Está en la página 1de 133

Un asunto clave:

la salud y la seguridad
en la agricultura

Educación Obrera 2000/1-2


Números 118/119
Indice

Editorial V
Programa de la OIT sobre Seguridad y Salud en la Agricultura. El reto para
el siglo XXI: proporcionar servicios de seguridad y salud en el trabajo
a los trabajadores del agro, por Valentina Forastieri 1
Salud, seguridad y medio ambiente en la agricultura. Se necesitan mejoras
de envergadura en materia de protección de los asalariados agrícolas y granjeros,
en salud pública y en medio ambiente antes de que este sector se considere
sostenible tanto desde una perspectiva social como del medio ambiente,
por Peter Hurst 19
Libertad sindical. Los sindicatos deben apoyar a las organizaciones de trabajadores
agrícolas para que representen y defiendan sus intereses proporcionando a sus
dirigentes una educación capacitadora y una formación, y los necesarios recursos
que aseguren su participación en el desarrollo, por Anna J. Pouyat 30
Seguridad y salud en el trabajo para las mujeres del agro. Las cuestiones de salud
pública en este sector requieren inversiones técnicas específicas y que se aborde
el tema del desposeimiento y desequilibrio del poder, por Rene Loewenson 39
Uganda. Formación, educación e información en salud, seguridad
y medio ambiente. Sindicato Nacional de Trabajadores de las Plantaciones
y la Agricultura (NUPAW), por Omara Amuko 52
Los plaguicidas en la agricultura: amplitud del problema en Asia, por Annie Rice 64
América Latina. La prevención debe ser el principio orientador en materia
de accidentes y enfermedades profesionales. Los trabajadores deben ser informados
acerca de los riesgos a que están expuestos y recibir formación para que tomen
medidas preventivas en el ejercicio de sus actividades, por Heloísa Farza 75
Panorama de accidentes y enfermedades en el trabajo rural en el Brasil,
por Eduardo Garcia Garcia y Rosa Yasuko Yamashita 84
Salud y seguridad y función de los representantes de los trabajadores
de la agricultura en Europa occidental, por David Walters 94
Europa oriental. Los servicios de salud en el trabajo son inaccesibles para
los trabajadores y aún no han llegado a formar parte de la atención primaria
de salud, por Yuri I. Kundiev 108
Resumen de la situación en materia de edad mínima de admisión al empleo
y de las excepciones por concepto de trabajos ligeros, trabajos peligrosos,
trabajos en empresas familiares y trabajo en la agricultura 115
Anexo I. Convenios y recomendaciones de la OIT adoptados
desde 1919 y que se aplican directamente a la seguridad
y salud en la agricultura 118
Anexo II. Otros convenios y recomendaciones de la OIT aplicables
a la agricultura adoptados desde 1919 122

III
Editorial

Desde tiempos inmemoriales los hombres han debido penar labrando


la tierra. Esta categoría de trabajadores que han sido los últimos en sin-
dicarse han debido soportar, incluso sindicados, una desatención genera-
lizada de sus necesidades en materia de bienestar social, seguridad y
salud. No cabe duda de que si el orden del día de la Conferencia Interna-
cional del Trabajo de junio de 2000 contempla un punto relativo a la segu-
ridad y la salud en la agricultura (primera discusión), se debe a la volun-
tad de los mandantes de la OIT de dar la atención que merecen, de una
vez por todas, a los serios problemas de seguridad y salud que afectan
a los trabajadores rurales con la esperanza de que se consiga establecer
una estrategia internacional común para abordarlos.
Los artículos que se presentan a continuación describen un pano-
rama mundial sombrío de trabajo escasamente remunerado, no organi-
zado y con cifras de accidentes y muertes que alcanzan los seis dígitos.
Todos ellos son variaciones sobre un mismo y triste tema: exposición a las
inclemencias del tiempo; condiciones de alojamiento mínimas; trabajo y
vida en un mismo lugar; ropa de protección inexistente o inadecuada a
las condiciones climáticas; maquinaria agrícola importada de países
industrializados e inadaptada desde un punto de vista ergonómico para
las funciones previstas; mordeduras y picaduras de animales e insectos,
y sobre todo exposición a los efectos nocivos de los plaguicidas en la salud
de los trabajadores y en el medio ambiente. Las exigencias del trabajo agrí-
cola también pesan sobre los niños que abandonan la escuela para ayu-
dar a sus padres en el campo y que suelen ser víctimas de los riesgos y
peligros inherentes a este tipo de trabajo.
Kundiev, concretamente, insiste una y otra vez en que en los países
de Europa central y oriental se necesita intervenir de inmediato en el
ámbito de la seguridad y salud en el trabajo agrícola para brindar apoyo
a estos trabajadores. Menos espectaculares sin duda que las víctimas de
la guerra, los trabajadores agrícolas, fácil presa de los riesgos y peligros
que encierra el ejercicio de sus labores, siguen viéndose afectados por for-
mas de sufrimiento y abandono tales que faltan palabras para describir-
las. Las estadísticas exigen una acción rápida en esta esfera, empezando
por la elaboración de políticas apropiadas que puedan ponerse en prác-
tica con la debida diligencia.
La primera discusión del tema de la seguridad y la salud en la agri-
cultura en junio de 2000 en Ginebra servirá como se espera para atar hilos
que están sueltos, aunque hubiera bastado atender a las pruebas que apor-
tan los artículos que siguen para convencerse de que una acción concer-
tada a nivel internacional contribuirá en gran medida a reducir la fre-
cuencia de accidentes y muertes entre los trabajadores rurales. Para las
organizaciones de trabajadores, el presente número constituye principal-
mente un medio de apoyo en las discusiones que tendrán lugar en las ins-
tancias de la Conferencia Internacional del Trabajo y en el trabajo por rea-
lizar en sus organizaciones. Varios autores proporcionan los nombres de

V
las diferentes instituciones internacionales y sus ámbitos de especializa-
ción y se mencionan asimismo los organismos internacionales de coope-
ración. Las organizaciones de trabajadores podrían en consecuencia ver
facilitada por esta vía la elaboración de proyectos y la solicitud de orien-
tación y asesoramiento para abordar los problemas de seguridad y salud
de los trabajadores agrícolas.
Se ha hecho también hincapié en la formación de los representantes
de los trabajadores agrícolas y en la necesidad de una toma general de con-
ciencia sobre esta materia. En los países de la Unión Europea, los ejemplos
de representantes de los trabajadores que han recibido formación merecen
ser seguidos. Según Walters, el problema de la prevención de los acciden-
tes en la agricultura se relaciona más con la gestión efectiva de los riesgos
que con la naturaleza técnica de éstos o de su control, y también con las
dificultades con que tropieza la comunicación a los propietarios y encar-
gados de dirigir pequeñas explotaciones acerca de los beneficios que se
pueden derivar de un buena gestión de la seguridad y la salud. No menos
importante en términos de los requerimientos en materia de formación es
el informe de Amuko sobre el método de los círculos de estudio aplicado
por el Sindicato Nacional de Trabajadores de las Plantaciones. Loewenson,
en un detallado análisis de los problemas de seguridad y salud de las tra-
bajadoras del agro en varios países africanos, además de destacar su doble
carga de trabajo, hace un llamamiento vigoroso para que se integre la edu-
cación en seguridad y salud en los servicios y en los mercados, como
medida para incrementar la toma de conciencia a este respecto. En un
marco mucho más general, Forastieri y Hurst, respectivamente, propor-
cionan información acerca del Programa InFocus sobre Trabajo sin riesgo
de la OIT y sobre las políticas y actividades de la Unión Internacional de
Trabajadores de la alimentación, agrícolas, hoteles y restaurantes, tabaco y
afines, relativas a la salud y la seguridad en la agricultura.
Los dos principales retos que se destacan son no obstante, en pri-
mer lugar, la elaboración de una política de formación y de educación glo-
bal de los trabajadores y, en segundo lugar, para los partícipes sociales con
el apoyo de otros grupos interesados, el compromiso de emprender jun-
tos la lucha contra del uso exagerado de plaguicidas y delinear políticas
nacionales e internacionales que aseguren la consecusión del objetivo
compartido de conseguir un desarrollo sostenible de la agricultura.
Desde sus comienzos en 1919, la OIT ha adoptado doce convenios
(con sus correspondientes recomendaciones) directamente pertinentes a
la seguridad y la salud en la agricultura. Otros diecisiete instrumentos
también se refieren a la protección de los trabajadores agrícolas y abarcan
ámbitos como el derecho de sindicación, de indemnización a los trabaja-
dores, de vacaciones pagadas, de protección a los trabajadores migrantes
y a los pueblos indígenas y tribales, por mencionar sólo algunos (consúl-
tense los anexos I y II). Como se dice en el Informe sobre seguridad y salud
en la agricultura 1 que se presentó a la consideración de la Conferencia Inter-
nacional del Trabajo en junio de 2000, en todo el mundo existe conciencia
de que la agricultura, junto con la minería y la construcción, es un sector
particularmente peligroso tanto en los países en desarrollo como en los
países industrializados. Si bien el Convenio sobre las plantaciones, 1958
(núm. 110) se aplica a los trabajadores agrícolas y si, en general, dicho sec-
tor está dentro del ámbito de aplicación del Convenio sobre la seguridad

1
OIT. 1999. Seguridad y salud en la agricultura, Informe VI (1), Conferencia Internacional del Trabajo,
88.a reunión, Ginebra.

VI
y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155) de la OIT que se aplica a todos
los sectores de la economía, ningún convenio se refiere globalmente a los
problemas que plantea la seguridad y la salud de los trabajadores agríco-
las. El informe concluye en que es necesario abordar de manera integral
la seguridad y salud en el trabajo agrícola: un Convenio en el que figuren
los principios básicos de la seguridad y la salud en la agricultura, que se
complemente con su respectiva Recomendación, proporcionará una base
razonable a partir de la cual podría elaborarse la legislación nacional que
podría complementarse en el futuro con un Repertorio de recomendacio-
nes prácticas.
Dentro de este marco general, la Oficina de Actividades para los Tra-
bajadores de la OIT acuerda una importancia particular a este número
dedicado a la seguridad y la salud en la agricultura. Junto con los deba-
tes que tuvieron lugar en la Conferencia en junio y teniendo en cuenta la
segunda discusión del punto en el curso del próximo año, la citada Ofi-
cina espera que los artículos que aquí se presentan alimenten y enriquez-
can las deliberaciones en las mencionadas instancias, las cuales servirán
de base para la elaboración de nuevos instrumentos que no sólo son fun-
damentales para el trabajo futuro de los trabajadores del sector sino para
el progreso social en el mundo.

Manuel Simón Velasco


Director
Oficina de Actividades para los Trabajadores
OIT

VII
Programa de la OIT sobre Seguridad y Salud
en la Agricultura. El reto para el siglo XXI:
prestar servicios de seguridad y salud
1
en el trabajo a los trabajadores del agro
Valentina Forastieri
Programa InFocus Trabajo sin Riesgo
OIT

Se estima en 1.300 millones el número de tra- porales y el 56 por ciento de los mismos son asa-
bajadores ocupados en la producción agrícola lariados sin tierras. Los trabajadores tempora-
en el mundo, cifra que representa la mitad de les están más expuestos a los riesgos en el tra-
la fuerza de trabajo mundial. Aunque la pro- bajo que los otros trabajadores agrícolas y están
porción de trabajadores agrícolas se sitúa por peor pagados. Los trabajadores migrantes pue-
debajo del 10 por ciento en la mayoría de las den encontrar dificultades como consecuencia
regiones desarrolladas, cerca del 60 por ciento de su idioma y su cultura, en el trabajo y en su
de la mano de obra agrícola se concentra en los vida cotidiana. Los trabajadores migrantes y los
países en desarrollo. En estos últimos, una gran temporeros pueden verse expuestos a diversos
proporción está constituida por asalariados. riesgos físicos y químicos que se suman de un
lugar de trabajo al otro.
Cálculo del desafío
Carentes de prestaciones
En los países en desarrollo una buena parte y seguros de accidente
de la población que vive en la indigencia per-
tenece al medio rural (Banco Mundial, 1997). Los índices de accidentes, algunos mortales,
Según los datos de la Organización para la Ali- son bastante más elevados entre los trabajado-
mentación y la Agricultura de las Naciones res agrícolas y escasos los recursos con que se
Unidas (FAO), entre 1980 y 1990 en América cuenta para indemnizarles. En muchos países
Latina y el Caribe esta población se incrementó están excluidos de las prestaciones o de los regí-
en 60 millones de personas (FAO, 1997; CEPAL, menes de seguro por accidentes laborales. Los
1993). A pesar de que la mayoría de ellos vive trabajadores independientes rara vez disfrutan
en las ciudades, la pobreza es todavía mayor y de un sistema de registro y notificación, y care-
más grave en las áreas rurales. cen del derecho a las prestaciones de la seguri-
dad social, excepto si se han inscrito volunta-
Trabajadores temporales: riamente y pagan sus cotizaciones.
más expuestos y menos pagados
Las mujeres se ocupan de cultivar
Los trabajadores agrícolas están menos pro- la tierra y de la familia
tegidos que los trabajadores de otros sectores.
Los grupos más vulnerables se encuentran en Los recientes cambios económicos y técni-
la agricultura de subsistencia, entre los asala- cos están influyendo en el empleo y en las con-
riados de las plantaciones, los jornaleros sin tie- diciones de trabajo de los trabajadores agríco-
rras, los trabajadores temporales o migrantes y las y por lo tanto en la calidad de su trabajo y
los niños. El trabajo temporal en la agricultura de sus vidas. En los países menos desarrollados
se caracteriza por su carácter ocasional, por rea- la situación es todavía peor, ya que muchos
lizarse en condiciones precarias y por una pro- hombres emigran a las ciudades en busca de
tección social escasa o inexistente. Este tipo de trabajo dejando a sus mujeres encargadas de
trabajo está muy extendido en Asia y América labrar la tierra, sembrar, recoger las cosechas y
Central. Alrededor del 45 por ciento de los tra- ocuparse de la familia. Su tarea es enorme y sus
bajadores rurales de América Central son tem- ingresos escasos, ya que provienen de la venta

1
de productos primarios cuyos precios no con- trabajadores temporales y de los que practican
trolan. Por ello, para completar los ingresos la agricultura de subsistencia (OIT, 1997).
familiares cada vez es mayor la proporción de
mujeres y niños empleados en la agricultura. Multitud de relaciones laborales
Las mujeres representan hoy en día entre el 20
y el 30 por ciento de los asalariados agrícolas. Una de las particularidades del sector agrí-
En Asia, alrededor del 80 por ciento de la fuerza cola es la falta de distinciones claras entre las
de trabajo en la agricultura está representada diferentes categorías de trabajadores, y entre el
por mujeres. tamaño y los tipos de las explotaciones. La
amplia gama de modelos de tenencia de la tie-
Los niños trabajan en el campo rra y métodos de cultivo dan lugar a numero-
desde los cinco años sos tipos de relaciones laborales y diferentes
formas de participación de la fuerza de trabajo.
Según las recientes estimaciones de la OIT, Además, la situación variará entre los países en
por lo menos 250 millones de niños de entre 5 y desarrollo y los industrializados. Las distintas
14 años de edad trabajan en los países en desa- categorías de trabajadores difieren también den-
rrollo, donde predomina este tipo de trabajo. tro de cada país y, en ciertos casos, un mismo
Para casi la mitad de ellos (120 millones) se trata agricultor puede pertenecer a más de una cate-
de un trabajo a tiempo completo. Según una goría. Por ejemplo, en los países en desarrollo,
encuesta reciente realizada por la OIT en 26 paí- muchos agricultores pequeños completan los
ses, el índice de participación de los niños en ingresos que obtienen de la agricultura de sub-
actividades económicas es mucho mayor en las sistencia con salarios que ganan trabajando en
áreas rurales que en las urbanas. La proporción grandes explotaciones comerciales durante los
de niños que tienen entre 5 y 14 años de edad y períodos de cosecha.
que trabajan en la agricultura podría llegar al 30
por ciento del total (OIT, 1996). Las niñas tien- Actividades asociadas
den a ser económicamente activas desde los
cinco años. En América Latina y el Caribe, de los En la mayoría de los países, con frecuencia
15 millones de niños que trabajan, el 56 por la familia entera, desde los más jovenes hasta
ciento lo hace en el sector agrícola y tienen entre los más mayores, participa en el trabajo agrí-
5 y 7 años de edad (Ashagrie, 1998). Trabajan cola. Los trabajadores agrícolas realizan una
muchas horas y muchos de ellos sufren lesiones gran variedad de labores, y en especial los tra-
en el trabajo, siendo las más comunes los cortes bajadores independientes en las pequeñas y
y heridas, las infecciones oculares, las afeccio- medianas explotaciones. No se debe olvidar
nes dermatológicas, la fiebre, los ataques de que el término «agricultura» abarca no sólo el
calor como consecuencia de las elevadas tem- cultivo sino muchas otras actividades asocia-
peraturas y el cansancio, y las intoxicaciones por das, como el tratamiento, el almacenamiento y
exposición a los plaguicidas (Forastieri, 1997). el acondicionamiento de las cosechas, la cons-
trucción y el riego, el tratamiento contra los
Algunas categorías de trabajadores parásitos, la avicultura, la cría porcina, la gana-
se superponen dería y las tareas domésticas correspondientes.
En los países industrializados, la mayoría de
Las desigualdades en el desarrollo econó- los trabajadores agrícolas son pequeños pro-
mico de los distintos países o regiones de un pietarios de tierras que, con diversos medios
mismo país han hecho coexistir en la agricul- técnicos y financieros, explotan las granjas cuya
tura varias formas de producción las cuales se producción se destina tanto al mercado interno
pueden dividir en dos sectores principales: uno como a la exportación. En Europa, las explota -
caracterizado por la agricultura de subsistencia ciones pequeñas y medianas son generalmente
que abarca una fuerte proporción de la pobla- granjas familiares con un alto nivel de produc-
ción rural, y el otro, que utiliza a menudo pro- tividad. Tienden a emplear trabajadores tem-
cedimientos de producción altamente automa- poreros en los períodos en los que necesitan
tizados con una alta productividad y efectivos mucha mano de obra, en particular si se espe-
relativamente bajos. Importantes diferencias en cializan en la producción de vegetales, frutas y
las calificaciones profesionales separan a estos uvas, labores en las que la mecanización no está
dos sectores: el primer grupo se compone de cul- muy desarrollada.
tivadores que trabajan para el mercado y de tra- Al igual que en Europa, la mayoría de los
bajadores agrícolas especializados; el otro de trabajadores agrícolas de Asia y Africa son

2
pequeños productores agrícolas, sin embargo tura. Resulta más difícil aplicar las medidas de
sus condiciones de vida y de trabajo son sus- seguridad y salud a las actividades y lugares
tancialmente diferentes a las de sus pares del agrícolas que a los de la industria: muchos
mundo industrializado. Algunos pequeños empleos en la agricultura implican múltiples
propietarios de tierras en países en desarrollo actividades y lugares de trabajo, tanto durante
combinan la agricultura en pequeña escala con el día como durante las estaciones del año. Los
la crianza de ganado o el trabajo asalariado en lugares de trabajo y las herramientas utilizadas
las plantaciones comerciales 2. Por ejemplo, en son muy variados y dependen en general del
el Africa austral el sector agrícola está com- tipo de cultivo. Los métodos agrícolas varían
puesto por pequeños agricultores, general- desde los empleados en la agricultura alta-
mente en régimen comunal de tenencia de tie- mente mecanizada, las granjas de gran tamaño
rras, que trabajan con miembros de sus familias y las plantaciones comerciales hasta los méto-
y con trabajadores no remunerados (Loewen- dos intensivos tradicionales utilizados en la
son, 1998). En Malasia son casi un millón los agricultura de pequeña escala y en la de sub-
pequeños agricultores, de los cuales la mitad sistencia. Las condiciones de trabajo difieren
trabaja en explotaciones de menos de 40,5 hec- asimismo de un país al otro, entre los países
táreas (Harminder Singh, 1986). desarrollados, en los países con economías de
En América Latina la distribución es en transición, en los países en desarrollo y en los
cierto modo diferente ya que los asalariados industrializados, según los métodos de trabajo
son una gran parte de la población económica- empleados, la infraestructura disponible y las
mente activa. Por ejemplo, en América Central condiciones medioambientales.
representan el 49 por ciento de la mano de obra
agrícola, desglosado en 27 por ciento de emplea- Particularidades
dos permanentes, 10 por ciento de copropieta-
rios y trabajadores temporeros y 12 por ciento Algunas de las características específicas del
de trabajadores temporeros sin tierras. En Bra- trabajo agrícola son las siguientes:
sil, de una población rural de 23 millones, hay • la mayoría de las tareas se desarrollan al aire
12 millones de campesinos sin tierras (Salgado, libre, exponiendo a los trabajadores a con-
1997; Gómez y Klein, 1993; OIT, 1996). diciones climáticas;
• la naturaleza estacional del trabajo y la
El desarrollo tecnológico urgencia de ciertas tareas en períodos espe-
y la agricultura cíficos;
Una de las características del trabajo agrí- • una gran variedad de las actividades las
cola es que se desarrolla fundamentalmente en lleva a cabo una misma persona;
un entorno rural donde las condiciones de vida • el tipo de posturas de trabajo y la duración
y trabajo se superponen. Asimismo, se trata de de las tareas a realizar;
una trabajo sujeto a riesgos para la salud que
• el contacto con animales y plantas que
tienen su origen tanto en el entorno como en los
expone a los trabajadores a mordiscos,
procedimientos laborales específicos utiliza-
envenenamientos, infecciones, enfermeda-
dos. El sector agrícola ha estado tradicional-
des parasitarias, alergias, toxicidad y otros
mente olvidado en beneficio del desarrollo
problemas de salud;
industrial. Esta situación se explica en parte por
el hecho de que la agricultura es un sector extre- • el empleo de productos químicos y biológi-
madamente heterogéneo y complejo, y que solu- cos;
cionar sus numerosos problemas sobre la segu- • las grandes distancias que separan las zonas
ridad y la salud no resulta fácil. de vivienda y los lugares de trabajo.

La dificultad de aplicar las medidas Dependencia de las variaciones


sobre seguridad y salud meteorológicas
Dadas la características del entorno rural y La mayor parte del trabajo se realiza al aire
la naturaleza del trabajo agrícola, las diferen- libre, por lo que los trabajadores están expues-
cias existentes entre los distintos tipos de acti- tos a todo tipo de clima, según la estación del
vidades agrícolas son mucho más marcadas año. Si bien se ha modernizado el material y la
que las existentes en otros sectores productivos organización del trabajo en la agricultura ha
como la minería, la construcción o la manufac- progresado netamente, dicho trabajo sigue

3
dependiendo, para la realización de sus tareas, el sector industrial. Poco se ha hecho en rela-
de los cambios meteorológicos, lo cual supone ción con el sector agrícola y menos aún en lo
un obstáculo a la eficacia de las operaciones concerniente a los pequeños agricultores. Se
puesto que pueden modificar completamente dispone de escasa información acerca del grado
las condiciones de trabajo, haciéndolas difíciles de eficacia de la ergonomía para aliviar las difi-
y a veces peligrosas (una tormenta durante la cultades que suponen los trabajos manuales
recolección, una ráfaga de viento repentina relacionados con los cultivos. En la mayoría de
durante la fumigación de los plaguicidas, la los países en desarrollo, los problemas relati-
sequía, etc.). vos a la tranferencia de tecnología tienen reper-
cusiones sobre la ergonomía. La mayor parte
Las medidas de seguridad de las nuevas tecnologías provienen de países
y la formación no han seguido industrializados, y muy rara vez son apropia-
el ritmo del progreso técnico das para el clima y los hábitos laborales y cul-
turales de los países en desarrollo, o para la
El cambio tecnológico en la agricultura no contextura y los hábitos de los trabajadores de
siempre ha estado acompañado de una inver- esos países. En muchos casos el equipo y las
sión en la protección y la mejora de la seguri- herramientas no están debidamente adaptados
dad y la salud de los trabajadores. Si bien es a los usos de esos trabajadores. Además, en los
cierto que ha reducido el trabajo difícil, ha países en desarrollo en los que coexisten diver-
hecho aparecer nuevos riesgos en el sector, en sos grupos étnicos suele haber considerables
particular los relacionados con el empleo de diferencias de contextura física entre las perso-
una maquinaria agrícola más sofisticada sin las nas pertenecientes a grupos diferentes. Estas
adecuadas medidas de seguridad, información diferencias pueden tener consecuencias ergo-
y formación necesarias, así como un uso inten- nómicas menores o provocar serios problemas,
sivo e indiscriminado de productos químicos perjudiciales tanto para el equipo como para
en la agricultura. En consecuencia, no sólo han los usuarios y que ocasionan accidentes y lesio-
aumentado las lesiones graves y las muertes, nes. Además, a través del aumento de transfe-
sino que se han desestabilizado los ecosistemas rencia tecnológica a los países en desarrollo, la
de muchas áreas del mundo por una concep- maquinaria importada o de segunda mano se
ción no duradera del desarrollo agrícola. recibe frecuentemente con los mecanismos de
seguridad estropeados o sin ellos, y en un
Ausencia de técnicas auxiliares estado de mantenimiento que suele ser deplo-
rable. Algunos implementos agrícolas que
Con la intensificación del comercio interna- están adecuados para determinadas labores
cional el sector agrícola está obligado a moder- suelen emplearse en otras, para las que resul-
nizar las técnicas empleadas en la siembra, cui- tan inapropiados, o están seriamente dañados.
dado, tratamiento y recolección de los cultivos Esta inadaptación de las máquinas, del entorno
así como en la cría de animales. La introducción y de la organización hace el trabajo más difícil,
de maquinaria todavía más compleja y de inseguro e ineficaz.
numerosos compuestos químicos, con efectos
nocivos para el hombre y el medio ambiente, se Accidentes y lesiones laborales
lleva a cabo sin proporcionar información o for-
mación apropiadas, ya que la tecnología de La agricultura es uno de los sectores que
apoyo presente en otras industrias probable- presenta los mayores riesgos del mundo. En
mente es inexistente. Además, las técnicas tra- muchos países, el índice de accidentes morta-
dicionales utilizadas en la agricultura suponen les en la agricultura es el doble de la media de
a menudo un obstáculo para la aplicación de todos los otros sectores. Según estimaciones de
técnicas modernas, lo que da lugar a un cierto la OIT, de un total de 335.000 accidentes mor-
retraso en este sector respecto de la industria. tales de trabajo anuales en todo el mundo, se
calcula que 170.000 corresponden a decesos de
La mayor parte de la nueva tecnología trabajadores agrícolas (OIT, 1996). Durante la
está concebida para los países última década, el índice de mortalidad no ha
industrializados dejado de aumentar en el sector agrícola, tanto
en los países industrializados como en los paí-
Las investigaciones actuales en ergonomía, ses en desarrollo; no ha sido así en la minería,
así como su aplicación en la práctica en los paí- sector en que ha disminuido en un cierto
ses en desarrollo, se centran principalmente en número de países.

4
Insuficiente formación El índice de mortalidad es todavía
y seguridad en los países elevado en Australia y en los Estados
en desarrollo Unidos
La maquinaria (tractores y cosechadoras) La agricultura es una actividad particular-
son la causa de los más altos índices de fre- mente peligrosa incluso en los países indus-
cuencia de accidentes, en particular mortales. trializados. El Consejo Nacional de Seguridad
La exposición a los plaguicidas y a otros pro- de los Estados Unidos y el Instituto Australiano
ductos agroquímicos constituye uno de los de Seguridad en el Trabajo: WorkSafe Australia
mayores riesgos profesionales, provoca intoxi- han situado a la agricultura como uno de los
caciones y la muerte o, en ciertos casos, cánce- tres sectores más peligrosos. En Australia, los
res de origen laboral. Otros riesgos se deben a accidentes mortales relacionados con el trabajo
numerosos contactos con animales, plantas, agrícola han sido examinados en función de un
animales venenosos y agentes biológicos que vasto estudio demográfico de todos los acci-
pueden provocar alergias, problemas respira- dentes mortales relacionados con el trabajo
torios y enfermedades pulmonares, zoonosis y entre 1982 y 1984 (Erlich y colaboradores, 1993).
parasitosis. Además, a veces, los mordiscos y Según el mismo, un total de 257 accidentes mor-
las patadas causan graves lesiones (por ejem- tales se vinculaban con la agricultura: 223 entre
plo fracturas) (Choudhry, 1989). La sordera los asalariados (19,4 muertes por 100.000 acci-
como consecuencia del ruido, los problemas dentes anuales), y 34 entre los niños menores
musculoesqueléticos (dolores de espalda aso- de 15 años. La mecanización era la causa prin-
ciados a movimientos repetitivos), el estrés y cipal, especialmente los tractores: muchos de
los problemas psicológicos son también fre- los accidentes mortales se debieron al vuelco de
cuentes. Esta situación es particularmente clara tractores. En Estados Unidos, los agricultores y
en los países en desarrollo donde los sistemas los trabajadores agrícolas no constituyen más
de educación, la formación y los sistemas de que el 3 por ciento de la mano de obra, sin
seguridad son insuficientes para el sector. embargo, según el mencionado Consejo Nacio-
nal de Seguridad, entre 1990 y 1995, el 7,4 por
Lesiones y mortalidad causadas ciento de ellos fueron víctimas de accidentes
por accidentes no químicos mortales del trabajo (NSC, 1990 y 1995).

El Instituto Brasileño de Seguridad y Salud El óxido de nitrógeno en los silos


en el Trabajo, FUNDACENTRO (Meirelles,
1994) llevó a cabo un estudio entre 1987 y 1990 Los silos que se utilizan en las granjas para
sobre los accidentes laborales en el sector rural almacenar cereales entrañan un considerable
en los ocho Estados en que la concentración de riesgo de muerte por asfixia. Una vez que se ha
actividades agrícolas era mayor. El mismo mos- introducido el cereal en el silo, y en el plazo de
tró que el 39,45 por ciento del total de las lesio- algunas horas, comienzan a acumularse en la
nes fueron causadas por herramientas manua- parte superior del silo óxidos de nitrógreno
les, de las que el 88 por ciento eran instrumentos extremadamente tóxicos que pueden permane-
cortantes; un 12,68 por ciento de las lesiones cer allí durante una semana o más. Se han regis-
resultaban de accidentes con la maquinaria, de trado niveles de dióxido de nitrógeno cientos
los cuales el 38,56 por ciento correspondía a de veces más elevados que los que prescriben
accidentes con tractores. Las restantes eran las normas industriales (Lowry y Schuman,
lesiones menores provocadas por causas diver- 1956). También se han notificado caídas segui-
sas. En Chile, la Inspección del Trabajo notificó das de asfixia como consecuencia de la inhala-
en 1993 que las lesiones debidas a las máquinas ción de los gases que desprenden los granos3.
y herramientas alcanzaron algo más de un ter- Muchos países disponen de extensas listas de
cio (35 por ciento) de todos los casos de acci- recomendaciones concernientes a los riesgos
dentes de trabajo (Ministerio de Trabajo, 1993). del trabajo en los silos, pero por lo general esas
En Sudáfrica, según el examen de los informes recomendaciones no se siguen adecuadamente.
anuales del Comisionado para las indemniza-
ciones a los trabajadores (1987-1989), la morta- Exposición agroquímica
lidad en la agricultura como consecuencia úni-
camente de los accidentes de trabajo no La exposición a los plaguicidas y otros pro-
químicos era el doble de la de otros sectores ductos agroquímicos es uno de los principales
(London y Myers, 1995; Myers, 1990). riesgos profesionales, y en ciertos países es la

5
causa del 14 por ciento de las lesiones profesio- seguridad social (Díaz Mérida, 1992). Los regis-
nales en el sector agrícola y del 10 por ciento de tros sólo mencionan el 15 por ciento de los
las lesiones mortales (OIT, 1996). La amplitud de casos. Entre un 20 y un 25 por ciento de todos
los riesgos para la salud debidos a la exposición los incapacitados permanentes con derecho a
a los productos agroquímicos depende del tipo indemnización pertenecían al sector agrícola
de cultivo, de los productos químicos utilizados, durante el mismo período. Según otro estudio
del modo de fumigación y de la exposición, de realizado por la Universidad Nacional de
la sensibilidad personal y de las condiciones Panamá, entre 1980 y 1989 el índice de intoxi-
meteorológicas. Ciertos productos muy utiliza- cación grave de origen laboral se elevaba al 26,2
dos son muy tóxicos según la clasificación de los por ciento (Díaz Mérida y Tristan, 1996). Según
riesgos de la Organización Mundial de la Salud datos del Ministerio de Salud, el índice de into-
(OMS) y muchos están prohibidos o estricta- xicación por exposición a los plaguicidas era de
mente controlados en los países industrializa- 7,7 por 100.000 personas expuestas en 1990 y de
dos. Los escasos datos sobre la amplitud de las 5,6 por 100.000 en 1995. Según los cálculos del
enfermedades relacionadas con los plaguicidas, Instituto de la Seguridad Social, el índice para
tanto en los países industrializados como en los 1995 se calcula en 3.000 intoxicados por 100.000
países en desarrollo, se debe a las dificultades de personas expuestas (Díaz Mérida, 1996).
declararlos como corresponde, lo que hace que Durante 1994, el Instituto de la Seguridad
se subestimen. Por ejemplo, en Estados Unidos Social de Guatemala registró 237 casos de into-
la Agencia de Protección del Medio Ambiente xicación por exposición a plaguicidas en el tra-
calcula entre 20.000 y 300.000 el número anual bajo (Ruano Meléndez, 1995), de los cuales tres
de casos de intoxicación aguda en el entorno casos fueron mortales. Otro estudio dirigido por
agrícola, y la OMS cifra los casos de intoxicación la Facultad de Medicina de la Universidad
por plaguicidas entre 2 y 5 millones anuales, de Nacional de Guatemala, con base en los datos
los que 40.000 son mortales (OIT, 1994). obtenidos del Ministerio de la Salud y el Insti-
tuto de la Seguridad Social, mostró que en el
Costa Rica: 4 kilos de plaguicidas período 1986-1990 se dieron 5.571 casos de into-
por habitante xicación por exposición a plaguicidas con un
índice de mortalidad del 3,23 por ciento. En 1994,
En los países en desarrollo, en los que se con- una encuesta sobre la utilización de plaguicidas
sume más del 20 por ciento de la producción realizada por el Ministerio de Salud llegó a la
mundial de productos agroquímicos, se da cerca conclusión de que era imposible calcular exac-
del 70 por ciento de los casos de intoxicación tamente el número de intoxicaciones de origen
grave que se producen en el mundo, es decir, laboral a causa de la notificación deficiente.
más de 1,1 millón de casos. En América Central
en los años ochenta la importación y el empleo Notificación deficiente
de estos productos alcanzó una media anual de
53,6 millones de kilos. En Costa Rica se calcula Si bien las mencionadas cifras dan una idea
en 4 el número de kilos de plaguicidas por habi- de la dimensión del problema, los datos oficia-
tante utilizados cada año durante el último les sobre la frecuencia de accidentes laborales y
decenio, es decir, ocho veces la media calculada enfermedades profesionales son inexactos y
para la población mundial y el doble de lo que claramente subestimados en la agricultura,
se consume en toda América Central. En esta independientemente del nivel de desarrollo del
sola región, se han detectado 27.745 casos de país. La situación se agrava respecto a las enfer-
intoxicación grave entre 1980 y 1987, es decir, medades profesionales. En efecto, el procedi-
más de 2.000 casos por año (Wesseling, 1994). miento para notificar estas últimas es distinto
del empleado para los accidentes laborales, ya
En Panamá la agricultura es que estos últimos son fáciles de constatar
responsable de un 25 por ciento de las cuando se producen, mientras que las enfer-
incapacidades permanentes medades requieren un diagnóstico.

Según una encuesta nacional realizada en Los problemas crónicos


Panamá sobre seguridad y salud de los traba- son más difíciles de evaluar
jadores agrícolas, en 1993 había 574.757 traba-
jadores rurales expuestos a la acción de los pla- Los datos sobre los accidentes ocurridos en
guicidas, de los cuales sólo un 5 por ciento el lugar de trabajo provienen de la declaración
tuvieron derecho a una indemnización por la obligatoria y de las solicitudes de indemniza-

6
ción a la seguridad social, pero sin que consten rio, las dermatosis, las alergias, el cáncer, los
los numerosos casos de lesiones menores y no problemas que conlleva el trabajar al aire libre,
mortales. La información disponible sobre los los envenenamientos, así como las enfermeda-
casos de accidentes mortales, cuya proporción des musculoesqueléticas provocadas por el tra-
es escasa, es bastante fiable ya que casi todos bajo repetitivo o realizado en malas posturas,
son declarados a los servicios competentes. En transportando cargas pesadas, con horarios
la agricultura la situación se explica por el prolongados, y con ruidos y vibraciones.
hecho de que los trabajos especialmente peli- Dichas enfermedades provocan un considera-
grosos casi siempre tienen efectos visibles, ble gasto de energía, un envejecimiento pre-
como los accidentes graves y las intoxicaciones maturo, absentismo, una disminución de la
agudas, mientras que los otros riesgos son más productividad y elevados costos sociales a
difíciles de detectar. El mismo tipo de dificul- nivel nacional.
tades se da respecto de los problemas crónicos
causados por el ruido, las vibraciones, los insec- Enfermedades infecciosas
ticidas, las partículas de polvo de origen orgá- y parasitarias
nico o en dosis reducidas pero cuyo efecto se
acumula, los cuales son de difícil diagnóstico La zoonosis es un serio problema de salud
por lo que en la mayoría de los países pocas pública, especialmente en los países en desa-
veces se declaran las enfermedades profesio- rrollo, y comprende algunas de las enfermeda-
nales o las relacionadas con el trabajo. des más propagadas y graves del mundo. La
Asimismo, la escasa notificación se explica experiencia indica que esas enfermedades ten-
en parte por la dificultad de determinar la cate- drán repercusiones cada vez mayores en los
goría a la que pertenecen los trabajadores: índices de morbilidad en el futuro (Choudry,
remunerados por pieza, a tiempo completo o a 1989). Generalmente, las enfermedades trans-
tiempo parcial, de carácter ocasional, migran- mitidas por los animales pasan desapercibidas,
tes, etc. Además, en muchos países los trabaja- sea porque los propios animales no desarrollan
dores agrícolas están excluidos de cualquier la enfermedad o porque los síntomas comien-
plan de prestaciones o seguros de accidente y zan a manifestarse en los seres humanos des-
tanto los servicios administrativos de registro pués de un largo período de tiempo. El conta-
de accidentes como la notificación de los mis- gio puede producirse por contacto directo de
mos no reflejan la realidad. Sin embargo, dichos las manos con el animal o con materias y sus-
trabajadores no dejan de estar expuestos a los tancias derivadas de él (pelos, carne, reses
más altos índices de accidentes, algunos mor- muertas, huesos, productos residuales, abortos
tales, si se los compara con otros sectores, con o matanza), y también a través del contacto con
escasas posibilidades de ser indemnizados. ambientes contaminados. Esas enfermedades
Menos del 20 por ciento de los asalariados agrí- pueden ser extremadamente graves para las
colas en el mundo están cubiertos por una o personas, y sus tratamientos muy costosos. Los
varias de las nueve contingencias contempla- tratamientos suelen ser complejos y requerir
das en el Convenio de la OIT sobre seguridad largos períodos de internación hospitalaria,
social (norma mínima), 1952 (núm. 102) 4. como en el caso de la tuberculosis bovina, el
tétano y la tularemia5. Algunas de esas enfer-
Enfermedades profesionales medades requieren intervención quirúrgica,
o relacionadas con el trabajo por ejemplo la hidatidosis6, así como un trata-
miento postoperatorio intensivo habida cuenta
El número de enfermedades causadas por de los órganos sensibles a los que afecta, entre
la actividad laboral agrícola en el mundo varía ellos los pulmones, el hígado y el sistema ner-
mucho ya que se relacionan con las distintas vioso central. Otras enfermedades son muy
particularidades propias de cada país o región: contagiosas y pueden desencadenar epide-
clima, fauna, densidad de población, condicio- mias, entre ellas, el paludismo, la brucelosis
nes de vida, costumbres de alimentación, nor- (fiebre ondulante), la salmonelosis7 y la enfer-
mas de higiene, grado de educación, formación medad virósica de Newcastle8. Aún cuando el
profesional, condiciones de trabajo, desarrollo tratamiento de esas enfermedades es relativa-
tecnológico, calidad y acceso a los servicios, etc. mente sencillo, el costo social de tales epide-
Las principales enfermedades características mias es muy elevado. La listeriosis9 es causa
del sector agrícola son las infecciones transmi- de abortos, o, si se contrae en una etapa avan-
tidas por el contacto con animales domésticos zada del embarazo, de serias malformaciones
o salvajes (zoonosis), las de carácter respirato- congénitas.

7
Tétanos, tifus, paludismo, amibiasis, se encuentran en los plaguicidas y en ciertos
borreliosis o enfermedad de Lyme vegetales. La dermatitis alérgica puede ser cau-
sada por diversas flores que se cultivan en la
La aparición de enfermedades parasitarias floricultura ornamental, por el cromo que con-
en los lugares de trabajo obedece a diversas tiene la goma de las botas o de los guantes, por
causas, una de las cuales es la ingestión de hue- los antibióticos de uso veterinario, por los pla-
vos de parásitos (como en la hidatidosis y la guicidas (fungicidas del grupo de los ditiocar-
amibiasis10) que se encuentren en los alimentos bamatos) (Koch, 1996) y por desinfectantes y
contaminados, las manos y herramientas sucias jabones. Producen lesiones por contacto directo
o en animales o derivados animales. Ciertas lar- y, ocasionalmente, por transmisión aérea. El
vas que viven en la tierra en zonas cálidas y acné profesional suele ser una consecuencia de
húmedas pueden introducirse en el cuerpo de la manipulación de aceite y grasa de motores o
los trabajadores a través de la piel sana y de las de partes móviles de máquinas agrícolas. Cier-
mucosas de la nariz, la boca y la conjuntiva tas sustancias fotosensibles, por ejemplo acei-
mientras trabajan en las plantaciones de arroz, tes y grasas minerales y antibióticos, pueden
en zonas en las que hay hongos y en otros terre- producir lesiones cutáneas inflamatorias agu-
nos infestados de parásitos. El riesgo de conta- das si hay exposición al sol.
minación aumenta en las áreas de temperatu-
ras elevadas debido a los problemas que Enfermedades respiratorias
supone vestir ropas y botas, que de por sí pue-
den incrementar la temperatura y provocar Los trastornos respiratorios relacionados
transpiración excesiva. Algunos parásitos pue- con la agricultura incluyen una gran diversidad
den penetrar en el cuerpo de los trabajadores a de manifestaciones clínicas que abarcan desde
través de vectores biológicos, como el caso de trastornos leves hasta insuficiencia respiratoria
los insectos que transmiten el paludismo, la grave, incluyendo el asma profesional. Los
leishmaniasis y la enfermedad del sueño. Otras diversos alergenos orgánicos pueden ser por-
enfermedades infecciosas que se pueden con- tadores de bacterias, moho, toxinas y plaguici-
traer en el entorno de trabajo agrícola son de das, y ser transportados a las vías respiratorias
diagnóstico grave: el tétano, la rabia, el tifus, la provocando así dificultades pulmonares aún
fiebre Q y la borreliosis. En Francia el 75 por más serias. El trabajo agrícola en recintos cerra-
ciento de las enfermedades profesionales reco- dos tales como viveros y silos puede exponer a
nocidas en la agricultura son infecciosas o para- los trabajadores a elevadas concentraciones de
sitarias y entrañan con frecuencia la incapaci- polvos alergenos. Los gases utilizados como
dad profesional parcial o total. plaguicidas o los que se desprenden como reac-
ción cuando se aplican los plaguicidas (como el
Enfermedades de la piel sulfuro de hidrógeno, el fosgeno y el cloro) afec-
tan directamente, mediante irritación, a las
La afecciones cutáneas pueden originarse paredes de las vías respiratorias y entrañan
por el ingreso de agentes patógenos al orga- riesgos de reacciones asmáticas en las personas
nismo a través de una lesión (mordedura, ras- que sufren de hiperactividad bronquial.
guño o picadura) o a través de la superficie de
la piel sana. Las infecciones micóticas pueden Cáncer profesional
contraerse directamente a través de animales
infectados o desarrollarse en zonas de la piel en El cáncer profesional relacionado con la
estado de maceración. Esta maceración se pro- agricultura puede presentarse como una com-
duce como consecuencia de condiciones de plicación ulterior de ciertas enfermedades de
humedad y calor, contacto con el azúcar de las origen profesional, o aparecer como conse-
frutas y la transpiración excesiva provocada cuencia de la exposición directa a diversos fac-
por el uso de ropas impermeables, por ejemplo, tores de riesgo. Son numerosos los agentes bio-
botas y guantes de goma. Generalmente las lógicos estrechamente relacionados con la
lesiones que se producen son difíciles de tratar, aparición de cáncer que se derivan de las con-
tardan en curarse y son contagiosas. Otros diciones de trabajo en la agricultura. La esquis-
agentes causan dermatosis agudas, moderada- tosomasis urinaria, que se suele contraer
mente agudas o crónicas. La dermatitis de con- durante los trabajos en las zonas anegadas, es
tacto es la más común de las infecciones profe- una de las causas de cáncer de vejiga, mientras
sionales cutáneas en la agricultura; se origina que la variante intestinal degenera en tumores
por la acción de solventes y otras sustancias que hepáticos, esofágicos, gástricos y colorrectales

8
(Reunión de expertos, 1994). La fascioliasis somete al trabajador a un esfuerzo excesivo, y
favorece el desarrollo del cáncer en el conducto la fatiga resultante puede incrementar los ries-
biliar de los trabajadores del sector ganadero gos de accidente11. Los trastornos musculares y
que están expuestos al contacto con aguas óseos crónicos son el tipo de afecciones que
superficiales (lagos, cauces de agua y pantanos) muy probablemente se agravan con el paso del
contaminadas con trematodos de las heces del tiempo y la mayoría pueden provocar discapa-
ganado bovino, caprino y ovino infectado. Cier- cidad permanente.
tos plaguicidas y fertilizantes han estado rela-
cionados con el cáncer de estómago y de los Ruido y vibración
bronquios (Cocco, Ward y Buiatti, 1996), por
ejemplo, los fungicidas arsenicales, así como En la agricultura, el ruido suele ser el resul-
con los linfomas distintos del de Hodgkin (her- tado de vibraciones de alta frecuencia produci-
bicidas fenoxiacéticos) (Zhong y Rafnsson, das por máquinas. Cuando funcionan a su
1996; Folsom, 1996; Persson, 1996) máxima potencia, los motores producen mucho
más de los 85 dB(A) establecidos como límite
Levantamiento y acarreo de peso para prevenir la sordera (Darabont, 1983). El
y trastornos musculares y óseos nivel ordinario es de 95 e incluso 100 dB(A)
durante períodos prolongados, ya sea en trac-
La adopción de posturas inapropiadas e tores con o sin cabina en los que suelen produ-
incómodas y el acarreo de cargas excesivas oca- cirse fenómenos de resonancia adicionales
sionan numerosos trastornos musculares y (Márquez Delgado, 1986). El ruido conlleva
óseos en el sector agrícola, gran parte de los cua- consecuencias auditivas y de otro tipo. Las pri-
les no se notifica. El acarreo de cargas excesivas meras provocan una disminución de la percep-
puede causar serios trastornos musculoesque- ción de otros ruidos que se producen simultá-
léticos, como dolor de espalda crónico, dolores neamente, por ejemplo, gritos de aviso de algún
lumbares e incluso abortos. Es una de las prin- peligro, cansancio auditivo, cuando un trabaja-
cipales tareas de las mujeres trabajadoras de los dor manifiesta temporalmente un umbral de
países en desarrollo, las cuales suelen pasar audición más alto, y sordera profesional. Las
más de veinte horas semanales en labores tales otras consecuencias suelen aparecer varias
como ir a buscar agua, leña, ropa lavada y horas después de la exposición y consisten en
ganado, preparar y comercializar productos irritabilidad y tensión nerviosa. Además de
acarreando bultos de más de treinta y cinco estos factores, los conductores de maquinaria
kilos sobre sus cabezas y espaldas a través de agrícola pueden ver reducida su velocidad de
distancias considerables. reacción en tareas psicomotrices, especialmente
Los dolores de espalda y lumbares están aso- cuando tienen que controlar simultáneamente
ciados principalmente con el trabajo físico, el varios elementos diferentes como cuando
acarreo y la torsión, como es el caso de las acti- deben adaptar la trayectoria de la máquina a las
vidades agrícolas. El esfuerzo humano supone irregularidades del terreno durante las labores
más del 70 por ciento de la energía necesaria específicas con tractores y remolques y cuando
para cultivar en los países en desarrollo (FAO, llevan a cabo tareas conjuntas con otros traba-
1987); la energía necesaria para escardar en la jadores (Desoille, Scherrer y Truhaut, 1992).
India es del orden del 20 por ciento (Gite y
Yadav, 1990). Las herramientas y los métodos Relaciones entre las enfermedades
tradicionales exigen una gran reserva de ener- generales y las enfermedades
gía. Las lesiones en las rodillas aparecen gene- profesionales
ralmente cuando se realizan trabajos en esa
posición o caminando sobre superficies irregu- Los factores socioeconómicos, culturales y
lares. En la agricultura, ciertas labores que por medioambientales también determinan las con-
su naturaleza se realizaban originalmente en diciones de vida y de trabajo de los granjeros y
posición sentado, de hecho se realizan de pie ya trabajadores agrícolas. La contaminación del
que por lo general los asientos son incómodos, medio ambiente provoca tanto problemas indi-
sea debido al diseño inapropiado o al deterioro viduales de salud a los trabajadores como pro-
causado por el uso incorrecto o el paso del blemas de salud pública de origen laboral que
tiempo. La altura de los bancos donde se reali- afectan a sus familias y a las comunidades, así
zan trabajos manuales deberían fijarse teniendo como a los animales de granja y domésticos, y
en cuenta el trabajo en cuestión y la altura de al ecosistema. Los cambios medioambientales a
los codos del trabajador. De otro modo se nivel local y global relacionados con la degra-

9
dación de los recursos naturales pueden influir tarse. La exposición al sol puede provocar que-
a largo plazo en la disponibilidad de alimentos. maduras, fotodermatosis crónica, enrojeci-
La interacción entre las condiciones de vida miento difuso de las partes de la piel expuesta,
y de trabajo deficientes determina las pautas de asociado con atrofia cutánea que después de
morbilidad y mortalidad características del sec- algunos años puede causar engrosamientos
tor agrícola. Tales pautas obedecen a la combi- localizados de la piel, e insolaciones de diversa
nación de factores tales como la desnutrición, gravedad. El calor provoca una dilatación exce-
las enfermedades que afectan a la población siva de los vasos sanguíneos superficiales, lo
rural (paludismo, tuberculosis, trastornos gas- que a su vez causa deshidratación como conse-
trointestinales, intoxicaciones con productos cuencia de la transpiración (en ocasiones más
fluorados, bocio endémico, anemia ferrogénica, abundante debido a la ropa de protección
etcétera), las enfermedades profesionales y las impermeable), así como edemas, calambres en
complicaciones derivadas de enfermedades no las piernas y desvanecimientos. Además, el
diagnosticadas o no tratadas. calor favorece la intoxicación a través de la
absorción cutánea y la distribución de los pla-
Reducción de la esperanza de vida guicidas dentro del organismo. El viento trans-
porta bacterias, parásitos, polvos minerales y
La capacidad de trabajo está estrechamente vegetales y esporas de hongos. Los efectos
relacionada con las condiciones de nutrición y negativos de largas jornadas de trabajo pueden
la salud de los trabajadores. Aunque ciertos paí- agravarse como consecuencia de las rigurosas
ses en desarrollo han alcanzado niveles eleva- condiciones climáticas. La desnutrición, el clima
dos de desarrollo económico, las cuestiones de cálido y húmedo y las enfermedades endémi-
nutrición y salud continúan planteando pro- cas también pueden perjudicar la capacidad y
blemas, debido a la implantación de un círculo el rendimiento de los trabajadores agrícolas.
vicioso de baja productividad, bajos salarios, Algunos estudios sobre el efecto de la exposi-
desnutrición, enfermedades y baja capacidad ción al calor sobre la salud de los trabajadores
de trabajo. Esto es particularmente evidente en han determinado que una variación mínima de
el sector agrícola, dado que la mayor parte del la temperatura con respecto a la gama habitual
trabajo en este sector es de tipo manual o sólo de variaciones de ésta tiende a incrementar el
parcialmente mecanizado, y por lo tanto está riesgo de accidentes.
estrechamente relacionado con la capacidad de
trabajo. Además, las enfermedades comunes Acceso a los servicios de salud
repercuten sobre las aptitudes para el trabajo y
reducen aún más la capacidad de trabajo El desarrollo tecnológico en los últimos cin-
cuando van asociadas a otras circustancias pro- cuenta años ha mejorado en gran medida las
fesionales, como por ejemplo el estrés térmico. condiciones de vida en el medio urbano pero
La capacidad de trabajo (capacidad aeróbica no ha sido así en las comunidades locales. Con
máxima) disminuye proporcionalmente en el desarrollo, los recursos de salud se han orien-
relación con la contextura física, pero la capaci- tado principalmente hacia la mejora de niveles
dad de trabajo constante disminuye aún más a de atención secundarios y terciarios, centrán-
consecuencia de las enfermedades y la desnu- dose en el desarrollo de tecnología médica
trición12. Los trabajadores agrícolas se ven obli- (para procedimientos quirúrgicos, pruebas y
gados a gastar una cantidad considerable de disciplinas médicas especializadas, detección
energía y no tienen ocasión de recuperarse, por genética, investigación y servicios hospitala-
lo que su esperanza de vida es menor que la de rios, etc.). Los escasos fondos están disponibles
los otros trabajadores. en aquellas áreas donde el impacto pueda ser
El trabajo al aire libre expone a los trabaja- mayor para la población rural, como la asis-
dores al viento, la lluvia, el frío, el calor y los tencia sanitaria preventiva y primaria. Los ser-
rayos ultravioleta. Esos agentes pueden dar vicios de salud especializados y los grandes
lugar a una serie de problemas de salud que, si hospitales tienden a concentrarse en los gran-
bien no pueden clasificarse estrictamente como des centros urbanos y a menudo a las comuni-
problemas de salud profesional, son causa de dades rurales les resulta difícil acceder incluso
absentismo, baja productividad y disminución a los servicios de salud básicos. La migración
de la resistencia del organismo a otros trastor- de la población hacia los centros urbanos ha
nos más comunes. La lluvia y el frío pueden contribuido a la concentración de los servicios
provocar infecciones en las vías respiratorias y en éstos, lo que resulta en una distribución dese-
sabañones, que lesionan la piel y pueden infec- quilibrada de los recursos para la atención de

10
la salud entre tales centros urbanos y las comu- conjunto de normas que se apliquen al sector
nidades rurales, en detrimento de estas últi- agrícola13.
mas. Esto ocurre con mayor frecuencia en los Como consecuencia de los avances legisla-
países en desarrollo que en los industrializa- tivos a este respecto, en varios países indus-
dos. Los pequeños centros de salud u hospita- trializados la legislación sobre seguridad y
les rurales no pueden ofrecer los mismos ser- salud en el trabajo específica para determina-
vicios que los de las grandes urbes, por lo que dos sectores industriales se está sustituyendo
a menudo tienen dificultades para atraer y con- progresivamente por la contenida en un marco
servar su personal. estatutario principal que se aplica a una amplia
gama de sectores económicos entre los que
Sin voto en la toma de decisiones figura la agricultura. En dicho marco, los regla-
mentos y códigos tratan los temas de seguridad
Por todo ello, la situación de la salud en el y salud respecto a peligros o industrias especí-
área rural es peor que la del área urbana, tanto ficos. La mayor parte de la reglamentación o de
en los países en desarrollo como en los indus- los decretos específicos relacionados con la agri-
trializados. Los trabajadores agrícolas pueden cultura, que están subordinados a las leyes
llegar a vivir en condiciones extremadamente sobre seguridad y salud o directamente a los
primitivas en zonas en las que no hay carrete- códigos de trabajo, hacen referencia a la seguri-
ras o éstas están en malas condiciones y donde dad de la maquinaria y del equipamiento
el transporte resulta difícil. La mayor parte de (sobre todo tractores y cosechadoras) y a los pro-
la población rural de los países en desarrollo ductos químicos (en concreto a los plaguicidas)
está mal alimentada y expuesta tanto a las o a los agentes biológicos utilizados en la agri-
enfermedades endémicas como a las relaciona- cultura. Otro tipo de regulación sobre la agricul-
das con el trabajo. La prevalencia de enferme- tura hace referencia a la prohibición de emplear
dades epidémicas y endémicas en la mayor a ciertas categorías de trabajadores, en lo que se
parte de las áreas rurales, agrava aún más la refiere a la uilización de cierto tipo de equipo
escasa salud y la pobreza de estas comunida- por los menores de 18 años, a las disposiciones
des. Esta situación se refleja en muchas enfer- de protección de la maternidad, a las medidas
medades infecciosas y de transmisión vectorial, de seguridad social y a las condiciones de tra-
en particular las enfermedades y trastornos de bajo (salarios, horas de trabajo, etc.).
la salud que resultan de la falta de higiene, la
vivienda inadecuada, la desnutrición y la gran Desprotección de los trabajadores
variedad de infecciones parasitarias y bacteria- independientes, de los trabajadores
nas que afectan a toda la población. El índice de familiares y de los trabajadores
mortalidad es también mayor en las áreas rura- ocasionales
les (OIT, 1995). Los trabajadores rurales carecen
con frecuencia de información acerca de los En muchos países, las leyes laborales gene-
problemas de salud que les afectan. En muchos rales y la reglamentación sobre la seguridad y
países las organizaciones de trabajadores rura- salud en el trabajo suelen omitir o excluir explí-
les no siempre pueden participar de forma citamente al sector agrícola. En algunos de
activa en la toma de decisiones políticas y no ellos, ciertas leyes generales como las relativas
influyen en las decisiones que otros toman por a la seguridad y salud en el trabajo se refieren
ellos. El ambiente en el que los trabajadores marginalmente al sector; en otros, pocas veces
rurales viven y trabajan, su nivel de vida y su éste es objeto de regulaciones específicas o
nutrición son tan importantes para su salud decretos. Las leyes laborales generales de cier-
como los servicios de los que disponen. tos países excluyen a los trabajadores agrícolas
de forma total o parcial, y en algunos de ellos
La protección de los trabajadores ni siquiera existen leyes aplicables al sector
rurales por la legislación nacional agrícola14.
Mientras en algunos países la legislación
La visión de conjunto de la legislación nacio- sobre seguridad y salud en el trabajo no se
nal en los Estados Miembros llevada a cabo por aplica a este sector, en otros abarca solamente
la OIT mostró que existe una gran variedad de determinadas categorías de trabajadores agrí-
legislaciones sobre seguridad y salud en el sec- colas. Si bien la legislación laboral de unos
tor agrícola. Según la información disponible, pocos países excluye explícitamente el trabajo
son pocos los textos legislativos de carácter agrícola de su campo de aplicación, en muchos
general y pocos los países que cuentan con un otros las disposiciones aplicables a los trabaja-

11
dores sin contrato a tiempo completo son pocas, el futuro. Desde la fecha mencionada se han
si es que las hay. En muchos países, sólo los tra- adoptado varias directivas sobre el tema
bajadores con contrato laboral tienen derecho a tomando como base dicha Directiva-marco. No
la protección total que prevén los estatutos. Por obstante, las Directivas del Consejo sobre segu-
ejemplo, generalmente sólo tienen derecho a la ridad y salud en el trabajo ya existentes en el
formación, a elegir representantes de seguridad ámbito de la agricultura se refieren principal-
y salud y al examen médico periódico este tipo mente a los plaguicidas, a la seguridad de la
de trabajadores. Como una gran cantidad de maquinaria y al diseño ergonómico de la maqui-
trabajadores agrícolas son miembros de una naria agrícola y forestal (Manos, 1997). En algu-
familia que trabajan por temporadas u ocasio- nas ocasiones se ha discutido en la Comisión
nalmente, la protección que les otorga la ley es Europea y en su Comité Agrícola sobre la nece-
por lo general limitada o nula. La legislación de sidad de una directiva que proteja a los traba-
muchos países no protege a los trabajadores jadores agrícolas, sin embargo hasta ahora no
independientes, ya que sólo cubre a los trabaja- se ha propuesto oficialmente una iniciativa al
dores con «contratos de servicios». Sin embargo, respecto (Vogel, 1997).
se ha señalado que algunos países amplían el
ámbito de protección de sus respectivas leyes Participación de los trabajadores
laborales más allá del empleo asalariado a y empleadores en los planes
tiempo completo15. de salud y seguridad a través
Es habitual que los códigos laborales y las de convenios colectivos
leyes sobre seguridad y salud contengan dis-
posiciones especiales referentes a las trabaja- Los convenios colectivos constituyen un
doras, y en concreto cuando están embarazadas importante compendio de derechos y responsa-
o cuidan de sus hijos. La mayoría de las legis- bilidades laborales de los empleadores y de los
laciones cuentan con disposiciones que prote- trabajadores. Sin embargo, en materia de segu-
gen a estas mujeres contra ciertas formas de tra- ridad y salud, las principales fuentes de dere-
bajo peligroso, como el que supone el acarreo chos y responsabilidades suelen ser los instru-
de cargas pesadas o la exposición a radiaciones mentos y normas jurídicos o casi jurídicos. En
químicas y a una ionización peligrosa. Se puede la mayoría de los países, esto se aplica en par-
exigir a los empleadores que transfieran a las ticular al sector agrícola, en el que las bajas tasas
mujeres de un trabajo de ese tipo a otro que no de sindicación hacen que las negociaciones
suponga tales riesgos para la seguridad y la colectivas sean la excepción y no la regla 16.
salud. Sin embargo, estas disposiciones son de Tanto el examen de la leyes nacionales rela-
aplicación general, no específicas del trabajo tivas a los convenios colectivos de trabajo como
agrícola, y en algunos países sólo protegen a los los mismos convenios han revelado la escasa
trabajadores agrícolas permanentes. La cober- información disponible sobre la manera en que
tura de los mismos se hace a menudo a través se tratan las cuestiones de seguridad y salud en
de legislación específica, como por ejemplo, en la agricultura. En términos generales, los con-
ciertos países asiáticos, donde se protege espe- venios colectivos se refieren a ciertos aspectos
cíficamente a los trabajadores de las plantacio- de la seguridad y la salud como la ropa de pro-
nes. No obstante, estos trabajadores agrícolas tección, el equipo de seguridad, el transporte en
en muchos países carecen de cobertura o están caso de accidente, los primeros auxilios, los pro-
específicamente excluidos de las disposiciones cedimientos de seguridad, los comités de segu-
de protección de la maternidad. ridad, los exámenes médicos, los seguros con-
tra accidentes y otras prestaciones. En muchos
Normas regionales países, las autoridades competentes en la esfera
de la seguridad y la salud han elaborado mate-
Las iniciativas regionales de la Unión Euro- rial de orientación para ayudar a los empleado-
pea hacen referencia principalmente a las rela- res y a los sindicatos a alcanzar acuerdos sobre
ciones de mercado y a los requisitos económi- cuestiones de seguridad y salud en el proceso
cos básicos para la aplicación de los mecanismos de la negociación colectiva. Los convenios nego-
comunes de política agrícola. La Directiva del ciados pueden ser muy minuciosos y abarcar
Consejo sobre Seguridad y Salud en el Trabajo cuestiones relativas a salarios, horas de trabajo,
1989 (Unión Europea, 1989) se aplica a todos los días de descanso, condiciones de viaje de los
sectores de la actividad económica, incluida la trabajadores, salud y seguridad en el lugar de tra-
agricultura, sin perjuicio de otras disposiciones bajo, prestaciones por accidentes de trabajo, etc.
de la Unión, más restrictivas, que se adopten en Sin embargo, la mayoría de los convenios colec-

12
tivos en la agricultura no abarcan cuestiones de algunas grandes empresas más interesadas en
salud y seguridad. A lo sumo hacen alguna refe- satisfacer la demanda de los mercados interna-
rencia a la legislación sobre el tema. cionales que en adoptar un enfoque sostenible
del desarrollo agrícola.
En Francia, un grupo de empleadores Los métodos utilizados en esos casos con-
ciernen a los monocultivos intensivos y exten-
Por lo general, las negociaciones sobre con- sivos que reducen la diversidad de las especies
venios colectivos se llevan a cabo en los secto- vegetales en un área considerable y destruyen
res y empresas en que la proporción de emplea- selectivamente ciertas plagas locales. La reduc-
dos permanentes es considerable, por lo que ción de la diversidad de la flora y la fauna inte-
tienden a reflejar las preocupaciones de los tra- rrumpe el ciclo natural del control de las pla-
bajadores permanentes. Los trabajadores tem- gas, lo que genera la necesidad de incrementar
poreros y los ocasionales, que son con fre- su control mediante productos químicos. No
cuencia la mayoría, suelen no estar cubiertos obstante, los plaguicidas comerciales eliminan
o estarlo sólo parcialmente. Se estima que su fre- las plagas más vulnerables y dejan tras de sí las
cuente cambio de empleadores es un obstáculo más resistentes como resultado de la lucha
importante. En Francia se ha hecho un intento entre las dos. Esto da lugar a un círculo vicioso
para superar este inconveniente mediante una en el que se requieren plaguicidas cada vez más
enmienda al Código de Trabajo (sección 127/1), nocivos que a su vez provocan nuevos efectos
por la que se introduce la noción de «grupo secundarios. Los cultivos intensivos también
de empleadores». Tal grupo puede contratar agotan los elementos específicos del suelo
legalmente a uno o más trabajadores de con- indispensables para los mismos. A medida que
formidad con un convenio colectivo que espe- el suelo se vuelve menos fértil, se requieren
cifique los plazos y condiciones de empleo, dosis más frecuentes y concentradas de fertili-
mientras que los detalles relativos a las horas zantes químicos para restablecer la fertilidad.
y a los períodos de trabajo se acuerdan poste- Se establece así un círculo vicioso en el cual se
riormente con los respectivos empleadores. De incrementan a la vez los costos de producción
este modo, varias empresas agrícolas pueden y los del mantenimiento de la salud de los tra-
compartir uno o más trabajadores cuyo empleo bajadores agrícolas. La agricultura intensiva
exclusivo a tiempo completo sobrepasaría la provoca asimismo cambios en la superficie del
capacidad de cada una de ellas (Bourquelot, terreno y en los lechos de los ríos. Elimina espe-
1987). cies vegetales cuyas raízes profundas y abun-
La participación de los trabajadores, emplea- dantes mantienen el suelo, y permite entonces
dores y sus representantes en la esfera de la que el viento y el calor erosionen y sequen la
salud y la seguridad en el trabajo varía consi- tierra, ocasionando inundaciones como resul-
derablemente de un país a otro. En los países tado de los desplazamientos de tierra y la des -
desarrollados la legislación generalmente com- trucción de las riberas.
promete a los trabajadores y a los empleadores Aunque muchos países han prohibido los
a participar en los comités de seguridad y salud plaguicidas organoclorados (el DDT, la aldrina,
en las explotaciones agrícolas, así como en pro- etcétera), que son compuestos extremedamente
gramas nacionales de prevención de acciden- estables, pueden seguir surtiendo efectos en la
tes relacionados con el trabajo y las enferme- tierra durante treinta años o más. Las plantas
dades profesionales, aunque en la mayoría de absorben gradualmente esas sustancias y las
los casos sus actividades son muy limitadas en acumulan antes de que la contaminación inicie
esa esfera. su trayectoria a través de toda la cadena ali-
mentaria hasta llegar finalmente al consumi-
Repercusiones de los procesos dor. Los fertilizantes sintéticos que contienen
de producción agrícola sobre nitratos contaminan el suelo y provocan con-
el medio ambiente centraciones particularmente elevadas de
dichos nitratos en las aguas subterráneas. Los
La contaminación ambiental provocada por nitratos en el agua potable y los alimentos tie-
la elección desacertada y el uso excesivo de pro- nen serias consecuencias para la salud, entre
ductos agroquímicos puede tener repercusiones ellas, trastornos en la hemoglobina de los niños
negativas generalizadas, entre ellas la extinción lactantes, que ocasionalmente pueden causar la
de especies biológicas y cambios en el equilibrio muerte (síndrome del niño azul), así como
ecológico. Lamentablemente, esto suele ocurrir secuelas crónicas tales como cáncer de la san-
como consecuencia de los métodos que aplican gre (linfoma distinto del de Hodgkin) y cáncer

13
de estómago. La contaminación puede origi- sociales, movilizarlos y capacitarlos favore-
narse también a partir de abonos animales, resi- ciendo su sentido del compromiso y de la per-
duos de origen humano, bacterias nitrificantes, tenencia son fundamentales para los sindica-
plantas y otros recursos geológicos. tos y sus miembros.

