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Cómo Entender A Tu Perro: 1-Adiestramiento Correa - Indd 11 13/11/13 10:22
Cómo Entender A Tu Perro: 1-Adiestramiento Correa - Indd 11 13/11/13 10:22
Cómo entender
a tu perro
L
a New York City Pet Expo acabó un día cálido de primavera. Mu-
chos de los que operamos en el negocio de los animales de compa-
ñía estábamos en la calle 18, en la que coches, autobuses, bicicle-
tas, peatones, carritos de bebé, andadores y un vendedor de perritos ca-
lientes competían para hacerse con un poco de espacio en la calle y la
acera. De repente, un teckel negro y marrón saltó fuera de su bolsa y
cruzó corriendo la calle causando un gran revuelo en el tráfico.
La gente empezó a gritar mientras intentaban detener a coches, ca-
miones y motos. Y cuanto más caótica se volvía la situación, más corría
el perro entre y debajo de los coches. Estaba totalmente atemorizado y
respondía a la energía frenética que le rodeaba. El zigzagueante teckel,
tan pequeño, era totalmente invisible para los vehículos a motor. Los
gritos de «¡El perro se ha escapado!» hicieron que los conductores, enfa-
dados y sin parar de proferir palabrotas, colaboraran y entendieran lo
que estaba en juego.
Por instinto, cambié de modo mental y empecé a pensar más como un
perro. «Dejad de intentar cazar al perro, que le estáis haciendo correr. Hay
CONCEPTOS Y TÉRMINOS
DEL ADIESTRAMIENTO
L
as órdenes MIRA y TOCA son directas y tienen un propósito.
Son las dos primeras órdenes que enseño a todos los perros con
los que trabajo. Las llamo órdenes «Presta atención». Son la base
para las órdenes más avanzadas. Para mí son como enseñar el abeceda-
rio a un niño para que pueda aprender a leer. Ambas son comporta-
mientos enseñados que rápidamente se convierten en conductas condi-
cionadas y provechosas que redirigen el estado mental del perro. Tam-
bién pueden utilizarse para gestionar los comportamientos reactivos no
deseados como ladrar, embestir y guardar la puerta. Aunque a priori
puedan parecer rudimentarias, a medida que la relación con tu perro
vaya evolucionando, se convertirán en las órdenes a las que recurrirás
con mayor frecuencia.
Estas órdenes podrían salvarte si surge una situación peligrosa,
algo que podría suceder en una milésima de segundo. Quizá, un día,
mientras haces malabarismos con las bolsas de la compra, empujas
un carrito de bebé o entras en el coche, tu perro decida inesperada-
mente pegar un tirón y se te caiga la correa de la mano. En un mo-
mento así, captar su atención con una orden MIRA o TOCA puede
resultar crucial.
Ambas órdenes también pueden usarse para enseñar a tu perro
trucos como TOCA LA CAMPANA o CHOCA ESOS CINCO.
Del mismo modo, MIRA puede utilizarse para jugar a SÍGUEME
y ofrece una respuesta a la petición del perro «Dime qué tengo que
hacer».
TOCA, casi una orden de GPS, te permite dirigir a tu perro para que
esquive un hueso de pollo tirado en la acera o puede utilizarse para
atraerlo a tus talones para disfrutar de un paseo placentero. Pronto pro-
fundizaremos en los detalles de la orden, pero, para empezar, veamos
cómo las órdenes MIRA y TOCA transformaron un hogar.
tar las normas de la casa? ¿Y qué será lo siguiente que haga Norman el
Conquistador?
Norman: «Puerta bajo control. Es hora de ajustar cuentas con el
resto del territorio y con mis cosas: juguetes, comida, sofá y, bueno,
vale… ¿Por qué no apoderarme también del salón, la cocina y el dor-
mitorio? Les dejo el baño. Y, bueno, ya puestos, los dueños también son
míos. El otro día, en el ascensor, alguien se tropezó con ellos… ¡Mis
dueños! Les di señales de aviso: me agité, ladré y los miré con malicia.
Y después pasé a la acción: les mordisqueé para castigarlos. Captaron
el mensaje de que tenían que alejarse. Mis amos se enfadaron y me
dijeron: “¡Perro malo!”. Pero unos segundos después me dijeron:
“Está bien”. Para mí todo esto resulta confuso, así que les respondo al
estilo Robert De Niro: “¿Hablas conmigo?”. De verdad, soy
taaaaaaaaan mono que no pueden evitar reírse y así recuerdan que yo
estoy al mando.»
