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I. ANTECEDENTES
1. LA SOLICITUD
1.1. Hechos
Bajo la misma línea, en sentencia T-085 de 2009 2, la Corte concluyó que las
víctimas del desplazamiento forzado a causa de la violencia, tienen el
derecho fundamental a ser reparados con ocasión del delito derivado de la
transgresión masiva de derechos fundamentales, toda vez que el perjuicio
causado es el resultado de la ausencia en la garantía de los derechos
fundamentales por parte del Estado y, habida cuenta de que la justa
indemnización constituye un componente indispensable de la reparación,
tiene igualmente rango de derecho fundamental.
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M.P. Jaime Araújo Rentería. Mediante la sentencia T-085 de 2009, la Corte revisó las
acciones de tutela incoadas por desplazados por la violencia, que reclamaban el amparo de
su derecho fundamental a una justa indemnización por los daños ocasionados con el
desplazamiento forzado del cual habían sido víctimas. En esa ocasión, la Corte concluyó que
“(…) el daño acaecido por la violación flagrante de los derechos humanos, genera a favor de
la víctima el derecho fundamental a la reparación de los perjuicios directamente ocasionados
con la trasgresión, a través de la restitución, la indemnización, la rehabilitación, la
satisfacción y la garantía de no repetición consagradas en el Derecho Internacional. La
exigencia y la satisfacción de este derecho fundamental se dan independientemente de la
identificación, aprehensión, enjuiciamiento o condena del victimario, debido a que aquel
deriva precisamente de la condición de víctima, cuyos derechos corresponde al Estado
salvaguardar, sin perjuicio de que pueda repetir contra el autor.” A partir de lo anterior, luego
de encontrar probado la violación del derecho fundamental invocado por los accionantes y
en vista de que, a su juicio, no contaban con otro mecanismo de defensa judicial, dispuso la
indemnización de perjuicios en abstracto, en los términos del artículo 25 del Decreto 2591 de
1991.
1.2. Pretensiones
2. CONTESTACIÓN
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M.P. Mauricio González Cuervo. En esta oportunidad, la Corte revisó la acción de tutela
presentada por un grupo de desplazados que solicitaban el amparo de sus derechos
fundamentales a la verdad, justicia y reparación integral, a la vivienda digna, a la familia, a la
igualdad y a la educación, los cuales estimaban vulnerados por cuanto no habían sido
inscritos en el RUPD y, por ende, no habían podido acceder a las distintas ayudas estatales.
Dado lo anterior, la Corte accedió al amparo deprecado y ordenó a Acción Social, en
coordinación con las entidades territoriales involucradas en el asunto, (i) adoptar las medidas
necesarias para asegurar que la atención a la población desplazada a cargo de cada
entidad, y las gestiones de los recursos necesarios para el efecto; (ii) iniciar las acciones
necesarias para evaluar la situación de las personas en cuyo nombre se instauró la tutela
que aún no han sido inscritas en el RUPD, habiendo declarado su condición y comprobando
haber sido desplazadas por el temor generado por los enfrentamientos entre la acción
legítima de Fuerza Pública y el accionar ilegal de los grupos armados organizados al margen
de la Ley; (iii) orientar a estas personas respecto de los beneficios a que tienen derecho por
su condición; (iv) y coordinar con las entidades encargadas de manejar la oferta institucional
para la población desplazada el otorgamiento de los beneficios correspondientes.
Asimismo, señala que la actuación del apoderado de los accionantes es
temeraria, habida cuenta de que pretende por vía de tutela la reparación
integral de víctimas del desplazamiento, para lo cual cuenta con la acción de
reparación directa ante la jurisdicción contencioso administrativa, siendo
improcedente la acción de la referencia, tanto más porque no cumple con el
requisito de inmediatez, quedando desvirtuado la ocurrencia de un perjuicio
irremediable.
De otro lado, aseveró que ACCION SOCIAL y las demás entidades que
hacen parte del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población
Desplazada tienen la obligación de brindar asistencia social prioritaria a las
víctimas de dicho flagelo, mas no les corresponde reparar ni indemnizar
integralmente los perjuicios causados por el desplazamiento.