Desafíos frente al suministro Actividades de cooperación técnica:


de servicios de seguridad y salud el proyecto de la OIT sobre
para los trabajadores agrícolas la agricultura en América Central
Para conseguir un crecimiento agrícola sos- El objeto de las actividades de cooperación
tenido, la productividad de los trabajadores técnica es fomentar la acción nacional desti-
agrícolas debería aumentar aportándoles los nada a la mejora de las condiciones de trabajo
medios que respondan a sus necesidades bási- para proteger la salud de los trabajadores y pro-
cas, condiciones de vida adecuadas y trabajo porcionar asistencia a los Estados Miembros
para ellos y sus familias, protegiendo su salud que lo soliciten en la ejecución de los progra-
y bienestar así como el entorno en el que traba- mas y proyectos en la esfera de la seguridad y
jan y viven. La inversión en seguridad y salud la salud en el trabajo. Esta cooperación puede
de los trabajadores agrícolas es un valor aña- adoptar diversas formas. Los proyectos pueden
dido que contribuye a mejorar las condiciones tratar de la promoción de medidas de seguri-
de trabajo, a incrementar su productividad y a dad y la salud en el trabajo, la puesta al día de
establecer unas relaciones laborales más equili- la legislación, la creación de institutos naciona-
bradas. Las normas de calidad de los productos les, la mejora de los servicios de inspección, la
deberían ir a la par de la mejora de las condi- promoción de programas de formación, y en
ciones de trabajo. Por su parte, esas condiciones concreto durante el empleo, la prestación de
en la agricultura pueden mejorarse notable- servicios ad hoc por expertos y un apoyo directo
mente de forma viable y rentable tomando medi- en la empresa.
das en materia de seguridad y salud. Consciente de la necesidad de un desarrollo
duradero de la agricultura, la OIT elaboró y
Enfasis en la prevención puso en marcha una estrategia modelo sobre la
seguridad y salud de los trabajadores agrícolas
La seguridad y la salud de los trabajadores en el marco de un proyecto que sobre el tema
agrícolas debería ser objeto de una estrategia se inició en América Central en 1993. Este pro-
bien definida e integrarse en una política de yecto piloto mostró la necesidad de contar con
desarrollo rural que abarque las grandes plan- una concepción integrada que englobase la
taciones comerciales y la pequeña agricultura. salud pública, la salud en el trabajo y la pro-
La extensión gradual de los servicios de salud tección del medio ambiente, acorde con las ten-
en el trabajo a los trabajadores agrícolas dencias actuales en los planos nacional e inter-
requiere la aplicación de políticas nacionales nacional. Las lecciones aprendidas en esta fase
eficaces, de programas específicos y de planes piloto servirán para elaborar proyectos análo-
estratégicos orientados a la prevención. El gos en otras regiones del mundo, para movili-
suministro de esos servicios al sector rural zar la cooperación internacional y propiciar el
debería integrarse en la estructura de los ser- establecimiento de sistemas de redes con miras
vicios de salud primarios. La adopción de una a elaborar progresivamente un programa inter-
legislación de trabajo adecuada y la introduc- nacional sobre la seguridad y la salud de los tra-
ción de medidas de protección social son otros bajadores agrícolas en el marco del nuevo Pro-
tantos pasos adelante en este sentido. Una grama InFocus titulado Trabajo sin riesgo.
acción de este tipo debería ser flexible en su Este proyecto ha beneficiado a los trabaja-
aplicación y en su apoyo de los interlocutores dores rurales y sus familias (mujeres y niños)
sociales de la OIT, en particular de los trabaja- incluidos los temporeros y se ha prestado espe-
dores agrícolas y de sus organizaciones. Los cial atención a la participación de las mujeres
efectos y el éxito a largo plazo de esas inter- del agro. Cierto número de ellas han recibido
venciones deberían basarse esencialmente en formación como animadoras, con lo que desem-
la responsibilidad nacional conjunta de los peñan un papel activo. Consciente de la nece-
gobiernos, los empleadores y los trabajadores sidad de enfocar globalmente la cuestión del
y sus organizaciones, lo que garantizaría su agro, el proyecto de la OIT ha tratado de coor-
duración. Identificar las nuevas ocasiones de dinar la acción de todas las instituciones com-
acción, crear alianzas entre los interlocutores petentes en el plano nacional: los Ministerios de

14
Trabajo, de Agricultura, de Salud y de Medio otras prácticas agroecológicas. Dado que una
Ambiente, las instituciones sociales, los sindi- elevada proporción de los riesgos laborales a
catos rurales, las organizaciones de empleado- que se exponen los trabajadores en América
res y las ONG. Los Ministerios de Educación y Central se derivan del empleo de productos
otras instituciones de enseñanza colaboraron agroquímicos, la formación incluyó el empleo
en el desarrollo y utilización de los materiales y la gestión de dichos productos en condicio-
de formación. nes seguras, métodos alternativos de control
La estrategia adoptada se orientó hacia una de plagas, la gestión de los desechos agroquí-
política nacional de protección de la seguridad micos, la agricultura orgánica y medidas de
y la salud de los trabajadores, prevención de los protección del medio ambiente. Las fichas de
accidentes y de las enfermedades en la agricul- datos de seguridad en el empleo de los pro-
tura como también hacia la protección del ductos agroquímicos que más se utilizan en
medio ambiente. Constó de seis componentes América Central se han redactado en español,
principales: según los criterios pertinentes del Programa
• un marco legislativo; Internacional sobre la seguridad en la utiliza-
ción de productos químicos. Este proyecto con-
• una política nacional sobre seguridad y salud templa asimismo la creación y el manteni-
de los trabajadores agrícolas, miento de sistemas de bases de datos sobre
• un sistema de clasificación de los productos seguridad y salud de los trabajadores agríco-
químicos; las en el plano local por las inspecciones del
• un sistema de vigilancia de la salud con fines trabajo y centros sanitarios.
de prevención; Existe una estrecha cooperación entre la OIT
y otras instituciones especializadas de Nacio-
• un fortalecimiento de las competencias nacio- nes Unidas, como la OMS y la FAO. En 1995,
nales mediante la información y la forma- la Comisión mixta OIT/OMS sobre la Salud en
ción; y el Trabajo, identificó varias áreas en las que se
• una concepción de la agricultura que proteja tendría que intensificar esa cooperación. Res-
el medio ambiente. pecto de la agricultura, se sugirió el desarrollo
de «actividades conjuntas o coordinadas a
Las actividades realizadas en función del nivel internacional, regional y nacional, para
proyecto contribuyeron a mejorar y fortalecer mejorar la salud de los trabajadores agrícolas
la capacidad institucional y a establecer un que coordinarían también los otros programas
Comité Nacional Tripartito sobre Agricultura existentes relacionados con la agricultura, tales
que propiciará la adopción de un enfoque inte- como los de seguridad de los productos quími-
grado cuando se elabore un programa nacional cos (incluyendo los plaguicidas), la prevención
sobre seguridad y salud de los trabajadores de lesiones, el mantenimiento y la prevención de
agrícolas. la zoonosis utilizando los servicios primarios
Los principales medios empleados con esta de atención de la salud, complementados con
finalidad fueron la sensibilización, la informa- la intervención de expertos». Por ejemplo, la
ción y la formación de los trabajadores rurales OIT colaboró de 1996 a 1998 en el Programa de
en materia de seguridad y salud, los servicios la OMS/PAHO (Organización Panamericana
de inspección, el personal sanitario y la capa- de la Salud) sobre «El Medio Ambiente y la
citación de promotores. En cada centro de Salud en el Istmo Centroamericano» (MASICA/
información se instruyó a una persona respecto PLAGSALUD) para evitar la duplicación de las
de la utilización de la base de datos. El proyecto actividades con el objeto de conseguir un mejor
se comprometió a elaborar un concepto de resultado mediante esfuerzos combinados. Un
desarrollo duradero de la agricultura que pre- cierto número de actividades conjuntas se rea-
viera el empleo de métodos diversos y com- lizaron con éxito en estas áreas donde los pro-
plementarios sin peligro para los trabajadores yectos tienen objetivos comunes.
y sus familias, ni para el consumidor, que pro-
tegiera el medio ambiente y que fuera al mismo Nuevas normas de la OIT
tiempo productivo. Para ello el programa con- para la agricultura
templó cursos de formación; el empleo y la ges-
tión de los productos agroquímicos en condi- Está ampliamente reconocido que la agri-
ciones de seguridad; métodos alternativos de cultura es, junto con las industrias extractivas
control de las plagas, de gestión integrada del y el sector de la construcción, un sector espe-
control de plagas; la agricultura orgánica y cialmente peligroso. Para estos dos sectores ya

15
existen normas internacionales y códigos de Bibliografía citada
recomendaciones prácticas. A pesar de que la
Ashagrie, K. 1998. Statistics on working children and hazardous
OIT ha elaborado a título preparatorio a partir child labour in brief, Oficina de Estadística, OIT, Ginebra,
de los años cincuenta una serie de códigos de revisado en abril.
este tipo y de guías relacionadas directamente Banco Mundial. 1997. Atlas del Banco Mundial. 1997. Was-
con la seguridad y la salud de los trabajadores hington DC.
agrícolas, y otros temas conexos, algunos deben Bourquelot, F. 1987. «De quelques tendances sur l’emploi des
ser revisados. Más de 20 convenios y recomen- salariés dans la production agricole», Economie rurale,
daciones de la OIT tratan de la seguridad y la París, núms. 178-179.
salud de los trabajadores agrícolas o de aspec- Choudhry, A.W. 1989. «Occupational health in agriculture»,
tos de las condiciones de trabajo en ese sector en East African Newsletter on Occupational Health and
(OIT, 1999). Sin embargo, a pesar de la gran can- Safety: Agriculture, vol. 3.
tidad de normas sobre el tema, y aunque los Cocco, P.; Ward, M.H., y Buiatti, E. 1996. «Occupational risks
agricultores estén protegidos junto con otros factors for gastric cancer: an overview», Epidemiologic
Review, vol. 18, núm. 2.
sectores por el Convenio sobre la seguridad y
la salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155), Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL). 1993. Panorama social de América Latina, San -
que se aplica a todas las ramas de la actividad tiago, Chile.
económica, no existe ningún convenio sobre los
Darabont, A. 1983: «Noise, measurement and control», en
problemas de seguridad y salud de los trabaja- Encyclopaedia of Occupational Health and Safety, Parmeg-
dores agrícolas en su conjunto. Por ello, el Con- giani, L. (director de la publicación), tercera edición (revi-
sejo de Administración de la OIT, en su 271.ª sada), OIT.
reunión decidió incluir en el orden del día de la Desoille, H.; Scherrer, J., y Truhaut, R. 1992. Précis de Méde-
88.ª reunión de la Conferencia Internacional del cine du Travail, sexta edición, Masson, París.
Trabajo (2000) el examen de un Convenio y de Díaz Mérida, F. 1992. Diagnóstico sobre la salud de los trabaja-
una Recomendación sobre la seguridad y la dores en Panamá con énfasis en el sector agrícola y en el uso
de plaguicidas (efectos para la salud humana y ambiental),
salud en la agricultura. OMS, marzo, mimeografiado.
La adopción de nuevas normas en este
—. 1996. Diagnóstico sobre la salud de los trabajadores en Panamá
ámbito impulsaría la elaboración de programas con énfasis en el sector agrícola y en el uso de plaguicidas (efec-
de ámbito nacional a este respecto. La expe- tos para la salud humana y ambiental), OMS, marzo, mimeo-
riencia adquirida por la OIT en los planos inter- grafiado.
nacional y nacional se ha considerado en la ela- —. y Tristan, L. 1996. Intoxicaciones agudas por plaguicidas en
boración de un programa internacional sobre Panamá, Programa Regional de Plaguicidas del CSUCA,
seguridad y salud de los trabajadores agrícolas: Universidad de Panamá, septiembre, mimeografiado.
el nuevo Programa InFocus sobre Trabajo sin Erlich, S. M. y cols. 1993. «Work related agricultural fatalities
Riesgo de la OIT. En el marco del Programa glo- in Australia 1982-1984», Scandinavian Journal of Working
Environment and Health, vol. 19; págs. 162-7.
bal de la OIT sobre seguridad, salud y medio
ambiente, se prevé el establecimiento de planes FAO. 1987. African agriculture: the next 25 years, Roma.
para la creación de redes de vínculos entre paí- —. 1997. El estado mundial de la agricultura y la alimentación. La
ses en desarrollo, países con economías de tran- industria agroalimentaria y el desarrollo económico, Roma.
sición y países industrializados para que se Folsom, A.R. y cols. 1996. «Cancer incidence among women
ayuden mutuamente en la elaboración de polí- living on farms: findings from the Iowa Women’s Health
Study», Journal of Occupational and Environmental Medi-
ticas de desarrollo rural, seguridad y salud, y cine, vol. 38, núm. 11.
gestión ecológica de la agricultura. Otro de los
Forastieri, V. 1997. Children at work. Health and safety risks, OIT,
objetivos sería conseguir que las personas Ginebra.
encargadas de los programas de seguridad y
Gite, L.P., y Yadav, B. G. 1990. «Handle height for a push-pull
salud de los trabajadores agrícolas pudieran type manually operated dryland weeder», Ergonomics,
mejorar su calificación, actualizar sus conoci- vol. 33, núm. 12.
mientos y establecer contactos en los planos Gómez, S., y Klein, E. 1993: Los pobres del campo. El trabajador
nacional e internacional, entre otros, programas eventual, FLACSO/PREALC, OIT, Santiago, Chile.
de formación personalizados. Un requisito pre- Harminder Singh, I. 1986. Occupational health and safety in the
vio para el establecimiento de esta red global plantation sector, actas del Seminario nacional sobre ins-
de contactos sería la identificación de personas pección del trabajo eficaz en el sector de las plantacio-
nes, Kuala Lumpur, Malasia.
competentes, de instituciones clave y de los
interlocutores sociales que participarían con- Koch, P. 1996. «Occupational allergic contact dermatitis and
airborne contact dermatitis from five fungicides in a
juntamente en la puesta en marcha de una ges- vineyard worker. Cross-reactions between fungicides of
tión integrada de la seguridad y salud de los the dithiocarbamates group?», Contact Dermatitis, vol. 34,
trabajadores agrícolas. núm. 5.

16
Loewenson, R. 1998. Occupational health and safety in agricul- Ruano Meléndez, F. L. 1995: Diagnóstico de las condiciones y
ture in Southern Africa (Salud y seguridad en el trabajo medio ambiente de trabajo de la agricultura en Guatemala,
agrícola en Africa meridional), informe preparado para Proyecto de la OIT para América Central sobre la segu-
la Conferencia Internacional del Trabajo, Harare, Zim- ridad y la salud de los trabajadores agrícolas, diciembre,
babwe, inédito. mimeografiado.
London, L., y Myers, J.E. 1995. «Critical issues for agroche- Salgado, S. 1997. Mouvement des Paysans sans Terre (Brasil)
mical safety in the South Africa», American Journal of y Terra. L’enjeu politique des Brésiliens, Frère des Hommes,
Industrial Medicine, Nueva York, núm. 27, págs. 1-14. París.
Lowry, T., y Schuman, L.M. 1956. «Silo-filler’s disease – a syn- Sekimpi, D.K. 1992. «Occupational health services for agri-
drome caused by nitrogen dioxide», Journal of the Ameri- cultural workers», Occupational health in developing coun-
can Medical Association, núm. 162. tries, Jeyaratnam, J. (director de la publicación), Oxford
Manos, J. 1997. «Directivas de la Unión Europea sobre segu- University Press, Reino Unido.
ridad y salud en el trabajo: Panorama general», en Brune, Unión Europea. Directiva del Consejo núm. 89/392/CEE, de
D.; Gerhardsson, G.; Crockford, G. W., y D’auria, D. 12 de junio de 1989, relativa a la aplicación de medidas
(directores de la publicación): The Workplace, vol. 1, Scan- para promover la mejora de la seguridad y de la salud
dinavian Science Publishers, Oslo, y CIS/OIT, Ginebra. de los trabajadores en el trabajo, Diario Oficial de las Comu-
Márquez Delgado, L. 1986. «Seguridad en la maquinaria nidades Europeas, vol. 12, núm. L183, Bruselas, 29 de junio
agrícola», Salud y Trabajo, Madrid, núm. 56. de 1989.

Meirelles, C. 1994. Informe sobre los accidentes de trabajo en el Vogel, Laurent. 1997. Un premier bilan. L’ environnement du tra-
sector rural en Brasil, presentado en el Taller Tripartito vail dans l’Union européenne: le difficile passage du droit à la
sobre Seguridad y Salud en la Agricultura, Costa Rica, practique, Observatoire du Bureau Technique Syndical
16 -18 febrero, mimeografiado. (BTS) sur l’application des directives européennes, Bureau
Technique Syndical Européen pour la Santé et la Securité,
Ministerio de Trabajo de Chile. 1993. Informe Central, Semi- TUTB, Conferencia 1997, Bruselas, 1-2 diciembre.
nario Nacional para la formación de fiscalizadores/as de
trabajo e inspectores/as de salud en la agricultura y en Wesseling, C. 1994. Uso de plaguicidas en América Central y su
las industrias agroalimentarias, Santiago, Chile. impacto en la salud de los trabajadores, Documento de infor-
mación para el taller nacional tripartito sobre la seguri-
Myers, J.E. 1990.«Occupational health of farm workers», dad y la salud de los trabajadores agrícolas, Programa
South African Medical Journal, núm. 78. de Plaguicidas (PPUNNA), Escuela de Ciencias Ambien-
National Safety Council (NSC). 1990. Accident facts , Itasca, tales, Universidad de Costa Rica, febrero.
Illinois. Zhong, Y., y Rafnsson, V. 1996. «Cancer incidence among Ice-
—. 1995. Op.cit. land pesticide users», International Journal of Epidemio-
logy, vol. 25, núm. 6.
OIT. 1970. Salud, bienestar y vivienda para los trabajadores. Estu-
dio sobre el curso dado a cuatro Recomendaciones de la OIT,
Ginebra.
—. 1990. Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones, Notas
CIUO-88, Ginebra.
1
Este artículo está basado en el Informe VI (1) sobre segu-
—. 1994. «Los productos químicos en el entorno laboral», ridad y salud en la agricultura, preparado para el examen de
Informe sobre el trabajo en el mundo 1994, cap. 5, Ginebra. nuevas normas sobre el tema durante la Conferencia Inter-
—. 1995. Informe sobre el trabajo en el mundo, Ginebra. nacional del Trabajo, 88.a reunión, junio de 2000.
2
—. 1996. Los asalariados agrícolas: condiciones de empleo y de tra- Representan el 85 por ciento de la población económi-
bajo, informe preparado para la Reunión tripartita sobre camente activa en la agricultura en Uganda. Véase Sekimpi,
la mejora de las condiciones de empleo y de trabajo de 1992.
los asalariados agrícolas en el contexto de la reestructu- 3
La norma industrial de dióxido de nitrógeno es de 5
ración económica, TMAWW, OIT, Ginebra. partes por millón. Véase Lowry y Schuman, 1956.
—. 1996. Anuario de Estadísticas del Trabajo , Ginebra. Véanse 4
A saber, atención médica, prestaciones por maternidad
también International Accident Facts, National Safety y enfermedad, asignaciones familiares, subsidios de desem-
Council (Illinois, Estados Unidos, 1995); Christopher J. pleo, por lesiones e invalidez, viudedad y jubilación.
L. Murray y Alan D. López (directores de publicación): 5
The Global Burden of Disease, Global burden of disease and Enfermedad bacteriana transmitida por los conejos.
injury series (OMS, Banco Mundial, Harvard, School of 6
Parásitos que se transmiten a través de perros conta-
Public Health, Washington DC, 1997). minados al ingerir vísceras de ovejas y camellos por el desa-
—. 1997. Estadísticas sobre salarios y horas de trabajo, por ocupa- rrollo de quistes larvales.
ción y precios de los artículos alimenticios, Resultados de la 7
Diarrea infecciosa que provoca deshidratación en los
Encuesta de Octubre. niños y en personas de edad.
—. 1999. Seguridad y Salud en la Agricultura, VI (1), Anexos I 8
Encefalitis viral humana transmitida por las aves.
y II, ante la Conferencia Internacional del Trabajo, 9
87.a reunión, 1999. Enfermedad bacteriana transmitida por ovejas y cabras.
10
Persson, B. 1996. «Occupational exposure and malignant Enfermedad bacteriana que afecta al hígado y se trans-
lymphoma», Journal of Occupational Medicine and Envi- mite por el agua o los alimentos contaminados.
11
ronmental Health, vol. 9, núm. 4. Véase Forastieri, V. Ergonomic problems in agriculture in
Reunión de expertos sobre la carcinogénesis de ciertos agen- developing countries (www.ilo.org/public/english/90travai/
sechyg/…), Organización Internacional del Trabajo.
tes biológicos. 1994. African Newsletter on Occupational
12
Health and Safety, vol.4, núm. 2. Consúltese la nota 11.

17
13
Tales como: Argentina, Australia, Austria, Hungría, reglamentos sobre los servicios de medicina del trabajo para
Finlandia, Francia, Nueva Zelandia, Noruega, Países Bajos, los establecimientos agrícolas.
Sudáfrica y Reino Unido. Algunas de esas disposiciones son 14
En 1970, la Comisión de Expertos en Aplicación de
más completas que otras. Por ejemplo, en el caso de ciertos Convenios y Recomendaciones señaló la omisión de la agri-
Estados Federales, se han adoptado algunas disposiciones a cultura en las leyes sobre seguridad y salud de muchos paí-
nivel estatal en las provincias en las que el sector agrícola es ses. Véase OIT, 1970.
importante, sin aplicarse al conjunto de la federación como 15
en Estados Unidos (California) y en Australia (Victoria). Por ejemplo, el Código de Trabajo de Chile de 1994 con-
Argentina aprobó en 1997 un Reglamento de seguridad e tiene cláusulas específicas relativas a los trabajadores estacio-
higiene para el sector agrícola (Reglamento de Higiene y nales, subcontratados y temporeros, así como sobre las rela-
Seguridad para la Actividad Agraria). Francia cuenta con una ciones laborales de los agricultores y medieros. El derecho
lista muy completa de reglamentos en la materia provenien- mexicano y el australiano contienen disposiciones similares.
16
tes del Código de Trabajo, y en concreto una lista específica Para una discusión general de los convenios colectivos
de las enfermedades profesionales en la agricultura, así como en el sector rural, véase OIT, 1996.

18
Salud, seguridad y medio ambiente
en la agricultura. Se necesitan mejoras
de envergadura en materia de protección
de los asalariados agrícolas y granjeros,
en salud pública y en medio ambiente
antes de que este sector se considere sostenible
tanto desde una perspectiva social como
del medio ambiente
Peter Hurst
Coordinador para la salud, la seguridad
y el medio ambiente
UITA

Los asalariados agrícolas nes que sufren enfermedades causadas por


exposición a peligros en el trabajo (OMS, 1999).
Los 440 millones de asalariados agrícolas, de Los elevados niveles de mortalidad, acci-
los cuales entre el 20 y el 30 por ciento son muje- dentes y enfermedades tienen un efecto nega-
res y entre los que también se incluye a niños, tivo considerable en la productividad agrícola.
representan el 40 por ciento de la mano de obra La Unión Internacional de Trabajadores de la
agrícola mundial. Se trata también de una cifra Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restauran-
que está en constante aumento en todas las tes, Tabaco y Afines (UITA) considera que para
regiones del mundo (OIT, 1996a) y constituye la que la agricultura sea un sector rentable y sos-
fuerza de trabajo más numerosa (1.100 millo- tenible tiene que contar con una mano de obra
nes). Son hombres, mujeres y niños que traba- que trabaje en condiciones de seguridad y salud
jan en campos de cultivo, huertos, invernade- y que sea consciente de la necesidad de prote-
ros, explotaciones ganaderas, instalaciones de ger el medio ambiente.
procesamiento primario de los alimentos, etc. en Una de las características propias del trabajo
donde producen los alimentos y otros produc- agrícola es que se desarrolla en un medio donde
tos que se consumen en el mundo. Los lugares no existe una distinción clara entre las condi-
de trabajo varían, abarcando desde pequeñas y ciones de trabajo y de vida como ocurre en el
medianas explotaciones hasta las industrializa- caso del trabajador de fábrica o de oficina (OIT,
das de gran tamaño y las plantaciones. 1979). Por ello, los trabajadores agrícolas y sus
Se les denomina trabajadores asalariados familias se enfrentan a peligros adicionales,
porque no son propietarios ni del terreno en que entre otros, la exposición a plaguicidas. Pese a
trabajan ni de las herramientas y equipo que uti- lo anterior, dichos trabajadores, que siguen
lizan, y se distinguen por ello de los agriculto- representando los niveles más elevados de
res. Trabajan en un sector considerado no soste- pobreza en el mundo, no tienen acceso a siste-
nible en términos de vidas humanas que se mas eficaces de protección de la salud, trabajan
pierden, y lesiones y enfermedades. Según en pésimas condiciones de seguridad y no
cifras de la OIT, de los 330.000 accidentes mor- cuentan con protección social alguna.
tales ocurridos en los lugares de trabajo en 1997,
170.000 tuvieron lugar en la agricultura (OIT, Mundialización
1999b). Los trabajadores agrícolas figuran asi-
mismo, desproporcionadamente, entre los más El comercio mundial y las presiones econó-
de 250 millones de trabajadores lesionados cada micas están empeorando los ya bajos niveles de
año (OIT, 1996a), y entre los más de 160 millo- protección de este grupo de trabajadores, en

19
términos de salario, permanencia en el empleo, Trabajo infantil
seguridad y salud. La tendencia mundial hacia
la flexibilización del trabajo y la presión para Otra característica de la agricultura es que
reducir los costes laborales y de producción es un sector en el que en muchos países los
están llevando a un aumento de los contratos niños representan la mayor parte de la fuerza
por jornadas y estacionales. Los contratos inde- de trabajo. La OIT estima que por lo menos el
finidos están siendo reemplazados progresiva- 90 por ciento de los niños económicamente acti-
mente por los de carácter temporal a corto vos en los países en desarrollo trabajan en la
plazo, con salarios más bajos y condiciones de agricultura. Según un informe de la OIT de
salud, seguridad y protección social inferiores. 1996, un 74 por ciento de niños de 5 a 14 años
La relación laboral se está deteriorando debido económicamente activos en veinte países en
a que los patrones confían cada vez más en los desarrollo analizados trabajaban en la agricul-
contratistas de mano de obra, con lo que se crea tura, la cría de ganado y actividades conexas
un área gris en torno a las responsabilidades del (OIT, 1996b). Tal y como se subraya en dicho
patrón que contribuye al incumplimiento de la informe, la trascendencia de esas cifras es
legislación laboral. enorme: si la mayor parte del trabajo infantil se
El problema más grave continúa siendo la concentra en los países en desarrollo y si en
contratación de trabajadores migrantes. La agri- éstos gran parte de los niños trabaja en la agri-
cultura cuenta ya con un elevado número de cultura, la exclusión de la agricultura del
trabajadores que provienen de otras regiones y ámbito de aplicación de la legislación nacional
del extranjero. supone la exclusión de muchos niños trabaja-
dores de la protección que otorga la ley (OIT,
Mujeres trabajadoras 1996b; OMS, 1999), y son muchos los niños tra-
bajadores que mueren, se lesionan o enferman
Otro gran cambio en la composición de la por causa de su trabajo.
fuerza de trabajo agrícola que tiene importan-
tes repercusiones en la salud y la seguridad en Acuerdos firmes de negociación
la agricultura es el creciente número de traba- colectiva
jadoras asalariadas. Representan el 40 por
ciento de la fuerza de trabajo en América Latina Los niños trabajan porque sus padres no
y el Caribe, y constituyen una proporción con- ganan lo suficiente para mantener a la familia.
siderable de los trabajadores agrícolas de los La UITA considera que mediante la mejora de
países en desarrollo. Pese a que se estima que las condiciones de trabajo de los asalariados
contribuyen a producir la mitad de los alimen- agrícolas se conseguiría reducir el trabajo infan-
tos que se producen en el mundo, sigue sin con- til a largo plazo, pero se necesita más acción de
siderarse la opinión de la mayor parte de las carácter inmediato. Actualmente, la UITA está
asalariadas o granjeras cuando se abordan trabajando con instituciones internacionales
cuestiones claves relativas a la sociedad y su como la OIT para erradicar las formas de trabajo
sustento. Su trabajo se considera como trabajo infantil más peligrosas a corto plazo. En 1999, la
familiar que no se remunera. Además, deben UITA firmó un acuerdo con la International
hacer frente a enormes obstáculos legales y cul- Tobacco Growers (Asociación Internacional de
turales para acceder a la propiedad de la tierra, Cultivadores de Tabaco) para luchar conjunta-
a los préstamos, para recibir asesoramiento téc- mente por la erradicación del trabajo infantil en
nico y con frecuencia para acceder a la educa- el sector del cultivo del tabaco. A través de sus
ción básica. Incluso cuando de hecho son cabe- programas de educación y formación, la UITA
zas de familia, es frecuente que se les nieguen ha permitido a sus afiliados conseguir acuerdos
totalmente ciertos derechos. Estos problemas firmes de negociación colectiva que obligan a los
son mayores cuanto más escasos son los recur- empresarios a prescindir del trabajo infantil.
sos, ya que cuanto mayor es la pobreza en el
sector rural, mayor es el índice de violencia Escasa sindicalización
doméstica y el de otros problemas sociales como
el alcoholismo. Conseguir la igualdad de dere- En comparación con otros grupos de traba-
chos para las asalariadas y granjeras no es sólo jadores, la organización sindical es escasa entre
una cuestión de justicia sino la garantía de que los asalariados agrícolas debido a factores de
habrá sustento para todos. tipo social e histórico entre los que destacan la
denegación o supresión en varios países de los
derechos sindicales básicos, de los derechos

20
democráticos y de los derechos humanos. En Comités de seguridad raras
este sentido, tanto la UITA como sus afiliados veces legales
están intentando aumentar el grado de organi-
zación sindical y la capacidad de negociación Los comités paritarios de seguridad son
de dichos trabajadores. órganos mixtos en los que participan la direc-
ción y los sindicatos que negocian acerca de
Producción agrícola duradera, cuestiones de salud, seguridad y medio ambiente
negociación colectiva, salud, en el lugar de trabajo, lo que suele dar lugar a
seguridad y medio ambiente acuerdos de negociación colectiva sobre la
materia. Por lo general, los delegados de segu-
Los esfuerzos realizados para conseguir ridad examinan las quejas de los trabajadores
mejoras en materia de salud, seguridad y en materia de salud, seguridad y medio ambiente,
medio ambiente se tienen que considerar en la las muertes, los accidentes y los casos de enfer-
perspectiva de la promoción de una agricultura medad. Sin embargo, pocos países cuentan con
duradera. En este sentido, los lugares de trabajo una legislación relativa a estos representantes y
agrícola deben ser tales que aseguren la pro- comités de seguridad que se aplique a la agri-
tección de los trabajadores y reduzcan todo cultura, y ello por diversas razones: en algunos
aquello que en la producción pudiera perjudi- casos, simplemente todo el sector agrícola se
car la salud pública y el medio ambiente. Se halla excluido de la legislación sobre la salud,
trata de una condición importante para conse- seguridad y medio ambiente; en otros, el número
guir el apoyo público y político amplio que de trabajadores agrícolas es tan bajo que no se
requiere elaborar y adoptar un convenio de la le puede exigir legalmente a un empresario la
OIT sobre salud y seguridad en la agricultura. existencia de tales representantes y comités.
Los sindicatos del sector y sus afiliados tie- Otras veces (Suecia y Reino Unido) se presen-
nen un interés creado en promover el sector y tan dificultades de orden práctico, por ejemplo,
asegurar su sostenibilidad y rentabilidad a conceder a los representantes el derecho a visi-
largo plazo. Para garantizar el futuro del sector tar explotaciones agrícolas donde ellos no tra-
agrícola a largo plazo, los sindicatos desean que bajan. Ello ha dado lugar al establecimiento de
los acuerdos conseguidos por intermedio de la programas regionales de delegados de seguri-
negociación colectiva contemplen la promo- dad itinerantes encargados de verificar que los
ción de una agricultura sostenible que abarque trabajadores agrícolas y el conjunto de la colec-
cláusulas sobre la salud y la seguridad en el tividad se benefician de los mismos servicios de
lugar de trabjo y sobre el medio ambiente. salud, seguridad y medio ambiente que los
demás trabajadores.
Cómo los sindicatos velan por la
protección de la salud, la seguridad Problemas de los trabajadores
y el medio ambiente en la agricultura agrícolas para mejorar las normas de
Los delegados de seguridad y los comités de salud, seguridad y medio ambiente
seguridad constituyen la columna vertebral de en los lugares de trabajo y colaborar
la organización sindical en la materia. Son los en la protección de la salud pública
ojos y los oídos de los sindicatos en cuestiones y del medio ambiente
de salud y seguridad del lugar de trabajo y Accidentes mortales, lesiones y
desempeñan un importante papel en la reduc- enfermedades en el sector agrícola
ción de las muertes, los accidentes y las enfer-
medades profesionales. Muchas veces se ocu- Los asalariados agrícolas se ganan la vida en
pan también de cuestiones medioambientales. un sector clasificado entre los tres más peligro-
Los delegados y los comités mencionados con- sos (con el de la construcción y la minería).
tribuyen así a proteger la salud de los trabaja- Según las estimaciones de la OIT y de la Orga-
dores y la salud pública y asimismo la del nización Mundial de la Salud (OMS), represen-
medio ambiente. Se designan de conformidad tan una fuerte proporción de los 1.200 millones
con lo dispuesto en la ley y ejercen sus derechos de personas que mueren cada año en todos los
y poderes en virtud de ésta. En algunos países, sectores como consecuencia de accidentes labo-
los sindicatos han conseguido el derecho de rales y enfermedades profesionales (OIT, 1996a;
designarlos y nombrarlos; en otros son nom- OMS, 1999). En los Estados Unidos, por ejem-
brados por el empresario que decide quién plo, la tasa de mortalidad entre los trabajado-
desempañará tales funciones. res agrícolas a nivel nacional se estimaba en

21
1996 en el 20,9 por 100.000 trabajadores en opo- Asimismo, las causas más comunes de lesio-
sición a un 3,9 por 100.000 trabajadores que es nes no mortales entre 1996 y 1997 fueron las
la media para el conjunto de los sectores (Hall- siguientes:
ward y colaboradores, 1999). • manipular, levantar o transportar (19 por
Los grupos más vulnerables son los traba- ciento);
jadores familiares en la agricultura de subsis-
tencia, los jornaleros de las plantaciones, los • ser golpeado por un objeto en movimiento
trabajadores migrantes y estacionales, las (18 por ciento);
mujeres y los niños trabajadores; los trabaja- • resbalar, tropezar o caer en el mismo nivel
dores temporeros lo son particularmente. Ade- (13 por ciento);
más, cada año numerosos niños que no traba- • la utilización de máquinas (10 por ciento);
jan mueren o sufren graves heridas en las
• resultar herido por un animal (8 por ciento);
explotaciones agrícolas y las plantaciones. Los
y
sistemas de notificación de accidentes y enfer-
medades profesionales, así como la incitación • ser golpeado por un vehículo en movi-
a declararlos, son en general deficientes en miento (3 por ciento).
todos los sectores de la actividad. Según la
Dirección de Salud y Seguridad del Reino La salud y las enfermedades suponen
Unido (United Kingdom Health and Safety un problema importante en
Executive (HSE)), no se declaran sino el 30 por la agricultura. Estimaciones
ciento de las lesiones sufridas por los emplea- para el Reino Unido
dos y el 10 por ciento de las relativas a los tra-
bajadores independientes. En la agricultura, de • El 80 por ciento de los trabajadores sufre
las 10.000 lesiones de carácter no mortal decla- alguna forma de lesión musculoesquelética
rables (es decir, las más graves) sólo se decla- (dolores, torceduras o esguinces). Los tra-
ran 2.000 cada año (HSC, 1999). bajadores que realizan tareas repetitivas en
Además, en muchos países los trabajadoes las cadenas de clasificación de cereales, mer-
agrícolas están excluidos de todo régimen de cancías y flores, en las mesas de inspección,
prestación por accidente laboral, sea por care- en las cosechadoras de raíces, segadoras, o
cer de tales programas para ellos o porque en el procesamiento de la carne de ave,
directa o indirectamente están excluidos de los corren el riesgo de sufrir lesiones produci-
regímenes generales. Por ejemplo, en 1996 en das por la repetición del mismo movimiento
Estados Unidos los trabajadores agrícolas sólo (RSI). La conducción de tractores o de otras
se beneficiaban de un seguro de indemnización máquinas autopropulsadas puede someter
en ocho Estados, mientras que se les excluía al cuerpo a vibraciones o sacudidas que se
expresamente en 24 de ellos. asocian con los dolores de espalda crónicos,
de cadera o de rodillas;
Las causas de los accidentes mortales • el índice de afecciones asmáticas de los tra-
y otros bajadores agrícolas es dos veces superior a
la media nacional;
Las causas más comunes de muerte en la
horticultura y la silvicultura en el Reino Unido, • más de 20.000 personas sufren anualmente
donde se constataron 675 casos de lesiones zoonosis (enfermedad transmitida a los
mortales entre 1986-1987 y 1997-1998, fueron humanos por los animales);
las siguientes: • el 25 por ciento de la mano de obra sufre de
• ser golpeado por un vehículo en movi- pérdida auditiva en el trabajo.
miento (18 por ciento);
• ser atrapado por un objeto que cae o se des- Otros riesgos y peligros a los que están
ploma, por ejemplo, un árbol (14 por ciento); expuestos los trabjadores del sector agrícola
son:
• caídas (15 por ciento);
• utilización de máquinas (14 por ciento); • inhalación de polvo, fibras, neblinas, humos,
• ser golpeado por un objeto en movimiento microorganismos, gases y vapores;
o cayendo, por ejemplo fardos (13 por • en la cría de ganado, el riesgo de mordedu-
ciento); y ras, coces, cornadas o ataques de cualquier
• electrocución (9 por ciento), generalmente otro tipo, así como la transmisión de enfer-
por contacto con los cables de alta tensión. medades por los animales (zoonosis);

22
• insalubridad: agua no potable e instalacio- de la función reproductiva. La OMS calcula que
nes de higiene rudimentarias; como mínimo 40.000 personas mueren cada
• exposición al frío o al calor: las altas tempe- año a causa de los plaguicidas, y entre tres y
raturas en los trópicos, las bajas temperatu- cuatro millones sufren intoxicaciones graves,
ras en los campos de los países templados, sobre todo en los países en desarrollo donde los
el trabajo al aire libre, en almacenes frescos productos más tóxicos se siguen utilizando y
o en los frigoríficos; están disponibles (OMS, 1999).
En Costa Rica, Honduras y Filipinas, 16.000
• mala concepción y conservación de los equi- trabajadores de la banana, muchos de ellos
pos de protección individual (máscaras); miembros de la UITA, nunca más tendrán hijos.
• electricidad: electrocuciones debidas a la Su esterilidad proviene del uso descontrolado
mala conservación de los útiles manuales, del DBCP (dibromocloropopane), un plagui-
de los cables de las extensiones eléctricas o cida prohibido en muchos países industrializa-
el contacto con líneas de alta tensión. Las dos desde los años setenta pero que todavía se
instalaciones y equipos eléctricos en mal exporta y se utiliza en numerosos países en
estado también pueden provocar incendios; desarrollo. Para obtener justicia, se ha presen-
tado una acción colectiva ante los tribunales de
• la nueva tecnología, como la informatización
Estados Unidos en contra de las empresas bana-
de numerosas labores provoca estrés, un pro-
neras y los fabricantes de plaguicidas (World
blema poco reconocido en la agricultura;
Development Movement, 1997).
• los organismos genéticamente modificados
(OGM) pueden suponer un nuevo peligro. Inexistencia de servicios de inspección
Los trabajadores deberán plantar, recoger y de trabajo e indiferencia de las
tratar tales vegetales al cultivarlos o criar autoridades
animales genéticamente modificados. Al
contrario de los productos químicos tóxicos, Para un gran número de países, la inspec-
los OGM no están sometidos a una evalua- ción de trabajo en la agricultura no es una prio-
ción rigurosa de los riesgos, por lo que con- ridad. Son pocos los que cuentan con inspecto-
tinúan siendo desconocidos (HCS, 1999). res de trabajo para el sector, por lo que recurren
a la inspección general. Muchos carecen de un
La exposición a plaguicidas y otros produc- número suficiente de inspectores para desem-
tos agroquímicos constituye un peligro profe- peñar adecuadamente esta función en todos los
sional importante que puede derivar en enve- sectores económicos. Cuando existen, los ser-
nenamiento y muerte y, en ciertos casos, en vicios de inspección del trabajo agrícola se ven
cánceres relacionados con el trabajo y alteración afectados por la escasez de: i) recursos finan-

Un caso concreto: problemas de salud y seguridad


de los trabajadores del sisal en Tanzanía
El Sindicato de Trabajadores de las Plantaciones y de la Agricultura de Tanzanía (TPAWU), afi-
liado a la UITA, registró los problemas que afectan a sus miembros que trabajan en el sector del
sisal. Este sector consta de cuatro departamentos: pleno campo, tratamiento (corona), cepillado
y prensado.
Pleno campo: los cosechadores y escardadores están expuestos a mordeduras de serpiente;
pinchazos con espinas; polvo, calor y luz intensos; lluvia; levantar y transportar cargas pesadas
(110 fardos de 30 hojas para ganarse el jornal); plaguicidas y fertilizantes.
Tratamiento (corona): los trabajadores son salpicados por el extracto de sisal proveniente de
la máquina decorticadora productora de la fibra. El jugo que se escurre irrita la piel. Se ven igual-
mente afectados por el ruido y deben transportar cargas de fibras hasta la línea de secado.
Cepillado: en este proceso se produce mucho polvo de fibra. Los operadores de la máquina
de cepillado exponen repetidamente sus manos al riesgo real de perderlas debido a las manio-
bras que deben efectuar (ya ha habido accidentes de este tipo). Asimismo, puede salirles una
dureza en el dorso de la mano, que presiona los nudillos. Deben soportar también el problema
del fuerte ruido. Se trabaja en un ambiente húmedo y donde la reverberación es intensa.
Prensado: los cargadores se exponen al riesgo de golpes y lesiones con el problema adicional
del transporte de carga pesada.

23
cieros, ii) personal debidamente preparado y local está facultado para nombrar al represen-
iii) asesoramiento técnico especializado. tante regional de seguridad en determinada
área geográfica si en ella trabaja alguno de sus
Ausencia de instrumentos miembros. La actuación de estos representan-
internacionales efectivamente tes regionales constituye una ayuda importante
aplicables para los trabajadores y para el empleador en lo
relativo a la salud y seguridad en la empresa.
Los convenios de la OIT, y en concreto los Tienen los mismos derechos y poderes que los
relativos a la salud y la seguridad, no suelen delegados de seguridad. La única diferencia
aplicarse en la agricultura. La UITA está a favor proviene del grupo que los nombra y del modo
de la creación de un convenio específico sobre de financiación de sus actividades, que se finan-
salud y seguridad en la agricultura para ase- cian principalmente por medio de subvencio-
gurar la aplicación de las normas internaciona- nes gubernamentales y se distribuyen a través
les en este sector y para que los asalariados agrí- de los sindicatos nacionales. El Sindicato Sueco
colas se beneficien de la protección de las mismas de Trabajadores Agrícolas (SLF) contribuye con
normas que los otros trabajadores. un 25 por ciento adicional para garantizar una
mayor eficacia. En 1998, se contó con 1.500
La acción de la UITA representantes regionales activos en 15.200
lugares de trabajo que contaban con menos de
En todas las regiones del mundo la UITA es 50 empleados (LO, 1998).
activa ayudando a sus afiliados a resolver los En el Reino Unido, un programa piloto de
problemas de seguridad, salud y medio ambiente representantes itinerantes encargados de la
en el trabajo. Desempeña asimismo un papel de seguridad para los trabajadores agrícolas fue
vanguardia en las negociaciones internaciona- establecido por la Asociación Profesional de
les presionando y haciendo campaña sobre Trabajadores Agrícolas y Afines (RAAW) del
estos temas para garantizar lugares de trabajo Sindicato de Trabajadores del Transporte y de
decentes y una agricultura viable. A continua- Industrias Diversas (TGWU) con el apoyo de la
ción se exponen algunos ejemplos. Dirección de Salud y Seguridad (HSE)
(RAAW/TGWU, 1998). Tras varios años de
Creación de programas negociaciones en el seno de la HSE, se estable-
de representantes de la seguridad ció la Comisión Consultiva sobre cuestiones de
en la agricultura seguridad, salud y medio ambiente en la agri-
cultura (Agricultural Industry Advisory Com-
La necesidad de contar con delegados de mitte), que no consiguió llegar a un acuerdo
seguridad y comités de seguridad designados sobre una plataforma de acción común con la
por los sindicatos encargados, por estatuto, de organización de empleadores – el Sindicato
velar por la seguridad de los lugares de trabajo Nacional de Agricultores (National Farmers’
resulta imperativo para reducir los riesgos de Union (NFU)) – sobre la prórroga de un pro-
muerte, accidente y enfermedad del grueso grama piloto (en curso) mixto entre el emplea-
público y proteger así el medio ambiente en su dor y el sindicato. La RAAW/TGWU decidió,
conjunto. A este respecto sin embargo, en la en consecuencia, lanzar su propio programa
agricultura se deben aplicar disposiciones para lo cual el sindicato seleccionó en el sur de
especiales debido al gran número de pequeñas Inglaterra nueve representantes encargados de
y medianas explotaciones dispersas en amplias aumentar la participación de los trabajadores
áreas geográficas. Asimismo, se debe autorizar en los temas de salud y seguridad en el sector
a esos representantes para que puedan visitar agrícola. Ese programa se inició en 1996 con el
otros lugares de trabajo (además del propio), y aval de los servicios de salud, seguridad y
asignar a esta función un financiamiento espe - medio ambiente (HSE) y una modesta partici-
cial. En este sentido se han establecido diversos pación financiera de la Comisión Europea.
programas para facilitar la tarea de los mencio- Basándose en la evaluación del proyecto
nados representantes de la seguridad en la agri- piloto, la TGWU/RAAW considera que un pro-
cultura. grama nacional de representantes regionales de
En Suecia se creó en 1974 un programa de seguridad influiría de forma beneficiosa en la
representantes regionales sindicales para todos salud y seguridad de las explotaciones agríco-
los lugares de trabajo agrícolas en que no exis- las y reduciría notablemente los accidentes
tieran comités de seguridad y salud por contar laborales. Sin embargo, han surgido a este res-
con pocos trabajadores (LO, 1998). El sindicato pecto serias dificultades que se derivan de: la

24
falta de apoyo de la NFU y de la imposibilidad guarda junto con los efectos personales. Todos
para los representantes regionales de seguridad estos factores, junto a la falta de higiene, ausen-
de obtener la autorización para presentarse en cia de agua en el campo para lavar la piel y los
los lugares de trabajo. La legislación del Reino ojos contaminados, provocan elevados índices
Unido concede el derecho de acceso única- de accidentes mortales e intoxicaciones.
mente a los representantes de seguridad nom-
brados por el sindicato, el que a su vez es reco- Vínculos con grupos de presión
nocido oficialmente por el empleador. En el en el plano internacional
agro, sin embargo, no siempre el sindicato es
reconocido por el empleador. Estas dificultades El GPP aspira a asegurar el potencial e ins-
limitaron la eficacia de los representantes regio- taurar la confianza de un sindicato nacional
nales de seguridad; a pesar de ello, consiguie- para abordar esos problemas en las explotacio-
ron por otros medios mejorar los niveles de nes y plantaciones en el plano nacional, y a
salud y seguridad. resolverlos mediante la creación de vínculos
La UITA está realizando esfuerzos para que tanto con los grupos de presión internacionales
otros países establezcan programas de repre- activos en la cuestión de los plaguicidas como
sentantes regionales itinerantes encargados de con los gobiernos, las organizaciones de agri-
la seguridad. Considera que la adopción de dis- cultores y el conjunto de la industria de pla-
posiciones sobre el derecho a tomar medidas guicidas.
prácticas referentes a tales programas y su com- En la fase piloto participan seis sindicatos
promiso en este sentido resultan indispensables agrícolas en Ghana, Tanzanía, Uganda y Zim-
en la aplicación de cualquier convenio de la OIT babwe. La actividad principal consiste en orga-
sobre seguridad y salud en la agricultura. nizar y mantener activos Círculos sindicales de
estudio sobre los temas de salud, seguridad y
Plaguicidas medio ambiente en relación con los plaguicidas
(ESC). Los cursos aseguran una educación y
Los afiliados de la UITA han manifestado formación elemental y especializada a los
continuamente que los plaguicidas son causa miembros de los sindicatos, funcionarios sindi-
de uno de los problemas de salud, seguridad y cales y miembros de los comités sobre todos los
medio ambiente más serios. En 1998, la UITA aspectos de la organización, la contratación y la
lanzó un Proyecto Mundial sobre Plaguicidas acción de los sindicatos. El GPP forma actual-
(GPP) para reducir su uso y los riesgos que mente a los instructores de los círculos de estu-
entrañan, centrándose inicialmente en seis cul- dio sobre los temas de salud, seguridad y medio
tivos principales: banana, cacao, café, flores ambiente y plaguicidas, que a su vez enseñan a
cortadas, caña de azúcar y té (véase Amuko, los miembros de la base y a los responsables sin-
pág. 52). El nivel de exposición a los plaguici- dicales y ayudan igualmente a crear nuevos cír-
das de los trabajadores de esos cultivos es ele- culos. Se ha insistido en la igualdad de sexos y
vado. Los trabajadores que rocían los plaguici- en la formación de las mujeres sindicadas, que
das son los más expuestos, pero otros constituyen el 30 por ciento o más de la mano
trabajadores se ven afectados por la pulveriza- de obra agrícola en esos países, y se ha elabo-
ción y el contacto con la vegetación tratada. En rado material educativo en las lenguas locales.
estos cultivos se utilizan numerosos plaguici-
das altamente tóxicos, como los compuestos 1A Perfil nacional
y 1B de la OMS, generalmente prohibidos o de
uso estrictamente controlado en los países En el plano nacional, los sindicatos de Tan-
industrializados. La falta de información sobre zanía y Uganda están participando junto con
los peligros y sobre las medidas de prevención muchos otros partícipes en un proceso desti-
o control, de formación y el desconocimiento, nado a elaborar un perfil del país en el marco
junto con la ausencia de controles técnicos y de una evaluación de la infraestructura nacio-
prácticos (por ejemplo, sistemas de acordona- nal para la gestión de los productos químicos.
miento) hacen que los trabajadores a menudo Con la participación sindical se persigue ase-
cuenten como primer medio de protección úni- gurar que: i) el perfil nacional refleje los pro-
camente con su equipo personal cuando en rea- blemas de los asalariados agrícolas, sus fami-
lidad éste debería constituir el último recurso. lias y comunidades, y ii) los problemas que se
Además, dicho equipo resulta con frecuencia señalen en el perfil se abordarán en programas
inapropiado en el clima tropical, está poco cui- de acción gubernamentales en los que partici-
dado o muy viejo por falta de renovación, y se pen los sindicatos, los agricultores y los fabri-

25
cantes de plaguicidas y sus asociaciones. La tection Federation (GCPF)), para asegurar con-
UATRE 1, miembro agrícola argentino de la juntamente la formación de los trabajadores
UITA que participa igualmente en la elabora- agrícolas sobre salud, seguridad y medio
ción de este perfil en ese país, preside un grupo ambiente en las diferentes regiones. En enero
de trabajo sobre la exposición de la población de 2000, tuvo lugar en Uganda un curso piloto
rural a los productos agroquímicos. mixto UITA-GCPF para elaborar conjunta-
Los afiliados de la UITA están presionando mente un programa de formación y formar allí
igualmente a sus gobiernos para que ratifiquen un núcleo de instructores sindicales y empre-
rápidamente el Convenio de Rotterdam de sariales. La formación conjunta de los trabaja-
1998 sobre el Procedimiento de Consentimiento dores de la industria del azúcar está prevista
Fundamentado Previo (PIC) referente a deter- para este año. El Proyecto Mundial sobre Pla-
minados plaguicidas y productos químicos peli- guicidas sirve de marco a la participación de la
grosos que son objeto de comercio internacio- UITA; el Programa sobre «Proyectos de utiliza-
nal. Apoyan una campaña de la UITA que debe ción (de plaguicidas) sin riesgo», a la participa-
ampliar el principio del PIC a todos los plagui- ción de la GCPF. Esta última imparte formación
cidas nocivos para la salud y/o el medio a los usuarios de los plaguicidas y otros grupos
ambiente, mediante la declaración y el registro que pueden influir en la forma de utilizar los
sistemático de los «accidentes» debidos a los plaguicidas, como el personal médico, los téc-
plaguicidas (según los criterios del Convenio) nicos agrícolas y los profesores.
ante sus respectivas autoridades. Esta campaña Esta cooperación surgió de un estudio rea-
tiene en su punto de mira «las fórmulas de pla- lizado por la UITA en el marco del Proyecto
guicidas altamente peligrosas para la salud y el sobre utilización y manipulación (de plaguici-
medio ambiente debido a las condiciones en das) sin riesgo (Self Use and Handling Project),
que se utilizan en los países en desarrollo». llevado a cabo por la GCPF en Guatemala.
Las organizaciones miembros tratan de Según ese estudio, los asalariados agrícolas no
desarrollar capacidades en el país y colaboran tenían ninguna formación y la poca formación
en el establecimiento del perfil nacional; el PIC, ofrecida era demasiado académica. Este estu-
por su parte, apoya la labor internacional de la dio, financiado por la OIT, se presentó a la con-
UITA en el Foro Intergubernamental de Segu- sideración de una Reunión tripartita sobre las
ridad Química (FISC) y en los foros afiliados. El iniciativas voluntarias que tienen consecuen-
FISC se ha establecido para supervisar la apli- cias para la formación y la educación en mate-
cación del capítulo 19 sobre una gestión ecoló - ria de seguridad, salud y medio ambiente en las
gica razonable de los productos químicos tóxi- industrias químicas, celebrada en Ginebra en
cos del Programa de Acción 21. Este último es febrero de 1999.
un plan de acción para el desarrollo sostenible La UITA trata de garantizar que las iniciati-
aprobado por los gobiernos y los participantes vas voluntarias tomadas por los sectores agrí-
en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cola y de los plaguicidas consigan: a) hacer par-
Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) ticipar plenamente a los trabajadores y a sus
en 1992 en la Cumbre sobre la Tierra. sindicatos, b) elevar las normas en materia de
La UITA está trabajando asimismo en la pro- salud, seguridad y medio ambiente a nivel mun-
moción de técnicas que reemplacen los plagui- dial y a lo largo de todo el ciclo de vida de los
cidas como la Gestión Integrada de Técnicas de productos que se apliquen a los trabajadores
Lucha contra las Plagas (IPM). Está cooperando que utilizan plaguicidas y para los fabricantes
con la infraestructura mundial del PIM y con la de plaguicidas u otras sustancias químicas, y
red CABI 2 para incluir a los asalariados agríco- c) integrar a los sindicatos en los mecanismos de
las en la formación sobre gestión integrada de verificación y auditoría de los progresos reali-
técnicas de lucha contra las plagas. zados por la industria en materia de salud, segu-
ridad y medio ambiente (HSE).
Programa conjunto – UITA/HSE
e industrias de plaguicidas – Flores cortadas y HSE
de formación para los asalariados
agrícolas La UITA es miembro de una asociación Sin-
dicato-ONG que ha elaborado un código inter-
La UITA ha concluido un acuerdo volunta - nacional de buenas prácticas en materia de flo-
rio con la industria internacional de plaguici- res cortadas, que sirve de norma de referencia
das representada por la Federación Mundial de para el sector. En base al mismo se ha estable-
Protección de las Cosechas (Global Crop Pro- cido un programa de comercio equitable de flo-

26
res, con la inclusión de normas sobre salud, tadas para reducir el número y la cantidad de
seguridad y medio ambiente. En cooperación plaguicidas utilizados. La UITA está trabajando
con la cadena de supermercados suiza Migros, activamente con la red PAN en Africa, Europa
se está poniendo en marcha en Zimbabwe un y América Latina.
programa piloto en cinco explotaciones en que
se cultivan flores. Se han realizado inspecciones Promoción de las actividades
conjuntas por las asociaciones de empleadores sobre salud y seguridad en el sector
y horticultores en esas explotaciones para que de la banana
puedan ser autorizadas a participar en el pro-
grama y sus flores vendidas a precios ligera- En 1998 en Colombia, la UITA y el sindi-
mente superiores en los supermercados Migros. cato agrícola SINTRAINAGRO organizaron un
Quedan por resolver los temas siguientes: seminario denominado Plaguicidas: efectos y pro-
horas de trabajo, contratos indefinidos para las ductos que se debe reemplazar. Asistieron repre-
trabajadoras, aplicación de las disposiciones sentantes de los empleadores, de los servicios
legales respecto de la licencia por maternidad, de seguridad social y del Ministerio del Medio
suministro de equipo de protección normali- Ambiente, lo que sentó un importante prece-
zado, formación de los operadores de plaguici- dente en esta región. El proyecto de la organi-
das y salario mínimo que permita vivir. En coo- zación sindical – promoción de la salud y la
peración con el Pesticide Trust, miembro de la seguridad de los trabajadores del sector de la
Pesticides Action Network (PAN), la UITA ha banana – fue seguidamente aprobado por los
preparado una lista completa de los plaguici- servicios de la seguridad social, lo cual permi-
das utilizados en las explotaciones de flores cor- tió a los sindicatos inspeccionar el uso de pla-

Informe sobre los campos envenenados, California:


trabajadores del agro y plaguicidas
En 1999 la United Farmworkers of America (UFWA), afiliada a la UITA, realizó un amplio estu-
dio sobre intoxicaciones por plaguicidas entre los trabajadores agrícolas californianos en cola-
boración con dos asociaciones públicas interesadas: la Red de acción contra los plaguicidas en
América del Norte (Pesticides Action Network North America (PANNA)) y la Fundación califor-
niana de asesoramiento jurídico en el agro (California Rural Assistance Foundation (CRLAF)).
En California, que cuenta con la más importante economía agrícola de los Estados Unidos,
trabajan 600.000 personas. Entre 1991 y 1996, el Departamento de Regulación de Plaguicidas
(DPR) de la Agencia de Protección del Medio Ambiente notificó 3.991 casos de intoxicación pro-
fesional por el uso de plaguicidas, lo que supone una media de 665 casos al año. Como indica el
informe, la situación es incluso peor que lo que indican las cifras. Los accidentes por exposición
a plaguicidas casi nunca son notificados por miedo al coste de la atención médica, ya que son
pocos los trabajadores con seguro de salud y muchos no saben que tienen derecho a percibir una
indemnización. Además, temen represalias de los patrones o carecen de formación suficiente
sobre los peligros del plaguicida como para reconocer los síntomas de intoxicación. Algunos tra-
bajadores soportan los síntomas sin informar, considerándolos parte del trabajo. La mitad de las
enfermedades por plaguicidas utilizados en la agricultura se concentran en los diez cultivos
siguientes (en orden descendente de frecuencia): uva, algodón, brécol, naranjas, flores orna-
mentales, almendras, tomate, lechuga, fresas y alfalfa.
El informe recomienda:
1. eliminar gradualmente el uso de los plaguicidas más tóxicos y promover métodos alternati-
vos sanos y viables;
2. mejorar la reglamentación existente para reducir la exposición del trabajador;
3. impulsar un mejor cumplimento de la legislación existente;
4. mejorar la declaración de las intoxicaciones por plaguicidas;
5. mejorar el acceso de los trabajadores a la atención médica; y
6. garantizar a los trabajadores y al público en general el derecho a estar informados a este res-
pecto.