Sin darse cuenta, los mimos de los dueños de Norman estaban refor-
zando su imagen de chico duro. Cuando estuve trabajando con Jenn y
Brian (los dueños de Norman), me di cuenta de que estaban dejando
pasar una estupenda oportunidad de adiestrarlo. El mal comportamien-
to de Norman empezó mucho antes del incidente del ascensor. Los indi-
cadores eran su manía de guardar la puerta y proteger sus recursos. Para
empezar, tenían que redirigir su comportamiento utilizando las técnicas
de adiestramiento MIRA y TOCA para desviar el foco de atención de
Norman mientras se cambia su comportamiento. También habían caído
en la clásica trampa de estimular su comportamiento bravucón dándole
la típica palmadita por compasión «Está bien» después del altercado.
En la tabla que aparece a continuación se resume la desconexión a
ambos lados de la correa, entre el comportamiento de Norman y las in-
terpretaciones de Jenn y Brian.
Y
aquí tenemos a Tucker, un perro rescatado de tres años. El boca-
dillo sobre la cabeza de este Jack Russell no diría «¡Pollo, por fa-
vor!», sino que más bien sería como el de un hombre condenado
por un crimen que no ha cometido: «No quiero hablar del tema. HE DI-
CHO QUE... NO QUIERO HABLAR DEL TEMA». En ocasiones, el
texto que aparece sobre su cabeza no dice nada, nada de nada. Eso es lo peor,
cuando no dan a los que le rodean el más mínimo aviso de que van a atacar.
Tucker llegó a la vida de Caryl y Gary agotado por todo lo que había
vivido antes de su nuevo hogar. Las dos primeras semanas se las pasó
durmiendo. Cuando, por fin, Tucker empezó a adaptarse a su nuevo en-
torno, su bagaje de perro maltratado afloró y era un horror. El perro era
un agresor y mordía, lo que revelaba un aspecto de su personalidad que
resultaba alarmante. Su encanto y demás partes de su carácter quedaban
empañados por su actitud defensiva.
Tucker es un caso extremo. Dado que se trataba de un perro rescata-
do, era imposible determinar cuáles eran las causas de su comporta-
miento reactivo. Algo malo debió de pasarle en una cocina. Sus reaccio-
PROGRAMA DE ADIESTRAMIENTO
PERSONALIZADO
Manada
El rasgo motivador que lleva al perro a seguir a sus amos. A los perros
que tienen un fuerte impulso de manada se les denomina «perros velcro»
porque siempre prefieren estar en compañía de sus dueños. Este tipo de
perro te seguirá a todas partes, incluso al baño.
Tu perro:
Puntuación total:
C
uando buscas un perro, no estás pensando en una relación. Sin
embargo, adoptar un perro es como buscar y conectar con una
nueva pareja. Si tienes suerte, tu perro y tú seréis la pareja per-
fecta, pero si no, no te preocupes. Las incompatibilidades de personali-
dad/caninalidad son bastante frecuentes. La relación puede llegar a
funcionar porque existen técnicas de adiestramiento que permiten limar
asperezas. Piensa en ello como terapia de pareja para animales de dos y
cuatro patas. El proceso para solucionar el problema empieza por inten-
tar averiguar quién es tu perro y quién eres tú para tu perro.
Los choques de personalidades se dan en el trabajo, en casa y en cual-
quier situación social. Estas confrontaciones pueden generar ansiedad,
inseguridad, confusión y frustración. Con un perro, se convierte en un
problema cuando ese pequeño animalito de bolsillo que se percibía
como un ser agradable y que se suponía que se podía llevar a todas partes
se convierte en un sargento instructor mandón y huraño. O, por el con-
trario, cuando un rottweiler de cuarenta kilos se fija como objetivo con-
vertirse en un perrito faldero permanente.
TÉCNICA DE ADIESTRAMIENTO:
SIENTA
L
as responsabilidades y la agitación que conlleva meter a un cacho-
rro en casa son tan fascinantes como desalentadoras. El objetivo
de mi metodología de colaboración es asegurarse de que has he-
cho una buena inversión en el adiestramiento de tu cachorro, no una
especulación salvaje. Tú te has comprometido y te queda por delante un
arduo trabajo para ayudarle a realizar la transición a tu estilo de vida.