Por último, señaló que los señores SANDRA PATRICA ÁLVAREZ OROZCO,
MARITZA JUDITH RUIZ, ELIMIR ALFONSO MENDOZA RAMÍREZ, NELLYS
ESTHER NARANJO FABREGAS, ELIS MARIA YANCE MARTÍNEZ,
DEIMER ALEXIS LOPEZ BABOSA, ALICIA ISABLE BARRAZA SIERRA,
TEMÍSTOCLES FERIA ARMENTA, JORGE ANDRÉS ÁLVAREZ OROZCO,
LUIS RICARDO ÁLVAREZ OROZCO, ISABEL VILLERO DE
MONTENEGRO, DORIS FERIA SÁNCHEZ, JULIO ALBERTO CANTILLO
DÍAZ, EBERTO ANTONIO CANTILLO CANTILLO y LUIS DEMETRIO
YANCE MARTÍNEZ, no aparecen incluidos en el RUPD.
III. LA IMPUGNACIÓN
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Sentencia T-024 de 2004, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa
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M.P. Jaime Araújo Rentería.
fundamento en la Resolución 60/147 aprobada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 2007 y con el artículo 63 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, entre otros tratados e
instrumentos internacionales suscritos y ratificados por Colombia, las víctimas
del desplazamiento forzado, gozan del derecho fundamental a obtener una
reparación adecuada, efectiva, rápida y proporcional al daño causado, habida
cuenta de que no están obligadas a soportar aquellas circunstancias que
ocasionaron la violación masiva de sus derechos fundamentales, por cuenta
del desarraigo al cual se vieron expuestas.
“Visto lo anterior, una de las obligaciones claras del Estado, en materia de protección
de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, es la de velar porque
en la legislación interna se adecuen o se creen los mecanismos e instrumentos
necesarios para que las víctimas puedan acceder a la reparación, ya sea por parte del
Estado o del causante de la agresión.
En Colombia existen diferentes acciones por medio de las cuales, las víctimas pueden
ser reparadas, pero éstas, individualmente consideradas, no cumplen con los
parámetros mínimos establecidos por el derecho internacional y por la Corte
Constitucional para lograr una reparación integral del daño. Para estos efectos se
encuentra la acción de reparación directa consagrada en el artículo 86 del Código
Contencioso Administrativo; de otra parte, el artículo 23 de la Ley 975 de 2005, faculta
a la víctima para que solicite la mencionada medida, para lo cual, el Tribunal Superior
del Distrito Judicial correspondiente, abrirá un incidente de reparación integral de los
daños causados con la conducta criminal y finalmente, el Gobierno Nacional expidió el
Decreto 1290 de 2008, mediante el cual “crea el Programa de Reparación Individual
por Vía Administrativa para las Víctimas de los Grupos Armados Organizados al
Margen de la Ley”.
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Expediente Nº 2011-00109. Actora: Rosiris Hortensia Miranda de Luque.
fundamental a la igualdad de aquellas víctimas que no habían acudido a este
mecanismo de defensa para obtener una justa reparación y, con miras a
evitar tal vulneración, era necesario suspender el cumplimiento de órdenes de
pago derivadas de fallos de tutela para evitar que a ciudadanos en situaciones
idénticas, se les aplicaran consecuencias jurídicas distintas.
“(…) en los casos de reparación que vienen siendo fallados por los jueces
de instancia, el derecho a la igualdad en materia de reparación a víctimas del
desplazamiento forzado se puede ver gravemente amenazado por cuanto a
unas personas en condición de desplazamiento se les concede la tutela
al derecho de reparación por vía administrativa, condenando en
abstracto a Acción Social al pago de los perjuicios y remitiendo el
expediente a los jueces contencioso administrativos para que liquiden
en concreto; mientras que a otras personas en la misma situación de
desplazamiento se les niega la protección del derecho, o no hay
protección alguna frente a aquellas que no han incoado acción de
tutela. Así mismo, encuentra la Corte que los casos de tutela, aunque
vengan concedidos, pueden eventualmente generar violación al derecho a la
igualdad de las víctimas del desplazamiento forzado, respecto de la garantía
del derecho a la reparación, por cuanto las liquidaciones de perjuicios
pueden ser decididas, como se dijo con anterioridad, con criterios disímiles o
diversos.”
F A L L A:
Primero. MODIFÍCASE el numeral segundo de la parte resolutiva del fallo
impugnado, en el sentido de ordenar a ACCIÓN SOCIAL que dé trámite a las
solicitudes de reparación que llegaren a presentar los accionantes en los
términos del Decreto 1290 de 2008 y, de resultar procedentes conforme a las
normas del citado decreto, proceda a liquidar y pagar la indemnización de
perjuicios a que haya lugar.
Segundo. ÍNSTASE a los accionantes para que, una vez notificados de esta
sentencia, acudan a ACCIÓN SOCIAL para solicitar la reparación individual
por vía administrativa, a la cual hace referencia el Decreto 1290 de 2008.