Fuente: Hallward, K. y cols.,1999.

27
guicidas y los problemas de salud, y editar salud, seguridad y medio ambiente en la agri-
material didáctico e informativo sobre aspectos cultura, tienen que ser aceptadas por los gobier-
de salud y seguridad. Tras el seminario se for- nos y otros participantes como un elemento
maron círculos de estudio entre los miembros base de la definición y puesta en práctica del
del sindicato. Se estableció asimismo un desarrollo agrícola y rural duradero, así como
acuerdo de cooperación entre SINTRAINA- el concepto de polivalencia de la agricultura y
GRO y RAPALMIRA, filial latinoamericana de los suelos.
la red PAN, para asesorar al sindicato en mate- El trabajo de la UITA sobre el proyecto de la
rias técnicas y científicas conexas. OIT en materia de salud y seguridad en la agri-
cultura se integra en el conjunto de esfuerzos
Formación general sobre temas en pos de una mayor organización y sensibili-
de salud, seguridad y medio ambiente zación destinadas a mejorar las normas sobre
en la agricultura salud, seguridad y medio ambiente en el sector
agrícola. Se tienen que mejorar enormemente
La UITA apoya programas de formación las normas de protección de los trabajadores del
HSE nacionales o regionales en materia de agro, de la salud pública y del medio ambiente
salud, seguridad y medio ambiente para los tra- para conseguir que la agricultura llegue a ser
bajadores agrícolas y de ramas conexas. Por un sector viable tanto desde una perspectiva
ejemplo, en la región del Caribe, una treintena social como desde una perspectiva ecológica.
de trabajadores de los sectores de la caña de La UITA emprende actualmente una tarea
azúcar, de la agricultura y del turismo fueron doble: contribuir a redactar un proyecto de nor-
formados en un seminario celebrado en mas de la OIT sobre salud y seguridad en la agri-
Guyana en abril de 1999. Era la primera vez que cultura y conseguir que tal proyecto figure en el
algunos recibían información sobre salud, orden del día de la Conferencia Internacional
seguridad y medio ambiente, especialmente los del Trabajo (junio de 2000); ambos procesos se
miembros de los sindicatos del azúcar. Se cele- complementan y su asociación permitirá hacer
bró una sesión sobre salud integral y los méto- de la agricultura un sector con mejor salud, más
dos para tratar y vencer las enfermedades cró- seguro y realmente viable.
nicas no transmisibles (diabetes, hipertensión)
y las infecciosas como el SIDA, que suponen
una seria amenaza para la salud de la comuni- Bibliografía citada
dad caribeña. Otro ejemplo similar es e lt r a b a j o
de la UITA con las organizaciones sindicales Hallward, K.; Katten, K.; Reeves, M.; Schafer, K. 1999. Campos
brasileñas, como CNTA, CONTAG, FENTI- envenenados: los trabajadores agrícolas y los pesticidas en Cali-
FUMO y CONTAC 3 para prevenir y reducir las fornia, California, United Farmworkers of America, Cali-
fornia Rural Legal Assistance Foundation, Pesticide Action
lesiones por torceduras repetidas entre los tra- Network North America. Publicado en español e inglés.
bajadores del sector de la alimentación y las HSC (Health and Safety Commission). 1999. Farmwise – an
intoxicaciones por uso de plaguicidas entre los essential guide to health and safety in agriculture, Health and
trabajadores agrícolas. También se celebraron Safety Commission, Agriculture Industry Advisory Com-
talleres sobre agricultura orgánica. mittee, C3000, Reino Unido, pág. 5.
HSE (Health and Safety Executive). 1997. The role of regional
health and safety representatives in agriculture: an evaluation
Agricultura viable y HSE of a trade union initiative on roving safety representatives in
agriculture, South Bank University, Centre for Industrial
La UITA sitúa su trabajo en la mejora de las and Environmental Safety and Health, School of Applied
normas HSE en el marco de la promoción de Sciences for the Health and Safety Executive, Londres.
una agricultura viable (UITA, 1999b). En el plano Hurst, P. 1999. Guatemala. Estudio de caso realizado en el marco
internacional, la agricultura sostenible figura del programa de formación del proyecto de la industria del pes-
ticida titulado «Utilización y manipulación sin riesgo», UITA,
en el artículo 14 del Programa de Acción 21 Ginebra, publicado también en inglés.
sobre un desarrollo agrícola y rural duradero
LO (Confederación de Sindicatos de Suecia). 1998. Regional
(DARD). La Comisión de las Naciones Unidas Safety Representatives, a guide from LO, Estocolmo.
para el Desarrollo Duradero (CDD) es el orga-
OIT. 1979. Guide to health and hygiene in agriculture work, Gine-
nismo encargado de supervisar y coordinar la bra, cap. 1.3, pág. 9.
aplicación del Programa de Acción 21. En su —. 1996a. Los asalariados agrícolas: condiciones de empleo y de
octava reunión de abril de 2000 revisará los pro- trabajo, Programa de Actividades Sectoriales, TMAWW/
gresos realizados en la materia. En dicha reu- 1996, Ginebra, pág. 93.
nión la UITA hará saber que las normas funda- —. 1996b. Child labour in agriculture: Asurvey of national legis-
mentales de la OIT, es decir, las relativas a la lation, Proyecto OIT INT/96/MO6NOR.

28
—. 1999a. Seguridad y salud en la agricultura, Informe VI (1), World Development Movement. 1997. «Under their skins –
Conferencia Internacional del Trabajo, 88.a reunión, junio the truth about the banana business», Action Magazine,
2000, Ginebra. Reino Unido, septiembre, pág. 8.
—. 1999b. SafeWork: security and productivity through safety,
Sector de la Protección Social, http:\ng\safework\ngsa-
fework7.wpd, pág. 2. Notas
OMS. 1999. Occupational health for all: From evidence to action,
1
por R. Helmer y C. Corvalán, Ginebra. UATRE: Unión Argentina de Trabajadores Rurales y
Estibadores.
RAAW/TGWU. 1998. Informe sobre el programa de represen-
tantes itinerantes encargados de seguridad (Report of the 2
CABI: Commonwealth Agricultural Bureaux Interna-
Roving Safety Representatives Scheme), Londres. tional Network (Red Internacional de Oficinas Agrícolas del
UITA. 1999a. Health and safety problems in the sisal industry, Commonwealth).
informe del proyecto Global Pesticides, IUF Project, Tan- 3
CNTA: Confederación Nacional de Trabajadores de las
zanian Plantation and Agricultural Workers’ Union, Industrias de la Alimentación y Afines;CONTAG: Confedera-
diciembre. ción Nacional de Trabajadores en la Agricultura;FENTIFUMO:
—. 1999b. Informe central, Conferencia sobre el carácter mul- Federación Nacional de los Trabajadores de las Industrias
tifuncional de la agricultura y de los suelos, FAO/Países del Tabaco y A fin e s ;C O N TAC: Confederación Nacional de
Bajos, Ginebra. Trabajadores en la Agricultura.

29
Libertad sindical. Los sindicatos deben apoyar
a las organizaciones de trabajadores agrícolas
para que representen y defiendan
sus intereses proporcionando a sus dirigentes
una educación capacitadora y una formación,
y los recursos necesarios que aseguren
su participación en el desarrollo
Anna J. Pouyat
Directora Adjunta
Servicio de Libertad Sindical (OIT)

El 12 de octubre de 1999 la ONU anunciaba tales en el trabajo – tiene que demostrar que la
el nacimiento del habitante número seis mil OIT continúa siendo un instrumento de acción,
millones del planeta. La FAO, por su parte, dos ya que, como dijo él mismo, «frente a los pro-
años antes indicaba que la población mundial blemas sociales, la OIT puede hacer mucho».
económicamente activa era de 2.827 millones ¿Utilizan los sindicalistas de forma suficiente
de personas de las cuales el 49 por ciento estaba los mecanismos de control internacional? ¿En
ocupado en la agricultura, o sea, ese sector qué consiste más concretamente este control en
representaba a 1.300 millones de hombres y lo que se refiere a los trabajadores agrícolas que
mujeres, cifras que dan una idea de la amplitud representan casi la mitad de la población activa
del problema. En una organización como la mundial?
OIT, cuyo objetivo, hay que recordar, siempre
ha sido la justicia social como fundamento de I. Ratificación de los convenios
la paz universal y duradera, y donde desde sobre la libertad sindical
hace ochenta años se trata de evitar que el en el sector agrícola
comercio internacional vaya en detrimento de
los trabajadores, son cifras que deberían movi- Es evidente que las personas empleadas en
lizar a los sindicatos. el sector agrícola están muy lejos de poder dis-
El primer Director General de la Organiza- frutar de libertad sindical para defender sus inte-
ción, Albert Thomas, decía que la OIT debía reses profesionales. Si bien es cierto que los gru-
constituir un instrumento de acción y no una pos de presión han conseguido hacer oír la voz
máquina de distribución de información. Por de ciertos agricultores a la hora de la mundiali-
ello, los interlocutores sociales de la OIT, los zación y de la liberalización del comercio, en
gobiernos, los trabajadores y los empleadores, especial en el ámbito de la Conferencia de Seat-
han ido adoptando los convenios internaciona- tle de diciembre de 1999 y, más en general, en las
les del trabajo de carácter obligatorio, incluso negociaciones del «Ciclo del Milenio», la mayo-
para garantizar la libertad sindical en la agri- ría de las personas empleadas en la agricultura
cultura. Desde el principio, un sistema de con- no están protegidas en el plano nacional por nin-
trol internacional único de organización tri- gún convenio colectivo, y en el plano interna-
partita ha velado por la aplicación de dichos cional por ningún convenio. Carecen de organi-
convenios. En este momento, el informe global zación y viven en una situación de extrema
del Director General, Juan Somavia, que se pre- pobreza, muchas veces al límite de la esclavitud
sentará en la Conferencia Internacional del Tra- o de la servidumbre por deudas. Tampoco tie-
bajo de junio de 2000 – Informe global con arre- nen voz en los ámbitos nacional o internacional.
glo al seguimiento de la Declaración de la OIT Si bien la OIT adoptó en 1921 un primer
relativa a los principios y derechos fundamen- Convenio núm. 11 sobre el derecho de asocia-

30
ción en la agricultura, que debía garantizar a estar igualmente protegidas contra los actos de
todas las personas empleadas en la agricultura injerencia de los empleadores o de las organi-
los mismos derechos de sindicación y asocia- zaciones de empleadores rurales. Por último,
ción que los de los trabajadores de la industria, dichas organizaciones deberían poder negociar
actualmente dicho Convenio sólo ha sido rati- convenios colectivos para regular así las condi-
ficado por 119 1 de los 175 Estados Miembros de ciones de empleo de las personas empleadas en
la OIT. la agricultura.
Más de cincuenta años después, en 1975, La Comisión de Expertos en Aplicación de
laConferencia Internacional del Trabajo adoptó Convenios y Recomendaciones, en su Informe
el Convenio núm. 141 y la Recomendación de 1999 presentado a la Conferencia Interna-
núm. 149 sobre las organizaciones de trabaja- cional del Trabajo, observó con preocupación
dores rurales tratando de paliar los problemas que 52 3 Estados que han sido Miembros de la
a los que éstos deben hacer frente. Dicho Con- OIT durante más de veinte años todavía no
venio se aplica a todas las personas que reali- habían ratificado ninguno de los dos convenios
zan una actividad agrícola en las zonas rurales, fundamentales mencionados, situación que es
artesanal u otra similar o relacionada, sea como todavía más preocupante si se tiene en cuenta
asalariados o como trabajadores independien- que dichos países representan casi la mitad de
tes: granjeros, aparceros y pequeños propieta- los trabajadores y empleadores del planeta.
rios agrícolas. Desde entonces, Camboya ha ratificado los
El mencionado Convenio obliga más espe- dos convenios; Cabo Verde, Chile, Georgia y
cíficamente a los Estados que lo ratifican a Malawi han ratificado el primero de ellos; Suiza
fomentar la constitución y el desarrollo de y las Islas Seychelles el segundo, con lo que se
organizaciones de trabajadores rurales y su par- ha ampliado la protección del derecho de sin-
ticipación en el desarrollo económico y social, dicación y de negociación colectiva a los traba-
así como a eliminar toda discriminación de que jadores rurales en el plano internacional.
pudieran ser objeto. Impone asimismo la adop- Kazajstán ha anunciado la pronta ratificación
ción de medidas que sensibilicen al máximo del Convenio núm. 87. Actualmente este Con-
sobre la necesidad de establecer organizaciones venio obliga, por lo tanto, a 127 países y el Con-
de trabajadores rurales sólidas e independien- venio núm. 98 a 144.
tes. Trata además de la contribución de dichas
organizaciones al aumento del empleo, al esta-
blecimiento de mejores condiciones generales II. Control de la aplicación
de trabajo y de vida en las zonas rurales y al cre- de los convenios
cimiento y mejor reparto social del ingreso. 1. Control constitucional
Desafortunadamente, el Convenio núm. 141
sólo ha sido ratificado hasta ahora por 37 paí- Pese a que ya se conoce, no está de más
ses miembros, cinco de los cuales aún no han recordar que el objetivo de la OIT es conseguir
ratificado el Convenio núm. 11 2. que los Estados Miembros cuenten con meca-
Sin embargo, los Estados que han ratificado nismos de control estrictos, en especial en lo
los dos convenios fundamentales sobre la liber- referente a la aplicación de convenios, inclu-
tad sindical, a saber, el Convenio núm. 87 sobre yendo evidentemente los que protegen a los tra-
la libertad sindical y la protección del derecho bajadores rurales. Si bien la ratificación de un
de sindicación de 1948, y el Convenio núm. 98 Convenio es un acto deliberado de un Estado,
sobre el derecho de sindicación y de negocia- una vez que éste ha expresado su compromiso,
ción colectiva de 1949, se han comprometido a tiene fuerza obligatoria y debe aplicarse, inde-
garantizar a los trabajadores, sin distinción pendientemente de la voluntad del Estado. Los
alguna, el derecho a constituir y a afiliarse a sin- sindicatos disponen así de un medio para con-
dicatos en defensa de sus intereses. La protec- seguir que se apliquen los convenios. Algunos
ción de los derechos fundamentales se amplía, de estos mecanismos están previstos en la
por tanto, a las personas ocupadas en la agri- Constitución de la Organización. ¿Cuáles son?
cultura. Del mismo modo, los trabajadores Las quejas, que las puede presentar un
rurales deberían beneficiarse de una protección Estado contra otro en virtud del artículo 26 de
adecuada contra los actos de discriminación la Constitución, cuando ambos han ratificado
antisindical por parte de los empleadores en las el convenio en cuestión, a través de un delegado
plantaciones y en las pequeñas y grandes explo- del gobierno, de un trabajador o un empleador
taciones agrícolas. En lo que respecta a las orga- en la Conferencia Internacional del Trabajo, o
nizaciones de trabajadores rurales, deberían por iniciativa del Consejo de Administración.

31
Las reclamaciones, que las puede presentar nos demandados. Las recomendaciones del
una organización de trabajadores o de emplea- Comité sobre las medidas a tomar, tras su apro-
dores en virtud del artículo 24 de la misma. bación por el Consejo de Administración, son
Los comentarios, que los pueden presentar enviadas al Gobierno interesado para que se
las organizaciones de trabajadores y de emplea- esfuerce en corregir las situaciones que atentan
dores a la Comisión de Expertos en virtud del contra la libertad sindical.
artículo 23, párrafo 2, las cuales deben recibir Las quejas relativas a los Estados que no han
una copia de los informes de los gobiernos ratificado los convenios sobre la libertad sindi-
sobre la aplicación de los convenios ratificados. cal, y que incluso algunas veces ni siquiera son
Tras la recepción de dichas copias, estas orga- miembros de la OIT pese de formar parte de la
nizaciones pueden proceder a comentar su con- ONU, pueden ser devueltas a una Comisión de
tenido y la manera en que se aplican los con- Investigación y de Conciliación en Materia de
venios en la práctica. Libertad Sindical, compuesta por personalida-
La enumeración de los mecanismos de con- des independientes, con el consentimiento del
trol previstos en la Constitución no sería com- Estado demandado.
pleta sin la mención del papel de la Comisión Mediante esos mecanismos de control, la
de Expertos, compuesta de personalidades OIT trata de conseguir un mayor reconoci-
independientes y encargada desde 1927 del miento de los derechos y libertades de las per -
examen de los informes que deben presentar los sonas empleadas en la agricultura que se con-
Estados Miembros sobre los convenios que han templan en los convenios sobre libertad sindical,
ratificado en virtud del artículo 22. Esta Comi - procurando con ello poner fin a las violaciones
sión formula comentarios, que se recogen en un denunciadas y remover los obstáculos que se
informe, sobre las dificultades o los progresos oponen al ejercicio de los derechos sindicales.
en la aplicación de los convenios. Los mencio-
nados informes, todos los años, son objeto de III. Observaciones de los órganos
un amplio debate público en el seno de la Comi- de control en los procedimientos
sión tripartita de la Conferencia Internacional de supervisión
del Trabajo, donde los representantes de los tra-
bajadores y de los empleadores pueden hacer Los ejemplos mencionados muestran ciertos
oír su voz frente a los gobiernos demandados. progresos obtenidos principalmente a través
Finalmente, el Consejo de Administración del diálogo y la persuasión por los órganos de
de la OIT, de conformidad con lo dispuesto en control de la OIT. No obstante, reflejan también
el artículo 19, solicita periódicamente informes que las obligaciones contempladas en los con-
a los Estados que no han ratificado ciertos con- venios sobre la libertad sindical respecto a los
venios como asimismo a todos los Estados que trabajadores rurales no se cumplen en los paí-
los han ratificado. Estos informes son objeto de ses que no aplican los principios de la OIT en
estudio general por la Comisión de Expertos, la materia.
que examina los progresos y las dificultades
encontradas en la aplicación de los convenios 1. Presentación de queja
ratificados, los obstáculos con que tropieza la en virtud del artículo 26
ratificación y las perspectivas de ratificación de la Constitución
que existen. Dichos estudios son también exa-
minados en la Conferencia. En los años ochenta, frente a las quejas pre-
sentadas por delegados de los trabajadores en
2. Mecanismo especial la CIT por incumplimiento de los convenios
sobre la libertad sindical por parte de Polonia
En materia de libertad sindical, a comienzos por un lado, y por parte de Haití y la República
de los años cincuenta y con el acuerdo de Nacio- Dominicana por el otro, así como de otros Esta-
nes Unidas se estableció un mecanismo espe- dos Miembros de la OIT que habían ratificado
cial de examen de las quejas por violación de la los convenios núms. 87 y 98, se designaron
libertad sindical. En efecto, el Comité de Liber- comisiones de encuesta encargadas de exami-
tad Sindical del Consejo de Administración, de nar estos temas y sus recomendaciones se des-
carácter tripartito, examina también las quejas tinaron a los Gobiernos en cuestión.
presentadas por las organizaciones internacio- Algunos años después de que la Comisión
nales o nacionales de trabajadores o de emplea- de Encuesta sobre Polonia examinara la queja
dores, incluso si los convenios sobre la libertad sobre la suspensión del derecho de sindicación
sindical no han sido ratificados por los gobier - y la represión de las acciones de protesta de

32
todo el movimiento sindical independiente por El Comité ha podido observar que las penas
parte del Gobierno que decretó el estado de gue- de muerte no han sido pronunciadas, que los
rra el 12 de diciembre de 1981, dicho país incri- dirigentes sindicales han sido liberados tres
bió de nuevo en el registro no sólo el sindicato años y medio más tarde, y que la DISK y sus sin-
independiente Solidaridad, que había sido el dicatos de empresa han sido restablecidos en sus
más progresista en la lucha por el estableci- derechos y haberes. Los trabajadores agrícolas
miento de una auténtica libertad sindical en los han obtenido el derecho de negociar colectiva-
países del Este, sino también el de Solidaridad mente sus condiciones de empleo sin tener que
Rural. Este último sindicato, a semejanza del cumplir el doble criterio impuesto a los otros tra-
primero, fue registrado tras la presión ejercida bajadores, es decir, conseguir la afiliación del 10
por los trabajadores en mayo de 1980 cuando el por ciento de los trabajadores de la filial en el
Director General de la OIT, Francis Blanchard, plano nacional y del 50 por ciento de los traba-
se encontraba en Varsovia dirigiendo la misión jadores de una unidad de negociación. Para los
de contactos directos que examinaba las quejas trabajadores agrícolas se aplica únicamente el
presentadas ante el Comité de Libertad Sindi- criterio del 50 por ciento.
cal. Ambos sindicatos fueron prohibidos el 12
de diciembre de 1981 y restablecidos en sus 3. Comentarios en virtud del párrafo 2
derechos y prerrogativas en 1989. del artículo 23 de la Constitución
En 1993, tras las labores de la Comisión de
Encuesta enviada a la República Dominicana, Actualmente los comentarios dirigidos a la
este Estado revisó su legislación proporcio- Comisión de Expertos en aplicación de los con-
nando protección a los representantes de los venios sobre la libertad sindical de los trabaja-
trabajadores y a los delegados sindicales contra dores rurales por parte de las organizaciones de
las represalias antisindicales. Aumentó asi- trabajadores están aumentando.
mismo el control de la inspección del trabajo en En Malasia, Bangladesh, India, Pakistán y
las plantaciones de caña de azúcar y en los Sri Lanka, las organizaciones sindicales nacio-
batays, donde los haitianos trabajaban cortando nales han denunciado la desprotección de los
caña de azúcar en condiciones inhumanas. Pos- trabajadores rurales respecto de la legislación
teriormente la República Dominicana y Haití sobre relaciones laborales, con la excepción de
establecieron una serie de acuerdos sobre las los trabajadores de las plantaciones.
condiciones de vida y de trabajo de los haitia- En Marruecos, ciertas organizaciones sindi-
nos en la República Dominicana. cales han criticado la Ley sobre Sindicatos por-
que no da garantías suficientes para ejercer el
2. Reclamación en virtud derecho de sindicación y constituir delegacio-
del artículo 24 nes sindicales en el sector rural.
En Nueva Zelandia, una organización sin-
Más tarde, en el curso de los años ochenta, dical nacional declaró que la nueva legislación
la Confederación de Sindicatos de Noruega pre- había tenido como resultado una reducción de
sentó una reclamación alegando el incumpli- la sindicación en el sector agrícola. En este sec-
miento por parte de Turquía de los Convenios tor, por lo menos la mitad de los contratos colec-
núms. 11 y 98. Tras un golpe de Estado militar, tivos se negocian sin la existencia de sindicato,
52 dirigentes de la Federación de Sindicatos Pro- es decir, directamente con los trabajadores agrí-
gresistas de Turquía (DISK) fueron detenidos y colas.
arriesgaban la pena de muerte. Se suspendieron Varios países señalaron que habían estable-
mediante decreto las actividades de la DISK y cido comisiones para estudiar los temas pro-
de los sindicatos de empresa afiliados. Se lleva- puestos o que estaban elaborando proyectos de
ron a cabo despidos masivos que afectaron a ley para proponer soluciones.
todos los sectores de la economía y muy espe-
cialmente al sector agrícola. 4. Comentarios de la Comisión
Por recomendación del Consejo de Admi- de Expertos sobre los informes
nistración, que había remitido el caso al Comité de los gobiernos en virtud
de Libertad Sindical, se llevaron a cabo misio- del artículo 22 de la Constitución
nes de contactos directos para negociar con el
Gobierno, los sindicalistas y los empleadores. En el ámbito del control regular de la apli-
El Comité de Libertad Sindical ha examinado cación de los convenios sobre la libertad sindi-
por lo menos unas veinte veces esta reclama- cal, la Comisión de Expertos observó con satis-
ción y las quejas conexas. facción ciertas mejoras legislativas después de

33
la presentación de sus comentarios, en particu- ciento de los trabajadores. Estas exigencias
lar respecto de la aplicación de los Convenios suponían la denegación del derecho sindical a
núms. 11 y 87. los trabajadores temporeros. Imponía asimismo
En Guatemala, un Decreto de 1961 que reglas más estrictas en materia de gestión de fon-
modificaba el Código de Trabajo de 1947, dos y prohibía a los trabajadores agrícolas ejer-
derogó las disposiciones extremadamente res- cer el derecho de reivindicación durante los pe-
trictivas del derecho sindical de los trabajado- ríodos de siembra y recolección, es decir, dos
res agrícolas, que exigían 50 trabajadores agrí- veces al año durante 60 días, permitiéndoles
colas para constituir un sindicato, mientras que ejercerlo solamente una vez al año.
para los otros sindicatos bastaba con 20. En con- En Venezuela, tras una misión de contactos
secuencia, estaban limitando la creación de directos entre los representantes del Director
cooperativas, la gestión de la previsión social y General de la OIT y el Gobierno en 1976, se
la alfabetización por parte de los sindicatos derogaron las disposiciones del Reglamento de
agrícolas. Fuera de ello, en función de tales dis- Trabajo en la Agricultura y la Ganadería que
posiciones, el Ministerio de Trabajo debía con- disponía que los inspectores de trabajo debían
trolar que los sindicatos agrícolas no se dedi- supervisar la elección de los dirigentes sindica-
caran a ninguna otra actividad mientras no les. La Ley establece actualmente la protección
hubieran demostrado haber cumplido las fun- contra el despido de los trabajadores agrícolas
ciones en cuestión y pudieran probar que el 60 siempre y cuando notifiquen formalmente su
por ciento de sus miembros sabía efectivamente interés de constituir un sindicato. Fueron dero-
leer y escribir. gadas asimismo la obligación de los trabajado-
En Nicaragua, la Ley de 1951 impedía a los res agrícolas de residir en los límites jurisdic-
trabajadores agrícolas constituir sindicatos de cionales de una misma inspección de trabajo
empresa (que en realidad eran los únicos sin- para poder formar un sindicato y las restriccio-
dicatos que podían constituir legalmente) nes al derecho de huelga.
mientras más del 60 por ciento de ellos no supie- En Etiopía, la Proclama de 1975 acordó a los
ran ni leer ni escribir. Esta Ley les imponía, entre trabajadores agrícolas, incluidos los del sector
otras cosas, contar por lo menos con 25 miem- tradicional, los mismos derechos sindicales que
bros permanentes para la creación de un sindi- al resto de los trabajadores.
cato de empresa, lo que en la práctica suponía En Lesotho, el Código de Trabajo elaborado
sobre todo la imposibilidad de sindicación de en 1992 con la asistencia técnica de la OIT
los temporeros. Esta Ley fue derogada en 1966. amplió expresamente el derecho de sindicación
En Perú, la Ley de 1964 sobre la Reforma a los trabajadores y empleadores de todos los
Agraria anuló los contratos que asociaban el sectores de la economía, incluida la agricultura.
derecho de disfrute de la tierra con la prestación En la República Dominicana, el nuevo
de servicios, incluso cuando las partes involu- Código de Trabajo de 1992, elaborado gracias a
cradas recibían remuneración en dinero. Ello la colaboración entre el Gobierno y la OIT tras la
supuso la ampliación de la legislación laboral a Comisión de Encuesta ya mencionada, integró
las personas que prestaban algún servicio y la en su campo de aplicación a todos los trabajado-
abolición del régimen de aparceros (arrendires) res de las empresas agrícolas, agroindustriales,
y el de allegados, categorías de trabajadores hasta ganaderas y forestales, mientras que anterior-
entonces privadas del derecho de sindicación. mente estaban excluidas las empresas agrícolas
En Brasil, se derogaron en 1967 las disposi- que emplearan menos de 10 trabajadores.
ciones legislativas de 1962 que limitaban el En Panamá, en 1995 las enmiendas al Código
ámbito de acción de los sindicatos rurales al de Trabajo derogaron la regla que imponía la
Municipio. nacionalidad panameña al 75 por ciento de los
En Chile, también en 1967, tras veinte años miembros de un sindicato y redujeron de 50 a
de diálogo difícil entre la Comisión de Expertos 40 la cantidad mínima de trabajadores exigidos
y el Gobierno, se consiguió finalmente modifi- para constituir un sindicato, lo cual incidió
car la Ley de 1947, que contenía disposiciones positivamente respecto al derecho sindical de
restrictivas del derecho sindical de los trabaja- los trabajadores agrícolas migrantes.
dores rurales en comparación con los de la En Nepal, en 1999 las enmiendas a la Ley
industria. Dicha ley sólo les permitía constituir sobre sindicatos lograron que ésta se aplicara a
sindicatos en un mismo dominio agrícola, impo- los trabajadores por cuenta propia y a los tra-
niendo a sus fundadores un mínimo de un año bajadores agrícolas.
de servicio ininterrumpido en dicho dominio, El tema del derecho de sindicación de los
así como representar por lo menos al 40 por miembros de las cooperativas agrícolas en los

34
países comunistas, y en particular el derecho de derecho de libertad sindical, de huelga, de
sindicación de los trabajadores de los koljoses negociación colectiva y de protección contra la
que, en países como la URSS, representaban el discriminación en contra de los sindicatos.
80 por ciento de las personas ocupadas en la Asimismo, Swazilandia sigue excluyendo
agricultura, ha sido tratado por la Comisión de de la legislación laboral de 1996 a las empresas
Expertos en el contexto más amplio de la apli- que ocupan menos de diez personas en activi-
cación del Convenio núm. 87. Este fue el caso, dades de desbroce, de tala de bosques y activi-
entre otros, de Albania, la RSS de Bielorrusia, dades agrícolas. Sin embargo, ha elaborado un
Polonia, la RSS de Ucrania, la URSS o Rumania, proyecto de ley con la asistencia de la OIT que
todos los cuales habían ratificado los Conve- suprimirá esta disposición.
nios núms. 11 y 87. En Paraguay se continúa exigiendo un
A título de ejemplo, en 1981 el Gobierno de mínimo de 300 trabajadores para constituir un
la URSS demostró un cierto progreso ya que, sindicato de empresa, lo que en la práctica obs-
tras la decisión tomada por el Consejo Central taculiza considerablemente la constitución de
de Sindicatos en agosto de 1977, sobre las moda- sindicatos agrícolas.
lidades de aplicación del Reglamento sobre los En algunas provincias del Canadá, como
comités sindicales de empresa o fábrica a los Alberta, Ontario o Nueva Brunswick, los traba-
comités sindicales de koljós y a los koljoses de jadores agrícolas, los horticultores, o aquéllos
pescadores, se estableció un acuerdo entre el que ejercen ambas actividades, están excluidos
Ministerio de Agricultura y el Consejo Central del campo de aplicación de las leyes sobre las
de los koljoses. Este acuerdo atribuyó a los comi- relaciones laborales, privándoseles con ello de la
tés sindicales de koljós el derecho de represen- protección prevista en las mismas sobre el dere-
tar a los koljoses y a los obreros y empleados de cho de sindicación y de negociación colectiva.
los koljoses. Una situación análoga tuvo lugar Según el Código de Trabajo Agrícola de
en la RSS de Bielorrusia y en la RSS de Ucrania. 1958, la huelga sigue estando prohibida, so
Sin embargo, sólo tras la caída del muro de Ber- pena de cárcel, para los trabajadores agrícolas
lín y los disturbios de 1991 los trabajadores, de la República Arabe Siria, derecho que se les
incluidos los agrícolas, adquirieron en esos paí- deniega asimismo en Guatemala durante los
ses el derecho a constituir sindicatos indepen- meses de la recolección.
dientes al margen de la estructura sindical del Liberia prohíbe la huelga desde 1980 en el
partido comunista. conjunto de su territorio a todos los trabajado-
Paralelamente a esas importantes mejoras res, incluidos por supuesto los trabajadores
legislativas, y considerando que desde hace agrícolas de las plantaciones. Les impide ade-
decenios sigue formulando solicitudes, la más afiliarse a organizaciones de trabajadores
Comisión de Expertos tomó nota con preocu- de la industria.
pación del retraso de muchos gobiernos en ade- En Costa Rica, la huelga está prohibida en
cuar sus legislaciones a los convenios sobre la el sector de la ganadería y el forestal según una
libertad sindical de los trabajadores rurales. disposición del Código de Trabajo. Sin embargo,
En este sentido, desde 1969 la Comisión de en enero de 1998 la Corte Suprema de este país
Expertos continúa solicitando a Rwanda la la declaró inconstitucional. Para evitar cual-
ampliación de las disposiciones de su Código quier ambigüedad sobre el tema, la Comisión
de Trabajo a los trabajadores ocupados en la de Expertos continúa solicitando al Gobierno la
agricultura, algo que lleva prometiendo desde derogación expresa de la disposición, solicitán-
hace treinta años. dole además reiteradamente que se incluya en
En Bolivia el trabajo agrícola está excluido el campo de aplicación del Código de Trabajo a
del Código de Trabajo porque se le aplican dis- las explotaciones agrícolas y ganaderas que
posiciones especiales. El Gobierno indicó que la emplean permanentemente menos de cinco
Ley constitutiva del Instituto Nacional de la trabajadores y que se adopten medidas para
Reforma Agraria incorporó a los trabajadores garantizar a los dirigentes sindicales el acceso
asalariados del campo al Código de Trabajo. a las plantaciones.
Aseguró asimismo en 1999 que la exclusión del En Burundi, la Comisión ha solicitado al
trabajo agrícola se iba a suprimir. Gobierno que derogue el Decreto-ley de 1967
Honduras continúa excluyendo de la Ley sobre las asociaciones rurales que exige a los
General del Trabajo las explotaciones agrícolas agricultores que se adhieran a ellas y paguen
que no ocupan permanentemente a más de cotizaciones, fija sus estatutos, impone la pres-
veinte trabajadores, con lo que priva a los tra- tación de servicios a la empresa, el suministro
bajadores agrícolas de dichas explotaciones del de productos agrícolas y de la recolección como

35
también el cumplimiento de ciertas normas dis- desarrollo de las organizaciones de trabaja-
ciplinarias sobre los cultivos, todo ello bajo la dores rurales;
amenaza de confiscación de sus bienes. • Otros como Barbados, Kuwait o Singapur
En Afganistán, la Comisión insiste en que el indicaron que el sector agrícola no jugaba
Gobierno modifique las disposiciones del ningún papel en sus economías;
Código de Trabajo que conceden al sindicato
único el poder de imponer a los trabajadores, • Indonesia, Qatar y Turquía afirmaron clara-
incluidos los agrícolas, sanciones relativas a la mente que no preveían la ratificación en un
disciplina en el trabajo y el cumplimiento de los futuro próximo;
planes de producción. • Países como Colombia, Gabón, Liberia,
En la India, la Comisión solicita el refuerzo Marruecos o Argentina indicaron que no
de la inspección del trabajo para que controle el existían dificultades particulares que impi-
trabajo forestal y el de las fábricas de ladrillos, dieran la ratificación del Convenio, y sin
disperso en vastas superficies. Insiste asimismo embargo continuaban sin hacerlo.
en que se amplíe el ámbito de aplicación de la
Ley de 1948 sobre los Sindicatos a los musters Por el contrario, desde 1983 el Convenio
assistants, es decir, trabajadores encargados de núm. 141 ha sido ratificado por Brasil, Burkina
suministrar agua y atención médica donde Faso, Costa Rica, El Salvador, Francia, Grecia,
haya obras en construcción. Guatemala, Guyana, Hungría, Malí, Malta,
En el Pakistán, la Comisión toma nota desde Polonia, Uruguay y Venezuela.
hace muchos años de que los trabajadores del
sector forestal están excluidos de la Ley de rela- 6. El Comité de Libertad Sindical
ciones laborales y por lo tanto del derecho
sindical. En lo que respecta a los trabajadores rurales,
En Filipinas, como consecuencia de la mul- las numerosas quejas sobre la violación de la
titud de islas que componen el archipiélago y libertad sindical examinadas por el Comité se
del aislamiento de los trabajadores rurales, la refieren a menudo a violaciones graves e incluso
Comisión solicita al Gobierno que elimine las dramáticas de los derechos humanos. Se alegan
trabas respecto del derecho de los trabajadores asesinatos, muertes violentas de militantes o
agrícolas a elegir libremente a sus representan- dirigentes sindicales agrícolas y desapariciones
tes, sin imponerles, como ocurre en el presente, o secuestros de sindicalistas. Dichas quejas
la creación de secciones locales y a celebrar elec- hacen mención asimismo de arrestos masivos
ciones directas secretas bajo amenaza de diso- de trabajadores agrícolas en huelga, expulsio-
lución. nes de las tierras, o incluso ocupaciones de loca-
les sindicales de trabajadores rurales.
5. Presentación de informes en virtud El Comité solicita a los gobiernos implica-
del artículo 19 de la Constitución dos que comiencen investigaciones judiciales
independientes para dilucidar las alegaciones
Cuando en 1983 la Comisión de Expertos y sancionar a los culpables. En varios casos, tras
llevó a cabo el Estudio general sobre el Conve- las recomendaciones del Comité se ha sancio-
nio núm. 141, tomó nota de que eran 23 Esta- nado severamente a paramilitares, pistoleros, e
dos los que lo habían ratificado, de los cuales la incluso a veces a militares o policías, culpables
mitad eran países en desarrollo. de infracciones graves.
Respecto del retraso o de la ausencia de rati- Otras quejas se refieren a la negativa de
ficación del mismo, algunos gobiernos alegaron registrar a los sindicatos agrícolas, a medidas
lo siguiente: de disolución por vía administrativa o la prohi-
bición del acceso a las plantaciones a los diri-
• Australia, Bangladesh, Camerún, Canadá,
gentes sindicales. Tratan asimismo de las orga-
Estados Unidos, Irlanda, Japón, Madagas-
nizaciones denominadas «solidaristas», consti-
car, Nueva Zelandia y Uruguay alegaron
tuidas e influidas por los empleadores para
dificultades legislativas; otros invocaron la
dirigir las obras sociales en las explotaciones
existencia de problemas por la estructura
agrícolas y en otros sectores. Dichas organiza-
interna de sus respectivas constituciones;
ciones debilitan la posición de las organizacio-
• Otros gobiernos como Burundi, Alto Volta, nes sindicales en el sector agrícola, en el que los
actualmente Burkina Faso, Pakistán y índices de afiliación son ya muy bajos y donde
Ruanda mencionaron que en su opinión el las inspecciones de trabajo son raras debido a la
contexto económico y social no favorecía el dispersión de las explotaciones agrícolas. Tras

36
una misión de contactos directos en 1993, se Miembros de la OIT, a través de campañas a
elaboraron disposiciones legislativas en Costa favor de los trabajadores rurales para conseguir
Rica que reservaban la negociación colectiva a la ratificación de los Convenios núms. 87 y 98
los sindicatos, excluyendo de la misma a las sobre la libertad sindical, y por supuesto los
mencionadas asociaciones «solidaristas». Convenios núms. 11 y 141 sobre el derecho de
Como se puede observar, el respeto de las sindicación de las personas ocupadas en la agri-
libertades públicas y del derecho sindical está cultura.
todavía lejos de prevalecer en muchos países, a Pueden utilizar libremente el arma sindical
pesar de haberse registrado notables progresos por excelencia, la solidaridad obrera, para ayu-
en los procedimientos de queja ante el Comité dar a las personas ocupadas en la agricultura a
de Libertad Sindical, órgano casi judicial de constituir organizaciones de trabajadores rura-
reputado prestigio. les fuertes e independientes. Este objetivo
supone para los sindicatos una auténtica
7. Queja examinada por una Comisión misión pedagógica de formación de los traba-
de Investigación y de Conciliación jadores agrícolas para que constituyan sindica-
en Materia de Libertad Sindical tos, elijan libremente a sus representantes y,
sobre todo, negocien colectivamente las condi-
Este procedimiento particular se aplicó en la ciones de empleo, no sólo con los patronos sino
Sudáfrica del apartheid a partir de 1966, también con los gobiernos.
momento en el que el país ya no pertenecía a la Al igual que los gobiernos, y en apoyo de la
OIT a pesar de continuar siendo Miembro de Recomendación núm. 149 que describe detalla-
Naciones Unidas. En 1988, cuando una organi- damente el papel que deberían jugar las orga-
zación sindical nacional presentó una queja en nizaciones de trabajadores rurales, a saber,
contra de este país según el procedimiento en representar y defender los intereses de esos tra-
vigor por atentado contra la libertad sindical, el bajadores y hacerles participar en el desarrollo,
Secretario General de las Naciones Unidas los sindicatos deberían también ayudar a esas
remitió el caso a la OIT para su examen. Sudá - organizaciones a participar en el procedimiento
frica, en pleno desorden político dio su con- de planificación y en el funcionamiento de las
sentimiento al Consejo de Administración de la instituciones en materia de desarrollo de las
OIT para que constituyera una Comisión de regiones rurales. Finalmente, deberían ayudar-
Investigación y de Conciliación. les a garantizar la educación y la formación de
Fue entonces cuando dicha Comisión pro- los trabajadores rurales y de los dirigentes de
cedió a estudiar las cuestiones de hecho y de sus organizaciones, incluyendo la asistencia
derecho con los representantes del Gobierno, financiera o material para facilitar la constitu-
con los demandantes y con los empleadores. ción y buen funcionamiento de las mismas.
Tras las recomendaciones de esa Comisión en Nunca se insistirá suficiente sobre la educación
1992 y la abolición del apartheid, Sudáfrica y la formación en el desarrollo de las organiza-
amplió en 1995 el campo de aplicación de la ciones de trabajadores rurales, lo que les per-
legislación sobre las relaciones laborales per- mitiría asumir rápidamente las responsabilida-
mitiendo así el disfrute de los derechos sindi- des que conlleva el desarrollo económico 4.
cales a los trabajadores rurales. Además, en Además, la OIT, gracias a los medios de que
1994 el país se reintegró como Miembro de la dispone en materia de asistencia técnica, podría
OIT y dos años más tarde ratificó los Convenios crear, por ejemplo, en el Centro Internacional
núms. 87 y 98. de Formación de Turín, una verdadera escuela
de negociación colectiva que forme a trabaja-
IV. Perspectivas de futuro dores y patrones en materia de elaboración de
convenios y acuerdos relativos a las condicio-
Es evidente que aunque quede mucho por nes de empleo.
hacer, gracias a la acción de la OIT se ha conse- Los sindicatos pueden, y están realmente
guido mucho. En esta organización internacio- decididos, a utilizar el sistema de control de la
nal que cuenta con más de ochenta años de OIT para presentar comentarios o incluso que-
experiencia en el tema, los sindicatos disponen jas ante la Comisión de Expertos, el Comité de
de sus medios políticos. Libertad Sindical, las comisiones de encuesta o
A nivel nacional, los sindicatos pueden pre- las Comisiones de Investigación y de Concilia-
sionar mediante los medios tradicionales ante ción en Materia de Libertad Sindical, para con-
los parlamentos nacionales, que constituyen el seguir que los Estados apliquen los principios
espacio público de cada uno de los 175 Estados fundamentales en materia de libertad sindical

37
y de negociación colectiva. Además, de poder i) la legislación nacional y las normas internacio-
nales relativas a materias que presentan un inte-
utilizar tales mecanismos de control interna- rés directo para la actividad de las organizacio-
cional, esos sindicatos tienen, en virtud de la nes, tales como el derecho de asociación;
solidaridad obrera ya mencionada, el deber de ii) los principios fundamentales que rigen la crea-
hacerlo respecto de los trabajadores rurales. ción y el funcionamiento de las organizaciones
de trabajadores rurales;
Estos últimos representan demasiadas veces iii) los problemas de desarrollo rural como parte del
una parte de la población extremadamente vul- desarrollo económico y social del país, incluidos
nerable, siendo a la vez la que les «alimenta». la producción agrícola o artesanal, el almace-
namiento, la transformación, el transporte, la
comercialización de los productos y los inter-
cambios comerciales;
Notas iv) los principios y las técnicas de la planificación
nacional a los diferentes niveles;
1
Los Estados Miembros de la OIT que todavía no han v) los manuales y programas de formación publi-
ratificado el Convenio núm. 11 son: Afganistán (que ratificó cados o establecidos por las Naciones Unidas, la
sin embargo los Convenios núms. 87 y 98 en 1996), Angola, Organización Internacional del Trabajo u otros
Arabia Saudita, Armenia, Bahrein, Bolivia, Botswana, Cam- organismos especializados que tienen por objeto
boya, Canadá, Cabo Verde, República de Corea, República la educación y la formación de los trabajadores
Dominicana, El Salvador, Emiratos Arabes Unidos, Eritrea, rurales;
Estados Unidos, Filipinas, Gambia, Georgia, Guinea Bissau, b) mejorar y fomentar la educación de los trabajadores
Guinea Ecuatorial, Haití, Honduras, Hungría, Indonesia, rurales en todos los planos, general, técnico, econó-
República Islámica del Irán, Israel, Japón, Jordania, Kazajs- mico y social, con objeto de hacerlos más capaces
tán, Kuwait, República Democrática Popular Lao, Líbano, para desarrollar sus organizaciones y conocer sus
Liberia, Jamahiriya Arabe Libia, República de Moldova, derechos y, al mismo tiempo, para participar activa-
Mongolia, Namibia, Nepal, Omán, Uzbekistán, Qatar, Saint mente en el desarrollo del mundo rural. Debería
Kitts y Nevis, San Marino, Santo Tomé y Príncipe, Sierra prestarse atención particular a la formación de los
Leona, Somalia, Sudáfrica, Sudán, Tailandia, Trinidad y trabajadores total o parcialmente analfabetos mediante
Tabago, Turkmenistán, Viet Nam, Yemen y Zimbabwe. programas de alfabetización ligados al desarrollo
2
Entre esos cinco países se cuentan Afganistán, El Sal- práctico de sus actividades;
vador, Filipinas, Hungría e Israel. c) promover programas que tengan en cuenta el papel
3
que las mujeres pueden y deben desempeñar en las
Así ocurre respecto al Convenio núm. 87, con 36 países comunidades rurales, como parte integrante de los
miembros de la OIT desde hace más de veinte años, como Afga- programas generales de enseñanza y formación a los
nistán, Angola, Arabia Saudita, Bahamas, Bahrein, Brasil, que las mujeres deberían tener las mismas posibili-
Camboya, China, República Democrática del Congo, El Salva- dades de acceso que los hombres;
dor, Emiratos Arabes Unidos, Estados Unidos, Fiji, Guinea d) proporcionar una formación a los encargados de la
Bissau, India, República Islámica del Irán, Iraq, Jordania, educación de los trabajadores rurales que les dé la
Kenya, Malawi, Marruecos, Mauricio, Nepal, Nueva Zelandia, posibilidad, por ejemplo, de contribuir al desarrollo
Uganda, Papua Nueva Guinea, Qatar, Singapur, Somalia, de servicios cooperativos y de otros tipos de servi-
Sudán, República Unida de Tanzanía y Tailandia; respecto al cios adecuados que permitan a las organizaciones
Convenio núm. 98, con 24 países miembros, como Afganistán, atender directamente las necesidades de sus miem-
Arabia Saudita, Bahrein, Camboya, Canadá, Chile, Congo, El bros y reforzar la independencia merced a la auto-
Salvador, Emiratos Arabes Unidos, Estados Unidos, Guinea nomía económica;
Ecuatorial, India, República Islámica del Irán, Kuwait, Repú- e) apoyar programas que incluyan todos los aspectos
blica Democrática Popular Lao, Mauritania, México, Myanmar, de la promoción de la juventud rural.
Nueva Zelandia, Qatar, Seychelles, Somalia, Suiza y Tailandia. 17. 1) Para proporcionar efectivamente la educación y
4
El texto de la Parte III de la Recomendación núm. 149 formación a que se hace referencia en el párrafo 16 supra,
sobre las formas de favorecer el desarrollo de las organiza- deberían establecerse y desarrollarse programas de educa-
ciones de trabajadores rurales respecto a la educación y la ción obrera y de educación de adultos adaptados especial-
formación (sección C) dispone expresamente, en los párrafos mente a las condiciones nacionales y locales, así como a las
16 y 17: necesidades sociales, económicas y culturales de las diversas
«16. A fin de lograr que las organizaciones de trabajado- categorías de trabajadores rurales, incluidas las necesidades
res rurales se desarrollen adecuadamente y asuman rápida - particulares de las mujeres y de los adolescentes.
mente todas sus funciones en el desarrollo económico y 2) En vista de sus conocimientos y experiencia en estas
social, deberían tomarse medidas, entre otras, por las auto- materias, los movimientos sindicales y las organizaciones
ridades competentes, con objeto de: existentes que representan a los trabajadores rurales podrían
a) dar a los dirigentes y a los miembros de esas orga- ser asociados estrechamente a la formulación y puesta en
nizaciones nociones acerca de: práctica de tales programas.

38
Seguridad y salud en el trabajo
para las mujeres del agro. Las cuestiones de salud
pública en este sector requieren inversiones
técnicas específicas y que se aborde el tema
del desposeimiento y desequilibrio del poder
Rene Loewenson
Centro de Apoyo a la Formación y la Investigación
Harare, Zimbabwe

Las mujeres constituyen la mitad


de la población mundial, perciben
una décima parte del ingreso mundial,
efectúan dos terceras partes de las horas trabajadas
en el mundo y sólo poseen una centésima parte de los bienes mundiales.
Organización Internacional del Trabajo

La agricultura es una fuente importante de de las mejores tierras agrícolas y concentraron


empleo y de medios de vida en Africa, América la población negra local en zonas agrícolas
Latina y Asia. Es a menudo una de las activida- pobres. Ello ha conducido a divisiones persis-
des que más contribuyen al producto interno tentes entre estos sectores en lo que respecta a
bruto en los países del Hemisferio Sur y produce sistemas de tenencia de la tierra, formas de uti-
materias primas para su transformación indus- lización de la mano de obra y acceso a los mer-
trial, en especial en Africa. Pese a ello, los traba- cados y las inversiones (Ferguson, 1990; Loe-
jadores y sus familias, tanto en las explotaciones wenson, 1992a; Rutherford, 1997). Sin embargo,
agrícolas en gran escala como en las comunida- a pesar de su mayor marginación, la agricultura
des campesinas, permanecen rezagados en tér- de subsistencia en pequeña escala siempre ha
minos de acceso a las infraestructuras, los mer- conservado sus vínculos con la economía
cados, los servicios sociales, la seguridad social, estructurada; en un principio permite cubrir en
la protección de los trabajadores, las institucio- parte las necesidades de los hogares de los tra-
nes financieras y otros insumos económicos pri- bajadores que emigran a zonas urbanas y mine-
mordiales para su desarrollo. Es generalmente ras, mientras que remesas salariales del sector
en las zonas rurales, especialmente en Africa, estructurado completan los ingresos de los
donde viven los «más pobres entre los pobres». hogares que viven por debajo del nivel de
Los campesinos sin tierra y los trabajadores ocu- pobreza (Palmer y Parsons, 1977; First, 1980;
pados en explotaciones en gran escala son «tra- Vail, 1989). Estos vínculos han trascendido las
bajadores» mientras tienen trabajo y se convier- fronteras nacionales, por ejemplo con la con-
ten en «ocupantes precarios» en el momento en tratación de mano de obra migrante de zonas
que lo pierden. Esta marginación ha limitado la rurales de Malawi, Mozambique, Lesotho y
posibilidad de un acopio fidedigno de datos y Botswana para el sector minero de Sudáfrica.
de publicar una información adecuada sobre las El presente artículo se centra concretamente
condiciones sociales en el sector agrícola. en la situación de las trabajadoras agrícolas y
En muchos países del Hemisferio Sur, la de las plantaciones de los países en desarrollo
agricultura presenta dos facetas, a saber, la pro- y los problemas con que se enfrentan en mate-
ducción de pequeños terratenientes y la de ria de seguridad y salud. Trata de analizar las
grandes explotaciones, que ponen de relieve el pautas de producción y empleo en la agricul-
conflicto existente en la distribución de la tierra tura, y sus efectos en la salud de las trabajado-
entre estos sectores. Por ejemplo, en muchos ras agrícolas, así como sus efectos en cuanto a
países de Africa meridional, colonos blancos mejora de la protección de la salud de las tra-
y/o empresas multinacionales se apoderaron bajadoras en la agricultura.

39
El empleo y la salud de las mujeres se con- La proporción de mano de obra en la agri-
sideran primero dentro del marco de las ten- cultura es a menudo elevada. Por ejemplo, en
dencias más generales observadas en el sector. los países de Africa meridional, oscila entre 40
Como se indica a continuación en el artículo, por ciento en Sudáfrica y 88 por ciento en
las mujeres ocupan a menudo los empleos más Malawi. En todos estos países, esta proporción
precarios, son las que tienen menos derechos ha disminuido en los últimos treinta años
en materia de acceso a la pequeña propiedad y (Eicher y Rukuni, 1994). Las condiciones de tra-
son las que menos participan en las estructu- bajo de los trabajadores agrícolas son a menudo
ras sociopolíticas. Como consecuencia de su peores que en otros sectores estructurados de la
marginación reciben poca atención de la opi- economía (Devereux y Nœraa, 1996; Davies,
nión o las autoridades públicas y su situación 1990; Du Toit, 1996). Además, en el sector agrí-
se estudia poco. Encuestas especiales realiza- cola no estructurado, las diferencias en las con-
das por el autor y colaboradores constituyen diciones de empleo y de trabajo son considera-
por consiguiente la mayor parte de la infor- bles en lo que se refiere a la mano de obra
mación existente sobre la situación de las muje- permanente y no permanente; la primera no
res que se utiliza en el presente artículo, y se ha sólo ha conseguido mejores condiciones en tér-
recopilado principalmente en el continente del minos de seguridad del empleo sino también,
mismo autor, Africa. Sin proponerse extrapo- en general, mejores salarios, mejores viviendas
lar la experiencia adquirida en Africa a otras y mejores beneficios en materia de salud y tra -
regiones, el artículo trata de considerar cues- bajo (Loewenson, 1992a).
tiones que pueden merecer una aplicación más Habida cuenta de que los trabajadores no
amplia. permanentes gozan de menos derechos, de una
remuneración generalmente inferior y de nin-
Tendencias de la producción y del guna seguridad en comparación con los traba -
empleo en la agricultura y su impacto jadores permanentes, esta tendencia hacia el
en el trabajo de las mujeres empleo ocasional es claramente negativa para
el empleo. Por ejemplo, la tendencia reciente
Los últimos treinta años reflejan una ten- hacia una mejora de las normas laborales en el
dencia a una mayor mecanización y utilización sector agrícola estructurado que se considera
de productos químicos en la agricultura en más adelante en el presente artículo se ve soca-
gran escala (Loewenson, 1992a; McIvor, 1995). vada por el hecho de que estos derechos sólo
Durante varios decenios esta tendencia se ha son a menudo aplicables en la práctica a los tra-
acompañado con un deterioro de la agricultura bajadores permanentes.
en pequeña escala, una distribución muy desi- Cabe advertir que la proporción más ele-
gual de la tierra y una política ambiental favo- vada de mano de obra en las explotaciones agrí-
rable para las explotaciones en gran escala. Los colas se registra en el sector no estructurado o
agricultores en pequeña escala también han en pequeña escala. Por ejemplo, en Africa meri-
sido alentados a utilizar más productos quími- dional, este sector absorbe aproximadamente el
cos y equipo para mejorar su productividad, 68 por ciento de la mano de obra total (Loe-
incluida una mayor utilización de variedades wenson, 1998). Una mano de obra familiar no
híbridas de semillas y de la oportunidades de remunerada constituye una parte considerable
crédito y comercialización (Porter y Phillips- del empleo en el sector agrícola en pequeña
Howard, 1997), así como mediante acuerdos escala, aunque también se contrate a trabaja-
entre pequeños agricultores y explotaciones dores que perciben directamente una remune-
del sector estructurado (Hinderink y Sterken- ración por su trabajo.
burg, 1987). Junto con tendencias a un aumento Aunque el empleo en el sector no estructu-
de la intensidad de capital y un deterioro de la rado se controle poco, hay estudios que revelan
relación de intercambio en la agricultura se la existencia de formas muy variadas de trabajo
registra otra tendencia hacia la sustitución de a tiempo completo y ocasional en las que los
trabajadores permanentes por trabajadores no trabajadores se contratan para tareas específi-
permanentes o estacionales (McIvor, 1995). Si cas y se remuneran en dinero o en especie, por
bien en la mayor parte de los sectores se ejemplo, con alimentos y prendas de vestir
observa una mayor flexibilidad de los merca- (Pankhurst, 1991; Worby, 1995; Marshall y
dos de trabajo, la aplicación de las normas Roesch, 1993). La mano de obra familiar en las
laborales básicas y la inexistencia de beneficios explotaciones en pequeña escala puede así
en el sector agrícola han acentuado la tenden- completarse con una variedad de trabajadores,
cia hacia formas de empleo precario. familiares y no familiares, que se rigen por con-

40
tratos diversos y se remuneran de diversas cultivos alimentarios (Johal y colaboradores,
maneras. La característica común de este sector 1993), en el momento en que un cultivo resulta
es la escasa reglamentación de su actividad y la lucrativo y tiene salida en el mercado los hom-
inexistencia de mecanismos de relaciones de bres pasan a controlar su explotación. Por ejem-
trabajo para regular y controlar las prácticas plo, las mujeres se encargan del ganado menor
laborales en el mismo. mientras que los hombres conservan la propie-
Dentro de este marco general, las mujeres dad y control del ganado mayor (que tiene más
ocupan una proporción importante de los valor en términos de capital y de mercado). A
empleos, tanto en las explotaciones en gran medida que aumenta la producción para los
escala como en pequeña escala. Las tasas de mercados exteriores también aumenta el con-
participación de la mano de obra femenina en trol por los hombres de estos cultivos. Si bien
otros sectores suelen ser inferiores a las de los los sistemas matriarcales establecen en deter-
hombres. En la agricultura, especialmente en minadas esferas de actividad un mayor control
las explotaciones familiares y en pequeña de las mujeres, la escasa participación de las
escala y en ocupaciones poco calificadas en mismas en la toma de decisiones en materia de
agricultura en gran escala, la población de inversiones en el sector estructurado y de insti-
mujeres aumenta marcadamente, y éstas son las tuciones agrícolas técnicas puede conducir a
esferas tradicionales de empleo de la mano de que se preste un apoyo insuficiente a la agricul-
obra femenina. tura en pequeña escala explotada por mujeres.
Por consiguiente, no cabe sorprenderse de que
Inexistencia de un control las mujeres se dediquen a actividades de pro-
de la producción, la tierra ducción subcapitalizadas y precarias con posi-
y los insumos de capital bilidades insuficientes de acceso al crédito, a la
tierra, a los servicios de comercialización y di-
Dos factores repercuten negativamente en vulgación, así como a la formación y otros insu-
este nivel positivo de participación de la mano mos (Johal y colaboradores, 1993).
de obra: en el sector estructurado las mujeres
ocupan los empleos de menor calidad y más Una doble carga de trabajo impone
precarios; en el sector no estructurado, carecen duras fatigas a las mujeres pobres
a menudo de la posibilidad de ejercer un con-
trol sobre su producción o sobre la tierra y otros En general, se ha constatado que las mujeres
insumos de capital para la producción, espe- dedican en promedio de una a tres veces más
cialmente en sociedades patriarcales. Las muje- tiempo que los hombres a su trabajo en una
res constituyen a menudo el grupo más vulne- misma sociedad, independientemente del
rable en ambos sectores. En el sector estructu- número de horas trabajadas por los hombres
rado, las mujeres ocupan sobre todo empleos (Smyre, 1992). Una explicación inmediata de este
no permanentes (Kamuzora, 1986; Tibone, fenómeno es su doble carga de trabajo: la carga
1989; Davies, 1990; Gitonga, 1991; Loewenson, de las horas de trabajo dedicadas a los quehace-
1991 y 1992a; FAO, 1992; De Vletter, 1995; Rut- res del hogar y las horas trabajadas en otra acti-
herford, 1996). En tanto que trabajadoras no vidad productiva es común en el Norte y en el
permanentes, pueden ser despedidas arbitra- Sur, pero tal vez impone las fatigas más duras a
riamente, no tienen derecho a prestaciones y su las mujeres pobres porque son las que reciben
remuneración es a menudo inferior (Adams, menos apoyo social. La mayor parte del tiempo
1991; Amanor-Wilks, 1997; Loewenson, 1991). de las mujeres pobres se dedica a la satisfacción
En la mayor parte del sector de la agricultura de necesidades esenciales, como ir por agua y
en pequeña escala de Africa, las mujeres gozan leña, la preparación de alimentos y el cuidado de
de muy pocos derechos a la propiedad de la tie- personas a cargo (ZWB, 1994). Por ejemplo, en
rra en caso de disolución de la familia o de viu- Zimbabwe, el transporte de agua absorbe el 20
dez. Son objeto de discriminación en materia por ciento de la actividad de las mujeres, y el de
de prácticas de sucesión, y los programas de combustible, el 10 por ciento (Johal y colabora-
reforma agraria sólo conceden títulos de pro- dores, 1993). Las mujeres también dedican un
piedad a los esposos. Las mujeres disponen de tiempo considerable a la venta en el sector no
escasos medios de control respecto de su pro- estructurado de su producción excedentaria.
ducción; por ejemplo, en Zimbabwe, si bien las Este trabajo doméstico y social no suele valorarse
mujeres representan el 80 por ciento de la mano como parte del producto doméstico, por lo cual
de obra en todas las tareas familiares y agríco- resulta ser una actividad invisible que merece
las y producen hasta el 70 por ciento de los pocas inversiones para mejorar la situación.

