y a maneras de vivir más saludables que permitan cumplir las
expectativas personales en torno a la búsqueda del sentido de la vida.

Conociendo el punto de partida del conocimiento teológico cristiano:

El punto de partida del conocimiento teológico cristiano es la fuente a través de la cual el ser
humano a lo largo de los años ha experimentado y racionalizado desde sus creencias de fe la
revelación divina. Podemos mencionar dos grandes fuentes:

1. El texto bíblico como fuente primaria: El cristianismo pertenece al grupo de las 3


grandes religiones monoteístas del mundo (Islam, Judaísmo, Cristianismo) las tres
poseen libros que obtiene un estatus o carácter sagrado y normativo según el
mecanismo de funcionamiento de cada una, en el caso del cristianismo se tiene el texto
bíblico, o como popularmente se conoce “la Biblia”, esta vendría a ser el primer punto
de partida del conocimiento teológico cristiano, ya que en esta se encuentran las bases
de la religión y el pensamiento cristiano que se encarga de reinterpretar
sistemáticamente escritos semitas, hebreos o judaicos para la realización de lo que
conocemos como teología cristiana, esta consta de pensamientos doctrinales, ritos,
Dogmas o presupuestos teológicos. Esta primera fuente es básica y constituye el alma de donde
parte el pensamiento reflexivo cristiano.

2. La experiencia personal de fe: El ser humano frecuentemente ha manifestado la


capacidad de experimentar a través de hechos o acontecimientos místicos un
acercamiento a la revelación divina, hablamos de vivencias ligadas a los sentimientos y
emociones que a través de situaciones peculiares, cotidianas, o ritos de vida piadosa
perceptible hacen que un individuo logre manifestar cercanía o comunicación con lo
divino que por lo general desemboca en un llamado o misión.

Estos dos parámetros son las fuentes de reflexión teológica, estaremos analizando y
desarrollando el contenido de esta primera lección en una charla vía “teams” que será
coordinada posteriormente.

Autor: Maestrante. Giovanni Solís

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