Los dueños pueden llegar a sorprenderse de cuánto tiempo y energía se
necesita para conseguirlo. Ten paciencia mientras estableces una co-
nexión de calmada autoridad con él. El objetivo es animarlo, incentivar-
lo y motivarlo para que responda a tus órdenes. Los cachorros necesitan
que los eduques, y les ofrezcas liderazgo y dirección.
Un cachorro llega a tu casa tras haber abandonado a su familia, sus
compañeros y sus profesores de primaria. Todo lo que le era familiar se
ha esfumado. Entre las ocho y las dieciséis semanas, es una de las etapas
TÉCNICA DE ADIESTRAMIENTO:
COLLAR Y CORREA
E
l adiestramiento para que el perro aprenda a hacer sus necesida-
des fuera de casa ocupa uno de los primeros puestos en la lista de
causas por las que un propietario busca ayuda profesional. Tam-
bién es una de las principales razones por las que muchos acaban en el
refugio. Mi sistema probado, si se aplica estrictamente, consigue resul-
tados en entre tres y ocho semanas. Los cachorros y los perros rescata-
dos necesitan algo más de tiempo y supervisión, ya que, muy probable-
mente, necesitarán desaprender los malos hábitos antes de adquirir los
adecuados. Ceñirse a unos horarios con persistencia y paciencia hace
que sea posible adiestrar a un perro de cualquier edad para que se com-
porte en casa.
Exceptuando aquellos con enfermedades graves, nunca me he en-
contrado con un perro que no pueda ser adiestrado, pero sí que he cono-
cido propietarios que se han negado a hacer los esfuerzos necesarios para
que su perro aprenda a hacer pipí donde debe. El adiestramiento requie-
re una dedicación resuelta y depende de las características específicas
¡Preparados, listos, ya! Empieza con una rutina paciente y atenta. Recuer-
da que para un cachorro, un perro rescatado e, incluso, un perro adulto,
adaptarse a un entorno desconocido supone un gran esfuerzo. Se puede
conseguir en un tiempo razonable si se siguen las cuatro normas básicas:
área de contención (pág. 106), adiestramiento en jaula, coherencia y calma.
Si eres un dueño que ya no sabe qué hacer, empieza creando el área de
contención descrita en el capítulo anterior (un lugar en casa específica-
mente diseñado para tu cachorro). El espacio será su patio de recreo, su
parque de juegos, su baño (a corto y largo plazo), su comedor, su dormi-
torio y su zona tranquila.
ADIESTRAMIENTO EN JAULA
E
l adiestramiento social permite presentar personas, cosas y expe-
riencias sensoriales a un perro bajo supervisión; prepara a perros
y cachorros para la vida (sobre todo teniendo en cuenta que no
siempre es predecible); y da forma al carácter del perro para que su com-
portamiento sea fiable. Piensa en él como en la educación infantil, prees-
colar y de por vida necesaria para cultivar los modos sociales caninos
deseados y sus técnicas de afrontamiento.
Este adiestramiento ayuda al cachorro a asimilar y adaptarse a cual-
quier reto potencial. Cada vez que presentamos algo nuevo a un cachorro,
el dueño debe asistirle y guiarle para establecer una asociación positiva de
por vida a esa situación, persona u objeto. El desarrollo de técnicas de
afrontamiento caninas es una de las piedras angulares del buen comporta-
miento dentro y fuera de casa; hace que el perro se convierta en un jugador
de equipo mientras se adapta con mayor facilidad a la dinámica de la fami-
lia y del mundo que lo rodea. ¿He dicho ya que además es divertido?
La no socialización, que es lo contrario a lo que se consigue con el
adiestramiento social, predispone al perro al fracaso. Un ejemplo de esto
viviente escoge vivir con miedo. El miedo está generado por las amena-
zas percibidas contra la propia supervivencia.
COMPONENTES DEL
ADIESTRAMIENTO SOCIAL
Personas
• Con uniforme
• Que hablan fuerte
L
as órdenes son la barandilla de seguridad que guía al perro hacia
el buen comportamiento conteniendo y controlando sus impulsos
caninos. Una vez dominadas, se convierten en las correas invisi-
bles que proporcionan a todos los perros más oportunidades sociales.