41
Una consecuencia de esta doble carga de tra- trucción, esta tasa en la agricultura ha conti-
bajo es que las mujeres se llevan a los niños que nuado aumentando (OIT, 1997). Los trabajado-
cuidan al campo y los exponen como ellas mis- res de los países en desarrollo se ven especial-
mas a riesgos profesionales (Gitonga, 1991; Loe- mente amenazados habida cuenta de que sólo
wenson, 1992b). Las prácticas de remuneración tienen acceso a sistemas deficientes de educa-
a destajo en las explotaciones agrícolas del sec- ción, capacitación y seguridad. El trabajo de las
tor estructurado han fomentado la utilización mujeres es objeto de muy poco control respecto
de trabajadores familiares y de niños no remu- de los riesgos para su salud derivados de su acti-
nerados y han aumentado las presiones que se vidad de carácter ocasional o informal, aun
ejercen en los niños para que asuman activida- cuando se haya constatado que las mujeres efec-
des de adulto (London, 1997; Loewenson, 1997). túan trabajos peligrosos (London, 1997).
Por consiguiente, se observan en la actuali-
dad diversas características y tendencias en la Riesgos y peligros relacionados
producción y el empleo que pueden tener las con el medio ambiente de trabajo
consecuencias siguientes para la salud de las
mujeres ocupadas en la agricultura: El trabajo agrícola presenta ciertos riesgos
iii) una desigualdad en la propiedad de la tie- que pueden clasificarse como sigue:
rra y en el acceso al crédito y otras infraes- Riesgos físicos: Calor, polvo, vibraciones produ-
tructuras en las zonas rurales, junto con cidas por herramientas agrícolas y vehículos,
desigualdades en los ingresos y la protec- riesgos eléctricos resultantes de contactos entre
ción social; conductos de irrigación y cables eléctricos aéreos.
iii) bajos niveles de inversión, de productividad Riesgos mecánicos: Resultantes de la utilización
y de márgenes de beneficio en muchas de herramientas cortantes y de maquinaria
explotaciones agrícolas en pequeña escala, agrícola.
vinculadas con la pobreza rural; Riesgos químicos: Especialmente pesticidas y
iii) tendencias a una mayor inseguridad del productos agroquímicos.
empleo, ocupaciones de baja calidad y Riesgos biológicos: Desde mohos en polvos orgá-
tareas remuneradas a destajo, especial- nicos hasta ganado.
mente en el caso de las trabajadoras;
Riesgos económicos: Trabajo con el cuerpo encor-
iv) escaso control sobre la tierra de las mujeres vado o trabajo de pie durante largas horas.
que explotan fincas pequeñas, así como
Riesgos debidos a la organización del trabajo: Prác-
sobre la toma de decisiones y los resultados
ticas de remuneración a destajo y servicios defi-
de la producción; y
cientes de protección social.
iv) una doble carga de trabajo resultante de las
horas dedicadas a los quehaceres del hogar Causas complejas
y al trabajo agrícola, con largas horas de tra-
bajo y cargas de trabajo dobles. Estos riesgos se multiplican con el número
elevado de trabajadores expuestos a los mismos
Problemas de salud profesional y se acentúan más aún con la falta de medios
y pública relacionados con la actividad de control ambiental y la poca ropa de protec-
de las mujeres en la agricultura ción que se distribuye. Además de los trabaja-
dores directamente expuestos a estos riesgos,
Aunque las condiciones de empleo y los ries- otros muchos trabajadores y miembros de sus
gos propios del trabajo agrícola sean a menudo familias se exponen a riesgos indirectos como
objeto de un control muy insuficiente, es cada los que conlleva una actividad prematura en el
vez más evidente que los trabajadores agrícolas campo, el embalaje de productos, la poda y el
se enfrentan con graves problemas de salud pro- consumo de agua contaminada o la contami-
fesional y pública. La OIT indicó recientemente nación del aire (London, 1994). Así ocurre en
que por lo menos 170.000 trabajadores agrícolas particular en el caso de los trabajadores y sus
mueren cada año y que otros millones de los familias que viven y trabajan en las fincas, a
1.300 millones de trabajadores agrícolas sufren veces muy cerca de los campos. Los riegos tam-
graves lesiones o enfermedades profesionales. bién se multiplican como consecuencia del
Si bien las tasas de mortalidad profesional han escaso control que los trabajadores pueden ejer-
disminuido en el decenio de 1990, en otras ocu- cer sobre el ritmo, contenido y organización de
paciones peligrosas como las minas y la cons- su trabajo. La agricultura en el sector estructu-

42
rado se caracteriza por los sistemas más primi- Los trabajadores no saben
tivos de relaciones de trabajo, así como por sis-
temas bipartitos deficientes de evaluación y Aunque se apliquen nuevas tecnologías en
control de los riesgos. Por otra parte, los traba- la agricultura, la agricultura en pequeña escala
jadores se resisten a protestar individualmente se caracteriza especialmente por sus bajos nive-
y a rechazar tareas peligrosas, en particular les de tecnología y altas cargas de trabajo. Ape-
cuando consideran que estas protestas consti- ros primitivos, azadas y arados, cargas pesadas
tuyen una amenaza para la seguridad de su y un trabajo físico continuado plantean riesgos
empleo y vivienda cuando viven y trabajan en ergonómicos. En una encuesta sobre seguridad
las fincas. Condiciones socioeconómicas adver- y salud en el trabajo en pequeñas fincas, los
sas (salarios bajos, trabajadores migrantes, investigadores y los trabajadores mencionaron
actos de violencia física y consumo abusivo de los riesgos que planteaba la utilización de ani-
alcohol) y el estrés producido por la inseguri- males de tiro y equipo agrícola, así como las lar-
dad de los ingresos y del empleo se agregan a gas horas de trabajo con posturas inadecuadas
los riesgos inmediatos (Myers, 1990). (Loewenson, 1997). Estos riesgos se agravan
con la insuficiencia de medidas de seguridad y
de información. En la agricultura en pequeña
Escasas perspectivas de inversión escala es poco frecuente que los agricultores y
en la salud y seguridad los trabajadores se protejan contra los riesgos
Los agricultores en pequeña escala se profesionales principales o incluso que los ten-
enfrentan con una serie de riesgos análogos, gan presentes (Von Hildebrand, 1994).
con bajos niveles de tecnología y una demanda
elevada de mano de obra por una producción Anemia y riesgos para la maternidad
relativamente baja. Por esta razón, las perspec-
tivas de inversión en la salud y seguridad son Las mujeres están expuestas a las mismas
relativamente escasas. En los últimos años, el categorías de riesgos que los demás trabajado-
incremento de insumos tecnológicos y de capi- res del sector. Pero estos riesgos revisten una
tal en la producción ha aumentado los riesgos dimensión adicional relacionada tanto con la
de exposición a sustancias agroquímicas. calidad de las tareas que incumben a las muje-
Además, estas últimas se aplican a menudo res en dicho sector como a su doble carga de tra-
manualmente, con un equipo anticuado y en bajo. Se produce una interacción entre los pro-
mal estado y con una información inadecuada blemas relativos a la salud de las mujeres que
para los usuarios respecto de los riesgos exis- agrava las enfermedades causadas por su tra-
tentes. Se ha observado que la exposición a sus- bajo en el hogar y el cuidado de personas a
tancias agroquímicas constituye el riesgo para cargo. Al mismo tiempo, el mal estado de salud
la salud que aumenta más rápidamente en la de las mujeres debido a su alimentación inade-
actividad agrícola (OIT, 1997). A nivel mundial, cuada, a la absorción insuficiente de vitaminas
las ventas de pesticidas han aumentado en 5,5 y a malas condiciones de vida y sociales puede
por ciento anual y se prevén nuevos aumentos aumentar los riesgos de cáncer profesional, así
de 1,6 por ciento anual en los próximos cinco como de biotransformación de las toxinas y por
años (London y Rother, 1998). En los países en ende de su toxicidad (Pearce y Matos, 1994). Por
desarrollo, los riesgos relacionados con los pes- ejemplo, la anemia fragiliza y cansa por lo cual
ticidas comprenden la utilización de sustancias reduce la producción. La anemia es muy fre-
químicas tóxicas cuyo uso se restringe o pro- cuente en las mujeres embarazadas de los paí-
híbe en otros países, técnicas de aplicación peli- ses en desarrollo: la OMS estimó en 1982 que el
grosas y deficientes, la falta de información del 80 por ciento de estas mujeres padecían cierto
usuario sobre el producto, el almacenamiento grado de anemia (<11 gm/dl), comprobándose
de sustancias químicas en condiciones inade- este dato en actualizaciones más recientes de
cuadas de seguridad y la utilización de conte- 1991 (Koblinsky y colaboradores, 1992). En la
nedores de sustancias químicas para conservar agricultura, las mujeres, de la misma manera
alimentos y agua. Se ha comprobado que los que los trabajadores del sexo masculino, están
medios de control de la exposición a pesticidas expuestas a riesgos para sus funciones genéti-
son inadecuados en caso de toxicidad del pro- cas y a toxinas como pesticidas (por ejemplo,
ducto y que la difusión de información sobre enfermedades DBCP(dibromocloro propano)),
los pesticidas es deficiente (Loewenson, 1993; así como a riesgos causados por el calor, el
Loewenson y Nhachi, 1996; London, 1994; estrés o la manipulación de cargas pesadas. Se
Lakew y Mekonnen, 1997). produce en este caso una interacción con otros

43
problemas como enfermedades inflamatorias enfermedades relacionadas con el trabajo y al
de la pelvis no detectadas que crean problemas origen ambiental de muchos de los riesgos aso-
de fertilidad, embarazo y parto. ciados al trabajo agrícola. Por ejemplo, hay
Estas muchas formas de exposición múlti- muchas pruebas fehacientes de que la comuni-
ple y sus consecuencias múltiples para la salud dad en general está más expuesta a los efectos
pueden agravarse con las largas horas de tra- de los pesticidas resultantes de la contamina-
bajo de las mujeres y por el hecho de que las ción de los alimentos durante el transporte o
mujeres ocupadas principalmente como traba- almacenamiento de los productos, de la persis-
jadoras estacionales y ocasionales no reciben a tencia de los productos agroquímicos que se
menudo equipo de protección o formación en utilizan para proteger las semillas en el con-
materia de seguridad (London, 1997). Por ejem- sumo humano, de la presencia de pesticidas en
plo, se ha observado que la organización del el agua y los alimentos por el uso indebido de
trabajo de las mujeres es menos eficiente, que contenedores, o de la contaminación de las
éstas aplican manualmente los pesticidas mien- aguas freáticas y de los residuos persistentes en
tras que trabajadores más capacitados y perma- los alimentos (Ferrer y Cabral, 1994; London y
nentes son los únicos que utilizan aplicadores Myers, 1995; Loewenson y Nhachi, 1996). En
mecánicos o bombas de mochila (Rutherford, algunos estudios se indica que los casos de
1996). Por consiguiente, el trabajo de las muje- exposición y de envenenamiento registrados
res se caracteriza por un número elevado de exi- afectan a una proporción más elevada de muje-
gencias, con poco control o ninguno en cuanto res y niños (Bwiti y colaboradores, 1987; Loe-
a la naturaleza y contenido de su actividad. Los wenson y colaboradores, 1991; London, 1997).
conflictos entre la doble carga de trabajo que Los trabajadores migrantes y las malas con-
acarrean los efectos positivos de su empleo en diciones de vida han aumentado la frecuencia
su salud y los efectos negativos en la misma de de enfermedades transmisibles como el palu-
la forma en que se organiza su trabajo, así como dismo (Packard, 1989). En la agricultura en
del cumplimiento de sus cometidos domésti- pequeña escala, el tratamiento de los productos
cos, producen trastornos digestivos y del sueño agrícolas y la presencia de animales domésticos
y problemas músculoesqueletales (Kothari y en las viviendas agrícolas o sus alrededores
colaboradores, 1996). En un estudio realizado exponen a las familias a riesgos profesionales
en la India se registró la mayor frecuencia de como los producidos por polvos de origen
abortos y partos prematuros en los períodos de orgánico y no orgánico y las zoonosis (White y
cultivo del arroz de mayor actividad y en los Myers).
que se intensifica el trabajo a destajo de las Como se ha dicho, los principales problemas
mujeres que requiere permanecer largas horas de salud que afectan a las trabajadoras son los
de trabajo en cuclillas o con el cuerpo encor- que se deben a malas condiciones de vida y de
vado (Smyre, 1992). En mis propias investiga- entorno social y a regímenes alimenticios ina-
ciones en Zimbabwe, trabajadoras no perma- decuados. Persiste la paradoja de que en zonas
nentes indicaron que su estado de salud y el de en que la tierra es abundante, los trabajadores
sus hijos se deterioraba en los pocos meses del agrícolas no consiguen completar sus ingresos
año en que efectuaban un trabajo remunerado con la producción de alimentos. Este es el caso,
a destajo. Tenían menos oportunidades de recu- en particular, de los hogares en los que el jefe
rrir a servicios de salud para resolver estos pro- de familia es una mujer sola y en que el empleo
blemas y tendían más a dejar que la enferme- ocasional y condiciones precarias de tenencia
dad siguiera su curso en estos períodos de de la tierra limitan su acceso a la misma y el
empleo de mayor actividad en razón del coste tiempo dedicado a la producción de alimentos.
alternativo de su ausencia en el trabajo cuando En el sector agrícola la gravedad de los pro-
éste se remunera a destajo (Loewenson, 1989). blemas de salud pública oculta a menudo la de
las enfermedades profesionales. Por ejemplo,
Riesgos para la salud pública en Africa, los niveles más elevados de estados
y efectos en la salud deficientes de salud se registran entre los tra-
bajadores agrícolas, tanto en el sector estructu-
Se ha observado ya que existe una interac- rado como no estructurado, como consecuen-
ción marcada entre la salud profesional en la cia de la pobreza, de condiciones precarias de
agricultura y las condiciones de salud pública. alimentación, de malas condiciones de vida, de
Ello se debe en parte al hecho de que hay per- un acceso muy limitado a los servicios de salud
sonas que viven y trabajan en explotaciones y del subdesarrollo social (Jayne, Chisvo y
agrícolas, a la interacción entre la pobreza y las Rukuni, 1994; Loewenson, 1992a). También se

44
ha considerado que existía una relación entre caña de azúcar, los cereales, el algodón y el café
la mala calidad y la precariedad de las condi- causan trastornos pulmonares como bagazosis,
ciones de trabajo y el consumo excesivo de asma profesional y bisinosis (White y Myers;
alcohol y la violencia que afectan a las comu- Sekimpi y colaboradores, 1990). Las sustancias
nidades de trabajadores agrícolas (London, agroquímicas son una de las causas principales
1997; Loewenson, 1992a; McIvor, 1995; Dju- de morbilidad y representan hasta el 14 por
bang, 1994). ciento de todas las lesiones profesionales en el
sector y el 10 por ciento de las lesiones morta-
Deficiencias en el acopio de datos les (OIT, 1997). Las pruebas recogidas en estu-
dios indican que la exposición de larga dura-
El alcance limitado de los servicios de salud ción a pesticidas también tiene efectos
en el trabajo y la inexistencia de sistemas ofi- perjudiciales de carácter genotóxico crónico,
ciales de inspección y notificación de los casos genético e inmunotóxico (Buffin, 1997).
de enfermedad o lesión profesionales en las
explotaciones agrícolas grandes y pequeñas no Graves desequilibrios en la igualdad
permite evaluar su gravedad. Como conse- de trato entre hombres y mujeres
cuencia de ello, la mayor parte de las enferme-
dades y lesiones profesionales no se notifican y Cada uno de estos riesgos y causas de enfer-
la cobertura de las mismas es insignificante medad o lesión plantea problemas especiales
cuando la hay (McIvor, 1995; Kouabenan, 1990; para las mujeres. Como se ha dicho ya, sus con-
Kahenya, 1996). Estudios relativos a Sudáfrica diciones de empleo y su situación económica
indican que el sistema de vigilancia ordinario limitan su posibilidad de protegerse contra los
de la salud pública sólo registra un 5 por ciento riesgos profesionales, y desde el momento en
de los casos mortales y un 20 por ciento de los que nacen son objeto de un trato discriminato-
casos de envenenamiento por pesticidas trata- rio en la salud pública debido a su sexo que
dos en hospitales; este porcentaje tampoco incluso supera las ventajas genéticas que las
parece haberse modificado en los últimos 15 niñas tienen en comparación con los niños, por
años a pesar de que las autoridades sepan muy ejemplo en términos de mortalidad infantil
bien que estos casos no se notifican en grado (Jhamba, 1994; Smyre, 1992). Este desequilibrio
suficiente. Un programa emprendido con el fin en la igualdad de trato entre hombres y mujeres
de mejorar la situación consiguió multiplicar es más pronunciado en los países en desarrollo
por 10 el número de casos notificados aunque y se ha agravado como consecuencia de las polí-
la mayor parte de los médicos del sector pri- ticas recientes de ajuste estructural y de libera-
vado persistan en la práctica de callarlos (Lon- lización. La malnutrición y regímenes alimenti-
don, 1997). cios deficientes son una de sus consecuencias,
A pesar de la notificación insuficiente de las así como problemas de salud relacionados con
enfermedades profesionales en la agricultura, la actividad sexual y la maternidad resultantes
estudios especiales indican que este riesgo es de su discriminación en términos de nivel de
importante (Noweir, 1986, Packard, 1989; educación y condición social, e infecciones del
Kitunga, 1996), incluido el riesgo de enferme- aparato respiratorio y del intestino resultantes
dades pulmonares agudas y/o crónicas, enfer- de condiciones de vida inadecuadas.
medades profesionales de la piel, cánceres Una de las causas que agravan el estado de
hematológicos, síndromes degenerativos mús- salud de las mujeres es la estrecha relación exis-
culoesqueletales, pérdida de la facultad audi- tente entre las condiciones de empleo y las con-
tiva y trastornos mentales relacionados con el diciones sociales y de vida que afectan la salud
estrés, en especial depresiones (Husman, Kan- pública. Por ejemplo, en Swazilandia, muchos
gas, Klen y colaboradores, 1989). Hay enferme- trabajadores estacionales en las plantaciones de
dades que guardan una relación específica con ananás son mujeres contratadas sobre una base
la agricultura como los casos de tenosinovitis temporal sin garantía de empleo para la próxima
que afectan a los trabajadores ocupados en la temporada, independientemente del período
zafra, los de dermatitis del anacardo y los aso - durante el cual han trabajado para la empresa.
ciados a la tuberculosis del ganado (Choudhry, Se ha observado que en los períodos de inacti-
1989). El síndrome de polvos orgánicos tóxicos vidad agrícola muchas de ellas viven en malas
se registra en grado elevado en la producción condiciones de higiene, hacinadas en viviendas
de cereales, la cría de ganado porcino y la pro- contiguas a la plantación y subsistiendo con la
ducción lechera (Myers, 1990). Se ha observado producción de cerveza y la prostitución. Las
que los polvos orgánicos producidos por la malas condiciones en que viven crean condicio-

45
nes propicias para la transmisión de enfermeda- Ello requiere en parte mejorar el entorno labo-
des como la tuberculosis, el cólera y la difteria ral y las normas de salud en la agricultura.
(McFaddon, 1982), enfermedades de transmi- Muchas de las primeras leyes promulgadas
sión sexual y el SIDA. Las tasas de contamina- sobre salud en el trabajo excluían específica-
ción por el SIDA en Zimbabwe son muy eleva- mente de su campo de aplicación las ocupacio-
das en los centros urbanos vecinos de las grandes nes agrícolas y las pequeñas empresas y, por
plantaciones del sur del país, que también son ende, tanto el sector agrícola estructurado como
centros de mano de obra migrante estacional del no estructurado. Leyes más recientes amplían
sexo femenino. Se ha observado en encuestas este campo de aplicación para abarcar el sector
longitudinales que las mujeres de estas planta- agrícola estructurado, pero excluyen la agri-
ciones han de dedicarse para subsistir a una serie cultura en pequeña escala. El campo de aplica-
de actividades generadoras de ingresos en el sec- ción de la legislación sobre indemnizaciones ha
tor no estructurado entre los períodos de em- sido en general más amplio que el de la legis-
pleo estacional, incluida la prostitución a cambio lación sobre seguridad y salud en el trabajo,
de alimentos, alojamiento y dinero (Loewenson, pero todavía excluye en general a los pequeños
1992a). Un análisis de los datos publicados en agricultores. La protección legal también es
informes oficiales anuales sobre la salud de los inferior para los que trabajan con contratos de
trabajadores en el Camerún en el período 1991- empleo más precarios, incluidas las personas
1993 muestra que las causas principales de remuneradas en especie, como las que trabajan
morbilidad fueron el paludismo, enfermedades en la agricultura en pequeña escala.
infecciosas (como el SIDA) y enfermedades de la Incluso en los casos en que existe una pro-
piel. Este análisis también señala niveles más ele- tección legal, la aplicación de la legislación
vados de casos de tuberculosis entre los trabaja- puede resultar deficiente como consecuencia de
dores de las plantaciones agrícolas del sector la fragmentación, traslapo o lagunas de las
estructurado que se consideran como una con- leyes, una intervención insuficiente de los fun-
secuencia de malas condiciones de alojamiento cionarios de los ministerios de trabajo, los bajos
y de trabajo, de un acceso limitado a servicios de niveles de sindicación de los trabajadores, sis-
salud y de la propagación del SIDA. temas deficientes de control de la salud en el
Por consiguiente, las malas condiciones de trabajo y la falta de inspectores del trabajo (OIT,
salud y la frecuencia de las lesiones que se regis- 1997; Choudhry, 1989; London y Rother, 1998).
tran para las trabajadoras ocupadas en explo- La calidad de los sistemas de inspección es
taciones agrícolas no reflejan, prácticamente sin variable en el sector agrícola, y muchos servi-
ninguna excepción, la situación real. Esta falta cios básicos son deficientes o incluso inexisten-
de visibilidad de las malas condiciones de salud tes (Noweir, 1986; Bella, 1992; Kahenya, 1996;
obstaculiza la asignación de recursos para Kitunga, 1996; Loewenson, 1997). La produc-
mejorar la situación. Por otra parte, como con- ción agrícola en pequeña escala se excluye casi
secuencia del carácter precario de los contratos siempre de la legislación sobre seguridad y
de empleo de las mujeres en el sector agrícola salud en el trabajo y de las infraestructuras esta-
estructurado y de la inexistencia de una orga- blecidas. Esta situación incluso puede perdurar
nización adecuada de la protección social en las cuando estos sectores se integran en mercados
explotaciones agrícolas pequeñas, las personas estructurados porque la salud en el trabajo
o los hogares son los que han de sufragar los resulta un costo adicional para productores ya
gastos por concepto de enfermedad en lugar vulnerables.
del sistema de producción. Se pone así de
relieve la forma en que están organizados los Prestación de apoyo para asumir
servicios de salud en términos de prevención y responsabilidades domésticas
tratamiento de las enfermedades y su accesibi-
lidad para las mujeres. La aplicación de la legislación también
puede verse obstaculizada por el analfabetismo
Medidas de protección de la salud y deficiencias en la organización del sector agrí-
de las trabajadoras en la agricultura cola. Aunque las leyes dispongan la utilización
de símbolos de advertencia, por ejemplo res-
Los riesgos y problemas de salud en la agri- pecto de los riesgos tóxicos que entraña la utili-
cultura no son ni nuevos ni desconocidos y, zación de pesticidas, la eficiencia de estos sím-
como en el caso de los principales problemas de bolos de advertencia dependen sobre todo del
salud pública, se dispone de la tecnología y de grado en que se comprende su significado, y se
los conocimientos necesarios para prevenirlos. ha comprobado que éste era muy bajo y se tenía

46
poco en cuenta en los programas de educación alcanzan la tasa más elevada de enfermedad
(OUSA/HSEP, 1996; Rother y London, 1998). pero no recurren a la asistencia médica por
Muchas deficiencias en la cobertura y aplicación temor a perder su empleo por ser trabajadoras
de las normas perjudican más aún a las mujeres ocasionales (Loewenson, 1991).
puesto que están ocupadas en su mayoría en el A pesar de importantes inversiones para
sector no estructurado y en actividades no per- mejorar los servicios de salud en las zonas rura-
manentes. Además de estas deficiencias, cabe les, todavía hay lagunas en el sistema de pro-
tener en cuenta los niveles más bajos de partici- tección de la salud pública, tanto en la agricul-
pación de las mujeres en los sistemas de rela- tura en gran escala como en pequeña escala
ciones de trabajo y las estructuras sindicales. Su (OIT, 1997). Los sistemas de protección de la
tiempo es limitado para participar en estas salud pública también se enfrentan con graves
estructuras cuando no reciben ningún apoyo limitaciones como consecuencia de los progra-
para asumir sus obligaciones domésticas. mas de ajuste estructural y de liberalización2,
en especial cuando el Estado asegura su finan-
La atención primaria de salud ciación. Por ejemplo, en un estudio reciente
es la que resulta más útil relativo a Sudáfrica, se comprueba que el 31 por
ciento de las 39 explotaciones agrícolas del sec-
Los servicios de salud pública tienen más tor estructurado situadas en la zona occidental
competencias que los servicios de salud en el de la provincia de El Cabo no ofrecen ningún
trabajo, pero sus conocimientos en materia de tipo de servicio de primeros auxilios o de pro-
atención primaria resultan a menudo inade- tección básica de la salud. Muy pocos de los res-
cuados para establecer diagnósticos diferencia- ponsables de los primeros auxilios en otras
dos de morbilidad profesional y sólo tienen un explotaciones agrícolas han recibido una for-
acceso limitado a los servicios de especialistas mación médica (London, 1994). En varios paí-
de salud en el trabajo (Ndama, Makaza, Kaon- ses se han adoptado programas de formación
dera y colaboradores, 1991; Tedla y Yimam, de agentes de atención primaria de salud para
1986). Los servicios de salud pública se com- la agricultura, y esta formación incluye desde
plementaron a nivel nacional después del dece- hace poco la prevención de los riesgos profe-
nio de 1970 con actividades de atención prima- sionales y de los que presentan los pesticidas
ria de salud, incluidas mejoras en el entorno, (London y Myers, 1995; Loewenson, 1989). Se
medidas de inmunización, la protección de la ha constatado que estos programas de atención
madre y el niño, la educación sanitaria y el primaria de salud mejoran las condiciones de
acceso a los servicios de atención primaria de salud pública en la agricultura (Loewenson y
salud. Estas actividades de atención primaria colaboradores, 1983), aunque no se hayan eva-
de salud comprenden una mayor utilización de luado sus efectos en la salud en el trabajo.
personal paramédico comunitario en las zonas
de agricultura en pequeña y gran escala. Podría Problemas y conclusiones
sostenerse que las mujeres han conseguido más
beneficios de la ampliación de los servicios de Históricamente, los trabajadores agrícolas
atención primaria de salud que de la amplia- han sido la categoría profesional más desfavo-
ción del campo de aplicación de las leyes sobre recida y menos organizada en el sector estruc-
salud en el trabajo, habida cuenta de que los turado (Loewenson, 1992a). Se trata gene-
problemas de salud de las mujeres se tienen ralmente de trabajadores no calificados que
más en cuenta en dichas actividades. A dife- pueden sustituirse fácilmente. Muchos de ellos
rencia de la situación existente en el sistema de son trabajadores migrantes que disponen de es-
relaciones de trabajo industriales en que pre- casos recursos y están particularmente expues-
dominan los hombres, las mujeres también tos a los abusos de poder de sus empleadores.
desempeñan un papel esencial en tanto que Esta marginación a nivel de la empresa se refleja
agentes de salud comunitarios dentro del sis- a menudo a nivel del Estado en que sus inte-
tema de atención primaria de salud. Sin reses raras veces se tienen en consideración
embargo, la precariedad en el empleo de las (Packard, 1989; Loewenson, 1992a; Rutherford,
mujeres también afecta sus posibilidades de 1997). La fuerza de los sindicatos de trabajado-
trabajar en estos servicios aun cuando se amplía res agrícolas también se ha visto menoscabada
la cobertura de la protección. Por ejemplo, en por el hecho de que hasta los últimos decenios
Zimbabwe, se observa en un estudio de la salud se limitaba en varios países la constitución de
de los trabajadores agrícolas que las mujeres sindicatos autónomos en las explotaciones agrí-
empleadas en la agricultura en gran escala colas (Kamuzora, 1986; Loewenson, 1992a).

47
En el presente artículo se muestra cómo familias también han de evaluarse y contro-
estas condiciones son peores para las mujeres larse; por ejemplo, conviene impedir un acceso
que ocupan los empleos más precarios en el sec- prematuro a campos rociados con pesticidas,
tor agrícola estructurado y en la agricultura en garantizar el abastecimiento de agua no conta-
pequeña escala, y las que no tienen ningún minada y prevenir la contaminación de aguas
derecho sobre la tierra y la producción. La situa- subterráneas por escapes químicos; ubicar las
ción de las mujeres también empeora con la viviendas agrícolas en entornos protegidos y
doble carga de trabajo que les imponen sus obli- velar por una eliminación de los contenedores
gaciones domésticas y productivas con bajos de sustancias químicas en condiciones de segu-
niveles de vida y en entornos comunitarios y ridad. Las empresas químicas han de adoptar
sociales pobres; estas condiciones aumentan una política de vigilancia continuada «desde
sus horas y carga de trabajo y generan una serie su elaboración hasta su utilización» en materia
variada de problemas en materia de salud de control de los riesgos que entraña la utili-
pública y de salud en el trabajo. zación de esos productos en la agricultura; esta
política requiere una cooperación multisecto-
Necesidad de remediar rial en materia de utilización, aplicación y eli-
los problemas subyacentes minación de los productos químicos en condi-
ciones de seguridad para mejorar el control de
Por consiguiente, se precisan intervenciones sus riesgos en los sectores agrícolas menos
continuadas para mejorar la seguridad y la estructurados.
salud de las trabajadoras y subsanar los pro-
blemas subyacentes de su empleo ocasional, a Integración de la educación
destajo y otras formas de empleo precario y de en los servicios de divulgación
poca calidad, así como para crear mejores opor- y comercialización
tunidades de empleo permanente, incluso
fuera de la agricultura, y mejorar los derechos Se propone pues, en el presente artículo, que
de la mujer sobre la tierra, los insumos de la pro- el control de los riesgos para las mujeres en las
ducción y los beneficios del mercado. Por otra explotaciones agrícolas grandes y pequeñas se
parte, es necesario aligerar la carga de trabajo organice por diversas razones dentro de un
doméstico de las mujeres de las zonas rurales marco de salud pública y de atención primaria
con diversas formas de apoyo social, incluido de salud: en primer lugar, el campo de activi-
el abastecimiento de agua en condiciones de dad de los servicios de salud pública es más
seguridad y de fácil acceso, así como abasteci- amplio en las zonas rurales que el de los servi-
mientos adecuados de combustible y energía en cios de seguridad en el trabajo, en especial en
las mismas condiciones, y servicios colectivos lo que se refiere a las trabajadoras, habida
de atención al niño, como guarderías infantiles cuenta de que los primeros también adminis-
comunitarias. tran programas de protección de la maternidad
y del niño. Existe una interacción entre los pro-
Enfoque global blemas de salud pública y las enfermedades
profesionales, y muchos trabajadores se dirigen
En lo que se refiere al medio ambiente de a los servicios de salud pública para atender
trabajo, se precisa una intervención bipartita problemas relacionados con su trabajo. En una
más activa con el apoyo del Estado para eva- situación de escasez de recursos públicos con-
luar, considerar y controlar los riesgos, así viene reconocer la existencia de esta situación
como un entorno jurídico e institucional en el y utilizar de la manera más eficaz posible los
que los trabajadores no se sientan amenazados recursos e infraestructuras disponibles para
en su empleo cuando actúan en pro de la segu- mejorar simultáneamente la salud pública y la
ridad y la salud. La alfabetización, la formación salud en el trabajo. En segundo lugar, la situa-
y la información son insumos esenciales para ción considerada en el presente artículo recalca
la seguridad y la salud de todos los trabajado- la necesidad de velar por que los trabajadores
res, incluidas las mujeres. En el sector de la de la agricultura estén protegidos por el dere-
agricultura en pequeña escala, estas interven- cho del trabajo en vigor y de que se amplíe la
ciones pueden llevarse a cabo por conducto de competencia de los servicios de inspección para
organizaciones campesinas y otras organiza- aplicar la legislación en las zonas rurales. Por
ciones comunitarias, como asociaciones sani- otra parte, estas normas y los mecanismos de
tarias y de mujeres. Los efectos indirectos de control han de aplicarse en la práctica a los tra-
los riesgos profesionales en la comunidad y las bajadores precarios, migrantes y remunerados

48
a destajo para proteger a las mujeres ocupadas prueba en muchos países, tanto del Norte como
en la agricultura. En lo que se refiere al sector del Sur, estas disparidades en la relación de
de la agricultura en pequeña escala, conviene poder son incluso más grandes para las muje-
integrar las actividades educativas encamina- res. Por consiguiente, se precisan intervencio-
das a promover las normas de seguridad en los nes para luchar contra el paternalismo, la opre-
servicios de apoyo, divulgación y comerciali- sión, el aislamiento y el subdesarrollo social que
zación relacionados con estos grupos. caracterizan históricamente estos sectores y del
que continúan siendo especialmente víctimas
Reuniones en las que todos las trabajadoras en las empresas agrícolas en
los interesados estén representados gran escala (Du Toit, 1996; Rutherford, 1997). La
solución de los problemas de salud pública y
El derecho a la seguridad y salud de los tra- de salud en el trabajo en el sector agrícola
bajadores no se ha conseguido sin lucha, tanto requiere a la vez insumos técnicos y una inter-
a nivel nacional como en las mismas explota- vención para remediar los desequilibrios en las
ciones agrícolas. Los sindicatos de trabajadores relaciones de poder.
agrícolas no disponen a menudo de la estruc-
tura organizativa, de los recursos y de los cono- Sin trabajo, sin piedad, sin voz,
cimientos necesarios para promover estos dere- sin raíces y sin futuro
chos y nuevos avances en la aplicación de la
legislación (London y Myers, 1995). Se infiere Si bien se han adoptado muchas medidas
de ello que todavía son muy insuficientes las concretas para remediar la situación, las ten-
inversiones para mejorar la capacidad de desa- dencias negativas hacia empleos ocasionales y
rrollo de estas organizaciones, ya sea directa- de baja calidad y el aumento de la pobreza en
mente o con el patrocinio de uniones sindicales muchas zonas rurales, particularmente en
más grandes. Para superar su aislamiento y for- Africa, requieren un análisis más detenido de
talecer su posición, algunos sindicatos de cam- las causas económicas de dichas tendencias.
pesinos y trabajadores agrícolas, de la misma Informes recientes del PNUD sobre el desarro-
manera que organizaciones y cooperativas agrí- llo de los recursos humanos ponen de relieve
colas y asociaciones ambientales y sanitarias y la preocupación que suscitan las pautas actua-
servicios de divulgación del Estado, han orga- les de desarrollo y la necesidad de tener más
nizado reuniones plurales en las que también en cuenta la dimensión humana y social del
participan los sindicatos para concienciar mejor crecimiento, tanto en aras de mejorar la equi-
la opinión de los problemas que plantea el tra- dad como de conseguir pautas de desarrollo
bajo agrícola. También se ha estimado que las más sostenibles. La situación de las trabajado-
estructuras municipales podrían ser agentes ras en las empresas agrícolas grandes y peque-
importantes para mejorar las normas sociales y ñas que se describen en el presente artículo
de salud en la agricultura. En lo que se refiere pone de relieve la contradicción existente entre
a las mujeres, que a menudo no participan en la visión que tiene el PNUD de un desarrollo
estas estructuras, se requieren cauces de comu- sostenible y los empleos de baja calidad que
nicación y estructuras organizativas pertinen- ocupan estas mujeres (crecimiento sin empleo),
tes, así como la inversión de esfuerzos en su su trabajo mal remunerado (crecimiento des-
desarrollo. piadado), los pocos derechos que tienen res-
pecto de la organización de su trabajo (creci-
Disparidades mayores miento sin voz), el poco apoyo social que
para las mujeres en reciben (crecimiento sin raíces) y la poca aten-
las estructuras del poder ción que se presta a riesgos que pueden repro-
ducirse (crecimiento sin futuro). Por consi-
Sea lo que fuere, tiene que mejorarse en guiente, además de las medidas que deben
general la falta de poder de los mismos traba- adoptarse para protegerse contra las conse-
jadores. En toda la agricultura existe un impor- cuencias de estas pautas negativas de creci-
tante desequilibrio entre el poder de los traba- miento, se precisa de la misma manera definir
jadores y el de los empleadores en la empresa y promover pautas de crecimiento que mejo-
en gran escala; también existe entre los peque - ren la situación económica de las mujeres de
ños agricultores, el mercado estructurado y las las zonas rurales y su posición en el mercado.
instituciones del Estado en el sector de la
pequeña empresa. Cuando hay desigualdad de
trato entre hombres y mujeres, como se com-

49
Bibliografía citada Jayne, T.S.; Chisvo, M.; Rukuni, M. 1994. «Zimbabwe’s food
insecurity paradox: hunger amid abundance», en
Rukuni y Eicher (directores de la publicación), op. cit. ,
Adams, J. 1991. «The rural labour market in Zimbabwe», págs. 289-303.
Development and Change, capítulo 22, págs. 297-320.
Jhamba, T. 1994. Mortality determinants in Zimbabwe: policy
Amanor-Wilks, D.E. 1997. Social conditions in rural areas and implications, University of Zimbabwe, Harare, mimeo-
commercial farms, documento elaborado para «Leaders- grafiado.
hip for Environment and Development», Zimbabwe
International Sessions, 21 de abril a 3 de mayo. Johal, R.; Keyvanshad S.; Lisker, D. 1993. Zimbabwe Gender
issues information sheet, núm. 143, Banco Mundial, Región
Bella, D. 1992. «Organization of occupational health and de Africa, julio.
safety in post-war Liberia; problems and solutions»,
Kahenya, P.N.P. 1996. «A review of studies on occupational
African Newsletter on Occupational Health and Safety 1
diseases in Kenya», African Newsletter on Occupational
(suplemento), págs. 61-64.
Health and Safety, núm. 2(suplemento), págs. 46-49.
Buffin, D. 1997. «Latest research – health effects up-date»,
Kamuzora, P. 1986. «Redefining occupational health for Tanza-
Pesticides News, vol. 38, pág. 17. nia», Review of Africa Political Economy, vol. 36, págs. 30-34.
Bwiti, T.; Chikuni, T.; Loewenson, R. y colaboradores. 1987.
Kitunga, L. 1996. «Prevalence of occupational disease in Tan-
«Health hazards in organophosphate use among farm-
zania», African Newsletter on Occupational Health and
workers in the large-scale farming sector», Central Afri- Safety, núm. 2 (suplemento), págs. 42-45.
can Medical Journal, vol. 33, núm. 5, págs. 120-125.
Koblinsky, M.; Campbell, O.; Harlow, S.; 1992. «Mother and
Choudhry, A.W. 1989. «Occupational health in agriculture»,
more: a broader perspective on women’s health», en M.
East African Newsletter on Occupational Health and Safety,
Koblinsky, J. Timyan y J. Gay (directores de la publica-
vol. 3, págs. 16-19.
ción): The health of women: a global persepctive, Westview
Davies, W. 1990. We cry for our land: farm workers in South Press, Boulder, Estados Unidos.
Africa, Oxford, Oxfam.
Kothari, U.; Nababsing, V. 1996. Gender and industrialisation,
Devereux, S.; Nœraa, T. 1996. «Drought and survival in rural Editions de l’Ocean Indien, Mauricio.
Namibia», Journal of Southern African Studies, vol. 22,
Kouabenan, D.R., 1990. «Occupational safety and health pro-
núm. 3, págs. 421-440.
blems in the Ivory Coast: a diagnosis and some possible
Djubang, J.N. 1994. «Possible re-emergence of tuberculosis remedies», International Labour Review, vol. 129, núm.1,
among agricultural workers in Cameroon», African News- págs. 109-119.
letter on Occupational Health and Safe, vol. 4, págs. 40-41.
Lakew, K.; Mekonnen, Y. 1997. «Astudy among agricultural
Eicher, C.K.; Rukuni, M. 1994. «Zimbabwe’s agricultural workers in Ethiopia», African Newsletter on Occupational
revolution: lessons for Southern Africa», enM. Rukuni y Health and Safety, vol. 7, págs. 68-70.
C.K. Eicher (directores de la publicación): Zimbabwe’s
Loewenson, R. 1988. «Labour insecurity and health», Social
agricultural revolution, University of Zimbabwe Press,
Science and Medicine, vol. 27, núm. 7, págs. 733-741.
Harare, págs. 393-411.
Ferguson, J. 1990. The anti-politics machine: development, depo- —. 1989. The health impact of changing patterns of agricultural
production: The Zimbabwean farmworker, tesis de docto-
liticization and bureaucratic power in Lesotho, Cambridge
rado en filosofía, University of London.
University Press, Cambridge.
Ferrer, A.; Cabral R. 1994. «Epidemic poisonings caused by —. 1991. «Harvests of disease: women at work in Zimbab-
wean plantations», en Turshen, M. (director de la publi-
pesticides: relevancy in the field of occupational health»,
cación): Women and health in Africa, Trenton, N.J., Africa
African Newsletter on Occupational Health and Safety, vol.4,
World Press, págs. 35-49.
págs. 33-35.
First, R. 1980. The Mozambican miner: a study in the export of —; Nhachi, C.; Muranbiwa, W. y colaboradores. 1991. Epide-
labour, Universidade Eduardo Mondlane, Maputo. miology of the health impact of pesticide use in developing
countries: epidemiological research in Zimbabwe, Harare,
Food and Agricultural Organization (FAO). 1992. Rural mimeografiado.
women: the closing link between population and environment,
nota para discusión, Reunión de Expertos sobre Pobla- —. 1992a. Modern plantation agriculture: corporate wealth and
ción y Mujeres, Departamento de la Población, Departa- labour squalor, Zed Press, London.
mento de Desarrollo Económico y Social, Secretariado de —. 1992b. Epidemiology in occupational health in developing
las Naciones Unidas en consultación con el Fondo para countries, Zimbabwe Congress of Trade Unions, Harare,
la Población de las Naciones Unidas, Gaborone, Bots- mimeografiado.
wana, junio, págs. 22-26. —. 1993. «Safety issues identified in Zimbabwe», Pesticides
Gitonga, L. 1991. «Women in African agriculture», African News, vol. 21, pág. 13.
Newsletter on Occupational Health and Safety, vol. 2, —. 1997a. Assessment of the health impact of occupational risk in
págs.52-53. Africa: current situation and methodological issues, docu-
Hildebrand, A. von. 1994. «Pesticide problems and IPM – mento de trabajo, reunión sobre evaluación de las con-
implementation in Madagascar», Pesticides News, The secuencias en la salud de los riesgos profesionales, OIT,
Pesticides Trust, vol. 25, págs. 12-13. Ginebra.
Hinderink, J.; Sterkenburg, J.J. 1987. Agricultural commerciali- —. 1997b. Health impact of occupational risks in the informal sec-
zation and government policy in Africa, Routledge & Kegan tor, monografía elaborada para OIT/TARSC, Harare.
Paul, Londres. —. 1998. Occupational Health and Safety in Agriculture in Southern
Hurst, P.; Hay, A.; Dudley, N. 1991. The pesticide handbook, Africa, informe elaborado para la OIT, Zimbabwe, julio.
Journeyman Press, Londres. Loewenson, R.; Zanza, J.; Mushayandebvu, I. 1983. An inte-
Husman, K.; Kangas, J.; Klen, T. y colaboradores. 1989. rim evaluation of the Bindura Farm Health Worker Project.
«Occupational risks in agriculture», East African News- Harare, Save the Children Fund, Reino Unido, mimeo-
letter on Occupational Health and Safety, vol. 3, págs. 4-7. grafiado.

50
—; Laurell, A.C.; Hogstedt, C. y colaboradores. 1995. «Parti- Pearce, N.; Matos, E. 1994. Industrialisation and health in occu-
cipatory approaches and epidemiology in occupational pational cancer in developing countries, IARC Publications,
health research», en International Journal of Occupational núm. 129, Lyon.
and Environmental Health, vol. 1, págs. 121-130. PNUD. 1996. Human Development Report, Oxford University
—; Nhachi, C.F.B. 1996. «Epidemiology of the health impact Press, Nueva York.
of pesticide use in Zimbabwe», en Nhachi C.F.B. y Kasilo Porter, G.; Phillips-Howard, K. 1997. «Agricultural issues in
O.M.J (directores de la publicación): Pesticides in Zim- the former homelands of South Africa: the Transkei»,
babwe: toxicity and health implications, University of Zim- Review of African Political Economy, vol. 72, págs. 185-202.
babwe Press, Harare, págs. 25-37.
Rother, H.A.; London, L. 1998. Pesticide health and safety policy
London, L. 1994. «Agrichemical safety practices on farms in mechanisms in South Africa: the state of the debate, docu -
the western Cape», South African Medical Journal, vol. 84, mento de trabajo, núm. 1, Occupational and Environ-
págs. 273-278. mental Health Research Unit, Department of Commu-
—. 1997. Occupational epidemiology in agriculture: a case study nity Health, University of Cape Town.
in the Southern African context, discurso principal ante el
Rutherford, B. 1996. «Traditions» of domesticity in «modern»
Coloquio Internacional sobre Epidemiología de la salud
Zimbabwean politics: race, gender, and class in the govern-
en el trabajo: reducción de los riesgos en el lugar de tra-
ment of commercial farm workers in Hurungwe District,
bajo, International Commission on Occupational Health,
tesis de doctorado, McGill University, Montreal, Canadá,
Scientific Committee on Epidemiology in Occupational
inédita.
Health, Harare, septiembre.
—; Myers, J.E. 1995. «Critical issues for agrichemical safety —. 1997. «Another side to rural Zimbabwe: Social constructs
in South Africa», American Journal ofIndustrial Medicine, and the administration of farm workers in Urungwe Dis-
vol. 27, págs. 1-14. trict, 1940s», Journal of Southern African Studies, vol. 23,
núm. 1, págs. 107- 126.
—; Rother, A. 1998. People, pesticides and the environment: who
bears the brunt of backward policy in South Africa?, artículo Sekimpi, D.K.; Agaba, E.F.; Okot Nwang, M. y colaborado-
presentado a la Conferencia sobre Environmental Law, res. 1990. Respiratory and allegoric status assessment of cof-
University of Cape Town, abril. fee dust exposed workers in Uganda, informe preliminar,
Marshall, J.; Roesch, O. 1993. «The ‘green zones’ agricultural International Development Research Centre, Oficina de
cooperatives of Nampula City: a new phase in the Nairobi.
Mozambican cooperative movement», Journal of Sout- Smyre, P. 1992. Women and Health, Women and World Deve-
hern African Studies, vol. 19, núm. 2, págs. 240-272. lopment Series.
McFaddon, P. 1982. «Women in wage labour in Swaziland: a Tedla, S., Yimam, M. 1986. «Schistosomiasis at the Wonji/Shoa
focus on agriculture», South African Labour Bulletin, sugar estates during two decades (1964-1985)», AJST , vol.
págs.140-166. 1, núm. 1, págs. 1-18.
McIvor, C. 1995. Zimbabwe, the struggle for health: a community Tibone, C. 1989. «Health hazards associated with agricultu-
approach for farm workers, Catholic Institute for Interna- ral activities in Botswana and how they affect women»,
tional Relations, Londres. East African Newsletter on Occupational Health and Safety,
Myers, J.E. 1990. «Occupational health of farmworkers», vol. 3, págs. 22-25.
South African Medical Journal, vol. 78, págs. 562-563.
Toit, A. du. 1996. The fruits of modernity: law, power and pater-
Ndama, J.; Makaza, N.; Kaondera; K.C. y colaboradores. nalism on Western Cape farms. Land Reform and Agrarian
1991. «A cross-sectional study on the prevalence and Change in Southern Africa, Occasional Paper Series, Pro-
intensity of schistosomiasis among sugar cane cutters in gramme for Land and Agrarian Studies, School of
Zimbabwe», Central African Journal of Medicine, vol. 37, Government, University of Western Cape.
núm. 6, págs. 171-175.
Vail, L. (director de la publicación). 1989. The creation of tri-
Noweir, M. 1986. «Occupational health in developing coun-
balism in Southern Africa , University of California Press,
tries, with special reference to Egypt», en American Jour-
Berkeley.
nalof Industrial Medicine, vol. 9, págs. 125-141.
OUSA/HSEP. 1996. «Chemical safety practice in Africa», Vletter, F. de. 1995. «The implications of changing migration
OUSA/HSEP Newsletter, núm. 4, Zimbabwe. patterns in Southern Africa», en Crush, J., James W, Vlet-
ter, F y colaboradores: Labour migrancy in Southern Africa:
OIT. 1997. «Press release on farm safety», African Newsletter prospects for post- apartheid transformation, Southern Afri-
on Occupational Health and Safety, vol. 7, págs. 61-63. can Labour Monographs 3/95, Labour Law Unit, Uni-
Packard R. 1989. «Industrial production, health and disease versity of Cape Town, págs. 21-48.
in Sub-Saharan Africa», Social Science & Medicine, vol. 28,
núm. 5, págs. 475-496. White, N.; Myers, J. (sin fecha). Agricultural respiratory dise-
ase in industrialising countries, mimeografiado.
Palmer, R.; Parsons, N. (directores de la publicación). 1977.
The roots of rural poverty in Central and Southern Africa, Worby, E. 1995. «What does agrarian wage-labour signify?
University of California Press, Berkeley. Cotton, commoditisation and social form in Gokwe,
Zimbabwe», Journal of Peasant Studies, vol. 23, núm. 1,
Pankhurst, D. 1991. «Constraints and incentives in ‘success-
págs. 1-29.
ful’ Zimbabwean peasant agriculture: the interaction
between gender and class», Journal of Southern African Zimbabwe Women’s Bureau (ZWB). 1994. We Carry a Heavy
Studies, vol. 17, núm. 4, págs. 611- 632. Load. Part II, Triple-R Printers, Harare.

51
Uganda. Formación, educación e información
en salud, seguridad y medio ambiente
en el Sindicato Nacional de Trabajadores
de las Plantaciones y la Agricultura (NUPAW)
Omara Amuko
Secretario de Organización para la Educación
NUPAW

La agricultura es uno de los tres sectores más bajadores agrícolas, así como las iniciativas
peligrosos tanto en los países en desarrollo que aumenten la capacidad de acción de sus
como en los industrializados, junto a la mine- sindicatos.
ría y la construcción. Las máquinas, como los
tractores, junto a los instrumentos cortantes, Educación de los trabajadores
son la causa del índice de frecuencia y fatalidad
más elevado de las lesiones. La exposición a los Una buena manera de conseguir dichos
plaguicidas y a otros productos agroquímicos, objetivos de formación obrera y capacitación
que constituyen el principal riesgo profesional, sindical consiste en educar a los trabajadores
pueden provocar el envenenamiento y la muerte, respecto al progreso social que puede resultar
y en algunos casos están relacionados con el de su participación sindical y del fortaleci-
cáncer y afectan a la fertilidad. miento de los sindicatos. Se trataría de una
En Africa y en otros países en desarrollo la rama especializada de la educación de adultos
situación ha empeorado por la utilización que trata las necesidades e intereses de los tra-
incontrolada de productos químicos prohibi- bajadores, tras su participación en el movi-
dos o estrictamente restringidos, importados miento sindical. La fuerza/el poder de cual-
de los países industrializados donde ya no se quier organización se mide en función del
usan. Además, para el trabajador agrícola que número de miembros y de su buena informa-
vive y trabaja en el mismo entorno, su salud ción. Por lo tanto, el primer objetivo de toda
profesional y su salud en general están más educación es conseguir aumentar su contrata-
relacionadas entre sí. En el entorno rural no se ción y organizarlos en un sindicato fuerte. Será
distingue claramente entre las condiciones de gracias a esta fuerza como los trabajadores
trabajo y las condiciones de vida de los que se podrán comprometerse eficazmente en una
dedican al trabajo agrícola. Los numerosos tra- campaña de negociación colectiva para conse-
bajadores y sus familias que viven en el mismo guir mejoras en sus condiciones de trabajo y en
sitio donde trabajan corren otros riesgos, como, la sociedad en la que viven.
por ejemplo, la exposición a plaguicidas y a pro- Esta educación no debería ser un caso ais-
ductos agroquímicos que se encuentran en el lado y particular, sino un proceso continuo de
agua y en el aire. Debido a las mediocres con- la actividad sindical normal. La educación
diciones de vivienda, a la superpoblación en los debería por ello dirigirse a todos los miembros:
barrios denominados «campos de trabajo» y a a los dirigentes, para permitirles dirigir la orga-
la falta de higiene, los casos de cólera, de disen- nización según los principios por los que ha
tería y de sida, y la muerte por esas enferme- sido creada; a los cuadros medios, para asegu-
dades, son frecuentes entre los trabajadores, rar una unión eficaz con la masa; y a los miem-
carentes de atención médica adecuada. bros ordinarios, para fortalecer el sindicato
Además del sufrimiento causado y el bajo desde la base. Mediante programas especiales
nivel salarial de los trabajadores, las pérdidas se debería tratar el trabajo de las mujeres y de
económicas por accidentes y trabajos insalu- los jóvenes, y proporcionar una educación y
bres suponen una enorme carga tanto para la una formación especializadas – en materia
empresa como para la economía. Para mejorar de salud, de seguridad o de trabajo infantil –
la situación existente en el sector agrícola se en el marco de una política global de la
requiere la formación y educación de los tra- educación.

52
Como se ha observado, los trabajadores uni- de 150.000 miembros. Está afiliado a la Organi-
dos por un sindicato, bien informados y for- zación Nacional de Sindicatos (NOTU) (con
mados, influirán en el curso de los hechos que 75.000 miembros) y a la Unión Internacional de
les afecten en el lugar de trabajo. En el área de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas,
la seguridad y la salud, la formación y la edu- Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA)
cación tienen como objetivo general el aumen- (2,6 millones de miembros de 334 sindicatos en
tar o mejorar la conciencia de los riesgos y pro- 118 países). El NUPAW representa a los traba-
teger el medio ambiente, dar a conocer las jadores de las plantaciones de té y azúcar y de
causas de las enfermedades profesionales y la agricultura en general; arroceros, floriculto-
promocionar la aplicación de medidas eficaces res y otras actividades ligadas a la agricultura.
de prevención. De todas formas, el propósito En 1997, el NUPAW contaba con 60.000 miem-
específico de la formación varía según los gru- bros, pero durante el régimen militar de 1971 a
pos a los que se destina. Existen tres niveles de 1979, la economía se hundió y las actividades
educación y formación en materia de salud y sindicales se redujeron al mínimo. Todas las
seguridad en el trabajo y en el medio ambiente: plantaciones de té y caña de azúcar volvieron a
1. concienciación; su estado original. Los afiliados perdieron sus
trabajos y a finales de 1979 el NUPAW contaba
2. formación en vista de necesidades específi- únicamente con 3.000 miembros en las explota-
cas, y ciones de azúcar.
3. especialización.
Formación de los ejecutivos
Estos elementos no están separados sino
que forman parte de un mismo conjunto. Algu- El restablecimiento de las industrias tras la
nos necesitan una información a tres niveles, guerra de Uganda con Tanzanía, llevó a una
por ejemplo, los que toman las decisiones polí- reactivación de la actividad económica tras el
ticas, los ejecutivos y los trabajadores. Entre régimen militar y la guerra. En 1982, con sólo
ellos, muchos necesitan formación adicional tres filiales operativas y 3.200 miembros, el
respecto a tareas específicas, como por ejemplo, NUPAW comenzó la formación de los nuevos
los responsables o representantes de la salud y dirigentes elegidos con la ayuda de la ex Fede-
la seguridad tienen que estar mejor informados ración Internacional de Trabajadores de las
mediante una formación intensiva. Plantaciones, de la Agricultura y de los Secto-
Las tres categorías interesadas – trabajado- res Conexos (FITPASC). Los miembros del Con-
res, empleadores y gobierno – deberían tratar sejo Nacional Ejecutivo y de la Secretaría fue-
de mejorar las condiciones de trabajo, aunque ron formados entre 1982 y 1986 en el Instituto
aquellos que no sufren el problema directa- de Trabajo Tom Mboya, en Kisumu (Kenya). Se
mente tienden a desinteresarse si no existe una les enseñó la organización sindical, la negocia-
acción concertada de los trabajadores en el ción colectiva, el tratamiento de las quejas y los
lugar de trabajo. Por ello, la negociación de los temas conexos con las actividades de dirección.
temas sobre seguridad y salud en el trabajo Esta formación les ayudó a entender los pro-
debe formar parte de la acción de los trabaja- blemas de los trabajadores a causa de los emplea-
dores sindicados. Para ello hay que consolidar dores poco cooperativos y antisindicalistas, las
las calificaciones y el conocimiento, la organi- leyes laborales obsoletas y la interferencia esta-
zación, la acción colectiva y la unidad si quere- tal en los temas sindicales.
mos cambiar un medio de trabajo y de vida que Los ejecutivos así instruidos empezaron a
perjudica nuestra salud. Los sindicatos debe- reorganizar el sindicato. En el Congreso de
rían lanzar programas de educación para for- 1986, contaba con 6.000 miembros en siete
mar a sus dirigentes, a los instructores en temas ramas gracias al Programa de Educación de la
de seguridad y salud y a los representantes que FITPASC. Para consolidar lo realizado desde
en la sede y en el taller procuran conseguir una 1980 y conseguir más miembros, el NUPAW
acción integrada en la materia. elaboró un proyecto de educación de trabaja-
dores mediante los círculos de estudio. Se rea-
Formación en materia de salud lizó en 1989, donde se formó a 40 animadores
y seguridad en el NUPAW de círculo. El proyecto de desarrollo de sindi-
catos y de la educación por círculos de estudios
El NUPAW es la principal organización sin- (1990-1997) formó por su parte a 120. Estos, pos-
dical de Uganda. Cuenta con 47.000 miembros teriormente, crearon más de 500 círculos de
de los que 15.000 son mujeres, con un potencial estudio de los que se han beneficiado más de

53
10.000 miembros. La educación es impartida en una hora para las madres que amamantan
base a los principios de la pedagogía de adul- durante las horas de trabajo o una baja
tos, es decir: paternal de siete días para que un miembro
• los adultos están especialmente interesados pueda estar con su mujer durante el parto
en aprender todo lo directamente relacio- o el período postnatal. Otras cuestiones fue-
nado con sus condiciones de vida y trabajo, ron tratadas en el marco global de la polí-
y adoptan voluntariosos los medios prácti- tica sindical, por ejemplo la salud y la segu-
cos que les ayuden a resolver sus problemas ridad en el trabajo.
en el lugar de trabajo;
En 1989 algunos trabajadores de las planta-
• los adultos aprender mejor a partir de lo que
ciones de té de Kasaku presentaron una queja
ya conocen, enriqueciendo sus conocimien-
declarando que se habían quedado impotentes.
tos. Desean además que se considere su
Se trató el tema en los grupos de círculos de
experiencia adquirida. Por ello, los métodos
estudios de uno de los campos de trabajo, deno-
más eficaces son los basados en la partici-
minado Rusesa, donde se preparaban los equi-
pación y que incitan a la reflexión;
pos de protección para la recogida del té. Los
• cada adulto aprende a su manera. Las sesio- participantes mostraron su interés cuando uno
nes de aprendizaje serán mejores si los par- de ellos contó que trabajaba en la recogida del
ticipantes pueden aprovechar los diversos té desde hacía 16 años y que había constatado
métodos, como la enseñanza audiovisual, desde hacía15 sus debilidades sexuales, que se
las preguntas y respuestas, la simulación o habían agravado de tal forma que en el presente
desempeño de un papel, la lectura, la escri- vivía solo, ya que no interesaba a ninguna
tura, los ejercicios prácticos y la discusión de mujer. La filial sindical presentó la cuestión al
temas decisivos. Esta variedad permite no Consejo Nacional Ejecutivo. Un complemento
sólo activar el proceso de adquisición de de las investigaciones reveló 11 casos de impo-
conocimientos sino que asegura asimismo tencia únicamente en las plantaciones de té de
una repetición que refuerza el aprendizaje y Kasaku. El sindicato analizó el tema con los
mantiene el interés; empleadores y el Departamento de Prevención
• los adultos aprenden mejor cuando partici- de Accidentes Laborales y Enfermedades Pro-
pan activamente: cuando aprenden con la fesionales del Ministerio de Trabajo y la FIT-
práctica reaccionan mejor a esos métodos PASC. Se sospecha que esos trabajadores fue-
que a los pasivos. Las conferencias y los tex- ron víctimas de la exposición a productos
tos ocupan evidentemente su lugar en el químicos, aparentemente en bajas dosis, utili-
repertorio completo de métodos de peda- zados en las plantaciones de té. El caso llevó al
gogía, pero los estudios de caso, el desem- sindicato a redactar una directiva sobre la salud
peño de un papel, las fichas pedagógicas, y la seguridad en el trabajo, aprobada por la
las simulaciones y otras actividades de Conferencia de delegados en 1991, que trataba
pequeños grupos que permiten la partici- de conseguir los siguientes objetivos:
pación individual facilitan la memorización • mejorar la salud y seguridad del entorno
y la aplicación de lo aprendido. Lo ideal laboral de todos los trabajadores;
sería que cada sesión garantizase el inter-
• formar a los mandos sindicales sobre los
cambio entre los participantes y ofreciera la
temas de salud y seguridad, desde la base al
posibilidad de aprender algo nuevo, de
nivel nacional, y garantizar que éstos utili-
aplicar las nuevas calificaciones, de discu-
zan medios directos para organizar y prote-
tir las causas de los problemas y de encon-
ger los intereses de los trabajadores;
trar soluciones. Es así cómo se han pro-
puesto los temas sobre la acción sindical en • formar a las comisiones de la salud y la segu-
los círculos de estudio. Algunos de los pro- ridad de todas las ramas y a nivel nacional,
blemas se solucionaban en los talleres, y utilizarlas en las discusiones y negocia-
como el de los jinetes solos, es decir, aquellos ciones;
que no se querían afiliar a los sindicatos, • formar a los representantes o responsables
pero se beneficiaban de las ventajas nego- sindicales de la salud y de la seguridad a
ciadas por sus miembros y que fueron fácil- nivel de taller, de filial y a nivel nacional
mente contratados por una acción sindical. para tratar de esos temas así como de los liti-
Algunos problemas trataban de la garantía gios y negociaciones para que el sindicato
de negociación que se debe incluir en el con- en su totalidad aplique sus propuestas en la
venio colectivo – por ejemplo, una pausa de materia;

54
• enseñar e informar a los trabajadores sobre 2. Cursos para los responsables de las filiales
la salud y seguridad; y los delegados sindicales.
• controlar y estudiar los problemas de salud 3. Cursos para las mujeres militantes.
y seguridad de los trabajadores y utilizar los 4. Constitución de los círculos de estudio.
resultados para mejorar las condiciones
existentes; 5. Concepción del material de información/
estudio.
• coordinar las actividades sindicales con las
de otras instituciones encargadas de los
temas de salud y seguridad y que represen- Proyecto
tan a los trabajadores en los órganos com-
petentes. 1. Animadores de los círculos
de estudio
Aplicación de la política Estos animadores, especializados en los
por los círculos de estudio temas de seguridad, salud y medio ambiente,
transmiten sus conocimientos a los grupos de
El proyecto de desarrollo de los sindicatos y círculos de estudio, y especialmente los relativos
de la educación por los círculos de estudio posi- a la forma de reconocer y controlar los riesgos.
bilitó al NUPAW la identificación de los pro-
blemas de salud, seguridad y medio ambiente
en los lugares de trabajo, para que el comité 2. Responsables de las filiales
competente se ocupase y encontrara una solu- y delegados sindicales
ción. Las sesiones de los círculos de estudio con- Se trata de un grupo objetivo muy impor-
tribuyeron no sólo a contratar más miembros y tante ya que asegura la relación entre los emplea-
fortalecer el sindicato, sino que ayudó también dores y las personas encargadas de aplicar la
a sensibilizar sobre los riesgos para la salud y política sindical. Tanto los empleadores como
la seguridad en los lugares de trabajo. el sindicato siguen atentamente las resolucio-
El proyecto consta de los siguientes ele- nes de las sesiones de formación a ellos desti-
mentos: nadas. Los puntos que se deben inscribir en los
1. Formación y reciclaje de los métodos de los convenios colectivos, en las declaraciones de
círculos de estudio. principio y como objetivos de campaña provie-

Ejemplos de riesgos
Mecánicos Físicos Ergonómicos y debidos
a la organización
del trabajo Biológicos Químicos

Elementos Ruido de Mantenimiento Fuentes Empleo


móviles sin percusión de cargas pesadas de infección de productos
protección químicos peligrosos
Suelos cubiertos Ruido Mala postura Picaduras Productos químicos
de desechos superior de serpiente guardados sin
o resbaladizos a los 90 dB cierre de seguridad
Mala vigilancia Instalación Largas horas Picaduras Productos químicos
de edificios eléctrica de trabajo de insectos peligrosos mal
defectuosa etiquetados
Explosión/escapes Temperatura Trabajo intermitente Picaduras Productos químicos
muy alta de insectos utilizados por
peligrosos las mujeres
embarazadas
Polvo Cambio de equipo/ Contacto con
trabajo de noche sangre humana
Mala Trabajo aislado
iluminación
Vibraciones

55
nen normalmente de reuniones o de cursos de 4. Reuniones de grupos de los círculos
formación. Deberían, por lo tanto, estar mejor de estudio
formulados y ser más detallados. En la mayo-
ría de los países, la mejora de las condiciones La mayoría de los miembros de estos círcu-
de trabajo no ha sido resultado de la acción sin- los forman parte de la masa y se reúnen cuando
dical de los trabajadores. les conviene. La mayoría de los grupos se cons-
Los representantes encargados de la salud y tituyen durante las horas laborables: el sindicato
la seguridad son elegidos en el seno de ese ha negociado un convenio colectivo con la
mismo grupo. Además de su conocimiento de mayor parte de los empleadores que dedican el
los riesgos y de los medios para proteger a los tiempo necesario a la educación y a las activi-
trabajadores, los miembros del mismo se ini- dades sindicales sin pérdida de salario; las horas
cian, mediante cursos de formación, en las y el lugar de trabajo son acordados entre la filial
investigaciones de accidentes, en las indemni- sindical local y la dirección de la empresa. Cada
zaciones y rehabilitaciones, en los órganos de rama cuenta con una docena de animadores
salud y seguridad y sus funciones, en los pri- encargados de organizar los círculos de estudio.
meros auxilios, el derecho del trabajo, los con- Las discusiones en el seno de los círculos se
venios de la OIT y la solidaridad internacional. basan en los principios mencionados de la
pedagogía de adultos. Las conclusiones o deci-
3. Formación de mujeres militantes siones colectivas sirven para resolver los pro-
blemas o son transmitidas a niveles superiores
Las trabajadoras tienen especiales proble- para su seguimiento o acción. Se han producido
mas por su propia constitución física. Cargan numerosos cambios en los lugares de trabajo
con niños y les amamantan. Realizan la mayo- como resultado de la educación de los círculos
ría de las actividades domésticas no remunera- de estudio, como por ejemplo:
das en nuestra sociedad, lo que significa que • la abolición del trabajo infantil en la refine-
asumen dos cargas y por lo tanto doble riesgo. ría de azúcar de Kakira;
Los cursos para las militantes tratan de
• la creación de comités de salud y seguridad
diversos temas referidos a las mujeres en el
en todas las ramas;
lugar de trabajo, en los sindicatos y en la socie-
dad. Los principales temas son: • la sensibilización respecto a los peligros de
los productos químicos por las dramáticas
• riesgos genéticos: durante el embarazo y la
actuaciones en varias explotaciones; y
lactancia los numerosos peligros a los que se
exponen las mujeres pueden afectar al bebé. • la puesta a disposición de locales cerrados
De ahí que exista riesgo de aborto, de naci- móviles para las madres que amamantan en
mientos ya muertos, de desarrollos anor- la refinería de Kakira.
males o incluso de muerte del bebé por falta
de cuidados; 5. Documentos didácticos
• ciertos productos químicos, como el
diethylsilboestrol, pueden provocar ulte- Se preparó un manual de formación para los
riormente un cáncer en los niños cuyas animadores en apoyo del proyecto de educa-
madres han estado expuestas; ción y formación permanente, y se editó un
folleto de información básica sobre la salud,
• las mujeres expuestas a los plaguicidas pue- seguridad y medio ambiente para sensibilizar
den abortar o engendrar niños con malfor- sobre el Proyecto Mundial sobre los Plaguici-
maciones; das (GPP) y apoyarlo. En 1994, la FITPASC se
• las mujeres expuestas a ciertos productos fusionó con la UITA – de la que el NUPAW se
químicos, como los que contienen plomo, convirtió en miembro –, que cuenta con 334 sin-
cloruro de vinilo, grandes cantidades de dicatos en 118 países y que representa un total
disolvente o de plaguicidas organoclorados, de 2,6 millones de miembros empleados en la
pueden transmitírselos al bebé a través de agricultura, en la preparación y en la manufac-
su leche; tura de productos alimenticios y bebidas, en
• las mujeres que soportan grandes pesos, o hoteles, restaurantes y suministro, así como a
pasan horas de pie, están expuestas al calor todos los niveles de la industria del tabaco.
y las vibraciones, pueden sufrir hiperten- La UITA integró el proyecto de educación
sión, dolores de espalda o abortar; tienen el del círculo de estudio en sus actividades, lo que
riesgo de dar a luz a un niño de poco peso significa que el NUPAW pudo continuar con su
o de tener un parto anormal. programa de los círculos de estudio. Como se

56
ha mencionado anteriormente, las actividades • el Sindicato de Trabajadores de las Plantacio-
de dichos círculos pueden ser fructíferas: en nes y de la Agricultura de Tanzanía (TPAWU);
1997, los plaguicidas y otros productos quími- • el Sindicato de Trabajadores de la Hostele-
cos peligrosos fueron reconocidos como temas ría, la Alimentación y Ramas Conexas de
principales a tratar. Uganda (UHFAWU);
• el Sindicato Nacional de Trabajadores de las
De las resoluciones de la UITA al GPP Plantaciones y de la Agricultura de Uganda
En su 23.er Congreso, la UITA declaró su pro- (NUPAW);
funda preocupación al constatar el uso descon- • el Sindicato General de Trabajadores de las
trolado de productos químicos, y sobre todo de Plantaciones y de la Agricultura de Zim-
plaguicidas, en todo el mundo, y en especial en babwe (GAPWUZ).
los países en desarrollo. Los sindicatos de tra-
bajadores agrícolas, como el NUPAW, han cons- Los grupos a los que se dirigen están cons-
tatado los cientos de miles de esos trabajadores tituidos por: los miembros afiliados de la base,
amenazados por la enfermedad y la muerte por los delegados sindicales, los responsables de las
falta de información suficiente sobre los equi- filiales, los miembros de los comités sindicales,
pos de protección y el empleo de sustancias los dirigentes y dirigentes sindicales naciona-
consideradas peligrosas para la salud; así, deci- les, los responsables sobre temas de plaguici-
dieron que: das y de organización de la defensa del medio
• la UITA debería esforzarse por favorecer la ambiente y los consumidores.
creación de un foro sobre salud y seguridad, Este projecto se basa en el anterior proyecto
a nivel mundial, nacional, regional, local y de educación por círculos de estudio lanzado
de lugar de trabajo; en Africa (Tanzanía, Uganda y Zimbabwe), que
está ligado a las actividades bilaterales en mate-
• la UITA debería intentar incluir la prohibi- ria de salud y seguridad por el Sindicato Agrí-
ción mundial de los plaguicidas en la lista cola Sueco (SLF) en Uganda y Zimbabwe.
de los «doce indeseables»;
• se debería utilizar la red de lucha contra los Las actividades del GPP
plaguicidas (PAN).
El GPPamplía la acción de la educación por
Según lo mencionado, la UITA concibió el círculos de estudio para ofrecer una formación
proyecto mundial sobre los plaguicidas para sobre los plaguicidas y la salud, la seguridad y
que los trabajadores agrícolas pudieran benefi- el medio ambiente. Como se ha mencionado
ciarse de los resultados de las búquedas e inter- anteriormente, esos círculos ofrecen cursos
cambiar experiencias. para impartir una formación elemental y supe-
rior a los miembros ordinarios que trabajan en
Objetivo del GPP las granjas y plantaciones, así como a los man-
dos de las ramas y a los delegados sindicales,
El Proyecto Mundial sobre los Plaguicidas sobre todos los aspectos de la organización, la
de la UITA tiene como objetivo global constituir contratación y la actividad, insistiendo sobre
un sindicato nacional y regional que examine el los temas relativos a las mujeres y a la forma-
tema de los plaguicidas a nivel local, nacional, ción de los trabajadores y de los miembros de
regional e internacional en el contexto de la los sindicatos. En el NUPAW por lo menos el 30
agricultura durable y poniéndola en relación por ciento de los participantes en la educación
con la gestión integrada, la prevención de la sindical tienen que ser mujeres. Se organizan
contaminación y la biotecnología de los orga- también programas especiales para ellas. El
nismos genéticamente modificados. NUPAW cuenta con 80 animadores y anima-
En la primera fase (1998-2000) del GPP, que doras que siguen el programa.
abarca los cuatro países piloto de Africa – Ghana,
Tanzanía, Uganda y Zimbabwe –, participan los Actividades bilaterales
seis sindicatos afiliados:
El SLF trabaja en cooperación bilateral con
• el Sindicato General de Trabajadores de
algunos sindicatos de Africa, por ejemplo, su
Ghana (GAWU);
filial número uno ha realizado actividades bila-
• el Sindicato Nacional de Trabajadores de las terales en el ámbito de la salud y seguridad
Cooperativas de Uganda (NUCMW); durante más de diez años con el Sindicato Gene-

57
ral de Trabajadores de la Agricultura y de las La enseñanza comprendía asimismo las
Plantaciones de Zimbabwe (GAPWUZ). Asi- visitas a una refinería de azúcar y de planta-
mismo, su filial número cinco ha cooperado con ciones, y un trabajo de aplicación del método
el NUPAW y el NUCMW en Uganda. Esta FASE en la segunda etapa del curso.
comenzó en 1997 con el NUPAW actividades a
título de cooperación y solidaridad. Desde 1998, Segunda fase: una semana
dicha filial le ha ayudado a fortalecer su capaci-
dad de acción en materia de salud y seguridad. Los participantes debían presentar para su
Ha formado a los animadores de los círculos res- discusión un informe sobre el mencionado tra-
ponsables de las filiales y a los delegados sindi- bajo para discutir. Se les enseñaba entonces el
cales, y suministrado la documentación y el equi- socorrismo, la prevención de accidentes, la
pamiento para ayudar a formar a los miembros lucha contra las explosiones y la forma de reme-
del NUPAW. diar los riesgos debidos a la electricidad, el uso
de equipos/trajes de protección adecuados y la
Programa del SLF: medida de la luz y del ruido mediante un mate-
actividades de formación rial numérico. Al final de esta fase, los partici-
pantes debían aplicar lo que habían aprendido
El Programa se realizó en tres fases y se utilizando la pedagogía de los círculos de estu-
seleccionaron 40 animadores de círculos de dio para comunicar el conocimiento de las cues-
estudio para participar en el mismo. tiones de seguridad y salud a todos los grupos
relevantes de esos círculos.
Primera fase: dos semanas
Tercera fase: una semana
A este nivel, se enseñó a los 40 participantes
seleccionados la seguridad y la salud y su Unicamente quince círculos de estudio se
importancia. Dado que los trabajadores agríco- han seleccionado para esta fase. Los partici-
las viven y trabajan en el mismo lugar, una pantes han recibido una formación correspon-
parte de dicha formación estuvo dedicada a diente a sus papeles, que consiste en crear comi-
sensibilizar sobre las condiciones de vida: siones de salud y de seguridad a todos los
entorno, agua, salubridad, higiene y salud. Este niveles de la organización sindical, en redactar
curso resulta importante ya que ciertas enfer- y aplicar programas de formación y educación
medades que sufren los trabajadores y sus fami- en la materia, en negociar y examinar las cues-
lias tienen su origen en la suciedad, la falta de tiones con los empleadores y el gobierno, en
higiene y de limpieza de las viviendas. integrar estas cuestiones en la red de la UITA,
Respecto a las condiciones de trabajo, se les en investigar en el lugar sobre los problemas de
enseñó el método FASE (Encontrar – Analizar- salud y seguridad con los que se encuentran los
Solucionar – Evaluar), el cual consta de cuatro trabajadores y en utilizar los resultados para
etapas: el diseño de un inventario de los ries- mejorar sus condiciones. En una palabra, esta-
gos de las condiciones de trabajo tras la identi- ban encargados de garantizar la aplicación de
ficación de los problemas, la sugerencia de solu- la política de la NUPAW en la materia. La for-
ciones, la evaluación de los resultados para ver mación abarcaba los siguientes ámbitos:
si se ha solucionado el problema y, en caso • la presentación de propuestas preliminares
negativo, tomar las medidas pertinentes. Los en materia de salud y seguridad en los con-
otros temas tratados abarcan la legislación venios colectivos;
nacional sobre la seguridad y la salud y los con- • los convenios de la OIT sobre la salud, la
venios colectivos en vigor. En el NUPAW, los seguridad y el medio ambiente;
problemas de seguridad y salud se han clasifi-
cado como sigue: • las funciones de los comités de salud y segu-
ridad;
• ergonomía;
• el papel de los representantes de la salud y
• polvo; la seguridad, y
• ruidos y vibraciones, con efectos en el • la planifición y la organización de los cursos
cuerpo, y en especial los oídos, y las medi- de salud y seguridad.
das de protección;
• productos químicos y disolventes con sus Todas estas actividades se llevaron a cabo
efectos en la salud de los trabajadores y las con la participación de expertos en salud y
medidas de prevención. seguridad del SLF.

58
Preguntas planteadas normalmente durante Aplicación del Proyecto
los cursos:
• En primer lugar, muchos trabajadores agrí- Como se ha mencionado anteriormente,
colas no son conscientes de los peligros de su existe un uso indiscriminado de productos quí-
trabajo. Segundo, muchos trabajadores, micos – sobre todo de plaguicidas – en todo el
como consecuencia de su pobreza, tienen que mundo y sobre todo en los países en desarro-
asumir riesgos y a menudo se resignan. Los llo. Dicho uso amenaza no sólo la vida y salud
trabajadores no son conscientes en general de los consumidores, de los trabajadores agrí-
de los graves riesgos profesionales que colas y la de sus hijos, provocando cánceres y
representa su trabajo y que amenazan su malformaciones congénitas, sino que también
salud y su seguridad, la salud de su familia, contamina el medio ambiente, contaminando la
la del conjunto de la sociedad así como el tierra, el aire y el agua.
medio ambiente. Los que son un poco cons-
cientes de los peligros de su trabajo carecen Necesidad de informar
de la formación necesaria para reducir los
riesgos y mejorar las condiciones de trabajo Si bien debemos reconocer las ventajas para
mediante prácticas apropiadas. nuestra vida cotidiana de los productos quími-
• Los que viven y trabajan en las plantaciones cos, es fundamental obtener información com-
son generalmente muy pobres, por lo que pleta y fiable de lo que debemos utilizar, para
aceptan fácilmente cualquier trabajo. Sin hacerlo de forma segura y duradera. Un
embargo, el gran problema es que a los em- empleo adecuado de los productos químicos
pleadores no les informan suficiente y ade- exige una información adecuada sobre su natu-
cuadamente sobre los productos químicos raleza, sus usos, sus peligros/riesgos, sus efec-
que utilizan, ni les suministran los trajes de tos, su control y sobre la eliminación de los mis-
protección para el uso o manejo de plaguici- mos. No es suficiente saber que existen datos,
das. La legislación sobre estos últimos es insu- sino que hay que saber dónde se pueden obte-
ficiente, ya que no existe ninguna regulación ner con más facilidad. Dicha información es
relativa al uso de plaguicidas o al envenena- necesaria para la protección de la salud
miento por uso de los mismos. Los casos de humana y el entorno a todos los niveles del
envenenamiento químico no son declarados. ciclo de los productos químicos, desde su pro-
Los trabajadores que pulverizan, recogen o ducción/extracción/importación, transporte,
escardan, y todos los que han estado más o almacenaje y uso hasta su reutilización, reci-
menos expuestos, dejan las tierras sin poder claje, exportación y eliminación. Se requieren
lavarse por falta de instalaciones o de agua. asimismo para tomar decisiones sobre las nor-
Vuelven a casa con los mismos trajes con los mas en los siguientes aspectos: registro, regula-
que trabajaron, por lo que exponen a su fami- ción, transporte, intervención de urgencia, pre-
lia al contagio. No existe alcantarillado para vención de accidentes laborales en el contexto
las viviendas construidas sobre las plantacio- de la educación y la sensibilización.
nes y las de los trabajadores carecen a me- Los coordinadores nacionales encargados
nudo de los requisitos mínimos de vivienda. de la salud, seguridad y medio ambiente de los
GPPen Ghana, Tanzanía, Uganda y Zimbabwe
recibieron en el Pesticide Trust de Londres una
El papel del GPP formación en materia de necesidades, recursos,
En este programa, el NUPAW ha tratado de disponibilidad y utilización de la información.
abordar los temas mencionados a través de las
siguientes estrategias: Sistema de informacíon sobre la
1. Se han establecido comités de seguridad y gestión de los productos químicos
salud en todas las estructuras del NUPAW Se debería establecer un sistema de infor-
para aplicar su política en la materia. mación para facilitar el flujo de información,
2. La educación impartida en los círculos de que permitiría a las partes participantes acce-
estudios difunde los conocimientos en la der a la información relativa a la gestión de los
materia entre los sindicalistas que partici- productos químicos, intercambiarla, difundirla
pan en los mismos. y facilitar su acceso a todos los que la necesiten.
3. El coordinador nacional de la salud, seguri-
dad y medio ambiente nombrado controla
la ejecución del programa.

59
Para qué sirve la información Información de tipo comercial
A nivel interno, la información es útil para Debería incluir las estadísticas sobre las
los trabajadores, las comisiones de seguridad y exportaciones/importaciones, la producción y
salud, los animadores de los círculos de estu- designación nacional de los productos quími-
dio, los responsables de las filiales y los diri- cos, los consejos sobre la seguridad en el trans-
gentes sindicales; a nivel nacional, sirve a otras porte de las sustancias, y las relativas al eti-
organizaciones sindicales, a los organismos quetado, empaquetado y almacenaje, así como
gubernamentales, como el Ministerio de Agri- los lugares de utilización.
cultura, y a las ONG, como la Oficina Nacional
de Gestión Medioambiental (NEMA). En el Información sobre las disposiciones
plano internacional, pueden acceder a la misma legales / jurídicas
la secretaría y los miembros de la UITA, otras
organizaciones sindicales internacionales o ins- Es decir, las leyes nacionales pertinentes
tituciones internacionales como la Organiza- promulgadas y/o en vigor, reglamentos, así
ción de las Naciones Unidas para la Agricultura como lo relativo a la ratificación y aplicación de
y la Alimentación (FAO), la Organización los convenios internacionales y otros acuerdos
Mundial de la Salud (OMS), la Organización ratificados por el Gobierno.
Internacional del Trabajo (OIT), la Organiza-
ción de Cooperación y Desarrollo Económicos
(OCDE) y el Programa de las Naciones Unidas Fuentes de información
para el Medio Ambiente (PNUMA). Los Ministerios ugandeses
Los Ministerios de Agricultura, de la Salud,
Tipos de información del Trabajo, del Comercio e Industria, del Trans-
Información química porte, la Oficina Nacional de Gestión Medio-
ambiental (NEMA) y las inspecciones de tra-
Debería englobar, entre otros, las propieda- bajo.
des físicas y químicas de una sustancia, sus uti-
lidades, los efectos en el hombre y el medio Industria /agricultura
ambiente, las medidas de urgencia en caso de
accidente/derrame, los métodos de eliminación, Las empresas producen hojas de datos sobre
las medidas legislativas, el nombre comercial, los productos que producen y exportan, las cua-
los nombres comunes y científicos, su compo- les contienen información sobre sus efectos en
sición, su toxicidad. la seguridad y la salud de los trabajadores, las
emisiones y la seguridad de su transporte y
Información ecológica manutención.

Debería incluir tanto los riesgos de conta- Instituciones de investigación


minación y los datos sobre la transmisión, como y establecimientos universitarios
los relativos a su persistencia, biodegradabili-
dad, bioacumulación y posibles reacciones quí- Se trata de centros de investigación univer-
micas. sitarios y científicos, de bibliotecas para los
investigadores, así como los centros internacio-
Información sobre los trabajadores nales de documentación.

Deberían referirse, por un lado, los datos en Grupos de interés público


materia de seguridad, las medidas de seguri-
dad y empleo sin riesgo de plaguicidas y equi- Las asociaciones de consumidores y otras de
pos, consignas explícitas/pictogramas; por el utilidad pública y los miembros de ONG eco-
otro, los datos sobre casos de envenamiento y lógistas constituyen otra fuente esencial de
accidentes, cantidades y tipos de plaguicidas información.
utilizados y las zonas geográficas donde se
emplean. Centros de primeros auxilios
Los hospitales, clínicas locales y servicios
públicos (de urgencias y seguridad) también

60
pueden informar. Dichas instituciones, además • Global Environmental Epidemiology Net-
de informar en caso de accidente o de derrame work (Red Mundial de Epidemiología Eco -
tóxico, orientan asimismo sobre los síntomas y lógica);
diagnóstico, los antídotos, los tratamientos y • Pollutant Release and Transfer Registry
cuidados, los métodos de prevención y las (PRTR);
medidas de limpieza.
• Procedimiento de Consentimiento Funda-
mentado Previo (PIC), y
Fuentes internacionales • Contaminantes Orgánicos Persistentes
Organización de las Naciones Unidas (COPs).
para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) Organización de Cooperación
y Desarrollo Económicos (OCDE)
La FAO, creada en octubre de 1945, es la
mayor institución especializada del sistema de La OCDE ha editado las directrices para los
Naciones Unidas. Con el mandato de interve- organismos de ayuda al desarrollo sobre la ges-
nir en los casos de urgencias alimentarias y tión de plaguicidas.
agrícolas, trata todo un amplio abanico de
temas y ha elaborado exhaustivas publicacio- CAB International
nes sobre la protección de los cultivos y los pla-
guicidas. La CABI, organización intergubernamental
e internacional competente en la materia,
Organización Internacional del Trabajo cuenta con 37 países miembros que proporcio-
(OIT) nan servicios a la agricultura a nivel mundial.
Su misión es ayudar a mejorar el bienestar en
La OIT, siempre preocupada por la seguri- todo el mundo mediante la difusión, aplicación
dad y la salud en el lugar de trabajo, elaboró y creación de conocimientos científicos, en
un Convenio sobre los productos químicos apoyo de un desarrollo duradero, haciendo
(núm. 170), y participó asimismo en el Pro- hincapié en la agricultura, la silvicultura, la
grama Internacional sobre Seguridad de las seguridad y la gestión de los recursos natura-
Sustancias Químicas (IPCS). les, teniendo en cuenta en especial las necesi-
dades de los países en desarrollo.
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Red de lucha contra los Plaguicidas
Dentro del ámbito del IPCS, la OMS trabaja (PAN)
con la OIT y el PNUMA en la redacción de la
Recommended Classification of Pesticides by La PAN es una alianza internacional de gru-
Hazard (clasificación de los plaguicidas reco- pos voluntarios, sociedades civiles, ONG y par-
mendada en función de los riesgos) de la OMS, ticulares en defensa de la sustitución de los pla-
que ayuda a clasificar los principios activos de guicidas por métodos ecológicamente sanos. La
los plaguicidas y sus fórmulas según el grado red se ocupa asimismo de actividades de movi-
de toxicidad. La OMS trabaja asimismo con lización a nivel local, nacional e internacional,
dicho Programa en la edición de los Environ- como la campaña contra los «doce indeseables»
mental Health Criteria (Criterios de Higiene y participa en acciones de promoción de la agri-
Medioambiental) en forma de una serie de cultura y el desarrollo rural durables.
monografías sobre los plaguicidas, que ofrecen
una orientación sobre los riesgos para la salud Existen además otras fuentes internaciona-
y el medio ambiente. Junto con la FAO, la OMS les de información.
patrocina el Codex Alimentarius, que establece
las normas sobre los plaguicidas en los alimen- La industria y sus asociaciones
tos y productos perecederos.
La industria y sus asociaciones pueden
Programa de las Naciones Unidas para suministrar información fundamental sobre
el Medio Ambiente (PNUMA) una utilización sana de los productos químicos.
Así, por ejemplo, la Global Crop Protection
El PNUMA cuenta con información sobre Federation (GCPF) (Federación Mundial de
los siguientes programas y proyectos: Protección de los Cultivos), anteriormente

61
GIFAP (Agrupación Internacional de Asocia- 3. Hojas de datos sobre la seguridad de los pro-
ciones Nacionales de Fabricantes de Productos ductos químicos.
Agroquímicos), es el principal órgano repre-
4. Recopilación y análisis de datos sobre los
sentante de esta industria a nivel mundial. Esta
accidentes provocados por el uso de pla-
Federación publica notas informativas sobre
guicidas y sobre las fórmulas particular-
temas técnicos, monografías sobre la mayoría
mente peligrosas.
de los temas esenciales sobre los plaguicidas,
así como un boletín periódico. Lleva a cabo ade- 5. Información sobre la lucha integrada contra
más nueve proyectos de utilización sin riesgos los enemigos de los cultivos.
en Guatemala, Tailandia y Kenya.
Trabajo en la red
Nuevas necesidades de formación
El NUPAW planea reforzar el trabajo en la
El Proyecto Mundial sobre Plaguicidas se red de sus órganos, así como los de la UITA y
elaboró en apoyo de la aplicación de dos reso- las ONG internacionales, como PAN, Pesticide
luciones adoptadas por la Conferencia Mun- Trust, CABI, para evaluar la información y
dial de Agrupaciones del Comercio Agrícola agrupar el material didáctico.
de la UITA, que exigió a los afiliados de esta Este trabajo en la red puede reforzarse ade-
última: más mediante visitas de las organizaciones que
se ocupan de los plaguicidas, viajes de estudios
1. Participar en el equipo nacional de coordi-
y afiliación a órganos como la PAN.
nación correspondiente que elabore el
balance nacional que estime la infraestruc-
tura nacional para la gestión de los produc- Documentación sobre
tos químicos, así como todo programa de la información
acción pertinente que se obtenga del
El NUPAW se esfuerza en crear un centro de
balance. Esto ayudará a asegurar que este
intercambio de información entre los trabaja-
último refleja los problemas a los que se
dores bajo la forma de documentos y conclu-
enfrentan los trabajadores agrícolas, sus
siones, de planes de acción y otras informacio-
familias y comunidades, así como las medi-
nes, y sobre todo crear una base de todos los
das a tomar por el gobierno y las otras par-
datos registrados.
tes interesadas para tratar los problemas
Las técnicas existentes – correo electrónico,
señalados por dicho balance nacional.
discos compactos Rom e Internet – facilitarán
2. a) Presionar para obtener una rápida ratifi- este proyecto.
cación del Convenio de Rotterdam sobre
el Procedimiento de Consentimiento Fun- Acción ante el Gobierno
damentado Previo (PIC) de Ciertos Pla-
guicidas y Productos Químicos Peligrosos En el marco de su actividad global y conti-
Objeto del Comercio Internacional (1998). nua, el NUPAW empuja al Gobierno ugandés a
b) Apoyar la campaña de la UITA para la dar seguimiento a la Conferencia de las Nacio-
recopilación sistemática de información nes Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desa-
sobre los accidentes al utilizar plaguici- rrollo (CNUMAD), denominada Cumbre para
das (según los criterios del Convenio) e la Tierra, celebrada en Brasil en 1992, aplicando
indicarlos a los órganos competentes, sea el punto 21 de su orden del día, y en concreto
del Gobierno o del Convenio para que los el capítulo 19 sobre la gestión sana de los pro-
incluyan en su competencia. ductos químicos tóxicos respetuosos del medio
ambiente, que comprende la elaboración de los
Esta situación incitó al NUPAW a elaborar balances nacionales para evaluar a los órganos
nuevas estrategias para adoptar planes de nacionales de información sobre la gestión de
acción tras esta resolución. Aunque el GPP los productos químicos para ratificar el Conve-
completa las actividades del EAC, han surgido nio de Rotterdam.
nuevas necesidades de formación:
1. Seguridad en la utilización de productos Conclusión
químicos.
El uso indiscriminado de productos quími-
2. Identificación, clasificación y etiquetado de cos, y en especial los plaguicidas, que causa
los productos químicos. enfermedades y muertes entre los trabajadores

62
agrícolas por ausencia de información, equi- consistiría en trabajar en la promoción de un
pamiento de protección y la utilización de desarrollo agrícola y rural duradero a través de
materiales con conocido riesgo para el hombre, campañas nacionales, en la contratación, en la
agrava los problemas ya existentes, como los organización y formación, en la sensibilización
bajos salarios, la vivienda precaria, la ausencia sobre la amplitud del problema y en reaccionar
de formación y las normas laborales obsoletas. colectivamente para mejorar la situación.
El camino a seguir para la UITA y sus afiliados

63
Los plaguicidas en la agricultura:
amplitud del problema en Asia
Annie Rice
Funcionaria de información
Programa InFocus sobre Trabajo sin Riesgo
CIS/OIT

Un conocimiento básico de la amplitud del cultura siempre será una actividad de alto
empleo de plaguicidas en un país es lo primero riesgo en lo que se refiere al número de acci-
que hace falta para garantizar un entorno labo- dentes y enfermedades registrados por su mano
ral sano y seguro a los trabajadores agrícolas y de obra. Casi la mitad de la fuerza laboral mun-
fomentar un desarrollo sostenido del sector dial, es decir, más de 1.300 millones de perso-
agropecuario. La adquisición de una clara con- nas, trabajan la tierra. El 80 por ciento vive en
ciencia de las cuestiones de que se trata y de la Asia, y sólo dos países – China y la India –
amplitud de los efectos sobre la salud laboral y reúnen más del 60 por ciento de la mano de
ambiental, y a continuación la utilización de los obra agrícola mundial, y el 78 por ciento de la
conocimientos adquiridos con el fin de adoptar de Asia (véase el gráfico 1).
medidas eficaces que consigan mejoras, sentarán Aunque el porcentaje de mano de obra dedi-
las bases sobre las que establecer las prioridades cada a la agricultura es inferior al 10 por ciento
nacionales y las estrategias con miras a la acción. en los países más desarrollados de la región, en
la mayoría de los países en desarrollo supone
Los peligros pueden agravarse un porcentaje importante de la fuerza laboral,
hasta el 60 por ciento, e incluso más del 90 por
La evaluación de las consecuencias de los ciento en casos extremos, por ejemplo en Nepal
plaguicidas en un país determinado dependerá (véase el cuadro 1).
de muchos factores, entre ellos los siguientes: La contribución de la agricultura al pro-
importancia relativa del sector agrícola, número ducto interno bruto (PIB), aunque es impor-
de personas que trabajan en tareas agrícolas, tante, siempre es pequeña. A medida que los
estructura del uso de la tierra, clases de cultivo países se hacen más ricos, la parte correspon-
y tipo y evolución de los plaguicidas utilizados. diente a la agricultura en el PIB disminuye y
Los efectos sobre la salud laboral y ambiental cada vez hay menos personas que trabajan la
del uso de plaguicidas también dependerá de la tierra. Así, la población mundial económica-
cantidad y los usos a que se destinen, la toxici- mente activa que trabaja en la agricultura se
dad de cada plaguicida y el grado de exposición
individual, definido por su forma de aplicación,
Gráfico 1. Población económicamente activa
el tipo de formulación, la movilidad ambiental en la agricultura, en 1998
del plaguicida, etc. Además, es preciso recordar
que los peligros relacionados con el empleo de
técnicas agrícolas modernas pueden verse agra-
vados por la exposición a graves condiciones cli-
máticas, grandes esfuerzos físicos, horas de tra-
bajo irregulares y extenuantes, aislamiento y
otros factores físicos y sociales, tales como la
desnutrición, bajos niveles de vida y niveles ina-
decuados de higiene comunitaria.

Población en peligro
Aunque la población en peligro variará por
supuesto según los países, dependiendo sobre
todo de los factores antes mencionados, la agri-

64
espera que pase del 47,1 por ciento en 1996 al número de trabajadores y de comunidades
42 por ciento en el año 2000, y al 38 por ciento rurales a un riesgo creciente de envenena-
en el 2010. Incluso así, sigue suponiéndose que miento por productos agroquímicos. Por otra
en los países de Asia Meridional la mano de parte, los pastos permanentes predominan en
obra agrícola continuará creciendo y se man- muchos países de la región, y por ejemplo en
tendrá por encima del 50 por ciento. Estos paí- Mongolia se extienden por el 75 por ciento de
ses y los de Asia oriental, en los que los traba- su superficie. Este tipo de utilización de la tie-
jadores agrícolas todavía constituyen el 47 por rra no requiere la misma cantidad de insumos
ciento de la fuerza laboral, seguirán siendo pre- en forma de productos químicos agrícolas y por
dominantemente agrícolas en el curso de los 15 consiguiente no supone la misma magnitud de
a 20 próximos años. riesgo a este respecto que en el caso de los cul-
Aunque más de la mitad de la población tivos (véase el cuadro 2).
quizá trabaje en el sector agrícola o dependa de
éste en muchos países de la región, ocurre tam- Productividad agrícola
bién que la agricultura es un sector tradicio- y nuevos riesgos
nalmente olvidado como consecuencia del inte-
rés puesto en el desarrollo industrial y del La producción agrícola de los países de Asia
rápido aumento de la urbanización. es la que más rápidamente ha crecido en todo el
mundo, por término medio un 3,2 por ciento cada
Utilización de la tierra año entre 1982 y 1992, y aún continúa en lo que
se refiere a muchos países aunque, como puede
Otro factor importante para definir quién verse en el cuadro 3, este crecimiento se está esta-
está en peligro, y dónde, es la utilización de la bilizando en la mayoría de casos en los últimos
tierra. En total, sólo algo más del 11 por ciento años. El crecimiento se debe en parte a cambios
de la superficie terrestre del mundo se utiliza técnicos, por ejemplo, al aumento de las tierras
para cultivos agrícolas, incluidos los cultivos de regadío y el empleo de tractores y abonos,
permanentes como el té y el café. No obstante, todo lo cual constituye indicadores de la eficien-
en países concretos ese porcentaje puede ser cia agrícola y refleja el grado de inversiones en la
mucho mayor. Por ejemplo, en Bangladesh el mejora de la agricultura (véase el cuadro 3).
66,8 por ciento de toda su superficie se dedica Asia posee la parte más extensa de tierras cul-
a cultivos que pueden exponer a un enorme tivables de regadío de todo el mundo, un 37 por

Cuadro 1. Mano de obra agrícola


País Porcentaje de mano Valor añadido de la agricultura,
de obra agrícolaen 1998 a en porcentaje del PIB, en 1998 b

Australia 4,7 3
Bangladesh 57,7 23
Camboya 70,8 51
China 68 18
Corea, República de 11,3 7
Fiji 40,8 24,5 c
Filipinas 40,8 17
India 60,5 25
Indonesia 49,7 16
Japón 4,6 2
República Democrática Popular Lao 76,7 52
Malasia 20,2 12
Mongolia 25,7 33
Nepal 93,2 40
Nueva Zelandia 9,2 8,1 c
Pakistán 47,9 25
Papua Nueva Guinea 75,2 28
Sri Lanka 46,1 22
Tailandia 58 11
Viet Nam 68,2 26
Total mundial 45,6 5
a b c
Fuentes: FAOSTAT, 1999; Banco Mundial, 1999; Cifras de 1987.

65
Cuadro 2. Utilización de la tierra, en porcentaje de la superficie total
País Cultivos periódicos, 1997 a Cultivos permanentes, 1997 a Pastos permanentes, 1996 b

Australia 6,9 0,03 53,9


Bangladesh 60,8 2,5 4,6
Camboya 20,9 0,6 n.d. c
,

China 13,3 1,2 42,8


Corea, República de 17,5 2 0,9
Fiji 10,9 4,6 9,4
Filipinas 17,2 14,7 4,2
India 54,5 2,66 3,8
Indonesia 9,9 7,2 6,5
Japón 10,4 1 1,7
República Democrática
Popular Lao 3,5 0,22 n.d.c
,

Malasia 5,5 17,6 0,8


Mongolia 0,8 – 74,7
Nepal 20,3 0,5 12,2
Nueva Zelandia 5,8 6,4 50,5
Pakistán 27,3 0,73 6,4
Papua Nueva Guinea 0,13 1,35 n.d.c
,

Sri Lanka 13,4 15,8 6,8


Tailandia 33,4 6,6 1,5
Viet Nam 17,4 4,7 1,5
Total mundial 10,6 1 n.d.c
,

Fuente: a FAOSTAT, 1999; b


FAOSTAT, 1997. c
No existen datos.

Cuadro 3. Productividad y eficiencia agrícola

País Crecimiento anual Número Empleo de abonos Tierras de regadío


medio del valor de tractores (en miles (en porcentaje
añadido de por cada de toneladas de la tierra
la agricultura 10 km 2 métricas) b cultivable)
(en porcentaje) a
1980-90 1990-98 1988 1987 1997 1979-81 a 1997 b

Australia 3,3 1,1 0,7 1 349 2 260 3,5 5,1


Bangladesh 2,7 1,5 0,5 706 1 072 17,1 44,8
Camboya n., d.c 2,2 n,.d.c 6 8 4,9 7,1
China 5,9 4,3 2,0 22 687 35 988 45,1 38,3
Corea, República de 2,8 2,1 8,9 840 906 59,6 60,5
Fiji n,.d.c n,.d.c n,.d.c 21,5 19 1,4 1,1
Filipinas 1 1,5 2,2 486 810 14 16,3
India 3,1 3,4 3,9 8 822 16 195 22,8 33,5
Indonesia 3,4 2,8 0,4 2 265 2 463 16,2 15,5
Japón 1,3 -2 365,5 2 037 1 510 62,6 62,9
República Democrática
Popular Lao 3,4 4,5 n,.d.c 0,5 3,5 15,4 19,2
Malasia 3,8 2 2,7 699 1 200 6,7 4,5
Mongolia 1,4 1,9 0,1 24 2 3 6,4
Nepal 4 2,3 0,7 54 109 22,5 38,2
Nueva Zelandia 3,8 2,2 5,6 370 691 5,2 8,7
Pakistán 4,3 3,8 6,8 1 720 2 659 n,.d.c 81,4
Papua Nueva Guinea 1,8 4,1 n,.d.c 14,7 13 n,.d.c n,.d.c
Sri Lanka 2,2 1,5 12,3 206 210 28,3 31,8
Tailandia 3,9 3,1 6,5 587 1 478 16,4 24,5
Viet Nam n.,d.c n.,d.c 5,3 421 1 571 24,1 31,9
Total mundial 2,7 1,2 n,.d.c 139 589 137 254 17,8 18,8
a b c
Fuente: Banco Mundial, 1999. FAOSTAT, 1999. No existen datos.

66
ciento por término medio, y alcanza el 80 por notoriamente por debajo de la realidad, pero la
ciento en el Pakistán. Incluso en climas más OIT estima que el 14 por ciento de todas las
húmedos el regadío puede ser importante, por lesiones laborales y el 10 por ciento de los falle-
ejemplo en el Japón donde el 61 por ciento de la cimientos en el sector agrícola se debe a la expo-
tierra cultivable es de regadío. Ese país también sición a plaguicidas. De ser así, la cifra de tra-
registra el crecimiento más rápido del consumo bajadores agrícolas muertos por culpa de los
de abonos, el 5,3 por ciento anual. Estos pro- plaguicidas se situaría en aproximadamente
gresos han permitido que Asia casi triplicara el 17.000 por año. Aunque los países en desarro-
rendimiento de sus cultivos básicos, que desde llo consumen aproximadamente el 20 por
principios del decenio de 1950 ha pasado de 1,1 ciento de la producción mundial de plaguici-
tonelada por hectárea a 3 toneladas. Parte de das, registran aproximadamente el 70 por
esta tendencia, característica de la productivi- ciento del número total de envenenamientos
dad agrícola asiática, se debe a la llamada agudos, es decir, más de 1.100.000 casos cada
«Revolución Verde», gracias a la cual nuevas año. Por su parte, la Organización Mundial de
variedades de cultivo que permitían obtener la Salud considera que el número total de casos
una mayor producción aumentaron los ingresos de envenenamiento por plaguicidas oscila
de los campesinos pobres o sin tierra. Por ejem- entre 2 y 5 millones por año, y de ellos 40.000
plo, una encuesta realizada en el sur de la India son mortales (véase el cuadro 4).
puso de manifiesto que entre 1973 y 1994 los
ingresos reales medios de los pequeños campe- China y la India ocupan el primer lugar
sinos aumentaron el 90 por ciento, y el de los de envenenamiento por plaguicidas
campesinos sin tierra el 125 por ciento. La
ingesta de calorías por los pequeños campesi- Los países de Asia, incluidos el Japón y Aus-
nos y los campesinos sin tierra aumentó, del 58 tralia, consumen aproximadamente el 24 por
al 81 por ciento, y la de proteínas del 103 al 115 ciento de la producción mundial de plaguicidas
por ciento. No obstante, estos nuevos cultivos pero, dado que la región tiene la principal con-
de alto rendimiento también tienen sus incon- centración de trabajadores agrícolas, se deduce
venientes: su demanda de técnicas de cultivo que en términos numéricos la mayoría de los
que requieren gran intensidad de mano de obra envenenamientos por plaguicidas en el mundo
y grandes cantidades de agua y productos quí- se registra en los países en desarrollo de Asia, en
micos en forma de abonos y plaguicidas expone particular China y la India (véase el cuadro 4).
a los trabajadores agrícolas a nuevos peligros. La magnitud de los riesgos para la salud
laboral y del medio ambiente debidos a la expo-
Productos químicos agrícolas sición a plaguicidas variará según el tipo de
producto utilizado, las cantidades y el uso a que
El empleo de plaguicidas constituye una se destina – por ejemplo, el tipo de cultivo – y
característica constante del trabajo agrícola. Los el modo de aplicación, los grupos de riesgo
plaguicidas son, por definición, venenos especiales y las condiciones climáticas.
empleados para destruir o erradicar organis-
mos indeseados, por lo general especies que de
no utilizarse dichos productos podrían causar Gráfico 2. Empleo de plaguicidas, por regiones
grandes pérdidas económicas a los cultivos o
transmitir enfermedades. Dado que se trata de
biocidas, son potencialmente peligrosos para
otras especies, incluida la humana. Por consi-
guiente, no es sorprendente que éstos y otros
productos químicos agrícolas constituyan uno
de los mayores riesgos laborales que originan
envenenamientos y muertes y, en algunos
casos, cánceres relacionados con el trabajo.

Cada año hay miles de muertos


debido a los plaguicidas
Las cifras de personas enfermas por causa
de los plaguicidas, tanto en los países desarro-
llados como en los países en desarrollo, están Fuente: ONUDI, 1993.

67
La mayoría de las operaciones con plaguici- desarrollo. Además, se supone que los insecti-
das tiene por finalidad erradicar insectos, malas cidas continuarán siendo con mucho el tipo de
hierbas y agentes patógenos de las plantas, lo plaguicida más utilizado en algunos países de
que hace que actualmente se utilicen principal- Asia.
mente insecticidas, herbicidas y fungicidas. Sea Otro factor que influye en la amplitud del
cual fuere el plaguicida, prácticamente nin- empleo de determinados plaguicidas es el tipo
guno será suficientemente específico para de cultivo que se supone protegen. Los cultivos
excluir todo daño a otras especies distintas de comerciales, en especial los de plantación, cons-
la que tiene por objetivo. Los herbicidas figu- tituyen el principal mercado para los plaguici -
ran entre los más específicos y en cambio la das en los países en desarrollo, y los productos
mayoría de los insecticidas rara vez pueden dis- químicos se emplean cada vez más en la agri-
tinguir entre las plagas fijadas como objetivo, cultura de subsistencia en la que el trabajador
los insectos beneficiosos, los grandes mamífe- y el público pueden verse más expuestos al
ros e incluso los seres humanos. Los fungicidas peligro que representan, debido a una ignoran-
se encuentran en general entre ambos. cia relativa de sus efectos y a la falta de protec-
ción. En lo que respecta al valor de mercado, la
Organismos patógenos e insectos mayoría de los plaguicidas se destinan, aproxi-
prosperan en las regiones tropicales madamente, sólo a 10 grandes cultivos en todo
el mundo: maíz, trigo, arroz, algodón, soja,
Países diferentes mostrarán características remolacha azucarera, vides y frutas y legum-
distintas en lo que se refiere al consumo de bres en general (véase el gráfico 3).
tipos concretos de plaguicidas. De ahí que los En términos monetarios, las frutas y legum-
países en desarrollo, en especial los que tienen bres figuran en primer lugar en cuanto a los cul-
climas tropicales o subtropicales que favorecen tivos que exigen plaguicidas. No obstante,
la aparición de organismos patógenos e insec- desde el punto de vista del medio ambiente
tos perjudiciales para los cultivos agrícolas y puede ser más pertinente la cantidad de pla-
de plantación, sean grandes usuarios de insec- guicida utilizado por superficie cultivada
ticidas que en general son los plaguicidas más (índice de utilización). En tal caso el algodón se
perjudiciales para los seres humanos. Por su sitúa en el primer lugar ya que consume dos
parte, las industrias agrícolas altamente desa- veces más cantidad de plaguicidas que la soja
rrolladas del Japón y de Australia son grandes y ocho veces más que el trigo.
usuarias de herbicidas, como parte de sus Por consiguiente, es muy importante en lo
esfuerzos por aumentar el rendimiento de los que respecta a las posibles consecuencias para
cultivos. El Japón y Corea destacan en esa la salud y el medio ambiente saber qué clase
región por su utilización de fungicidas, debido de plaguicida se emplea, dónde y para qué tipo
probablemente a que estos países tienen climas de cultivo. Dado que es sabido que las frutas
más húmedos, que suelen favorecer las enfer- y legumbres consumen la mayor parte de los
medades de las plantas. plaguicidas, se deduce que los países de Asia
Aunque en los países en desarrollo se y el Pacífico serán los principales usuarios, ya
emplean muchos menos plaguicidas que en los que representan aproximadamente el 45 por
países industrializados, se espera que incre- ciento de la producción mundial de esos pro-
menten su empleo más rápidamente. Las ven- ductos. China ocupa el primer lugar en la pro-
tas de plaguicidas aumentaron el 28 por ciento ducción de legumbres ya que produce más de
a lo largo del decenio de 1990 en los países en una cuarta parte del total mundial, y la India

Cuadro 4. Utilización regional de plaguicidas, por clases,


en porcentaje de su parte de mercado en 1990

Región Herbicidas Fungicidas Insecticidas

América del Norte 33 28 18


Europa 35 52 29
Asia 15 6 30
América Latina 9 7 9
Resto del mundo 8 7 14
Fuente: ONUDI, 1993.

68
Gráfico 3. Principales combinaciones de cultivos El arroz del Japón consume más de la
y plaguicidas, en miles de millones de dólares mitad del total de plaguicidas
delos Estados Unidos, en 1990
El uso de plaguicidas para cultivos concre-
tos puede registrar grandes diferencias según
los países. Por ejemplo, si bien el Japón tiene
únicamente el 1 por ciento de la superficie mun-
dial dedicada al cultivo de arroz, usa más de la
mitad del total mundial de herbicidas y fungi-
cidas y casi la mitad de los insecticidas desti-
nados a este cultivo.
La amplitud de los efectos sobre la salud que
tiene la exposición a plaguicidas también
dependerá en gran medida de la toxicidad del
producto concreto que se utilice en una zona.
Exceptuando los plaguicidas químicos que se
obtienen de manera natural, las bacterias y
otros organismos biocidas (que sólo represen-
tan una pequeña parte de los de plaguicidas uti-
lizados), la mayoría pertenecen únicamente a
cuatro grupos principales que dominan el mer-
cado: organoclorados, organofosfatos, carba-
matos y piretroides (véase el gráfico 3).

Los cuatro grupos principales


Insecticidas organoclorados
Se trata de los primeros plaguicidas orgá-
nicos sintéticos, desarrollados en el decenio de
1940. Actúan trastornando el funcionamiento
normal del sistema nervioso. Cabe citar entre
ellos la aldrina, la dieldrina, la endrina, el clor-
dano, el DDT, el HCH, el endosulfán, el hepta-
cloro y el metoxicloro. Ahora se utilizan menos,
debido principalmente a que muchas especies
de insectos han desarrollado resistencia a ellos,
y también porque su persistencia en el medio
ambiente los ha hecho inaceptables, y en tercer
lugar porque se almacenan en los tejidos gra-
sos de los seres humanos y otras especies y por
consiguiente pueden bioacumularse en la
cadena alimentaria. Estos dos últimos factores
Fuente: ONUDI, 1993.
han conducido a graves restricciones e incluso
a la prohibición de su empleo en algunos paí-
ses, pero estas medidas no han impedido que
siguieran utilizándose en algunos países en
el segundo lugar, aunque produce menos de la desarrollo, debido principalmente a que son
mitad que China. Asia también registra apro- baratos, a que están disponibles en el país, al
ximadamente el 25 por ciento de la producción «dumping» de los países industrializados y, lo
de fruta, siendo la India el tercer productor que resulta irónico, a su amplio espectro de
mundial (después del Brasil y los Estados Uni- actividad y eficacia a largo plazo. Hace sólo 10
dos). Esta región también registra casi la mitad años, el DDT todavía representaba el 70 por
de la producción de cereales, en la que vuel- ciento de todos los plaguicidas utilizados en la
ven a encontrarse a la cabeza China, la India y India, aunque ya había sido prohibido, limi-
los países arroceros de Asia meridional y tado o retirado de la venta en más de 40 países
oriental. del mundo.

69
Organofosfatos tencias acumuladas de plaguicidas obsoletos
altamente tóxicos, gran parte de los cuales se
La preocupación por los efectos de los pro- reciben gratuitamente mediante programas de
ductos organoclorados sobre el medio ambiente ayuda extranjera. La Organización de las Nacio-
provocó el paso a plaguicidas organofosfata- nes Unidas para la Agricultura y la Alimenta-
dos, menos persistentes ambientalmente. Estos ción (FAO) estima que varios países de Asia tie-
compuestos no se almacenan en el cuerpo pero nen existencias que superan en cada caso las
sus efectos pueden acumularse. Los primeros 5.000 toneladas, algunas de las cuales pueden
organofosfatos, como por ejemplo el paratión, tener más de 30 años. Debido a la falta de ins-
solían tener propiedades similares a las de los talaciones de eliminación eficientes e inocuas
primeros gases asfixiantes desarrollados para para el medio ambiente, concretamente incine-
la guerra y por tanto eran extremadamente tóxi- radores a altas temperaturas, estas existencias
cos para los mamíferos y los seres humanos. aumentan constantemente.
Ulteriores progresos permitieron producir En muchos países los contenedores de pla-
organofosfatos menos tóxicos para el hombre. guicidas están al aire libre, donde se deterioran
Entre los ejemplos corrientes figuran el mala- y filtran su contenido al suelo y al agua. La FAO
tión, el diclorvos, el diazinón, el fenitrotión, el dice que algunos de esos plaguicidas son tan
bromofos, el temefos, etc. tóxicos que unos pocos gramos podrían enve-
nenar a miles de personas o contaminar una
Carbamatos extensa superficie.
Todos, países donantes, organismos de
Estos plaguicidas actúan de manera similar ayuda, empresas agroquímicas y países recep -
que los organofosfatos pero no se almacenan en tores, son responsables de la acumulación cons-
el tejido graso y no se acumulan. Cabe citar tante de plaguicidas obsoletos en los países en
entre ellos el aldicarb, el metomil, el propoxur, desarrollo. La solución a largo plazo de los cos-
el bendiocarb, el carbaril y el fentiocarb. tosos problemas de eliminación (los costos de
eliminación oscilan entre 3.500 y 5.000 dólares
Piretroides por tonelada) reside en prevenir ante todo la
acumulación, manteniendo unas existencias lo
Esta clase de plaguicida se obtuvo a partir de más pequeñas posible y reduciendo radical-
las piretrinas de origen natural. Tanto el pelitre mente la utilización de plaguicidas.
como los piretroides sintéticos resultan intere-
santes por cuanto son relativamente no persis- Grado de exposición individual
tentes en el medio ambiente y relativamente a los plaguicidas
inocuos para los mamíferos. Esta seguridad
relativa, junto con su extraordinaria actividad Las personas pueden verse expuestas de
insecticida, ha hecho que sean los insecticidas varias maneras a los plaguicidas: manejando
cuyo consumo aumenta más rápidamente. Cabe los productos químicos en el lugar de trabajo,
citar entre ellos la bioaletrina, la cihalotrina, la mezclando o aplicando los productos, perma-
cipermetrina, la fenvalerata, el permetrino, el neciendo en la zona donde se aplican los pla-
resmetrino y el bioresmetrino. guicidas o cerca de ella, bebiendo o comiendo
Si los problemas laborales y ambientales productos contaminados, etc. Por consiguiente,
están directamente relacionados con las canti- para poder reducir la exposición es preciso
dades y los tipos de plaguicidas empleados, tener en cuenta varios factores.
todos estos factores podrán tomarse como indi-
cadores del grado que alcanzarán los proble-
mas en el futuro a menos que se adopten medi- Maneras de reducir
das para evitar o reducir la utilización de la exposición
plaguicidas, en especial sus variedades más Presentaciones
tóxicas.
Existen muchísimas presentaciones de los
Existencias acumuladas plaguicidas: pulverizadores, nebulizadores,
de plaguicidas cebos, concentrados, gránulos, etc. Los pulve-
rizadores y nebulizadores son mucho menos
En muchos países en desarrollo un pro- fáciles de contener y pueden contaminar gran-
blema especial para la salud y el medio des extensiones y exponer a mayor número de
ambiente lo constituye la gran cantidad de exis- personas a peligros directos e indirectos. Este

70
riesgo puede reducirse en cierta medida utili- Falta de legislación,
zando presentaciones granulares, y todavía normas o formación
más empleando maquinaria de plantación que
pueda enterrar los gránulos donde se haya La FAO también citó un estudio realizado en
sembrado la semilla. Indonesia según el cual el 58 por ciento del
equipo manual de pulverización era defectuoso
Equipo de aplicación y dejaba escapar el producto. En Malasia, la falta
de formación, el mantenimiento inadecuado del
Del mismo modo que existen diversas pre- equipo y la insuficiete ropa de protección con-
sentaciones, existen diferentes métodos de apli- tribuyen a extender el envenenamiento por pla-
cación de los plaguicidas, que pueden influir guicidas entre los operadores, así como el exceso
mucho en el grado de exposición. Por supuesto, de residuos de plaguicidas en el agua. Según un
es muy conveniente la implantación de pellets o informe relativo a Viet Nam, el suministro de
gránulos, que son relativamente poco peligro- equipo seguro de pulverización es escaso,
sos para el operador, pero en la gran mayoría debido principalmente tanto a la inexistencia de
de prácticas agrícolas los plaguicidas se aplican legislación nacional y de normas como a la falta
mediante pulverización, ya sea desde el aire o de formación de los operadores.
desde tierra con maquinaria montada en tracto-
res, o por trabajadores que utilizan un aparato Antecedentes económicos
pulverizador colgado a la espalda. La contami- y culturales
nación es mucho más probable si se emplean
esas técnicas. Actualmente existe la tecnología que per-
Si se pulverizan a mano los cultivos, como mite una utilización más segura y eficiente de
ocurre en la gran mayoría de los lugares de tra- los plaguicidas, pero su aplicación depende de
bajo agrícola de los países en desarrollo de Asia, la capacidad técnica y de los antecedentes eco-
el riesgo para los operadores es considerable. nómicos y culturales del país de que se trate.
La situación es aún peor porque la tecnología Para mejorar la aplicación y reducir la exposi-
utilizada en muchos países para rociar con pla- ción a los plaguicidas, será por tanto necesario
guicidas data de hace más de 40 años. Además, introducir equipo de pulverización uniforme
gran parte del equipo de pulverización está en de buena calidad, enseñar a los agricultores y
muy malas condiciones y muchos agricultores formar a los operadores.
todavía creen que la mejor manera de aplicar Si los cultivos son pulverizados desde el
los plaguicidas es «en grandes cantidades, con aire, por helicópteros o aviones, el riesgo
gran presión y en altas dosis». sufrido por los operadores puede ser inferior,
pero la contaminación ambiental y pública será
Incumplimiento considerablemente mayor. La pulverización
de las normas de calidad aérea sufre desviaciones que pueden afectar a
grandes zonas y a comunidades enteras. Según
En 1997, la FAO publicó una nota de prensa la altura a que se efectúe, las turbulencias, la
en la que destacó entre otras cosas la situación velocidad del viento, etc. hacen que a menudo
existente con respecto a las técnicas de pulve- menos de la mitad del plaguicida caiga dentro
rización con plaguicidas en Asia. Afirmó que del campo señalado como objetivo.
en el Pakistán aproximadamente el 50 por
ciento de los plaguicidas empleados quedaba Principales grupos en riesgo
inutilizado debido a la mala calidad de la
maquinaria de rociado y a una aplicación ina- Aunque todos los factores indicados deter-
decuada. Existen informaciones que indican minan el posible grado de exposición a peligros
que en la India se registran elevados niveles laborales y ambientales para la salud de la
de residuos de plaguicidas en los cultivos ali- comunidad agrícola, las consecuencias reales se
mentarios, en comparación con los registrados sentirán más en determinados grupos. Los gru-
por término medio en el mundo, lo que indica pos más vulnerables son las poblaciones rura-
que la aplicación es inadecuada. Aunque en la les pobres que trabajan en la agricultura de sub-
India existen normas nacionales para el sistencia o en plantaciones en calidad de peones
equipo de pulverización, todavía existen mu- remunerados por día, los trabajadores estacio-
chos pequeños fabricantes que atienden las nales o migrantes sin tierra, y las mujeres y los
necesidades locales sin ajustarse a las normas niños que trabajan como peones (véase el cua-
de calidad. dro 5).

71
Cuadro 5. Condición laboral de la población agrícola en determinados países
(en porcentaje)
País Trabajadores fijos Trabajadores Trabajadores familiares
y por cuenta propia a jornal no remunerados

Bangladesh 38,6 39,1 21,9


Corea, República de 58,4 6,9 34,6
Fiji 59,5 4,5 35,7
Filipinas 51,8 20,2 27,9
Indonesia 48 12 40
Japón 49,1 11,5 39,9
Malasia 46,3 27,5 26,1
Nueva Zelandia 37,1 57,6 5,2
Pakistán 53,9 9,5 36,5
Sri Lanka 34,6 43,7 21,5
Tailandia 34,1 9 56,8
Fuente: OIT, 1996.

Las poblaciones rurales pobres no verse expuestos a peligros laborales en pri-


mer lugar, y para recibir un trato justo en
Uno de los rasgos característicos del trabajo segundo lugar. Los trabajadores migrantes y
agrícola es que se lleva a cabo fundamental- estacionales pueden sufrir múltiples exposicio-
mente en un entorno rural en el que las condi- nes a productos químicos acumulados en dife-
ciones de vida y de trabajo están interrelacio- rentes lugares de trabajo.
nadas y los factores ambientales desempeñan
un papel decisivo. La contaminación del medio Mujeres
ambiente por los plaguicidas origina peligros
para la salud pública de las familias de los tra - En Asia, el 80 por ciento de la mano de obra
bajadores y las comunidades en que viven, así agrícola está compuesta por mujeres. Con una
como para los propios trabajadores y los ani- doble carga, la de sus responsabilidades fami-
males de granja. En especial, en los países en liares y la de su trabajo en la agricultura, la
desarrollo gran número de trabajadores rurales carga laboral de la mujer es realmente pesada.
viven en condiciones extremadamente primiti- Además, sus ingresos siguen siendo bajos ya
vas, a menudo aislados, sin comida, agua ni sis- que dependen de la venta de productos prima-
temas de saneamiento adecuados, o sin acceso rios cuyos precios no controlan.
a los servicios de salud. Estas comunidades
rurales suelen carecer de la educación y la infor- Dos veces más mujeres
mación necesarias para oponerse a los peligros en la agricultura
con que se enfrenta su salud.
Un cambio importante registrado en los últi-
Trabajadores eventuales y migrantes mos años ha sido del número de mujeres que
forman parte de la mano de obra agrícola asa-
El trabajo temporal en la agricultura se lariada. En la región de Asia y el Pacífico su pre-
caracteriza por formas de trabajo eventual, con- sencia se ha multiplicado por dos desde 1980,
diciones laborales precarias y escasa o nula pro- hasta alcanzar casi el 45 por ciento de los tra-
tección social. Debe recordarse que la mayor bajadores asalariados de ese sector. A nivel
parte de los empleos agrícolas en Asia son en mundial, esta cifra asciende aproximadamente
general por días, eventuales o estacionales. Los al 20 por ciento. No obstante, estas tareas son
jornaleros pueden carecer completamente de las más de las veces estacionales y van acom-
tierras o ser pequeños campesinos. Los trabaja- pañadas de un riesgo creciente de exposición a
dores temporales pueden estar más expuestos los plaguicidas y la maquinaria.
a operaciones «sucias» que los demás trabaja- Las consecuencias de los plaguicidas sobre
dores agrícolas y poseer menos formación para la salud también pueden ser más graves para
llevar a cabo las tareas. También es posible que las mujeres, por diversas razones: su mayor
los trabajadores migrantes tengan dificultades carga de grasa corporal, en la que determina-
de idioma y culturales en el trabajo y en su vida dos plaguicidas tienen tendencia a acumularse,
diaria, lo que los hace menos capacitados para su capacidad reproductora y, en caso de estar

72
Cuadro 6. Niños de 10 a 14 años de edad nos países en desarrollo. Hay grandes probabi-
que trabajan (en porcentaje del lidades de que esos niños de las zonas rurales
total de niños de esas edades) empiecen a trabajar antes (a los 5, 6 o 7 años de
edad) y que trabajen más días y horas que la
País Niños de 10 a 14 años mano de obra infantil de las zonas urbanas. En
de edad que trabajan especial, es probable que las niñas empiecen a
Bangladesh 30,12 trabajar antes y en consecuencia se les niegue
China 11,55 el acceso a la educación.
Corea, República de 0
Filipinas 8,04
India 14,37 Una forma moderna
Indonesia 9,55 de esclavitud
Japón 0
Muchos niños han trabajado y siguen tra-
Malasia 3,16
Nepal 45,18 bajando en la agricultura desde una temprana
Pakistán 17,67 edad, como parte de su vida familiar, ayudando
Tailandia 16,22 a sus padres en el campo y en diversas tareas.
Fuente: Fyfe, 1996. Muchos, de sólo 7 u 8 años de edad, no cobran
un salario o forman parte de un equipo fami-
liar en empresas de gran escala que producen
para la exportación. A menudo no están con-
expuestas durante el embarazo, el peligro de tratados oficialmente aunque trabajen a destajo
perjudicar al feto. Las mujeres también pueden o por el sistema de cuotas.
estar más expuestas a los efectos de los plagui- Muchos niños se ven obligados a trabajar en
cidas debido a la desnutrición y el agotamiento. el sector agrícola, donde el trabajo forzoso de
los niños es mayor que en el sector manufac-
Mano de obra infantil turero. La servidumbre por deudas, muy habi-
tual en zonas rurales de Asia meridional, cons-
En el sector agrícola existe mano de obra tituye una forma moderna de esclavitud por la
infantil, tanto en las pequeñas granjas como en cual una persona ofrece su trabajo, o el de un
las grandes explotaciones comerciales. A pesar niño, a cambio de un adelanto o crédito mone-
de las mejoras y de las legislaciones nacionales tario. A veces sólo se empeña al niño, que se
que prohíben el trabajo infantil en muchos paí- convierte en una mercancía en lo que no es sino
ses, persiste el problema, a la vez como resul- uno de los peores procesos de la explotación
tado y manifestación de la pobreza, en especial infantil.
en el sector agrícola.
Existen pocos datos sobre el número de Los niños pequeños están
niños que trabajan en la agricultura, pero frecuentemente en peligro
encuestas recientes de la OIT dan a entender
que por lo menos 120 millones de niños de eda- Sin embargo, sea cual fuere la forma de
des comprendidas entre 5 y 14 años trabajan a explotación, muchos niños que trabajan se
tiempo completo, y aproximadamente 250 enfrentan a importantes amenazas para su
millones si se incluyen también aquéllos para salud y seguridad, incluso en las pequeñas
los que el trabajo es una actividad secundaria. explotaciones agrícolas familiares que produ-
El 61 por ciento del total vive en Asia, lo que cen gran parte o la mayor parte de la produc-
supone más de 152 millones de niños, de los ción agrícola del país. Es probable que las
cuales 73 millones trabajan con carácter per- pequeñas explotaciones utilicen indebida-
manente (véase el cuadro 6). mente los productos químicos del mismo modo
La mano de obra infantil es mucho más que las grandes empresas comerciales. Según
numerosa en las zonas rurales que en las urba- datos correspondientes a Sri Lanka, las muer-
nas; en la agricultura trabaja el 77 por ciento del tes infantiles debidas a envenenamiento por
total de los niños económicamente activos de plaguicidas en granjas y plantaciones son supe-
menos de 15 años de edad. Por ejemplo, en Ban- riores a las causadas por enfermedades infanti-
gladesh el 82 por ciento de los 6,1 millones de les como el paludismo y el tétanos. Aunque no
niños económicamente activos del país trabaja trabajen, los recién nacidos y los niños muy
en la agricultura. Es éste un sector en el que los pequeños están frecuentemente expuestos al
niños constituyen una parte importante de la peligro de los plaguicidas ya que acompañan a
mano de obra total: cerca de un tercio en algu- sus madres en el campo. Ningún país puede

73
permitirse hacer trabajar a los niños en vez de ayudaría a preparar mejores políticas e iniciati-
enviarlos a la escuela y ninguna familia, si no vas para reducir los peligros relacionados con
es por necesidad económica, desea que sus hijos esa mano de obra, y de este modo avanzar en
sufran en los campos desde una temprana la eliminación de esas formas de empleo.
edad. Es preciso un mayor compromiso de los
gobiernos, los empleadores y los sindicatos
para hacer frente al problema del trabajo infan- Bibliografía
til en la agricultura.
Banco Mundial. 1999. En el umbral del siglo XXI, Informe sobre
Comprensión de la economía el desarrollo mundial, 1999-2000, Washington, D.C.
del trabajo infantil —. 1998. El conocimiento al servicio del desarrollo, Informe sobre
el desarrollo mundial1998-1999, Washington, D.C.
Las respuestas tradicionales del problema Centro para Nuestro Futuro Común. 1993. Programa para el
consisten en mejorar la legislación, pero las más cambio: el programa 21 y los demás Acuerdos de Río de Janeiro
de las veces en las regiones en desarrollo la pro- en versión simplificada, Ginebra.
tección jurídica efectiva no se extiende más allá FAOSTAT. 1999. Datos estadísticos de la base de datos de la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
de las zonas urbanas y el sector estructurado. y la Alimentación en: http//apps.fao.org/cgi-bin/nph-
Por consiguiente, la protección de los niños en db.pl?subset=agriculture.
las pequeñas explotaciones depende de otras Fyfe, A. 1996. Cosecha amarga. El trabajo infantil en la agricul-
medidas, como por ejemplo el conocimiento tura, OIT, Ginebra.
por parte de la comunidad de las alternativas OIT. 1996. Los asalariados agrícolas: condiciones de empleo y de
al trabajo infantil, en particular la importancia trabajo, Ginebra.
de la educación. La educación de los pobres, ONUDI. 1993. Informe mundial sobre el desarrollo industrial,
especialmente de las niñas, es la manera más 1993, Viena.
eficaz de evitar la explotación infantil en los tra- PNUD. 1999. Desarrollo humano: informe 1999, Nueva York.
bajos agrícolas. Una mejor comprensión de la Short, K. 1994. Quick poison, slow poison: pesticide risk in the
economía del trabajo infantil en la agricultura lucky country, Australia.