Sin grandes dificultades, las órdenes hacen que el comportamiento sea
fiable. Algunos estudios han demostrado que los perros pueden apren-
der más de 140 órdenes. Por supuesto, eso depende de la capacidad de
aprendizaje y del grado de compromiso con el adiestramiento que tenga
su dueño. Este capítulo se centra en tres órdenes muy útiles: DEJA,
VEN y QUIETO.
La comunicación debe empezar con unas órdenes de obediencia bá-
sicas, que ayudarán a establecer un diálogo y una conexión entre pro-
pietarios y perros. DEJA, combinada con MIRA, puede convertir a un
perro obsesionado con las ardillas, capaz de transformar un paseo en
una pesadilla, en un perro loco por su dueño. Un perro que sigue tus
instrucciones y que ignora la distracción que supone una ardilla gra-
cias a DEJA y que, a continuación, es REDIRIGIDO (se le dice qué
Una vez que el perro domina de forma fiable una orden, empieza con los
premios retardados. En ningún caso, el adiestramiento debería crear una
dependencia de los premios (SOBORNO). Al principio, se utilizan como
motivadores para, a continuación, pasar a ser gratificaciones ocasionales.
E
l comportamiento canino ansioso puede resultar triste, alarman-
te e, incluso, aterrador para todo aquel que lo presencia, pero, en
la mayoría de los casos, el miedo es causante de dicho comporta-
miento y puede ser tanto por ansiedad como por reacción, cuando el pe-
rro intenta protegerse o defenderse. Ese miedo puede deberse a la proxi-
midad de un objeto, persona, sonido o situación. La ansiedad es propia
de cada perro y los planes de tratamiento pueden variar en función de la
intensidad de sus miedos.
La ansiedad puede deberse a amenazas reales o imaginarias como,
por ejemplo:
TIPOS DE ANSIEDAD
Los cuatro comportamientos por ansiedad más habituales con los que
me he encontrado son:
Ansiedad Manifestación
LLAMAR AL SUPERINTENDENTE
L
a salud de un perro empieza con una dieta equilibrada, ejerci-
cio, juego y suficiente sueño. Las revisiones anuales deberían
formar parte de su rutina, además de visitas regulares a la pe-
luquería canina y mucha socialización. Si sabes que padece alguna
enfermedad, es importante que reciba los cuidados veterinarios ade-
cuados. Si se producen cambios en su comportamiento, es posible
que algo vaya mal.
La única forma que tiene un perro de comunicar sus necesidades físi-
cas, emocionales y de salud es a través de su comportamiento. En mu-
chas ocasiones, un comportamiento regresivo, letárgico, ansioso, agresi-
vo, desorientado e, incluso, obsesivo puede confundirse con un «mal»
comportamiento, pero, en realidad, puede ser indicativo de una enfer-
medad que requiere atención médica inmediata.
Nota: este recuadro ofrece a los propietarios algo de guía, pero jamás
debe verse o utilizarse como diagnóstico preceptivo. Mi campo de expe-
riencia no es la medicina veterinaria, sino el adiestramiento conductual
y la obediencia.
HIPERSENSIBILIDAD AL TACTO
S
i has llegado hasta este capítulo, eso significa que tu currículo de
adiestramiento ya incluye:
E
l juego es una herramienta de adiestramiento inestimable en to-
das las etapas de la vida del perro. Para los propietarios es una
herramienta de control gratificante e interactiva. El juego es lo
que los atrae a nosotros, y ¿esa no es una de las razonas por las que
decidimos adoptar un perro? Una parte importante de tener un perrito
es la diversión que nos aportan día a día. No tiene que haber una razón
para jugar, pero suelo recordar a los propietarios que cada vez que se
inicia el juego, aparece ante él una estupenda oportunidad de avanzar
en el adiestramiento. El juego puede incluir técnicas para enseñar al pe-
rro 1) autocontrol, 2) inteligencia social y 3) confianza.
El adiestramiento mediante el juego demuestra que un perro cumple
las órdenes si él quiere, no porque el dueño se muestre dominante. Las
respuestas deseadas aumentan cuando se asocia el adiestramiento al im-
pulso canino motivador de la diversión. Yo utilizo el juego como técnica de
motivación para canalizar comportamientos «indeseados» hacia otros diri-
gidos y con un propósito.