74
América Latina: La prevención debe ser
el principio orientador en materia de accidentes
y enfermedades profesionales. Los trabajadores
deben ser informados acerca de los riesgos
a que están expuestos y recibir formación para
que tomen medidas preventivas en el ejercicio
de sus actividades
Heloísa Farza
Consultora en salud en la agricultura
Programa InFocus Trabajo sin Riesgo
OIT

América Latina es una amplia región del Incremento del precio de varios
continente americano dividida en dos zonas productos destinados a la exportación
geográficas, América Central (Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y El crecimiento económico de los países en
Panamá) y México por una parte, y América del desarrollo se ha realizado por lo general en fun-
Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colom- ción de factores externos e internos. Los facto-
bia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uru- res externos han sido la recuperación de la eco-
guay y Venezuela) por la otra. nomía de los países industrializados, que ha
Cuenta con una superficie total de más de favorecido una gran afluencia de capital, la libe-
dos millones de hectáreas, de las que el 8 por ralización del comercio internacional y el
ciento se dedica por lo general a la agricultura. aumento de los precios de los productos para
Este porcentaje varía según el país, pasando del la exportación (FAO, 1996). Los de carácter
2 por ciento en Bolivia y Guyana al 36 por ciento interno han sido la estabilización sociopolítica
en El Salvador. y macroeconómica, la menor intervención del
En 1998 su población total era de 465 millo- poder público en la economía y la apertura del
nes, es decir, el 8 por ciento de la población mun- comercio exterior. Estos cambios han permitido
dial, porcentaje que se mantendrá hasta el año la importación de bienes, que no sólo fortalecen
2010 en un contexto de crecimiento de la pobla- la productividad sino también la inversión en
ción mundial equivalente al 13,1 por ciento y que educación, lo cual crea eficacia y permite el
deberá estar apoyado por el desarrollo de la eco- desarrollo tecnológico.
nomía y la producción de alimentos.
Formación de alianzas estratégicas
Tendencias económicas
La globalización de los mercados, basada en
La población mundial económicamente un mayor comercio internacional y en la mo-
activa (PEA) se eleva a 2.865 millones, de los dernización de los medios de comunicación, ha
que 1.307 millones están empleados en la agri- creado una interdependencia financiera y polí-
cultura (FAOSTAT, 1999). Su proporción en tica entre los países. La nueva distribución de
relación al total de los trabajadores se está redu- fuerzas ha tenido como corolario la formación
ciendo progresivamente, con una creciente de alianzas estratégicas para establecer meca-
desaceleración del 0,6 por ciento entre 1990 y nismos de protección regional, tales como el
2000, y del 0,4 por ciento entre 2000 y 2010 (OIT, Mercado Común de América Central, el Mer-
1996). Sin embargo, tanto su número absoluto cado Común del Sur (MERCOSUR), el Tratado
como la superficie de terreno agrícola continúa de Libre Comercio de América del Norte (TLC)
creciendo. y la Alianza Andina.

75
Degradación de la situación lugar de los productos tradicionales, no tuvo
de los trabajadores éxito en todos los países.

Sin embargo estos cambios han afectado Los trabajadores agrícolas


tanto a la agricultura como a todas aquellas son los más pobres del mundo
actividades de escaso desarrollo tecnológico en
las que los resultados de producción son menos En América Latina, la población empleada
previsibles y en los que el rendimiento por uni- en la agricultura vive principalmente en las
dad es escaso. Como resultado de la compe- zonas rurales. La concentración de tierras y la
tencia internacional bajan los precios, lo que mecanización, exacerbadas por la mundializa-
induce a una desregulación del trabajo que se ción, han acelerado el empobrecimiento de esta
traduce a su vez en una degradación de la situa- población y su éxodo hacia la periferia urbana,
ción de los trabajadores en los planos político, donde como consecuencia de ello ha aumen-
económico y de salud y de seguridad en el tra- tado el índice de paro, ya considerable, y se han
bajo. Los tratados de libre comercio, basados en agravado las condiciones de supervivencia
parámetros económicos, conllevan los siguien- (véase el gráfico 1).
tes efectos: En general, la mayor parte de las personas
• la flexibilidad laboral, con una gran movili- pobres del mundo son trabajadores agrícolas
dad geográfica de los trabajadores, el cam- (OIT, 1990). Según la Organización de las Nacio-
bio de las formas de producción, la elabora- nes Unidas para la Alimentación y la Agricul-
ción de contratos precarios y la individuali- tura (FAO) y la Comisión Económica para Amé-
zación de las relaciones laborales favorecida rica Latina (CEPAL), entre 1980 y 1990 el número
por la intermediación de las agencias de total de pobres de la región había aumentado
empleo (Bronstein, 1997); en 60 millones, y a pesar de tratarse de un fenó-
meno fundamentalmente urbano, su incidencia
• la reestructuración tecnológica de las empre- y gravedad continúa siendo mayor en el medio
sas agrícolas, con el objetivo de acelerar el rural (Banco Mundial, 1980 y 1982).
crecimiento;
• la competitividad basada en la máxima ren- Acceso limitado a las prestaciones
tabilidad, la supresión de las subvenciones
y la especialización de la mano de obra, que Las condiciones de vida y de trabajo de la
supone la desaparición de las pequeñas y población agrícola están muy relacionadas. El
medianas empresas y favorece la mayor aislamiento de los lugares de residencia limita
importancia de los latifundios 1. el acceso a la mayor parte de los servicios, en
concreto, a las redes de distribución de agua
La producción agrícola potable, saneamiento, transporte público, ser-
vicios de salud, servicios de orientación técnica,
Los primeros años del decenio de los etc. La insalubridad de la vivienda afecta a los
noventa constituyeron una etapa de estanca- pequeños propietarios y a las grandes empre-
miento de la producción agrícola mundial por sas por el hecho de emplear trabajadores tem-
habitante y la agravación de la situación de porales y migrantes con frecuencia sin cober-
deficiencia alimentaria en el mundo. El número tura legal, social ni sindical (Vanackere, 1988;
de países en situación precaria pasó de 15 en Forastieri, 1997).
1994 a 29 en 1997 (FAO, 1996), de los que más
de la mitad pertencen al continente africano. Mujeres, personas mayores y niños
A pesar de este estancamiento, los países de
América Latina han mantenido un ritmo de La migración de los hombres jóvenes hacia
producción superior a su crecimiento demo- las ciudades hace que el trabajo agrícola sea
gráfico, pero, siendo países que dependen enor- cada vez más un trabajo de mujeres, de perso-
memente de sus exportaciones agrícolas, han nas mayores y de niños. Estas personas carecen
orientado su producción hacia el mercado exte- prácticamente de formación e información
rior, el cual determina el tipo de plantaciones y sobre los riesgos en los que incurren, por lo que
su precio de venta. La política de diversifica- las malas condiciones en las que trabajan tienen
ción de los años noventa que favoreció la expor- consecuencias más graves. Las mujeres consti-
tación de productos agrícolas con una elastici- tuyen ya el 40 por ciento de la mano de obra del
dad-ingreso y una elasticidad-precio más sector, y de los 15 millones de niños con los que
elevadas (plantas ornamentales, piñas), en cuenta el mercado laboral en América Latina y

76
el Caribe, el 56 por ciento de los que tienen entre baja productividad, salarios insuficientes y
5 y 7 años se encuentra en el sector agrícola agravación de la pobreza.
(OIT, 1996a; Forastieri, 1997). En 1989, entre el La situación socioeconómica del trabajador
20 y el 25 por ciento de los trabajadores rurales agrícola de América Latina constituye un pro-
brasileños tenía menos de 18 años (CEPAL, blema adicional para la caracterización de esta
1993), siendo considerable la proporción de los población en su relación contractual (FAO,
menores de 10 años (OIT, 1997a). A finales de 1996). Pueden ser asalariados permanentes,
1997 en Brasil 28.000 niños trabajaban en la pro- propietarios independientes, pequeños propie-
ducción de carbón, caña de azúcar y sisal tarios que realizan actividades temporales en
(OIT/IPEC, 1997b). otras propiedades, miembros de la familia no
remunerados o incluso trabajadores tempora-
Tierras vendidas, salarios insuficientes les originarios de otras regiones o de países
y agravación de la pobreza vecinos. La percepción de las dificultades vivi-
das varía, multiplicando así los comportamien-
La migración de los varones supuso una tos respecto a los cambios.
desaceleración de las modificaciones técnicas y
comerciales exigidas por la coyuntura econó- Discriminación de la población
mica y una pérdida del nivel de competitivi- india y mestiza
dad. Lo anterior se tradujo en una mayor venta
de tierras, paro, migración, trabajo temporal, Los trabajadores temporales representan
más de un tercio de la mano de obra en Guate-
mala y México, la quinta parte de Honduras y
un cuarto de la misma en Panamá (FAO, 1996).
Gráfico 1. Distribución de los trabajadores En 1989, en Brasil el 33 por ciento estaba cons-
agrícolas en América Central, por categorías tituida por mujeres. En Chile eran el 80 por
ciento de los empleados en la recolección de
fruta (un 52 por ciento de mujeres); el 32,1 por
ciento de los empleados agrícolas en Ecuador
(Gómez y Klein, 1993).
A lo anterior se añade además el problema
de la población india y mestiza, fuertemente
discriminada en los planos político, social y eco-
nómico. Aunque algunas veces se trata de
pequeños propietarios, la mayoría de las veces
son trabajadores sin tierra (más del 50 por ciento
de la población rural de Guatemala y el 65 por
ciento de los productores de café en México)
(véase el gráfico 2).

La formación se limita a algunos


problemas puntuales
En general, la formación profesional es prác-
ticamente inexistente. La percepción del riesgo
que supone el trabajo resulta insuficiente o no la
hay. Los Ministerios de Trabajo y Salud de algu-
nos países organizan ciclos de formación e infor-
mación en colaboración con otras instituciones
nacionales o internacionales, pero que interesan
principalmente a los cuadros técnicos y a los ins-
pectores de trabajo, siendo pocas las veces que
se dirigen a los trabajadores y a los pequeños
propietarios. Además, tratándose de cursos
impartidos a nivel local y con un contenido limi-
Fuente: Seguridad y salud en la agricultura, Informe VI (1), tado, sólo pueden solucionar determinados pro-
Conferencia Internacional del Trabajo, 88.a reunión, 2000, blemas y no inducen un cambio de comporta-
Ginebra, OIT. miento o de métodos de trabajo a largo plazo.

77
Las condiciones de trabajo El trabajo es temporal, con largas jornadas y
fases de intensificación de las actividades. En la
Además de las actividades típicas del cul- agricultura de subsistencia se emplean técnicas
tivo, como la preparación del suelo, la siembra, tradicionales y se explotan diversas especies
la limpieza de plantas, la utilización de plagui- vegetales en pequeñas parcelas, mientras que
cidas y abonos, la cosecha y la limpieza de los las granjas de producción comercial, de
campos, el trabajo de la tierra exige otras acti- pequeño y mediano tamaño, invierten en meca-
vidades de apoyo a ese proceso y al hábitat en nización, practican todavía la variedad de cul-
general, como el desbroce de nuevos terrenos, tivos y los rotan pero cultivan un número
la construcción de vías de acceso y de sistemas menor de especies agrícolas. Las granjas de
de irrigación, la construcción y mantenimiento gran tamaño practican el cultivo intensivo de
de edificios, el trabajo en los silos, el manteni- una sola especie vegetal en grandes superficies.
miento de herramientas y máquinas, la gana- La reducción de la diversidad vegetal, el hecho
dería, etc. Se trata principalmente de pequeñas de que no se roten los cultivos y el aumento de
granjas (del 45 al 90 por ciento de la superficie la superficie empobrecen el suelo de los ele-
arable, según el país) pero algunas pueden mentos nutritivos necesarios y reducen la auto-
abarcar más de 1.000 hectáreas (latifundio). regulación de las especies biológicas. De todo
Cuanto más extensa es una propiedad, mayor ello se deduce la necesidad de la mecanización,
es la superficie que se destina a la ganadería o de la utilización de abono en grandes cantida-
se deja en barbecho. des y del tratamiento químico y sistemático de
los cultivos.
Incremento de los riesgos en función
de la complejidad de los métodos La legislación sobre
de trabajo el trabajo agrícola
El nivel tecnológico varía según el tamaño La legislación relativa al trabajo agrícola
de la propiedad, la especie vegetal cultivada y varía según el país de América Latina de que se
la capacidad económica de los agricultores. Los trata: en Brasil y Venezuela se aplica un Código
factores de riesgo para la salud aumentan en de Trabajo general basado en las prácticas y
proporción a la complejidad de los métodos de necesidades de la industria, con normas sobre
trabajo. la utilización de plaguicidas y maquinaria agrí-
El modo de producción determina el tipo de cola. En Colombia, Costa Rica, Honduras y
agricultura: de subsistencia o comercial, en par- México, la Ley General contiene algunas dispo-
celas reducidas o de naturaleza extensiva, con siciones relativas al sector (Alvarez, 1990), pero
rotación de cultivos o con cultivos intensivos. únicamente en Argentina existe una legislación
específica, la Ley 22248 sobre el Régimen del
Trabajo Agrario que regula las condiciones de
Gráfico 2. Distribución de las propiedades higiene y seguridad de los locales de trabajo, y
agrícolas en Brasil en función de su tamaño de las máquinas y herramientas. Dicha ley esta-
y del nivel de la tecnología empleada blece que la prevención debe constituir la base
del comportamiento respecto a los accidentes y
enfermedades profesionales, que los trabajado-
res deben estar informados de los riesgos labo-
rales y que se les debe proporcionar formación
según el principio de que debe incluirse la pre-
vención en el ejercicio de sus actividades.

Uno de los tres sectores


más peligrosos
Como consecuencia del desconocimiento o
incluso de la inexistencia de una legislación
adecuada, las relaciones laborales con frecuen-
cia se establecen mediante acuerdos colectivos.
La carencia de protección social junto al ineficaz
sistema de control hace que el conflicto y la vio-
Fuente: Garcia y Almeida, 1991. lencia sean la manera de dirimir las diferencias.

78
Riesgos asociados Las principales víctimas
al trabajo agrícola son los trabajadores temporeros
La agricultura es uno de los tres sectores de Los índices mundiales de accidentes labo-
la producción más peligrosos del mundo. En rales han aumentado al final de la última
Estados Unidos, a pesar de la escasa proporción década (Proteção, 1990). Los trabajadores están
de trabajadores empleados en ese sector (2,7 expuestos a riesgos directamente ligados a sus
por ciento de la PEA2), la agricultura tenía entre actividades así como a riesgos medioambienta-
1995 y 1996 el segundo mayor índice de muer- les (intemperies, rayos ultravioleta, animales
tes por accidentes laborales y el tercero por venenosos y vegetales alergenos), siendo las
lesiones profesionales (National Safety Coun- principales víctimas los temporeros, que here-
cil, 1996 y 1997). La agricultura abarca todo tipo dan los trabajos más peligrosos y carecen prác-
de explotaciones, y si bien en las grandes pro- ticamente de formación para prevenirlos.
piedades los trabajadores tienen mayor acceso
a la información, a los equipos de protección y a Declaración insuficiente
los servicios de salud, también son mayores y de los accidentes menores
más frecuentes los riesgos a los que se exponen.
Las principales causas de accidentes, por
Más de 200.000 muertes orden de frecuencia, son las relacionadas con
anuales en el mundo instrumentos cortantes y puntiagudos, las aso-
ciadas a los tractores y sus accesorios y las vin-
La OIT recibe casi 2.200 declaraciones anua- culadas a los productos químicos (National
les de accidentes laborales en la agricultura, Safety Council, 1997). Sin embargo, la eviden-
mortales o no (OIT, 1996). Tomando como base cia de la insuficiente notificación de los acci-
los índices de mortalidad de Estados Unidos y dentes menores con herramientas o máquinas,
de los países industrializados de Europa, donde plaguicidas, caídas, resbalones y otros tantos
cuentan con mejores condiciones de trabajo y factores de riesgo hace que los datos disponi-
con buenos sistemas de diagnóstico y de regis- bles, incluso en los países desarrollados, sean
tro, se puede deducir que las cifras mundiales claramente inferiores a la situación real, sin que
de muertes relacionadas con el trabajo agrícola se pueda estimar la proporción de casos no
sobrepasan los 200.000 casos anuales. declarados (véase el cuadro 1).

Cuadro 1. Tasa de mortalidad por accidentes laborales


en la agricultura en América Latina

País Tasa de mortalidad en la agricultura Número de accidentes


declarados

Argentina* (07/96 – 06/97) 0,443/1.000 trabajadores asegurados (07/96 – 06/97) 16.861


Bolivia (1995) 0,000/1.000 personas aseguradas (1995) 2
Chile – (1985) 6.015
Colombia (1995) 0,084/1.000 personas aseguradas (1995) 3.098
Costa Rica (1995) 0,450/1.000 personas aseguradas (1995) 45.442
Ecuador – (1994) 157
El Salvador (1992) 0,270/1.000 trabajadores asegurados (1995) 498
Guatemala (1990) 0,230/1.000 personas aseguradas (1992) 34.480
Guyana – (1995) 3.717
Honduras – (1992) 3.655
México (1989) 1,400/10.000 trabajadores asegurados (1995) 16.088
Nicaragua (1991) 0,688/1.000 personas aseguradas (1996) 324
Panamá – (1996) 3.769
Perú (1990) 0,008/1.000 personas empleadas (1990) 594
Venezuela – (1994) 582

Fuente: OIT, 1997. * Superintendencia de Riesgos del Trabajo, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Buenos Aires, 1997.

79
Por otra parte, la modificación de las clasifi- de plaguicidas al año y por habitante, es decir,
caciones nacionales y de la calidad de los siste- ocho veces más que la media de la población
mas de notificación puede no sólo cambiar las mundial y el doble de la media estimada para
condiciones de vida y de trabajo sino repercutir toda la región (Wesseling y Castillo, 1992).
significativamente en las cifras declaradas. Esto
es lo que se deduce de las estadísticas de Ecua- La Organización Mundial de la Salud (OMS)
dor, que experimentaron un incremento del 181 estima que sólo entre el 5 y el 10 por ciento de
por ciento en el número de accidentes entre 1985 los trabajadores de los países en desarrollo cuen-
y 1990, mientras que Panamá y Brasil, donde no tan con servicios de salud en el trabajo, mientras
se tomaron medidas especiales, detectaron un que en los países industrializados el porcentaje
descenso de casi un 25 por ciento durante el oscila entre un 20 y un 50 por ciento; el Banco
mismo período (Gómez y Klein, 1993). Mundial afirma que dos tercios de las pérdidas
económicas por enfermedades y/o accidentes
Notificaciones prácticamente del trabajo podrían evitarse mediante progra-
inexistentes mas de prevención (OMS, 1997).

A pesar de la importancia y la gravedad de Las consecuencias serán graves


las intoxicaciones agudas y crónicas por el si no se toman las medidas
empleo de plaguicidas, de los dolores muscu- apropiadas
loesqueléticos, de las enfermedades alérgicas,
de las dermatosis, neoplasias, zoonosis, etc., la La producción agrícola parece contar con
declaración de enfermedades profesionales perspectivas mundiales favorables para el fin
prácticamente no se hace en América Latina. del presente decenio gracias a una tasa de cre-
Los datos disponibles provienen a menudo de cimiento netamente superior a la media de los
los resultados de estudios específicos y no per- años ochenta (FAO, 1996; Banco Mundial, 1980
miten extrapolarlos ni al país ni a una región. y 1982). Sin embargo, en el marco de la mun-
Además, la desnutrición, la higiene precaria y dialización de la economía, la agricultura está
las enfermedades a repetición aumentan el experimentando una transformación radical
riesgo de enfermedad profesional, y la super- que, junto al empobrecimiento de la población
posición de patologías profesionales y no pro- rural, la falta de formación sobre salud y segu-
fesionales hacen todavía más difícil su diag- ridad y la desregulación del sector, contribuye
nóstico por parte de los médicos que no tienen al deterioro de las condiciones de vida y de tra-
una formación especializada a este respecto. bajo de los pequeños agricultores y trabajado-
res agrícolas de América Latina.
Menos de la mitad La falta de datos estadísticos fiables y repre-
de los trabajadores cubiertos sentativos complica todavía más la evaluación
por los seguros de la situación, pero permite deducir que si no
se toman al respecto medidas específicas a corto
Algunas veces es posible evaluar la grave- plazo, las consecuencias en el mundo serán
dad de la situación a través de medios indirec- graves, aumentando la pobreza, el paro, las
tos: malas condiciones de trabajo y sus corolarios de
violencia rural y urbana, dependencia alimen-
• «el Brasil rural no alcanza a contar el número
taria, migración internacional y aumento de la
de sus heridos», pero las indemnizaciones
deuda externa de los países. La garantía de los
registradas en 1989 por la Prevención Social
derechos sindicales y la aplicación de las nor-
muestran el pago de 199 pensiones a los
mas fundamentales del trabajo constituirán ele-
dependientes tras la muerte de un familiar;
mentos importantes en la transformación de tal
436 jubilaciones por invalidez y 96.104 pres-
perspectiva.
taciones por enfermedad profesional. Ade-
más, hay que tener en cuenta que el sistema
de seguro no cubre sino el 45 por ciento de Integrar a los trabajadores
los trabajadores (Proteção, 1990); agrícolas en el proceso
de desarrollo
• la importación de plaguicidas en América
Central aumentó casi un 100 por ciento En base a la experiencia de proyectos ante-
durante los años ochenta, llegando a 53,6 riores, y en concreto, al proyecto puesto en mar-
millones de kilos al año. En Costa Rica, cha en América Central a patir de 1993 (CEPAL,
durante el mismo período se utilizaron 4 kilos 1993), la OIT está en condiciones de actualizar

80
la legislación específica, facilitar los acuerdos control de los riesgos que supone la agricultura.
tripartitos sobre las políticas de empleo en la Sólo con esta perspectiva de mejora de las con-
agricultura, promover la salud y la seguridad diciones de vida y de trabajo será posible con-
en el trabajo, desarrollar programas de seguri- jugar un desarrollo estable de la agricultura con
dad social y organizar la formación de los dis- una promoción de la situación de los trabaja-
tintos participantes en materia de prevención y dores agrícolas.

Trabajadores rurales indígenas


C. Ramos Veloz, Servicio de Igualdad y Empleo, OIT

Hay una clase de trabajadores que en de trabajadores indígenas por no haber


muchos casos enfrentan problemas aún mayo- podido acceder a servicios mínimos de salud en
res que los encontrados comúnmente por los las haciendas donde trabajan y por la falta de
trabajadores rurales: éstos son los trabajado- medios económicos para hacerlo. Asimismo, la
res rurales indígenas. cobertura de la seguridad social de estos tra-
En muchos países de América Latina, las con- bajadores es extremadamente limitada, ya que
diciones de vida y de trabajo de estos trabaja- en un cierto número de países es necesaria la
dores y sus familias están por debajo de la media conclusión de un contrato de trabajo formal
de los trabajadores pertenecientes a la llamada con el empleador para poder acceder a ella.
sociedad predominante, incluidos los trabaja- Aunque los convenios sobre la libertad sin-
dores rurales no indígenas. Estas diferencias dical garantizan a todos los trabajadores y tra-
pueden verse en el acceso a la educación, a la bajadoras el derecho a constituir las organiza-
seguridad social, en las tasas de sindicación, en ciones que estimen convenientes, en un
los salarios y en la seguridad y la salud en el tra- elevado número de países los trabajadores y
bajo. En años recientes, estas diferencias tam- trabajadoras del campo encuentran dificulta-
bién se han reflejado en la distribución de tie- des de hecho o de derecho para sindicarse. Esta
rras en los programas de reforma agraria. situación es todavía más grave para los indí-
Un elemento de la política de la OIT hacia genas, a quienes a menudo no se les reconoce
los trabajadores agrícolas consiste en hacer la capacidad jurídica para constituir dichas
extensivo a estos trabajadores varios elemen- organizaciones o para afiliarse a ellas. En la
tos de la protección social de que gozan los tra- mayoría de los países de América Latina con
bajadores de la industria1. Sin embargo, los tra- pueblos indígenas, el número de organizacio-
bajadores rurales indígenas de ambos sexos se nes sindicales de extracción indígena es casi
encuentran, en la mayoría de los casos, sin una inexistente. La Comisión de Expertos tomó
protección social mínima y con desventajas nota de ciertos alegatos sobre la situación de
mayores que los trabajadores o trabajadoras los jornaleros indígenas en México, quienes
rurales no indígenas. El acceso a la educación «no tendrían acceso a las organizaciones sin-
de estos trabajadores y de sus familias se ve dicales independientes y a aquéllas que habían
limitado con frecuencia por la falta de méto- comenzado a organizar a los trabajadores agrí-
dos de enseñanza adecuados que tomen en colas se les había negado sistemáticamente el
consideración factores culturales como las len- registro».
guas y creencias de estos pueblos y que res- En algunos países los trabajadores y traba-
pondan a sus necesidades particulares. jadoras rurales indígenas son considerados por
En relación con la salud, los pueblos indí- otros trabajadores rurales como competidores
genas, en general, tienen condiciones de pr o- en la lucha por la tierra, ya que algunas legis-
tección de la salud más precarias que la media laciones les otorgan ciertos derechos sobre las
de la población. Así, por ejemplo, la Comisión tierras que han ocupado tradicionalmente. En
de Expertos en Aplicación de Convenios y Reco- un comentario referente al Ecuador sobre la
mendaciones de la OIT se refirió – en relación aplicación del Convenio sobre discriminación
con la aplicación por México del Convenio (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111), la
sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 Comisión de Expertos señaló, de manera gene-
(núm.169) – a los daños a la salud de los tra- ral, que en las regiones rurales – si los pueblos
bajadores indígenas en la zona tabacalera del indígenas han perdido todos o la mayor parte
Estado de Nayarit, causados por el uso inten- de sus territorios tradicionales, transformán-
sivo e indiscriminado de plaguicidas tóxicos2. dose en trabajadores agrícolas – su principal
En Paraguay se han detectado casos de muerte problema puede ser una discriminación de

81
facto en materia de condiciones de empleo. Y Aunque el producto del trabajo rural es
si ganan sus vidas como agricultores de subsis- fundamental para todas las sociedades, la solu-
tencia, junto con campesinos y arrendatarios ción a la miríada de problemas que aquejan a
no indígenas, sus principales dificultades sur- estos trabajadores, tanto a hombres como a
gen a menudo de desigualdades para obtener mujeres de origen indígena, no está aún
créditos, o por la falta de facilidades para la escrita. Es indiscutible que una inspección del
comercialización de sus productos, de progra- trabajo más activa en el área rural podría sen-
mas de divulgación y de medios para mejorar tar las bases para mejorar las condiciones de
sus calificaciones profesionales. trabajo de estos trabajadores. Sin embargo, un
En cuanto a los salarios de estos trabaja- estudio de la OIT4 señala, a modo de ejemplo,
dores, la Comisión de Expertos ha constatado, que en varios países de la región (Brasil, Hon-
en ocasiones, una discriminación en relación duras y Uruguay) la inspección del trabajo en
con los trabajadores no indígenas. Este es el la agricultura, al comienzo del decenio de los
caso de los trabajadores indígenas en hacien- años noventa, raramente excedía el 1 por ciento
das en el Chaco paraguayo, donde la Comisión de todas las visitas y la mayoría de éstas se lle-
tomó nota igualmente de informaciones que vaban a cabo como resultado de denuncias
indicaban que los salarios debidos a los traba- individuales o promovidas por la acción sindi-
jadores indígenas sólo son pagados al final del cal. En el caso de los trabajadores y trabajado-
año, con numerosos descuentos incluidos los ras rurales indígenas, estas visitas son todavía
de la alimentación, que muchas veces es menos frecuentes y no existen estadísticas fia-
sobrevalorada. Asimismo, señaló la existencia bles al respecto.
de discriminación en las remuneraciones, ya Una toma de conciencia de la sociedad civil,
que el salario mínimo que perciben los traba- de las autoridades gubernamentales compe-
jadores indígenas es inferior al estipulado por tentes y de las organizaciones sindicales, que
ley, siendo la remuneración de los trabajado- conduzca a acciones concertadas y eficaces, se
res no indígenas superior por el mismo tipo de hace imprescindible para garantizar a estos
trabajo. trabajadores y trabajadoras el pleno goce de
En relación con la situación laboral de las sus derechos humanos fundamentales y de la
trabajadoras indígenas, en una publicación de justicia social de los que han estado excluidos
una organización de derechos humanos3, durante tanto tiempo.
enviada por una organización sindical y citada
en la observación de la Comisión de Expertos
Notas
en 1999 sobre México, se alega que las muje-
res de los jornaleros, en su gran mayoría de ori- 1
Los asalariados agrícolas: Condiciones de empleo
gen indígena, «son quienes realizan las labo- y de trabajo, Programa de Actividades Sectoriales,
res más pesadas», en ocasiones con jornadas OIT, Ginebra, 1996, pág. 25.
de 18 a 20 horas diarias divididas entre los que- 2
Informe de la Comisión de Expertos en Aplica-
haceres domésticos y las labores agrícolas, y sus ción de Convenios y Recomendaciones. CIT, 87.ª reu-
salarios son siempre considerados como com- nión, 1999, pág. 619.
plementarios a los del marido. Además, no 3
La esclavitud en México. Campesinos migran-
gozan de licencia de maternidad ni cuentan tes… sus derechos humanos, Centro de Derechos
con servicios médicos durante el embarazo, Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C., México
viéndose obligadas a trabajar hasta el último D.F., 1998, pág. 19.
4
día de gestación. Los asalariados agrícolas, op. cit., nota 1, pág. 93.

Bibliografía citada Forastieri, V. 1997. «Statistics on working children and hazar-


dous child labour in brief», International Conference on
Alvarez, O.H. 1990. «Las organizaciones de los trabajadores Child Labour, Oslo, octubre.
rurales en América Latina», Debate Laboral, núm. 6, Roma. Gómez, S. y Klein, E. 1993. Los pobres del campo. El trabajador
Banco Mundial. 1980 y 1982. Informe sobre el desarrollo en el eventual, FLACSO/PREALC, OIT, Santiago, Chile.
mundo, 1980 y 1982, Washington, D.C. National Safety Council. 1996. International accident facts, Itaca,
Bronstein, A.S. 1997. «Reforma laboral en América Latina: IL, Estados Unidos.
Entre garantismo y flexibilidad», Revista Internacional del —. 1997. Accident Facts, Itaca, Illinois, Estados Unidos.
Trabajo, vol. 116, núm. 1, Ginebra. Proteção. 1990. Insegurança em números, núm. 9, vol 2, págs.
CEPAL. 1993. Panorama social de América Latina, Naciones 156-159, Brasil.
Unidas, Santiago de Chile. OIT. 1990. Structure and fonctions of rural workers’organizations,
FAO. 1996. La situación de la agricultura y la alimentación, Roma. Ginebra.
FAOSTAT. 1999. Base de datos. —. 1996. Boletín de Estadísticas del Trabajo, Ginebra.

82
—. 1996a. Los asalariados agrícolas: condiciones de empleo y de Wesseling, C.; Castillo, L. 1992. Plaguicidas en América Cen-
trabajo, Programa de Actividades Sectoriales, Ginebra. tral: algunas consideraciones sobre las condiciones de uso,
—. 1996b. «Labour overview. Latin America and the Carib- artículo presentado a la primera Conferencia de Amé-
bean», Noticias de la OIT, Ginebra. rica Central sobre Ecología y Salud, San Salvador, sep-
tiembre, págs. 83-112.
—. 1997a. «Acción contra el Trabajo Infantil: lecciones y prio-
ridades estratégicas para el futuro», Informe de síntesis,
Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo
Infantil (IPEC), Ginebra.
—; IPEC. 1997b. Implementation report: Review of IPEC Expe-
rience 1995-1997, Ginebra. Nota
OMS. 1997. «La santé au travail. Des faits et des chiffres», Aide
1
mémoire, núm. 84, revisado en diciembre, Ginebra. Latifundio, propiedad muy vasta perteneciente a un
Vanackere, M. 1988. «Situación de los jornaleros agrícolas en solo propietario y de la que solamente una pequeña parte de
México», Revista Internacional del Trabajo (Ginebra), vol. 107, la superficie se utiliza para la agricultura o la ganadería.
2
núm.2, págs. 245-268. Población económicamente activa.

83
Panorama de accidentes y enfermedades
en el trabajo rural en el Brasil

Eduardo Garcia Garcia


Rosa Yasuko Yamashita
1
Fundacentro
Brasil

Los datos internacionales han revelado que rales, la OIT afirma que los índices correspon-
el trabajo rural constituye una de las activida- dientes a la agricultura han seguido mante-
des más peligrosas debido a los elevados índi - niéndose constantemente a un nivel elevado en
ces de enfermedad y accidentes que caracteri- el curso de los últimos 10 años, en contraposi-
zan a ese sector, así como a su gravedad. La ción con lo ocurrido en otras ocupaciones peli-
Oficina Internacional del Trabajo (OIT) afirma grosas, como la minería y la construcción, en
que las tareas agrícolas son bastante más peli- que el número de accidentes mortales ha dis-
grosas que otras actividades laborales. Estima minuido (OIT, 1997).
que millones de agricultores y ganaderos
sufren graves daños en su salud y que 170.000 Dependencia de la meteorología
de ellos mueren todos los años en el mundo y de los precios
como consecuencia de su trabajo en ese sector.
Según otros datos de la OIT correspondientes a Aunque se considera en general que el
los Estados Unidos, país en el que los produc- campo es un lugar bucólico y pacífico, el trabajo
tores y trabajadores rurales constituyen sólo el rural es una de las ocupaciones que provoca
3 por ciento de la fuerza laboral, las actividades mayor tensión, debido a que se realiza en con-
agrícolas acumulan el 8 por ciento de todos los diciones meteorológicas adversas, así como por
accidentes laborales. En Italia, a pesar de que la su carácter peligroso, aislamiento, pesadez y
producción rural se obtiene con sólo el 9,7 por largas jornadas de trabajo y por la vulnerabili-
ciento de la fuerza laboral, el 28,7 por ciento de dad económica de los trabajadores del sector.
todos los accidentes de trabajo se registra en la La falta de control de los campesinos en lo que
agricultura (OIT, 1997). respecta a la estabilidad de los precios de los
productos agrícolas, y la vulnerabilidad del sec-
La agricultura ocupa el primer lugar tor frente a las condiciones ambientales que
influyen en la producción del costo de sus pro-
Especialistas de los Estados Unidos decla- ductos, son factores que conducen a la depre-
ran que probablemente ninguna otra ocupación sión y la ansiedad (Ellis y Gordon, 1991).
supone tan gran variedad de peligros para la También son frecuentes los accidentes en los
salud como el trabajo en la agricultura, y esti- que se ven envueltos bestias de carga y anima-
man que el 6 por ciento de los agricultores y les domésticos. Un estudio realizado por el
ganaderos estadounidenses trabajan con alguna Consejo de Seguridad Nacional de los Estados
discapacidad provocada por un accidente, cifra Unidos en 31 Estados de dicho país indicó que
superior a la registrada en cualquier otra rama los animales, principalmente vacas y caballos,
de actividad (Cordes y Rea, 1991). En los Esta- se veían envueltos en el 18 por ciento de los
dos Unidos, en Australia y en el Canadá, así casos conocidos de traumatismos (Cummings,
como en los países en que se dispone de datos 1991). También son frecuentes las enfermeda-
estadísticos sobre la mortalidad y la morbilidad des parasitarias y las infecciosas. Aproxima-
en relación con el trabajo rural, la agricultura, damente 40 de las 150 zoonosis e infecciones
año tras año, junto con la construcción, la mine- parasitarias que existen en el mundo tienen
ría y el transporte, ocupa el primer lugar en importancia laboral en la agricultura, por ejem-
cuanto a índices de enfermedad y accidentes plo, la encefalitis, la brucelosis, el tétanos y la
laborales. leptopirosis (Kligman y colaboradores, 1991).
Con respecto al elevado índice de mortali- También la maquinaria y demás equipo utili-
dad que se registra en diferentes sectores labo- zado en la agricultura y la silvicultura consti-

84
tuyen la causa de una gran variedad de acci- A pesar de todos los datos que indican la
dentes y enfermedades, entre ellos la exposi- enorme diversidad de peligros para la salud a
ción a vibraciones y ruidos superiores a los que están expuestos los trabajadores rurales, en
niveles aconsejables, accidentes debidos a la general, especialmente en los países en desa-
velocidad excesiva de máquinas, y accidentes rrollo, la atención se centra principalmente en
provocados por las partes en movimiento de la los problemas relacionados con los plaguicidas,
transmisión. En Missouri (Estados Unidos) se debido a su gravedad y la abundancia de casos.
observó que el 16,8 por ciento de los campesi- La Organización Mundial de la Salud (OMS)
nos de edades comprendidas entre los 25 y los estima que cada año se registran 700.000 casos
64 años presentaban pérdidas de audición sufi- de intoxicación aguda en el mundo y más de
cientes como para perjudicar su comunicación 13.000 muertes causadas por actividades labo-
verbal (Crutchfield y Sparks, 1991). En Austra- rales rurales con plaguicidas. A pesar de que los
lia, entre 1982 y 1984, el 70 por ciento de las países en desarrollo sólo consumen el 25 por
muertes debidas a accidentes laborales en la ciento de todos los plaguicidas comercializados
agricultura estuvo causado por equipo mecá- en el mundo, registran el 90 por ciento de los
nico en movimiento, y el 40 por ciento por trac- casos de intoxicación aguda y el 99 por ciento
tores o herramientas arrastradas por esas de las muertes provocadas por esos productos
máquinas (Erlich y colaboradores, 1993). Exis- (Garcia, 1996).
ten estadísticas de los Estados Unidos que indi-
can que los tractores originan entre el 40 y el 60 Brasil
por ciento de los accidentes y muertes registra-
dos en la agricultura (Coye, 1985). En 1989, El Brasil registra actualmente tasas de urba-
hubo 7,2 muertes por cada 100.000 tractores, y nización similares a las de los países desarro-
el 55 por ciento de todos los accidentes morta- llados y en algunos casos las supera (Alves y
les se debió a atropellos y vuelcos (Cordes y colaboradores, 1999). No obstante, parte de la
Rea, 1991). población urbana trabaja en ocupaciones rurales.
Los campesinos también se ven expuestos a La distribución de la población rural y urbana en
productos químicos, gases nocivos y polvos el Brasil en 1996 figura en el cuadro 1.
tóxicos que pueden provocar enfermedades En el Brasil, la tecnología ha permitido que
respiratorias. Se sospecha que algunas sustan- la agricultura aumente la producción, pero a
cias son cancerígenas, por ejemplo, algunos sol- diferencia de lo que ocurre en los países indus-
ventes, pinturas, combustibles, máquinas de trializados, no se adoptó ninguna política para
extracción de humos y plaguicidas. Los resul- proteger a los trabajadores frente a los efectos
tados de estudios epidemiológicos indican que del desempleo y para mantener los ingresos en
los campesinos tienen un mayor riesgo de con- el sector. La tecnología hace aumentar el éxodo
traer algunas enfermedades como la leucemia rural al sustituir a los empleados y a los que
y cánceres de labio, estómago, piel, próstata, producen en explotaciones familiares (Alves y
cerebro y tejido conjuntivo, entre otras ( Blair y colaboradores, 1999). No obstante, es impor-
Zahm, 1991). tante señalar que el número de personas ocu-

Cuadro 1. Distribución de la población rural y urbana por regiones del Brasil en 1996

Región Población total, Población urbana Porcentaje Población rural Porcentaje


en miles de población de población
de personas urbana rural
[a] [b] [b/a] [c] [c/a]
En miles % En miles %
de personas de personas

Norte 11.288 7.039 5,7 62,4 4.249 12,5 37,6


Noreste 44.767 29.198 23,7 65,2 15.569 45,6 34,8
Centro-oeste 10.501 8.865 7,2 84,4 1.636 4,8 15,6
Sureste 67.001 59.709 48,6 89,1 7.292 21,4 10,9
Sur 23.514 18.157 14,8 77,2 5.357 15,7 22,8
Total (Brasil) 157.071 122.968 100,0 78,3 34.102 100,0 21,7
Fuente: Adaptado de Alves y colaboradores, 1999.

85
padas en trabajos agrícolas todavía representó Trabajo), pero que sólo se aplica a las personas
el 24,5 por ciento del total de la población eco- inscritas en el INSS (Instituto Nacional de la
nómicamente activa del país en 1996, es decir, Seguridad Social), o sea algo más de un tercio
casi 18 millones de trabajadores (Alves Filho, del total de la población trabajadora del Brasil
1999; IBGE, 1998). Por ejemplo, esta cifra es un y que comprende un número muy reducido de
23 por ciento superior al número total de per- trabajadores rurales, como puede verse en el
sonas ocupadas en actividades industriales, cuadro 3.
como puede verse en el cuadro 2. Las estadísticas de accidentes también pue-
den obtenerse indirectamente analizando los
Seria falta de datos datos de las reclamaciones de indemnización
por accidentes y enfermedades laborales apro-
Las malas condiciones sociales y económicas badas por el Departamento de Bienestar Social
y las condiciones laborales inadecuadas preva- del Estado: complementos en caso de accidente,
lencientes en general en el sector rural, sumadas complementos en caso de enfermedad, jubila-
al gran número de personas que trabajan en la ción por discapacidad y pensiones por falleci-
agricultura, indican que la situación del Brasil miento (Alves Filho, 1999).
puede ser mucho más crítica en lo que respecta En el cuadro 4 se presentan los datos sobre
al número y gravedad de las enfermedades y comunicación de accidentes de trabajo morta-
accidentes laborales que en los países antes les y de concesión de licencias por discapacidad
mencionados. Lo mismo se refleja en el registro como consecuencia de accidentes.
y comunicación de casos de enfermedad y acci- Proyectos de investigación parciales per-
dente relacionados con el trabajo, ya que las miten obtener datos concretos sobre los acci-
peculiaridades de la producción agrícola y del dentes y las enfermedades debidos al trabajo
trabajo rural hacen que la falta de información rural.
sobre enfermedades y accidentes laborales,
común a todos los sectores de la economía bra- En el decenio de 1970 ya hubo
sileña, sea aún más grave en el sector agrícola más de 100.000 accidentes
(Alves Filho, 1999).
El registro oficial de los accidentes labora- Un estudio realizado por la Secretaría de
les en el Brasil se efectúa mediante una decla- Agricultura del Estado de São Paulo hace más
ración llamada CAT (Comunicação de Acidente de 20 años (1975/1976) ya indicó la gravedad
do Trabalho – Comunicación de Accidentes de del problema: basándose en una muestra de

Cuadro 2. Población económicamente activa de más de 10 años de edad


(por rama de actividad económica de su ocupación principal), Brasil, 1996

Actividad económica Personas ocupadas (porcentaje) 1

Agricultura 24,5
Industria manufacturera, construcción y otras 19,9
Comercio 13,1
Servicios 2 42,5
1
Número total: 68.040.206 . 2 Incluye lo siguiente: proveedores de servicios, servicios auxiliares de la actividad eco-
nómica, servicios sociales, administración pública, transporte y comunicaciones, y otras actividades.
Fuente: Adaptado de Alves Filho, 1999, y de la Fundação Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), 1998.

Cuadro 3. Total de personas empleadas y trabajadores registrados en el INSS (Instituto


Nacional de la Seguridad Social) en el Brasil, en 1996

Total de personas Trabajadores registrados


empleadas en el INSS

Brasil (todas las esferas de la actividad económica) 68.040.206 24.311.448


Actividades agrícolas 17.930.728 01.000.000 aproximadamente
Fuente: IBGE, 1998, y Alves Filho, 1999.

86
3.589 explotaciones agrícolas, se verificó que En las conclusiones de dicho estudio se indi-
aproximadamente el 10 por ciento registró acci- caba la distribución de accidentes según su
dentes laborales durante ese período (un año), causa, la actividad agrícola y la ubicación, como
lo que supuso 1.131 accidentes con 24 muertes. puede verse en los cuadros 5 y 6, respectiva-
El estudio extrapola los datos del Estado de São mente. El mayor número de accidentes se regis-
Paulo, con lo que se estima que 28.378 explota- tró en las plantaciones de caña de azúcar,
ciones agrícolas pudieron registrar accidentes debido sobre todo a que se utilizan instrumen-
con un total de 106.696 accidentes laborales y tos manuales cortantes. No obstante, los trac-
1.925 muertes durante esa campaña agrícola tores y la maquinaria agrícola también figuran
(Lorena, 1977a). como causa importante de accidentes.

Cuadro 4. Frecuencia e índice de accidentes laborales mortales y discapacidad parcial


permanente, por grupos de actividad económica: agricultura, ganadería,
repoblación y explotación forestales, por cada 100.000 trabajadores, Brasil, 1997

Grupos de actividad económica Frecuencia Indice (por cada


100.000 trabajadores)

Accidentes laborales mortales


Agricultura, ganadería y actividades conexas 183 19,44
Repoblación y explotación forestales y servicios conexos 13 21,39
Licencia de enfermedad por discapacidad parcial permanente
Agricultura, ganadería y actividades conexas 246 26,13
Repoblación y explotación forestales y servicios conexos 14 23,03
Fuente: Ministerio de Trabajo y Empleo, 1999.

Cuadro 5. Estimación de la distribución de los accidentes laborales, por causas,


Estado de São Paulo, año agrícola 1975-1976

Causa Porcentaje

Herramientas manuales 46,0


Tractores y otra maquinaria agrícola 12,4
Animales 11,3
Transporte 10,3
Plaguicidas 5,6
Mordeduras de serpientes 2,3
Otras 12,1
Total 100,0
Fuente: Adaptado de Lorena, 1977a.

Cuadro 6. Estimación de la distribución de los accidentes laborales, por tipos de actividad


agrícola, Estado de São Paulo, año agrícola 1975-1976

Tipo de actividad agrícola Porcentaje

Caña de azúcar 55,1


Café 4,6
Maíz 3,8
Naranjas 3,3
Algodón 3,0
Arroz 2,1
Otras plantaciones 3,9
Ganadería 14,9
Sin especificar 9,3
Total 100,0
Fuente: Adaptado de Lorena, 1977a.

87
En el Estado de São Paulo el mayor por plaguicidas provocaba una mortalidad de
número de accidentes fue debido adultos casi seis veces mayor que la de las enfer-
a las herramientas manuales medades contagiosas comunicadas en esa zona
durante el mismo período (Lorena, 1977). Según
Fundacentro realizó un estudio sobre la un estudio llevado a cabo por Fundacentro,
información contenida en una muestra de durante el mismo período, el 28 por ciento de
32.494 CAT rurales (comunicaciones de acci- 5.143 trabajadores y productores rurales de
dentes de trabajo) recibidas en ocho Estados nueve Estados declaró que ya había sufrido
entre 1983 y 1985, en el que pudo observarse, intoxicación por plaguicidas por lo menos una
por ejemplo, que por lo menos el 94 por ciento vez en el curso de su vida laboral, y el 37 por
de los accidentes comunicados daba origen a ciento de ellos dijo que la había sufrido más de
licencia de enfermedad, y el 62,2 por ciento de una vez (Garcia, 1996). Durante el período com-
esas licencias duraba más de 10 días, lo que des- prendido entre 1983 y 1993, en el Estado de
taca la gravedad de los accidentes (Meirelles y Paraná, según Garcia, se registró un promedio
colaboradores, 1989). anual de 1.036 casos de intoxicación aguda.
En el mismo estudio se indicaba que en el Los datos obtenidos en 1997 en un estudio
Estado de Santa Catalina, cuya producción agrí- conjunto llevado a cabo por la Secretaría de
cola se concentra especialmente en pequeñas Estado de Agricultura y Fundacentro, que
explotaciones y existe una gran mecanización, abarcó 3.000 explotaciones agrícolas en 100 dis-
los accidentes debidos a equipos mecánicos tritos municipales del Estado de São Paulo,
representaron el 24,47 por ciento del total, y los indicaron que el 16 por ciento de los campesi-
debidos a herramientas manuales el 16,71 por nos entrevistados había consultado al médico
ciento. En el Estado de São Paulo, en el que gran debido a problemas de salud causados por pla-
parte de la producción se obtiene de plantacio- guicidas (Ramos, 1999). Basándose en los datos
nes extensivas de un solo producto (caña de disponibles de todo el país sobre casos de into-
azúcar, naranjas, repoblación forestal, café) y en xicación, reunidos y comunicados por el Sis-
el que además de medios mecánicos se sigue tema Nacional de Información Toxicofarmaco-
empleando a gran número de trabajadores tem- lógica del Ministerio de Salud, Garcia estimó
poreros que usan principalmente herramientas que el número de casos de intoxicación aguda
manuales (machetes, azadas y picos), también debida a plaguicidas registrados entre los tra-
se observó que el mayor porcentaje de acciden- bajadores que manipulan esos productos en
tes se debía al empleo de esas herramientas, el actividades agrícolas en el Brasil oscila entre
45,15 por ciento, y que los debidos al empleo de 150.000 y 200.000 cada año. De ello puede dedu-
equipo mecánico representaban el 11,12 por cirse que todos los años se registran por lo
ciento del total (Mireilles y Yamashita, 1988). menos 3.000 muertes en todo el país como con-
secuencia de trabajos rurales con plaguicidas.
El cansancio provoca mala coordinación Si consideramos que el número de acciden-
tes laborales comunicados en los últimos años
Los cambios registrados en las formas de orga- en lo que respecta a los trabajadores inscritos
nización del trabajo en la producción agrícola han en el INSS, que incluye muy pocos datos sobre
hecho que el trabajador rural pasara a la catego- la agricultura, ha sido del orden de 400.000
ría de trabajador asalariado pero sin las garantías casos anuales y aproximadamente de 3.000 a
existentes en el sector industrial en caso de desem- 4.000 muertes, podemos ver la magnitud de la
pleo. Debido a que se paga según la producción cifra de accidentes registrados en las tareas
realmente obtenida (trabajo a destajo), los traba- rurales, y no digamos lo que estas cifras tienen
jadores ocasionales o temporeros realizan su que representar en cuanto a los consiguientes
labor en condiciones agotadoras para conse- costos sociales y económicos.
guir ganarse la vida. Estas condiciones generan
cansancio y provocan accidentes, ya que los tra- Transporte de trabajadores
bajadores no pueden coordinar adecuadamente
su mente, y en consecuencia sus movimientos. Otro tipo de accidente importante es el rela-
cionado con el transporte de los trabajadores
Plaguicidas rurales en camiones o autobuses. La mayor
parte del tiempo estos vehículos circulan en
Un estudio realizado en 1985 por la Secreta- condiciones precarias de mantenimiento y con-
ría de Salud del Estado de São Paulo en la región servación y provocan gran número de acciden-
del Vale do Ribeira confirmó que la intoxicación tes mortales, como puede verse en el cuadro 7.

88
Cuadro 7. Accidentes registrados en casos comunicados corresponde a mordeduras
el transporte de trabajadores de este animal. Los datos del Ministerio de
rurales comunicados por Hacienda indican que se registran 8.000 casos
la prensa, Estado de São Paulo, anuales, lo que supone aproximadamente tres
1980-1990 por cada 100.000 habitantes, y que el mayor
número de casos comunicados corresponde a
Año Accidentes Heridos Muertos
los Estados de Minas Gerais y de São Paulo, que
1980 6 7 12 acumulan el 50 por ciento del total.
1981 8 102 19 En lo que respecta a las arañas, se registran
1982 10 120 65 aproximadamente 1,5 casos por cada 100.000
1983 17 278 73 habitantes, y entre 1990 y 1993 se comunicaron
1984 6 84 18 18 muertes por esta causa, principalmente en
1985 8 126 23
las zonas del sur y el sureste. También se cono-
1986 4 93 5
1987 1 11 12 cen accidentes debidos a mariposas y al con-
1988 2 41 2 tacto con orugas mordedoras y filamentos de
1989 1 11 12 mariposas nocturnas y con escarabajos que
1990 6 167 8 segregan sustancias tóxicas que producen efec-
Total 69 1 029 249 tos cáusticos y urticantes al quedar liberadas
Fuente: Federación de Asistencia Social y Educativa (FASE), por compresión o rozamiento con la piel. Hor-
1991, citado por Adissi, 1997. migas y abejas también son causa de acciden-
tes (Ministerio de Sanidad, 1998).

Mecanización
Las condiciones precarias del transporte de
trabajadores hizo que finalmente se promul- El desarrollo de los sectores agrícola y fores-
gara una legislación local y se concertaran tal, así como el de los demás sectores de la eco-
acuerdos colectivos (entre trabajadores y empre- nomía, conduce cada vez más al empleo de nue-
sas, ratificados por el Gobierno) que obligaron vas tecnologías. Históricamente, en el Brasil la
a las empresas a utilizar vehículos de transporte introducción de nuevas tecnologías no ha ido
de pasajeros (autobuses) en vez de camiones. acompañada de ningún estudio de sus conse-
cuencias sobre el medio ambiente y los seres
Animales venenosos humanos. En consecuencia, a pesar de haber con-
tribuido a aumentar la productividad y de que
Los accidentes provocados por animales gracias a ellas se dispone de más alimentos y
venenosos (serpientes, arañas, escorpiones, materias primas para la vida y la comodidad de
orugas, hormigas y abejas) son importantes en los seres humanos, también han producido efec-
un país tropical como el Brasil, en especial tos perniciosos para la salud de los trabajadores
durante las épocas de elevadas temperaturas. y el medio ambiente que antes se desconocían.
Para registrar este tipo de accidentes el Minis- Debido a la competencia que representa el
terio de Sanidad se basa principalmente en el mercado externo y la consiguiente necesidad de
índice de distribución de sueros. Sin embargo, reducir los costos operativos y laborales en
los datos disponibles no indican cuántos acci- algunos lugares, muchas compañías emplean
dentes de esta clase tienen carácter laboral. tecnologías modernas para optimizar el sis-
Entre 1990 y 1993 se registraron en el Brasil 13,5 tema productivo. El proceso automatizado ya
accidentes causados por serpientes por cada es realidad en muchas unidades de producción
100.000 habitantes, con una incidencia máxima agrícola y forestal, principalmente en las zonas
en la zona centro-occidental. Durante el mismo llanas en que su funcionamiento es viable.
período se comunicaron 81.611 accidentes en
todo el país que provocaron 359 muertes, es Desajuste en la transferencia
decir, el 0,45 por ciento acabó en fallecimiento de tecnología
(Ministerio de Sanidad, 1998).
El proceso de producción agrícola y la meca-
Escorpiones, arañas, hormigas y abejas nización dependen de diferentes factores repre-
sentados por la ubicación, el clima, la topografía,
Desde que en 1998 se estableció una instan- la mano de obra disponible, los productos culti-
cia oficial para comunicar los accidentes causa- vados, la manipulación requerida, la disponibi-
dos por escorpiones, un número creciente de los lidad y dominio de la tecnología, la calificación

89
de la mano de obra y la relación costo-beneficio. En la actualidad, las exigencias de las normas
Por consiguiente, en cada fase del proceso la 9000 y 14000 de la Organización Internacional de
adopción de nuevo equipo se efectúa en momen- Normalización (ISO) referentes a los aspectos
tos diferentes, lo que provoca problemas labora- ligados a la calidad en los procesos de produc-
les distintos, incluso entre empresas del mismo ción y la conservación del medio ambiente han
sector de la producción. Del mismo modo, siem- favorecido una mayor preocupación de los fabri-
pre es preciso tener en cuenta las consecuencias cantes de maquinaria por el cumplimiento y
de una transferencia de tecnología de los países seguimiento de las normas sobre seguridad de
industrializados a los países en desarrollo. Los la maquinaria y la ergonomía.
resultados obtenidos en los países industrializa-
dos no siempre se ajustan a las características de Mano de obra infantil
los países en desarrollo, es decir, la transferencia y adolescente
de tecnología no siempre es adecuada en térmi-
nos ergonómicos (FAO, 1992). En 1995 trabajaban en el Brasil aproximada-
La exposición a diversos peligros tales como mente 8 millones de niños y adolescentes de eda-
ruidos, vibraciones y calor excesivo, empeo- des comprendidas entre 5 y 17 años. De ellos,
rada por posturas de trabajo inadecuadas (ubi- más de 522.000 de los que tenían entre 5 y 9 años
cación de los mandos de la maquinaria, los de edad trabajaban en actividades agrícolas. La
asientos, etc.) puede hacer que los trabajadores mayoría no cobraba ninguna remuneración por-
contraigan enfermedades durante su vida labo- que trabajaban para ayudar a sus padres a
ral. Esto puede ocurrir debido a la diferencia aumentar la producción. Más de la mitad de los
existente entre las características de los usua- niños de edades comprendidas entre 10 y 14
rios de la maquinaria en los países desarrolla- años no cobraban nada, trabajaban entre 15 y 39
dos y los usuarios de los países en desarrollo, horas semanales y no iban al colegio. El 19,6 por
la falta de equipo de seguridad debido a la ine- ciento de los adolescentes de 15 a 17 años de edad
xistencia de normas que regulen la comerciali- habían dejado de asistir al colegio definitiva-
zación de los productos y la falta de conoci- mente para trabajar. La larga jornada laboral es
mientos de los consumidores. uno de los factores que les hace abandonar la
En los países en desarrollo, las máquinas, escuela: el 24 por ciento de los niños de 10 a 14
equipo y herramientas que ofrecen los provee- años y el 63 por ciento de los adolescentes de
dores no siempre se ajustan a las normas de 14 a 17 años que trabajan lo hacen 40 horas se-
seguridad y comodidad en vigor en el país de manales o más (Rizzini, 1999).
origen. Esto puede deberse a que los países En un estudio realizado por Fundacentro
compradores no lo solicitan o a que no se haya en 1989 sobre el cultivo de cítricos, se observó
legislado en la materia. la presencia de niños de menos de 14 años
como trabajadores temporeros en tareas de
Controles de la funcionalidad recolección. Ayudaban a aumentar los ingre-
y la duración sos de sus padres, que cobraban a destajo. Los
encargados de contratar la mano de obra jus-
La contribución de la mecanización al tificaban la presencia de niños en el campo
aumento del nivel tecnológico de la agricultura como prueba de buena voluntad de los emplea-
brasileña colocó al campesino en contacto con dores al permitir que los niños estuvieran con
gran variedad de maquinaria destinada a rea- los padres mientras éstos trabajaban. No obs-
lizar diversas operaciones agrícolas. Para con- tante, la jornada empezaba a las siete de la
trolar el funcionamiento y duración del equipo, mañana y acababa a las cuatro de la tarde, sin
la maquinaria agrícola fue sometida a pruebas tener en cuenta el tiempo necesario de tras-
que al principio sólo medían las características lado, lo que significaba que esos niños no iban
operativas. En el decenio de 1980 aproximada- a la escuela. La labor de recolección de cítricos
mente, se empezó a mostrar interés por los exige agacharse y estirarse constantemente y
aspectos ligados a la seguridad y la ergonomía subir y bajar escaleras con sacos de 30 kg de
de la maquinaria agrícola, cuando institutos de peso. Con frecuencia, las escaleras utilizadas
investigación empezaron a hacer algunas prue- se caían (Yamashita, 1995).
bas. Posteriormente, algunos modelos de trac- También en otros trabajos insalubres y peli-
tores agrícolas empezaron a incorporar las reco- grosos se emplea a niños y adolescentes, por
mendaciones sugeridas en los informes de esas ejemplo, en las plantaciones de caña de azúcar,
pruebas, por ejemplo, proteger los enchufes, los sisal y tabaco, en la producción de carbón vege-
ejes de transmisión, mejorar la visibilidad, etc. tal y en la extracción de piedras preciosas.

90
Niños peones, En 1997 el Gobierno brasileño estableció un
víctimas de la pobreza programa para impedir que los niños trabaja-
sen en los Estados en que existe una mayor
En 1997 había en el Brasil 54 millones de explotación, como por ejemplo los de Mato
pobres (es decir, el 34 por ciento de los habi- Grosso do Sul, Pernambuco y Bahia. Hasta
tantes del país), 24 millones de los cuales eran principios de 1988 se habían beneficiado de este
indigentes (se encontraban por debajo del nivel programa 38.000 niños. Algunos gobiernos
mínimo de pobreza) (Lahóz, 1999). En el cua- estatales tienen programas similares, integra-
dro 8 puede verse que el 36 por ciento de los dos con los del Gobierno federal (Rizzini, 1999).
pobres vive en zonas rurales.
La inestabilidad económica ha estado pre- Acciones de control
sente en el país durante mucho tiempo. En y prevención
1986, durante el plan económico llamado Plano
Cruzado, se produjo una estabilización de la Debido a las peculiaridades del sector rural,
economía que redujo el nivel de pobreza: de 65 se ha intentado aplicar diversas estrategias para
millones de pobres en 1984 se pasó a 41,5 millo- desarrollar acciones de control y prevención de
nes en 1986. Al fracasar el plan y volver la infla- enfermedades y accidentes debidos al trabajo
ción, el número de pobres volvió a ser prácti- rural. Como se indica a continuación, iniciati-
camente el mismo que a principios del decenio. vas de órganos gubernamentales, sindicatos y
Con el actualmente en vigor «Plano Real» el otras organizaciones de la sociedad civil tratan
número de pobres ha vuelto a reducirse en de ocuparse de este problema.
aproximadamente 10 millones y se ha mante- El 12 de abril de 1988, el Ministerio de Tra-
nido estable según datos del IPEA (Instituto de bajo publicó las Normas Reguladoras Rurales
Planificación Económica Aplicada (Lahóz, 1999). (NRR) que reglamentan cuestiones de seguri-
Desde 1992 se aplica en el Brasil el Programa dad y salud en el trabajo rural, tras reconocerse
Internacional para la Erradicación del Trabajo la necesidad de aplicar políticas en favor de este
Infantil (IPEC), y desde 1994 el Foro nacional sector. Quince años transcurrieron desde que se
para la prevención y erradicación del trabajo prescribieron por primera vez en el artículo 13
infantil, formado por el Gobierno, instituciones de la Ley 5889 de 5 de junio de 1973. A pesar de
no gubernamentales e instituciones multilate- haber transcurrido 27 años desde que se pro-
rales que fomentan conjuntamente campañas pusieron por primera vez , y 12 años desde que
para luchar contra el trabajo de los niños, ha se publicaron, su aplicación, por varias razones,
desarrollado sus actividades con el apoyo de la todavía es escasa. El lento ritmo de aplicación
Oficina Internacional del Trabajo. La Fundación se explica en parte por la inadecuación de algu-
Abrinq para los Derechos de los Niños estable- nas disposiciones y por las dificultades que
ció el programa «La empresa a favor del niño», supone lograr que se cumplan debido a las difí-
en el que participan más de 1.000 empresas que ciles condiciones de acceso y a la inmensa dis-
se han comprometido a erradicar el trabajo persión geográfica de las unidades de produc-
infantil en sectores tales como el automóvil, el ción en las zonas rurales.
calzado, las plantaciones de naranja y caña de La OIT reconoce en parte la falta de infraes-
azúcar (Rizzini, 1999). tructuras para ocuparse de las cuestiones jurí-
dicas en el sector rural, cuando señala lo
siguiente: «Aunque la situación varía sensible-
mente de un país a otro, la agricultura suele
quedar al margen de buena parte de la legisla-
Cuadro 8. Distribución de la población
pobre en el Brasil, en 1997 ción laboral interna y no ha sido objeto de nin-
gún convenio internacional de aplicación gene-
Zonas Porcentaje
ral. Allí donde se han dictado normas, su
de pobres aplicación suele ser desigual debido a la insu-
ficiencia de las disposiciones legales, los bajos
Centro de las regiones metropolitanas 09 niveles de sindicación y la deficiente inspección
Afueras de las regiones metropolitanas 09 del trabajo.» (OIT, 1997.)
Otras grandes ciudades 13
Ciudades de tamaño medio 14
Una iniciativa del Gobierno permitirá en el
Pequeñas ciudades 20 año 2000 revisar las Normas Reguladoras Rura-
Zonas rurales 36 les mediante debates tripartitos, es decir, con
Fuente: Adaptado de Lahóz, 1999.
representantes del Gobierno, de los empleado-
res y de los trabajadores.

91
Las conversaciones tripartitas que tengan menos efectos nocivos sobre la
producen resultados salud y el medio ambiente. Entre las medidas
adoptadas cabe citar la reunión de datos acerca
La política de examen y establecimiento de del uso de plaguicidas, de las condiciones de
normas y reglamentaciones en la esfera de la trabajo, la difusión de información entre los tra-
seguridad y la salud laboral, incluido el sector bajadores y los productores rurales, la educa-
rural, de manera tripartita por las empresas, los ción ambiental de los niños en las escuelas rura-
trabajadores y el Gobierno, establecida por el les, la preparación de estudios encaminados a
Ministerio de Trabajo y Empleo, ha dado bue- reducir el empleo de plaguicidas y la exposi-
nos resultados. Cabe citar como ejemplo el ción a ellos de los trabajadores, mejoras en el
reglamento sobre uso y comercialización de las control de los residuos en los alimentos y el
sierras de cadena en la zona amazónica, en res- medio ambiente, la vigilancia de la salud de la
puesta a una demanda formulada principal- población expuesta a plaguicidas, y el fortale-
mente por el Estado de Pará: el hecho de que se cimiento y estructuración de las actividades de
produzcan accidentes graves y mortales al uti- inspección para controlar los plaguicidas
lizar sierras de esta clase para extraer madera (Ministerio de Trabajo, 1997).
de los bosques naturales hizo que el Ministerio Iniciativas como éstas son fundamentales,
de Trabajo, como resultado de una negociación pero los datos internacionales son más convin-
tripartita, publicara en 1994 un reglamento para centes que los nacionales. Las malas condicio-
controlar su uso y comercialización en el país, nes de trabajo que predominan en las activida-
en relación con aspectos de la seguridad y la des agrícolas y el número de personas que
ergonomía y la obligación de capacitar a los trabajan en esa esfera demuestran la necesidad
usuarios de este tipo de material. primordial de que todas las partes sociales y
Además, para tratar esta cuestión se adop- económicas que intervienen en ella sigan pres-
taron o se están aplicando algunas medidas tándole una atención cada vez mayor. El
localizadas, debidas a iniciativas de sindicatos, aumento de la productividad y los esfuerzos
el Gobierno y otras entidades. por alcanzar niveles más sostenidos de pro-
ducción agrícola no eximen de la tarea de esta-
Participación conjunta blecer estrategias en relación con la salud y la
seguridad en el mundo rural.
Un ejemplo interesante es la iniciativa
reciente de una entidad sindical, CONTAG
(Confederación Nacional de Trabajadores Agrí-
colas) que, en asociación con Fundacentro, Bibliografía citada
intentó una mayor penetración e influencia en el
mundo rural para difundir por radio informa- Adissi, P. J. 1997. Processo de trabalho agrícola canavieiro: pro-
ción en materia de seguridad y salud. Entre posição de una taxonomia das unidades produtivas e análise
dos riscos associados, Río de Janeiro, J.R., tesis doctoral,
agosto de 1996 y mayo de 1997 se difundieron Universidad Federal de Río de Janeiro.
ampliamente por 544 estaciones de radio de todo
Alves, E. y colaboradores. 1999. «O empobrecimento da agri-
el país mensajes de 30 segundos de duración y cultura brasileira», Revista de Política Agrícola, año VIII,
diversas entrevistas con técnicos, sindicalistas núm. 3, págs. 5-19.
y otras personalidades del sector, y se celebraron Alves Filho, J.P. 1999. «Segurança e saúde do trabalhador
siete seminarios regionales y un seminario nacio- rural: aspectos gerais», Boletim Orgânica, 1 (1), págs. 11-15.
nal para examinar los principales problemas y Blair, A., y Zahm, S.H. 1991. «Cancer among farmers», en
propuestas para hacer frente a los problemas del Cordes, D.H. y Rea, D.F. (directores de la publicación):
agro (Fundacentro, 1997). Occupational medicine. Health hazards of farming, Filadel-
fia, Hanley and Belfus, inc., págs. 335-354.
Otro ejemplo reciente es la asociación entre
Cordes, D.H., y Rea, D.F. 1991. «Farming: a hazardous occu-
Fundacentro y la Secretaría de Agricultura del pation», en Cordes, D.H. y Rea, D.F. (directores de la
Estado de São Paulo, que actualmente se en- publicación): Occupational medicine. Health hazards of far-
cuentra en fase de pleno desarrollo y está obte- ming, Filadelfia, Hanley and Belfus, inc., págs. 327-333.
niendo importantes resultados. Las actividades Coye, M.J. 1985. «The health effects of agricultural produc-
de esta asociación movilizaron a diversos órga- tion: the health of agricultural workers», Journal of Public
nos del Estado y a otras instituciones con el fin Health Policy, núm. 6, págs. 349-370.
de reducir los riesgos asociados al empleo de Crutchfield, C.D., y Sparks, S.T. 1991. «Effects of noise and
vibration on farm workers», en Cordes, D.H. y Rea, D.F.
plaguicidas (el Estado de São Paulo consume el (directores de la publicación): Occupational medicine.
25 por ciento de todos los plaguicidas vendidos Health hazards of farming, Filadelfia, Hanley and Belfus,
en el país) y difundir técnicas de producción págs. 355-369.

92
Cummings, P.H. 1991. «Farm accidents and injuries among cultura paulista», Revista Brasileira de Saúde Ocupacional,
farm families and workers. A pilot study», American vol. 18, núm. 5, págs. 60-62.
Association of Occupational Health Nurses Journal, vol. 9, —. 1977b. «Prevenção de acidentes do trabalho no meio
núm. 39, págs. 409-415. rural», Revista Brasileira de Saúde Ocupacional, vol. 19,
Ellis, J.L., y Gordon, P.R. 1991. «Farm family mental health núm. 5, págs. 14-23.
issues», en Cordes, D.H. y Rea, D.F. (directores de la Meirelles, C.E., y Yamashita, R.Y. 1988. «Segurança do Tra-
publicación): Occupational medicine. Health hazards of far- balho: um pequeno panorama dos acidentes do trabalho
ming, Filadelfia, Hanley and Belfus, págs. 493-502. na área rural», Anais do XVII Congresso Brasileiro de Engen-
Erlich, S.M., y colaboradores. 1993. «Work-related agricul- haria Agrícola, Sorocaba, São Paulo, págs. 709-723.
tural fatalities in Australia, 1982-1984», Scandinavian —. y colaboradores. 1989. «Cadastro de acidentes do trabalho
Journal of Work and Environmental Health, vol. 3, núm. 19, rural», Revista Brasileira de Saúde Ocupacional, vol. 68,
págs.162-167. núm. 17, págs. 53-94.
FAO. 1992. «Introduction to Ergonomics in Forestry in Deve- OIT. 1997. «Nuevo informe sobre la seguridad en la agricul-
loping Countries», Forestry Paper 100, Roma, 200 páginas. tura», El Mundo del Trabajo, núm. 22, págs. 13 y 36.
Fundacentro. 1997. Série para rádio ganha o prêmio Wlad- Ramos H.H. y colaboradores. 1999. «Condições de trabalho
mir Herzog, Revista Fundacentro, núm. 3. com agrotóxicos no Estado de São Paulo», Caderno In-
Garcia, E.G. 1996. Segurança e saúde no trabalho rural com agro- formativo de Prevenção de Acidentes, vol. 238, núm. 20,
tóxicos: contribuição para uma abordagem mais abrangente, págs. 36-48.
tesis doctoral, Facultad de Salud Pública, Universidad de Rizzini, I. 1999. «História das crianças no Brasil», en Priori, M.:
São Paulo, São Paulo, SP, 233 páginas. Organização, Editora Contexto, São Paulo, págs. 376-406.
Gobierno de Brasil. Ministerio de Sanidad. 1998. Manual de Schenker, M., y colaboradores. 1991. «Respiratory risks asso-
diagnóstico e tratamento de acidentes por animais peçonhen- ciated with agriculture», en Cordes, D.H. y Rea, D.F.
tos, Brasilia, 131 páginas. (directores de la publicación): Occupational medicine.
—. Ministerio de Trabajo. 1997. Acidentes de Trabalho, Health hazards of farming, Filadelfia, Hanley and Belfus,
www.mtb.gov.br/esta/acidentes/acidentes/97/fatais/ págs. 415-428.
fatais_c.htm y Silva, F.C. 1988. Programa de vigilância epidemiológica em
www.mtb.gov.br/esta/acidentes/acidentes/97/ intoxicações exógenas: a experiência do Vale do Ribeira,
parcial/parcial_c.htm, 22 de diciembre. São Paulo, Secretaría de Estado de Saúde, mimeogra-
IBGE, Fundação Instituto Brasileiro de Geografia e Estatís- fiado, 18 páginas.
tica. 1998. Pesquisa nacional por amostra de domicílios 1996, Yamashita, R.Y. 1995. «Estudo das condições de trabalho na
www.ibge.gov.br. cultura de citros», Anais do simpósio Brasileiro de Ergonomia
Kligman, E.W. y colaboradores. 1991. «Occupational infec- e Congresso Latino-Americano de Ergonomia, Florianópolis.
tions in farm workers», en Cordes, D.H. y Rea, D.F.
(directores de la publicación): Occupational medicine.
Health hazards of farming, Filadelfia, Hanley y Belfus,
págs. 429-446.
Nota
Lahóz, A. 1999. «A pobreza do debate», Exame, vol. 20, 1
Eduardo Garcia Garcia es investigador en el Departa-
núm. 33, págs. 136-143. mento de Seguridad Rural de Fundacentro.
Lorena, C. 1977a. «Nota prévia sobre um levantamento pre- Rosa Yasuko Yamashita es Jefa e investigadora en el
liminar da ocorrência de acidentes no trabalho na agri- Departamento de Seguridad Rural de Fundacentro.

93
Salud y seguridad y función de los representantes
de los trabajadores en la agricultura
en Europa occidental
David Walters
Centre for Industrial Safety and Health (Londres)

Se reconoce ampliamente que los trauma- Conseguir que las estrategias


tismos, las muertes y las enfermedades relacio- preventivas sean pertinentes
nadas con el trabajo alcanzan un nivel inacep- para la agricultura
tablemente alto en la agricultura, lo que hace
que sea uno de los sectores laborales de mayor Aunque estas medidas quizá se entiendan
riesgo en la Unión Europea (UE). Al mismo más fácilmente en relación con la gestión de la
tiempo, se reconoce que la prevención de los salud y la seguridad en grandes organizacio-
daños causados a los trabajadores agrícolas se nes, tienen por finalidad establecer un marco en
enfrenta con considerables problemas debidos el que todas las empresas puedan realizar un
a la organización y la cultura laboral existentes enfoque sistemático de dicha gestión. A este res-
en el mismo sector, así como a la insuficiente pecto, la participación de los trabajadores
regulación y a los bajos niveles de inspección y ocupa un lugar fundamental en la estrategia
cumplimiento de normas que se registran his- preventiva en materia de salud y seguridad de
tóricamente en dicho sector. Aunque muchos la UE. Ello se debe entre otras cosas a que cada
de estos problemas suelen presentarse en forma vez es más evidente que la participación del
extrema en la agricultura, no se registran exclu- trabajador – y en especial la participación del tra-
sivamente en ella. También existen en otros sec- bajador representativo – tiene consecuencias
tores, por ejemplo, en la industria de la cons- beneficiosas sobre el nivel de salud y seguridad
trucción, en la que predominan las pequeñas de las empresas. Sin embargo, también en este
empresas, el trabajo ocasional y a tiempo par- caso es más fácil obtener pruebas de la eficacia
cial, los trabajos auxiliares, los trabajos even- de esa participación partiendo de las experien-
tuales y la economía sumergida. cias de las grandes empresas, en vez del tipo de
En parte para hacer frente a estos proble- pequeña empresa característico del sector agrí-
mas, a principios del decenio de 1990 la UE cola. También en las grandes empresas que
aprobó una serie de directivas en las que cabe poseen plantillas estables es más fácil obtener
observar un criterio coherente respecto de la apoyo para la participación de los representan-
gestión obligatoria de la salud y la seguridad tes de los trabajadores que cuando se trata de
laboral de todos los trabajadores en todos los empresas pequeñas y una mano de obra even -
sectores de la economía. Este criterio, tipificado tual y ocasional, característica de la agricultura.
por las disposiciones de la Directiva marco El reto que se presenta para los sindicatos y las
89/391 de la UE, obliga a los empleadores a organizaciones reguladoras y de otra índole
observar los requisitos siguientes: que participan en la promoción de la mejora de
• elaboración de un plan de prevención; los niveles de salud y seguridad en la agricul-
tura reside en cómo conseguir que las estrate-
• evaluación de los riesgos en el lugar de tra-
gias preventivas que se sabe son eficaces en las
bajo;
grandes empresas y en otros sectores de la eco-
• utilización o empleo de servicios competen- nomía también lo sean en la clase de situacio-
tes de prevención; y nes típicas del trabajo en la agricultura.
• provisión de medios para que los trabaja- Este artículo tiene por finalidad examinar el
dores y sus representantes puedan partici- papel que la participación eficaz de los repre-
par en todas esas actividades. sentantes de los trabajadores en la gestión de la
salud y la seguridad puede desempeñar para
mejorar esos aspectos en los lugares de trabajo
típicos del sector agrícola. Partiendo de las con-

94
clusiones alcanzadas en diversos países de accidentes que cuando los representantes de los
Europa occidental y de América del Norte y trabajadores participan en consultas con los
Australasia, se destacan las condiciones nece- gestores de la salud y la seguridad (Reilly y
sarias para una participación de los represen- colaboradores, 1995). Conclusiones similares
tantes de los trabajadores en esa esfera y se figuran en trabajos australianos (Quinlan, 1993;
determinan los factores que se sabe contribu- Biggins y colaboradores, 1991; Warren-Lang-
yen a ella. Después se examina la cuestión de la ford y colaboradores, 1993). Algunos autores
pertinencia de la participación de esos repre- norteamericanos ponen de manifiesto que la
sentantes en la agricultura. Una breve reseña de presencia de los sindicatos influye en los nive-
las características del empleo agrícola en la les de salud y seguridad laboral, incluso
Europa occidental y de los principales resulta- cuando no existe legislación sobre esa partici-
dos alcanzados en materia de salud y seguri- pación (Dedobbeleer y colaboradores, 1990;
dad en ese sector sirven para poner de relieve Weil, 1991). En otros países de Europa occiden-
la importancia de los problemas que se plan- tal, hay estudios comparados en los que se
tean a los representantes de los trabajadores y indica que la participación de representantes
su contribución a las estrategias preventivas a mejora los resultados en materia de salud y
este respecto. La manera en que se han abor- seguridad, y que los factores determinantes de
dado esos problemas se examina presentando una representación eficaz y un apoyo al diá-
ejemplos de enfoques reguladores, iniciativas logo, así como del respaldo a los representan-
sindicales y planes conjuntos de sindicatos y tes en situaciones conflictivas, son similares a
empleadores en los que los representantes de los determinados en los estudios británicos y
los trabajadores participan en el mejoramiento australianos, a pesar de las diferentes culturas
del nivel de salud y seguridad en varios países de relaciones laborales (Walters y colaborado-
de Europa Occidental. Entre los ejemplos cita- res, 1993; Walters, 1990).
dos figuran algunos del sector agrícola pero la
mayoría corresponden a otros sectores labora- ¿Qué hace eficaz a los representantes
les y se utilizan para ilustrar las posibilidades de salud y seguridad?
que esos planes pueden ofrecer en la agricul-
tura. Se examinarán las ventajas y limitaciones Si los representantes de los trabajadores
de estos varios enfoques y los apoyos legislati- aportan una contribución positiva al mejora-
vos y de organización que requieren para miento de los resultados en materia de salud y
aumentar su eficacia, así como los recursos pre- seguridad, es importante saber qué factores
cisos para ese apoyo. apoyan y refuerzan esa función. Conclusiones
fundamentales de la investigación de las acti-
La participación de los representantes vidades de dichos representantes en el con-
de los trabajadores y sus efectos en los texto de las relaciones laborales indican que su
resultados en materia de seguridad eficacia se ve fuertemente influida por lo
siguiente:
Se reconoce ampliamente que la participa- • existencia de un marco regulador para la
ción de los trabajadores en la organización de representación de los trabajadores en cues-
la salud y la seguridad en el lugar de trabajo tiones de salud y seguridad, fomentado acti-
mejora la gestión en esa esfera. Esa noción se vamente por los organismos reguladores y
apoya en muchos estudios de gran número de la inspección del trabajo;
países industrializados. Por ejemplo, estudios
británicos indican que en los centros de trabajo • interés de la empresa por la salud y la segu-
donde existen sindicatos se alcanzan niveles de ridad y la participación de los trabajadores,
salud y seguridad más altos que en aquellos en y por la inclusión con carácter primordial de
que no existen (Walters, 1996a; Grunberg, 1983, la salud y la seguridad preventiva en las
Walters y Gourlay, 1990). Dichos estudios seña- estrategias de gestión para garantizar la cali-
lan que cuando los empleadores gestionan la dad y eficiencia de la producción;
salud y la seguridad sin realizar consultas, los • sindicatos fuertes en el centro de trabajo,
resultados (medidos por índices objetivos priorización de las cuestiones de salud y
como por ejemplo el número de heridos) son seguridad, e integración de los representan-
considerablemente peores que cuando consul- tes de los trabajadores en esa esfera en la
tan a los trabajadores a ese respecto. Concreta- organización sindical del centro de trabajo
mente, un estudio mostró que en el primer caso que también se ocupa de otros aspectos de
tenían la probabilidad de registrar el doble de las relaciones laborales;

95
• información y formación de los represen- Hay más problemas si los sindicatos
tantes de salud y seguridad; están ausentes
• celebración de consultas entre los represen-
tantes en esa esfera y las personas a las que En los países anglonorteamericanos, en los
representan. que la organización de los trabajadores en las
empresas supone la presencia sindical en el cen-
tro de trabajo, la cuestión de la eficacia de los
Relación entre accidentes e influencia representantes de salud y seguridad depende
de los sindicatos en gran medida del grado en que pueda afir-
Dicho de otro modo, no es probable que se marse que se trata de una representación sin-
produzca una participación eficaz o sostenible dical. En dichos países se dispone de escasa
si no se cuenta con apoyo. Esto resulta evidente información sobre experiencias de represen-
en muchos estudios sobre la eficacia de los pro- tantes de esta clase que actúen sin apoyo sindi-
cedimientos de representación. La presencia de cal, pero la información disponible indica la
sindicatos, empresas grandes y estables y una validez del mismo tipo de factores determi-
tradición de cooperación negociada contribuye nantes de la eficacia (Spaven y Wright, 1993;
a dar ese apoyo. Por el contrario, mediciones Woolfson y colaboradores, 1996). No obstante,
objetivas de los resultados en materia de salud en esos casos el apoyo sostenido para lograr esa
y seguridad indican que el aumento del nivel eficacia sin la presencia de los sindicatos pro-
de accidentes está relacionado con la disminu - bablemente sea más problemática ya que no
ción de la influencia de los sindicatos (Tombs, resulta nada claro de dónde puede venir el
1990; Nichols, 1997). La participación de los tra- apoyo o cómo pueda mantenerse (James y Wal-
bajadores en esta esfera resulta más probable en ters, 1997). En los países en que la organización
los centros de trabajo en que está presente algún de los trabajadores en los centros de trabajo no
tipo de sindicato que en aquellos en que está se efectúe necesariamente mediante organiza-
ausente. ciones sindicales – como ocurre en diversos paí-
ses de Europa en que las elecciones de los repre-
¿Consejos de empresa o sindicatos? sentantes de los trabajadores pueden dar por
resultado el triunfo de organizaciones com-
En estudios sobre el funcionamiento de la puestas principalmente por representantes no
representación de la fuerza laboral se destaca la sindicales – la independencia de la organiza-
importancia de las organizaciones de los traba- ción de que se trate sigue siendo importante y
jadores para la eficacia de esta forma de parti- los sindicatos continúan siendo la principal
cipación. De todos modos, es preciso aclarar el fuente de apoyo externo para lograr la eficacia
significado de la expresión «organizaciones de mediante, por ejemplo, sus servicios de forma-
los trabajadores». Aquí se utiliza en primer ción e información (Walters, 1994).
lugar para describir una forma de organización
de esta clase existente en el lugar de trabajo y Estructuras y procedimientos
autónoma en relación con la dirección de la habilitadores
empresa y en la que puede haber representan -
tes sindicales pero no necesariamente. Por En el Reino Unido, el estudio de las activi-
ejemplo, algunos consejos de empresa tienen dades de los representantes y los comités de
poca o ninguna presencia sindical y no obstante seguridad se ha centrado en otros factores
pueden ejercer una considerable influencia determinantes de su eficacia, distintos de, sim-
autónoma en materia de representación de los plemente, el papel de los sindicatos. No obs-
trabajadores en la esfera de la salud y la segu- tante, es mucho más probable que muchos de
ridad. En segundo lugar, también se emplea esos factores determinantes se encuentren en
aquí para describir el apoyo a las organizacio- empresas en las que existan sindicatos. Por
nes de los trabajadores dentro de la empresa ejemplo, el trabajo de Beaumont sobre los comi-
por parte de instituciones sindicales que actúan tés conjuntos de seguridad (Beaumont y cola-
fuera de ella. Nos referimos normalmente a las boradores, 1982), de forma muy parecida que
infraestructuras sectoriales, regionales y nacio- un estudio norteamericano anterior (Kochan y
nales de los sindicatos. colaboradores, 1997), llegó a la conclusión de
que los comités más eficaces son aquellos en
que los representantes de los trabajadores y la
dirección tienen una buena formación y la
representación se efectúa por medio de cauces

96
sindicales establecidos. Asimismo, es más pro- Una fuerza laboral menor
bable que otros factores determinantes, por y una afiliación sindical más baja
ejemplo, reuniones regulares, asistencia regular
de los representantes y comunicación adecuada En este sector lo habitual son los elevados
con otros trabajadores, puedan encontrarse en niveles de empleo a tiempo parcial y eventual,
las empresas con sindicatos y que los sindica- así como una numerosa mano de obra familiar,
tos de esas empresas desempeñen un papel y a menudo una estrecha interdependencia
importante en el establecimiento de las estruc- entre el empleo y el domicilio. En los últimos
turas y procedimientos que hagan posible esas diez años se ha registrado la tendencia conti-
situaciones. nua a la disminución de la fuerza laboral, con
una reducción especialmente importante del
La formación sindical es fundamental número de trabajadores contratados de manera
regular. La afiliación a los sindicatos es en gene-
Al igual que el apoyo de la organización ral baja y sigue disminuyendo. En muchos paí-
existente en el centro de trabajo, el apoyo de los ses es más baja en la agricultura que en cual-
sindicatos del exterior, tanto a nivel nacional quier otro sector. Por ejemplo, en el Reino Unido
como regional, desempeña un papel impor- disminuyó el 7 por ciento a mediados del dece-
tante: encuestas europeas demuestran muy cla- nio de 1990, en comparación con una media del
ramente la importancia crucial de la cantidad y 2 por ciento en lo que respecta a todos los sec-
calidad de la formación sindical, tanto para el tores industriales.
desarrollo como para la integración de los
representantes de los trabajadores en materia Paternalismo de la era preindustrial
de salud y seguridad a nivel del lugar de tra-
bajo (Walters, 1996b, y Raulier y Walters, 1995). Algunos aspectos del empleo agrícola, si
Esto también tiene otra ventaja indiscutible. Los bien siguen tendencias características de los
sindicatos desempeñan un papel importante mercados laborales postindustriales que redu-
como instigadores del cambio a nivel local, cen la seguridad en el empleo y la organización
nacional e internacional. La calidad de su fun- colectiva de los trabajadores, también conti-
ción activa en el proceso de representación de núan reflejando situaciones de una era prein-
los trabajadores es una característica impor- dustrial. Estudios sobre las relaciones sociales
tante de su éxito. Además, hay pruebas que existentes en el trabajo agrícola han destacado
indican que su presencia puede mejorar las acti- el paternalismo evidente entre los campesinos
vidades de otros participantes en la organiza- con tierra y sus empleadores y explican que
ción de la prevención en materia de salud y esas relaciones suelen fomentar la hostilidad
seguridad, por ejemplo las autoridades norma- contra la mayoría de las formas de influencia
tivas (Weil, 1991). exterior sobre las condiciones de empleo y de
trabajo, alentando asimismo la intolerancia
Características del empleo agrícola contra el colectivismo y la organización sindi-
y sus consecuencias para la salud cal. Además, al mismo tiempo que este sector
y la seguridad se enfrenta con una mecanización creciente y
sus riesgos conexos para la salud y la seguri-
Es evidente que muchas de las condiciones dad, abunda en prácticas y tradiciones labora-
indicadas que se sabe apoyan la representación les que no son compatibles con los enfoques
efectiva de los trabajadores en materia de salud modernos convencionales de gestión de la
y seguridad no existen en la agricultura. Con salud y la seguridad.
unas pocas excepciones, en la Europa occiden-
tal, empleo agrícola significa empleo en peque- La inspección y el control tienen
ñas empresas. Por ejemplo, de las 47.907 explo- pocas consecuencias directas
taciones agrícolas existentes en el Reino Unido
en 1995, sólo 528 empleaban a 15 o más trabaja- En la mayoría de países de Europa occiden-
dores a tiempo completo (incluidos los traba- tal, la reglamentación legislativa de la salud y la
jadores miembros de la familia) y el 64 por seguridad en la agricultura constituyó una
ciento de los trabajadores agrícolas desempe- incorporación tardía a medidas encaminadas a
ñaban su labor en empresas de menos de cinco proteger a los trabajadores y reglamentar su
empleados. salud y seguridad en otros sectores laborales.
Además, en algunos países, su posición a este
respecto todavía es distinta de la de la mayoría

97
de los reglamentos de salud y seguridad. Debido Se trata más de un problema de gestión
a ello y al gran número de pequeñas empresas que de carácter técnico de los peligros
que constituyen la enorme mayoría de las uni-
dades laborales en la agricultura, y a las difi- El problema de la salud y la seguridad en la
cultades de acceder a ellas, las prácticas de ins- pequeña empresa se reconoce en toda Europa
pección y control suelen estar escasamente occidental, donde el trabajo en empresas de esta
desarrolladas y tener pocas consecuencias direc- clase constituye una característica principal de
tas sobre la mayoría de los lugares de trabajo. las economías nacionales. Los datos de diver-
sos países ponen de manifiesto que los resulta-
El mayor número de heridos después dos en materia de salud y seguridad en las
de la industria de la construcción pequeñas empresas son inferiores a los regis-
trados en las de mayor tamaño, y los corres-
Todos estos factores contribuyen a crear ries- pondientes al número de heridos apoyan la
gos considerables para la salud y la seguridad conclusión de que un factor relacionado con el
de los trabajadores agrícolas y sitúan a ese sec- tamaño influye en el hecho de que se produz-
tor entre los de más alto riesgo laboral. Por ejem- can en el trabajo (Nichols, Dennis y Guy, 1995).
plo, en el Reino Unido los resultados obtenidos Al mismo tiempo, dado que en general los peli-
de la Encuesta de la Fuerza de Trabajo en rela- gros que se registran en los lugares de trabajo
ción con el número total de heridos registrados pequeños no son necesariamente más graves
en actividades laborales indican que el sector que los que se registran en los grandes, el pro-
agrícola fue el segundo en que hubo más casos blema de la prevención parece depender más
de traumatismos en dicho país, después de la de la gestión de la salud y la seguridad que del
industria de la construcción. El número de casos carácter técnico de los peligros o su control.
mortales también es alarmantemente elevado, y Las razones de la mala gestión de la salud y
una característica especialmente perturbadora la seguridad en las pequeñas empresas se atri-
es que, proporcionalmente, gran número de los buyen a gran variedad de factores, entre ellos
traumatismos graves y las muertes ocurridas en los siguientes:
explotaciones agrícolas corresponden a niños. • recursos limitados;
• conocimiento limitado de los requisitos
Contribución de los representantes reglamentarios;
de los trabajadores a la mejora • reconocimiento insuficiente de las ventajas
de la salud y la seguridad económicas de la salud y la seguridad;
en las pequeñas empresas
• escaso conocimiento y entendimiento de las
Aunque hay pruebas convincentes de que prácticas laborales seguras;
los representantes de los trabajadores contribu- • presión económica a corto plazo y compe-
yen a mejorar los resultados en materia de salud tencia;
y seguridad en la mayor parte de los sectores
industriales, en la agricultura, por las razones • cumplimiento inadecuado; e
ya indicadas, se carece en gran medida de prue- • inexistencia de servicios de prevención
bas de esta clase. Está claro que los enfoques (Walters, 1998).
tradicionales a este respecto no sirven para el
sector agrícola: su cultura, las actitudes de los Un problema de comunicación
empleadores, la escasa presencia de los sindi-
catos, el bajo nivel de inspección del trabajo y Sea cual fuere la razón o el conjunto de razo-
la manera en que se organizan las tareas mili- nes que explican los malos resultados en materia
tan contra los enfoques ortodoxos de gestión de de salud y seguridad, no son ni inevitables ni la
la salud y la seguridad, en especial contra las consecuencia necesaria del tamaño de la empresa.
prácticas tradicionales de representación de los No obstante, sí indican la existencia de un impor-
trabajadores. No obstante, en todos estos aspec- tante problema de comunicación para convencer
tos las empresas agrícolas son ejemplos extre- a los propietarios y los gestores de las pequeñas
mos de la cultura de la pequeña empresa. Como empresas de los beneficios de una buena gestión
tales, pueden ser receptivas a estrategias de de la salud y la seguridad. Esto es especialmente
protección de la salud y la seguridad adapta- válido en la agricultura en la que, tal como debe-
das específicamente a su situación, ensayadas ría deducirse del anterior esbozo de sus caracte-
con cierto éxito en los demás sectores laborales rísticas, los problemas en materia de comunica-
en que predomina la pequeña empresa. ción de riesgos son especialmente agudos.

98
Inspecciones del trabajo pequeñas La principal forma en que los sindicatos han
y faltas de recursos estudiado su contribución como intermediarios
en la gestión de la salud y la seguridad consiste
El reconocimiento del ampliamente exten- en encontrar la manera de que los trabajadores
dido problema de la comunicación de riesgos de las pequeñas empresas puedan tener mayo-
en la gestión de la salud y la seguridad de las res posibilidades de estar representados en
pequeñas empresas en general ha conducido a órganos encargados de la salud y la seguridad.
las autoridades normativas de algunos países Se han intentado los diversos enfoques que se
de Europa occidental a centrar más su atención indican a continuación, con un éxito variable
en la forma de mejorar la comunicación dentro pero importante: consecución del derecho legal
de las pequeñas empresas. Para tal fin, recono- a que los trabajadores de las pequeñas empre-
cen las limitaciones con que se enfrentan las ins- sas puedan estar representados por regionales
pecciones del trabajo, pequeñas y faltas de o territoriales de salud y seguridad; iniciativas
recursos, cuando tratan de llegar al enorme unilaterales de los sindicatos en relación con un
número de lugares de trabajo del sector de la sector concreto para aumentar las posibilidades
pequeña empresa. También se han dado cuenta de representación mediante planes que supon-
de que la imagen del inspector/regulador gan la presencia de representantes itinerantes;
quizá no sea la más adecuada para transmitir planes conjuntos de sindicatos y empleadores
el mensaje que desean hacer llegar al sector en en los que los representantes de los trabajado-
lo que respecta a los beneficios de la gestión de res a menudo actúan junto a agentes nombra-
la salud y la seguridad. Por todas estas razones, dos por los empleadores; colaboración entre los
han empezado a estudiar el papel que podrían sindicatos y la inspección del trabajo y las auto-
desempeñar a ese respecto los intermediarios ridades de salud y seguridad; y planes en los
en el entorno de la pequeña empresa. Esos que se establecen estructuras conjuntas y tri-
intermediarios abarcan gran variedad de orga- partitas en apoyo de los trabajadores y de sus
nizaciones que tratan con las pequeña empre- empleadores de las pequeñas empresas. En los
sas. Por ejemplo, podrían incluir las asociacio- párrafos siguientes figuran algunos ejemplos
nes de seguros, las asociaciones comerciales y de planes de esta clase.
profesionales, los servicios locales y regionales
de fomento de la pequeña empresa, los servi- Enfoques legales
cios de prevención, las organizaciones de for-
mación, los bancos y los contables, entre En Suecia existen desde 1974 medidas lega-
muchos otros. les para el nombramiento de representantes
regionales de salud y seguridad en todos los
El sindicato como intermediario sectores laborales, incluida la agricultura. En
Noruega existen medidas similares desde 1981
Los sindicatos representan una forma pero únicamente en relación con la industria de
importante de intermediario bien situado para la construcción. Las disposiciones suecas per-
aportar una contribución significativa al mejo- miten que los sindicatos designen a represen-
ramiento de la gestión de la salud y la seguri- tantes de salud y seguridad, que normalmente
dad en las pequeñas empresas: no sólo dispo- pueden representar a los trabajadores de las
nen de redes y sistemas de apoyo para estar pequeñas empresas de un determinado sector
representados sino que además tienen fuertes industrial y zona geográfica. Los representan-
incentivos para adaptar y ampliar esa función. tes regionales de seguridad o bien son, en el
Esto representa un enorme potencial, preocu- caso de las empresas grandes, representantes a
pados como están actualmente por su necesi- tiempo completo nombrados desde hace
dad de hacer frente a la crisis de representación tiempo en esa esfera, o bien dirigentes sindica-
que en todos los países registran y de encontrar les a tiempo completo que llevan a cabo esta
nuevas identidades que esperan les sirvan para tarea además de desempeñar otras obligacio-
continuar avanzando. Aunque los sindicatos nes. En el enfoque de esos países nórdicos
son relativamente débiles en la agricultura, no resulta fundamental la obtención desde el prin-
por ello dejan de ser lo suficientemente impor- cipio de los llamados Fondos del Entorno Labo-
tantes para constituir un recurso potencial ral. Aunque ha habido cambios a medida que
como intermediarios en el sector. También es se han introducido nuevos enfoques para
posible que el desarrollo de este papel contri- financiar los planes del entorno laboral, los
buya a aumentar su presencia e importancia en representantes regionales todavía están finan-
el sector.

99
ciados en gran medida con cargo a fondos aje- a intervalos regulares de inspecciones conjun-
nos a los sindicatos. tas en los centros de trabajo bajo su jurisdicción.
Se considera que las disposiciones suecas Si a raíz de esas inspecciones se requiere apli-
han tenido bastante éxito, según ha confirmado car medidas, corresponden únicamente a la ins-
una evaluación reciente (Frick y Walters, 1998). pección del trabajo.
También han influido en el pensamiento sindi-
cal de otros países: en los últimos años, en varios Iniciativas sindicales
países de Europa occidental las políticas sindi-
cales se han caracterizado por la defensa de Los sindicatos de los sectores en los que hay
estrategias encaminadas a conseguir medidas gran número de trabajadores en empresas
legislativas similares. En algunos casos han teni- pequeñas aplican desde hace muchos años
do éxito, por lo menos en parte. Por ejemplo, estrategias en materia de representación que
en Italia, las disposiciones sobre representación tienen en cuenta los problemas de tamaño y
de los trabajadores en la esfera de la salud y la fragmentación. Por ejemplo, en el Reino Unido,
seguridad, introducidas en virtud de la ley 626, el sindicato de trabajadores del comercio mino-
autorizan a los sindicatos a designar represen- rista ha desarrollado un sistema de representa-
tantes territoriales. En el Reino Unido los sindi- ción de sus afiliados de los pequeños centros de
catos han fomentado medidas similares desde trabajo mediante la designación de organiza-
que su Congreso (TUC) aprobó una resolución dores que se ocupan de gran número de dife-
con tal fin en 1998. En la actualidad son objeto rentes centros laborales, por lo general de una
de una consulta pública organizada por la misma región. Las cuestiones relacionadas con
Comisión de Salud y Seguridad (HSC, 1999). La la salud y la seguridad preocupan cada vez más
demanda de medidas de esta clase también se a los trabajadores y por ello dichos organiza-
está debatiendo en las confederaciones sindica- dores se ocupan de estos problemas y necesitan
les francesas, y en un futuro próximo es proba- formación y apoyo del sindicato para actuar
ble que en Francia la política sindical se concrete con eficacia en el desempeño de esas tareas.
en un llamamiento a favor de cambios legislati-
vos en esta esfera. Además, los sindicatos fran- Representantes itinerantes
ceses están debatiendo el establecimiento de
asesores de salud y seguridad a nivel regional Además de esas prácticas que han evolu-
en todas las federaciones. Aunque no tendrían cionado lentamente y atendiendo demandas
los derechos estatutarios de los representantes que varían continuamente, los sindicatos inten-
territoriales – por ejemplo, entrar en los centros tan que se designen específicamente los repre-
de trabajo –, podrían proporcionar información sentantes regionales o territoriales de salud y
y asesoramiento en materia de salud y seguri- seguridad. Esos esfuerzos suelen verse influi-
dad, y apoyo a los afiliados al sindicato, en los dos por las disposiciones de los países nórdicos
lugares de trabajo pequeños. pero se adaptan específicamente para tener en
En Grecia existe una variación interesante cuenta la atmósfera reinante en el sector indus-
del empleo de medidas reglamentarias en rela- trial y el contexto nacional en que se aplican.
ción con los comités conjuntos de seguridad en Quizá uno de los esfuerzos más pertinentes e
la construcción y reparación de buques. Con interesantes sea el plan de representantes itine-
arreglo a lo dispuesto en la ley 1767/88, se han rantes de seguridad, iniciado por la sección de
establecido comités conjuntos de salud y segu- trabajadores rurales y agrícolas de la Unión
ridad en muchas empresas pequeñas y de con- General de Trabajadores y del Transporte del
tratistas dedicados a las indicadas actividades Reino Unido, en 1996, que facilitó la designa-
en la zona de El Pireo-Drapetsona-Keratsini- ción de diversos representantes de seguridad
Perama-Salamina. En virtud de la indicada ley, itinerantes entre los funcionarios del sindicato
esos comités tienen derecho a controlar la apli- en el sur de Inglaterra en 1996.
cación de la legislación sobre salud y seguridad.
Los comités están compuestos por un repre- Limitaciones de un enfoque unilateral
sentante de la inspección del trabajo, otro de la
marina mercante y otro de la cámara técnica de Ese plan se introdujo de manera unilateral
Grecia, así como por dos representantes elegi- debido a la frustración creciente del sindicato al
dos por los trabajadores. El inspector del tra- no lograr iniciativas conjuntas a través de la
bajo preside el comité que, por consiguiente, no estructura nacional tripartita de salud y seguri-
tiene representantes de los empleadores. Entre dad del sector (el Comité Consultivo de la Indus-
las funciones del comité cabe citar la realización tria Agrícola). Aunque la Ejecutiva de Salud y

100
Seguridad (HSE) dio su apoyo moral a ese plan, Los componentes externos del equipo sue-
la organización de empleadores, la Unión Nacio- len ser activistas veteranos que han asistido a
nal de Granjeros (NFU), se negó a apoyarlo y a muchos cursos de formación sindical. Poseen
adoptar ninguna medida que alentase a sus afi- un conocimiento general de las cuestiones de
liados a cooperar y permitir que los represen- salud y seguridad pero normalmente no han
tantes de los trabajadores accedieran a las explo- recibido formación especializada en esta esfera.
taciones agrícolas. Como resultado de ello, en Su actividad está orientada hacia las empresas
una evaluación del plan llevada a cabo durante que carecen de organización sindical. Después
su segundo año de funcionamiento se observó de celebrar una reunión inicial con la dirección,
que se habían podido realizar pocas visitas a los trabajadores externos suelen celebrar varias
explotaciones agrícolas y que las actividades de otras con los trabajadores antes de que tenga
los representantes se habían centrado principal- lugar la elección de los representantes sindica-
mente en tareas de concienciación fuera del les. Después de celebradas las elecciones, los
lugar de trabajo, incluso por lo que se refiere a trabajadores del equipo pueden seguir en con-
los afiliados de sus ramas sindicales, los emplea- tacto con la empresa hasta un máximo de seis
dos agrícolas y el público en general (Walters, meses ofreciendo apoyo, pero la responsabili-
1997). Aunque sirvió para demostrar el éxito del dad de la pequeña empresa recientemente sin-
plan en esos aspectos y destacó sus posibilida- dicalizada se transfiere durante ese período a la
des generales, la evaluación puso de relieve las federación sindical correspondiente.
limitaciones de este tipo de enfoque cuando se En Dinamarca, el apoyo sindical a los repre-
lleva a cabo de manera unilateral y sin el apoyo sentantes en pequeñas empresas incluye nor-
de legislación o el apoyo plenamente voluntario malmente asesoramiento, seminarios de infor-
de todas las partes afectadas. Cuando a raíz de mación y formación profesional. Cambios
la evaluación el TUC aprobó una resolución introducidos recientemente en la legislación
pidiendo legislación de esta clase, los sindicatos obligan actualmente a elegir a representantes
se interesaron en obtener apoyo legislativo. de seguridad en los centros de trabajo con cinco
Entretanto, el plan relativo a la agricultura o más empleados, y los sindicatos han aumen-
ha seguido funcionando y parece que va tado sus esfuerzos para proporcionar apoyo y
ganando credibilidad poco a poco entre los conexiones a esos representantes. Los sindica-
empleadores. Gran parte de los representantes tos reconocen que para que se elija un número
designados al principio todavía siguen ejer- importante de nuevos representantes en las
ciendo sus funciones y en la actualidad pueden pequeñas empresas tendrán que desarrollar su
acceder a los lugares de trabajo (aunque con función e identidad para abarcar no sólo el
carácter todavía limitado en algunos casos). modelo de inspección tradicional sino también
También han recibido más formación y se han otro modelo en el que puedan desempeñar un
integrado mejor en los mecanismos pertinentes papel más participativo y consultivo.
de apoyo de los sindicatos.
En España, Comisiones Obreras tiene un sis- Planes conjuntos para la participación
tema de entrar en contacto con los trabajadores de los representantes
de las pequeñas empresas por medio de equi- de los trabajadores y los empleadores
pos externos de funcionarios sindicales (SLF, en la gestión de la salud y la seguridad
1997)1. Este sistema se estableció en 1991 y está en las pequeñas empresas
destinado a las empresas que tienen entre 6 y
49 trabajadores. Se estableció ante todo con La iniciativa de los trabajadores agrícolas
fines de organización sindical, en especial en descrita anteriormente se está transformando
relación con la celebración de elecciones para de manera gradual en una iniciativa conjunta
designar a los representantes de los trabajado - en forma de Comité Asesor de la Industria Agrí-
res. No obstante, se reconoce ampliamente que cola (AIAC), que después de la evaluación del
la entrada en las empresas pequeñas, donde a plan original logró convencer a la NFU para
menudo el empleador se muestra hostil a la sin- que cooperara. Gracias a ello, se está exami-
dicación, se ve facilitada por el hecho de cen- nando actualmente una iniciativa conjunta
trarse en esferas de interés tanto para los patrocinada por el AIAC según la cual se nom-
empleadores como para los trabajadores. Las brarán más representantes itinerantes así como
cuestiones de salud y seguridad entran dentro diversos asesores en salud y seguridad, a los
de esta categoría y los trabajadores externos que es preciso apoyar para que puedan acceder
pueden demostrar que el sindicato tiene cono- a las granjas y otras explotaciones agrícolas. Se
cimientos prácticos que ofrecer al respecto. ha encargado otro proyecto de investigación

101
para evaluar la iniciativa comparando la expe- tas conjuntas de representantes de los emplea-
riencia de las empresas agrícolas que se valen dores y de los sindicatos a pequeñas empresas.
de representantes y asesores con la de otro Por ejemplo, existen disposiciones de esta clase
grupo que no cuenta con ese apoyo. en la construcción y la peluquería.

Necesidad de convenios colectivos Otras iniciativas conjuntas


En otros países y sectores ha habido planes Existen diversos enfoques conjuntos en lo
conjuntos desde el principio. Por ejemplo, en Ita- que se refiere a proporcionar formación a las
lia, donde el Decreto 626/94 aplica la Directiva pequeñas empresas en varios países de Europa
marco de la UE y autoriza el establecimiento de occidental. Un ejemplo lo constituye el plan de
representantes territoriales de seguridad, se han formación de tres años de duración (1999-2001)
firmado convenios colectivos para hacer opera- aprobado en Valencia (España) con el apoyo de
tivas esas posibilidades. Así ha ocurrido en la autoridad regional: empleadores y sindicatos
varios sectores, como por ejemplo empresas intentan capacitar a 2.500 propietarios y admi-
artesanales y comerciales. En la región de Emi- nistradores de pequeñas empresas, 15.000 re-
lia-Romagna se fundó en 1991 una organización presentantes de seguridad y 10.000 empleados
conjunta de empresas dedicadas a diversos ofi- responsables de la salud y la seguridad. En
cios (con menos de 20 empleados, de todos los cierto sentido, las iniciativas en materia de for-
sectores, excepto la agricultura y la venta mino- mación constituyen la opción más fácil de las
rista y mayorista) conocida como Ente Bilateral iniciativas conjuntas de sindicatos y empleado-
de Emilia-Romagna (EBER), con el fin de fomen- res. La financiación suele ser relativamente
tar el diálogo entre empleadores y trabajadores fácil: no requiere intervención directa en la
del sector. En 1996 se alcanzó un acuerdo entre empresa y cada interlocutor social puede cui-
los empleadores y las organizaciones sindicales darse de formar a sus propios miembros, como
para aportar recursos (a partir un modesto ocurrirá en Valencia, donde los sindicatos orga-
impuesto sobre los empleadores de 5 euros por nizarán la formación de representantes de
empleado y año) para que el EBER pudiera pro- seguridad y las asociaciones de empleadores la
porcionar información, formación y apoyo a los de sus propios miembros. En el Reino Unido
representantes territoriales en el indicado sector. existen desde hace años planes conjuntos simi-
También se facilita apoyo operativo a los repre- lares de determinados sindicatos y organiza-
sentantes mediante comités territoriales conjun- ciones de empleadores. Por ejemplo, los sindi-
tos presentes en diferentes distritos de la región. catos de actividades mecánicas, electricidad y
En España cabe prever el desarrollo de las construcción cursos en colaboración con las
iniciativas bipartitas, habida cuenta del alto asociaciones de empleadores de esos sectores
grado de institucionalización de las relaciones en los que se ha fijado como objetivo las peque-
de gestión sindical fuera de la empresa y la tra- ñas empresas y los contratistas.
dición de corporativismo del país. Por ejemplo,
en el convenio colectivo de la construcción Mayor información gracias
para Asturias se prevé el nombramiento de a Comisiones Obreras
delegados conjuntos de los empleadores y el
sindicato para llevar a cabo tareas externas en Aunque la mayoría de las iniciativas con-
materia de salud y seguridad en las empresas juntas en que participan representantes de los
del sector. Estos delegados están supervisados trabajadores se conciertan entre sindicatos y
por un comité de salud y seguridad establecido empleadores, también hay ejemplos de acuer-
en virtud del mismo convenio. Su papel se con- dos entre los sindicatos y las autoridades eje-
sidera complementario del de los demás inter- cutivas. Por ejemplo, los sindicatos también
mediarios y su función principal es sensibili- intervienen en apoyo de la inspección del tra-
zar a los empleadores y a los trabajadores en lo bajo. En Valencia, los funcionarios de la Fede-
que respecta a la prevención de accidentes y a ración de la Construcción de Comisiones Obre-
las tareas que es preciso llevar a cabo para cum- ras circulan en automóvil por la ciudad para
plir la legislación. Se prevé que actúen en cali- ampliar la información de los inspectores de
dad de «asesores colaboradores», en vez de ins- trabajo. Después de estacionarse junto a un edi-
pectores. ficio en obras, suelen tomar nota, sin moverse
En Dinamarca, las organizaciones sindicales del automóvil, de todas las infracciones noto-
y de empleadores han concertado acuerdos rias, que posteriormente comunican a la ins-
sobre participación externa, lo que supone visi- pección del trabajo.

102
No se conocen accidentes de los representantes regionales y territoriales,
en los lugares visitados como ocurre por ejemplo con el comité de salud
por los representantes sindicales y seguridad en la construcción de Asturias y los
comités de distrito de Emilia-Romagna, ya
Esta función de aplicación de la ley también mencionados. En ocasiones realizan la inspec-
tiene aspectos más institucionalizados: en ción directamente, como en el caso del comité
Valencia, los sindicatos han negociado un conjunto obligatorio griego de la industria de
acuerdo con la inspección del trabajo en virtud construcción y reparación de buques, ya men-
del cual ésta notifica al sindicato, a nivel regio- cionado anteriormente. No obstante, en gene-
nal, todas las órdenes dictadas para introducir ral constituye un instrumento básico para que
mejoras, de manera que el sindicato pueda con- los interesados puedan reunirse con el fin de
trolar su cumplimiento por parte de las empre- preparar políticas y prácticas en materia de
sas. En el sector de la construcción los sindica - salud y seguridad en las pequeñas empresas.
tos han llegado a un acuerdo con las autoridades
locales para inspeccionar la obras públicas, por Factores que influyen en el éxito
ejemplo, del metro de Madrid. En la misma de los representantes de salud
región existen acuerdos con las autoridades y seguridad de los trabajadores
locales para que los representantes sindicales de las pequeñas empresas
inspeccionen las principales obras de construc- y su pertinencia para la agricultura
ción de edificios públicos. En la ciudad de Gan-
día, en 1998, se visitaron 146 obras en las que Aunque en la mayoría de los casos el reco-
estaban empleados 1.180 trabajadores. Se con- nocimiento de la necesidad de aplicar estrategias
sidera que este acuerdo ha contribuido a que no especiales para la representación de los trabaja-
se produjeran accidentes en las obras ni se per- dores en las pequeñas empresas es relativamente
dieran días de trabajo por esa causa durante el reciente en la Europa occidental, de los ejemplos
año. En la ciudad de Valencia se ha conseguido presentados en la sección anterior cabe deducir
un éxito similar gracias a un acuerdo con el que ya se dispone de gran variedad de expe-
Departamento de la Vivienda en lo que respecta riencias. El análisis de esas experiencias indica
a las obras de construcción de viviendas de pro- la presencia de numerosos factores que parecen
piedad pública. fundamentales para determinar el éxito de esos
En Suecia, los representantes regionales en representantes. Aunque algunos de estos facto-
materia de seguridad han participado con la res reflejan lo que ya se sabe acerca de lo que
inspección del trabajo en varias campañas espe- determina en general la eficacia de los repre-
ciales sobre aspectos concretos de la salud y la sentantes de los trabajadores en materia de
seguridad en las pequeñas empresas, por ejem- salud y seguridad, otros son más específicos de
plo, reducción de los accidentes causados por la situación laboral existente en las pequeñas
la maquinaria en la industria panificadora, empresas.
mediante campañas de inspección conjunta, y
el control de contenedores en la industria del Amplitud del problema
transporte.
Está claro que la cultura de las relaciones
Comités conjuntos de salud y seguridad laborales, el grado de afiliación sindical y la
en las pequeñas empresas actitud de propietarios y administradores en lo
que respecta a la salud y la seguridad y a la par-
En la mayoría de los países de Europa occi- ticipación de los trabajadores son cuestiones
dental existen comités conjuntos de seguridad, fundamentales que influyen en el grado de
regionales o sectoriales, que se ocupan de cues- éxito de las estrategias en esta esfera en lo que
tiones de salud y seguridad en pequeñas respecta a la pequeña empresa. Se trata sin
empresas de su esfera de actividad. En algunos duda de variables que ayudan a explicar el
casos estos comités apenas tienen otra función éxito del plan sueco y al mismo tiempo expre-
que la de distribuir información. A menudo san claramente hasta qué punto esa represen-
participan en iniciativas de información que tación se enfrenta con problemas en otros paí-
encargan, desarrollan o proporcionan forma- ses en los que las actitudes sociales y la
ción en materia de salud y seguridad a los afiliación a los sindicatos resultan menos favo-
empleadores, trabajadores y representantes de rables. No obstante, la evaluación de los facto-
los trabajadores de las pequeñas empresas. En res que influyen en el éxito de las iniciativas
otros casos, pueden supervisar las actividades sobre representación de los intereses de los tra-

103
bajadores en materia de salud y seguridad en Utilización de los medios
las pequeñas empresas por medio de represen- de información
tantes ajenos al centro laboral pone de mani-
fiesto diversas características comunes compar- Algunas iniciativas sobre el nombramiento
tidas en mayor o menor grado por la mayoría de representantes regionales, como por ejemplo
de esas iniciativas en Europa occidental. el plan de trabajadores agrícolas del Reino
Unido, ponen de manifiesto que dichos repre-
Cuestiones de legitimación sentantes llevan a cabo múltiples actividades,
y credibilidad por ejemplo, toman la palabra en reuniones
locales de agricultores y ganaderos y utilizan
Está claro a este respecto que la tarea de los los medios de información locales o sectoriales
representantes regionales y territoriales es dis- para dar a conocer mensajes sobre su función
tinta de la de los representantes tradicionales en materia de salud y seguridad, lo que no ocu-
de los trabajadores que actúan en su propio cen- rre en el caso de los representantes de los tra-
tro de trabajo. Los representantes regionales se bajadores en las grandes empresas.
enfrentan con importantes cuestiones de legiti-
mación y credibilidad, no sólo en relación con Necesidad de importantes recursos
el propietario y los administradores de las para proporcionar las aptitudes
pequeñas empresas sino también con los pro- necesarias
pios trabajadores. Los criterios tradicionales
para representar a los trabajadores en materia Para tener éxito, estas diferentes funciones
de salud y seguridad, por ejemplo las estrate- requieren diferentes enfoques, cualidades per-
gias de inspección y control, propios de los sonales y conocimientos prácticos de los propios
representantes internos de los trabajadores en representantes. Todo ello puede adquirirse con
los centros de trabajo de mayor tamaño, pue- la ayuda de la experiencia y formación pero es
den ser contraproducentes si los utilizan los importante reconocer que para conseguirlo se
representantes regionales. necesitan dedicar importantes recursos. Tam-
bién se necesitan recursos para que los repre-
Necesidad de aptitudes sentantes regionales y territoriales no queden
de negociación y alianzas aislados. A este respecto, es preciso el apoyo de
las organizaciones sindicales regionales y de los
Los representantes regionales y territoriales comités regionales y sectoriales existentes en
tienen que tener aptitudes de representación y algunos de los planes descritos anteriormente.
negociación que se adapten a las condiciones De hecho, muy pocos planes se han desarrollado
de las relaciones laborales no estructuradas que sin la inyección de recursos de algún origen con-
caracterizan a las pequeñas empresas. Entre creto. No obstante, estos costos deben conside-
estas características cabe citar la no sindicación rarse desde una determinada perspectiva. Aun-
de los trabajadores y la inexistencia de estruc- que no son insignificantes y conseguirlos y
turas procesales y de disposiciones para tratar mantenerlos puede resultar difícil, especial-
con los administradores y sus empleadores, mente en sectores como la agricultura, son rela-
contrariamente a lo que resulta habitual para tivamente poco importantes en comparación
los representantes de los sindicatos en las con los posibles beneficios que pueden aportar
empresas grandes. También significa que los para reducir el costo de los accidentes y las enfer-
representantes pueden tener que establecer medades en la pequeña empresa.
alianzas con personas y organizaciones tales
como servicios de prevención de salud y segu- Distintos medios de comunicación
ridad, inspectores de trabajo, grupos locales de para conseguir apoyo
salud y seguridad, administradores públicos,
etc., a los que quizá no conozcan si su expe- Otra enseñanza que parecería repetirse en los
riencia se basa en las relaciones laborales tradi- varios planes descritos anteriormente es que es
cionales. Asimismo, quizá tengan que hacer poco probable que tengan éxito a menos que
mayores esfuerzos para comunicarse con los cuenten con un amplio apoyo de los interlocu-
trabajadores de las pequeñas empresas e tores sociales, las autoridades públicas y otros
incluso con los habitantes de las poblaciones en interesados del sector de la pequeña empresa. El
que operan las empresas. logro de ese apoyo es una de las razones por las
que los representantes de los trabajadores tienen
que adoptar métodos de comunicación en mate-

104
ria de salud y seguridad que pueden diferir de Conclusión: pertinencia de la
los empleados en las formas de relaciones labo- representación de los trabajadores
rales habituales en las grandes empresas. En en materia de salud y seguridad
algunos sectores laborales esto resulta más pro- en la agricultura
blemático que en otros. La experiencia registrada
hasta la fecha en la agricultura indica que su cul- El trabajo agrícola es peligroso. Los niveles
tura y tradiciones pueden constituir enormes de salud y seguridad son escasos y la gestión
obstáculos para la aceptación de representantes en esta esfera es insuficiente. Todo ello es
de los trabajadores. No obstante, tal como indica motivo de preocupación y justifica la existen-
el ejemplo británico de representantes de segu- cia de estrategias de prevención de los orga-
ridad itinerantes, puede superarse incluso la nismos reguladores y de otra índole interesa-
decidida oposición de los empleadores. Su hos- dos en mejorar los niveles de salud y
tilidad inicial cede el paso a la cooperación en un seguridad. No obstante, se trata de un sector
plan conjunto, después de haberse demostrado que no se presta fácilmente a intervenciones
los beneficios y posibilidades del plan original. reguladoras. En la agricultura se dan muchos
casos extremos de las relaciones laborales y la
Los derechos previstos en la legislación cultura propia de la pequeña empresa, todo lo
rara vez se extienden a las pequeñas cual supone una amplia resistencia a las for-
empresas mas tradicionales de organización colectiva
autónoma de los trabajadores.
La cuestión del apoyo legislativo al tipo de
intervenciones en materia de salud y seguridad Vinculación con los intereses
en que participan representantes de los trabaja- económicos, la regulación
dores está vinculada al apoyo institucional de del mercado y el entorno comercial
los principales interesados. En la mayoría de las
disposiciones nacionales europeas y de la UE Se reconoce cada vez más que la gestión de
figura el derecho legal de los trabajadores a estar la salud y la seguridad en las pequeñas empre-
representados en cuestiones de salud y seguri- sas de Europa occidental no se conseguirá
dad, y la disposición correspondiente de que los basándose en los enfoques tradicionales de
empleadores permitan la elección de represen- mando y control de la regulación y la inspec-
tantes y proporcionen instalaciones para que ción. En un esfuerzo por mejorar el nivel de
puedan desempeñar su función. No obstante, salud y seguridad en ese sector, cada vez se
esos derechos rara vez se extienden de forma recurre más a nuevos enfoques en los que la
operativa a los trabajadores de las pequeñas salud y la seguridad pueden vincularse a los
empresas, aunque existan en teoría, debido a intereses económicos, la regulación del mer-
todas las razones ya indicadas que dificultan el cado y el entorno comercial en el que operan las
desarrollo o mantenimiento de la representa- empresas pequeñas. En estos enfoques se utili-
ción en lugares de trabajo concretos. Para que zan frecuentemente organizaciones y organis-
los representantes tengan acceso a los trabaja- mos que forman parte del entorno de la
dores de las pequeñas empresas quizá se pequeña empresa cuando cabe demostrar que
requiera la aplicación de disposiciones especia- trabajadores, administradores y propietarios
les. Varios países así lo han entendido, como de las empresas pequeñas tienen algo que
puede verse en los ejemplos de Suecia, Noruega, ganar. Los sindicatos pueden y deben formar
Italia y Grecia. Pocas dudas existen acerca de parte de este entorno, aunque quizá tengan que
que el amplio éxito del plan sueco se debe, al modificar sus identidades y sus estrategias de
menos en parte, a su soporte legislativo, o que organización para aprovechar al máximo las
la existencia de representantes territoriales en oportunidades de representación de los traba-
Italia, o los comités sectoriales conjuntos de jadores en ese sector.
salud y seguridad de Grecia, se vieron alenta-
dos por el hecho de que su creación se amparase Existen considerables nuevas
en la legislación. Los datos existentes parecen posibilidades de representación
indicar que los planes de representación de los de los trabajadores
trabajadores en materia de salud y seguridad en
las empresas pequeñas se ve grandemente asis- Este artículo ha demostrado la existencia de
tido por el apoyo legislativo. No obstante, esto algunas clases de representación de los trabaja-
no significa que dicho apoyo sea en absoluto lo dores que se ajustan a ese nuevo reconoci-
único que explique su éxito. miento y que ofrecen posibilidades considera-

105
bles de mejorar la gestión y los resultados en Grunberg, L. 1983. «The effects of the social relations of pro-
materia de salud y seguridad, lo que es muy duction on productivity and workers safety», en Inter-
national Journal of Health Services, vol. 13 (4), págs. 621 a
necesario en el sector agrícola. Nunca ha sido 634.
fácil el acceso de los representantes de salud y Health and Safety Commission. 1999. Documento de trabajo:
seguridad a los trabajadores agrícolas. No obs- Employee consultation and involvement in health and safety
tante, aunque este sector presenta obstáculos (Sudbury, HSE Books).
enormes para los enfoques tradicionales de James, P. y Walters, D. 1997. «Non-union rights of involve-
representación de los trabajadores, las posibili- ment: The case of health and safety at work», en Indus-
dades ofrecidas por las nuevas estrategias, que trial Law Journal, vol. 26, págs. 35 a 50.
suponen formas diferentes de representación Kochan, T.A.; Dyer, L., y Lipsky, D.B. 1997. The effectiveness of
union-management safety and health committees (Kalama-
regional, son considerables. Aunque esos pla- zoo, Michigan, W.E. Upjohn Institute for Employement
nes no superan en absoluto todos los obstácu- Research).
los con que tropieza la representación de los tra- Nichols, T. 1997. The sociology of industrial injury (Londres,
bajadores en ese sector, la experiencia de su Mansell).
desarrollo en otros sectores en que predominan —. Op.cit, cáp. 7.
las pequeñas empresas, así como su aplicación, —; Dennis, A. y Guy, W. 1995. «Size of employment unit and
aunque limitada, en la propia agricultura, dan industrial injury rates in British manufacturing industry:
muchos motivos de optimismo sobre su desa- A secondary analysis of WIRS, 1990, Data», en Industrial
rrollo en ese sector en el futuro. Law Journal, vol. 26, págs. 45 a 56, y núm. 4, págs. 625 a
641, Nueva York, Baywood.
Quinlan, M. 1993. «The industrial relations of occupational
Las ganancias superan los costos health and safety» Quinlan, M. (director de la publica-
ción): Work and health, the origins, management and regula-
Estos esquemas requieren el apoyo de los tion of occupational illness (Australia, Melbourne, Macmi-
interesados y los organismos reguladores, así llan), págs. 126 a 169.
como cierto nivel de recursos, y en el caso de Raulier, A. y Walters, D.R. 1995. Trade union training in health
la agricultura no menos que en otros sectores and safety (Bruselas, European Trade Union Technical
Bureau for Health and Safety).
en que predominan las pequeñas empresas.
Hay pruebas suficientes de que la representa- Reilly, B.; Paci, P. y Holl, P. 1995. «Unions’ Safety Committees
and Workplace Injuries», en British Journal of Industrial
ción tradicional de los trabajadores tiene con- Relations, vol. 33 (2), junio.
secuencias importantes para los resultados en
SLF. 1997. «Health and Safety in small enterprises in Europe:
materia de salud y seguridad, lo que ocurrirá The significance and sustainability of the translator func-
también en el caso de los planes que supongan tion of intermediaries in preventive health and safety in
una representación regional. Por consiguiente, different European national settings». Proyecto de inves-
tigación financiado por Spaven, M.; Wright, C. 1993. The
los costos de esos planes son pequeños y se ven effectiveness of offshore safety representatives and Safety Com-
fácilmente superados por las ganancias econó- mittees. Informe presentado a la HSE (Londres, HSE).
micas y sociales derivadas del mejoramiento Tombs, S. 1990. «Industrial Injuries in British Manufactu-
de la salud y la seguridad gracias al éxito de su ring», en The Sociological Review, mayo, págs. 324 a 343.
aplicación en la agricultura y en otros sectores Walters, D.R. 1990. Worker Participation in Health and Safety: A
laborales. European Comparison, Institute of Employment Rights.
—. 1994. «The Conditions for Successful Employee Involve-
ment in Health and Safety», en European Participation
Monitor, núm. 8, págs. 25 a 38. European Foundation for
Bibliografía citada the Improvement of Living and Working Conditions.
—. 1996a. «Trade unions and the effectiveness of worker
Beaumont, P.B.; Coyle, J.R.; Leopold, J.W., y Schuller, T.E. representation in health and safety in Britain», en Inter-
1982. The determinants of effective joint health and safety com- national Journal of Health Services, vol. 26.
mittees (Centre for Research into Industrial Democracy
and Participation, Universidad de Glasgow, Informe —.1996b. «Trade unions and the training of health and safety
presentado al ERSC). representatives in Europe», en Employee Relations,vol. 18,
núm. 6., MCB University Press.
Biggins, D.; Phillips, M., y O’Sullivan, P. 1991. «Benefits of
worker participation in health and safety», en Labour and —. 1997. The role of regional health and safety representatives in
Industry, vol. 4(1), págs. 138 a 159. agriculture: An evaluation of a trade union initiative on roving
Dedobbeleer, N.; Champagne, F., y German, P. 1990 «Safety safety representatives in agriculture. An HSE Contract Rese-
performance among Union and Non-union Workers in arch Report, núm. 157/1997 (Sudbury, HSE Books).
the Construction Industry», en Journal of Occupational —. 1998. «Employee representation and health and safety: A
Medicine, vol. 32, núm. 11, págs. 1099 a 1103. strategy for improving health and safety performance in
Frick, K. y Walters, D.R. 1998. «Representación de seguridad small enterprises?» en Employee Relations, vol. 20, núm. 2,
y salud en las pequeñas empresas. El sistema sueco y sus págs. 180 a 195.
enseñanzas», en Revista Internacional del Trabajo, vol. 117, —; Gourlay, S. 1990. Statutory employee involvement in health
núm. 3, págs. 391 a 415. and safety at the workplace. A report on the implementa-

106
tion and effectiveness of the Safety Representatives and Nota
Safety Committees Regulations, 1977. HSE Contract
Research Report, nº 20/1990, HMSO. 1
Programa Conjunto de Investigación de la Vida Labo-
—; Dalton, A.J.P., y Gee, D. 1993. Worker representation on ral desde una Perspectiva Europea (SALTSA). Este programa
health and safety in Europe (Bruselas, European Trade se inició en 1997 para llevar a cabo tareas de investigación y
Union Technical Bureau for Health and Safety). desarrollo del mercado de trabajo y el empleo, la organiza-
Warren-Langford, P.; Biggins, D. y Phillips, M. 1993. «Union ción del trabajo y el entorno laboral. Se trata de un programa
participation in occupational health and safety in Wes- de la Confederación Sueca de Sindicatos, las asociaciones
tern Australia» en Journal of Industrial Relations, vol. 35 (4), profesionales y los empleados profesionales, y el Instituto
págs. 585 a 606. Nacional de la Vida Laboral. El proyecto finalizará en junio
del año 2000 con la publicación de un informe completo de
Weil, D. 1991. «Enforcing OSHA: the role of the labour sus conclusiones.
unions, industrial relations», vol. 30, invierno.
Woolfson, C.; Foster, J., y Bekc, M. 1996. Paying for the piper:
Capital and labour in Britain’s offshore oil industry (Londres,
Mansell).

107
Europa oriental. Los servicios de salud
en el trabajo son inaccesibles para
los trabajadores y aún no han llegado
a formar parte de la atención primaria de salud
Yuri. I. Kundiev
Instituto de Salud en el Trabajo,
Academia de Ciencias Médicas de Ucrania
Kiev (Ucrania)

Las condiciones de vida y de trabajo de los actual. En este sentido, debería prestarse espe-
trabajadores agrícolas y su salud dependen del cial atención a las mejoras significativas que se
nivel de desarrollo económico y de la política han conseguido en las condiciones de vida y de
agraria de cada país. En el último decenio, la trabajo de las mujeres en cuanto a su doble
mayor parte de los países de Europa oriental han cometido de trabajadoras y amas de casa.
revisado y modificado en grado considerable los Para lograr avances en el desarrollo agrícola,
principios fundamentales de su política agraria. resolver problemas ambientales y emprender
En Ucrania, la Federación de Rusia y otros una reorganización social de gran alcance se
varios países de Europa oriental, las reformas precisa una participación activa de expertos en
agrarias se han enfrentado con un deterioro muchas disciplinas. Varios problemas nuevos y
paralelo de la producción agrícola y, por ende, complejos han de ser resueltos urgentemente
de la condición económica y social de la pobla- por especialistas en salud pública, seguridad y
ción rural (Kross, 1998; James, 1996, y Kundiev, economía con miras a la adopción de políticas
1994). Las principales conclusiones que se deri- y medidas encaminadas a garantizar la salud y
van del presente análisis muestran que las con- la capacidad laboral de los trabajadores en las
diciones de vida y de trabajo de la población granjas colectivas y del Estado, así como la de
rural han recibido muy poca atención. El atraso los agricultores privados.
del desarrollo social en el sector rural de algu-
nos países es una de las causas principales de Situación médica y demográfica
la emigración de los jóvenes de las zonas rura-
les a las ciudades y ha conducido a un enveje- La crisis socioeconómica que ha afligido a la
cimiento de la población rural y a otros cambios mayor parte de los países de Europa oriental ha
demográficos desfavorables. surtido efectos sanitarios y demográficos nega-
tivos como, por ejemplo, la disminución de la
Medidas adoptadas para acelerar población, la disminución de las tasas de nata-
el desarrollo social en el campo lidad, el aumento de la mortalidad y una dis-
minución de las esperanzas de vida. Estos efec-
En la actualidad, la política agraria de tos revisten un carácter especialmente agudo en
muchos países evoluciona hacia una democra- las zonas rurales en las que se manifiestan. Sólo
tización más general de la vida económica. Se en Ucrania, la población rural disminuyó en
utilizan diversos métodos de gestión en la 805.000 personas entre 1991 y 1997. En 1998, la
Comunidad de Estados Independientes (CEI), población rural representaba 16,2 millones de
a saber: granjas colectivas y del Estado; indus- personas, o sea un 32,1 por ciento de la pobla-
trias agrarias y centros agrarios; explotaciones ción total de Ucrania (Glukanova, 1998).
agrícolas campesinas y pequeñas explotaciones Todos los países reconocen el envejecimiento
privadas subsidiarias. La granja familiar ha cada vez mayor de su población rural: las per-
recuperado su estatuto original y los contratos sonas que rebasan la edad productiva represen-
de arrendamiento se han convertido en práctica tan un 30 por ciento de la misma. La proporción
común. Estas medidas tienen por objeto acele- de personas activas en el campo disminuye cada
rar el desarrollo social en el campo y ésta es la vez más. En Ucrania, esta proporción ascendía
meta más importante de la política agraria al 49 por ciento de la población, es decir, 1.041

108
personas de edad no productiva (menores y Las principales causas de muerte entre la
personas de edad) por 1.000 personas de edad población activa son: accidentes, traumatismos
productiva. Por otra parte, las tasas de natali- y envenenamientos; problemas de circulación
dad en el campo disminuyen constantemente: de la sangre y la utilización de nuevas técnicas.
de 1990 a 1996, la tasa de natalidad (número de En los últimos quince años, el número de trau-
recién nacidos por 1.000 personas) disminuyó matismos mortales en el sector agrícola de
de 12,7 a 10,7. La tasa de natalidad rural en Ucra- Ucrania rondó los 3.236, o sea, casi una tercera
nia, Rusia, Belarús y otros países de la región es parte de los casos mortales resultantes de trau-
inferior a la tasa de reproducción neta. matismos en todos los sectores en su conjunto
(Tkachuk, 1998). El número de casos mortales
Una tercera parte de las defunciones resultantes de traumatismos, envenenamientos
en la agricultura está relacionada y accidentes en el grupo de edades de la pobla-
con traumatismos ción activa rebasa con creces el que se registra
en las zonas urbanas.
Una característica sumamente desfavorable
de la situación sanitaria y demográfica de hoy Una tasa de longevidad
es la tasa elevada de mortalidad entre las per- cada vez más baja
sonas activas, especialmente del sexo mascu-
lino. En Ucrania, la tasa de mortalidad corres- La mayor parte de las traumatismos se regis-
pondiente a este grupo fue de 1.132,5 por tran en la utilización de maquinaria agrícola, en
100.000 residentes en 1995. La tasa de mortali- la ganadería y en las actividades de conserva-
dad de la población activa del sexo masculino ción y reparación. Las causas principales son las
es de 3 a 4 veces superior a la que corresponde condiciones de trabajo que no cumplen los
a la población activa del sexo femenino. requisitos de seguridad ni las normas sanita-

Cuadro 1. Tasas de mortalidad de la población activa debidas a traumatismos,


envenenamientos y accidentes, 1993-1998, por 100.000 habitantes
Categoría Hombres y mujeres Hombres Mujeres
de la zona 1993 1997 1998 1993 1997 1998 1993 1997 1998

Urbana 159,9 177,0 162,2 268,2 296,2 273,5 48,6 54,0 49,4
Rural 200,7 212,7 200,0 326,7 346,8 328,2 55,7 57,1 52,2

Cuadro 2. Tasa de morbilidad de la población activa debida al abuso de alcohol


en 1993-1998, por 100.000 habitantes
Categoría Hombres y mujeres Hombres Mujeres
de la zona 1993 1997 1998 1993 1997 1998 1993 1997 1998

Urbana 20,5 24,3 20,4 34,6 41,0 34,8 5,9 7,2 5,6
Rural 33,7 32,5 28,4 55,3 52,5 46,4 9,0 9,4 7,6

Cuadro 3. Duración de la vida humana en Ucrania, 1990-1998 (por año)


Años Hombres Mujeres
Toda Población Población Toda Población Población
la población urbana rural la población urbana rural

1990 65,4 66,3 64,2 74,9 74,9 74,6


1993 63,3 63,7 62,1 73,4 73,4 73,1
1994 62,5 62,9 61,6 73,0 72,9 72,8
1995 61,3 61,4 61,0 72,6 72,4 72,6
1996 61,7 61,8 61,0 72,8 72,8 72,7
1997 62,3 62,8 61,3 73,2 73,2 73,0
1998 63,3 63,8 62,2 73,7 73,9 73,5

109
rias. La utilización de maquinaria defectuosa o alcanzándose una proporción de 53,7 casos por
anticuada, una organización deficiente del tra- 1 millón de habitantes. En comparación con
bajo; la falta de calificaciones y el abuso de alco- 1990, esta tasa ha aumentado en 37,7 por ciento
hol se combinan todos para crear las condicio- y es superior en un 10,7 por ciento a la que se
nes indebidas en que trabajan la mayor parte registró en 1997. La incidencia de los casos de
de los tractoristas, mecánicos y ganaderos. Sólo tuberculosis en las comunidades rurales repre-
en Ucrania, más de 400.000 personas trabajan senta 245,9 casos por 100.000 habitantes mien-
en condiciones peligrosas para su salud. Las tras que esta proporción es mucho más baja para
dificultades socioeconómicas conducen a la población urbana (217, 7 casos). La incidencia
menudo a un abuso de alcohol. Las estadísticas cada vez mayor de los casos de tuberculosis
muestran que los casos mortales relacionados entre los residentes rurales, incluidos los traba-
con el abuso de alcohol en la población activa jadores, se atribuye en primer lugar al deterioro
rebasan los que se registran en las zonas urba- de las condiciones de vida en el plano econó-
nas (véase el cuadro 2). mico, al deterioro de las condiciones de trabajo
La tasa más baja de longevidad en tiempos y de vivienda, a la reducción brutal de los servi-
de paz se registró en el decenio de 1990 en los cios sanitarios – medicina preventiva en parti-
nuevos países independientes, tanto en el sec- cular – y un aumento de las condiciones de estrés
tor urbano como rural (véase el cuadro 3). El resultantes de la desregulación de la propiedad
ejemplo de Ucrania muestra que se han conse- de la tierra y de las preocupaciones que causa el
guido cambios positivos en los últimos tres futuro.
años. La tasa de longevidad de la población del Análogamente, también es alarmante el
sexo masculino aumentó en 1,6 años (2 en las aumento paulatino de los casos de enfermeda-
zonas urbanas y 1,2 en las zonas rurales) y en des de transmisión sexual y de SIDA entre los
0,9 años para las mujeres (1,1 en las zonas urba- residentes rurales. Se invocan aquí las mismas
nas y 0,8 en las rurales). Sin embargo, a pesar causas que en el caso de la tuberculosis, pero
de estas mejoras, la tasa de longevidad de la conviene reconocer que otra causa principal es
población urbana y rural en la región continúa la falta de asistencia médica en las zonas rura-
siendo muy baja. les: en lugar de invertir en medidas de preven-
En 1998, la diferencia en las tasas de longe- ción, las actividades de los servicios médicos
vidad entre Ucrania, Rusia, Belarús y los países especializados en las zonas rurales se reducen
de Europa occidental oscilaba entre 10 y 12 años como consecuencia de la falta de créditos en los
para la población del sexo masculino y entre 7 programas nacionales.
y 8 años para la del sexo femenino, pero se ha
observado que esta diferencia aumentaba gra- Cáncer y Chernobil
dualmente, particularmente en las zonas rura-
les. Por ejemplo, en Ucrania, esta diferencia en Las tasas de morbilidad oncológica siempre
1990 era de 8,2 años, en comparación con 10,4 han sido superiores en las zonas urbanas en las
años en 1998 (10,1 en las zonas urbanas y 11,3 que los factores carcinógenos que afectan a la
en las zonas rurales). Sin embargo, cabe espe- población en su vida profesional y hogareña
rar que la situación demográfica que se ha crea- son más numerosos. Sin embargo, esta situa-
do en las zonas rurales de los países de Europa ción ha empezado a cambiar radicalmente y,
oriental sólo mejore en el momento en que como consecuencia de ello, las tasas de morbi-
hayan pasado los peores años de la crisis socio- lidad oncológica en las zonas rurales y urbanas
económica para llegar a tiempos en que nuevas se equiparan. En Ucrania, incluso se han regis-
formas de gestión permitan mejorar la protec- trado en algunos años tasas de morbilidad
ción social de las mujeres y organizar un servi- oncológica superiores en las zonas rurales en
cio de salud pública eficiente. comparación con las urbanas. Entre 1995 y
1998, la incidencia de los casos de cáncer entre
Características de la morbilidad los residentes rurales aumentó en 7,2 por ciento.
en las zonas rurales En Ucrania y otros varios países, estos resulta-
dos no se deben solamente a una utilización
En los últimos años, la mayor parte de los paí- extensiva de productos químicos en la agricul-
ses de la región se han enfrentado con un tura y a la contaminación del aire por los gases
aumento brutal de los casos de tuberculosis en de motores de explosión; también se vincula al
la población. En 1998, según estadísticas oficia- sector de la energía nuclear y, en especial, a las
les de Ucrania, 8.700 residentes de zonas rurales consecuencias del accidente ocurrido en la cen-
enfermaron de tuberculosis por primera vez, tral nuclear de Chernobil (Jacob, 1999).

110
Medidas de prevención deficientes Los trabajadores rurales y sus hijos
son los más vulnerables
El deterioro de los usos y costumbres en las
zonas rurales también ha creado más factores Un estudio del estado de salud de los niños
carcinógenos: el abuso de tabaco, droga y alco- en los diferentes grupos sociales de las zonas
hol ha empezado recientemente a afectar a la rurales muestra que los hijos de desempleados
población rural. En los últimos años, la tasa de son los que padecen peor salud. La frecuencia
tumores diagnosticados en reconocimientos de los casos de enfermedad entre los niños
médicos preventivos ha disminuido considera- rurales ascendió a 957 casos por 1.000: 922 para
blemente – alcanzando el 16,5 por ciento en 1998, los hijos de desempleados, en comparación
por ejemplo – como consecuencia del número con 822 y 838, respectivamente, para los hijos
insuficiente de estos reconocimientos, de la falta de personal de dirección y de empleados de
de programas de radiografía, de la mala calidad oficina. Un estudio de la tasa de morbilidad de
de los medios de diagnóstico y de la poca califi- los trabajadores agrícolas y sus hijos en rela-
cación de los trabajadores sanitarios. La salud ción con el nivel y número de riesgos profe-
mental de la población rural también empeora. sionales resulta especialmente interesante. Las
Los adolescentes tienden cada vez más a desa- tasas más bajas de morbilidad y de casos pato-
rrollar trastornos mentales. En Ucrania, en 1998, lógicos crónicos corresponden a un grupo de
se registraron entre los adolescentes 781,1 casos trabajadores que no tenía prácticamente nin-
por 100.000 habitantes de los correspondientes gún contacto con riesgos profesionales apa-
grupos de edades de la población; entre los niños rentes. Todo aumento en el nivel y número de
431,9 y entre los adultos 93,6. Durante muchos riesgos elevaba las tasas de morbilidad y de
años el alcoholismo crónico ha sido importante incidencia. Por ejemplo, un grupo de trabaja-
en las comunidades rurales, en especial entre la dores cuyas condiciones de trabajo son muy
población activa. En 1997, se registraron en Ucra- favorables en la medida en que no están
nia 1.463,5 casos de esta naturaleza por 100.000 expuestos a riesgos profesionales aparentes
habitantes, superándose así en 8,9 por ciento la tenía una tasa de morbilidad primaria de 628
tasa registrada en las ciudades. casos por 1.000, un grupo expuesto a uno o dos
riesgos, 1.155, otro expuesto a cuatro riesgos,
unos 2.000. La tendencia es análoga para las
Las personas sin empleo tasas de enfermedades crónicas en los diferen-
son las más afectadas tes grupos, así como para la tasa de morbili-
Un análisis de éstas y otras estadísticas ofi- dad de los niños cuyos padres se ven afecta-
ciales demuestra la existencia de tendencias dos por varios factores perjudiciales en su
desfavorables para el estado de salud de la trabajo. Por consiguiente, los trabajadores
población rural, incluidas las personas que tra- rurales expuestos a riesgos profesionales apa-
bajan. En cierta medida, estas pruebas confir- rentes son los más expuestos en su salud y pre-
man los resultados de un estudio especial (Prot- cisan medidas especiales de prevención de
sek, Nagorna, Gruzeva, Ocheredko, 1999) carácter médico, organizativo y técnico.
realizado en Ucrania en 1998. Este estudio tam-
bién trata del estado de salud de los trabajado- Factores de riesgo para la salud
res rurales en otros países. Se pone de relieve entre los trabajadores agrícolas
que la tasa más elevada de morbilidad prima-
ria en las comunidades rurales corresponde a La producción agrícola es muy diferente de
las personas sin empleo (1.215 casos por 100.000 la industrial a pesar de la industrialización y de
habitantes); la segunda, por orden de impor- la utilización de innovaciones científicas y tec-
tancia, corresponde al personal de dirección nológicas. La característica principal del sector
(1.121) y la última a los trabajadores no califi- es que los principales medios de producción
cados (1.118). La tasa de morbilidad de los tra- son el suelo y organismos vivos: plantas y ani-
bajadores calificados y de oficina es inferior y males. Ningún insumo de tipo científico o tec-
la que corresponde a los empresarios es la más nológico puede eliminar la dependencia de la
baja (445 casos por 1.000 personas). La misma producción agrícola respecto del medio am-
tendencia también se observa en las tasas de biente natural.
morbilidad de los diferentes grupos sociales. Algunas características de la producción
Por ejemplo, entre las personas sin empleo, la agrícola han de ponerse de relieve como sigue:
tasa es 1,5 veces superior en comparación con • la agricultura se organiza según un calen-
la que corresponde a los empresarios privados. dario de producción estacional que impone

111
considerables fatigas a los trabajadores en mucha energía en recorrer largas distancias
determinadas temporadas del año. Esta de diez kilómetros y más.
característica es cada vez más aparente a • los productos químicos y los pesticidas se
medida que la agricultura se desarrolla en utilizan extensivamente en la producción
zonas más septentrionales. agrícola y contaminan inevitablemente el
• el trabajo se efectúa al aire libre desde aire en las zonas de trabajo, como también
comienzos de la primavera hasta fines del la bioesfera. Además, se utilizan otras varias
otoño y también en invierno. Esta actividad sustancias biológicamente activas: produc-
tiene necesariamente repercusiones para la tos para estimular el crecimiento, aditivos
salud de los trabajadores en razón de diver- minerales de alimentos, etc.
sas condiciones meteorológicas, como la zona
climática, la estación del año y el tiempo. Los factores de riesgo para la salud de los
usuarios de maquinaria agrícola comprenden
• la producción agrícola requiere de cada per- el ruido, las vibraciones, condiciones microcli-
sona cambios de actividad muy frecuentes, máticas desfavorables, el polvo y los productos
especialmente en las operaciones manuales. químicos. En general, estos factores surten efec-
Los insumos científicos y tecnológicos en tos combinados. La intensidad y duración de la
todas las ramas de la agricultura exigen cali- exposición de los trabajadores corresponde al
ficaciones profesionales. La mayor parte de ciclo anual de operaciones agrícolas (Kundiev,
las diferentes operaciones agrícolas se han 1981).
mecanizado, por lo cual es cada vez más Un alto grado de intensidad y largas horas
apremiante la necesidad de trabajadores de exposición muy superiores a los niveles
calificados. tolerables conducen a un desarrollo más
• la producción agrícola ocupa grandes rápido de varios problemas de salud. Por
superficies. Por esta razón los lugares de tra- ejemplo, los tractoristas pueden padecer trau-
bajo pueden ser muy distantes de los luga- matismos del oído cuando están expuestos por
res de residencia. En lo que se refiere a la largos períodos a niveles de ruido de 99 db
salud de los trabajadores, éstos gastan (Kundiev, Cherniuk y Vitte, 1997). Análoga-

Gráfico 1. Problemas de salud en el trabajo agrícola

Utilización
Contacto
Estacio- de tecno-
Trabajo con ani-
nales, logía
al aire males y
carga y maqui-
libre bioprepa-
inestable naria
raciones
nuevas

Agricultura

Tensión
generada Condi-
Plaguici-
por el ciones Ruido, Peligros
das, ferti-
esfuerzo meteo- vibracio- de orden
lizantes,
físico, rológicas, nes biológico
etc.
fatiga acu- polvo
mulada

Pérdida de
audición, Contami-
Enferme- Sensibili-
Enferme- enferme- nación
Factores Riesgo dades zación,
dades Calor, frío dades ambiental Zooantro-
de trau- por enferme-
de riesgo matismos
por hiper- excesivos
inhalación
generadas con
dades
ponosis
tensión por las sustancias
de polvo alérgicas
vibra- químicas
ciones

112
mente, trabajos manuales penosos exponen a que plantea la necesidad de un diagnóstico
riesgos al aparato locomotor. Se registra una completo y oportuno de las enfermedades pro-
tasa elevada de traumatismos lumbares entre fesionales de los trabajadores rurales. Esta
los trabajadores agrícolas. Las mujeres que situación perdura porque los servicios de salud
ordeñan vacas tienden a padecer enfermeda- en el trabajo están lejos de los trabajadores y no
des de las manos como consecuencia de su acti- se han convertido todavía en parte integrante
vidad (véase el gráfico 1). de la atención primaria de salud.

Los trabajadores rurales no tienen Medidas inadecuadas


acceso a servicios de salud y prestación de servicios
deficientes
A pesar de los riesgos inherentes a la mayor
parte de las operaciones efectuadas por los tra- El mal estado de salud de las comunidades
bajadores rurales y de que sus efectos en la rurales y de los trabajadores agrícolas en toda
salud puedan compararse con los de la indus- Europa oriental se debe principalmente a la cri-
tria, con demasiada frecuencia no se detectan sis socioeconómica que viven los países de la
los riesgos profesionales causados por estos región. La inversión de esta situación ha de ser
factores. una de las prioridades estratégicas principales
En los últimos años, las tasas de morbilidad habida cuenta de la importancia de este sector
profesional en Ucrania por 10.000 trabajadores para las economías de estos países. Lo que pre-
fueron de 40,0 en la industria del carbón; 1,6 en ocupa cada vez más es la cuestión de la desi-
el sector de los materiales de construcción; 1,2 gualdad en los servicios de salud para las
por ciento en la producción de maquinaria y poblaciones urbanas y rurales, la ineficacia de
menos de 0,5 por ciento en la agricultura (Kun- las medidas médicas, sociales y preventivas y
diev, Krasnyuk, Gvozdenko y Ershova, 1999). la insuficiente infraestructura para la atención
En otras palabras, las estadísticas oficiales no de salud en las zonas rurales. Algunos países
reflejan la realidad. El hecho de que la agricul- reforman sus servicios de atención de la salud
tura represente solamente de 3 a 4por ciento de en las zonas rurales reduciendo más aún el
todas las enfermedades profesionales y de que número de consultorios para la atención ambu-
al mismo tiempo sea uno de los sectores en los latoria de los pacientes, y como consecuencia
que se registra el número más elevado de trau- de ello la atención primaria de salud resulta
matismos, en especial de carácter mortal, indica incluso menos accesible.
que no es fácil el acceso de los trabajadores rura-
les a los servicios de salud en el trabajo. Entre Regímenes de propiedad
1993 y 1998, las enfermedades más comunes en
Ucrania fueron bronquitis crónicas, afecciones Los responsables de las reformas de los sis-
del oído y enfermedades relacionadas con los temas de atención de la salud en las zonas rura-
efectos de las vibraciones. les y de la mejora de los programas también
Según la Caja de Seguro Social Agrícola deberían considerar la variedad de regímenes
(Solecki, 1999), las enfermedades del aparato de propiedad de la tierra en la agricultura, así
respiratorio son las más frecuentes en Polonia como las nuevas formas de propiedad que apa-
(65 por ciento), y luego las enfermedades pul- recen. En las zonas rurales, el Estado continúa
monares de los agricultores y el asma bronquial siendo la base de los sistemas de atención de la
de los que crían aves de corral; así como las salud. Sin embargo, podría preverse la partici-
enfermedades alérgicas de los conductos respi- pación de instituciones médicas distintas de las
ratorios superiores como consecuencia de la estatales.
inhalación de polvo orgánico. Vienen luego las Los países de la región han de centrar sus
zoonosis como la borreliosis, la encefalitis y esfuerzos en un concepto de desarrollo soste-
meningitis producida por garrapatas, la toxo- nible. Para la agricultura, ello requiere reducir
plasmosis y la dermatomicosis. En Polonia, los la utilización de sustancias químicas y la super-
agricultores padecen a menudo spondilosis, ficie explotada, actividades de repoblación
artrosis y lo que ha venido a llamarse «reuma forestal, ahorros de energía y una reducción de
de los tejidos blandos». Todas estas patologías los desechos, así como un almacenamiento y
entran en la categoría de enfermedades para- tratamiento racionales de los productos agríco-
profesionales. las. Aplicar el concepto de desarrollo sostenible
En resumen, puede sostenerse que ningún permitiría reducir los factores de riesgo para la
país de Europa oriental ha resuelto el problema salud de los trabajadores.

113
Bibliografía citada —. 1994. «Medical and ergonomic problems in agriculture
today in the Ukraine», International Journal of Occupatio-
Glukanova, G.G. 1998. Features of demographic crisis in Ukrai- nal Medicine and Environmental Health, vol. 7, núm. 1,
nian villages during the period of transition, International págs. 3-11, Polonia.
Conference on Environmental and occupational health —; Cherniuk, V.I., y Vitte, P.N.1977. «Occupational risk as an
and safety in agriculture on the boundary of the second up-to-date problem of occupational medicine» , Interna-
millenium, Institute for Occupational Health, 8-11 sep- tional Medical Journal, Karkhov, núm. 1, págs. 6-8.
tiembre,págs. 32-33, Kiev. —; Krasniuk, E.P.; Gvozdenko, L.A., y Ershova, M.A.1999.
Jacob, P. 1999. «Thyroid cancer among Belorussian and Rus- «Update on occupational morbidity in Ukraine», Vra-
sian population exposed to the Chernobyl accident», chebnoc delo., núm. 5, págs. 146-149, Kiev.
International Journal of Radiation Medicine, Kiev, vol. 3-4, Protsek, O.G.; Nagorna, A.M.; Gruzeva, T.S., y Ocheredko,
págs. 7- 10. O.M. 1999.«Features and tendencies in rural morbidity
James, C. 1996. Agricultural research and development: The need in Ukraine», The herald of social hygiene and health care in
for public-private sector partnership. Issues in agriculture in Ukraine, núm. 2, págs. 20-24, Kiev.
the Ukraine, Banco Mundial, Washington, 48 págs. Solecki, L. 1999. «Occupational and para-occupational dise-
Kross, B.C. 1998. «Research needs for rural and environ- ases in agriculture», Sixth International Seminar on Ergo-
mental health in Central Europe», International Journal of nomics, Work Safety and Occupational Hygiene , Annals
Occupational Medicine and Environmental Health, vol. 11, of Agricultural and Environmental Medicine, vol. 6, núm. 2,
núm. 1, págs. 3-7, Association of Occupational Medicine, págs. 171-172, Lublin, Polonia.
Nofer Institute of Occupational Medicine, Polonia. Tkachuk, S. 1998. Labour protection problems in agriculture and
Kundiev, Y. 1981. «Scientific and technological progress and the solution to them, International Conference on Environ-
concurrent problems of occupational health in agricultu- mental and occupational health and safety in agriculture
ral operations: a manual», Meditsina, cap. 1, pág. 17, Moscú. on the boundary of the second millenium, 8-11 septiem-
bre, págs. 4-5, Kiev.

114
Resumen de la situación en materia de edad
mínima de admisión al empleo y de las excepciones
previstas por concepto de trabajos ligeros,
trabajos peligrosos, trabajos en empresas
familiares y trabajo en la agricultura
El artículo siguiente se inspira en los resultados de investigaciones diri-
gidas por el proyecto de educación obrera fundado por Noruega
«Desarrollando estrategias nacionales e internacionales para comba-
tir el trabajo infantil» (INT/96/MO6/NOR). Véase el recuadro. El obje-
tivo del proyecto fue examinar la legislación sobre el trabajo infantil
en la agricultura y su aplicación. Para divulgar los resultados, se ha
resumido la segunda parte del informe original, proporcionando deta-
lles de ejemplos de legislación en diversos países. El informe completo
puede obtenerse en la Oficina de Actividades para los Trabajadores.

Se resumen a continuación las respuestas a La edad mínima respecto de los trabajos peli-
un cuestionario enviado a 52 países de Africa, grosos es de 14 años en Camerún y Etiopía; 15
32 países de las Américas, 33 países de Asia y en Botswana, Egipto, Namibia y Tanzanía; 16 en
41 países de Europa y Asia central. Las res- Cabo Verde, República Centroafricana, Chad,
puestas al cuestionario indican la edad mínima Congo, Côte d’Ivoire, Djibouti, Guinea Ecuato-
de admisión al empleo y las excepciones pre- rial, Madagascar, Marruecos, Malí, Níger, Nige-
vistas por concepto de trabajos ligeros, trabajos ria, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra
peligrosos, trabajo en empresas familiares y tra- Leona, Somalia, Sudán y Uganda; es de 18 años
bajo en la agricultura. en Argelia, Angola, Benin, Gabón, Ghana, Gui-
nea-Bissau, Kenya, Liberia, Malawi, Mauritania,
Africa Mauricio, Mozambique, Seychelles, Sudáfrica,
Swazilandia, Togo, Túnez, Zambia y Zimbabwe.
La edad mínima básica de admisión al Se prevén excepciones para el trabajo reali-
empleo es de 12 años en Egipto, Marruecos, zado en empresas familiares, especialmente en
Nigeria, Sierra Leona y Sudán; 14 en Angola, agricultura, en las que se autoriza el trabajo de
Benin, Burkina Faso, Camerún, Cabo Verde, niños a partir de 12 años de edad con el con-
República Centroafricana, Chad, Côte d’Ivoire, sentimiento de sus padres, a reserva de que se
Djibouti, Etiopía, Guinea-Bissau, Guinea Ecua- trate de trabajos ligeros y con restricciones. Las
torial, Liberia, Madagascar, Malawi, Malí, Mau- autoridades reguladoras ejercen poderes dis-
ritania, Namibia, Níger, Rwanda, Santo Tomé y crecionales en la materia, por ejemplo, el
Príncipe, Senegal, Togo y Zambia; es de 15 años Ministro puede publicar decretos sobre excep-
en Botswana, Comoras, Ghana, Jamahiriya ciones de esta naturaleza. Sin embargo, la legis-
Arabe Libia, Lesotho, Mauricio, Mozambique, lación establece que el empleo de niños no ha
Seychelles, Somalia y Sudáfrica; y 16 en Arge- de crear ningún riesgo para su salud ni afectar
lia, Burundi, Congo, Gabón, Kenya y Túnez. su escolarización normal o su educación. Tam-
En el caso de trabajos ligeros, por ejemplo bién reconoce la función que desempeña el
trabajo doméstico y trabajos ligeros en la agri- aprendizaje para la capacitación de trabajado-
cultura, la edad mínima es de 12 años en Benin, res jóvenes.
Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, República
Centroafricana, Chad, Congo, Côte d’Ivoire, Américas
Malawi, Malí, Níger, Nigeria, Santo Tomé y
Príncipe, Senegal, Seychelles, Somalia, Uganda La edad mínima básica de admisión al
y Zimbabwe; y de 13 en Guinea Ecuatorial, empleo es de 12 años en Costa Rica, Santa Lucía
Lesotho y Túnez. y Trinidad y Tabago; 14 en la Argentina, Baha-

115
mas, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Repú- Arabe Siria; 13 en Arabia Saudita, Líbano y Tai-
blica Dominicana, Ecuador, El Salvador, Gua- landia; 14 en Bahrein, Bangladesh, India, Indo-
temala, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, nesia, Kuwait, Malasia, Nepal, Pakistán, Singa-
Panamá, Perú, Suriname y Venezuela; es de 15 pur y Sri Lanka; 15 en Afganistán, Camboya,
años en Barbados, Chile, Cuba, Dominica, Haití, República de Corea, Emiratos Arabes Unidos,
Jamaica, Paraguay y Uruguay, y de 16 en Anti- Filipinas, Irán, Iraq, Japón, República Demo-
gua y Barbuda. crática Popular Lao, Viet Nam y Yemen; es de
En el caso de trabajos ligeros, por ejemplo 16 años en China, Jordania, Mongolia, Nueva
trabajo doméstico, trabajos ligeros en la agri- Zelandia y Papua Nueva Guinea.
cultura y trabajo industrial fuera de las horas de En el caso de los trabajos ligeros, trabajos
escuela, la edad mínima es de 12 años en Belice, ligeros en la agricultura y trabajo industrial que
Colombia, Jamaica, Panamá, Paraguay, Santa no afecte la salud, el desarrollo psicológico, la
Lucía y Uruguay; y de 14 en Antigua y Barbuda, capacitación y la educación de los jóvenes, la
Chile y los Estados Unidos de América. edad mínima de admisión al empleo es inferior
La edad mínima en caso de trabajos peli- a 12 años en Camboya, Fiji, Japón, Islas Salo-
grosos es de 14 años en Santa Lucía y Trinidad món y Singapur; inferior a 14 años en Indone-
y Tabago; 16 en Bahamas, Belice, Estados Uni- sia, Malasia y Sri Lanka; inferior a 15 años en
dos de América, Guatemala, Guyana, Hondu- Filipinas.
ras, Jamaica y México; 17 en Canadá y Cuba; y La edad mínima en el caso de trabajos peli-
de 18 en la Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, grosos es de 16 años en Bahrein, Bangladesh,
Ecuador, El Salvador, Chile, Colombia, Costa Camboya, Islas Salomón, Líbano, Malasia,
Rica, República Dominicana, Haití, Nicaragua, Nepal, Nueva Zelandia, Papua Nueva Guinea,
Panamá, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y y Sri Lanka; y de 18 en Afganistán, Arabia Sau-
Venezuela. dita, China, Filipinas, India, Indonesia, Irán,
Se prevén excepciones para las empresas Iraq, Japón, Kuwait, Laos, Mongolia y Tailandia.
familiares y, en el caso de la Argentina, la ley no Se establecen excepciones para las empresas
se aplica a los trabajadores agrícolas. Sin familiares y ocupaciones en el sector agrícola.
embargo, se establecen restricciones en relación
con la enseñanza y el trabajo se limita al que se Europa y Asia central
realiza bajo la autoridad de los padres o tutores
fuera de las horas de escuela. La edad mínima de admisión al empleo es
de 15 años en Alemania, Austria, Bélgica, Repú-
Asia blica Checa, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslo-
vaquia, Eslovenia, Finlandia, Grecia, Hungría,
La edad mínima de admisión al empleo es Islandia, Israel, Italia, Kirguistán, Letonia,
de 12 años en Fiji, Islas Salomón y República Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelandia, Polo-

El proyecto INT/MO6/NOR: Desarrollar estrategias nacionales


e internacionales para luchar contra el trabajo infantil
Este proyecto ya se está realizando a través de numerosos sectores diferentes por intermedio
de los Secretariados Profesionales Internacionales: textil y vestuario; la construcción y la madera;
trabajadores domésticos; turismo; diamantes y gemas, entre otros. Además de su apoyo en la
elaboración de este informe, el proyecto ha estado cooperando con la UITA (Unión Internacio-
nal de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines) para
combatir el trabajo infantil en el sector agrícola en Africa en las plantaciones de tabaco y té.
Desde enero 2000, el proyecto empezó a colaborar con los sindicatos a través de sus centros
nacionales en la formulación de políticas y planes de acción para combatir el trabajo infantil;
también apoya las campañas en favor de la ratificación y aplicación del Convenio sobre la elimi-
nación de las peores formas del trabajo infantil, 1999 (núm. 182).
La Oficina de Actividades para los Trabajadores de la OIT ha iniciado igualmente otro proyecto:
INT/98/M10/NOR – Acción Contra el Trabajo Infantil mediante la Educación y la Formación; su obje-
tivo es implicar a los profesores en esta labor. La Oficina lleva a cabo el proyecto conjuntamente
con el IPEC (Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil), y en él participan
las organizaciones del personal de la enseñanza y otros grupos internacionales interesados.

116
nia, Rusia, Suiza, Tayikistán y Turquía; es de 16 Conclusión
años en Albania, Azerbaiyán, Belarús, Bulgaria,
España, Francia, Irlanda, Kazajstán, Lituania, Las respuestas al cuestionario indican que
Malta, Moldova, Portugal, Reino Unido, Ruma- la legislación varía considerablemente respecto
nia, Suecia y Yugoslavia. de la edad mínima de admisión al empleo y
En el caso de trabajos ligeros, que com- oscila entre 12 y 21 años a reserva de que se
prende el trabajo realizado en vacaciones esco- cumplan condiciones adicionales que garanti-
lares y que no afecta la salud, la educación y el zan que el trabajo se realiza sin perjuicio de la
desarrollo moral, la edad mínima de admisión salud, educación y desarrollo moral de los inte-
al empleo es de 12 años en Albania, Austria y resados. En algunos países también se prevé el
Francia; 13 en Alemania, Dinamarca, Letonia, consentimiento de los padres y una supervi-
Lituania, Noruega, Países Bajos, Suecia, Suiza sión. La naturaleza de las ocupaciones y las con-
y Turquía; 14 en Finlandia, Irlanda, Islandia, diciones de empleo y de trabajo también se res-
Israel, Italia, Kazajstán, Portugal y Rusia; es de tringen para adecuarlas a los trabajadores
15 años en Bulgaria y Polonia. jóvenes. Se hace especial hincapié en la forma-
La edad mínima en el caso de trabajos peli- ción impartida durante el aprendizaje. Las ocu-
grosos es de 16 años en Albania, Austria, Chi- paciones peligrosas son objeto de un trato espe-
pre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, cial en lo que se refiere al trabajo en el mar y en
Hungría, Israel, Reino Unido y Suiza; 18 en Ale- las minas en que la edad mínima de admisión
mania, Belarús, Bélgica, Bulgaria, República al empleo es más elevada.
Checa, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, A pesar de la legislación y de los decretos en
Irlanda, Islandia, Kazajstán, Kirguistán, Leto- vigor, su aplicación resulta ineficaz para la pre-
nia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Moldova, vención del trabajo infantil y de los menores,
Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, así como de los abusos en este campo como con-
Rumania, Rusia, Suecia, Tayikistán, Turquía y secuencia de las excepciones previstas para el
Yugoslavia. Se establecen excepciones para el empleo de jóvenes en la agricultura y los servi-
trabajo agrícola en empresas familiares y otros cios domésticos.
trabajos a reserva de las restricciones previstas El sector agrícola es el sector menos prote-
respecto de la naturaleza del trabajo realizado, gido de la economía en cuanto a la utilización
las horas de trabajo, la seguridad y la salud, y de trabajo infantil como consecuencia de las
la educación de los niños de que se trata. excepciones muy amplias que la legislación
prevé para este último.

117
Anexo I

Convenios y recomendaciones de la OIT


adoptados desde 1919 y que se aplican
directamente a la seguridad y salud
en la agricultura

Convenio sobre las plantaciones, 1958 (núm. 110) y la Recomendación (núm. 110) que lo acompaña.

Convenio sobre la protección de la maquinaria, 1963 (núm. 119) y la Recomendación (núm. 118)
que lo acompaña.

Convenio sobre las prestaciones en caso de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales,
1964 (núm. 121) [cuadro I modificado en 1980] y la Recomendación (núm. 121) que lo acompaña.

Convenio sobre el peso máximo, 1967 (núm. 127) y la Recomendación (núm. 128) que lo acompaña.

Convenio sobre la inspección del trabajo (agricultura), 1969 (núm. 129) y la Recomendación
(núm. 133) que lo acompaña.

Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138) y la Recomendación (núm. 146) que lo acompaña.

Convenio sobre el cáncer profesional, 1974 (núm. 139) y la Recomendación (núm. 147) que lo
acompaña.

Convenio sobre el medio ambiente de trabajo (contaminación del aire, ruido y vibraciones),
1977 (núm. 148) y la Recomendación (núm. 156) que lo acompaña.

Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155) y la Recomendación
(núm. 164) que lo acompaña.

Convenio sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985 (núm. 161) y la Recomendación
(núm. 171) que lo acompaña.

Convenio sobre seguridad y salud en la construcción, 1988 (núm. 167) y la Recomendación


(núm. 175) que lo acompaña.

Convenio sobre los productos químicos, 1990 (núm. 170) y la Recomendación (núm. 177) que lo
acompaña.

118
Ratificaciones de convenios de la OIT que revisten una importancia directa
para la seguridad y la salud en la agricultura

Convenio Países que han ratificado el Convenio Número


(junio de 1998) de ratificaciones

Convenio sobre las Côte d’Ivoire, Cuba, Ecuador, Filipinas, 10


plantaciones, 1958 [y Protocolo, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá,
1982] (núm. 110) Sri Lanka, Uruguay.

Convenio sobre la protección Argelia, Azerbaiyán, Belarús, Bosnia y 49


de la maquinaria, 1963 Herzegovina, Brasil, República
(núm. 119) Centroafricana, Chipre, Congo, Croacia,
República Democrática del Congo,
Dinamarca, República Dominicana,
Ecuador, Eslovenia, España, Ex República
Yugoslava de Macedonia, Finlandia,
Ghana, Guatemala, Guinea, Iraq, Italia,
Japón, Jordania, Kirguistán, Kuwait,
Letonia, Madagascar, Malasia, Malta,
Marruecos, Nicaragua, Níger, Noruega,
Panamá, Paraguay, Polonia, Federación
de Rusia, San Marino, Sierra Leona,
República Arabe Siria, Suecia, Suiza,
Tayikistán, Túnez, Turquía, Ucrania,
Uruguay, Yugoslavia.

Convenio sobre las Alemania, Bélgica, Bolivia, Bosnia y 22


prestaciones en caso de Herzegovina, Chipre, Croacia, República
accidentes del trabajo y Democrática del Congo, Ecuador,
enfermedades profesionales, Eslovenia, Ex República Yugoslava de
1964 [cuadro I modificado en Macedonia, Finlandia, Guinea, Irlanda,
1980] (núm. 121) Japón, Jamahiriya Arabe Libia,
Luxemburgo, Países Bajos, Senegal,
Suecia, Uruguay, Venezuela, Yugoslavia.

Convenio sobre el peso Argelia, Brasil, Bulgaria, Chile, Costa 25


máximo, 1967 (núm. 127) Rica, Ecuador, España, Francia,
Guatemala, Hungría, Italia, Líbano,
Lituania, Madagascar, Malta, República
de Moldova, Nicaragua, Panamá,
Polonia, Portugal, Rumania, Tailandia,
Túnez, Turquía, Venezuela.

Convenio sobre la inspección Alemania, Argentina, Bélgica, Bolivia, 38


del trabajo (agricultura), 1969 Bosnia y Herzegovina, Burkina Faso,
(núm. 129) Colombia, Costa Rica, Côte d’Ivoire,
Croacia, Dinamarca, El Salvador,
Eslovenia, España, Ex República
Yugoslava de Macedonia, Finlandia,
Francia, Guatemala, Guyana, Hungría,
Italia, Kenya, Letonia, Madagascar,
Malawi, Malta, Marruecos, República de
Moldova, Noruega, Países Bajos, Polonia,
Portugal, Rumania, República Arabe Siria,
Suecia, Uruguay, Yugoslavia, Zimbabwe.

119
Convenio Países que han ratificado el Convenio Número
(junio de 1998) de ratificaciones

Convenio sobre la edad Albania, Alemania, Antigua y Barbuda, 63


mínima, 1973 (núm. 138) Argelia, Argentina, Azerbaiyán, Belarús,
Bélgica, Bolivia, Bosnia y Herzegovina,
Botswana, Bulgaria, Chipre, Costa Rica,
Croacia, Cuba, Dinamarca, Dominica, El
Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, España,
Ex República Yugoslava de Macedonia,
Filipinas, Finlandia, Francia, Georgia,
Grecia, Guatemala, Guinea Ecuatorial,
Guyana, Honduras, Iraq, Irlanda, Israel,
Italia, Jordania, Kenya, Kirguistán,
Jamahiriya Arabe Libia, Luxemburgo,
Malasia, Malta, Mauricio, Nepal,
Nicaragua, Níger, Noruega, Países Bajos,
Polonia, Rumania, Federación de Rusia,
Rwanda, San Marino, Suecia, Tayikistán,
Togo, Túnez, Ucrania, Uruguay,
Venezuela, Yugoslavia, Zambia.

Convenio sobre el cáncer Afganistán, Alemania, Argentina, 33


profesional, 1974 (núm. 139) Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Brasil,
República Checa, Croacia, Dinamarca,
Ecuador, Egipto, Eslovaquia, Eslovenia,
Ex República Yugoslava de Macedonia,
Finlandia, Francia, Guinea, Guyana,
Hungría, Iraq, Irlanda, Islandia, Italia,
Japón, Nicaragua, Noruega, Perú,
República Arabe Siria, Suecia, Suiza,
Uruguay, Venezuela, Yugoslavia.

Convenio sobre el medio Alemania, Azerbaiyán, Bélgica, Bosnia y 40


ambiente de trabajo Herzegovina, Brasil, República Checa,
(contaminación del aire, ruido Costa Rica, Croacia, Cuba, Dinamarca,
y vibraciones), 1977 (núm. 148) Ecuador, Egipto, Eslovaquia, Eslovenia,
España, Ex República Yugoslava de
Macedonia, Finlandia, Francia, Ghana,
Guatemala, Guinea, Hungría, Iraq, Italia,
Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Malta,
Níger, Noruega, Portugal, Reino Unido,
Federación de Rusia, San Marino, Suecia,
República Unida de Tanzanía, Tayikistán,
Uruguay, Yugoslavia, Zambia.

Convenio sobre seguridad Bosnia y Herzegovina, Brasil, República 29


y salud de los trabajadores, Checa, Chipre, Croacia, Cuba,
1981 (núm. 155) Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia,
España, Etiopía, Ex República Yugoslava
de Macedonia, Finlandia, Hungría,
Irlanda, Islandia, Kazajstán, Letonia,
México, Mongolia, Nigeria, Noruega,
Países Bajos, Portugal, Suecia, Uruguay,
Venezuela, Viet Nam, Yugoslavia.

120
Convenio Países que han ratificado el Convenio Número
(junio de 1998) de ratificaciones

Convenio sobre los servicios Alemania, Bosnia y Herzegovina, Brasil, 17


de salud en el trabajo, 1985 Burkina Faso, República Checa, Croacia,
(núm. 161) Eslovaquia, Eslovenia, Ex República
Yugoslava de Macedonia, Finlandia,
Guatemala, Hungría, México, San
Marino, Suecia, Uruguay, Yugoslavia.

Convenio sobre seguridad Alemania, República Checa, Colombia, 14


y salud en la construcción, 1988 Dinamarca, República Dominicana,
(núm. 167) Eslovaquia, Finlandia, Guatemala,
Hungría, Iraq, Lesotho, México, Noruega,
Suecia.

Convenio sobre los productos Brasil, Burkina Faso, China, Colombia, 7


químicos, 1990 (núm. 170) México, Noruega, Suecia.

121
Anexo II

Otros convenios y recomendaciones de la OIT


aplicables a la agricultura adoptados desde 1919

Convenio sobre el derecho de asociación (agricultura), 1921 (núm. 11).

Convenio sobre la indemnización por accidentes del trabajo (agricultura), 1921 (núm. 12)1

Recomendación sobre el desempleo (agricultura), 1921 (núm. 11).

Recomendación sobre el alojamiento (agricultura), 1921 (núm. 16).

Recomendación sobre el seguro social (agricultura), 1921 (núm. 17).

Convenio sobre los trabajadores migrantes (revisado), 1949 (núm. 97) y la Recomendación
(núm. 86) (revisada) que lo acompaña.

Convenio sobre los métodos para la fijación de salarios mínimos (agricultura), 1951 (núm. 99) y
la Recomendación (núm. 89) que lo acompaña.

Convenio sobre las vacaciones pagadas (agricultura), 1952 (núm. 101) y la Recomendación
(núm. 93) que lo acompaña.

Convenio sobre la protección de la maternidad (revisado), 1952 (núm. 103) y la Recomendación


(núm. 95) que lo acompaña.

Recomendación sobre la protección de los trabajadores migrantes (países insuficientemente


desarrollados), 1955 (núm. 100).

Recomendación sobre las cooperativas (países en vías de desarrollo), 1966 (núm. 127).

Recomendación sobre los arrendatarios y aparceros, 1968 (núm. 132).

Convenio sobre asistencia médica y prestaciones monetarias de enfermedad, 1969 (núm. 130) y
la Recomendación (núm. 134) que lo acompaña.

Convenio sobre las organizaciones de trabajadores rurales, 1975 (núm. 141) y la Recomendación
(núm. 149) que lo acompaña.

Convenio sobre desarrollo de los recursos humanos, 1975 (núm. 142) y la Recomendación
(núm. 150) que lo acompaña.

Convenio sobre estadísticas del trabajo, 1985 (núm. 160) y la Recomendación (núm. 170) que lo
acompaña.

Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169).

1
La mayoría de sus disposiciones están incorporadas en el Convenio núm. 110.

122
Ratificaciones de otros convenios existentes de la OIT
aplicables a la agricultura adoptados desde 1919

Convenio Países que han ratificado el Convenio Número


(junio de 1998) de ratificaciones

Convenio sobre el derecho Albania, Alemania, Antigua y Barbuda, 118


de asociación (agricultura), 1921 Argelia, Argentina, Australia, Austria,
(núm. 11) Azerbaiyán, Bahamas, Bangladesh,
Barbados, Belarús, Bélgica, Belice, Benin,
Bosnia y Herzegovina, Brasil, Bulgaria,
Burkina Faso, Burundi, Camerún,
República Centroafricana, Chad,
República Checa, Chile, China, Colombia,
Comoras, Congo, Costa Rica, Côte
d’Ivoire, Croacia, Cuba, República
Democrática del Congo, Dinamarca,
Djibouti, Dominica, Ecuador, Egipto,
Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia,
Etiopía, Ex República Yugoslava de
Macedonia, Fiji, Finlandia, Francia,
Gabón, Ghana, Granada, Grecia,
Guatemala, Guinea, Guyana, India, Iraq,
Irlanda, Islandia, Islas Salomón, Italia,
Jamaica, Kenya, Kirguistán, Lesotho,
Letonia, Lituania, Luxemburgo,
Madagascar, Malasia, Malawi, Malí,
Malta, Marruecos, Mauricio, Mauritania,
México, Mozambique, Myanmar,
Nicaragua, Níger, Nigeria, Noruega,
Nueva Zelandia, Países Bajos, Pakistán,
Panamá, Papua Nueva Guinea, Paraguay,
Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido,
Rumania, Federación de Rusia, Rwanda,
Santa Lucía, Senegal, Seychelles,
Singapur, República Arabe Siria, Sri
Lanka, Suecia, Suiza, Suriname,
Swazilandia, Tailandia, República Unida
de Tanzanía, Tayikistán, Togo, Túnez,
Turquía, Ucrania, Uganda, Uruguay,
Venezuela, Yugoslavia, Zambia.

123
Convenio Países que han ratificado el Convenio Número
(junio de 1998) de ratificaciones

Convenio sobre Alemania, Angola, Antigua y Barbuda, 73


la indemnización Argentina, Australia, Austria, Bahamas,
por accidentes del trabajo Barbados, Bélgica, Belice, Bosnia y
(agricultura), 1921 (núm. 12) Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Burundi,
República Checa, Chile, Colombia,
Comoras, Croacia, Cuba, República
Democrática del Congo, Dinamarca,
Djibouti, Dominica, El Salvador,
Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia,
Ex República Yugoslava de Macedonia,
Fiji, Finlandia, Francia, Gabón, Ghana,
Granada, Guinea-Bissau, Guyana, Haití,
Hungría, Irlanda, Islas Salomón, Italia,
Kenya, Letonia, Luxemburgo,
Madagascar, Malasia, Malta, Marruecos,
Mauricio, México, Nicaragua, Noruega,
Nueva Zelandia, Países Bajos, Panamá,
Papua Nueva Guinea, Perú, Polonia,
Portugal, Reino Unido, Rwanda, Santa
Lucía, Senegal, Singapur, Suecia,
Swazilandia, República Unida de
Tanzanía, Túnez, Uganda, Yugoslavia,
Zambia.

Convenio sobre Alemania, Argelia, Bahamas, Barbados, 41


los trabajadores migrantes Bélgica, Belice, Bosnia y Herzegovina,
(revisado), 1949 (núm. 97) Brasil, Burkina Faso, Camerún, Chipre,
Cuba, Dominica, Ecuador, Eslovenia,
España, Ex República Yugoslava de
Macedonia, Francia, Granada,
Guatemala, Guyana, Israel, Italia,
Jamaica, Kenya, Malasia, Malawi,
Mauricio, Nigeria, Noruega, Nueva
Zelandia, Países Bajos, Portugal, Reino
Unido, Santa Lucía, República Unida de
Tanzanía (Zanzíbar), Trinidad y Tabago,
Uruguay, Venezuela, Yugoslavia, Zambia.

Convenio sobre los métodos Alemania, Argelia, Australia, Austria, 51


para la fijación de salarios Bélgica, Belice, Brasil, Camerún,
mínimos (agricultura), 1951 República Centroafricana, República
(núm. 99) Checa, Colombia, Comoras, Costa Rica,
Côte d’Ivoire, Cuba, Djibouti, El
Salvador, Eslovaquia, España, Filipinas,
Francia, Gabón, Granada, Guatemala,
Guinea, Hungría, Irlanda, Italia, Kenya,
Malta, Malawi, Marruecos, Mauricio,
México, Nueva Zelandia, Países Bajos,
Papua Nueva Guinea, Paraguay, Perú,
Polonia, Senegal, Seychelles, Sierra
Leona, Sri Lanka, Swazilandia, República
Arabe Siria, Túnez, Turquía, Uruguay,
Zambia, Zimbabwe.

124
Convenio Países que han ratificado el Convenio Número
(junio de 1998) de ratificaciones

Convenio sobre las vacaciones Antigua y Barbuda, Argelia, Austria, 36


pagadas (agricultura), 1952 Barbados, Bélgica, Belice, Brasil, Burundi,
(núm. 101) República Centroafricana, Colombia,
Comoras, Costa Rica, Cuba, Djibouti,
Ecuador, Egipto, España, Francia, Gabón,
Guatemala, Hungría, Israel, Mauritania,
Marruecos, Nueva Zelandia, Países Bajos,
Paraguay, Perú, Polonia, Santa Lucía,
Senegal, Sierra Leona, República Arabe
Siria, Suriname, Swazilandia, República
Unida de Tanzanía (Tanganica).

Convenio sobre la protección Austria, Azerbaiyán, Belarús, Bolivia, 35


de la maternidad (revisado), Bosnia y Herzegovina, Brasil, Chile,
1952 (núm. 103) Croacia, Cuba, Ecuador, Eslovenia,
España, Ex República Yugoslava de
Macedonia, Ghana, Grecia, Guinea
Ecuatorial, Guatemala, Hungría, Italia,
Kirguistán, Jamahiriya Arabe Libia,
Luxemburgo, República de Moldova,
Mongolia, Países Bajos, Polonia, Portugal,
Federación de Rusia, Sri Lanka,
Tayikistán, Ucrania, Uruguay,
Uzbekistán, Yugoslavia, Zambia.

Convenio sobre asistencia Alemania, Bolivia, República Checa, 14


médica y prestaciones Costa Rica, Dinamarca, Ecuador,
monetarias de enfermedad, Eslovaquia, Finlandia, Jamahiriya Arabe
1969 (núm. 130) Libia, Luxemburgo, Noruega, Suecia,
Uruguay, Venezuela.

Convenio sobre las Afganistán, Alemania, Austria, Brasil, 36


organizaciones de trabajadores Burkina Faso, Chipre, Costa Rica, Cuba,
rurales, 1975 (núm. 141) Dinamarca, Ecuador, El Salvador, España,
Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia,
Guatemala, Guyana, Hungría, India,
Israel, Italia, Kenya, Malí, Malta, México,
Nicaragua, Noruega, Países Bajos,
Polonia, Reino Unido, Suecia, Suiza,
Uruguay, Venezuela, Zambia.

125
Convenio Países que han ratificado el Convenio Número
(junio de 1998) de ratificaciones

Convenio sobre desarrollo Afganistán, Alemania, Argelia, 58


de los recursos humanos, 1975 Argentina, Australia, Austria,
(núm. 142) Azerbaiyán, Belarús, Bosnia y
Herzegovina, Brasil, República Checa,
Chipre, República de Corea, Cuba,
Dinamarca, Ecuador, Egipto, El Salvador,
Eslovaquia, Eslovenia, España, Ex
República Yugoslava de Macedonia,
Finlandia, Francia, Georgia, Grecia,
Guinea, Guyana, Hungría, Iraq, Irlanda,
Israel, Italia, Japón, Jordania, Kenya,
Kirguistán, Letonia, Lituania, México,
Nicaragua, Níger, Noruega, Países Bajos,
Polonia, Portugal, Reino Unido,
Federación de Rusia, San Marino, Suecia,
Suiza, República Unida de Tanzanía,
Tayikistán, Túnez, Turquía, Ucrania,
Venezuela, Yugoslavia.

Convenio sobre estadísticas Alemania, Australia, Austria, 42


del trabajo, 1985 (núm. 160) Azerbaiyán, Belarús, Bolivia, Brasil,
Canadá, República Checa, Chipre,
Colombia, República de Corea,
Dinamarca, El Salvador, Eslovaquia,
España, Estados Unidos, Finlandia,
Grecia, Guatemala, India, Irlanda, Italia,
Kirguistán, Letonia, Marruecos,
Mauricio, México, Noruega, Países Bajos,
Panamá, Polonia, Portugal, Reino Unido,
Federación de Rusia, San Marino, Sri
Lanka, Suecia, Suiza, Swazilandia,
Tayikistán, Ucrania.

Convenio sobre pueblos Bolivia, Colombia, Costa Rica, 10


indígenas y tribales, 1989 Dinamarca, Guatemala, Honduras,
(núm. 169) México, Países Bajos, Paraguay, Perú.

126

También podría gustarte